Bienvenida Hermana Yolanda Nueva Provincial, …...Señor, que tu servidor escucha»1Samuel 3,1ss....

Julio de 2017 Edición # 11

Provincia Colombo Venezolana

Por: Hna. Martha Uriela Villegas

Hace cincuenta años, cuatro jóvenes colombianas emigran a Venezuela con gran alegría, LLAMADAS POR EL BUEN PASTOR a consagrarse al Señor en la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor. A ellas se les suma una vocación nativa.

Venezuela país exuberante, con grandes riquezas morales y materiales, con gente solidaria, alegre, colaboradora, les da la bienvenida y abre no sólo sus puertas, sino también sus corazones, haciéndolas parte de su misma historia. Allí han realizado un pastoreo digno de resaltar, entre las personas más vulnerables, en su mayoría mujeres en cuyos ojos sus lágrimas siempre han sido muy amargas.

Cuando el pueblo venezolano, vive momentos de angustia, dolor y terror, el 25 de marzo de este año, la Congregación NSCBP hace un stop en el camino con la maravillosa celebración de los 50 años, hermoso jubileo de Consagración Religiosa de estas cinco Hermanas: Cecilia Castaño, Ofelia Castaño, Efigenia Ramírez, Fidelia Dugarte y Virgelina Alzate. Esta última pasó recientemente al festejo celestial, falleciendo en su comunidad del Buen Pastor Los Chorros el 27 de abril de 2017.

La Congregación las anima a seguir siendo presencia de Jesús Buen Pastor entre el pueblo sufriente…

Hoy la Provincia Colombo Venezolana las felicita, se alegra con otras religiosas que en el transcurso de este año han dado motivos de acción de gracias al Señor: Hermana María Luisa Tafur Morales, con la celebración de sus 100 años de vida y 75 de Consagración Religiosa.

También las Hermanas Martha Libia Villegas Arroyave, Inés Ofelia Bustamante con las Bodas de Oro de su Votos Religiosos.

Hermana Carolina Henao con su Profesión Religiosa, Hermana Merlis Rivas con la celebración de su toma de hábito, son motivos de gran regocijo y acción de gracias al Señor por su FIDELIDAD.

Bienvenida Hermana YolandaNueva Provincial, Provincia

Colombo Venezolana Ver Articulo Pag. 2

“HABLA SEÑOR QUE TU SERVIDORA ESCUCHA!”

Contenido

Por: Hna. Yolanda Sánchez Contreras

Testimonio vocacional

“CIEN AÑOS DE FECUNDA VIDADE AMOR Y SERVICIO”

Por: Hna. María Luisa Tafur Morales Testimonio vocacional

“SOMOS PROFETAS CUANDO LE

DAMOS LA PRIMACÍA A DIOS... ”Testimonio vocacional

Por: Hna. Elizabeth Carolina Henao Rincón

“TODO TENÍA OLOR A CIELO ”Testimonio vocacional Por: Hna. Cecilia Castaño Castaño

“Y A TI TE DIGO: HAZ LA PRUEBA Y VERÁS QUE BUENO ES EL SEÑOR ”

Por: Hna. Fidelia Dugarte Rodríguez Testimonio vocacional

“DIOS QUE ES RICO EN AMOR”Testimonio vocacional Por: Hna. Inés Ofelia Bustamante Zapata

“ME HE SENTIDO REALIZADA Y FELIZ ”


Por: Hna. María Efigenia Ramírez Zuluaga

“EL SEÑOR ME CONTINUABA LLAMANDO

A SU SERVICIO EN LA VIDA RELIGIOSA ”

Por: Hna. Marta Libia Villegas Arroyave


“ME SIENTO ELEGIDA Y AMADA POR MI PADRE CELESTIAL”Por: Merlis de Jesús Rivas RamírezNovicia Contemplativa

“HE SIDO MUY AFORTUNADA,

AMADA Y PRIVILEGIADA POR EL SEÑOR. ”

Por: Hna. Ofelia Castaño Cuartas

“DOY GRACIAS A DIOS, A LA SANTÍSIMA VIRGEN NUESTRA MADRE Y ...”Por: Hna. María Virgelina Alzate Ramírez


Q. E. P. D.

Por: Hna. Yolanda Sánchez

“HABLA SEÑOR QUE TU SERVIDORA ESCUCHA!”

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«Dios llamó: «¡Samuel! ¡Samuel ! Samuel !» Cuando el Señor llamó a Samuel por tercera vez, se levantó y fue a ver a Elí: «Aquí estoy, le dijo, ya que me llamaste». Elí comprendió entonces que era Dios quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel: «Anda a acostarte; si te llaman, re sponde : «Hab la , Señor, que tu servidor escucha»1Samuel 3,1ss.

Puedo decir que la historia de mi vocación comenzó cuando tenía 9 años el día de mi primera comunión, aunque aún no era muy consciente del llamado a la vida religiosa. Ser católica para mí se reducía a ir a misa los domingos, a hacer las lecturas durante la Eucaristía y de vez en cuando ir a un grupo de oración. Puedo decir que volví a sentir el llamado del Señor, como Samuel, cuando terminé mis estudios de secundaria, pero en ese momento, preferí empezar a trabajar en el taller de carpintería y ebanistería de mi papá.

El llamado más fuerte y definitivo, en el que la respuesta fue un SI al Señor que continuaba llamando, sucedió cuando asistí a la profesión de mi hermana Doris en el Buen Pastor en 1986. He aquí que 6 meses más tarde después de este acontecimiento estaba entrando a la comunidad del Buen Pastor en Cúcuta para empezar mi experiencia como aspirante, era el 12 de julio de 1986. Esto sucedía después de la participación al encuentro vocacional organizado por las Hermanasdel Buen Pastor en Bucaramanga. Sentía que daba

un giro grande en mi vida al ingresar a la comunidad pero estaba segura del paso que daba y me sentía llena de una alegría y paz profundas.

Era el encuentro con la persona de Jesús Buen Pastor. La vida comunitaria, el encuentro diario con Jesús Eucaristía, la participación en el apostolado fueron alimentando mi vida y haciendo crecer en mí el deseo de entregarme para toda la vida como consagrada en la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor.

En el segundo año de votos temporales, en 1992, el Señor me hace otro llamado, era una inquietud que ya venía sintiendo, pues había entrado a una Congregación en la que se vivía la dimensión de la internacionalidad. Esta vez se me presenta la oportunidad de ir a la misión a otro país en África Occidental: Senegal. Puedo decir que se cumplía así mi sueño de ir a la misión ad gentes. El encuentro con otras culturas, (pues he estado en varios países después de esto), ha llenado mi vida, encontrar a Jesús en el otro/la otra con maneras de pensar, ser y hacer diferentes ha sido un gran reto pero a la vez ha llenado mi corazón y mi ser de alegría, de apertura, de compromiso, es la vivencia del Celo que debe abarcar el mundo entero.

