BILDEBERGMAGAZINE

REVISTA DIVULGATIVA A FAVOR DE LOS DERECHOS HUMANOS

UNA REVISTA DE LA FUNDACIÓN

FRANCISCO BILDEBERG

Número 1 || Jueves 15 de febrero || Gratis € || £ 1,40

“Sobrio y consistente, nunca se había imprimido un diario así en

suelo español”Harald Thomas, Boston Tribune

“Como hizo con ‘Alien’, el director James Came-

ron ha vuelto a tomar una película de ciencia

ficción de primera ca-tegoría y ha realizado una secuela que es, en

varios sentidos, mucho más impresionante”

Variety

Las dos caras de RaúlAlmas gemelas,vidas paralelas

“Haced lo que queráis”Juan H. López, Literasturias

BILDEBERG MAGAZINE2

OPINIÓNJueves 15 de febrero

Cosas que me preocupanLa clase baja es incapaz de guardar la compostura, no sólo en los comentarios, tam-bién en los títulos de YouTube. Pablo Iglesias CONTRADICE a Ana Pastor !!! Les cierran la puerta del bus y gritan, ago-biados, ABRA POR FAVOR. No sé.

No es otra aburrida pregunta retórica. Y es que nadie sabe qué ocurre en este pequeño país de África, invisible por la maldita brecha digital. Y es que no sabemos qué pasa en Benín, donde los negros son mayoría étnica. Y es que la precariza-ción del periodismo no ayuda.

La Viñeta de Pearson Scott Foresman

Hoy he desayunado con un gran amigo mío.hemos tenido tertulia.el no es de izquier-das y yo no soy de derecha lo mismo que nosotros nos entendemos.zirisa y los otros se pueden entender.el coletas.garzon y ciudadanos ae pue-den entender.el fin no es otro que nuestro bienestar no te-nemos que ser esclavos de na-die.de España y países como espala se van mucha gente ya es hora de que se vayan ellos.somos la comarca peor para-da de Andalucía la mas ex-plotada y la mas censurada.compañeros no miremos por sus ideales de izquierdas o de-rechas miremos oír nuestro interés y el de nuestros hijos y nietos.saludos

Maite de la Vega, Encinas RealesJardinera idealista

Francisco:En el número anterior, tus

colaboradores hicieron re-ferencia a la “terquedad del desempleo que nos subyuga”. No creo que esos términos se ajusten a la realidad, puesto que ayer bajé a la calle y había gente en los bares.

Rodriga Alapaz, MajadahondaAma de casa

Querido Francisco:Mira a ver si puedes inter-

ceder en lo del otro día, lo que te conté. Ya sé que está feo, pero... ¿qué quieres que haga? Échame una mano. Hoy por ti. ¿Sí? ¡Perfecto, gracias! Déjame el cadáver en el congelador cuando termines.

Alicia Lavís, La RealezaEjecutiva dominical

Devuélvanmemi dinero

Por favor

Cartas aFrancisco

La profunda crisis que vive el pe-riodismo en la actualidad hace más que necesaria la aparición de nuevos medios de corte libe-ral e independiente que ejerzan de contrapoder a la visión domi-nante, la de los grandes medios, que reflejan no la opinión públi-ca sino la opinión publicada.

Así nace Bildeberg Magazi-ne, una revista de la Fundación Francisco Bildeberg —en claro homenaje al prestigioso literato, filósofo-pensador y activista por los derechos humanos—. Lejos de las preocupaciones más pu-ramente materialistas —la crisis

económica, tener una casa, el terrorismo y el yihadismo, las catástrofes naturales, Podemos o la muerte injusta y dolorosa—, desde esta trinchera de la liber-tad de expresión se abordarán temáticas transversales e inhe-rentes al ser humano, siempre bajo el prisma de la filosofía contemporánea y defendiendo apasionadamente y sin medida la Declaración Universal de De-rechos Humanos.

Sólo prometemos no mostrar-nos indiferentes ante la barbarie. Tal es la única manera de honrar la memoria de don Francisco.

EDITORIAL

Un nacimiento necesario‘Bildeberg Magazine’ abordará temáticas transversales

bajo el prisma de la filosofía contemporánea

CARNE DE FIERAS

LEO POLDUSHEIL BILDEBERG

¿Qué pasa en Benín?

