BOLaEYIN OFICIAlaDE LOS

PlaGtiGantus do fflOdiGina gGimgíaORGAIfO DEL COLEGIO DE MADRID Y [)E LA FEDERACION NACIOf;AL

Domicilio social: HERNAN CORTÉS, 11, 1.°

Presidente de la Federación

D. Fernando G. lniesta(TOLEDO)

..DIRECTOR

D. Luis López Gamia

Presidentedel Colegio de Madrid

D. Francisco G. Duarte

..ADMINISTRADOR

D. Emilio Elizaga.

eolaborador... Todo. lo. "raetleaDt.. d. E.palla

Agosto '924. Número .9••

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ANOXX MADRID, AGOSTO DE 1924 NuM.19 Í

BOLETIN 'OFICIALDE LOS PRACTICANTES DE MEDICINA YCIRUGIA

ÓRGANO DEL COLEGlO DE MADRID Y D'E LA FEDERACION NACIONAL

= ss POBLlea La PRIMBRa oseSNa OB eaua MBS

S'tJ'MARIO·~

Boletin Ofiolal de 108 Praotloantes de Medioina y Clrugia: Sección Profesional: De una Conferencia.La próxima Asamblea de Sevllla . Ig lado Jalá I -Honld para la Clase.-Asociación del Cuerpo Facultativode la Beneficencia Municipal .- E 1 Culmenar V¡.:jo.-Sección cultural: Una conferencia, por Pablo Pérez Se­villa.-Página ajena: _o más txcel;u, por Jacinto Octavio Plcón.-Sección de información: Agradecldos.-Re­sultado de un concurso. Enferma. - Vacante.- Nu.:vus compañeros. ¡El dlluvlol -Sección administrativa.

Boletiu de la Federaolón Nacional de Colegios de Practioantes .spailoles: Montepio l'Iaclonal.­Cumplimentando al E. S. D r.c.or genl"ral de Administración local. Información rural: ¡Frior-Adhesionesal censo.-Cenw formado.-ParUdos constlluídos.- Delegados.-Blen.-Un ruego a los Coleglos.-¿Se pue~

de vlvlrjl- Efectos del Intrusismo y apaUa en la Clase.

los días que vivimos, en otros pueblos que tenemos por más atentos a problema social detal altura.

Comprende once capítulos, a cual más inte­resantes; pero no es nuestro objeto reseñar elconjunto, sino s610 destacar lo que afecta alpracticante, y bien a nuestro pesar, renuncia­mos a ofrecer a nuestros compañeros, por lamucha extensi6n del trabajo, siquiera fuera pe­queñísi~a reseña, de todas las nobilísimas ideasque encierra.

S610 diremos, coma juicio general, que ter­minada la lectura, se acaricia la sensaci6n deque a tener en la mano los destinos de la pa­tria, el problema de la salubridad e higiene dela naci6n quedaría definitiva y satisfactoria-

Conferenciauna

r(.§'===================~

~ Sección pr olesional JDe

Notabilísima y de extraordinaria relieve hasido la pronunciada por el insigne doctor donJosé Francos Rodríguez recientemente en laExposici6n de Higiene.

Seduce nuestra atenci6n casi tanto, y sincasi, como la parte en que nos alude, la orien­taci6n general, de tan hermosa oraci6n. Puedeverse en El Siglo Médico inserta en su integri­dad y juzgar de su valor.

Su tema es la desorganizaci6n del ejércitosanitario y la falta de una ley moderna y ar­monizada con las que rigen esta materia, en

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El Practicante D. Tomás Morales remite el libro a provincias, pidiéndoselo dlrecta~ente a Santa Isabel, 7.

4 Bolettn Oficial de los Practicanf's de Medfetna y Cirugía.-------------

mente resuelto, sin más que seguir las orienta­ciones perfectamente detalladas en el trabajodel Sr. Francos Rodríguez.

Para muestra del mismo y que permita for­mar juicio de su totalidad, transcribimos ínte­gro el capítulo en que nos alude, deseosos deprocurar a la clase, una gota de bálsamo con­solador, cuando vea que en las cumbres de laMedicina patria, hay figuras preeminentes queguardan para el practicante un recuerdo afec­tuoso, que bien podemos considerar patente dereconocimiento: le titula ({El proletariado sani­tario)), y dice así:

EL PROLETARIADO SANITARIO

En unos cuantos años-no cabe hablar desiglos-la Medicina ha realizado maravillas quepermiten al hombre defenderse contra los ene­migos de su salud. Penetrando la Ciencia en elmundo de lo microscópico, aisla y conoce or­ganismos rudimentarios, que, suspensos en elaire, disueltos en el' agua o transportados me­diante las personas, producen aniquiladoras in­fecciones. La Ciencia puede hoy abrir las cavi­dades donde palpitan las entrañas y reponer 10destruído, extraer 10 dañado, reparar las per­turbaciones engendradas por procesos patoló­gicos; la Ciencia ha domado al dolor, y, en fin,ha hecho transparentes las densas masas de losórganos, de los músculos, de los huesos, paraque se puedan leer los diagnósticos de las en­fermedades como las palabras de un libro.

La Ciencia piensa en el médico como agentedefensor directo de la salud, y en el farmacéu­tico que le auxilia, y en el veterinario que lesecunda, y en el practicante que le ayuda consubalternos menesteres; pero todos esos ele­mentos han de estar concordados, realizandouna obra de amplia heterogénea solidaridad.

El médico ha de ser el agente de la saludpública, inspeccionando la higiene del pueblodonde ejerce, asistiendo a los enfermos pobres,representando ante el vecindario la medida ur­.gente contra el dolor que taladra las carnes, lahemorragia que se lleva la vida, el ahogo queasfixia, la fiebre que devora a puro fuego, ysiendo todo eso, su paga es la más pobre y lamenos regular de cuantas se satisfacen con car­go a fondos públicos. Sobre irregular y menu­da, muchas veces es fantástica, y así suelenquedar sin pan los hijos del hombre que acudesolícito a las casas donde reina el espanto, paratranquilizarlas; donde atormenta el dolor, paraproducir sueño; donde corre la sangre, paracoñtenerla; donde hay calentura, para extin-guirla. •

El facultativo que constituyó una residenciano puede variarla según su deseo. Tiene que

vivir sujeto al pueblo en que le pusieron las vi­cisitudes profesionales, y en él se mantiene adespecho de las injurias, de las mortificaciones,de los atropellos que padece, recordando conduelo los juveniles días en que dijo a su padre: ­«Quiero ser médico)), yen que el padre le alen­tó exclamando: «¡Haces bien, hijo mío! Esaes buena carrera. Se gana con ella muchB di­nero.))

En los pueblos ocurre eso, y a veces tambiénen las poblaciones de importancia. En. ellas nohay alcaldes que adeuden pagas, ni rudas ca­minatas a caballo, ni visitas por vericuetosinaccesib1es;pero también existen doctores con­sumidos por la pobreza, que todo no es ir enlujosos automóviles, ni visitar a ricachos y aris­tócratas encopetados. Sobre que donde menosse piensa salta un tramposo, el ejercicio profe­sional en nuestras grandes ciudades tiene tam­bién temerosos quebrantos, más, sin duda, queesplendores y abundancias.

Muchos, lo que se dice muchos, médicos, seganan la vida con todo género de penalidades;los haya quienes no les sale la visita ni a diezcéntimos. Así están, por ejemplo, quienes sir­ven en los artilugios que proporcionan a cadafamilia, por tres pesetas al mes, asistencia fa­cultativa, medicinas y entierro. Esto último es,sin duda, 10 más puesto en razón.

No les va mejor a los farmacéuticos que hande servir las necesidades rurales, y cabe decirlo mismo de veterinarios, practicantes y matro­nas; el proletariado sanitario es extenso y porél puede deducirse la trascendencia concedidaa quienes tienen el encargo de vigilar la saludpública. Hay que vigilar el agua que se bebe,el alimento que se toma, y ¿quién va a hacereso? ¿El farmacéutico correspondiente? Hartohará con despachar la receta mediante la míse­ra retribución que se le asigna. ¿Inspección delíquidos y sólidos destinados al consumo públi­co? ¡Quién piensa en tales refinamientos! Paraque nadie caiga en el peligro de despetar talesnecesidades, se escasean los laboratorios; se

,establecen en las capita1e~, y gracias, con ate­nuaciones importantes; los pueblos chicos, ¡queperdonen por Dios!, a bien que al aire libre, enlas localidades reducidas, la acción solar, sobe­rana dispensadora de energía, y la atmósferapura, cumplen su papel de higienistas provi­denciales.

y ello explica por qué el proletariado sanita­rio sufre resignadamente su ingrato destino ypor qué sus servicios no constituyen una posi­tiva necesidad social. La entidad Estado no seconsidera obligada a organizarlos en una ley.A 10 que sí se considera obligada es a exigir elimporte de los títulos que expende. Médico a

Bicarbonato de &osa qulmlcamente puro.-Licenclado G. Torres Muñoz, San Marcos, ti, ladrld.

l3oletí1l Oficial lIe 'os Practicantes de Medicil1a y Oiru~. 5

quien no pagan, farmacéutico al que no satis­facen el importe de las recetas, veterinario des­deñado cuando reclamas tu s emolumentos,practicante que quieres ser atendido, comadro­na que pides justicia, ¡ay de vosotros si no sa­cáis el título correspondiente, el título queacredita vuestra capacidad, y sin el cual no po­déis ejercer!

En cuanto a cobrar, tampoco podréis cobrarcomo no se os muestren propicios los hados,que en estos casos de deudas de Diputacionesprovinciales y de municipalidades suelen apa­recer hoscos.

Fija esencialmente nuestra atención, entretodo lo transcrito, las coordenadas médico, far­macéutico, veterinario y practicante, como fun·ciones heterogéneas, pero sanitarias todas ysumando, cada una de la suma resultante, que

. tiene por expresión la palabra IISanidad públi­ca)}: de donde se infiere una relación íntima Vestrecha entre todas ellas, que bien permit'econsiderar que si falta una cualquiera, ya nohay Sanidad completa. Esto es consolador parael practicante, ya que reconocimiento más ex­plícito de su función social, no podía esperar­se. Ya tenemos, pues, en las alturas, uno cuan­do menos (que por fortuna no es único), queve en nosotros algo, digno de consideración ensanidad.

Campea en todo el capítulo, como puedeverse, un rictus de amargura que pone pena enel alma, hija del mal trato social que se otorgapor los Poderes al proletariado sanitario. Esnuestra lamentación de siempre en la parteque nos afecta, y a pesar de que en nuestraPrensa, y en toda ocasión propicia la formula,mas con dolorosa frecuencia, nunca pudimospresentarla, con la sentida expresión y exqui­sita delicadeza, que por nosotros y en nuestro

,nombre, lo hace en su trabajo el ilustre confe­renciante. Siendo no más que de carácter in­formativo, Cuanto expuesto queda, no se nosocurre deducir del caso otra consecuencia, queofrendar aquí al doctor D. José Francos Rodrí·guez, un testimonio de gratitud sincera, por lagrata sensación de justicia que ha procurado ala clase de practicantes; goce, cuando menos,a través de la amargura con que mira la inde­fensión del problema sanitario, la satisfacciónsiempre grata de que uno de sus proletarios,reconoce y estima en todo su valor, su afectuo­so recuerdo.

Toda la eorrespondenela administra­tiva dlrljase a nombre del AdminIs­trador, Don Bmlllo Bllzaga, Huertas,

Rimero 53, segundo.

La próxima Asamblea de SevillaHemos de insistir sobre este tema; nos he­

mos de permitir el atrevimiento de excitar elcelo de todos los Colegios, que ya de sobra sa­bemos que no lo necesitan; pero estamos tanconvencidos de la primordial necesidad de lapresencia del Practicante, en cuantos actos mé­dico-societarios tengan lugar en toda España,que hablar de ello, siempre que la ocasión sur­ge, es para nosotros también, necesidad delespíritu.

Por eso en presencia del acto que se aveci­na y cuya imporhmcia, por la ocasión y el am­biente en que se ha de desenvolver, no puedeescapar a la perspicacia del menos entrenadoen nuestras cuestiones societarias, nos senti­mos acuciados a conversar con las colegiacio­nes hermanas y encarecerlas el interés que anuestro juicio tiene para la clase, su actuaciónen la próxima Asamblea.

Hay pendientes en la actualidad, problemasinteresantes, suficientes a justificar el esfuerzoque pudiera requerir a los Colegios, su asisten·cia a la Asamblea y sobre todo uno de capita.lísimo interés, que afecta más, precisamente atodos los Colegios, que al Centro de España:el Estatuto Municipal, en relación con los Prac·ticantes rurales. Otros de menor relieve son laactuación médica preventiva antituberculosa,antivenérea y antipalúdica, la policía sanitariade ferrocarriles y el funcionamiento de las Bri­gadas sanitarias regionales, que en conjuntobrindan al Practicante un campo de actuaciónamplísimo, que predicamos siempre y hacia elque no vamos nunca.