Celebrar 25 años de votos en el año 2015, es celebrar la consagración que es fuente de felicidad y de renovar el SI que un día pronunciara y seguir apostando por el Dios de la Vida, Dios de ternura y de misericordia, es decirle nuevamente que quiero responderle con todas mis fuerzas y que cuento con su gracia y misericordia para vivir en fidelidad y con alegría mi entrega por el resto de mi vida. “Habla Señor que tu servidora escucha!”

CONSTRUYENDO PROVINCIA CONSTRUYENDO PROVINCIA

TESTIMONIO VOCACIONAL

Por: Hna. María Luisa Tafur Morales

“CIEN AÑOS DE FECUNDA VIDADE AMOR Y SERVICIO”

El 26 de noviembre se convocaron para festejar cien años de vida de la Hermana María Luisa Tafur Morales, en la c o m u n i d a d S a n t a Eufrasia de Medellín, en diferentes celebraciones Eucaríst icas: en la mañana las religiosas y e g r e s a d a s q u e

recibieron de ella formación religiosa, y en la tarde, con su familia.

La Eucaristía de la mañana estuvo presidida por el sacerdote Eudista José Martínez y la segunda por el Padre Trinitario Álex Córdoba.

En la motivación Eucarística se hizo alusión breve a su vocación. Hija de Francisco Tafur Arciniegas y María Luisa Morales Rubio. La sexta de once hermanos, superó difíciles circunstancias familiares para llevar a cabo el sueño de su vocación.

Con el anhelo de pertenecer a Jesús, en 1940 viajó desde Bogotá hasta Medellín para ser recibida en el noviciado por la Provincial María del Divino Corazón Cock y la Maestra de novicias María de Nuestra Señora. Recibió el hábito en 1941 y profesó en 1943 en la ciudad de Bogotá.

Hna. María Luisa ha sido imagen de tierna pastora en las ciudades de Bogotá, Manizales, Cali, Cartagena, Barranquilla, la Ceja y Medellín, ciudad donde inauguró en 1960 el noviciado, como Maestra. También fue Provincial. Los últimos años de su vida han transcurrido en Medellín, Comunidad Santa Eufrasia.

Toda su vida rebosa de alegría, apoyo, presencia, celo misionero, fraternidad nunca desmentida, su unión profunda con Jesús Buen Pastor y el Corazón de María, su amor a la Congregación, a sus Hermanas, a las vocaciones y a la misión.

Al celebrar su cumpleaños con gozo expresa: " ¡Llego a mis 100 años dando testimonio que la vida es bella!”

En la homilía de la tarde el P. Álex invita a la comunidad y familia a seguir pisando y profundizando las huellas que ha trazado con su vida la Hna. María Luisa, a interrogarla sobre su testimonio, sobre cómo ha ejercido su maternidad espiritual: ha sido madre donde la han destinado, y sigue siéndolo con quienes vienen.

Alégrense de tener una religiosa en su seno, que puede interceder cada día por ustedes. Aquí en esta casa ella ha frecuentado mucho más el sagrario. C a d a u n o d e ustedes ha estado en su oración, así como todas las intenciones de la I g l e s i a y l a human idad , e l apostolado.

Con su memoria i n c r e í b l e , s u brillantez mental! Dios en ella nos ha dado grandes bendiciones! En estos cien años ha ido entretejiendo una historia de amor. Su testamento es fructífero... escuchémosla!


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“Ya qué más puedo ofrecerte Señor, si todo te lo di. Te di mis años mejores Señor, mi reír y mi sufrir. Ya qué más puedo ofrecerte Señor. Si toda tuya soy, cada día de mi vida, esa es mi ofrenda de amor. En estas ofrendas Señor te presento una vez más mi vida, mis triunfos y derrotas, mis alegrías tristezas, mis trabajos y descansos como grano molido, como blanca harina, como dócil hostia que desea convertirse una vez más en tu cuerpo y en tu sangre para ser Pan de vida y bebida de salvación. Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=FBfTtspeVPsv

Luego en el ofertorio se fueron ofreciendo un cayado, unas sandalias, un tejido.

“En este cayado presento tu pastoreo y en estas sandalias mi caminar como signo indisoluble de mi inmensa gratitud, pues Tú me permitiste animar a mis hermanos desde los dones que me has dado, hoy te los ofrezco en la inmensa alegría de sentir tu compañía.

Y no bastándote el tejerme en el seno materno, me hiciste capacidad de tu arte, permitiéndome tejerte en las personas: levantando al caído, llevándote al necesitado, animado al desolado, hoy te presento mi tejido Señor como muestra de tu inmenso amor”.

Durante la Eucaristía y luego en el sencillo compartir familiar alrededor de la Hermana María Luisa, un grupo musical estuvo acompañando los actos.

COLMADA DE GRATITUD CELEBRA 75 AÑOS DE CONSAGRACIÓN

La Hermana María Luisa Tafur Morales, colmada de gratitud, celebró el 3 de abril de 2017 setenta y cinco años de su Consagración religiosa en la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor en la intimidad de una Eucaristía en la Capilla de su comunidad religiosa.

Con una sencilla Celebración Eucarística en compañía de las Hermanas de su comunidad Apostólica y de las Hermanas Contemplativas, quienes aportaron con sus cantos llenos de unción la solemnidad requerida a la expresión de gratitud inmensa desbordante del corazón de la Hermana María Luisa Tafur y su familia religiosa presente. El acto se inició con la evocación por la Hna. Marina Cardona de las bendiciones de Jesús Buen Pastor en su caminar vocacional: "Setenta y cinco años recibiendo gracias y bendiciones de Dios Amor, bien merecen una celebración especial.

Querida Hermana María Luisa: ....privilegiada del amor de Dios:

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¡Qué bueno encontrarnos hoy en este lugar sagrado, unidas en un solo Corazón y una sola alma, en la celebración de Setenta y Cinco años de Consagración religiosa, para entonar nuestro cántico de acción de gracias al Padre de las misericordias; el amado de su corazón, quien la tomó para sí y la hizo pertenencia exclusiva suya para siempre..!

Hoy volvemos nuestra mirada hacia atrás y al contemplar el camino marcado por las huellas misioneras de SETENTA Y CINCO AÑOS de servicio a la Iglesia, su presencia en esta Eucaristía, es testimonio elocuente de fidelidad a su consagración y a la misión en esta Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor; tierra buena donde el Divino sembrador ha depositado la semilla de su vocación; y la semilla germinó y produjo fruto.

Pasan los años, y de esas manos encallecidas, por el sacrificio y la entrega laboriosa de cada día, el Divino "Jardinero", recibe hoy la ofrenda de las más bellas flores y los frutos ya maduros, obra maestra de su gran amor...

En realidad, una vida así, caracterizada por la fidelidad a su Consagración y a su misión, es un don, un regalo, un DIAMANTE invaluable para la Iglesia y para la sociedad; y "Signo" de los valores del Reino.

