AUTONOMIA 141

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#141 Quincenario fortachón Editor: Francisco Jesús Trejo Corona autonomia.lja.mx Hasta hace unos meses lo último que supimos de ti fue que eras la bajista de Ruido Rosa. Ahora eres Silver Rose, tu banda, ¿cómo pasó? Me fui un tiempo a Los Ángeles, ahí me desar- rollé muchísimo más. Ya desde aquí llevaba algunas canciones escritas, tenía un rato com- poniendo, experimenté con otro tipo de música, quería ver qué me salía a mí sola. Empecé a to- car con una banda de la ciudad, The Wallburds, ellos me ayudaron a terminar las canciones y a maquetarlas. Luego empezaron a salir shows y fue todo. Dices que desde que te fuiste llevabas ya cier- tas ideas y tenías ya cosas compuestas, pero ¿en qué momento decidiste dejar de ser “la bajista” para convertirte en “la banda”? Antes de irme ya quería poder hacer canciones yo sola, empecé a tomar clases de canto y demás. Quería experimentar con otros estilos de música, con cosas más shoegaze, psicodélico, y después de grabar los primeros tres demos y subirlos a internet, mucha gente nos escribió para decir que les gustó mucho. A mí personal- mente me gustó mucho lo que estaba haciendo y yo soy mi crítica más fuerte. Fue mucho de hacerlo por mí y para mí. De repente te viste tú como el rostro del proyecto para tocar nuevos instrumentos y ser la voz de Silver Rose… ¿cómo ha afectado eso tu concepción de la música y de tener una banda? Tocar otros instrumentos, empezar a cantar y tener que preocuparme por todos los pequeños detalles en cuanto a composición y grabación fue una chamba más pesada e inusual de la que hacía antes. Pero eso me ayudó a valorar mucho más el trabajo de un guitarrista, de un vocalista, del productor… entendí mejor los roles de todos dentro de la banda. ¿Qué se siente ser la vocalista de la banda? Me sigo poniendo muy nerviosa al cantar, es una de las cosas más extrañas del mundo. Pero ahí voy, poco a poco (risas). ¿Qué tan diferentes son ahora tus procesos de creación? Antes estaba el resto de Ruido Rosa, pero incluso en este, tu propio proyecto, traba- jaste con otros músicos… Es mucho muy diferente. En Ruido Rosa podía sacar un riff, una idea general, o que alguien más podía aportar y después todas la trabajábamos y agregábamos algo. En Silver Rose yo hago prácticamente todo, la melodía, la letra, de qué se va a tratar la canción. Muchas veces parto del bajo, siempre me ha ayudado a sacar ideas, el ritmo me indica hacía dónde va a ir la melodía. Encima trato de agarrar los leads de guitarras, de mostrar las notas principales, los ritmos y acordes que van encima o al revés, meter la gui- tarra y luego el bajo. No hay algo establecido. Ya con las ideas de la voz y la letra, llevo la canción con la banda y ellos aportan ideas, las cuales voy filtrando. Por Samuel Nava | Ultramarinos.co SILVER ROSE NO TAN PESADO Y MÁS BIEN PSICODÉLICO Un día, Carla Sariñana decidió sacar las ideas e inquietudes que (seguramente) todo músico debe traer, decidió dejar de lado el bajo y vol- verse el rostro y voz de su propio proyecto. Así, dejó de ser “la bajista de Ruido Rosa” –cosa que para empezar, le ha costado su trabajo, trayecto- ria, dedicación y entrega– para convertirse en el rostro de Silver Rose. Con un sonido saturado de distorsión y fuzz, apegado mucho al shoegaze y con coqueteos al dreampop, Silver Rose está en aras de presentar su primer EP, el cual podremos escuchar comple- tamente durante su presentación en el próximo Festival Marvin. Así pues, tuvimos la oportunidad de hablar con Carla, preguntarle sobre su nueva banda, sus influencias y por qué la escena de LA fue el lugar perfecto para desarrollar su sonido. "En México sí hay bandas, pero faltan bandas buenas" - s e a - a ¿Qué podemos encontrar en el primer EP de Silver Rose y cuándo lo podremos escuchar completo? Está pensado para que salga en la primera semana de junio y van a poder escuchar las seis canciones. Ahorita los temas están en soundcloud, donde empecé a subir mis demos. Ahí pueden escuchar “Take Me Home” y “Sueño de Amor” que están también en todas las plataformas musicales. En algún lugar escuché que fue tu estancia en Los Ángeles lo que le dio ese sonido shoegaze-dreampop a tu proyecto, ¿eso habría cambiado si te hubieras quedado en la Ciudad de México? Probablemente. La escena independiente en Los Ángeles tiene un sonido muy específico, hay muchísimas bandas de shoegaze, de psicodelia, de un rockcito muy al estilo California y eso influyó mucho en mi manera de componer. Muchos músicos experimentan a lo largo de su carrera con instrumentos, estilos… ¿estás ahora en el punto al que quería llegar Carla Sariñana como creadora en Silver Rose? Es chistoso, porque al principio pensé que esto iba a ser más ruidoso, quería dirigirlo más hacia lo psicodélico. Una cosa es querer hacer algo y otra cosa es lo que te sale (risas) y siendo mis primeras composiciones, esto fue lo que me salió. Obviamente al componer te das cuenta de qué puede funcionar para cuál proyecto, y entonces dices “esto sí suena a Silver Rose, esto no suena a Silver Rose”, pero dejé de pelearme por dirigirlo tanto, a veces cuando tratas de que suene muy psicodélico o muy rockero, deja de sonar genuino. Entonces sí, mis influencias son el shoegaze y la psicodelia, pero lo dejé fluir, que fuera lo que tenía que salir. A ver qué sale en el futuro, quizá me vuelva más dark o más pop, quién sabe (risas). Sigue en la 2 ->->->->->->->->->->->>>>>>