Respecto del primero de los citados, el Esta­tuto Municipal, se nos ocurre argüir, que si elposible beneficiado, caso de obtener justicia enél, va a ser el Practicante rural, debemos porimperativo de la conciencia, porque es el másvejado, el más afligido, el más castigado por laobstinada desdicha que sobre la Clase pesa,rendir el máximo esfuerzo en su bien y ofren­darle todos los sacrificios; prestación a queigualmente estamos obligados para con él, porrazón de humanidad, por mandato del cariñoy... por egoísta interés propio, ya que no he­mos de olvidar que el Practicante rural, es hoyya el factor más importante de la Clase, porsu número y que acaso un día, lo sea también,por su calidad.

Y habida cuenta de que es posible que paralas fechas de la Asamblea, el Estatuto no hayaregulado todavía el porvenir del Practicantedel campo, o lo haya hecho en condiciones dedesventaja, no parece ocioso,· por si la Asam·

6 Boldl.n Oficial tk los Practicantes de Medicina y Citlda.

blea resultara útil, llevar a su consideración ysoluciones, tema tan excepcional para la Clase.

y aun todavía un argumento más: la presti­giosa figura de D. Fernando Ceballos, a cuyaexaltación renunciamos porque está en la con­ciencia de todo Practicante español y que enla actualidad ocupa un lugar preeminentísimoen la sociedad andaluza, a que le ha llevadoprecisamente su significación de Practicante,más que los prestigios de su propia personali­dad, con ser tantos y tan elevados, y que tienede los anhelos, necesidades y vicisitudes denuestra Clase un conocimiento profundísimo,dedica su potente inteligencia y su actividadincansable a preparar un puesto digno en laAsamblea, a los Practicantes que concurran;hecho que revela a todas luces, que su clarapercepción le avisa, de la absoluta necesidad deque el Practicante acuda al comicio, haga ma­nifestación de presencia y actúe en defensa desus puntos de vista.

No asistir, sería de un lado, negar la reali­dad que nos presenta este prestigioso compa­ñero y de otro inferirle, cuando menos, el do­lor de una' descortesía.

Examinemos ahora brevemente el aspectoeconómico del problema, empezando por reco­nocer que la asistencia a la Asablea, impone unesfuerzo pecuniario de gran consideración.Cierto.

y cierto también que este gran sacrificio, nidebe pesar sobre la Federación porque seríaexcesivo, ni ella podría soportarlo aunque se leimpusiera, por la razón sencilla de que carecede fondos. Lo que sí, soportará y ello está yadecidido, es que a su cargo, asista su Presi­dente, el cual nos autoriza para hacerlo públi­co; de modo que ya es cosa hecha, que el Pre­sidente de la Federación, asistirá y llevarácomo es lógico, la representación general.

Pero no basta: no podemos exigir que gra­vite sobre un hombre solo todo el peso del

BENITO

trabajo material a realizar y la carga moralde las responsabilidades de conciencia, sinootras, que del mismo pudieran derivarse: hayque ayudarle y repartirse una y otra cargas.

y a tal fin, es deber moral de todos los Co­legios, en el supuesto de que todos y no que­remos inferirles el agravio de ponerlo en duda,encuentren justificada la presencia del Practi­cante, vean cada uno el máximum de repre­sentación que pueden enviar a sus expensas, oagrupados por regiones, con arreglo a la clasi­ficación establecida por la Federación, enviar,cuando menos. al Delegado regional de cadauna, costeado por todos los Colegios que la in-tegran, a justo prorrateo. .

Por su parte el Colegio de Madrid, que noregatea su concurso nunca a toda labor de cla­se y que siempre está dispuesto a todos los es­fuerzos, verá si le es posible enviar su repre­sentación propia y con independencia de éstasufragar la del Comité ejecutivo de la Federa­ción, por razón de su residencia en esta corte,deseoso, también de que la representación seamás brillante y para que la de este organismoComité, actúe cerca de su Presidente nato y nohaga mayor el esfuerzo económico de los de­mas Colegios.

En cuanto a representaciones individuales,claro se infiere que son del todo voluntarias.Sevilla espera y en ella con los brazos abier­tos nuestros compañeros andaluces, a todoPracticante español q e pudiendo económica­mente, quiera contribuir con su presencia, ideasy actuación, al mayor esplendor del acto y dig­nificación de la clase, dando sensación de cons­ciencia social y profesional.

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En máquina ya el trabajo que antecede, leagregamos cuatro líneas para recoger vivísi'mas deseos expresados por varios Colegios decelebrar coincidente con los actos de la Asam-

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blea en Sevilla, otra Asamblea de Directivasde nuestros Colegios.

Es igual; ni conformes ni opuestos: 10 inte­resante, 10 que importa, 10 imprescindible, loque no puede dejar de hacerse es que la Claseconcurra, y cuanto más nutrida y mejor selec­cionada sea la representación, mejor. El nom­bre no hace al caso, con Asamblea de Directi­vas o sin ella, si se reune una máxima repre­sentación que comprenda todos los Colegios,ocupará su puesto dignamente el Practicantey podrá tomar acuerdos de carácter general, sies preciso.

A tales fines, ampliamos nuestra opiniónrespecto del Comité ejecutivo, que ahora en­tendemos debe ir íntegro, ayudado económica­mente por la Federación, si es posible o en sudefecto, imponiendo al Colegio de Madrid, aúnmayor sacrificio.

•••IGNACIO GALAN

Creador del Monteplo Nacional y mantene­dor entulliasta de esta idea sublime por lasanta finalidad a que se orienta.

Consuelo al dolor y lenitivo para las amar­guras de la vida fueron las imágenes idealesque llenaron por completo el espiritu de Ga­lán, inspirándole su obra humana, redentora,de abnegación y cariño, de amor a sus comopañeros, y que supo realizar para que muy enbreve y con la sincera cooperación de todos,sea un hecho glorioso, honra del practicante.

Sus compañeros de colegiación se han saobido honrar a si propios, haciendo a su pre·sidente la justicia que merece, ofreciéndoleun sentido homenaje con motivo de su crea­ción piadosa y humanitaria.

Nuestro modesto aplauso para todos y lacerteza para Galán, de que sus compañerosmadrileños nos stntimos orgullosos d" que laclase ostente ho:nbres CCIlIO él, vertl~deros

espiritus de selección.

Rogamos Insistentemente a todos nues­tros compañeros, que toda la Correspon­denda relaelonada coo auscrlpcioneD, gi­r O s, quejas dt!1 servicio del periódico,cambios de resld~ocia para este fin y engeneral todo lo que sea administrativo, 00

se dirija al Director del Be>LETIN, sioo alAdministrador D Emilio Ellzaga, Huertas,número 53, o HeroAn eorté., 11, eeleglo de

I'racUcantes.

Honra para la ¡-tase

Sigue el Cuerpo glorioso de Practicantes mi­litares conquistando honor y laureles para suemblema, con su sangre, con su abnegado ser­vicio, con su espíritu elevado de hombre, demilitar y de sanitario.

J. 'uevos florones añadimos hoy con verda- .dero orgullo, al cuadro de honor y de heroís­mo que sin cesar, y para su gloria, van tejien­do laboriosos, dignos en el cumplimiento desu humanitaria misión y conscientes de la Ca­ridad que ejercen en sublime sacrificio, losPracticantes militares del Ejército Español enAfrica.

Gloriosa institución, honra y prez de la Cla­se, contribuyen con su esfuerzo a intensificarpara ella, la aureola de respeto y dignidad deque todos aspiramos a rodearla.

A la ya larga lista de caídos bajo el mortí­fero plomo del enemigo, hemos de agregar elnombre de D. Marcos del Pozo, herido enMad-Lao (Ceuta) en una mano, el día 5 delanterior, en uno de los actos de guerra másimportantes, acaecidos en dicho día, y en elcual se mantuvo durante toda la operación cu­rando en la misma línea de fuego, mereciendopor su heroísmo, sincera felicitación de los Je­fes y Oficialidad de la La Bandera del Tercio,a la cual pertenece.

y a la no breve reseña de actos meritorios,añadimos hoy con gran satisfacción, otros dos,que aumenten el caudal de gloria conquis­tada.

Otro compañero cuyo nombre ignoramos,con destino en la Zona de Ceuta, ha sido pro­puesto para la Cruz Laureada de San Fernan­do; por su benemérito comportamiento.

Ya la gloriosa ¡Medalla Militar! campeabaen el pabellón de los Practicantes militares,pero... jera poco!. .. y ahora colocarán a su ladola ¡Laureada de San Fernando!

En el aeródromo de Nadar, ha tenido oca·sión también, otro compañero, el Sr. Viciosode Rús, de glorificar el Cuerpo a que pertene­ce: por accidente fortuito hicieron explosiónunas granadas de iperita, ocasionando nume­rosos heridos, que fueron asistidos todos porel Sr. Vicioso y el cual por la acción de losgases desprendidos, sufre también lesiones deimportancia.

Para todos nuestra felicitación cordial y sin­cera, por los méritos contraídos y nuestro de­seo de que pronto se restablezcan de las lesio­nes que padecen.

Parece ser que con motivo de la reciente

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visita al territorio africano, del E. S. Presi­dente del Directorio, trataron nuestros amigosde visitarle, sin poderlo conseguir; pero en sudefecto, fueron cariñosamente recibidos poruno de sus ayudantes, con categoría de Jefe, alque expusieron en breve y razonado documen­to, sus justísimos anhelos de organización de­finitiva, indiscutiblemente merecida frente aun historial, que sin eufemismos, puede biencalificarse de glorioso, por el honor conquista­do, que lo borda y por la sangre vertida, que10 avalora. - El referido señor ayudante, tuvopara el documento citado la más laudable yplausible consideración y el referéndum de:Muy j~tsto.

Si ello puede significar una promesa y estapromesa cristaliza en grata realidad, ya quedicho Jefe se hizo cargo del ruego de nuestrosamigos y aún parece que ha de participar enla resolución que sobre el mismo recaiga, ha­remos nuestra la satisfacción de los Practican­tes militares, considerando como de Clase lajusticia que se les otorgue; y por que todo elloasí sea, hacemos votos fervientes que rendi­mos en ofrenda cariñosa a nuestros hermanosprofesionales.

•••Asociación del Cuerpo Facu Ita tiyo

de la BeneOcenr.ia Monicipal.La incansable actividad y felices iniciati las

del Presidente de esta entidad, D. FranciscoCarmona, sorprende a sus asociados en cadasesión con una nueva idea, todas altamentebeneficiosas.

En la Junta general ordinaria, celebra1a re­cientemente, presentó una proposición cuyo fines crear a la familia del asociado un segurode vida de ro.ooo pesetas, con el capital pro-

pio de la Asociación, en un plazo no superiora quince años, y durante cuyo transcurso laprima del seguro, que empezará en 500 pese­tas el primer año, irá creciendo de 500 en 500primero en los primeros años y de 1.000 en1.000 en los últimos, hasta alcanzar el límitepreconcebido, en el plazo de tiempo señalado.

Tan acertada idea fué acogida con unánimebeneplácito por la Junta, que apresurándose atomarla en consideración, designó una ponen­cia, a propuesta igualmente del Sr. Carmona,que estudie el asunto con la atención y pro­fundidad que su interés requiere y lo presentea debate en la primera sesión que se celebre.

Aspira el Sr. Carmona y seguramente 10conseguirá, porque su orientación es acertaday en su intento le ayudaremos todos, a queesta entidad, sin olvidar ni mucho menos elinterés societario de los socios que agrupa yde procurar se les guarde el merecido respetoa su bienestar material, dentro del Cuerpo aque pertenecen, alcance una característicaesencial de mutualista, a basé del más puroaltruísmo, creador de consuelos cariñosos enmomentos aflictivos de la vida, procurados portodos en el seno social y disfrutados por uno;que el hado adverso, señale con su dedo, seael que fuere.

Bien merece de la Asociación su dignísimoPresidente, y a fe que agradecido, no se 10 hade negar; de nuestra parte, sirvan estas líneasal Sr. Carmona como homenaje de honor a sunoble pensamiento.

Creyendo un deber ineludible dereciprocidad, rogamos a todoslos compañeros recomiendenpreferentemente las Casas y es­pecialidades que se anuncian en

nuestro j(8oletín".

uc.

MANUAL DEL PRACTICANTEObra de texto del Docto.. Saenz lIe Cenzano. Primera en su clase.

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l10letln Oficial de H.lcticantes de Medicina y Cirugtá---------En Colmenar ViejoLa Federación de Clases Sanitarias de este

partido, afecta a la provincial de Madrid, haofrecido el día 3 del corriente en ColmenarViejo, un grandioso homenaje de admiración ycariño, al distinguido médico de aquel puebloD. Eduardo González Serrano, que durante cin­cuenta y tres años viene ejerciendo en el mis­mo, su sagrado ministerio, con fe inquebranta­ble y entusiasmo singular.

La idea y su ejecución, es hija de los doc­tores Ruiz Heras, de Hoyos de Manzanares,]araizábal, de Colmenar y el Presidente y almade la Federación local Dr. Cirajas, quienes fe­lizmente secundados por el prestigioso Practi­cante de la Beneficencia Municipal de TetuánD. David Fernández, han sabido organizar ydesarrollar en dicho día, con exquisito aciertoy sutil delicadeza, un grandioso programa, alque han asistido el Sr. Delegado gubernativo,todas las autoridades locales y los doctores,Palanca en su nombre y con la representacióndel Dr. Murillo, Blanc, Decref, Coca y otros,previamente invitados.

