Autoctonia Cultural Proyecto Martiano

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La Autoctona Cultural en el Proyecto Martiano de Independencia y su vigencia en la historia contempornea de Amrica LatinaLidia Mary Mederos Camejo [email protected] estudio del pensamiento y la obra de Jos Mart nos convocan en cada momento en la bsqueda de los elementos identitarios del modo de pensar latinoamericanista, propio y necesario para asumir los retos y alternativas de los que dependen los destinos de nuestros pueblos, en momentos como los que vivimos.Desde muy temprano Jos Mart se preocup e interes por desentraar la naturaleza de los pueblos de Amrica en su esencia distintiva. Le motivaba la necesidad de que en los pueblos de nuestra Amrica creciera el reconocimiento propio en toda su potencia, como un arma defensiva y unitaria, de todos los hombres.

En sus primeros escritos resaltan las ideas que expresara con mucha precisin a favor de la autoctona cultural, entendida esta en su amplio concepto, como escudo indestructible de la defensa de los nacientes pueblos americanos, frente a las incontables amenazas que, tanto desde la prepotente Europa (auto erigida como ejemplo de civilizacin y desarrollo) como por parte de la pujante Norteamrica, acechaban a las tierras de la Amrica Latina. Muchos son, en una u otra direccin los ejemplos que fundamentan esta preocupacin en Mart. Resalta, por ser precisas y de extraordinaria vigencia lo expresado por el en su artculo: La polmica econmica. A conflictos propios, soluciones propias, publicado en la Revista Universal de Mxico el 23 de septiembre del1875, cuando apenas contaba con 22 aos, en el que se expresa su criterio en defensa de lo autctono, ante el dilema que conlleva la invasin en el mercado mexicano de rebozos producidos en Estados Unidos, a menor precio que los producidos por la industria nacional, lo que afectaba seriamente a los productores nacionales tanto en sus mercados como en sus ganancias y que en un momento determinado amenazaba con el cierre de las fbricas nacionales. Expresa la necesidad de que se estudie profundamente el conflicto y que se buscasen las soluciones en la propia naturaleza y realidad del pueblo mexicano sin copiar experiencias forneas.

Al respecto se destaca su idea que expresa: La imitacin servil extrava en economa como en Literatura y en Poltica (1) Prevea en este sentido la afectacin que implicara a los trabajadores, los desposedos de toda riqueza que no fuera las que generaran con su trabajo; cuando puntualizaba: Debe buscarse al mismo tiempo la manera de que no perezcan sin trabajo los operarios de las fbricas de rebozos mexicanos, porque no sin miserias y rudas transiciones van los obreros habituados a su oficio, de un oficio a otro (2). Por ltimo en este artculo significa la importancia que tiene para los pueblos contar con sus propios recursos cuando precisa: Conviene adems que las fbricas de rebozos no se extingan, porque siempre es conveniente tener industria propia (3) En el campo de la formacin jurdica, se destaca de manera extraordinaria su artculo Los Cdigos Nuevos, en el que expresa no solo su admiracin por la creacin del nuevo Cdigo Civil de Guatemala sino que adems destaca su trascendencia para el resto de los pueblos de Amrica cuando expresa:

Losnacimientos deben entre s corresponderse y los de nuevas nacionalidades requieren nuevas legislaciones (4) para ms adelante, en su parte final, concluir: No ha cumplido Guatemala del ao 21 ac, obra tan grande como esta. Al fin la independencia ha tenido su forma! Al fin el espritu nuevo ha encarnado en la Ley! Al fin se es lo que se quera ser! Al fin se es americano en Amrica, vive republicanamente la Repblica y tras 50 aos de barrer ruinas, se echan sobre ellas, los cimientos dela nueva nacionalidad viva y gloriosa (5) Por ltimo, resaltar el papel que Jos Mart considera que debe desempea la autoctona cultural como arma fundamental en el alcance y conservacin de la independencia de los pueblos de Amrica se destaca claramente en las ideas expuestas por Mart en su artculo El carcter de la Revista Venezolana publicado en el 2do nmero de la Revista el 15 de julio de1881, teniendo como punto de referencia algunos criterios llegados a la Redaccin de la Revista despus de ser publicado el primer nmero de la misma. Mart se ve precisado a exponer los objetivos, metas y propsitos que la revista desea enfrentar no solo para Venezuela sino para la Amrica toda. De tal manera plantea:

