AusAID Revision de la Efectividad de la Ayuda · La concentración geográfica de los pobres del...

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Este documento es una traducción no oficial, realizada por el Centro de Documentación de la Agencia de Cooperación Internacional de Chile, del documento “The report of the independent review of aid effectiveness—Executive summary” (http://www.aidreview.gov.au/report/executivesummary.html), que es el Resumen Ejecutivo del documento “Independent Review of Aid Effectiveness, April 2011” de la Commonwealth of Australia (http://www.aidreview.gov.au/publications/aidreview.pdf)

Propósito de esta revisión El 16 de noviembre de 2010 el Ministro de Relaciones Exteriores, el Honorable Kevin Rudd MP, anunció que el Gobierno de Australia había encargado una revisión independiente del programa de ayuda de Australia. El propósito de la revisión independiente de la eficacia de la ayuda fue examinar a fondo el programa de ayuda, determinar si sus sistemas actuales, sus políticas y procedimientos eran tan eficaces y eficientes como podían serlo, y aconsejar sobre cómo hacer más estratégico el programa en los próximos cinco años y más allá. Dado el compromiso bipartidista de que el gasto en ayuda debería llegar al 0,5 por ciento de la renta nacional bruta para 2015-16, esta revisión fue oportuna. Los australianos necesitan confiar en que el programa de ayuda está logrando sus objetivos y saber que el aumento de los fondos está mejorando la vida de los pobres. Esta revisión ha sido, pues, un ejercicio de prospectiva. El Panel de Revisión fue más allá de una evaluación de la actual eficacia de la ayuda, para proponer una visión de lo que el programa de ayuda debería alcanzar y brindó orientación sobre los pasos necesarios para hacer realidad esta visión. El Grupo ha formulado propuestas que se basan en lo que ya es un buen programa. Los principales desafíos se relacionan con su rápido crecimiento, lo que se puede lograr sin sacrificar la calidad sólo si se lleva a cabo -en los próximos cinco años- un programa metódico de mejora y cambio.

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Resumen y recomendaciones clave En una de las primeras consultas realizadas por el Panel de Revisión, el Ministro de Relaciones Exteriores señaló que deseaba que Australia tuviera un programa de ayuda del que los australianos pudieran sentirse orgullosos. El Panel de Revisión está de acuerdo en que esta es una buena manera de mirar hacia el objetivo de la eficacia de la ayuda, ya que captura dos puntos esenciales. En primer lugar, un programa eficaz de ayuda debe ser sostenible en el largo plazo, y esto significa que debe estar firmemente basado en un consenso público. En segundo lugar, la ayuda no se trata sólo de la prestación eficiente de servicios a los clientes, es una expresión de los valores humanos. Se trata de ayudar a las personas que viven en condiciones deplorables a superar la pobreza. Los australianos apoyan generosamente esta causa. Cada año, el pueblo australiano contribuye con $ 800 millones a las organizaciones no gubernamentales. Australia tiene unas de las ONG más activas en este campo y muchos australianos también ofrecen su tiempo y capacidades en el extranjero. Además, en nombre de la ciudadanía, el gobierno provee $ 4 mil millones al año, y ejecuta ayuda sustancial en todo el mundo. La otra cara de esta moneda es que los australianos quieren que su contribución sea efectiva. Desean saber que hay valor entregado a cambio del dinero, y que está teniendo un impacto real en la vida de las personas. Australia trata de obtener resultados en países difíciles, a veces peligrosos, y en una amplia gama de áreas, desde salud y educación hasta ayuda humanitaria en situaciones de emergencia, al tiempo que lidia con múltiples métodos de entrega. Según las normas de los donantes, Australia es un actor eficaz. Pero hay problemas y si estos no se tratan se harán más graves, sobre todo bajo la creciente presión de elevar la ayuda a lo largo de los próximos cinco años hasta alcanzar la meta del 0,5 por ciento del Producto Interior Bruto Nacional. Estos problemas van desde la falta de un sentido unificado de objetivos estratégicos en todo el gobierno, pasando por la necesidad de reformar sus procesos presupuestarios y los peligros de la fragmentación, hasta a la necesidad de una mayor participación ciudadana y transparencia. El reto no es, por supuesto, sólo gastar dinero. El reto es gastarlo con eficacia. Las recomendaciones del Panel de Revisión están diseñadas para sugerir las características y las condiciones del programa de ayuda al que Australia debe aspirar en el 2015-16. El Panel de Revisión efectúa 39 recomendaciones clave que se describen en este Resumen Ejecutivo. Estas recomendaciones se exponen en detalle en el informe. Más allá de las recomendaciones principales, en el informe se entregan otras recomendaciones, propuestas y sugerencias. 1. Pensamiento contemporáneo internacional sobre el desarrollo y lecciones aprendidas Gracias a la mayoría de las medidas, en los últimos 15 años el mundo ha visto un éxito sin precedentes en el desarrollo. Esto se debe al progreso realizado en África y otros lugares. Hoy en día, más que en cualquier otro momento de la historia, una menor proporción de la población mundial vive en la pobreza.





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A pesar del éxito, los retos del desarrollo siguen siendo graves. Más de mil millones de personas viven con menos de 1,25 dólares americanos al día, según la medición más usada para la pobreza. Este es un nivel de indigencia casi inimaginable en Australia. El avance hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el punto de referencia internacionalmente reconocido para los avances del desarrollo, ha sido desigual. Ha habido cambios importantes en el entorno de la ayuda en la última década. El volumen total de la ayuda ha crecido de forma espectacular, impulsada por un gran aumento de ella por parte de los donantes tradicionales (básicamente los países industrializados de Occidente), la aparición de nuevos donantes no gubernamentales (como la Fundación Bill y Melinda Gates) y los fondos mundiales (por ejemplo el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria), y el rápido crecimiento de la ayuda de los donantes no tradicionales como China y Brasil. La concentración geográfica de los pobres del mundo se encuentra ahora en África y Asia meridional. La mayor parte de ellos también viven actualmente en países de ingresos medios, como Indonesia. La ayuda puede jugar un papel importante en la promoción del desarrollo. La ayuda específica puede beneficiar a los pobres, ayudar a estabilizar los estados frágiles, promover la innovación y ayudar a enfrentar los desafíos globales. Sin embargo, el papel de la ayuda debe mantenerse en su contexto. Para muchos países, muchas veces, sus propias políticas y prácticas son mucho más importantes que la ayuda al momento de determinar su éxito o su fracaso. Muchos factores determinan la eficacia de la ayuda. Estos se pueden agrupar en tres categorías principales: la capacidad del país receptor, el desempeño del país donante, y la calidad de las relaciones entre ambos. En los últimos años ha surgido una clara agenda internacional de eficacia de la ayuda, que considera todo el espectro que se da entre estas tres categorías. Esta agenda se centra en la selectividad de los esfuerzos, las alianzas eficaces, un enfoque en los resultados, la promoción de la información, la necesidad de transparencia, y la coordinación a nivel gubernamental. Esta agenda internacional de eficacia de la ayuda cruza muchas de las conclusiones y recomendaciones de este Informe. 2. Programa de ayuda de Australia Una característica central del programa de ayuda de Australia es rápido crecimiento en el presupuesto de la ayuda. En 2010-11 se sitúa aproximadamente en $ 4.3 mil millones, el 0,33% del PIB. Esto representa una duplicación de la ayuda en los últimos cinco años en términos absolutos de dólar. El compromiso del gobierno de llegar a 0,5% ciento del PIB en el 2015-16 hará que, sujeto a los futuros niveles de crecimiento económico, el presupuesto de ayuda casi se doble, llegando a unos $ 8 mil millones. La Agencia Australiana para el Desarrollo Internacional (AusAID) gestiona el 85 y el 90 por ciento del programa de ayuda de Australia. El resto se entrega a través de otros departamentos y organismos del gobierno australiano.





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Como muchos de los donantes de la OCDE, el gobierno australiano está comprometido con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Australia también firmó la Declaración de París sobre Eficacia de la Ayuda y la Agenda de Accra para la Acción, que se centran en mejorar la coordinación de los esfuerzos de los donantes y la alineación de sus programas con las prioridades del gobierno receptor. La geografía tiene una influencia muy importante en el programa de ayuda de Australia. Dos tercios de la ayuda van a la región de Asia-Pacífico (Asia Oriental, Papua Nueva Guinea y el Pacífico). Los dos vecinos más cercanos de Australia, Indonesia y Papua Nueva Guinea, son los dos mayores receptores de ayuda. La OCDE ha reconocido este enfoque geográfico como una fortaleza importante. Una alta proporción del programa de ayuda de Australia se entrega a los países clasificados como "Estados frágiles", sobre todo en la región de Asia-Pacífico, pero también más allá, como Afganistán. En 2010-11, más del 50 por ciento de la ayuda bilateral y regional de Australia se entregó a los Estados frágiles, una cifra más alta que la de cualquier otro donante de la OCDE, excepto Estados Unidos. Aunque la región de Asia-Pacífico se mantiene en el centro del programa de ayuda de Australia, la duplicación del presupuesto en los últimos cinco años ha visto una expansión geográfica significativa. Los programas en el sur de Asia, especialmente en Afganistán y Pakistán, han aumentado considerablemente, al igual que la ayuda a los países de África. Nuevos programas se han establecido para América Latina y el Caribe. En términos sectoriales, desde el año 2005 se ha producido una disminución gradual en la proporción del programa dedicado a la governanza; a este se le dio una alta prioridad debido a su importancia para el desarrollo de instituciones sólidas y procesos de gobierno, pero los resultados no siempre han estado en consonancia con los niveles de gasto. Desde el año 2005 ha habido un aumento gradual en lis porcentajes entregados para infraestructura, salud, educación, desarrollo rural y medio ambiente. En conjunto, estos cinco sectores, junto con la governanza y el gasto humanitario, dominan el programa de ayuda de Australia. 3. La eficacia del actual Programa de Ayuda de Australia Australia tiene un buen programa de ayuda. Sin embargo, es un programa de bajo estrés administrativo, que aumentará a medida que se avanza hacia el 0,5 por ciento del PIB en 2015-16. El Panel de Revisión ha encontrado 10 temas clave que determinan la eficacia, y señala las recomendaciones al respecto: El programa de ayuda carece de una estrategia general clara y completa. Se corre el riesgo

de un esfuerzo disperso y se hace difícil una evaluación de la eficacia. El programa de ayuda se encuentra fragmentado. En 88 países, Australia cuenta con

programas de ayuda de más de 200.000 dólares al año, en comparación con 69 países hace cinco años. El número de proyectos se ha duplicado. Estas tendencias son insostenibles. La consolidación es un tema recurrente en el Informe. Se requerirá un esfuerzo sostenido para reforzar la disciplina política y burocrática.