A las once de la mañana, reunidos todos ensolemne y estrecha comunión de respeto y ca­riño para el agasajado, en el salón de actos delAyuntamiento, fué ofrecido a éste, por el doc­tor Cirajas, un artístico álbum, con la firmade todos los sanitarios federados del distrito,obra de arte y filigrana, de valiosísimo relieve,ejecutada por el artista Sr. Uceda, de Chamar­tín de la Rosa.

Para la entrega del álbum, el Dr. Cirajasleyó unas sentidísimas cuartillas que produje­ron honda emoción en el auditorio y muy es­pecialmente al Dr. González Serrano, que con­movido en extremo, pero con gran entereza, apesar de sus ochenta años, contestó en formaadecuada terminando su bella oración de gra­cias visiblemente emocionado y estrechandoen fuerte abrazo a su hijo D. Eduardo Gonzá­lez, subdelegado de Medicina del partido.

A continuación, con no menos solemnidady en medio de 1111 religioso recogimiento, fue­ron descubiertas por el Sr. Delegado guber­nativo, dos lápidas colocadas por el Ayunta­miento, una en la casa en que habita el após­tol de la Medicina, motivo del homenaje y otraque da su propio nombre a la misma calle,para que sea perpetuado en el pueblo en quetanto bien han derramado, su piadosa mano ysu bendita ciencia.

Siguió después una sesión de Federación sa­nitaria en ] unta general, presidida por el doc­tor Palanca, en la que se dió cuenta de todos

los asuntos tratados y resueltos por la ] untaDirectiva y se acordó solicitar de los Poderespara el Dr. González Serrano, una condecora­ción, a cuyo acuerdo ofreció todo su apoyo elDelegado gubernativo: también se acordó unefusivo voto de gracias para el Ayuntamiento.

Como datos significativos de esta sesión, se­ñalaremos que el Dr. Palanca impuso a unacomadre, multa de 500 pesetas, por intrusismoen el parto y el cese de un barbero que ejercíade Practicante sin condiciones legales.

y por último: a las dos y media, culminó elprograma en espléndido banquete, servido porel Café de las Columnas, en el que el respetoy el cariño, en amable camaradería con la fra­ternidad, el ingenio y buen humor, pusierondigno remate a fiesta de tan levantada signifi­cación y tan sentidamente desarrollada.

No faltaron a los postres, como era de ri­gor, brindis, cuartillas y discursos, campeandoen todos el canto excelso a las bellas dotes queavaloran al agasajado, a las excelencias de launión entre sanitarios y a la beneficiosa y pa­triótica labor de los Dres. Murillo y Palanca,mereciendo fervoroso aplauso los Sres. LlopisRecio, Coca, ]araizábal, Blanc, Palanca, los se­ñores Delegado gubernativo y Alcalde de Col­menar, que pusieron a tan simpático ágape, elcolofón de su -verbo caluroso y entusiasta.Nuestro compañero D. David Fernández, feli­citó al agasajado personalmente en nombre detodos los Practicantes españoles.

Se obtuvo también una interesante fotogra­fía representando el momento de descubriruna de las lápidas, que lamentamos no poderpublicar por apremios de tiempo y de espacio.

* * *Todos merecen honor: el agasajado, en pri­

mer lugar, porque su historia profesional es­cribe una página honrosa de abnegación y tra­bajo en la historia de la Medicina. Los padresde la idea y organizadores del acto, que hansabido sentir y honrar los méritos relevantesdel Dr. González Serrano; el Municipio de Col­menar, que honrando al héroe abnegado, glo­rifican a la Patria y las autoridades locales ysanitarias, que con el aval de su presencia,levantan el homenaje a las más elevadas cum­bres de la grandiosidad de un pensamiento no­ble: honrar a quien honra merece.

* * *Sumen el venerable Dr. D. Eduardo Gon­

zález Serrano y los organizadores del acto, alas muchas felicitaciones recibidas, la nuestra,respetuosa y sincera y ¡ojalá! que actos de estaespecie se prodiguen tan merecidamente, ennuestra querida Patria.

Bicarbonato de sosa qulmlcamente puro -Licenciado G. Torres Muúoz, San Marcos, 11, Madrid.

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11BoJettn Oficial de los Practicantes de Medicina y Cirugía.--------------

(=sE=~C: C=IO='=N=C=U=L==T=U=R=A=L=J

MIS BUENOS Y QUERIDOS AMIGOS

El culto Practicante D. Plblo Pérez Sevi­lla ha dado en Soria, donde ejerce, unanotable conferencia, que por el tema elegido,simpático por demás, y por su claridad, mé·todo de exposición e interés de sus concep·tos, copiamos literal, honranQo con ella nues­tras columnas.

Asf se ha!=e Clase y bien merece plácemespor ello el distinguido conferenciante.

Dice así:

os SALUDO

Especialmente a los niños, que son los querepresentan ante todo ser humano el objetopreferente y principal de la v~da, como repre·sentan las plantas ante el jardinero poco des­pués de haber sembrado, la buena semilla.El niño es la tierna planta en el fecundo jar­dln humano, donde se deben poner todoslos esfuerzo~ de los sentidos y las ideas mássanas. Todos los trastornos sufridos duranteel transcurso de los siglos, han sido deb:dosa equivocaciones lamentables, cuya repeti­ción debemos evitar de hoy en adelante, por­que no dejan de ser un gran estancamientodentro del desenvolvimiento de nuestra obrade justicia. de redención de los que gimenbajo la pesada cadena de esclavitud, que aúntiene modalidades bien distintas en la épocamoderna.

No puedo produciros la impresión de queváis a oir cosas buenas, de quien le falta queaprender mucho y de quien no os puede de­cir más que alguna vulgaridad; dentro deltema que pienso desarrollar, que es la alt·mentaclón en los enfermos, habréis de encon­trar cosas rudimentarias.

El hombre necesita para satisfacer las exi·gencias de su vida, ingerir diariamente ciertacantidad de alimentos, reparando las pérdi­das que continuamente experimenta su orga­nismo; pero esta necesidad estará tambiénen relación con la edad, clase de trabajo aque se dedica, clima, estación, estado de sa­lud, etc., etc., variando la ración alimenticiaen cada una de estas circunstancias.

No es precisamente la cantidad de alimen-

Una C3onfet1enC3ia tos 10 que constituye la base de nutrición denuestro organismo, sino la calidad y propor­cionalfdad de sus componentes; pero los ali­mentos no son sustancias extrañas que intro­ducimos en nuestro cuerpo: .son sus mismoscomponentes, los cuales, bajo diferentes for­mas o combinaciones, se agregan o añadena los ya existentes, para que el trabajo fisio­lógico se encargue de separarlos y distribuir­los, haciendo que sean asimilados por el or­ganismo, rechazando los que no tienen utili­dad alguna. Asl, pues, s~rá neresario, paraque nuestra alimentación sati5faga todas lasexigencias, que en su constitución entren losmismos elementos químicos de que nuestrocuerpo se com pone.

En el momento que existe desproporción,o falta alguno de aquellos en la diaria ali·mentación, vendrá un desequilibrio ql1e darápor resultante la escasez de fuerza, la debili·dad y el empobrecimiento de nuestro orga·nismo.

Para conservarlo, tienen que entrar con re­gularidad en justas proporciones todos losprincipios nutritivos y en cantidad suficiente.Los fisiólogos se han esforzado en estudiaren qué cantidad y proporción d~ben entrardichos principios, y aun cuando de muchosse conozcan sus propiedades y su destinofinal,'ell cambio hay otros de los que se igno­ra el papel que juegan en la economía. Se­gún el Dr. Madrid Moreno, componenteshay, tanto en los animales como en los vege­tales. No es indiferente tomarlos de cualquie­ra de ellos, por existir en una forma más fá­cil de digestibilidad, siendo necesario haceruso de productos combinados de ambas pro­cedencias; una alimentación donde solo en­tran vegetales no bastarla a nuestro organis­mo, porque sería necesario ingerirlos engrandes cantidades, y esto impondrfa a losórganos un trabajo que perjudicaría al vigor'lue toda persona debe tener. Pero, no obs­tante, yo os hablo de los y para los enfermosen esta conferencia.

La alimentación de los enfermos.El enfermo, después de que merece el res­

peto y la consideración de cuantos le tratany visitan, necesita cuidados muy especialesen el régimen de alimentación, puesto queésta constítuye la fuente primordial de la

Bicarbonato de sosa qulmlcamonte paro.-Llcenclado G. Torros luñoz, San Marcos, U, Madrid.

12 13oletlt¡ Gficiul de los Practicantes de Meclú ílla y Cil ugta.-------energla orgánica y de la nutrición, compen­sador del continuo desgaste da la materiaorganizada. Mas para que los alimentos lle­guen a desempeñar este efecto útil, precisoes que se digieran y a~imilen, y, por tanto,los alimentos que se den a los enfermos es­tarán graduados en cantidad y calidad conarreglo a la potencia digestiva que el enfer·mo conserve.

Ya se sabe que, en casi todas las enferme­dades, el paciente es sometido a una dieta, yésta, en general, se entiende en dos formas:una, como privación de los alimentos, y otra,como régimen de determinados alimentos, deleche, carne, huevos, etc.

El régimen en las enfermedades agudassuele consistir, claro que según los sintomas,unas veces en bebidas alcohólicas, ligera­mente o bien azucaradas, pues con el azúcarfavorecemos la neurosis, logrando salgan enla orina verdaderos venenos, que si no seeliminan pueden ser perjudiciales y hacerpeligrar la vida del enfermo. Esto sirve tam­bién para sostener la fuerza del mismo, por·que el alcohol, en dosis pequeñas, es un buentónico estimulante, y, sobre todo, en tempe­ramentos alcohólicos, cuando les viene esedecaimiento propio de todo bebedor. El azú­car no necesita elaboración digestiva de nin·guna especie, y con esto y alguna limonadac!trica, calmamos la sed y la sequedad de laboca del enfermo, que traen consigo casi to­das las enfermedades del tubo digestivo.

Otras veces se les tiene a caldo. Este debedarse cada dos horas y media, y, según sucomposición, deben ser colados; ya conoce­mos los principios extractivos de la carnepara reponer las pérdidas en sales inorgáni­cas de más importancia de lo que parece, so­bre todo el cloruro de sodio. Si hay necesi­dad, como generalmente lo hacemos, se danyemas, y para beber algo de jerez o coñac,porque solas no se digieren fácilmente, aguar-

dando, como es natural, tres horas a tomarotro alimento. Claro es, que cuando se siguetal régimen, tiene que estar el enfermo librede fiebre o muy débil, y la enfermedad sealarga.

La leche es, como todos sabemos, la ali­mentación por excelencia y mejor para losenfermos, puesto que no hay estómago, pormalo o cansado que esté, que no la tolere,bien caliente, bien fria, bien azucarada, biensin ésta, con agua de Vichy, Htinoides u otromineral. Se recomienda cuando se siente al­guna molestia de estómago-vómitos, etc.­con el fin de evitarlos y ayudar a hacer bienla dig~stión; pues como decla muy bien Rues­tro maestro Sr. Cubells, «la leche, sin dudaalguna, es buen alimento y se digiere consuma facilidad). Se puede dar cocida y cruda.En esta última forma se digiere mejor y con·serva sus propiedades nutntivas. Además, po­see la buena virtud diurética. Las tomas,como sabe todo el mundo, se deben dar cadados horas, pues aunque el estómago necesitahora y media para digerirla, debe tomarsemedia hora de reposo con el fin de acogerdescansado la otra toma, y, sobre todo, si esde cabra, puesto que ésta es más pesada y sedigiere peor. Desde luego, se deberá tener encuenta que en seis u ocho horas no debe to­mar nada el enfermo si no queremos some­terlo a un empa~ho a cada paso, y ademásporque la bolsa exofágica tiene que tener sureposo absoluto; éste debe ser de doce de lanoche a seis de la mañana. La cantidad co­rriente de leche que debe tomar todo enfer·mo son tres litros.

Vablo Vérez Sevilla.Practicante.

Soria, 10 abril 1924.

Este número ha sido revisado por la cen­sara militar.

e------------·------eJMi:UY J:N':C'EEES....Q.NPJ:lE

El dfa 1.0 de octubre comenzarán las clases teórico-prácticas del curso de ampliaciónde estudios que para practicantes va a explicar el Dr. García Sierra. y quecomprenderá los programas de oposición de las carreras de practicantes de Casas deSocorro, Sanidad MHitar, Sanidad de la Armada y practicantes de Laboratorio.

El dfa 2 comenzarán las clases para la preparación, en un curso, de las carreras de. practicantes y profesoras en partos.

Para horas de clase, local, etc., dirigirse a dicho señor, Esparteros, núm. 20.Sólo se admitirán los primeros 20 que se Inscriban en cada carrera, pudiéndose hacer las inscripcio­

nes cualquier día del mes de septiembre, de cinco a slele de la larde.

e------------·-------eBicarbonato de sosa químicamente puro. - Licenciado G. Torres Muñoz, San Marcos, 11, Madrid.

Bo'etín Oficta.l de lns Practicaldes de ,\/e.dui'11r! y Cirll¡:í 1 13------------.;---~ ,--------- -'

diJula de per.a desgastada, el joven, apasio­nado por naturaleza, hablaban amistosamen­te, cuidadosos ambos de lo que decían, po­niendo empeño el religioso en no mostrarseintolerante, y el incrédulo en cobrar fama deprudente.