Animada de estos pensamientos y anhelosa de hacer la obra ms til, la Revista Venezolana viene a la luz, no para dar salida a producciones meramente literarias no a ser casa de composiciones aisladas sin plan fijo, sin objeto determinado, sin engranaje ntimo, sin marcado fin patrio. Viene a dar aposento a toda obra de letras que haga relacin visible, directa y saludable con la historia, poesa, arte, costumbres, familias, lenguas, tradiciones, cultivos, trficos e industrias venezolanas. Quien dice Venezuela dice Amrica, que los mismos males sufren, y los mismos frutos se abastecen; y los mismos propsitos alimentan el que en las mrgenes del Bravo codea en tierra de Mxico al apache indmito, y el que en tierras del Plata vivifica sus fecundas simientes en el agua agitada del Arauco (6)El perodo en el que Mart vivi en los Estados Unidos, comprendido entre 1881-1985 (matizado con viajes coros a varios pases latinoamericanos) fue realmente fructfero, no solo en lo referente a su labor en la forjacin de la unidad de los cubanos y la proyeccin, organizacin y puesta en marcha del proyecto revolucionario en funcin de la verdadera y definitiva independencia de Cuba del yogo espaol, sino adems por la forma en que se fueron consolidando en l sus ideas antiimperialistas y latinoamericanistas, como aspectos imprescindibles en el logro de la descolonizacin cultural de los pueblos de Latinoamrica.

Para Mart la descolonizacin cultural es tan necesaria como la propia independencia, sin la una no puede no puede existir la otra, y batalla desde todas las reas posibles en la consolidacin de ambas. Son muchas las referencias que se pueden sealar con ejemplos de esa actividad de Mart. Se puede tomar como punto de partida lo expuesto en Vindicacin de Cuba, artculo altamente valioso por su contenido y esencia, escrito el 23 de marzo de 1889 como respuesta contundente a las ofensivas palabras escritas en el diario The Manufacturer y que fueron tambin reproducidas por el diario The Evening Post. En defensa de la hidalgua, el decoro y el valor moral de los cubanos como pueblo, escribe Mart con razones como salidas del ms puro manantial de ideas justas, ante una de las ltimas aseveraciones de The Manufacturer: Nunca se ha desplegado ignorancia mayor de la historia y el carcter que en esta ligersima aseveracin. Es preciso recordar, para no contestarla con amargura, que ms de un americano derram su sangra a nuestro lado en una guerra que otro americano haba de llamar una farsa. Una farsa, la guerra que ha sido comparada por los observadores extranjeros a una epopeya, el alzamiento de todo un pueblo, el abandono voluntario de la riqueza, la abolicin de la esclavitud en nuestro primer momento de la libertad, el incendio de nuestras ciudades con nuestras propias manos, la creacin de pueblos y fbricas en los bosques vrgenes, el vestir a nuestras mujeres con los tejidos de los rboles, el tener a raya, en diez aos de esa vida, a un adversario poderos, que perdi doscientos mil hombres a manos de un pequeo ejrcito de patriotas, sin ms ayuda que la naturaleza.(7) Posteriormente en el diario La Nacin de Buenos Aires, entre los das 19 y 20 de diciembre de 1889, escribe sobre El Congreso Internacional de Washington y expresa un grupo de ideas muy precisas en torno a la creciente amenaza que se cerna (a la sombra de tan poderos vecino) sobre las tierras de Amrica: Jams hubo en Amrica, desde su independencia hasta ac, asunto que requiera ms sensatez, ni que obligue a ms vigilancia, ni pida examen ms claro y minucioso, que el convite que los Estados Unidos, potentes, repletos de productos invendibles y determinados a extender sus dominios en Amrica, hacen a las naciones americanas de menos poder, ligadas por le comercio libre y til con los pueblos europeos, para ajustar una liga contra Europa y cerrar tratos con el resto del mundo. De la tirana de Espaa supo salvarse la Amrica espaola; y ahora; despus de ver con ojos judiciales los antecedentes, causas y factores del convite, urge decir, porque es la verdad, que ha llegado para la Amrica espaola la hora de declarar su segunda independencia(8) En igual sentido, en defensa de la realidad latinoamericana, de sus races y potencialidades como conjunto de pueblos libres e independientes, Mart alerta sobre otro de los peligros que encierra la ambicin del poderoso vecino, que ahora se esmera en buscar nuevas alianzas con los pueblos del sur. En mayo de 189, sobre la Conferencia Monetaria Internacional, escribira: Quien dice unin econmica, dice unin poltica. El pueblo que compra, manda. El pueblo que vende sirve. Hay que equilibrar el comercio para asegurar la libertad, y para puntualizar an ms la idea del peligro, reafirma con mayor energa: Si algn oficio tiene la familia de repblicas de Amrica, no es ir de arria de una de ellas contra las repblicas futuras (9)Por ltimo, consideramos importante resear un juicio martiano que ilustra fehacientemente la consistencia de su ideario antiimperialista, y como, en el anlisis profundo y meticuloso de las causas, se pueden desentraar las esencias de los pueblos. Tal es el caso de lo expuesto en su artculo La verdad sobre Estados Unidos, publicado en Patria, el 23 de marzo de 1894, en el que destaca, entre mltiples elementos de la historia norteamericana que: Lo que ha de observar el hombre honrado es precisamente que no solo no han podido fundirse, en tres siglos de vida comn, o uno de ocupacin poltica, los elementos de origen y tendencia diversos con que se crearon los Estados Unidos, sino que la comunidad forzosa exacerba y acenta sus diferencias primarias y convierte la federacin innatural en un estado, spero, de violenta conquista (10) Por otra parte puede decirse sin lugar a dudas que el proyecto latinoamericanista, antiimperialista y de descolonizacin cultural de los pueblos de Amrica se encuentra identificado en los objetivos propuestos por Jos Mart desde los propios documentos del PRC.