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AusAID ha fortalecido grandemente su sistema de gestión del rendimiento, pero un vacío importante es la ausencia de un cuadro de mando único, de fácil comprensión, sobre la eficacia del programa de ayuda en su conjunto. El sistema de evaluaciones independientes no está funcionando bien y requiere de una reforma.

Uno de los cambios más notables en los últimos cinco años ha sido el aumento en la proporción del programa que se ejecuta con socios multilaterales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y gubernamentales. En 2005, más del 40 por ciento de la ayuda de AusAID se gastó a través de contratistas; ahora es poco más del 20 por ciento. En varios aspectos, este cambio ha sido muy exitoso, pero aún hay margen para mejorar las asociaciones existentes e incluir nuevos socios, en particular el sector privado y grupos comunitarios.

Una amplia gama de agencias gubernamentales están involucradas en la entrega de ayuda. Otros departamentos gubernamentales aportan una gran variedad de fortalezas y habilidades. Debe darse más énfasis a una coordinación y gestión del rendimiento que cruce a todo el gobierno.

Existen deficiencias significativas en el proceso presupuestario en curso. No tiene un enfoque global de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) y esto ha llevado a la fragmentación, a un control general insuficiente y a un desequilibrio entre la previsibilidad, necesaria para proyectos de ayuda de varios años, y la flexibilidad para responder a eventos impredecibles.

Está en marcha un proceso para fortalecer la gestión de la ayuda. Este va en la dirección correcta, pero los retos de la gestión son cada vez más apremiantes. Hay demasiado papeleo, lo que conlleva largos tiempos de procesamiento. La contratación, formación y desarrollo necesarios para ampliar el programa de ayuda representan una tarea muy importante. La solución de estos problemas requiere de un programa de gestión del cambio y de un programa de ayuda más selectivo y concentrado.

Entregar programas de ayuda complejos en países frágiles implica un riesgo. AusAID tiene sistemas para la prevención y detección de fraudes. Los riesgos en torno a fraudes y eficiencia son importantes, pero el riesgo sobre la relación calidad-precio es la ineficacia del desarrollo. La ineficacia del desarrollo conlleva un menor costo político que el fraude, pero es el mayor riesgo para el contribuyente. Muchas de las recomendaciones centrales del Informe se destinan a mejorar la eficacia del desarrollo.

El programa de ayuda ha dado pasos significativos para mejorar la transparencia, pero la entrega de documentos y datos todavía no es una práctica habitual.

El gobierno no tiene una estrategia de comunicación eficaz para el programa de ayuda. Fomentar un mayor debate público informado y lograr una mayor participación de la comunidad con el programa es saludable y apropiado.

Es importante tener en cuenta que AusAID está alerta a muchas de estas cuestiones y está actuando en ellas. El más antiguo comité interinstitucional de supervisión de la ayuda del gobierno australiano - el Comité Ejecutivo para la Efectividad en el Desarrollo (DESC) - también se centra en la necesidad de mejorar la gestión de la ayuda. Sin embargo, el Grupo de Revisión considera que la reforma debe llevarse más allá. El continuo interés ministerial y su liderazgo en las reformas es indispensable para mejorar la eficacia del programa.

4. La evolución del entorno internacional y sus implicancias para la Ayuda de Australia Para lograr un eficiente programa de ayuda y prepararse para el futuro, Australia tiene que entender las tendencias actuales y los nuevos retos. Ampliar y sostener el crecimiento económico





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será un reto importante. El mundo está cada vez más interconectado: los mercados se expanden; es cada vez mayor la movilidad de las personas, los recursos, las finanzas y las ideas; los negocios son cada vez más internacionales; y los países en desarrollo están adoptando políticas de mercado que dan mayor margen al sector privado. Estas son tendencias positivas, pero su continuidad no puede darse por sentado. Los países que están experimentando un crecimiento van a querer más ayuda, no menos, para consolidar los que han hecho. Tan importante como mantener el crecimiento va a ser expandir las oportunidades de las personas dentro de los países que están apartados del crecimiento, para poder participar de sus beneficios. Un papel importante de la ayuda es contribuir a eliminar las barreras que se interponen en este camino. Las barreras de género se encuentran entre las más importantes a eliminar. El género seguirá siendo una prioridad clave para la ayuda, con mayor énfasis en las áreas donde las disparidades son más grandes, incluyendo oportunidades económicas y políticas para las mujeres y protección contra la violencia. Esto será especialmente importante en el Pacífico, donde Australia juega un rol importante y las disparidades de género se encuentran entre las peores del mundo. La escasez de alimentos y agua es un riesgo creciente, y en esto Australia debe ser capaz de compartir conocimientos y experiencia. Otros riesgos cada vez mayores para el desarrollo, y donde la ayuda australiana tendrá que actuar, son el cambio climático, la preparación y respuesta ante los desastres, y las amenazas transfronterizas. Se seguirá llamando a Australia para ayudar en la estabilización de los Estados frágiles y propensos a los conflictos. En el Pacífico es probable que tenga que tomar un papel de liderazgo ante las crisis, como fue el caso en Timor Oriental y las Islas Salomón. Un poco más lejos, tendrá que contribuir a los esfuerzos internacionales, incluso en zonas de conflicto como en Afganistán e Irak. Australia necesitará utilizar su creciente presupuesto de ayuda (que lo convertirá en uno de los diez principales países donantes del mundo), la financiación básica a los organismos multilaterales que propone el Panel de Revisión, y su pertenencia a instituciones clave como la G-20, para presionar por una mayor visibilidad de los temas de desarrollo. Dada la importancia actual del sistema multilateral y su rendimiento variable, la mejor manera de aprovechar la reforma será el mayor compromiso de apoyo financiero con las organizaciones multilaterales que tengan un buen desempeño. Con un creciente número de donantes -bilaterales, multilaterales y no gubernamentales- la coordinación será más difícil, pero también más importante. Trabajar con los socios adecuados y un esfuerzo selectivo y centrado de la ayuda serán, cada vez más, las claves del éxito. La aparición de nuevos donantes será, tal vez, el cambio más grande en el mundo de la ayuda en la próxima década. Si los volúmenes de la ayuda de estos donantes aumentan de acuerdo con sus aspiraciones de crecimiento y éxito económico, podrían ser una fuente muy importante de financiamiento externo. El compromiso con los nuevos donantes será importante, especialmente en la propia región.





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Las nuevas tecnologías ofrecen nuevas esperanzas para la eficacia de la ayuda si pueden utilizarse eficazmente. 5. Visión y objetivos para el Futuro Programa de Australia En la actualidad, el objetivo del programa de ayuda es "ayudar a los países en desarrollo para reducir la pobreza y lograr el desarrollo sostenible, en consonancia con los intereses nacionales de Australia”. Este objetivo incluye elementos importantes, pero se puede mejorar eliminando la ambigüedad sobre los intereses nacionales y colocando a las personas, en lugar de los países, como el foco de la ayuda. La ayuda debe poner a la gente primero. Es decir, la ayuda de Australia no es, en definitiva, para los gobiernos, países u organizaciones. Lo esencial es tener una forma creíble de ayudar a las personas a superar la pobreza. Este debe ser el objetivo fundamental del programa de ayuda de Australia. Esto comprende tanto ayudar a la gente a sobrevivir en situaciones de extrema necesidad, como las crisis humanitarias y la pobreza crónica, y ayudar a la gente a escapar de la pobreza a través del desarrollo económico y social sostenido. Un problema con el objetivo del programa, tal como se encuentra actualmente declarado, es que es poco claro y ambiguo respecto de la forma en que debe figurar el interés nacional. El Panel de Revisión considera que este asunto ha ser llevado a la luz pública y afrontado directamente. Los responsables de la gestión de la transición del programa de ayuda hacia el futuro necesitan claridad y orientación. En primer lugar, los intereses de Australia se benefician de un mundo de prosperidad y oportunidades, y no de uno afectado por la pobreza. En segundo lugar, es totalmente legítimo y razonable concentrar los esfuerzos de Australia en la lucha contra la pobreza en las regiones y países donde sus intereses de política exterior, de seguridad y económicos están más fuertemente involucrados; esta es una razón clave para mantener el foco en la región de Asia-Pacífico. En tercer lugar, una vez que se efectúan las asignaciones por país, las actividades individuales o las prioridades sectoriales sólo rara vez deben seleccionarse en razón a los intereses nacionales. En algunos casos, sin embargo, los intereses nacionales influirán en que proyectos de ayuda se elige llevar a cabo en los países. El punto central es que toda la ayuda de Australia debe ir a favor de la reducción de la pobreza, pero no toda la ayuda debe promover otros intereses nacionales específicos. Los intereses de política exterior, de seguridad y económicos deben centrarse principalmente en los esfuerzos geográficos. Hay un segundo criterio clave para focalizar el esfuerzo geográfico. Debe centrarse en áreas en las que Australia puede hacer una diferencia real. El programa de ayuda ha de tener el máximo impacto para los recursos destinados a ella. Sobre esta base, se puede formular un objetivo para el programa de ayuda que es, a la vez, práctico y de principios, y que respete la complejidad en lugar de reducir el objetivo a una sola línea sobre-simplificada. Este objetivo apoya fuertemente la asistencia de Australia tanto en su carácter de país preocupado por otros como en sus intereses nacionales.