Hermana: su recompensa será muy grande. Reciba la FELICITACIÓN y sincera compañía de su Hermanas, familia, amistades y todos los que nos disponemos para continuar la celebración de la Eucaristía, haciendo propios los sentimientos del Salmista: "Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades".

La gratitud es la delicada y perfumada flor que ofrecemos a Dios dador de todo bien. Siga avanzando con ánimo alegre y voluntad decidida, a ensanchar su tienda; son muchas las ovejas sin pastor que siguen esperando de su oración, testimonio y sacrificio. Siga confiada en la promesa de Aquel que un día la sedujo: "No temas contigo yo iré".

Por su parte en el momento de la homilía el Celebrante Padre Álex Córdoba después de explicar el mensaje de los textos evangélicos del día, enfatizó la alegría por tantas vidas inocentes a quienes la Hermana María Luisa ha podido defender, devolverles la alegría de la reconciliación en sus 75 años de vida consagrada.

Dios le da la gracia de celebrar 75 años de consagración: un diamante, más precioso que el oro... El diamante debe brillar por sí solo. Su vida se puede resumir en ser diamante... Que muchos reconozcan lo brillante de su vida.

Cómo ha brillado por su oración, cuántas hablando misericordiosamente... Déjese cuidar. Necesitamos el testimonio de su oración segura en Jesús Buen Pastor que cuida, lleva a verdes prados, repara las fuerzas. Que siga brillando por su alegría y fuerza espiritual a ejemplo de Jesús Buen Pastor.

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Luego de la Eucaristía con sencillez las Hermanas le ofrecieron sus homenajes fraternales.

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Por: Hna. Elizabeth Carolina Henao Rincón

“SOMOS PROFETAS CUANDO LE DAMOS LA PRIMACÍA A DIOS... ”

Mi nombre es Elizabeth Carolina Henao Rincón, en religión, Carolina de la Santísima Trinidad. Nací el día 13 de Diciembre del año 1994 en la ciudad de Medellín. Soy la segunda y última hija del matrimonio de Antonio Henao e Isabel R i n cón . Tengo un maravilloso hermano llamado John Alexander.

Descubrí mi vocación a la edad de 15 años, después de haber puesto mi vida en las manos de la Santísima Virgen a través de la consagración a su Inmaculado Corazón. En este caminar descubrí la oración y el milagro de la Sagrada Eucaristía. Inquieta por un no sé qué y gustosa de estar al lado del Señor sacramentado, me preguntaba qué quería Dios de mí. Poco a poco, los sacerdotes que pastoreaban mi parroquia, comenzaron a hablarme de la vida consagrada, pero esa no era una opción para mí, porque mis sueños eran estudiar, trabajar, casarme y tener muchos hijos. Sin embargo, ellos me aconsejaban no tomar decisiones apresuradas sin saber qué quería Dios. Mi pregunta aumentó su frecuencia, además de la ardiente súplica al Señor, que abriera todos mis sentidos para entender cuanto me quería decir.

En ese proceso de discernimiento, supe que las religiosas y vírgenes consagradas son llamadas las esposas de Cristo, por lo cual le pedí al Señor que me dijera si quería que fuese su esposa, prácticamente le propuse matrimonio, y Él, sin más esperas me contestó, algo así como, no es que

quiera, es que te haré mi esposa. Esto fue a través de una de las riquezas más exquisitas que tenemos los cristianos, las Sagradas Escrituras. Dios me contestó a través del libro del profeta Oseas 2, 16-22. Al conocer este texto mi vida se partió en dos.

Poco después, por la Divina Providencia conocí a las Hermanas del Buen Pastor y también, a través de la Escritura, Dios me confirmó que me quería aquí.

Comencé mi experiencia vocacional, tanto con las Hermanas contemplativas como con las Hermanas apostólicas. Por la relación que tenía con el Señor, tenía una certeza impresa en mi corazón: Dios me quería para sí desde lo oculto y silencioso de la vida contemplativa y comencé, en este estilo de vida mi pre-noviciado, un primero de enero del 2013, día de María Madre de Dios. El 25 de diciembre del mismo año, solemnidad de la Natividad del Señor inicié mi noviciado y tuve la dicha de hacer mi primera profesión el día de la Santísima Trinidad, el 22 de mayo del 2017.

A mis 22 años, siendo consagrada, confieso que soy la mujer más plena y feliz del mundo. Hoy puedo decirte que encontré la felicidad descubriendo la voluntad que Dios tenía para mí, que es siempre la mejor. La liturgia, la soledad, el silencio, la oración, la v ida f ra terna, mi cuar to voto, la corresponsabilidad en la misión con mis Hermanas apostólicas, la relación íntima que tiene una consagrada con su Señor, es algo sencillamente maravilloso y es esto simplemente lo que me hace feliz.

También, como afuera, la vida consagrada se ve desafiada a vivir la radicalidad del Evangelio por muchos aspectos, y hay dificultades. Sin embargo, todo es posible para el Amor, todo es posible cuando se ama, y una de las consecuencias de amar es el sufrimiento, pero superado este, la plenitud no

TESTIMONIO VOCACIONAL (CONTEMPLATIVA)

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tiene descripción. Esto lo confirma el paso que dio Jesús del Calvario al Jardín de la Resurrección.

Hoy como consagradas, somos profetas en nuestro mundo cuando vivimos la pobreza, la castidad y la obediencia, el celo por la salvación de las personas, el profundo deseo de que todos conozcan el Amor que nosotras conocemos; somos profetas cuando le damos la primacía a Dios y cuando guardamos silencio para dejarle hablar a nuestro corazón, hoy somos profetas tal vez desde el anonimato, pero Dios, que ve a quien ora en lo escondido, es Quien hace florecer las plantas que desde el silencio cuidamos. El trabajo de una contemplativa solo lo ve Dios y, la plenitud que hoy confesamos solo puede descubrirla quien desea vivirla.


Por: Hna. Cecilia Castaño Castaño

“TODO TENÍA OLOR A CIELO ”

Nací en Marinilla la q u i n t a e n t r e 1 0 hermanos, en donde se respiraba la piedad, el amor y el respeto, cual ambiente apto para el desarrollo de la semilla sembrada por el mismo Dios en mi corazón.

Todo tenía olor a cielo, a la alegría de ser amada y aprendiendo a amar, en medio del testimonio de mis padres Julio Castaño

e Inés Castaño y de mis hermanos, como también del ambiente parroquial, que tanto nos ayudaba a vivir y crecer como comunidad de niños felices, aprendiendo a orar, a compartir, a participar de las liturgias, la devoción a la Virgen María, a los Santos y a mantener muy buenas relaciones con los vecinos, gente humilde y de paz.

