Bepe - revista completa

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Revista Biblioteca Popular

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  • ABRIL 2014 | AO VIII | NMERO 14

    Directorangela SignesCoordinacin generalMara Julia Magistratti

    Coordinacin editorialMalena HigashiCoordinacin de redaccinOche Califa

    Coord. de diseo, arte y diagramacinLaura Rovito y Antonela RossiDiagramacinAntonela Rossi y Andrs GargiuloCoord. de produccin e imprentaEsteban GutirrezControl de produccin y pre-imprentaNora Bonis

    IlustracionesAdriana LugonesAntonela RossiFotografasSebastin MiquelPost produccin de imgenesPaola Toriano

    Colaboraron en este nmero: Carolina Romero, Libertad Fructuoso, Mauri-cio Kartun, Mara Olives, Matas Marini, Mar-tn Alzueta, Mayte Gualdoni, Marcela Garava-no, Nieves Castillo Alzuri, Omar Lobos, Pablo De Santis.

    Las opiniones vertidas en los textos que se publican son de la exclusiva responsabilidad de sus autores, y no expresan necesariamente el pensamiento ni la opinin de la Direccin.

    Registro de Propiedad Intelectual N 625405

    Envos y correspondencia: Ayacucho 1578 (1112), Ciudad de Buenos Aires, ArgentinaTelfono: (011) [email protected]

    BeP es una publicacin de propiedad de la Comisin Nacional de Bibliotecas Populares.

    NOVELA NEGRA ARGENTINA

    04. NEGRO SOBRE BLANCO: EL CRIMEN EN TINTA Y PAPEL12. En Red

    LAS BIBLIOTECAS POPULARES RECOMIENDAN LOS MEJORES LIBROS DEL GNERO

    14. Entrevista | Ricardo PigliaEL POLICIAL NEGRO ES UNA LITERATURA SOCIAL DE ALTSIMA CALIDAD

    20. Entrevista | Juan SasturainLA LITERATURA NEGRA ES UNA MANERA DE ESCRIBIR Y LEER

    26. UNA SEDUCCIN A NUESTRA CURIOSIDAD31. Cronistas de policial

    FICCIN O NO FICCIN, ESA ES LA CUESTIN

    34. Para Mirar ARTE TEXTIL: CREAR ENTRAMANDO

    38. Institucional LO QUE DEJ EL ENCUENTRO

    48. EL LECTOR Y SUS CIRCUNSTANCIAS, por MauricioKartun

    52. TextualesHCTOR TIZN: SOBRE EL ARTE DE LEER Y ESCRIBIR

    62. Cultura DigitalCDIGO QR: UN NOVEDOSO SISTEMA DE INFORMACIN PARA EL LECTOR

    66. ClsicosARTURO JAURETCHE Y SU MANUAL DE ZONCERAS ARGENTINAS

    72. Entrevista | Mara Ins FalconiLOS CHICOS DE HOY LEEN CON LA MISMA AVIDEZ QUE LOS DE HACE VEINTE AOS

    77. Para RecitarPOEMAS DE LA INFANCIA

    84. Obras completas de Roberto Tito CossaNI GRIS NI AUSENTE

    87. Mi bibliotecaIVN DE PINEDA

    88. CorrespondenciaLA COLUMNA SENTIMENTAL DE OLGA OROZCO

    89. Catlogo Colectivo 96. Cartelera

    www.conabip.gob.ar

    ILUSTRACIN DE TAPA: JUAN PABLO CAMBARIEREhttp://www.cambariere.com

    ILUSTRACIN DE SUMARIO: ANTONELA ROSSIhttp://powertoto.tumblr.com

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  • 33ABRIL 2014 | BeP

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  • NOTA DE TAPA

    NEGRO SOBRE BLANCO: EL CRIMEN EN TINTA Y PAPELLa novela negra tambin conocida con los trminos noir, hard-boiled o policial duro es una variante de la literatura policial que se desar-roll inicialmente en los Estados Unidos a comienzos de la dcada de 1930. Se caracteriza por retratar el mundo del crimen y la corrupcin de las grandes ciudades, representndolo de un modo crudo, con gran influencia del realismo norteamericano de comienzos del siglo XX. Otra marca caracterstica son sus dilogos, que suelen ser duros, cargados de cinismo y buscan la verosimilitud imitando el lenguaje callejero y del hampa. Si bien el gnero contina la tradicin de literatura polica-ca iniciada por Edgard Allan Poe, sus novedades son tantas que pronto se constituy en un gnero independiente y se difundi por todo el mundo. Tal vez por la pertinencia de sus temas, Amrica Latina ha sido un terreno frtil para el gnero: lectores y escritores lo han hecho propio y an hoy, ya casi llegando al siglo de su creacin, tiene un lugar preponderante en nuestra literatura.

    Por MARTN ALZUETA

    55ABRIL 2014 | BeP

  • T ipos duros, mujeres fatales, chantajistas, cafishios, mafiosos, contrabandistas, tra-ficantes, millonarios inescrupulosos y sus hijas malcriadas; esa es, ms o menos, la fauna que habita la novela negra. En medio de ellos un hombre solitario intenta desentraar el ovillo casi imposible de un crimen. El entraable Phi-llip Marlowe, de Raymond Chandler, y el inflexi-ble Sam Spade, de Dashiell Hammett, son pro-bablemente los dos modelos ms representativos del detective duro. Estn relacionados, por sus funciones, con los detectives clsicos del gnero policial, como Auguste Dupin, Sherlock Holmes o Hrcules Poirot. Pero sus mtodos difieren ra-dicalmente. Mientras el detective del policial de enigma llegaba una vez que el crimen se haba co-metido, descifraba pistas, razonaba y acababa por resolver los casos ms intrincados descubriendo su lgica interna, el de la novela negra los resuel-ve involucrndose personalmente en la trama criminal. La informacin no se obtiene ya de las huellas dejadas por el asesino, sino de las nunca tan inocentes vctimas, del propio criminal y de su entorno, con todos los riesgos que eso implica. Si, para graficarlo, supusiramos que el enigma es una puerta cerrada, el detective clsico dedu-cira dnde est la llave, la tomara y abrira la cerradura; el detective duro, en cambio, la abrira a hachazos, llevndose algn raspn y un par de astillas clavadas.

    Esta diferencia resulta fundamental para definir al gnero negro como algo diferenciado del poli-cial clsico. La presencia de la figura del detective los emparenta, pero el resultado de sus trabajos es tan dismil que provoca una distancia insalvable entre uno y otro gnero. Cuando en los cuentos de Edgar A. Poe se relata un crimen cuya resolu-cin era dificultosa para los mtodos policacos, se est sealando un verdadero problema para la sociedad de su poca: cmo poda un hecho ser inexplicable? La sociedad burguesa veneraba la Razn como a un dios; cualquier hecho que no pudiera explicarse racionalmente cuestionaba esa fe. Entonces Poe invent un personaje que era capaz de salvarla, un superhroe, a su modo: Dupin, el detective que con mtodos deductivos devolva su lgica a los acontecimientos y la tran-quilidad a la sociedad cuyo fundamento haba sido desafiado. La invencin de ese personaje fue, a su vez, la invencin del gnero policial.

    Jorge L. Borges, que se declaraba partidario de esta variante del gnero, aborreca los cuentos de Sherlock Holmes, porque ste resolva mu-chos casos a partir de una huella dejada por un zapato, o una colilla de cigarrillo olvidada por el criminal, que no eran ms que contingencias en un crimen cuya lgica interna estaba en otra parte (en el mvil, en el modo de ejecutarlo, en sus consecuencias inmediatas). As, invent con Bioy Casares al detective ms racionalista de la li-teratura: don Isidro Parodi, que resolva los casos desde su injusto calabozo, sin visitar la escena del crimen y basndose exclusivamente en el relato de los hechos.

    La novela negra surge en los Estados Unidos y en un contexto muy diferente al del su antecesor. El desarrollo de las grandes metrpolis, la cultura de masas, la experiencia traumtica de la Primera Guerra Mundial, los llamados aos locos y la posterior crisis econmica con el crack financie-ro del '29, son algunos de los cambios sociales y culturales que se ven reflejados en estas novelas. El espiral de violencia, corrupcin y crimen que leemos en sus pginas cuestiona la idea de orden que pretenda preservar el detective del siglo XIX. Cuando el detective del gnero negro resuelve un caso, recupera un objeto perdido, descubre a un asesino o hace que un chantajista desista de su oficio, queda la sensacin de que diez ms de esos crmenes se estn cometiendo en el mismo mo-mento. No hay manera de detenerlo. El detecti-ve de estas novelas es un hroe, porque el gnero no abandona la matriz pica; pero es un hroe que nada contra una corriente demasiado fuerte. Sus cualidades morales, que comnmente ron-dan la incorruptibilidad o la fidelidad amorosa, son pequeos reflejos del bien en una sociedad oscurecida irreversiblemente por el crimen y la corrupcin. Una vez resuelto el caso, el detective seguir ocupando su modesta oficina mientras los senadores, el fiscal del distrito y los organiza-dores de garitos clandestinos continuarn con sus negocios turbios. Por eso, el detective del policial negro es un hroe decadente, y el gnero podra verse como un pica pesimista: mientras Roldn o el Mio Cid luchaban por la gloria de su raza y la grandeza de su Nacin, detectives como Spade o Marlowe lo hacen por 25 dlares diarios, ms los gastos.

    NOTA DE TAPA

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  • CRIMEN Y CAPITALISMO

    Si bien la referencia al policial de enigma es in-evitable para hablar de la novela negra, este es apenas una de las columnas sobre las que se ha erigido el gnero. Su origen est claramente en los Estados Unidos y es en la literatura nor-teamericana donde hay que buscar las influen-cias ms importantes de los autores que lo fun-daron. Ricardo Piglia, en un artculo titulado Sobre el relato policial, ya haba sealado que: en la historia del surgimiento y la definicin del gnero, el cuento de Hemingway Los asesinos tiene la misma importancia que Los crmenes de la rue Morgue. El policial negro surge en el marco de una tradicin realista de la literatura norteamericana y varias de sus caractersticas lo emparentan con ella.

    Es importante tener en cuenta esta doble pro-cedencia, porque si se considera a la novela negra desde la lgica del relato policial clsico sus argumentos resultan muy dbiles. En estos, el enigma es muy poco relevante; funciona ms bien como una excusa para narrar una historia llena de violencia, corrupcin y erotismo, y que funciona como un retrato impiadoso de la socie-dad. Dice Piglia: el nico enigma que proponen y nunca resuelven las novelas de la serie negra es el de las relaciones capitalistas: el dinero que legisla la moral y sostiene la ley es la nica ra-zn de estos relatos donde todo se paga.

    En este sentido, el gnero podra pensarse como una adaptacin a un registro ms popular (el de las novelas policiales, de lectura masiva en esa poca) de los planteos narrativos que venan haciendo autores como Hemingway, Faulkner y Fitzgerald. Cada uno a su modo, se encarg de evidenciar en su literatura las contradicciones del capitalismo, las nuevas relaciones sociales, el poder del dinero y la violencia que traa apare-jado. Siendo un gnero relacionado, por defini-cin, con el mundo del crimen, el policial tena mucho que aportar a esa mirada crtica. Y as lo hizo desde que Hammett public en 1929 Cose-cha roja, considerada como la obra que inici la novela negra.

