Artículo La ética y el coaching AFUbierna - Puerto...

19
1 La Ética y el Coaching “Minino de Chesire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?”, preguntó Alicia al Gato. “Eso depende en gran parte del sitio al que quieras llegar”, dijo el Gato. “No me importa mucho el sitio...” dijo Alicia. “Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes”, dijo el Gato. Charles “Lewis Carroll” Dodgson, (matemático y escritor inglés), Alicia en el País de las Maravillas, 1885. No se puede enseñar nada a un ser humano; sólo se le puede ayudar a descubrirlo en su interior. Galileo Galilei, 1564-1642, físico y astrónomo italiano. No existe valor en la vida, salvo el que se elige dar, ni felicidad en ningún lugar, salvo la que lleva consigo uno mismo. Henri David Thoreau, 1817-1862, filósofo y poeta norteamericano. No es la vida, sino la buena vida, lo que hay que valorar bien. Sócrates, 469-399 a. de C., filósofo griego. El coaching es una profesión en proceso de invención, y como todo profesional el coach realiza su práctica contemplando ciertos modelos teóricos y empleando determinadas técnicas y herramientas que le permiten atender los pedidos que sus clientes le presentan. Las teorías, técnicas y herramientas son efectivas cuando habilitan al profesional para accionar con efectividad en el dominio de su práctica específica. O sea, estos tres elementos (modelos, técnicas y herramientas) son factores de poder. El empleo constructivo de dicho poder en el contexto de la práctica del coaching es el tema sobre el que pretendo invitarlo a reflexionar en estas notas que tan gentilmente me invitó a escribir mi amigo, colega y compañero de viaje Claudio Pousa para incluirlas en su libro Coaching de Ventas. Pondré lo mejor de mí para no defraudar la confianza que me regaló al acercarme esta invitación. Siguiendo la lección que aprendí de la encrucijada que Alicia enfrenta en el País de las Maravillas, cuando comencé a elaborar este aporte al libro de Claudio, la primer pregunta que me hice fue “para qué”, adónde quiero ir, qué sentido deseo darle al texto, cuál es el propósito que persigo. Escribo entonces algunas de mis ideas sobre la ética aplicada al coaching con la esperanza de abrir espacios de reflexión que contribuyan al ejercicio consciente de esta nueva profesión. Y dado que teoría y práctica, conciencia y acción, son componentes necesarios de todo sistema de aprendizaje, seguiré este esquema desafiando al lector a pensar éticamente y a prepararse para tomar decisiones éticas en el transcurso de su experiencia como coach. Por otro lado, iré recorriendo este camino partiendo de aspectos genéricos de la ética y derivando en las particularidades de su aplicación práctica al coaching. Como resultado de la elaboración de los conceptos y propuestas introductorias que usted, estimado lector, encontrará en este capítulo, lo que espero es que pueda hacer un uso consciente del poder que el conocimiento de este libro pone en sus manos. Los conocimientos y la tecnología son tan buenos como la conciencia de quien los emplea. Las bondades o maldades de la acción humana se sostienen en las intenciones y los valores de quienes ejecutan tales acciones. Ningún coach puede ser mejor coach de lo que es como persona. En su corazón se encuentran los cimientos de su accionar humano, y su corazón es suyo, yo no tengo allí cabida ni puedo elegir por usted. SOBRE LA ÉTICA Y EL COACHING ©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

Transcript of Artículo La ética y el coaching AFUbierna - Puerto...

1

La Ética y el Coaching

“Minino de Chesire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para

salir de aquí?”, preguntó Alicia al Gato. “Eso depende en gran parte del sitio al

que quieras llegar”, dijo el Gato. “No me importa mucho el sitio...” dijo Alicia.

“Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes”, dijo el Gato. Charles

“Lewis Carroll” Dodgson, (matemático y escritor inglés), Alicia en el País de las

Maravillas, 1885.

No se puede enseñar nada a un ser humano; sólo se le puede ayudar a

descubrirlo en su interior. Galileo Galilei, 1564-1642, físico y astrónomo italiano.

No existe valor en la vida, salvo el que se elige dar, ni felicidad en ningún lugar,

salvo la que lleva consigo uno mismo. Henri David Thoreau, 1817-1862, filósofo y

poeta norteamericano.

No es la vida, sino la buena vida, lo que hay que valorar bien. Sócrates, 469-399

a. de C., filósofo griego.

El coaching es una profesión en proceso de invención, y como todo profesional el coach realiza su práctica contemplando ciertos modelos teóricos y empleando determinadas técnicas y herramientas que le permiten atender los pedidos que sus clientes le presentan. Las teorías, técnicas y herramientas son efectivas cuando habilitan al profesional para accionar con efectividad en el dominio de su práctica específica. O sea, estos tres elementos (modelos, técnicas y herramientas) son factores de poder. El empleo constructivo de dicho poder en el contexto de la práctica del coaching es el tema sobre el que pretendo invitarlo a reflexionar en estas notas que tan gentilmente me invitó a escribir mi amigo, colega y compañero de viaje Claudio Pousa para incluirlas en su libro Coaching de Ventas. Pondré lo mejor de mí para no defraudar la confianza que me regaló al acercarme esta invitación.

Siguiendo la lección que aprendí de la encrucijada que Alicia enfrenta en el País de las Maravillas, cuando comencé a elaborar este aporte al libro de Claudio, la primer pregunta que me hice fue “para qué”, adónde quiero ir, qué sentido deseo darle al texto, cuál es el propósito que persigo. Escribo entonces algunas de mis ideas sobre la ética aplicada al coaching con la esperanza de abrir espacios de reflexión que contribuyan al ejercicio consciente de esta nueva profesión. Y dado que teoría y práctica, conciencia y acción, son componentes necesarios de todo sistema de aprendizaje, seguiré este esquema desafiando al lector a pensar éticamente y a prepararse para tomar decisiones éticas en el transcurso de su experiencia como coach. Por otro lado, iré recorriendo este camino partiendo de aspectos genéricos de la ética y derivando en las particularidades de su aplicación práctica al coaching. Como resultado de la elaboración de los conceptos y propuestas introductorias que usted, estimado lector, encontrará en este capítulo, lo que espero es que pueda hacer un uso consciente del poder que el conocimiento de este libro pone en sus manos. Los conocimientos y la tecnología son tan buenos como la conciencia de quien los emplea. Las bondades o maldades de la acción humana se sostienen en las intenciones y los valores de quienes ejecutan tales acciones. Ningún coach puede ser mejor coach de lo que es como persona. En su corazón se encuentran los cimientos de su accionar humano, y su corazón es suyo, yo no tengo allí cabida ni puedo elegir por usted.

