Biogeografía Histórica del subgénero Acanthadesmia Adesmia ...
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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN
FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES Y OCEANOGRÁFICAS
PROGRAMA DE DOCTORADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS, ÁREA BOTÁNICA
Biogeografía Histórica del subgénero Acanthadesmia Burkart
(Adesmia, Fabaceae).
Profesores Guía:
Lohengrin Cavieres González
Departamento de Botánica
Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas
Universidad de Concepción
Cristián E. Hernández Ulloa
Departamento de Zoología
Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas
Universidad de Concepción
Tesis para ser presentada a la Dirección de Postgrado
de la Universidad de Concepción
MARITZA AMANDA KATIUSCHKA MIHOČ GARRIDO
CONCEPCIÓN-CHILE
2012
II
III
Tesis desarrollada en el Departamento de Botánica, Facultad de Ciencias Naturales y
Oceanográficas, Universidad de Concepción.
Profesores guía: _____________________________________
Dr. Lohengrin A. Cavieres González
_____________________________________
Dr. Cristián E. Hernández Ulloa
Comisión evaluadora: _____________________________________
Dr. Eduardo Ruiz
_____________________________________
Dr. Roberto Rodríguez Ríos
_____________________________________
Dr. Luis Felipe Hinojosa
Directora del programa: _____________________________________
Dra. Mariela A. González
IV
A mis abuelos y mis padres las personas más importantes de mi vida.
V
AGRADECIMIENTOS
Gracias a todas las personas que hicieron posible la realización y culminación del
proceso de obtención del grado académico. Todos aquellos que estuvieron en las diferentes
versiones: las pérdidas, los intentos fallidos y los aciertos de la presente Tesis… Gracias a
quienes en más de una oportunidad me ayudaron porfiadamente a salir adelante con este
proyecto, aun cuando hubo que comenzar de cero… gracias por sus palabras, su compañía, por
aceptar mi ausencia y mi presencia, gracias simplemente por estar allí.
Al apoyo incondicional de mi familia, que aunque no encaje en sus esquemas y
convencionalismos lo acepten de buena manera, gracias por perdonar y justificar mis
ausencias, gracias por dejarme ser.
Al Departamento de Botánica de la Universidad de Concepción, en especial a Alicia
Marticorena, María Negritto y Clodomiro Marticorena… quienes me mostraron diferentes
prismas del mundo de las plantas. A Claudia Flores y Gloria Morales esas manos anónimas
siempre dispuestas a ayudar. Al grupo Ecobiosis y los diferentes integrantes que han pasado,
en particular a Ernesto Badano, Mariana Etchepare, Olga Barbosa, Alejandro Muñoz (†),
Ernesto Teneb, Jorge Gallardo y Patricio Torres quienes sin darse cuenta dijeron lo que
necesitaba escuchar. A Diego Alarcón, por dejarme ser la espina de tuna clavada en su dedo,
que aunque no haga lo que dices, no significa que atentamente te escuche. A Glenda Fuentes y
Carol Peña y a todo el grupo de Sistemática del Departamento por su trabajo y dedicación. A
Cristián Hernández del Departamento de Zoología por su paciencia y disposición y por
ayudarme a salir adelante con la tesis, y al resto de los integrantes su laboratorio que me
apoyaron con sus comentarios.
Al eterno grupo “Pasto seco”, y muy, muy en especial a Beatriz Muñoz que sin
preguntar ni quejarse… hizo. A mis familias postizas, quienes levantaron los escombros
cuando di este proyecto por perdido… Josefina Sánchez, Marcelo Leppe y Enrique Mundaca,
gracias por su incondicional apoyo. A Graciela Valencia, Alejandra Molina y Valentina
Cancino quienes tomaron lo que quedó después de la inundación y el terremoto y lo dejaron
operativo. A Yeya por ser un cable a tierra y mostrarme un mundo sin nombres científicos ni
fórmulas. Bea, José, Ale y Graciela: chicas, nuevamente infinitas gracias por acompañarme en
este proceso. A tres de los seres que soportaron pacientemente los desvelos y las ausencias, las
que sin importar día, fecha u hora siempre estuvieron, con quienes el huir fue posible y
VI
quienes constantemente me demuestran que muchas veces las palabras no son necesarias…
Patitas negras (†), Doñita y Luli.
Al Museo de La Plata, de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional
de La Plata y en particular al Dr. Jorge Crisci y la Dra. Liliana Katinas pertenecientes al
Laboratorio de Sistemática y Biología Evolutiva (LASBE), por la posibilidad de trabajar en el
herbario y dedicarme parte de su preciado tiempo. Gracias también al grupo del museo Diego
Gutiérrez, Laura Iharlegui, Piero y Carla Marchioni por hacer que durante mi estadía en la
Plata me sintiera como en casa.
Al Instituto de Botánica Darwinion y especial al Dr. Emilio Ulibarri, quien
cordialmente compartió sus apreciaciones del grupo de estudio. Al Dr. Fernando Zuloaga, Dra.
Norma Deginani y Dra. Lone Aagesen por su valioso aporte al desarrollo de los manuscritos.
Al Departamento de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la Universidad
Nacional Autónoma de México, por las facilidades otorgadas para la realización de la estadía
en sus dependencias. Con particular afecto a Dr. Juan José Morrone quien pacientemente me
ha ayudado a entender la Biogeografía y hacerla parte fundamental de esta tesis. Gracias a Noé
Velázquez, Yaayé Arellanes y sus familias por el gran apoyo y hacer de mi estadía en México
una experiencia inolvidable. Se agradece también al Proyecto Programa de Mejoramiento de
la Calidad y la Equidad de la Educación Superior (MECESUP) UCO 0214 por financiar la
estadía.
A las personas que han organizado durante estos años las reuniones Argentinas de
Cladística y Biogeografía, y quienes año a año participan de las mismas generando un espacio
único de debate y crecimiento en el área.
A Mauricio Cisternas, Nicolás García, Leo, Rómulo Osses y Boris Fuenzalida
compañeros de los parajes altiplánicos y nortinos. A Roberto (Bob), Daniela Mardones y
Jonathan González por su valiosa ayuda en laboratorio y su eterna paciencia con mis
muestras..
Finalmente un muy sincero agradecimiento a Lohengrin Cavieres quien confió en este
proyecto mucho antes de que tomara forma. Katy y Lohen quienes con su ejemplo me enseñan
día a día lo que realmente vale la pena.
Tesis financiada por Proyecto Comisión Nacional de Investigación Científica y
Tecnológica de Chile (CONICYT) AT-4040202. Esta investigación forma parte de las
VII
actividades del Núcleo Milenio de Estudios Avanzados en Ecología e Investigaciones en
Biodiversidad P02-054 F ICM.
VIII
INDICE
I. RESUMEN…………………………………………………………………………1
II. ABSTRACT…………………………………………………………………………3
III. INTRODUCCIÓN GENERAL……………………………………………………5
Hipótesis……...………………………………………………………………..13
Objetivos…...………………………………………………………………….18
Bibliografía.....…………………………………………………...…………….19
IV. CAPÍTULO 1: HOMOLOGÍA BIOGEOGRÁFICA PRIMARIA………………..27
Capítulo 1a: Evolución de la serie Microphyllae (Adesmia, Fabaceae) en la
Cordillera de los Andes: una perspectiva biogeográfica………………………28
Resumen……………………………………………………………….29
Abstract………………………………………………………………...30
Introducción……………………………………………………………31
Materiales y métodos…………………………………………………..33
Resultados……………………………………………………………...37
Discusión………………………………………………………………45
Bibliografía…………………………………………………………….48
Anexos…………………………………………………………………52
Capítulo 1b: Evolución de la Distribución de Plantas Vasculares en la
Cordillera de los Andes: Una Aproximación Panbiogeográfica…...………….54
Resumen……………………………………………………………….55
Abstract………………………………………………………………...56
Introducción……………………………………………………………57
Materiales y métodos…………………………………………………..59
Resultados……………………………………………………………...62
Discusión………………………………………………………………65
Bibliografía…………………………………………………………….69
Anexos…………………………………………………………………75
IX
Capítulo 1c: Evolución de la Distribución de Plantas Vasculares en la
Cordillera de los Andes: Análisis de endemicidad…......................………….106
Resumen……………………………………………………………...107
Abstract………………………………………………………..……...108
Introducción…………………………………………………………109
Materiales y métodos………………………………………………..110
Resultados…………………………………………………………..112
Discusión……………………………………………………………117
Bibliografía…………………………………………………………199
Anexos………………………………………………………………121
V. CAPÍTULO 2: SISTEMÁTICA DEL SUBGÉNERO Acanthadesmia ……........124
Filogenia del subgénero Acanthadesmia Burkart (Adesmia, Fabaceae) sobre la
base de caracteres morfológicos………………………………………………....125
Resumen…………………………………………………………...…126
Abstract……………………………………………………………….127
Introducción…………………………………………………………..128
Materiales y métodos…………………………………………………132
Resultados………………………………………………………..…..140
Discusión……………………………………..………………………150
Bibliografía…………………………………………………………...154
Anexos………………………………………………………………..159
X
VI. CAPÍTULO 3: HOMOLOGÍA BIOGEOGRÁFICA SECUNDARIA ……..…..178
Homología biogeográfica secundaria en los Andes: Análisis de Parsimonia de
Brooks ………………………...……………………………………………..179
Resumen……………………………………………………………..180
Abstract………………………………………………………………181
Introducción…………………………………………………………..182
Materiales y métodos…………………………………………………185
Resultados…………………………………………………………….190
Discusión………………………………………………………..……203
Bibliografía…………………………………………………………...206
Anexos………………………………………………………………..211
VII. DISCUSIÓN GENERAL…………………………………………….……..……213
VIII. BIBLIOGRAFÍA GENERAL……………………………………………………216
1
I. RESUMEN
La Cordillera de los Andes divide a Sudamérica en dos zonas biogeográficas diferentes,
fragmentando la distribución de numerosos taxa. Géneros tales como Acaena, Alstroemeria,
Argylia, Adesmia, Chaetanthera, Chloraea, Chuquiraga, Escallonia, Nassauvia, Schizanthus
y Triptilion, entre muchos otros, presentan elementos que se encuentran distribuidos en ambas
vertientes de la cordillera y poseen una fracción importante de especies que alcanzan su límite
longitudinal de distribución en el cordón montañoso. Estos patrones de distribución,
tradicionalmente han sido explicados como producto de la dispersión, donde la distribución
ancestral de la especie se encuentra limitada por una barrera pre-existente, la cual es
atravesada por algunos de los miembros, que de ser capaces de permanecer aislados de la
población original, generarán el patrón de distribución disyunta. Una explicación alternativa al
patrón de disyunción está dada por la vicarianza, en la cual la población ancestral es dividida
en subpoblaciones por el desarrollo de barreras que los individuos no pueden atravesar.
La mayor importancia que se le ha dado a la dispersión como hipótesis explicativa,
puede deberse a que muchos de los trabajos se han centrado en la evolución de un grupo
particular, generalmente de distribución restringida y/o con un número reducido de especies. O
bien, porque los trabajos se han enfocado en el estudio de áreas que normalmente poseen
límites políticos y no necesariamente constituyen unidades biogeográficas naturales. En la
presente Tesis se ponen a prueba las hipótesis dispersalistas/vicariancistas previamente
establecidas, para determinar si la dispersión como proceso, explica de mejor manera
que la vicarianza los patrones de distribución disyunta que exhiben numerosas especies
de la flora sudamericana. Como modelo de estudio se seleccionó inicialmente al género
Adesmia, debido a su amplia distribución, su elevado número de especies y su carácter
taxonómico jerárquico. De manera complementaria fueron seleccionados los géneros
Chaetanthera, Chuquiraga, Nassauvia, Schizanthus y Triptilion, ya que al igual que Adesmia
presentan similares patrones de distribución y diferentes capacidades de dispersión.
La congruencia en los patrones de distribución de taxa con diferentes capacidades
de dispersión y no relacionados filogenéticamente sugiere que la vicarianza puede dar
cuenta de dichos patrones (Homología Biogeográfica Primaria). Mediante una
aproximación panbiogeográfica se determinó que para la serie Microphyllae (Subgen.
Acanthadesmia, Adesmia), el alzamiento de los Andes estaría involucrado en la
2
diferenciación reciente de las especies ocasionada por el aislamiento de poblaciones a lo largo
de la cordillera; es decir, eventos vicariantes que fragmentaron la distribución y
posteriormente indujeron la diferenciación de grupos. La separación se habría dado en sentido
latitudinal, como lo sugiere la secuencia de trazos generalizados encontrados mediante el
análisis de trazos. Al incrementar el número de especies analizadas, considerando además
especies con diferentes capacidades de dispersión se llega a los mismos resultados. El hallazgo
de diferentes trazos generalizados que atraviesan la Cordillera de los Andes, parece indicar
que el actual patrón de distribución disyunta que exhiben muchas de las especies, habría
tenido su origen en la fragmentación de las biotas ancestrales, producto del(los) evento(s)
vicariante(s) desencadenados por el desarrollo de la Cordillera de los Andes. Esto último
refuerza la idea de que la dispersión como proceso biogeográfico no constituye la hipótesis
más probable para explicar la distribución actual de las especies, como se ha sugerido
frecuentemente para Sudamérica.
La huella de los procesos vicariantes puede reflejarse en la filogenia de los
organismos que presentan patrones congruentes de distribución (Homología
Biogeográfica Secundaria). Si bien, no fue posible corroborar la monofilia de las entidades al
interior del género Adesmia, se estableció una hipótesis filogenética explícita en base a la cual
se pueden poner a prueba las hipótesis biogeográficas previamente establecidas. Mediante una
aproximación cladista se determinó la relación entre áreas, que pudiesen estar involucradas en
los eventos vicariantes. Con este objetivo el cono sur de Sudamérica fue dividido en franjas
longitudinales y latitudinales, siguiendo estas últimas el patrón de segmentación geológico
sugerido para los Andes. La relación entre las áreas se encuentra sustentada por un alto
número de especies (sinapomorfías en el cladograma general de áreas), lo cual constituye
nueva evidencia que apoya a la vicarianza como el proceso más probable para explicar la
disyunción en las distribuciones. No obstante, la segmentación latitudinal indicaría que los
principales eventos vicariantes estarían dados por la diferenciación de los segmentos centro y
sur de los Andes, y posteriormente la diferenciación de ambas vertientes. De acuerdo a estos
resultados los Andes emergen como barrera pero no de manera continua ni homogénea tanto
en el espacio como en el tiempo, siendo la diferenciación de los segmentos centro y sur uno de
los principales eventos que fragmentaron la distribución de las especies.
3
II. ABSTRACT
The Andean Cordillera divides South America into two different biogeographical zones,
fragmenting the distribution of several taxa. Genus such as Acaena, Alstroemeria, Argylia,
Adesmia, Chaetanthera, Chloraea, Chuquiraga, Escallonia, Nassauvia, Schizanthus and
Triptilion, among many others, present elements that are distributed in both slopes of the
Andean mountains range. In addition to this, they have also a significant fraction of species
that reach their longitudinal limit of distribution in the mountain range. Such patterns of
distribution have traditionally been explained as a product of the dispersal process, where the
ancestral distribution of the species is limited by a pre-existing barrier. This barrier is crossed
by some of the members that if remain isolated from the original population are able to
generate the disjunct distribution pattern. Vicariance is an alternative explanation to the
pattern of disjunction, where the ancestral population is divided into subpopulations by the
development of barriers where the individuals can not pass through.
The greatest importance given to dispersion as an explanatory hypothesis may be
attributed to many works that have focused on the evolution of a particular group, generally of
restricted distribution and/or with a small number of species. Moreover, many studies have
focused on the study of areas that normally have political limits and do not necessarily
represent natural biogeographical units. In this thesis, the dispersal/vicariance hypothesis
previously established is tested. The aim of this study is to determine whether if the dispersal
process explains better the vicariance process and disjunct distribution patterns show many
species of South American flora. As a model study Adesmia genus was initially selected
because of its wide distribution, high number of species, and its hierarchical taxonomic levels.
Additionally, the genera Chaetanthera, Chuquiraga, Nassauvia, Schizanthus and Triptilion
were also selected because these genera like Adesmia, have similar distribution patterns and
different dispersion capabilities.
The coherence in the distributional patterns of taxa phylogenetically unrelated and with
different dispersal capabilities, suggests that vicariance may account for these patterns
(Primary Biogeographic Homology). Using a panbiogeographic approach it was determined
that for the series Microphyllae (Subgen. Acanthadesmia, Adesmia), the rise of the Andes
would be involved in the recent differentiation of species caused by the isolation of
4
populations along the Andes mountain range, in other words, vicariance events fragmented the
distribution and subsequently caused the differentiation of groups.
The separation would have occurred latitudinally, as the sequence of generalized tracks
found in this study suggests. If the number of species analyzed increases, considering the
species with different dispersion capabilities, the same results can be obtained. The different
generalized tracks which cross the Andes mountain range, may suggest that the current
disjunct distribution pattern that many species show, would have had its origin in the
fragmentation of ancestral biotas, as a result of vicariant event (s) produced by the
development of the Andean Cordillera. The latter reinforces the idea that dispersal as a
biogeographical process is not the most probable hypothesis to explain the current distribution
of species, as it has been frequently suggested in South America.
The footprint of vicariant processes can be reflected in the phylogeny of organisms that
share consistent patterns of distribution (Secondary Biogeographic Homology). Although it
was not possible to corroborate the monophyly of the entities within the genus Adesmia, an
explicit phylogenetic hypothesis was established and because of this, biogeographic
hypothesis previously established can be tested. Using a cladistic approach, the relationship
between areas which could be involved in vicariant events, was determined. To achieve this
aim, the southern cone of South America was divided into longitudinal and latitudinal belts,
following the latter, geological segmentation suggested for the Andes. The relationship among
the areas is supported by a high number of species (synapomorphies in the general area
cladogram), which represents new evidence that holds vicariance as the most probably process
to explain the disjunction in the distributions. However, the latitudinal segmentation would
indicate that significant vicariant events would have occurred by the differentiation of central
and southern segments of the Andes, and subsequently the differentiation of both sides.
According to these results the Andes emerge as a barrier, but not in a continuous or
homogeneous manner in both space and time. In addition to this, the differentiation of central
and southern segments is one of the major events that fragmented the distribution of species.
5
III. INTRODUCCIÓN GENERAL
La aparición de barreras que fragmentan la distribución de un taxa, y que generan la
separación geográfica de sus poblaciones es considerada una de las causas de la especiación
(Cracraft 1985, Cracraft & Prum 1988, Nores & Cerrana 1990, Taylor 1991, Levin 1993,
Barraclough & Vogler 2000, Fitzpatrick et al. 2009, Pyron & Burbrink 2010). Este fenómeno
se puede ver potenciado por las condiciones diferenciales que se den a ambos lados de la
barrera, como la segregación no equitativa de individuos, los diferentes hábitats y presiones
selectivas (Mayr 1963, Kruckeberg 1986, Turelli et al. 2001, Gavrilets 2003). De lo anterior se
desprende que, rasgos geográficos que sean capaces de impedir el intercambio genético entre
las poblaciones, pueden ser los agentes responsables del aislamiento, constituyendo factores
extrínsecos a la especie, y pueden dar cuenta de la especiación geográfica (Morrone 2001a,
Losos & Glor 2003).
Un clásico ejemplo de este tipo de escenario lo constituye la formación de cordones
montañosos, los cuales frecuentemente han sido considerados como uno de los mecanismos
por los cuales las poblaciones son fragmentadas, propiciando la aparición de nuevas especies
(Brumfield & Capparella 1996, Crochet et al. 2004, Ahrens 2007, Brumfield & Edwards 2007,
Craw et al. 2008, Guarnizo et al. 2009, Schmitt 2009, Pennington et al. 2010). Esto parecería
confirmar que la heterogeneidad ambiental, los complejos patrones climáticos y el mosaico
topográfico característico de estos lugares, da lugar a un alto grado de aislamiento ecológico,
geográfico y genético para las especies que ahí se desarrollan (Kerr & Packer 1997, Luteyn
2002, Ruggiero & Hawkins 2008).
En Sudamérica y asociados a la Cordillera de los Andes, diversos taxa se destacan por
características como marcados endemismos hacia el sur del continente, su presencia en ambas
vertientes de la cordillera, y -en términos generales- concordancia en sus áreas de distribución.
En este contexto el cordón montañoso emerge como uno de los factores de particular
importancia, dividiendo al continente en dos áreas biogeográficamente diferentes: la vertiente
occidental y la vertiente oriental de los Andes (Kuschel 1969, Morello 1984, Lopretto &
Morrone 1998, Katinas et al. 1999, Morrone 2001b, 2002). Como elemento físico ha sido
reconocido como el responsable de los actuales patrones de distribución de numerosos taxa
(Raven & Axelrod 1974, Van Der Hammen & Cleef 1983, Romero 1986, Simpson & Todzia
1990, Young et al. 2002, Bell & Donoghue 2005, Hughes & Eastwood 2006, Antonelli et al.
6
2009, entre muchos otros), asociándose al levantamiento andino con la formación de barreras
entre biotas de distinto origen geográfico (Raven & Axelrod 1974, Simpson & Todzia 1990,
Young et al. 2002), o bien, con el desarrollo de corredores que fueron ocupados por algunas
especies que se habrían dispersado a lo largo de la zona altoandina (Van Der Hammen & Cleef
1983, Romero 1986). Se ha propuesto que el cambio en los patrones de distribución de las
especies, así como la formación de barreras tuvieron como consecuencia el desarrollo de
regiones con biotas mixtas -como la zona de contacto entre la flora neotropical y la flora
austral- (Crisci et al. 1991, Ezcurra et al. 1997, Camus 2001, Grehan 2001, Morrone 2004), y
la diversificación in situ de numerosos taxa, dando origen al desarrollo de elementos
endémicos del cono sur de Sudamérica (Villagrán et al. 1983).
Considerando la evidencia reunida desde las ramas tradicionales de la biogeografía, en
la actualidad la respuesta a la pregunta ¿El alzamiento de los Andes generó con mayor
frecuencia patrones vicariancistas o dispersalistas? Es controversial. Una adecuada solución
a esta pregunta requiere evaluar los patrones evolutivos que han podido desarrollarse bajo
tales condiciones considerando la historia natural de las entidades y la relación existente entre
la sistemática del grupo y su historia biogeográfica. La dependencia del conocimiento
generado por ambas disciplinas resulta clave para establecer adecuados patrones de
distribución de los organismos (Stuessy 2009). Conviene observar sin embargo, que durante
décadas la mayor parte de los trabajos donde se abordan los patrones de distribución de los
organismos, han sido esencialmente descriptivos y narrativos (Martín-Piera & Sanmartín
1999). Aunque estas investigaciones aportan valiosa información biogeográfica de muchos
taxa, ésta se encuentra disgregada en trabajos taxonómicos que reseñan los patrones de
distribución como un atributo no estructural de las especies, no constituyendo en sí el objetivo
de esos estudios (Martín-Piera & Sanmartín 1999, Zunino 2000, Zunino & Zullini 2003).
En las ramas más tradicionales de la biogeografía histórica se han identificado
principalmente tres procesos que pueden modificar la distribución original de los organismos:
extinción, dispersión y vicarianza (Crisci et al. 2000, Crisci 2001). La extinción generalmente
es aceptada sin problemas (Crisci 2001). No obstante, la evaluación y la metodología “idónea”
para distinguir entre dispersión y vicarianza es lo que ha generado mayor controversia en esta
disciplina (Morrone 2002, Kodandaramaiah 2010). Ambos procesos son considerados por
7
varios autores como procesos opuestos, correspondiendo a explicaciones alternativas para el
patrón de distribución disyunta que puede exhibir un taxa (Crisci & Morrone 1989).
En las explicaciones dispersalistas la distribución de la población ancestral se
encuentra limitada por una barrera pre-existente a la distribución de tal población. Si de
acuerdo a las capacidades de algunos de los miembros de esa población, éstos son capaces de
atravesar la barrera, colonizar nuevas áreas, y permanecer aislados de la población original, se
genera el patrón de distribución disyunta. Eventualmente, estas poblaciones pueden
diferenciarse en nuevas especies. Cabe señalar, que en este caso se alude al proceso
biogeográfico que involucra la expansión del área de distribución de un taxa bajo las
condiciones antes mencionadas -dispersal en inglés- y no al proceso ecológico que involucra
el movimiento de los organismos dentro del área de distribución -dispersion en Inglés-
(Lomolino et al. 2005, Contreras et al. 2001, Morrone 2009). En el caso de la vicarianza, la
población ancestral es dividida en subpoblaciones por el desarrollo de barreras que los
individuos no pueden atravesar (Crisci 2001). De acuerdo a Croizat (1958, 1964) la vicarianza
también incluye a la dispersión, salvo que esta ocurre antes de que surjan las barreras
geográficas.
No obstante la postura tradicional, vicarianza y dispersión no constituyen procesos
excluyentes entre sí, aunque difícilmente se dan simultáneamente en una misma área y para un
mismo tipo de organismo, sin embargo, su sucesión en el tiempo tendrá mayor probabilidad
cuanto más compleja sea la historia de creación y eliminación de barreras (Morales 1989). El
mayor componente geográfico en las hipótesis vicariancistas, donde la formación de la barrera
fragmenta la distribución de numerosos taxa no relacionados filogenéticamente, hace posible
encontrar congruencias entre relaciones de área a partir del análisis de diversos taxa (Crisci &
Morrone 1989, Bueno-Hernández & Llorente-Bousquets 2000). Adviértase que, la
problemática común a muchos análisis biogeográficos, es la generación de narraciones
explicativas basadas en pocos datos (Morrone 2007). Cuando se evalúan los procesos que
pudieron operar sobre el patrón de distribución de un determinado taxa de manera
independiente de la biota a la cual pertenece, se corre el riesgo de subestimar patrones
vicariantes. Esto último subyace en el hecho de que la huella o señal de la vicarianza se evalúa
en la coincidencia geográfica de los patrones disyuntos que presentan especies con distinta
vagilidad que, potencialmente, participaron en procesos de especiación alopátrida
8
generalizada debido a cambios geológicos y/o tectónicos que fragmentaron la biota (Croizat et
al. 1974, Nelson & Platnick 1980, 1981, Nelson & Rosen 1981).
La dispersión, como posible hipótesis explicativa aparece en la mayor parte de los
trabajos de fines del siglo pasado y comienzos del siglo XXI (Crisci & Morrone 1989),
independiente de los métodos utilizados, y los diferentes niveles analizados (e.g. Hartley 1958,
Allred 1981, Moore 1983, Crisci et al. 1991, Armesto & Vidiella 1993, Ezcurra et al. 1997,
Katinas & Crisci 2000, Cialdella & Giussani 2002, Ezcurra 2002, Wagstaff & Breitwieser
2002, Barreda & Palazzesi 2007, Calviño et al. 2007, Katinas et al. 2008). Llorente-Bousquets
et al. (2000, 2001), plantean que la tardía aparición de la vicarianza (o modelos alternativos),
puede deberse principalmente a la carencia de hipótesis, teorías y metodologías que
sustentaran este tipo de explicaciones. No obstante, es prudente advertir que una revisión de
estos resultados puede evidenciar un sesgo hacia las hipótesis dispersalistas debido a la
metodología (o falta de ella) empleada. A esto se añade que la mayor parte de los trabajos se
centran por un lado en la evolución de un grupo particular, generalmente de distribución
restringida, y con un número reducido de taxa. Por otro lado, se enfocan en el estudio un área
que normalmente obedece a límites políticos, y no necesariamente constituye una unidad
biogeográfica (e.g. evaluación de patrones de endemismo de cada país o provincia
administrativa de los mismos).
Este escenario controversial podría comenzar a resolverse a la luz de la renovación
teórica y metodológica que desde comienzo de los años 90 hasta el presente, han
experimentado tanto la biogeografía (Crisci & Morrone 1992, Morrone & Crisci 1995,
Llorente-Bousquets et al. 2000, 2001, Crisci 2001, Goyenechea et al. 2001, Morrone 2007,
Liria 2008), como la sistemática (Hillis 1997, Lipscomb et al. 1998, Benton 2000,
Huelsenbeck et al. 2001, Nixon & Ochoterena 2001, Whelan et al. 2001, Archibald et al.
2003, Wheeler 2004, Gaucher et al. 2010). Además, de la visión -por parte de algunos autores-
integradora y sintética de la misma (Donoghue et al. 2001, Donoghue & Moore 2003, Riddle
& Hafner 2006, Morrone 2007). De acuerdo a Morrone (2002, 2007) las biotas son complejos
mosaicos de especies conformados por procesos como dispersión y vicarianza, poseen
historias reticuladas, y por lo tanto, necesariamente deben estudiarse a través de la integración
de diferentes metodologías.
9
Particularmente en los Andes, la síntesis de los estudios biogeográficos establecen que
la cordillera emerge como uno de los factores de particular importancia y en su conjunto
(considerando los cambios geográficos y climáticos), el alzamiento de los Andes constituye un
evento reciente, pero que ha tenido efectos significativos en la determinación de los actuales
patrones de distribución de muchos taxa (Kuschel 1969, Raven & Axelrod 1974, van Der
Hammen & Cleef 1983, Morello 1984, Romero 1986, Simpson & Todzia 1990, Young et al.
2002, Bell & Donoghue 2005, Hughes & Eastwood 2006, Antonelli et al. 2009, entre muchos
otros). Sin embargo, los procesos y patrones generados por este evento necesitan, ser
reevaluados en base a los nuevos métodos disponibles, una visión integradora, y modelos de
estudios adecuados.
Así, el género Adesmia DC (Fabaceae), por su amplia distribución en el sur de América
-y en particular en la zona andina-, el elevado número de especies y su carácter taxonómico
jerárquico (división del género en series subordinadas a subgéneros) constituye un buen
modelo para evaluar la importancia relativa de los procesos históricos (i.e. dispersión,
vicarianza) que explicarían la distribución actual de las especies sudamericanas, y como
ocurrió la diversificación en el extremo sur del continente. En cuanto a la biogeografía del
género Adesmia, las principales hipótesis han sido planteadas por Burkart (1967), quien
sugiere que el grupo pudo originarse tanto en la cordillera de Chile central y de Argentina,
como en las zonas áridas y semiáridas de Argentina. Este autor plantea que la Cordillera de los
Andes pudo actuar como un posible corredor que permitió que algunas de las especies
colonizaran latitudes menores. El patrón propuesto es evidentemente dispersalista, sin
embargo, se basa en la mayor afinidad del género con la tribu Sophoreae, relación que no ha
sido aceptada en la clasificación actual del grupo (Hutchinson 1964, Polhill 1981). Un
escenario alternativo también planteado por el mismo autor, es que mientras la cordillera
podría haber actuado como un corredor para algunas especies, para otras podría ser
considerada como una barrera biogeográfica que restringió o fragmentó su distribución. No
obstante, estas hipótesis carecen de un sustento teórico y metodológico que permita validarlas.
El primer paso para discriminar cuál de los procesos biogeográficos ha tenido mayor
importancia, consiste en evaluar si todas las especies al interior de un grupo se han
desarrollado en el mismo ámbito, es decir, si las especies del grupo forman parte de una
misma biota ancestral que fue fragmentada (hipótesis biogeográfica primaria). La homología
10
geográfica primaria constituye una conjetura sobre una historia geográfica común, la cual
postula que diferentes taxa se hallan integrados espacio-temporalmente en una misma biota
(Morrone 2001b). Una de las vías para postular este tipo de homología es mediante el análisis
panbiogeográfico (Grehan 2001, Morrone 2001a, 2002). La panbiogeografía involucra el
establecimiento de una relación general entre la distribución de los organismos y la historia de
la tierra, destacándose el papel de las distribuciones geográficas como objetos de análisis
directo (Morrone & Crisci 1995, Craw et al. 1999). La aplicación de las técnicas
panbiogeográficas supone la incorporación de especies que posean diferentes capacidades de
dispersión (Croizat 1958, 1964, Morrone & Crisci 1995, Craw et al. 1999). Es así, como
Chaetanthera Ruiz & Pav., Chuquiraga Juss., Nassauvia Comm. ex Juss., Schizanthus Ruiz &
Pav. y Triptilion Ruiz & Pav. pueden ser utilizados como modelos complementarios para los
propósitos de esta tesis, ya que además de exhibir diferente síndromes de dispersión, todos
ellos poseen patrones concordantes de distribución con Adesmia, y/o muestran una estructura
jerárquica al interior del género.
Chaetanthera, Chuquiraga, Nassauvia y Triptilion pertenecen a la familia Asteraceae,
la familia más numerosa tanto en Chile, como en Argentina (Cabrera 1961, Marticorena 1990,
Zuloaga et al. 1999, Katinas et al. 2007). Las hipótesis biogeográficas de esta familia han sido
controversiales; diversos autores indican como potenciales centros de origen al sur del
Amazonas en Brasil (Bremer 1992), América del sur -Argentina y Chile- (Stuessy et al. 1996,
Gustafsson et al. 2001) y África (Zavada & de Villiers 2000, Scott et al. 2006).
Recientemente, Funk et al. (2005) proponen que el origen de los miembros actuales de
Asteraceae fue en el sur de América del sur con una posterior radiación al África, dando así
origen a la mayoría de las tribus que conocemos hoy.
En particular, para Chaetanthera se ha realizado una revisión sistemática que divide el
género en dos subgéneros: Chaetanthera propiamente tal y revalida Oriastrum Poepp. &
Endl., con 30 y 18 especies, respectivamente (Davies 2010). Taxonómicamente, al igual que
en Adesmia, ambos géneros poseen características jerárquicas y se distribuyen en las zonas de
clima mediterráneo, desierto y ampliamente en los Andes de Chile, Argentina, Bolivia y Perú.
En la revisión del género realizada por Cabrera (1936), se plantea que las especies tienen un
origen austroamericano, teniendo como centro de dispersión las regiones centrales de Chile.
11
Chuquiraga posee ca. 23 especies endémicas de Sudamérica, distribuyéndose a lo
largo de los Andes, desde Colombia hasta Chile y Argentina. Ezcurra (2002), plantea que el
género tendría dos radiaciones evolutivas principales, una correspondiéndose con los Andes
Centro-Norte, y la otra en los Andes del sur en los desiertos del norte de Chile, la Patagonia y
el Monte (sensu Cabrera & Willink 1973). Las hipótesis biogeográficas del género señalan un
origen en la región sur de Sudamérica, y posteriores migraciones hacia el norte a los Andes
tropicales (Ezcurra 1985, Devore & Stuessy 1995, Ezcurra 2002, Funk et al. 2005).
Nassauvia y Triptilion forman parte de un grupo monofilético, la subtribu
Nassauviinae perteneciente a la tribu Mutisieae. En Nassauvia se reconocen 37 especies
asignadas a dos subgéneros y seis secciones (Cabrera 1982, Arroyo & Marticorena 1988),
repitiéndose el mismo patrón taxonómico jerárquico descrito para los géneros antes
mencionados. El género es endémico de los Andes del sur de Sudamérica y la Patagonia
argentina. Triptilion comprende siete especies endémicas de los Andes centrales de Chile y del
oeste de la Patagonia argentina (Katinas et al. 1992). Biogeográficamente, todas las especies
de la subtribu poseen un origen andino desde donde se dispersaron (Katinas et al. 2008).
Particularmente para Nassauvia se ha planteado que su origen corresponde a las zonas
montañosas de la Patagonia desde donde se extendió utilizando la cordillera como corredor,
llegando hasta Mendoza y San Juan por Argentina. La misma vía fue utilizada para llegar a su
distribución más septentrional, Bolivia (Cabrera 1982).
Schizanthus pertenece a la familia Solanaceae y posee un total de 12 especies
endémicas de Sudamérica distribuidas en la región andina de Chile-Argentina y mediterránea
de Chile. Las hipótesis planteadas para el género se encuentran relacionadas con la temprana
diversificación del resto de las solanáceas, constituyendo una tribu monogenérica
Schizanthoideae (Olmstead & Palmer 1992, Pérez et al. 2006). Para este género no se han
planteado hipótesis biogeográficas explicitas que expliquen el patrón de distribución disyunta
del mismo.
Las características concordantes de estos géneros con los patrones encontrados en
Adesmia, junto con las hipótesis filogenéticas de cada grupo permiten la integración del
conocimiento filogenético con los patrones de distribución que estos poseen, es decir, la
generación de hipótesis biogeográficas secundarias (Zunino 2005); las cuales constituyen el
nivel de legitimación de las hipótesis previamente establecidas a partir de los patrones de
12
distribución. En este caso la filogenia de diferentes grupos contrastados con sus áreas de
distribución, permiten establecer las relaciones de las áreas que ellos habitan (Morrone 2001b,
2004). Este tipo de hipótesis se pueden generar mediante la Parsimonia de Brooks (Brooks
1985, Wiley 1988a, 1988b), donde el resultado de estos análisis entrega grandes avances al
conocimiento de la dinámica y movimiento no sólo del grupo en sí, sino que también de las
biotas ancestrales de los cuales ellos forman parte (Brooks 1990, Morrone 2000, Brooks & van
Veller 2003).
En Sudamérica, el problema para aplicar este tipo de hipótesis reside en que la
filogenia de muchas especies es desconocida. Tal es el caso de Adesmia, uno de los géneros
con mayor número de especies tanto para Chile, como para Argentina, donde las únicas
hipótesis de relación entre las especies descasan en el sistema de clasificación establecido hace
más de 40 años (Burkart 1967). Burkart (1952, 1967) reconoció dos subgéneros, Adesmia
Burkart y Acanthadesmia Burkart, y un total de 45 series. Pese a que se discute la naturalidad
de los grupos infragenéricos actualmente subordinados al género, existen evidencias para
plantear que la estructura interna de éste es jerárquica (series-subgéneros). De hecho, un
análisis cladístico con 89 especies que representaban a las 43 series, y utilizando 33 caracteres
morfológicos, que representan a la mayor parte de los criterios y/o caracteres utilizados para la
definición de los subgéneros y series, indica que las series no constituyen grupos
monofiléticos, sin embargo, el subgénero Acanthadesmia aparecería como un potencial grupo
natural (Mihoc1). Por lo tanto el uso de Adesmia es apropiado para abordar las interrogantes
anteriormente discutidas.
___________________________________
1 Trabajo presentado por MIHOC, M., NEGRITTO, M. & A. MARTICORENA. Revisión sistemática de Adesmia
DC Fabaceae con especial referencia a su clasificación infragenérica en la Vta Reunión Argentina de
Cladística y Biogeografía. 2-4 de septiembre, 2004, Salta, Argentina.
13
Para poner a prueba las hipótesis vicariancistas/dispersalistas previamente señaladas,
en la actualidad no se dispone de un registro fósil para Adesmia que permita discriminar la
edad en la que género se diferenció y adquirió su estructura jerárquica. Por ello, en la presente
tesis se busca integrar la información que subyace en la distribución de las especies y en las
relaciones filogenéticas de las mismas, para establecer cual de los procesos biogeográficos
explica de mejor manera los patrones de distribución disyunta que exhiben sus especies. Para
alcanzar este objetivo se plantean tres hipótesis que consideran los posibles escenarios que
permitirán discriminar la importancia relativa que han tenido la dispersión y la vicarianza en la
historia natural del grupo:
a) Hipótesis 1 (Fig. 1): Si en Adesmia, la radiación o diferenciación del grupo se produjo
como consecuencia de un evento vicariante, entonces sería factible encontrar un
número reducido de especies de distintas series que pertenezcan a trazos generalizados
que atraviesan la cordillera y un número considerablemente mayor de especies de una
misma serie que pertenezcan a trazos generalizados propios a cada una de las vertientes
de la Cordillera de los Andes.
Corolario: En el caso de la homología biogeográfica secundaria, este patrón se corroboraría al
encontrar la asociación de áreas (áreas hermanas), entre localidades de una misma vertiente
pero a diferentes latitudes, situación que se reflejaría en ambas vertientes. La relación entre
áreas estaría respaldada principalmente por especies pertenecientes a una misma serie (o
clado), pero de distribución restringida a una vertiente en particular y el soporte de las ramas
tendría un bajo componente de sinapomorfías que respaldarían la asociación.
b) Hipótesis 2 (Fig. 2): Si la radiación de los grupos hubiese sucedido antes del
levantamiento andino y como consecuencia del evento vicariante se hubiesen
sucedido nuevos eventos de especiación de los grupos previamente diferenciados, se
encontrarían reiterados trazos generalizados de especies de diferentes series que
atraviesan la Cordillera de los Andes, y un número menor de trazos propio de cada
vertiente.
Corolario: En este caso, las hipótesis de homología biogeográfica secundaria detectarían la
asociación de áreas de una misma latitud pero separadas por la Cordillera de los Andes, el
14
sustento de estas relaciones se encontraría en especies pertenecientes a una misma serie (o
clado) y el soporte de las ramas estaría dado principalmente por sinapomorfias.
c) Hipótesis 3 (Fig. 3): Si la dispersión es el proceso que da cuenta de la distribución de
Adesmia, entonces se encontraría que la mayor parte de las especies del género no
pertenecería a ningún trazo generalizado.
Corolario: En las hipótesis de homología geográfica secundaria se encontraría una baja
resolución de la asociación entre áreas (politomias). El soporte de estas relaciones estaría
pobremente respaldado por sinapomorfías, y en el cladograma general de áreas se encontraría
un alto número de homoplasias.
Finalmente, cualquiera de los procesos (e.g. dispersión o vicarianza), que explique los
patrones de distribución disyunta en el género Adesmia, también explicaran los patrones de
distribución disyunta del resto de los taxa analizados en esta tesis.
15
Amplia distribución/
sin diferenciación
Vicarianza Especiación
Alopátrica/ parapátrica
Hipótesis de homología biogeográfica primaria
Hipótesis de homología biogeográfica secundaria
1a 1b 1c
1d
1d’
Figura 1: Hipótesis vicarianza-especiación. La línea punteada representa la distribución ancestral de la unidad taxonómica (e.g. subgénero, serie). La
diferencia de color en las esferas indica diferenciación del grupo. En rojo (1d), se representa un trazo generalizado.
16
Amplia distribución/
con diferenciación
Vicarianza Especiación
Alopátrica/ parapátrica
Hipótesis de homología biogeográfica primaria
Hipótesis de homología biogeográfica secundaria
2a 2b 2c
2d
2d’
Figura 2: Hipótesis especiación-vicarianza-especiación. La línea punteada representa la distribución ancestral de la unidad taxonómica (e.g. subgénero,
serie). La diferencia de color en las esferas indica diferenciación del grupo. En rojo (1d), se representa un trazo generalizado.
17
Distribución restringida/
sin diferenciación
Dispersión Especiación
Parapátrica
Hipótesis de homología biogeográfica primaria
Hipótesis de homología biogeográfica secundaria
3a 3b 3c
3d
3d’
Figura 3: Hipótesis 3 dispersión-especiación. La línea punteada representa la distribución ancestral de la unidad taxonómica (e.g. subgénero, serie). La
diferencia de color en las esferas indica diferenciación del grupo. En rojo (1d), se representa un trazo generalizado.
18
OBJETIVO GENERAL:
1. Estudiar las relaciones filogenéticas y los patrones de distribución de las especies del
género Adesmia.
2. Establecer los procesos biogeográficos que han determinado y condicionado los
actuales patrones de distribución en el género Adesmia.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
1. Evaluar las relaciones filogenéticas del género Adesmia y de los taxa subordinados.
2. Determinar los patrones de distribución de la totalidad de las especies del género
Adesmia y establecer hipótesis de homología geográfica primaria utilizando a
Chaetanthera, Chuquiraga, Nassauvia, Schizanthus y Triptilion como modelos
complementarios para una mayor corroboración de las hipótesis.
3. Determinar los procesos –vicarianza y/o dispersión- que han operado sobre la historia
natural de Adesmia o grupos naturales establecidos a partir de su filogenia, y establecer
las hipótesis de homología geográfica secundaria.
19
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Capítulo 1:
Homología Biogeográfica Primaria
CAPÍTULO 1a:
EVOLUCIÓN DE LA SERIE MICROPHYLLAE (ADESMIA, FABACEAE) EN LA
CORDILLERA DE LOS ANDES: UNA PERSPECTIVA BIOGEOGRÁFICA
Evolution of the series Microphyllae (Adesmia, Fabaceae) in the Andes: a biogeographic
approach
MARITZA A. K. MIHOČ 1*
, JUAN J. MORRONE2, MARIA A. NEGRITTO
1 y
LOHENGRIN A. CAVIERES 1, 3
Revista Chilena de Historia Natural 79: 389-404, 2006
____________________________________________________________________________
1 Departamento de Botánica, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
2 Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), Apdo. Postal 70-399, 04510 México D.F., México
3 Instituto de Ecología y Biodiversidad. Casilla 653, Santiago Chile
*autor para correspondencia: [email protected]
Biogeografía de la serie Microphyllae
29
RESUMEN
Microphyllae (Subgen. Acanthadesmia) es la serie que posee el mayor número de especies
descritas en el género Adesmia, y su distribución incluye la mayor parte del área de
distribución del género. El escenario biogeográfico evolutivo, tanto del género como de la
serie, es poco claro. Algunas hipótesis sugieren que la evolución de Adesmia estaría
relacionada con el desarrollo de los Andes, sin embargo, no se ha establecido el proceso (e.g.,
dispersión o vicarianza) subyacente a dicha evolución. En este estudio se empleó la
aproximación panbiogeográfica mediante un análisis de trazos y un análisis de parsimonia de
endemismos (PAE), basados en la distribución de 22 de las especies de esta serie. El área de
distribución de la serie fue dividida en cuadrículas de 1° por 1° (Lat. por Long.), y franjas
latitudinales y longitudinales de 1º. Todas las especies presentaron una distribución asociada
con los Andes y restringida tanto latitudinal como longitudinalmente. Encontramos cinco
trazos generalizados y dos nodos. Todos los trazos generalizados se asociaron
longitudinalmente con la cordillera y los nodos se asociaron con la Zona de Transición
Sudamericana. El PAE realizado con las franjas latitudinales establece que el área de
distribución de la serie se divide en una zona norte y una sur, cuyo límite se encontraría en
Chile Central (ca. 33° S). Esta división se encuentra caracterizada por la presencia de A.
miraflorensis en la zona norte y A. volckmannii en la zona sur. Nuestros resultados sugieren
una diferenciación reciente, ocasionada por el aislamiento de poblaciones a lo largo de la
cordillera; es decir, eventos vicariantes que fragmentaron la distribución y posteriormente
indujeron la diferenciación de grupos. La separación se habría dado en sentido latitudinal,
como lo sugiere la secuencia latitudinal de trazos generalizados.
Palabras clave: Panbiogeografía, análisis de trazos, Adesmia, PAE
Biogeografía de la serie Microphyllae
30
ABSTRACT
Microphyllae (Subgen. Acanthadesmia) is the series of the genus Adesmia with the largest
number of described species, and its distribution includes most of the genus range. The
biogeographic evolutionary history of this series, as well as the genus, is unclear. Some
hypotheses suggest that the development of the Andes affected the evolution of the genus
Adesmia, but there is no evidence about the processes (e.g. dispersal or vicariance) involved.
In this study we used a panbiogeographic approach, and based on the distribution of 22 species
of this series we carried out a track analysis and a parsimony analysis of endemicity (PAE).
Distribution area of the series was divided in quadrats of 1° por 1° (Lat. x Long.), and
latitudinal and longitudinal belts of 1º. All the species presented a distribution associated with
the Andes, and most of them presented both latitudinally and longitudinally restricted
distributions. Five generalized tracks and two nodes were found. All tracks were
longitudinally associated with the Andean range. Nodes could be associated with the South
American Transition Zone. PAE based on latitudinal belts split the total area in two sub-areas
(north and south), where the limit between them is central Chile (ca. 33° south latitude). This
division is characterized by the presence of A. miraflorensis in the northern zone, and A.
volckmannii in the southern zone. Our results suggest a recent differentiation within the series
Microphyllae, which may have resulted from isolation of populations along the Andes, i.e.
vicariance events fragmented the distribution of species and subsequently caused
differentiation. It seems likely that this separation has occurred latitudinally, as suggested by
the latitudinal sequence of generalized tracks.
Keyword: Panbiogeography, Track analysis, Adesmia, PAE
Biogeografía de la serie Microphyllae
31
INTRODUCCIÓN
Distintos eventos geológicos y climáticos han determinado la estructura y distribución de las
comunidades del extremo sur del continente americano, atribuyéndoseles un papel causal en lo
que se refiere a extinción, diferenciación y cambios en la distribución geográfica de la biota
(Simpson 1983, Nores & Cerrana 1990, Crisci et al. 1991, Hernández et al. 1992, Hinojosa &
Villagrán 1997, Villagrán & Hinojosa 1997, Young et al. 2002). Algunos autores han asociado
el levantamiento de los Andes con la expansión de la distribución de algunos taxa (van der
Hammen & Cleef 1983, Ezcurra et al. 1997). Por ejemplo, varios taxa subantárticos (e.g.,
Colobanthus Bartl., Cotula L., Oreobolus R. Br., Uncinia Pers. y muchas briófitas) habrían
alcanzando el extremo norte de los Andes, dispersándose a lo largo de la zona altoandina (van
der Hammen & Cleef 1983). Otros autores, en cambio, han considerado al levantamiento
andino como un evento vicariante, que habría dividido al continente en dos áreas: una
occidental, con taxa usualmente asignados a trazos generalizados que conectan esta área con
Australia y Nueva Zelanda; y una oriental, con taxa asignados a trazos generalizados que la
conectan con los trópicos del Viejo Mundo (Katinas et al. 1999, Morrone 2001a).