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SUPLEMENTO FORTACHÓN DE LA JORNADA AGUASCALIENTES

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#141Quincenario fortachónEditor: Francisco Jesús Trejo Corona

autonomia.lja.mx

Hasta hace unos meses lo último que supimos de ti fue que eras la bajista de Ruido Rosa. Ahora eres Silver Rose, tu banda, ¿cómo pasó?

Me fui un tiempo a Los Ángeles, ahí me desar-rollé muchísimo más. Ya desde aquí llevaba algunas canciones escritas, tenía un rato com-poniendo, experimenté con otro tipo de música, quería ver qué me salía a mí sola. Empecé a to-car con una banda de la ciudad, The Wallburds, ellos me ayudaron a terminar las canciones y a maquetarlas. Luego empezaron a salir shows y fue todo.

Dices que desde que te fuiste llevabas ya cier-tas ideas y tenías ya cosas compuestas, pero ¿en qué momento decidiste dejar de ser “la bajista” para convertirte en “la banda”?

Antes de irme ya quería poder hacer canciones yo sola, empecé a tomar clases de canto y demás. Quería experimentar con otros estilos de música, con cosas más shoegaze, psicodélico, y después de grabar los primeros tres demos y subirlos a internet, mucha gente nos escribió para decir que les gustó mucho. A mí personal-mente me gustó mucho lo que estaba haciendo y yo soy mi crítica más fuerte. Fue mucho de hacerlo por mí y para mí.

De repente te viste tú como el rostro del proyecto para tocar nuevos instrumentos y ser la voz de Silver Rose… ¿cómo ha afectado eso tu concepción de la música y de tener una banda?

Tocar otros instrumentos, empezar a cantar y tener que preocuparme por todos los pequeños detalles en cuanto a composición y grabación fue una chamba más pesada e inusual de la que hacía antes. Pero eso me ayudó a valorar mucho más el trabajo de un guitarrista, de un vocalista, del productor… entendí mejor los roles de todos dentro de la banda.

¿Qué se siente ser la vocalista de la banda?

Me sigo poniendo muy nerviosa al cantar, es una de las cosas más extrañas del mundo. Pero ahí voy, poco a poco (risas).

