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Building Information Modeling en la gestión de la construcción Ricardo Rojas • Henry Jaspard • Francisco Wittwer• Miguel Ángel Mellado

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Segunda Conferencia en Desarrollo de Capital Humano

Building Information Modelingen la gestión de la construcción

Ricardo Rojas • Henry Jaspard • Francisco Wittwer• Miguel Ángel Mellado

La industria de la construcción está cambiando. Cada vez se realizan proyectos más complejos y cada vez hay más exi-

gencias en cuanto a la eficiencia de los procesos, donde se involucra a prácticas como la entrega integrada del proyecto

(IPD, Integrated Project Delivered) y/o “Lean Construction” (Construcción sin Pérdidas). Para ello existen herramientas

como el B.I.M (Building Information Modeling), que permite tener un modelo en tiempo real de un proyecto de construc-

ción, el que puede ser compartido y actualizado por cada una de las partes involucradas en el proceso (arquitectos,

ingenieros, calculistas, constructores).

El Centro de Servicios integrados de ingeniería (CIFE) de la Universidad de Stanford cuantificó algunos de los beneficios

que se obtuvieron aplicando B.I.M en 32 grandes proyectos (CIFE, 2007), determinando que: elimina los cambios no

presupuestados en hasta un 40%, mejora la estimación de los costos a menos de 3%, ahorra hasta un 10% del valor del contrato a través de detecciones de interferencias y conflic-

tos y reduce hasta en 7% el tiempo del proyecto.

Por ventajas como éstas, las herramientas B.I.M están siendo cada vez más exigidas en la industria de la construcción.

La Universidad Tecnológica de Chile INACAP está incorpo-rando el manejo de B.I.M en las carreras de su Línea de Cons-trucción a fin de que sus egresados tengan las herramientas

que les permitan desempeñarse en este nuevo escenario.

Para hablar de los desafíos nacionales y locales de formar capital humano con las competencias para utilizar B.I.M,

invitamos a todos los actores involucrados en la construc-ción a esta conferencia sobre esta importante tendencia en

nuestro sector

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Segunda Conferencia en Desarrollo de Capital Humano

Universidad Tecnológica de Chile INACAP 2013

Building Information Modelingen la gestión de la construcción

Presentada por el Ingeniería en Construcciónde la Universidad Tecnológica de Chile INACAP

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Segunda conferencia en desarrollo de capital humanoBuilding Information Modeling en la gestión de la construcción

Primera edición: septiembre de 2013

© Inacap, 2013Av. Vitacura 10.151, Vitacura, Santiago - Chile

Teléfono: 800 20 25 20Fax: 2429 75 99

Desde celulares: 02- 2 579 7204www.inacap.cl

Producción editorial:RIL® editores

Los Leones 2258cp 7511055 Providencia

Santiago de ChileTel. Fax. (56-2) 22238100

[email protected] • www.rileditores.com

Composición, diseño e impresión: RIL® editores

Impreso en Chile • Printed in Chile

ISBN 978-956-8336-10-3

Derechos reservados.

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Contenido

Los expositores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6

B.I.M.: un cambio de paradigma. Caso Costanera CenterRicardo Rojas Pizarro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7

Región de la Araucanía liderando la innovación tecnológica en la construcción. La brecha tecnológica actual: dónde estamos y hacia dónde vamosHenry Jaspard . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10

La importancia de incorporar B.I.M. en la formación de capital humanoFrancisco Wittwer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .14

Gestión de la construcción y la formación de capital humanoMiguel Ángel Mellado Espinoza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17

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Los expositores

RICARDO ROJAS PIZARRO Ingeniero civil estructural de la Universidad de Chile. Actualmente trabaja como

jefe de Innovación y Nuevos Negocios en René Lagos Asociados, donde ha sido el responsable de la implementación de la plataforma B.I.M.

HENRY JASPARD Ingeniero director gerente del equipo Jaspard Arquitectos Ltda., vicepresidente

de la Cámara Chilena de la Construcción, presidente del Comité Inmobiliario de la Cámara Chilena de la Construcción, delegación Temuco, y vicepresidente del Colegio de Arquitectos de la Región de la Araucanía.

FRANCISCO WITTWER Director del Área de Ingeniería de Inacap. Ingeniero civil y magíster de la

Universidad Federico Santa María. Ha sido director de la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad Central y docente en las universidades Federico Santa María y de Valparaíso. Es miembro del Instituto de Ingenieros y del Colegio de Ingenieros.

MIGUEL ÁNGEL MELLADO ESPINOZA Director de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Universidad Central de

Chile.

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B.I.M.: un cambio de paradigma. Caso Costanera Center

Ricardo Rojas Pizarro

A continuación se expondrá sobre la coro-nación de la torre del Costanera Center y cómo se utilizó la plataforma B.I.M. en el proceso. Esta plataforma se usó durante las fases de di-seño, fabricación y montaje, no obstante este trabajo solo se enfoca en la ingeniería estruc-tural.

B.I.M. se entiende como las siglas de Building Information Modeling. Hace refe-rencia a una plataforma de trabajo donde se utiliza un modelo paramétrico durante todo el ciclo de vida del proyecto que sirve para la comunicación multidisciplinaria.

La función de un ingeniero estructural reside en satisfacer la inquietud del mandan-te con respecto a cómo ha pensado un gran proyecto, presentándole las soluciones que harán de su sueño, algo posible. Para esto existe un método tradicional, que es el que hasta el momento se había utilizado dentro de la industria, pero hoy contamos también con una nueva tendencia que usa la platafor-ma B.I.M. Con respecto al proyecto de la co-ronación del Costanera Center en particular, una serie de desafíos impulsó a sus ingenie-ros a usar B.I.M. durante el proceso, con los consiguientes beneficios que esto trajo.

Una de las grandes dificultades que nos presentó el coronamiento residía en una si-tuación de montaje muy complicada, puesto que su estructura metálica, si bien no es tan pesada como las que se usan en el mundo in-dustrial o en el mundo minero, se encuentra a una altura considerable, por lo que todo el montaje se tuvo que planear para hacerse cerca de los 300 m sobre el nivel calle, cuan-do la estructura en sí tiene casi 40 m de altu-

ra. Tampoco podíamos desatender la com-ponente arquitectónica del edificio, en otras palabras, había una forma que conservar. La misma armazón que había de montarse se divide en varias partes. Las más importan-tes son la estructura central que está sobre la sala de máquinas, a la que nosotros denomi-namos «octógono», por su forma; y las ve-las, precisamente las que conservan la línea arquitectónica que da el muro de cortina y que son de una geometría bien especial.

Este montaje requería del trabajo conjun-to de un equipo muy grande de diseñadores e ingenieros y de niveles de precisión altísimos, pues cada falla representaba un costo mone-tario y un riesgo para quienes trabajaban en altura. Por eso mismo, se integró todo el trabajo en B.I.M.El diseño de la coronación parte en el año 2007 (el proyecto mismo, desde la ingeniería, en el año 2004). Como este era un proyecto emblemático, se tomó la decisión de utilizar B.I.M. para los prime-ros diseños de la estructura. Sin embargo, fue precisamente en ese año que nuestro equipo había comenzado con la implementación de esta tecnología, por lo que aún había poco manejo de sus posibilidades.