En América del sur, el género Adesmia DC. (Adesmiae, Fabaceae) posee un elevado
número de especies. Este género consta de dos subgéneros: Adesmia Burkart, distribuido en la
Cordillera de los Andes y en las zonas semiáridas de Argentina y Brasil; y Acanthadesmia
Burkart, distribuido principalmente a lo largo de la Cordillera de los Andes (Burkart 1967,
Burkart & Correa 1984, Davyt & Izaguirre 1996, Miotto-Sfoggia 1993, Ulibarri & Burkart
2000). Burkart (1967) plantea una relación estrecha entre la evolución del género y el
desarrollo de la Cordillera de los Andes. El escenario propuesto por este autor es
principalmente dispersalista, en donde el motor de la diferenciación (formación de los centros
de polimorfismo) sería la elevación de los Andes. Sin embargo, no estableció ninguna
conexión entre la diferenciación de los grupos con los procesos subyacentes a la misma.
En el género Adesmia, la serie Microphyllae Burkart es la que posee el mayor número
de especies y la más amplia distribución (Burkart 1967, Ulibarri 1987), sus especies son
esencialmente andinas, encontrándose de preferencia por sobre los 1000 msnm., pudiendo
llegar hasta los 5000 msnm. (Ulibarri 1987, Zuloaga & Morrone 1999, C. Marticorena, com.
pers.). Ulibarri (1987) realizó la revisión taxonómica de la serie, planteando una evolución
reciente del género además de un activo proceso de especiación entre las especies. A
Biogeografía de la serie Microphyllae
32
diferencia de Burkart (1967), este autor no estableció hipótesis respecto a la historia
biogeográfica del grupo.
En el presente trabajo utilizamos métodos panbiogeográficos para establecer un
escenario posible sobre la evolución de la serie Microphyllae del subgénero Acanthadesmia en
relación con la Cordillera de los Andes, determinando el proceso (dispersión o vicarianza) que
explicaría de manera más adecuada su patrón actual de distribución geográfica.
Desde una perspectiva panbiogeográfica, el trazo individual constituye la
representación gráfica de una hipótesis relativa a las relaciones en el espacio en el marco del
área donde, y en relación con la cual, el grupo evoluciona (Zunino & Zullini 2003). Esta
hipótesis de homología biogeográfica primaria enfatiza la importancia de la dimensión
espacial o geográfica para comprender los patrones y procesos evolutivos (Craw et al. 1999,
Morrone 2004a). A su vez, el análisis de parsimonia de endemismos (PAE: Parsimony
Analysis of Endemicity) también puede aplicarse para postular una hipótesis preliminar de
relaciones entre áreas, basándose en los patrones de distribución de las especies que en ellas
habitan (Luna et al. 1999). Ambos métodos biogeográficos pueden ser utilizados para
reconocer elementos bióticos, los cuales resultarían básicamente de procesos de vicarianza y
constituirían las unidades biogeográficas para análisis posteriores (Morrone 2001b, 2004a).
Biogeografía de la serie Microphyllae
33
MATERIAL Y MÉTODOS
Serie estudiada
Las especies de Adesmia se distribuyen a lo largo de la Cordillera de los Andes desde el norte
del Perú hasta Tierra del Fuego (8-54º LS) y, hacia el este, llegan a zonas semiáridas de la
Serra do Mar en Brasil (Burkart 1967, Burkart & Correa 1984, Miotto-Sfoggia 1993, Davyt &
Izaguirre 1996, Ulibarri & Burkart 2000), distribución que corresponde específicamente con la
subregión Chaqueña de la región Neotropical, la Zona de Transición Sudamericana y la región
Andina (Morrone 1994a, 1996, 2002, 2004b). Las 240 especies descritas del género se
encuentran agrupadas en 43 series, subordinadas a dos subgéneros: el subgénero Adesmia
contiene plantas inermes y agrupa a 34 series, mientras que el subgénero Acanthadesmia reúne
plantas con espinas y agrupa a las 9 series restantes (Burkart 1967, Ulibarri 1980, 1982, 1987).
Se seleccionó a la serie Microphyllae, del subgénero Acanthadesmia, como modelo de estudio
para el análisis biogeográfico, dado que posee el mayor número de especies (33 especies), y a
su vez, abarca gran parte de la distribución del género en América del sur. Las especies de la
serie Microphyllae han sido descritas como xerófitas que habitan el sur de Perú y Bolivia;
Chile y Argentina poseen el mayor número de especies (22 especies nativas para cada país, de
las cuales son endémicas el 41% y el 37 %, respectivamente). Si bien son esencialmente
andinas, en Chile y Argentina existen especies que habitan a nivel del mar (Tabla 1).
Métodos
La panbiogeografía involucra el establecimiento de una relación general entre la distribución
de los organismos y la historia de la tierra. En este tipo de análisis se pone énfasis en la
importancia de la dimensión geográfica o espacial de la diversidad de la vida, destacándose el
papel de las distribuciones geográficas como objetos de análisis directo (Morrone & Crisci
1995, Craw et al. 1999). Entre las diferentes metodologías para realizar un análisis
panbiogeográfico se encuentran la reconstrucción manual (Croizat 1958, 1964), las matrices
de conectividad e incidencia (Page 1987), la compatibilidad de trazos (Craw 1988, 1989) y el
análisis de parsimonia de endemismos (Craw et al. 1999, Morrone & Márquez 2001). Para la
construcción del modelo biogeográfico en la serie Microphyllae empleamos la reconstrucción
manual y el análisis de parsimonia de endemismos (PAE).
Biogeografía de la serie Microphyllae
34
Tabla 1: Distribución geográfica y altitudinal de las especies de la serie Microphyllae . ar: Argentina, bo: Bolivia,
ch: Chile, pe: Perú.
Especie Rango altitudinal País
Adesmia acuta Burkart 1500-3000 m ar
A. adrianii Correa 1000-1500 m ar
A. aegiceras Philippi 2000-4000 m ar-ch
A. arenicola (Fries) Burkart 3000-3500 m ar
A. augusti Macbride 2900 m pe
A. confusa Ulibarri 800 m ch
A. dessaueri (Reiche) Ulibarri sin información ch
A. erinacea Philippi 2500-4000 m ar-ch
A. friesii Burkart ex Ulibarri 2000-3000 m ar
A. gracilis Meyen ex Vogel 0-3000 m ar-ch
A. hirsuta Philippi sin información ch
A. horrida Gillies ex Hooker et Arnott 2500-4000 m ar bo ch
A. hystrix Philippi 2400-3800 m ch
A. melanocaulos Philippi sin información ch
A. melanthes Philippi 2000-4000 m ch pe
A. mendozana Ulibarri 1500-2400 m ar
A. microphylla Hooker et Arnott 400-1000 m ch
A. miraflorensis Remy 3000-4000 m ar-bo-pe
A. obcordata Clos 0-2500 m ar-ch
A. obovata Clos 500-2000 m ar-ch
A. pauciflora Vogel 1600-1700 m ch
A. pentaphylla Philippi 2000-3000 m ar-ch
A. pinifolia Gill. ap. Hooker et Arnott 1500-4000 m ar-ch
A. polyphylla Philippi 4000 m ch
A. pumahuasiana Ulibarri 3000-4000 m ar-bo
A. pungens Clos 100-180 m ch
A. renjifoana (Reiche) Ulibarri 1500-3000 m ar-ch
A. sanjuanensis Burkart 2000-3000 m ar
A. schneideri Philippi 0-2500 m ar-ch
A. spinosissima Meyen 2500-5000 m ar-bo-ch-pe
A. trijuga Gill. ex Hooker et Arnott 1000-3000 m ar
A. uspallatensis Gill. Ex Hooker et Arnott 1500-3000 m ar
A. volckmannii Philippi 0-2500 m ar-ch
En los análisis realizados, la distribución de las especies fue tomada de Ulibarri (1987).
Con el programa Arc View 3.2 se confeccionaron distintas capas de información para cada
una de las especies, a partir de las cuales se determinaron los trazos individuales y
generalizados. En la actualidad, diversos criterios han sido propuestos para la construcción de
trazos individuales (ver discusión de Henderson 1989 y Craw et al. 1999). En este trabajo, el
procedimiento utilizado para obtener los trazos individuales fue el de árbol de tendido mínimo
(minimum spanning tree), uniendo las localidades geográficas a través de la línea de menor
Biogeografía de la serie Microphyllae
35
distancia calculada en los mapas antes mencionados. La unión del vecino geográfico más
cercano es un procedimiento empleado cuando no existe otro tipo de información, como por
ejemplo la proveniente de la filogenia, para construir el árbol de tendido mínimo (Craw et al.
1999). Si bien una vez que se obtienen los trazos es posible orientarlos, empleando los
criterios de línea de base, centro de masa e información filogenética, sólo trabajamos con
trazos no orientados, dado que no existe información suficiente para aplicar estos criterios.
Cuando varios trazos individuales coinciden se considera la existencia de un trazo
generalizado. Éste proporciona una hipótesis de homología biogeográfica primaria, que
permite sostener la existencia de una biota ancestral ampliamente distribuida y fragmentada
por algún evento vicariante. Los trazos generalizados planteados en este artículo consideran,
además de la coincidencia total, la coincidencia parcial de los trazos individuales para
establecer un trazo generalizado; esta alternativa permite que un trazo individual pueda
pertenecer a más de un trazo generalizado, esto sería análogo a la metodología utilizada por
diversos autores para encontrar relaciones no jerárquicas entre áreas en un análisis de
parsimonia de endemismos (Luna et al. 1999, García Barros et al. 2002, Morrone 2004a). Al
“desconectar” las sinapomorfias que sustentan los clados, y reanalizar la matriz, es posible
incorporar la posibilidad de que las áreas se relacionen con distintas agrupaciones (clados),
flexibilizando la jerarquía establecida por el método.
Cuando dos o más trazos generalizados se interceptan se define un nodo. Los nodos
implican un origen biótico múltiple y en ocasiones se interpretan como zonas de convergencia
tectónica, donde fragmentos de dos o más regiones bióticas y geológicas entran en contacto y
se combinan (Zunino & Zullini 2003).
En la actualidad, el PAE es considerado como uno de los métodos para realizar análisis
panbiogeográficos, donde los clados obtenidos son considerados como trazos generalizados
(Craw et al. 1999, Morrone & Márquez 2001). Para este análisis, el área total de distribución
de las especies fue dividida en unidades de tamaño diferente (Posadas & Miranda-Esquivel
1999), en primer lugar el área fue dividida en cuadrículas de 1° por 1° (Anexo 1a), luego en
franjas latitudinales de 1° (Anexo 1b) y por último en franjas longitudinales de 1° (Anexo 1c).
Siguiendo a Morrone (2004a), en los tres casos las matrices resultantes de áreas por trazos
individuales fueron codificadas como presencia (1) o ausencia (0) del trazo individual de cada
especie en las distintas cuadrículas. Este método agrupa áreas o localidades, optimizando la
Biogeografía de la serie Microphyllae
36
concordancia entre los patrones de distribución de muchos taxa diferentes, utilizando para ello
los taxa compartidos entre áreas de acuerdo con la solución más parsimoniosa (Morrone
1994b, Posadas 1996). Las matrices de áreas por trazos individuales fueron analizadas con los
programas NONA 2.0 (Goloboff 1993) y WinClada (Nixon 1999). La estrategia de búsqueda
de los cladogramas más parsimoniosos se realizó mediante búsquedas heurísticas con
permutación de ramas tipo TBR y reconexión múltiple (Múltiple TBR + TBR), permitiéndole
al programa retener un máximo de 10000 árboles, con 100 replicas de secuencia de adición al
azar y 100 árboles iniciales en cada repetición (árboles de Wagner). Se consideró sólo aquellos
caracteres informativos.
Para optimizar los cladogramas resultantes se utilizó la opción ACTRAN de WinClada,
que en el caso de existir más de una alternativa igualmente posible para determinar la
secuencia de transformación en los caracteres (en este caso la presencia de las especies),
favorece los cambios en las ramas basales del cladograma. Las homoplasias fueron
interpretadas como reversiones, que en un contexto biogeográfico equivaldrían a eventos de
extinción. Se prefirió esta interpretación debido a que las explicaciones alternativas de la
homoplasia (e.g. convergencia y paralelismo), corresponderían a eventos de dispersión. La
dispersión se plantea como un escenario poco probable para el género, debido a características
como son: frutos dehiscentes, distribuciones restringidas en muchas de las especies y, hasta la
fecha, ningún dispersor conocido.
En todos los análisis se obtuvo el cladograma de consenso estricto, que fue utilizado
para evaluar las áreas agrupadas y las posibles causas históricas que las expliquen (Morrone
1994b).
Biogeografía de la serie Microphyllae
37
RESULTADOS
Patrones de distribución y trazos individuales
En la Figuras 1 A-G se representa la distribución geográfica y los trazos de individuales de las
especies de la serie Microphyllae. Para el análisis panbiogeográfico no fueron consideradas las
especies A. acuta, A. adrianii, A. arenicola, A. augusti, A. dessaueri, A. friesii, A. hirsuta, A.
melanocaulos, A. pauciflora, A. sanjuanensis y A. trijuga, debido a que no se disponía
información de al menos tres localidades geográficas de su distribución, que constituiría el
número mínimo de localidades para establecer un trazo individual informativo (Grehan 2001).
Con excepción de las especies A. pungens y A. microphylla (Fig. 1 C y F), todas las
especies presentan una distribución asociada con la Cordillera de los Andes. Las especies A.
obcordata, A. volckmannii, A. horrida y A. schneideri presentan las distribuciones más
amplias. Longitudinalmente, A. spinosissima y A. miraflorensis se destacan por su amplitud
mayor. El resto de las especies presenta una distribución restringida latitudinal y
longitudinalmente (Fig. 1 A-G).
Trazos generalizados
Se hallaron cinco trazos generalizados (Fig. 2); en la Tabla 2 se presenta la composición de
cada uno de ellos. De acuerdo con los patrones encontrados, se determinó la presencia de dos
nodos (Fig. 2, Tabla 2). El nodo de la zona norte, que contiene los vértices de los trazos 1b, 2c
y 3a; y el nodo de la zona central, que contiene los vértices de los trazos 3c, 4a y 5. Las
especies A.gracilis, A. mendozana, A.pentaphylla y A. renjifoana presentaban una distribución
muy restringida, por lo cual no fue posible asociarlas con ninguno de los trazos propuestos, sin
embargo, todas se encuentran asociadas con el nodo II.
Biogeografía de la serie Microphyllae
38
Figura 1: Trazos individuales de las especies de la serie Microphyllae. A: A. aegiceras, A. miraflorensis, A.
schneideri. B: A. confusa, A. melanthes, A. mendozana, A. poliphylla. C: A. pungens, A. renjifoana,
A.spinosissima. D: A. hystrix, A. obovata, A. uspallatensis. E: A. horrida, A. pentaphylla, A. volckmanni. F: A.
microphylla, A. obcordata, A. pumahuasiana. G: A. erinacea, A. gracilis, A. pinifolia.
Biogeografía de la serie Microphyllae
39
Figura 2: Trazos generalizados y nodos propuestos para la serie Microphyllae. El círculo con una x indica la
presencia de un nodo.
Biogeografía de la serie Microphyllae
40
Tabla 2: Composición de los elementos encontrados en el Análisis de Trazos.
Trazos Especies
1
a
A. miraflorensis, A. spinosissima
b A. miraflorensis, A. horrida
2
a
A. spinosissima, A. melanthes
b A. spinosissima, A.polyphylla
c A. spinosissima, A. horrida
3
a
A. horrida, A. hystrix, A. erinacea
b A. horrida, A. hystrix, A. aegiceras, A. uspallatensis
c A. horrida, A. aegiceras, A. uspallatensis, A. pinifolia
4
a
A. obcordata, A. schneideri, A. volckmannii, A. obovata
b A. obcordata, A. schneideri, A. volckmannii
5
A. confusa, A. microphylla, A. pungens
Nodo I Trazos 1b, 2c, 3a
Nodo II Trazos 3c, 4a y 5, Además de las especies: A.gracilis, A. mendozana, A.
pentaphylla y A. renjifoana
Análisis de parsimonia de endemismos
En el análisis considerando las cuadrículas de 1° x 1° se obtuvieron 10000 cladogramas de
máxima parsimonia de los 10000 permitidos en el análisis, cuyos estadísticos son: largo (L):
64, índice de consistencia (CI): 0.34 e índice de retención (RI): 0.83 (Fig. 3). El análisis a esta
escala produjo muchos cladogramas con poca resolución y con pocas especies exclusivas
(sinapomorfías) que sustenten las agrupaciones. El cladograma de consenso posee una
politomía basal, donde se destaca la agrupación de las cuadrículas 720-721- 752 en la zona
norte (Fig. 3), localizados aproximadamente a los 20° de latitud sur, y cuatro grupos a la altura
de Chile central, entre los 30° y 35° de latitud sur, correspondientes a las cuadrículas 930-953,
954-977-999, 1039-1020-1040-1060, y 975-1018-976-998-1019 (Fig. 3). Ninguna de las
agrupaciones presentó más de una sinapomorfía.
Biogeografía de la serie Microphyllae
41
Figura 3: Cladograma de consenso de los 10000 cladogramas igualmente parsimoniosos (L: 64, CI: 0.34, RI:
0.83) obtenidos del PAE con una cuadrícula de 1° x 1°. Codificación de caracteres: A. aegiceras (0), A. confusa
(1), A. erinacea (2), A. gracilis (3), A. horrida (4), A. hystrix (5), A. melanthes (6), A. mendozana (7), A.
microphylla (8), A. miraflorensis (9), A. obcordata (10), A. obovata (11), A. pentaphylla (12), A. pinifolia (13), A.
poliphylla (14), A. pumahuasiana (15), A. pungens (16), A. renjifoana (17), A. schneideri (18), A.spinosissima
(19), A. uspallatensis (20), A. volckmanni (21).
Biogeografía de la serie Microphyllae
42
Al considerar las franjas latitudinales, el PAE produjo cuatro cladogramas igualmente
parsimoniosos (L: 35, CI: 0.62, RI: 0.90). El análisis agrupó las cuadrículas en dos clados
(Fig. 4). De acuerdo con esto, el área de distribución de las especies de la serie Microphyllae
puede ser dividida en una zona norte y una zona sur, el límite entre ambos grupos se encuentra
en Chile central, aproximadamente a los 33° de latitud sur (Fig. 4). En esta agrupación, las
especies A. miraflorensis en la zona norte y A. volckmannii en la zona sur, son las únicas que
aparecen como sinapomorfias que respaldan la división norte-sur. Sin embargo, debido a que
estas especies no se encuentran presentes en todos los terminales del clado, su ausencia puede
ser interpretada como eventos de extinción (reversiones). El cladograma de consenso muestra
patrones anidados tanto para las cuadrículas de la zona norte como para las de la zona sur.
Integrando ambos resultados del análisis de parsimonia, la agrupación de las cuadrículas 975-
976-998-1018-1019 del análisis de 1° x 1° mezcla cuadrículas tanto de la zona norte como de
la zona sur obtenidas en el segundo análisis. El análisis con las franjas longitudinales de 1°
produjo cinco cladogramas igualmente parsimoniosos (L:32, CI: 0.62 y RI: 0.75); en el
cladograma de consenso se refleja la mayor concentración de especies en las cuadrículas que
involucran la porción de la Cordillera de los Andes ubicadas en la zona de Chile Central,
estando sustentada por un número mayor de sinapomorfias y apareciendo como una dicotomía
terminal en el cladograma (Fig. 5).
En conjunto con los resultados del análisis de trazos y del PAE es posible entender de
manera más integral la naturaleza de los patrones observados. Por ejemplo, la zona norte de la
distribución de la serie contiene los trazos 1, 2, 3 y 5; y la zona sur al trazo 4. El límite entre
ambas se encuentra dado por el nodo II. Los trazos 1 y 2 se encuentran en la vertiente oriental
de la Cordillera de los Andes, mientras que el trazo 5 es el único establecido para la vertiente
occidental de la cordillera y el trazo 3 se dispone en plena cordillera. Los trazos individuales
de las especies que definen al trazo generalizado 5 se asocian con la depresión intermedia y la
cordillera de la costa de Chile, y sólo la porción más meridional del trazo se encontraría
asociada con la cordillera de los Andes.
Biogeografía de la serie Microphyllae
43
Figura 4: Cladograma de consenso de los cuatro cladogramas igualmente parsimoniosos (L: 35, CI: 0.62, RI:
0.90) del PAE con franjas latitudinales de 1º. Codificación de caracteres es la misma que la de la figura 3.
Biogeografía de la serie Microphyllae
44
Figura 5: Cladograma de consenso de los cinco cladogramas igualmente parsimoniosos (L:32, CI: 62 y RI: 75)
obtenidos en el PAE con franjas longitudinales de 1°. Codificación de caracteres es la misma que la de la figura
3.
Biogeografía de la serie Microphyllae
45
DISCUSIÓN
Los antecedentes disponibles de la historia biogeográfica del género Adesmia son escasos,
contándose en la actualidad sólo con algunas aproximaciones que mencionan el tema de
manera superficial o anecdótica. El modelo que se postula a continuación se plantea como una
hipótesis inicial, en otras palabras, la primera fase de análisis biogeográfico para el género.
Los patrones coincidentes de los trazos individuales de la mayor parte de las especies
analizadas permiten plantear que los patrones de distribución actual de las especies habrían
estado determinados, principalmente, por eventos vicariantes. A partir de los resultados
obtenidos se postula que el desarrollo del macizo cordillerano estaría involucrado en la
diferenciación reciente de las especies de la serie Microphyllae, concordando parcialmente con
lo propuesto por Burkart (1967). El alzamiento de los Andes habría fragmentado la
distribución de las especies (vicarianza), ocasionando una diferenciación de grupos posterior
(posiblemente asociados a biotas diferentes). Esto explicaría el alto número de especies con
distribución restringida y la homogeneidad morfológica entre ellas. Burkart (1967) describió la
existencia de dos centros de polimorfismos para Adesmia: uno en la Cordillera de los Andes
frente a Chile central, y otro en las regiones áridas de Cuyo, Catamarca, Salta, hacia el este de
la Cordillera de los Andes. El primero de los centros descritos coincidiría con el nodo II.
El desarrollo de la Cordillera de los Andes y regiones adyacentes ha sido un proceso
paulatino que ha abarcado decenas de millones de años, existiendo diferencias marcadas en el
tipo y antigüedad de sus elevaciones (James 1973, Taylor 1991, 1995). Adicionalmente, los
cambios climáticos, como las glaciaciones del Pleistoceno (Simpson & Todzia 1990), podrían
haber favorecido la ocurrencia de eventos locales de vicarianza y diversificación periférica,
esto permitiría explicar que algunas especies, dependiendo de sus capacidades intrínsecas de
adaptación y de cuan amplio era el rango distribución al momento del evento de
fragmentación, pudiesen formar parte de más de un trazo generalizado, como es el caso de A.
miraflorensis, A. horrida y A. spinosissima, entre otras.
Los patrones, no jerárquicos, presentados por estas especies, a su vez pueden ser
causales de la escasa resolución encontrada en el PAE, como son la presencia de politomías,
pocas sinapomorfias, bajos índices de consistencia y de retención, debido a que estas especies
tienen igual probabilidad de asociación con una u otra agrupación (igual probabilidad de
pertenecer a uno u otro trazo generalizado). No obstante, en términos generales, los resultados
obtenidos son concordantes con el modelo planteado, evidenciándose en las agrupaciones el
Biogeografía de la serie Microphyllae
46
nodo II, en el análisis de 1° por 1°, agrupación de las cuadrículas que involucran el macizo
cordillerano en el análisis de franjas longitudinales.
En particular, la zona de la Puna ha sido catalogada como una zona compleja, debido a
las relaciones de elementos bióticos distintos. Esta área formaría parte de la Zona de
Transición Sudamericana, donde entran en contacto elementos bióticos neotropicales y
andinos (Morrone 2004 b). En este tipo de áreas se espera la presencia de una alta
concentración de nodos panbiogeográficos, debido al intercambio de especies procedentes de
biotas de distinto origen. En este sentido, es importante mencionar que el nodo encontrado en
la zona norte sería coincidente con el nodo de la Puna (Katinas et al. 1999), donde se
interceptan los trazos generalizados andino y tropical. Cabe destacar que los trazos
generalizados 3 y 4 también se pueden relacionar con los trazos generalizados andinos
endémicos establecidos en el mismo trabajo, los cuales comprenderían las subregiones Chilena
Central, Patagónica y Subantártica para el trazo 3; y Subantártica y Patagónica para el trazo 4.
En cuanto a los procesos, a lo largo de la historia de la biogeografía han existido
importantes debates para establecer cuál es el más importante. En la actualidad, la
biogeografía posee varias metodologías que pretenden explicar y/o identificar procesos tales
como dispersión y vicarianza, fenómenos no excluyentes que ocurren en la naturaleza y que
constituyen explicaciones alternativas para las distribuciones disjuntas (Nelson & Platnick
1980, 1981). El análisis realizado en este estudio indica que la vicarianza sería el proceso que
determinó los actuales patrones de distribución en la serie, donde la separación no habría
ocurrido en sentido longitudinal, es decir, entre ambas vertientes de la cordillera, si no más
bien en sentido latitudinal, como lo indica la secuencia de trazos generalizados dispuestos
latitudinalmente.
La relación estrecha entre la sistemática y la biogeografía de los organismos (Zunino &
Zullini 2003) permite una retroalimentación entre ambas disciplinas, a partir de la cual las
distintas hipótesis tanto sistemáticas como biogeográficas, pueden ser corroboradas o
refutadas. No obstante, las hipótesis de relaciones históricas entre distintas entidades (taxa,
áreas, biotas) resultan independientes de la filogenia de sus ocupantes, así como de las
reconstrucciones paleogeográficas y paleoclimáticas. Esto permite aplicar el principio de
elucidación recíproca a las diferentes hipótesis que atañen al mismo fenómeno, pero que son
totalmente autónomas y que al tener el mismo nivel de legitimidad científica, permite su
Biogeografía de la serie Microphyllae
47
comparación en forma paritaria (Morrone 2001c, Zunino 2000). En el caso de Adesmia,
Burkart (1967) estableció su clasificación infragenérica, donde las especies utilizadas en este
estudio fueron tratadas como dos series independientes: Microphyllae y Arboreae Burkart. Sin
embargo, dada la complejidad del grupo, este autor reconoció como poco resueltas las
relaciones de las especies entre las series y al interior de las mismas. Posteriormente, Ulibarri
(1987) realizó la revisión de estas dos series, y estableció su sinonimia, junto con la de
numerosas especies. Los resultados obtenidos en este trabajo indicarían que las especies
estudiadas comparten una historia, y que en ausencia de más antecedentes, se trataría de un
grupo natural, brindando apoyo a la hipótesis de Ulibarri (1987).
AGRADECIMIENTOS
Al Departamento de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la UNAM, por las
facilidades otorgadas a la autora principal para la realización de la estadía en sus
dependencias. Se agradece además el gran apoyo de Noé Velásquez y Yaayé Arrellanes, y los
comentarios, revisión y sugerencias de Alicia Marticorena, y la mejora en las imágenes de
Nicole Fierro Nova. Investigación financiada por Proyecto CONICYT AT-4040202, y
Proyecto MECESUP UCO 0214. Esta investigación forma parte de las actividades del Núcleo
Milenio de Estudios Avanzados en Ecología e Investigaciones en Biodiversidad P02-054 F
ICM.
Biogeografía de la serie Microphyllae
48
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Biogeografía de la serie Microphyllae
52
ANEXO 1
a) Matriz utilizada en el análisis de Parsimonia de endemismos de cuadrículas de 1° Lat.
por 1° Long., 135 cuadrículas x 22 trazos individuales.
outgr 0000000000000000000000
440 0000000001000000000000
476 0000000000000000000100
477 0000000000000000000100
478 0000000000000000000100
479 0000000001000000000100
480 0000000001000000000100
481 0000000000000000000100
516 0000001000000000000000
517 0000001000000000000100
518 0000000001000000000100
553 0000001000000000000000
554 0000001001000000000100
555 0000000001000000000100
556 0000000001000000000000
557 0000000001000000000000
589 0000001000000000000000
590 0000001000000000000100
592 0000000001000000000000
593 0000000001000000000000
623 0000001000000000000100
626 0000000001000000000100
655 0000001000000000000100
656 0000001000000000000100
657 0000000000000000000100
658 0000000001000000000100
687 0000001000000000000000
688 0000001000000010000100
689 0000000000000000000100
690 0000100001000000000100
720 0000100000000010000100
721 0000100000000010000100
722 0000100001000000000000
723 0000000000000001000000
724 0000000000000001000000
750 0010000000000000000000
751 0010000000000000000000
752 0000100000000010000100
753 0000100001000000000100
754 0000100001000001000000
781 0010000000000000000000
782 0010000000000000000000
783 0010100000000000000100
784 0010100000000000000100
785 0010000000000001000100
809 0000000000000000100000
811 0010010000000000000000
812 0010110000000000000100
813 0010100000000000000000
834 0000000000000000100000
836 0010110000000000000000
837 0010100000000000000000
858 0000000000000000100000
860 1010110000000000000000
861 0010100000000000000000
882 0000000000000000100000
883 0000010000000000000000
884 1010110000000000000010
885 0010100000000000000000
906 0000000000000000100000
907 1000110000000000000000
908 1010100000000000000010
930 1000010000000000100000
931 1000110000000000000010
932 0000100000000000000010
952 0100000000000000100000
953 1100010000000000100000
954 1000100000000100000010
955 0000100000000000000000
975 0000000010000000000000
976 1100000010000000000000
977 1000100000000100000010
998 0100000010000000000000
999 1000100000000100010010
1000 0000100000000000000000
1018 0000000010000000000000
1019 0100000010011000000000
1020 0001000100101100011000
1039 0101000000010000011000
1040 0001000100111000011000
1059 0001000000010000000000
1060 0000000100111000011001
1076 0001000000110000001000
1077 0001000000100000001001
1094 0000000000110000001000
1095 0000000000000000001001
1112 0000000000110000001001
1113 0000000000100000000001
1128 0000000000000000000001
1129 0000000000110000001001
1130 0000000000000000000001
1142 0000000000010000000001
1143 0000000000110000001001
1154 0000000000000000000001
1155 0000000000100000001001
1156 0000000000000000000001
1167 0000000000100000001001
1168 0000000000100000000001
1179 0000000000100000001001
1180 0000000000100000000001
Biogeografía de la serie Microphyllae
53
1188 0000000000100000001001
1189 0000000000100000000001
1190 0000000000100000000001
1191 0000000000100000000000
1192 0000000000000000001000
1198 0000000000000000001000
1199 0000000000000000001000
1200 0000000000000000001001
1201 0000000000100000001001
1202 0000000000000000001000
1206 0000000000000000000001
1207 0000000000000000000001
1211 0000000000100000000001
1212 0000000000100000000000
1216 0000000000000000000001
1217 0000000000000000000001
1219 0000000000000000000001
1220 0000000000000000000001
1221 0000000000100000000000
1222 0000000000100000000000
1224 0000000000000000000001
1225 0000000000000000000001
1226 0000000000000000000001
1227 0000000000000000000001
1228 0000000000000000000001
1229 0000000000000000000001
1230 0000000000000000000001
1235 0000000000000000000001
1236 0000000000000000000001
1237 0000000000000000000001
1238 0000000000000000000001
1245 0000000000000000000001
1246 0000000000000000000001
1252 0000000000000000000001
1253 0000000000000000000001
b) Matriz utilizada en el análisis de Parsimonia de endemismos de 1º longitudinal, 12
cuadrículas x 22 trazos individuales.
out 0000000000000000000000
8 0000000000000000000100
9 0000000000000000000101
10 0000001000000000000101
11 0100001011010000100101
12 1101011011111000111101
13 1011111101111100011111
14 1010111001100010001111
15 0010110001100010001111
16 0010100001100000001100
17 0010100001100001001100
18 0000000000000001000000
c) Matriz utilizada en el análisis de Parsimonia de endemismos de cuadrículas de 1º
latitudinal, 40 cuadrículas x 22 trazos individuales.
out 0000000000000000000000
10 0000000001000000000000
11 0000000001000000000100
12 0000001001000000000100
13 0000001001000000000100
14 0000001001000000000100
15 0000001001000000000100
16 0000001001000000000100
17 0000101001000010000100
18 0000100001000011000100
19 0010100001000011000100
20 0010100000000001000100
21 0010110000000000100100
22 0010110000000000100000
23 1010110000000000100000
24 1010110000000000100010
25 1010110000000000100010
26 1000110000000000100010
27 1100110000000100100010
28 1100100010000100000010
29 1100100010000100010010
30 0101000110111100011000
31 0101000100111000011000
32 0001000100111000001001
33 0001000000110000001001
34 0000000000110000001001
35 0000000000110000001001
36 0000000000110000001001
37 0000000000110000001001
38 0000000000100000001001
39 0000000000100000001001
40 0000000000100000001001
41 0000000000100000001001
42 0000000000100000001001
43 0000000000100000000001
44 0000000000100000000001
45 0000000000000000000001
46 0000000000000000000001
47 0000000000000000000001
48 0000000000000000000001
CAPÍTULO 1b:
EVOLUCIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DE PLANTAS VASCULARES EN LA
CORDILLERA DE LOS ANDES: UNA APROXIMACIÓN PANBIOGEOGRÁFICA
MARITZA A. K. MIHOČ 1*, CRISTIÁN E. HERNÁNDEZ
2 & LOHENGRIN A.
CAVIERES1,3
Manuscrito enviado a la Revista Chilena de Historia Natural
Noviembre 2012
_________________________________________________________________________
1 Departamento de Botánica, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
2Departamento de Zoología, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
3 Instituto de Ecología y Biodiversidad. Casilla 653, Santiago Chile
*autor correspondiente: [email protected]
Homología Biogeográfica en Los Andes
55
RESUMEN
Se ha establecido que los procesos geológicos que han dado origen a la Cordillera de los
Andes han creado una compleja segmentación en cuanto origen, procesos de formación y
fechas de levantamiento, los cuales han presentado diferentes patrones de variación en el
espacio y el tiempo. De acuerdo a estas variaciones se han identificado los segmentos: Andes
norte, central y sur. En el presente trabajo se evalúa si existe concordancia entre los segmentos
planteados y el desarrollo de biotas ancestrales. Mediante una aproximación panbiogeográfica
y en base a la distribución de 244 especies (Pertenecientes a Adesmia, Chaetanthera,
Chuquiraga, Nassauvia, Triptilion y Schizanthus), se determinó la presencia de 10 trazos
generalizados y 3 nodos. La mayor parte de los trazos se asocian al cordón montañoso
atravesándolo en diferentes latitudes. Estos trazos proporcionan una hipótesis de homología
biogeográfica primaria, que permite sostener la existencia de una biota ancestral ampliamente
distribuida y fragmentada por algún evento vicariante. La distribución de los trazos
generalizados y los nodos es concordante con la diferenciación de la cordillera en Andes
centro y sur. La distribución de los nodos puede estar dando cuenta de los complejos procesos
que se dieron en las zonas límite de estos segmentos. Por otra parte, es posible que la
superposición parcial de algunos trazos generalizados indique una diferenciación temporal de
las biotas con un ajuste mayor a las variaciones en las condiciones climáticas. Por lo tanto, se
sugiere que como elemento fisiográfico, la Cordillera de los Andes podría ser la responsable
de el (o los) eventos vicariantes que determinaron la formación y fragmentación de estas
biotas, donde la sucesión de estos eventos se habría producido cuando cada segmento
particular se transformó en una barrera efectiva para la biota local.
Palabras clave: biotas ancestrales, endemismo, dispersión, panbiogeográfia, vicarianza.
Homología Biogeográfica en Los Andes
56
ABSTRACT
It has been established that the geological processes that gave rise to the Andes have created a
complex segmentation related to the origin, formation processes and periods of uplift, which
have presented different patterns of variation in time and space. According to this proposal,
the Andes are composed of discrete segments: North, Central and South Andes. This paper
assesses if there exist coherence between the Andean segments and the development of
ancestral biotas. Using a panbiogeographic approach based on the distribution of 244 species
(belonging to the genus Adesmia, Chaetanthera, Chuquiraga, Nassauvia, Schizanthus and
Triptilion), the presence of 10 generalized tracks and 3 nodes was determined. Most of the
lines are directly associated to the mountain range passing through different latitudes. These
lines provide a primary biogeographical homology hypothesis which supports the existence of
widespread ancestral biota fragmented by a vicariant event. The distribution of generalized
tracks and nodes is coherent with the differentiation of the mountain range in the Central and
South Andes. In particular, the distribution of the nodes may account for the complex
processes that occurred in the boundary areas of these segments. Moreover, it is possible that
the partial overlap of some generalized tracks indicate a temporal differentiation of the biota
with a greater adjustment in climatic conditions variations. Therefore, it is suggested that as a
physiographic element, the Andes could be responsible of the vicariant events that led to the
formation and fragmentation of this biota, where the series of these events would have
occurred when each particular segment became an effective barrier for the local biota.
Key word: ancestral biota, endemism, dispersal, panbiogeography, vicariance.
Homología Biogeográfica en Los Andes
57
INTRODUCCIÓN
En Sudamérica, la Cordillera de los Andes emerge como uno de los factores de particular
importancia biogeográfica, dividiendo al continente en dos áreas: la vertiente occidental que
mira hacia el Pacífico y la vertiente oriental que mira hacia el Atlántico (Kuschel 1969,
Morello 1984, Lopretto & Morrone 1998, Katinas et al. 1999, Morrone 2001a, b, 2002). Como
elemento físico ha sido catalogada como la responsable de los actuales patrones de
distribución de numerosos taxa (Raven & Axelrod 1974, van der Hammen & Cleef 1983,
Romero 1986, Simpson & Todzia 1990, Young et al. 2002, Bell & Donoghue 2005, Hughes &
Eastwood 2006, Antonelli et al. 2009, entre muchos otros); y se la ha asociado con la
formación de barreras entre biotas de distinto origen geográfico (Raven & Axelrod 1974,
Simpson & Todzia 1990, Young et al. 2002). De manera alternativa también se ha sugerido
que producto del alzamiento cordillerano se desarrollaron corredores que fueron ocupados por
algunas especies que se habrían dispersado a lo largo de la zona altoandina (van der Hammen
& Cleef 1983, Romero 1986). Estos cambios en los patrones de distribución de las especies,
así como la formación de barreras tuvo como consecuencia el desarrollo de regiones con
biotas mixtas -como la zona de contacto entre la flora neotropical y la flora austral- (Crisci et
al. 1991, Ezcurra et al. 1997, Camus 2001, Grehan 2001, Morrone 2004a), y la diversificación
in situ de numerosos taxa, dando origen al desarrollo de elementos endémicos del cono sur de
Sudamérica (Villagrán et al. 1983).
A pesar de existir numerosos trabajos que consideran a los Andes como una barrera
que fragmenta la distribución de taxa no relacionados filogenéticamente, llama la atención lo
recurrente de las hipótesis dispersalistas que explican dicho patrón (Armesto & Vidiella 1993,
Ezcurra et al. 1997, Katinas & Crisci 2000, Wagstaff & Breitwieser 2002, Barreda &
Palazzesi 2007, Calviño et al. 2007). Si aceptamos la premisa “Tierra y vida evolucionan
juntas” (Croizat 1964), y que la base del conocimiento biogeográfico está integrado por las
relaciones genealógicas entre taxa, sus patrones de distribución y la historia del espacio físico
en el que se distribuyen (Morrone & Crisci 1995, Andersson 1996, Hovenkamp 1997, Zunino
& Zullini 2003); entonces, el mayor conocimiento de los procesos geológicos que dieron paso
al levantamiento de la Cordillera, constituye un sustrato fértil sobre el cual reevaluar las
hipótesis sobre la evolución espacial de la biota sudamericana. Por ejemplo, Mihoc et al.
(2006) proponen que el alzamiento de los Andes habría fragmentado la distribución de un
Homología Biogeográfica en Los Andes
58
grupo de Adesmia DC, posiblemente debido a eventos vicariantes, ocasionando una
diferenciación de grupos posterior (probablemente asociados a biotas diferentes). Para estos
autores la vicarianza, y no la dispersión, constituyó uno de los procesos fundamentales en la
estructuración de las biotas actuales en el sur de Sudamérica. La explicación propuesta
descarta las ideas dispersalistas previamente trazadas para explicar la distribución de este
grupo de especies en Sudamérica (Burkart 1967). Sin embargo, para reforzar este
planteamiento es necesario responder las siguientes preguntas: ¿Existe evidencia de biotas
ancestrales fragmentadas por el desarrollo de Los Andes?; ¿Se vieron otras especies afectadas
de la misma forma que Adesmia? Dado que la formación de la barrera no corresponde a un
evento único, ¿Existe concordancia entre los segmentos norte, centro y sur de la Cordillera
(sensu Gansser 1973, Ramos 1999, 2009, Kay et al. 2005, Sempere et al. 2008, Fig. 1) y las
biotas emergentes?
En este estudio se utiliza el contexto geológico para el planteamiento de hipótesis de
homología geográfica primaria. Mediante una aproximación panbiogeográfica y en base a la
distribución de: Adesmia DC., Chaetanthera Ruiz & Pav., Chuquiraga Juss. (en parte),
Nassauvia Comm. ex Juss., Schizanthus Ruiz & Pav. y Triptilion Ruiz & Pav. taxa
esencialmente endémicos de Sudamérica y de amplia distribución en ambas vertientes de la
Cordillera de los Andes, se busca identificar la presencia de biotas ancestrales fragmentadas
producto del desarrollo y diferenciación de los segmentos andinos.
Figura 1: Clasificación del cordón
montañoso en Andes norte, central y sur. Los tres
segmentos poseerían origen, procesos de
formación, y fechas de levantamiento diferentes
(Modificado de Gansser 1973, Ramos 1999, Kay et
al. 2005, Sempere et al. 2008). Línea continua:
clasificación más antigua y tradicional; línea
punteada: discrepancias en el límite sur de los
Andes centrales. Cuadros rojos, división de Andes
central en los segmentos centro-norte, oroclina
central y centro-sur, respectivamente.
Homología Biogeográfica en Los Andes
59
MATERIAL Y MÉTODOS
Elección de los taxa
Los análisis panbiogeográficos deberían incorporar taxa que posean diferentes capacidades de
dispersión (Croizat 1958, Morrone & Crisci 1995, Craw et al. 1999). De esta forma el
hallazgo de patrones concordantes de distribución a ambos lados de una barrera pueden ser
considerados como producto de la vicarianza. En este estudio el tamaño y forma de la semilla
fueron utilizados como indicador de diferentes síndromes y capacidades de dispersión y el
primer criterio de selección de los taxa. De acuerdo a esto, los géneros seleccionados poseen
síndromes de dispersión por zoocoría (Adesmia), anemocoría (Chaetanthera, Chuquiraga,
Nassauvia y Triptilion) y barocoría (Schizanthus).
a b c
Género Adesmia Género Chaetanthera Género Chuquiraga
d e f
Género Nassauvia Género Schizanthus Género Triptilion
Figura 2: Distribución por género. El conjunto representa un total de 11.875 registros procedentes de los
herbarios CONC, SGO, LP, SI (siglas en el texto), en conjunto con la base IRIS del Instituto de Botánica
Darwinion de Argentina.
Homología Biogeográfica en Los Andes
60
Adesmia (Fig. 2a), cuenta con ca. 240 especies que se distribuyen a lo largo de la
Cordillera de los Andes, desde el norte del Perú hasta Tierra del Fuego (8º-54º S); y en las
regiones semiáridas en la Serra do Mar en Brasil (Burkart 1967, Correa 1984, Miotto-Sfoggia
1993, Ulibarri & Burkart 2000). La mayor riqueza específica se encuentra en Chile y
Argentina, registrándose más de 100 especies en cada país (Marticorena & Quezada 1985,
Ulibarri & Burkart 2000), 53 son endémicas de Argentina (Ulibarri 1999, Ulibarri & Burkart
2000) y ca. 60 especies lo son para Chile (Zuloaga & Morrone 1999, Zuloaga et al. 1999 ). El
género Chaetanthera se distribuye ampliamente en los Andes de Chile, Argentina, Bolivia y
Perú (Cabrera 1936), desde cerca de los 10° latitud sur en el altiplano peruano, hasta los 41°
latitud sur donde comienza el Bosque Valdiviano, el mayor grado de endemismo se encuentra
en Chile donde para las 30 especies de Chaetanthera sensu stricto descritas (Davies 2010), 20
son endémicas de Chile (Fig. 2b). Chuquiraga es un género andino-patagónico,
principalmente endémico del cono sur de Sudamérica (Bremer & Jansen 1992, Stuessy et al.
1996, Funk et al. 2005). Para el análisis, sólo fueron consideradas las especies endémicas de
Sudamérica, que como patrón de distribución se encuentran a lo largo de los Andes desde los
15º latitud hacia el sur (Fig. 2c) (Ezcurra 1985, Ezcurra et. al 1997, Ezcurra 2002). El género
Nassauvia posee 37 especies, es endémico de los Andes del sur de Sudamérica y la patagonia
argentina (Fig. 2d), y se le encuentra en las provincias patagónica y altoandina (Freire et al.
1993). Triptilion es endémico del área central de Chile y del oeste de la patagonia argentina
(Katinas et al. 1992), comprende 7 especies que se distribuyen en la provincia chilena central
y en el norte de la provincia subantártica (sensu Cabrera & Willink 1973, Fig. 2f). Finalmente,
Schizanthus posee un total de 12 especies endémicas de Sudamérica, concentrándose la mayor
parte de ellas en Chile (Fig. 2e). En general, el género se distribuye en la región andina de
Chile-Argentina y mediterránea de Chile (Coccuci 1989, Pérez et al. 2006).
Datos de distribución
La distribución de las especies se determinó a partir de las colecciones de los herbarios:
CONC (Herbario Universidad de Concepción), SGO (Herbario del Museo de Historia Natural-
Chile), LP (Museo Nacional de La Plata-Argentina), SI (Herbario del Instituto de Botánica
Darwinion-Argentina). Las colectas cuyas localidades se encontraban sin georeferenciar
fueron asignadas al centro de la región administrativa (e.g. provincia para Chile y
Homología Biogeográfica en Los Andes
61
Departamentos o Provincias para Argentina según el registro de colecta), en cada caso se
asigno el punto de colecta según el rango altitudinal descrito para la especie. Se obtuvo un
total de 11.875 registros, pertenecientes a 387 especies, que constituyen la base de datos
geográficos utilizados en este estudio.
Análisis de trazos
Croizat (1958, 1964) junto con desarrollar el marco conceptual que permite incorporar el
contexto geográfico para poder entender la evolución biológica, propuso un método para
desarrollar los análisis panbiogeográficos. Aunque en la actualidad existen diferentes
aproximaciones metodológicas para llevarlos a cabo (Page 1987, Craw 1988, Morrone &
Crisci 1990, 1995, Craw et al. 1999, Crisci et al. 2000), el método manual o análisis de trazos
sigue siendo uno de los más utilizados (Morrone 2004b). Este método consiste en delinear en
mapas los trazos individuales de distintas especies y luego superponerlos con el fin de
determinar trazos generalizados. Existen diversos criterios para la construcción de trazos
individuales (ver discusión de Henderson 1989 y Craw et al. 1999). En este trabajo, el
procedimiento utilizado para obtener los trazos individuales fue el de árbol de tendido mínimo
(minimum spanning tree), método en el cual se unen las localidades geográficas (puntos de
muestreo o colecta) a través de la línea de menor distancia (Craw et al. 1999). Los trazos
individuales y generalizados se confeccionaron con el programa Arc View 3.2. Para este
análisis fueron excluidos aquellos taxa en los que las localidades de colecta se encontraban
muy cercanas entre sí, y que de acuerdo a la resolución del análisis (0,25º por 0,25º), no
permitían determinar su trazo individual. También fueron eliminados aquellos taxa que no
presentaban al menos 3 localidades geográficas, lo que constituiría el número mínimo de
localidades para establecer un trazo individual informativo (Grehan 2001). De esta forma de
las 378 especies seleccionadas inicialmente, sólo 244 pudieron ser consideradas para los
análisis panbiogeográficos (Anexo 1). Dada la magnitud de información trabajada en este
estudio, se utilizó el programa Martitrack (Miranda-Esquivel & Echeverría-Londoño 2011),
para verificar los patrones encontrados manualmente. Los resultados se entregan en el Anexo
2.
