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La inclusión Según la concepción liberal la democracia desempeña la tarea de programar al Estado en interés de la sociedad. Así, la política en el liberalismo tendría la función de amarrar e impulsar los intereses sociales privados frente a un aparato estatal especializado en el empleo de la administración. Para el liberalismo, la calidad de ciudadano está determinada por los derechos subjetivos frente al Estado y frente otros ciudadanos. Es decir, estamos hablando de derechos negativos. Estos derechos políticos le brindan al ciudadano hacer valer sus derechos privados de modo que Para la tradición republicana el estatus de ciudadano significa libertades en sentido positivo, esto es, la posibilidad de participar y comunicar. La razón de ser del Estado no radica primordialmente en la El republicanismo considera que estos derechos (subjetivos) se deben a un ordenamiento jurídico objetivo que hace posible la Se ha acostumbrado a considerar al Estado de Derecho y a la democracia como objetos pertenecientes a diferentes disciplinas. Pero la verdad es que no puede existir el Estado de Existe una conexión conceptual entre la modificabilidad del derecho positivo y un modo de producir legitimidad propia del derecho. Existe una conexión entre la teoría del derecho y la de la Kant y su concepto de legitimidad, es posible percibir dicha conexión. La ley debe establecerse como leyes coactivas y leyes de libertad. Es decir, el Estado garantiza al mismo tiempo la aplicación tácita del derecho y la creación legítima del derecho. Incluso, debe fundamentarse Las teorías del derecho racional han dado respuesta a la cuestión de la legitimidad de dos formas diferentes: a) Por la fundamentación de la legitimidad según la soberanía popular; y b) Según La autonomía jurídica de las personas se divide en: - Autonomía privada - Autonomía pública Ambas autonomías, las libertades subjetivas de

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La inclusión del otro

Según la concepción liberal la democracia desempeña la tarea de programar al Estado en interés de la sociedad. Así, la política en el liberalismo tendría la función de amarrar e impulsar los intereses sociales privados frente a un aparato estatal especializado en el empleo de la administración.

Para el liberalismo, la calidad de ciudadano está determinada por los derechos subjetivos frente al Estado y frente otros ciudadanos. Es decir, estamos hablando de derechos negativos. Estos derechos políticos le brindan al ciudadano hacer valer sus derechos privados de modo que éstos puedan agregarse con otros intereses privados configurando una voluntad política.

Para la tradición republicana el estatus de ciudadano significa libertades en sentido positivo, esto es, la posibilidad de participar y comunicar. La razón de ser del Estado no radica primordialmente en la protección de iguales derechos subjetivos, sino en la salvaguardia de un proceso inclusivo de formación de opinión y de la voluntad común.

El republicanismo considera que estos derechos (subjetivos) se deben a un ordenamiento jurídico objetivo que hace posible la integridad de una vida en común autónoma en igualdad de derechos y respeto recíproco

Se ha acostumbrado a considerar al Estado de Derecho y a la democracia como objetos pertenecientes a diferentes disciplinas. Pero la verdad es que no puede existir el Estado de Derecho sin democracia.

Existe una conexión conceptual entre la modificabilidad del derecho positivo y un modo de producir legitimidad propia del derecho. Existe una conexión entre la teoría del derecho y la de la democracia no solo histórico-conceptual, sino también conceptual o interna.

Kant y su concepto de legitimidad, es posible percibir dicha conexión. La ley debe establecerse como leyes coactivas y leyes de libertad. Es decir, el Estado garantiza al mismo tiempo la aplicación tácita del derecho y la creación legítima del derecho. Incluso, debe fundamentarse la legitimidad de normas que pueden ser modificadas “en cualquier momento por el legislador político”.

Las teorías del derecho racional han dado respuesta a la cuestión de la legitimidad de dos formas diferentes: a) Por la fundamentación de la legitimidad según la soberanía popular; y b) Según el imperio de la ley y los derechos fundamentales (es decir, los derechos humanos).

La autonomía jurídica de las personas se divide en: - Autonomía privada - Autonomía pública Ambas autonomías, las libertades subjetivas de acción del sujeto y la autonomía pública del ciudadano, se posibilitan recíprocamente.