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

2

¿Llegarán entonces estas letras a realizarse en la meta buscada?... Mmm... No lo sé, puede que sí, puede que no,... la respuesta, estimado lector, está en sus manos y en su corazón.1

Ética: el camino de la virtud“La felicidad es aquel estado de conciencia que procede del cumplimiento de los valores propios.” Ayn Rand, 1905-1982, filósofa y novelista norteamericana.

No es mi intención ser original e innovador sobre este asunto. Mucho fue dicho por grandes sabios y pensadores sobre esta rama de la filosofía que trata acerca de la “ciencia de la acción humana”. Por lo tanto, repetiré ahora algunas de estas ideas genéricas como una forma de introducción al tema que posibilite un acceso con sustento a los asuntos vinculados a la práctica del coaching.

Los pensamientos, actitudes y acciones con los que elegimos responder a las circunstancias que nos tocan vivir, nos convierten en canales de manifestación de alguna de las posibilidades que existen en el océano de la potencialidad. Somos co-creadores tanto de nuestra identidad, como de nuestros vínculos y del mundo en el que vivimos. No tenemos la opción de no serlo, sólo podemos tomar conciencia del don que nos fue otorgado, de las consecuencias del uso que hacemos de él y elegir en libertad.

Así como nuestras ideas, actitudes y comportamientos pueden contribuir a crear un mundo donde abunde el bienestar y el respeto mutuo, forjando con nuestras vidas cauces por donde el Cielo fluya hacia la Tierra, también contamos con el poder para abrir las compuertas del infierno, haciendo de nosotros y de aquellos que nos rodean habitantes del miedo, la destrucción y la desesperanza.

La ética es la parte del conocimiento filosófico que busca guiar nuestro comportamiento hacia la realización del “bien supremo” propio del ser humano. Los distintos sistemas filosóficos adoptan diferentes estándares para definir ese llamado “bien supremo”. En este escrito seguiré la tesis de Aristóteles que afirma que realizamos toda acción teniendo por mira un bien, algo valioso que deseamos conseguir, un valor que deseamos obtener, y que dado que todas las acciones son diferentes y son realizadas por distintas personas, los bienes perseguidos también lo son. Es valioso, y lo constituimos en un valor, a todo aquello que es importante para nosotros. Entonces tenemos un problema: con tantos bienes o valores relativos, ¿cómo podemos definir al que llamamos supremo, aquel por el cual todos los demás bienes son deseables pero sin el cual ninguno de ellos sería apetecible?

Ayúdeme a encontrar una posible respuesta, y sígame en el siguiente razonamiento imaginario.

1. Haga una lista de todas las cosas o logros materiales que desearía tener o alcanzar, más allá que estas cosas valiosas para usted sean o no realizables. Anímese a desear en grande.

2. Ahora le pido que se responda la siguiente pregunta: “¿Para qué quiero todo esto?, ¿Qué es lo más importante que quiero lograr, el deseo supremo, sin lo cual nada de todo lo que puse en la lista tendría sentido alguno?”

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

1 Soy consciente de que escribo significados genéricos empleando pronombres masculinos aunque me dirijo a lectores y lectoras, y se que para algunos esta práctica puede resultar discriminante. Espero que quienes así piensen, sepan disculparme y no perder la esencia de lo que intento transmitir. Mi intención no es desconsiderada, sino que se debe a mi falta de habilidad en el arte de escribir y a mi pereza.

3

Las respuestas de todos aquellos a quienes les hice esta pregunta, incluyéndome, es: Felicidad, Plenitud, Amor, Paz, Libertad, todos estados internos y por lo tanto de realización incondicional.

Investiguemos por otro camino. Imagine que en este preciso momento llega a la puerta de su casa un Duende muy poderoso que le propone que elija entre las siguientes opciones límites: “Te concederé todo lo que escribiste en la lista en forma inmediata y para siempre, pero el precio que tendrás que pagar es experimentar continuamente desdicha, frustración, angustia, y no tendrás la posibilidad de elegir otra cosa. Ó podrás realizar por siempre un estado continuo e intenso de felicidad, plenitud, paz y libertad, pero no tendrás nunca nada de lo que pusiste en la lista. Tienes 3 segundos para responder antes de que desaparezca.”

¿Cuál sería su elección?

La experiencia individual y colectiva de felicidad, paz, libertad y amor, es el fin supremo y universal al que aspira llegar el ser humano. Es ético todo pensamiento y acto que contribuye a crear un campo fértil para esta experiencia. Quienes no siguen este camino no solo deshonran la vida ajena, sino la propia.

Culturalmente, llamamos virtuosa a toda elección ética, la que apoya y favorece el desarrollo de esta experiencia, y viciosa a toda elección no ética, la que obtura y dificulta el desarrollo de la plenitud humana.

Llamamos virtud a toda característica de comportamiento que produzca una experiencia valiosa, un valor. Y definimos como vicio a toda característica de comportamiento que genere una experiencia no valiosa, un contra valor. La práctica de la virtud es el único medio para obtener el valor buscado. El valor, o el bien, es el fin, y la virtud es el medio. La práctica del vicio ya sea por defecto o exceso2 (aunque en el corto plazo pueda producir un placer transitorio), conduce en el mediano o largo plazo a experimentar un sufrimiento tan agudo que la estrategia humana más empleada para anestesiarlo es actuar sin conciencia.