Homología Biogeográfica en Los Andes
62
RESULTADOS
Mediante la reconstrucción manual se determinó la presencia de 10 trazos generalizados (Fig.
3) y tres nodos (Fig. 4). De estos trazos, siete presentan una fuerte asociación a los Andes.
Cabe destacar los trazos generalizados 4, 5 y 9 que atraviesan la provincia altoandina a
diferentes latitudes conectando las provincias desierto con las yungas, chilena y subantártica
con la patagónica y del monte, y desierto con la patagónica, respectivamente.
Trazo Generalizado 1 Trazo Generalizado 2 Trazo Generalizado 3
Trazo Generalizado 4 y 5 Trazo Generalizado 6 Trazo Generalizado 7
Trazo Generalizado 8 Trazo Generalizado 9 Trazo Generalizado 10
Figura 3: Trazos generalizados obtenidos mediante la reconstrucción manual. La composición de cada trazo se
detalla en la Tabla 1, los colores representan las provincias biogeográficas definidas por Cabrera & Willink
(1973). La línea corresponde al límite entre los segmentos norte y sur de los Andes, respectivamente.
Homología Biogeográfica en Los Andes
63
Todos los trazos generalizados se encuentran definidos por una combinación de los
géneros analizados (Tabla 1); una excepción lo constituye los trazos generalizados 1 y 2, que
se encuentran conformados exclusivamente por especies del género Adesmia, que para el trazo
2 corresponden en su mayoría a las especies de la serie Bicolores (sensu Burkart 1967). Dos
de los tres nodos identificados se encuentran asociados a la cordillera, particularmente a la
provincia altoandina, el nodo I aproximadamente a los 24º sur, involucra la intersección de los
trazos generalizados 4, 6 y 8; y el nodo II aproximadamente a los 34º sur, que incluye la
intersección de los trazos generalizados 5, 7, 8 y 9. Por último, el nodo III se encuentra
localizado en provincia pampeana en el margen oriental de América del sur, y está definido
por la intersección de los trazos generalizados 1 y 2.
Figura 4: Nodos panbiogeográficos. El círculo con la cruz indica la presencia de un nodo. Los diferentes colores
representan las provincias biogeográficas definidas por Cabrera & Willink (1973). La línea superior e inferior
corresponde al límite del segmento norte y sur de los Andes, respectivamente.
Homología Biogeográfica en Los Andes
64
Tabla 1: Composición de los trazos generalizados, mediante la reconstrucción manual. Los acrónimos de las
especies se encuentran en el anexo 1.
Trazo Especies incluidas
Trazo generalizado 1 ad_bico, ad_cord, ad_inca, ad_macr, ad_muri
ad_punc
Trazo generalizado 2 ad_arau, ad_aril, ad_cili, ad_lati, ad_para, ad_roci, ad_secu, ad_suli
Trazo generalizado 3 ad_aura, ad_boro, ad_burk, ad_loto, ad_pumi, ad_sali, ad_sand, na_acul, na_darw,
na_duse, na_maev, na_mage, na_pygm
Trazo generalizado 4 ad_erin, ad_rahm, ad_spin, ad_verr, ca_revo, ca_perp, ch_atac, ch_kusc, ch_spin
Trazo generalizado 5 ad_acta, ad_amgh, ad_apht, ad_cand, ad_filp, ad_grac, ad_gutt, ad_lana, ad_negl,
ad_parf, ad_pata, ad_quad, ad_schn, ad_smit, ad_vill, ad_volc, ch_aure, ch_avel,
ch_rosu, ch_stra, na_ameg, na_arge, na_argy, na_dent, na_fueg, na_glom, na_juni,
na_laga, na_revo, na_ulic, tr_achi
Trazo generalizado 6 ad_adri, ad_boel, ad_capi, ad_coro, ad_cory, ad_emar, ad_glan, ad_glom, ad_gran,
ad_neuq, ad_obco, ad_obov, ad_pini, ad_rago, ad_retr, ad_tfol, ad_trij, ca_aust,
ca_eleg, ca_vill, ch_erin, ch_oppo, na_axil, na_plan, na_pulc, sc_grah
Trazo generalizado 7 ad_argt, ad_bedw, ad_conf, ad_elat, ad_erem, ad_flfo, ad_glob, ad_laxa, ad_loud,
ad_mela, ad_miph, ad_pedi, ad_piri, ad_pusi, ad_resi, ad_tene, ca_glab, ca_inca,
ca_line, ca_tene, ch_ulic, na_glos, sc_cand, sc_laet, sc_lito, tr_bena, tr_cord, tr_gibb
Trazo generalizado 8 ad_acgs, ad_colu, ad_cras, ad_cyti, ad_frie, ad_hemi, ad_horr, ad_hunz, ad_infl,
ad_mend, ad_mino, ad_mira, ad_nano, ad_occu, ad_pent, ad_psin, ad_puma, ad_renj,
ad_schi, ad_sten, ad_uspa, ca_apic, ca_dioi, ca_pent, ca_stue, ch_acan, ch_calc,
ch_long, ch_parv, ch_rusc
Trazo generalizado 9 ad_aegi, ad_aphy, ad_argy, ad_arom, ad_atac, ad_brac, ad_caly, ad_dich, ad_echi,
ad_frig, ad_hyst, ad_jile, ad_mets, ad_mono, ad_mult, ad_obsc, ad_poly, ad_pung,
ad_spum, ad_subt, ca_acer, ca_ache, ca_gnap, ca_lana, ca_lept, ca_limb, ca_minu,
ca_spha, sc_inte, sc_lact
Trazo generalizado 10 ad_arch, ad_arca, ad_aspe, ad_bals, ad_brcn, ad_brev, ad_coli, ad_conc, ad_cnfa,
ad_dara, ad_dent, ad_exil, ad_fuen, ad_glau, ad_land, ad_leio, ad_lgst, ad_micx,
ad_mont, ad_mucr, ad_phyl, ad_prop, ad_pros, ad_ramo, ad_rubr, ad_torc, ad_trif,
ad_visi, ad_vico, ca_brac, ca_chil, ca_cili, ca_euph, ca_flab, ca_glan, ca_lyco,
ca_micr, ca_moen, ca_plan, ca_serr, ca_spat, ca_sple, na_cumi, na_digi, na_pinn,
na_pyra, na_ramo, na_spre, na_unif, sc_alpe, sc_hook, sc_pinn, sc_tric, tr_bert,
tr_capi
Homología Biogeográfica en Los Andes
65
DISCUSIÓN
Dado que la distribución de un taxa es producto tanto de factores históricos y actuales,
podemos inferir que aquellos taxa que presentan rangos de distribución similar, habrían sido
influidos de igual manera por dichos factores (Szumik et al. 2002). A su vez, la coincidencia
en los patrones de distribución de varias especies que poseen diferentes capacidades de
dispersión, permite plantear la presencia de un trazo generalizado, el cual proporciona una
hipótesis de homología biogeográfica primaria, que permite sostener la existencia de una biota
ancestral ampliamente distribuida y fragmentada por algún evento vicariante (Luna et al.
1999, Contreras-Medina & Eloisa-León 2001, García Barros et al. 2002, Morrone 2001c,
2004b). En este estudio, el hallazgo de diferentes trazos generalizados que atraviesan la
Cordillera de los Andes, parece indicar que el actual patrón de distribución disyunta que
exhiben muchas de las especies, habría tenido su origen en la fragmentación de las biotas
ancestrales, producto de el (los) evento (s) vicariante (s) desencadenados por el desarrollo de
la Cordillera de los Andes. Esto último refuerza la idea de que la dispersión como proceso
biogeográfico no constituye la hipótesis más probable para explicar la distribución actual de
las especies, como se ha sugerido frecuentemente para Sudamérica (e.g. Hartley 1958, Allred
1981, Moore 1983, Crisci et al. 1991, Armesto & Vidiella 1993, Ezcurra et al. 1997, Katinas
& Crisci 2000, Cialdella & Giussani 2002, Ezcurra 2002, Wagstaff & Breitwieser 2002,
Barreda & Palazzesi 2007, Calviño et al. 2007, Katinas et al. 2008).
Los patrones encontrados, evidencian la presencia de diferentes trazos generalizados -
biotas ancestrales- y diferentes áreas de endemismo que relacionan a ambas vertientes de la
cordillera. A partir de este patrón, es posible plantear que durante el desarrollo de Los Andes
más de un evento vicariante se haya producido. Por un lado, este escenario puede ser
explicado por la presencia de biotas diferenciadas antes del alzamiento de los Andes, las
cuales pudieron ser fragmentadas por el mismo. La idea de la existencia de biotas
diferenciadas previo al alzamiento andino ha sido planteada en diversos trabajos, aunque su
asociación con los actuales patrones de distribución disyunta de los taxa no han sido asociados
a eventos vicariancistas. Por ejemplo, Simpson (1983) plantea que la flora de los hábitats
altoandinos constituye una flora reciente que derivaría de los hábitats de menor altura, los
cuales presentaban una leve diferenciación latitudinal. Hinojosa & Villagrán (1997),
establecen un modelo para la evolución de los bosques del sur de Sudamérica, y aunque no se
Homología Biogeográfica en Los Andes
66
refieren en particular al desarrollo de los Andes como un evento vicariante, detallan la
presencia de paleofloras particulares que fueran fragmentadas por el desarrollo del macizo
cordillerano. Concordantemente, Ponce et al. (2002) plantean que en el caso de las
pteridofitas, su distribución histórica fue más extensa y continua, y que sus límites podrían
haber retrocedido a causa de los cambios climáticos y geomorfológicos que sucedieron
durante la segunda parte del Terciario. Por otro lado, una explicación alternativa puede estar
en que la diferenciación de los segmentos trajo consigo la diferenciación de estas biotas. El
emplazamiento de los trazos atravesando la cordillera a diferentes latitudes, podría indicar una
posible sucesión de eventos vicariantes que fragmentaron dichas biotas. Por ejemplo, cuando
cada segmento (e.g. Andes norte, centro y sur) se transformó en una barrera efectiva para la
biota local. De hecho, la identificación de diversos autores de las regiones norte, central y sur
de los Andes (Gansser 1973, Ramos 1999, Kay et al. 2005), más allá de constituir segmentos
geológicamente homogéneos con origen, procesos de formación, y fechas de levantamiento
diferentes, respalda la posibilidad de que más de un evento vicariante haya ocurrido durante el
desarrollo de los Andes.
Si consideramos que las angiospermas no poseen una antigüedad superior a los 128 ma
(Raven & Axelrod 1974), y que, posiblemente el origen de los factores que causaron la
diferenciación de la biota sudamericana comienzan a desarrollarse hace aproximadamente 113
millones de años, cuando la similitud desde el punto de vista estructural y temporal cambia
debido a una aceleración del movimiento de Sudamérica hacia el oeste (Stuessy & Taylor
1995). Entonces, la diferenciación de biotas en sentido norte-sur, podría ser explicada por
eventos vicariantes antiguos y la etapa de solevantamiento más reciente en el desarrollo
andino (desde el Oligoceno hasta el presente), habría contribuido a fragmentar dichas biotas ya
diferenciadas, generando el evento vicariante más reciente. De hecho, varios autores
concuerdan que el origen de la cordillera se remonta al Jurásico, coincidentemente con la
formación del sistema de arco que se desarrolló sobre la zona de subducción de placa
oceánica, antes y durante la fragmentación de Gondwana en el Mesozoico (Kay et al. 2005,
Ramos 1999). Sin embargo, su elevación ha permanecido relativamente estable por varios
millones de años, seguido por periodos de acelerado alzamiento (Stuessy & Taylor 1995,
Garzione et al. 2008, Hoke & Garzione 2008, Sempere et al. 2008).
Otro aspecto que resulta interesante destacar, es el límite coincidente tanto de los trazos
Homología Biogeográfica en Los Andes
67
generalizados como de las áreas de endemismo, con los límites establecidos por Gansser
(1973) para los segmentos andinos. Sólo uno de los trazos se distribuye ampliamente entre los
segmentos centro y sur (Trazo generalizado 6, Fig. 3) y ninguno de los taxa se encuentra en el
segmento norte. Esto último refuerza la idea de que la heterogeneidad y contraste de los
segmentos andinos podrían, a partir de su diferenciación, haber desencadenado la
fragmentación de la biota. Por su parte, los Andes centrales, alberga cinco de los trazos
generalizados determinados en este estudio, este segmento se caracteriza por un alto grado de
simetría bilateral entre la loza que entra en la zona de subducción y la topografía de la placa
continental de la región (Kay et al. 2005). El origen de este segmento ha sido asociado a una
reciente orogénesis, en donde han contribuido a su desarrollo procesos tectónicos y
magmáticos, siendo un típico ejemplo de margen activo donde la litósfera oceánica subduce
bajo la litosfera continental (Kay et al. 2005, Garzione et al. 2008) desde al menos el
Mesozoico Temprano (Sempere et al. 2008). Durante este proceso, parte de la litósfera
continental ha sido removida por erosión a causa de la subducción (Kay et al. 2005). En esta
porción se destacan periodos de levantamiento que se inician en cada una de las fases
compresivas (Oligoceno Superior, Mioceno Medio, Mioceno Superior y Plioceno Superior).
Parte del levantamiento andino, al menos para la zona de Perú y Bolivia, ocurrió en el
Neógeno y está relacionado con una dinámica tectónica compresiva (Sébrier et al. 1980,
Lavenu 1988). Se estima que la altura actual de los Andes (4000 metros promedio) se habría
alcanzado entre 4 a 6,7 -10,3 ma (Ghosh et al. 2006). Por su parte, los Andes del Sur, son
considerablemente más bajos que los segmentos anteriores, con un proceso de formación
homólogo a los Andes centrales. Es decir, la subducción de placa oceánica bajo la continental
desde el Jurásico, ha condicionado la estructura del margen occidental del sur de Sudamérica
(Hervé et al. 2007). Su basamento es de origen continental y desde su evolución ha formado
parte de la placa continental (Kay et al. 2005, Sempere et al. 2008).
Por otra parte, es posible que la superposición parcial de algunos trazos generalizados,
indique una diferenciación temporal de las biotas con un ajuste mayor a las variaciones en las
condiciones climáticas y cambios geomorfológicos que se sucedieron en la región durante la
segunda parte del Terciario, destacándose además del solevantamiento de los Andes, las
transgresiones oceánicas, ciclos de aridez y disminución de la temperatura (Hinojosa &
Villagrán 1997).
Homología Biogeográfica en Los Andes
68
En este estudio se determinó la presencia de tres nodos, dos de los cuales se encuentran
en la Cordillera de los Andes (Fig. 4). Los nodos en sí, implican un origen biótico múltiple y
en ocasiones se interpretan como zonas de convergencia tectónica, donde fragmentos de dos o
más regiones bióticas y geológicas entran en contacto y se combinan (Zunino & Zullini 2003).
El nodo norte encontrado en este estudio es coincidente a lo propuesto por Katinas et al.
(1999), quienes lo consideran una región compleja, donde se da lugar a la convergencia de
biotas con diferente origen. Por otro lado, Morrone (2004a) establece para la región, la zona de
transición sudamericana, comprendida entre el oeste de Venezuela y el norte de Chile, y el
centro oeste de la Argentina (equivalente a la subregión páramo puneña de Morrone (2001b)).
Siendo considerada una zona de transición biótica, era de esperar la presencia de una alta
concentración de nodos panbiogeográficos debido al intercambio de especies procedentes de
biotas de distinto origen (Ruggiero & Ezcurra 2003, Morrone 2004c). Para el caso de la zona
de transición sudamericana representaría la zona de contacto de elementos bióticos
neotropicales y andinos (Morrone 2004c), contacto sólo posible por el desarrollo de los Andes.
En un estudio anterior realizado con la serie Microphyllae, una de las series más
numerosas en cuanto al número de especies, del subgénero Acantadesmia, Mihoc et al. (2006)
encuentran patrones similares de diferenciación norte-sur de las biotas. Si bien, el análisis
realizado por estos autores, representa un fragmento de la información trabajada en este
artículo, la incorporación de nuevos taxa en el análisis, y la presencia de similares patrones,
refuerzan la hipótesis de vicarianza para explicar la fragmentación de la biota que se desarrolló
en el cono sur de Sudamérica.
AGRADECIMIENTOS
Investigación financiada por Proyecto CONICYT AT-4040202, y Proyecto MECESUP
UCO 0214. Esta investigación forma parte de las actividades del Núcleo Milenio de Estudios
Avanzados en Ecología e Investigaciones en Biodiversidad P02-054 F ICM. Se agradece al
Instituto de Botánica Darwinion por las facilidades brindadas para el estudio de las muestras,
particularmente al Dr. Emilio Ulibarri, Dr. Fernando Zuloaga, Dra. Norma B. Deginani, y Dra.
Lone Aagesen. A Diego Alarcón por su guía en la utilización de sistemas de información
geográfica.
Homología Biogeográfica en Los Andes
69
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Homología Biogeográfica en Los Andes
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Anexo 1 ___________________________________________________________________________________________
a.-Listado de las especies y sus correspondientes acrónimos.
b.- Trazos individuales de las 244 especies utilizados para los análisis panbiogeográficos
Adesmia
ad_acgs: Adesmia aconcaguensis Burkart
ad_acta: Adesmia acuta Burkart
ad_adri: Adesmia adrianii M.N. Correa
ad_aegi: Adesmia aegiceras Phil.
ad_amgh: Adesmia ameghinoi Speg.
ad_apht: Adesmia aphanantha Speg.
ad_aphy: Adesmia aphylla Clos
ad_arau: Adesmia araujoi Burkart
ad_arca: Adesmia araucana Phil.
ad_arch: Adesmia arachnipes Clos
ad_aren: Adesmia arenicola (R.E. Fr.) Burkart
ad_argt: Adesmia argentea Meyen
ad_argy: Adesmia argyrophylla Phil.
ad_aril: Adesmia arillata Miotto
ad_arom: Adesmia aromatica Burkart
ad_aspe: Adesmia aspera Hook. & Arn.
ad_atac: Adesmia atacamensis Phil.
ad_auer: Adesmia aueri Burkart
ad_aura: Adesmia aurantiaca (Dus.) Burkart
ad_bals: Adesmia balsamica Bertero ex Hook.
ad_bedw: Adesmia bedwellii Skottsb.
ad_bico: Adesmia bicolor (Poir.) DC.
ad_biju: Adesmia bijuga Phil.
ad_boel: Adesmia boelckeana Burkart
ad_bona: Adesmia bonariensis Burkart
ad_boro: Adesmia boronioides Hook. f.
ad_brac: Adesmia bracteata Hook. & Arn.
ad_brcn: Adesmia brachysemeon Phil.
ad_brev: Adesmia brevivexillata Burkart
ad_burk: Adesmia burkartii M.N. Correa
ad_caly: Adesmia calycicomosa Burkart
ad_cand: Adesmia candida Hook. f.
ad_capi: Adesmia capitellata (Clos) Hauman
ad_cili: Adesmia ciliata Vogel
ad_cnfa: Adesmia conferta Hook. & Arn.
ad_coli: Adesmia colinensis (Phil. ex Reiche) Marticorena
ad_colu: Adesmia coluteoides Hook. & Arn.
ad_conc: Adesmia concinna Phil.
ad_conf: Adesmia confusa Ulibarri
ad_coqu: Adesmia coquimbensis Burkart
ad_cord: Adesmia cordobensis Burkart
ad_coro: Adesmia coronilloides Gillies ex Hook.
ad_cory: Adesmia coymbosa Clos
ad_cras: Adesmia crassicaulis Phil.
ad_curv: Adesmia curvifolia Clos
ad_cyti: Adesmia cytisoides Griseb.
ad_dara: Adesmia darapskiana Phil.
ad_davi: Adesmia davilae Phil.
ad_dent: Adesmia denticulata Clos
ad_denu: Adesmia denudata Phil.
ad_dich: Adesmia dichotoma Clos
ad_digi: Adesmia digitata Burkart
ad_disp: Adesmia disperma Phil.
ad_echi: Adesmia echinus C. Presl
ad_elat: Adesmia elata Clos
ad_eleg: Adesmia elegans Clos
ad_emar: Adesmia emarginata Clos
ad_erem: Adesmia eremophila Phil.
ad_erin: Adesmia erinacea Phil.
ad_exil: Adesmia exilis Clos
ad_fili: Adesmia filicaulis Phil.
ad_filp: Adesmia filipes A. Gray
ad_flfo: Adesmia filifolia Clos
ad_frie: Adesmia friesii Burkart ex Ulibarri
ad_frig: Adesmia frigida Phil.
ad_fuen: Adesmia fuentesii G.F. Grandjot
ad_glan: Adesmia glandulifolia Steibel & Ulibarri
ad_glau: Adesmia glaucescens Phil.
ad_glob: Adesmia globosa Daryt & Izaguirre
ad_glom: Adesmia glomerula Clos
ad_godo: Adesmia godoyae (Phil. ex Reiche) Marticorena
ad_grac: Adesmia gracilis Meyen ex Vogel
ad_gram: Adesmia graminidea Speg.
ad_gran: Adesmia grandiflora Hook. & Arn.
ad_grcm: Adesmia gracillima I.M. Johnst.
ad_gutt: Adesmia guttulifera Sandw.
ad_hemi: Adesmia hemisphaerica Hauman
ad_hirs: Adesmia hirsuta Phil.
ad_horr: Adesmia horrida Hook. & Arn.
ad_hunz: Adesmia hunzikeri Burkart
ad_hyst: Adesmia hystrix Phil.
ad_inca: Adesmia incana Vogel
ad_infl: Adesmia inflexa Griseb.
ad_jile: Adesmia jilesiana Burkart
ad_karr: Adesmia karraikensis Speg.
ad_kies: Adesmia kieslingii Ulibarri
ad_lana: Adesmia lanata Hook. f.
ad_land: Adesmia landbecki Phil.
ad_lati: Adesmia latifolia (Spreng.) Vogel
ad_laxa: Adesmia laxa Clos
ad_leio: Adesmia leiocarpa Hook. & Arn.
ad_lgst: Adesmia longiseta DC.
Homología Biogeográfica en Los Andes
76
ad_lihu: Adesmia lihuelensis Burkart
ad_litt: Adesmia littoralis Burkart
ad_long: Adesmia longipes Phil.
ad_loto: Adesmia lotoides Hook. f.
ad_loud: Adesmia loudonia Hook. & Arn.
ad_macr: Adesmia macrostachya Benth.
ad_medi: Adesmia medinae (Phil. ex Reiche) Ulibarri
ad_mela: Adesmia melanocaulos Phil.
ad_mend: Adesmia mendozana Ulibarri
ad_mets: Adesmia melanthes Phil.
ad_micr: Adesmia micrantha Phil.
ad_micx: Adesmia microcalyx Phil.
ad_mino: Adesmia minor Hook. & Arn.
ad_miph: Adesmia microphylla Hook. & Arn.
ad_mira: Adesmia miraflorensis Rémy
ad_mono: Adesmia monosperma Clos
ad_mont: Adesmia montana Phil.
ad_mucr: Adesmia mucronata Hook. & Arn.
ad_mult: Adesmia multicuspis Clos
ad_muri: Adesmia muricata (Jacq.) DC.
ad_nano: Adesmia nanolignea Burkart
ad_negl: Adesmia neglecta M. N. Correa
ad_neuq: Adesmia neuquenensis Burkart
ad_obco: Adesmia obcordata Clos
ad_obov: Adesmia obovata Clos
ad_obsc: Adesmia obscura Clos
ad_occu: Adesmia occulta (R.E. Fr.) Burkart
ad_odon: Adesmia odontophylla Phil.
ad_oval: Adesmia ovallensis Ulibarri
ad_pamp: Adesmia pampeana Speg.
ad_papp: Adesmia papposa (Lag.) DC.
ad_para: Adesmia paranensis Burkart
ad_parf: Adesmia parviflora Clos
ad_parv: Adesmia parvifolia Phil.
ad_pata: Adesmia patagonica Speg.
ad_pauc: Adesmia pauciflora Vogel
ad_pear: Adesmia pearcei Phil.
ad_pedi: Adesmia pedicellata Hook. & Arn.
ad_pent: Adesmia pentaphylla Phil.
ad_pera: Adesmia peraltae (Phil. ex Reiche) Ulibarri
ad_phyl: Adesmia phylloidea Clos
ad_pini: Adesmia pinifolia Hook. & Arn.
ad_piri: Adesmia pirionii I.M. Johnst.
ad_poly: Adesmia polyphylla Phil.
ad_prop: Adesmia propinqua Clos
ad_pros: Adesmia prostrata Clos
ad_pseu: Adesmia pseudogrisea Burkart
ad_psin: Adesmia pseudoincana Burkart
ad_puma: Adesmia pumahuasiana Ulibarri
ad_pumi: Adesmia pumila Hook. f.
ad_punc: Adesmia punctata (Poir.) DC.
ad_pung: Adesmia pungens Clos
ad_pusi: Adesmia pusilla Phil.
ad_quad: Adesmia quadripinnata (Hick.) Burkart
ad_rago: Adesmia ragonesei Burkart
ad_rahm: Adesmia rahmeri Phil.
ad_ramo: Adesmia ramosissima Phil.
ad_recl: Adesmia reclinata Muñoz
ad_reit: Adesmia reitziana Burkart
ad_renj: Adesmia renjifoana (Reiche) Ulibarri
ad_resi: Adesmia resinosa (Phil. ex Reiche) Marticorena
ad_retr: Adesmia retrofracta Hook. & Arn.
ad_retu: Adesmia retusa Griseb.
ad_riog: Adesmia riograndensis Miotto
ad_roci: Adesmia rocinhensis Burkart
ad_rubr: Adesmia rubroviridis Burkart
ad_ruiz: Adesmia ruiz-lealii M.N. Correa
ad_sala: Adesmia salamancesis Burkart
ad_sali: Adesmia salicornioides Speg.
ad_sand: Adesmia sandwithii Burkart
ad_sanj: Adesmia sanjuanensis Burkart
ad_schi: Adesmia schickendanzii Griseb.
ad_schn: Adesmia schneideri Phil.
ad_secu: Adesmia securigerifolia Herter
ad_serr: Adesmia serrana M.N. Correa
ad_silv: Adesmia silvestrii (Speg.) Burkart
ad_smit: Adesmia smithiae DC.
ad_spin: Adesmia spinosissima Meyen
ad_spum: Adesmia spuma Wederm. ex Burkart
ad_sten: Adesmia stenocaulon Hauman
ad_subt: Adesmia subterranea Clos
ad_suff: Adesmia suffocata Hook. f.
ad_suli: Adesmia sulina Miotto
ad_tehu: Adesmia tehuelcha Speg.
ad_tene: Adesmia tenella Hook. & Arn.
ad_tfol: Adesmia trifoliolata Hook. & Arn.
ad_tome: Adesmia tomentosa Meyen ex Vogel
ad_torc: Adesmia torcaea Phil.
ad_trif: Adesmia trifoliata Phil.
ad_trij: Adesmia trijuga Hook. & Arn.
ad_tris: Adesmia tristis Vogel
ad_tunu: Adesmia tunuianica Burkart
ad_uspa: Adesmia uspallatensis Gillies ex Hook.
ad_vall: Adesmia vallsii Miotto
ad_verr: Adesmia verrucosa Meyen
ad_vico: Adesmia viscosa Gillies ex Hook.
ad_vill: Adesmia villosa Hook. f.
ad_visi: Adesmia viscida Bertero ex Colla
ad_viss: Adesmia viscidissima I.M. Johnst.
ad_volc: Adesmia volckmanni Phil.
ad_zoel: Adesmia zoellneri Ulibarri
Chaetanthera
ca_acer: Chaetanthera acerosa (J. Rémy) Benth.
ca_ache: Chaetanthera acheno-hirsuta (Tombesi) Arroyo
ca_apic: Chaetanthera apiculata (J. Rémy) F.
ca_aust: Chaetanthera australis Cabrera
Homología Biogeográfica en Los Andes
77
ca_brac: Chaetanthera brachylepis Phil.
ca_chil: Chaetanthera chilensis (Willd.) DC.
ca_cili: Chaetanthera ciliata Ruiz & Pav.
ca_dioi: Chaetanthera dioica (J. Rémy) B.L.
ca_eleg: Chaetanthera elegans Phil.
ca_euph: Chaetanthera euphrasioides (DC.) F. Meigen
ca_flab: Chaetanthera flabellata D. Don
ca_flao: Chaetanthera flabellifolia Cabrera
ca_glab: Chaetanthera glabrata (DC.) F. Meigen
ca_glan: Chaetanthera glandulosa J. Rémy
ca_gnap: Chaetanthera gnaphalioides (J. Rémy) I.M.
ca_inca: Chaetanthera incana Poepp. ex Less.
ca_kali: Chaetanthera kalinae A.M.R. Davies
ca_lana: Chaetanthera lanata (Phil.) I.M. Johnst.
ca_lept: Chaetanthera leptocephala Cabrera
ca_limb: Chaetanthera limbata (D. Don) Less.
ca_line: Chaetanthera linearis Poepp. ex Less.
ca_lyco: Chaetanthera lycopodioides (J. Rémy) Cabrera
ca_micr: Chaetanthera microphylla (Cass.) Hook. & Arn.
ca_minu: Chaetanthera minuta (Phil.) Cabrera
ca_moen: Chaetanthera moenchioides Less.
ca_pent: Chaetanthera pentacaenoides (Phil.) Hauman
ca_perp: Chaetanthera perpusilla (Wedd.) Anderb. & S
Freire
ca_plan: Chaetanthera planiseta Cabrera
ca_pusi: Chaetanthera pusilla (D. Don) Hook.
ca_revo: Chaetantera revoluta (Phil.) Cabrera
ca_serr: Chaetanthera serrata Ruiz & Pav.
ca_spat: Chaetanthera spathulifolia Cabrera
ca_spha: Chaetanthera pulvinata (Phil.) Hauman
ca_sple: Chaetanthera splendens (J. Rémy) B.L.
ca_stue: Chaetanthera stuebelii Hieron.
ca_tene: Chaetanthera tenella Less.
ca_vald: Chaetanthera valdiviana Phil.
ca_vill: Chaetanthera villosa D. Don
Chuquiraga
ch_acan: Chuquiraga acanthophylla Wedd.
ch_atac: Chuquiraga atacamensis Kuntze
ch_aure: Chuquiraga aurea Skottsb.
ch_avel: Chuquiraga avellanedae Lorentz
ch_calc: Chuquiraga calchaquina Cabrera
ch_eche: Chuquiraga echegarayi Hieron.
ch_erin: Chuquiraga erinacea D. Don
ch_kusc: Chuquiraga kuschelii Acevedo
ch_long: Chuquiraga longiflora (Griseb.) Hieron.
ch_more: Chuquiraga morenonis (Kuntze) C. Ezcurra
ch_oppo: Chuquiraga oppositifolia D. Don
ch_parv: Chuquiraga parviflora (Griseb.) Hieron.
ch_rosu: Chuquiraga rosulata Caspar
ch_rusc: Chuquiraga ruscifolia D. Don
ch_spin: Chuquiraga rotundifolia Wedd.
ch_spin: Chuquiraga spinosa Less.
ch_stra: Chuquiraga straminea Sandw.
ch_ulic: Chuquiraga ulicina (Hook. & Arn.) Hook.
Nassauvia
na_acul: Nassauvia aculeata (Less.) Poepp. & Endl.
na_ameg: Nassauvia ameghinoi Speg.
na_arge: Nassauvia argentea Phil.
na_argy: Nassauvia argyrophylla Speg. ex Cabrera
na_axil: Nassauvia axillaris (Lag.) Don
na_chub: Nassauvia chubutensis Speg.
na_coro: Nassauvia coronipappa Arroyo & Marticorena
na_cumi: Nassauvia cumingii Hook. & Arn.
na_darw:Nassauvia darwinii (Hook. & Arn.) Hoffm. &
Dusén
na_dent: Nassauvia dentata Griseb.
na_digi: Nassauvia digitata Wedd.
na_duse: Nassauvia dusenii O. Hoffm.
na_fueg: Nassauvia fuegiana (Speg.) Cabrera
na_gaud: Nassauvia gaudichaudii (Cass.) Cass. ex
Gaudich.
na_glom: Nassauvia glomerata (Gillies ex D. Don)
Wedd.
na_glos: Nassauvia glomerulosa (Lag.) Don
na_hill: Nassauvia hillii Cabrera
na_juni: Nassauvia juniperina Skottsb.
na_laga: Nassauvia lagascae (Don.) F. Meigen
na_lati: Nassauvia latissima Skottsb.
na_loos: Nassauvia looseri Cabrera
na_maev: Nassauvia maeviae Cabrera
na_mage: Nassauvia magellanica J. Gmel.
na_pent: Nassauvia pentacaenoides Speg.
na_pinn: Nassauvia pinnigera D. Don
na_plan: Nassauvia planifolia Wedd.
na_pulc: Nassauvia pulcherrima Cabrera
na_pygm: Nassauvia pygmaea (Cass.) Hook. f.
na_pyra: Nassauvia pyramidalis Meyen
na_ramo: Nassauvia ramosissima DC.
na_revo: Nassauvia revoluta D. Don
na_ruiz: Nassauvia ruizii Cabrera
na_scep: Nassauvia sceptrum Dusén
na_serp: Nassauvia serpens d'Urv.
na_spre: Nassauvia sprengelioides DC.
na_subl: Nassauvia sublobata Cabrera
na_ulic: Nassauvia ulicina (Hook. f.) Macloskie
na_unif: Nassauvia uniflora (D. Don) Hauman
Schizanthus
sc_alpe: Schizanthus alpestris Poepp. ex Benth.
sc_cand: Schizanthus candidus Lindl.
sc_grah: Schizanthus grahami Gillies
sc_grah: Schizanthus grahamii Gill. ex Hooker
sc_hook: Schizanthus hookeri Gillies ex Graham
Homología Biogeográfica en Los Andes
78
sc_inte: Schizanthus integrifolius Phil.
sc_lact: Schizanthus lacteus Phil.
sc_laet: Schizanthus laetus Phil.
sc_lito: Schizanthus litoralis Phil.
sc_parv: Schizanthus parvulus Sudzuki
sc_pinn: Schizanthus pinnatus R. & Pav.
sc_porr: Schizanthus porrigens Graham
sc_tric: Schizanthus tricolor Grau & Gornbach
Triptilion
tr_achi: Triptilion achilleae DC.
tr_bena: Triptilion benaventei J. Rémy
tr_bert: Triptilion berteroi Phil.
tr_capi: Triptilion capillatum (D. Don) Hook.
tr_cord: Triptilion cordifolium Lag.
tr_gibb: Triptilion gibbosum J. Rémy
tr_spin: Triptilion spinosum Ruiz & Pav.
79
Trazos individuales
Adesmia
Adesmia aconcaguensis Adesmia acuta Adesmia adrianii
Adesmia aegiceras Adesmia ameghinoi Adesmia aphananta
Adesmia aphylla Adesmia araujoi Adesmia araucana
Adesmia arachnipes Adesmia argentea Adesmia argyrophylla
Homología Biogeográfica en Los Andes
80
Adesmia arillata Adesmia aromatica Adesmia aspera
Adesmia atacamensis Adesmia aurantiaca Adesmia balsamica
Adesmia bedwellii Adesmia bicolor Adesmia boelckeana
Adesmia boronioides
Adesmia bracteata
Adesmia brachysemeon
Homología Biogeográfica en Los Andes
81
Adesmia brevivexillata Adesmia burkartii Adesmia calycicomosa
Adesmia candida Adesmia capitellata Adesmia ciliata
Adesmia conferta Adesmia colinensis Adesmia coluteoides
Adesmia concinna
Adesmia confusa
Adesmia cordobensis
Homología Biogeográfica en Los Andes
82
Adesmia coronilloides Adesmia corymbosa Adesmia crassicaulis
Adesmia cytisoides Adesmia darapskyana Adesmia denticulata
Adesmia dichotoma Adesmia echinus Adesmia elata
Adesmia emarginata
Adesmia eremophila
Adesmia erinacea
Homología Biogeográfica en Los Andes
83
Adesmia exilis Adesmia filipes Adesmia filifolia
Adesmia friesii Adesmia frigida Adesmia fuentesii
Adesmia glandulifolia Adesmia glaucescens Adesmia globosa
Adesmia glomerula
Adesmia gracilis
Adesmia graminidea
Homología Biogeográfica en Los Andes
84
Adesmia grandiflora Adesmia guttulifera Adesmia hemisphaerica
Adesmia horrida Adesmia hunzikeri Adesmia hystrix
Adesmia incana Adesmia inflexa Adesmia jilesiana
Adesmia lanata
Adesmia landbeckii
Adesmia latifolia
Homología Biogeográfica en Los Andes
85
Adesmia laxa Adesmia leiocarpa Adesmia longiseta
Adesmia longipes Adesmia lotoides Adesmia loudonia
Adesmia macrostachya Adesmia melanocaulos Adesmia mendozana
Adesmia melanthes
Adesmia microcalix
Adesmia minor
Homología Biogeográfica en Los Andes
86
Adesmia microphyla Adesmia miraflorensis Adesmia monosperma
Adesmia montana Adesmia mucronata Adesmia multicuspis
Adesmia muricata Adesmia nanolignea Adesmia neglecta
Adesmia neuquensis
Adesmia obcordata
Adesmia obovata
Homología Biogeográfica en Los Andes
87
Adesmia obscura Adesmia occulta Adesmia papposa
Adesmia paranensis Adesmia parviflora Adesmia parvifolia
Adesmia patagonica Adesmia pedicellata Adesmia pentaphylla
Adesmia phylloidea
Adesmia pinifolia
Adesmia pirionii
Homología Biogeográfica en Los Andes
88
Adesmia polygaloides Adesmia propinqua Adesmia prostrata
Adesmia pseudoincana Adesmia pumahuasiana Adesmia pumila
Adesmia punctata Adesmia pungens Adesmia pusilla
Adesmia quadripinnata
Adesmia ragonesei
Adesmia rahmeri
Homología Biogeográfica en Los Andes
89
Adesmia ramosissima Adesmia renjifoana Adesmia resinosa
Adesmia retrofacta Adesmia retusa Adesmia rocinhensis
Adesmia rubroviridis Adesmia salamancensis Adesmia salicornioides
Adesmia sandwithii
Adesmia schickendanzii
Adesmia schneideri
Homología Biogeográfica en Los Andes
90
Adesmia securigerifolia Adesmia smithiae Adesmia spinosissima
Adesmia spuma Adesmia stenocaulon Adesmia subterranea
Adesmia sulina Adesmia tenella Adesmia trifoliata
Adesmian torcaea
Adesmia trifoliata
Adesmia trijuga
Homología Biogeográfica en Los Andes
91
Adesmia uspallatensis Adesmia verrucosa Adesmia vicosa
Adesmia villosa Adesmia viscida Adesmia volckmanni
Trazos individuales
Chaetanthera
Chaetanthera acerosa Chaetanthera acheno-hirsuta Chaetanthera apiculata
Chaetanthera australis Chaetanthera brachylepis Chaetanthera chilensis
Homología Biogeográfica en Los Andes
92
Chaetanthera ciliata Chaetanthera dioica Chaetanthera elegans
Chaetanthera euphrasioides Chaetanthera flabellata Chaetanthera flabellifolia
Chaetanthera glabrata Chaetanthera glandulosa Chaetanthera gnaphalioides
Chaetanthera incana
Chaetanthera lana
Chaetanthera leptocephala
Homología Biogeográfica en Los Andes
93
Chaetanthera limbata Chaetanthera linearis Chaetanthera lycopodioides
Chaetanthera microphylla Chaetanthera minuta Chaetanthera moenchioides
Chaetanthera pentacaenoides Chaetanthera perpusilla Chaetanthera planiseta
Chaetanthera pusilla
Chaetanthera revoluta
Chaetanthera serrata
Homología Biogeográfica en Los Andes
94
Chaetanthera spathulifolia Chaetanthera sphaeroidalis Chaetanthera splendens
Chaetanthera stuebelii Chaetanthera tenella Chaetanthera villosa
Trazos individuales
Chuquiraga
Chuquiraga acanthophylla Chuquiraga atacamensis Chuquiraga aurea
Chuquiraga avellanedae Chuquiraga calchaquina Chuquiraga erinacea
Homología Biogeográfica en Los Andes
95
Chuquiraga kuschelii Chuquiraga longiflora Chuquiraga oppositifolia
Chuquiraga parviflora Chuquiraga rosulata Chuquiraga ruscifolia
Chuquiraga spinosa Chuquiraga straminea Chuquiraga ulicina
Chuquiraga uniflora
Homología Biogeográfica en Los Andes
96
Trazos individuales
Nassauvia
Nassauvia aculeata Nassauvia ameghinoi Nassauvia argentea
Nassauvia argyrophylla Nassauvia axillaris Nassauvia cumingii
Nassauvia darwinii Nassauvia dentata Nassauvia digitata
Nassauvia dusenii
Nassauvia fuegiana
Nassauvia glomerata
Homología Biogeográfica en Los Andes
97
Nassauvia glomerulosa Nassauvia juniperina Nassauvia lagascae
Nassauvia maeviae Nassauvia magellanica Nassauvia pinnigera
Nassauvia planifolia Nassauvia pulcherrima Nassauvia pygmaea
Nassauvia pyramidalis
Nassauvia ramosissima
Nassauvia revoluta
Homología Biogeográfica en Los Andes
98
Nassauvia sprengelioides Nassauvia ulicina Nassauvia uniflora
Trazos individuales
Schizanthus
Schizanthus alpestris Schizanthus candidus Schizanthus grahami
Schizanthus hookeri Schizanthus integrifolius Schizanthus lacteus
Schizanthus latetus Schizanthus litoralis Schizanthus pinnatus
Homología Biogeográfica en Los Andes
99
Schizanthus porrigens Schizanthus tricolor
Trazos individuales
Triptilion
Triptilium achilleae Triptilium benaventei Triptilium berteroi
Triptilium capillatum Triptilium cordifolium Triptilium gibbosum
Triptilium spinosum
Homología Biogeográfica en Los Andes
100
Anexo 2
_________________________________________________________________________________
Análisis panbiogeográfico utilizando Martitrack
En este caso, la congruencia de los segmentos del árbol de tendido mínimo es calculada mediante la
definición de 5 parámetros: cut value, lmin, lmax, lmax.line y min-SI. Cut value, corresponde al
parámetro que reduce la redundancia inicial del set de datos. Cuando dos puntos se encuentran en el
mismo lugar o lo suficientemente cerca como para ser considerados como parte de la misma muestra,
estos son reducidos a un único cuando la distancia Euclidiana entre estos es menor a lo establecido a
priori por el investigador. Luego de calculado el árbol de tendido mínimo se procede a comparar la
congruencia entre los trazos individuales de las especies. Para la comparación de segmentos, se utilizan
los parámetros Lmin y Lmax que establecen respectivamente el límite de la distancia mínima y máxima
entre segmentos para que sean considerados como congruentes. Finalmente, Lmax.line corresponde a la
distancia máxima límite para que un segmento sea considerado como congruente a una línea de
segmentos. Una vez generado los primeros niveles de congruencia (detección de trazos generalizados),
se mide la similitud (SI) entre trazos individuales y generalizados, y dependiendo del umbral
establecido se determina si dos trazos deben ser considerados como el mismo elemento, el valor de este
umbral se encuentra dado por el parámetro min-SI. De esta forma, el valor del conjunto de estos
parámetros es determinado por el nivel de congruencia definido por el usuario. Sin embargo, es
importante considerar que los valores definidos deben cumplir con cut value < lmin < lmax < lmax.line.
En este trabajo se utilizaron dos estrategias de búsquedas: cut value= 2, lmin= 10, lmax = 12, lmax.line
= 16 y min-SI = 0.8 y cut value = 2, lmin = 2,5, lmax = 3, lmax.line = 4 y min-SI = 0,8 implementadas y
discutidas por Echeverría-Londoño & Miranda-Esquivel (2011).
Cuando varios trazos individuales coinciden, se considera la existencia de un trazo
generalizado (Luna et al. 1999, García Barros et al. 2002, Morrone 2001c, 2004a). Si dos o más trazos
generalizados se interceptan se define un nodo. Los nodos implican un origen biótico múltiple y en
ocasiones se interpretan como zonas de convergencia tectónica, donde fragmentos de dos o más
regiones bióticas y geológicas entran en contacto y se combinan (Zunino & Zullini 2003).
Resultados
El empleo de los diferentes procedimientos para la determinación de trazos generalizados tuvo
resultados contradictorios. Si bien los trazos individuales son coincidentes (Anexo 1), el conflicto entre
ambas aproximaciones está dado por la pertenencia de una especie (o trazo individual) a varios trazos
generalizados y la forma del final del trazo generalizado. En el caso de la reconstrucción manual, un
Homología Biogeográfica en Los Andes
101
trazo individual es asignado sólo a un trazo generalizado (Anexo 2), y este último adopta la topología
que representa o incluye a la mayor parte de los trazos individuales, mientras que mediante el
Martitrack un trazo individual puede pertenecer a varios trazos generalizados (Figs. 5 y 6) y la forma
final del trazo generalizado adopta la topología de la región de mayor coincidencia de segmentos de los
trazos individuales.
La sistematización de la búsqueda mediante la aplicación de un criterio matemático utilizando el
programa Martitrack arrojó un total de 16 trazos generalizados (Figs. 5y 6). Pese a las discrepancias
antes mencionadas, conviene hacer notar, que en los primeros tres trazos encontrados mediante este
procedimiento se establecen relaciones similares a las encontradas mediante el procedimiento manual.
Homología Biogeográfica en Los Andes
102
Figura 5: Trazos generalizados obtenidos con los parámetros de búsqueda cut value= 2, lmin= 10, lmax= 12, lmax.line= 16 y min-SI= 0,8. a) Trazo generalizado 1.
Adesmia aconcaguensis, Ad. acuta, Ad. adrianii, Ad. adrianii, Ad. aegiceras, Ad. ameghinoi, Ad. aphylla, Ad. arachnipes, Ad. araucana, Ad. argyrophylla, Ad.
aromatica, Ad. aspera, Ad. balsamica, Ad. bedwellii, Ad. boelckeana, Ad. brachysemeon, Ad. bracteata, Ad. brevivexillata, Ad. calycicomosa, Ad. capitellata, Ad.
colinensis, Ad. concinna, Ad. conferta, Ad. confusa, Ad. cordobensis, Ad. coronilloides, Ad. corymbosa, Ad. crassicaulis, Ad. cytisoides, Ad. darapskyana, Ad.
denticulada, Ad. dichotoma, Ad. echinus, Ad. eremophila, Ad. erinacea, Ad. exilis, Ad. filifolia, Ad. filipes, Ad. frigida, Ad. fuentesii, Ad. glandulifolia, Ad.
glaucescens., Ad. glomerula, Ad. gracilis, Ad. guttulifera, Ad. lanata, Ad. landbeckii, Ad. leiocarpa, Ad. parvifolia, Chaetanthera splendens, Nassauvia pygmaea. B)
Trazo generalizado 2: Adesmia arillata, Ad. bicolor, Ad. ciliata, Ad. globosa, Ad. incana, Ad. latifolia, Ad. paranensis, Ad. polygaloides, Ad. punctata, Ad.
rocinhensis, Chaetanthera dioica, Chuquiraga kuschelii. Trazo generalizado 3: Adesmia friesii, Ad. horrida, Ad. hystryx, Ad. melanthes, Ad. oculta, Ad. pusilla.
a b c
Homología Biogeográfica en Los Andes
103
Figura 6: Trazos generalizados obtenidos con el Martitrack. Los parámetros empleados son: cut value= 2, lmin= 2,5, lmax= 3, lmax.line= 4 y min-SI= 0,8
Trazo generalizado 4 : Ad. pumila, Ad. salicornioides, Nassauvia maeviae, N. magellanica
Trazo generalizado 5: Ad. burkartii, Ad. emarginata, Ad. graminidea, Ad. lanata, Ad. neglecta, Ad. parvifolia, Ad.
patagonica, Ad. retusa, Ad. salamancensis, Ad. smithiae, Chaetanthera australis, Nassauvia aculeata, N. darwinii, N.
dusenii, N. planifolia, N. pygmaea, Triptilion achilleae
Trazo generalizado 6: Adesmia gracilis, Triptilion gibbosum
Trazo generalizado 7: Nassauvia magellanica, Schizanthus laetus, S. litorales
Trazo generalizado 8: Chaetanthera pentacaenoides, Ch. pusilla, Ch. spathulifolia, Triptilion gibbosum
Trazo generalizado 9: Adesmia acuta, Ad. adrianii, Ad. aphylla, Ad. arachnipes, Ad. araucana, Ad. argyrophylla, Ad.
aromatica, Ad. aspera, Ad. balsamica, Ad. bedwellii, Ad. boelckeana, Ad. brachysemeon, Ad. bracteata, Ad. colinensis,
Ad. coluteoides, Ad. conferta, Ad. coronilloides, Ad. crassicaulis, Ad. darapskyana, Ad. denticulada, Ad. dichotoma, Ad.
echinus, Ad. elata, Ad. eremophila, Ad. exilis, Ad. filifolia, Ad. frigida, Ad. fuentesii, Ad. glandulifolia, Ad. grandiflora,
Ad. hemisphaerica, Ad. hunzikeri, Ad. landbeckii, Ad. laxa, Ad. loudonia, Ad. mendozana, Ad. microphylla, Ad.
monosperma, Ad. montana, Ad. mucronata, Ad. multicuspis, Ad. nanolignea, Ad. neuquenensis, Ad. obscura, Ad.
papposa, Ad. pedicellata, Ad. pinifolia, Ad. propincua, Ad. prostrata, Chaetanthera incana, Triptilion spinosum
Trazo generalizado 10: Adesmia araujoi, Ad. arillata, Ad. ciliata, Ad. globosa , Ad. incana, Ad. latifolia, Ad.
paranensis, Ad. punctata, Ad. rocinhensis, Ad. Sulina
Homología Biogeográfica en Los Andes
104
Trazo generalizado 11: Adesmia ameghinoi, Ad. aphanantha, Ad. aurantiaca, Ad. boronioides, Ad. candida, Ad.
concinna, Ad. corymbosa, Ad. glaucescens, Ad. gracilis,Ad. guttulifera, Ad. lotoides, Ad. obcordata, Ad. sandwithii,
Chaetanthera villosa, Chuquiraga aurea, Ch. avellanedae, Nassauvia lagascae, N. ameghinoi, N. dentata, N. fuegiana,
N. glomerulosa, N. juniperina, N. resoluta, N. uniflora.
Trazo generalizado 12: Ad. atacamensis, Ad. erinacea, Ad. friesii, Ad. melanocaulos, Ad. minor, Ad. muricata, Ad.
pseudoincana, Ad. pungens, Ad. rahmeri, Ad. rubroviridis, Ad. spinosissima, Chaetanthera dioica, Ch. lanata, Ch.
resoluta, Ch. sphaeroidalis, Ch. stuebelii, Chuquiraga acanthophylla, Ch. kuschelii, Ch. parviflora
Trazo generalizado 13: Adesmia bicolor, Ad. brevivexillata, Ad. glomerula, Ad. macrostachya, Ad. microcalyx, Ad.
obovata, Ad. securigerifolia.