En medio del cmulo de actividades desplegadas por Jos Mart en funcin de garantizar las condiciones para el reinicio de la gesta por la independencia en Cuba, etapa que se destaca por su ardua labor poltica y poder de convocatoria de todos los que deseaban la libertad de la patria, Mart se destaca como un extraordinario estratega que avizora las necesidades y riesgos de un proceso de radicalizacin de fuerzas, que va ms all de una mera contienda blica para convertirse en el principio y fin del surgimiento desde s y para s de toda una nacin moderna, que no ve el mrito de ser libre para ella si este no iba aparejado a la contribucin de lograr la libertad de otra nacin, Puerto Rico, tan explotada y humillada en sus derechos propios como lo era Cuba, demostrando de esta forma la solidez del pensamiento latinoamericanista que defenda. Para ello redact el texto de las Bases del Partido Revolucionario Cubano, PRC, las que fueron definitivamente aprobadas en la noche del 5 de enero de 1892 y proclamadas unnimemente el 10 de abril de ese mismo ao. Tales intenciones se aprecian desde el primer artculo de las Bases del Partido Revolucionario Cubano cuando se especifica:

Artculo 1ero: El Partido Revolucionario Cubano se constituye para lograr con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia absoluta de la Isla de Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico (11)De cmo aprecia Mart el futuro de la nueva Repblica, a la luz de los ms avanzados proyectos democrticos del mundo, y en los que se distinguen las influencias experiencias recibidas en los largos aos vividos en los Estados Unidos, (en los que supo despojarse de una visin facilista y superflua de aquel modelo de estado democrtico) se puede comprender en la letra del artculo No 6 en el que se plantea: El Partido Revolucionario Cubano se establece para fundar la patria una, cordial y sagaz, que desde sus trabajos de preparacin, y en cada uno de ellos, vaya disponindose para salvar de los peligros internos y externos que la amenacen, y sustituir al desorden econmico en que agoniza con un sistema de hacienda pblica que abra el pas inmediatamente a la actividad diversa de sus habitantes. (12)Ms adelante, en los aos cercanos al reinicio de la gesta liberadora, justo en el 3er aniversario del PRC, publica en Patria el 17 de abril de 1894 un artculo en el que reafirma la idea latinoamericanista de garantizar la independencia total de las repblicas espaolas del yugo asfixiante de la Metrpoli cuando expresa: Nulo sera, adems, el espectculo de nuestra unin, la junta de voluntades libres del Partido Revolucionario Cubano, si, aunque entendiese los problemas internos del pas, y lo llagado de l y el modo con que se le cura, no se diera cuenta de la misin, an mayor, a que lo obliga la poca en que nace y su posicin en el crucero universal. Cuba y Puerto Rico entrarn a la libertad con composicin muy diferente y en poca muy distinta, y con responsabilidades mucho mayores que los dems pueblos hispanoamericanos. Es necesario tener el valor de la grandeza: y estar a sus deberes.(13) Del significado que entraa la labor conjunta de patriotas de toda la Amrica para el alcance de tales propsitos se refieren las palabras expresadas con honda visin del futuro de Latinoamrica, cuando dijo: La responsabilidad del fin dar asiento al pueblo cubano para recabar la libertad sin odio, y dirigir sus mpetus con la moderacin. Un error en Cuba, es un error en Amrica, es un error en la humanidad moderna. Quien se levanta hoy con Cuba, se levanta para todos los tiempos. Con esa reverencia entra en su tercer ao de vida, compasiva y segura, el Partido Revolucionario Cubano, convencido de que la independencia de Cuba y Puerto Rico no es slo el medio nico de asegurar el bienestar decoroso del hombre libre en el trabajo justo a los habitantes de ambas islas, sino el suceso histrico indispensable para salvar la independencia amenazada de las Antillas libres, la independencia amenazada de la Amrica libre, y la dignidad de la repblica norteamericana.. (14) Por ltimo, deseamos establecer, ya como colofn de la importancia y trascendencia de todo este proceso de gestacin revolucionaria para Cuba y Latinoamrica, referirnos a uno de los documentos ms importantes relacionado con la labor preparatoria de Mart, El Manifiesto de Montecristi, firmado por Mximo Gmez y Jos Mart el 25 de marzo de 1895, en el que se puntualiza:

La guerra de independencia de Cuba, nudo del haz de islas donde se ha de cruzar, en plazo de pocos aos, el comercio de los continentes, es suceso de gran alcance humano, y servicio oportuno que el herosmo juicioso de las Antillas presta a la firmeza y trato justo de las naciones americanas, y al equilibrio aun vacilante del mundo. Honra y conmueve pensar que cuando cae en tierra de Cuba un guerrero de la independencia, abandonado tal vez por los pueblos incautos o indiferentes a quienes se inmola, cae por el bien mayor del hombre, la confirmacin de la repblica moral en Amrica, y la creacin de un archipilago libre donde las naciones respetuosas derramen las riquezas que a su paso han de caer sobre el crucero del mundo. (15) En los momentos actuales son muchos los estudiosos de la vida y obra de Jos Mart y como los tiempos son de cambios y confrontaciones, de despertar y luchas por la justicia social que todo hombre y todo pueblo merece, se hace ms recurrente la relectura de las obras y escritos de este, el ms Universal de los cubanos. En tan necesaria y trascendente labor se destaca Cintio Vitier, uno de los ms claros pensadores cubanos contemporneos, autntico martiano y marxista quien ha dedicado largos aos de estudio al pensamiento y la obra de Jos Mart. Entre sus numerosos ensayos, libros y artculos dedicados al pensamiento y la obra de nuestro Apstol se destaca un artculo muy significativo titulado LA CUBA DE MART: PROYECTO, REALIDAD Y PERSPECTIVAS, escrito el 18 de mayo de 1995, expone: En la medida en que seamos capaces de asumirlas desde los problemas concretos de hoy y del futuro previsible, hay en la obra y la persona de Mart una epicidad interminable que tenemos que acercar a nuestro pueblo, y especialmente a nuestros jvenes como un manantial en perenne nacimiento. l dijo: La epopeya est en el mundo, y no saldr jams de l: la epopeya renace con cada alma libre: quien ve en s es la epopeya. ( ... ) Epopeya es raz. (16)

He aqu una semblanza martiana que se ajusta, de manera extraordinaria no solo para nuestro pueblo y su historia sino para el futuro que se alza para los pueblos de Latinoamrica y el Caribe.

Decir como se dice en estos tiempos en Amrica Latina y el Caribe: Revolucin, cambio, justicia social, oportunidades de crecimiento social e individual, pensamiento comn, inters comn, desarrollo, independencia, libertad, es reflejo de la Vigencia y la pertinencia de la Obra Martiana, la que nos ha de apoyar en este empeo. Por ello asegurar la obra de hoy es imperativo y garanta del maana de nuestros pueblos y la labor de estos pensadores, martianos en su esencia, y la de otros muchos, ser, sin lugar a dudas, una extraordinaria contribucin en el alcance de estos fines.

REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS.

(1) Prez Mart, Jos. Obras Completas. Editorial Ciencias Sociales La Habana, 1975. T.6 pg. 335Autora: Lic. Lidia Mary Mederos Camejo.Coord. de Carrera SUM San CristbalUniversidad de Pinar del Ro."Hermanos Saz Montes de Oca"