    ALGUNOS AUTORES

    En El gnero negro, libro de reciente reedicin ampliada, Mempo Giardinelli hace un recorrido extensivo y exhaustivo por los principales nom-bres de la novela negra. Es una tarea difcil, ya que, como seala el propio Giardinelli, la produc-cin en el gnero es probablemente la ms vasta de la literatura mundial, y afirma que, siguiendo un clculo conservador, se puede estimar que se publican unos 4 mil ttulos al ao. As y todo, hay en el libro una veintena de nombres cuya obra e importancia es analizada minuciosamente. Entre los fundadores del gnero, seala a los ya mencio-nados Hammet y Chandler y agrega a James Cain. Esos tres nombres han sido seeros para toda la produccin posterior. Quizs el gran renovador del gnero fue Ross McDonald, quien en los aos 60 introdujo la dimensin psicolgica como res-puesta a la pregunta sobre las races del crimen. Como es costumbre, no han faltado los puristas que resistieron esas novedades.

    Horace McCoy, David Goodis, James Hadley Cha-se y Jim Thompson son otros autores destacados. A Europa, donde todava estaba en plena vigencia el policial de enigma, la novela negra lleg con cierto escndalo de la mano de Boris Vian, y se populariz en Francia con el do autoral Boileau-Narcejac. Manuel Vzquez Montalbn produjo a fines de los '70 una serie de novelas que le abrie-ron paso al gnero en Espaa.

    NOVELA NEGRA ARGENTINA

    Cosecha roja, la novela de Dashiell Hammett que inici la novela negra. El gnero negro, de Mempo Giardinelli hace un recorrido por los principales autores del gnero.

    Cosecha roja, la novela de Dashiell Hammett que inici la novela , la novela de Dashiell Hammett que inici la novela , la novela de Dashiell Hammett que inici la novela

    77ABRIL 2014 | BeP

  • EN AMRICA LATINA

    La literatura policial formaba parte de las lecturas masivas en Latinoamrica desde comienzos del siglo XX. Por esta razn, existan ya editoriales, colecciones y lectores para que la vertiente negra del gnero se difundiera con rapidez. Lo hizo y, si bien en un principio las novelas de Hammett, Chandler y Cain resultaban extraas para los lec-tores de novelas de enigma, la literatura de aven-turas y el cine ayudaron a su pronta aceptacin. Se crearon colecciones especficas, fundamental-mente por editoriales de Mxico y Argentina, y el gnero se hizo popular en todo el continente.

    No tardaron en aparecer textos de autores latinoa-mericanos que abrevaban en esos antecedentes. Un caso particular es el del argentino Eduardo Goligorsky, que fue traductor de muchos de los ttulos de la coleccin Rastros (editorial Acme), dedicada a la novela negra, y a su vez fue autor de

    una veintena de novelas policiales bajo seudni-mos como James Alistair, Mark Pritchard y Ralph Fletcher. As, las novelas se presentaban como si fueran traducciones de autores norteamericanos, hasta entonces dueos por completo del gnero. Pero pronto otros autores empezar a producir obras que se inscriban en la esttica del policial negro y agregaban ciertos matices propios de la sociedad latinoamericana donde transcurran.

    En su libro, Mempo Giardinelli propone un anli-sis de las peculiaridades del gnero en Latinoam-rica. La diferencia respecto a los Estados Unidos radicara, segn su visin, en lo siguiente: mien-tras los personajes del gnero negro norteameri-cano pertenecen a un mundo definido que in-cluye el triunfo del individualismo, la industria-lizacin y la posesin del dinero como modo de ascenso social, en Latinoamrica ese mundo est cuestionado, es un mundo a construir (o a des-truir, dependiendo del caso) y las claves polticas y sociales abundan en las novelas. Otra diferencia

    de izquierda a derecha: Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Rodolfo Walsh y Ricardo Piglia

    NOTA DE TAPA

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  • radical est en que los autores norteamericanos confan, en su gran mayora, en el sistema: creen que es flexible y amplio, y si uno se esfuerza se lo puede perfeccionar. De ah que sus protagonistas sean audaces e individualistas: son hroes que de algn modo buscan rescatar los valores que se es-tn perdiendo. En Latinoamrica, en cambio, la novela negra es ms pesimista. Aqu, la corrup-cin no es vista como una desviacin sino como un elemento constituyente del orden, una causa profunda. Y, por la causalidad poltica que se le atribuye a esa situacin, la figura del hroe indivi-dual no funciona tan bien como en la novela ne-gra norteamericana.

    Los nombres de la literatura policial latinoame-ricana son muchsimos y se pueden consultar en profundidad en el libro de Giardinelli. Podemos mencionar a algunos que ya a esta altura son cl-sicos: Antonio Hel, Rafael Bernal y Paco Igna-cio Taibo II, en Mxico; Ramn Diaz Eterovic, en Chile; Mirko Lauer y Carlos Caldern Fajardo, en Per; Luis Rogelio Nogueira y Leonardo Padura, en Cuba.

    ARGENTINA EN NEGRO

    El gnero negro se introdujo en la Argentina a travs de diferentes colecciones de literatura poli-cial que tenan muchos lectores e incluso gozaban de cierto prestigio, como en el caso del Sptimo crculo, dirigida por Borges y Bioy Casares. Pero recin con la creacin de la Serie negra, dirigida por Piglia para la editorial Tiempo contempor-neo, tuvo su lugar especfico. En aquella colec-cin trabaj como traductor Rodolfo Walsh, un nombre inevitable a la hora de hablar de literatura

    policial en la Argentina. Aunque sus cuentos y nouvelles de corte policial transitan mayormente la vertiente clsica del gnero, basada en el enig-ma y su resolucin racional, hay en la escritura de Walsh una fuerte influencia de los autores del gnero negro norteamericano, que se expresa mayormente en sus libros de investigacin perio-dstica (Operacin Masacre, Quin mat a Ro-sendo?, El caso Satanowsky). Otro de los autores que podra considerase como introductores del gnero en nuestra literatura es Marco Denevi, con Rosaura a las diez, una novela en la que un crimen es narrado desde diferentes puntos de vista, rompiendo as con la visin hegemnica del detective, propia del policial de enigma.

    La novela negra de produccin local tuvo su auge al calor de la creciente violencia poltica que des-de fines de los '60 se instal en el pas. A partir de los '70, el gnero negro desplaz por completo al policial de enigma en nuestra literatura. Juan Martini public en esa dcada tres novelas poli-ciales de neto carcter negro: El agua en los pul-mones, Los asesinos las prefieren rubias y El cerco. Tambin Los borrachos en el cementerio y Noches sin lunas ni soles de Rubn Tizziani fueron dos ttulos de gran repercusin en su poca. Algo si-milar sucedi con la novela Ni un dlar partido por la mitad, de Sergio Sinay. Tambin podran mencionarse algunas novelas de reconocidos au-tores que incursionaron en el gnero: Su turno para morir, de Alberto Laiseca; Ni el tiro del final y ltimos das de la vctima, de Jos Pablo Fein-mann; Luna caliente de Mempo Giardinelli. Un caso particular es el de Osvaldo Soriano, que pu-blic en 1973 Triste, solitario y final, novela entre nostlgica e irnica que protagoniza nada menos que el Phillip Marlowe de Chandler.

    NOVELA NEGRA ARGENTINA

    99ABRIL 2014 | BeP

  • NOTA DE TAPA

    COLECCIONES

    Desde sus inicios, la novela negra estuvo ligada a la circulacin masiva y las colecciones. La revista pulp Black Mask public varios relatos de Hammett, hasta que en 1929 apareci en varias entregas Cosecha roja, y desde entonces fue la plataforma para que varios autores del gnero saltaran a la fama; entre ellos, Raymond Chandler y Horace McCoy.

    A Europa, el gnero lleg con la famosa coleccin francesa Srie noire, de la editorial Gallimard. Su director fue Marcel Duhamel y aparecieron all prcticamente todos los nombres grandes de la novela negra.

    La coleccin argentina Serie negra, dirigida por Ricardo Piglia para la editorial Tiempo contemporneo, lleva su nombre en homenaje a aquella coleccin francesa y convoc a destacados traductores argentinos para lograr las versiones castellanas con las que el gnero se difundi en Argentina y toda Amrica Latina.

    EN INTERNET

    En la pgina bibliotecanegra.com se puede encontrar todo sobre la novela negra: autores, obras, personajes, novedades editoriales, entrevistas. Una verdadera enciclopedia sobre el pasado y el presente del gnero.

    AHORA Y DESPUS

    Hacer una lista de autores u obras de la novela negra actual sera difcil sin incurrir en olvidos e injusticias u ocupar diez pginas. El gnero sigue vigente; se produce en cantidad y calidad, con las lgicas proporciones de plagio, bodrios y repeti-ciones. Pero tambin siguen apareciendo obras notables, autores que se inscribirn en la historia grande del gnero y personajes que los lectores nunca olvidarn. Con el paso del tiempo, la figura del detective ha permanecido, y siguen nacien-do personajes que se hacen tan populares como aquellos primeros sabuesos literarios. Pero tam-bin aparecieron desde entonces muchas obras

    centradas en las vctimas o los criminales, en las que el detective carece de relevancia.

    Mientras haya crmenes y esos crmenes estn envueltos en una trama de dinero, poder y co-rrupcin; mientras la desigualdad social y las diferencias polticas generen violencia; mientras la justicia caiga slo sobre algunos, la novela negra estar para mostrarnos la cara oscura de nuestro mundo. Y si un da todo eso se acaba-ra, y el mundo fuera un paraso por el que todos caminramos descalzos, la novela negra, con su sucio chambergo y la media suela de los zapatos gastadas de trajinar las calles, seguira all para recordrnosla.

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  • CINE Y LITERATURA: EL FILM NOIR

    Casi desde sus comienzos, la novela negra tuvo una estrecha relacin con el cine. En la dcada del '40, Hollywood vivi el auge de un tipo de pelculas novedosas, polmicas y muy bien recibidas por el pblico: el film noir. Su nombre francs se debe a que fue el crtico italo-suizo Nino Frank quien lo utiliz por primera vez para referirse a estas pelculas como un nuevo gnero, en una publicacin francesa de 1946. No es extrao este inters europeo por el gnero, porque si bien su origen y desarrollo se dio en Hollywood, muchos de los directores y tcnicos que trabajaron en estas pelculas provenan de Europa, y buscaron refugio en la creciente industria del cine estadounidense. Estos trajeron consigo una amplia experiencia de trabajo en la escuela de cine ms importante de comienzo de siglo en Europa: el expresionismo alemn. Caracterizada por su manejo de luces y sombras, la esttica expresionista le dio al film noir un estilo caracterstico, consonante con la intencin ya presente en la novela negra de mostrar los claroscuros de la sociedad.

    Tal fue la retroalimentacin entre cine y literatura en esta poca, que una de las pelculas fundantes del film noir fue la adaptacin de una obra que tambin se puede contar entre las iniciadoras de la novela negra: El Halcn Malts, de Hammett, que fue llevada a la pantalla grande por John Houston en 1941. Si bien el gnero ya contaba con algn antecedente de menor repercusin, el xito de esta pelcula marc el inicio de un boom. Pelculas como Pacto de sangre (1944), El cartero llama dos veces (1946) y Al borde del abismo (1947) fueron parte de ese auge.