Luego de los primeros inconvenientes se optó por un sistema tradicional y se desarro-lló el proyecto en plano (2D). No obstante, una vez que estuvo terminada la geometría, nos dimos cuenta de que la complejidad del proyecto no estaba en los perfiles, sino que en las conexiones entre estructuras. Esta nueva necesidad nos devuelve al dilema de la utilización de los modelos tridimensionales

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y la empresa se decide a hacer un proyecto de este tipo en paralelo al de 2D (esto ocu-rre cuando se empieza a implementar nuevas tecnologías, se parte con modelos tradicio-nales y la innovación que se está integrando dentro de los sistemas productivos en cons-trucción se ocupa como un complemento).

¿Cuáles fueron los avances que se logra-ron con la tecnología B.I.M. en relación al planeamiento tradicional? En primer lugar, hubo un cambio en el nivel de las decisiones.

En el diseño de un proyecto se definen los estándares técnicos a cumplir y a partir de eso se entrega una solución al mandante; sin embargo, la propuesta tradicional sue-le suplir solo los requerimientos técnicos y geométricos del diseño. Al utilizarse la plata-forma B.I.M. se puede obtener de ella distin-tos tipos de reportes, muy fáciles de extraer, sobre el peso de la estructura, las secciones, la calidad del acero dentro del proyecto, etc., pues es una plataforma que puede generar informavión en la medida en que se le solici-ten diferentes requerimientos. De este modo, cada uno de estos reportes genera un cau-dal de información útil y única al proyecto a partir de la que se sustentan las decisiones subsiguientes.

Dentro de las posibilidades que da B.I.M., es muy fácil extraer información sobre los pesos, lo que en el caso de las estructuras metálicas presta una relación muy clara con el costo final de la construcción. A partir de este descubrimiento se pudo integrar una variable adicional al diseño: el costo. Esta nueva variable resultó ser fundamental para el mandante (aunque hasta ese momento no la hubiera considerado), por lo que in-mediatamente se nos solicitó que hiciéramos un rediseño que aunara la utilización de la plataforma B.I.M. —que es un software de diseño— con nuestro software de análisis, para que fuese posible disminuir los costos que hasta el momento tenía la estructura.

Mientras se avanzaba, la información ex-traíble comenzó a ser cada vez más depura-da. Con esto, el modelo se transformó en una

pieza clave de las reuniones de coordinación, lo que fue muy importante pues, en la medi-da que el cliente, junto con el arquitecto, vali-dan el resultado generado por la plataforma, la posicionan como un aspecto fundamental en la coordinación del proyecto. Además se incorporaron en el proceso no solamente el mandante y el arquitecto, sino que se integró al fabricador y a la empresa que iba a hacer el montaje. Juntos logramos crear una solu-ción consensuada —posibilitada por el cons-tante feedback en torno al modelo— en la que el ingeniero y el proyectista trabajarían a la par. Con esto comienza a reforzarse la propuesta tanto en lo que respecta al diseño mismo como al análisis, simplificándose los posibles problemas y acelerando el proceso de diseño y planificación.

Otro gran cambio ocurrió a nivel de de-sarrollo, ya que el modelo B.I.M. permite ir documentando el proyecto. En general los ingenieros seguían planteando sus solucio-nes dibujadas a papel y lápiz, para que, des-pués, un proyectista estructural las tomara y desarrollara en un programa tridimensional. Este sistema es lento y poco eficiente y no agregaba ningún valor al proyecto, por lo que, considerando lo flexible que era B.I.M., se hizo mucho más sencillo saltarnos el pla-no de papel y hacerlo de una vez a través de esta plataforma, pues así como se hace en AutoCAD, los modelos tridimensionales pueden generar planos, con lo que se cumple uno de los objetivos iniciales: generar docu-mentos impresos que legalmente son lo que cuenta para las municipalidades.

De acá se desprende el gran valor que tie-ne B.I.M. para el área de la construcción: en los modelos, a diferencia de los planos, es muy fácil visualizar cómo van a quedar las conexio-nes (una de las principales problemáticas que se deben afrontar en el montaje de las obras). Además ayuda de manera muy importante a la evaluación de los aspectos de constructibili-dad, es decir, la capacidad que tiene un diseño de ser ejecutado, con lo que se van generan-do soluciones mucho más fáciles de construir

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y que, obviamente, cumplen con los objetivos técnicos iniciales.

En definitiva, se concibió un sistema que capta y suple las necesidades de los distintos actores, cada uno desde su disciplina, pues se logró establecer una comunicación en un mismo lenguaje. En reuniones de coordi-nación, lo que todos buscan es contar con estándares y sistemas comunes, plataformas compartidas; el lenguaje visual que propor-ciona B.I.M. suple esta necesidad de enten-dimiento y comunicación entre áreas tan diferentes, posibilitándose el llegar a conclu-siones y evitando futuros problemas de im-plementación.

Ante un proyecto de tal complejidad como lo es la coronación del Costanera Center, se podría pensar que, a la hora de la construcción, hubo muchos problemas, erro-res y desperfectos a reparar, sin embargo, el uso de la tecnología B.I.M. en las etapas ini-ciales de planificación evitó todo ello. El pro-yecto fue llevado a cabo dentro de los plazos programados y no contó con ningún error en obra que hubiera que arreglar después.

Acá se confirma la utilidad del uso de esta plataforma: gracias a ella es posible el antici-parse a los problemas, corrigiendo en digital antes de hacerlo en terreno y sin malgastar recursos haciendo edificios que deben par-charse en la marcha.

A la luz de estos antecedentes, podemos ver que el gran avance se encuentra en el ni-vel de comprensión sobre el proyecto, posi-bilitado por el uso de la tecnología B.I.M. Al ver todo lo que esta plataforma es capaz de hacer (documentación, modelos, visuales, re-portes, secuencias constructivas, análisis de constructibilidad), podemos apreciar cómo se está cambiando la forma de entregar in-formación, con lo que también cambia la forma de construir.

B.I.M. ayuda a facilitar la comprensión del trabajo a través de sus instrucciones y modelos al punto de que podemos hacer una analogía de las dinámicas que posibilita con las que se generan cuando un grupo de niños

juegan con Legos, participando en conjun-to al idear el diseño de su estructura, pues notamos que lo que conseguimos con este proyecto en nuestro grupo fue una dinámica muy similar, en la que se mejoró la coope-ración entre participantes gracias al simple hecho de poder ver los prototipos en digital para que, así, cada uno pueda entregar su feedback de información desde su especiali-dad.

Por último, quisiera cerrar con una fra-se de Albert Einstein: «Locura es hacer las mismas cosas, una y otra vez, y esperar re-sultados distintos», para dejar claro por qué hablamos de un cambio de paradigma: se ha cambiado la manera de trabajar y estamos logrando resultados únicos e impensados.