¿Qué tan diferentes son ahora tus procesos de creación? Antes estaba el resto de Ruido Rosa, pero incluso en este, tu propio proyecto, traba-jaste con otros músicos…

Es mucho muy diferente. En Ruido Rosa podía sacar un riff, una idea general, o que alguien más podía aportar y después todas la trabajábamos y agregábamos algo. En Silver Rose yo hago prácticamente todo, la melodía, la letra, de qué se va a tratar la canción. Muchas veces parto del bajo, siempre me ha ayudado a sacar ideas, el ritmo me indica hacía dónde va a ir la melodía. Encima trato de agarrar los leads de guitarras, de mostrar las notas principales, los ritmos y acordes que van encima o al revés, meter la gui-tarra y luego el bajo. No hay algo establecido. Ya con las ideas de la voz y la letra, llevo la canción con la banda y ellos aportan ideas, las cuales voy filtrando.

Por Samuel Nava | Ultramarinos.co

SILVER ROSE NO TAN PESADO Y MÁS BIEN PSICODÉLICO

Un día, Carla Sariñana decidió sacar las ideas e inquietudes que (seguramente) todo músico debe traer, decidió dejar de lado el bajo y vol-verse el rostro y voz de su propio proyecto. Así, dejó de ser “la bajista de Ruido Rosa” –cosa que para empezar, le ha costado su trabajo, trayecto-ria, dedicación y entrega– para convertirse en el rostro de Silver Rose.

Con un sonido saturado de distorsión y fuzz, apegado mucho al shoegaze y con coqueteos al dreampop, Silver Rose está en aras de presentar su primer EP, el cual podremos escuchar comple-tamente durante su presentación en el próximo Festival Marvin. Así pues, tuvimos la oportunidad de hablar con Carla, preguntarle sobre su nueva banda, sus influencias y por qué la escena de LA fue el lugar perfecto para desarrollar su sonido.

"En México sí hay bandas, pero faltan bandas buenas"

"Nos veo en el mains-tream, todos estamos influenciados por lo que suena en la radio, podría pasar, nos agrada la mú-sica de Bieber o Ariana Grande, y son cosas que llegan a todos"

¿Qué podemos encontrar en el primer EP de Silver Rose y cuándo lo podremos escuchar completo?

Está pensado para que salga en la primera semana de junio y van a poder escuchar las seis canciones. Ahorita los temas están en soundcloud, donde empecé a subir mis demos. Ahí pueden escuchar “Take Me Home” y “Sueño de Amor” que están también en todas las plataformas musicales.

En algún lugar escuché que fue tu estancia en Los Ángeles lo que le dio ese sonido shoegaze-dreampop a tu proyecto, ¿eso habría cambiado si te hubieras quedado en la Ciudad de México?

Probablemente. La escena independiente en Los Ángeles tiene un sonido muy específico, hay muchísimas bandas de shoegaze, de psicodelia, de un rockcito muy al estilo California y eso influyó mucho en mi manera de componer.

Muchos músicos experimentan a lo largo de su carrera con instrumentos, estilos… ¿estás ahora en el punto al que quería llegar Carla Sariñana como creadora en Silver Rose?

Es chistoso, porque al principio pensé que esto iba a ser más ruidoso, quería dirigirlo más hacia lo psicodélico. Una cosa es querer hacer algo y otra cosa es lo que te sale (risas) y siendo mis primeras composiciones, esto fue lo que me salió.

Obviamente al componer te das cuenta de qué puede funcionar para cuál proyecto, y entonces dices “esto sí suena a Silver Rose, esto no suena a Silver Rose”, pero dejé de pelearme por dirigirlo tanto, a veces cuando tratas de que suene muy psicodélico o muy rockero, deja de sonar genuino. Entonces sí, mis influencias son el shoegaze y la psicodelia, pero lo dejé fluir, que fuera lo que tenía que salir. A ver qué sale en el futuro, quizá me vuelva más dark o más pop, quién sabe (risas).

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¿Qué se puede esperar de tus shows en vivo?