    La razn principal para que el gnero decayera hacia mediados de los '50 no fue el desinters del pblico sino la censura: segn algunas autoridades, estas pelculas representaban la contracara de lo que Hollywood deba mostrar al mundo; sus historias y personajes eran duras crticas a la sociedad norteamericana y al capitalismo y, una vez terminada la guerra, la persecucin macarthista no tard en caer sobre directores, productores y actores.

    Afortunadamente, el film noir se pudo despedir por la puerta grande, con dos pelculas de 1958, dirigidas por dos grandes del cine: Vrtigo, de Alfred Hitchcock y Sed de mal, de Orson Welles.

    NOVELA NEGRA ARGENTINA

    1111ABRIL 2014 | BeP

  • Las bibliotecas populares

    recomiendan los mejores

    libros del genero

    El policial desde una mirada femenina Biblioteca Popular y Centro Cultural Rayuela, Santiago Temple, Crdoba.Para la bibliotecaria Mara Ins Elliena las mujeres pioneras en el gnero son Anna Katharine Green y Mary Roberts Rinehart, ambas nacidas en los Estados Unidos. Tambin destaca a la Baronesa de Orczy, inglesa. Otras autoras destacadas son Patricia Highsmith, Katherine V. Forrest, Margaret Atwood, Agatha Christie, Anne Perry y Alicia Gimnez-Bartlett, reconocibles por una impronta personal en su narrativa. La herencia de Edgar Allan Poe marca la narrativa de Highsmith; las historias de Katherine V. Forrest destilan cierto erotismo; Anne Perry sita prcticamente toda su obra en la poca victoriana inglesa y cre al superintendente Pitt. La Baronesa de Orczy, escribi Lady Molly of Scotland Yard, novela en la que hay, por primera vez, una mujer detective como personaje principal.

    ClasicosBiblioteca Popular Derly Rodrguez Caldern, San Rafael, Mendoza. Jacinta Ruiz, tesorera, nos cuenta que dentro de los libros clsicos de la biblioteca se encuentran Asesinato en el Expreso de Oriente, de Agatha Christie; El misterioso Mr. Brown y El extrao caso del Dr. Jekill y Mr Hyde, de Stevenson. Y de Arthur Conan Doyle Mi querido Watson y Elemental, Watson, con su famoso detective Sherlock Holmes.

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    EN RED

    Por MARA OLIVES y CAROLINA ROMERO

    En las novelas policiales el autor trabaja las pistas, los enigmas e hiptesis para darle al lector la posibilidad de sentirse parte de la historia. Los bibliotecarios tambin orientan a sus lectores para ofrecerles el libro que los atrapar en la lectura. Hoy, las bibliotecas populares nos invitan a sumergirnos en el policial y nos cuentan cules son los libros elegidos por sus usuarios.

  • INCLUSIN DIGITAL PARA COMPARTIR EL FUTURO

    Detectives favoritosBiblioteca Popular Babel, La Falda, Crdoba.

    En su blog, la BP recomienda a sus usuarios al comisario italiano Salvo Montalvano, imaginado por el escritor Andrea Camilleri; al detective espaol Pepe Carvalho, del escritor espaol Juan Vzquez Montalbn, y al detective de polica sueco Kurt Wallander, nacido de la imaginacin del escritor Henning Mankell. Y no olvidar la clsica experiencia de los clsicos investigadores o detectives: Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle; Auguste Dupin, de Edgar Allan Poe, y el detective Poi-

    rot o Miss Marple, de Agatha Christie.

    Los libros mas pedidos Biblioteca Popular Alas, Villa Trinidad, Santa Fe.

    Desde la BP informaron que los libros ms pedidos del gnero son El cartero llama dos veces, de James Cain; de James Hadley Chas el texto Ms mortfero que el hombre. Tambin La pirmide y La quinta mujer escritos por Henning Mankell; de Dan Brown, Infierno y For-taleza digital; de John Grisham, El estafador, Cmara de gas y Causa justa, y una clsica del gnero como es Agatha Christie, con sus Diez negritos y Muerte en el Nilo. De la narrativa argentina, Ricardo Piglia y su novela Plata quemada, y las novelas de Juan Sasturain

    Arena en los zapatos y Pagara por no verte.

    Libros que fueron peliculas Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia, Cipolletti, Ro Negro.

    Entre los libros que posee en su acervo la BP se encuentran los de literatura nacional que fueron llevados a la pantalla grande. Son Crmenes impercepti-bles, de Guillermo Martnez; Tesis sobre un homicidio, de Diego Paszkowski; Plata quemada, de Ricardo Piglia, y La pregunta de sus ojos, de Eduardo Sache-ri, en la que se bas El secreto de sus ojos, que obtuvo el Oscar como Mejor pelcula extranjera. En su catlogo tambin se encuentran libros que fue-ron pelculas extranjeras, como La triloga de Nueva York, de Paul Auster; El cdigo Da Vinci y ngeles y demonios, de Dan Brown; El halcn malts, de Dashiel Hammett; El largo adis, El sueo eterno, La ventana siniestra, de Raymond Chandler; Los hombres que no amaban a las mujeres y La reina en el palacio de las corrientes de aire, de Stieg Larsson, entre otros.

    Colecciones Biblioteca Popular Alejo Iglesias, Villa Elisa, La Plata, Buenos Aires.

    La biblioteca cuenta con diversas colecciones sobre el gne-ro: la Serie Negra de la Editorial RBA; el Sptimo crculo, de Ediciones Emec; Grandes maestros del crimen y misterio, de Orbis; Grandes maestros del suspenso, de Ediciones Emec; Club del misterio, de Editorial Bruguera y la Bi-

    blioteca de intriga y suspenso, de Sudamericana.

    1313ABRIL 2014 | BeP

  • Su nombre figura, sin dudas, entre los primeros de la literatura en lengua espaola actual. Esto se debe a una vasta trayectoria como autor, con casi una veintena de textos publicados, pero tambin a su trabajo como estudioso, crtico y difusor de algunos autores y textos. Porque Piglia no es un crtico que hace ficcin, sino un escritor que incursiona en el mundo de la crtica para compartir una cualidad que todo gran autor tiene: la de ser un buen lector. De sus lecturas surgieron, por caso, algunas de las ideas ms originales y agudas sobre la novela negra. Asimismo, sus intervenciones como el impulso y direccin a una legendaria coleccin fueron fundamentales para la difusin del gnero en nuestro pas.

    Un hito fundamental en la relacin entre Pi-glia y la novela negra tuvo que ver con su trabajo como director de la coleccin Serie negra, de la editorial Tiempo Contemporneo. Du-rante casi diez aos, a partir de 1968, dio a conocer una signicativa cantidad de ttulos, con traduccio-nes de calidad y los prlogos rmados por Emilio Renzi. Pero sobre todo, ayud a darle visibilidad a un gnero que hasta entonces no se conoca en la Argentina. Puestas junto a relatos de enigma como los de Chesterton, Ellery Queen o el propio Conan Doyle, estas novelas oscuras, cargadas de violencia y protagonizadas por tipos duros y mujeres fatales podran parecer demasiado excntricas y confundir a lectores que manejaban los cdigos de la vertien-te ms racional del gnero: el policial de enigma. Por eso la novedad y la importancia de la Serie ne-

    Por MARTN ALZUETA | Fotos: SEBASTIN MIQUEL

    ENTREVISTA A RICARDO PIGLIA

    El policial negro es una literatura social de altsima calidad

    gra: porque pona en una misma lista autores, en su mayora norteamericanos, que estaban haciendo algo novedoso con el policial. Y esa novedad, como veremos en la conversacin con Piglia, tuvo un papel importante en las discusiones que por los aos 70 se dieron en nuestro mbito literario.

    -Cmo surgi la Serie negra?-Empez porque la Universidad haba cerrado y el editor que me haba publicado me ofreci trabajo. La idea estaba cantada: consista, sencillamente en agrupar novelas dispersas, aunque ya existan sus traducciones. Pero la idea de una coleccin es siem-pre unicar, controlar las traducciones y dar la idea de un orden o secuencia. En principio lo comn era que se trataba de escritores norteamericanos que, a partir de Hammett, haban transformado el gnero.

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  • 1515ABRIL 2014 | BeP

  • Y era la primera coleccin de novelas policiales que sala en castellano y que no fuera la de Borges o las que la imitaban, ligadas a la literatura de enigma.

    -Pero esas colecciones ya incluan algunos de estos autores-S, el propio Borges haba publicado La mujer en el lago, de Chandler. Y haba salido, tambin de Chandler, El largo adis, en una serie muy buena de editorial Hachette. O sea, se conocan algunas de las novelas pero no una coleccin dedicada a la novela negra. Y la hicimos con traductores muy buenos, como Rodolfo Walsh y Estela Canto.

    -Cules fueron sus repercusiones?-Tuvo mucha inuencia, porque al tiempo em-pezaron a aparecer otras colecciones en Espaa y comenzaron a escribirse novelas argentinas en esa direccin. La coleccin empez a salir en el 69, e inmediatamente sali la novela de Osvaldo Soriano, Triste solitario y nal. Despus hay novelas de Juan Carlos Martini, de Juan Pablo Feinmann -Ni el tiro del nal y Los ltimos das de la vctima-, Los borra-chos en el cementerio, de Rubn Tizziani Es decir, empezaron a producirse novelas policiales con estas caractersticas en la Argentina y tambin en otros pases de Amrica Latina.

    LO NEGRO EN LA ARGENTINA

    -Qu particularidades adquiri la produccin del policial en la Argentina?-Los escritores que escriben policiales en la Argenti-na generalmente no los publican en series policiales, y tampoco viven de ese trabajo. Esa es una diferen-cia muy importante con la literatura norteamerica-na. Este punto me parece importante porque toca las condiciones materiales de la literatura.

    -Cul es la inuencia de Walsh en el desarrollo local del gnero?-Es un personaje particular, porque trabaj bsica-mente con el gnero clsico, a pesar de que conoca bien la novela negra. Pero Walsh se alejaba de la no-vela policial norteamericana, porque en sta el enig-ma importa poco. Ahora, el gnero negro le sirvi para encarar con criterios de investigacin muy mi-nuciosos la escritura de Operacin masacre, un libro extraordinario. Hay mucho del gnero en el uso de los elementos que le permiten probar frente al Esta-do la ilegitimidad de los fusilamientos. Y por otro lado, hay algo nuevo que es toda la construccin de las vidas de las familias peronistas. Ah hay algo del

    gnero negro: la vida de la gente que sufre el sistema y sus injusticias.

    -Tras los primeros, qu otros escritores argenti-nos destacara en el gnero?-Me gustan mucho Juan Sasturain, Pablo De Santis, Marcos Herrera, Germn Maggiori. A lo mejor no todos escriben estrictamente dentro del gnero, pero tienen mucho del clima del policial negro. A m me parece que mucha de la buena literatura que se est escribiendo ac est ligada a los gneros.

    ESCRITURA E INVESTIGACIN

    -Usted ha dicho que el gnero est en su propia li-teratura aunque no lo escriba directamente. -Yo no escribo novelas policiales. He escrito un solo relato del gnero, que se llama La loca y el relato del crimen. Mis novelas usan elementos del gnero pero no son novelas policiales, o por lo menos yo no las denira as. Son los usos del gnero, algo que tambin uno encuentra en Faulkner, Saer, Puig, Gombrowicz.