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El programa de ayuda es rico en actividades que muestran el compromiso de Australia de avanzar en derechos humanos. El programa debe comunicar con mayor claridad la interrelación entre éste y los derechos humanos.

Recomendación 1: El objetivo del programa de ayuda de Australia debe formularse como sigue: el objetivo fundamental de la ayuda de Australia es ayudar a las personas a superar la pobreza. Trabajamos para mejorar la vida de quienes viven en condiciones muy por debajo de lo que los australianos consideran aceptables. Enfocamos nuestros recursos y esfuerzos en las áreas de interés nacional, y en donde Australia puede hacer una diferencia real.

6. Valor por su dinero: La asignación de la ayuda de Australia Además de la definición de un objetivo fundamental (ayudar a las personas a superar la pobreza) el Panel de Revisión propone un principio operativo para el programa de ayuda, que es la relación calidad-precio. Este principio se aplica desde el diseño estratégico de alto nivel del programa hasta la realización de proyectos y actividades específicos. Esta relación de valor por dinero comienza con un cálculo racional de cómo Australia debería distribuir los recursos de la ayuda según aspectos geográficos, sectoriales y de diferentes modalidades de aplicación. Esto es necesario para establecer una imagen clara de cómo se desea el programa de ayuda en el 2015-16. El Grupo de Revisión considera que estas preguntas están relacionadas entre sí, y propone una metodología para asignar la ayuda integrando estas tres consideraciones. El punto de partida es reconocer que la ayuda puede proporcionarse a los países de las siguientes maneras:

Bilateral: a través de AusAID a empresas privadas o gobiernos socios, o a través de otros departamentos del gobierno australiano.

Programa Otros Países: financiación a un socio, como una organización multilateral o internacional o una ONG australiana, destinada a ser usada en un determinado país, o financiación básica a un socio que sólo opera en un país o región.

Programa Global: financiación a una organización multilateral o una ONG que opera en todos los países y regiones.

Normalmente, este tercer elemento no se incluye cuando se considera el apoyo de Australia a una región, pero debería considerarse. El cálculo de donde termina el financiamiento para los programas globales o mundiales sólo se puede hacer sobre una base aproximada, pero es muy importante para una comprensión adecuada sobre donde se está gastando de dinero de los contribuyentes. Por ejemplo, la ayuda a África es de un siete por ciento del total del programa de ayuda de Australia, sin incluir la contribución a los programas mundiales, pero este porcentaje aumenta a un 12 por ciento una vez que se distribuyen los programas globales.





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Teniendo en cuenta este enfoque más amplio del cómo se reparte geográficamente la ayuda, el Panel de Revisión procede de la siguiente manera:

Identifica 12 países y regiones, en los se pueden agrupar los casi 90 países que reciben ayuda de Australia. Estos son: Papua Nueva Guinea, Islas Salomón y Timor Oriental, los micro-estados del Pacífico Sur; otros países insulares del Pacífico, Indonesia, otros países de Asia oriental, Asia meridional, Afganistán y Pakistán, África Subsahariana, África del Norte y Oriente Medio, América Latina y el Caribe, y Asia Central.

Cada uno de estos países y regiones es evaluada utilizando los tres criterios del objetivo general propuesto para el programa de ayuda: reducción de la pobreza, interés nacional, y capacidad de marcar una diferencia.

Para cada categoría de países / regiones, estas clasificaciones se utilizan para fundamentar las recomendaciones sobre la ampliación de la ayuda, el grado deseable de expansión sectorial y el grado en que Australia debe confiar en los canales de distribución bilateral en vez de apoyar fines específicos o la financiación básica de socios.

En opinión del Panel de Revisión, esta metodología proporciona una visión global de cómo debe delinearse el programa de ayuda cuando se alcance el objetivo del 0,5 por ciento del PIB en 2015-16: donde, en qué y cómo debe gastarse. Es fundamental, si la ayuda australiana se intensifica, que el gobierno establezca tal meta. No es suficiente avanzar de forma incremental, es necesario que haya un objetivo claro y la planificación para el aumento debe realizarse en base a ello.

Recomendación 2: Deben definirse las asignaciones de ayuda a los países y las regiones de forma que incluyan la distribución geográfica de los programas mundiales apoyados por Australia, así como la ayuda programada para cada país.

7. Enfoque geográfico Las asignaciones por países en el 2015-16 (incluida la financiación por los programas de distribución global) deben tener en cuenta la eficacia y la mejora de la ayuda de Australia, además de los factores contenidos en el objetivo propuesto para la ayuda: la extensión de la pobreza, el interés nacional, y la capacidad para marcar una diferencia. Australia debe contemplar una mayor expansión de la ayuda sólo en aquellas las regiones o países donde el Programa actual ya se está desarrollando fuertemente o en donde hay una posibilidad plausible para una transición hacia un mayor rendimiento. En lo que respecta a los programas nacionales, el análisis del Grupo de Revisión señala que Australia tendría que mantenerlos en unos 20 países en el sudeste de Asia, el Pacífico, Afganistán y Pakistán. Hay fuertes argumentos de política (evitar la fragmentación de los esfuerzos, los programas de pequeña escala y menores a la masa crítica) y de práctica (necesidad de desarrollo de las habilidades de AusAID y experiencia en los países) que llevan a disminuir el número de programas de gran tamaño en otros lugares.





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Más específicamente: En Papua Nueva Guinea, Islas Salomón y Timor Oriental, la eficacia de la ayuda está limitada por la governanza. El Panel de Revisión recomienda una baja expansión. Si tienen éxito los esfuerzos actualmente en curso para mejorar la eficacia, esta opinión podría ser revisada. En los microestados del Pacífico Sur (Kiribati, Nauru y Tuvalu), durante un futuro indefinido la financiación será importante para sus presupuestos, y lo mejor es que la planificación de la ayuda de Australia reconozca esta realidad. El Panel de Revisión recomienda una alta expansión. La financiación adicional estará condicionada a un cambio de enfoque al programa de ayuda, basada en la responsabilidad mutua y la supervisión compartida. En otros países insulares del Pacífico, el Panel de Revisión recomienda una expansión mediana. El rendimiento es variable dentro de este grupo, y cualquier incremento debe estar relacionado con el rendimiento y una eficacia de la ayuda demostrada. Cabe señalar que -excepcionalmente- en los países insulares del Pacífico y Papua Nueva Guinea, la relación de desarrollo con Australia debe ir mucho más allá de la ayuda. El éxito del desarrollo de estas economías, especialmente de las más pequeñas, requiere una mayor integración con las economías más grandes de la región. La agenda política para la región debe incluir un aumento de la movilidad laboral, el flujo de remesas y el fomento del comercio y la inversión. En Indonesia y otros países de Asia oriental, el Grupo de Revisión recomienda una alta expansión. Los programas de ayuda son eficaces y estos países tienen la capacidad de absorber más ayuda. La pobreza sigue siendo significativa. Australia tiene la oportunidad de jugar un papel de liderazgo, debido a la salida de otros donantes. En el sur de Asia, el Grupo de Revisión recomienda una alta expansión, dada la alta incidencia de la pobreza, el rendimiento eficaz del programa de ayuda y la ayuda limitada proporcionada por los donantes en su conjunto. En Afganistán y Pakistán, la mejora de estos programas en el año 2015 dependerá en cada momento del contexto, sobre el cual hay considerable incertidumbre. El Panel de Revisión recomienda una expansión mediana. En el África subsahariana el Panel de Revisión recomienda una alta expansión, siempre que se ejecute de manera eficaz a través de socios. La expansión sería a través de la financiación a organismos multilaterales y ONG, la mayoría de los cuales se centran en África. No debería haber otros programas país hacia África, salvo el que se realizará en un número relativamente pequeño y manejable de países y con un número relativamente pequeño y manejable de socios. El Panel de Revisión recomienda que Australia se una al Banco Africano de Desarrollo, que es muy respetado, obtuvo buenos resultados en la última revisión de organismos multilaterales realizada por el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido, se centra en lo que hace bien (infraestructura y promoción de la integración regional) y está en un proceso de reforma. Unirse al Banco Africano de Desarrollo representa valor para el dinero y es un índice del alto nivel de compromiso de Australia con el desarrollo en África.





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En el norte de África y Oriente Medio, el Panel de Revisión recomienda que el gobierno planifique sobre la base de una expansión mediana. Hay altos niveles de incertidumbre acerca de las demandas de ayuda futura, debido al ambiente político aún inestable, pero también hay posibilidad de una ayuda de base, especialmente como parte de un esfuerzo más amplio por parte otros donantes occidentales. América Latina y el Caribe, así como Asia Central no justifican los programas país. La contribución de Australia a la ayuda debe ser a través de programas mundiales. Esto no requerirá cambios en Asia Central, pero significaría una reducción progresiva de los programas en América Latina y el Caribe una vez que los compromisos existentes se han cumplido. El Panel de Revisión no considera necesario programas nacionales para India y China, sobre todo teniendo en cuenta que el primero no desea otros donantes de ayuda y que estos países se están convirtiendo en donantes. Incluso en regiones donde no existen programas país, seguirá siendo importante la capacidad para responder con flexibilidad a las peticiones. El Panel de Revisión apoya doblar el Programa de Ayuda Directa, un fondo flexible para apoyar actividades de desarrollo manejado por los embajadores de Australia y los Altos Comisionados.