Aun estando muy pequeña, en el fondo me acompañaba el deseo de ser religiosa, siendo ésta, una constante petición: “Hazme Religiosa Señor” y como teníamos la costumbre en familia de celebrar el 3 de mayo cada año la fiesta de la “Santa Cruz”, a la cual con anticipación le hacíamos cartica, para quemarla al terminar de rezar “los mil “Jesuses”. Lo primero que le pedía era “Hazme Religiosa Señor” y le pintaba una monjita; también, de niña, disfrutaba mucho organizando lo que llamaba “Mi escuelita”: grupito conformado por niños vecinos a quienes les enseñaba el catecismo alegrando con cantos, oraciones y juegos: más o menos de 10 a 15 niños asistían, pero lo más hermoso era que las mismas mamás me apoyaban y tenían manifestaciones de cariño y respeto, que me

hacían sentir una “Maestra grande”; por supuesto que la primera auxiliar era mi mamá, quien con gran complacencia observaba y me regalaba detallitos para los niños.

Terminada la primaria, y como en Marinilla no existía la Normal, ya que era mi anhelo ser maestra, salí a estudiar la secundaria a Medellín en el Instituto Isabel la Católica y fui acogida por mis padrinos Roberto Hoyos y Ana Castaño de Hoyos, albergándome en su hogar, cuna de amor, durante los 6 años de secundaria. Me gradué de maestra superior e inmediatamente fui nombrada para Marinilla mi ciudad natal; empecé con alumnas de primaria con quienes me sentía muy realizada y con la amistad de las compañeras con quienes pasaba encantadores ratos de tertulia.

Después de 4 años de trabajo con la primaria, me nombraron para secundaria con las Hermanas de la Presentación y de nuevo se me renovó la semilla de la vocación, dándole consistencia sólida con los diferentes apoyos, como fueron: la oración, el aferrarme a la Santísima Virgen como compañera y guía de esta decisión, y las orientaciones del Padre Francisco Hernández, dándome la grata sorpresa de que Ofelia Castaño mi prima, tenía los mismos planes y juntas seguimos creciendo en el proyecto. Después de dialogar sobre varias Congregaciones fui impactada al conocer la Congregación del Buen Pastor, a través de la vida y obra de Santa María Eufrasia, la fundadora, pues me deslumbró hasta el punto de no seguir buscando más, pero si, seguir escudriñando y conociendo el espíritu y misión de esta hermosa Congregación, hoy, “Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor” de la cual me enamoré y sigo enamorada con más profundidad, porque con los años y la experiencia del pastoreo se acentúa el dulce llamado del AMOR. Con mucho dolor me despedí de mi familia, pero a la vez con


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firmeza y convicción partí para Venezuela el 21 de Agosto de 1964 junto con la Hermana Ofelia y así fuimos creciendo y madurando en las filas bajo el cayado del Buen Pastor y acogidas en el CORAZÓN DE MARIA, enrutándonos desde allí, hacia los verdes prados y las límpidas aguas que nos han mantenido en el gozo del servicio a las personas, especialmente a las más necesitadas.

Los distintos campos de misión en los cuales tuve la oportunidad de vivir y servir, han estado impregnados de la presencia viva de Dios Misericordioso que siempre opta por los más débiles y vulnerables de la sociedad como:

Los niños de la Casa Hogar San José, hijos de las internas de la cárcel (experiencia inigualable).

Orientación humano-cristiana a jóvenes de nuestras instituciones.

Acompañamiento y orientación a mujeres en prisión (Mérida).

Participación en los programas de evangelización en la Arquidiócesis de Mérida.

Formación de Catequistas parroquiales.Orientación de pedagogía catequética para educadores.

Participación en la preparación de Diáconos.

Hoy, la misericordia y el amor del Señor, me trazó nueva ruta al final de la vida, trayéndome a la Comunidad Santa María Eufrasia en Medellín, donde cual oasis, se experimenta la suave caricia del frescor de los prados del Buen Pastor.

Gracias a Dios, a la Santísima Virgen y a cada Hermana con quien la providencia me ha venido ubicando, por el apoyo y amor que me han brindado para servir y amar hasta el último momento en el cual se cristalice nuestro vivir, al pasar a contemplar definitivamente el ROSTRO DEL PADRE y en medio del abrazo festivo del Buen Pastor, de Santa María Eufrasia y de todos nuestros seres queridos que nos han precedido.

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Por: Hna. Fidelia Dugarte Rodríguez

“Y A TI TE DIGO: HAZ LA PRUEBA Y VERÁS QUE BUENO ES EL SEÑOR ”

Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos (Mt 9, 35ª) y me dijo: Ve por todo el mundo y anuncia la Buena Noticia a toda la Creación (Mc 16, 15) en un pueblecito de El Morro, llamado El Hatico, donde Él se encontró conmigo. Y cómo Jesús llama a

quien quiere y cómo quiere me invitó fuera a ayudarle dejando a mamá Elvia Rodríguez, papá Joaquín Dugarte, 7 Hermanos y todo lo demás...

Como tenía el deseo de seguirle, a pesar de las dificultades que se presentaron, en primer lugar el desprendimiento de la familia, y también la oscuridad de para donde iba, sentía la gran cercanía de Él en todos mis pasos.

Llegué a Mérida, ciudad donde funcionaba el Juvenado en 1963 y estuve cinco meses. Allí nos acompañaba Hna María Catalina (Blanca) Sánchez.

Luego, Madre María de los Sagrados Corazones (Rosa) Rovira me trajo al Noviciado en la Casa de Los Chorros. Fueron mis maestras Hnas María Margarita González y María del Agnus Dei (Rosa) Betancur.

Hice los primeros votos el 9 de Abril de 1967 en la Congregación de Nuestra Señora de Caridad del Buen Pastor de Angers con el nombre de Sor María Carlota. Después de los Votos Perpetuos en 1972, empiezo a andar por el mundo para llevar la Buena Nueva en varias comunidades, con las cruces que me compartía mi esposo crucificado, de pronto con mis

hermanitas y también en el Apostolado, en las misiones con los Eudistas en tiempos de Navidad, Semana Santa y Agosto…

Allí sí que se presentaban dificultades: de posada, transporte, caminatas por los campos y pueblos, falta de agua, luz, etc. También en la Promoción Vocacional: que si me perdía en las vías, que si tenía dificultad con el carro, que si no me alcanzaba el día, etc.

Con la ayuda de María Santísima le pude decir a Jesús como Ella, He aquí tu Sierva, cúmplanse en mí tus deseos. (Lc 1, 38). Y con la ayuda de mis Hermanas de la Congregación que de una manera u otra han sido guía, apoyo y sostén en mi vida. Que Dios les pague y les bendiga siempre donde estén.

Dios ha sido tan misericordioso y bueno que solo me ha dado felicidad, suavizando las crucecitas que de pronto aparecen y, las veces que me extravío. Él me espera, me cubre con su santo manto y me lleva con una delicadeza tan grande que me hace sentir realmente suya. Por todo esto: Que mi alma cante y no se calle. Señor Dios mío, yo te quiero alabar eternamente. (Sal 30, 13).


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(Sal 34(33), 9).