Convertirnos en practicantes de la virtud implica asumir un desafío constante. Momento a momento las circunstancias en las que nos encontramos nos llaman a elegir una respuesta con la que se pone en juego nuestra integridad, expresada en el compromiso con nosotros mismos de vivir en congruencia con aquello que decimos y sentimos valorar. El miedo suele ser uno de los grandes enemigos que pueden vencer en cualquier momento a quien se esfuerza por seguir el camino de la virtud. Por eso este camino es llamado por diversas tradiciones “el sendero del guerrero”, pues para avanzar en él se requiere tanto coraje como sagacidad, habilidad, atención, humildad, precaución, compasión, respeto, y las demás cualidades que describen el espíritu de un gran guerrero que sabe que su peor amenaza (al igual que su mejor aliado) no está en el campo de batalla, ni en la competencia, ni en la sala de reuniones, ni en la oficina, ni en la calle, sino en aquel que le muestra su rostro todas las mañanas al mirarse en el espejo. Y si somos vencidos, una o mil veces, es siempre útil recordar que en ese mismo instante tenemos la posibilidad de volver a intentarlo.

Nos relata el antropólogo Carlos Castaneda hablándonos de su sabio maestro, con relación al intento:

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

2 Por ejemplo, la autenticidad es una virtud, su vicio por defecto es la falsedad y por exceso el sincericidio (ser sincero sin respeto ni cuidado propio u ajeno).

4

“Don Juan siempre me decía, ‘Realiza un gesto. Un gesto no es nada más que el acto deliberado realizado para manifestar el poder que proviene de tomar una decisión…,’ el camino del corazón no es una ruta de introspección incesante o de vuelos místicos, sino un camino de estar en el mundo experimentando sus dichas y penas, y decidir una intención es la manera de convocar tu lugar en la gran comunidad de la existencia.”

Por otro lado, William Tiller, Profesor Emérito del Departamento de Ciencias de la Universidad de Stanford, quien investigó exhaustivamente en los actos de creación consciente y encontró una serie de factores claves en este fenómeno, afirma lo siguiente:

“Una conciencia humana elevada y amorosa es un requisito clave. Creamos nuestro futuro colectivo por medio de nuestros pensamientos, actitudes y acciones, manteniendo un elevado estado espiritual y mental por medio del corazón. El intento de poner en acción el amor, la compasión, la dedicación de servicio a la vida, es lo que puede educir la ayuda no visible del universo.”

M Á X I M A S D E C O M P O R T A M I E N T O É T I C O

Tomándome el permiso de parafrasear a quienes saben mucho más que yo sobre este tema, vuelco a continuación algunas máximas que pueden emplearse para orientar nuestras elecciones en la vida ética.

1. Dedique tiempo a reflexionar y elegir conscientemente los valores, objetivos y reglas de comportamiento con los que quiere vivir. Asuma el compromiso de hacerlo y viva según ese compromiso.

2. Descubra su capacidad de elegir siempre una forma de responder a las circunstancias para perseguir sus objetivos honrando sus valores y empleando su mejor esfuerzo y sus propios recursos.

3. Atienda los procesos, la forma en que usted y los otros hacen las cosas, y descubra formas de hacerlas mejor.

4. No se mienta ni a sí mismo ni a los demás. Y cuando comparta sus perspectivas con otros hágalo siendo además de auténtico, respetuoso. Reconozca que su siempre es parcial y no intente imponer sus opiniones como si fuesen “la verdad”.

5. Cuando escuche a otros, hágalo para entenderlos, no para responderles.

6. Respete a rajatabla el derecho de todo ser humano a pensar y elegir en forma autónoma sobre sí mismo y su propiedad, y a sentir lo que siente. No use la violencia o el engaño para imponer al otro las reglas que usted elige para sí mismo. Trate al prójimo como él quiera ser tratado.

7. Cumpla sus promesas y repare el daño que produzcan sus incumplimientos. Y de no hallar reparación posible, emplee el recurso benéfico del perdón.

8. Aprenda a permanecer emocionalmente centrado ante la ofensa ajena u otros contratiempos.

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

5

9. Considere los efectos de sus elecciones en el largo plazo. Adquiera la fortaleza de posponer el placer inmediato en pos de la dicha mediata.

10.El medio debe ser consistente con el fin. El fin no justifica los medios. Ser y Hacer deben convivir en armonía.

11.Exprese sus juicios éticos con firmeza y coraje fundándolos en los comportamientos. Nunca juzgue al ser del prójimo, pues ese ser es perfección intentando y aprendiendo a expresarse evolutivamente.

12.Descubra que puede mantener un juicio ético adverso sobre algún comportamiento propio u ajeno, y simultáneamente sentir un gran amor y compasión. Ambas cosas deben ir de la mano.

¿Cómo tomar decisiones éticas?“¿Cuánta verdad puede soportar un espíritu y a cuánta verdad se puede enfrentar?... Eso se convirtió cada vez más para mí en la verdadera medida del valor.” Frederich Nietzsche, 1844- 1900, filósofo alemán.

En nuestra práctica profesional continuamente tomamos decisiones tanto de forma como de contenido. Pero no todas las situaciones nos invitan a realizar lo que llamaré una toma de decisión ética. Nos encontramos ante un dilema que nos pide una decisión ética cuando enfrentamos circunstancias en las que debemos elegir entre dos o más cursos de acción que amenazan valores, cosas importantes para nosotros, que queremos sostener con nuestro comportamiento pero no sabemos cómo hacerlo.

Imagine la siguiente situación. Usted es coach del equipo comercial de una importante firma tecnológica, su principal cliente que le aporta el 50% de sus ingresos. Durante el proceso de coaching con uno de los ejecutivos de cuenta, Martín, se le presenta un desafío ético. Martín tiene 48 años, está casado con Verónica y tiene dos hijos, Lucas de 15 años y Gabriela de 17. Gabriela sufre de una enfermedad cardiaca que pone a riesgo su vida y que puede ser tratada en el exterior. Hace dos meses Martín obtuvo, hipotecando su casa, un importante crédito en dólares para concretar el tratamiento de un año de Gaby en un reconocido centro médico de Estados Unidos. En el último encuentro de coaching con Martín se entera que cuenta, para afrontar su deuda, con gran parte las comisiones producto de dos posibles mega contratos que está gestionando con tomadores de decisión de potenciales clientes. En esa misma reunión, Martín le confiesa (haciendo dos veces mención al compromiso de confidencialidad asumido por usted al inicio de la relación de coaching y al riesgo de vida de su hija), que para asegurar el contrato entabló con ellos conversaciones que lo comprometen a compartir parte de sus comisiones como contra pago por el favor a recibir. Ahora le pregunto:

1. ¿Cuáles son los cursos de acción que se le ocurren como posibles para usted como coach en respuesta a estas circunstancias?