Pedro, deseoso de dirigir la conversaciónencauzándola, a su gusto para no verse deimproviso obligado a in~urrir en el desagra­do de su interlocutor, comenzó a hablar delas obras que éste acababa de bendecir, prin­cipalmente de la capilla, cuya traza y orna­mentación bizantina le daban ocasión demostrar lo mucho que sabía del arte y de suhistoria. Pero el señor obispo, sin apartarsede la índole del coloquio, por sencilla rela­ción de ideas, sacó a plaza la forma ojival enque halla expresión de sus ideales la arqui­tectura cristiana, y luego, con delicada y su­til astucia, de una en otra opinión, de uno enotro juicio y de uno en otro comentario, de­jándole decir unas cosas para obligarle a de­ducir otras, insensiblemente fué poniendo alpoeta en el caso de pecar de franco, por noparecer hipócrita, reduciéndole a mostrar, pri­mero con cierta cortedad respetuosa, y cuan·do fué preciso con franca valentía, lo más ín­timo de su ser y lo más recóndito de su pen­samiento.

ConcluIdo el almuerzo, en tanto que losdemás convidados se diseminaban por gale·rías y salones para ver los tesoros de artereunidos por Luisa a fuerza de oro y de buengusto, el señor obispo y el joven poeta sa­lieron al jardín, y paseando por una frondosaalameda, solos, sin que nadie se atreviese aturbarla, continuaron aquella extraña conver­sación, donde el alma del joven, incapaz defingimiento, iba apareciendo desnuda ante lalícita sagacidad del viejo. Supo éste buscaren el espfritu de aquél, como mujer experi­mentada en corazón de niño, y poniendo afuerza de tolerancia, alas a la sinceridad, sinprecipitarse a revelar el asombro que le ado­loraba, le fué dejando desplegar en concep­tos impíos y rasgos irreverentes, toda la inde­pendencia de su razón refractaria a lo espiri­tual, rebelde a lo dogmático, divorciada enabsoluto de la fe. Pedro Leéndo no conside­raba necesario que el hombre estuviese obli­gado a pensar en la esencia y atributos de ladivinidad, ni le parecía indispensable a la

(~==rr rr==~

~ e l=P=á=g=,=-:n=a==a=J=e=n=a=-=l e JLO MAS EXCELSO

Aquella hechicera y peligrosa Luisa Bocán·gel, mujer tan extraordinaria que fué con­suelo de pobres, delicia de amantes y escán­dalo de confesores, tan compasiva que goza­ba por igual socorriendo desdichas o conten­tando adoradores, quiso fundar un asilo paracostureras pobres; tal vez acordándose decierta época de su vida en que no era rica nicondesa, ni se sentía mimada por la fortunay por los hombres. Realizó su propósito converdadera magnificencia, y ya está construidoel limpio y cómodo refugio donde van a co­mer el pan de la caridad, las que no puedenganarlo con la aguja.

Después de la conmovedora ceremonia derepartir la primer sopa a las primeras asila·das, Luisa obsequió con un almuerzo a mu­chos de sus amigos; y sucedió que, aún nose sabe si por disculpable inadvertencia opremeditada travesura, luego de colocar enla mesa a su derecha al venerable señor obis­po D. Tristán de Paz, que acababa de bende­cir el edificio, sentó al lado de este varón,ejemplo de virtudes, al joven poeta revolu,cionario Pedro Leéndo, a quien pagaba endulces amorosos favores, los versos admira­bles, con que él inmortalizable su belleza.

Alguien dijo que colocó juntos al obispo yal poeta para que por contraste, con la pláci­da sencillez del prelado, brillara en el diálo­go. el ingenio vivo de su amante; indicaronotros que debió de fraguarlo, para que el sa­bio D. Tristán, intentase atraerle al redil delos fieles; y no faltó quien se atreviese a sos­pechar que Jo que quiso la Bocángel fué ven­garse de ciertas infidelidades recientes delpoeta pagano y demagogo sentándole. paraazorarle y deslucirle, junto al señor obispo,cuyo perspicaz ingenio, profundo saber y ex­tremada elocuencia eran tales, que aún a des­pecho de su mansedumbre y modestia, tritu­raba y hacia polvo las razones del impruden­te presuntuoso que se arriesgaba a discutircon él. D. Tristán sonrió a Pedro Leéndo conexquisita cortesla, y él inclinó ante el anciano,la cabeza con profundo respeto. Pocos minu­tos después el venerable viejecillo de perfildantesco, por entre cuyos labios finos mana­ban las palabras como agua mansa por hen-

Bolet!n Oficial de los Prarticantes de Medicina y CfrflgM.

vida, otra moral que la racional, ni aceptabamás culto que el de la justicia, ni mucho me·nos concebía que la oración fuese como es,para el creyente, una forma de la nostalgiadel alma por la pérdida de su celeste patria.

Escuchábale con pena el obispo sin inte­rrumpirle más que lo preciso para excitar suverbosidad, sonriendo a veces amarga, perobondadosamente; acaso imaginando al oiraquel libre y pecaminoso discurrir, que no esel hombre responsable de cuanto piensa ysiente: mientras Pedro Leéndo, con palabrascorteses, por consideración a la persona, masya sin que le cohibiese el sagrado ministeriode ella, daba rienda suelta a sus pensamien­tos, en los cuales parecían hermanarse conterrible grandeza la ironía finísima de Voltai­re y las hermosas blasfemias de Lucrecio: has­ta que de pronto, deseoso de poner dique asemejante raudal de abominaciones, preguntóel prelado al poeta:

- y diga usted: asi como acontece, por des­gracia, que el creyente puede vacilar un puntoen la fe, ¿no ha sentido usted nunca, en nin­gún instante de la vida, quebrantada la impie­dad? ¿Jamás ha rezado usted?

-Sí, señor; una vez -repuso lealmente elpoeta.

-¿En qué ocasión?-Hace pocos años estuve gravemente en-

fermo: uno de los médicos que me asistieron,grande amigo mío, no queriendo que conva­leciese en Madrid, me mandó al puebledllode la costa de Levante, donde naci y dondeesperaba que la dulzura del clima, la absten·ción de todo trabajo intelectual y el cambíode alimentos harían que recobrase la saludpor completo. Hallé la humilde casa que alliposeo ocupada por la numerosa familia de unarrendatario, y no queriendo imponerle elgravamen de alojarme, me albergué en unafonda recientemente construída, cuyo dueño,explotando lo salubre y grato de la región,habia bautizado su hospedería con el pompo­so nombre de Sanatorio. Cuando llegué nohabia allí más forasteros que un viajante decomercio, un caballero viejo con su esposa ydos criados, y varias señoras de la ciudad cer­cana con niños endebles, descoloridos, ame­nazados de raquitismo o devorados por la es·crófula, que permanecían todo el dia en loshuertos y naranjales ínmediatos. La primeranoche, apenas me acosté, oí toser fuerte y pro­longadamente en el cuarto contiguo al mío.Era la tos propia del tuberculoso en estadograve, que una vez conocida, no se confundecon ninguna otra. Primero me enfadé porqueme hubiesen dado aquella habitación. Al

poco rato se apoderó de mi alma la compa­sión del que sufría.

A la mañana siguiente, cuando sall a des­ayunarme, me crucé en el pasillo con un curaalto, delgadO, moreno, de facciones finas yde mirada penetrante. Visto de frente no sediría que tuviese más de treinta y dos o trein­ta y cuatro años; su fisonomia pálida, de pó­mulos salientes y ojos expresivos, recordabalos retratos de frailes, aunque jóvenes, mína­dos por la penitencia y el ayuno, que pintaronZurbarán y Carducho; de espaldas parecía unviejo; andaba muy despacio, y a poco quepaseara, tenía que pararse rendido yanheloso.

Al pasar junto a mi tosió, llevándose al pe·cho una mano, como si algo se le desgarrasedentro, y el sonido de su voz tenaz y caver­nosa, confirmó mi sospecha. Era mi vecino decuarto.

En menos de una semana se marcharon losviajantes de comercio, el matrimonio rico consus criados y las madres con sus niños des­medrados y enclenques. Sólo quedamos enel sanatorio el cura tuberculoso y yo. Hastaentonces no hicimos más que saludarnoscuando nos encontrábamos en las galerlasdel establecimiento o en las encrucijadas deun naranjal cercano, único paseo que daba,porque no había cuestas en el huerto.

Hablamos por vez primera, cierta mañanaen que a causa de la lluvia, no podiamos sa­lir, pues para aproximar a los hombres ni aunes precisa la desgracia: la contrariedad basta.Dijimos cuatro frases vulgares quejándonosde la forzada privación del paseo, y nada más.Al otro día nos prestamos mutuamente el pe­riódieo que cada cual acaba de leer: el suyoera católico y absolutista; el mío, todo lo con­trario. Recuerdo que apenas pasó por ellosojos, lo dobló y me lo devolvió sin decir unapalabra.

Luego sacó un breviario, yo una novelafrancesa, y nos sentamos a distancia, mirán­donos recelosos como disgustados por nohaber sabido permanecer indiferentes uno aotro.

Mas persistió la lluvia, pasaron sin que casiescampara ni pudiéramos salir al campo va­rías días, prolongóse el encierro. y una tarde,hallándonos de sobremesa, a propósito de unplato que le alargué o de una ventana que de­jaron abierta las criadas, y que yo me levantéa cerrar para que él no se moviese, me diólas gracias y empezamos a charlar: despuésde la comida continuamos, paseo arriba pa­seo abajo, por una galerfa de cristales que elaguacero golpeaba y donde el viento gruñlacomo burlándose de nosotros, obligados no

-------- Boletín Oficial de los Practicantes de Medicitla y CiruKía.-~-------

sólo a soportarnos, sino a combattr cada cualsu aburrimiento con la compañía del otro.

Hablamos de politica, de literatura, de arotes, de costumbres, de todo. Pronto advertíque era un hombre de gran instrucción y cul­tura.

Ni él ni yo lo procuramos; pero, como nopodía menos de suceder, la conversación setrocó pronto en discusión;aunque cortés, muyviva.

Sin soberbia ni pendantería, antes al con­trario, con admirable templanza, no exentade vigor, sin acatar lo que no podía defenderni ensañarse con lo querfa combatir, hizo laapologia del ideal no representado por el tra­je talar y negro que vestía. Su inteligencia mepareció privilegiada, su comprensión rápida,su elocuencia fundada en cierta dialéctica sen­timental, y el timbre de su voz, aunque algoapagado por la enfermedad, dulce y persuasi­vo como para atraer niños y mujeres. Su feerto. vivísima: habia momentos en que la ex­presaba con fervor de apóstol y osadia de mi­sionero, pero en estos arranques resplandecíatal sinceridad, m"straba estar tan convencidode lo que proclamaba, que infundía respeto;a~emás sus juicios, aunque in pirados en lamás severa intransigencia, ~staban formula­dos y expuestos con una tolerancia, que, da­das mis opiniones, diametralmente opuestas alas suyas, me pareció el desq uite de la con­ciencia individual, contra el rigorismo de losprincipios que por su ministerio profesaba.

A partir de aquella tarde nos buscamos to­dos los dias, mutuamente atraidos por igualsimpatía. La radical oposición de conviccio­nes, lo mismo que debiera separarnos, servíapara atraernos uno a otro, pues él daba mues­tra de complacerse en mi trato, como si qui­siera aprovecharlo a modo de piedra de toquedonde ensayar la pureza de su fe; mientras

yo experimentaba constante deseo de buscar­le para oir, expresado en fórmulas de la másautorizada ortodoxia, cuanto rechaza mi ra­zón. Acaso nuestros pensamientos, a despe-

, cho de nuestra voluntad, ansiasen buscarse ycompletarse, como en la fábula griesa de An­drógino, las dos partes separadas del cuerpoanhelan juntarse, para tornar a su primitivo yperfecto estado. Yo admiraba, con un senti·miento parecido a lo que debe ser la envidia,aquella fe en virtud de la cual, tenia total con·cepto de la vida: él sentía indudablemente pormi, la piedad que inspira el destino del répro­bo al creyente, seguro de su salvación.

Entre tanto, la enfermedad iba destrozandosu organismo con implacable rapidez. Cadanoche tasia más; cada dia estaba más débil;nunca le vi comer con apetito ni estar limpiode fiebre. Tuvo que guardar cama y pasé ahacerle compañia. Me bastó verle para com­prender que no volvia a levantarse. Me dedi­qué a cuidarle. Sin jactancia ni vanagloria,puedo decir que no hubiera desplegado ma­yor solicitud un hermano, y él, comprendién­dolo, con miradas me mostró agradecerlo. Susituación me daba lástima; el obscurecimien­to de su inteligencia, vencida por la destruc­ción del cuerpo me ponía espanto, la impo­tencia del saber humano para salvarle mellenaba el corazón de rabia; pero ningún sen­timiento comparable a la admiración que in­fundía el valor tranquilo con que sentla lle­gar la muerte, despidiéndose sin pena de lavida, como un amante desengañado pudieraapartarse friamente, para siempre, de la ama­da incapaz de hacerle venturoso.