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Región de la Araucanía liderando la innovación tecnológica en la construcción. La brecha tecnológica actual: dónde estamos y hacia

dónde vamos

Henry Jaspard

En la Región de la Araucanía se ha dado un fenómeno muy interesante ya que, en lo que respecta a la industria de la cons-trucción —que, en general, a nivel nacional está un poco rezagada en innovación tec-nológica respecto de otras industrias, como la minera—, en esta región se ha formado una coyuntura que ha permitido desarrollar grandes avances, situando a la zona como un ejemplo a nivel local. Los proyectos han empezado a incorporar tecnologías sin que estas sean requeridas por la norma, sino que a razón de iniciativas impulsadas por las mismas empresas constructoras para satis-facer demandas impuestas por el mercado. De este modo, se ha comenzado a marcar un camino en torno al cual es un imperativo el incorporar novedades tecnológicas en los proyectos, mejorando significativamente la calidad de las propuestas de la construcción en la región.

Nos hemos preguntado por qué ha sur-gido esto en la Región de la Araucanía en particular. Ocurre que las dificultades pro-pias de Temuco se han transformado, de al-guna manera, en ventajas: esta es una región que no cuenta con mucha población (si bien Temuco es la cuarta ciudad en tamaño del país, este es muy reducido como para com-pararse con los mercados que manejan, por ejemplo, Santiago, Concepción o Valparaíso-Viña del Mar), por lo tanto, la industria de la construcción, así como la industria inmo-biliaria, han tenido que esforzarse para cap-tar a su público en este pequeño mercado, y también para ampliarlo. La Región de la Araucanía se ha abierto hacia el sur, tanto

hacia Valdivia como hacia Puerto Montt, generándose un proceso de integración ante el cual este mismo nuevo mercado ampliado ha empezado a presentarse como una arena en el que las empresas tienen que ofrecer un producto cada vez mejor para hacerlo atrac-tivo a la venta y competir.

A esto se le suman las dificultades am-bientales que ya hace muchos años se pre-sentan en la zona, lo que ha llevado a que en Temuco se comenzara a avanzar en el tema de la aislación térmica, por ejemplo, mucho más allá de lo que la norma pedía. El resul-tado es que contamos con varios ejemplos de empresas y de proyectos que han sido pre-miados a nivel nacional e internacional y que representan un nuevo paradigma en lo que respecta a la incorporación de innovaciones tecnológicas en proyectos que bien podrían no contar con ellas.

Podemos afirmar que, como resultado de esto y de otras situaciones, Temuco se ha transformado en una especie de laboratorio de innovaciones constructivas y en un centro que representa un modus operandi muy interesante para ser incluido en el panorama nacional.

A continuación se mostrará una selección de proyectos regionales sumamente destaca-bles en cuanto a las tecnologías que integran:

Tenemos al edificio Brandenburg de la constructora Schiele Werth, que obtuvo un premio a nivel internacional por la tecnolo-gía incorporada en este edificio de 15 pisos y de departamentos relativamente grandes ubicado en el sector de avenida Alemania. Cuenta con un sistema integral de envolven-te térmico y calefacción en base a una tec-

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nología de aerotermia, que consiste básica-mente en que la temperatura para calentar el interior de los departamentos se extrae del aire mediante bombas de calor que se insta-lan en el edificio y que alimentan los siste-mas de calefacción y de agua caliente. Es una tecnología bastante avanzada que no solo se ha incorporado en este edificio sino que en otros más de la misma empresa, con eviden-tes beneficios económicos y ambientales.

Tenemos también al condominio Frankfurt, de la inmobiliaria del mismo nombre y la empresa de consultores EEChile. Este es un condominio de viviendas que se levantó en la zona poniente de Temuco (sec-tor afectado con la restricción del uso de la leña). El proyecto consiste en un grupo de casas de tres tamaños distintos, todas relati-vamente grandes.

Aquí la innovación tecnológica es des-tacable y la podemos poner en paralelo con experiencias que se dan en lugares muy fríos, como el norte de Alemania y Escandinavia. Lo que se hizo acá fue utilizar un sistema para la calefacción que se implementa en un esquema distrital, lo que quiere decir que, en este condominio, las casas no cuentan con calefacción individual, sino que el comple-jo completo tiene un sistema general que se distribuye a todas las casas y se cobra con un medidor como un servicio; además esta calefacción es geotérmica, por lo que se ali-menta de la tierra, extrayendo el calor que fuentes de agua termales entregan al subsue-lo (este es un sistema que se está investigan-do bastante en la región, de hecho, se está desarrollando una iniciativa para extraer energía geotérmica en la cordillera, cerca de las termas de Tolhuaca). Evidentemente, estas casas están pensadas desde su génesis con un diseño arquitectónico general que incluye una envolvente térmica absoluta, termopaneles, etc., pues se apunta a hacer lo más eficiente posible el uso de este sistema de calefacción distrital de origen geotérmico.

La misma empresa se encuentra desa-rrollando un segundo proyecto, aplicando

nuevamente estos conceptos de innovación tecnológica que la hacen muy rentable, pues, si bien estas casas eran casas de un precio bastante alto, se vendieron todas.

Está también el edificio Manchester fir-mado por otra empresa local: el consorcio inmobiliario Dubois, que incorporó una innovación que surgió como idea inmedia-tamente a continuación del terremoto del 2010. Si bien en Temuco los efectos del sis-mo no fueron tan terribles, puesto que hubo una buena respuesta de las estructuras en general, de todas maneras esta empresa de-cidió integrar una tecnología que existía y se implementaba desde hacía ya varios años en Japón. En Chile este avance se había de-sarrollado de manera más bien experimen-tal en algunas construcciones en Santiago (el Hospital Militar y algunos edificios en la Universidad Católica), pero no se había expandido a la industria inmobiliaria, por lo que la incorporación de este sistema a un edificio de venta comercial, aquí en Temuco, sentó un precedente.

Finalmente se montó el edificio sobre toda una estructura de aisladores y deslizadores sísmicos que permiten que el movimiento telúrico esté remitido al suelo y que el edi-ficio que se alza arriba quede totalmente in-dependiente del movimiento y, por lo tanto, no oscile. Además este proyecto recogió las características de eficiencia energética que hemos comentado antes a través del uso de envolvente térmica, de una caldera a pellet de alta eficiencia —por lo que tampoco está sujeto a restricción, ya que no usa leña—, y de la incorporación de paneles solares para la temperación del agua caliente sanitaria.

De este modo, en su conjunto este pro-yecto recoge una serie de innovaciones tec-nológicas que lo destacan a nivel local, re-gional y nacional. Fue el primer edificio de venta inmobiliaria que incorporó estas tec-nologías, pero por suerte no es el único, pues en Temuco existen otras construcciones que están siguiendo sus pasos.

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Contamos también con la torre Capital del grupo Herdener en pleno centro de la ciudad. Es una construcción que tendrá 25 pisos de altura. Será la más alta de la ciudad.