    -Incluso en sus textos crticos aparece ese uso del gnero-Hay algo en el gnero que lo hace muy parecido a la crtica literaria. Para decirlo de una manera sim-ple, tanto el crtico como el detective tienen que construir un contexto ausente. Yo empiezo a leer un texto y tengo que reconstruir lo que no est ah,

    EL MODO EN EL QUE EL GNERO HA

    CRECIDO, DESDE QUE SURGI CON POE

    HASTA HOY, PRUEBA QUE CAPT ALGO DEL IMAGINARIO

    COLECTIVO

    ENTREVISTA

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  • para entenderlo. El ejercicio del detective es el mis-mo: se encuentra con una serie de rastros y tiene que reconstruir qu pas y por qu los hechos solo muestran esa pequea serie de elementos. Ese es un modo de percibir la relacin.

    -Pero, por qu su novela Blanco nocturno no sera policial?-En este punto, mi opinin es una entre tantas. Yo digo que no la escribo con la decisin de que lo sea, sino que utilizo elementos del gnero, en este caso el crimen y el comisario Croce, que es el que sostiene el elemento policial de la novela.

    -Croce es un detective particular, un comisario con mtodos nobles que en un momento de la no-vela alude a una reunin con otros comisarios de la literatura. Cmo pens a este personaje?-Nosotros tenemos un problema que Soriano y Walsh resolvieron bien, y es que ac son inverosmi-les los detectives. Porque no tienen existencia social en nuestro pas. Entonces, la tradicin del policial argentino se funda bsicamente en comisarios. Es-tn Laurenzi, el comisario de Walsh; despus Leoni, de Prez Zelaschi; Fruto Gmez, de Ayala Gauna. Tenemos la versin local de Chesterton, que es el padre Metri, de Leonardo Castellani. Borges invent una ciudad que no fuera Buenos Aires para poner un detective en La muerte y la brjula, y Soriano hizo una cosa sencilla e inteligente, que fue traer a Philip Marlowe, el detective de Chandler.

    RICARDO PIGLIA

    -En la misma novela donde aparece Croce se plantea, de algn modo, que no es muy viable la idea del comisario-detective. l mismo dice que son dinosaurios.-Absolutamente. Y yo le hice hacer algo, en un mo-mento, que es pegarle una cachetada al sospechoso del crimen. Llegu hasta ah; tal vez tendra que ha-ber hecho que lo lleve a una celda y lo golpee, como hacen los comisarios. Pero qued ese momento en el que el tipo hace algo contrario a la bondad que tiene y que lo hace extrao. Borges deca que el g-nero policial no tiene nada que ver con la realidad, porque en la realidad los crmenes se resuelven con la tortura y la delacin. Es un pensamiento que uno no esperara en Borges, pero es cierto.

    -Croce habla en la novela de la importancia que tienen en la secuencia del crimen sus consecuen-cias. Es un planteo novedoso para el policial, donde por lo general la historia termina con el crimen y el enigma consiste en reconstruirlo.-Eso me interesa mucho. Las novelas policiales ter-minan donde debieran empezar. Si siguieran, seran muy interesantes, y este libro busca eso porque se-ala que lo que est pasando es una injusticia que no se puede reducir al hecho de la muerte de una persona. Es lo que pasa en la novela policial con-tempornea, donde ya no se trata del detective con-tra un criminal sino del detective contra una cons-piracin o un elemento que no se puede reducir a un criminal.

    1717ABRIL 2014 | BeP

  • -Hay alguna relacin entre este giro que propone para el gnero y un intento de entender la violen-cia poltica que subyace a toda la novela?-S Esa sera la frontera del gnero. Si se sigue, es-tamos empezando a hablar de elementos propios de la situacin poltica en s misma.

    -Usted ha hablado muchas veces de la escritura como investigacin, y en sus novelas suele haber enigmas a pesar de que no sean estrictamente po-liciales. -No es que no me gusten las novelas que trabajan de otra manera, pero me gustan los libros que empie-zan con algo que no se sabe, que tienen un narrador frgil, que no entiende muy bien lo que est pasando y sabe lo mismo que el lector. Para m ese narrador se opone a un tipo muy prominente en la literatura de Amrica Latina, que es uno que sabe todo, que te dice cmo es el mundo. Pero en el Ro de la Plata, los narradores tienden a ser sujetos inciertos, como en Borges, Onetti, Felisberto Hernndez

    SOBRE EL GNERO

    Adems de su intervencin en la difusin del gnero y la escritura de relatos policiales o inuenciados por el policial, Piglia ha dedicado mucho trabajo a la pro-duccin acadmica sobre el gnero. En varios de sus libros de crtica literaria se ha detenido a reexionar sobre las caractersticas de la novela negra y su lugar en la literatura.

    -Se suele considerar la novela negra en compara-cin al policial clsico. Cules dira que son sus orgenes ms all de esa relacin?-Hemingway es muy importante. Los asesinos, un cuento del ao 23, es tan importante como los cuen-tos de Poe. Con un estilo que ya es el de Hammett, la capacidad para narrar la violencia que tiene Hemin-gway es asombrosa. Creo que la relacin que el gnero tiene con la literatura norteamericana, con Hemin-gway, Faulkner, Fitzgerald es tan importante o ms que la relacin con los ingleses del gnero clsico. La novela negra forma parte de la literatura de los Esta-dos Unidos. Es una literatura atenta a la experiencia urbana y que pone el nfasis en cmo transmitir el acontecimiento. Es ms fsica; tiende a ser de accin.

    -O sea que las dos vertientes del gnero nacieron en Estados Unidos... Como si hubiera ah alguna rela-cin especial entre literatura y crimen.-El capitalismo. Y Borges dice algo muy claro sobre cmo surge el gnero. Haba venido Roger Caillois,

    un escritor con mucho prestigio que trajo Victoria Ocampo y que escribi un libro en los 40 sobre la novela policial. Borges era un tipo de mucho coraje, porque le dijo: Usted se equivoca, porque habla del gnero policial como si hubiera nacido con la Biblia, y el gnero policial es el detective.

    -La visin del delito en el gnero clsico estaba fa-vorecida por el positivismo. Hay alguna corriente losca o un clima de poca que haya favorecido la novela negra?-La ciencia que se utilizaba en el policial de enigma estaba muy ligada al positivismo. Y todos los prejui-cios que este traa, en relacin con las razas, se volca-ban en los primeros libros policiales. Ahora, si uno lo mira con ms distancia, podra observar que el policial ingls est ms ligado al racionalismo y que el norteamericano es ms pragmtico, ms empirista. El detective sale y la prctica le hace aprender lo que est pasando.

    -Cmo ve el rpido desarrollo que tuvo el gnero?-El modo en el que el gnero ha crecido, desde que surgi con Poe hasta hoy, prueba que capt algo del imaginario colectivo. Es un gnero que ha llegado a estar por todas partes, muy dominante en la actua-lidad. Por qu un gnero que empez tan dbil est ahora en todas partes? Yo creo que es porque toca el imaginario social en algn punto.

    -Qu percepcin tiene del lector de la novela ne-gra?-Es muy interesante la idea de que hay un marco pre-vio a la lectura del libro. La gente ya sabe lo que espera de la novela. Entonces, una diferencia de la literatura popular frente a la llamada alta literatura es que traba-ja con moldes narrativos, con formas jas. El clich, el estereotipo estn presentes. Y eso es lo que molesta en la alta cultura, que tiene la ilusin de que todo empie-za de cero, de la creatividad pura. Algunos pensamos que la creatividad depende de ciertos moldes. En este sentido, el cuento policial como gnero tiene tres co-sas que ya las invent Poe: un detective, una vctima y un asesino.

    -Siguiendo en ese sentido, usted form parte de un grupo que trat de ir contra la visin del gnero como algo menor. Dio resultados esa discusin?-Hoy el gnero tiene un lugar predominante en la discusin de la literatura. Me parece que nosotros usamos el gnero porque nos permiti reformular lo que en la Argentina se entenda como literatura social. Venamos discutiendo con David Vias, Ber-

    ENTREVISTA

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  • nardo Kordon, Marta Lynch y Beatriz Guido, que hacan un tipo de novela social que consista en tra-bajar sobre ciertos acontecimientos polticos. Y haba una corriente muy importante de presin sobre los escritores jvenes, entendiendo la literatura social en trminos de lo que tradicionalmente se considera el realismo y el tema como clave del carcter social de una novela.

    -Y cmo funciona la crtica social en el gnero?-Para m, lo importante de este gnero es que es una literatura social de altsima calidad, trabaja con es-tructuras narrativas muy potentes y es una crtica muy evidente al capitalismo. Yo creo que el policial es el gran gnero crtico del capitalismo. Sostiene la idea de que la sociedad capitalista se mantiene sobre el dinero, la corrupcin y la relacin entre delito y po-der poltico. Y dice, de una manera siempre elptica y narrativamente muy ecaz, las cosas que uno pue-de criticar cuando se pone a imaginar una sociedad como esta.

    -Considerara que este fue el gran aporte de la no-vela negra?-Desde el punto de vista de alguien que intenta hacer una crtica social, es un gnero que pone a disposi-cin una serie de elementos maravillosos. Porque uno puede evitar esa novela de tesis, esa novela que se su-perpone, en ltima instancia, con el periodismo. La no-ccin, mal o bien, hoy ayuda un poco a hacer eso que antes se le peda a la novela. La poltica aparece donde tiene que aparecer, como una manipulacin de la realidad y no como un acontecimiento determina-do.

    -Hoy existen, tambin, vertientes del gnero que parecen vehiculizar una idea del control social como necesidad, que plantean la inseguridad y el miedo como los dramas centrales de las sociedades actuales-Por supuesto. Cuando decimos que el gnero tiende a la crtica social estamos hablando de una corrien-te central, pero existen otras, y no es que el gnero de por s est a salvo de otros usos. Adems, hay una relacin puntual entre lo que Foucault llama el comienzo de la sociedad de vigilancia y el n de la sociedad de castigo, que ubica en 1840 aproximada-mente, y el surgimiento del gnero. Es cuando Poe es-cribe los primeros cuentos policiales. Es un modo de imaginarse una sociedad donde hubiera sujetos tan inteligentes que puedan llevar tranquilidad al mun-do burgus. Ahora, otra cosa interesante en toda esta cuestin de la inseguridad es que siempre se habla del

    delito ya realizado, como si el gnero quisiera que hu-biera crmenes. Porque si no, no existira. La utopa es el crimen perfecto, no una sociedad sin crmenes. El gnero, y la sociedad tambin, se sacan de encima la pregunta por la prevencin del crimen. Y trabaja sobre el hecho de que es una sociedad criminal y se debe partir desde ah.

    -Entonces, su inters principal en el gnero tuvo que ver con introducir esta cuestin en el marco de una polmica sobre lo social en la literatura?-Yo creo que fue en eso en lo que ms nfasis pusi-mos. Por lo menos, yo puse nfasis en colocar al gnero policial en discusin con lo que se entenda por compromiso. El caso de Roberto Arlt es un buen ejemplo: l fue muy criticado por la izquierda, por-que decan que era pesimista. El policial nos abri el camino para trabajar con otros criterios para denir qu cosa podamos entender por literatura crtica.