Trazo generalizado 14: Adesmia melanthes, Ad. occulta, Ad. polygaloides, Chuquiraga atacamensis, Ch. longiflora,
Ch. spinosa.
Homología Biogeográfica en Los Andes
105
Trazo generalizado 15: Adesmia cordobensis, Triptilion gibbosum
Trazo generalizado 16: Adesmia cytisoides, Ad. horrida, Ad. hystryx, Ad. inflexa, Ad. pumahuasiana, Ad.
schickendanzii, Chaetanthera minuta, Chuquiraga calchaquina, Triptilion gibbosum
CAPITULO 1c:
EVOLUCIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DE PLANTAS VASCULARES EN LA
CORDILLERA DE LOS ANDES: ANALISIS DE ENDEMICIDAD
MARITZA A. K. MIHOČ1*
, CRISTIÁN E. HERNÁNDEZ2 & LOHENGRIN A.
CAVIERES1,3
____________________________________________________________________________________________________
1 Departamento de Botánica, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
2 Departamento de Zoología, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
3 Instituto de Ecología y Biodiversidad. Casilla 653, Santiago Chile
*autor para correspondencia: [email protected]
Areas de endemismo en Los Andes
107
RESUMEN
Se ha establecido que los procesos geológicos que han dado origen a la Cordillera de los
Andes han creado una compleja segmentación en cuanto origen, procesos de formación y
fechas de levantamiento, los cuales han presentado diferentes patrones de variación en el
espacio y el tiempo. De acuerdo a esta propuesta los Andes están conformados por segmentos
discretos y con propiedades homólogas identificándose los segmentos: Andes norte, central y
sur. En el presente trabajo se evalúa si existe concordancia entre los segmentos cordilleranos y
el desarrollo de biotas ancestrales.
En base a la distribución de 378 especies pertenecientes a los géneros Adesmia,
Chaetanthera, Chuquiraga, Nassauvia, Triptilion y Schizanthus se determinó la presencia
diversas áreas de endemismo, las cuales se asocian directamente al cordón montañoso
atravesándolo en diferentes latitudes. Estos patrones refuerzan las hipótesis referentes a la
existencia de una biota ancestral ampliamente distribuida y fragmentada por algún evento
vicariante. Por otra parte, es posible que la superposición de las áreas de endemismo, indique
una diferenciación temporal de las biotas con un ajuste mayor a las variaciones en las
condiciones climáticas. Por lo tanto, se sugiere que como elemento fisiográfico, la Cordillera
de los Andes podría ser la responsable de el (o los) eventos vicariantes que determinaron la
formación y fragmentación de estas biotas, donde la sucesión de estos eventos se habría
producido cuando cada segmento particular se transformó en una barrera efectiva para la biota
local.
Palabras clave: Biotas ancestrales, disperión, endemismo, panbiogeográfia, vicarianza.
Areas de endemismo en Los Andes
108
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas las ciencias geológicas han experimentado un creciente desarrollo,
incrementando el conocimiento y entendimiento de los procesos y mecanismos responsables
del levantamiento andino. Fisiográficamente, la evolución de los Andes es considerada
fundamentalmente una historia de magmatismo, levantamiento relacionado a la deformación
por contracción, episodios de extensión oblicua, colisión de terrenos oceánicos en el norte,
formación de cuencas sedimentarías, mineralización, pérdida de la corteza continental por
subducción, eliminación de la base de la corteza por defoliación y erosión, entre otros (Ramos
1999, Kay et al. 2005). En su conjunto, estos procesos han creado una compleja segmentación
en cuanto origen, procesos de formación y fechas de levantamiento los cuales han presentado
diferentes patrones de variación en el espacio y el tiempo (Gansser 1973, Ramos 1999, 2009).
Figura 1: Clasificación del cordón montañoso en
Andes norte, central y sur. Los tres segmentos
poseerían origen, procesos de formación, y fechas
de levantamiento diferentes (Modificado de
Gansser 1973, Ramos 1999, Kay et al. 2005,
Sempere et al. 2008). Línea continua: clasificación
más antigua y tradicional; línea punteada:
discrepancias en el límite sur de los Andes
centrales. Cueadros en rojo, división de Andes
central en los segmentos (de norte a sur) centro-
norte, oroclina central y centro-sur,
respectivamente.
Asociado a estas características, se han propuesto diversas clasificaciones para
identificar segmentos discretos y con propiedades homólogas en el cordón montañoso,
destacándose la clasificación de Gansser (1973), donde se establece que los Andes se
encuentran conformados por los segmentos: Andes norte, central y sur (Fig. 1).
Areas de endemismo en Los Andes
109
Estudios recientes mantienen la distinción de estos tres segmentos, aunque el límite
entre ellos varía según los autores (Ramos 1999, Kay et al. 2005, Sempere et al. 2008). Cabe
destacar que, de acuerdo a este esquema, la fase más temprana (~97 ma) en la orogénesis de la
cordillera es reconocible en los Andes sur, posteriormente, en el Cretácico Superior comienza
el desarrollo de las porciones más septentrionales (Stuessy & Taylor 1995). Diversos estudios
indican que la elevación de Los Andes en general, ha permanecido relativamente estable por
varios millones de años, seguido por periodos de acelerado alzamiento (Stuessy & Taylor
1995, Garzione et al. 2008, Hoke & Garzione 2008, Sempere et al. 2008). La altura actual de
los Andes (4000 metros promedio), al menos para la porción central, sólo se habría alcanzado
entre 4 a 6,7 -10,3 ma (Ghosh et al. 2006).
La recopilación de antecedentes y validación de hipótesis que hasta el momento se ha
alcanzado en Sudamérica, dejan de manifiesto que para la biota terrestre, la Cordillera de los
Andes emerge como uno de los factores de particular importancia para la evolución de los
taxa, dividiendo al continente en dos áreas biogeográficamente diferentes: la vertiente
occidental y la vertiente oriental de Los Andes (Kuschel 1969, Morello 1984, Morrone 2001a,
2002). Los taxa que habitan la porción occidental de América del Sur, por lo regular, se
asignan a trazos generalizados que conectan esta área con Australia y Nueva Zelanda, mientras
que aquellos de la porción oriental se asignan a trazos generalizados que la conectan con los
trópicos del Viejo Mundo (Lopretto & Morrone 1998, Katinas et al. 1999). Sin embargo, son
escasos los trabajos que han evaluado el posible efecto de la diferenciación de los segmentos
en la biota terrestre.
El mayor conocimiento de los procesos geológicos que dieron paso al levantamiento de
la Cordillera, constituye un sustrato fértil sobre el cual reevaluar las hipótesis sobre la
evolución de la biota sudamericana, particularmente sobre el elemento endémico. Siguiendo
los trabajos de Mihoc et al. (2006, 2012 ms.). En este estudio se utiliza el contexto geológico
para el planteamiento de hipótesis de homología geográfica primaria. Mediante el análisis de
endemicidad y en base a la distribución de seis géneros endémicos de Sudamérica y de amplia
distribución en ambas vertientes de la Cordillera de los Andes, se busca identificar la
presencia de biotas ancestrales fragmentadas producto del desarrollo y diferenciación de los
segmentos andinos.
Areas de endemismo en Los Andes
110
MATERIAL Y MÉTODOS
Elección de los taxa
Los taxa considerados en el presente estudio fueron seleccionados en base a su patrón de
distribución, siendo el endemismo sudamericano, los patrones de distribución disyunta y su
asociación al cordón cordillerano los principales criterios de elección. De esta forma, la
distribución de las especies de los géneros Adesmia DC., Chaetanthera Ruiz & Pav.,
Chuquiraga Juss. (en parte), Nassauvia Comm. ex Juss., Schizanthus Ruiz & Pav. y Triptilion
Ruiz & Pav., son el sustrato sobre el cual se evalúan las áreas de endemicidad a lo largo de los
Andes.
Datos de distribución
La distribución de las especies se determinó a partir de las colecciones de los herbarios:
CONC (Herbario Universidad de Concepción), SGO (Herbario del Museo de Historia Natural-
Chile), LP (Museo Nacional de La Plata de Argentina), SI (Herbario del Instituto de Botánica
Darwinion de Argentina) y de la información disponible en la base IRIS del Instituto de
Botánica Darwinion. Las colectas cuyas localidades se encontraban sin georeferenciar fueron
asignadas al centro de la región administrativa, en el rango altitudinal descrito para la especie.
Se obtuvo un total de 11.875 registros, pertenecientes a 387 especies, que constituyen la base
de datos geográficos utilizados en los diferentes análisis de distribución que se detallan a
continuación.
Áreas de endemismo
De acuerdo a Ruggiero & Ezcurra (2003) las áreas de endemismo son producto de la
vicarianza de biotas ampliamente distribuidas, idea que se refuerza por el hecho de que
generalmente se encuentran delimitadas por barreras fisiográficas evidentes. En este contexto
se asume que las áreas de endemismo representan regiones de diferenciación común, donde las
relaciones biogeográficas de todos los elementos de su biota deberían reflejar una historia
única, signados por procesos de especiación que han estado causados por factores comunes.
La búsqueda de áreas de endemismo fue realizada siguiendo el análisis de endemicidad (AE)
propuesto por Szumik et al. (2002) y Szumik & Goloboff (2004). El procedimiento consiste en
evaluar la congruencia del rango de distribución de las especies a un área predefinida. El
Areas de endemismo en Los Andes
111
ajuste de las especies al área, es medido cuantitativamente a través de un índice de
endemicidad (IEx), cuyos valores varían entre 0 y 1; donde IEx = 1 representa una especie
cuyo rango de distribución es perfectamente congruente con el área evaluada. El IEx mide el
ajuste de la distribución de una especie al área evaluada según la fórmula:
Szumik et al. (2006)
donde,
p = número de celdas del área donde el taxón está presente,
i = número de celdas del área donde el taxón está inferido,
a = número de celdas del área donde el taxón está supuesto,
t = número total de celdas que tiene el área,
o = número de celdas adyacentes al área donde el taxón está presente,
d = número de celdas adyacentes al área donde el taxón está supuesto,
n = número de celdas alejadas del área donde el taxón X está supuesto,
Fi = factor de pesado para registros inferidos dentro del área (default = 0,50),
Fa = factor para registros inferidos dentro del área (default = 0,75),
Fo = factor para registros observados adyacentes al área (default = 0,50),
Fd = factor para registros asumidos adyacentes al área (default = 2,00), y
Fn = factor para registros asumidos alejados del área (default = 0,50).
El índice de endemicidad de un área (IEA) es igual a la suma de los IEx de sus especies
endémicas, de manera que cuanto más especies endémicas presente un área, y cuanto mayor
sea su grado de endemicidad, el grupo de celdas estará mejor apoyado como área de
endemismo (Szumik & Goloboff 2004). En este estudio se utilizó un tamaño de celda de 1º
por 1º y un mínimo de 2 especies endémicas para guardar un área como endémica. Para
mostrar las áreas de endemismo se utilizó el criterio de consensos flexibles (AC), el cual
agrupa a las áreas de endemismo que tuviesen al menos un 40% de sus especies endémicas. El
procedimiento fue implementado en los programas NDM/VNDM (Goloboff 2005).
Areas de endemismo en Los Andes
112
RESULTADOS
La mayor parte de las especies consideradas en este estudio se distribuyen en los segmentos
andinos central y sur (sensu Gansser 1973). El análisis de endemismo dividió la región total en
42 filas por 28 columnas. Se determinó la presencia de 83 áreas de endemismo, principalmente
emplazadas en la Cordillera de los Andes. El consenso de estas áreas generó un total de 21 AC
(Fig. 2), cuyas características y parámetros se listan en la Tabla 1.
Todas las áreas de consenso presentan una mezcla de especies de los diferentes
géneros, salvo el área de consenso 6 en la provincia pampeana, sustentada sólo por especies
del género Adesmia. La mayor parte del endemismo bajo esta escala de análisis se concentra
en la zona andina y regiones aledañas de Chile central sur, manteniéndose los mismos
patrones encontrados en la provincia pampeana en el margen oriental de América del sur (AC
6, Fig. 2) y la provincia altoandina, siendo evidente el emplazamiento de áreas de endemismo
que conectan ambas vertientes de la cordillera (AC 14-20, Fig. 2). Destacan los patrones de
endemismo encontrados en la zona norte, donde queda en evidencia la disyunción de la
distribución de un gran número de especies.
Areas de endemismo en Los Andes
113
Figura 2: Áreas de consenso obtenidas usando grillas de 1 x 1. Para cada área se indica la posición relativa. Los
números en cada cuadro son coincidentes con los números de las áreas de la Tabla 1
0
1
2
3
4
5
6
Areas de endemismo en Los Andes
114
Figura 2 (continuación)
13
7
8
9
10
11 12
Areas de endemismo en Los Andes
115
Figura 2 (continuación)
15
19
16
14
17
18
20
Areas de endemismo en Los Andes
116
Tabla 1: Áreas de consenso obtenidas usando grillas de 1 x 1. Para cada área se indica: AI, áreas individuales
incluidas y las especies endémicas presentes. Acrónimos utilizados en el Anexo1.
Nº de
área de
consenso
AI incluidas Especies presentes
0 0 ad_verr, ca_perp, ch_kusc
1 1 ad_adri, ad_neuq, ca_aust
2 2, 4, 13, 14, 15, 20, 23, 26,
27, 35, 36, 45, 47, 78, 55, 65,
66, 71, 72, 73
ad_acta, ad_adri, ad_arca, ad_bals, ad_brcn, ad_brev, ad_conc, ad_dent,
ad_glan, ad_glau, ad_land, ad_lgst, ad_micx, ad_neuq, ad_prop, ad_rago,
ad_vico, ca_brac, ca_cili, ca_serr, ca_vill, na_digi, na_pinn, na_plan,
na_pulc,na_pyra, na_ramo, na_spre, tr_bert, tr_bena
3 3, 6, 10, 11, 12, 34 ad_coro, ad_dara, ad_hemi, ad_loud, ad_mend, ad_mont, ad_pent, ad_renj,
ad_resi, ad_trif, ca_apic, ca_flab, sc_tric
4 5 ad_mira, ad_puma, ch_acan
5 7, 8, 9, 18, 21, 24, 25, 29, 30,
38, 39, 40, 49, 50, 52, 56, 57,
58, 59, 67, 68, 69
ad_arch, ad_coli, ad_conf, ad_exil, ad_fuen, ad_gile, ad_laxa, ad_loud,
ad_miph, ad_mono, ad_mont, ad_phyl, ad_piri, ad_pros, ad_ramo,
ad_sten, ad_torc, ca_apic, ca_flab, ca_glan, ca_inca, ca_lyco, ca_pent,
ca_plan, ca_pusi, ca_spat, ca_sple, ca_cumi, na_unif, sc_alpe, sc_porr,
tr_capi, tr_cord
6 16, 17 ad_arau, ad_aril, ad_cili, ad_para, ad_rosi, ad_suli
7 19 ad_arom, ad_bedw, ad_caly, ad_dich, ad_elat, ad_gile, ad_mono, ad_piri,
ad_rubr, ad_torc, ca_flae, ca_inca
8 22 ad_acgs, ad_sten, ca_apic, ca_lyco, ca_pent, ca_spat, ca_sple, ch_rusc,
na_cumi, na_unif
9 28, 32, 33, 37, 41, 42, 63 ad_aphy, ad_argy, ad_brac, ad_dich, ad_elat, ad_leio, ad_mono, ad_mult,
ad_nano, ad_obsc, ad_pedi, ad_punc, ad_spum, ca_ache, ca_gnap, ca_lept,
sc_cand, sc_inte, tr_gibb
10 31 ad_bals, ad_brcn, ad_coro, ca_flab, tr_bert
11 43, 61 ad_cras, ad_hunz, ad_nano, ad_psin, ad_spum, ca_gnap
12 44 ad_acgs, ad_subt, ad_uspa, ch_rusc
13 46, 64 ad_cnfa, ad_conf, ad_exil, ad_mucr, ad_pros, ad_ramo, ca_flab, na_cumi,
tr_capi, tr_cord
14 51, 62, 74, 75 ad_brac, ad_flfo, ad_leio, ad_parf, ad_subt, ad_tene, ca_acer, ca_glab,
ca_limb, ca_tene, sc_lito
15 53, 79, 81 ad_cyti, ad_infl, ad_schi, ca_stue, ch_calc, ch_long
16 54, 70, 78, 80 ad_aspe, ad_cnfa, ad_glom, ad_mucr, ad_papp, ad_pini, ad_visi, ca_chil,
ca_euph, ca_moen, sc_hook, sc_pinn
17 60 ad_glom, ad_long, ca_serr
18 76 ca_line, ch_ulic, sc_lito
19 77 ad_hyst, ca_lana, ca_spha,
20 83 ad_erin, ch_atac, ch_spin
Areas de endemismo en Los Andes
117
DISCUSIÓN
La coincidencia en los patrones de distribución de varias especies que poseen diferentes
capacidades de dispersión -como las especies utilizadas en este estudio-, que soportan la
presencia de diferentes áreas de endemismos que se emplazan a lo largo de la Cordillera de los
Andes, permite respaldar la hipótesis del desarrollo una biota ancestral ampliamente
distribuida a lo largo del cono sur de sudamérica y fragmentada por el desarrollo del macizo
cordillerano. Esto concuerda con lo trabajos previos de Mihoc et al. (2006, 2012 ms.) Donde
el hallazgo de diferentes trazos generalizados que atraviesan la Cordillera de los Andes, parece
indicar que el actual patrón de distribución disyunta que exhiben muchas de las especies,
habría tenido su origen en la fragmentación de las biotas ancestrales, producto de el (los)
evento (s) vicariante (s) desencadenados por el desarrollo de la Cordillera de los Andes.
Los Andes centrales, albergan la mayor parde de las áreas de endemismo encontradas
en este estudio (fig. 6), lo cual podría estar asociado a la reciente orogénesis del segmento
(Kay et al. 2005, Garzione et al. 2008, Sempere et al. 2008), donde la altura actual de los
Andes (4000 metros promedio) sólo se habría alcanzado entre 4 a 6,7 -10,3 ma (Ghosh et al.
2006). Los cambios geológicos y climáticos asociados al desarrollo de este sector de los
Andes posiblemente desencadenaron una serie de presiones selectivas lo que pudo condicionar
una rápida diferenciación de especies por radiación adaptativa, lo que explicaría la
concetracion de las áreas de endemismo en este sector. Por otra parte, es posible que la
superposición parcial de algunos trazos generalizados y de algunas de las áreas de endemismo,
indique una diferenciación temporal de las biotas con un ajuste mayor a las variaciones en las
condiciones climáticas y cambios geomorfológicos que se sucedieron en la región durante la
segunda parte del Terciario, destacándose además del solevantamiento de los Andes, las
transgresiones oceánicas, ciclos de aridez y disminución de la temperatura (Hinojosa &
Villagrán 1997).
Por su parte, los Andes del Sur, son considerablemente más bajos que los segmentos
anteriores, sin los episodios de acelerado alzamiento antes descritos (Kay et al. 2005, Hervé et
al. 2007, Sempere et al. 2008). Estas diferencias posiblemente se encuentran asociadas al
menor número de especies y la disminución de los endemismos para esta zona.
El límite coincidente tanto de las áreas de endemismo como de los trazos generalizados
encontrados en trabajos previos, con los límites establecidos por Gansser (1973) para los
Areas de endemismo en Los Andes
118
segmentos andinos, refuerza la idea de que la heterogeneidad y contraste de los segmentos
podrían, a partir de su diferenciación, haber desencadenado la fragmentación de la biota.
Los patrones descritos para los géneros de plantas vasculares considerados en este
trabajo, forman parte de una larga lista de taxa, no solo de especies vegetales, sino que
también de animales y otros grupos que pertenecen al elemento endémico del sur de
Sudamérica, que se encuentran presentes en ambas vertientes de la Cordillera de los Andes,
que presentan – en términos generales - patrones concordantes de distribución y para los
cuales existe reducida información sobre sus patrones de distribución.
AGRADECIMIENTOS
Investigación financiada por Proyecto CONICYT AT-4040202. Esta investigación forma parte
de las actividades del Núcleo Milenio de Estudios Avanzados en Ecología e Investigaciones
en Biodiversidad P02-054 F ICM. Se agradece al Instituto de Botánica Darwinion por las
facilidades brindadas para el estudio de las muestras, particularmente al Dr. Emilio Ulibarri,
Dr. Fernando Zuloaga, Dra. Norma B. Deginani, y Dra. Lone Aagesen. A Diego Alarcón por
su guía en la utilización de sistemas de información
Areas de endemismo en Los Andes
119
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Areas de endemismo en Los Andes
121
Anexo 1
Listado de las especies consideradas en el análisis de endemicidad y sus correspondientes acrónimos.
Adesmia
ad_acgs: Adesmia aconcaguensis Burkart
ad_acta: Adesmia acuta Burkart
ad_adri: Adesmia adrianii M.N. Correa
ad_aegi: Adesmia aegiceras Phil.
ad_amgh: Adesmia ameghinoi Speg.
ad_apht: Adesmia aphanantha Speg.
ad_aphy: Adesmia aphylla Clos
ad_arau: Adesmia araujoi Burkart
ad_arca: Adesmia araucana Phil.
ad_arch: Adesmia arachnipes Clos
ad_aren: Adesmia arenicola (R.E. Fr.) Burkart
ad_argt: Adesmia argentea Meyen
ad_argy: Adesmia argyrophylla Phil.
ad_aril: Adesmia arillata Miotto
ad_arom: Adesmia aromatica Burkart
ad_aspe: Adesmia aspera Hook. & Arn.
ad_atac: Adesmia atacamensis Phil.
ad_auer: Adesmia aueri Burkart
ad_aura: Adesmia aurantiaca (Dus.) Burkart
ad_bals: Adesmia balsamica Bertero ex Hook.
ad_bedw: Adesmia bedwellii Skottsb.
ad_bico: Adesmia bicolor (Poir.) DC.
ad_biju: Adesmia bijuga Phil.
ad_boel: Adesmia boelckeana Burkart
ad_bona: Adesmia bonariensis Burkart
ad_boro: Adesmia boronioides Hook. f.
ad_brac: Adesmia bracteata Hook. & Arn.
ad_brcn: Adesmia brachysemeon Phil.
ad_brev: Adesmia brevivexillata Burkart
ad_burk: Adesmia burkartii M.N. Correa
ad_caly: Adesmia calycicomosa Burkart
ad_cand: Adesmia candida Hook. f.
ad_capi: Adesmia capitellata (Clos) Hauman
ad_cili: Adesmia ciliata Vogel
ad_cnfa: Adesmia conferta Hook. & Arn.
ad_coli: Adesmia colinensis (Phil. ex Reiche) Marticorena
ad_colu: Adesmia coluteoides Hook. & Arn.
ad_conc: Adesmia concinna Phil.
ad_conf: Adesmia confusa Ulibarri
ad_coqu: Adesmia coquimbensis Burkart
ad_cord: Adesmia cordobensis Burkart
ad_coro: Adesmia coronilloides Gillies ex Hook.
ad_cory: Adesmia coymbosa Clos
ad_cras: Adesmia crassicaulis Phil.
ad_curv: Adesmia curvifolia Clos
ad_cyti: Adesmia cytisoides Griseb.
ad_dara: Adesmia darapskiana Phil.
ad_davi: Adesmia davilae Phil.
ad_dent: Adesmia denticulata Clos
ad_denu: Adesmia denudata Phil.
ad_dich: Adesmia dichotoma Clos
ad_digi: Adesmia digitata Burkart
ad_disp: Adesmia disperma Phil.
ad_echi: Adesmia echinus C. Presl
ad_elat: Adesmia elata Clos
ad_eleg: Adesmia elegans Clos
ad_emar: Adesmia emarginata Clos
ad_erem: Adesmia eremophila Phil.
ad_erin: Adesmia erinacea Phil.
ad_exil: Adesmia exilis Clos
ad_fili: Adesmia filicaulis Phil.
ad_filp: Adesmia filipes A. Gray
ad_flfo: Adesmia filifolia Clos
ad_frie: Adesmia friesii Burkart ex Ulibarri
ad_frig: Adesmia frigida Phil.
ad_fuen: Adesmia fuentesii G.F. Grandjot
ad_glan: Adesmia glandulifolia Steibel & Ulibarri
ad_glau: Adesmia glaucescens Phil.
ad_glob: Adesmia globosa Daryt & Izaguirre
ad_glom: Adesmia glomerula Clos
ad_godo: Adesmia godoyae (Phil. ex Reiche) Marticorena
ad_grac: Adesmia gracilis Meyen ex Vogel
ad_gram: Adesmia graminidea Speg.
ad_gran: Adesmia grandiflora Hook. & Arn.
ad_grcm: Adesmia gracillima I.M. Johnst.
ad_gutt: Adesmia guttulifera Sandw.
ad_hemi: Adesmia hemisphaerica Hauman
ad_hirs: Adesmia hirsuta Phil.
ad_horr: Adesmia horrida Hook. & Arn.
ad_hunz: Adesmia hunzikeri Burkart
ad_hyst: Adesmia hystrix Phil.
ad_inca: Adesmia incana Vogel
ad_infl: Adesmia inflexa Griseb.
ad_jile: Adesmia jilesiana Burkart
ad_karr: Adesmia karraikensis Speg.
ad_kies: Adesmia kieslingii Ulibarri
ad_lana: Adesmia lanata Hook. f.
ad_land: Adesmia landbecki Phil.
ad_lati: Adesmia latifolia (Spreng.) Vogel
ad_laxa: Adesmia laxa Clos
ad_leio: Adesmia leiocarpa Hook. & Arn.
ad_lgst: Adesmia longiseta DC.
ad_lihu: Adesmia lihuelensis Burkart
ad_litt: Adesmia littoralis Burkart
ad_long: Adesmia longipes Phil.
ad_loto: Adesmia lotoides Hook. f.
ad_loud: Adesmia loudonia Hook. & Arn.
ad_macr: Adesmia macrostachya Benth.
ad_medi: Adesmia medinae (Phil. ex Reiche) Ulibarri
ad_mela: Adesmia melanocaulos Phil.
Areas de endemismo en Los Andes
122
ad_mend: Adesmia mendozana Ulibarri
ad_mets: Adesmia melanthes Phil.
ad_micr: Adesmia micrantha Phil.
ad_micx: Adesmia microcalyx Phil.
ad_mino: Adesmia minor Hook. & Arn.
ad_miph: Adesmia microphylla Hook. & Arn.
ad_mira: Adesmia miraflorensis Rémy
ad_mono: Adesmia monosperma Clos
ad_mont: Adesmia montana Phil.
ad_mucr: Adesmia mucronata Hook. & Arn.
ad_mult: Adesmia multicuspis Clos
ad_muri: Adesmia muricata (Jacq.) DC.
ad_nano: Adesmia nanolignea Burkart
ad_negl: Adesmia neglecta M. N. Correa
ad_neuq: Adesmia neuquenensis Burkart
ad_obco: Adesmia obcordata Clos
ad_obov: Adesmia obovata Clos
ad_obsc: Adesmia obscura Clos
ad_occu: Adesmia occulta (R.E. Fr.) Burkart
ad_odon: Adesmia odontophylla Phil.
ad_oval: Adesmia ovallensis Ulibarri
ad_pamp: Adesmia pampeana Speg.
ad_papp: Adesmia papposa (Lag.) DC.
ad_para: Adesmia paranensis Burkart
ad_parf: Adesmia parviflora Clos
ad_parv: Adesmia parvifolia Phil.
ad_pata: Adesmia patagonica Speg.
ad_pauc: Adesmia pauciflora Vogel
ad_pear: Adesmia pearcei Phil.
ad_pedi: Adesmia pedicellata Hook. & Arn.
ad_pent: Adesmia pentaphylla Phil.
ad_pera: Adesmia peraltae (Phil. ex Reiche) Ulibarri
ad_phyl: Adesmia phylloidea Clos
ad_pini: Adesmia pinifolia Hook. & Arn.
ad_piri: Adesmia pirionii I.M. Johnst.
ad_poly: Adesmia polyphylla Phil.
ad_prop: Adesmia propinqua Clos
ad_pros: Adesmia prostrata Clos
ad_pseu: Adesmia pseudogrisea Burkart
ad_psin: Adesmia pseudoincana Burkart
ad_puma: Adesmia pumahuasiana Ulibarri
ad_pumi: Adesmia pumila Hook. f.
ad_punc: Adesmia punctata (Poir.) DC.
ad_pung: Adesmia pungens Clos
ad_pusi: Adesmia pusilla Phil.
ad_quad: Adesmia quadripinnata (Hick.) Burkart
ad_rago: Adesmia ragonesei Burkart
ad_rahm: Adesmia rahmeri Phil.
ad_ramo: Adesmia ramosissima Phil.
ad_recl: Adesmia reclinata Muñoz
ad_reit: Adesmia reitziana Burkart
ad_renj: Adesmia renjifoana (Reiche) Ulibarri
ad_resi: Adesmia resinosa (Phil. ex Reiche) Marticorena
ad_retr: Adesmia retrofracta Hook. & Arn.
ad_retu: Adesmia retusa Griseb.
ad_riog: Adesmia riograndensis Miotto
ad_roci: Adesmia rocinhensis Burkart
ad_rubr: Adesmia rubroviridis Burkart
ad_ruiz: Adesmia ruiz-lealii M.N. Correa
ad_sala: Adesmia salamancesis Burkart
ad_sali: Adesmia salicornioides Speg.
ad_sand: Adesmia sandwithii Burkart
ad_sanj: Adesmia sanjuanensis Burkart
ad_schi: Adesmia schickendanzii Griseb.
ad_schn: Adesmia schneideri Phil.
ad_secu: Adesmia securigerifolia Herter
ad_serr: Adesmia serrana M.N. Correa
ad_silv: Adesmia silvestrii (Speg.) Burkart
ad_smit: Adesmia smithiae DC.
ad_spin: Adesmia spinosissima Meyen
ad_spum: Adesmia spuma Wederm. ex Burkart
ad_sten: Adesmia stenocaulon Hauman
ad_subt: Adesmia subterranea Clos
ad_suff: Adesmia suffocata Hook. f.
ad_suli: Adesmia sulina Miotto
ad_tehu: Adesmia tehuelcha Speg.
ad_tene: Adesmia tenella Hook. & Arn.
ad_tfol: Adesmia trifoliolata Hook. & Arn.
ad_tome: Adesmia tomentosa Meyen ex Vogel
ad_torc: Adesmia torcaea Phil.
ad_trif: Adesmia trifoliata Phil.
ad_trij: Adesmia trijuga Hook. & Arn.
ad_tris: Adesmia tristis Vogel
ad_tunu: Adesmia tunuianica Burkart
ad_uspa: Adesmia uspallatensis Gillies ex Hook.
ad_vall: Adesmia vallsii Miotto
ad_verr: Adesmia verrucosa Meyen
ad_vico: Adesmia viscosa Gillies ex Hook.
ad_vill: Adesmia villosa Hook. f.
ad_visi: Adesmia viscida Bertero ex Colla
ad_viss: Adesmia viscidissima I.M. Johnst.
ad_volc: Adesmia volckmanni Phil.
ad_zoel: Adesmia zoellneri Ulibarri
Chaetanthera
ca_acer: Chaetanthera acerosa (J. Rémy) Benth.
ca_ache: Chaetanthera acheno-hirsuta (Tombesi) Arroyo
ca_apic: Chaetanthera apiculata (J. Rémy) F.
ca_aust: Chaetanthera australis Cabrera
ca_brac: Chaetanthera brachylepis Phil.
ca_chil: Chaetanthera chilensis (Willd.) DC.
ca_cili: Chaetanthera ciliata Ruiz & Pav.
ca_dioi: Chaetanthera dioica (J. Rémy) B.L.
ca_eleg: Chaetanthera elegans Phil.
ca_euph: Chaetanthera euphrasioides (DC.) F. Meigen
ca_flab: Chaetanthera flabellata D. Don
ca_flao: Chaetanthera flabellifolia Cabrera
Areas de endemismo en Los Andes
123
ca_glab: Chaetanthera glabrata (DC.) F. Meigen
ca_glan: Chaetanthera glandulosa J. Rémy
ca_gnap: Chaetanthera gnaphalioides (J. Rémy) I.M.
ca_inca: Chaetanthera incana Poepp. ex Less.
ca_kali: Chaetanthera kalinae A.M.R. Davies
ca_lana: Chaetanthera lanata (Phil.) I.M. Johnst.
ca_lept: Chaetanthera leptocephala Cabrera
ca_limb: Chaetanthera limbata (D. Don) Less.
ca_line: Chaetanthera linearis Poepp. ex Less.
ca_lyco: Chaetanthera lycopodioides (J. Rémy) Cabrera
ca_micr: Chaetanthera microphylla (Cass.) Hook. & Arn.
ca_minu: Chaetanthera minuta (Phil.) Cabrera
ca_moen: Chaetanthera moenchioides Less.
ca_pent: Chaetanthera pentacaenoides (Phil.) Hauman
ca_perp: Chaetanthera perpusilla (Wedd.) Anderb. & S Freire
ca_plan: Chaetanthera planiseta Cabrera
ca_pusi: Chaetanthera pusilla (D. Don) Hook.
ca_revo: Chaetantera revoluta (Phil.) Cabrera
ca_serr: Chaetanthera serrata Ruiz & Pav.
ca_spat: Chaetanthera spathulifolia Cabrera
ca_spha: Chaetanthera pulvinata (Phil.) Hauman
ca_sple: Chaetanthera splendens (J. Rémy) B.L.
ca_stue: Chaetanthera stuebelii Hieron.
ca_tene: Chaetanthera tenella Less.
ca_vald: Chaetanthera valdiviana Phil.
ca_vill: Chaetanthera villosa D. Don
Chuquiraga
ch_acan: Chuquiraga acanthophylla Wedd.
ch_atac: Chuquiraga atacamensis Kuntze
ch_aure: Chuquiraga aurea Skottsb.
ch_avel: Chuquiraga avellanedae Lorentz
ch_calc: Chuquiraga calchaquina Cabrera
ch_eche: Chuquiraga echegarayi Hieron.
ch_erin: Chuquiraga erinacea D. Don
ch_kusc: Chuquiraga kuschelii Acevedo
ch_long: Chuquiraga longiflora (Griseb.) Hieron.
ch_more: Chuquiraga morenonis (Kuntze) C. Ezcurra
ch_oppo: Chuquiraga oppositifolia D. Don
ch_parv: Chuquiraga parviflora (Griseb.) Hieron.
ch_rosu: Chuquiraga rosulata Caspar
ch_rusc: Chuquiraga ruscifolia D. Don
ch_spin: Chuquiraga rotundifolia Wedd.
ch_spin: Chuquiraga spinosa Less.
ch_stra: Chuquiraga straminea Sandw.
ch_ulic: Chuquiraga ulicina (Hook. & Arn.) Hook.
Nassauvia
na_acul: Nassauvia aculeata (Less.) Poepp. & Endl.
na_ameg: Nassauvia ameghinoi Speg.
na_arge: Nassauvia argentea Phil.
na_argy: Nassauvia argyrophylla Speg. ex Cabrera
na_axil: Nassauvia axillaris (Lag.) Don
na_chub: Nassauvia chubutensis Speg.
na_coro: Nassauvia coronipappa Arroyo & Marticorena
na_cumi: Nassauvia cumingii Hook. & Arn.
na_darw:Nassauvia darwinii (Hook. & Arn.) Hoffm. & Dusén
na_dent: Nassauvia dentata Griseb.
na_digi: Nassauvia digitata Wedd.
na_duse: Nassauvia dusenii O. Hoffm.
na_fueg: Nassauvia fuegiana (Speg.) Cabrera
na_gaud: Nassauvia gaudichaudii (Cass.) Cass. ex Gaudich.
na_glom: Nassauvia glomerata (Gillies ex D. Don) Wedd.
na_glos: Nassauvia glomerulosa (Lag.) Don
na_hill: Nassauvia hillii Cabrera
na_juni: Nassauvia juniperina Skottsb.
na_laga: Nassauvia lagascae (Don.) F. Meigen
na_lati: Nassauvia latissima Skottsb.
na_loos: Nassauvia looseri Cabrera
na_maev: Nassauvia maeviae Cabrera
na_mage: Nassauvia magellanica J. Gmel.
na_pent: Nassauvia pentacaenoides Speg.
na_pinn: Nassauvia pinnigera D. Don
na_plan: Nassauvia planifolia Wedd.
na_pulc: Nassauvia pulcherrima Cabrera
na_pygm: Nassauvia pygmaea (Cass.) Hook. f.
na_pyra: Nassauvia pyramidalis Meyen
na_ramo: Nassauvia ramosissima DC.
na_revo: Nassauvia revoluta D. Don
na_ruiz: Nassauvia ruizii Cabrera
na_scep: Nassauvia sceptrum Dusén
na_serp: Nassauvia serpens d'Urv.
na_spre: Nassauvia sprengelioides DC.
na_subl: Nassauvia sublobata Cabrera
na_ulic: Nassauvia ulicina (Hook. f.) Macloskie
na_unif: Nassauvia uniflora (D. Don) Hauman
Schizanthus
sc_alpe: Schizanthus alpestris Poepp. ex Benth.
sc_cand: Schizanthus candidus Lindl.
sc_grah: Schizanthus grahami Gillies
sc_grah: Schizanthus grahamii Gill. ex Hooker
sc_hook: Schizanthus hookeri Gillies ex Graham
sc_inte: Schizanthus integrifolius Phil.
sc_lact: Schizanthus lacteus Phil.
sc_laet: Schizanthus laetus Phil.
sc_lito: Schizanthus litoralis Phil.
sc_parv: Schizanthus parvulus Sudzuki
sc_pinn: Schizanthus pinnatus R. & Pav.
sc_porr: Schizanthus porrigens Graham
sc_tric: Schizanthus tricolor Grau & Gornbach
Triptilion
tr_achi: Triptilion achilleae DC.
tr_bena: Triptilion benaventei J. Rémy
tr_bert: Triptilion berteroi Phil.
tr_capi: Triptilion capillatum (D. Don) Hook.
tr_cord: Triptilion cordifolium Lag.
tr_gibb: Triptilion gibbosum J. Rémy
tr_spin: Triptilion spinosum Ruiz & Pav.
124
Capítulo 2:
Sistemática del subgénero Acanthadesmia Burkart
CAPÍTULO 2:
FILOGENIA DEL SUBGÉNERO ACANTHADESMIA BURKART (ADESMIA,
FABACEAE) SOBRE LA BASE DE CARACTERES MORFOLÓGICOS.
Phylogeny of subgenus Acanthadesmia Burkart (Adesmia, Fabaceae) based on morphological
characters.
MARITZA A. K. MIHOČ 1*
, CRISTIÁN E HERNÁNDEZ2 & LOHENGRIN A.
CAVIERES1, 3
____________________________________________________________________________________________________________________________________________
1 Departamento de Botánica, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
2 Departamento de Zoología, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
3 Instituto de Ecología y Biodiversidad. Casilla 653, Santiago Chile
*autor para correspondencia: [email protected]
Filogenia de Acanthadesmia
126
RESUMEN
Adesmia DC. (Fabaceae) es un género sudamericano con aproximadamente 240 especies
agrupadas en dos subgéneros: Adesmia y Acanthadesmia, y 45 series. A pesar de la larga
historia del género, su importancia en cuanto al número de especies, su amplio rango de
distribución y sus constantes evaluaciones taxonómicas, en la actualidad no existen hipótesis
explícitas que reflejen las relaciones filogenéticas entre sus especies. En el presente trabajo se
evalúa la clasificación infragenérica del género Adesmia, en particular, del subgénero
Acanthadesmia y de las 9 series que actualmente se encuentran subordinadas al subgénero.
Se trabajó con 132 especies, de las cuales 43 pertenecen al subgénero Acanthadesmia.
Se realizó un análisis de parsimonia en basado en 94 caracteres morfológicos, que en su
conjunto evalúan atributos de los órganos florales y vegetativos de las especies. A partir de
búsquedas heurísticas se obtuvo un total de 360 cladogramas de máxima parsimonia (L: 3424,
CI: 0,10 y RI: 0,48). Los cladogramas más parsimoniosos presentan una topología
completamente resuelta y un patrón anidado de organización. Se reconocen 2 clados
principales los cuales agrupan a especies de diferentes series y subgéneros. La relación de las
especies no recupera los grupos infragenéricos descritos para el género. Tanto los subgéneros
como las series tal como se encuentran circunscritas en la actualidad, no concuerdan con los
grupos formados como resultado de este análisis. No obstante, los árboles encontrados
presentan bajos índices de consistencia y retención, lo que indica un alto grado de homoplasia
contenido en los caracteres no pudiendo proponerse una clasificación alternativa.
Palabras clave: Andes, análisis de parsimonia, monofilia.
Filogenia de Acanthadesmia
127
ABSTRACT
Adesmia DC. (Fabaceae) is a South American genus with approximately 240 species grouped
in two subgenera: Adesmia and Acanthadesmia and 45 series. Despite the long history of the
genus, its importance in terms of the number of species, its wide geographical distribution and
its constant taxonomic evaluations, nowadays there are not explicit hypotheses that reflect the
phylogenetic relationships among the species genus. In this paper we evaluate the infrageneric
classification of the genus Adesmia. In particular, of the subgenus Acanthadesmia, and of the 9
series that nowadays are subordinated to the subgenus.
We worked with 132 species, of which 43 belong to the subgenus Acanthadesmia. We
carried out a parsimony analysis of 94 morphological characters that together, evaluate
attributes of the floral and vegetative organs of the species. A total of 360 maximum
parsimony cladograms (L: 3424, CI: 0.10 and RI: 0.48) was obtained from heuristic searches.
2 main clades which put into groups species of different subgenera and series are recognized.
The relationship of the species does not recover the infrageneric groups of the genus. As a
result of this analysis, the subgenera as well as the series, in their current state, do not agree
with the formed groups in this study. However, the found trees, present low consistency and
retention rates, indicating a high degree of homoplasy contained in the characters without
allowing an alternative classification.
Keyword: Andes, parsimony analysis, monophyly.
Filogenia de Acanthadesmia
128
INTRODUCCIÓN
El género Adesmia DC. pertenece a la familia Fabaceae y cuenta con ~240 especies endémicas
de Sudamérica. Su patrón general de distribución se encuentra asociado a la Cordillera de los
Andes (Fig. 1), donde se distribuye desde el norte del Perú hasta Tierra del Fuego (8º-54º S).
Longitudinalmente las especies del género se encuentran, desde el nivel del mar en Chile y
hacia el este en las regiones semiáridas en la Serra do Mar en Brasil (Burkart 1967, Correa
1984, Miotto-Sfoggia 1993, Ulibarri & Burkart 2000); siendo las regiones centrales de Chile y
Argentina las que concentran la mayor riqueza de especies (Burkart 1967).
Taxonómicamente, el género posee una larga historia que comienza en 1782, cuando
Molina describe a la primera especie de Adesmia bajo el nombre de Mimosa balsamica Molina
(Molina 1782), sin embargo, no se reconoce como grupo independiente hasta 1809 cuando
Schrank describe al género como Patagonium (Schrank 1809-1814). Cabe aclarar que el uso
de Adesmia como nombre para el grupo no aparece hasta 1825, cuando De Candolle describe
nuevas especies y transfiere a las ya descritas bajo otros nombres genéricos tales como
Aeschynomene L., Hedysarum L., y Patagonium, desconociendo a este último como nombre
válidamente publicado (De Candolle 1825a, b ,c). Posteriormente, Kuntze (1891) corrigiendo
el error nomenclatural cometido por De Candolle (Patagonium por anterioridad de publicación
posee prioridad por sobre Adesmia) transfiere a todas las especies a Patagonium. No obstante,
el mayor conocimiento de las obras de De Candolle hizo que el nombre de Adesmia fuera más
utilizado, y por ende, el género se identificaba normalmente como Adesmia. Por tal motivo,
para mantener la estabilidad nomenclatural en 1905 se aplica la “nomina generica
conservanda” protegiéndose de esta manera a la combinación Adesmia DC. por sobre
Patagonium Schrank (ICBN, 1905).
En relación a la sistemática de Adesmia, la discusión se ha centrado fundamentalmente
en su posición en relación al resto de las Fabaceae. Diferentes autores, han establecido
diversas clasificaciones, donde la condición primitiva o derivada y la relación del género se ha
establecido en función de caracteres esencialmente reproductivos. Por ejemplo, De Candolle
(1825a) ubica a Adesmia como integrante de la tribu Hedysareae. Bentham & Hooker (1865)
describen dentro de las Hedysareae a la subtribu Adesmieae, al reconocer el género Adesmia
como anómalo con respecto al resto de los integrantes de la tribu. Taubert (1894) reconoce al
grupo como Patagonium Schrank, y designa la subtribu Patagoniinae dentro de la tribu
Filogenia de Acanthadesmia
129
Hedysareae y a éste como su único integrante. Burkart (1939a) considera a Adesmia como
miembro de la subtribu Patagoniinae y le asigna una ubicación primitiva dentro de la tribu
Hedysareae debido a la presencia de estambres libres, característica diferencial del resto de la
tribu. Más tarde, Burkart (1952) transfiere la subtribu Patagoniinae dentro de la tribu
Sophoreae asignándole mayor valor taxonómico a la presencia de estambres libres y no así al
tipo de fruto que hasta entonces asociaba a este género con el resto de las Hedysareae. Sin
embargo, Hutchinson (1964) no reconoce los trabajos de Taubert (1894) y Burkart (1952), y
establece la tribu Adesmieae -con Adesmia como único miembro-, proponiendo además la
afinidad del género con la tribu Hedysareae. Pollhill (1981), coincide con el anterior autor y
agrega su posible afinidad con la tribu Aeschynomenae, otra antigua integrante de las
Hedysareae.
Recientemente, Lavin et al. (2001) realizaron un análisis cladístico de las fabáceas
pantropicales (tribus Aeschynomeneae, Adesmieae, Dalbergieae y la subtribu Bryiniae, tribu
Desmodieae) y en base a caracteres morfológicos y moleculares concluyen que Adesmia
presenta mayor afinidad con los géneros Amicia, Chaetocalyx, Nissolia, Poiretia y Zornia.
Resulta importante destacar que todos estos géneros corresponden a antiguos integrantes de la
tribu Heysareae. A su vez, en el mismo trabajo se postula que los géneros mencionados
conformarían cada uno un grupo monofilético independiente.