Este edificio incorpora la tecnología de disipación sísmica mas no la de aislación, porque se trata de una estructura muy ver-tical. Por ello, cuenta con el mismo sistema que la torre Titanium en Santiago. Está so-metiéndose al proceso de certificación LEED ante el U.S. Green Building Council, por lo que se convertiría el primer edificio en la Región de la Araucanía que entraría en este sistema.

Este edificio viene a significar una enorme inversión en el centro de la ciudad y vuelve la mirada a la necesidad de densificar el cen-tro y reocuparlo (un proceso que todas las ciudades necesitan). Es, por lo demás, una iniciativa que incluye muchas innovaciones tecnológicas destacables y reafirma que, en una ciudad que no es la capital del país, exis-ten proyectos de alta calidad innovativa.

Por último, tenemos el edificio Chacay. Este es un pequeño edificio de oficinas, de seis pisos, ubicado en el centro de Temuco y terminado a fines del año 2012. Cuenta con una suma de innovaciones que lo hacen de enorme interés.

En primer lugar, este es un edificio de ofi-cinas ubicado en un predio muy pequeño (de 400 m² aproximadamente) justo en el centro cívico de la ciudad, lo que significó grandes dificultades para su construcción. Para que nos entendamos a nivel nacional, levan-tar un edificio en este sector vendría a ser como construir algo en el Paseo Ahumada de Santiago, entonces, se tuvo que lidiar con complicaciones logísticas a la hora de traba-jar en una esquina que contaba con movili-zación colectiva, un fuerte flujo de peatones, etc. Como solución —puesto que se necesita-ba de una construcción limpia y rápida— se desarrolló una estructura en base a pórticos de hormigón prefabricados que se montaron como una especie de Lego y se trabajó 24 horas al día (el transporte de las partes se

coordinó para que se hiciera durante la no-che, cuando el flujo de personas y autos es mínimo). De esta manera, la obra gruesa se realizó en solo dos semanas y en seis meses el edificio completo estuvo terminado.

Este sistema es efectivamente muy inno-vador desde el punto de vista de la rapidez y porque esa velocidad permitió una faena muy limpia, que se concilió con el emplaza-miento de la obra.

Por otra parte, este sistema permitió tam-bién incorporar tecnologías de aislamiento sísmico en la base mediante aisladores y des-lizadores, de manera que la estructura, que está formada por pequeños elementos linea-les de hormigón, se mantiene siempre inde-formada en el caso de sismo, de forma que no presentará jamás las fallas que se produ-jeron a causa del terremoto en otras estruc-turas del mismo tipo.

Chile se ha autoimpuesto el desafío de lograr el desarrollo para el año 2018. Esto nos obliga a estar inmersos en un proceso de avance constante para mejorar los procedi-mientos constructivos, entre muchas otras tareas. Para esto, el tema que nos convoca hoy, el Building Information Modeling, se perfila como una de las grandes herramien-tas que va a permitir que, desde nuestra área, desarrollemos un proceso de construcción mucho más seguro, mucho más preciso y con mucho menos nivel de error a ser corregido en obra.

Asimismo, la innovación tecnológica es transferencia tecnológica e inclusión de nue-vas tecnologías al sector, pero su aplicación requiere además de una serie de adaptacio-nes que pasan por el capital humano. Así, es necesario innovar no solo en los procesos productivos sino también en los modelos de negocios, para lo que necesitamos profesio-nales capacitados en las nuevas herramientas que demanda el mercado.

La selección de proyectos con la que con-tamos en la Región de la Araucanía habla muy bien de los esfuerzos y logros de las em-presas y de la construcción, por una parte;

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pero, por otra parte, plantea hacia adelante un enorme desafío en términos de forma-ción de capital humano. En Temuco no se ha podido implementar ningún proyecto en la plataforma B.I.M. porque no existen las capacitaciones como para que los profesio-nales aprendan a manejar un sistema así de complejo, sin embargo, iniciativas como las que promueve Inacap pueden paliar esta ca-rencia.

Este es el desafío: incentivar la incor-poración de nuevas técnicas y disciplinas a las mallas curriculares para capacitar a los estudiantes en el área de la construcción y formar a profesionales aptos, de manera que esta tendencia hacia la innovación tecnológi-ca vaya de la mano con el perfeccionamiento de los profesionales que se están titulando y de los que ya llevan algún tiempo en el ejer-cicio.

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La importancia de incorporar B.I.M. en la formación de capital humano

Francisco Wittwer

Este trabajo tiene por objetivo mostrarles cómo y por qué Inacap incorporó a B.I.M. en la actualización de los programas de estu-dio de la ruta de construcción. En particular, también quisiera contarles algunas experien-cias que he tenido con el uso de B.I.M., que me han asegurado que el incorporarlo era un imperativo al ajuste curricular hecho.

Mientras estudié en la universidad jamás escuche la sigla B.I.M., pero en uno de mis trabajos me tocó utilizar esta plataforma. Éramos un equipo grande de proyectistas estructurales que trabajábamos para la in-dustria de la minería, donde nuestra labor consistía en llevar el análisis y el cálculo de todas las conexiones (ocurre que, en el mo-delo estructural, una viga y una columna son prácticamente dos líneas que se interceptan en un punto, pero en la realidad eso está le-jos de ser un punto. Se requieren las cone-xiones específicas en cada lugar y nosotros estábamos a cargo de calcularlas).

Uno de los proyectos más importantes que manejábamos para Chile era el proyec-to Minera Gabriela Mistral de CODELCO. Gracias al uso de B.I.M. este proyecto se terminó a tiempo, y el hecho de haber po-dido entrar en operación apenas se pudo nos benefició a todos: ocurría que, como se trataba de una minera, nos regíamos por el ciclo económico del cobre, entonces, entrar antes significaba comenzar a producir en un mercado en el que este mineral estaba con un precio muy alto y, por ende, cada día de avance permitía ganar importantes recursos.

El uso de B.I.M. comenzó hace varios años en nuestro país, más que nada para

aplicaciones de la minería. En estos los pro-yectos, más allá de la estética de las obras, lo más importante es la precisión y minimizar el trabajo en terreno, y B.I.M. se usa para eso; además facilita la visualización de las interferencias, que solo son posibles de ver a través de estas plataformas, y ayuda a mini-mizar las conexiones soldadas (porque estas requieren de un soldador y ellos son muy es-casos, además de que conectar con soldadu-ra requiere de más tiempo que las soluciones apernadas, que son las que, en general, se in-centivan). Así, todos los beneficios que se ob-tienen con B.I.M. van orientados a mejorar la eficiencia y la rentabilidad de los proyec-tos, no solamente por el ahorro de materiales sino a causa del tiempo que se gana gracias a las soluciones que ofrece.