Realmente nuestros shows son muy profundos, muy intensos, pero no son shows donde nos vayan a ver moviéndonos mucho o rockeando durísimo, porque las canciones no son así. Yo me encargo de plasmar el amor y la profundidad de esas canciones, no son canciones que vas a ir a brincar, sino que son temas que vas a ir a escuchar y a prestarles atención. Sí, puede ser un show muy intenso, pero también es uno muy introspectivo.

Nos contabas de tu estancia en Los Ángeles, donde todo el tiempo hay música. Luego regresas a la Ciudad de México, donde todo el tiempo pasan cosas, hay festivales con bandas nuevas y otras no tan nuevas, ¿cómo calificarías el estado de salud de la ciudad?

Allá la escena es tan grande y hay tantas bandas, a veces es como claustrofóbico. Hay shows todos los días, con las mismas bandas tocando todos los días en los mismos espacios, a veces es demasiado para la gente y es difícil encontrar bandas increí-bles a menos que se los vendas de cierta manera. Es demasiado. En México ocurre lo contario, sí hay bandas, pero faltan bandas buenas. Sí, hay proyectos, pero no a todos les dan espacios y eso es algo que un grupo debe ver a su favor y no en su con-tra. En la ciudad hay espacios y ahí la gente puede ir y verte, a diferencia de una ciudad enorme en donde todo el tiempo hay competencia. Entonces las bandas deben cambiar su chip, iden-tificar las oportunidades que trae consigo estar en la ciudad y aprovecharlas.

@stupidtobegin

*Dice que Pinches Pumas y que la Conmebol trae complot

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VIENE DE PORTADA | SILVER ROSE

ABBACOOK:" SOMOS UNA BANDA DE FUNK, CON TINTES DE MÚSICA DISCO; QUEREMOS INVITARLOS A LA FIESTA"

Con motivo de su primera visita a tie-rras aztecas, fuimos a platicar con Jorge Campoverde y Pancho Feraud, acerca de su sonido, del nuevo aire que está tomando la escena ecuatoriana y del porqué lo que ocurre en México es un modelo a seguir para ellos.

¿Quiénes son Abbacook y qué significa el nombre?

Pancho: Somos una banda de funk, con tintes de música disco. Somos de Guayaquil y el nombre se deriva de las palabras Abba, que significa “Padre” y que es una referencia directa a Dios, y cook, que en inglés es “cocinar” (risas).

Jorge: Más que darle un significado religioso al nombre de la banda, busca-mos dotarlo de un discurso responsable, aportar algo en un momento en el que las cosas no andan bien. Con nuestra música queremos invitarlos a la fiesta, queremos sacar lo bueno de lo malo.

¿Cuál fue su experiencia con las redes sociales para dar a conocer su música, primero del otro lado de Ecuador y ahora en México?

J: Nosotros comenzamos a hacer expe-rimentos de estudio hace algún tiempo. Trabajábamos en estudios Fediscos y de repente comenzamos a mostrarnos riffs, arreglos, comenzamos a componer. Luego incluimos baterista y bajista, pero seguía siendo un proyecto de estudio.

P: Un amigo subió la maqueta de una canción a Reverbnation y después se movió por Facebook. De repente había más gente que decía “escuché una can-ción tuya”.

¿Cómo se percibe la escena mexicana desde Sudamérica, especialmente desde Ecuador?

P: Hay referencias de México por todos lados, en la música, en las telenovelas

(risas). Desde que estaba en esa edad en la que defines qué vas a escuchar, entre los 12 o 13 años, ya escuchaba Zurdock y Jumbo a full. Luego conocí Plastilina Mosh, Molotov, estaba muy in-fluenciado también por lo que pasaban en MTV México.

Entre las bandas actuales me gusta Chetes, León Larregui, Zoé. Me gusta muchísimo Technicolor Fabrics, y fue curioso que el otro día conocí a su ba-terista casi sin querer: estábamos en el show benéfico por Ecuador y comencé a platicar con alguien que me decía que era productor y demás. Me preguntó si me gustaba Technicolor Fabrics, le dije que me encantaban y me dijo que él era el baterista (risas).

Para aquellos que no han tenido chance de escucharlos, ¿por qué tienen que acercarse a su música?