A nivel infragenérico, la variación morfológica de Adesmia ha despertado el interés de
numerosos botánicos que, reconociendo la complejidad del género, han intentado organizarlo
en sistemas jerárquicos (e.g. series, secciones y subgéneros). Es así, como en los más de 200
años de historia del género se puede encontrar abundante literatura que tiene por objeto
circunscribir grupos naturales al interior de Adesmia (De Candolle 1825a, b, c, Hooker &
Arnott 1833, Meyen 1843, Taubert 1894, Spegazzini 1902, Burkart 1952, mayor detalle y
discusión de la historia del género en Burkart (1967)). Ya en 1938, se había publicado
alrededor del 75 % de las combinaciones específicas conocidas en la actualidad para el género
(Anexo 1a). Hasta nuestros días, uno de los autores más destacados en la sistemática de
Adesmia es Burkart (1939a, b, 1949a, b, 1952, 1954a, b, 1957, 1960, 1962, 1964, 1966, 1967),
quien describió numerosas especies y revisó el género en su totalidad. Resultado de su amplio
conocimiento del grupo, este autor circunscribió y resolvió gran parte de la problemática
nomenclatural de las cerca de 350 combinaciones descritas hasta el momento, además de
Filogenia de Acanthadesmia
130
establecer la base actual de la clasificación infragenérica de Adesmia (Anexo 1b). Burkart
(1967), considerando caracteres vegetativos y reproductivos, reconoció dos subgéneros y un
total de 45 series. El subgénero Adesmia agrupa a 35 de las series y el subgénero
Acanthadesmia reúne a las 10 series restantes. A juicio del autor, estos grupos son naturales
aunque reconoce la dudosa posición para algunas de las especies (Anexo 1b).
Otro autor que se destaca, por su contribución al conocimiento del género y por su
validación y revisión del sistema propuesto por Burkart, es su discípulo Ulibarri (1978, 1980,
1982, 1987, 1999, 2000, 2007, 2010, Ulibarri & Simpson 2010), quien planteó modificaciones
en la clasificación infragenérica, especialmente en lo relativo a la delimitación de algunas de
las series y la posición de varias especies dentro de las mismas. Cabe destacar los trabajos de
Ulibarri (1980), donde se sinonimiza la especie A. inconspicua –única integrante de la serie
Inconspicuae- con A. exillis, invalidando la serie en cuestión y Ulibarri (1987) donde a partir
del estudio de las series Microphyllae y Arboreae, ambas con un elevado número de especies,
concluyó con la sinonimia de Arborae bajo Microphyllae.
Después del trabajo realizado por Burkart, los estudios del género realizados con
especies chilenas son escasos, parciales y desactualizados, donde la principal fuente de
información proviene de floras, listados y catálogos florísticos realizados para Argentina. Uno
de los inconvenientes de tal situación resulta en que en recientes revisiones para el género en
dicho país, muchas de las especies nativas en Chile han pasado a la sinonimia (Ulibarri 1999,
Ulibarri & Burkart 2000). A su vez, nada se ha realizado con las especies endémicas de Chile,
las que corresponden aproximadamente al 25 % del género.
Tomando en cuenta que, en particular para Chile, el género se distribuye a lo largo de
todo el territorio, constituye el 43% de las Fabáceas chilenas, y es considerado como el
segundo género con mayor número de taxa en Chile continental (Marticorena 1990), se hace
evidente la necesidad de un estudio sistemático que incluya las especies de ambos países.
A pesar de la larga historia del género, su importancia en cuanto al número de especies,
su amplio rango de distribución geográfica, abundancia de algunas especies y sus constantes
evaluaciones taxonómicas, en la actualidad no existen hipótesis explicitas que reflejen las
relaciones de las especies del género. El poco consenso alcanzado en relación a la estructura
taxonómica de Adesmia, puede deberse por un lado a que los taxa infragenéricos definidos no
constituyan grupos monofiléticos, o bien a que los caracteres empleados no sean informativos
Filogenia de Acanthadesmia
131
de la estructura jerárquica del género. Con objeto de establecer la naturalidad del sistema de
Burkart (1967) y actualizaciones posteriores, el presente trabajo busca evaluar la monofilia de
la clasificación infragenérica del género Adesmia. En particular, del subgénero Acanthadesmia
y de las 9 series que actualmente se encuentran subordinadas al subgénero.
Figura 1: Distribución de los subgéneros Adesmia y Acanthadesmia establecida en base a registros procedentes de
los herbarios CONC, SGO, LP, SI, (significado de las siglas en el texto), en conjunto con la base IRIS del
Instituto de Botánica Darwinion de Argentina, que incluye registros de monografías, catálogos, y los principales
herbarios argentinos y sudamericanos. En rojo Acanthadesmia, en azul Adesmia. Línea puntada: Límite sur del
género Amicia.
Filogenia de Acanthadesmia
132
MATERIAL Y MÉTODOS
Selección de taxa
Adesmia cuenta con ca. 240 especies que se distribuyen a lo largo de la Cordillera de los
Andes, desde el norte del Perú hasta Tierra del Fuego (8º-54º S); y en las regiones semiáridas
en la Serra do Mar en Brasil con unas pocas representantes en Uruguay y Paraguay (Burkart
1967, Correa 1981, 1984, Miotto-Sfoggia 1993, Davyt & Izaguirre 1996, Izaguirre & Beyhaut
1998, Zuloaga & Morrone 1999, Ulibarri & Burkart 2000, Izaguirre 2005, Zuloaga et al. 1999,
2008,). La mayor riqueza específica y endemismos se encuentran en Chile y Argentina,
registrándose más de 100 especies en cada país (Marticorena & Quezada 1985, Ulibarri 1999,
Ulibarri & Burkart 2000). La naturalidad del sistema propuesto por Burkart (1967) fue
evaluada considerando a 43 especies del subgen. Acanthadesmia como grupo interno y a 87
especies del subgen. Adesmia como grupo hermano (Anexo 2). Dado que no existen trabajos
ontogenéticos en el género y que el registro fósil es prácticamente inexistente, la polaridad de
los caracteres se estableció utilizando diferentes grupos externos (Barriel & Tassy 1998,
Graham et al. 2002). En base al trabajo de Lavin et al. (2001), los potenciales grupos externos
corresponderían a Amicia, Chaetocalyx, Nissolia, Poiretia y Zornia. Para discriminar entre
ellos, se evaluó sus patrones de distribución. Aunque todos presentan similar límite sur de
distribución, este límite para Zornia, Poiretia, Chaetocalyx y Nissolia se presenta asociado
principalmente a las provincias paranense y pampeana (sensu Cabrera & Willink 1973). No
obstante, Amicia extiende su límite sur de distribución en las provincias andina y puneña,
presentando mayor afinidad geográfica con Adesmia (Fig. 1). En consecuencia se consideró a
la especie Amicia fimbriata Harms. como grupo externo más lejano.
Material estudiado
Para las 132 especies (incluyendo grupos externos), se revisó más de 3000 ejemplares de
herbario (Anexo 3), procedentes de: CONC (Herbario Universidad de Concepción-Chile), LP
(Museo Nacional de La Plata- Argentina), SI (Herbario del Instituto de Botánica Darwinion-
Argentina). Estos herbarios son los que poseen las colecciones más importantes para el
género, además de contener la mayor parte de las colecciones realizadas por Burkart a lo largo
de su extenso estudio del género. La visualización de los patrones de distribución se
confeccionó con el programa Arc View 3.2.
Filogenia de Acanthadesmia
133
Caracteres
Se consideró un total de 94 caracteres (Figs. 2 y 3, Tabla 1 y 2), construyéndose una matriz
morfológica que en su conjunto evalúa atributos de los órganos florales y vegetativos de las
especies. En esta matriz, 57 de los caracteres corresponden a caracteres cualitativos (Tabla 1)
y 37 a caracteres cuantitativos continuos o discretos (Tabla 2). Los caracteres cualitativos
fueron evaluados en todo el material disponible, complementando las observaciones con
información de literatura. Para los caracteres cuantitativos, se realizó un total de 25 medidas
por especie, salvo en el caso de aquellas especies que no se dispusiera de material. Los test
estadísticos que se aplicaron para determinar la variación de los caracteres fueron realizados
con el programa STATISTICA 6.0.
Figura 2: Caracteres cuantitativos: medidas realizadas en cada una de las estructuras de la planta. El valor menor
de las medidas consideradas fue de 0,1 cm. Los números corresponden a los caracteres listados en la Tabla 2
1
2
4
3
5
Flor
Cáliz
15
16
12
13
14
19
11
12 13
14
Fruto
7
6
8
Estípula
18 22
19
20 21
Hoja
9
10
Folíolo
17
Filogenia de Acanthadesmia
134
Figura 3: Caracteres cualitativos a) Forma de los folíolos y b) borde de las estructuras c) Forma del Cáliz y d)
disposición del pedicelo floral (Tabla 1). Adaptado de Rothe (1951).
Crenado
Aserrado
Dentado
Obovado
Lanceolado
Oblongo
Obtuso
Lineal
Orbicular
Aovado
a b
Campanulado
Crateriforme Poculiforme
Cupuliforme
Infunfibuliforme Ventricoso
hacia arriba
Recto
c d
Filogenia de Acanthadesmia
135
Tabla 1: Caracteres cualitativos y sus estados de carácter. 0 determinación del estado de carácter en Amicia (grupo externo). El asterisco (*), representa caracteres
cuantitativos, tratados como cualitativos. La información de estos últimos caracteres se obtuvo de la literatura complementada con las observaciones sobre los
ejemplares.
Carácter Estados de carácter Duración de la planta
Arquitectura de la planta
Hábito
Presencia de braquiblastos
Tipo de espinas
Número de bifurcaciones en las espinas*
Otras partes espinescentes de la planta
Ordenamiento de las ramas
Dirección del crecimiento
Tipo de pelos presentes en el indumento de la planta
Terminación hoja
Disposición de las hojas en el tallo
Folíolos digitados/pinados
Disposición de los folíolos en el raquis de la hoja
Raquis foliar alargándose*
Pubescencia del folíolo cara superior
Pubescencia del folíolo cara inferior
Persistencia del folíolo
Conduplicados
Forma de los folíolos
Ápice del folíolo
Base del folíolo
Consistencia del folíolo
Margen del folíolo
Pelos del margen del folíolo
Presencia de peciolulo
Forma de la estípula
Estípulas amplexicaule/no*
Pubescencia de la estípula
Borde de la estípula
perenne (0) anual (1)
sufrútice (0) hierba (1) cojín (2) arbusto (3)
sufrútice (0) hierba (1) arbusto (2)
ausentes (0) vegetativos (1) florales (2)
ausentes (0) simples (1) abanico (2) piramidal (3) escorpioide (4)
0 (0) 2 a 4 (1) más de 4 (2)
no (0) inflorescencia (1) estípulas (2)
laxo (0) comprimido (1)
horizontal (0) ascendente (1)
simples (0) glandulosos (1) ausentes (2)
paripinnadas (0) imparipinnadas (1) digitadas (2)
en toda la planta (0) basales (1)
pinnado (0) digitado (1)
opuestos (0) alternos (1) digitados (2)
no (0) 1 a 4 mm (1) mas de 5 mm (2)
pubescente (0) seríceo (1) incano (2) glabro (3) híspido (4) setuloso (5) lanoso (6)
pubescente (0) seríceo (1) incano (2) glabro (3) híspido (4) setuloso (5) lanoso (6) hirsuto (7)
persistente (0) caduco (1)
no (0) si (1)
obovado (0) lanceolado (1) oblongo (2) obtuso (3) aovado (4) linear (5) cuneiforme (6) orbicular (7)
obtuso (0) apiculado (1) cuspidado (2) agudo (3) mucronado (4) dentado (5) emarginado (6) escotado (7) truncado (8)
obtuso (0) agudo (1) truncado (2)
herbáceo (0) papiráceo (1) coriáceo (2) carnoso (3)
entero (0) dentado (1) crenado (2) lobulado (3) incurvo (4) engrosado (5) aserrado (6)
simples (0) ausentes (1) glándulas (2)
presente (0) ausente (1)
orbicular (0) lanceolada (1) obtusa (2) aovada (3) triangular (4)
un medio (0) tres cuartos (1) un cuarto (2) libres (3) completamente abrasadora (4)
pubescente (0) incana (1) setulosa (2) hirsuta (3) glabra (4) serícea (5)
liso (0) papiráceo (1) verrucosa/setulosa (2) crenada (3) ciliada (4) aserrada (5) dentada (6)
Filogenia de Acanthadesmia
136
Tabla 1 (continuación)
Carácter Estados de carácter Persistencia de la estípula
Grado de soldadura entre lóbulos de la estípula*
Fusión entre estípula y pecíolo
Consistencia estípula
Tipo inflorescencia
Posición de la inflorescencia en la planta
Naturaleza de la inflorescencia
Relación inflorescencia hojas
Consistencia de la inflorescencia
Termino de la inflorescencia
Forma de la bráctea
Pubescencia de la bráctea
Borde de la bráctea
Consistencia de la bráctea
Relación pedicelo bráctea*
Disposición del pedicelo/tallo
Pubescencia tallo inflorescencia
Tamaño de la flor*
Relación corola cáliz*
Ápice dientes cáliz
Forma del tubo
Inserción cáliz
Pubescencia del estandarte fuera
Pubescencia del estandarte dentro
Soldadura piezas florales
Tipo de emergencia
Forma del artejo
Consistencia del artejo
Unión de los artejos entre sí*
Dehiscencia del artejo
Forma del borde inferior del artejo
Tamaño de la planta*
persistente (0) caduca (1)
libres (0) un medio (1) tres cuartos (2) un cuarto (3)
libres (0) soldados (1)
herbáceo (0) papiráceo (1) coriáceo (2) carnoso (3)
racimo (0) flor solitaria (1) corimbo (2) panoja (3)
en toda la planta (0) apical (1)
caulinar (0) espina (1) braquiblasto (2) axilar (3)
escondida (0) sobresaliente (1) a ras de las hojas (2)
laxa (0) comprimida (1)
flor (0) espina (1) yema (2)
lanceolada (0) aovada (1) obtusa (2) orbicular (3) cordada (4) ausente (5)
pubescente (0) serícea (1) glabra (2) incana (3) hispida (4) setulosa (5) ausente (6)
liso (0) papiráceo (1) verrucosa/setulosa (2) crenada (3) ciliada (4) aserrada (5) dentada (6) ausente (7)
papiráceo (0) herbáceo (1) coriáceo (2) carnoso (3) no aplica (4)
pedicelo mayor (0) bráctea mayor (1) iguales (2) no aplica (3)
adpreso (0) perpendicular (1)
pubescente (0) seríceo (1) glabro (2) incano (3) hispido (4) setuloso (5) lanoso (6) hirsuto (7) tomentoso (8) no aplica (9)
de 0-0,5 cm (0) de 0,5-1 cm (1) de 1-1,5 cm (2) más de 1,5 cm (3)
corola mayor (0) cáliz mayor (1) iguales (2)
obtuso (0) agudo (1)
campanulado (0) crateriforme (1) poculiforme (2) cupuliforme (3) infundibuliforme (4)
recto (0) ventricoso hacia arriba (1)
glanduloso (0) glabro (1) pubescente (2) incano (3) seríceo (4) híspido (5)
glabro (0) pubescente (1)
soldadas (0) libres (1)
cerdas (0) cerdas plumosas (1) pelos plumosos (2) pelos simples (3) setulas (4) no hay (5)
orbicular (0) cuadrado (1) triangular (2) arriñonado (3)
coriáceo (0) membranoso (1) papiráceo (2)
un cuarto (0) un medio (1) tres cuartos (2) completamente unidos (3) libres (4)
indehiscente (0) dehiscente (1)
obtuso (0) truncado (1)
menos de 10 cm (0) de 10 a 60 cm (1) de 60 a 1,50 (2) más de 1,5 m (3)
Filogenia de Acanthadesmia
137
Tabla 2: Variación de los caracteres cuantitativos. Rango, promedio y moda se calcularon sobre la base de las observaciones totales. Los números entre paréntesis
corresponden al esquema de las medidas en la figura 2
Carácter Estructura N total Rango
(cm o unidades)
Promedio
(cm)
Desviación
estándar
Moda
Largo del tubo del cáliz (1)
Ancho del tubo del cáliz (2)
Largo total del cáliz (3)
Largo del diente superior del cáliz (4)
Largo del diente inferior del cáliz (5)
Superficie del cáliz
Largo del pedicelo floral
Largo de la inflorescencia
Largo del peciolo de la flor basal de la inflorescencia
Largo del peciolo de la flor media de la inflorescencia
Número de artejos
Largo de los artejos (6)
Ancho de los artejos (7)
Largo fruto (8)
Largo de la lámina foliar (9)
Largo del raquis foliar (10)
Distancia entre folíolos (11)
Superficie de la lámina foliar
Superficie hoja
Número de folíolos
Largo del folíolo medio (12)
Largo del primer folíolo (13)
Largo de último folíolo (14)
Eje de la base del folíolo (15)
Eje medio del folíolo (16)
Eje del ápice del folíolo (17)
Superficie del folíolo
Largo de la estípula (18)
Ancho de la base de la estípula (19)
Largo del lóbulo de la estípula (20)
Ancho de la base del lóbulo de la estípula (21)
Ancho medio de la estípula (22)
Flor
flor
flor
flor
flor
flor
flor
flor
flor
flor
fruto
fruto
fruto
fruto
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
hoja
2463
2463
2463
2463
2463
2463
2016
1985
2030
1574
1506
1626
1619
1485
2504
2567
2520
2416
2454
2485
2573
2469
2450
2494
2495
2468
2473
2517
2514
2515
2517
2501
0,1 - 0,8
0,1 - 0,7
0,2 - 1,7
0,1 - 1,1
0,1 - 1,3
0,01 - 0,35
0 - 20
0 - 56
0 - 14
0 - 4,1
1 - 14
0,1 - 2
0,1 - 0,8
0,2 - 3,9
0,1 - 17,3
0,1 - 41
0,1 - 2,4
0,01 - 58,9
0,03 - 43,3
2 - 52
0,1 - 7,6
0,1 - 9
0,1 - 9,9
0,1 - 22
0,1 - 4
0,1 - 4
0,01 - 6,2
0,1 - 1,8
0 - 0,8
0,1 - 1,7
0 - 0,8
0,1 - 4
0,3
0,3
0,5
0,2
0,2
0,1
0,8
6,0
0,9
0,6
3,4
0,4
0,4
1,1
1,2
2,3
0,3
1,4
1,5
10,4
0,6
0,6
0,5
0,2
0,2
0,2
0,1
0,4
0,1
0,2
0,2
0,1
0,09
0,09
0,20
0,16
0,16
0,04
2,28
7,28
0,81
0,45
2,03
0,13
0,13
0,64
1,28
2,11
0,20
2,96
2,77
5,84
0,50
0,55
0,54
0,46
0,24
0,20
0,30
0,22
0,10
0,17
0,11
0,14
0,2
0,3
0,3
0,1
0,1
0,04
0
0
0,2
0,5
2
0,4
0,4
0,8
0,4
1
0,1
0,0942
0,1884
6
0,3
0,4
0,2
0,1
0,2
0,1
0,02355
0,2
0,1
0,1
0,2
0,1
Filogenia de Acanthadesmia
138
Codificación de caracteres
La determinación de los estados de carácter para los caracteres cualitativos se realizó
mediante evaluación directa del carácter (Tabla 1), asignando las categorías de acuerdo a la
terminología descrita en Rothe (1951), Font Quer (1985), y terminología especializada para el
género descrita en Ragonese (1969a, b), Zaccaro de Mule (1974), Burkart (todas las citas del
autor), Ulibarri (1978, 1980, 1982, 1987, 1999).
La determinación de los estados de carácter de los caracteres cuantitativos (Tabla 2), se
realizó considerando tres métodos: (1) Simple gap-coding (SGC), método propuesto por
Mickevich & Johnson (1976), el cual, en base a estadística descriptiva evalúa la
discontinuidad o continuidad de la variación asociada a un carácter; (2) Una variación del
método variance-multiple range test (Sokal & Rohlf 1995), implementado por Sosa & De
Luna (1998), Palestina & Sosa (2002) y Guerrero et al. (2003), método en el cual, de existir
diferencias estadísticamente significativas entre las medias (p<0,05), se aplica un multiple
range test (ANOVA-MTR) para identificar grupos homogéneos de medias, los cuales
posteriormente son tratados como estados de carácter; y (3) Gap-weighting (GW), propuesto
por Thiele (1993), donde las medias son ordenadas por magnitud y luego los datos de cada
carácter (X) son estandarizados de acuerdo a la fórmula:
donde,
X: Corresponde al valor de la variable transformado, dependiendo si tiene una distribución de varianza no
equitativa, en este estudio se utilizó la transformación log (x+1).
Min: Es el valor más bajo de la media para todas las especies (Tabla 2, rango).
Max: Es el valor más alto de la media para todas las especies (Tabla 2, rango).
9: Corresponde al número máximo de estados de carácter permitidos, pudiendo adaptarse a los requerimientos de
los programas según la necesidad. En este caso, el programa NONA acepta sólo 9 estados de carácter.
El valor obtenido por este método posteriormente es redondeado al entero más cercano.
Los estados de carácter determinados de esta forma, son considerados como caracteres
aditivos, bajo el supuesto de que las transformaciones entre estados distantes, son
probablemente más informativas que aquellas transformaciones entre estados cercanos
(Kitching et al. 1998). De acuerdo a las características de variación de los datos, sólo fue
posible aplicar el método de gap-weighting (Anexo 4)
Filogenia de Acanthadesmia
139
Análisis de parsimonia
Los árboles filogenéticos se establecieron mediante parsimonia basados en caracteres
morfológicos. Las matrices de especies por caracteres fueron analizadas en el programa
NONA 2.0 (Goloboff 1993) activado desde WinClada (Nixon 1999a). La estrategia de
búsqueda de los cladogramas más parsimoniosos se realizó mediante métodos heurísticos con
permutación de ramas tipo TBR y reconexión múltiple (Múltiple TBR + TBR), permitiéndole
al programa retener un máximo de 10000 árboles, con 100 réplicas de secuencia de adición al
azar y 100 árboles iniciales en cada repetición (árboles de Wagner). Estos resultados fueron
contrastados con los resultados obtenidos mediante búsquedas con parsimonia de matraca
(Ratchet parsimony, Nixon 1999b). Considerando en este caso 500 réplicas de secuencia de
adición al azar, reteniendo 100 árboles por cada iteración y remuestreando un 10 % de los
caracteres. Para ambas estrategias de búsqueda se consideró sólo aquellos caracteres
informativos. Se realizaron búsquedas combinadas e independientes de datos cuantitativos y
cualitativos. En todas las búsquedas los caracteres fueron tratados como no aditivos (Fitch
1971), optimización que no penaliza las reversiones. No obstante, los caracteres cuantitativos
continuos codificados por el método de Thiele (1993), fueron considerados como aditivos
según lo establece el método (Farris 1970).
Para optimizar los cladogramas resultantes se utilizó la opción DELTRAN de
WinClada, opción que en el caso de existir más de una alternativa igualmente posible para
determinar la secuencia de transformación en los caracteres, favorece los cambios en las ramas
terminales del cladograma. Los valores de soporte para los nodos se determinaron mediante
non-parametric bootstrap, con 1000 pseudoreplicas al azar. El uso de este estadístico se
recomienda para caracteres morfológicos (Felsenstein 1985), dado el bajo número de hipótesis
de homología a evaluar. La información obtenida en los análisis fenéticos fue integrada a los
análisis filógenéticos mediante la evaluación de los porcentajes de varianza explicada de cada
carácter. Para aquellos caracteres que presentaron un bajo porcentaje de varianza explicada
obtenido a partir del análisis de componentes principales se procedió a confeccionar una nueva
matriz eliminando progresivamente estos caracteres del análisis cladístico.
Filogenia de Acanthadesmia
140
RESULTADOS
Caracteres y estados de carácter
A partir del análisis y evaluación de los caracteres, se observa una amplia variación
concentrada en algunas especies (especies polimórficas, e.g. A. aconcaguensis, A. aegiceras,
A. concinna, A. eremophila, A. grandiflora), o bien en algunos caracteres (caracteres
polimórficos), pudiendo reconocerse en estos últimos hasta 8 estados de carácter. Entre estos
caracteres altamente variables, se destacan aquellos asociados a la forma y pubescencia de las
estructuras foliares, tales como forma de los folíolos, forma de los ápices de los folíolos,
pubescencia de la lámina del folíolo (Tabla 1 y 2, Anexo 2). Aunque todos caracteres
cuantitativos presentaron diferencias estadísticamente significativas (Kruskal-Wallis test,
todos con p<0,05, Anexo 4b), no presentan características de discontinuidad. La distribución
de frecuencias de los caracteres muestra un alto grado de solapamiento entre los datos de las
diferentes especies (Anexo 4a); este comportamiento en los caracteres, imposibilitó la
aplicación del método SGC para la determinación de estados de carácter. La implementación
directa del método ANOVA-MTR tampoco fue aplicable a los caracteres, dado que ninguno
de ellos presentó una distribución normal (todos con p<0,05 en el test de Shapiro-Wilk, Anexo
4b). Incluso, verificando la diferencia de las medias a través del test no paramétrico Kruskal-
Wallis (todos con p<0,05), con la posterior aplicación del test de Scheffe no se detectó la
presencia de grupos homogéneos impidiendo la correcta determinación de estados de carácter
a través de esta metodología. En este análisis, se encontró un promedio de 10-15 grupos
homogéneos, sin diferencias significativas entre la composición de los grupos de especies. En
estos grupos las especies se concentraba en los primeros dos grupos homogéneos para la
mayor parte de los caracteres.
El patrón de solapamiento de los caracteres se ajusta a lo descrito por Thiele (1993),
para caracteres continuos. En este tipo de situaciones es necesario considerar que todas las
diferencias entre los estados de carácter son potencialmente informativas y el análisis de
parsimonia en su conjunto es el que discrimina cuales son los gap realmente informativos.
Situación contrastante con los métodos anteriormente descritos, en los cuales se utilizan
estadísticos a priori para realizar tal discriminación (Thiele 1993, Kitching et al. 1998). La
implementación de esta metodología permitió codificar todos los caracteres cuantitativos
continuos. La matriz de especies por caracteres se entrega en el Anexo 2.
Filogenia de Acanthadesmia
141
Monofilia de Acanthadesmia
Debido a que sucesivas búsquedas mediante metodos heurísticos entregaban árboles con bajos
índices de retención y un número reducido de árboles (10 árboles de máxima parsimonia,
Largo (L): > 3500, Índice de Consistencia (CI): < 0.10 e Índice de Retención (RI): < 0.20), se
detallan sólo los resultados obtenidos mediante Ratchet Parsimony, estrategia recomendada
para grandes sets de datos, para los cuales realiza búsquedas más exhaustivas en matrices que
presentan caracteres en conflicto (Maddison 1991). Aunque, aún con este análisis los árboles
encontrados presentan bajos índices tanto de retención como de consistencia, esta estrategia de
búsqueda representó una mejora sustancial en el índice de retención y el hallazgo de una
mayor cantidad de árboles igualmente parsimoniosos con un menor número de pasos (Tabla
3).
En el análisis considerando a las 132 especies y el total de caracteres se obtuvo 360
cladogramas de máxima parsimonia de los 10000 permitidos en el análisis, cuyos estadísticos
son: Largo (L): 3424, Índice de Consistencia (CI): 0.10 e Índice de Retención (RI): 0.48. Los
cladogramas más parsimoniosos presentan una topología completamente resuelta, y en
general, un patrón anidado de organización (Fig. 4). En la mayor parte de estos árboles se
reconocen 3 clados principales, los cuales agrupan a especies de diferentes series y
subgéneros. El cladograma de consenso de los 360 árboles posee una politomía basal, con una
baja resolución de grupos a partir de la cual se aprecia la formación de al menos 7 clados (Fig.
5). Sin embargo, la ambigüedad que colapsa la topología (entendida como la ubicación de un
terminal en distintas posiciones en los diferentes árboles igualmente parsimoniosos), se
centraría en unos pocos taxa, dado que la mayor parte de los clados son congruentes entre
árboles. La mayor parte de los clados, presentan porcentajes de aparición superiores al 90 %
(Fig. 6). No obstante, los grupos formados poseen bajos valores de soporte (non-parametric
bootstrap < 60%). Cabe destacar, que el árbol de consenso estricto a partir de las búsquedas
parciales sólo con caracteres cualitativos o cualitativos presenta un colapso casi total de los
nodos. Las distintas estrategias de búsqueda (Tabla 3), ya sea a partir de la evidencia total o a
partir de una muestra de la matriz, presentaron diversas topologías que tampoco recuperan el
sistema de Burkart.
Si bien, en el análisis no se recupera la ordenación propuesta por Burkart (1967), parte
de las relaciones establecidas por este autor son mantenidas. Por ejemplo, las series
Ameghinenses, Fuentesii y Papposae (en parte) conforman clados en la mayoria de los arbóles
Filogenia de Acanthadesmia
142
(flechas rojas, Fig. 6). Pese a que en todos los árboles, Acanthadesmia aparece como un grupo
polifilético, la mayor parte de sus especies conforman un solo clado. Los clados principales se
encuentran soportados por muy pocas sinapomorfias (Fig. 7). Sin embargo, la optimización de
varios de los caracteres considerados resultó ser ambigua. Por ejemplo, los caracteres 14, 20,
36, 46, 58, 63 y 75 (siglas en el Anexo 2) aparecen como autapomorfias cuando se optimizan
bajo la opción DELTRAN. No obstante, resultan ser los que soportan parte de las
agrupaciones bajo la opción ACTRAN. Ninguno de los caracteres (e.g. hábito de la planta,
arquitectura de las espinas caulinares, pubescencia y ornamentación del fruto), que en su
momento fueran utilizados para definir los taxa al interior de Adesmia resultaron presentarse
como sustento para la definición de grupos.
Tabla 3: Criterios de implementados con Ratchet Parsimony para la búsqueda de los árboles de máxima
parsimonia. Estadísticos de los árboles de acuerdo a lo referido en el texto. L: largo de los árboles de máxima
parsimonia, CI: índice de consistencia de los árboles, RI: índice de retención.
Criterio de búsqueda Nº
árboles
L CI RI
Con todas las especies y todos los caracteres 360 3424 0.10 0.48
Sin las especies que presentaban alrededor del 10% de caracteres ausentes
(matriz: 121especies x 94 caracteres)
2 3171 0.11 0.51
Sin las especies que presentaban alrededor del 10% de caracteres
ausentes, sin caracteres cuantitativos continuos
(matriz 121 especies x 62 caracteres)
25 1269 0.13 0.52
Sin las especies que presentaban alrededor del 10% de caracteres
ausentes, con los caracteres seleccionados a partir del análisis fenético
(matriz 121 especies x 68 caracteres)
3 1770 0.13 0.52
---> U Ami fim
C ARGY arg
C ARGY lit
C CAND can
C CAND pat
C COLU col
C COLU cyt
C FRIG fri
C GLUT bed C GLUT ped
C GUTT gut
C MICR adr C MICR aeg
C MICR con
C MICR eri
C MICR fri
C MICR gra
C MICR hor
C MICR hys
C MICR inf
C MICR mel
C MICR men
C MICR met
C MICR mic
C MICR mir
C MICR obc
C MICR obo
C MICR pau
C MICR pin
C MICR pol
C MICR pun
C MICR ren
C MICR sch
C MICR spi
C MICR tri
C MICR usp C MICR vol
C SUBT dig
C SUBT ech C SUBT hem
C SUBT min C SUBT occ
C SUBT sch
C SUBT sub
D AME ame D AME aue
D ARA ara
D ARA bre
D ARG arg
D ARG cal
D ARG col
D BAL bal
D BAL bor
D BAL con
D BAL coq
D BAL ema
D BAL res
D BAL rub
D BIC bic
D BIC inc
D BIC lat
D BRA aph
D BRA aro
D BRA ata D BRA bra
D BRA tri
D BRA ver
D CAP cap
D CON con
D CON cun
D CON dis
D CON pam
D DEN den
D FUE Fue D FUE jil
D GLO glo
D HIS fil
D HIS hun
D HIS Lep
D HIS rah
D LAN lan D LAN par
D LAN san
D LEI ela
D LEI fil D LEI pus
D LEIO lei
D LIH lih
D LON ara
D LON cor
D LON ere
D LON exi
D LON gra
D LON lan
D LON lon
D LON pro
D LON sil
D LON tor D LON vis
D LOT lot
D LOU lou
D LOU pir
D MAC mac
D MUR gra
D MUR mur
D MUR ret
D MUR smi
D PAP asp
D PAP bra
D PAP dar D PAP den
D PAP mic D PAP muc
D PAP pap
D PAP vis
D PHY phy
D PSO ara
D PSO cil
D PSO tri
D PUM aur D PUM pum
D PUM vil
D RET ret
D SAL sal
D SPU spu
D STE aco
D STE ste
D SUB neu
D SUB sec
D SUF suf
D TEN ten
D TRI tri
360 árboles
L: 3424
CI: 10
RI :48
Clado 1
Clado 2
Clado 3
Figura 4: Uno de los árboles más parsimoniosos. La sigla de las especies representa a
los subgéneros (G), series (SER) y especies (esp): G_SER_esp. Las letras iniciales: D
Adesmia, C Acanthadesmia. En rojo las especies de Acanthadesmia.
143
Filogenia de Acanthadesmia
---> U Ami fim
C ARGY arg
C ARGY lit
C CAND can
C CAND pat
C COLU col
C COLU cyt
C FRIG fri
C GLUT bed C GLUT ped
C GUTT gut
C MICR adr C MICR aeg
C MICR con
C MICR eri
C MICR fri
C MICR gra
C MICR hor
C MICR hys
C MICR inf
C MICR mel
C MICR men
C MICR met
C MICR mic
C MICR mir
C MICR obc
C MICR obo
C MICR pau
C MICR pin
C MICR pol
C MICR pun
C MICR ren
C MICR sch
C MICR spi
C MICR tri
C MICR usp C MICR vol
C SUBT dig
C SUBT ech C SUBT hem
C SUBT min C SUBT occ
C SUBT sch
C SUBT sub
D AME ame D AME aue
D ARA ara
D ARA bre
D ARG arg D ARG cal D ARG col D BAL bal D BAL bor
D BAL con
D BAL coq
D BAL ema D BAL res D BAL rub
D BIC bic
D BIC inc
D BIC lat
D BRA aph D BRA aro
D BRA ata D BRA bra
D BRA tri D BRA ver
D CAP cap
D CON con
D CON cun
D CON dis
D CON pam
D DEN den
D FUE Fue D FUE jil
D GLO glo
D HIS fil
D HIS hun
D HIS Lep
D HIS rah
D LAN lan D LAN par
D LAN san
D LEI ela
D LEI fil D LEI pus
D LEIO lei
D LIH lih
D LON ara
D LON cor
D LON ere
D LON exi
D LON gra
D LON lan
D LON lon
D LON pro
D LON sil
D LON tor
D LON vis
D LOT lot
D LOU lou
D LOU pir
D MAC mac
D MUR gra
D MUR mur
D MUR ret
D MUR smi
D PAP asp
D PAP bra
D PAP dar D PAP den
D PAP mic D PAP muc
D PAP pap
D PAP vis
D PHY phy
D PSO ara
D PSO cil
D PSO tri
D PUM aur D PUM pum
D PUM vil
D RET ret
D SAL sal
D SPU spu
D STE aco
D STE ste
D SUB neu
D SUB sec
D SUF suf
D TEN ten
D TRI tri
Figura 5: Cladograma de consenso estricto de los 360 árboles igualmente parsimoniosos.
Siglas Ídem. Figura 4. En rojo las especies del subgénero Acanthadesmia.
144
Filogenia de Acanthadesmia
---> U Ami fim
C ARGY arg
C ARGY lit
C CAND can
C CAND pat
C COLU col
C COLU cyt
C FRIG fri
GLUT bed
C GLUT ped
C GUTT gut
C MICR adr C MICR aeg
C MICR con
C MICR eri
C MICR fri
C MICR gra
C MICR hor
C MICR hys
C MICR inf
C MICR mel
C MICR men
C MICR met
C MICR mic
C MICR mir
C MICR obc
C MICR obo
C MICR pau
C MICR pin
C MICR pol
C MICR pun
C MICR ren
C MICR sch
C MICR spi
C MICR tri
C MICR usp C MICR vol
C SUBT dig
C SUBT ech C SUBT hem
C SUBT min C SUBT occ
C SUBT sch
C SUBT sub
D AME ame D AME aue
D ARA ara
D ARA bre
D ARG arg
D ARG cal
D ARG col
D BAL bal
D BAL bor
D BAL con
D BAL coq
D BAL ema
D BAL res
D BAL rub
D BIC bic
D BIC inc
D BIC lat
D BRA aph
D BRA aro
D BRA ata D BRA bra
D BRA tri
D BRA ver
D CAP cap
D CON con
D CON cun
D CON dis
D CON pam
D DEN den
D FUE Fue D FUE jil
D GLO glo
D HIS fil
D HIS hun
D HIS Lep
D HIS rah
D LAN lan D LAN par
D LAN san
D LEI ela
D LEI fil D LEI pus
D LEIO lei
D LIH lih
D LON ara
D LON cor
D LON ere
D LON exi
D LON gra
D LON lan
D LON lon
D LON pro
D LON sil
D LON tor
D LON vis
D LOT lot
D LOU lou
D LOU pir
D MAC mac
D MUR gra
D MUR mur
D MUR ret
D MUR smi
D PAP asp
D PAP bra
D PAP dar D PAP den
D PAP mic D PAP muc
D PAP pap
D PAP vis
D PHY phy
D PSO ara
D PSO cil
D PSO tri
D PUM aur D PUM pum
D PUM vil
D RET ret
D SAL sal
D SPU spu
D STE aco
D STE ste
D SUB neu
D SUB sec
D SUF suf
D TEN ten
D TRI tri
96
96
55
100
98
98 100
56
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
96
50
56
100
100
100
100
100
100
56
100
100
100
100
100
100
100
56
100
100
100
56
90
99
100
100
98
52
56
100
56
100
100
100
100
100
100
83
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100 99
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100 100
100
100 100
100
99
97
100
72
90
90
90
90
68
96
96
96
78
96
100
60
100
100
Figura 6: Cladograma consenso de mayoría (opción majority fools
en WinClada) de los 360 árboles igualmente parsimoniosos. Siglas
Ídem. Figura 4. En rojo las especies del subgénero Acanthadesmia.
Las flechas indican relaciones de las especies de acuerdo a Burkart
(1967)
145
Filogenia de Acanthadesmia
D L
EI e
la
D L
ON
tor
D P
AP
vis
78
69
68
66
65
64
50
42
29
27
24
16
1
2
2
2
5
1
1
1
2
4
3
1
7
3
D L
EIO
lei
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3
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3
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5
78
2
77
0
76
5
55
5
54
1
42
4
29
4
28
5
27
2
10
1
0
1
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2
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1
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1
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1
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AP
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1
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2
D P
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4
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3
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1
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1
16
3
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3
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3
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1
40
0
25
1
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3
86
4
85
5
79
0
76
3
70
5
57
1
37
0
35
0
34
0
33
0
31
0
24
2
23
1
14
0
11
0
8
0
0
1
92
3
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1
85
5
72
2
67
2
66
4
65
1
64
1
46
0
42
4
31
3
29
4
27
2
16
4
2
1
88
2
87
5
73
1
72
8
63
5
62
4
52
0
25
1
21
0
16
2
15
2
10
1
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87
3
82
3
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2
71
2
62
3
60
1
56
1
54
1
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0
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0
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2
83
2
47
0
46
2
41
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6
24
2
23
1
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6
65
1
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1
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0
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0
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1
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3
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0
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0
25
1
15
4
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2
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1
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14
6
Evidencia total uno de los mas parsimoniosso
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16
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2
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1
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2
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1
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2
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2
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1
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3
22
3
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3
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56
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4
1
3
147
Filogenia de Acanthadesmia
Figura 7 (continuación)
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92
1
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4
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1
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4
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0
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0
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1
27
1
26
2
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2
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1
83
1
44
2
41
5
31
3
28
2
22
3
20
68
16
05
15
05
10
1
6
1
D BAL coq
D LON cor
92
2
88
5
85
2
84
1
82
6
65
6
64
7
57
1
42
2
40
2
27
3
26
3
20
5
93
3
89
4
87
8
81
1
74
1
71
2
70
3
63
8
50
3
45
1
24
0
21
1
7
1
2
0
1
1
90
0
88
4
79
0
77
1
76
4
66
1
65
4
18
1
16
4
15
4
C GUTT gut
C MICR adr
C MICR aeg
C MICR obc
93
1
87
9
86
4
79
2
78
2
76
9
71
0
65
1
64
1
62
6
59
1
52
1
51
0
41
2
25
1
22
3
9
1
88
4
87
9
85
2
76
9
71
2
57
0
42
1
41
2
24
1
47
1
40
0
32
1
4
2
1
2
93
4
92
5
85
6
72
6
71
3
70
3
58
2
42
4
37
0
32
1
31
1
28
0
24
1
15
0
10
1
4
4
91
0
81
1
72
3
66
2
52
3
50
3
31
3
18
1
85
4
65
2
64
2
45
1
38
0
27
0
92
4
87
8
62
5
37
2
14
1
87
7
86
23
63
78
57
2
51
1
39
1
36
1
5
1
4
1
3
1
72
4
52
2
27
4
25
0
24
2
86
1
82
34
81
2
80
1
64
4
88
3
65
3
64
3 D LON gra
90
2
89
2
85
7
83
1
82
0
81
0
79
3
78
4
75
5
72
1
71
0
69
3
66
7
57
2
42
2
37
2
27
4
21
2
20
13
19
5
2
0
1
1
D ARG cal
D DEN den
D LON pro
91
0
90
0
87
2
86
0
85
0
83
1
71
0
63
3
52
2
93
3
85
6
82
5
79
2
76
7
71
3
67
2
66
5
61
2
59
1
50
1
49
0
45
1
44
3
43
4
42
7
41
6
39
2
37
0
35
0
34
1
29
5
26
3
24
02
23
6 0 1
92
1
76
2
66
3
64
5
46
0
31
3
8
0
2
1
1
2
2 4 0 0 01 0
46
3
44
12
43
0
39
1
33
1
28
1
22
2
16
2
15
2
6
1
16 14
78 65 55 54 27 25
87
3
62
2 0 0 1 4 1
84 77 67 66 43
58
1
54
0
31
3
26
1 D BIC bic
D LOU lou
92
4
89
4
87
9
85
7
92
1
85
1
84
0
80
1
79
2
78
2
77
0
74
3
71
4
70
0
69
2
67
1
66
2
61
3
46
0
D BAL con
3 1 6 2 1 2 2 46
83
1
76
4
74
1
72
2
57
1
29
1
27
0
8
0
2
0
1
1
44
3
43
4
42
7
40
5
39
2
37
0
34
1
28
0
22
2
20
13
93
3
88
4
87
8
71
2
65
4
64
4
63
8
62
5
35
0
19
3
86 82 76 56 38 29 24 23
D ARG arg
D BAL bal
87
8
82
1
77
0
67
1
66
5
63
8
52
2
50
2
46
3
42
4
41
3
28
1
24
1
23
0
17
1
16
2
84
0
81
0
69
0
66
2
43
1
33
0
21
1
9
1
3
1
D BAL bor 85
1
83
1
82
4
76
7
75
3
72
7
68
2
65
1
57
2
56
1
51
1
50
3
44
2
10
1
D BAL res 87
8
83
1
82
4
78
2
77
0
66
5
65
1
64
1
63
8
62
5
55
5
49
0
47
3
46
2
37
0
35
0
21
1
9
2
7
1
D BRA ver 74
1
72
0
70
0
58
1
45
1
29
3
28
2
26
0
20
6
19
7
91
0
90
0
89
4
82
2
81
1
79
0
78
0
86
01
85
2
55
3
38
1
31
3
27
4
61
3
43
3
42
3
24
2
23
2
16
5
82
3
81
2
76
6
50
1
33
3
22
3
3 56 4
89 87 62 1
3
---> U Ami fim
148
Filogenia de Acanthadesmia
Figura 7 (continuación)
Evidencia total uno de los mas parsimoniosso
---> U Ami fim
D PUM vil
D STE ste
93
7
92
4
88
7
85
5
74
1
72
9
71
0
70
9
66
2
52
5
50
1
47
3
32
1
31
2
20
3
10
1
8
0
1
1
90
1
81
2
77
1
76
1
71
6
65
7
64
8
62
6
49
0
48
2
46
0
42
0
41
4
40
3
28
0
26
4
7
0
93
6
87
9
85
4
73
1
72
6
62
5
21
0
16
4
15
4
1 2 2 1 9
C SUBT sub
D LAN lan
D LAN par
D LOT lot
D PUM aur
D PUM pum
D SUB sec
D SUF suf
72
6
55
2
51
1
50
3
49
0
45
1
38
1
36
2
32
0
27
2
8
1
5
1
4
1
3
12
88
4
87
8
67
1
65
4
64
4
62
7
52
2
50
1
47
3
46
6
38
1
16
4
10
1
93
1
85
2
82
0
72
1
71
0
61
1
46
2
33
0
16
2
15
2
1
1
93
5
88
4
74
3
70
6
65
4
64
4
56
1
31
1
14
1
12
1
10
1 63
8
51
1
50
3
49
0
46
9
45
1
29
1
26
3
19
5 93
8
91
1
89
3
85
4
80
1
74
1
72
5
71
4
70
8
56
2
46
0
29
0 93
3
88
1
87
0
76
4
70
2
67
2
66
3
63
3
62
0
38
1
31
0
27
2
20
6
0
1
85
0
82
2
73
1
70
7
62
3
52
4
44
1
43
1
42
1
41
2
40
3
39
0
37
2
29
1
28
5
22
3
16
1
15
1
12
1
10
2
88
2
87
3
82
2
73
1
71
2
62
2
16
3
15
3
7
0
67
1
66
2
28
4
1
1
85
3
81
1
75
2
88
2
87
5
72
5
71
0
93
4
69
1
54
1
7
1
93
3
72
4
70
4
63
6
87
6
63
5
62
45
D CAP cap 93
3
85
0
71
2
57
2
52
2
46
9
45
1
35
1
28
3
24
2
23
2
20
5
16
7
15
5
14
1
12
1
10
1
3
1
0
1
D LOU pir 93
0
85
0
76
8
74
3
72
2
70
0
61
2
48
2
33
0
27
0
16
3
3
1
2
2
1
3
D SPU spu 87
1
82
0
68
1
63
2
62
1
50
1
26
4
16
46
15
46
D STE aco 86
2
80
1
75
3
72
2
57
1
50
2
47
1
46
6
42
6
41
0
40
12
39
0 91 85 82 68 63
D AME ame
D AME aue
88 72 70 69 65 64 49 42 41 40 39
5 4 5 0 6 7 0 0 0 2 0
93
5
88
8
87
9
82
0
71
4
62
8
57
2
53
1
48
2
29
1
21
0
20
1
15
15
6
2
3
1
70
4
67
0
66
0
52
2
31
1
22
2
14
1
12
1
2
0 93
34
87
678
71
2
63
6
62
34
88
6
87
3
76
345
75
2
65
8
64
9
28
4
7
1
88
5
79
1
78
1
69
1
67
1
65
7
64
8
32
0
88
4
65
5
64
6
48
1
31
3
88
3
74
2
66
1
65
23
64
23
46
4
7
0
D GLO glo 82
2
79
1
78
1
76
4
75
2
69
1
68
1
52
2
2
0
93 92 88 87 76 74 63 57 81 62
D LAN san
D LON sil
D SAL sal
1 2 0 1 0 1 2 2
81
0
62
2
61
1
44
0
43
1
42
0
41
2
40
1
39
0
37
1
35
1
34
0
27
0
11
1
93
3
72
5
70
4
12
1
10
2
3
1
2
0
72
4
70
3
33
3
32
0
22
3
63
3
55
5
46
2
28
4
24
1
21
0
16
3
15
3
1 1
C CAND can
C MICR mic
86
3
85
4
66
0
62
3
56
3
55
1
42
1
31
0
29
1
72
1
93
2
82
2
78
1
7
0
92
2
72
4
63
7
31
1
87
6
43
1
40
1
26
4
18
1
C MICR pun
1
30
1
24
1
23
5
22
2
10
1
4
1
86
3
66
1
47
2
45
1
18
1
77
1
63
7
29
4
5
2
4
3
82
0
81
0
51
1
50
0
31
0
1
2
85
4
61
1
27
2
65
2
64
2
41
0
85
2
59
1
55
5
46
0
40
0
39
2
33
1
32
1
31
1
5
2
3
69
1
66
3
43
2
38
0
23
4
21
1
20
3
19
5
18
1
14
1
10
1
7
1
92
2
76
6
65
0
27
0
64
0
63
4
51
1
46
2
81
0
25
1
24
1
63
5
27
2
26
4
7
0
87
5
76
67
92
3
57
0
31
2
16
0
92
2
82
2
80
1
78
1
77
1
74
3
72
1
69
1
67
2
55
5
43
2
35
1
31
3
GLUT bed 92
3
85
6
61
3
59
1
47
2
38
1
35
1
27
4
9
2
C GLUT ped 88
1
87
5
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1
72
1
70
2
65
0
41
0
40
1
29
4
28
0
5
2
C MICR mel 65
0
64
0
63
7
54
0
42
4
4
3
C MICR mir 82
0
77
1
65
2
47
2
28
5
25
1
19
37
C MICR obo 86
1
82
2
79
1
78
1
76
9
69
1
66
3
54
0
49
0
46
2
35
1
21
1
D BAL rub 88
4
79
1
78
1
76
7
66
0
65
5
64
5
47
3
38
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0
34
1
a
a
b
b
149
Filogenia de Acanthadesmia
Figura 7 (continuación)
Filogenia de Acanthadesmia
150
DISCUSION
En este trabajo, no se sustenta la monofila de los diferentes taxa existentes en el interior de
Adesmia (Figs. 4, 5 y 6). Tanto los subgéneros como las series tal como se encuentran
circunscritos en la actualidad, no concuerdan con los grupos formados como resultado de este
estudio. En los distintos análisis de la variación de los caracteres tanto cuantitativos como
cualitativos, queda de manifiesto el alto grado de variación de la morfología, no solo
concentrado en algunas series sino que del género en su totalidad. La mayor parte de los
atributos evaluados se encuentran ampliamente distribuidos entre las series, muchas las cuales
poseen especies polimórficas para algunos caracteres. Por ejemplo, el carácter forma del
folíolo, es posible encontrarlo en varias especies con varios estados de carácter (incluso un
mismo individuo puede presentar similar variación, obs. pers.). Lo mismo ocurre con todos
aquellos caracteres que se relacionan con la forma de las estructuras (Anexo 2). En contraste,
existen caracteres que presentaron menos polimorfismo y se ajustan de mejor manera a los
grupos establecidos por Burkart (1967). Por ejemplo, la presencia de espinas (independiente
de su arquitectura) se encuentra exclusivamente en el subgénero Acanthadesmia. De igual
forma, el hábito perenne así como la presencia de braquiblastos están presentes en todas las
series del subgénero, aunque no son exclusivos de éste.