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

6

2. ¿Qué consecuencias de corto, mediano y largo plazo evalúa como las más probables para cada uno de los cursos de acción posibles? ¿Qué supone que pasaría con a) Martín (su vida, su familia, su carrera), b) con su vínculo profesional con la firma cliente, b) con su relación con Martín y los demás vendedores, c) con su propia conciencia?

3. ¿Qué valores importantes para usted se ven en juego en cada una de estas opciones?

4. ¿Qué decisiones tomaría, cómo lo haría, cuándo?

Con este ejemplo, tengo la intención de ubicarlo frente a una situación imaginaria que le ayude a comprender prácticamente las implicancias de los desafíos éticos.

A S P E C T O S Q U E I N F L U Y E N E N L A S E L E C C I O N E S É T I C A S

Existen varios factores que contribuyen a que un coach u otro profesional elijan un curso de acción ético en su trabajo. Ahora intentaré exponer someramente estos elementos y brindar algunas ideas que le ayuden a tomar decisiones éticas, las que posiblemente sean para muchos las más difíciles de tomar.

En principio, dado el ejemplo extremo que di y su encuadre, podría pensarse que la toma de decisiones éticas en la práctica del coaching representa un proceso cognitivo aislado o un evento poco frecuente vinculado al momento particular en el cual el coach enfrenta un dilema ético o un asunto de “buena praxis”. Pero siguiendo el modelo presentado por Anderson, Wagoner y Moore, en su trabajo “Ethic choice: An Outcome of Being, Becoming and Doing” me propongo mostrar que aspectos tales como el carácter del coach, su liderazgo personal, su entrenamiento ético y filosófico, su capacidad de razonar éticamente, y su identidad ética profesional son claves a la hora de decidir qué hacer ante una circunstancia éticamente desafiante.El liderazgo personal

“El camino para hacer es ser.” Lao Tze.

El factor que mayor impacto tiene en las decisiones éticas es asumir el compromiso irrenunciable de ser mediante nuestro hacer quienes queremos ser.

El liderazgo personal es un proceso (un “hacer”). La plataforma humana en la que este proceso se desarrolla está construida por una conciencia organizada alrededor de una visión personal y un set de valores (un “llegar a ser”) que permanecen presentes continuamente en la perspectiva de quien lidera su vida. Esta conciencia es necesaria para el liderazgo pero no es suficiente. El proceso de liderazgo ocurre cuando las elecciones ante la vida responden al llamado de esta conciencia.

El diálogo interno a partir de las preguntas vinculadas al liderazgo personal, aquellas que nos llevan a encontrar respuestas en nuestro corazón para dar sentido a nuestra existencia y guiar el proceso mediante el cual nos construimos en las personas que queremos ser con nuestros actos conscientes, constituye una actividad netamente ética porque energiza y organiza nuestro comportamiento para que sea conducente a la realización de ese sueño de ser que llevamos dentro y aspiramos realizar.

¿Para qué estoy en este mundo?

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

7

¿Cuál es el sentido que quiero darle a mi existencia?

¿Qué clase de persona quiero ser?

¿Cuál es el ideal más grande de humanidad para mi mismo que anhelo expresar mediante mis elecciones cotidianas de vida?

El indagarnos acerca de estas cuestiones y el sostener cotidianamente en nuestra mirada estos ideales sobre nuestro “ser persona”, es una forma muy efectiva de hacer ética y tomar decisiones éticas.

O como lo expresa Joseph Jaworski en su libro de liderazgo “Sincronicidad” siguiendo las ideas de Eric Fromm:

“Ser es un modo de estar en el mundo u orientación existencial,... tiene que ver con nuestro carácter, con nuestra orientación general hacia la vida; es un estado de actividad interna.”

Según expertos en liderazgo y aprendizaje organizacional de la talla de Greenleaf y Senge, una de las decisiones cruciales que habilita un verdadero liderazgo ético en una comunidad, es la elección existencial de servir a la vida y de esta manera permitir que la vida se despliegue a través de mí.

El pensar que líder se nace y definir al líder como quien posee características extraordinarias, deshabilita la posibilidad de descubrirse como líderes en el 99,9% de la población mundial y presenta una gran cantidad de desventajas, algunas directamente vinculadas con la elección de la respuesta a dar a la hora de decidir éticamente. Si bien existen condicionantes natos y cierta disposición natural hacia el liderazgo en algunas personas, la definición que ofrezco de liderazgo no necesita de seres formidables ni heroicos para ejercerlo. El liderazgo tampoco tiene que ver con la autoridad externa, ni con el poder personal, ni con el carisma. El liderazgo tiene que ver con la conciencia de que somos todos generadores de realidades y no simples espectadores, ni víctimas de las circunstancias que nos tocan. Sepamos entonces que tenemos la capacidad de influenciar el mundo, reconociendo y ejerciendo nuestro rol en el “equipo de creadores”. Acceder a nuestra realización como personas éticas requiere de visión, esfuerzo, práctica, reflexión y un alto compromiso amoroso con nuestra humanidad.

El carácter del coach

Aunque para algunos resulte obvio, no quiero dejar de mencionar que los sistemas de creencias, la cultura, las tradiciones familiares, la educación recibida, y la historia personal, son elementos que consciente o inconscientemente impactan en las elecciones éticas tomadas durante la práctica profesional y la vida en general.

La historia profesional, experiencia e identidad

Toda profesión tiene una cultura, o sea una serie de creencias o paradigmas que sostienen su ejercicio, y un grupo de valores que dicha profesión respeta. Quienes se dedican al coaching profesional provienen de diversas actividades y profesiones. En la medida que su historia profesional previa haya implicado un aprendizaje ético, la conciencia y habilidad para tomar decisiones éticas será mayor. Por ejemplo, es de suponer que médicos, abogados, psicoterapeutas, y todas las profesiones orientadas a servir a otras personas, deberían tener, en

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

8

general, una mayor conciencia de lo que significa una práctica ética. De la misma manera, la identidad pública de la profesión y del profesional, son también condimentos que impactan en la efectividad de la solución ética que se elija ante determinado problema. Por otro lado, los códigos de ética proveen reglas de conducta que todo profesional aceptado por una comunidad se compromete a cumplir.