B.I.M. se sigue usando en la minería y ya vemos cómo se está implementando en edificaciones en altura y cada vez más en in-fraestructura de menor envergadura. Es un proceso que va de a poco, pues la entrada en operación de estos sistemas no es gratis ni inmediata, dado que los softwares con los que trabaja tienen un costo de licencia eleva-do, al que se le debe sumar el costo asociado a las capacitaciones necesarias para poder utilizarlo. Que el sistema B.I.M. entre real-mente en operación en una empresa toma su tiempo, pero los beneficios a largo plazo son evidentes. En el caso de las grandes indus-trias, darse este trabajo es un imperativo. A partir de esto proyectamos que en el futuro esta tecnología se usará en la mayoría, sino en todos, los proyectos de construcción.

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Pero retomando un poco, ¿qué es B.I.M.? Esta sigla refiere a una plataforma de mo-delado de información para la edificación en la que se introducen herramientas que están enfocadas a la creación de prototipos tridimensionales. Toda la información con-cerniente a un proyecto, en lo que refiere no solamente a la estructura sino que a las instalaciones y a la planificación, se integra en un solo canal, en el cual las distintas dis-ciplinas intercambian propuestas creándose una representación digital de lo que habrá de levantarse previo a la construcción. Esto ayuda a mejorar la productividad y, eviden-temente, también la calidad de la obra final.

B.I.M. crea una pauta más ordenada y más realista de cómo es el proceso de cons-trucción y sirve a las distintas etapas de ella: para el diseño de la obra contribuye a mejo-rar las formas, la funcionalidad de las estruc-turas y los espacios. Para la componente de información, se genera una facción de data para ser presentada a las municipalidades y especificaciones sumamente detalladas que hacen más eficaz el trabajo en obra. Aporta también por medio del modelamiento al en-samblaje de las estructuras: como estas lle-gan horadas a la obra desde la maestranza, no se puede errar ni en un milímetro el lugar de las perforaciones, pues, si estas no calzan, piezas completas deben volverse a hacer re-trasando la obra entera; entonces, para evitar estos errores tan costosos, las estructuras de acero se construyen a partir de archivos que han sido modelados en B.I.M., con lo que se garantiza una posibilidad de error mínima.

Además, con respecto al proceso de tra-bajo, existen importantes aportes que B.I.M. incorpora. Sin B.I.M. se trabaja sobre ele-mentos geométricos, es decir, sobre el plano en las cubicaciones; mientras que con B.I.M. podemos trabajar sobre el elemento en de-talle, con proyecciones reales. Otro de los grandes beneficios de B.I.M. (que no es pro-pio del sistema tradicional) es que permite contar con dinamismo en el proyecto, pues se pueden probar alternativas virtuales de

manera muy rápida y barata; además permi-te la obtención de información exacta y sin inconsistencias, versus un sistema en el que no hay seguridades y en donde, a razón de esto, se tiende a sobredimensionar conserva-doramente y a pedir más material del nece-sario (porque cabe la posibilidad de que algo falle, falte o no calce).

El tener una información más certera ha-bilita la generación de soluciones más ren-tables que permiten reducciones en el uso de material. Al final ocurre además que este tipo de plataformas se sustentan y financian gracias a los mismos ahorros que posibili-tan. Obviamente, mientras más alta sea la complejidad del proyecto de construcción, el beneficio de trabajar con B.I.M. se vuelve mucho mayor.

En lo que respecta a la integración de la comprensión de esta tecnología en la malla curricular de Inacap, esta casa de estudios efectuó un levantamiento de información que confirmó la necesidad de estimular las habilidades de sus estudiantes en este campo.

En los resultados del levantamiento del perfil profesional hecho, a la hora de pregun-tarnos qué es lo que está haciendo un inge-niero constructor y un constructor civil en el país, apareció con mucha preponderancia el tema de gestión de proyectos y B.I.M. como una herramienta de apoyo a esta. La nece-sidad se ve plasmada en el perfil de egreso que nosotros inculcamos, donde una com-petencia en particular refiere a «optimizar la ejecución de proyectos en construcción por medio de soluciones de innovación tec-nológica aplicando enfoques y métodos en situaciones de carácter multidisciplinario». La inclusión de B.I.M. en la malla pareciera ser un complemento fundamental a esta ta-rea que Inacap se ha impuesto, por lo que se decidió efectivamente incluir una asignatura sobre este tema al currículum de Ingeniería, cuyo objetivo es que el alumno interactúe con estos softwares y plataformas. Para ello se ha gestionado un convenio mediante el cual Inacap ha obtenido los softwares que se

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utilizan en B.I.M. gratuitamente para cada una de las sedes donde se imparte la carrera, con lo que incluso los alumnos de la malla anterior pueden explorar estos sistemas. (Ver cuadro).

Lo mostrado es básicamente el conjunto de asignaturas de la nueva malla: se parte con AutoCAD, porque todavía es fundamen-tal tener un conocimiento y un manejo de las plataformas tradicionales, y luego se sigue con un curso de B.I.M.; también contamos con toda la línea de gestión, que va desde presupuestar partidas hasta la administra-ción de recursos de obra; y finalmente dos asignaturas orientadas específicamente a la optimización y a la gestión.

Hemos llegado justo a tiempo a B.I.M. pues inmediatamente después de que fue in-corporado a la malla, dos seminarios sobre el tema fueron organizados por la Cámara de la Construcción en Santiago. Se reafirma con esto la creencia de que esta tecnología abar-cará cada vez más, hasta eventualmente ser usada en todos los futuros proyectos que se implementen, aunando todas las dimensio-nes del área de la construcción. Así, nuestra nueva propuesta recoge adecuadamente los requerimientos de las empresas y forma un capital humano alineado con las necesidades de la industria de la construcción del hoy y del mañana.

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Gestión de la construcción y la formación de capital humano

Miguel Ángel Mellado Espinoza

Lo que vamos a concebir como gestión en este artículo es la versión más amplia del concepto e integra sus diferentes fases: la gestión del diseño —donde la tecnología B.I.M. cumple un rol importante—, la gestión de la construcción y la gestión de la calidad de los procesos constructivos.

Para comenzar es necesario definir qué entendemos por gestión. La gestión es el conjunto de operaciones que se realizan para dirigir y administrar un negocio y su objeti-vo primordial es mejorar los resultados de la empresa.

Esta mejoría se logra a partir de la ejecu-ción de cuatro pilares fundamentales:

• La gestión debe generar estrategia, que refiere al plan de acción que desarrolla la ventaja competitiva de una empresa, de forma que esta logre crecer y expandir su mercado. Según lo que queramos lograr en nuestro negocio, contamos con estrategias distintas que nos van a apuntar al empleo de procesos muy diferentes.

• La cultura de una empresa, es decir, su forma de ser. Esta se manifiesta en sus formas de actuar ante los problemas y oportunida-des y su capacidad de adaptación a los cam-bios y los requerimientos de orden exterior e interior. Estos modos son interiorizados en forma de creencias y actitudes colectivas que se trasmiten y se enseñan a los nuevos miembros como una manera de pensar, vi-vir y actuar. Si queremos pasar a enfocarnos directamente a la gestión de la calidad de la construcción, tiene que haber un cambio sig-nificativo en la cultura de las empresas que permita nuevas modificaciones.