Recomendación 3: Las decisiones sobre la asignación por país deben basarse en la pobreza, el interés nacional, la capacidad para marcar la diferencia, así como el tamaño actual y la eficacia. Las decisiones sobre los programas por país también deben reflejar la necesidad de consolidar el programa de ayuda. Recomendación 4: En la ampliación del programa de ayuda, las asignaciones y los programas destinados a los países deben ajustarse a las recomendaciones específicas del Grupo de Revisión, sobre la base de estos criterios. Recomendación 5: Australia debería unirse al Banco Africano de Desarrollo. Recomendación 6: El Programa de Ayuda Directa debe incrementarse al menos al doble, con los mayores incrementos en los países sin programa país.

8. Aspectos sectoriales Son tan necesarios como el enfoque geográfico con que Australia ofrece su ayuda. Australia, a través de una serie de departamentos gubernamentales, organizaciones del sector privado y organizaciones no gubernamentales, tiene experiencia en muchos campos de importancia para los países en desarrollo. Tiene capacidad como equipo para contribuir al desarrollo internacional en varios frentes.





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Por otro lado, no sería bueno para la eficacia de AusAID el tratar de ser todo para todas las personas. Muchos donantes utilizan el enfoque sectorial como un medio para favorecer la selectividad. Por ejemplo, los donantes de la Unión Europea han acordado trabajar en tres sectores o menos en los países en los que están activos. El programa de ayuda debe esta impulsado por los programas país, los que no deben estar sujetos a la distorsión producto de objetivos sectoriales mundiales ya predeterminados. Es apropiado para el programa concentrarse en determinados sectores, pero esto debe ser visto como una guía para el desarrollo de programas país, y no como un traje en el que cada uno de ellos deba encajar. El programa de ayuda de Australia necesita un mayor enfoque sectorial como una forma importante de promover la selectividad. Sin embargo, es sólo a nivel de país que los sectores prioritarios pueden ser razonablemente determinados. La priorización sectorial debe ser realizada en el plano nacional, especialmente en donde Australia no sea un donante importante. No todos los países del programa pueden o debe ser iguales en su enfoque sectorial. Los países que tienen grandes programas de Australia y en los que Australia es un donante importante, tendrán una mayor extensión sectorial que en aquellos donde Australia es un donante pequeño. La selectividad sectorial debe ser incrementada a nivel de país. La difusión sectorial en los programas país debe ser baja, excepto en Indonesia, Timor Oriental, Papua Nueva Guinea y la región de las islas del Pacífico. El Panel de Revisión propone cuatro temas de alto nivel para organizar el programa de ayuda: la inversión en favor de los pobres, el crecimiento económico sostenible y el desarrollo del sector privado; la promoción de oportunidades para todos; el apoyo a la estabilidad social, la mejora de la calidad del gobierno y el fortalecimiento de la sociedad civil; y la preparación para y la respuesta a las crisis. Entre otras cosas, esta formulación aumenta la importancia del desarrollo del sector privado y el fortalecimiento de la sociedad civil. El Panel de Revisión propone 13 sectores y temas transversales a los cuatro temas de alto nivel: desarrollo rural y seguridad alimentaria; infraestructura y desarrollo urbano; agua y saneamiento; cambio climático y medio ambiente; desarrollo del sector privado; educación; salud; igualdad de género; discapacidad; derecho y justicia; gobernabilidad; sociedad civil; y asistencia humanitaria y de emergencia. El género es un tema transversal importante para el programa de ayuda. Si bien la prioridad dada al género ha aumentado, el programa enfrenta desafíos para que este sea más eficaz, especialmente en el Pacífico. Australia debe señalar que la igualdad de género es importante. Esto incluye apoyar actividades prácticas que promuevan la igualdad de género con los socios. El Panel de Revisión propone un aumento sustancial de la asistencia humanitaria y de emergencia. Esta es un área de creciente importancia, que es poco financiada a nivel mundial, y en donde Australia se desempeña bien.





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El Panel de Revisión propone que se identifique un pequeño número áreas representativas para el programa de ayuda. Estas deben ser áreas en las que Australia pueda ser un contribuyente significativo y de gran calidad. Cinco criterios se deben utilizar para determinar estas áreas: la ventaja comparativa de Australia; las necesidades desatendidas; la presencia de un "punto de inflexión"; las altas perspectivas de éxito; y los intereses australianos relacionados. El Panel de Revisión propone un pequeño número de áreas potenciales para el programa. Estas se suman a la región de Asia-Pacífico, que se propone como el programa regional insignia y foco estratégico. Las áreas sectoriales propuestas son: discapacidad, industrias extractivas, eliminación de la malaria en el Pacífico, Estados frágiles, investigación, asistencia humanitaria y de emergencia.

Recomendación 7: El programa de ayuda debe estar dirigido por los programas nacionales, y no por objetivos sectoriales predeterminados. Recomendación 8: La selectividad sectorial debe incrementarse a nivel nacional. La difusión sectorial en los programas país debe ser baja, excepto para Indonesia, Timor Oriental, Papua Nueva Guinea y la región de las islas del Pacífico. Recomendación 9: Debe adoptarse un marco organizacional para mejorar la claridad estratégica del programa de ayuda y facilitar la comunicación de los resultados. Este debe ser construido en torno a los cuatro temas siguientes: Invertir en favor de los pobres, el crecimiento económico sostenible y el desarrollo del sector privado; promoción de oportunidades para todos; apoyo a la estabilidad social, la mejora de la calidad del gobierno, y el fortalecimiento de la sociedad civil; preparación y respuesta a las crisis. Recomendación 10: El programa de ayuda debe incrementar su énfasis en el desarrollo del sector privado y el fortalecimiento de la sociedad civil. Debe desarrollarse una declaración de intención en relación con cada uno de ellos. Recomendación 11: El promover la igualdad de género debería ser un objetivo transversal crítico del programa de ayuda. Australia debe ser un firme y persistente defensor de la práctica de la igualdad de género, especialmente en el Pacífico. Recomendación 12: Se debe aumentar la asistencia humanitaria y de emergencia como porcentaje del programa. Recomendación 13: Deben identificarse un pequeño número de áreas claves en los que Australia debería ejercer el liderazgo y ser reconocido por sus esfuerzos.





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9. Modos de ejecución: los principios de asociación El programa de asistencia de Australia debe tener una variedad de métodos para su entrega. AusAID no está sólo creciendo, sino que está cambiando su modo de operar. Está pasando de ser una organización predominantemente de contratación a una más centrada en la asociación con otros actores del desarrollo. Un planteamiento de colaboración significa que Australia trabaja a través de o con otros para distribuir la ayuda. La asociación no es un mecanismo de entrega en sí mismo, sino que es una forma efectiva de utilizar todos los mecanismos de entrega. La asociación debe ser una relación abierta, honesta, sincera, creativa, que se pueda extender a todas las partes de proceso de la ayuda, desde la política y el diseño del programa, pasando por la entrega, hasta la medición final y la evaluación de los resultados. Actualmente, las principales asociaciones de Australia son con los gobiernos beneficiarios, las organizaciones multilaterales y las organizaciones no gubernamentales. Australia posee asociaciones menores con otros donantes bilaterales, grupos de expertos, universidades, consorcios de empresas y organizaciones del sector privado. Las asociaciones traen consigo una amplia gama de beneficios, siendo el principal el aprovechamiento de los recursos. Diferentes socios traen activos diferentes a cualquier tarea de desarrollo. Otros beneficios potenciales incluyen la reducción de la fragmentación y la carga que pesa sobre los países socios. Esto es especialmente importante en entornos con muchos donantes. Sin embargo las asociaciones no son siempre la respuesta, tiene sus limitaciones y riesgos. Dan a la fuente un menor control que la relación de contratación. Si se utilizan inadecuadamente, pueden llevar a la fragmentación en lugar de evitarla. Por ejemplo, la ayuda de Australia a África se ejecuta casi en su totalidad a través de socios, sin embargo es un programa muy fragmentado. La retroalimentación de los socios respecto de los acuerdos ya existentes, sugiere que AusAID es a menudo un socio por elección. Sin embargo, algunos socios señalaron al Panel de Revisión problemas derivados de la frecuente rotación de personal, la microgestión, y la falta de financiación previsible en estos acuerdos. Estos problemas están siendo abordados en cierto grado, pero son necesarios esfuerzos adicionales. El sello de la contribución del Gobierno australiano a las alianzas es un tema relevante para la mayoría de las asociaciones. Lograr el debido reconocimiento de la contribución realizada por el gobierno australiano a los socios es un objetivo importante y legítimo. Cuánto hay que dar a las organizaciones asociadas a través de la financiación y cuánto dar para fines asignados es una de las decisiones más importantes para cualquier organización de ayuda. Los fondos asignados permiten al gobierno australiano determinar a donde se envía el dinero, mientras que la financiación tiene la ventaja de reducir los costos de transacción, tanto para AusAID como para el socio. Expandir la financiación a organizaciones no gubernamentales y organizaciones multilaterales tiene cinco ventajas en este momento. Permitiría al gobierno australiano ganar tiempo para





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construir una capacidad de manejo de una mayor cantidad de proyectos bilaterales o grandes programas específicos; reduciría la fragmentación; aprovecharía la aparición de nuevos y/o más eficaces socios; aumentaría los fondos (eficiencia) para África; y prestaría apoyo a otras regiones en las que no se justifican los programas país. El cambio de AusAID hacia la asociatividad requiere habilidades que van más allá de las áreas tradicionales de desarrollo (en particular en la asociación y la gestión, y en la promoción de las políticas, intereses y necesidades del gobierno australiano). Se necesitará mayor dotación de recursos para gestionar las alianzas clave, particularmente en los niveles superiores, a fin de obtener el máximo provecho de las asociaciones.