Mediante la aproximación cladista, es posible identificar al interior del género al
menos 5 clados de igual jerarquía (Figs. 4 y 6). No obstante, los árboles encontrados presentan
bajos índices de consistencia y retención. Los bajos índices de retención y la cantidad de
árboles encontrados, además de indicar un alto grado de homoplasia en el sistema, estarían
sugiriendo que la estructura de los datos presenta problemas de combinatoria para el hallazgo
de los árboles de máxima parsimonia (problema de Islas, sensu Maddison 1991). Si bien, al
igual que en el sistema de Burkart los grupos (clados) encontrados difieren enormemente en
cuanto al número de especies (e.g. clado 1 integrado por una única especie versus el clado 5
con más de 100 especies, Fig. 6), la identidad de las especies contenida en cada grupo varía
considerablemente. De mantenerse la estructura jerárquica (series subordinadas a subgéneros),
debiese considerarse un mayor número de componentes a niveles superiores, es decir, un
mayor número de subgéneros y una reestructuración o eliminación de las categorías menores
(series).
Filogenia de Acanthadesmia
151
Burkart (1967) reconoce que en algunos casos los grupos que propone son artificiales
refiriéndose principalmente a la ubicación de las especies dentro de las series. A su vez,
implícitamente este autor establece posibles afinidades entre series de diferentes subgéneros,
como es el caso de la serie Argyrophyllae la cual la considera un grupo homogéneo que
presenta una evolución paralela a la serie Argenteae, con una innegable afinidad entre ellas.
Con esta aseveración, el autor plantea lo posibilidad de un origen polifilético para los
subgéneros. La inconsistencia que se ha ido encontrando en el sistema de Burkart se ve
reflejada en trabajos que han tratado al género de manera parcial y que terminan en la
sinonimia de algunas de las series propuestas por Burkart. Por ejemplo, la sinonimia serie
Arboreae bajo Microphyllae. Ulibarri (1987) concluyó por fundir a ambas series dado que
presencia de flores en braquiblastos o fuera de ellos como carácter diagnostico para
diferenciarlas (carácter morfológico que definía la serie en la propuesta de Burkart), no es
constante entre las especies, ni tampoco en un mismo individuo. Es frecuente la ocurrencia de
cierta incongruencia resultante entre los análisis cladísticos y los taxonómicos (Grant, 2003),
no siendo el caso de Adesmia una excepción. La mayor parte de los criterios y/o caracteres
seleccionados y empleados en este análisis fueron los utilizados por Burkart al definir la
clasificación de Adesmia. La gran diferencia es la metodología que aquí se emplea, que no le
otorga “peso” a un carácter en particular sino que considera la totalidad de caracteres para la
definición de los grupos. Esto podría explicar la incongruencia encontrada o parte de la
misma, entre el análisis cladístico y el sistema de clasificación existente.
Resulta interesante destacar que la afinidad de algunas de las especies al interior de los
clados ya había sido establecida por Burkart (1952, 1954, 1957, 1960, 1962, 1964, 1966,
1967), ya sea conformando una serie en particular, o bien declarando tácitamente la afinidad
entre las especies pero no representándolo en su sistema. Por ejemplo las especies A. fuentesii
y A. jilesiana, ambas pertenecientes a la serie Fuentesii, aparecen conformando un mismo
clado (Fig. 6). Similarmente las especies de la serie Papposae incluidas en este análisis,
aunque no formaron un clado exclusivo, se presentan como un grupo parafilético en conjunto
con especies de las series Araucanae, Confertae y Lihuelensis. En el caso particular del
subgénero Acanthadesmia, la mayor parte de las especies, conforman un clado, pero el grupo
sería polifilético. Llama la atención la en la topología de los árboles de consenso (Figs. 5 y 6),
la relación entre las series Subterranea y Arboreae (actualmente Microphyllae). Burkart
Filogenia de Acanthadesmia
152
(1967) refiriéndose a la posible asociación de las especies de estas series establece que
Subterranea derivaría de la serie Arboreae en donde, la serie en cuestión presentaría una
evidente adaptación a la alta montaña, y posiblemente posea un origen polifilético. La
topología anidada del clado en cuestión, además de contener la hipótesis de Burkart, incluye
hacia el final especies distribuidas principalmente en zonas frías o altoandinas.
Dado el alto número de especies que posee el género, resulta importante encontrar una
adecuada cantidad de caracteres que permitan la distinción entre los grupos que lo conforman.
En este trabajo, se destaca la mayor resolución en la topología de los árboles, obtenida a partir
de la inclusión de caracteres cuantitativos continuos. No obstante, esta mayor resolución
carece de caracteres sinapomórficos que sustenten los potenciales grupos identificados (Fig.7).
Esta situación puede estar indicando que el motor que gatilló la diferenciación morfológica de
entidades al interior del género sean presiones adaptativas a las nuevas condiciones de hábitat
a las cuales estuvo sujeto el desarrollo de Adesmia. Por ejemplo, entre los caracteres altamente
variables, se destacan aquellos caracteres asociados a la forma de las estructuras foliares
(Tabla 1), caracteres que si bien pueden haber evolucionado de manera independiente,
diferenciando a las especies, también pueden corresponder a convergencias para una misma
condición de hábitat (e.g. frío y aridez). Algunos autores plantean que este tipo de caracteres
no son útiles como caracteres diagnósticos, ya que existe una tendencia a ser plásticos, por lo
que dependerán mucho de condiciones abióticas, y su utilización en taxonomía no
representaría necesariamente la formación de grupos naturales.
El comportamiento variable y polimorfico de los caracteres no fue ajeno a los
precedentes autores que mantienen vigente la clasificación del género. Por ejemplo, uno de los
caracteres diagnósticos utilizados para circunscribir varias de las series corresponde a la
presencia de fruto plomoso o no plumoso, y a pesar de que se trata de un carácter
inconsistente, el cual no sustenta la formación de grandes grupos y sólo es constante en
algunas de las series, es utilizado como uno de los caracteres que sustenta la formación y
diferenciación de varias series (Burkart 1967). Para el caso de la serie Microphyllae el autor
describe: “La complejidad de este grupo polimorfo, la variabilidad de los caracteres y la gran
afinidad de las especies, me impide en la actualidad, dar una clave efectiva para su
identificación... Da la impresión de ser un complejo en pleno proceso evolutivo, o dicho de
otro modo en activo periodo de especiación”. A un nivel taxonómico mayor, el subgénero
Filogenia de Acanthadesmia
153
Acanthadesmia se distingue del subgénero Adesmia esencialmente por la presencia de espinas.
Sin embargo, ni las espinas, así como ninguno de los caracteres mencionados en la diagnosis
de estos taxa sustenta la formación de grupos o clados monofiléticos al interior del género.
Adesmia al ser un género con una amplia distribución en la cordillera de los Andes, es
posible que el desarrollo del macizo cordillerano haya determinado los patrones de evolución
del mismo, condicionando una rápida diferenciación de especies por radiación adaptativa
(Schluter 2000). Hughes & Easwood (2006) en un estudio sobre la radiación producida por el
levantamiento de los Andes, muestran que para Lupinus (Fabaceae) no se observan
innovaciones morfológicas en un número elevado de especies que posiblemente especiaron a
partir de estos eventos. Estos autores sugieren que la diversificación de numerosas especies,
tenga como motor presiones de tipo ecológico producto de las nuevas oportunidades de hábitat
que ofreció el levantamiento andino. Si esta situación se corresponde con lo ocurrido en
Adesmia, se podría explicar la baja señal filogenética de los caracteres morfológicos para
representar las relaciones de ancestro descendencia en el género. Una estructura jerarquica
sólo podría ser evaluada con caracteres neutros como los moleculares.
La evidencia indica que las especies del género Adesmia conformaban distintas biotas
ancestrales a lo largo de los Andes (Mihoc et al. 2006, Mihoc et al. 2012 ms), sugiriendo al
menos una incipiente diferenciación de especies que se vieron afectas producto del desarrollo
reciente del macizo cordillerano (Stuessy & Taylor 1995, Garzione et al. 2008, Hoke &
Garzione 2008, Sempere et al. 2008). Si las presiones selectivas provocadas por los cambios
geológicos y climáticos determinaron una rápida diferenciación de las especies, es posible
proponer una evolución convergente de muchas especies. Esto explicaría el alto grado de
homoplasia encontrado en los caracteres morfológicos. En consecuencia el grado de
semejanza morfológica encontrado en estos análisis serían indicadores de semejanza ecológica
y no necesariamente de ancestría común. Esto implica que las semejanzas morfológicas
podrían ser evidencia de radiación adaptativa y de convergencia funcional de las estructuras
debido al ambiente. Así como en Adesmia, muchos otros géneros presentan similar
comportamiento en donde los caracteres morfológicos, presentan filogenias poco resueltas o
con bajos indices de soporte. (e.g. Nassauvia, Chuquiraga, Chaetanthera)
Filogenia de Acanthadesmia
154
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Filogenia de Acanthadesmia
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Anexo 1
___________________________________________________________________________________________
a.-Combinaciones establecidas hasta 1938, fecha en que comienza la revisión del género por Burkart.
b.- Actualización del sistema propuesto por Burkart (1967)
1825
A. bicolor (Poir.) DC. 1825
A. dentata (Lag.) DC. 1825
A. hispidula (Lag.) DC. 1825
A. longiseta DC. 1825
A. muricata (Jacq.) DC. 1825
A. papposa (Lag.) DC. 1825
A. pendula (Poir.) DC. 1825
A. punctata (Poir.) DC. 1825
A. smithiae DC. 1825
1830
A. angustifolia Hook. & Arn. 1830
A. glutinosa Hook. & Arn. 1830
A. microphylla Hook. & Arn. 1830
A. tenella Hook. & Arn. 1830
1832
A. floribunda G. Don 1832
A. fruticulosa G. Don 1832
A. horrida var. minor Hook. & Arn. 1832
A. mimosoides G. Don 1832
A. trijuga var. robustior Hook. & Arn. 1832
1833
A. alpina Gillies ex Hook. 1833
A. argentea Gillies ex Hook. 1833
A. arnottiana Gillies ex Hook. 1833
A. aspera Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. bracteata Hook. & Arn. 1833
A. caespitosa Gillies ex Hook. 1833
A. capricornica Gillies ex Hook. 1833
A. coluteoides Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. coronilloides Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. dentata Gillies ex Hook. 1833
A. doniana Gillies ex Hook. 1833
A. gilliesii Hook. & Arn. 1833
A. grandiflora Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. hookeriana Gillies ex Hook. 1833
A. horrida Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. lambertiana Gillies ex Hook. 1833
A. leiocarpa Hook. & Arn. 1833
A. loudonia Hook. & Arn. 1833
A. mucronata Hook. & Arn. 1833
A. muricata Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. pedicellata Hook. & Arn. 1833
A. pinifolia Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. retrofracta Hook. & Arn. 1833
A. trifoliata Gillies 1833
A. trifoliolata Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. trijuga Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. uspallatensis Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. viscosa Gillies ex Hook. & Arn. 1833
A. wallichiana Gillies ex Hook. 1833
1834
A. arborea Bertero ex Colla 1834
A. argentea Meyen 1834
A. balsamica Bertero ex Colla 1834
A. cuneata Meyen 1834
A. vesicaria Bertero ex Colla 1834
1836
A. glabriuscula Vogel 1836
1837
A. spinosa Lesson 1837
1838
A. calycina Vogel 1838
A. ciliata Vogel 1838
A. incana Vogel 1838
A. latifolia (Spreng.) Vogel 1838
A. psoraleoides Vogel 1838
A. tristis Vogel 1838
1840
A. berteroniana Steud. 1840
A. decipiens Steud. 1840
A. denticulata Steud. 1840
A. diffusa Bertero ex Steud. 1840
A. monosperma Steud. 1840
A. muricata Bertero ex Steud. 1840
A. papposa Berero ex Steudel 1840
A. pendula Bertero ex Steud. 1840
A. racemosa Steud. 1840
A. radicans Bertero ex Steud. 1840
A. smithiae Bertero ex Steud. 1840
A. tribuloides Steud. 1840
A. virgata Bertero ex Steud. 1840
1842
A. meyeriana Walp. 1842
1843
A. gracilis Meyen ex Vogel 1843
A. pauciflora Vogel 1843
A. tomentosa Meyen 1843
A. verrucosa Meyen 1843
1845
A. lotoides var. vaginata Hook. f. 1845
Filogenia de Acanthadesmia
160
A. suffocata Hook. f. 1845
1845-46
A. grisea Hook. f. 1845-46
1846
A. miraflorensis Remy 1846
1847
A. affinis Hook. f. 1847
A. aphylla Clos 1847
A. arachnipes Clos 1847
A. boronioides Hook. f. 1847
A. candida Hook. f. 1847
A. corymbosa Clos 1847
A. curvifolia Clos 1847
A. denticulata Clos 1847
A. dichotoma Clos 1847
A. elata Clos 1847
A. elegans Clos 1847
A. emarginata Clos 1847
A. exilis Clos 1847
A. filifolia Clos 1847
A. glomerula Clos 1847
A. lanata Hook. f. 1847
A. laxa Clos 1847
A. lotoides Hook. f. 1847
A. monosperma Clos 1847
A. multicuspis Clos 1847
A. obcordata Clos 1847
A. obovata Clos 1847
A. obscura Clos 1847
A. parviflora Clos 1847
A. phylloidea Clos 1847
A. propinqua Clos 1847
A. prostrata Clos 1847
A. pumila Hook. f. 1847
A. cinerea Clos 1847
A. pungens Clos 1847
A. radicans Clos 1847
A. radicifolia Clos 1847
A. stipulacea Clos 1847
A. subterranea Clos 1847
A. valdesia Clos 1847
A. villosa Hook. f. 1847
1854
A. filipes A. Gray 1854
A. hispidula var. hispidula 1854
A. hispidula var. plumosa A. Gray 1854
A. hispidula var. subnuda A. Gray 1854
1855
A. retusa Griseb. 1855
1856
A. aegiceras Phil. 1856
A. araucana Phil. 1856
A. argyrophylla Phil. 1856
A. axillaris Phil. 1856
A. brachycarpa Phil. 1856
A. compacta Phil. 1856
A. decumbens Phil. 1856
A. dendroidea Phil. 1856
A. elongata Phil. 1856
A. gayana Phil. 1856
A. germainii Phil. 1856
A. glauca Phil. 1856
A. humilis Phil. 1856
A. inconspicua Phil. 1856
A. longipes Phil. 1856
A. meyeniana Phil. 1856
A. montana Phil. 1856
A. oligophylla Phil. 1856
A. parvifolia Phil. 1856
A. pulchra Phil. 1856
A. trifoliata Phil. 1856
A. volckmannii Phil. 1856
1857
A. ononidis Griseb. 1857
A. sericea Griseb. 1857
1859
A. macrostachya Benth. 1859
A. muricata var. dentata (Lag.) Benth. 1859
A. punctata var. hilariana Benth. 1859
A. punctata var. punctata 1859
A. psoraleoides var. glabrata Benth. 1859
1860
A. atacamensis Phil. 1860
A. eremophila Phil. 1860
A. erinacea Phil. 1860
A. frigida Phil. 1860
A. graveolens Phil. 1860
A. hystrix Phil. 1860
A. micrantha Phil. 1860
A. pusilla Phil. 1860
A. sessiliflora Phil. 1860
1861
A. glandulosa Phil. 1861
A. polyacantha Wedd. 1861
A. rupicola Wedd. 1861
1862
A. capricornu Phil. 1862
1864
A. smithiae var. misera Phil. 1864
1864-65
A. arvensis Phil. 1864-65
A. landbeckii Phil. 1864-65
Filogenia de Acanthadesmia
161
A. ramosissima Phil. 1864-65
A. schneideri Phil. 1864-65
A. denudata Phil. 1865-65
1865 A. calocarpa Phil. 1865
A. chillanensis Phil. 1865
A. deserticola Phil. 1865
A. odontophylla Phil. 1865
A. oxalidophylla Phil. 1865
A. psilocarpa Phil. 1865
1872
A. aprica Phil. 1872
A. canescens Phil. 1872
A. closii Phil. 1872
A. coluteoides Phil. 1872
A. davilae Phil. 1872
A. filicaulis Phil. 1872
A. glaucescens Phil. 1872
A. hirsuta Phil. 1872
A. humifusa Phil. 1872
A. kingii Phil. 1872
A. leptacantha Phil. 1872
A. oresigena Phil. 1872
A. parvula Phil. 1872
A. pearcei Phil. 1872
A. quadrijuga Phil. 1872
A. simonsi Phil. 1872
1874
A. caragana Griseb. 1874
A. cytisoides Griseb. 1874
A. inflexa Griseb. 1874
A. pugionata Griseb. 1874
1879
A. schickendanztii Griseb. 1879
1881
A. glomerata F. Phil. 1881
1884
A. bijuga Phil. 1884
1891
A. adenophora Phil. 1891
A. caespitosa Phil. 1891
A. concinna Phil. 1891
A. crassicaulis Phil. 1891
A. leucopogon Phil. 1891
A. melanthes Phil. 1891
A. polyphylla Phil. 1891
A. rahmeri Phil. 1891
A. senticula Phil. 1891
A. sentis Phil. 1891
A. subumbellata Phil. 1891
1893
A. brachysemeon Phil. 1893
A. calycosa Phil. 1893
A. disperma Phil. 1893
A. dumosa Phil. 1893
A. fernandezii Phil. 1893
A. furcata Phil. 1893
A. grisebachii Phil. 1893
A. melanocaulos Phil. 1893
A. microcalyx Phil. 1893
A. palenae Phil. 1893
A. pentaphylla Phil. 1893
A. remyana Phil. 1893
A. tenuicaulis Phil. 1893
A. tenuis Phil. 1893
A. torcae Phil. 1893
A. villosa Phil. 1893
A. virens Phil. 1893
1895
A. medinae (Reiche) Phil. 1895
A. trifoliata Gillies ex Jackson 1895
1896
A. pampeana Speg. 1896
1897
A. ameghinoi Speg. 1897
A. calopogon Phil. 1897
A. colinensis Phil. 1897
A. darapskyana Phil. 1897
A. dessaueri Philippi ex Reiche 1897
A. divaricata Phil. 1897
A. filipes var. obtusifolia Speg. 1897
A. glabrata Phil. 1897
A. godoyae Philippi ex Reiche 1897
A. grandiflora var. calocarpa (Phil.) Kurtz 1897
A. grandiflora var. gracilis Kurtz 1897
A. intricata Philippi ex Reiche 1897
A. izquierdi Phil. 1897
A. laeta Phil. 1897
A. latistipula Phil. 1897
A. melanocarpa Phil. 1897
A. patagonica Speg. 1897
A. patagonica var. nana Speg. 1897
A. peraltae Philippi ex Reiche 1897
A. racemosa Phil. 1897
A. renjifoana Philippi ex Reiche 1897
A. resinosa Phil. 1897
A. serrazziana Speg. 1897
A. vallis-pulchrae Phil. 1897
A. venosa Phil. 1897
A. villanuevae Philippi ex Reiche 1897
1898
A. berteroi Phil. ex Kuntze 1898
A. macrostachya Philippi ex Reiche 1898
Filogenia de Acanthadesmia
162
A. morenonis Harms ex Kuntze 1898
A. parvifolia var. axillaris (Phil.) Reiche 1898
1899
A. canescens (A. Gray) Speg. 1899
A. karraikensis Speg. 1899
A. leptopoda Speg. 1899
A. lotoides var. normalis Speg. 1899
A. lotoides var. brachypoda Speg. 1899
A. lotoides var. elata Speg.1899
A. lotoides var. petiolulata Speg.1899
A. lotoides var. typica Speg. 1899
A. rudolfii Speg. 1899
A. salicornioides Speg. 1899
A. tehuelcha Speg. 1899
A. villosa var. acutifolia Speg. 1899
1900
A. carnosa Dusén 1900
A. firma Poepp. ex Neger 1900
A. maulina (Reiche) K. Schum. 1900
A. negeri Dusén 1900
1901
A. glutinosa Arechav. 1901
A. muricata var. dentata Arechav. 1901
A. uruguaya Arechav. 1901
1902
A. aphanantha Speg. 1902
A. graminidea Speg. 1902
A. silvestrii Speg. 1902
1906
A. patancana Ulbr. 1906
1907
A. amblysepala Solms 1907
A. neuquensis Speg. ex Autran 1907
A. pumila var. aurantiaca Dusén 1907
1909
A. hemisphaerica Hauman 1909
1913
A. hedysaroides (Schrank) Hauman 1913
1915
A. filipes var. obcordata Hicken 1915
A. rafaelensis (Chodat & Wilczek) Hicken 1915
1916
A. campestris (Rendle) Rowlee 1916
A. glandulifera (Rendle) Skottsb. 1916
A. rigida Skottsb. 1916
A. unifoliolata Skottsb. 1916
1918
A. capitellata (Clos) Hauman 1918
A. glareosa (Chodat & Wilczek) Hauman 1918
A. nana (Chodat & Wilczek) Hauman 1918
A. stenocaulon Hauman 1918
A. subsericea (Chodat & Wilczek) Hauman 1918
A. subsericea var. nigropunctata Hauman 1918
A. subsericea var. subsericea 1918
A. tristis Hauman 1918
1923
A. oligophylla var. quadripinnata Hicken 1923
1927
A. guttulifera Sandwith 1927
1928
A. spuma Werdermann ex Burkart 1928
1929
A. diaziana I.M. Johnst. 1929
A. glanduligera I.M. Johnst. 1929
A. gracillima I.M. Johnst. 1929
A. viscidissima I.M. Johnst. 1929
1930
A. augusti J.F. Macbr. 1930
A. karraikensis fo. relaxata Hicken 1930
1932
A. nordenskioldii (R.E. Fr.) Hicken ex L. Cárdenas
1932
1934
A. fuentesii Grandjot 1934
1936
A. codonocalyx Grandjot 1936
A. decumbens var. berteroi Phil. 1936
A. herteri Looser 1936
1938
A. pirionii I.M. Johnst. 1938
Filogenia de Acanthadesmia
163
Anexo 1b: Actualización del sistema propuesto por Burkart (1967) Subgénero Adesmia: Hierbas, sufrútices, arbustos o muy rara vez árboles inermes, sin espinas.
Balsamicae Burk.
A. balsamica Bert.
A. boronioides Hook. f. A. concinna Phil.
A. coquimbensis Burk.
A. curvifolia Clos A. emarginata Clos
A. monosperma Clos A. pearcei Phil.
A. propinqua Clos
A. resinosa Phil. A. rubroviridis Burk.
A. viscosa Hook. & Arn.
Loudoniae Burk.
A. bijuga Phil.
A. loudonia Hook. & Arn. A. pirionii I. M. Johnst.
Denticulatae Burk.
A. denticulata Clos.
A. elegans Clos.
Macrostachyae Burk.
A. macrostachya Benth.
Psoraleoides Burk.
A. araujoi Burk.
A. ciliata Vog. A. paranensis Burk.
A. psoraleoides Vog.
A. reitziana Burk. A. rocinhensis Burk.
Muricatae Burk.
A. bonariensis Burk.
A. cordobensis Burk.
A. grandiflora Hook. & Arn. A. muricata (Jacq.) DC.
A. polygaloides (Chod. & Wilcz.)
Hicken A. retrofracta Hook. & Arn.
A. smithiae DC.
Confertae Burk.
A. conferta Hook. & Arn.
A. cuneata Mey. ex Vogel A. disperma Phil.
A. filicaulis Phil.
A. laxa Clos. A. pampeana Speg.
A. pseudincana Burk. A. reclinata Muñoz
A. torcaea Phil. 1
Lihuelenses Burk.
A. lihuelensis Burk.
A. pseudogrisea Burk.
Fuentesii Burk.
A. fuentesii Grangj. A. jilesiana Burk.
Araucanae Burk.
A. araucana Phil.
A. brevivexillata Burk.
A. glaucescens Phil.
Bicolores Burk. A. bicolor (Poir.) DC.
A. incana Vog.
A. latifolia (Spreng.) Vog.
A. punctata (Poir.) DC . A. globosa Davyt et Izaguirre 3
Retusae Burk.
A. retusa Gris.
Stenocaules Burk.
A. aconcaguensis Burk.
A. fabrisii Burk.14
A. stenocaulon Haum.
Glomerulae Burk.
A. glomerula Clos
Spumae Burk.
A. spuma Werderm. ex Burk.
Pumilae Burk.
A. aurantiaca (P.Dusén) Burk.
A. pumila Hook. f. A. villosa Hook. f.
A. ruiz-lealii Correa 5
Lanatae Burk.
A. aphanantha Speg. A. axillaris Phil. 6
A. gracillima Johnst.
A. lanata Hook. f. A. parvifolia Phil.
A. sandwithii Burk.
A. burkartii Correa 5
Lotoides Burk.
A. lotoides Hook. f. A. unifoliolata Skottsb. 12
Salicornioides Burk.
A. salicornioides Speg.
Suffocatae Burk.
A. suffocata Hook. f.
Subnudae Burk.
A. neuquenensis Burk.
A. securigerifolia Hert.
A. subnuda (A. Gray) Burk.
Capitellatae Burk. A. capitellata (Clos) Hauman A. quadripinnata (Hicken) Burk.
Tenellae Burk.
A. angustifolia Hook. & Arn. 13
A. multicuspis Clos
A. tenella Hook. & Arn. A. parvula Phil. 13
Leiocarpae Burk. A. elata Clos
A. filifolia Clos A. leiocarpa Hook. & Arn.
A. micrantha Phil.
A. parviflora Clos A. pusilla Phil.
Hispidulae Burk.
A. aucaensis Burk.
A. filipes A. Gray A. hispidula (Lag) DC.
A. hunzikeri Burk.
A. leptobotrys Burk. A. rahmeri Phil.
Phylloideae Burk.
A. phylloidea Clos
Bracteatae Burk.
A. aphylla Clos
A. aromatica Burk.
A. atacamensis Phil. A. bracteata Hook. & Arn.
A. obscura Clos.
A. trifoliata Phil.
A. verrucosa Meyen
Argenteae Burk. A. argentea Meyen
A. calycicomosa Burk.
A. colinensis Phil. A. dichotoma Clos
Trifoliolatae Burk. A. trifoliolata Hook. & Arn.
Longipedes Burk.
A. graminidea Speg.
A. longipes Phil.
Ameghinenses Burk. A. ameghinoi Speg.
A. aueri Burk.
Coronilloides Burk. A. atuelensis Burk. 4
A. codonocalyx Grandj.4 A. coronilloides Hook. et Arn.
A. germainii Phil. 4
A. glauca Phil. 4
Longisetae Burk.
A. arachnipes Clos
A. corymbosa Clos.
A. davilae Phil. 2 A. eremophilla Phil.
A. exillis Clos
A. humifusa Phil. 7 A. longiseta (Lag.) DC.10
A. medinae Phil.
A. montana Phil. A. prostrata Clos
A. silvestrii Speg.
A. subsericea (Chod. & W) Hauman9 A. tehuelcha Speg.
A. torcaea Phil. 1
A. viscidissima Johnst. A. landbecki Phil. 8
Papposae Burk. A. aspera Hook. & Arn.
A. boelckeana Burk.
A. brachysemeon Phil. A. darapskiana Phil.
A. denudata Phil.
A. microcalyx Phil. A. mucronata Hook. & Arn.
A. papposa (Lag.) DC.
A. radicifolia Clos. A. ramosissima Phil.
A. tomentosa Meyen
A. viscida Bert. ex Colla
Insconpicuae Burk. 11
A. inconspicua Phil.
Filogenia de Acanthadesmia
164
Subgénero Acanthadesmia: Arbustos a veces arbóreos, subarbustos o cojines leñosos espinosos, espinas en general pseudo-dicotómicas, rara vez simples, rígidas,
punzantes; hojas no espinescentes. Lomentos glabros, pubescentes o setulosos, pero en la mayoría plumosos.
Candidae Burk.
A. cabrerae Burk.
A. candida Hook. f.
A. patagonica Speg. A. rudolfi Speg.*
A. neglecta Correa 5
A. serrana Correa 5
Coluteoides Burk.
A. coluteoides Hook. & Arn.
A. cytisoides Griseb.
A. ragonesei Burk.
A. salamancensis Burk. A. tucumanensis Burk.
A. tunuianica Burk.
Argyrophyllae Burk.
A. argyrophylla Phil.
A. kingii Phil. A. littoralis Burk.
A. sessiliflora Phil.
Guttuliferae Burk.
A. guttulifera Sandw.
Microphyllae Burk.
A. acuta Burk.
A. aegiceras Phil.
A. arnottiana Hook. & Arn. A. augusti Macbr.
A. campestris (Rendle) Rowl.
A. clarenii (Fries) Burk. A. dessaueri Phil. ap Reiche
A. diaziana Johnst.
A. erinacea Phil.
A. glanduligera Johnst.
A. gracilis Meyen
A. hirsuta Phil. A. inflexa Gris.15
A. melanocaulos Phil.
A. microphylla Hook. & Arn. A. miraflorensis Remy
A. nordenskioldii (Fr.) Burk.
A. obcordata Clos A. obovata Clos
A. odontophylla Phil. 16
A. pauciflora Vog. A. pentaphylla Phil.
A. peraltae Phil. 16
A. pinifolia Hook. & Arn. A. pungens Clos
A. quadrijuga Phil.
A. remyana Phil. A. renjifoana Phil.
A. rigida Skottsb.
A. sanjuanensis Burk. A. schneideri Phil.
A. senticula Phil.
A. sentis Phil.
A. trijuga Hook. & Arn.
A. uspallatensis Hook. & Arn.
A. vicina Macbr. A. virens Phil.
A. volckmannii Phil.
A. adrianii M.N.Correa A. confusa Ulibarri
A. friesii
A. hookeriana* A. mendozana
A. pumahuasiana Ulibarri
Glutinosae Burk.
A. bedwellii Skottsb.
A. glutinosa Hook. & Arn.
A. godoyae Phil. A. pedicellata Hook. & Arn.
Arboreae Burk.
A. arborea Bert.
A. arenicola (Fries) Burk.
A. cervicornis Burk.
A. dumosa Phil.
A. horrida Hook. & Arn.
A. horridiuscula Burk. A. hystrix Phil.
A. leucopogon Phil.
A. melanthes Phil. A. polyacantha Wedd.
A. polyphylla Phil.
A. pyramidata Burk. A. spinosissima Mey.
A. subumbellata Phil.
A. villanuevae Phil.
Subterranea Burk.
A. caespitosa Phil.
A. crassicaulis Phil. A. digitata Burk.
A. echinus Presl
A. gayana Phil. A. hemisphaerica Haum.
A. minor (Hook. & Arn.) Burk.
A. nana (Ch. et Wilcz) Haum.
A. nanolignea Burk.
A. occulta (Fries) Burk.
A. patancana Ulbr. A. riojana Burk.
A. schickendanzii Gris.
A. subterranea Clos
Karraikenses Burk. A. karraikensis Speg.
Frigidae Burk.
A. frigida Phil.
1Según Burkart esta especie tiene una posición transitoria entre las series Confertae y Longisetae (Burkart 1967) 2 Según Burkart la especie es dudosa (Burkart 1967) 3 Especie descrita en Davyt & Izagurre 1996 4 Especies que pasan a la sinonimia de A. coronilloides en Ulibarri & Burkart 2000 5 Especies descritas en Correa 1981
6 Especie que pasa a la sinonimia de A. parvifolia en Correa 1984
7 especie que pasa a la sinonimia de A. exillis en Ulibarri 1982 8 Especie que es rehabilitada en Ulibarri 1982
9 Especie que pasa a la sinonimia de A. corymbosa en Ulibarri & Burkart 2000 10 Especie que pasa a la sinonimia de A. exillis
11 A. inconspicua pasa a la sinonimia de A. exillis, por tanto la serie queda eliminada. Ulibarri 1980
12 Especie que queda bajo la sinonimia de A. lotoides en Correa 1984
13 Especies que pasan a la sinonimia de A. tenella en Ulibarri 1982
14 Especie que pasa a la sinonimia de A. stenocaulon 15 Cambio de serie Microphyllae a Argyrophyllae
16 Cambio de serie Microphyllae a Glutinosae
Filogenia de Acanthadesmia
165
Anexo 2 Matriz morfológica:
Orden de la secuencia de datos:
Serie Subgenero Especie Acrónimo Caracteres cualitativos: 1 2 3 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34
35 36 37 38 39 40 42 44 45 46 47 48 50 51 52 53 55 53 54
61 62 69 72 73 74 75 76 78 4 Caracteres cuantitativos: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27
28 29 30 31 32
1 Duración de la planta
2 Arquitectura de la planta 3 Hábito:
5 Presencia de braquiblastos
6 Tipo de espinas 7 Número de bifurcaciones
8 Otras partes espinescentes de la planta
9 Ordenamiento de las ramas 10 Dirección del crecimiento
11 Tipo de pelos presentes en el indumento de la planta
12 Terminación hoja 13 Disposición de las hojas en el tallo
14 Folíolos digitados/pinados
15 Disposición de los folíolos en el raquis de la hoja 16 Raquiz foliar alargandose
17 Pubescencia del folíolo cara superior
18 Pubescencia del folíolo cara inferior 19 Persistencia del folíolo
20 Conduplicados
21 Forma de los folíolos
22 Ápice del folíolo
23 Base del folíolo 24 Consistencia del folíolo
25 Margen del folíolo
26 Pelos del margen del folíolo 27 Presencia de peciolulo
28 Forma de la estípula
29 Estípulas amplexicaule/no* 30 Pubescencia de la estípula
31 Borde de la estípula
32 Persistencia de la estípula 33 Grado de soldadura entre lóbulos de la estípula*
34 Fusión entre estípula y pecíolo
35 Consistencia estípula 36 Tipo inflorescencia
37 Posición de la inflorescencia en la planta
38 Naturaleza de la inflorescencia 39 Relación inflorescencia hojas
40 Consistencia de la inflorescencia
42 Termino de la inflorescencia
44 Forma de la bráctea
46 Borde de la bractea 47 Consistencia de la bráctea
48 Relación pedicelo bráctea
50 Disposición del pedicelo/tallo 51 Pubescencia tallo inflorescencia
55 Ápice dientes cáliz
52 Forma del tubo 54 Direccion de la insercion del pedicelo
61 Pubescencia del estandarte fuera
62 Pubescencia del estandarte dentro 69 Soldadura piezas florales
72 Tipo de emergencia
73 Forma del artejo 74 Consistencia del artejo
75 Unión de los artejos entre sí*
76 Dehiscencia del artejo 78 Forma del borde inferior del artejo
4 Tamaño de la planta
1 promedio del largo del tubo del cáliz
2 promedio del ancho del tubo del cáliz 3 promedio del largo del diente superior del cáliz
4 promedio del largo del diente inferior del cáliz
5 promedio de la distancia entre folíolos 6 promedio del largo de la lámina foliar
7 promedio del largo del raquiz foliar
8 promedio del largo del folíolo medio 9 promedio del ancho de la base de la estipula
10 promedio del largo del lobulo de la estipula
11 promedio del ancho de la base del lobulo de la estipula
12 promedio del ancho medio del lobulo de la estipula
13 promedio del número de artejos
14 promedio del largo de los artejos 15 promedio del ancho de los artejos
16 promedio del número de folíolos
17 promedio del largo del primer folíolo 18 promedio del largo de último folíolo
19 promedio del eje de la base del folíolo
20 promedio del eje medio del folíolo 21 promedio del eje del apice del folíolo
22 promedio del largo del pedicelo floral
23 promedio del largo de la inflorescencia 24 promedio del largo del pecíolo de la flor basal de la
inflorescencia
25 promedio del largo del pecíolo de la flor media de la
inflorescencia
26 promedio de la superficie del cáliz
27 promedio del largo total del cáliz 28 promedio de la superficie del folíolo
29 promedio de la superficie de la lamina foliar
30 promedio de la superficie hoja 31 promedio del largo fruto
32 promedio del largo de la estipula
Filogenia de Acanthadesmia
166
ARGYROPHYLLAE
A. argyrophylla AC_ARGY_arg 0321[2,1]1001[1,0]10001[0,5][0,5]0[1,0][0,1,2][6,0]1[0,3]011440003000111111001[2,0]0210101201200010246223110113023601001200206340032
A. littoralis AC_ARGY_lit 0320210110000012211[1,3]3120014[0,1]100100001001130100310110301[1,3]00000248113110105033900000100116240021
CANDIDAE
A. candida AC_CAND_can 0221110[0,1]10100012200[0,2][1,6,0]02511[1,4]2101001311101030000310101100??????[0,1]554421111020???011000004264400?1
A. patagonica AC_CAND_pat 02212[1,2]011000001[0,2][0,2]0[1,0]2[3,2]0200140100[3,1]0001110110[2,4]001[0,5]10100101?00000134222111204022201001100104240021
COLUTEOIDES A. coluteoides AC_COLU_col 0321110[0,1]1[1,0][1,0]00003300[2,7][8,0]0022021410001011111004000[0,5]20101200502000348654211114032411112300337431112
A. cytisoides AC_COLU_cyt 0321210010000010300[2,7][6,4,0]000[0,2]042400302011111120201[0,8][1,2]0110201500000[2,3]25112211101033711011200323140021
FRIGIDAE A. frigida AC_FRIG_fri 020011011[1,0]1100000[0,1]1[0,2][5,0]101212006000001110[1,3,4]061[2,1]0[0,5]10020101202010136222110122022601112311215230122
GLUTINOSAE A. bedwellii AC_GLUT_bed 0321110012000[1,0]03300[0,2]00001014400101011111020001220110101202010337113110102023800001100636240031
A. pedicellata AC_GLUT_ped 0321220110000000300200000012040[3,1]00001001100001[0,5]101101012020?0[2,3]36101110201023800000101535140041
GUTTULIFERAE
A. guttulifera AC_GUTT_gut 0321[2,1][1,2]001100001330[1,0][0,2][4,5,0]032214[2,0]42000001120112[0,2]101[2,5][1,2]01[0,3]0101202010[1,2]67114111204024902212400449331141
MICROPHYLLAE
A. spinosissima AC_MICR_spi 032[1,2][3,2]1011000000[2,0][2,0]01[0,7]00000142140300002012567431020101501202000[1,2]241100101030224000101002?3140021
A. adrianii AC_MICR_adr 032111001[1,0]000012301[3,0][4,0,6]1001014410300011211121100[0,5]2013130?200?00[1,2]58432111123024901111300229430042 A. aegiceras AC_MICR_aeg 022[12]2[12]0[0,1]1[10]00001[0,3,2][0,2,3]01[3,0][4,0,6]10120[1,4]4[0,4]0031001[1,2]2110[0,5]0100[0,5]1013130?202400[1,2]58432111213023601111300328330042
A. confusa AC_MICR_con 032[1,2][3,2]10010[1,0]00000000[0,7]0000114241000200[1,2]111101001810100101130000335110110103023700000?00434140031
A. erinacea AC_MICR_eri 022[1,2]4[1,2]001[1,0]00001[1,4][1,4]0100[1,0]000132[4,0]4100000[1,2]001100100[0,1,5][1,2]0110201[0,3]02000156221011113022501111200217340032
A. friesii AC_MICR_fri 0221210[0,1]1[1,0]000010001[1,2,7][3,0]000[0,2]112000000001001000001[0,5]20101[1,2]01[2,3]02000[1,2]46221110102022600000000435240031
A. gracilis AC_MICR_gra 0321110[0,1]1[1,0][1,0]0001000[1,0][1,3,0][3,2,0]10011[1,4]000000[0,2]00[1,2]111[1,0]0010[0,1]010121201[2,4]00000[1,2]35222111112032601101100324240022
A. horrida AC_MICR_hor 032[1,2][3,2]1011000000[0,3]00140000[0,2]140[0,2]00101002010000001610121101202010[1,2]24010000101032500000000112140011
A. hystrix AC_MICR_hys 032111011[1,0]100000001[0,2,6][8,0,6]10001400[0,4]010100[1,2]001[1,0][0,5]0100[0,5]10120201202000[1,2]47221010104022400001100216240021
A. inflexa AC_MICR_inf 032[1,2]22001000000330070000114040011100[1,2]012020001010101101502[0,1]10[2,3]24002110103022600000100223140021
A. melanocaulos AC_MICR_mel 0321310110000000000[0,2,7]00000010400202001011124001410110200200000227002110102022600001100324140031
A. melanthes AC_MICR_mel 032[1,2][3,2]10110000006601[2,7]00000142040202002012567431600101100202000223000000101022400000000112140021
A. mendozana AC_MICR_men 0321310010000011100[0,2][2,0,8]1200140500[3,1]12011111024000110101201202000[1,2]24222111325022601101200312130023
A. microphylla AC_MICR_mic 032[1,2]21001000000[0,3][0,3]007000011[1,4]240020200[1,2]011100000210111101202000[2,3]24012110101022700000000323140031
A. miraflorensis AC_MICR_mir 0321[3,2]10110000000300[3,7][3,0]0000110500101001001020000520130[0,2]01[2,3]02000[2,3]47121110102023810000000326240041
A. obcordata AC_MICR_obc 0321410010100010300[0,2][5,6,8]10110[4,3]00401100110011[0,5]4101[0,5]20101201202200157223111336024801112400638330154
Filogenia de Acanthadesmia
167
A. obovata AC_MICR_obo 032121011000001000[1,0]201000010400201011[0,1]010200[2,0]0210030100200000[2,3]46113111102023901101200316240031
A. pauciflora AC_MICR_pau 0321210110000010000[0,2]610000[1,4]0040310001011[1,0]00001012101201200000235223111325033801102400314230123
A. pinifolia AC_MICR_pin 0321[3,2]10110100013301531041140400202001001120200210131101200000324003111303023602100000322140022
A. polyphylla AC_MICR_pol 032121011[1,0]10000[0,5][0,5]01[2,3,7]310121122[2,6]0310001011[1,0]0[2,6]000510101101202010145110000143031300000000115240014
A. pungens AC_MICR_pun 0321320110000002200[2,7]000000[1,4]2140200001011000000310110401200000137222110102022610001100425240031
A. renjifoana AC_MICR_ren 032141001000000110[1,0][0,2]0[1,0]000112040110001001000000600110300202010[1,2]23223011101022401100100202140021
A. schneideri AC_MICR_sch 022121001010000[1,0][1,0]0[1,0]0[5,6,8]1012042040[3,1]10001001104001520100201[2,3]00000146221011203022501101200425240032
A. trijuga AC_MICR_tri 0321[1,2,4]10110000010[0,3]000[0,6,8]10001[1,2]0040300001011004000000111[2,4]01200000[1,2,3]35222110101022500001000214240031
A. uspallatensis AC_MICR_usp 0321[3,2]10110[1,0]000000000[0,6,8]1000140400112001001004001010110201202000[2,3]142221112130226011011002?2140032
A. volckmannii AC_MICR_vol 0321[3,2]10110000003[0,3]0[1,0][0,2][0,6,8]1000110400102011011[1,0]20001010130200202010[1,2]35112111203023601101100214140031
SUBTERRANEAE
A. digitata AC_SUBT_dig 0221110110201002200[0,2]012011114102121030025674300100201003?????2221100001130???011000??1?21400?2
A. echinus AC_SUBT_ech 0221210[0,1]10000000011[0,2]01001112410101002012020001010101201200000[0,1]240010112130???011011001231400?2
A. hemisphaerica AC_SUBT_hem 022[1,2]210110000000301[0,2][0,6]1000014400211002010100001010021201202?101130010101030???011001001010400?0
A. minor AC_SUBT_min 022[1,2]210110000000001331000112520101002012567431010120101??????0240000001010311000000001?3140011
A. occulta AC_SUBT_occ 022[1,2]21011[1,0]0000000012300001[2,4]0040210003012567431?1012010???????[0,1]442200003010???100000000043400?1
A. schickendanzii AC_SUBT_sch 032[1,2]21011010000[4,0][4,0]01[0,2]00000142400202002012567431020100101??????0232111101010301010001001?2140001
A. subterranea AC_SUBT_sub 022[1,2]110110000000000[0,1]3100011204020200201256743132[0,2]0311012000000462200115060211011001001?5240014
AMEGHINENSES
A. ameghinoi AD_AME_ame 0200000110001010001[1,0]012011[1,4]4400101[0,1]102102001008[1,2]1000200300?000467600005240???0110010???65400?4
A. aueri AD_AME_aue 020100211[1,0][1,0,2]0121[1,5]001[1,4,5]10201114410101[1,0]101?256743092210?210312?000869800014430???011000001?98400?5
ARAUCANAE
A. araucana AD_ARA_ara 011000001[1,0]11001300[1,0][2,0]01000010000300310100204100510100100112000146223221356022512112411226231225
A. brevivexillata AD_ARA_bre 010000001[1,0]01002440[1,0][1,3][4,3]1001110000311310100[1,0]0[0,4]000200111100??????2452231125960???032122212052211?9
ARGENTEAE A. argentea AD_ARG_arg 0320000[0,1]10000[1,0]02210[7,0]00301144100303010110134300310120201[2,3]00000348225111102022400001101218240031
A. calycicomosa AD_ARG_cal 0320001010000002200[0,2][6,0][1,0]2011421000010101011000[2,1]03101002012000001234341111030???011124100023300?1
A. colinensis AD_ARG_col 032100001[1,0]100002200[2,4,7][6,0]0201142[0,1]00310310100000101510101201200100247111111124023800001011426240032
BALSAMICAE
A. balsamica AD_BAL_bal 0321000[0,1]11[1,0]00[1,0]05500[0,2]013221444003000101100531005[1,2]011010130000034722221010202??100002002062400?1
A. boronioides AD_BAL_bor 032000001[1,0]100003500[0,6][0,6]0322144400303010110153320510131100[3,4]12000[1,2,3]47213321107123711102411106231131
A. concinna AD_BAL_con 032000001[1,0]00001[3,5]300[2,0][0,4,6,8]00[4,6]2012[2,4]203110101101[0,5][0,2]000[0,5][2,3]0100[1,2]00020100[1,2]47333211113022611101101436331132
A. coquimbensis AD_BAL_coq 032000001[1,0]000004401[0,2]500[2,1]2133100000010100202100520100101[2,3]01000146761111113022411012601215530122
A. emarginata AD_BAL_ema 030000001[1,0]010003300[0,6][5,0]02[5,1]1111400102010110[1,0]20100010100101[3,4]02000146111210204023810011211315240131
Filogenia de Acanthadesmia
168
A. resinosa AD_BAL_res 032000011200000330000130114240000300000002000023001[0,1]101500[0,2]10158115211103022602112411428231141
A. rubroviridis AD_BAL_rub 032100001200000130[1,0][2,0]0120101240010200011002010023010010?200000247550111203023701101100426440042
BICOLORES
A. bicolor AD_BIC_bic 010000000[1,0]000010000[3,5][0,4]0001010410311000100[1,0]20000[2,5]20100200301[1,2]00158443211122012411101211709441143
A. incana AD_BIC_inc 011000000000001000021000[0,2]112040310[0,2]10110004000[7,5]30100201??????178544221465132411111211419531117
A. latifolia AD_BIC_lat 011000000[1,0]0000[1,2]3300200001020400300010100020000510101101000100148438432396112412223501437312248
BRACTEATAE
A. aphylla AD_BRA_aph 03200000111000033112003221444200030101001233205[1,2]0111101200200?35112100101023601100021314140031
A. aromatica AD_BRA_aro 032000101[1,0]10000[0,5][0,5]00[3,7][6,8]03[0,2]2044200300010110[1,0]50120[5,8]10100201[2,4]00000146434211114023601112411215331132
A. atacamensis AD_BRA_ata 032000011111000551[1,0]4[3,5]0322101230003010110453310510101100210200146111000139122500001101205240033
A. bracteata AD_BRA_bra 032000001[1,0]1100133103503321224300030101004533102[1,2]0011101[2,3,4]02000148002111115133701151201107240022
A. trifoliata AD_BRA_tri 011000001[1,0]1000044010300621015500000102003[0,5]5100020111200[2,3]00000127112111040233801101201324140023
A. verrucosa AD_BRA_ver 03200000100000055007603221022300030101003533015201[1,3]0100200110[2,3]47223311010112611112301427231141
CAPITELLATAE
A. capitellata AD_CAP_cap 121100000[1,0]101015701[0,2]510221143403111100?25674319011002003120000246510002230211000001000?2440013
CONFERTAE
A. conferta AD_CON_con 01000000[1,0][1,0]00000000[1,0][0,2][6,0]1002142040001210110004001510[1,0]00200010000135222211123022311101101744241022
A. cuneata AD_CON_cun 010000001001001[0,3][0,3]0[1,0][1,3][1,]100101[0,1]4101113101000200[2,0]0210101100000000122004112375031402112501111021117
A. disperma AD_CON_dis 01000000[1,0][1,0]00000070[1,0][0,2][8,6,0][1,0]001031000000[0,2]10100100101510100100[3,4]00?001432211111230313011013??4?4340112
A. pampeana AD_CON_pam 010000011[1,0]01001000[1,0][1,3][3,2]1001110000110010100000100510130101[0,3]00100[1,2]24003111133032501100111423140023
DENTICULATAE
A. denticulata AD_DEN_den 032000001[1,0]000013000[0,2][0,1][1,0]06[0,2]03[0,1]450000100002567431520010100[0,3]000102264452111330237022125??6?3331133
FUENTESII
A. fuentesii AD_FUE_Fue 0100000[0,1]0[1,0]00000440[1,0][0,2]00000120540300[3,0]101102[0,5]2101[0,5]20[1,0]10201510000104993111284133712123601561621227
A. jilesiana AD_FUE_jil 0200000010010010[0,5,7]01[2,7]31002110000[1,2]01010100000001[0,5]10100201502000124431111135033801112301543230123
GLOMERULAE
A. glomerula AD_GLO_glo 0200000[0,1]10[1,0]0000[1,0][1,0]01[0,2,5][3,0]10[0,1]011[3,4]040111100002567430000100200300000014110011213032401101200112140012
HISPIDULAE
A. filipes AD_HIS_fil 111000001[1,0]00000[0,1][0,1]00[0,7][8,6,7,0]00010[1,4]204[0,1]000010100100000[0,5]10130101202100[0,1]35223210102022411111201424241131
A. hunzikeri AD_HIS_hun 111000000[1,0]000003001[0,2][5,6,0]10120440[0,4]0010000000[1,0]0400[0,1]510100100201[0,1]10[0,1]23111111546022311011211542140136
A. leptobotrys AD_HIS_Lep 111000001[1,0]010013300[2,1][3,0]0000012440311010100024001510130100212100113223111113011101111201431131132
Filogenia de Acanthadesmia
169
A. rahmeri AD_HIS_rah 111000001[1,0]100005501300312100260303010100356301510120101202010[0,1]26211110114022200000101524140022
LANATAE
A. lanata AD_LAN_lan 0210000000100000401[0,2,3]01000134[0,4,5]40211100012567430630110200??????[0,1]76441110414021100000100118440013
A. parvifolia AD_LAN_par 0110000000[0,1]00002200[0,2][0,8]1000144000210100002567430220100100??????1552210001010???000000002?63400?1
A. sandwithii AD_LAN_san 011000010000000330[1,0][0,2]00001134400[1,2]111000025674302000001005020000121100002030110000011000?1040021
LEIOCARPAE
A. elata AD_LEI_ela 030000001[1,0]01000[0,5]70[1,0][1,2,3][0,3,2]0001013040000[3,0]101[0,1]00[0,5][2,4]001510111101302000145115222234022302112401424231124
A. filifolia AD_LEI_fil 111000001000000000050[1,0]000[0,1]100[0,4]0000[0,2]1010000[0,4]0002101001012[0,1]0100123004112101011002200001532141021
A. leiocarpa AD_LEIO_lei 111000001[1,0]11001440[1,0][2,1,0]0[1,0]0000[1,4]2540311010100004001510101101502000124002211454022502111211532131136
A. pusilla AD_LEI_pus 1210000010000003300[0,2]00100112040300000100020101200120101202[0,1]00100002111101011101101100220040031
LIHUELENSES
A. lihuelensis AD_LIH_lih 011000011001001040[1,0][2,0,1][3,0,1][1,0]001012040310010100104100010110100[0,3]00000123114211132022501101211522141133
LONGIPEDES
A. graminidea AD_LON_gra 010000001[1,0]0000133005[3,1]20011[1,4]44000000102001[0,5]21005101001012020001463371131010?55043000107253221?1
A. longipes AD_LON_lon 0210000100000013001[2,7][0,3,6]1000014400110[0,2]00200204100010000201200000025240111324023811011200653240143
LONGISETAE
A. arachnipes AD_LON_ara 021000000[1,0]000013001[3,0]01001010400211[0,2]101001200005101[2,4]0100[0,3]10000035332111234033601134701225321124
A. corymbosa AD_LON_cor 01000001[1,0][1,0]000004401[0,2][0,6]1000142000000[0,2]101101001015[1,2]0130101200[0,1]00148441111323012411011300418440133
A. eremophila AD_LON_ere 010000001[1,0]00000[0,5][0,7]0[1,0][0,2,6][8,5]0012040[4,0]00000[3,0]101004[0,5]61[0,1,2]10[1,2]0131201202000135512211124022311112501214331133
A. exilis AD_LON_exi 01010000[1,0][1,0]000004401[0,2][6,0][1,0]001034000310[3,0]10100[1,0]00101[0,5]10120211200000123221111233022301112301212230123
A. landbeckii AD_LON_lan 010000011[1,0]110012201[2,3]0000114[1,4]4003113101001[0,5]2000510100000200010145111111458122411111211325240126
A. prostrata AD_LON_pro 021000000000000330000100104[0,1]4003000101000[0,2]0100020100100000000125543111113022202112400413331111
A. silvestrii AD_LON_sil 011000010001000330070030114040030301010012010021000010???????1231100003040???000001001021400?2
A. torcaea AD_LON_tor 01100000[0,1][1,2]01000000[1,0][7,0]0001001000031001010000[0,2]101510011100202000136222111634122411121201424231126
A. viscidissima AD_LON_vis 011000001[1,0]10000470[1,0][6,0]810001303000000101101401107120101012000002385522215672324110124010?5431217
LOTOIDES
A. lotoides AD_LOT_lot 021000010010101[1,0][1,0]0[1,0][7,2][3,2]10001[4,2]4[0,5]4011[0,1]100002567430420100101[1,3]10000047440001614032101101100337440015
LOUDONIAE
A. loudonia AD_LOU_lou 0320000010000011100[1,3][1,3][1,0]201112000300100002567430030100200300[0,1]003584421120430325022112001?8431113
A. pirionii AD_LOU_pir 032100011[1,0]000000301[0,2,7]0100011040[0,1]30010000256743042210010???????2249811010120328011011000?3630010
MACROSTACHYAE
Filogenia de Acanthadesmia
170
A. macrostachya AD_MAC_mac 030000001[1,0]000012200[0,2][6,0,8][1,0]0000[1,4]0000300010110[1,0]04110520110201410301[1,2]27335211136012011102401004231133
MURICATAE
A. grandiflora AD_MUR_gra 000000001[1,0][1,0]00000000[0,2][0,6][1,0]0120[4,3]0040000010100004000[0,5][2,3]0101001[3,4]00110146327321147102411112411556331164
A. muricata AD_MUR_mur 111000011[1,0]000000000[0,2]50132042400010010100120100210100101000100133113211104011101101101423141141
A. retrofracta AD_MUR_ret 0100000010010001100700000112000310010100000100020100100300100126113220113012311001201414141142
A. smithiae AD_MUR_smi 1110000100000000000[0,2][6,0]000011[2,0]00031000020000010100210010?[0,4]02[0,1]101121131111110111011012001?1140041
PAPPOSAE
A. aspera AD_PAP_asp 011000001[1,0]010010[0,4]0[1,0][0,2][0,4]10020404101103101000[0,2]000051010110?200000147232211335022411112421407331124
A. brachysemeon AD_PAP_bra 0100000010010020[0,4]0[1,0][0,1,3][0,4]1000110410311310100021000200130100200000135213211675032501101211304231128
A. darapskyana AD_PAP_dar 010000001[1,0]0100130010[0,6]10010400001113101001000005101211010100011330011112230???111023113231301?3
A. denudata AD_PAP_den 0100000010010010001[1,3][3,1]1012010060111310100120000200140100[3,4]000001230021111340???011111212020400?3
A. microcalyx AD_PAP_mic 0110000010110013000[0,2]000000104[0,4]0311310100[1,0]20000210111100210000101004321475022611112321311031137
A. mucronata AD_PAP_muc 0110000110010014400[0,2][0,2][1,0]00011[0,1]400311[0,3]1010002000020003010?200000123003111795022401102321112031129
A. papposa AD_PAP_pap 011000000[1,0]010013300[0,2]01000010400311310100000100210101101[2,3]00000123003211153022411101421322031125
A. viscida AD_PAP_vis 011000001[1,0]010004401[2,0]0[1,0]000011400111310100100100520101100202[0,1]00125132211433022411101201423231124
PHYLLOIDEAE
A. phylloidea AD_PHY_phy 032[1,2]000010100003301[0,2,7]000011424002000001000201012[1,2]011010?[2,4]00000[2,3]48115210101022900000100438240051
PSORALEOIDES
A. araujoi AD_PSO_ara 010000001[1,0][1,0]0001[0,5]0007[0,6]00000[1,4]0000300[3,0]00200040100[0,5]10100201[4,3]12?01137445211113013201122411555331131
A. ciliata AD_PSO_cil 01200000[1,0][1,0]000013300[0,7][4,6,0]0101140400311010100[2,0]22000510100101400010136003211133021?111011002141411?3
A. tristis AD_PSO_tri 0300000010000003300[0,2]01001040400010310100020100500111100[3,4]02[1,2]00102002211124021211000000210041022
PUMILAE
A. aurantiaca AD_PUM_aur 0110000100[1,0]000000005000011344102111102?256743191003110???????0483221114120???011011003?73400?4
A. pumila AD_PUM_pum 0110000000000003300[0,2]01001124[0,4]00[1,2]1110000256743002010010?020000[0,1]263321118451121011112004?3230138
A. villosa AD_PUM_vil 011000010110000440[1,0][0,2]300001[1,3]440021110000256743043111050???????0599921119091123011012005?9730147
RETUSAE
A. retusa AD_RET_ret 011000000000000330[1,0][2,0][6,0,8]1001124400[1,2]11000200020100010100101502000126221210214013711001200624240052
SALICORNIOIDES
A. salicornioides AD_SAL_sal 0201000100201003300[7,0,2]00301124400[3,1]03100002567430220100100500000013110000415031100?011000?2140013
SPUMAE
A. spuma AD_SPU_spu 021000001000000[4,6][4,6]01[0,2]01000144000301100002567430411110100??????0128711111130211011000001?1540012
Filogenia de Acanthadesmia
171
STENOCAULES
A. aconcaguensis AD_STE_aco 0210000[0,1]1000000[0,5]001[3,0][0,6]10011[1,4]4400301[0,2]10000[1,2]06100611120100301000039991111122023501011200228630123
A. stenocaulon AD_STE_ste 021000001[1,0]00000[4,6][6,4]01[0,2]00000144000301000002340100022000100510000069871111166122111002200419631116
SUBNUDAE
A. neuquenensis AD_SUB_neu 1110000010000001100[0,2]0000101250021131010010010021000010?3?????102006211406021101101201521041012
A. securigerifolia AD_SUB_sec 1110000000000003300[7,0,2]60000[0,1][2,3]244001111021256743041010010?0000000033332112221224011012003?0140033
SUFFOCATAE
A. suffocata AD_SUF_suf 020000010020100110[1,0][6,7][0,3]13001[0,2]45102102002003211101101004013?????0362200017051???000002000?52400?4
TENELLAE
A. tenella AD_TEN_ten 111000001000000[0,4][0,4]00[2,0]0000004[2,0]00031101010000010101010120?[2,3]02000146334111121021201100101426341023
TRIFOLIOLATAE
A. trifoliata AD_TRI_tri 011000011[1,0]201000500[0,7][0,6]0200010500[3,1]11000010050000512101201[2,3]00010[0,1]353300223551???022458004343002?6
Grupo externo
Amicia fimbriata OU_Ami_fim 0000000000000000000000000000000000[0,1]000000000000[0,1]000000?000000024323012065321?02224710112220124
Filogenia de Acanthadesmia
172
Anexo 3
___________________________________________________________________________________________
Muestras revisadas procedentes de las colecciones de los herbarios: CONC (Herbario Universidad de
Concepción), SGO (Herbario del Museo de Historia Natural-Chile), LP (Museo Nacional de La Plata), SI
(Herbario del Instituto de Botánica Darwinion)
A. aconcaguensis
LP 40734, LP 895929, SI 6739. A. adrianii
Conc 129341, LP 906871.