    RICARDO PIGLIARICARDO PIGLIA

    1919ABRIL 2014 | BeP

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  • ENTREVISTA | FLORENCIA SAINTOUTENTREVISTA A JUAN SASTURAIN

    Se define como un escritor que hace cosas a partir del gusto. Por eso escribe sobre ftbol, historieta y policial. Dirige la coleccin Negro Absoluto y hasta interpreta a un detective literario en el programa Disparos en la biblioteca. En esta entrevista nos cuenta sobre el gnero negro, la influencia de la narrativa norteamericana en nuestras letras y cmo la cultura popular perifrica genera cambios en la escritura. Y nos explica por qu se niega a encasillar los textos en gneros, cuando lo importante es la forma y no el contenido.

    Alejado del ajetreo de la ciudad, Juan Sasturain se refugia en la costa argentina para descansar pero tambin para escribir los captulos de la segunda temporada de Disparos en la biblioteca, ciclo que protagoniza y en donde se pone en la piel de un detective literario. Aprovechamos su momento de descanso para charlar sobre el gnero negro, sus detectives y la historia del policial argentino.

    -De qu hablamos cuando hablamos de gnero negro?

    -De muchas cosas, es una categora muy amplia. El gnero es una bolsa que sirve hoy en da para abarcar cualquier cosa, el uso del trmino est muchsimo ms generalizado. En principio la novela negra ha servido para contraponerse a la novela clsica inglesa o blanca. Igual, yo estoy en contra de esa excesiva formalizacin, las cosas significan el uso que se les d, y nadie tiene la ltima palabra. Pero para mi generacin de escritores y lectores, en realidad primero lectores y luego escritores, la novela negra es la traduccin en castellano, no de ningn black que jams existi, sino de un noir. La

    serie noire y el film noir son categoras francesas de los aos 40 y es la lectura que hacen los franceses de los fenmenos norteamericanos.

    -Entonces, no se puede esquematizar de ningn modo?

    -La literatura negra es, por sobre todo, una manera de escribir, una suma de contenidos posibles pero tambin, y sobre todo, una manera de leer. Puedo leer Hamlet de William Shakespeare como un texto policial, pero tambin puedo leer los primeros episodios de la Biblia como un relato policial. Lo voy a leer as, en tanto ponga nfasis en la investigacin y en la existencia del crimen.

    -Cmo es la aproximacin a la novela negra en la Argentina?

    -Los europeos miraron como autores slo a aquellos norteamericanos que producan para pelculas de series o de gnero. Y los autores que escriban para la literatura de quiosco no aparecan en la foto de la cultura nacional dado que eran ledos desde otro lado. En ese cruce se produce nuestra aproximacin

    La literatura negra es una manera de escribir y de leer

    Por CAROLINA ROMERO | Fotos: SEBASTIN MIQUEL

    2121ABRIL 2014 | BeP

  • como argentinos a la novela negra. En esa interseccin de lectores de literatura americana y lectores de crtica francesa. Y esto pas a fines de los aos 60, cuando hay toda una relectura desde el campo intelectual argentino de ese tipo de fenmeno. Nosotros, generacionalmente, ya los habamos ledo porque estaba publicada toda la literatura norteamericana. Pero nunca haba recibido una atencin crtica.

    -Es una lectura distinta del gnero? -S, eso es lo que hace Ricardo Piglia y lo que hace empricamente Osvaldo Soriano, que es lo que nuestra generacin de escritores recoge como la posibilidad de escritura. Cuando digo nuestra generacin hablo de Piglia, Guillermo Saccomanno, Elvio Gandolfo, Jos Pablo Feinmann, Mempo Giardinelli, Vicente Battista, Antonio Dal Masetto, Juan Martini y por supuesto Soriano. Todos nosotros lemos ese tipo de literatura: a Raymond Chandler, David Goodis, Dashiell Hammett y, despus, a Jim Thompson. Y pasamos por el policial, entendido como una manera de leer distinta, como realismo crtico, distinto a como haba sido ledo por las generaciones anteriores. Es decir, no es que nosotros hayamos descubierto escritores que no se haban publicado, sino que tiene que ver con esa relectura de los clsicos norteamericanos, desde otro lugar. Lo que hay es una revalorizacin ideolgica y estilstica.

    -Cmo naci su fascinacin por este tipo de novela?-Lo que me pas a m en lo personal no es una fascinacin, sino una experiencia de lector. Yo no soy lector de gnero, soy lector de autor. Entonces, creo que nuestra generacin, y en eso s me animo a hablar en plural, es de lectores de la literatura norteamericana del siglo XX, y dentro de ella, de estos autores. Pero no los leemos por policiales, los leemos como narradores a secas. Y as leemos a James Cain, a Chandler y ni hablar de Hammett. Y es, sobre todo, una manera de escribir, porque somos muchos ms deudores de esas lecturas que las generaciones anteriores y que de las lecturas que hicieron los franceses de ellas.

    -Y usted qu lea? -Lea antologas norteamericanas en donde haba autores como Ernest Hemingway al lado de Francis Scott Fitzgerald, que no son escritores de gnero, pero s narradores que cubren los perodos que van entre el 20 y el 40. Y ese es el perodo de tiempo

    de produccin de textos norteamericanos que de algn modo nos marc. Y cada uno de nosotros ha usado esas lecturas y modelos de manera diferente. Algunos nos hemos planteado el policial como gnero, tambin la aventura como tal y nos hemos planteado la escritura desde el gnero. Es decir, los asumimos y adems nos propusimos la posibilidad de escribir gneros desde los mrgenes.

    -Y por qu elega esa literatura?-Porque la literatura norteamericana tiene mucho ms que ver con nosotros. Tenemos mucho ms que ver con los yanquis en el paisaje, en la experiencia de la colonizacin, en la de la frontera. La experiencia salvaje de las ciudades sin ley y sin historia. Protagonistas que no tenan nada en sus espaldas. Todos estamos del mismo lado del Atlntico; otros relatos, en cambio, estn contados desde el corazn del imperio y a nosotros nos ha tocado la periferia y no tenemos ms que ver con esa visin directa. Estamos adentro, no enfrente.

    -Qu libros recomienda que no debieran faltar en la biblioteca de un lector amante de este gnero?-Vamos a hablar de los clsicos, cinco hermosas novelas de cinco notables escritores. La llave de cristal, de Dashiell Hammett; El largo adis, de Raymond Chandler; El asesino dentro de m, de Jim Thompson; El cartero siempre llama dos veces, de James Cain, y Disparen al pianista, de David Goodis.

    HROES Y VEROSIMILITUD

    -Los hroes de nuestra literatura son distintos a los creados en los Estados Unidos? Por qu?-Sobre todo en los gneros de aventura hay cierto tipo de personaje que es el hroe, y es habitualmente un hroe central como el detective, el caballero, el investigador o el sper hroe, que vienen pegados a cierta circunstancia donde se mueve. Uno de los desafos que se han planteado los autores que trabajan desde este confn de culturas como las nuestras, es cmo desarrollar los gneros y utilizarlos desde esta periferia. Es decir, hay ciertas formas tradicionales de usar la aventura y el hroe, que por definicin hacen que trascurran fuera del contexto del que las les. Por definicin, no se escribe aventura en el contexto de lectura. Entonces, algunos de los mecanismos de apropiacin de los mecanismos de la cultura central por parte de culturas perifricas como la nuestra es hacer de tu propia circunstancia un

    ENTREVISTA | JUAn SASTURAIn

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  • espacio aventurable. Es decir, que la aventura es una manera de descolonizacin mental. Las cosas pueden pasar tambin ac, es decir, no ests condenado al realismo fotogrfico.

    -Qu significa eso?-Que lo fantstico no tiene domicilio. El domicilio de la lectura es totalmente convencional, dado por la costumbre. Por qu puede pasar en otro lado y en nuestra periferia no? Entonces, aplics eso a los distintos gneros y termins escribiendo novelas de detectives ac. Por qu no se podra escribir literatura de gnero ac? Hay dos maneras de pensarlo: si lo haces ac tiene que ser realista, que significa que tiene que estar pegado a la cosa ms fotogrfica, y no es as. Si no, eso significara que es realista Philip Marlowe o es realista Batman y que all vuelan y hay detectives privados. Pero, all vuelan tanto como ac y hay tantos detectives privados como ac. Es una convencin literaria, una creacin.

    -Todo tiene que ver con la creacin de lo verosmil?-Claro. A veces algunos hemos pensado o ha surgido la necesidad de escribir un verosmil propio con los mismos derechos y otras circunstancias. Claro que eso trae aparejado sus dificultades, como construir ese verosmil. Entonces, muchas veces, partimos de la parodia. Pero con el tiempo, cuando el detective sale, ya te olvidaste de la parodia, si existe o si no existe. En realidad existe en tanto y en cuanto seamos capaces de pensarlo. Tiene que ver con la construccin del verosmil y con ese pacto.

    UN GNERO SUBESTIMADO

    -Por qu alguna gente cree que el policial es una lectura pasatista?-Son las convenciones establecidas tambin por la sociedad, es la conjuncin habitual e instaurada en asociar a la literatura o el cine a los contenidos. Cuando lo que hace a la esteticidad de una obra es la forma.

    -Por ejemplo, algunos textos de la coleccin del Sptimo Crculo dirigida por Bioy y Borges?-En el Sptimo Crculo hay cosas tan distintas... Textos de Chejov, algn texto ocasional de James Cain, que no es habitual, y algo tan extrao como el texto Los que aman, odian, de Silvina Ocampo y Bioy Casares. Estn puestos all, en tanto y en cuanto tienen algn tipo de elemento, pero no han sido concebidos originalmente en trminos de textos policiales. Entonces, los que escribimos, de lo que estamos hablando es siempre de literatura. Lo que nos importa de Chandler, de Thompson o de Hammet son los enormes escritores que eran, ms all de si usaban un gnero o no. Y la literatura no tiene que ver con los contenidos sino con las formas, puntualmente tiene que ver con el uso del lenguaje. Borges no es un autor policial, aunque ha escrito algunos cuentos que pueden decirse que son policiales. Tienen un investigador, un enigma y una resolucin, pero lo que define al cuento La muerte y la brjula no es su condicin de cuento policial, sino la formalidad del mecanismo, y eso es literatura pura. Lo que trato de puntualizar, entones, es que la literatura y los gneros no son categoras contrapuestas.

    "UNO DE LOS DESAFOS QUE SE HAN PLANTEADO LOS AUTORES QUE TRABAJAN DESDE ESTE CONFN DE CULTURAS COMO LAS NUESTRAS ES CMO DESARROLLAR LOS GNEROS Y UTILIZARLOS DESDE ESTA PERIFERIA"

    2323ABRIL 2014 | BeP

  • -Cmo es eso?-Es que se cree que por un lado est la literatura en serio y por otro estn los gneros. Es un error absoluto conceptual bsico. Suponer que la literatura est en la intencin o est en los temas, o en las pretensiones. Con la intencin de generar una novela que refleje la actualidad argentina de la ltima dcada, pods hacer una basura, y escribiendo un relato que remita a un misterio en una pensin, con dos cadveres, pods hacer un texto excepcional, con todas las resonancias que aquella pretendida literatura no es capaz de hacer porque los instrumentos que utiliza, los usa sin conciencia o con torpeza.