Por: Hna. Inés Ofelia Bustamante Zapata

“DIOS QUE ES RICO EN AMOR”

50 Año s d e V i d a consagrada son un motivo para dar gracias por el don de la llamada que he recibido, a la que un día di respuesta con alegría. También es ocasión para reflexionar con agradecimiento sobre la vocación, que es pura gracia de Dios. Es mirar la vida pasada y presente con los ojos de

ese DIOS AMOR que me comprende y me ama como soy.

Desde niña se fijó en mí, llevándome por caminos que no me imaginaba. A lo largo de los años fue purificando mis motivaciones, ayudándome a descubrir su mano bondadosa, siempre cercana y amiga.

Formo parte de una familia de once hermanos, en la que ocupo el primer lugar. Crecí en un ambiente de amor, fe y respeto por los principios cristianos. Siendo muy niña, perdí a mi madre… Mi padre asumió el papel de mamá y papá y nunca se separó de sus hijos.

Así fueron pasando los años y viene otra etapa de inquietudes y búsquedas. Vocación? De eso no se hablaba, lo veía como algo inalcanzable para mí.

Un día llegó a la parroquia un sacerdote que dirigía un programa radial de 15 minutos de orientación familiar y hablaba de las llamadas que Dios hacía: al matrimonio, la vida religiosa, etc. Me llamó la atención y hablé con él, quien se interesó y me dio varios folleticos sobre la vida religiosa en distintas

comunidades. Entre ellos leí algo sobre Santa María Eufrasia y la Comunidad del Buen Pastor. Sin entender mucho, me llamó la atención el amor que ella tenía a las niñas y le dije al Padre que me gustaría conocer la Comunidad.

Tomando las cosas en serio el Padre me habló del Juvenado del Buen Pastor en La Ceja. (Antioquia).Aquí empieza la odisea: qué hacer, pues mi papá se oponía a esta decisión, porque aún era muy joven y no quería que dejara a mis hermanos que eran muy pequeños.

Dios que es rico en amor, escuchó mis ruegos y mi papá cedió a mi deseo y pude ingresar al Juvenado (Aspirantado), en La Ceja. No fue fácil.

En los momentos de dificultad, de duda, siempre encontré personas que me apoyaron, aclararon mis dudas y me ayudaron a rectificar lo que iba descubriendo.

Hace 50 años Dios, en su infinita misericordia quiso contar conmigo para una misión especial. Acoger esa invitación significó para mí abandonar mis pequeñas seguridades, dejar familia, amistades y muchas cosas… para responder a esa llamada y permitir que Dios realizara su proyecto en mi vida.

Este caminar tiene un sentido profundo de todo lo que he vivido y compartido con las Hermanas de la Comunidad y en la Misión que me ha tocado desempeñar a lo largo de los años. Pero lo esencial es y será siempre el AMOR DE DIOS que dirige mi vida y la cuida desde dentro. Sólo en torno a su amor se ha ido forjando mi verdadera existencia y misión como Religiosa del Buen Pastor.

Con María, Madre, modelo y guía en mi caminar, alabo y bendigo a Dios por Santa María Eufrasia, San Juan Eudes y tantas Hermanas encontradas a lo


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largo de este tiempo, ejemplo de vida donada y fiel a su plan de salvación.

Entre tus manos está mi vida Señor, a ti te la entrego.

Datos Complementarios

En el hogar de José Enrique Bustamante y Adelfa Zapata A. nació en la ciudad de Jardín, departamento de Antioquia el 20 de Octubre de 1945 INÉS OFELIA BUSTAMANTE ZAPATA, siendo rápidamente bautizada: el 22 de Octubre de 1945 de sólo 2 días de nacida, como se usaba en los hogares cristianos de la época, deseosos los padres cristianos de que sus niños (as) fueran adoptados cuanto antes como miembros de la Iglesia. Confirmaron esta elección de fe en el sacramento de confirmación que pidieron para su hija el 11 de Noviembre 11 de 1947, cuando la pequeña apenas tenía 2 años de edad.

Esta pertenencia a la Iglesia fue ilustrada en el hogar con el testimonio de padres, hermanos y demás familiares, apoyados por la formación escolar, con marcado acento religioso y la actividad parroquial, en la eucaristía dominical, catequesis y el testimonio de los mayores… Ese ambiente cristiano y de profunda fe, hizo surgir en Inés Ofelia la vocación religiosa y a los 19 años el 18 de enero de 1964 fue admitida para comenzar su proceso de formación para la vida consagrada en la Comunidad del Buen Pastor.

Con generosidad y entusiasmo fue asumiendo las actividades del postulantado, dando inicio al noviciado el Julio 31 de 1964 e iniciándose en la labor apostólica de la Congregación. Después de Llegó el día de la consagración a Dios por los Votos Religiosos: pobreza, castidad, obediencia y celo. Después de dos años largos fue admitida a la Profesión religiosa el 29 de enero de 1967.Continuó creciendo espiritual, intelectual y apostólicamente con variadas experiencias como Normalista y se licenció en Ciencias de la Educación, pudiendo desempeñarse en diversos apostolados de la Provincia en varias ciudades.

Actualmente presta sus servicios en los apostolados de la Comunidad en Cali: acción pastoral en la parroquia y apoyo al Proyecto de Movilidad Humana, en la Terminal de Transportes de Cali.

El febrero 11 de 2017 en compañía de la Hermana Martha Libia Villegas festejó 50 años de Consagración Religiosa en Medellín. Anteriormente también había sido homenajeada en Cali por las religiosas de su comunidad y otras venidas de Popayán y Palmira, feligreses de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, amigos. Esta Eucaristía fue celebrada en la Comunidad, presidida por el párroco quien centró su homilía en el versículo del salmo: "Alzaré la copa de salvación, invocando su nombre", evocando las múltiples gracias recibidas en su vida de seguimiento a Jesús Buen Pastor.

Por otra parte el día 11 de febrero en Medellín se congregaron los familiares que no pudieron estar presentes en la celebración de Cali, las religiosas de NSC del Buen Pastor de varias ciudades de Colombia y Venezuela, amigos, allegados. El celebrante de esta Eucaristía fue el Padre Ovidio Bustamante, hermano de la Hna. Inés Ofelia, quien en su homilía invitó a las Hermanas jubilarias a agradecer a Dios por sus familias, por la vocación religiosa y sacerdotal (en su caso) y amplió las implicaciones de la fórmula bíblica: "Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad", con alegría, amor y oración.

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Por: Hna. María Efigenia Ramírez Zuluaga

“ME HE SENTIDO REALIZADA Y FELIZ ”

Nac í en Mar in i l l a , Antioquia, Colombia, en un hogar de raíces católicas profundamente practicantes. Mis padres José Jesús Ramírez y Ana de Jesús Zuluaga fueron ejemplo de Fe y hogar para mí.

Siento el llamado de Dios a través del Espíritu Santo con el instrumento de mi prima Hna Juana Bermas, Religiosa de vida contemplativa en La Visitación, quien me orientó a seguir el llamado de Dios donde Él quisiera.