• Se debe establecer la forma en que la empresa se organiza internamente para el cumplimiento de sus objetivos y para alcan-zar los niveles de logros deseados. Este pilar contempla la definición de funciones y la de-limitación de responsabilidades.

• Por último, la gestión debe mejorar la ejecución de los procesos y, con ello, la pro-ductividad del negocio.

Del buen manejo de estos elementos se logra la conciliación satisfactoria de la tria-da clave de la construcción: plazo, calidad y costo.

A la hora de gestionar un negocio hace fal-ta definir el enfoque que tomará esta gestión, para lo que es necesario el preguntarse qué rol se cumple dentro del proceso de la construc-ción: una opción es trabajar como desarrolla-dor, aquella persona o grupo de personas aso-ciadas que realizan la inversión y supervisan el desarrollo de un determinado emprendimiento (abarcando su proyecto, construcción y comer-cialización); otra rama es la del diseño, donde se desarrolla el proyecto ya sea en la fase de arquitectura, de estructura, de paisajismo o de especialidades de agua potable, etc.; o bien es posible desenvolverse en la fase de la construc-ción, la ejecución de la materialidad del em-prendimiento que lleva a la realidad el proyec-to pensado por el desarrollador.

Cada uno de estos actores tiene su idio-ma, procesos y prioridades, por lo que es vi-tal el saber en qué fase del negocio se está. Pensando en esto, la tecnología B.I.M. ayuda a la conversación entre estos tres agentes, pues al permitirse el trabajo con modelos en «n»D (modelos que, además de trabajar en tres dimensiones, incorporan más elementos,

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como el tiempo) se facilitan las conversacio-nes entre el cliente, el desarrollador, el pro-yectista o los proyectistas, y quien va a llevar a cabo la construcción.

Los proyectos de construcción tienen como objetivo materializar una obra que va a satisfacer los requerimientos de servi-cio con la cual ha sido diseñada. Bajo esta perspectiva, el ciclo de producción va más allá del proceso constructivo propiamente tal, involucrando varias fases: para el desa-rrollo de estos proyectos contamos con una cadena productiva en la que se parte por es-tablecer la factibilidad del proyecto y don-de luego se incorpora su diseño —que debe interactuar con la parte de factibilidad—, la propuesta, que es la fase de pensar en forma previa cómo vamos a construir, y la fase de construcción propiamente tal, que refiere a la ejecución. Este proceso no es lineal sino dinámico, y se retroalimenta.

El tema de la factibilidad tiene como ob-jetivo el establecer si técnicamente el proyec-to es viable, y si es o no rentable. Para estos efectos, en esta etapa se llevan a cabo todos los estudios que sean necesarios (de mercado, ingeniería, arquitectura, medioambientales, etc.), de forma de elaborar una descripción bien fundada sobre la factibilidad técnica y económica de la obra.

La fase de diseño es donde se da forma y dimensiones a lo que se ha pensado para desarrollar. Si bien una parte significativa del diseño es efectuada en la etapa anterior, esta fase presenta vida propia una vez que ha sido establecida la factibilidad de la obra, pues es aquí donde se establece el diseño definitivo y se desarrollan todos los detalles del proyecto de estructura, arquitectónico y de especiali-dad que sean requeridos para una correcta valorización y planificación de los trabajos.

Tenemos luego la fase de propuesta, que corresponde al conjunto de estudios previos sobre los métodos constructivos, sobre los recursos necesarios, las actividades que es-tán involucradas, las cantidades de obra, los presupuestos y la programación que tendrá el proyecto. Cabe la posibilidad de que en esta fase se deba volver hacia atrás, porque al ser estudiados los métodos constructivos o los presupuestos, suelen surgir sugerencias de mejoramiento del diseño, las que necesa-riamente deben ser consultadas con los pro-yectistas antes de ser implementadas. En esta etapa ciertas tecnologías nos ayudan mucho, sobre todo el uso del 4D, ya que al permitir visualizar cómo iría el avance de una obra, contribuye a identificar días en los que no hay ningún trabajo programado, lo que se puede corregir muy fácilmente, haciendo mucho más efectivo el proceso constructivo. De este modo, la inclusión de tecnologías B.I.M. mejora la gestión del proceso cons-tructivo.

Por último está la fase de construcción, en la que se aplican los métodos constructi-vos. En esta se lleva a cabo la administración de la ejecución (personal, materiales, equi-pos, instalaciones y finanzas) y se ejecutan las actividades según lo programado en la fase anterior. En esta etapa, además, se debe considerar la obtención de un alto nivel de calidad como un factor gravitante a la servi-ciabilidad de la obra, para no dejar de lado ninguno de los elementos de la triada: plazo-costo-calidad.

Este complejo quehacer de la industria nos lleva a gestionar el proyecto por partes, realizándose gestión en las fases de diseño, de propuesta y de construcción. A continua-ción se expondrán los elementos fundamen-tales de la gestión en cada una de las etapas de la cadena de producción.

Primero contamos con la gestión del dise-ño. Para ella existen cinco aspectos que de-ben ser administrados:

Lo primero es la consistencia en el pro-yecto y entre proyectos. Acá se debe manejar

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potable, etc.; o bien es posible desenvolverse en la fase de la construcción, la ejecución de la materialidad del emprendimiento que lleva a la realidad el proyecto pensado por el desarrollador. Cada uno de estos actores tiene su idioma, procesos y prioridades, por lo que es vital el saber en qué fase del negocio se está. Pensando en esto, la tecnología B.I.M. ayuda a la conversación entre estos tres agentes, pues al permitirse el trabajo con modelos en “n”D (modelos que, además de trabajar en tres dimensiones, incorporan más elementos, como el tiempo) se facilitan las conversaciones entre el cliente, el desarrollador, el proyectista o los proyectistas, y quien va a llevar a cabo la construcción. Los proyectos de construcción tienen como objetivo materializar una obra que va a satisfacer los requerimientos de servicio con la cual ha sido diseñada. Bajo esta perspectiva, el ciclo de producción va más allá del proceso constructivo propiamente tal, involucrando varias fases: para el desarrollo de estos proyectos contamos con una cadena productiva en la que se parte por establecer la factibilidad del proyecto y donde luego se incorpora su diseño —que debe interactuar con la parte de factibilidad—, la propuesta, que es la fase de pensar en forma previa cómo vamos a construir, y la fase de construcción propiamente tal, que refiere a la ejecución. Este proceso no es lineal sino dinámico, y se retroalimenta.