Recomendación 14: La dependencia de la ayuda bilateral debe restringirse al este de Asia, el Pacífico, y para Afganistán y Pakistán. La ayuda prestada a otras regiones debe ser principalmente a través de los socios. Recomendación 15: La financiación a los organismos multilaterales y organizaciones no gubernamentales debe aumentarse significativamente, como proporción del gasto total. El aumento debe hacerse considerando caso por caso, y estar vinculada con la eficacia, la capacidad y pertinencia. Recomendación 16: AusAID debe dedicar más recursos de gestión de alto nivel para desarrollar y gestionar las relaciones con socios clave. Debe proporcionarse un financiamiento previsible y plurianual para los socios, y evitar la microgestión.

10. Asociación con organizaciones multilaterales y no gubernamentales Organizaciones multilaterales Trabajar con organizaciones multilaterales eficientes, como el Banco Mundial, puede: extender el alcance de Australia en aquellas áreas donde tiene una experiencia y una presencia limitada; realizar actividades más allá de la capacidad de Australia; y facilitar el acceso al conocimiento y la experiencia global. Australia es vista por muchos organismos multilaterales como un socio constructivo e importante, que por lo general entrega más que otros donantes de tamaño similar. La financiación actual de Australia se centra, en gran medida, en un pequeño número de organismos eficaces. Esta selectividad es razonable, ya que el rendimiento no es uniforme en las organizaciones multilaterales. Para la mayoría de ellas, los fondos destinados por Australia son mayores que la financiación básica. Si Australia aumenta la financiación a los organismos multilaterales, incluyendo el aumento de la financiación básica, lo que es una recomendación del Grupo de Examen, tendrá que prestar mayor atención a la gestión de estas asociaciones. Esto incluye ejercer una mayor influencia en la





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orientación de las políticas y programas, conseguir un mayor reconocimiento de las contribuciones y revisar de forma más sistemática la eficacia y la pertinencia de los organismos multilaterales a los objetivos de la ayuda de Australia. AusAID debe evaluar las organizaciones multilaterales, en base a la información disponible sobre su rendimiento, y considerar aquellos criterios de especial relevancia para Australia. Las decisiones de financiación deben estar vinculadas a los resultados. El Panel de Revisión se ha formado una opinión preliminar sobre la eficacia y la pertinencia de una amplia gama de organismos multilaterales. Para aquellas con un buen desempeño, recomienda duplicar o triplicar la financiación básica. Para aquellos con un desempeño deficiente, recomienda no aumentar la financiación o incluso poner fin a ella. Organizaciones no gubernamentales El Gobierno otorga gran importancia a cualquier esfuerzo de ayuda prestado por el país, sin considerar el tamaño, la influencia y el acceso oficial. Las ONG aportan fortalezas específicas, a menudo complementarias, al programa de ayuda. Muchas tienen experiencia en satisfacer las necesidades básicas de las personas, sobre todo en casos de emergencia donde son necesarias las respuestas rápidas y flexibles. El sector de las ONG ofrece una importante perspectiva comunitaria a la política de ayuda. Las ONG que deseen acceder a la financiación básica de AusAID han de pasar un riguroso proceso de acreditación. El Panel de Revisión apoya este proceso como un importante modo de medir la gestión del riesgo. El financiamiento a las ONG de Australia ha aumentado considerablemente en los últimos cinco años, doblando la financiación básica. La financiación a ONGs internacionales y locales tiende a ser a través de fondos asignados. El Panel de Revisión considera que existe un margen para aumentar la participación, dentro del programa de ayuda, de los fondos destinados a las ONG australianas acreditadas y a las ONG internacionales y locales sólidas y eficaces. AusAID involucra tanto a las ONG de Australia como a aquellas en el país receptor en el desarrollo de algún sector del país. Estas son medidas positivas y el Panel de Revisión considera que es posible involucrarse de manera más sistemática con ONGs de Australia, y aquellas internacionales y locales.

Recomendación 17: La financiación básica a los organismos multilaterales debe estar vinculada a su desempeño y a su relevancia para Australia, a través de la introducción de un sistema de clasificación multilateral. Recomendación 18: En relación con los organismos multilaterales, Australia debe buscar contar con una mayor influencia en la orientación de sus políticas y programas, un mejor reconocimiento de su contribución nacional, y un mejor seguimiento de la eficacia.





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Recomendación 19: El sistema de acreditación existente en AusAID se debe utilizar como base para que las ONG de Australia accedan a una mayor financiación. AusAID deben considerar otros medios para mejorar el proceso de acreditación de las pequeñas ONG.

11. Otras asociaciones Los gobiernos socios En la mayoría de los países el gobierno receptor es el socio clave para el programa de ayuda. En los últimos cinco años ha habido un cambio hacia un mayor uso de los sistemas gubernamentales (que van desde el uso de sus sistemas financieros para proyectos específicos, hasta el apoyo al presupuesto general). El uso de estos sistemas ha sido más usual en Indonesia, pero se extiende a una amplia gama de países, incluyendo Samoa, Vanuatu y Vietnam. Su uso no debe ser la opción por defecto. Requiere un examen cuidadoso de la situación del país. Sin embargo, tiene dos ventajas principales: evitar la creación de sistemas paralelos al del gobierno, y ayudar a las políticas y programas gubernamentales de los socios más allá de la actividad misma de la ayuda. En general, la experiencia de entregar más ayuda a través de los sistemas de gobierno ha sido positiva. Los riesgos de fraude se han gestionado con éxito. Otros donantes bilaterales Australia trabaja en estrecha colaboración con donantes bilaterales, incluyendo Nueva Zelanda, el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y la Unión Europea, tanto en temas de política como de programas. Australia tiene o planea tener acuerdos de cooperación delegada con todos estos donantes, donde la financiación de Australia apoya los programas administrados por otro donante bilateral. Estos arreglos tienen un claro beneficio en términos de reducción de la fragmentación, el ahorro administrativo para AusAID y las posibilidades que proporcionan en regiones donde AusAID no tiene el conocimiento del país, la experiencia o la presencia. El Panel de Revisión ve un margen considerable para aumentar este método de entrega. Australia ha comenzado a colaborar con donantes no tradicionales, como Sudáfrica y Brasil, y deberá buscar proactivamente oportunidades para trabajar con estos donantes tanto como con los donantes tradicionales, en aquellos lugares en que esto mejorará la eficacia del esfuerzo general. Contratistas y asistencia técnica La proporción del programa que se entrega a través de contratistas se ha reducido a la mitad en los últimos cinco años. El uso de contratistas es apropiado cuando concurren tres requisitos fundamentales: se necesita experiencia especializada en gestión de proyectos, es posible externalizar la tarea en lugar de traer la experiencia necesaria, y otras opciones de dar apoyo han sido consideradas y rechazadas.





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Las Agencias australianas no deben pasar por alto la capacidad de los contratistas de jugar un papel como socios en la gestión del programa, considerando el diálogo sobre los objetivos, el diseño colaborativo de programas, y el un monitoreo conjunto y la flexibilidad para adaptarse. Este puede ser un modelo muy poderoso, especialmente en circunstancias en que el contratista es integrado en la gestión del programa o proyecto. El tamaño de la asistencia técnica de Australia y la remuneración de los expertos se han revisado y reducido. Es importante reconocer que la asistencia técnica puede tener importantes beneficios en las circunstancias adecuadas. Hay que enfatizar el punto clave: la forma en que Australia busca logar los resultados de la ayuda depende de lo que sea más eficaz en cada caso particular. Los que administran el programa necesitan ser capaces de adoptar un enfoque de ajuste a los objetivos. Todavía hay lugar para la asistencia técnica, como lo hay para los contratistas. Sector privado y grupos empresariales El sector privado es crucial para el éxito de los países receptores de ayuda, y es un socio subutilizado por los países donantes, incluyendo Australia. El programa de ayuda de Australia ya se ha comprometido con el sector privado, pero el Grupo de Revisión considera que existen oportunidades para ampliar de manera significativa este compromiso. Debido a que el crecimiento económico es importante para la reducción de la pobreza, el Panel de Revisión recomienda que el crecimiento sustentable a favor de los pobres y el desarrollo del sector privado sean reconocidos como uno de los cuatro temas de alto nivel del programa de ayuda. Más aún, debido a que el Panel de Revisión apoya un cambio continuo en el programa dirigido a trabajar con los socios, recomienda a AusAID tomar medidas activas para mejorar su compromiso con el sector privado. Con este fin, el Grupo de Revisión recomienda un Foro Consultivo anual entre AusAID y la comunidad empresarial australiana. El programa de ayuda también debe considerar el establecimiento de un mecanismo para ayudar a las empresas australianas que buscan responsabilidad social corporativa y/o oportunidades de negocios inclusivos en los países en desarrollo. Esto podría proporcionar información sobre el contexto local y las capacidades en los países en desarrollo, y enlazar las empresas con las organizaciones pertinentes. Teniendo en cuenta la opinión del Panel de Revisión sobre la importancia de programas país bien diseñados y bien coordinados, los administradores de país debe pensar sobre el potencial de la participación del sector privado. Las universidades y grupos de expertos Un 10 por ciento del programa de ayuda se despliega a través de universidades y grupos de expertos. El conocimiento y la innovación son fundamentales para el éxito del desarrollo. El Panel de Revisión cree que hay fuertes posibilidades para la ampliación en las áreas de investigación agrícola e investigación médica, que son fortalezas de Australia. El Centro





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Australiano para la Investigación Agrícola Internacional es un vehículo evidente para la ampliación de la investigación agrícola. Será necesario desarrollar nuevas modalidades para la investigación médica, posiblemente en colaboración con el Consejo Nacional de Salud y la Investigación Médica. En línea con el objetivo fundamental propuesto para el programa de ayuda, el criterio clave para destinar dinero de ayuda a la investigación debería ser la mejora de la condición de los pobres del mundo. Para un uso óptimo de los recursos, esto no debe limitarse únicamente a las organizaciones de investigación de Australia, sino que puede incluir instituciones de alto nivel internacional e instituciones de los países en desarrollo.