A. aegiceras
Conc 156300, Conc 156325, Conc
156335, Conc 168423, Conc 168526,
Conc 30588, Conc 36702, Conc 53496, Conc 81764, Conc 99473, Conc 99477,
Stuessy LP 10414, Cabrera et al. LP
24465, Fabris et al. LP 8407, Cabrera LP 3575, LP 895916.
A. ameghinoi
Conc 37519, Conc 43708, Conc 65144, Soriano 2256, Spegazzini 14118,
Spegazzini LP 13487, Cabrera et al. LP
25910, Soriano 2593, Von Thungen 70. A. aphylla
Conc 53277, Conc 146061, Conc
30593, Conc 34612. A. arachnipes
Conc 119681, Conc 149134, Conc
156548, Conc 32531, Conc 82363,
Conc 144209, Conc 156543, Conc
24209, Conc 32594, Conc 81789.
A. araucana Conc 14619, Conc 149006, Conc 149092, Conc 149095,
Conc 149318, Conc 149324, Conc
149364, Crisci Conc 509. A. araujoi
Pabst LP 22163, SI 4053.
A. argentea Conc 24992, Conc 25085, Conc 30581,
Conc 32504, Conc 32517, Conc 8399,
Conc 8989, Conc 36728, LP 900170, Conc 25085, SI 5013.
A. argyrophylla
Conc 25021, Conc 25682, Conc 33379, Conc 39965, Conc 53401, Conc 53634,
González 736, LP 900842.
A. aromatica
Conc 33296, Conc 81799.
A. aspera Conc 32505, Conc 32596, Conc 33226,
Conc 33234, Conc 39366, Conc 39366,
Conc 81800. A. atacamensis
Conc 122262, Conc 132947, Conc
140530, Conc 42034, Conc 4374, Conc 79751, Conc 81798, Conc 9562, Harold
Martin 443.
A. aueri SI 25596.
A. aurantiaca
Con 148438, Conc 14843, Conc 14843, SI 1871.
A. balsamica
Conc 24199, Conc 28399, Conc 46602,
Conc 48449, Conc 49758, Conc 51313, LP 036297.
A. bedwellii
Conc 32634, Conc 33368, Conc 38798, Conc 43061, Conc 81801.
A. bicolor
Conc 48040, LP17930, LP 014853, Schulz 18488, LP 014892, Zardini 577,
LP 900195.
A. boronioides Conc 12248, Conc 18409, Conc 18461,
Conc 24200, Conc 27827, Conc 34082,
Conc 34289, LP 014901, Delucchi 1678, González Arzac 969, LP 032213,
LP 562405.
A. brachysemeon Conc 118819, Conc 25288, Conc
48456, Conc 7131, SI 7313.
A. bracteata Conc 118820, Conc 163629, Conc
32580, Conc 81806, Conc 82307, SI
2900.
A. brevivexillata
Conc 118824.
A. calycicomosa Conc 25083, Conc 34691, Conc 81807.
A. candida Conc 18662, LP 562436, Cabrera
18662, Zardini et al. LP 104, Cabrera et
al. LP 19568, Fabris et al. LP 4926, Daciuk LP 624, LP 562436.
A. capitellata
Conc 122306, Conc 167389, Conc 118834, Conc 118835, Conc 163538,
Conc 24228, Conc 81808, LP 40731,
LP 14888, LP 40732. A. ciliata
Hatschbach LP 33620.
A. colinensis Conc 32649, Conc 82477.
A. coluteoides
Spegazzini LP 12054, LP 895923, SI 9940.
A. concinna
Conc 24198, Conc 4093, Conc 4707, Conc 47828, Conc 47829, Conc 4935,
Conc 5011, Conc 64677, Conc 7148,
Conc 77829. A. conferta
Conc 39218, Conc 39221, Conc 39240,
Conc 5848, Cardoso LP 13965, SI 231. A. confusa
Conc 13093, Conc 2522, Conc 6833,
Conc 82376, Conc 82377, Conc 82378, Conc 82387, Conc 9040, Conc 941.
A. coquimbensis
Conc 129231.
A. cordobensis
LP 895081, LP 904253, LP 905053, LP
906415, SI 1251. A. coronilloides
Conc 119668.
A. corymbosa Conc 118812, Conc 14800, Conc
156542, Conc 156808, Conc 18938,
Conc 24237, Conc 27520, Conc 32510, Conc 73429, R. Dunati , LP 562415,
Schajovskoy , Soriano LP 2215,
Cabrera et al. LP 23210, LP 562413, Delucchi LP 1670, Delucchi LP 1679,
LP 022988, LP 032603, LP 054182, LP
054201, LP 035025, LP 22988. A. cuneata
Conc 156242, Conc 156694.
A. cytisoides Cabrera 15217, LP 897932, LP 906830,
LP 21446, Schnack et al. LP 5404,
Crisci et al. LP 5873, LP 15217, SI 5775.
A. darapskyana
Conc 1042, Conc 24184.
A. davilae
Conc 91075.
A. denticulata Conc 146971, Conc 147169, Conc
147170, Conc 148972, Conc 149303, SI 47447.
A. denudata
Conc 32567, Conc 39217, Conc 39241. A. digitata
LP 895919.
A. disperma Conc 24183.
A. echinus
Conc 33372, Conc 33373, Conc 71402, Conc 81827,Conc 81828, Conc 99472,
Conc 99476, LP 909439,elata Conc
24216, Conc 32609, Conc 34530, Conc 34650, Conc 8463.
A. emarginata
Conc 79775, Conc 79790, Conc 79993, Conc 79994.
A. eremophila
Conc 14261, Conc 24186, Conc 27956. A. erinacea
Conc 11415, Conc 117615, Conc
117737, Conc 18246, Cabrera et al. 22551, R. Leroi 5327, LP 058168.
A. exilis
Conc 34705, Conc 80003, Conc 39238, Conc 49411, Conc 49412, Conc 81812,
Conc 81813, LP 036298, LP 36298.
A. filicaulis LP 36303.
A. filifolia
Conc 12941, Conc 24243, Conc 8281,
Conc 8323, LP 35726, LP 900166, LP
900172.
Filogenia de Acanthadesmia
173
A. filipes LP 039903, LP 053113, Spegazzini LP
13999, LP 140907, Spegazzini LP
14114, Spegazzini LP 14115, Cabrera et al. LP 14907, Cano LP 2819.
A. friesii
Cabrera et al. LP 17512, Cabrera et al. LP 21363, Cabrera et al. LP 22033.
A. frigida
Conc 27920, Conc 28553, Conc 30747, Conc 30751, Conc 34397, Conc 38653.
A. fuentesii
Conc 24226, Conc 82432. A. glomerula
Conc 82345, Stuessy et al. LP 10178,
Spegazzini LP 14055, Cabrera et al. LP 19166, Lagiglia LP 2219, Cabrera LP
3652, LP 898003.
A. gracilis Conc 24197, Conc 30589, Conc 30597,
Conc 81834, Conc 81835, Cabrera LP
3474. A. graminidea
Soriano LP 2269, SI 25592.
A. grandiflora LP 078671, LP 895932, SI 1484.
A. guttulifera
Zardini et al. LP 100, Zardini et al. LP 102, LP 562437, Zardini et al. LP 61,
LP 894361, SI 4741.
A. hemisphaerica RuizLeal LP 11706.
A. horrida
LP 076720, LP 076730, Cabrera et al. LP 17627, Cabrera et al. LP 24490,
Kiesling LP 293, Vallejos LP 38, LP
8887, Cabrera et al. LP 15233. A. hunzikeri
Cabrera et al. LP 24503, SI 8144.
A. hystrix Conc 39966, Conc 53412, Conc 70530,
Conc 81734, Cabrera et al. LP 3573.
A. incana Spegazzini LP 12754, Cabrera LP
17090, LP 19532, Cabrera LP 20951,
Frangi LP 242, LP 918395. A. inflexa
LP 903118, Cabrera et al. LP 13330,
Cabrera et al. LP 20726, Zuloaga et al. LP 24756, LP 3503, Fabris et al. LP
6332, Fabris et al. LP 6835, Cabrera et
al. LP 16847, Fabris et al. LP 5775.
A. jilesiana
Conc 122063, Conc 32515, Conc 32533, Conc 81837, Conc 81838, SI
7612.
A. lanata Spegazzini LP 13485, Spegazzini LP
13477, Spegazzini LP 13484, Giaiotti
et al. LP 23079, LP 562410, LP 894781.
A. landbeckii
Conc 170387, Conc 6661, SI 5587. A. latifolia
Spegazzini LP 13466, LP 028275,
Spegazzini LP 12037, Spegazzini LP 12038, LP 890004, SI 30873.
A. laxa
Conc 34506, Conc 34549, Conc 34678, Conc 40091, Conc 40091, Conc 81839,
Conc 81840.
A. leiocarpa
Conc 12861, Conc 24215, Conc 24245,
Conc 24909, Conc 24997, Conc 32519,
Conc 32613, Conc 8542, LP 8517, LP
900171. A. leptobotrys
Zardini et al. LP 150, Cabrera LP
18617, Krapovickas et al. LP 22449, Zardini et al. LP 80, SI 26713.
A. lihuelensis
Krapovickas et al. LP 22371, Zardini et al. LP 155, SI 20591.
A. littoralis
Conc 144671, Conc 147957. A. longipes
Conc 8184, LP 032583, LP 14902,
Giaiotti et al. LP 22901, LP 27075, LP 903878, O.Kuhnemann s/n.
A. lotoides
Conc 11794, Conc 11816, Conc 12121, Conc 12265, Conc 23706, Conc 34243,
Conc 86324, Spegazzini LP 14124,
Von Thungen LP 8, Spegazzini LP 13534, Spegazzini LP 22999.
A. loudonia
Conc 24231, Conc 24232, Conc 24233, Conc 24317, Conc 26624, Conc 32581,
Conc 46603.
A. macrostachya LP 910067, LP 014919, Spegazzini LP
13973, LP 25776, SI 808.
A. medinae LP 036247.
A. melanocaulos
Conc 138383, Conc 14277, Conc 18357, Conc 99867.
A. melanthes
Conc 122093, Conc 122265, Conc 135340, Conc 157311, Conc 159677,
Conc 19355.
A. mendozana Fabris et al. LP 8542, Lagiglia LP
1508.
A. microcalyx Conc 17697, Conc 25885, Conc 4929,
Conc 52009, Conc 7084, Conc 7144,
Conc 7894, Conc 7894. A. microphylla
Conc 70528, Conc 81776, Conc 81777,
Conc 81779, Conc 81780, Conc 81781, Conc 82279, Conc 91561, Crisci 359,
Cabrera LP 12514, LP 786208.
A. minor
Conc 137874, Conc 137912, Conc
159678, LP 125, LP 058171, LP 895917.
A. miraflorensis
Conc 82287, LP 047101, Cabrera et al. LP 15336, Cabrera et al. LP 17635.
A. monosperma
Conc 24217, Conc 31628, Conc 32576, Conc 8584.
A. mucronata
Conc 24203, Conc 24205, Conc 32528, Conc 4084, Conc 4092, Conc 7125, LP
36248.
A. multicuspis Conc 30430, Conc 38624, Conc 82343.
A. muricata
LP 43624, LP 40907, LP 895897, LP 895899, LP 50007, LP 906147, LP
2372, LP 895895, LP 28277, LP 32999,
LP 895931, LP 906160, LP 930046.
A. neuquenensis LP 114, SI 26760.
A. obcordata
Soriano LP 2002, Roig-Méndez LP 9811, LP 562442.
A. obovata
Lageglia et al. LP 1246, Fabris et al. LP 8492, Fabris et al. LP 8512, González
Arzac LP 942, González Arzac LP 949.
A. obscura Conc 156357, Conc 30772, Conc
53957, Conc 71352, SI 10287.
A. occulta Conc 25463, Conc 30585, Conc 56289,
Cabrera LP 15342, Schwabe LP 812.
A. pampeana Cabrera et al. LP 16482, Proy.
Ventania LP 304, Fabris et al. LP 4903,
Fabris et al. LP 6651, LP 929044. A. papposa
Conc 14689, Conc 18910, Conc 24140,
Conc 4094, Conc 4096, Conc 4594, Conc 4968, Conc 5799, Conc 732,
Cabrera LP 20527, Schajovskoy LP 57,
Gentili LP 718, Fabris et al. LP 7628. A. parvifolia
Conc 24103, Conc 24224, Conc 25084,
Conc 30563, Conc 30577, Conc 3647, Conc 3647, Conc 4966, Conc 4966,
Conc 8152, Conc 8402, Conc 8779, LP
0362126, Cabrera LP 20533, Cabrera et al. LP 23045, LP 36296, LP 897997,
LP 023182, LP 19759, Soriano LP
2059, Marchionni 228, LP 897995, Cabrera LP 19750, Spegazzini LP
12035, Spegazzini LP 14095,
Spegazzini LP 14094, Spegazzini LP 14097.
A. pauciflora
Spegazzini LP 12052, Spegazzini LP 14016, Spegazzini LP 14017,
Spegazzini LP 14018.
A. pedicellata Conc 23986, Conc 30576, Conc 32516,
Conc 32538, Conc 32552, Conc 53630,
Conc 55641, LP 34711. A. phylloidea
Conc 24201, Conc 24208, Conc 29607,
Conc 4588, Conc 48450, LP 036251, SI 2214.
A. pinifolia
Conc 129342, Conc 147909, Conc
147911, Conc 82457, Valponi LP 102,
Valponi LP 321, LP 895854. A. pirionii
Conc 24229, Conc 38802, Conc 49853,
Conc 49895. A. polyphylla
Conc 117437, Conc 117620, Conc
117670, Conc 47832. A. propinqua
Conc 13712, Conc 160114, Conc
17698, Conc 26096, Conc 4090, Conc 8685, LP 36253.
A. prostrata
Conc 10205, Conc 10218, Conc 18939, Conc 30579, Conc 32616, Conc 33375.
A. pumila
Conc 137728, Conc 30562, Conc 34481, Conc 50776, Conc 76880, Conc
86296, Conc 86315, Conc 86320, Conc
Filogenia de Acanthadesmia
174
93124, Conc 93125, LP 53009, LP
14112, Spegazzini LP 23000.
A. punctata
Conc 11600, Conc 24219, Conc 8317, Conc 8406, Conc 8474, LP 900243.
A. pungens
Conc 12919, Conc 24220, Conc 28555, Conc 32574, Conc 32643, Conc 32644,
Conc 33370.
A. pusilla Conc 137130, Conc 14313, Conc
157821, Conc 24235, Conc 24239,
Conc 99109. A. rahmeri
Conc 18256, Harold Martin LP 444, LP
54813, SI 18215. A. ramosissima
Conc 13120.
A. reclinata Conc 118818, Conc 144795, Conc
30566, Conc 43115, LP 900826, SI
14141. A. renjifoana
Conc 118840.
A. resinosa Conc 170564, Conc 70521, Conc
82453, Conc 91570, Conc 91616, SI
s/n. A. retrofracta
Cabrera LP 18670, LP 2373, LP
562448, Zardini et al. LP 66, SI 19052. A. retusa
Conc 26430, LP 43984, LP 033512,
Cabrera LP 21924, LP 33591, LP 899107, LP 899108, LP 899109.
A. rubroviridis
Conc 167128, Conc 32582, Conc 81664, Conc 81665, Conc 81666, Conc
81667, Conc 81668.
A. salicornioides Conc 12165, Conc 28005, Conc 34282,
Conc 93218, Spegazzini LP 13527,
Romero LP 25. A. sandwithii
Conc 128383, Conc 137732, Conc
148441, Conc 76885, Conc 76945,
Conc 8634, Conc 86348, Conc 86351,
Conc 86568. A. schickendanzii
Cabrera et al. LP 15473, Cabrera et al.
LP 18961, Zardini LP 347, LP 902848. A. schneideri
Conc 129340, Conc 39967, LP 34094,
Spegazzini 14098, LP 17915, SI 536. A. securigerifolia
SI 5313.
A. silvestrii Spegazzini LP 14049, Spegazzini LP
14050, Spegazzini LP 14054.
A. smithiae Conc 148823, Spegazzini LP 13483,
Spegazzini LP 13995, SI 21901.
A. spinosissima Conc 36622, Conc 53589, Conc 72741,
Conc 94315, LP 046766, Cabrera et al.
LP 15220, LP 674987, Fabris et al. LP 6851.
A. spuma
Conc 53448, Conc 55669, Cabrera et al. LP 24390, LP 55161, SI 7975.
A. stenocaulon
SI 7716. A. subterranea
Conc 31794, Conc 32563, Conc 32652,
Conc 53392, Conc 55662, LP 14021, LP 895914, LP 895918.
A. suffocata
Conc 50772, Conc 76957, Conc 93276, Spegazzini LP 14141.
A. tenella
Conc 13128, Conc 24222, Conc 24944, Conc 24955, LP 787344, LP 900164,
LP 900821, LP 787343, LP 035022, LP
035023. A. tomentosa
Conc 48451.
A. torcaea
Conc 32564, Conc 32573, Conc 32578,
Conc 32611, Conc 38878, Conc 53371,
Conc 81743, Conc 81748, SI 190.
A. trifoliata Conc 170328, Conc 29414, Spegazzini
LP 13475, Zardini et al. LP 92, SI
17065, SI 21528, SI 64, SI 21528. A. trijuga Conc 24191, Conc 24193,
Conc 24196, Conc 4087, Zardini LP
1255, Spegazzini LP 14034, Cabrera LP 15042, Cabrera et al. LP 21982, LP
903118.
A. tristis Pabst et al. LP 22155, LP 35041.
A. uspallatensis
Conc 13869, Conc 14734, Cabrera et al. LP 24427.
A. verrucosa
Conc 106043, Conc 106075, Conc 107781, Conc 197781, Conc 48740,
Conc 53590, Conc 82375, Conc 94316.
A. villosa Conc 30586, Conc 38900, Conc 76886,
Conc 76894, Conc 76936, Conc 86317,
Conc 86609, Conc 93090, Spegazzini 14122, Mckenzie 2657, Spegazzini LP
13486, Spegazzini LP 14131,
Spegazzini 14134, De Marco 248, Vidal 25.
A. viscida
Conc 12650, Conc 128375, Conc 32506, Conc 32507, Conc 5587, Conc
7800, LP 35027.
A. viscidissima Conc 131781.
A. viscosa
Conc 10032, Conc 29596, Conc 9970. A. volckmannii
Conc 18489, Conc 37622, Conc 43703,
LP 024370, Gonzáles LP 768, González LP 714, González Arzac LP
948, Stuessy et al. 6905, LP 014897,
LP 014900, LP 022916, LP 022946, Soriano 1997, LP 562418.
Filogenia de Acanthadesmia
175
56 100 C MICR spi C MICR hys D BAL bal C MICR pol 100 97 D SUB neu C GUTT gut 100 D LEI fil D LEI pus D ARG arg 100 D HIS fil 100 90 100 D ARG col 56 D BAL ema 72 D HIS rah D BRA aro C SUBT sch D MUR smi 100 100 C MICR mel C MICR mic 100 100 96 D AME aue 99 C MICR pin 52 100 C MICR tri 69 68 66 64 50 42 29 24 16 1 2 2 2 5 87 3 81 0 74 3 63 4 58 1 54 1 40 0 25 1 5 2 78 3 72 6 2 65 2 62 4 2 5 1 1 1 2 15 3 10 ---> U Ami fim
Superficie lámina foliar
-2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
10,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Distancia entre foliolos
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
1,4
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Largo del ráquis foliar
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
10,0
12,0
14,0
16,0
18,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Largo de la lámina foliar
-2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
10,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Largo fruto
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
4,0
4,5
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Ancho de los artejos
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Largo de los artejos
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
1,4
1,6
1,8
2,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Número de artejos
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
10,0
12,0
14,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Peciolo flor media de la inflorescencia
-0,5
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
4,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Peciolo flor basal
-2,0
-1,0
0,0
1,0
2,0
3,0
4,0
5,0
6,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Largo de la inflorescencia
-10,0
0,0
10,0
20,0
30,0
40,0
50,0
60,0
70,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Largo del pedicelo floral
-5,0
-3,0
-1,0
1,0
3,0
5,0
7,0
9,0
11,0
13,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Superficie del cáliz
0,0
0,1
0,1
0,2
0,2
0,3
0,3
0,4
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Largo del lobulo inferior del cáliz
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Largo del lobulo superior del cáliz
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Val
or
de
la m
edia
(cm
)
Filogenia de Acanthadesmia
175
Anexo 4
________________________________________________________________________________________________
a) Variación del promedio de los caracteres cuantitativos. Barras de error: desviación estándar. Por claridad los nombres
de las especies han sido omitidos. Los promedios se encuentran ordenados ascendentemente de acuerdo al valor de la
media.
Especies ordenadas de acuerdo al valor de la media
Ancho medio del lobulo de la estipula
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Ancho base estipula
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Largo del lobulo de la estipula
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Ancho de la base del lobulo de la estipula
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Largo de la estipula
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
1,4
1,6
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Superficie foliolo
-0,5
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Eje ápice del foliolo
-0,2
-0,1
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Eje medio del foliolo
-0,2
-0,1
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Eje de la base del foliolo
-0,2
-0,1
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Largo del último foliolo
-0,5
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Largo del primer foliolo
-1,0
-0,5
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Largo del foliolo medio
-1,0
0,0
1,0
2,0
3,0
4,0
5,0
6,0
7,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Número de foliolos
0,0
5,0
10,0
15,0
20,0
25,0
30,0
35,0
40,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Superficie hoja
-5,0
0,0
5,0
10,0
15,0
20,0
25,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Val
or
de
la m
edia
(cm
)
Largo del cáliz
-0,1
0,1
0,3
0,5
0,7
0,9
1,1
1,3
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
Ancho del tubo del cáliz
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
Largo del tubo del cáliz
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4
(continuación Anexo 4a) Filogenia de Acanthadesmia
176 Especies ordenadas de acuerdo al valor de la media
Carácter Shapiro-Wilk W Kruskal-Wallis test
W P Chi-Square P
Largo del tubo del cáliz
Ancho del tubo del cáliz
Largo total del cáliz
Largo del diente superior del cáliz
Largo del diente inferior del cáliz
Superficie del cáliz
Largo del pedicelo floral
Largo de la inflorescencia
Largo del peciolo de la flor basal de la inflorescencia
Largo del peciolo de la flor media de la inflorescencia
Número de artejos
Largo de los artejos
Ancho de los artejos
Largo fruto
Largo de la lámina foliar
Largo del raquis foliar
Distancia entre folíolos
Superficie de la lámina foliar
Superficie hoja
Número de folíolos
Largo del folíolo medio
Largo del primer folíolo
Largo de último folíolo
Eje de la base del folíolo
Eje medio del folíolo
Eje del ápice del folíolo
Superficie del folíolo
Largo de la estípula
Ancho de la base de la estípula
Largo del lóbulo de la estípula
Ancho de la base del lóbulo de la estípula
Ancho medio del lóbulo de la estípula
0,86943
0,88009
0,88158
0,73928
0,73207
0,91688
0,40388
0,79207
0,74941
0,84105
0,86808
0,82724
0,93673
0,90746
0,68655
0,65391
0,73054
0,35561
0,44215
0,86897
0,60401
0,56348
0,47418
0,05453
0,50014
0,47941
0,34759
0,74764
0,62026
0,71889
0,01484
0,23291
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
0,0000
1071,173
1090,303
1418,752
1612,806
1579,861
1321,278
1696,285
1484,957
1269,193
725,5582
779,2399
920,3377
955,7892
580,6142
1599,788
1776,488
1213,945
1576,58
1801,839
1904,608
1670,916
1453,045
1451,995
1415,418
1459,4
1440,969
1610,361
1614,811
1621,157
1525,594
1455,475
1722,08
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
b) Normalidad y variación de los caracteres cuantitativos. Derecha test de normalidad Shapiro-Wilk,
Izquierda test no paramétrico Kruskal-Wallis.
Filogenia de Acanthadesmia
177
178
Capítulo 3:
Homología Biogeográfica Secundaria
CAPITULO 3:
HOMOLOGÍA BIOGEOGRÁFICA SECUNDARIA EN LOS ANDES: ANÁLISIS DE
PARSIMONIA DE BROOKS
Secondary biogeographic homology in the Andes: Brooks parsimony analysis
MARITZA A. K. MIHOČ 1*
, CRISTIÁN E. HERNÁNDEZ2 & LOHENGRIN A.
CAVIERES1,3
____________________________________________________________________________________________________
1 Departamento de Botánica, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
2Departamento de Zoología, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile
3 Instituto de Ecología y Biodiversidad. Casilla 653, Santiago Chile
*autor para correspondencia: [email protected]
Homología biogeográfica secundaria
180
RESUMEN
En Sudamérica y asociados a la Cordillera de los Andes, diversos taxa se destacan por
características como marcados endemismos, su presencia en ambas vertientes de la cordillera
y la concordancia en sus áreas de distribución. La gran variedad de hábitats, complejos
patrones climáticos y el mosaico topográfico presentes en los ambientes cordilleranos, da
lugar a un alto grado de aislamiento ecológico, geográfico y genético para las especies que ahí
se desarrollan. Ante este escenario, la dispersión aparece como una hipótesis ad hoc, que ha
sido recurrentemente utilizada para explicar la distribución actual de los organismos que
presentan distribución disyunta. No obstante, la existencia de patrones congruentes de
distribución de varios taxa en áreas de endemismo constituye una de las principales evidencias
que soportan la idea de biotas con historia común que responden a eventos vicariantes. En el
presente estudio se evalúa si, para el género Adesmia DC. la vicarianza constituye el principal
proceso que da cuenta de los actuales patrones de distribución de las especies de este género,
siendo la Cordillera de los Andes la barrera que fragmentó las biotas ancestrales a las cuales
pertenecían. Para corroborar esta hipótesis se efectuó un análisis de Parsimonia de Brooks,
donde el cono sur de Sudamérica fue dividido en 15 regiones (tres franjas latitudinales que
incluyen la zona norte, centro y sur de acuerdo a la clasificación geológica vigente y tres
franjas longitudinales establecidas en función de la altitud). Estas regiones constituyen la
unidad de análisis para establecer las relaciones entre las áreas que podrían haber sido
afectadas por el alzamiento de la cordillera. Para este análisis se consideró la distribución 242
especies pertenecientes a los géneros Adesmia, Chaetanthera, Chuquiraga, Nassauvia,
Schizanthus y Triptilion. Los resultados del análisis de parsimonia entregan un solo árbol de
máxima parsimonia (cladograma general de áreas), cuyos estadísticos son: Largo (L): 348,
Índice de Consistencia (CI): 0.50 e Índice de Retención (RI): 0.69. El cladograma presenta una
topología completamente resuelta, con un patrón anidado de organización, en el que se
reconocen 2 clados terminales (áreas 8-9 y 4-5). La topología del árbol no recupera la
topología de ninguno de los cladogramas particulares de áreas, no obstante, el patrón mostrado
resulta congruente con la información entregada a nivel de terminal en cada uno de los grupos.
Estos resultados verifican que la vicarianza da cuenta de la distribución disyunta de la mayor
parte de las especies consideradas en este análisis.
Palabras clave: Dispersión, Vicarianza, Barrera, Endemismo.
Homología biogeográfica secundaria
181
ABSTRACT
In South America and particularly in the Andes, several taxa stand out for their remarkable
endemism, their presence in both slopes of the Andes, and the coherence in their areas of
distribution. The wide variety of habitats, the complex climatic gradients and the
topographical features in the surroundings of the Andes create high levels of ecological,
geographical and genetic isolation for the species that develop there. In this context, species
dispersal appears as an ad hoc hypothesis that has been widely used to explain the current
distribution of organisms which have disjunct distributions. However, the existence of
consistent patterns of the distribution of several taxa in areas of endemism has been one of the
main evidences that support the hypothesis in which the idea of biota, with a common history,
responds to vicariant events. In this study, we evaluate if vicariance is the main process that
explains the current patterns of species distribution for the genus Adesmia DC., where the
Andes range represents the main barrier which fragmented the ancestral biotas to which
belonged the species of the genus Adesmia DC. In order to test this hypothesis, we carried out
a Brooks’ parsimony analysis. We divided the Southern Cone in 15 regions, distributed within
three main latitudinal belts (according to the current geological classification) and that include
the north, central and south zone. We also divided the regions in a longitudinal way according
to the altitude. These regions represent the analysis unit to establish relationships among the
areas that could have been affected by the rise of the Andes range. In this analysis, we
considered the distribution of 242 species belonging to the genus Adesmia, Chaetanthera,
Chuquiraga, Nassauvia, Schizanthus y Triptilion. The results of the parsimony analysis show
a single General Area Cladogram (tree of maximum parsimony, L:348, CI: 0.50 and RI:0.69.)
The cladogram presents a completely resolved topology with a nested pattern of organization,
where 2 terminal clades can be recognized (areas 8-9 and 4-5). The topology of the tree does
not recover any of the Particular Areas Cladograms. However, despite of this, the results are
coherent with the information provided by the terminal level in each group. Our results
indicate that vicariance explains the disjunct distribution of most of the species included in this
study.
Key words: Barrier, dispersal, endemism, vicariance.
Homología biogeográfica secundaria
182
INTRODUCCIÓN
La síntesis de numerosos estudios biogeográficos realizados en la Cordillera de los Andes
permiten reconocerla como una barrera que ha tenido efectos significativos en la
determinación de los actuales patrones de distribución de la biota sudamericana (Raven &
Axelrod 1974, van Der Hammen & Cleef 1983, Romero 1986, Simpson & Todzia 1990,
Young et al. 2002, Bell & Donoghue 2005, Hughes & Eastwood 2006, Antonelli et al. 2009,
entre muchos otros). Por ejemplo, este cordón montañoso constituye el límite de distribución
para una fracción importante de las especies de numerosos géneros que presentan patrones
relativamente concordantes de distribución y endemismo en Sudamérica. Géneros tales como
Acaena Mutis ex L., Alstroemeria L., Argylia D. Don, Adesmia DC., Chaetanthera Ruiz &
Pav., Chloraea Griseb., Chuquiraga Juss. (en parte), Escallonia Mutis ex L., Nassauvia
Comm. ex Juss., Schizanthus Ruiz & Pav. y Triptilion Ruiz & Pav., además de poseer
representantes endémicos en una de las vertientes de la cordillera, exhiben elementos que se
encuentran distribuidos en ambos lados de la misma (Zuloaga et al. 2008). El patrón
concordante de distribuciones disyuntas aquí mencionado ha sido atribuido a dos procesos
esenciales: dispersión y vicarianza, presentándose este último cada vez con mayor frecuencia
como hipótesis explicativa. Conviene observar, sin embargo, que durante décadas la mayor
parte de los trabajos biogeográficos han sido esencialmente descriptivos y narrativos (Martín-
Piera & Sanmartín 1999). Aunque estas investigaciones aportan valiosa información
biogeográfica para muchos grupos, ésta se encuentra disgregada en trabajos taxonómicos que
reseñan la distribución geográfica como un atributo no estructural de los organismos, ya que
no constituye en sí el objetivo de esos estudios (Martín-Piera & Sanmartín 1999, Zunino 2000,
Zunino & Zullini 2003). Ante este escenario, la dispersión aparece como una hipótesis ad hoc,
más que como el resultado del análisis directo de la distribución de los organismos. Por lo
tanto, los procesos y patrones generados por el alzamiento de los Andes necesitan ser
reevaluados sobre la base de los nuevos métodos disponibles, más visión integradora y
modelos de estudios adecuados.
Un ejemplo de esta situación es posible encontrarlo en el género Adesmia, para el cual
se ha especulado que la Cordillera de los Andes pudo actuar como un posible corredor que
permitió que algunas de las especies colonizaran latitudes menores (Burkart 1967). El patrón
propuesto es evidentemente dispersalista, sin embargo, se basa en la mayor afinidad del
Homología biogeográfica secundaria
183
género con la tribu Sophoreae, relación que no ha sido aceptada en la clasificación actual del
grupo (Hutchinson 1964, Polhill 1981). Un escenario alternativo también planteado por el
mismo autor, es que mientras la cordillera podría haber actuado como un corredor para
algunas especies, para otras podría ser considerada como una barrera biogeográfica que
restringió o fragmentó su distribución. No obstante, estas hipótesis carecen de un sustento
teórico y metodológico que permita validarlas. Mihoc et al. (2006) de acuerdo a los resultados
de un estudio panbiogeográfico de la serie Microphyllae (subgen. Acanthadesmia, Adesmia),
plantean que la distribución de las especies habría sido fragmentada producto del alzamiento
del macizo cordillerano, propiciando la formación del elemento endémico. Estos autores
sugieren una diferenciación reciente de las especies de la serie, ocasionada principalmente por
el aislamiento de poblaciones a lo largo de la cordillera, producto de la diferenciación de los
segmentos andinos; es decir, eventos vicariantes que fragmentaron la distribución y
consecutivamente indujeron la diferenciación de grupos. Posteriormente, el patrón propuesto
fue puesto a prueba incluyendo otros 5 géneros y el resto de las especies de Adesmia (Mihoc
2012, 2012 ms). En dicho trabajo, nuevamente emerge que los patrones de distribución actual
de las especies habrían sido determinados, principalmente, por eventos vicariantes que
fragmentaron la biota ancestral que se desarrollaba al momento del alzamiento de la Cordillera
de los Andes. La presencia de especies de diferentes géneros en un mismo trazo generalizado
atravesando la Cordillera de los Andes, independiente de sus capacidades de dispersión,
sugiere que la dispersión como proceso no constituye la hipótesis más probable para explicar
la distribución actual de las especies.
Morrone & Crisci (1995) y Crisci et al. (2000) tras la revisión de diferentes
metodologías pertenecientes a la biogeografía histórica, proponen que el estudio de los
patrones de distribución de los taxa debería llevarse a cabo integrando diferentes
metodologías, restringiendo la aplicación de determinadas técnicas a problemas específicos.
De acuerdo al método integrado propuesto por estos autores, un análisis biogeográfico debe
incluir (1) el reconocimiento de la homología espacial, (2) la identificación de las áreas de
endemismo y (3) la formulación de hipótesis acerca de las relaciones entre las áreas. Es así
como, a partir de los distintos trabajos realizados en el género permiten cubrir las dos primeras
etapas que nos lleva a plantear que para Adesmia la vicarianza constituye el motor
estructurador de los actuales patrones de distribución de las especies, siendo el alzamiento de
Homología biogeográfica secundaria
184
la Cordillera de los Andes la barrera que fragmentó las biotas ancestrales a las cuales
pertenecía el género. Sólo resta legitimar esta hipótesis en función de las relaciones entre las
áreas que habitan estas biotas ancestrales.
Una de las vías para someter a prueba este escenario correspondería a la formulación
de hipótesis acerca de las relaciones entre las áreas (Morrone & Crisci 1995, Crisci et al. 2000,
Morrone 2007). El resultado de estos análisis permite identificar la dinámica y movimiento no
sólo del grupo en sí, sino que también de las biotas ancestrales de los cuales ellos forman parte
(Morrone 2000, Brooks & van Veller 2003). En Sudamérica, el principal problema para
implementar este tipo de metodologías, se debe a que la filogenia de muchas especies es
desconocida. Por esta razón, en el presente trabajo sólo fueron considerados géneros que
tuviesen además de hipótesis filogenéticas explícitas, revisiones que permitan un mayor grado
de confiabilidad en los patrones de distribución de los mismos. Es así como, a partir de los
patrones de distribución de Adesmia, Chaetanthera, Chuquiraga (en parte), Nassauvia,
Schizanthus y Triptilion, se pretende encontrar nueva evidencia que permita corroborar las
hipótesis planteadas.