P: Atrévanse a escuchar. A mí personal-mente me encanta que me recomienden música, lo posteo en redes sociales y encuentro cosas increíbles. Descubran a qué suena Ecuador, es genial.

J: El arte está en todos lados, y lejos de Estados Unidos y Europa también pasan cosas. Vivan la fiesta de “Frío y Calor”, saquen lo bueno de lo malo.

¿Cuáles son los planes inmediatos de Abbacook?

P: Estaremos en México unos días más, hablando con más medios y esperando conseguir alguna otra tocada. La inten-ción es acercarnos a la gente y mostrar-les lo que hacemos. No podemos tirar una granada, es más bien como venir a sembrar semillas y esperar que con el tiempo y el trabajo, florezca.

Abbacook se encuentra promocionando su sencillo "Frío y Calor"

@stupidtobegin

Por Samuel Nava | Ultramarinos.co

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En algún punto de nuestra vida y de algún mod, nos topa-mos con una persona que sabe o cree saberlo todo acerca de un tema en específico. ¡Cuidado con que lo abordes sobre eso y tengas discrepancias con su pensamiento!, lo más seguro es que te catalogue de ignorante, inculto, pocoviajado… y un sinfín de calificativos. Y es que este fenómeno nos está permeando cada vez a mayor escala. Lo dijo antes Inti Acevedo (http://bit.ly/IntiError):

Hemos perdido el derecho al error. No podemos equivocar-nos. No podemos salirnos del carril invisible.

Aunque en su texto él se refiere a lo política-mente correcto ¿qué tan distante están los puristas de la vida de querer hacer todo un acto solemne y burocrático de las opiniones y el conocimiento? La opinión se ha convertido en un deporte ex-tremo y más si lo hacemos en una red social. Más allá de hacer uso de la libertad de expresión, escribir algunas líneas parecería estar en un campo minado esperando que explote la primer bomba. Ya no existe el lugar al debate; se convirtió en una especie de batalla a la usanza de los viejos coliseos romanos en el que con descalificaciones, señala-mientos hostiles y palabras de jerga tendemos a encontrar

a como dé lugar el error. No aportamos, no construimos: estamos destinados a destrozar a quien no piense igual. Quizá haya un disfrute especial al demostrar una pizca mayor de conocimiento, pero ¿por qué no lo compar-timos? Conocimiento es poder, decía Francis Bacon, y vaya manera de sentirnos poderosos que queriendo imponer nuestra manera de pensar. La mayoría de nosotros, en mayor o menor medida hemos estado en ambos bandos: el que conoce y el que no conoce, y tanto peca el que no sabe cómo el que cree saberlo todo. Por algún motivo estamos convencidos de que el mundo debería estar de acuerdo con la manera en que pensamos, hacemos las cosas, vivimos, respiramos… ¿se nos agotó la capacidad de asombro? Pareciera, en ocasiones, que ya no hay nada por descubrir bajo el sol; una posibilidad siempre latente, mientras cada cabeza sea un mundo, es la dificultad de concebir que exista la verdad absoluta, un gusto supremo o una inteligencia superior. Los estándares establecidos en todo lo anterior (gusto, verdad, inteligencia) complican el panorama de aceptación a lo desconocido, nos orillan a sentir que sólo nuestras pasiones son válidas. Y aunque personalmente no comparto que la tolerancia sea un valor, o que tengamos que soportar lo que no nos gusta, no poseo de ningún

poder o don divino para detener al otro de lo que, legal-mente, disfruta, práctica, cree. Más allá del egoísmo que pueda acarrear el cono-cimiento (o desconocimiento) que tenemos sobre alguna disciplina, podríamos, por amor a lo que creemos, hacer un esfuerzo por llevar a aquellos que lo permitan ese pedazo de saber que hemos cultivado. Tener gusto por algo, se convirtió en un trono simbólico que, pareciera, nos faculta para juzgar a diestra y siniestra, rechazar y menospreciar a quien piensa distinto. A su vez, ser purista nos ha arrebatado poco a poco el valioso disfrute de conocer. Y es que, pese a que habría que reconocer que algunas cosas están bien hechas y otras no, esa punzada que sentimos en la lengua cada que vamos a hacer una crítica, pareciera que se convierte en una llamarada de dragón que planea destrozar eso que nos parece molesto. Que si la música popular, que si el cine de arte, el deporte, la religión, la política. Dejémonos ya de guerras sucias. En gustos se rompen géneros, hasta la ciencia es falseable, (según una de mis mejores amigas la gravedad está exenta de esta aseveración). Es entonces la batalla incesante sobre defender nuestras pasiones, ser puristas de la vida y rechazar lo desconocido, atrevernos a juzgar lo que no hemos experimentado y tener la completa disposición de negarnos a debatir haciendo escudo en la necedad. / @dramanieves