En 1964 tomé la decisión de partir de Colombia a Venezuela donde había hecho los contactos para ingresar a la Congregación de Ntra. Sra. de Caridad del Buen Pastor. Inicié mi postulantado en ese mismo año el 16 de Abril de 1964.

Al terminar mi noviciado el 9 de Abril de 1967 pronuncié mis votos temporales e hice la profesión perpetua el 3 de Septiembre de 1972.Mi labor apostólica la realicé con menores en: Obra Buen Pastor Los Chorros, Mérida, San Cristóbal y Vista Alegre y con Adultas en el INOF de Los Teques. También me dieron la confianza de apoyar a las Hermanas animando diversas Comunidades y como Consejera Provincial.

Me he sentido realizada y feliz en todos los trabajos que he desempeñado con mis cualidades y debilidades. Doy Gracias a Dios y a la Congregación que me ha valorado en esta bella Misión para su Gloria y la Salvación de las Personas.

1967 1° Profesión

1968 Instituto Educacional Mérida del Consejo Venezolano del Niño.

1977 Casa Taller Vista Alegre del Consejo Venezolano del Niño.

1977 Instituto Nacional de Orientación Femenina del Ministerio de Justicia(Carcel de Mujeres).

1984 Obra Buen Pastor Los Chorros.

1987 Casa Hogar Mérida del Consejo Venezolano del Niño.

1992 Hogar Infantil San José en San Antonio de los Altos.

1994 Instituto Santa Eufrasia en San Cristóbal.



2007 Instituto Santa Eufrasia en San Cristóbal.




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Por: Hna. Marta Libia Villegas Arroyave

“EL SEÑOR ME CONTINUABA LLAMANDO A SU SERVICIO EN LA VIDA RELIGIOSA ”

Nací en la vereda Santa Rita del Municipio de Yarumal de un hogar muy cristiano donde e n c o n t r é v a l o r e s espirituales, morales y religiosos. Hija legítima de José Ben jam ín Villegas y Ana Celsa Arroyave, la cuarta entre siete hijos.

Cuando tenía 11 años perdí a mi padre. Los dos primeros años de estudio los hice en la escuela de la vereda Santa Rita. Allí recibí la catequesis de Primera Comunión, tanto de mi mamá como de mi primera profesora Pastora y los Seminaristas del Seminario Javeriano (misioneros). Los otros años de estudio los realicé en la Normal Superior de las Capuchinas en Yarumal.

Allí empecé a sentir la primera llamada del Señor para dedicar mi vida al servicio de Dios, en las personas. Inicialmente pensé en las Misioneras de la Madre Laura, por el trabajo que los misioneros nos contaban. A pesar de que estudiaba con las Hermanas Capuchinas, nunca me gustó hacerme Capuchina Siempre las asociaba como maestras, me gustaban más las obras sociales.

Tuve oportunidad de conocer la Comunidad del Buen Pastor cuando ingresaron al convento mis primas Silvia y Oliva Arroyave. Me encantó la obra apostólica de esta comunidad. A la edad de 14 años le dije a mi mamá que me gustaría ingresar allí. Como ella deseaba tener un hijo sacerdote o una hija religiosa, de inmediato “me cogió la caña” (Es decir, aprobó mi deseo). Enseguida me llevó al noviciado, en Medellín donde estaba mi prima para solicitar el cupo.

En el Barrio Belén San Bernardo estaba ubicado el hermoso y floreciente noviciado. En un primer momento me aceptaron, pero cuando revisaron mis documentos se dieron cuenta de mi corta edad y me enviaron al Juvenado, en el municipio de la Ceja (Antioquia), donde estaban las más jóvenes aspirantes completando su formación antes de poder pasar a iniciar propiamente su proceso de vida religiosa.

Me recibieron allí la Hermana Susana Robledo como Superiora y la Hna. María de San José Gómez, como Maestra. Al año siguiente pude iniciar el Postulantado (o Pre-noviciado). Pasados los seis meses requeridos aún era muy joven y me aplazaron para la Toma de Hábito.

Después de muchas luchas porque no me permitían seguir adelante me enviaron al seno de mi familia, para probar mi vocación. Estuve por fuera de la Comunidad por seis meses. El Señor me continuaba llamando a su servicio en la vida religiosa. Así es que ingresé nuevamente al Noviciado, y en 1967 en una bella ceremonia de “Profesión” pude hacer mis primera votos.

Siguió el tiempo de experiencia como joven religiosa empleándome directamente en el apostolado. Tuve oportunidad de trabajar en Cali con adolescentes infractoras, y luego en Palmira con adolescentes internas en vía de protección.

Cada año renovaba mis Votos Religiosos temporales, hasta 1975 Año Santo, declarado así por el Papa, en el cual pronuncié mis Votos Perpetuos, en la Catedral Metropolitana de Medellín.

Durante mi vida como religiosa de Votos Perpetuos presté mis servicios en la Cárcel de Mujeres en Medellín y en Cali acompañando con amor en su


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formación académica e integral al grupo de mujeres responsab les de s i tuac iones comprendidas en el Código Penal, llevadas allí por las autoridades.

En otros momentos estuve en las comunidades de Palmira (Valle), Cartagena como Educadora de niñas, como Directora de la Escuela Santa María y como Animadora de las Comunidades del Buen Pastor de las ciudades respectivas.

También estuve en Medellín, como Animadora de la Comunidad de Hermanas Mayores, y en el Hogar San Juan Eudes, en varias ocasiones, como Educadora responsable de las niñas internas.

Ultimamente estoy prestado mis servicios en el área administrativa (Ecónoma y participante en la Comisión Provincial Administración para la Misión) y encargada como Responsable de la Comunidad de Miraflores en Medellín. Para la gloria de Dios y salvación de las personas.

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Por: Merlis de Jesús Rivas Ramírez Novicia Contemplativa Venezolana

“ME SIENTO ELEGIDA Y AMADA POR MI PADRE CELESTIAL”

Qué grato es llegar a cada una de ustedes y poderles expresar la inmensa gratitud que siento con mi Padre Celestial por elegirme a tomar parte de la Experiencia del Misterio d e C r i s t o , Ve r b o Encarnado.

El 15 de Agosto día de la Asunción de la Santísma Virgen María, Nuestra Madre, me recibieron en este mundo dos grandes amores: mis padres: Glenda del Carmen y Fabián, hombre y mujer llenos del gran amor de Dios, trabajadores, humildes, con esperanza, alegres, buscando siempre hacer la Voluntad de Dios. Eligieron llamarme Merlis Luzmar Rivas Ramírez. El 25 de noviembre, tres meses después de mi nacimiento, recibí el Sacramento del Bautismo. Desde ese momento comenzó el Señor a consentirme a través del amor que me brindaban mis padres y abuelos, e igualmente del cariño de mis dos hermanas y hermanos: Edglis, Roselis, Rafael y Keiro. Ocupando yo el quinto lugar entre ellos.