Una mañana, a petición suya, el médico ledeclaró que se acercaba el terrible instante.Vino a confesarle el cUla del pueblo, viejofosco y sin luces. Luego, a solas conmigo,me dijo:

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Roma, número 5.- MADRID

16 Boletín Oficial de los Practicantes de Medici,¡a y Cirugía.

-Vaya pedirle a usted un favor: prométa­me usted que lo cumplirá.

-Hombre, como usted -repuse - no pue­de pedirme cosa que yo no pueda hacer, selo prometo.

-Pues bien... ya lo ve usted: estoy solo,solo en el mundo; ni padres, ni hermanos, niamigos... Inadie!: no tengo quien me consagreuna oración IY soy creyente! Quiero que asis­ta usted a mi entierro y qut en el camposantorece usted un instante por mí: que su almade usted, se una a la mía por un pensamieutode piedad.

Ni aquel era momento de negar, ní yo ca­paz de hacerlo; y sonriendo amargamente,como quien no cre~ en la eficacia de lo queotorga, repetí:

-Lo prometo.De alli a pocas horas murió, y al día sí­

guiente fuimos a enterrarle, el médico del sa­natorio y yo. A mitad del camino conseguíque aquel, agobiado de calor, se volviera, yseguí solo.

Jamás olvidaré aquella tar e. El cielo azulde un cobalto intensísimo; las pitas y more­ras que había a los lados de la carretera, cu­biertas de polvo calizo, blanco como limadu­ra de plata: de cuando en cuando algún chi­rrido de las aves de paso que cruzaban el es­pacio: el sol abrasadar incendiando el aireque a ras del suelo, parecia vibrar sobre losterruños desquebrajados; a lo lejos la llanurainquieta del mar, en cuya última linea, entreespacio yagua, se desvanecia el humo de un

vapor, y delante de mi, el ataud de pino lle­vado a hombros por cuatro gañanes sudo­rosos.

Llegamos: el cura del cementerio dijo unresponso y se fué. Abrieron la caja, miré porúltima vez al muerto, y lo bajaron a la (osa.L1enáronla los sepultuseros de tierra, y semarcharon.

- Entonces - dijo Pedro Leendo, termí.oando su relato, que el obispo habia oidocon atención creciente-, entonces me des­cubri la cabeza y puse el pensamiento en eldeseo de aquel hombre. La triste grandezadel momento o la solemne majestad de lamuerte, me hicieron sentir en lo más hondo ynoble de mi ser, una emoción indefinible,como si aquel desdichado a quien traté unoscuantos días, estuviese unido a mi por losvinculas del cariño y la sangre. Ignoro si enaquello hubo fé...

Sin dejarle seg-uir D. Tristán de Paz, abriólos brazos al poeta impío, diciéndole amoro­samente:

-No, hijo. Aquello no era fé, sino algosuperior a ella y más excelso. ¡Fué caridad!

Jacinto ectavlo ¡-león.(De La República de las Letras.)

Rogamos a nuestros compañeros comuni­cantes, que los giros suscripciones, tras.lados de residencia para envío del perl6dl­co, etc., los remitan directamente al admi-

nistrador don Emilio Ellzaga.

NATURALES DI::

AGUAS MINERA LES eA~A8AñAPurgantes, depurativas, antibiliosas, antiberpéticas.

fropietarios: Viuda e Xiios de ¡\. J. Ghávarri.

Dirección 'Y Oficinas: LEALTADJ 12:tMI: A D ::e J: D

Bolettn Oficial de los Practicantes de Medicina y Cirugía.

Ir Sección de información'~:================ ~AGRADECIDOS

Los practicantes de la Beneficencia Munici­pal de Madrid son agradecidos y saben demos­trarlo, cuando la ocasión llega, a las personasde quienes reciben algún bien.

Recientemente les fué concedido un consi­derable aumento en sus haberes y. la forma­ción de un escalafón, constituído por tres cate­gorías: ingreso, ascenso y término, que esta­blece la debida justicia y compensación a losaños de servicio, interviniendo eficazmente enmejora de tanto interés el entonces concejalSr. Saborit, que llevó el asunto en el Ayunta­miento con todo el entusiasmo y celo a quepor la justicia en que se inspiraba era acree­dor.

Los practicantes han rendido en acción degracias a dicho señor, un precioso álbum, conla firma de todos ellos y una sentida dedicato­ria, que con gusto reproducimos y dice así;

cA D. Andrés Saborlt Colomer. -El Cuer­po de Practicantes de la Beneficencia Munl·cipal de Madrid.

Recuerdo afectuoso de gratitud por el blenrecibido y reconocimiento sincero de un rectoesplritu de justicia, puesto noblemente al ser­vicio de la causa de modestos hljos d'Jl tra­bajo, por el hombre ecuánime y generoso.>

•••

Resultado de un concurso

En el celebrado por la sociedad cLa Hon­radez) y anunciado en nuestro número ante­rior, para proveer plazas de médicos especia­listas y practicantes, han sido adjudicadas lasplazas concursadas en la siguiente forma:

Médicos.

Cirugia general. - Numerario. D. TomásRodrlguez; supero umerario, D. FedericoIl\ana.

Garganta, nariz y oldos.-Numerario, donAlberto Fumagallo; supernumerario, D. Anto­nio Martin Calderin.

Piel y secretas.-Numerario, D. Julio Be-

jarano; supernumerario, D: Carlos OardaCasal.

Pulmón y corazón - Numerario, D. JuanManuel del Palacio; supernumerario. D. Ar­mando Costa.

Nlflos.-Numerarios: D. Eduardo Oarcfadel Real y D. Manuel Hernández Briz; super·numerarios: D. Eugenio Sixto Hontán y donJesús María Segovia.

Aparato digestlvo.- D¿sierta.Supernumerarios de zona.-Los doctores

Rivés López, Martínez Vázquei, Pérez Petin·to, Cortezo Collantes, Ramón Fañanas, Mín­guez Colmenarejo, Alvarez Alba, Ibáñez Her·nández, Vaquero Hernández, Ferre Ferre,Juárez Zamora y Martín Arévalo.

Practicantes.

Supernumerarios, D. Tomás Valoria Infan­te, D. Alfonso Ayllón Lara, D. José OonzálezPinilla y D. Manuel Ortiz AndiÓn.

*• *Felicitamos a todos, y en especial a nues­

tros compañeros, deseando a unos y a otros,todos los aciertos en su nueva actuación.

•••

Se halla ya convaleciente, por fortuna, deun grave accidente post-parto, la distinguida se­ñora esposa de nuestro querido presidente delColegio, y entrañable amigo D. Francisco G.Duarte. Felicitamos a entrambos y hacemosvotos por que muy pronto se restablezca com­pletamente tan distinguida enferma.

•••

La plaza de médico titular de Hita (Guada­lajara), con el haber anual de 5.500 pesetaspor titular y asistencia del vecindario, pagadaspor mensualidades adelantadas.

Solicitudes al señor alcalde, hasta el 15 deagosto actual.

18 Boletín Oficial de los Practicantes de Medicina y CiruRk

Alumnos libre••

D. Eufrasio Sánchez Velaseo, áprobado¡D. Joaquín Trejo Parejo, idem; D LeandroVelasco Minguez, notabl~; D. Marcos CastroUrraca, idem; D. Nieanor de la Nuza Fernán­dez, aprobado; D. Antonio Ibáñ~z López,idem¡ D. Anselmo Sanz López, Idem¡ donJuan de Dios Molina Nicolás, idem; D.- Ma·

Nuevos compañeros

¡El' Diluvio!

rres Puente, ídem; D. Felipe Candelas Mar­tín, ídem; D. Lino Albarrán Pérez, notable;D. Orencio Alvar~z Astrain, ídem; D. Cándi·do Remillo Ca macho, aprobado; D. Fernan­do Muñoz Rodrlgu~z, notable; D, Felipe

Como todos -los años, el excelente compa- Ortega Capillas. aprobado; D Bernardinoñero D.,Maximino Añez, practicant~ topique- González Pérez. hiem; D Enrique Lópezro de la Facultad d~ Medicina, nos ha envia- Benftl"z. fdem; D. Hilaría González Pini11a,do sus notas con la relación nominal de los ídem; D. & Encarnación Quirino Sánchez,alumnos que han terminado la carrera. fdem; D. Jacinto Navarro Ruiz, ídem; D. Plá-

Aparecen 82 nuevos compañeros, que con cido Valor LÓDe'Z, fdem; D. Luis Riquelmelos otros 50 o 60 que concluyen en septiem. Boni11a.ld~m~.D....LeopJl1<hRicº--Crrrt.é.s,ídem.- _ --;­

- -bre,Jesultanl150!~rdOl5ledeeSla-ciTrahay - Doña Amparo Ramón More, notable; donde nuevos médicos... Tomás Linares Expósito, Idem; D Agus-

¿A dónde vamos este numeroso ejército S? tín Bravo Galán, íde'm; D. Francisco Vallenitario, si no tenemos enemig0 que combatir? Mag<'lriño. aprobado; D Pedro HernandoMadrid tiene sobra de sanitarios. Bastará Martfnez. Idem; D. Tomás GUfo Fernández,consignar el hecho real de lo que está suce· ídem; D. Ignacio Moreno Castellano~, fdem;diendo en el conCUrSO de c:La Honradez~. D. Juan Martln Martfn, ídem; D. Gerardo Ba·Para unas 20 plazas de médicos especialistas labasquer López. ídem; D. Luis Ureña MoJi·y supernumerarios se han presentado 400 as- na, Idem; D, Evaristo Medína Villa palos,pirantes y unos 40 practicantes para las cua- ídem; D. Leopoldo Bernardo Gil, sobresalien·tro de supernumerario que se han convocado. tt'; D. Napo'eón Muñoz Heras, aprobado; don

Téngase presente que son sueldos de 3.000 Alfonso Enrique Dlaz Regañón, sobresalien­pesetas y 1.500, respectivamente. Después de tE'; D. Mariano Doctor Carredoz, aprobado;esto ¿qué más vamos a decir? Los que pudie· D. Angel Culran Garcia, ídem; D. Joaqufnran arreglarlo no les intereresa, sin duda al- Barona Olrriedo, ídem; D. Onofre Morán Vi·guna, y nosotros... ¡ya es dificil que 10 solu· lIaoz. fdem; D. Francisco Gil Guijarro, fdem;donemos! D.- Maria Encarnación Pérez Amorena, fdem;

Pero mientras tanto, el problema soeietario D.- Maria R-quet Rodrlgu~z, Idem; D. Alfon­de las clases médicas se hace imposible de so Gonzál~z Moreno, notable; D. Restituto Es­resolver. teban Calerilo, aprobado; D" María Mirá Gó·

- - - - - - - - - - - - - - - - - - -meZ;- notable"; D.-AiiToOi\)-GOm~z-ATCocer~--Alumnos oficiales que han terminado ídem; D. Domingo Martín Vicente, aprobado¡

la carrera de practicante. D, Fernando Boldera Cruz, sobresalient~;

D. José Martlnez Briol, aprobado¡ D. Lucio D.a Dolores Cuenca Cantos, aprobada; donCastillo Palado, notable;' D. Segundo la Gran- Ignacio Fernández Cerrizoso, Idem; D. Alber­ja Navarro, aprobado; D. Felipe Sánehez Ji- to del Pozo Muñoz, fdem; D.a Encarnaciónmeno, notable; D. Dionisio Barrero Aguado, García Fernánd~2', notable.ídem; D.8 Justina Uor~nte Palomo, aproba­da; D.a Francisca Moreno Suárez, Idem; donLucas Gómez Fernández, sobresaliente; donD. José Ocaña Marlfn Lerma, Idem; D. Moi·sés Castellanos Flórez, notable; D. Miguel 01·barranz Jerez, ídem; D. Nimilo Agrdeño Bel·trán, aprobado; D.a Vicenta Rameras Ochoa,idem¡ D.a Josefa Martlnez López, fdem; donBartolomé Olmos Beurro, fdem; D. Félix¡ To-

Boktín Oficial de los Practicantes de Medicina 'V C¡,.u!?Ía. 19

da Gómez Carneada, notable; D.· Lucia An­tón Conde, sobresaliente; D. Doroteo PabloPablo García, aprobado; O Luis Barajas delVildes, idem; O Rufino Diaz Alvarez, ídem;D. Juan Muñoz Rodriguez, Idem; D. ViriatoCluarco Aranda, notable; D. Juan Lerto Her·nández, aprobado; D. Julio Huelga Alvarez,ídem; D. Valentin Espinosa Parra, Idem; donFelipe Calvo Sánchez, Idem; D. Antonio Ló·pez Sidan, ídem; D. Pablo Delgado y Paco,notable.

•••Hueso a lo. compaieros que me pregun.

tan la forma de efectuar el pago, tengan la .bondad de ver el boletin de suscripción 1m.preso en la pág. 20.

•••EEOOETE

Cuando felicitamos al amigo Ceballos porhaber sido nombrado concejal, le declamosque no dudábamos ver pronto el resultado desus gestiones en favor de los practicantes.

Poco tiempo ha transcurrido, y los hechoshan demostrado que no nos hemos equivoca­do; pues debido a las gestiones del gran ba­tallador andaluz, ha sido formado un verda·dero Cuerpo de Practicantes de la Beneficen·cia municipal de Cádiz, en la siguiente forma:

Dos practicantes .con 2 500 pesetas.Idem id. con 2.250 pesetas.Idem id. con 2.000 pesetas.Idem id. con 1.750 pesetas.Aunque pudiera ocurrir que el amigo Ce­

ballos recibiera como premio alguna ingrati-

tud, puede estar satisfecho de su obra y porello le felicitamos, como igualmente lo hace-mos al Colegio gaditano.