Por Daniela RamírezEL TRONO DE LOS ERUDITOS

AGUASCALIENTES Y SU AÑEJO MODELO URBANO¿Y LAS RECOMENDACIONES DE ORGANISMOS DE VANGUARDIA INTERNACIONAL?

Por Miguel Ángel Franco | Foto: Cristian De Lira (Fraccionamiento Sol Naciente, AGS)

El diagnóstico de la Zona Metropolitana de Aguascalientes demuestra que existen 454 000 vehículos y se proyecta que para 2025, el parque vehicular incrementará de forma exponencial. En las áreas metropolitanas medias del Bajío Occidente como Aguascalientes, se continúa imitando el añejo y oxidado modelo de las urbes estadounidenses. Se dedican enormes cantidades de dinero en in-fraestructura para movilidad exclusivamente motorizada, con la suposición de que para aliviar los congestionamien-tos viales y mejorar la calidad de vida urbana se necesita seguir invirtiendo y desarrollando un idéntico patrón en beneficio del automóvil. Imposible tener resultados dife-rentes haciendo lo mismo una y otra vez. De igual forma, la ciudad de Aguascalientes se ubicó en el número 11 de 30 ciudades evaluadas en el "Ranking de Ciclociudades 2015" realizado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo México. Es alarmante la forma en que descendió en dicho ranking ya que en 2013 ostentaba el lugar número 3. El estudio revela

que en la capital aguascalentense hace falta desarrollar rubros como un área especializada en movilidad no moto-rizada (peatonal y ciclista), es así que se evidencia su poca infraestructura en bici-estacionamientos, la poca mejoría en las ciclovías y la ausencia de un sistema de bicicletas públicas, entre otros detalles. Si queremos ser optimistas, podemos observar que la urgente necesidad de crear ciudades para la gente y no para el automóvil parece que por fin encuentra un poco de eco, por lo menos, en las pro-puestas de políticas públicas a seguir por los candidatos que pretenden la gubernatura del estado y los municipios. Así lo han hecho ver en sus respectivas campañas electo-rales los abanderados independientes y partidistas, acer-cándose a las diversas organizaciones civiles que tratan el tema. Por el contrario si queremos ser realistas, los resultados de una mala planeación metropolitana saltan a la vista, desde los continuos "pasos a desnivel" que solo abonan al incremento del tráfico vehicular, afeando de