Recomendación 20: Debe ampliarse la proporción de la asistencia que se está otorgando a través de los sistemas de gobierno. Recomendación 21: Debe aprovecharse el poder de las empresas y se debe alentar la innovación empresarial, incluso a través de un foro de consulta anual. Recomendación 22: Debe haber un mayor uso de acuerdos de asociación con otros donantes bilaterales, tanto tradicionales como no tradicionales. Recomendación 23: Debería haber más fondos de ayuda para la investigación por parte de las instituciones australianas e internacionales, particularmente en agricultura y medicina.

12. Asignaciones de Ayuda Se exponen a continuación una visión general de los resultados de la metodología empleada por el Panel de Revisión. Las cifras son indicativas y aproximadas, pero ilustran una serie de puntos importantes. Geografía, difusión sectorial y método de entrega El primer punto es que la asignación geográfica de la ayuda, la asignación sectorial y el método de entrega deben ser vistos como interrelacionados. La metodología adoptada por el Panel de Revisión se muestra en la tabla siguiente.





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Recomendaciones geográficas para la expansión de la ayuda de Australia,

la difusión sectorial y los canales de entrega de la ayuda

Criterios Forma de expansión

Difusión sectorial

Confianza en los canales bilaterales

Papua Nueva Guinea Bajo Mediano Alto

Islas Salomón y Timor del Este Bajo Mediano Alto

Microestados del Pacífico Sur Alto Alto Alto

Otros (Pacifico) Mediano Mediano Alto

Indonesia Alto Alto Mediano

Otros (Asia del Este) Alto Bajo Mediano

Asia del Sur Alto Bajo Bajo

Afganistán y Pakistán Mediano Bajo Mediano

África Sub–Sahariana Alto Bajo Bajo

Norte de África y Oriente Medio Mediano Bajo Bajo

America Latina y Caribe Bajo N/A N/A

Asia Central Bajo N/A N/A Será en la región de Asia-Pacífico (que incluye el este de Asia, Papua Nueva Guinea y el Pacífico, pero no el sur de Asia) donde Australia será más activa en la entrega de ayuda a través de canales bilaterales, y donde está más preparada para una amplia difusión de las actividades en los sectores. Programa de ayuda El segundo punto importante que surge del análisis es que Australia debe aspirar a un programa de ayuda para el 2015-16 que vea un cambio significativo hacia los programas mundiales y hacia el gasto en ayuda humanitaria. Esto se muestra en la tabla siguiente. Los Programas país caen, como proporción del gasto total de la ayuda, de un 66 a un 55 por ciento. La participación en los programas mundiales se incrementa de 15 a 20 por ciento. La proporción de la asistencia humanitaria y de emergencia aumenta de siete a 11 por ciento. El ítem para contingencias también aumenta, para permitir cambios inesperados. Los costos de los departamentos aumentan, pero se reducen como porcentaje del total de la ayuda.





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Asignaciones de ayuda por categoría principal en 2015-16

en comparación con las actuales

Categoría principal 2010–11 $m

2010–11 %

2015–16 $m

2015–16 %

Programas país 2,860 66 4,370 55

Programas Globales 640 15 1,610 20

Humanitarios y Emergencias 300 7 900 11

Investigación Global 50 1 110 1

Otros y contingencias 250 6 600 8

Costos Departamentales 250 6 400 5

TOTAL 4,350 100 8,000 100 Las cifras están redondeadas. Esfuerzo global de la ayuda de Australia - expansión geográfica En tercer lugar, la implementación de las recomendaciones del Panel de Revisión para el programa 2015-16 dará lugar a un crecimiento significativo en dos contextos muy importantes: Expansión en las zonas más pobres del mundo, principalmente África subsahariana y Asia

meridional. Para estas regiones, la distribución geográfica de la contribución de Australia a la financiación básica de las organizaciones multilaterales y ONG es particularmente importante.

Expansión más cerca de casa, en el este de Asia y los microestados del Pacífico Sur. La siguiente tabla ilustra estos puntos.

Asignaciones geográficas indicativas (incluyendo la distribución de programas mundiales)

en 2015-16 en comparación con las actuales

País o Región $ millones 2010–11

$ millones 2015–16

% 2010–11

% 2015–16

Crecimiento 2015–16

Papua Nueva Guinea 460 610 13 10 30%

Islas Salomón y Timor del Este 340 440 10 8 30%

Microestados del Pacífico Sur 60 130 2 2 100%





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Otros (Pacifico) 350 530 10 9 50%

Indonesia 470 960 14 16 100%

Otros (Asia del Este) 610 1150 18 20 90%

Asia del Sur 270 520 8 9 90%

Afganistán y Pakistán 240 390 7 7 60%

África Subsahariana 450 870 13 15 100%

Norte de África y Oriente Medio 90 140 3 2 50%

America Latina y Caribe 80 90 2 2 10%

TOTAL DE ASIGNACIONLES POR PAIS 3,420 5,830 100 100 70%

Foco de Australia en Asia-Pacífico La siguiente tabla muestra la ayuda australiana en los programas nacionales, es decir, sin la distribución por parte de Australia en los programas mundiales. Esta es una medida de donde Australia opta, deliberadamente, por enfocar sus esfuerzos. La conclusión importante de esto es que, bajo la metodología adoptada por el Panel de Revisión, Australia mantendrá su fuerte concentración de esfuerzos en la región de Asia-Pacífico. La ayuda por Programas país en esta región aumenta del 76 por ciento al 80 por ciento.

Programas país indicativos

(excluida la distribución en los programas mundiales) en 2015-16 en comparación con las actuales

País o Región $ millones 2010–11

$ millones 2015–16

Crecimiento hacia 2015–16

Papua Nueva Guinea 460 590 30%

Islas Salomón y Timor del Este 330 430 30%

Microestados del Pacífico Sur 60 120 100%

Otros (Pacifico) 340 510 50%

Indonesia 460 920 100%

Otros (Asia del Este) 520 940 80%

Asia del Sur 170 270 60%

Afganistán y Pakistán 190 270 40%





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África Subsahariana 200 200 0%

Norte de África y Oriente Medio 80 120 40%

America Latina y Caribe 40 0 -100% Visión general En resumen, en la opinión del Panel de Revisión Australia debe: Ampliar su ayuda de manera diferencial en diferentes partes del mundo, y adaptar la difusión

sectorial y el uso de los canales de distribución bilaterales a las circunstancias particulares de cada región y país.

Entregar una mayor proporción de la ayuda a los programas mundiales, y también para satisfacer las necesidades humanitarias y de emergencia.

Ampliar la ayuda a las regiones más pobres (África subsahariana y Asia meridional), principalmente a través de una mayor financiación básica de las organizaciones multilaterales y organizaciones no gubernamentales.

Mantener el foco del programa de ayuda en la región de Asia-Pacífico, donde los programas país deberán ser más grandes, el uso de los sectores más amplio, y utilizar más los canales de distribución bilaterales.

13. Estrategia para el programa de ayuda El programa de ayuda es actualmente complejo y grande, y aumentarlo hasta un 0,5 por ciento del PIB plantea un reto importante. Se requieren altos niveles de dirección, planificación, asignación de recursos y ejecución. La dirección y el marco de trabajo deben definirse desde el nivel superior de gobierno. El Panel de Revisión propone una estrategia de cuatro años, acordada por el Gabinete, para proporcionar claridad, certeza y previsibilidad a todos los organismos, socios y partes interesadas, sobre los parámetros de la política y la financiación del programa de ayuda. La estrategia debería incluir: los objetivos de alto nivel para el programa de ayuda; orientación clara sobre la asignación geográfica y las prioridades sectoriales; proyectos representativos propuestos; asignaciones indicativas multi anuales para los organismos gubernamentales involucrados en la ejecución del programa; y gestión de los obstáculos que se deben superar para la efectiva ampliación del programa. La Estrategia también deben comprometerse a una trayectoria para aumentar la proporción de la tasa AOD-PIB anual hasta cumplir el compromiso del 0,5 por ciento de la AOD-PIB en 2015-16. La claridad de las políticas y la financiación proporcionadas por la Estrategia permitirá al programa de ayuda consolidar la actividad en torno a las prioridades acordadas en términos de geografía, sectores y mecanismos de entrega. Esto reducirá la fragmentación de los esfuerzos. Se propone un período de cuatro años para que la Estrategia coincida con el presupuesto del 2012-13, así como con el de los tres próximos años hasta el 2015-16. La conexión entre la Estrategia y el presupuesto es fundamental.





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Debe existir una revisión anual y una actualización de la Estrategia, que debe ser preparada por AusAID y revisada por el Comité para la Efectividad del Desarrollo (DESC) antes de ser considerada por el Gabinete. La Estrategia de cuatro años se ha diseñado para proporcionar seguridad, y el cambio debe venir a través de ajustes incrementales. La actualización anual de la Estrategia reflejará cualquier cambio necesario en las asignaciones del programa de ayuda, destinará los fondos destinados a las contingencias, y se extenderá más allá de las estimación anual del programa. Para promover la disciplina, la apropiación de fondos en el presupuesto anual debe depender de la aprobación de la revisión anual por parte del Consejo de Ministros. El Panel de Revisión ve esto como una protección esencial para el contribuyente, el gobierno, los organismos responsables del programa de ayuda, y los socios de Australia. Si no se han superado los obstáculos, el Gabinete debe considerar las consecuencias, como pueden ser el retraso en el aumento de los fondos de ayuda o la reducción de la carga administrativa en la entrega de ayuda, mediante el uso de la financiación básica para las organizaciones multilaterales eficaces. Hay una serie de problemas en el proceso del presupuesto actual del programa de ayuda, que se han basado en el desarrollo de Nuevas Propuestas de Políticas para asignar fondos para nuevas ayudas. Esto ha contribuido a la fragmentación, debido a la gran cantidad y el pequeño tamaño de estas Nuevas Propuestas de Políticas. Esto ha llevado a un examen inadecuado del presupuesto total de la ayuda, ya que significa que los ministros, en la elaboración del presupuesto de cada año, se centran más en el incremento que en una visión general. Un problema adicional es que grandes sumas de dinero se mantienen para las contingencias, por varias razones; ello lleva a una oleada de gastos hacia el final de cada ejercicio financiero a medida que la contingencia es asignada. El Panel de Revisión ve grandes beneficios para la eficacia en una revisión de este proceso. Algunos esfuerzos ya se están realizando, pero es necesario avanzar más. AusAID y otros departamentos gubernamentales deben considerarse como fondos

asignados de acuerdo con la estrategia de cuatro años. Debe prestarse atención a considerar el presupuesto de ayuda como un conjunto, durante el

examen anual previsto por el Consejo de Ministros, en lugar del actual enfoque de nuevo dinero a través de Nuevas Propuestas de Políticas.