El tema de la factibilidad tiene como objetivo el establecer si técnicamente el proyecto es viable, y si es o no rentable. Para estos efectos, en esta etapa se llevan a cabo todos los estudios que sean necesarios (de mercado, ingeniería, arquitectura, medioambientales, etc.), de forma de elaborar una descripción bien fundada sobre la factibilidad técnica y económica de la obra. La fase de diseño es donde se da forma y dimensiones a lo que se ha pensado para desarrollar. Si bien una parte significativa del diseño es efectuada en la etapa anterior, esta fase presenta vida propia una vez que ha sido establecida la factibilidad de la obra, pues es aquí donde se establece el diseño definitivo y se desarrollan todos los detalles del proyecto de estructura, arquitectónico y de especialidad que sean requeridos para una correcta valorización y planificación de los trabajos. Tenemos luego la fase de propuesta, que corresponde al conjunto de estudios previos sobre los métodos constructivos, sobre los recursos necesarios, las actividades que están involucradas, las cantidades de obra, los presupuestos y la programación que tendrá el proyecto. Cabe la posibilidad de que en esta fase se deba volver hacia atrás, porque al ser estudiados los métodos constructivos o los presupuestos, suelen surgir sugerencias de mejoramiento del diseño, las que necesariamente deben ser consultadas con los proyectistas antes de ser implementadas. En esta etapa ciertas tecnologías nos ayudan mucho, sobre todo el uso del 4D, ya que al permitir visualizar cómo iría el avance de una obra, contribuye a identificar días en los que no hay ningún trabajo programado, lo que se puede corregir muy fácilmente, haciendo mucho más efectivo el proceso constructivo. De este modo, la inclusión de tecnologías B.I.M. mejora la gestión del proceso constructivo.

Factibilidad Diseño Propuesta Construcción

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la consistencia en el desarrollo del plan de la estructura misma mientras se revisan los avances y cambios junto con los otros pro-yectos (arquitectura, instalaciones, etc.). Esto se hace sobre todo para evitar las interferen-cias.

Una buena gestión de diseño ha de elimi-nar las interferencias, pues su aparición en obra es sumamente costosa ya que se pierde tiempo con ellas, tanto mientras se idean las soluciones como al ponerlas en marcha (fa-bricando estructuras nuevas o deshaciendo trabajo ya hecho). B.I.M. nos permite reducir dramáticamente las pérdidas de tiempo que acarrean estas fallas: según algunos estudios, la inclusión de esta tecnología en los proce-sos constructivos ahorra más del 75 % de los tiempos que se dedican a las interferen-cias, lo que impacta en la reducción de casi el 25 % de los costos totales de la obra. Es así como la gestión durante esta etapa y las pre-visualizaciones que hace posible B.I.M. nos permiten crear proyectos consistentes y sin interferencias, con lo que llegamos con un trabajo ya resuelto a la fase de construcción o de propuesta.

El otro tema que se debe considerar den-tro de la gestión en el diseño es el tema de la constructibilidad. Con esto nos referimos a la interacción necesaria que debe haber entre lo que es el diseño y la construcción. Mediante esta sinergia la obra se potencia, pues la experiencia del constructor es pasada al diseño para que este se vuelva más fácil-mente construible y el diseño influencie a la construcción adaptando los métodos cons-tructivos necesarios para llevarlo a cabo.

Los otros dos elementos a contemplar tie-nen que ver con lo que es el registro de la ca-lidad: los planos completos y, sobre todo, las especificaciones técnicas completas. Si esta-mos hablando de calidad de la construcción, hoy no podemos trabajar con especificacio-nes escritas y reutilizadas, por lo que cada obra debe generar sus propios datos. Eso se realiza en esta etapa.

La gestión de la fase previa o de propues-ta (que es en realidad el estudio del proyec-to) tiene como objetivo «adelantarse a» y se desarrolla en la empresa constructora o en el departamento de estudios. Los aspectos cla-ves a cumplir mediante ella son: la sistema-tización de los procedimientos —la creación de lo que Juan Agulló en los años sesenta llamaba «procesos estables»— que refiere a contar con procesos muy bien definidos y claros; la preparación del trabajo mediante instrucciones de trabajo sumamente claras; la programación total del proyecto, que no solo incluye las actividades a realizarse sino que también su aspecto logístico; y, por últi-mo, la gestión de la información, que pasa a ser fundamental.

La gestión de la información guarda vital importancia para la empresa constructora pues, para hacerse una programación o para fijar los costos de una obra, se sebe generar información propia. Como no se puede sacar la data de algún manual o usar tablas de ren-dimientos (porque se trataría de rendimien-tos promedios de otra empresa, de otro tipo de proyectos), se deben levantar datos y usar técnicas pensadas para los procedimientos constructivos del proyecto específico.

Esta información se extrae de los rendi-mientos, de los procesos constructivos, de la estructura de costos unitarios, de la es-tructura de gastos generales y de informes de control de calidad. Estos datos, a su vez, dan origen a cubicaciones; a estudios de pre-cios definitivos; a nuevos métodos, diseños y diagramas; a la programación; a cuadros de materiales y de adquisiciones propias a la obra y a un presupuesto definitivo. ¿Para qué? Para perfilar al proyecto en desarrollo, lo que a la vez permite la retroalimentación del mismo sistema de información, con lo cual se va generando un círculo de ganancia. Las herramientas que se usan para extraer esta información y mejorar la productividad son AutoCAD —que permite trabajar con las tecnologías 3D—, OndaC o cualquiera sistema que permita, a partir de la infor-

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mación de cubicaciones que nos entrega un software en 3D, generar estudios de precio estables que luego se asocian a softwares de planificación de proyecto como Primavera, a los que se le suman herramientas de diagra-ma de proceso para poder analizarlos y más tarde trasmitirlos a la obra.

Para la fase constructiva se debe hacer la gestión en la construcción. Allí se manejan la planificación de trabajos y necesidades, los controles de obras, los rendimientos, los pla-zos, los estándares de calidad y costos, el me-joramiento de métodos, la formación de los mandos medios y la ejecución del proyecto.

Ocurre que, durante la ejecución del pro-yecto, ciertos factores disminuyen la produc-ción e incrementan los costos. Estos suelen ser la falta de materiales, rendimientos me-nores a los esperados, el que se hagan las co-sas más de una vez y la improvisación. Pero, si se piensa con detenimiento, todas estas fallas ocurren por una sola causa, la última nombrada: el improvisar. ¿Por qué faltan materiales? Porque se ha improvisado. ¿Por qué los rendimientos son bajos? ¿Por qué se hacen las cosas más de una vez? Porque no existen patrones de calidad ni procesos esta-blecidos. Así, la improvisación se convierte en una práctica que debe ser eliminada de la industria de la construcción si queremos que esta sea definitivamente una industria. Para ello es fundamental una preparación del tra-bajo en la que los siguientes procesos deben ser dispuestos a priori:

• Programación de las actividades en bajo nivel (Gantt para la semana): traducir la programación hecha por la central a un lenguaje que pueda entender el maestro o el jefe de obra.

• Gestión de aprovisionamiento (o mane-jo de inventarios): por medio de un software como Primavera, por ejemplo, se generan a partir de los dineros con los que se cuenta, pictogramas y cuadros de recursos que ayu-dan a anticipar la adquisición de materiales.

• Diagramas de corte de faena de hormi-gonado: se debe disponer de ellos porque, si

se corta la faena de hormigonado donde se producen los momentos máximos, lo más probable es que el elemento que se está hor-migonando colapse, por lo que quienes van a ejecutar el proceso deben disponer de esa información para evitar accidentes y fallas.