paso el entorno; hasta el ecocidio e historicidio ocurrido en la Alameda. La obra que hicieron nuestros abuelos hace décadas al salir a la calle a plantar arboles y enverdecer esta seca ciudad, fue convertida, en un burdo y corriente parque recreativo digno de cualquier nueva colonia o coto privado a las orillas de la ciudad. En la misma tónica, a nivel global la ONU en su informe Estado de las ciudades en América Latina y el Caribe (2012), también hace notar la apremiante tarea de una nueva transición urbana, enfocada a humanizar el es-pacio público y la movilidad sustentable. De hecho creó un resumen ejecutivo llamado "Planificación y diseño de una movilidad urbana sostenible: orientaciones para políticas", que debe servir para que los funcionarios públicos lo to-men como guía. Así mismo, el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 en su apartado "México prospero", específi-camente en el objetivo 4.9, hace hincapié en mejorar la movilidad de las ciudades mediante sistemas de transporte urbano masivo, congruentes con el desarrollo urbano sustentable y fomentar el uso del transporte público ma-sivo mediante medidas complementarias de transporte peatonal, la utilización de bicicletas y la racionalización del uso del automóvil. Aunque aún falta mucha informa-ción exacta referente a la movilidad no motorizada en las metrópolis mexicanas. Según el reporte nacional de movi-lidad urbana en México 2014- 2015 hecho por el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT, 2014), se puede advertir (de forma espe-ranzadora, tomado en cuenta los contextos nacionales) que en algunas ciudades como Aguascalientes, cuatro de cada diez personas utilizan la movilidad no motorizada (peatonal y ciclista) para desplazarse. Es menester de la ciudadanía luchar y presionar porque esto no se vaya per-diendo, a pesar de las envestidas de un sistema nacional que antepone el incremento porcentual a cuenta gotas del PIB, por sobre lo que más debería importar; la mejora en la calificación del IDH (Índice de Desarrollo Humano), me-dición que determina la calidad de vida de los habitantes a nivel mundial. Seamos responsables, en cuestión de 5 años podremos ver las colosales consecuencias (positivas o negativas) de lo que hagamos ahora en nuestra ciudad.

@mifrancov | @Urbanotopia_LJA | Bibliografía en LJA.mx* Máster enEstudios en la Unión Europea, Políticas Públicas

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X-MEN APOCALYPSE ¿DEMASIADO DIFERENTE AL CÓMIC?Por J.S. Cainiz

RESEÑA (ANTES HIPSTERLAND)

El universo de los X-Men es de por sí complejo, ya son más de 50 años de continuidad en los cómics, y en el cine ya hemos visto 9 adaptaciones de la fran-quicia mutante (seis de los insólitos Hombres X, dos de Wolverine, y la estupenda Deadpool), por lo que es difícil seguirle la pista a una historia en expan-sión, nutrida de variados y carismáticos personajes.Desde sus inicios en 1963, de la mano de Stan Lee y Jack Kirby, bajo el eslogan: “The Strangest Super-heroes of All”, el mundo conoció a los mutantes, nacidos con habilidades extraordinarias, temidos y odiados por el mundo que juraron proteger. La intención del cómic era hacer un eco de las minorías discriminadas, la intolerancia y el odio racial. En esa época, gente como Martin Luther King o Malcom X, luchaban por los derechos de los afroamericanos, y precisamente los líderes mutantes: el profesor Xavier y Magneto, representan los extremos ideoló-gicos para con sus opresores. Ya sea a través de la coexistencia pacífica, o el uso extremo de la fuerza, los mutantes se enfrentan a la raza humana que teme perder su supremacía evolutiva. Con ese planteamiento se ha mantenido el concepto de los mutantes en el Universo Marvel hasta nuestros días. Más allá de esa relación con nuestra realidad, lo que hace tan populares a estos personajes, es el carisma que adquirieron al ser escritos durante los 70 y 80´s por Chris Claremont, guionista que firmó las historias de los X-Men inin-terrumpidamente por más de 15 años (del número 90 al 280), lo que permitió a los hijos del átomo adquirir una riqueza de matices nunca antes vista en los cómics de superhéroes. Para Claremont la continuidad era lo más importante. Los personajes convivían, compartían lazos afectivos, se enamora-ban, peleaban, se reconciliaban, crecían como una gran familia, y acumulaban enemigos que nutrían una interesante galería de villanos. Las sagas están interconectadas, no se trata de aventuras aisladas. Y lo más curioso, a la salida de Claremont, el cómic no mermó en la calidad de sus historias durante algu-nos años, ya que la continuidad establecida permitía a los nuevos guionistas seguir una dirección bien delimitada. Pero, ¿ocurre lo mismo con las películas? Difícilmente podría trasladarse todo lo épico de la saga mutante en la gran pantalla. Y a pesar de ello, los pocos momentos capturados en dos trilogías, nos emocionan al basarse en algunas de las mejores historias que ha dado género. Esta segunda trilogía ha logrado renovar la franquicia. Patrick Stewart y Sir Ian McKellen son