La capacidad de razonar éticamente

El razonamiento ético es el proceso de pensamiento que implica evaluar un evento particular, las estrategias de acción y sus consecuencias, en el contexto de estándares espirituales, culturales, o ideológicos. Es una de las habilidades para tratar con problemas morales usando los propios estándares y valores para juzgar una adecuada estrategia de acción.

En la siguiente sección desarrollaré un proceso de reflexión y pensamiento orientado a asistirlo en la toma de decisión ética.

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

9

M O D E L O P A R A L A T O M A D E D E C I S I Ó N É T I C A

El esquema que presento a continuación integra los elementos que mencioné hasta ahora.

Fig. 10.1 Modelo para Tomar Decisiones Éticas 3

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

3 Modelo desarrollado por Anderson, Wagoner y Moore, en su trabajo “Ethic choice: An Outcome of Being, Becoming and Doing”

10

Basándome en el modelo de Anderson, lo invito a explorar con mayor detalle el proceso de reflexión para una toma de decisión ética recorriendo cada etapa con una serie de preguntas y sugerencias específicas, que lo orientarán cuando enfrente una circunstancia éticamente desafiante. Si bien las etapas están numeradas del uno al cuatro con el propósito de aportar claridad a la exposición, esto no significa que la efectividad del proceso se vea comprometida si sigue una secuencia diferente.

1. Conciencia o Sensibilidad Ética: Este primer componente le permite al coach ser consciente de cómo sus elecciones afectan positiva o negativamente a los demás.

a. ¿Qué es lo que me choca de la situación? Tener la atención anclada en el momento presente y ser capaz de detectar molestias propias o ajenas y evaluar las consecuencias futuras del comportamiento.

b. ¿Qué es lo que me llama la atención? Prestar atención en forma cuidadosa a los detalles (explícitos como implícitos).

c. ¿Quiénes están involucrados en esta situación? Tener claridad sobre todas las personas claves afectadas por la situación, relacionadas con el coach, y con su cliente.

d. ¿Qué interpretación es la que me lleva a sentir algo que se expresa en una forma parecida a la siguiente: “Mmm... esto me huele mal”? Esta frase suele ser una manifestación intuitiva de información clave poco clara. Detenerse ante este semáforo amarillo y explorar sus causas, articular una interpretación que de sentido a esta “sensación” y chequear las inferencias que intervienen en la construcción de la interpretación.

e. ¿Qué interpretación es la que me lleva a sentir algo que se expresa en una forma parecida a lo siguiente: “Mmm... esto me suena bien”? Proceder igual que ante la sensación del punto anterior. Por otro lado, tener en cuenta que lo que es bueno o correcto para una persona puede ser muy diferente para otra.

f. ¿Hay en juego aspectos vinculados a la diversidad (religiosa, de raza, de género)? ¿Mi sentir y juicio está sesgado por mis preferencias raciales o de otra especie al punto de verme en dificultad para aceptar como “auténticos otros” a mi cliente, o a quienes se ven afectados por esta situación? El respeto incondicional del otro a ser otro es clave para la toma de decisión ética.

g. ¿De qué manera mi perspectiva privilegiada impacta en mi sensibilidad y conciencia sobre este asunto? En el vínculo de aprendizaje el coach tiene un lugar de “privilegio” (ya que sus opiniones en el ámbito del aprendizaje son validadas por el aprendiz quien se deja influenciar por ellas). El coach debe acceder y entender el mundo de potencialidades y restricciones que el cliente puede estar experimentando.

2. Proceso de Pensamiento Ético

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

11

a. ¿Qué sabe Ud. acerca de la situación? Al evaluar una situación esta pegunta permite poner sobre la mesa y distinguir: hechos, opiniones, inferencias y supuestos.

b. ¿Qué más necesita saber? Esforzarse en descubrir qué información adicional es necesaria ante una elección ética y procurar obtenerla, muestra cuidado por la dignidad de los seres humanos involucrados.

c. ¿Qué dice el código de ética? En el código de ética se encuentran lineamientos en forma de imperativos regulatorios que brindan claridad sobre el comportamiento del coach y su relación con el cliente.

d. ¿Cuáles son los aspectos legales? Consultar la faceta legal y los antecedentes legales ante situaciones similares, puede ayudar a la hora de evaluar las consecuencias de las distintas posibles respuestas.

e. ¿A quienes podría consultar? Escuchar diferentes perspectivas, y comprender las opciones disponibles ya sea de asociaciones profesionales, autoridades, y otras fuentes puede brindar orientación y claridad, cuando surgen dilemas éticos.

f. ¿Qué piensa el cliente sobre lo que es éticamente correcto? Es un derecho del cliente que el coach considere su perspectiva ética sobre la situación. En algunos modelos de decisión, la lealtad al cliente es central.

g. Si yo fuese el cliente, ¿qué esperaría de mi coach? Hacerse esta pregunta brinda la oportunidad de integrar al proceso de pensamiento una perspectiva más amplia y respetuosa.