Mi país natal Venezuela. Mi infancia transcurrió en uno de los pueblos del Estado Mérida: Timotes; un pueblo católico, de gente amable, respetuosa, con un clima frío, paisajes hermosos, una tierra apta para la agricultura. Rodeada de gente trabajadora y emprendedora iba creciendo, sin saber que dentro de mí estaba mi Creador, quien me amó primero.

A los 4 añitos estando yo viendo un programa de televisión sobre la Beata Madre María de San José me encontraba tan perpleja mirando este programa, que mi madre estaba ya enojada porque llevaba rato llamándome y yo no le había obedecido. Mi desobediencia era porque ella me llamaba con insistencia: “Merlis por favor venga a comer”. Yo me sintía molesta ya que desde ese momento quería llamarme como aquella Beata. Mi madre tuvo que acercarse y yo respondí que yo no me llamaba Merlis que yo me llamaba María como ella, señalando a la Beata. insistiendo que yo sería igualmente monjita. Desde allí recibí el nombre de María, con el cual hoy día soy conocida en mi familia y allegados.

Considero que el llamado a la vida consagrada inició a los 4 años de edad con este acontecimiento, a partir del cual, cada vez insistía a mi madre que yo seria monjita.

Continuaba el Señor amándome, desde niña fui muy fervorosa: continuamente veía que mi abuela prendía una velita cerraba sus ojitos y decía: “ Señor que se haga tu Voluntad”. Yo me preguntaba: “de qué señor estará hablando mi abuela?” Me acerqué y le pregunté para quien era esa velita, ella me respondió: “Es para Dios nuestro Padre quien nos ama mucho y si le pedimos de corazón el nos concede según sea su voluntad”. Desde entonces, a la edad de 12 años yo quería conocerle y amarle.

Estando en clases llegó una señora preguntando quién no había hecho la primera comunión, yo no sabia a qué se estaba refiriendo. Pregunté y me repondió: “Es una preparación para recibir a Nuestro Padre que nos ama mucho”. Era semejante a la respuesta de mi abuela. Levanté la mano y dije que yo quería prepararme para hacer mi primera comunión para conocer aquella persona que tanto nos amaba y tenia un corazón grande capaz de amar a todos por igual.


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Siento que estos dos grandes acontecimientos fueron marcando mi vida, al punto de ya no querer otra cosa que entregarme a una vida consagrada para perternecerle solo a Él.

Me siento tan feliz en ir formando cada día a mi Amado en mi ser.

Tuve l a o po r t un i d ad de r e a l i z a rme profesionalmente como enfermera y ejercer otros tipos de trabajos con mucha dedicación y sintiéndome tan feliz.

Mi Señor sigue llamándome más intensamente… Dejé mis trabajos y comencé un acompañamiento vocacional con las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor apostólicas, ya que me sentía tan impulsada al servicio, a las misiones…

Vivi mi acompañamiento apasionadamente, pero pasado un tiempo y con grandes acontecimientos, me detuve y en espacios de oración comprendí que el estilo de vida en el cual encontraba toda mi felicidad no era desde un apostolado afuera, sino un estilo de vida oculto, sentía que mi corazón buscaba el silencio. En compañía de mis acompañantes pude tener un discernimiento más cercano a este estilo de vida Contemplativo en la cual hoy me siento plenamente feliz.

Comencé mi Pre-Noviciado día del Corazón de Jesús, en esa fecha para mí tan significativa. Iniciar en la festividad del Corazón de Jesús, del cual crecí enamorada y del cual busco hacer siempre su Voluntad! Qué felicidad tan grande viví en ese momento. Sólo podía expresar: “¡Gracias Padre Amado Gracias!”

Motivada y con plena libertad, en compañía de las oraciones de mis Hermanas de la Provincia y de la Congregación seguí experimentando cada vez más el deseo de responder a este llamado en el estilo de vida Contemplativa. El día del Corazón de María, fiesta de la Congregación inicié formalmente mi Noviciado.

El Corazón de mi Madre Celestial ha sido mi tierna compañía durante este tiempo, y en toda mi vida

me siento bendecida Gracias Madre mía! Me siento llamada por Dios a seguir dejándome formar por Él según sus designios y gracia. Que el Espiritu Santo me siga iluminando y guiando para ir formando con mas alegría a Jesús Buen Pastor en mi corazón, y poder ser así un instrumento de reconciliación y misericordia en el mundo entero, a ejemplo de nuestros Santos Fundadores: Santa Maria Eufrasia y San Juan Eudes.

“Hay una inmensa alegría en mí, una gratitud enorme con mi Padre Celestial quien me ha hecho este llamado; etapa en que me permitirá ir formando con más claridad y compromiso mi amor hacia Él, descubriendo en mí ese mismo amor para llegar a ser un reflejo para tantas personas que están en búsqueda de una verdadera conversión.

Me siento muy motivada al iniciar este nuevo vínculo de enamoramiento más cercano y profundo. Buscaré fortalecer este llamado encontrándole más profundidad y sentido a la oración, ascesis evangélica, soledad y silencio.

Desde esta gratitud tan profunda asumo este reto, con muchos sentimientos que tocan mi sensibilidad al expresar la felicidad que experimento. Solo sé que esta etapa es y será inolvidable.

Confiada en la compañía de cada una de ustedes de Dios Padre y de Nuestra Santísima Madre la Virgen María, mi caminar tendrá buenos frutos.

Me siento feliz y muy acompañada por cada una de ustedes mis Hermanas, siempre unidas en la oración.


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Por: Hna. Ofelia Castaño Cuartas

“HE SIDO MUY AFORTUNADA, AMADA Y PRIVILEGIADA POR EL SEÑOR. ”

Marinilla. Mi bello pueb l o na ta l , po r excelencia cristiano lleno de buenas costumbres y gentes de bien.

En mi familia fuimos diez hermanos, mis padres J U A N D E J E S U S CASTAÑO Y ANA DE J E S U S C U A R T A S

grandes modelos de amor, de entrega, defensores de los valores de hogar cristiano, me inculcaron la responsabilidad, el temor de Dios, la piedad, el trabajo, el respeto, la prudencia y mucho más. Fueron mis modelos incondicionales del verdadero hogar de Nazaret.

He sido muy afortunada, amada y privilegiada por el Señor.

De niña, recuerdo que todos los días después del almuerzo mi papá visitaba al Santísimo y con frecuencia nos invitaba a este encuentro. También recuerdo con alegría y nostalgia a la vez, aquellos felices días de Navidad que vivimos en familia y siempre compartimos con los vecinos la novena del Niño Jesús que era toda una fiesta, donde todos los niños y mayores cantábamos villancicos acompañados de música, maracas y de todo lo que se nos ocurría llevar, todo esto son bellos recuerdos que marcaron mi vida, imposible olvidar!