(De El Practicante Leonés.)

• • •Fecilitar a D. Fernando una vez más, va

siendo ya cosa dificil, porque el vocabulariode elogios se agota, en fuerza de tantos comonos obliga a emplear con su labor meritísima,seguida, constante, incansable de un dla yotro; por hoy sólo le diremos, con motivo deeste nuevo triunfo, que su obra, ni cae en elvacio, ni escapa al conocimiento de todos,sea o no agtadeéida.

Sección administrativaGiros recibido. en el mes de julio.

D. Pablo Artero. -Abonado fin abril 1925.

D. Severiano Me1chor.-Idem .octubre 1924­

D. Luis Roig.-Idem mayo 1924.

D. Gref,orio López González. - Idem abril

1925.D. Francisco Leal.-Idem diciembre 1925.

D. Emitiano Sánchez Pérez.-Idem junio 1925.

D. Angel Caballero.-Idem julio 1925.

D. Remigio Bermejo.-Idem diciembre 1924­

D. Pablo Pérez.-Idem julio 1925.

D. Pascu;\l Ramos. -Idem mayo 1925.

D. Juan Clader.-Idem junio 1925.

D. Francisco Natalio Pérez. - Idem marzo1926.

.agua de SolaresNeurastenia, estómago, digestiones .V para lavados intestinales

20 Bolettu Oficial de los Practicantes de Medicin¡¡ y Ciru~a....;.;..----~-~

•

D. Raimundo Sánchez Pacheco.-Idem enero

192 5.

D. Demetrio Franco López.-Idem julio 1925.

D. Martín Ruiz.-Idem enero 1925.

D. Antonio Dolores.-Idem marzo 1925.

El Sr. Reigón, por D. Luis García del Rey.­

Idem mayo 1925.

* * *Habiéndose recibido en esta administración

unos giros de cuya procedencia le son desco­

nocidos, se ruega a los señores compañeros

que 10 han remitido, tengan la bondad de acla­

rar su destino.

Los giros, son:

D. Mauricio Samper (de Talavera).

Sr. Garrote (De Aranda de Duero).

Sr. Ramírez (de Medinaceli).

D. Marcos Montiel (de Aspe).

BOlETJN ~FI(LH D[ lO) PRALTILANn:~ D~ M~mLINA y LIRUGUPRECIOS DE SUSCRIPCION

A los Colegios susoriptores, al año ...•Susoripoión individual, año .Número suel to .

5,00 pesetas.6,000,50

Los pagos son adelantados, en sobres monederos o Giro Postal. Todo cuanto se relacio·ne con el BOLETíN: correspondencia, pagos, avisos, etc., se dirigirán a la Administración.

Sitios donde se vende este BOLBTIN: En el Colegio, en la Administración

Distinguido compañero; Le recomiendo con gran interes la luscripción a esta Revista, ór.gano oficial del Colegio de Madrid y de la Federaci6n Nacional de Cole~ios de Practicantes,que procurará la satisfacción de hacer labor de clase, con la protección económica que otorga·ría así a nuestro periódico y un completo conocimiento, por su lectura, de todoslcs problemasde interés vital para el Practicante, a medida que se van desarrollando.

Llene y remita el adjunto cup6n a la Administracibn del BOLETIN, Huertas, 53, segundo.

Se ruega que al sollcltar la suscripción, remitase el importe por adelantado.

SOLICITUD DE SUSCR/PCIOND natural de .

provincia de de aftos de edad, de estado .domiciliado en provincia de calle de ........................................................ número solicita ser suscriptor del Boletín Oficial de losPracticantes de Medicina y Cirugía por el tlempo de -.

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E>~q,~~~~/~~eq,~~~~~~e

11

ta por el ilustrado 'compañero madrileño señorMorales, autor de otro proyecto de Montepioen fecha anterior a la que señ.alo, y manifes­tación palpable de la importancia que para laclase representa la dotación de es~e organis­mo, es que a tan queridos y estimados com­pañeros les fué otorgada una recompensa jus­tisima a sus desvelos, nombrándoles socios dehonor de esta Federación.

Recientes pérdidas de compañeros ocurri·das en una situación lamentabilisima; cons­tantes insinuaciones y requerimientos de al­gunos Colegios a fin de que a la mayor ur­gencia comience a funcionar tan beneméritacolectividad, ha sido el motivo que ha indu­cido a esta presidencia para que el citadoMontepío empiece a funcionar lo antes posi­ble, sin fijarse en el número exiguo que en laactualidad integra el número de sus asociadoso inscritos, pero con la esperanza, si, de queen fecha no muy remota engrosen las filas deéste la mayoria de los practicantes españoles.

Al objeto de cumplimentar el acuerdo dela Asam olea de Directivas respecto a esta ins­titución, tengo el deber de participar a plisqueridos compañeros, que el Montipío nacio­nal empezará a funcionar desde el día 20 delmes actual, paraJo cual mtereso a todos losColegios las siguientes normas que a la ma­yor urgencIa deben tener presente:

La Comunicar a esta presidencia, antes dela fecha señalada, el haberse cumplido por losColegios °Agrupaciones lo que dispone elcapítulo 1I, art. 4.° del Reglamento.

2.a Que por éstos, antes del 1.0 del próxi­mo mes, se remitan al tesorero del Montepio,D. Ayustin Sánchez Largo, Cuesta del Ca­chete, numo 12, Toledo, las cantidades seña­ladas en el capitulo m, art. 10.

3.a Al fin de poder cumplir con lo dis­puesto en el art. 4.°, capitulo 1I, respecto a

~ "i. VI. ""eSTe 19" NOm. 39.~./ BOLETIN DE LA FEDERACION NACIONALI~ DE COLEGIOS DE PRACTICANTES ESPANOLES~L_~~~_-/.~Ir I1resldente. D. FBRNHNOe G. INIBSTH ~ Director. D. LUIS L(!)I1BZ GllRelH

I~MAgTlN GAMEgo, 13, SEGUNDO LA ORDEN, 20, PRINCIPAL NÚM. 3

TOLEDO MADRID

Tesorero: 81 del eolellio de Toledo.

=====================C§P

Montepío nacional

Ha hecho un año Justo, en el mes de mayo,que al reunirse la Federación Nacional dePracticantes en Asamblea de juntas Directi­vas. entre uno de sus acuerdos figura la crea·ción de un Montepio nacional para la clase;reconocido por los allí asistentes como una n€.­cesidad sentida, se discutió sobre este extre­mo ampliamente. llegando a ser aprobado,tras de pequeñas modificaciones, el proyectopresentado por el representante del Colegiode León. Sr. Galán. A la presidencia de la Fe­deración le fué encomendada la organizaciónde tan humanitario organismo. Motivos queno ha lugar en el presente señalar. fueroncausa para demorar el funcionamientl) de estanueva institución, aunque es justo manifestarel decidido apoyo prestado al objeto de suorganización por la Prensa profesional, a laque he de hacer presente mi gratitud por laayuda eficacisima que de la misma he recibi­do. Tampoco puedo dejar en silencio la cola­boración eficaz que muchos presidentes deColegios me prestaron para la consecución deponer en vigor el antes mencionado acuerdo.

Patente quedó en la Asamblea dicha, el sen­tir de la clase respecto a la necesidad de esteorganismo; pues si bien es cierto que en mu­chos Colegios existen sociedades intimamenteligadas a los mismos, de carácter mutualista.éstos no dejaron de manifestar sus simpatlaspor tal idea, y aunque el acuerdo fué dejaren libertad a los Colegios para poder perte­necer a esta nueva institución, pláceme con­signar, como uno de los allí presentes, quetodos vieron con simpatia y gran cariño laidea tan bien sustentada por el compañeroSr. Galán, autor del proyecto, como la expues-

Bicarbonato de SGsa qulmicamente puro.~Licenciado G. Torres Muñoz, San Marcos, ti, MadrId.

BoltlJn de la Pec1e,ación Nac~nal de Colegios de P,acticantes españotS.

Boletines de inscripción, esta presidencia au·toriza que por los interesados puedan suscri.birse éstos en cualquier clase de papel si notuvieren impresos, procurando no olvidardato alguno y hacerlo con letra clara e inteli··gible, siendo visados por el presidente delColegio los que se hicieren en forma manus·crila.

Antes del día 20 se remitirá por Secretariaa todos los Colegios o Agrupaciones relacióndetallada de los asociados que integren cadauna de las mismas, a fin de que por éstos sesubsanen errores, equivocaciones u omisio­nes que pudieren existir.

La necesidad para la clase de que este oroganismo esté implantado y funcione con re­gularidad, no necesilo esforzarme muchopara llevar al convencimiento a mis queridoscompañeros, pues toda la Prensa profesionalse ha ocu;>ado en diferentes ocasiones sobreeste particular, y las ideas sustentadas por aroticulistas de autorizada opinión han sido tanmagistralmente tratadas, que verdaderamenteyo no tengo mas que interesar a la clase lalectura de cualquiera de los articulas publica­dos respecto a Montepío en nuestra Prensa,para que se convenzan de la importancia tangrande que para la clase y la Federación re­presenta el que esta institución viva y se des­envuelva con normalidad.

De que así suceda todos tenemos el deberde hacerlo, y de este modo evitaremos 10 quecon relativa frecuencia acontece, o sea que alfallecimiento de un compañero su contristadafamilia tenga que interesat suscripciones, quepor 10 regular su rendimiento poco mitiga lasnecesidades tan grandes que en uu hogar seprecisan cuando en él falta el cabeza de fa·milia.

Hechos de esta naturaleza todos conoce·mas, y hasta más: en alguna ocasión hemospresenciado con lágrimas en los ojos la pre·caria situación de familias de practicantes im­plorando la caridad pública.

El Montepío en parte ha de mitigar estasnecesidades; si no ingresáis en él, y a vues·tras familias acontece 10 que señalo, no culopéis a la clase de poco esplritu de caridad,culpaos a vosotros mismos, culpad a vuestraindiferencia o tal vez a vuestro egoismo.

Fernando Gonz6lez.

Toda la correspondenc:fa que se rela­c:loae eon la dlrecc:f6n del BeLBT1N,diríjase a nombre del Director, donLuis L6pez García, HernAn elortés,

número 11, primero.

Montepío Nacional de Practicantes de Medicina y Cirugía de España•••

BOLETÍN DE INSCRIPCIÓN (1)

•••Don _~~ de años de edad,

Practicante, perteneciente al Colegio de solicita su admisióncomo socio del Montepío Nacional de Practicantes de Medicina y Cirugía de Espafta, bajo

Las condiciones estatuídas en el Reglamento de dicho Montepío.Para percibir el socorro a que se refiere el articulo 13 del citado Reglamento designo

a (2) _ .

........................................ a de _................................................ de J92 .

El solicitante,

(1) Devuélvase después de suscrito al Colegio o Agrupación a que pertenezca el solicitante.(2) Cltese el nombre de la persona o personas que hayan de percibir el socorro.

Bicarbonato d~ sosa qutmlcamente puro. -Licenciado G. Torres Mnñoz, San Marcos, it, ladrid.

Boletfn de la Federaci6n Nacional de Colegios de Practicantes españoles.

Cumplimentando al Excmo. Sr. DIrectorde Administración Local.

Siempre que algún personaje que nos inte­resa, visita la imperial ciudad, es costumbredel Colegio toledano saludarle en nombre detodos los Practicantes españoles, con objetode que en medio de la emoción que embargasu espíritu al admirar el rico tesoro que encie­rra la inconmensurable ciudad, llegue a susoídos el saludo de una clase, humilde sí, peroabnegada en el cumplimiento de sus deberes ydispuesta siempre al sacrificio por el bien desus semejantes, al mismo tiempo que anhelantede mayor cultura, y, por lo tanto, digna de me­jor suerte y estimación que la en que se la tiene.A Príncipes de la Iglesia y de la Milicia, a po­líticos ilustres y populares, a hombres de cien­cia y de la literatura, en una palabra, a todapersona que hemos creído que nuestra causao situación era conveniente supieran, no hantenido inconviente los Practicantes toledanosen acercarse a ellos; a unos, para interesarles setomen interés en nuestros deseos y peticiones;a otros, para manifestarles nuestros afectos, ypor uno y otro motivo intentaron el pasado 28del mes anterior, saludar al Excmo. Sr. Direc­tor de Administración Local, el que, con mo­tivo de una asamblea que debía celebrarse alsiguiente día, sería nuestro huesped.

Motivos justificadísimos obligaron al ilustrehombre público a no pernoctar en esta ciu­dad, por lo que los deseos de los compañerostoledanos viéronse defraudados. Pero constan­tes en cumplir lo que se habían propuesto, alsiguiente día procuraron realizarlo contandocon la ayuda eficasísima del excelentísimo se­ñor D. Elías de Montoya, vicepresidente actualde la Diputación toledana y pariente cercanodel Sr. Calvo-Sotelo. En este día nuevamentefueron defraudados sus deseos, pues dado elpoco tiempo de que disponía, no podía recibir­nos, anunciándonos que cualquier día en Ma­drid 10 haría.