Trece años atrás, el Nyiragongo estalló. La lava y la ceniza sega-ron decenas de vidas en Goma, El Congo. Allí el miedo aún atenaza a sus habitantes. Son ellos quienes intentan vertebrar una sociedad que condene la amenaza volcáni-ca. Cuando Occidente reaccione, quizá sea demasiado tarde.

EL ESPEJO

PERCIVAL ALBERTO AGUILERADE BILDEBERG

El terrorismo y los volcanes

La libertad de expresión es un derecho innegociable, y es por eso que no debe usarse como coartada para el mal gusto y las mamarrachadas, indepen-dientemente de las creencias religiosas de cada uno. Tam-bién son sagrados el Atlético de Madrid y Bertín Osborne.

EL BUEN GUSTO

MANUEL ALEJANDRO SOSA-BILDEBERG

A vueltas con la freedom of speech

LA UMBRÍA

JAVIERSKAN-HILDESSEN BILDEBERG

¿La terquedad nos subyuga?

BILDEBERG MAGAZINE3

FOTOCOMENTARIOJueves 15 de febrero

El Costa Concordia… ¿fue penalti?

Fue golP.A. AGUILERA DE BILDEBERGLa red está llena de análisis que prueban que el del Costa Con-cordia fue un evento programa-do, una operación de falsa ban-dera ante un inminente colapso de Europa. La caverna mediáti-ca, qué podemos decir, también navega en internet. Lo impor-tante es la escena que nos dejó el partido en las retinas. Tremen-do golazo por la escuadra.

Menos risasMANUEL A. SOSA-BILDEBERGEl accidente del Costa Concor-dia no es un asunto lo suficien-temente olvidado como para tomárselo a risa. El vuelco de la embarcación dejó más de diez vidas en la cuneta maríti-ma y mantuvo en vilo durante horas a ciudadanos de todos los rincones del planeta.

Además, fue claramente fue-ra del área.

Se ve que noJAVIER SKAN-H. BILDEBERGSi te caes de boca cuando un barco se inclina 20º a estribor es porque careces de voluntad y coraje. Si quieres, puedes. El equilibrio es tu zona de con-fort y debes salir. No dejes que la sal pudra tus huesos, tu des-tino y tus sueños. Mi diagnós-tico es claro: piscinazo. Pisci-nazo en la piscina más grande del mundo, el mar.

Da igualLEO P. HEIL BILDEBERGNo importa cuántas veces te caes sino cuántas te levantas. La tragedia del Costa Concor-dia nos recuerda la fragilidad de la inventiva humana, pero da igual porque tenemos el derecho a equivocarnos, ese derecho rescatado en el pacto del 78, hoy amenazado por Po-demos. Que las lágrimas no te impidan ver el sol.

El buque Costa Concordia, hundido guste o no. | DIETER LUDWIG SCHARNAGL

Debió ver la rojaJ. I. VON KLEIST BILDEBERGLas imágenes no dejan lugar a dudas: fue penalti. Las rocas vieron que el barco se halla-ba en posición legal en todo momento. No dudaron en impedir con una dura entrada que Concordia culminase una buena maniobra de atraque en el puerto tras una sensacional carrera iniciada en la ciudad de Lazio.

El buque Costa Concor-

dia, con capacidad para

casi 4.000 pasajeros,

volcó el pasado 13 de

enero de 2012 en la

costa oeste de Italia.

Secretos para encontrar al gran amor en un bar

MADRID. Elija a la dama más hermosa del lugar, acérquese con sigilo y susúrrele: “Siem-pre fuiste tú”. Ella ya lo sabe, pero fingirá sobresaltarse para crear un ambiente emocio-nante. Prosiga sin timidez: dígale que la ama. Se reirá de

usted, pero no se ofenda; sólo le está poniendo a prueba. Pregúntele por su código pos-tal —todo el mundo quiere saber primero el nombre, por lo que generará una agradable sensación de sorpresa— pero, antes de que responda, saque a debate un tema de interés donde su argumento destaque por ser único y sentencioso. Por ejemplo, que está a favor de la extinción de algunas es-

pecies animales porque no le parecen estéticas o cree que las preferentes han ayudado a las personas de avanzada edad a tener algo por lo que luchar, aumentando sus ganas de vivir. La consiguiente cara de falsa repulsión de la recién conquistada será la señal: bé-sela. Tras la acción, la mujer probablemente le arroje la be-bida que lleve en la mano. No es un ataque; ante su repentino

acaloramiento, ella ha querido empaparlo con el licor —que previamente han rozado sus labios— para aliviar la fogosi-dad de dos almas destinadas a estar unidas. Simulando estar harta de personas como usted, se marchará rápidamente del local. Espere unos minutos y salga también. Seguramente el amor le esté esperando a la salida, deseoso de iniciar una idílica vida juntos.