3. Conflicto ético: Este componente es el corazón del proceso, ya que posibilita sacar a luz los valores en conflicto para el coach.

a. ¿Qué es lo que está en conflicto dentro de mí? Esta pregunta presupone un cierto nivel de introspección por parte del coach.

b. ¿Quiénes se benefician y perjudican con cada curso de acción que estoy evaluando? La propuesta ahora es cuestionar los cursos de acción e inferir los resultados potenciales de cada acción o comportamiento.

c. ¿Qué cosas importantes para mí están en juego? ¿Cuáles son los valores esenciales (personales y profesionales) que considero implicados en este conflicto? ¿Cuáles de ellos creo amenazados y que podrían debilitarse? ¿Cuáles creo que tengo la oportunidad de fortalecer? Es fundamental tomar consciencia, mediante auto observación y reflexión profunda, de los valores esenciales a sostener para crecer y desarrollarse, con paz interna, como individuo y profesional.

d. ¿Cuáles cursos de acción se me ocurren como posibles para atender cada uno de estos valores en conflicto? Siguiendo un pensamiento especulativo, la propuesta de esta pregunta es descubrir al detalle los posibles cursos de acción a tomar, sin intentar aún encontrar el que resulte éticamente óptimo. Incorporar

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

12

en el pensamiento la dimensión temporal, de corto, mediano y largo plazo, puede también aportar claridad.

e. ¿Cómo creo que puede verse afectado, positiva y negativamente, mi cliente (en el corto, mediano y largo plazo) con cada uno de los cursos de acción que se me ocurren? ¿Qué áreas pueden verse afectadas (relaciones, calidad de vida, medio ambiente, comunidad? ¿Quiénes más recibirían, directa o indirectamente, el impacto de estas acciones? Estas u otras preguntas permiten incorporar en el razonamiento la evaluación de consecuencias y tenerlas en cuenta para la toma de decisión.

f. ¿Con quien podría dialogar sobre este conflicto para lograr una mayor claridad? Emplear todos los recursos o contactos personales o profesionales que faciliten el logro de una mayor claridad, es un acto de humildad inteligente.

4. Resolución ética: Las preguntas que siguen están orientadas a la etapa de implementación de la opción elegida.

a. ¿Ante quién o quiénes soy o quiero ser responsable? Comprender los límites de responsabilidad, las variables sobre las que tengo control, y aquellas que quedan fuera de mi área de influencia.

b. ¿A quiénes puedo recurrir para recibir ánimo e inspiración? A veces la decisión ética implica pagar un precio, asumir un dolor, atravesar dudas, días y noches “tormentosos”.

c. ¿Quiénes quiero que participen de cada una de las acciones, decisiones de forma y contenido, y conversaciones que se derivan de mi decisión? Determinar para quienes es relevante participar en distintas acciones y el momento en que debe realizarse dicha participación, teniendo en mente que el proceso a seguir y la forma en que cada acción se desarrolla también pone en juego valores a respetar. La propuesta es planear y realizar el plan de acción en forma impecable. Por ejemplo: determinar cuándo hablar con el cliente para informarle la decisión y cómo conversar con él, son cuestiones de diseño que se tocan al reflexionar sobre esta pregunta.

Habiendo recorrido teóricamente todo este modelo, voy ahora a invitarlo a poner estos procesos en práctica empleando el método del caso como recurso de aprendizaje.

Ejercicio de práctica4

Elija dos o más escenarios descriptos a continuación, y considere las preguntas del modelo de reflexión propuesto para cada uno de ellos. Descubra cómo sus procesos de pensamiento y elecciones están siendo influenciados por sus sistemas de creencias, valores, carácter, visión personal e identidad profesional.

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

4 Basado en los casos de estudio presentados en: “Law and ethics in coaching : how to solve and avoid difficult problems in your practice” by Patrick Williams, Sharon Anderson. Ed. Wiley.

13

1. Durante una relación de coaching, usted y su cliente se dan cuenta que disfrutan mucho estando juntos y se sienten físicamente atraídos.

2. Una empresa lo contrata como coach de algunos de sus gerentes comerciales durante una transición. Como parte del acuerdo el director comercial insiste en tener acceso a todas las notas tomadas durante sus encuentros de coaching.

3. Durante una reunión de coaching, recibe información sobre un perjuicio financiero que su cliente puede ocasionarle a la empresa para la que trabaja (y que es quien paga sus honorarios profesionales).

4. El director comercial de un equipo de gerentes de venta con quienes usted está trabajando, le informa que uno de dichos gerentes está siendo considerado en la nómina de gente a despedir en una próxima reestructuración del área, y le pide que no comente esta información con él.

5. Usted está trabajando con varios ejecutivos de cuenta. Uno de ellos le pone de manifiesto su odio hacia un compañero del grupo y le comenta detalles de cómo planea sabotear su carrera.

6. Un cliente le cuenta en un encuentro de coaching sobre las innovaciones de un nuevo producto que está por ser lanzado al mercado, y le aconseja sobre los beneficios que obtendría usted al comprar rápidamente acciones de la compañía que paga sus honorarios.

7. Una gran empresa le ofrece un contrato exclusivo para realizar todo el trabajo de coaching con sus ejecutivos distribuidos en 7 países del mundo. Un contrato, muy lucrativo por cierto. Sin embargo, su esposo/a trabaja allí, y no sólo sería un potencial cliente sino que además se beneficiaría enormemente con la información que usted le podría brindar.

Códigos de éticaSi pensamos en una comunidad como un sistema cuyos integrantes se comportan de acuerdo a determinados patrones, podemos descubrir que las reglas implícitas o explícitas con las cuales los componentes de dicho sistema organizan sus procesos, acciones e interacciones, son estructurales a su funcionamiento, y entonces al cambiar dichas reglas cambia el comportamiento del sistema. ¿Un poco complicado y abstracto?..., disculpe. A ver si puedo ponerlo en términos más sencillos buscando un ejemplo. La forma en que se desarrolla un juego, está condicionada por las reglas del juego, y quien no siga dichas reglas queda fuera del juego. O sea que todo juego se juega por sus jugadores dentro del contexto de reglas que lo definen, y quien no quiera cumplir dichas reglas no puede jugar a dicho juego. Por lo tanto las reglas forman parte de la estructura del juego. Una de las reglas del fútbol es que los jugadores, excepto el arquero dentro del área, no tocan la pelota con la mano. Quien quiera meter un gol con la mano tendrá que jugar a otro juego o no ser visto por el árbitro (la autoridad encargada de hacer cumplir las reglas del juego)... ¿este ejemplo le trae recuerdos?, a mí también.

Un código de ética es un documento estructural y constituyente de toda profesión reconocida como tal, que organiza las elecciones de conducta de quienes forman parte de dicha comunidad profesional fijando criterios y los estándares que permiten además fundamentar juicios éticos sobre el comportamiento profesional. La definición de las reglas de conducta ética

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

14

es uno de los actos fundantes de una profesión, y quien la ejerce lo hace comprometiéndose a cumplir dichas normas. Para ser un profesional no sólo debo demostrar tener ciertos conocimientos y habilidades, además es necesario sostener un compromiso con cierto código de conducta.