Con este motivo hubimos de hacer un viajea la Corte, pues después de haberle manifesta­do estos deseos, hubiera sido una desatención,no acudiendo a saludarle.

Personados en el Ministerio de la Goberna­ción el Sr. de Pablos, digno representante delColegio de Toledo y quien tiene el honor depresidir la Federación Nacional de Practican­tes, fuimos presentados por nuestro paisanoSr. Montaya. La acogida que nos dispensó eleminente hombre público, fué en extremo cari­ñosísima. El Sr. de Pablos le hizo presente el

deseo de haberle saludado en Toledo en nom­bre del Colegio de Practicantes; yo, por mip~:te, le hice presente la desatención que hu­bIeramos tenido para con él, si radicando la~residencia de la Federación en esta capital,est~ no l~ hubiera cumplimentado. Después detestImOnIarle nuestro afecto por haber recibidocariñosamente al Comité ejecutivo que le visi­tó reciente a la publicación del Estatuto muni­cipal, y de cuya gestión se dió oportunamentec~enta en las columnas de este periódico, soli­cIté del Sr. Calvo-Sotelo no se olvidara de lapromesa que a nuestros compañeros del Co­~ité ejecutivo hiciera, y le apunté deseos ma­nIfestados ya por algún Colegio respecto a Ti­tulares, haciéndole presente que el Practicanteactual, por sus estudios y por su título estácapacitado a la asistencia a partos normales(según la ley en poblaciones de menos de diezn:il h~?itant.es): Le hice presente la angustiosasItuaclOn pnncIpalmente del Practicante rural,el que por 10 exígua que es la dotación, tieneque verse obligado a simultanear profesionesbien distantes. Solicité para estos queridoscompañeros, víctimas siempre del furor caci­quil, asignaciones más decorosas, en conso­nancia con la vida actual. Interesé el que secreara un Cuerpo de Practicantes titulares, alpoder ser sostenido por el Estado. Le recordéque en algunas Brigadas Sanitarias no se cum­plía lo dispuesto en cuanto al personal auxi­liar, y, por último, solicité, que donde hubieraun profesor médico, hubiera un Practicantelegítimo e indispensable auxiliar de aquel. '

Respecto al pago de los Titulares por el Es­tado, me manifestó las dificultades actualesdel presupuesto, por no ser posible por cuantoa los médicos hoy, no se les puede concederpor idénticos motivos y otros de carácter eco­nómico que para el presupuesto general delEstado representaría.

Respecto a los demás extremos por mí se­ñalados, prometió estudiarlos aun cuando dis­pone de poco tiempo, dado el peso que en sílleva. su importante y elevado cargo, y aunqueno hIZO más promesa que estudiar nuestraspeticiones, saqué la impresión de que el dignoExcmo. Sr. DIrector General de Administra­ción Local, habíamos logrado interesarle ennuestros deseos, que no son fatuos ni capri­chosos, sino de una justicia a que somos acree­dores, por ser fuerzas vivas que colaboran enel engrandecimiento de la Nación con sus ener­gías morales y económicas.

Quiero desde estas columnas expresar miagrad~cimientoal Sr. Calvo-Sotelo por la de­ferenCIa que nos guardó al recibirnos y escu-

4 Bolttín de la Jtederaci6n Nacional de Cole(!ios de Practicantes españoles.

charnos con s,uma amabilidad, como igual­mente al Sr. de Montoya por acompañarnos eneste acto de gran importancia para la clase,porque quién sabe si de él dependiera algúnbeneficio, mitigando de este modo la amargura

que produce el que unas veces por una causay otras veces por otra, siempre nuestras que­jas, nuestras peticiones, caen en el vacío másirritante.

PernaJ\do Gonzlllez.

C=I=n=f=o=r=J:n==a=C==i=Ó='=u==r='l.1=r=a=l=j

¡FRIO!No nos es dable controlar el efecto produ­

cido en la Clase en .general, ni en los Cole­gios particularmente, como parte constituidade ella, por nuestro intento de agrupar alPracticante rural, en una organización más omenos perfecta, pero honradamente inspi­rada.

El más desconsolador silencio responde anuestra intención por lo que afecta a las co­legiaciones: sólo Huesca, Teruel, Guadalaja­ra, Cádiz y Madrid han correspondido, parahonor suyo y satisfacción nuestra, al intentoque modestia aparte, no dudamos en calificarde bueno y que tendremos por tal, en tantono se nos pruebe lo contrario.

Nos sentimos envueltos en algo asi comola indiferencia de los que pudiérélmos consi­derar como elementos activos de la vida so­cietaria de la clase, por ser los mentores y di­rectores de su movimiento y ello en verdad,no puede ser más triste, por Jo mucho que separece al fracaso.

Hubimos de acariciar la ilusión de que to­dos los Colegios, apoyarian la obra iniciadapor el de Madrid, apenas tomara forma enlas columnas de su «Boletín»; mas no fué así,ni aún a pesar de habérselo rogado en algu­no de los números anteriores, y de ahi laduda con que encabezamos estas líneas, puesno nos atrevemos a suponer que les sea des­agradable el proyecto de organizar lo que nolo está y es nervio muy impoltantr de la pro·fesión, el Practicante rura': y si tal proyectofJcra grato ¿cómo fXP iCM el silencio y la pa­~ividad de los Colegios, frenle a un problemade altura?

Tam hién les fué pedido contribuyeran a lafurmación del censo del sector de clase orga­nizada ya, remitiendo listas de colegiados ala Federación, labor que representa a nues­tro juicio un par de horas de trabajo paracada secretario y que sepamos. nada se hahecho todavía.

De igual modo fueron requeridos para emi·tir un avance de opinión sobre Prensa profe­sional, que fuera estudio previo del que pu­diera desarrollarse en la primera Asamblea,Congreso u ocasión en que la Clase se reuna,acerca de esta cuestión; igual triste suerteha corrido el requerimiento, tan silenciadocomo todo lo demás.

Todo ello orientado en nuestra intenciónhacia el Practicante rural, por cariño primeroy por interés después: cariño, porque es nues·

- tro hermano y estamos obligados a quererlecomo tal, e interés, porque de la modalidadrural, se puede hacer, se podría hacer que­riendo, no lo haremos nunca probablemente,una modalidad de la profesión, de levanta(H·simo relieve que la dignificara en alto grado,difundiendo en toda España la concepcióncPracticante» y creadora de amplfsimo cam­po de acción, donde encontraran pan, los hi·jos de muchos Practicantes, hoy ya y más ymás, a medida que el tiempo y nuestra laborsocietaria activa, sincera y constante, se fue­ran deslizando.

Todo E::I10 orientado con miras a nuestradignificación general; a esa dignificación tansuspirada, por la que tanto abogamos en lite­ratura, y que tan honda sentimos cada unoen el fondo de su conciencia. pero por la quetan poco hacemos y que nunca llega.

Creemos honradamente. que batiendo afondo y con brios, pero a la vez con sentidopráctico y sin impaciencias el problema rural,se avanzaría murhIJ en la dignificación de laclase, porque el compañero del cam¡JO es unafuerza, desperdigada y estéril flí, pero positi­va ~ grande si se supiera encauzar y utilizar.

y esta fuerza, bien regida por las organi­zaciones centrales. daría su máximo rendi­miento, porque el Practicante rural entonces,sabría y podría hacerse respetar, le seria da­ble perseguir la víbora del intrusismo y susamparadores y seríll creador de más y másactividades profesionales.

Mas por lo visto la clase organizada dehoy no lo entiende asi, y ahoga en el frlo si-

Bolettn de /a Federación Nacional de Cde~ios de Practicate .~espalj(Jle~. 5

Zamora

(Alican.) te.

0'(~Toledo.

del

lendoso de su indiferencia soberana, un pri­mer intento, el primer paso hacia ese fin, qu ~

nosotros entendíamos debía ser el Censo.pues consideramos que al tratar de utilizar lafuerza rural, lo primero era recontarla ¡¿Quéhacer?1 ¡Acaso no sea todavía el moment)propicio para que el Practicante español, s:mire un poco a la conciencia y juzgue si ejo no, una clase social, como todas las demá",con derecho a una vida suficiente y digna eHsentido profesional! Mientras tanto el intru·sismo, nuestro mayor mal y la indiferenci 1

Médica, nuestro segundo enemigo, que siganhaciendo estragos. jA Practicantes de gene·raciones venideras¡ les estará reservada la saotisfacción y el orgullo de vencerl

Nota de color en las negruras de este cua·dro triste; de una profesión que sabe de sumal y no quiere remediarlo y que dispone delos medios necesarios para ello y no los quie­re emplear, es la entusiasta adhesión y con·fortadoras palabras que recibimos, del cam·po: de aquellos otros qu~ acaso má, cons·cienl-<?s de su porvenir como clase y e IOVe,;·cidos del valor que representan, alelE.':w porsumarlo cada UIIO al de todos los demás y leimprimen ml)vimienlo hacia el bien común.Ellos, que SOl) predsamente los que mellospueden y los menos llamados a dlflgír la ac·eión general de la profesión.

Adhesiones al Censo.D. Julián Valdivieso Ordóñez.-San

Martín de Valdeiglesias.11 Fernando López Espino. - San

Martín de Valdeiglesias.tI Daniel Ocaña Alvarez. - San Mar·

tín de Valdeiglesias.t) Jacobo Micieces.-San Martín de

Valdeiglesias.11 Leandro Fornés Hernández.-Ca·

dalso de los Vidrios. M ~ 'dSimón Fornés Hernández.-Cadal. a n .so de los Vidrios.

)1 Lorenzo Alvarez Martín.-Cadal·so de los Vidrios.

11 Luis González Pozas.-Cenicien­tos.

11 Mariano Méndez Ciordiá. - Villadel Prado.

11 Francisco Ramirez otero.-cadal')so de los Vidrios.

D. Nicasio García.-Hoyo de Pinares. CAvila)­D. Francisco Domínguez..-Rabanales.¡

1) Manuel Ramos. - Gallegos del ZCampo. ( amara

» Antonio Rodríguez.-San Vitero.)

D. José Ramos.-San Juan del Re-bollar.

11 Martín Martín. -Alcañices.11 Jerónimo Bahamonde.-lsabaros.11 Gregario López.-Alcañices.

D. Antonio Zamorano Crespo.­blejas.

11 Florencio Sanjuan.-Azután.

D. Antonio Bautista. - RoyalesAgua.

1) Antonio GÜemas. - Castroceniza.11 Alberto Izquierdo.-Cebreros.») Benito Bengoechea. - Santibañez

de Esgueva.11 Constantino Páramo.-Quintanilla

de la Mata.11 Francisco Díaz.-·Revilla Cabriada. Burgos.t) Francisco González. - Torrecilla

del Monte.11 Florencio Martínez. - Tordueles.11 Joaquín Arroyo.-Lerma.11 J ulián Barrios.-Zael.11 Tulio Zabaco.- ebra.11 Mauro Casado.-Santa Cecilia.11 Modesto Bengoechea.-Tejada.

D. Maximiliano Tamayo.-.Torrepadre.») Nicolás Díez. -Bahabón.1) Pablo Arnaiz.--Madrigal del Monte.1) Pablo Barrio.-Paules del Agua.) Pedro Santa María.-Pineda de

Trasmonte.)1 Perfecto Pérez.-Santa María del

Campo.1) Santiago Usategui.-Retuerta.)1 Severiano Melchol. - Santibañez Burgos.

del Val.») Teófilo Alvarez.-Cuevas de San

Clemente.») Virgilio Contreras.-Avellanosa de

Muñó.» Valentín Ruiz. -Santa María Mer·

cadillo.») Victoriano A. Sarmiento.-Villan·

gómez.

D. Rafael Dobón.-Ibi.») Cayetano Reig Such.-Ibi.II José Roque Picó.-Ibi.ti Miguel Durá.-Onil.

D. Eulo~o López Carmona.-El Es· Jconal. (Madrid.

tI Mariano Gil Pérez.-El Escorial. ~

D. Lorenzo Martín Cordero.-El Es"corial.

») Luis García del Rey.-El Escorial. ¡Madrid.Juan Morey.-Galapagar.Faustino Casado.--;-Majadahonda.

6 8-Jlefín de la f<edel'acjnn .Nado""l de Colef!ios de Pl'actice"tes españoles.

Huesca.

• ••

Núm. NLm.

Smna anterior. 235 Suma ante,ior. 270Logroño... 2 Teruel ..... 132Madrid .. 29 Toledo. " .. 15Oviedo .... 1 Valencia. . 2Palencia ... 1 Valladolid 3Salamanca. 1 Zamora .... 11Tan'agona 1 Zaragoza •.. ' 1

Suma y sigue. 270 TOTAL .. 434

Partidos constituidos.

32

21

1

1

1

la

Oviedo ......•..Palencia..Terue!. .ToledoValencia .....Valladolid. ..Zamora .Zaragoza

Alicante... . 1

Avila. . '" 1

·Burgos.. 2

Ciudad Real 2

Cuenca. 2

Guadalajara " . 1

Huesca... •.•. 2

Jaén, 1

Lérida. 1

Madrid ... , 2

Delegados de partido.Rogamos encarecidamente a los señores De­

legados ya nombrados, cumplimenten las ins­trucciones dictadas para los mismos y que seinsertan en los números de mayo y junio an­teriores, y muy en particular por ahora, la queafecta a remitir a esta Dirección lista de lospueblos que forman el partido y profesionalesque en ellos actúan.