    -Entonces, qu es la literatura?-La literatura es una categora que atraviesa los gneros. Dentro de la literatura llamada policial hay escritores extraordinarios y hay un montonazo de basura. Lo mismo pasa con todo, en una cultura neo colonial como la nuestra, siempre en formacin, dependiente de influencias externas. Y muchas veces, en los bordes del sistema literario o cultural es donde se producen los fenmenos ms interesantes, ms genuinos y valiosos, porque reflejan aspectos donde las pautas culturales ms ortodoxas no aparecen en las fotos. Entonces, as surgen los fenmenos culturales que nos definen y son propiamente nuestros. Si no, no hubieran surgido El Martn Fierro, ni El Eternauta, ni hubiera surgido el tango. Eso no estaba en ningn lado, no son excepciones, es la manera en que las cosas pasan y que las budineras que se utilizan para tratar de explicar son pavadas que explican tres segmentitos para clasificar y nunca dan cuenta de la riqueza de lo que pasa.

    NEGRO ABSOLUTO

    -Cmo naci la coleccin Negro absoluto que usted dirige?-Naci como un proyecto de la gente que es responsable de la editorial, que lo pens con el objetivo de generar algo dentro de esta ola universal que hay de detectives caractersticos en todos los pases. Entonces, surgi la idea de juntar escritores para armar una coleccin de novelas con detectives originales bien nuestros y personajes fuertes para poder crear una saga pensando en la salida al exterior. Pensando en un desarrollo ulterior, en otros medios, en traducciones, en que tuvieran elementos fuertes de identidad nacional, portea y que trascurrieran todas en Buenos Aires.

    -Cmo eligi a los autores?-Lo convoqu a Ricardo Romero que llam a su vez a Leonardo Oyola y a Federico Levn. Y yo convoque a Osvaldo Aguirre y a Elvio Gandolfo, y tambin a Juan Terranova al principio de la coleccin. Y ah nos sentamos a repartir un poco de qu quera escribir cada uno. Se trabaj por encargo. Se plantearon las consignas. Son autores y fueron convocados por autores.

    -Cada uno de los textos son muy distintos entre s?-S, cada uno hizo su obra absolutamente personal, con su estilo y ningn personaje se parece en nada. Las novelas son absolutamente abiertas. Y la coleccin es un claro ejemplo de qu tipo de novela negra es la creada en la Argentina. Son sagas con personajes fuertes, tanto que al lector le queda el personaje. Y ellos saltan de una novela a otra con una situacin pendiente, se desparraman. Pero de la ortodoxia que se podra esperar de lo que se llama novela negra, no tienen nada.

    SENTARSE A ESCRIBIR

    -Cul es el momento en que comienza a escribir?-Yo soy escritor de personajes, y para escribir pienso siempre en personajes. Personajes y situacin, es decir, alguien puesto en una accin. Alguien que piensa, siente o experimenta algo, una idea, una obsesin y quiere encontrar el sentido o la zanahoria para su vida. Por ejemplo, en el libro Los sentidos del agua no pens que Etchenique (Etchenaik) iba a aparecer, y aparece. No es el personaje de la novela detective que entra en una novela. Viene de afuera y se mete en una historia que ya est funcionando y, adems, sabe mucho menos que los lectores. El disparador puede ser el ttulo o el personaje, pero despus depende de la cabeza del escritor y qu necesita para poder escribir. El nico problema que hay es poder sentarse para escribir. Uno es escritor mientras escribe y escribir es un sentimiento, como todas las cosas.

    -Y el detective Etchenaik tiene cosas de usted?-Etchenaik existe o existi. Cuando conceb el personaje, l tena 67 aos y yo 30. Ese que escrib tena 30 aos menos que yo y como todo personaje, o por lo menos en ciertos personajes de ficcin, Etchenaik en mis historias ha vivido dos o tres aos. Yo he estado escribiendo siempre sobre personajes. Los investigadores, los que tenan el poder, eran gente mayor. Yo era mucho ms los personajes de

    ENTREVISTA | JUAN SASTURAIN

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  • los estudiantes, que aparecan por ah. Ha pasado el tiempo y ahora, yo alcanc la edad de Etchenaik, l se qued ah pero yo tengo su edad. Cuando sali Pagara por no verte me dijeron: el detective est ms viejo, ms reflexivo, ms canchero. Eso es extraordinario, uno no es consciente de ello, pero cuando convivs 30 o 40 aos con un personaje, sobre todo con personajes que tengan caractersticas as, que estn hechas en un determinado momento, el que se mueve es uno. No somos los mismos cuando escribimos a las 30, a los 40, a los 50 o casi a los 70.

    -Y qu pasa con sus otros personajes? -Un autor est diseminado en todos sus personajes y a la vez en ninguno. Uno se puede poner, como en la psima literatura, como personaje opinante o portador de saberes; los puede cargar con sus opiniones, con su mirada del mundo, que son torpezas literarias, pero al fin uno es todos los personajes: el villano, las minas, los muertos; uno est en todos esos. Tambin est en el tipo de conflicto, en lo que dicen y en lo que no dicen, en lo que se esconde.

    LITERATURA EN TV

    En el ciclo televisivo Disparos en la biblioteca, Sasturain se pone el traje de detective literario y sale a la calle a descubrir enigmas. Hace unos aos se llev adelante la primer temporada para un concurso de CePIA (Centro de Produccin e Investigacin Audiovisual) de la Secretara de Cultura de la Nacin, en donde result elegido. Primero se transmiti por la TV Pblica, luego por Canal Encuentro, y tambin por 360 TV, cuenta. En cada captulo se toca un tema central que se estructura segn los principios del relato clsico detectivesco. As se mezcla ficcin y literatura para acercarnos a la historia del gnero policial argentino. Fiel a las convenciones del gnero, en este ciclo est reforzada la parte ficcional porque tiene un vuelta de tuerca, comenta Sasturain, ya que el programa posee un falso problema policial, un pretexto, un jueguito que sirve para hablar de literatura y temticamente habla de literatura policial. Encarnando a un detective y acompaado por su secretaria, Sasturain deber resolver casos cuyas pistas terminarn llevndolo siempre a algn texto de nuestra literatura de enigmas. El escritor y periodista dice que no sabe si la televisin genera nuevos lectores: Una cosa es ver un programa que trata sobre libros y otra es leer libros; son experiencias completamente distintas, precisamente hay que apagar la tele para leer. No sustituye la experiencia pero tampoco sabemos hasta dnde la genera. Sasturain concluye que lo que s se produce es probablemente una familiaridad con los libros: Me parece que eso es positivo en tanto y en cuanto el programa suministra una experiencia donde los libros estn naturalizados y las personas no estn mistificadas.

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  • SOBRE LA LECTURA DE NOVELAS POLICIALES

    UNA SEDUCCIN A NUESTRA CURIOSIDADNo slo me gusta leer policiales: me gusta tambin descubrir las rarezas del gnero, dice el autor que tambin ha incursionado en esta literatura de sangre y enigmas en estas reflexiones donde, adems, aporta singularidades y retricas del gnero; obras y autores; sus detectives, criminales y vctimas. Y en ocho puntos seala claves del disfrute que implica entrar al mundo de los cuentos y novelas policiales.

    Por PABLO DE SANTIS

    IEs muy comn que encontremos novelas policiales en los lugares de veraneo. Las bibliotecas de los hoteles (armadas a partir de los libros que los huspedes abandonaron u olvidaron) contienen abundantes historias de crmenes. Cuando alguien quiere pasarla bien en un viaje se lleva un policial.

    Las novelas de detectives a menudo tienen arena entre las pginas.

    IIDe dnde nace ese placer? En primer lugar de la sorpresa, pero no se trata de una sorpresa totalmente inesperada: ms bien jugamos a sorprendernos con los sucesivos crmenes y las correspondientes deducciones de Sherlock Holmes, de monsieur Poirot o el detective de turno.

    Siempre que algo funciona es porque hay en su interior un mecanismo sutil: el soneto, el drama

    isabelino, el cuento breve, los haikus, inclusive las canciones populares, con su duracin prejada y su estribillo. Son ejemplos del amor por la forma. Queremos un contenido sorpresivo, pero bajo una estructura conocida.

    IIIPero hay otra familiaridad que buscamos en las novelas policiales: los detectives. Nos agradan las manas del padre Brown, de la seora Marple o de Adam Dalgliesh, el polica (detective y poeta a la vez) que imagin la gran P.D. James.

    La novela a secas es, en esencia, un gnero destinado a mostrar cmo cambia un personaje. La novela y el cuento policial conforman un gnero destinado a mostrar como no cambia un personaje. El detective atraviesa crmenes y circunstancias sin transformarse. Los muertos son nuevos, los sospechosos son nuevos, pero el detective es un viejo conocido que nos gua, atento y concentrado, por los pasadizos y jardines del mal.

    2727ABRIL 2014 | BeP

  • IVJ.B. Priestley fue autor de obras de teatro, de hermosos cuentos fantsticos y de novelas. En todas sus obras hay un gran tema: el paso del tiempo. Tiene tambin un libro llamado Deleite que es a la vez la ms alegre y melanclica de sus obras. All se propuso anotar aquellas cosas que a lo largo de su vida le haban provocado distraccin o felicidad. Hay de todo: caminar por un bosque de pinos, viajar al extranjero por primera vez, jugar al billar.

    Una de las primeras fuentes de deleite que anota es leer novelas policiales en la cama. La novela policial es desde luego convencional y estilizada pensad en esas reuniones de biblioteca, en esas comiditas en Soho con casi seis libras gastadas en vino, pagados con un sueldo de Scotland Yard pero sus limitaciones forman parte de su hechizo. Opone a la inmensa, lamentable maraa del mundo real, su propio ordenado problema y su solucin clara.

    Walter Benjamin, por su parte, seal el placer de comprar novelas policiales en las estaciones de tren para leer durante el viaje. El viajero podra llevar alguno de los libros que tiene en su casa, robustos y bien encuadernados, y sin embargo preere comprar una novela policial en el quiosco de la estacin. Entre las hojas recin rasgadas de las novelas policiales uno busca las pesadillas ociosas, en cierto modo vrgenes, que le permitan superar las pesadillas arcaicas del viaje.

    A m me encanta comprar alguna novela justo antes de viajar, en las libreras del aeroparque o en la de Ezeiza, las dos muy bien surtidas, a pesar de lo que siempre se dice de las libreras de los aeropuertos. Elijo con mucho cuidado: si uno se equivoca con la lectura del viaje, est condenado al aburrimiento o a la revista de la lnea area. En el mundo de los aviones, hasta el mnimo riesgo debe ser erradicado: mejor que los lectores cumplamos nuestra parte, y dejemos las elecciones caprichosas para cuando estemos con los pies en la tierra.

    VNo slo me gusta leer policiales: me gusta tambin descubrir las rarezas del gnero. Porque la novela policial est llena de libros completamente desconcertantes. Libros en los que el gnero recuerda su cercana con la pesadilla.

    Se dice que el policial naci con "Los crmenes de la calle Morgue", de Poe. O con "La carta robada". Pero tambin podramos decir que naci con sus relatos de crmenes y locura: "El corazn delator", "El gato negro".

    Un ejemplo: La noche a travs del espejo, de Fredric Brown, donde un editor de peridico de un pueblo, especialista en la obra de Lewis Carroll, se ve implicado en una serie de hechos inslitos que ocultan referencias a Alicia en el pas de las maravillas y a su continuacin, Alicia a travs del espejo.