Homología biogeográfica secundaria
185
MATERIALES Y METODOS
Selección de taxa
Adesmia se distribuye a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde el norte del Perú
hasta Tierra del Fuego (8º-54º S). La mayor riqueza en cuanto al número de especies se
encuentra en Chile y Argentina, registrándose más de 100 en cada país. De este total, cerca de
50 especies son comunes a ambos países (Ulibarri & Burkart 2000, Marticorena & Quezada
1985), 53 son endémicas de Argentina (Ulibarri & Burkart 2000, Ulibarri 1999) y una cifra un
poco mayor (ca. 60 especies) lo es para Chile (Zuloaga & Morrone 1999, Zuloaga et al. 1999).
De las cerca de 240 especies descritas se seleccionaron para el análisis 132 especies, las cuales
representan a cada uno de los grupos infragénericos descritos para el grupo. La filogenia
considerada corresponde a la propuesta por Mihoc (2012).
Chaetanthera sensu lato (Cabrera 1936), se distribuye ampliamente en los Andes de
Chile, Argentina, Bolivia y Perú, desde cerca de los 10° latitud sur en el altiplano peruano,
hasta los 41° latitud sur, donde comienza el Bosque Valdiviano, el mayor grado de endemismo
se encuentra en Chile donde para las 30 especies de Chaetanthera sensu stricto descritas
(Davies 2010), 20 son endémicas de Chile. La filogenia del grupo fue establecida por
Hershkovitz et al. (2006).
Chuquiraga es un género andino-patagónico, principalmente endémico del cono sur de
Sudamérica (Bremer & Jansen 1992, Stuessy et al. 1996, Funk et al. 2005). Para el análisis,
sólo fueron consideradas las especies endémicas de Sudamérica, las cuales se encuentran a lo
largo de los Andes desde los 15º latitud hacia el sur. La filogenia del grupo fue establecida por
Ezcurra et al. (1997).
Nassauvia posee 37 especies y es endémico de los Andes del sur de Sudamérica y la
Patagonia Argentina. Al género se le encuentra en la provincia patagónica y altoandina
(Cabrera 1982, Freire et al. 1993). Triptilion es endémico del área central de Chile y del oeste
de la Patagonia Argentina (Katinas et al. 1992). Comprende 7 especies que se distribuyen en
la provincia chilena central y en el norte de la provincia subantártica (sensu Cabrera & Willink
1973). La filogenia de esto géneros fue establecida por Freire et al. (1993) para Nassauvia, y
por Katinas et al. (1992) para Triptilion.
Schizanthus posee un total de 12 especies endémicas de Sudamérica, concentrándose la
mayor parte de las especies en Chile. En general, el género se distribuye en la región andina de
Homología biogeográfica secundaria
186
Chile-Argentina y mediterránea de Chile (Coccuci 1989, Pérez et al. 2006). La filogenia del
grupo fue establecida por Pérez et al. (2006).
El total de especies seleccionadas para el análisis corresponde a 242 especies para las
cuales se disponía de información filogenética.
Datos de distribución
La distribución de las 242 especies fue determinada a partir de ejemplares de herbario
procedentes de: CONC (Herbario Universidad de Concepción- Chile), SGO (Herbario del
Museo de Historia Natural-Chile, LP (Museo Nacional de La Plata- Argentina), SI (Herbario
del Instituto de Botánica Darwinion- Argentina) y de la información disponible en literatura
obtenida de la base IRIS del Instituto de Botánica Darwinion. Las bases provenientes de
herbarios fueron revisadas, y se eliminó todo registro con determinación dudosa o que no
estuviese revisado por algún especialista. Los registros o localidades obtenidos a partir de
estas fuentes de información fueron posteriormente corroborados con la información publicada
para cada género. Localidades sin georeferenciar fueron asignadas al centro de la región
administrativa, que estuviera en el rango altitudinal descrito para la especie. Los puntos
georeferenciados para estos propósitos fueron obtenidos a partir de Google Earth disponible en
http://www.google.es/intl/es_es/earth/download/ge/agree.html. A partir de estos datos se
obtuvo una base de datos de aproximadamente 10.000 registros.
Posteriormente, el cono sur de Sudamérica fue dividido en tres franjas latitudinales:
norte, centro y sur de acuerdo a la clasificación propuesta por (Gansser 1973, Ramos 1999,
Kay et al. 2005, Sempere et al. 2008; Fig. 1a). Para este estudio solo fueron consideradas las
regiones central y sur de Los Andes. Los Andes centrales fueron divididos a su vez, en tres
segmentos menores, atendiendo a la subdivisión propuesta por los mismos autores. En función
de la altitud, se estableció una segunda división en sentido longitudinal (Fig. 1b). De esta
forma, el cono sur de Sudamérica quedó dividido en 15 regiones, las que fueron utilizadas
para establecer las relaciones entre las áreas. La distribución de los taxa fue asignada como
presencia o ausencia de las especies en cada uno de estos segmentos (Figs. 3b, 4e, 5e, 6d, 7d,
8d, 9d). Con esta información se construyeron los cladogramas de áreas para cada uno de los
taxa considerados (Figs. 3a, 4d, 5d, 6c, 7c, 8c, 9c).
Homología biogeográfica secundaria
187
Figura 1: Clasificación de las áreas utilizadas en los análisis biogeográficos. a) División de los Andes en base a
información geológica según Gansser (1973), Ramos (1999), Kay et al.(2005) y Sempere et al. (2008). b) Áreas
1-15 consideradas como homogéneas para poner a prueba las relaciones entre ambas vertientes de la cordillera.
a
b
Homología biogeográfica secundaria
188
División en base a la clasificación de la figura 1a y de acuerdo a altitudes. 1, 5, 9, 13 segmentos cordilleranos.
Parsimonia de Brooks
La Parsimonia de Brooks, fue propuesta por Wiley (1988a, b), de acuerdo con las ideas
desarrolladas originalmente por Brooks (1985) para la ecología histórica. El método consiste
en transformar la topología de la filogenia de los taxa seccionados en cladogramas de áreas.
Para ello, los cladogramas de áreas deben ser resueltos, para lo cual se han propuesto tres
supuestos: 0, 1 y 2 (Nelson & Platnick 1981, Humpries & Parenti 1986, Wiley 1987, 1988a, b,
Zandee & Roos 1987, Page 1988, 1990, Nelson & Ladiges 1991). Bajo el supuesto 0, las áreas
habitadas por un taxa ampliamente distribuido en el cladograma resuelto de áreas, son
consideradas como un grupo monofilético (sinapomorfia de áreas). Bajo el supuesto 1, el taxa
ampliamente distribuido es considerado como una simplesiomorfia por lo que las áreas pueden
contituir un grupo mono o parafiletico. Bajo el supuesto 2, sólo una de las ocurrencias es
considerada como evidencia, mientras que la otra puede constituir un grupo mono para o
polifilético. En el caso de las áreas ausentes son tratadas como primitivamente ausentes bajo el
supuesto 0, y como no informativas bajo los supuestos 1 y 2. Finalmente, las distribuciones
redundantes son consideradas por los supuestos 0 y 1 como igualmente informativas, y bajo el
supuesto 2 se generan dos cladogramas de áreas alternativos (Morrone 2001, Crisci et al.
2000, Morrone 2009). En el presente análisis los cladogramas fueron resueltos aplicando sólo
el supuesto 0, ya que corresponde al más estricto de los supuestos. A partir de estos árboles se
construye una matriz binaria de áreas x taxa, en la que los elementos clasificables son las áreas
y los elementos clasificadores son los taxa que en ellas habitan (Anexo 1). El cladograma
general de áreas se obtiene aplicando un análisis de parsimonia. Finalmente, la legitimación de
hipótesis de vicarianza se obtuvo a partir de la topología del cladograma general de áreas y su
correlación con las sinapomorfias que sustentan los clados.
Análisis de parsimonia
Las matrices de áreas por taxa fueron analizadas con los programas NONA 2.0
(Goloboff 1993) activado desde WinClada (Nixon 1999a). La estrategia de búsqueda de los
cladogramas más parsimoniosos se realizó mediante búsquedas heurísticas con permutación de
ramas tipo TBR y reconexión múltiple (Múltiple TBR + TBR), permitiéndole al programa
retener un máximo de 10000 árboles, con 100 replicas de secuencia de adición al azar y 100
Homología biogeográfica secundaria
189
árboles iniciales en cada repetición (árboles de Wagner). Estos resultados fueron contrastados
con los resultados obtenidos mediante búsquedas con parsimonia de matraca (ratchet
parsimony, Nixon 1999b). Considerando en este caso 500 réplicas de secuencia de adición al
azar, reteniendo 100 árboles por cada iteración y remuestreando un 10% de los caracteres.
Para ambas estrategias de búsqueda se consideró sólo aquellos caracteres informativos. En
todas las búsquedas los caracteres fueron tratados como no aditivos (Fitch 1971). Para
optimizar los cladogramas resultantes se utilizó la opción DELTRAN de WinClada, que en el
caso de existir más de una alternativa igualmente posible para determinar la secuencia de
transformación en los caracteres, esta opción favorece los cambios en las ramas terminales del
cladograma. Los valores de soporte para los nodos se determinó mediante non-parametric
bootstrap (Felsenstein 1985).
Homología biogeográfica secundaria
190
RESULTADOS
Cladogramas particulares de áreas
El cladograma particular de áreas del género Adesmia (Fig. 3) corresponde a la transformación
de uno de los árboles más parsimoniosos (L: 3424, CI: 10, RI: 48, Fig. 2), encontrados a partir
del análisis de máxima parsimonia de caracteres morfológicos. Todos los clados presentes en
este cladograma muestran una combinación de las áreas analizadas. Resulta importante
destacar en la distribución de estas especies, la repetición de la combinación de áreas 8-9 y 13-
14, patrón que se encuentra presente en la mayor parte de los clados terminales (Fig. 2). Por
otro lado, no se presenta una segregación de asociación de áreas en sentido latitudinal ni
longitudinal.
La filogenia de Chaetanthera propuesta por Hershkovitz et al. (2006), fue divida en los
dos clados principales (Clado a y b) obtenidos por estos autores a partir de un análisis de
máxima verosimilitud penalizada de secuencias ITS (Figs. 4 y 5). En el clado a (Fig.4), se
observa que las especies de este grupo se encontrarían presentes sólo en las regiones norte y
centro sur de de Chile, mostrando al igual que en el caso de Adesmia, una marcada presencia
en esta última zona incluyendo la zona altoandina (áreas 8-9, Fig. 1). Sin embargo, también
destaca la presencia de estas especies en la zona norte (áreas 4-5, Fig. 1). En el caso del clado
b (Fig. 5), las especies repiten el patrón antes mencionado, no obstante sus límites de
distribución se extienden hacia zonas más australes.
Para el caso de Chuquiraga, pese a que la filogenia propuesta por Ezcurra et al. (1997),
obtenida sobre la base de un análisis de máxima parsimonia de caracteres morfológicos (L: 32,
CI: 78, RI: 78), muestra una politomía basal (Fig. 6), esta no resulta ser un impedimento para
aplicar el método, ya que este tipo de situación puede ser interpretada como un fenómeno
evolutivo real, en el cual la o las especies ancestrales presentaron especiación de tipo
parapátrica (e.g. segregación y diferenciación de poblaciones en la periferia del seno de la
distribución de la especie). Concordante con lo anterior, se destaca la presencia de especies de
amplia distribución en el área de estudio como son C. rosulata Gaspar y C. erinacea D. Don.
A diferencia de los grupos anteriores, no se presentan patrones reiterativos de distribución al
interior del cladograma.
De los seis géneros considerados, Nassauvia es el que presenta mayor grado de
incertidumbre en su hipótesis filogenética. La evaluación de la topología de la filogenia de
Homología biogeográfica secundaria
191
este género propuesta por Freire et al. (1993), muestra diversas politomías que involucran a
varias especies del género (Fig. 7). Aunque la inclusión del mismo en el análisis de parsimonia
no cambia la topología del árbol general de áreas.
En el caso de Schizanthus (Fig. 8), su filogenia se obtuvo sobre la base de máxima
verosimilitud, a partir de análisis combinados de secuencias de ADN (Pérez et al. 2006). El
cladograma particular de áreas de este género muestra una fuerte asociación a la zona centro
sur de Chile, estando sólo unas pocas especies fuera de este rango de distribución (áreas 8 y 9,
Fig. 1).
Finalmente, en Triptilion (Fig. 9) cuya filogenia fue obtenida sobre la base del análisis
de máxima parsimonia de caracteres morfológicos (L: 32, CI: 78, RI: 78, Katinas et al.
(1992)), se observa un patrón similar al presente en Schizanthus, siendo evidente la relación de
este género con la zona centro sur de Chile.
---> U Ami fim
C COLU col
C FRIG fri
C GUTT gut
C MICR adr C MICR aeg
C MICR obc
D ARA ara
D ARA bre
D ARG arg
D ARG cal
D BAL bal
D BAL bor
D BAL con
D BAL coq
D BAL res
D BIC bic
D BIC inc
D BIC lat
D BRA aro
D BRA ver
D CON con
D CON cun
D CON dis
D CON pam
D DEN den
D FUE Fue
D FUE jil
D HIS fil
D HIS hun
D LEI ela
D LEIO lei
D LIH lih
D LON ara
D LON cor
D LON ere
D LON exi
D LON gra
D LON lan
D LON pro
D LON tor D LON vis
D LOU lou
D MAC mac
D MUR gra
D PAP asp
D PAP bra
D PAP dar D PAP den
D PAP mic
D PAP muc
D PAP pap
D PAP vis
D PSO ara
D TEN ten
D TRI tri
C ARGY arg
C ARGY lit
C CAND can
C CAND pat
C COLU cyt
C GLUT bed C GLUT ped
C MICR con
C MICR eri
C MICR fri
C MICR gra
C MICR hor
C MICR hys
C MICR inf
C MICR mel
C MICR men
C MICR met
C MICR mic
C MICR mir C MICR obo
C MICR pau
C MICR pin
C MICR pol
C MICR pun
C MICR ren
C MICR sch
C MICR spi
C MICR tri
C MICR usp
C MICR vol
C SUBT dig
C SUBT ech C SUBT hem
C SUBT min C SUBT occ
C SUBT sch
C SUBT sub
D AME ame D AME aue
D ARG col D BAL ema
D BAL rub
D BRA aph
D BRA ata D BRA bra
D BRA tri
D CAP cap
D GLO glo
D HIS Lep
D HIS rah
D LAN lan D LAN par
D LAN san
D LEI fil
D LEI pus
D LON lon
D LON sil
D LOT lot
D LOU pir
D MUR mur
D MUR ret
D MUR smi
D PHY phy
D PSO cil
D PSO tri
D PUM aur D PUM pum
D PUM vil
D RET ret
D SAL sal
D SPU spu
D STE aco
D STE ste
D SUB neu
D SUB sec
D SUF suf
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
ACANTHADESMIA
A. adrianii
A. aegiceras
A. argyrophylla
A. bedwellii
A. candida
A. coluteoides
A. confusa
A. cytisoides
A. digitata
A. echinus
A. erinacea
A. friesii
A. frigida
A. gracilis
A. guttulifera
A. hemisphaerica
A. horrida
A. hystrix
A. inflexa
A. littoralis
A. melanocaulos
A. melanthes
A. mendozana
A. microphylla
A. minor
A. miraflorensis
A. obcordata
A. obovata
A. occulta
A. patagonica
A. pauciflora
A. pedicellata
A. pinifolia
A. polyphylla
A. pungens
A. renjifoana
A. schickendanzii
A. schneideri
A. spinosissima
A. subterranea
A. trijuga
A. uspallatensis
A. volckmannii
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
A. retrofracta
A. retusa
A. rubroviridis
A. salicornioides
A. sandwithii
A. securigerifolia
A. silvestrii
A. smithiae
A. spuma
A. stenocaulon
A. suffocata
A. tenella
A. torcaea
A. trifoliata
A. trifoliata
A. tristis
A. verrucosa
A. villosa
A. viscida
A. viscidissima
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
ADESMIA
A. aconcaguensis
A. ameghinoi
A. aphylla
A. arachnipes
A. araucana
A. araujoi
A. argentea
A. aromatica
A. aspera
A. atacamensis
A. aueri
A. aurantiaca
A. balsamica
A. bicolor
A. boronioides
A. brachysemeon
A. bracteata
A. brevivexillata
A. calycicomosa
A. capitellata
A. ciliata
A. colinensis
A. concinna
A. conferta
A. coquimbensis
A. corymbosa
A. cuneata
A. darapskyana
A. denticulata
A. denudata
A. disperma
A. elata
A. emarginata
A. eremophila
A. exilis
A. filifolia
A. filipes
A. Fuentesii
A. glomerula
A. graminidea
A. grandiflora
A. hunzikeri
A. incana
A. jilesiana
A. lanata
A. landbeckii
A. latifolia
A. leiocarpa
A. Leptobotrys
A. lihuelensis
A. longipes
A. lotoides
A. loudonia
A. macrostachya
A. microcalyx
A. mucronata
A. muricata
A. neuquenensis
A. pampeana
A. papposa
A. parvifolia
A. phylloidea
A. pirionii
A. prostrata
A. pumila
A. pusilla
A. rahmeri
A. resinosa
D_STE_aco
D_AME_ame
D_BRA_aph
D_LON_ara
D_ARA_ara
D_PSO_ara
D_ARG_arg
D_BRA_aro
D_PAP_asp
D_BRA_ata
D_AME_aue
D_PUM_aur
D_BAL_bal
D_BIC_bic
D_BAL_bor
D_PAP_bra
D_BRA_bra
D_ARA_bre
D_ARG_cal
D_CAP_cap
D_PSO_cil
D_ARG_col
D_BAL_con
D_CON_con
D_BAL_coq
D_LON_cor
D_CON_cun
D_PAP_dar
D_DEN_den
D_PAP_den
D_CON_dis
D_LEI_ela
D_BAL_ema
D_LON_ere
D_LON_exi
D_LEI_fil
D_HIS_fil
D_FUE_Fue
D_GLO_glo
D_LON_gra
D_MUR_gra
D_HIS_hun
D_BIC_inc
D_FUE_jil
D_LAN_lan
D_LON_lan
D_BIC_lat
D_LEIO_lei
D_HIS_Lep
D_LIH_lih
D_LON_lon
D_LOT_lot
D_LOU_lou
D_MC_mac
D_PAP_mic
D_PAP_muc
D_MUR_mur
D_SUB_neu
D_CON_pam
D_PAP_pap
D_LAN_par
D_PHY_phy
D_LOU_pir
D_LON_pro
D_PUM_pum
D_LEI_pus
D_HIS_rah
D_BAL_res
D_MUR_ret
D_RET_ret
D_BAL_rub
D_SAL_sal
D_LAN_san
D_SUB_sec
D_LON_sil
D_MUR_smi
D_SPU_spu
D_STE_ste
D_SUF_suf
D_TEN_ten
D_LON_tor
D_BRA_tri
D_TRI_tri
D_PSO_tri
D_BRA_ver
D_PUM_vil
D_PAP_vis
D_LON_vis
C_MICR_adr
C_MICR_aeg
C_ARGY_arg
C_GLUT_bed
C_CAND_can
C_COLU_col
C_MICR_con
C_COLU_cyt
C_SUBT_dig
C_SUBT_ech
C_MICR_eri
C_MICR_fri
C_FRIG_fri
C_MICR_gra
C_GUTT_gut
C_SUBT_hem
C_MICR_hor
C_MICR_hys
C_MICR_inf
C_ARGY_lit
C_MICR_mel
C_MICR_met
C_MICR_men
C_MICR_mic
C_SUBT_min
C_MICR_mir
C_MICR_obc
C_MICR_obo
C_SUBT_occ
C_CAND_pat
C_MICR_pau
C_GLUT_ped
C_MICR_pin
C_MICR_pol
C_MICR_pun
C_MICR_ren
C_SUBT_sch
C_MICR_sch
C_MICR_spi
C_SUBT_sub
C_MICR_tri
C_MICR_usp
C_MICR_vol
Figura 2: Filogenia del género Adesmia propuesta por Mihoc (2012). El cladograma
corresponde a uno de los árboles más parsimoniosos (L: 3424, CI: 10, RI: 48), encontrados a
partir del análisis de máxima parsimonia de caracteres morfológicos. En negro las especies del
subgénero Adesmia, en rojo: las especies del subgénero Acanthadesmia.
Homología biogeográfica secundaria
192
8
7, 11
9
8, 9, 13
8, 9
7
4, 8, 9
4, 5, 8, 9
4, 5, 9 4, 5, 9
4, 8, 9
12, 13, 14
14, 15
13, 14
13, 14
8, 9
8, 9, 13
8, 9 9
4, 8, 9
8, 9, 13
4, 8, 9
8, 9
8, 9
5, 7, 8, 9, 10, 11, 13, 14, 15
9, 13, 14, 15
4, 8, 9
8
8, 9
5, 9, 13, 14, 15
8, 9
9
4, 5, 8, 9
8, 9
4, 5
8, 9, 12, 13
8, 9
9, 10, 11, 13, 14, 15
5, 9
9
7
8, 9
5, 9 8, 9
9, 11, 13, 14, 15
4, 9, 13
9, 10, 14 5, 7, 10, 11, 14, 15
5, 9
7, 11
4, 8, 9
9, 12, 13
15
8, 9, 12, 13
8, 9, 12, 13
9, 12, 13, 14
4, 5, 9
4, 5, 8, 9
5 4, 8 4, 5, 8, 9
9
9 9, 13, 14
13, 14, 15
8, 9, 12, 13 8, 9, 12
5, 7, 10, 11
8, 9
14, 15
9, 13, 14, 15
13, 14 5, 6, 7, 9, 10, 11, 14, 15
4, 8, 9
8, 9
8, 9
4, 5, 9 4, 5
4, 5, 9
4, 5
9 8, 9, 13, 14
5, 9
4
5
13, 14, 15
9, 13, 14
15
8, 9, 12, 13
9, 13, 14, 15
8, 9
5, 9, 13, 14, 15
9, 13
4, 8, 9
9
4, 5, 9
8, 9
9, 13, 14
4, 8, 9 13, 14
4, 5, 9
13, 14
13, 14
7, 11
13, 14, 15
12, 13, 14, 15
9
4, 5, 9
5
9
5, 9
9, 12, 13, 14, 15
9, 13, 14
4, 5, 9, 13, 14, 15
8, 9
8, 9, 12, 13
4
4, 8, 9
8 4, 5
9, 10, 13, 14
4
9, 11, 13, 14, 15 8, 9
12, 13, 14
8, 9
4, 5
4, 8, 9
4, 5, 8, 9, 10, 13, 14, 15
12, 13, 14
8, 9
a
b
c d
Figura 3: Cladograma de áreas del género Adesmia en base a la filogenia propuesta por
Mihoc (2012). a) Cladograma de áreas, b) Mapa de las áreas consideradas, c) Imagen
de las especies del subgénero Acanthadesmia, d) Imagen de las especies del subgénero
Adesmia.
Homología biogeográfica secundaria
193
CLADE A Chaetanthera lycopodioides
Chaetanthera cochlearifolia
Chaetanthera pulvinata
Chaetanthera minuta
Aff Chaetanthera gnaphalioides
Chaetanthera planiseta
Chaetanthera pusilla
Chaetanthera pentacaenoides
Chaetanthera apiculata
Chaetanthera sphaeroidalis
Chaetanthera dioica
Chaetanthera acerosa
Chaetantera revoluta
Chaetanthera stuebelii
Aff. Chaetanthera sphaeroidalis
4, 5, 8, 9
4, 5, 8, 9
9
8, 9
8, 9
9
9
4, 5, 9
4, 5, 9
?
4, 5, 9
4, 5, 9
?
5, 9
4, 5, 8, 9
CLADE A
CLADE B
Continúa en la
Figura 4
a
b
c
d
e
Homología biogeográfica secundaria
194
Figura 4: Sección del Cladograma de áreas del género Chaetanthera en base a la filogenia
propuesta por Hershkovitz et al. (2006). a) Simplificación de la Topología de la filogenia,
obtenida en base a máxima verosimilitud penalizada de secuencias ITS, en rojo sección
considerada, b) Chaetanthera lycopodioides (J. Remy) Cabrera, c) Topología del clado A
de la filogenia, d) Sección del cladograma de áreas, e) Mapa de las áreas consideradas.
Chaetanthera ciliata
Chaetanthera incana
Chaetanthera tenella
Chaetanthera renifolia
Chaetanthera chiquianensis Chaetanthera peruviana
CLADE B
Chaetanthera elegans
Chaetanthera chilensis
Chaetanthera elegans
Chaetanthera brachylepis
Chaetanthera leptocephala
Chaetanthera linearis
Chaetanthera limbata
Chaetanthera glabrata
Chaetanthera microphylla
Chaetanthera glandulosa
Chaetanthera perpusilla
Chaetanthera kalinae
Chaetanthera flabellifolia
Chaetanthera splendens
Chaetanthera lanata
Chaetanthera villosa
Chaetanthera australis
Chaetanthera moenchioides
Chaetanthera tenella
Chaetanthera serrata
Chaetanthera flabellata
Chaetanthera euphrasioides
Chaetanthera spathulifolia
8, 9, 12, 13, 14
8, 9, 12, 13
9, 13
8, 9, 12, 13
8, 9, 12, 13, 14
8, 9, 12, 13
8, 9 4, 8, 9 8, 9, 12, 13
13 ? 8, 9 4, 5, 8, 9, 12, 13 4, 8, 9
4, 5, 9
4, 8, 9 4
4, 5, 8, 9
4, 8, 9
4, 9
9 8, 9
4, 5, 8, 9
8, 9, 13, 14
9
8, 9
8, 9, 13
8, 9
CLADE A
CLADE B
b
a
c
d
e
Continúa en la
figura 5
Homología biogeográfica secundaria
195
Figura 5: Sección del cladograma de áreas del género Chaetanthera en base a la filogenia
propuesta por Hershkovitz et al. (2006). a) Simplificación de la Topología de la filogenia,
obtenida en base a máxima verosimilitud penalizada de secuencias ITS, en rojo sección
considerada, b) Chaetanthera renifolia (J. Remy) Cabrera, c) Topología del clado B de la
filogenia, d) Sección del cladograma de áreas, e) Mapa de las áreas consideradas.
9
4
5
13, 14, 15
5, 9, 10, 11, 13, 14, 15
4, 5
9
9, 10, 11, 13, 14, 15
4, 8, 9
OUT
Chuquiraga kuschelii
Chuquiraga ruscifolia
Chuquiraga acanthophylla
Chuquiraga aurea
Chuquiraga erinacea
Chuquiraga atacamensis
Chuquiraga rosulata
Chuquiraga ulicina
Chuquiraga echegarayi
a
b
c d
Homología biogeográfica secundaria
196
Figura 6: Cladograma de áreas del género Chuquiraga en base a la filogenia propuesta por Ezcurra et
al. (1997). a) Topología de la filogenia, obtenida en base al análisis de máxima parsimonia de
caracteres morfológicos (L: 32, CI: 78, RI: 78). b) Chuquiraga oppositifolia D. Don, c) Cladograma
de áreas de las especies del género Chuquiraga consideradas en el análisis, e) Mapa de las áreas
consideradas.
Nassauvia argyrophylla Nassauvia coronipappa Nassauvia cumingii Nassauvia dentata Nassauvia digitata
Nassauvia dusenii Nassauvia latissima Nassauvia magellanica
Nassauvia pinnigera
Nassauvia planifolia Nassauvia pulcherrima
Nassauvia pyramidalis Nassauvia ramosissima Nassauvia revoluta Nassauvia ruizii Nassauvia sceptrum Nassauvia serpens Nassauvia sprengelioides Nassauvia sublobata
Nassauvia axillaris Nassauvia fuegiana
Nassauvia glomerulosa Nassauvia maeviae Nassauvia ulicina
Nassauvia argentea
Nassauvia chubutensis
Nassauvia pygmaea
Nassauvia aculeata
Nassauvia hillii
Nassauvia juniperina
Nassauvia ameghinoi
Nassauvia gaudichaudii
Nassauvia pentacaenoides
Nassauvia uniflora
Nassauvia glomerata
Nassauvia lagascae
Nassauvia darwinii
Nassauvia looseri
Calopappus
OUT
8, 9, 13, 14, 15
13, 14, 15
8, 9, 12, 13, 14
9, 13
9
13, 14, 15
14, 15
13
13, 14, 15
9, 13, 14
13, 14
5, 8, 9, 10, 13, 14, 15
13 8, 9
9, 12, 13, 14
8, 9, 12, 13
13, 14
14
13, 14
13
13, 14
9, 13, 14, 15
9, 10, 13, 14, 15 13, 14, 15
8, 9, 13
9, 13
13, 14
9, 13
9, 12, 13, 14
13, 14, 15,
9, 12, 13
9, 12, 13, 14
9
13, 14
14
9, 13
9, 13
8, 9
?
a
b
c
d
Homología biogeográfica secundaria
197
Figura 7: Cladograma de áreas del género Nassauvia en base a la filogenia propuesta por Freire
et al. (1993). a) Topología de la filogenia, obtenida en base al análisis de máxima parsimonia de
caracteres morfológicos (L: s/i, CI: 82, RI: s/i). b) Nassauvia pyramidalis Meyen, c) Cladograma
de áreas del género Nassauvia, d) Mapa de las áreas consideradas.
8, 9
4, 8, 9
8, 9, 13, 14
8, 9, 13
4, 8, 9
4
4
4, 8, 9
8, 9
8, 9
8, 9
8, 9, 12, 13
Schizanthus alpestris
Schizanthus candidus
Schizanthus grahamii
Schizanthus hookeri
Schizanthus integrifolius
Schizanthus lacteus
Schizanthus litoralis
Schizanthus laetus
Schizanthus parvulus
Schizanthus pinnatus
Schizanthus porrigens
Schizanthus tricolor a
b
c
d
Homología biogeográfica secundaria
198
Figura 8: Cladograma de áreas del género Schizanthus en base a la filogenia propuesta por Pérez
et al. (2006). a) Topología de la filogenia del árbol de mayoría obtenido en base a máxima
verosimilitud a partir de análisis combinados de secuencias de ADN, b) Schizanthus hookeri
Gillies ex Graham, c) Cladograma de áreas del género Schizanthus, d) Mapa de las áreas
consideradas.
8 , 9 ,11, 12, 13
4, 8, 9
8, 9
8, 9
8, 9, 12
12, 13
8, 9, 12, 13, 14
OUT Triptilion benaventei
Triptilion spinosum
Triptilion achilleae
Triptilion cordifolium
Triptilion berteroi
Triptilion capillatum
Triptilion gibbosum
a
b
c
d
Homología biogeográfica secundaria
199
Figura 9: Cladograma de áreas del género Triptilion en base a la filogenia propuesta por Katinas
et al. 1992. a) Topología de la filogenia, obtenida en base al análisis de máxima parsimonia de
caracteres morfológicos (L: 32, CI: 78, RI: 78). b) Triptilion spinosum Ruiz & Pav., c)
Cladograma de áreas de Triptilion , d) Mapa de las áreas consideradas.
Homología biogeográfica secundaria
200
Cladograma general de áreas
En el análisis considerando a las 15 áreas y el total de caracteres (242 especies) se obtuvo un
solo árbol de máxima parsimonia, cuyos estadísticos son: Largo (L): 348, Índice de
Consistencia (CI): 0.50 e Índice de Retención (RI): 0.69 (Fig. 10). El cladograma general de
áreas (árbol más parsimonioso obtenido a partir del análisis de parsimonia), presenta una
topología completamente resuelta, con un patrón anidado de organización, reconociéndose 2
clados terminales que agrupan a las áreas 8-9 y 4-5. La topología del cladograma general de
áreas no recupera la topología de ninguno de los cladogramas particulares de áreas, no
obstante, el patrón mostrado resulta congruente con la información entregada a nivel de
terminal en cada uno de los grupos.
Cada una de los clados se encuentra soportado por un alto número de sinapomorfias,
patron que sustenta la hipótesis de suscesivos eventos vicariantes. La sucesión de estos
eventos primero habria fragmentado en sentido latitudinal las áreas de la vertiente oriental de
la cordillera de los Andes y luego las áreas de la vertiente occidental, siendo el límite entre los
segmentos centro y sur de los Andes los últimos en diferenciarse (Fig. 11).
04
05
08
09 45
0
44
0
18
0
190
0
189
0
188
0
187
0
186
0
181
0
179
0
178
0
176
0
166
1
137
0
136
0
134
0
133
0
125
0
124
0
123
0
122
0
90
0
62
0
40
0
29
1
23
0
22
0
21
0
171
0
91
0
61
0
18
0
166
1
123
0
111
1
87
1
54
1
11
1
174
1
156
1
155
1
147
1
48
1
19
1
17
1
3
1
2
1
185
0
175
0
167
1
135
0
132
0
131
0
130
0
129
0
117
0
70
0
47
0
24
0
10
1
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1
160 158
157 154
153 152
151 150
149 148
119 101
89 67
66 65
64 32
31 28
1
1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0
190 189
188 128
127 126
114 113
111 87
60 54
0
14
185 179 178 176 175 141 139 138 135 47 24 23 22 21 18 10
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0
15 123
0
60
0
59
0
19
1
17
1
187 181
145 144
143 142
137 136
134 133
132 131
130 129
125 70
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
121 120
119 118
117 116
115 114
113 111
91 90
88 54
53 52
51 50
40 39
38 29
28
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 0
10
11 185
1
07
87
1
86
1
71
1
63
1
62
1
128 127
126 124
123 112
110 109
108 107
106 104
103 102
100 99
98 95
93 69
60 59
56
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
01
04 05
06
07
08 09
10
11
12 13
14 15 a
b
06
92 85
68 45
44 42
29 28
11 10
9 8
7 6
5
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
a
12
13
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
171 169
144 125
124 91
90 88
86 62
61 58
57 53
52 51
50 45
40 39
38 9
8 7
0
b
Figura 10: Cladograma más parsimonioso obtenido en el análisis de Parsimonia de Brooks. En la esquina superior derecha se muestra la topología
simplificada del árbol de máxima parsimonia (L: 348, CI: 50; RI: 69). Áreas 1-15 corresponden a las áreas de la Figura 1b. Círculos negros:
sinapomorfías, Blancos: homoplasia. 201
Homología biogeográfica secundaria
14
15 13 12
b
06 07
10 11
09
05
08
04
a
01
04
05
06
07
08
09
10
11
12 13
14
15
a
b
c
c
202
Homología biogeográfica secundaria
Figura 11: Simplificación del cladograma general de areas y su asociación con las regiones consideradas en este estudio.
Homología biogeográfica secundaria
203
DISCUSIÓN
Nuetros resultados verifican que la vicarianza da cuenta de la distribución disyunta de la
mayor parte de las especies consideradas en este análisis. De acuerdo a los antecedentes
recopilados, la vicarianza sería uno de los procesos fundamentales en la estructuración de las
biotas ancestrales del cono sur de Sudamérica. Los resultados obtenidos en los sucesivos
análisis realizados, con varios de los géneros que constituyen elementos esenciales en las
diferentes clasificaciones biogeográficas (e.g. Adesmia, Chaetanthera y Nassauvia), avalarían
esta postura, pese a lo recurrente de las hipótesis dispersalistas (e.g. Hartley 1958, Allred
1981, Moore 1983, Crisci et al. 1991, Armesto & Vidiella 1993, Ezcurra et al. 1997, Katinas
& Crisci 2000, Cialdella & Giussani 2002, Ezcurra 2002, Wagstaff & Breitwieser 2002,
Barreda & Palazzesi 2007, Calviño et al. 2007, Katinas et al. 2008). No obstante, resulta de
particular importancia considerar que si bien, la vicarianza podría explicar los patrones
encontrados, esta sería el resultado de una compleja segmentación del territorio, y no
constituiría un evento único.
Varios autores concuerdan que el origen de la cordillera se remonta al Jurásico,
coincidentemente con la formación del sistema de arco que se desarrolló sobre la zona de
subducción de placa oceánica, antes y durante la fragmentación de Gondwana en el Mesozoico
(Kay et al. 2005, Ramos 1999). Sin embargo, estudios recientes, indican que su elevación ha
permanecido relativamente estable por varios millones de años, seguido por periodos de
acelerado alzamiento (Stuessy & Taylor 1995, Garzione et al. 2008, Hoke & Garzione 2008,
Sempere et al. 2008). De acuerdo a Gansser (1973) los Andes se encuentran conformados por
segmentos contrastantes, diferenciados latitudinalmente en Andes norte, central y sur (Fig.
1a). Los Andes centrales (aproximadamente desde los 3º~4º- 33º~ 45ºS, dependiendo del
autor), poseen un origen asociado a una reciente orogénesis, en la cual han contribuido a su
desarrollo procesos tectónicos y magmáticos, siendo un típico ejemplo de margen activo
donde la litósfera oceánica subduce bajo la litosfera continental (Kay et al. 2005, Garzione et
al. 2008) desde al menos el Mesozoico Temprano (Sempere et al. 2008). En esta porción se
destacan periodos de levantamiento que se inician en cada una de las fases compresivas
(Oligoceno Superior, Mioceno Medio, Mioceno Superior y Plioceno Superior). Parte del
levantamiento andino, al menos para la zona de Perú, Bolivia y norte de Chile ocurrió en el
Neógeno y está relacionado con una dinámica tectónica compresiva (Sébrier et al. 1980,
Homología biogeográfica secundaria
204
Lavenu 1988). Se ha especulado que la altura actual de los Andes (4000 metros promedio) se
habría alcanzado entre 4 a 6,7 -10,3 ma (Ghosh et al. 2006). El siguiente segmento
considerado en este estudio, los Andes del Sur, considerados desde los 33º~ 45º hasta los 56º
latitud sur (Fig. 1a), son considerablemente más bajos que los segmentos anteriores, con un
proceso de formación homólogo a los Andes centrales. Es decir, la subducción de placa
oceánica bajo la continental desde el Jurasico (Hervé et al. 2007). Esta diferenciación de
segmentos durante el desarrollo de los Andes y los cambios climáticos asociados, habrían
propiciado eventos reiterados de vicarianza a través del tiempo. Este patrón de segmentación
queda en evidencia en el cladograma general de áreas (Figs. 10 y 11), en el cual es posible
distinguir hacia la base del árbol, eventos de segmentación en sentido norte-sur (6-10, 7-11) y
luego diferenciación este-oeste (15-14-13 y los clados terminales 8-9 y 4-5). En este contexto
la asimetría del cladograma muestra que a medida que se produjo la diferenciación de los
segmentos, los factores que comenzaron a operar en cada uno de los segmentos significaron el
evento vicariante en sí. Una vez que la diferenciación del segmento constituyó una barrera
efectiva, la biota ancestral (visualizada en el cladograma general de áreas como las
sinapomorfias que sustentan los clados), se vio fragmentada, dando paso a la independencia de
cada uno de sus elementos.
Si consideramos que las angiospermas no poseen una antigüedad superior a los 128 ma
(Raven & Axelrod 1974), y que, posiblemente el origen de los factores que causaron la
diferenciación de la biota sudamericana comienzan a desarrollarse hace aproximadamente 113
millones de años, momento en el cual la similitud desde el punto de vista estructural y
temporal cambia debido a una aceleración del movimiento de Sudamérica hacia el oeste,
cambiando el destino de los 3 segmentos (Taylor 1991), entonces, la diferenciación de biotas
en sentido norte-sur, podría ser explicada por eventos vicariantes antiguos. La etapa de
solevantamiento más reciente en el desarrollo andino (desde el Oligoceno hasta el presente),
habría contribuido a fragmentar dichas biotas, generando el evento vicariante más reciente. A
su vez, la menor altitud del segmento sur de la cordillera, podría no constituir una barrera
efectiva para las especies tratadas en este estudio, razón por la cual la sección sur aparece
hacia las ramas terminales del cladograma general de áreas.
De acuerdo a Croizat (1958, 1964), la vicarianza también incluye a la dispersión,
aunque esta ocurre antes de que surjan las barreras geográficas. No obstante la postura
Homología biogeográfica secundaria
205
tradicional, donde se considera a la vicarianza y la dispersión como explicaciones alternativas,
éstas no constituyen procesos excluyentes entre sí, aunque difícilmente se dan
simultáneamente en una misma área y para un mismo tipo de organismos, sin embargo, su
sucesión en el tiempo tendrá mayor probabilidad cuanto más compleja sea la historia de
creación y eliminación de barreras (Morales 1989). En el caso particular de los Andes, la
sucesión de eventos vicariantes, necesariamente involucran una sucesión de eventos
dispersalistas a partir de la diferenciación de especies causadas por eventos vicariantes
anteriores (diferenciación de especies que es particularmente importante en los géneros
Adesmia, Chaetanthera y Nassauvia). Esto podría explicar los bajos índices de consistencia y
retención obtenidos en el cladograma general de áreas, y que aparen como homoplasia en el
sistema (Fig. 10).
De acuerdo a nuestros resultados los Andes emergen como barrera pero no de manera
continua ni homogénea tanto en el espacio como en el tiempo, siendo la diferenciación de los
segmentos centro y sur uno de los principales eventos vicariantes que fragmentaron la
distribución de las especies. La baja simetria encontrada en la topología de los árboles podría
estar asociada al grado de influencia que la diferenciación de la condillera tuvo sobre esas
regiones. Los cambios geológicos y climáticos asociados a esta diferenciación geográfica
posiblemente desencadenaron una serie de presiones selectivas condicionando una rápida
diferenciación de especies por radiación adaptativa. Este escenario explicaría la mayor
concentración de sinapomorfias que sustentan la segmentación de las áreas más cercanas a la
cordillera.
AGRADECIMIENTOS
Investigación financiada por Proyecto CONICYT AT-4040202. Esta investigación forma parte
de las actividades del Núcleo Milenio de Estudios Avanzados en Ecología e Investigaciones
en Biodiversidad P02-054 F ICM. Se agradece al Instituto de Botánica Darwinion por las
facilidades brindadas para el estudio de las muestras, particularmente al Dr. Emilio Ulibarri,
Dr. Fernando Zuloaga, Dra. Norma B. Deginani, y Dra. Lone Aagesen. A Diego Alarcón por
su guía en la utilización de sistemas de información
Homología biogeográfica secundaria
206
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Homología biogeográfica secundaria
211
ANEXO 1
Matriz transpuesta de los cladogramas de áreas. Las líneas corresponden a los nodos de cada género. Las
columnas representan las 15 regiones consideradas para el análisis
Adesmia
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 0 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 0 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 0 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 0 0 1 1 0 0 1 1
0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 0 1 0
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 1 1 0 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 1 1 0 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 1 1 0 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 1 1 0 1
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0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 1
0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 1
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 1 0 0
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0
0 0 0 0 1 0 1 0 0 1 1 0 0 0 0
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 1 1 1
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 1 1 1
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 0 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 0 1 0 1 1 1 1 1 0 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
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0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 1 1
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 1 1 0 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1
0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1
0 0 0 0 0 0 1 1 1 0 1 0 1 1 0
0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 1 1 0
0 0 0 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 1 1
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 1 0 1 1 1
0 0 0 1 0 0 0 0 1 0 1 0 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
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0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 1 1 1 0 1 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 0
0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
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0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 1 1 1
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Chaetanthera
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Homología biogeográfica secundaria
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Chuquiraga
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0 0 0 1 0 0 0 0 1 1 1 0 1 1 1
Nassauvia
0 0 0 0 1 0 0 1 1 1 0 0 1 1 1
0 0 0 0 1 0 0 1 1 1 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 1 1 0
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 1
Schizanthus
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 1 1 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0
Triptilion
0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 1 1 1 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 1 1 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 0
0 0 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 0
213
VII. DISCUSION GENERAL
En la presente tesis se puso a prueba las hipótesis dispersalistas/vicariancistas
previamente establecidas, para determinar si la dispersión como proceso, explica de
mejor manera que la vicarianza los patrones de distribución disyunta que exhiben
numerosas especies de la flora sudamericana.
De acuerdo a los resultados obtenidos en los diferentes análisis, se establece que la
vicarianza explicaría gran parte de los patrones de distribución de las especies
consideradas:
1.- Los patrones coincidentes de los trazos individuales de la mayor parte de las
especies de la serie Microphyllae permiten plantear que los patrones de distribución
actual de las especies de este grupo habrían estado determinados, principalmente, por
eventos vicariantes (Figs. 1 y 2 capítulo 1a). El desarrollo de los Andes estaría
involucrado en la diferenciación reciente de las especies de la serie, ocasionando una
diferenciación de grupos posterior (posiblemente asociados a biotas diferentes). En este
caso la vicarianza sería el proceso que determinó los actuales patrones de
distribución en la serie, donde la fragmentación de la biota habría ocurrido en
sentido latitudinal, como lo indica la secuencia de trazos generalizados encontrados
(Capítulo 1a).
2.- El contraste de estos resultados con evidencia proveniente de otros taxa permite
llegar a las mismas conclusiones. Así como en Adesmia, otros géneros tales como,
Chaetanthera, Chuquiraga (en parte), Nassauvia, Schizanthus y Triptilion presentan los
mismos patrones. El hallazgo de diferentes trazos generalizados (biotas ancestrales) que
atraviesan la Cordillera de los Andes (Figs. 3 y 5 Capítulo 1b), parece indicar que el
actual patrón de distribución disyunta que exhiben muchas de las especies habría tenido
su origen en la fragmentación de las biotas ancestrales. Sin embargo, el
emplazamiento de los trazos atravesando la cordillera a diferentes latitudes, o que
diferentes áreas de endemismo asocien zonas de ambas vertientes también a diferentes
latitudes (Figs. 3 y 6 Capítulo 1b), indicaría una posible sucesión de eventos vicariantes
que fragmentaron dichas biotas. Esta fragmentación podría haberse generado por la
diferenciación cada segmento andino (e.g. Andes norte, centro y sur sensu Gansser
1973). Estos resultados indicarían que la Codillera de los Andes actuaría como una
barrera que fragmentó la distribución de los organismos pero no de manera
continua ni homogénea tanto en el espacio como en el tiempo, siendo la
214
diferenciación de los segmentos centro y sur uno de los principales eventos que
fragmentaron la distribución de las especies (Capítulo 1b).
3.- Las relaciones entre las áreas que habitan las biotas ancestrales, son congruentes con
la hipótesis vicariancista. El análisis de los patrones de distribución de las especies
integrado a la información filogenética de las mismas, establece que la sucesión de
eventos vicariantes primero habría fragmentado en sentido latitudinal las áreas de
la vertiente oriental de la cordillera de los Andes y luego las áreas de la vertiente
occidental, siendo el límite entre los segmentos centro y sur de los Andes los
últimos en diferenciarse (Fig. 11 capítulo 3). Los cambios geológicos y climáticos
asociados al desarrollo de los Andes posiblemente desencadenaron una serie de
presiones selectivas condicionando una rápida diferenciación de especies por radiación
adaptativa. Este escenario explicaría la mayor concentración de sinapomorfias que
sustentan la segmentación de las áreas más cercanas a la cordillera (Capítulo 3).
Con estos antecedentes se verifica la hipótesis de una incipiente diferenciación
de grupos al interior del género Adesmia, antes del levantamiento andino. Como
consecuencia de los cambios geológicos y climáticos (eventos vicariantes), se
desencadenaron nuevos eventos de especiación de los grupos previamente diferenciados
(Hipótesis 2).
Si bien no fue posible corroborar la hipótesis de monofilía de ninguno de los
taxa al interior del género Adesmia. De mantenerse la estructura jerárquica (series
subordinadas a subgéneros), debiese considerarse un mayor número de componentes a
niveles superiores, es decir, un mayor número de subgéneros y una reestructuración o
eliminación de las categorías menores.
La relación de las especies del género integrado a la información que emerge en
los distintos análisis realizados en esta tesis permite sugerir una incipiente
diferenciación de especies previamente al desarrollo de los Andes. Si las presiones
selectivas provocadas por los cambios geológicos y climáticos determinaron una rápida
diferenciación de las especies, es posible proponer una evolución convergente de
muchas especies. Esto explicaría el alto grado de homoplasia encontrado en los
caracteres morfológicos. En consecuencia el grado de semejanza morfológica
encontrado en estos análisis serían indicadores de semejanza ecológica y no
necesariamente de ancestría común. Esto implica que las semejanzas morfológicas
podrían ser evidencia de radiación adaptativa y de convergencia funcional de las
215
estructuras debido al ambiente. Por lo tanto, para determinar la relación de las especies
al interior del género necesariamente se debiesen considerar caracteres que posean
evolución neutra, como los caracteres moleculares.
Finalmente, los patrones verificados en Adesmia presentan un alto grado de
congruencia entre los taxa considerados, pese a lo recurrente de las hipótesis
dispersalistas han sido utilizadas para explicar la distribución disyunta que presentan
(e.g. Crisci et al. 1991, Ezcurra et al. 1997, Katinas & Crisci 2000, Ezcurra 2002,
Katinas et al. 2008).
216
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