sustituidos por James McAvoy y Michael Fassben-der. Sólo Hugh Jackman se mantiene en el rol de Wolverine, y Mystique, que interpreta originalmente Rebecca Romijn, es remplazada por una versión ju-venil que encarna Jennifer Lawrence. Es con Days of Future Past que nos enfrentamos a una nueva con-tinuidad. Así pues, X-Men Apocalypse se presenta como un reinicio que sigue arrastrando parte de la continuidad anterior, y no me refiero al cameo de Wolverine como Weapon X, sin duda uno de los me-jores fan service de toda la saga, sino a ir cerrando ciclos, y llegado el final de la película, estar seguros de que la siguiente nos presentará por fin a unos nuevos y mejorados Hombres X. La única forma de responder a la pregunta es con un rotundo “sí”, las adaptaciones siempre han sido y serán diferentes al cómic. Pero, ello no implica ir en contra de la esencia de los personajes. Cosa que ha ocurrido principalmente con Mystique (sabemos que Jennifer Lawrence vende), que la ma-yor parte del tiempo se muestra con su apariencia humana, a diferencia de la trilogía original, pero no sólo eso, pues ahora se presenta como heroína y no como la lideresa de la Brotherhood of Mutants. Siguiendo con Magneto, resulta plausible que per-der a su familia lo lleve a unirse a Apocalypse, pero como se verá hacia el final, no hay una explicación de lo que le motiva a regresar con los X-Men. Para ello pudo Quicksilver revelarle que es su hijo, y eso también es incongruente, la indecisión del corredor que se ha ganado la admiración del público, primero con la escena del film anterior (en el que rescata a Magneto de su prisión debajo del Pentágono), mien-tras suena de fondo Time in a Bottle de Jim Croce, y nuevamente en esta entrega, al ritmo de Sweet Dreams de los Eurythmics, en una escena memora-ble pero agotadora. Siguiendo con el recuento, la mayoría con-cuerda que el villano, En Sabah Nur / Apocalypse, queda a deber. Inicia bien en su presentación. El remontarnos al antiguo Egipto, la caracterización del primer mutante y sus seguidores (los jinetes del apocalipsis), el hecho de que la pirámide en la que se llevará a cabo el ritual ha sido creada a partir de tecnología Celestial (una antigua y poderosa raza alienígena que ha afectado la evolución de la Tie-rra). Luego, el estar hibernando por cinco mil años, es una explicación plausible de por qué nunca se habían topado con él nuestros héroes, pero contra-dice la esencia del personaje, quien sabedor de su longevidad, actúa siempre tras las sombras, intervi-niendo en la historia y evolución de la raza mutante,

planeando siempre a largo plazo, y actuando sólo cuando sabe que la victoria es inminente, lo que pretende plantearse en la película en el acto de destruir todas las armas nucleares. Respecto a sus nuevos jinetes: Storm, Psylocke, Angel y Magneto, sólo el tercero, con-vertido en Archangel, llegó a ser uno de los cuatro de Apocalypse, y representaba a Muerte, probable-mente Magneto encarna a Guerra, y quién es Ham-bre (¿Storm?) y Peste (¿Psylocke?), eso no queda claro, como tampoco se esclarecen las intenciones del villano, o las motivaciones de sus seguidores, más allá de beneficiarse con el incremento de sus habilidades. Lo que sí es un acierto es la nueva Jean Grey (interpretada por la actriz Sophie Turner, conocida por su personaje de Sansa Stark en Game of Thro-nes), que aquí ya demuestra su potencial como la mutante más poderosa, poseedora de la fuerza Fe-nix, sin duda será uno de los personajes clave para futuras entregas de la franquicia X. En general es una película entretenida, y a pesar de los tropiezos en el guion, deja una buena sensación en el espectador. Si ya la vieron, proba-blemente se quedaron con la duda de la escena post-créditos. Hay una muestra de sangre de Weapon X (Wolverine), que guardan en un maletín de la Essex Corp junto con otras muestras. Puede tratarse de Mr. Sinister, cuyo nombre real es Nathaniel Essex, y es el genetista más avanzado del mundo. Se especula que hará un clon de Wolverine, su versión femenina X-23.