Desde una perspectiva histórica, y considerando los datos disponibles, la codificación de los principios éticos se origina para orientar la conducta de los seres humanos dentro del contexto de un tipo particular de relación. Dentro de la historia de las profesiones, los códigos de ética han sido identificados como una de las características distintivas de una actividad que se pueda llamar profesión. El llamado Código de Hammurabi (aprox. 1700 a. de C.) es una de las constancias de leyes escritas más antiguas disponible, que contiene evidencia escrita sobre regulación profesional. En esta columna de piedra de 2,5 metros, se pueden leer leyes, castigos y reglas de conducta. El código menciona algunas reglas para los sacerdotes médicos de la Mesopotamia. Pero el primer ejemplo concreto que disponemos, de una profesión cuyos integrantes se comprometen a cumplir un código de ética lo tenemos en el juramento Hipocrático realizado por los médicos hace aproximadamente 2.400 años. Este juramento era parte de un ritual de ingreso a la comunidad médica de la antigua Grecia.

En lo que se refiere al coaching, la Internacional Coach Federation, una organización fundada en 1992, que agrupa unos 9.500 miembros de 70 países y a coaches de diferentes especialidades con más de 132 representaciones distribuidas en todo el planeta, es a mi entender la institución más seria y que mayor esfuerzo pone en el desarrollo de esta profesión. Sus aportes incluyen:

1. Una definición de las competencias esenciales del coach profesional.

2. Un código de ética.

3. Una proceso de vigilancia profesional.

4. Un proceso de acreditación profesional.

C Ó D I G O D E É T I C A D E L A I C F

Primera Parte: Filosofía de Coaching de la ICF

La International Coach Federation adhiere a una forma de coaching que honra al cliente como experto en su vida y trabajo, y cree que todo cliente es creativo, posee recursos y constituye un todo. De acuerdo con este fundamento, la responsabilidad del coach es:

• Descubrir, aclarar y alinearse con lo que el cliente quiere lograr

• Alentar el autodescubrimiento del cliente

• Buscar soluciones y estrategias generadas por el cliente

• Constituir al cliente en responsable por sus acciones

Segunda Parte: La Definición de Coaching de la ICF

El coaching es una relación profesional continua que ayuda a las personas a producir resultados extraordinarios en sus vidas, carreras, negocios y organizaciones. A través de un

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

15

proceso de coaching, los clientes profundizan en su aprendizaje, optimizan su desempeño y mejoran su calidad de vida.

En cada reunión, el cliente elige el foco de la conversación, mientas el coach lo escucha y aporta observaciones y preguntas. Esta interacción crea claridad y lleva al cliente a la acción. El coaching acelera el avance del cliente, proporcionando un mayor foco de conciencia de elección. El coaching se concentra en dónde está el cliente ahora y qué es lo que está dispuesto a hacer para llegar adonde quiere estar en el futuro. Los coaches que son miembros de la ICF y los acreditados por esta Federación, reconocen que los resultados corresponden a las intenciones, elecciones y acciones del cliente a quién el coach apoya con su esfuerzo durante el proceso de coaching.

Tercera Parte: Estándares de Conducta Profesional de la ICF

Como coach:

1) Me conduciré en forma que refleje positivamente la profesión de coach y evitaré desarrollar conductas o realizar declaraciones que puedan impactar negativamente en la comprensión o aceptación del público sobre el coaching como profesión.

2) No realizaré deliberadamente declaraciones públicas que resulten falsas o equívocas, en ningún documento escrito que se relacione con la profesión de coach.

3) Respetaré los diferentes enfoques al coaching. Honraré los esfuerzos y aportes de otros y no los declararé como propios.

4) Seré conciente de los temas que potencialmente puedan causar una mala interpretación de mi influencia, reconociendo la naturaleza del coaching y la forma en que pueda afectar la vida de otros.

5) En todo momento, me esforzaré por reconocer los temas personales que pueden impedir, conflictuar o interferir con mi desempeño como coach o con mis relaciones profesionales. Cuando los hechos y circunstancias así lo requieran, buscaré asistencia profesional y determinaré la acción a tomar, incluyendo, si resulta apropiado, suspender o finalizar mi/s relación/es de coaching.

6) Como entrenador o supervisor de coaches o potenciales coaches, me conduciré de acuerdo con el Código de Ética de la ICF en todas las situaciones de capacitación y supervisión.

7) Me desempeñaré y realizaré mi investigación con competencia, honestidad y dentro de los estándares científicos reconocidos. Mis trabajos de investigación se desarrollarán con la aprobación o consentimiento de los que en ellos participen, y con un enfoque que razonablemente proteja a los participantes de cualquier daño potencial. Todos mis esfuerzos de investigación se realizarán dentro del marco legal del país donde se desarrollen.

8) Crearé, mantendré, guardaré y eliminaré los registros del trabajo realizado con relación a la práctica del coaching en forma tal que promueva la confidencialidad y cumpla con las reglamentaciones vigentes.

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

16

9) Utilizaré la información de contacto con los miembros de la ICF (direcciones de e-mail, números telefónicos, etc.) en un todo de acuerdo con, y dentro del marco de autorización de la IFC.

Conducta Profesional con los Clientes

10) Seré responsable de establecer límites claros, adecuados y culturalmente sensibles en cualquier contacto físico que pueda tener con mis clientes.

11) No me involucraré sexualmente con ninguno de mis clientes.

12) Estableceré acuerdos claros con mis clientes y los honraré en el contexto de las relaciones profesionales de coaching.

13) Me aseguraré que antes, o durante la primera sesión, mi cliente comprenda la naturaleza del coaching, los límites de confidencialidad, los acuerdos financieros y otros términos del acuerdo suscripto.

14) Identificaré con exactitud mis calificaciones, competencias y experiencia como coach.

15) No alentaré intencionalmente falsas expectativas sobre lo que mi cliente recibirá del proceso, o de mí como su coach.

16) No daré a mis clientes o futuros clientes información o consejo que considere ambiguo o falso.