    En El perchern de negro, de John Bardin, el narrador es un psiquiatra que recibe la visita de un extrao paciente al borde del colapso. Este le cuenta su maldicin: un enano lo persigue adonde vaya, arrojndole monedas. El psiquiatra intenta una interpretacin psicoanaltica del delirio hasta que ve al enano y a sus monedas.

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  • En El seor Byculla, de Erik Linklater, asistimos al desle de una serie de personajes triviales y srdidos. Todos, tarde o temprano, conocen al misterioso y compasivo seor Byculla. Este quiere borrar el dolor del mundo. Para ello tiene una frmula perfecta: el estrangulamiento.

    Pero el ms raro de todos es Henry Keeler, cuyas novelas tienen ttulos como La voz de los siete gorriones, El caso de la mujer transparente, El hombre de los tmpanos mgicos, La cara del hombre de Saturno o Dedo, dedo. El escritor Gonzalo Carranza (autor tambin de un libro muy extrao: El sistema de huida de la cucaracha) me prest uno de los libros de Keeler: El enigma del crneo viajero. No recuerdo bien el argumento: slo que era imposible de recordar. El libro acumulaba enigmas, pistas, coincidencias asombrosas, personajes por doquier, hasta que en un momento se revelaba que todo eran ilusiones, un solo personaje haba urdido la complicada trama. Tambin recuerdo que el narrador iba a cierta direccin para buscar a alguien, y descubra que el sitio era un cementerio destinado a fenmenos de circo.

    VIUn placer agregado a las novelas policiales: las tapas.

    En El sptimo crculo, los dibujos geomtricos de Jos Bonomi, autor tambin del caballo de ajedrez que serva de emblema a la coleccin, sealaban la acin al orden.

    En la coleccin Rastros: escenas de accin, rubias opulentas, armas de fuego, cuchillos.

    En la Serie amarilla de Tor: dibujos apresurados, confusos, en colores chillones. Y en el interior esas letras diminutas, encimadas, borrosas

    En las novelas de Agatha Christie (de la editorial espaola El Molino): escenas perturbadoras dibujadas con trazo hiperrealista.

    Me acuerdo de la tapa de El hombre del traje color marrn: un traje tendido en el suelo, y sobre l, la fotografa de un hombre sonriente. No haba sangre, y sin embargo aquel collage era una perfecta representacin de la muerte.

    En la tapa de Matar es fcil: un canario atravesado con un aller de oro.

    2929ABRIL 2014 | BeP

  • VIISiempre decimos a los nios que la lectura es puro placer,

    pero mentimos: es un placer complejo, con mucho de obligacin autoimpuesta. Creo que es por eso que el libro electrnico no ha

    triunfado del todo: sentimos la ntima satisfaccin de ver que las pginas van pasando, que lo que falta es menos que lo que lemos, que el libro est siendo vencido.

    La novela policial es una tregua en esa lucha. No solo seduce a nuestro gusto por la palabra justa o la invencin: seduce a nuestra curiosidad. Queremos saber. Conocemos la historia de la investigacin, pero queremos saber la otra, la historia enterrada, la historia del crimen. Avanzamos pgina tras pgina, como dice Chesterton, de lo complejo a lo simple, de la oscuridad hacia la luz.

    VIIIA veces los amigos nos prestan libros que jams se nos hubiera ocurrido comprar. As me ocurri con Secuestrado por el pueblo, de Georey Jackson, que me prest el escritor Marcelo Birmajer, donde encontr una de las mejores escenas de lectura que he podido descubrir.

    Jackson era el embajador de Gran Bretaa en Uruguay. El 8 de enero de 1970 fue secuestrado por un comando de Tupamaros, que lo mantuvo cautivo hasta septiembre. El embajador cont sus experiencias en un libro donde no hay una sola lnea de autocompasin: narr todo, an las penurias fsicas, con humor y distancia, como si le hubieran ocurrido a otro. Tena miedo, pero adems se aburra. Los captores en ocasiones le conseguan algn viejo libro: una Biblia, un ejemplar del Quijote, La montaa mgica de omas Mann Sus guardianes estaban tan aburridos como l; Jackson esperaba la libertad, ellos el relevo. Pero hay un momento en que a uno de ellos le prestan unas cuantas novelas de Agatha Christie, protagonizadas por sus dos grandes detectives: Hrcules Poirot y la seorita Marple. Y es en ese momento donde la alegra invade por igual al prisionero y a sus guardianes y se ponen a festejar el hallazgo.

    La literatura abunda en premios insignes: del Nobel a ciertas ediciones consagratorias, de ensayos eruditos a ctedras con nombre propio. Pero no creo que un escritor haya alcanzado mayor gloria que sta, la que gan Agatha Christie sin saberlo: representar, para quien est prisionero, un instante de felicidad.

    VIISiempre decimos a los nios que la lectura es puro placer,

    pero mentimos: es un placer complejo, con mucho de obligacin autoimpuesta. Creo que es por eso que el libro electrnico no ha

    triunfado del todo: sentimos la ntima satisfaccin de ver que las pginas van pasando, que lo que falta es menos que lo que lemos, que el libro est siendo vencido.

    La novela policial es una tregua en esa lucha. No solo seduce a nuestro gusto por la palabra justa o la invencin: seduce a nuestra curiosidad. Queremos saber. Conocemos la historia de la investigacin, pero queremos saber la otra, la historia enterrada, la historia del crimen. Avanzamos pgina tras pgina, como dice Chesterton, de lo complejo a lo simple, de la oscuridad hacia la luz.

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    La literatura abunda en premios insignes: del Nobel

    la alegra invade por igual al prisionero y a sus guardianes y se

    a ciertas ediciones consagratorias, de ensayos eruditos a ctedras con nombre propio. Pero no creo que un escritor haya alcanzado mayor

    La literatura abunda en premios insignes: del Nobel

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  • CRONISTAS DE POLICIAL

    Ficcin o nof iccin, esa es la cuestinQue la realidad supera a la ficcin constituye una premisa del imaginario social tan asentada como difcil de someter a un anlisis. Lectores de diarios y de literatura la repiten cada vez que se anotician de un hecho siniestro o desopilante, como si esta sentencia confirmara algo de la oscuridad de la naturaleza humana, y como si esta oscuridad, a su vez, tuviera cierto efecto tranquilizador.

    Por LIBERTAD FRUCTUOSO

    Cmo se desentraa la relacin entre literatura y periodismo? Literatura, historia y periodismo son discursos imbricados, en primer lugar porque han vehiculizado a lo largo del tiempo los mismos contenidos y porque la profesionalizacin de los escritores se dio a travs de su trabajo en el periodismo (Roberto Arlt cubra en el diario El Mundo la seccin policiales).Cuando abordamos el policial, la crnica y el cuento policial aparecen como caras de la misma moneda, pues ficcin y realidad se retroalimentan. En cierta manera, el surgimiento simultneo de la crnica y el cuento policial, en el marco de la prensa masiva de la segunda mitad del siglo XIX, no es casual. La industrializacin que afianza el capitalismo y consolida la concentracin urbana plantea un requerimiento de nuevas necesidades de informacin y de distraccin para pblicos ms

    amplios. La prensa masiva hace, entonces, un giro y pone a un lado los temas polticos, para abordar cuestiones cotidianas. En sntesis, se reducen los artculos de fondo, se explotan escndalos y se desarrolla la seccin sociedad.

    Diarios y libros

    Edgar Allan Poe diriga la Grahams Magazine, donde se public por primera vez 1841 "Los crmenes de la calle Morgue", cuento que sent las premisas de la literatura policial de enigma, que desarrollaron clebres escritores britnicos. Desde ese entonces, la literatura y el periodismo han establecido un estrecho vnculo moldeado a travs del gnero policial. Con el paso de los aos, surgi la novela negra de la pluma de Raymond Chandler y Dashiel Hammett: los ambientes oscuros se transforman en los escenarios donde personajes

    3131ABRIL 2014 | BeP

  • desencantados, cnicos y sin un dlar deben hacer frente a la corrupcin policial. La diferencia radical entre ambos es que si en el policial ingls los protagonistas son tpicamente de las clases sociales altas, los crmenes son, por lo general, refinados y el culpable casi siempre es descubierto y castigado por la ley, en el policial negro, el foco del relato no es la resolucin del enigma, sino mostrar la atmsfera asfixiante de miedo, violencia, injusticia, inseguridad y corrupcin del poder poltico. Este avance del gnero coincide con el surgimiento de la prensa amarilla, famosa por los diarios de Pullitzer y de Hearst. El morbo, el castigo ejemplar, casos de adulterio o crmenes cruentos llevan a los periodistas a llamar diariamente a comisaras, morgues y hospitales, para alimentar las fantasas de sus lectores.

    En la Argentina

    La hegemona del gnero se dio hasta los 60, dcada en la que el policial negro se reabsorbe con el surgimiento del non fiction. Este nuevo gnero representa un giro para la literatura y el periodismo, en tanto problematiza los lmites de la ficcin; concretamente, cmo se ficcionaliza o reconstruye el testimonio pone en cuestin cul es su valor de verdad y el contacto con la realidad. Entre los referentes del non-fiction se encuentra Rodolfo Walsh como pionero, que en 1957 public Operacin Masacre. Truman Capote dio a conocer, aos ms tarde, A sangre Fra -en 1965, aunque es popularizado como uno de los creadores del gnero. En la genealoga del policial en la Argentina, la no-ficcin ha crecido exponencialmente en los ltimos aos y los referentes proliferan: Candelaria Schamun, Cristian Alarcn, Sebastin Hacher, Juan Carr, Javier Sinay y Rodolfo Palacios, entre otros. Y ha tomado cierta forma hbrida de no-ficcin con rasgos de la novela negra. Esto se debe a que, por un lado, la forma del relato crnica est en su mximo esplendor: existen cursos de crnicas, revistas de crnicas, escritores como periodistas. La crnica es el gnero predominante en el periodismo, todas las secciones la tienen y hasta las entrevistas, noticias, comentarios y notas de opinin tienden a asumir la forma de la crnica. As, los hechos se transforman en historias bastante subjetivadas, situadas en un tiempo y lugar psicologizados por la voz del narrador-periodista, con la forma de introduccin, conflicto y desenlace. A pesar de que este modo de contar muchas veces pierde fuerza por su efectismo, por la forma del happy end, o por su carcter de denuncia inerte adems de que los periodistas se suelen ubicar como hroes justicieros, como contracara hay que destacar que muchas veces los periodistas son los nicos que tiran de hilos que nadie querra tirar. Estos autores cuentan historias que estn latentes en la conciencia social, en la voz del pueblo. Este hecho emparienta casos como el de Walsh y la frase que escucha: Hay un fusilado que vive (detonante para que comenzara con la investigacin de los asesinatos impunes de la Revolucin Libertadora) con libros como Cordero de Dios, de Candelaria Schamun. El da del entierro de Candela Sol Rodrguez

    CRONISTAS POLICIALES

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  • en Hurlingham, cuando la gente se acerc para ver pasar el coche fnebre, una vecina murmur: Es un cordero de Dios. El policial argentino actual se suele desplazar por un conurbano srdido y marginal: Cristian Alarcn lo representa vvidamente en Cuando muera quiero que me toquen cumbia, influenciado por su coterrneo chileno, Pedro Lemebel. En muchos casos, la provocacin y el resentimiento son motores para la denuncia poltica y social, que sirven para la estetizacin o desestizacin de ciertos temas controvertidos. Sebastin Hacher, en Cmo enterrar a un padre desaparecido, busca recuperar algo de lo perdido en el vnculo padre desaparecido-hijo y, si bien aparece cierto peso testimonial, el recorte histrico, social y econmico del contexto que realiza se podra manifestar como un desinters explcito sobre la vida poltica de las generaciones pasadas. En este sentido, bordea un terreno ideolgico que se desvincula de lo periodstico. En ciertos trabajos se pretende preservar la identidad de las personas involucradas: por ejemplo, en Crminis causa, Juan Carr cuenta la historia de un chico y todo lo que el sistema le quita y le propone a cambio. En un libro que trata de la delincuencia como fenmeno social, de un lder de villa que perdi sus cdigos, un chico sin lugar dnde escaparse, de instituciones sucias y corruptas, donde el crculo slo cierra con el periodista como actor poltico, que es fundamental en su enunciacin. En algunos casos, la voz del narrador empatiza con el victimario, como lo hace Javier Sinay con Sangre joven, que se pone en la piel de jvenes (Junior, el tirador de Carmen de Patagones, y otros menos conocidos) para acompaar con su prosa historias de afectos no correspondidos, de presiones sociales y realidades atroces. La violencia est reducida a la inseguridad, esto es quizs lo que intenta plantear Rodolfo Palacios con El ngel negro, vida de Robledo Puch y Conchita, el hombre que no amaba a las mujeres, un retrato del asesino platense Barreda y otros testimonios. Pues la agenda meditica sesga el hecho de que ms del 60% de los homicidios son intrafamiliares o de gnero.