• Diagramas de aprovechamiento de ma-teriales: traducidos y entregados. Si no han sido elaborados por la oficina central, se de-ben hacer en esta etapa.

• Capacitación de personal y supervi-sores, donde resulta ser muy importante la integración del concepto de supervisor: has-ta hace poco tiempo la industria de la cons-trucción usaba capataces, sin embargo ahora existe el supervisor, una persona que está a cargo de un proceso que debe entregar com-pleto, bajo cuyo mando y responsabilidad se encuentran pocos trabajadores, de forma tal que pueda llevar a cabo la supervisión y el control.

• Diagramas de procesos, la preparación del autocontrol, la preparación de la autore-cepción, y la optimización de procesos.

Hacer todo esto y no menos significa an-ticiparse y evitar improvisaciones.

Luego de toda esta preparación, cabe la ejecución de los procesos, donde se debe constantemente verificar que todo vaya bien y mejorar lo que ha fallado. Todo esto debe quedar adecuadamente registrado para nues-tros sistemas de control de calidad, para me-jorar los procesos del próximo proyecto y, obviamente, para contar con mejor informa-ción en el futuro.

Esto comprende el siguiente tema: la ges-tión del control de calidad. Aquí el concepto básico es «lo que no se mide no se puede me-jorar». Esto implica que la empresa debe ins-taurar un sistema de gestión del control de la calidad que, cualquiera que sea la metodolo-gía empleada (simple lista de chequeo, IDOS, Seis Sigma, u otro), debe generar indicadores que permitan medir la evolución de la calidad, registrarla y hacer seguimiento a las estrategias de mejoramiento.

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Para poder hacer una buena gestión de control de calidad, primero hay que selec-cionar el método que se habrá de emplear para el seguimiento. Una vez seleccionado, se debe determinar sobre qué proceso se apli-cará. Luego son generados los procedimien-tos de seguimiento, se efectúa el control, es decir, el levantamiento de los datos del nivel de conformidades y no conformidades, para, a partir de estos datos, obtener dos tipos de fuentes de información: por un lado, el re-gistro de los indicadores de calidad; y por el otro, el análisis de las causas de no calidad.

Los índices de calidad pueden generarse de muchas formas, una de las más usadas hoy es el esquema de pack (de cantidad de actividades completamente terminadas o sa-tisfactoriamente terminadas en el tiempo), que permite ir viendo fácilmente la evolu-ción de un trabajo y qué va pasando con su calidad. Para los análisis de causas de no calidad, con algunas herramientas, como los diagramas de Pareto, se establecen las prio-ridades sobre cuáles estrategias mejorar al aplicarse la regla del 80-20. Existe también Seis Sigma, con el que podemos fijar los prin-cipales aspectos que hemos de ir mejorando en el proceso productivo1.

¿Que implica haber hecho todo este aná-lisis, desde el punto de vista de la formación de capital humano? Implica que, en la cons-trucción, al capital humano debemos dife-renciarlo en tres niveles, y que para mejorar cada una de las falencias especificadas en los análisis y lograr un mejor trabajo general, a cada uno de ellos se le debe instruir en distin-tas áreas específicas.

Así, a los profesionales de la construcción se les debe capacitar muy bien en lo que es el comportamiento de los materiales y el com-portamiento de los elementos, en el manejo

1 Las intervenciones hechas con este sistema arrojan en varias obra que los errores más fre-cuentes se originan a causa de procedimientos no definidos o no conocidos, a la falta de super-visión, al personal no capacitado y a problemas en el ambiente de trabajo.

de las tecnologías constructivas y en gestión. ¿Y dónde se vuelven relevantes las matemá-ticas, el cálculo y la física? En la capacidad de pensamiento analítico, racional y crítico que también deben incentivarse. De la mis-ma manera debe formárseles en habilidades de comunicación oral y escrita y en el ma-nejo de las tecnologías de la información, pues hoy, quien no las domina, a lo menos a modo de usuario, no aporta nada (un ele-mento básico sería el AutoCAD en 3D). Otro imperativo es que se les instruya en el trabajo en equipo, pues en la construcción jamás se trabaja solo.

En lo que refiere a los mandos medios (los supervisores), a ellos se les debe capaci-tar muy bien en tecnologías constructivas, en comportamiento de los materiales y en con-trol de calidad; también formar en seguridad y nuevamente en habilidades de comunica-ción oral y escrita, pues este supervisor tiene que dar instrucciones a su gente, además de entregar a los ingenieros los informes de cali-dad por escrito, los que, por supuesto, tienen que ser entendibles.

Por último, para los trabajadores de la construcción es vital la instrucción en téc-nicas constructivas, comportamiento básico de los materiales, control de calidad y, obvia-mente, en seguridad.

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Este libro se terminó de imprimir en los talleres digitales de

RIL® editores

Teléfono: 2223-8100 / [email protected] de Chile, septiembre de 2013

Se utilizó tecnología de última generación que reduce el impacto medioambiental, pues ocupa estrictamente el papel necesario para su producción, y se aplicaron altos estándares para la gestión y reciclaje de desechos en toda la cadena de producción.

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Segunda Conferencia en Desarrollo de Capital Humano

Building Information Modelingen la gestión de la construcción

Ricardo Rojas • Henry Jaspard • Francisco Wittwer• Miguel Ángel Mellado

La industria de la construcción está cambiando. Cada vez se realizan proyectos más complejos y cada vez hay más exi-

gencias en cuanto a la eficiencia de los procesos, donde se involucra a prácticas como la entrega integrada del proyecto

(IPD, Integrated Project Delivered) y/o “Lean Construction” (Construcción sin Pérdidas). Para ello existen herramientas

como el B.I.M (Building Information Modeling), que permite tener un modelo en tiempo real de un proyecto de construc-

ción, el que puede ser compartido y actualizado por cada una de las partes involucradas en el proceso (arquitectos,

ingenieros, calculistas, constructores).

El Centro de Servicios integrados de ingeniería (CIFE) de la Universidad de Stanford cuantificó algunos de los beneficios

que se obtuvieron aplicando B.I.M en 32 grandes proyectos (CIFE, 2007), determinando que: elimina los cambios no

presupuestados en hasta un 40%, mejora la estimación de los costos a menos de 3%, ahorra hasta un 10% del valor del contrato a través de detecciones de interferencias y conflic-

tos y reduce hasta en 7% el tiempo del proyecto.

Por ventajas como éstas, las herramientas B.I.M están siendo cada vez más exigidas en la industria de la construcción.

La Universidad Tecnológica de Chile INACAP está incorpo-rando el manejo de B.I.M en las carreras de su Línea de Cons-trucción a fin de que sus egresados tengan las herramientas

que les permitan desempeñarse en este nuevo escenario.

Para hablar de los desafíos nacionales y locales de formar capital humano con las competencias para utilizar B.I.M,

invitamos a todos los actores involucrados en la construc-ción a esta conferencia sobre esta importante tendencia en

nuestro sector