17) No explotaré intencionalmente ningún aspecto de la relación coach-cliente para mi beneficio personal, profesional o económico.

18) Respetaré el derecho del cliente a finalizar el proceso de coaching en cualquier punto de la práctica. Estaré alerta a las señales de que el cliente ya no se está beneficiando de nuestra relación.

19) Si considero que el cliente recibirá un mejor proceso de otro coach, o de otro recurso, lo alentaré a que realice el cambio.

20) Le sugeriré a mis clientes que busquen los servicios de otros profesionales cuando lo considere apropiado o necesario.

21) Tomaré todos los recaudos razonables para notificar a las autoridades apropiadas en caso de que un cliente revele su intención de poner en peligro su vida o la de otros.

Confidencialidad/Privacidad

22) Respetaré la confidencialidad de la información que me brinde mi cliente, excepto cuando mi cliente así me autorice, o si lo requieren las leyes o reglamentaciones vigentes.

23) Solicitaré la autorización de mi cliente antes de revelar su nombre como cliente o referencia, o cualquier otro tipo de información que lo identifique.

24) Solicitaré la autorización de mi coacheado antes de revelar información a otra persona que este pagando por los honorarios del coaching.

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

17

Conflictos de Intereses

25) Buscaré evitar conflictos entre mis intereses y los intereses de mis clientes.

26) Cuando surja un conflicto de intereses real o potencial, lo revelaré abiertamente y conversaré con mi cliente sobre la mejor manera de solucionarlo para su beneficio.

27) Revelaré a mi cliente todas las compensaciones anticipadas de terceros que pueda recibir por referidos de ese cliente.

28) Solamente aceptaré el intercambio de servicios, bienes u otra retribución no monetaria cuando no perjudique la relación de coaching.

Cuarta Parte: Compromiso de Ética de la ICF

Como coach profesional, acepto honrar mis obligaciones éticas con mis clientes y colegas y con el público en general. Me comprometo con este Código de Ética, a tratar a las personas con dignidad como seres humanos iguales e independientes y a modelar estos estándares con mis coacheados. Si faltara a este Compromiso de Ética o a cualquiera de sus partes, acepto que la ICF es la única autoridad para hacerme responsable de estos hechos. Además, acepto mi responsabilidad hacia la ICF si una falta a este compromiso incluyera la pérdida de mi membresía y/o mis acreditaciones.

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

18

A título de cierre“El alma queda teñida por el color de tus pensamientos. Piensa sólo en aquellas cosas coherentes con tus principios y que pueden soportar la más intensa luz del día. El contenido de tu carácter es tu elección. Día a día, lo que eliges, lo que piensas y lo que haces es en quien te conviertes. Tu integridad es tu destino… es la luz que guía tu camino.” Heráclito

Cuando comencé a escribir me preguntaba sobre el propósito que me guiaba y compartí con usted mis reflexiones. Ahora pretendo cerrar este capítulo aun sabiendo que mucho me quedó afuera, y que el tema tal vez me quede grande, pero antes quiero confesarle, estimado lector, que un par de preguntas repiquetean en mi interior: “quién soy yo para decirle a usted algo sobre la virtud”, y también “quién soy para no hacerlo”... No soy nadie en especial, pero si lo dicho le sirve, ¡bienvenido sea! Y vuelve así a mi mente la indagación del sentido, del para qué escribir, del para qué hablar de esto, del qué quiero trasmitir, y me descubro nuevamente regresando al inicio, como quien cierra el círculo fundiendo el fin con el principio, con dos palabras que quise cantar a lo largo de este trayecto que recorrimos juntos: humanidad y paz.

Y resuena en mí la esperanza por la paz duradera en la Tierra, esa paz que sólo puede tener raíces firmes en el alma de aquel que se esfuerza por vivir a la luz de sus principios en el amor hacia todos sus congéneres, y que más allá de sus reiteradas caídas, sigue levantándose con los ojos puestos en el futuro. Esa paz que atravesando el corazón humano, llegará hasta usted y rebalsará a su familia, y con usted arribará a su trabajo y desde allí crecerá y se expandirá, y seguirá creciendo hasta impregnar a su país, y al del otro, y al de más allá, y un día resonará en el mundo entero con su ritmo dulce, cálido, gustoso y sereno. Es esa paz la que me llamó desde algún lugar aquí dentro de mi pecho, donde late la vida amada, y me pidió abrazándome entre silencios, intervalos y tonadas: “Escribe, escribe, escribe...”

“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vidaporque nunca me diste ni esperanza fallidani trabajos injustos, ni pena inmerecida;

Porque veo al final de mi rudo caminoque yo fui el arquitecto de mi propio destino;que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas;cuando planté rosales coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno!Hallé sin duda largas las noches de mis penas;más no me prometiste tú sólo noches buenas;y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!”

En Paz, Amado Nervo

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com

19

Material de consulta

ÉTICA NICOMAQUEA, Aristóteles.

DICCIONARIO DE FILOSOFÍA, José Ferrater Mora.

PRINCIPIOS DE FILOSOFÍA, Adolfo Caprio.

LECCIONES PRELIMINARES DE FILOSOFÍA, García Morente.

DICCIONARIO DE USO DEL ESPAÑOL, María Moliner.

PREGÚNTALE A PLATÓN, Lou Marinoff.

EL MUNDO DE SOFÍA, Jostein Garder.

ONTOLOGÍA DEL LENGUAJE, Rafael Echeverría.

MANUAL PARA ESTUDIANTES DE PRIMER AÑO, Editorial Hastinapura.

EL CAMINO DEL SER, Carl Rogers.

SINCRONICIDAD, Joseph Jaworski.

METAMANAGEMENT, Fred Kofman.

LA NUEVA COMUNIDAD HUMANA, Scott Peck.

BECOMING NATURALLY THERAPEUTIC, Jacquelyn Small.

LAW AND ETHICS IN COACHING, Patrick Williams, Sharon Anderson.

ETHIC CHOICE: AN OUTCOME OF BEING, BECOMING AND DOING, Anderson, Wagoner y Moore.

S O B R E L A É T I C A Y E L C O A C H I N G

©2010 Andrés Ubierna – www.puertomanagers.com