J. IGNACIO VON KLEIST BILDEBERG

contraportada“Abre las alas al mañana: el presente es sólo tuyo y el pasado perteneció a otros” (Francisco Bildeberg, Cuando era una gaviota)

GARFIELD

Tendrá unos 30 años. Nos recibe en su Facebook y empezamos.—Usted nació en Murcia, don-de se producen violaciones dia-rias de derechos humanos.—Bueno, en ese sentido no sé si Murcia es más arbitraria que otras regiones. En Murcia se vio-lan derechos humanos con un acento muy divertido, no creo que haya mayores diferencias.—Usted conocerá la historia de los dos Raúles y los DDHH.—Ajá. Se refiere a Raúl del Pozo y Raúl Muniente. Me sorprende que conozca su influencia, no en la defensa, sino en la creación de los DDHH. Personalmente soy más de Raúl Muniente. Como sabe, empezó organizando fiestas en su casa y unos años después utilizaba las raves para deslizar en la men-talidad burguesa catalana un ger-men de estalinismo hispánico. De no haber sido por él, la playa me-diterránea empezaría en Aragón.—Usted tendrá una frase favo-rita de Ortega y Gasset.—Me parece un crimen reducir de esa manera a Ortega y Gasset. Son dos modelos de pensamien-to con suficientes matices como

para no meterlos siempre en el mismo saco. Vivimos en una época que tiende a la simplicidad. Pero si me pregunta por una fra-se, siempre elegiré una de Gasset.—Usted dígame una.—Elegiré una de su obra cum-bre, De las masas, que luego mezcló con el libro de Ortega La rebelión. Dice así: “dice algo, sino que lo dice alguien a alguien.” La elijo porque me parece que con-densa el esmegma de la superio-ridad moral de Occidente.—Usted se habrá planteado al-

guna vez lo posible que es que a Ortega y Gasset (se comenta que eran pareja) alguna vez se les ocurriera una frase en la du-cha y luego olvidaran escribirla.—Usted está incurriendo en un error de bulto y está dando por hechos unos rumores que jamás se han podido demostrar como ciertos.—Usted Está bien y disculpe.—Perdone mi tono, está lleno de cordialidad. Puede que los haya confundido con Ramón y Cajal, que sí eran bastante maricones.

Soto Ivars acaricia a sus tres golden retrievers. | FACEBOOK

BILDEBERG

“Ramón y Cajal eranbastante maricones”

REPORTAJE

Bella personaWilliam Campbell, el

hombre que pone en jaque Facebook

Click. Introduzca su nombre y apellidos y dirección y pre-ferencia sexual. Click. Escriba una contraseña. Click. Se le ha olvidado repetir la contraseña. Click. Cuente sus secretos más desconocidos. Enter. Bienve-nido a Facebook.

Cuando el abogado haitia-no William Campbell se abrió un perfil en el gigante asiático, Facebook, no sabía a lo que se exponía. Datos íntimos, confe-siones, fotografías comprome-tedoras y páginas de su gusto. Toda esa información está a disposición del “dragón azul”. Pero Campbell supo dar con la tecla para evitarlo: que cada usuario comparta en su muro un texto condenando este he-cho lamentable.

Pararle los pies al coloso se consigue, según Campbell, co-piando y pegando un par de párrafos en los que se aluda a la Ley UCC 1-103 1 1-308-308 y al Estatuto de Roma. La legislación juega un papel fun-damental, pero nada hubiera sido posible sin William Cam-pbell, una bella persona.

@bildeberg/bildebergmagazinebildebergmagazine.org

DE DIÁLOGO CON… JUAN SOTO IVARS

LEO P. HEIL BILDEBERG

MANUEL A.SOSA-BILDEBERG

¿Demasiado corto? Compra gratis la versión completa de la entrevista y el reportaje. Desde el domingo, online en www.bildebergmagazine.org.

ESCRITOR Y ARTICULISTA