Todas las reservas para contingencias deben ser asignadas en el proceso presupuestario a comienzos de cada año, en lugar asignarlas al final. Esto aún deja suficiente capacidad para adaptarse a nuevas situaciones a través de lo que se llama "flexibilidad del mandato”.

La estrategia de cuatro años y las reformas al proceso presupuestario van juntas, y permiten un escrutinio mucho mayor sobre la eficacia de todo el presupuesto de la ayuda, al tiempo que proporciona a los administradores de esta la política y la seguridad necesaria para planificar y poner en práctica la ampliación de la ayuda.





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Será necesaria una nueva estrategia de cuatro años para el período 2016-17 a 2019-20. Esta, y las posteriores estrategias de cuatro años, se beneficiarán de una revisión independiente del programa de ayuda. El Panel de Revisión recomienda instituir una revisión independiente regular cada cuatro años para el programa de ayuda. Los resultados de estos exámenes alimentarán la estrategia siguiente.

Recomendación 24: El gobierno debe desarrollar e implementar una estrategia cuatro años para todo el programa de ayuda, la que ha de ser respaldada por el Gabinete, para tener claridad política y financiera. Recomendación 25: Debe haber una discusión en el Gabinete respecto de la revisión anual de los progresos en la estrategia de cuatro años y los riesgos pre-determinados. Recomendación 26: El proceso de presupuesto debe ser reformado para ofrecer una mayor seguridad de financiación, incluida la asignación de fondos sobre la base de la estrategia de cuatro años y sus actualizaciones anuales, y no a través Nuevas Propuestas de Políticas como en la actualidad. Recomendación 27: Deben instituirse revisiones independientes del programa de ayuda cada cuatro años, para alimentar cada nueva estrategia cuatrianual.

14. Mejorar la governanza, el liderazgo y la gestión Un programa de ayuda eficaz requiere de una buena gestión en todos los ámbitos. Los Ministros y todos los organismos gubernamentales involucrados en la ejecución del programa debe trabajar de manera eficiente hacia los objetivos comunes acordados en la estrategia de cuatro años. El rol de los ministros encargados de supervisar los gastos de la AOD ha sido fundamental. Durante las consultas y en las comunicaciones públicas muchos han propuesto el nombramiento de un ministro exclusivo con responsabilidades hacia el programa de ayuda, dado su tamaño cada vez mayor. El Panel de Revisión considera que el factor más importante al estudiar los acuerdos ministeriales es que el ministro con responsabilidad en el programa se mantenga dentro del Gabinete. Si las responsabilidades ministeriales existentes se mantienen, el Panel de Revisión recomienda que se añada el acápite "Desarrollo Internacional” al título del Ministro/a de Relaciones Exteriores. El Panel de Revisión recomienda prestar atención a las declaraciones públicas de los resultados del programa de ayuda de Australia. El programa debe ser dirigido por una cultura centrada en los resultados, en lugar de por una cultura de anuncios que lleven a la fragmentación.





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Hay más de 90 agencias gubernamentales federales y estatales involucrados en la entrega del programa de ayuda. Esto es una fortaleza, ya que mejora los vínculos y redes a través de una amplia gama de áreas especializadas y es mucho mayor el uso óptimo de los recursos que si se intentan construir capacidades internas en AusAID. El Panel de Revisión considera que es posible mejorar la coordinación transversal en el gobierno a través de la incorporación de enfoques comunes para la estrategia, diseño, monitoreo y evaluación. La coordinación a nivel nacional y sectorial es particularmente importante, y el gobierno debería considerar la posibilidad de nuevos acuerdos institucionales para promover esto. Debe ampliarse el mandato del Comité de Desarrollo de la Eficacia, para dirigir la coordinación de los esfuerzos transversales dentro del gobierno de forma más estratégica. Un programa de ayuda que crezca en forma escalada sólo tendrá éxito si AusAID es una institución fuerte y eficaz. AusAID tiene muchas ventajas y fortalezas, está bien dirigido y su personal está muy motivado y es muy competente. Para gestionar eficazmente los incrementos previstos en el programa, AusAID necesita continuar y acelerar los esfuerzos para promover un liderazgo claro y decidido, afianzar una cultura orientada hacia la obtención de resultados y aprender de la experiencia, adoptar sistemas y datos que apoyen la toma de decisiones, y contratar y retener personal calificado. AusAID deberá contar con los recursos adecuados y, en especial, con personal adecuado, para afrontar los desafíos. De lo contrario, la mejora no sólo es arriesgada sino que estará acompañada de una disminución en la eficacia y de la proliferación de problemas administrativos. Privar a AusAID de la capacidad de gestión que necesita para implementar este conjunto de reformas sería una falsa economía. Se necesita un doble enfoque: recursos incrementados, lo que constituye una inversión en el éxito a largo plazo; y ganancias de productividad mediante la mejora continua, la racionalización de los procesos del negocio y la reducción del papeleo. La retroalimentación más consistente que recibió el Panel de Revisión fue que la eficacia de AusAID se vio socavada por la rápida rotación de personal. No será posible resolver este problema sin poner fin a la fragmentación del programa.

Recomendación 28: Los ministros deben continuar entregando liderazgo al programa de ayuda, y en particular al fortalecimiento del programa para el período crucial y desafiante de la ampliación durante los próximos cinco años. Una cultura eficaz centrada en los resultados, en lugar de una cultura de los anuncios que lleva a la fragmentación, debe conducir el programa. Recomendación 29: Las palabras “Desarrollo Internacional” deben añadirse al título del Ministro/a de Relaciones Exteriores.





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Recomendación 30: Debe fortalecerse el enfoque "toda la AOD", mediante la creación de normas uniformes en todos los departamentos del gobierno para la planificación, ejecución, seguimiento y notificación, supervisado por el Comité para la Eficacia del Desarrollo. Recomendación 31: Deben acelerarse los esfuerzos de reforma corporativa dentro de AusAID para promover una cultura orientada hacia la obtención de resultados y la mejora de la productividad, especialmente mediante la reducción de la rotación de personal, la construcción de la fuerza laboral con las habilidades requeridas, la racionalización de los procesos de negocio y reducción del papeleo. Recomendación 32: AusAID deben contar con más recursos para gestionar con eficacia el creciente programa.

15. La gestión de riesgos El Panel de Revisión hace hincapié en que una cultura de aversión al riesgo es en sí contraria a la eficacia del programa de ayuda de Australia y al logro del uso eficiente de los recursos. En AusAID hay sistemas para gestionar el riesgo que han demostrado compromiso con esta gestión. Entre las medidas útiles adoptadas recientemente para reforzar estos sistemas está el nombramiento de un presidente independiente del Comité de Auditoría de AusAID. La preocupación del Panel de Revisión no es, por tanto, el sistema de gestión de riesgos como tal, sino más bien que sea ampliamente comunicado y bien entendido dentro de la organización a medida que el programa de ayuda crece. El Panel de Revisión considera que existe en el programa de ayuda un enfoque serio y sistemático para la gestión del fraude. La incidencia del fraude en el programa de ayuda parece ser muy baja. Si bien la política es la tolerancia cero, los casos de fraude son una proporción muy pequeña entre las miles de actividades de ayuda y los miles de millones de dólares que gestiona AusAID. La pérdida potencial de los 175 casos activos se estima en un 0.017 por ciento de los $20 mil millones asignados a AusAID desde 2004-05. No es de extrañar que haya algún fraude en el programa de ayuda, dado su tamaño y naturaleza. Muchos de los países donde AusAID actualmente presta asistencia son ambientes inherentemente difíciles en los cuales operar. Durante el año pasado, AusAID ha adoptado una serie de medidas importantes para mejorar la eficiencia del programa. Se ha puesto en marcha un nuevo Marco Asesor de Remuneraciones, que se aplica a todos los asesores contratados comercialmente que son financiados por AusAID; tiene el potencial de reducir los costos, pero necesita ser monitoreado cuidadosamente y aplicado de manera flexible para asegurar que Australia tenga acceso a los mejores expertos.





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AusAID también está realizando una revisión de los acuerdos y los procesos de contratación para garantizar que las prácticas estén a la par con el cambiante mercado de la ayuda y sigan ofreciendo una buena relación calidad-precio. Los riesgos de la eficacia del desarrollo son reales. A juicio del Panel de Revisión, estos constituyen el mayor riesgo para el contribuyente en relación con el programa de ayuda. El sistema de gestión de rendimiento de AusAID indica que el 17 por ciento de los proyectos están en riesgo de no cumplir sus objetivos. Es importante reconocer las compensaciones involucradas en la gestión de distintos tipos de riesgo. Un exceso de énfasis en la reducción del fraude puede aumentar los riesgos relacionados con la eficacia del desarrollo. El programa de ayuda necesita fomentar una cultura que se centre en los resultados, pero que acepte la posibilidad de fracaso y premie la innovación. El riesgo final para el programa de ayuda es la reputación. La medida de mitigación más importante será demostrar que el programa está dando resultados y que llega a las personas que lo necesitan.