    Diferencias

    Los medios de comunicacin masivos tienden a construir un imaginario donde el papel de vctima lo acaparan sujetos de clase media-alta. El destino de privilegio presuntamente merecido y hasta naturalizado aparece amenazado por actores sociales ms o menos difusos, englobados en el fenmeno de la inseguridad, cuyo discurso instala una suerte de miedometra donde la sensacin de inseguridad es una variable poltica determinante. Entonces, el lector o espectador se constituyen, identificndose tambin como vctimas. En cambio, estos casos actuales de la no ficcin en la Argentina traen otra imagen de la realidad y del conflicto social. Constituyen una ventana para hacer visibles a otras vctimas, otras violencias. Recuperan y muestran el funcionamiento de estructuras de poder cuya actividad queda silenciada por el imaginario producido por los massmedia.

    3333ABRIL 2014 | BeP

  • ARTE TEXTIL: CREAR ENTRAMANDOLos artistas Carlos Luis Pajita Garca Bes, Roberto Fernndez y Leo Chiachio & Daniel Giannone trasladan la pintura al oficio del bordado y el telar incursionando el ejercicio de crear con las costuras la bsqueda esencial del color y de la forma: producen con materiales. As entretejen un proceso creativo donde la imaginacin no conoce lmites y forma una identidad propia y argentina.

    Por ADRIAnA LUGoneS

    CARLoS GARCA BeS, Leo CHIACHIo & DAnIeL GIAnnone Y RoBeRTo FeRnnDeZ

    Detalles (de izquierda a derecha) "El rbol preado" (1977), "Arco iris de luna y sol"(2011-12), "Solve et coagula"(2000-01)

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  • CARLOS LUIS PAJITA GARCA BES

    Carlos Luis Pajita Garca Bes (Salta 1914-1978) descubri en el arte textil la fibra noble que tramaba literal y conceptualmente la historia americana. A partir de un amplio registro de investigacin y creacin, inicia en la dcada del 40 la revalorizacin del arte precolombino que incidi en la cultura del noroeste, rescatando sus formas y espacios planimtricos para representar los antiguos relatos y leyendas de los pueblos originarios. Son obras de gran tamao realizadas con las tcnicas de telar criollo y lana de oveja teida artesanalmente, con un gran valor esttico y policromtico, sobrepasando al costumbrismo para acercarnos al arte tnico y conceptual. Fue un artista que, consciente de las vanguardias internacionales, vio en el tapiz la posibilidad de plasmar una imagen moderna en este arte ancestral. Garca Bes supo transitar en su vida y en su obra la destreza del telar y la alfarera con maravillosas narraciones, msica y danzas de races ancestrales que vivenci en los ritos y ceremonias de chiriguanos y chans dejndonos como legado una compleja identificacin cultural, que aporta a la identidad argentina.

    flickr.com/photos/guidoyan/3976684315/in/photostream/

    PACHAMAMA

    Tapiz | 140 x 185 cm | 1978

    foto: Guadalupe Miles

    3535ABRIL 2014 | BeP

  • ROBERTO FERNNDEZ

    La particularidad de Roberto Fernndez (Lans, 1951) es la originalidad en cada una de sus etapas, no solo por sus planteos, sino por su capacidad de trascender poticamente la mezcla de los ms variados materiales, por ejemplo hilo, cinta chonflex y, en especial, una invencin propia que es el papel calco que no es orgnico. Al ser tan resistente, este material le permite bordarlo, dibujarlo, quemarlo y agredirlo de diversas maneras hasta lograr mltiples resultados. La tcnica que utiliza es de gran labor artesanal. Sus obras son membranas orgnicas que van entramando un todo que capa tras capa se carga de invencin y de una esttica propia. El trabajo consiste en papeles bordados donde las costuras se elevan mostrndonos una fluidez que se expresa en sus obras logrando hacer aparecer algo que no existe, construyendo smbolos. Ms all de lo simblico, las transparencias y los bordados, Roberto Fernndez es un poeta de la bsqueda a travs de las formas, que nos encandila con su potente belleza y sentido.robertofernandez.tumblr.com

    PAMPA DE CARNE

    Tcnica mixta | 500 x 150 cm | 2011 - 2014

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  • LA FAMILLE DANS LA JOYEUSE VERDURE

    Tcnica mixta| 100 x 150 cm | 2013

    LEO CHIACHIO & DANIEL GIANNONE

    Leo Chiachio (Banfield, 1969) y Daniel Giannone (Crdoba, 1964) no solo son una pareja creativa, sino tambin compaeros de vida. Entretejen e incurren con sus bordados en un mundo fantstico en donde la imaginacin no conoce lmites. De esta manera se conectan con la delicadeza del trabajo paciente rescatando la tarea manual con la gran fuerza y potencia de su pintar con agujas e hilos. La tela se va recreando mediante intensos colores textiles, moldeando formas que denotan una vitalidad que se respira y se percibe. El arte latinoamericano est presente a travs de una esttica kitsch: colores saturados, elementos de la fauna, la flora y los pueblos originarios. Ellos recrean con las costuras los efectos de la pintura, utilizando la tcnica como un medio para representar la idea a partir del valor, el color y el volumen que generan en un proceso creativo. Sus obras estn atravesadas por un continuo paseo de personajes y caracteres. Se plasman ellos mismos disfrazados de distintas figuras desfilando uno tras otro en la dimensin infinita de su fbula. chiachiogiannone.com leo-chiachio--daniel-giannone.blogspot.com.ar

    3737ABRIL 2014 | BeP

  • 38 CONABIP38 CONABIP

  • Lo que dej el EncuentroDel 18 al 21 de septiembre de 2013 se llev a cabo el IV Encuentro Nacional de Bibliotecas Populares que por primera vez se hizo en Tecnpolis. Un total de 1680 representantes de bibliotecas participantes de toda la Argentina compartieron esta instancia de capacitacin y puesta en comn de experiencias que la CONABIP realiza sin interrupciones, cada dos aos, desde el 2007.

    Por MALENA HIGASHI | Fotos: SEBASTIN MIQUEL

    INSTITUCIONAL

    3939ABRIL 2014 | BeP

  • Cada Encuentro Nacional de Bibliotecas Populares es una verdadera fiesta y esta vez no fue la excepcin. 1680 representantes de

    bibliotecas participantes de todo el pas llegaron al predio de Tecnpolis para compartir cuatro jornadas intensas de capacitacin, mesas temticas y conferencias magistrales. Esta vez el lema del Encuentro fue Inclusin digital para compartir el futuro. Esta temtica estuvo presente en gran parte de las charlas, as como tambin hubo temas relacionados con la promocin de la lectura, el papel de la biblioteca en la comunidad y herramientas para abordar la lectura con jvenes, entre otras.

    Las BP en las mesas

    Las bibliotecas populares son el centro de este Encuentro, porque compartir y replicar es uno de los objetivos del evento. Nueve de ellas participaron de las mesas temticas contando los resultados y

    las experiencias de distintos proyectos que llevaron adelante.

    Susana Evelin, de la BP Domingo F. Sarmiento, de Santo Domingo, Santa Fe, particip de la mesa Lectura y literatura en el soporte que soporte, compartiendo un proyecto que inicialmente present en el Programa Por ms Lectores de la CONABIP. Se trata de una iniciativa que busc trabajar en la biblioteca con libros electrnicos. En el pas no hay muchas experiencias relacionadas con este tema. Empezamos con una campaa de difusin, llevamos los libros electrnicos a las plazas, veamos qu repercusin tenan, cul era el uso y la manipulacin de los aparatos. Para ella fue muy motivador compartir la mesa con otras bibliotecas porque segn dice, despus que uno cuenta la experiencia, las bibliotecarias se acercan y preguntan, y eso enriquece mucho. Gustavo Llanes, que acompa a Susana, agreg que en el Encuentro se da siempre un intercambio con las otras bibliotecas, con las realidades que cada una

    IV ENCUENTRO NACIONAL DE BIBLIOTECAS POPULARES

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  • tiene y se ven situaciones a mejorar: Nos vamos dando consejos, nos vamos pasando informacin y ni hablar de las presentaciones en las que me toc estar, todas excelentes.

    Una sala colmada de bibliotecarios y bibliotecarias recibi con un fuerte aplauzo a los actores Mara Dutil y Lito Cruz que compartieron la mesa Experiencia de lectura en lugares no tradicionales junto a Marina lvarez y Blanca Rosa Araujo Ferro de la BP Mara Luisa Buffo de Ferro, de Monteros, Tucumn. Al finalizar la charla, muchas bibliotecarias se acercaron a dialogar con ellas: Hay otras bibliotecas que estn trabajando con proyectos de lectura en lugares no tradicionales (hospitales, geritricos, etc.) y surgi la inquietud de que todas queremos volcar la experiencia en algn sitio para que las otras puedan tomar como referencia, seal lvarez. Prima Cerd y Norma Larrea, de la BP Bernardino Rivadavia de Villaguay Entre Ros y Estela Suris de la BP Chacras de Coria de Mendoza estuvieron presentes atradas por

    la temtica; la primera trabaja con la lectura en lugares no convencionales la lectura: merenderos, psiquitricos, dos geritricos y tambin en el hogar de nios, mientras que la biblioteca de Suris lo hace en el Penal de Almafuerte, donde armaron una sala de lectura.

    El uso de nuevas tecnologas y la inclusin digital fueron ejes a trabajar en el Encuentro. Por ese motivo se invit a Nieves Castillo Alzuri de la BP Domingo F. Sarmiento, de General Villegas, Buenos Aires. Ella explic un novedoso sistema de informacin para atraer nuevos lectores, sobre todo a los jvenes, y llamar la atencin de la gente que concurre a la biblioteca. El mismo consiste en util