También hemos de interesar de los compa­ñeros a quienes esta Dirección ha propuestopara este cargo, que nos contesten con su acep­tación y cumplan igualmente las mismas ins­trucciones, con el fin de poner en marcha losrespectivos partidos.

Otro ruego: recibidas de señores su~delega­

dos de Medicina, algunas listas de prachcantes,rogamos a nuestros Delegados que, en nues­tro nombre, expresen a dichos señores testimo­nio de gratitud permitiéndonos insistir en laconveniencia de obtener dichas listas de aque­llos otros que todavía no las han remitido.

D. Enrique Bernaldo de Quirós.-Ro­bledo de Chavela.

)1 Alejandro Luis Olmeda. - SantaMaría de la Alameda.

)) Domingo Expósito Berrocal--Va l­

demorillo.1) R~món Vigo.-Villanueva del Pra- Madrid.

dlllo.Jerónimo González González.­

Manjirón.1) Juan Sanz Sanz.-Buitrago de Lo­

zoya.Isidoro Sáez.-Puebla de la Mujer

Muerta.D. Ildefonso Rodríguez Martínez.-l

Toro. {ZamoraManuel Santos Iglesias.-Toro. (Pablo Oreja.··Belber de los Montes. )

D. José Delgado.-Benabarre.Vicente Vázquez.-Tolva.

II Cándido Bernard.-Jusen.1) Joaquín Vaguer.-Lascuarre.

D. Julián García de la Nava.-Pueblo­nuevo.

)) Martín M. Arroyo Pinilla.-Tala·vera de la Reina.

1) Casimiro Nuevo Alonso. - Casa·legas.

11 Angel Pablos Morales Lozano.­Talavera de la Reina.

Eugenio Cano Corrochano -Tala- Toledo.vera de la Reina.

1) Eduardo Esteban García.-Talave­ra de la Reina

)) Juan González Vallejo.-Cebolla.11 Mauricio Sánchez Valverde.-Ce­

bolla.11 Mariano Gómez González.-Mal­

pica.

D. José Aguilar.-Calaceite.1) Alvaro Llopis.-Lledo.)) Mariano Camp.-Cretas. Teruel.)) Elías Molmeneu. - Torre de Arcas.11 P~dro Talayero.-La Cebollera.j) Joaquín Tolosa.-Portellada.

Censo formado.

Alicante .Avila .Burgos .Cáceres .CastellónCiudad Real.

Slmla y sigue..

Núm.

73

331

2

9

55

Smna antfnor.Cuenca.....Guadalajara .Huesca....Jaén .•....León....•.

Suma y sigtte.

~úm.

552

71

991

7

235

Recortamos de El Practicante Gaditano:((No hem,os de terminar las presentes líneas

sin dejar de recomendar a los compañeros ru­rales dejen la apatía que padecen, a un lado,ingresando en nuestra corporación provincial,para que una vez organizados por distritos, po­damos ofrecer el censo rural a Madrid, ya quelos de allí se interesan por la suerte de todos 11.

Muy bien; y si Pinrelito indica a don Fer·

7Boletín de la Pederac.ón Nacional de Colegios de Practieantés ésfJañolts.-~------'--

nando (a quien ahora suponemos ocupadísimocon motivo de la próxima Asamblea) la conve­niencia de que el secretario nos envíe listas,por de pronto de los colegiados rurales, muchomejor; y si todos los demás Colegios andalucesimitan al de Cádiz, habrá que decir una vezmás: «( ¡Bien por Andalucía!» . .

•••UN RUEGO A LOS COLEGIOS

Con molivo de la próxima Asamblea deSevilla, es probable que concurran represen­taciones de todos ellos, y será ocasión propi­cia para impulsar la formación del Censo.

Esta Dirección se atreve a rogar a todas lasDirectivas, preparen y remitan a Sevilla consus representantes, listas de los colegiadosrespectivos, pertenecientes al grupo rural,sean titulares o libres, y las entreguen a la re­presentación de Madrid.....¿SE PUEDE VIVIR?

Aunque por su estilo es jocosa lainterroga­ción, el motivo es bastante serio y de sumagravedad: ya no es el imperio de la ley 10 quese busca para que brille en todo su esplendor,es algo más mezquino, es algo... que no quiero adjetivarlo. Hágalo, si le place, el que estoleyere; yo me he de limitar a citar hechos, enlos que el egoísmo y la parcialidad tienen suasiento.

No sabemos, no tenemos noticia de que enotros partidos judiciales ocurra 10 que en losde Lerma y Sala de los Infantes sucede, parti­cularmente en este último, donde a los practi­cantes se les persigue y se les conmina de unamanera inusitada y con todo rigor; y más ymejor que yo pueda decirlo, 10 dicen los datosque tengo a la vista, y de cuya veracidad no sepuede dudar. Yo, ni quito ni pongo rey...

El señor subdelegado de Medicina del parti­do de Salas de los Infantes, en cumplimientode su delicada misión y en virtud de denun­cias (¿ ?), oficia a alcaldes y a practicantes, aper­cibiendo a éstos y conminando para que seatengan estrictamente a 10 que su título le au­toriza, pues de lo contrario se verá dispuesto aproceder con todo rigor (textual).

Todo estl) es perfectamente legal; pero secompagina mal con 10 siguiente, sucedido almismo señor, según la circular que en el Bole­tín Oficial de la provincia se insertó en el mespasado, en la que recurre en alzada por multade 200 pesetas, que le impuso el Gobierno pro­vincial por su negligencia como subdelegado deMedicina en perseguir el intrusismo de un cu-

randero de Huerta del Rey y que ya se le ha­bía denunciado.

Tampoco he de meterme en 10 justo o in­justo que sea el castigo impuesto; pero digoque se compagina mal rigor para unos ynegli­gencia para otros. No es 10 legal 10 que discu­timos, es que' nos preguntamos: ¿qué oculTe?¿Es que realmente se persigue el intrusismo, oes otro el fin que se busca? Digamos una vezmás: el practicante no es un intruso; quitadoel uso o abuso de poder formular, queda el ne­cesario, el útil auxiliar del médico. Y que estoes así, lo prueba 10 sucedido a la vez en elmismo partido de Salas.

En un pueblo que no quiero citar, había unpracticante, antiguo amigo mío, y por razonesque ignoro se marchó, o se vió obligado amarchar; pues bien, dicho pueblo, con otrosque se han agrupado, han constituído partidomédico, y el profesor que se ha hecho cargoha puesto a sus órdenes dos practicantes.Haga cada cual las deducciones y sabrosos co­mentarios a que esto se presta. Yo sólo digoque, ¿a qué este tejer y destejer? ¿A qué poner10 que otros quitan? Si salta a la vista que elpracticante es necesario, tanto en la ciudad comoen el campo. Que en un lado sobra, en otroes necesario, como se ve por la práctica y por10 anteriormente expuesto.

Señores, pido muy respetuosamente que sepongan una vez de acuerdo y cese este estadode cosas en las que no sale nadie ganando, ysí sólo causan grandes trastornos y molestiasa los puebloi> que están tranquilos, y llevan eldesasosiego a familias honradas, que al ampa­ro de su título y de una benevolencia ya muyañeja, se crearon un modesto medio de vivir.No pedimos que al amparo de esa toleranciasigan las cosas como hasta aquí, porque pudie­ra hacerse mal uso; pero búsquese una fórmu­la, que la hay, para arreglar este desaguisado:que todos podamos vivir, todos somos hijos deDios, y sobre todo, que sobre el practicante nopese el estigma de intruso, que una y cien ve­ces más diré que no 10 es.

Vean los dignísimos caballeros que hoy ri­gen los destinos de la nación, los medios (quelos hay) para que no siga esto así. Si 10 desco­nocen, que se asesoren: oigan a propios y extra­ños, y no sean los desvalidos practicantes deMedicina y Cirujía los únicos que no sean es­cuchados. Se 10 pedimos de rodillas, sin alti­vez; que no pedimos más que poder ganar,tranquilos de espíritu, un pedazo de pan paranuestras familias. No nos atosiga tanto el cas­tigo que, obligados por las circunstancias, nosimponga la ley, que acatamos; nos ahoga másel estigma de intrusos; no queremos vivir ni

Biearb6Dato de sosa qulmieament8 puro.-Licenclado G. Torres lufioz, San Harcos, 11, ladrid.

Bdettn de la Federación Nacional de Colegios de Practican fes españoles.

un m0mento fuera de la ley. ¡Señores del Di­rectorio, 6igannos!

Compañeros todos: que no se diga que paradefender 10 que vale cien veces más que el di­nero, no estamos unidos. Que no tengamosque preguntarnos constantemente: ¿se puedevivir?

a Serrano.

•••

Triste es p~l1~ar <"11 el ai~"¡mifnlo en quese ell' uelll~a la prcf~~jón de practic.iIJte, y nomenos ~en~ible t S la lIlerma que produce ennuel'tra profe~jón el intrusi·mo por parte depersonal if1l'rto qllf', amparados los más porpersonal de amplio título, invade de formanotoria el redllcido campo profesional a quelas leyes nos hacen acreedores; lo cierto esque unas veces por personal incapacitado, ylas más por qui~n debía respetar para quefuese respetado, el practicante rural queda re·ducido a ser esclavo de su sillón peluqueroy recibir de tarde en tarde prescripción médica, porque reconocido está que inyecciones,ventosas, incluso enemas, son aplicadas porlos señores doctores, y algunas veces éstosdan instrucciones necesarias y hasta prestaninstrumental para que en casas particulares loh:lgan, haciendo caso omiso de si existe o nopracdcante. ¿Desconocen estos señores docto­res que así piensan (porque los hay muy bue·nos, y para mf muy respetables), que el pro·fesional practicante no es menos merecedory digno de consideraciones que ellos mismos?

No sucedió esto en la epidemia gripal: en­tonces el practicante tenía cierto valor profe­sional, y el licenciado o doctor a cuyas órde­nes esta ba trataba de darle cierto realce, pro­curando que hiciese cuanto más mejor,con objeto de que le sirviera de descanso ensu actuación. Yse me ocurre preguntar: ¿Aca­so el practicante de entonces o el pensar mé­dico es distinto del actual?

Fácil es contestar; una cura, una inyeccióno cualquier intervención de nuestro campo ahoras cómodas y retardadas se hacen muybien, pero en horas nocturnas y frecuentescausan molestia y poca retribución.

Tenemos que estar plenamente convenci­dos que a la generalidad de los médicos es­torbamos los practicantes, y cuanto más cul­tos éstos, muchísimo más, y en esta ciudadde Cenicero, donde actúo, todo lo concernien­te a nuestra profesión se hace gratuito por laclase médica, restando, por lo tanto, dignidad,

respeto y pesetas a nuestra profesión. Esterespeto, ¿es mutuo ~ntre ambas profesiones,donde sólo debe existir vínculos de estrechaamistad? ¿Es lógico que en una ciudad comoésta donde existen 4 500 habitantes y rindaa los dos señores médicos actuales 20.000 pe­setas anuales, no .hayan percibido los dospracticantes actuales en un año que les hadado el capricho quizá de mala saña a los se­ñores repetidos médicos de prestar nuestroservicio ni 400 pesetas? Esto es sencillamentevergonzoso.

:)ien dice el doctor Sanchfs Bergón en suarticulo de la medicina en La Rtoja, número22 de marzo próximo pasado, este señor, pre­sidénte de la Federación de Colegios de Médicos Españoles, en un lacónico, pero razo­nado artfculo, trató especialmente del intru­sismo en la profesión practicante y matrona,y da órdenes por mediación del señor presi­dente del Colegio provincial de Logroño atodos los médicos colegiados de esta provin­cia prometiendo castigar con cierta dureza aquien por ignorancia o picardía peque en estesentido; el practicante. dice, es un profesionalque seforma robando horas asu descanso, por·que la generalidad, durante el dia, fué obreromanual, y merece ser considerado y respeta­do, confiarle cuanto esté en su programa y nodelegar en personal inepto. donde la saludpública se encuentra expuesta a serios peli­gros por esos ignorantes; además, que la leyse impone.

Faltaría en gran man~ra I si hiciese punto aeste escrito, sin llamar la attnción a todos lospracticantes y manifestarles que si existen d~­

ficiencias de muchos, tenemos nosotros la cul­pa, y fácil sería arreglarlo. ¿Cómo? Sencilla­mente: en todas las profesiones hay algo quedesear, pero en la nuestra existe muchísimo,y sólo con la unificación se subsanarían estosdefectos.

Es necesario despertar de este letargo enque estamos sumidos y tonificar nuestro es­píritu, un tanto decaído; es necesario que lasjuventudes tengamos la virilidad suficientepara hacer una fructífera campaña, relevandode sus puestos a esos mártires que sacrifica­ron lo mejor de su edad en nuestra. defensa,que por la apatia de los más no vieron coro­nados su deseos; es necesario, repito, forme­mos bloque de resistencia, y cual obedientesoldado, acudamos a cuantos llamamientosse nos hagan, demostrar fé y entusiasmo, quetraerá como consecuencia nuestra dignidad yprogreso.

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