Recomendación 33: El programa de ayuda debe fomentar una cultura de gestión de riesgos en lugar de la aversión a este, mediante el equilibrio de las diversas formas de riesgo y el asegurar que estos son bien comprendidos en AusAID. Se debe aumentar la importancia relativa de los riesgos para la eficacia del desarrollo, en comparación con otros riesgos. Debe haber un mayor enfoque en los resultados y la recompensa por la innovación, y la aceptación de que en un programa grande algunas actividades fallarán.

16. La gestión por resultados La medición de la eficacia es más difícil en la ayuda, debido a la complejidad de los objetivos y la amplia gama de posibles mecanismos de ejecución. En los últimos cinco años, AusAID ha invertido fuertemente en la gestión del rendimiento y ha incrementado el foco en los resultados. AusAID, y en cierta medida el programa de ayuda, también está sujeto a una variedad de evaluaciones de desempeño externas, por la Oficina Nacional de Auditoria de Australia, por la revisión de pares del CAD de OCDE, el control parlamentario y revisiones encargadas por el gobierno. La Oficina Nacional de Auditoria de Australia y el CAD de OCDE han valorado positivamente el sistema de auto-evaluación de proyectos de la AusAID, lo que la coloca a la vanguardia de los donantes bilaterales. Sin embargo, la dimensión de la evaluación de la gestión del rendimiento de AusAID y el sistema de informes no está funcionando bien. Hay un bajo nivel de cumplimiento en relación con las actuales directrices para los informes de evaluación independiente, y poco uso de ellos para informar la toma de decisiones. La creación, en el 2006, de la Oficina de Efectividad para el Desarrollo y su Revisión Anual de Efectividad para el Desarrollo fueron iniciativas importantes que han ayudado a priorizar la eficacia





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de la ayuda. Ningún otro donante bilateral tiene un equivalente a esto. Sin embargo, ha tenido un éxito limitado y la revisión Anual se entrega con un retraso cada vez mayor. El Panel de Revisión propone que la Oficina de Efectividad para Desarrollo permanezca en AusAID, pero que cambie su nombre a Oficina de la Eficacia de la Ayuda y se centre más en la evaluación. Sería responsable de realizar y publicar anualmente varias evaluaciones de alta calidad. La Oficina también publicaría una síntesis anual de las evaluaciones y una evaluación del sistema de aseguramiento de la calidad de la gestión del rendimiento del programa de ayuda. Debe designarse un pequeño Comité de Evaluación Independiente (con personal de AusAID y varios miembros externos). Todos los borradores de la evaluación independiente y el nuevo informe anual de síntesis serían discutidos y aprobados por la Comisión de Evaluación Independiente (no AusAID) y luego publicados. Actualmente, otros departamentos del gobierno australiano no aplican las medición de efectividad y los sistemas de información que utiliza AusAID. En el futuro, todos los departamentos que financien AOD deberían participar plenamente en el sistema de medición de la ayuda y de la eficacia. AusAID y otras agencias gubernamentales deberían adoptar un enfoque único y consistente para medir la eficacia. Esto debe estar basado en un sistema de tres niveles que califique el desempeño versus indicadores en cada nivel: 1. Progreso versus objetivos de desarrollo. 2. Contribución de la ayuda de Australia. 3. Eficacia operacional y organizativa. El Panel de Revisión recomienda que haya una evaluación anual de la eficacia de la ayuda que cubre toda la AOD, y que esta sirva para dos propósitos: la rendición de cuentas y el informe de la revisión anual y el proceso presupuestario.

Recomendación 34: Debe adoptarse un sistema de notificación de tres niveles por todos los departamentos del gobierno australiano y sus organismos relacionados en con el uso de los fondos de la AOD. Recomendación 35: Debe prepararse una evaluación anual de la eficacia de la ayuda de todos los AOD usando el sistema de tres niveles. Esto debe alimentar la revisión anual de la estrategia de cuatro años entregada al Gabinete. Recomendación 36: Debe producirse anualmente un pequeño número de evaluaciones de alta calidad y una síntesis anual, así como un informe de control de calidad, supervisados por un Comité de Evaluación Independiente.





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17. Mejorar la transparencia, el control y la participación de la comunidad Transparencia, control y participación del público no son complementos opcionales para el programa de ayuda, sino que son parte de su base. La transparencia y el escrutinio conducen a una discusión y un debate más informado, lo que a su vez conduce a un programa más eficaz. El programa de ayuda de Australia ha logrado progresos significativos en esta área. Una reciente evaluación independiente coloca a Australia como el donantes OCDE más transparente. El Panel de Revisión considera que AusAID debe ser líder en adoptar una cultura de libertad de información. La Revisión propone que el Gobierno elabore una Carta de Transparencia, enlistando los documentos y datos se compromete a entregar, con plazos determinados para su entrega. El Panel de Revisión ha quedado impresionado por las opiniones bien informadas de los parlamentarios. Su interés en el tema y su rol en la representación de las opiniones públicas son respetadas por los responsables del programa de ayuda. Pero la participación parlamentaria puede reforzarse a través de una comisión parlamentaria o sub-comité centrado en la ayuda y el desarrollo. El Panel de Revisión también considera que el programa de ayuda puede hacer participar más activamente en el programa a los grupos comunitarios, a través de un nuevo esquema de subvenciones. Los contribuyentes australianos tienen derecho a saber exactamente cómo y dónde se emplea el dinero de la ayuda en el extranjero, tal como también lo desean los ciudadanos de los países pobres. El tamaño y la eficacia del programa de ayuda son aspectos legítimos de debate público. Las buenas comunicaciones son un medio importante para asegurar que el debate público esté bien informado. Con el fin de promover el debate público, el Panel de Revisión recomienda que el programa de ayuda asuma plenamente los nuevos medios de comunicación así como otras tecnologías innovadoras, y que considere inversiones en la educación para el desarrollo.

Recomendación 37: Debe desarrollarse una Carta de Transparencia, comprometiendo al programa de ayuda a la publicación de documentos y datos de una manera integral, accesible y oportuna. Recomendación 38: Debe mejorarse la participación de las personas a través de un nuevo programa de subvenciones comunitario, adoptando las nuevas tecnologías de los medios de comunicación y la promoción de la educación para el desarrollo.

18. Pasos y obstáculos para 2015-16 y más allá El Panel de Revisión ha establecido una propuesta de plan para el programa de ayuda a seguir hasta el 2015-16 y más allá.





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Todo el personal, en todos los organismos pertinentes, funcionará mejor si entienden el plan multianual. El Panel de Revisión propone una serie de pasos clave que son una garantía para la expansión efectiva del programa de ayuda. Los créditos presupuestarios de cada año deben estar acordes con las actividades que se van a planificar, y el presupuesto se ha de gastar en forma efectiva. Para monitorear esto, el Panel de Revisión recomienda la utilización de un proceso de revisión anual único y coherente, y no procesos múltiples utilizando múltiples metodologías. El insumo más importante para la revisión anual debe ser la evaluación anual de la eficacia de la ayuda, empleando la puntuación según los tres niveles señalados. Este es un enfoque prudente para lograr un objetivo ambicioso y asegurar que Australia tenga un programa de ayuda del cual pueda estar orgulloso.

Recomendación 39: La ampliación del programa de ayuda al 0,5 por ciento del PIB debe estar sujeta a una realización progresiva.

Aumentando la ayuda de Australia - pasos e impedimentos - una mirada de alto nivel 2010-11: Preparación

Informe del Grupo Especial Respuesta Continuar con las reformas corporativas de AusAID e informar de ellas al Director General

como parte de los informes anuales sobre la efectividad de la ayuda. 2011-12: sentando las bases

Aprobación de la estrategia de cuatro años (desde 2012-13 a 2015-16) por el Gabinete. Aprobación del presupuesto 2012-13 con estimaciones para los próximos tres años, a fin

de cumplir con la estrategia de cuatro años. Presupuesto de acuerdo a una ampliación por etapas respecto de los recursos de AusAID. Adopción de una medición por tres niveles. Carta de Transparencia. Nueva estructura de evaluación. Mejorar la función de supervisión del Comité de Efectividad de la Ayuda. Estrategias de organización multilateral. Consultas con ONG y organismos multilaterales de financiación básica, microestados del

Pacífico. 2012-13: Primer año de la estrategia

Primer examen anual por el Gabinete, incluyendo la evaluación de la eficacia de la AOD. Primeros productos de los acuerdos de la nueva evaluación. Declaraciones de intención sobre el sector privado y la sociedad civil. Comenzar con la participación de la comunidad (pequeñas donaciones, extensión hacia las

escuelas).





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Completar el proceso de incorporarse al Banco Africano de Desarrollo. Plan de personal de AusAID implementado sustancialmente. Mejora del programa en agricultura y medicina.

2013-14: Segundo año de la estrategia

Segundo examen anual por el Gabinete, incluyendo la evaluación de la eficacia de la AOD. Difundir el sistema de tres niveles en todo el gobierno. Alianzas actualizadas con organizaciones multilaterales, ONG y de negocios. Programa África consolidado.

2014-15: Año tres de la estrategia

Tercer examen anual por el Gabinete, incluyendo la evaluación de la eficacia de la AOD. Mejora de toda la coordinación del gobierno funcionando bien. Designar un panel independiente y comenzar la revisión externa.

2015-16: Año cuatro de la estrategia

Evaluación externa del programa de ayuda y cuarto examen anual considerado por el Gabinete.

Nueva estrategia cuatrienal aprobado para 2016-17 hasta 2019-20. 0,5 por ciento del PIB alcanzado.

AusAID Revision de la Efectividad de la Ayuda · La concentración geográfica de los pobres del...

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