Mi primer conocimiento escolar lo hice en un kínder de una famosa maestra de mi pueblo llamada Doloritas. Después, pasé a primaria a la escuela del pueblo, siguiendo luego al colegio de las Hermanas de la Presentación donde descubrí más el conocimiento y el amor de Dios. Creo que fui una

buena alumna porque allí aprendí varias cosas entre estudio y labores. En la mañana era el estudio escolar y en la tarde labores: costura, bordado, tejido y muchas manualidades más. Allí fue donde me inicié en corte y costura y otros.

Cuando empecé la práctica sentía mucha satisfacción viendo el resultado de mi trabajo que embellecía a las bellas mujeres de mi pueblo, de las niñas y también de mis hermanas.

Por algún tiempo colaboré en la parroquia de Marinilla, en el programa de Caritas Arquidiocesana repartiendo mercados, leche y harina a los pobres. De mis padres recibí el ejemplo y aprendí a amar, compartir y ayudar a los más necesitados.

El Padre Francisco Hernández que era el párroco, en ese entonces, viajaba semanalmente a las diferentes veredas a evangelizar y a celebrar la Eucaristía. Yo iba a colaborarle junto con otras compañeras pero esto no era todo para mí, empecé a sentir un vacío grande, una gran lucha en mi interior. Ahí fue donde empezó mi inclinación hacia la vida religiosa. “Lo tenía todo pero me faltaba mucho”.

Nos reuníamos en familia todas las noches para el rezo del santo Rosario a la Santísima Virgen para encomendarle las necesidades y agradecerle todas las bendiciones que a través de ella recibíamos de su hijo Jesús.

Un día sentí la necesidad de buscar quien me ayudara a discernir mi vocación, fue entonces cuando me acerqué al padre Francisco Hernández, sacerdote en quien vi una profunda piedad, sabiduría, experiencia y celo por las personas y le pedí que me orientara en mi vocación, lo cual hizo con gran interés. Fue cuando me enteré que Cecilia Castaño también le había confiado el deseo, y me


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indicó ponerme en comunicación con ella, me animé y así lo hice.

Preparamos el viaje, pero me faltaba lo más duro comunicarle a mi familia mi decisión, no fue fácil, sufrí mucho, e igualmente ellos, pero el Señor que es rico en misericordia me dio valor para seguirlo.

El 21 de Agosto de 1964 Cecilia y yo viajamos a San Cristóbal Venezuela, y el 22 llegamos a Caracas.

Al entrar a la Comunidad de los Chorros me encontré con un gran grupo de Hermanas que me recibieron con mucho cariño, en el abrazo de cada una sentí el abrazo de Jesús Buen Pastor que me acogía en su corazón. La Hermana Sofía Gallo era la provincial y con la ayuda de todas fui iniciándome en mi nueva vida.

Al poco tiempo comencé el postulantado que fueron 6 meses de gran riqueza espiritual, luego pasé al noviciado para prepararme a mi profesión que se dio el 9 de Abril de 1967. Día inolvidable! , fiesta del Buen Pastor.

Apostolados: En la obra Buen Pastor de los ChorrosInstituto Educacional MéridaInstituto de Orientación Femenina (Los Teques)Villa Elba en CaracasCasa Hogar San José San Antonio de los altosSan Cristóbal Estado Táchira.

Cuando contemplo mi pasado me admiro de cómo el Señor me ha guiado paso a paso y he sentido que su espíritu me ha ido trazando caminos, ¡motivo de profunda gratitud!

Gracias a mis padres y hermanos que me dieron una formación sencilla pero auténtica, a ellos gracias por su generosidad y sacrificio de aceptar mi lejanía física en tierra extranjera (Venezuela).

Gracias a mis Hermanas de Comunidad que me han ayudado a crecer en lo humano y espiritual con su ejemplo de fidelidad y entrega generosa a Dios. Gracias a las personas a quienes, a través de mi vida Consagrada, he podido darles un poco de lo que soy y lo que tengo.

Al final de todo hallaremos la ternura insondable de un Dios que es Padre y Madre.

Recordar 50 años de vida consagrada es seguir diciendo: Aquí estoy Señor para hacer tu Voluntad.Gracias Señor, Gracias María

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Por: Hna. María Virgelina Alzate Ramírez

“DOY GRACIAS A DIOS, A LA SANTÍSIMA VIRGEN NUESTRA

MADRE Y A TODAS MIS HERMANAS DE LA CONGREGACIÓN”

H e r m a n a M a r í a Virgelina pasó al Señor en su comunidad del B u e n P a s t o r L o s Chorros el 14 de abril de 2017, dentro de la s e m a n a d e l a celebración de la Divina Misericordia, en Obra Buen Pastor Los Chorros a los 50 años

de profesión y casi 75 de edad. Sus cenizas reposan en el Cenizario de la Comunidad en la Iglesia Sta. María Eufrasia Pelletier, Boleíta Norte, Caracas.

Nací en Rionegro, Antioquia, Colombia el 29 de Junio de 1942 y estudié la secundaria en el Colegio de la Presentación. Pertenecí al grupo de la Legión de María con un compromiso de visitar los Presos de la Cárcel de Rionegro (A).

Mi director espiritual fue el Padre Antonio Gallo, quien me orientó en mi discernimiento vocacional y me ayudó a responder al llamado a la Vida Religiosa en Venezuela, en la Congregación de Nuestra Señora de Caridad del Buen Pastor, en 1964.

El 9 de abril de 1967 hice mis votos temporales y el 3 de Septiembre de 1972 pronuncié mis Votos Perpetuos.

Desde mi primera profesión en Obra Buen Pastor Los Chorros y luego cuando fui enviada a nuestra casa de La Victoria, Mérida y San Cristóbal he trabajado con las niñas y jóvenes y algunos años con las adultas en la Cárcel de Los Teques y en el Centro Esperanza. También trabajé en muchas misiones itinerantes.

En el 2012 me descubrieron la diabetes y problemas del riñón por lo que asisto a la diálisis dos veces por semana. Ofrezco mis limitaciones de salud en unión con la Pasión de Jesucristo Buen Pastor por la Gloria de Dios y la Salvación de las Almas. Mi empleo actual es atender el teléfono.

Doy Gracias a Dios, a la Santísima Virgen nuestra Madre y a todas mis Hermanas de la Congregación por su paciencia, bondad, misericordia y Amor.


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Q. E. P. D.

Mis envíos en Misión1967 Los Chorros1967 La Victoria1969 Los Teques1970 La Victoria1971 Casa Provincial1972 Mérida1975 Los Teques1976 Mérida1077 Los Chorros1977 Los Teques1980 Los Chorros1983 Vista alegre1984 Sede Provincial1986 Centro Esperanza1989 El Molino1990 San Cristóbal2001 Centro Esperanza2008 Los Chorros a hasta hoy.

Bienvenida Hermana Yolanda Nueva Provincial, …...Señor, que tu servidor escucha»1Samuel 3,1ss....

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