N.91 - ABRIL - 2011

MÁRTIRES CLARETIANOSDE BARBASTRO

már

tires

cla

reti

anos

2

La ciudad de Cervera (Lé-rida) y su comarca rindenanualmente un homenaje a

los 70 mártires claretianos que vi-vían en el edificio de la antigua Uni-versidad al inicio de la guerra civil.Dieciocho de estos claretianos sufrie-ron el martirio en la finca que teníana las afueras de la ciudad, conocidacon el nombre de “Mas Claret”. Unagran cruz ha sido levantada en ellugar del martirio.

ÍndiceSaludo / Comentario

Màxim Muñoz Durán, cmf. Provincial de Catalunya ................... 03

Desde la “Plana de Vic” Entrevista a Pere Codinachs i Verdaguer. ................... 04

Un mártir singular: Ferran Saperas AlujaJorge Manuel Ayala, cmf. ................... 06

Mis recuerdos de los mártires P. Joan Sidera Plana, cmf. ................... 08

Mártires claretianos de TarragonaVicente Pecharromán, cmf. ................... 10

Visitas al Museo de los MártiresJosé Beruete, cmf. ................... 12

Culto a los Beatos mártires................... 15

L

D. L. HU – 232Imprime Gráficas Barbastro, S. L.

N.º 91

Abril 2011

3

ace 75 años, cuando se pro-dujeron los hechos de los queeste boletín se hace eco, laprovincia claretiana de Ca-

talunya comprendía Catalunya, Ara-gón y Valencia. El noviciado se hacía enVic, la cuna de nuestra Congregación.De allí, los ya profesos iban a Solsona acursar la filosofía y, después, a Cervera,para realizar sus estudios de teología.Puesto que la comunidad de Cerveraera muy numerosa y los tiempos esta-ban revueltos, se decidió que los del úl-timo curso de teología fueran aBarbastro. En estos centros y en lasdemás comunidades de la Provinciacompartían, pues, la vida fraterna y lamisión, claretianos de diversas proce-dencias: catalanes, aragoneses y valen-cianos. Un elevado número de estosreligiosos fueron asesinados, algunos dela forma más salvaje y vil que se puedaimaginar. En este boletín se evoca estamemoria con gran amor fraterno. Si enlos asesinos había mucho odio, en lasvíctimas encontramos siempre una grandignidad, coherencia, valentía y actitudde perdón. Algunos de ellos repitieronlas mismas palabras de Jesús en la cruz:“perdónalos, Padre, porque no saben lo

que hacen”. Y es que, en efecto, proba-blemente los asesinos eran tan víctimascomo verdugos.

Es grande nuestro agradecimiento aDios por el heroico testimonio de fe y deardor misionero de nuestros hermanos.Estamos convencidos de que su sangreha sido “sangre de perdón y de espe-ranza” y estímulo para la expansión ydesarrollo de la Congregación por todoel mundo. Así lo expresaba Faustino enese testamento espiritual admirableque nos dejó en nombre de sus compa-ñeros. Un texto que nos conmueve siem-pre que lo volvemos a leer, porque noshace sentir muy viva la presencia y elánimo de nuestros hermanos mártires.Al leer la historia de sus ejecuciones, po-demos captar hasta qué punto el sen-tido de familia, de Congregación, laformación recibida, la vocación comúneran, junto con la fe inquebrantable, elgran baluarte que les aguantó firmeshasta el final. También hoy esa mismaexperiencia es fundamental para vivircon alegría y fortaleza los retos que nosplantea la misión.

«Claretianos mártires

P. Màxim Muñoz Duran, cmfProvincial Claretianos de Catalunya

H

már

tires

cla

reti

anos

4

¿Ha recibido críticas por emplearen el título una palabra tan poco grataa muchos historiadores de la GuerraCivil?

No he recibido ninguna crítica por

la palabra “holocausto”. Por el contra-rio, el libro fue muy alabado por per-sonalidades y periodistas deCatalunya, incluso por lectores de la iz-quierda, como el amigo que prologóla edición catalana de mi obra. Evi-dentemente los hechos sociales suelenser hijos de las ideas, de la izquierda yde la derecha.

Yo tuve ocasión de conocer a suabuela, la madre del Beato Joan Co-dinachs. Recuerdo la satisfacción conque nos recibió a los novicios a lapuerta de la masía.

Los padres Juan Agustí y FelipeCalvo fueron acogidos por mi familiadurante la guerra civil. Ambos vivieronescondidos en la parte alta de lamasía. Mi padre y mi tío, hermanos delBeato Juan, estaban en el frente deguerra. Yo nací en 1937, y me bautiza-ron en la habitación del P. Juan Agustí,utilizando para ello la jofaina de su

Desde la plana de Vic (Barcelona)

Entrevista a: Pere Codinachs i Verdaguer

ere Codinachs, claretiano, es sobrino del mártir barbastrense Beato JoanCodinachs, natural de Santa Eugenia de Berga (Barcelona). Hace algunosaños publicó una interesante historia, titulada: El holocausto claretiano deBarbastro. Aprovechamos su amabilidad para hacerle algunas preguntas:P

«

N.º 91

Abril 2011

5

La Redacción

habitación. Destaco estos tres momen-tos: 1º En julio de 1936, el P. Agustí le dijoa mi abuela: “Señora. Eugenia, su hijoha sido puesto en prisión, en Barbastro”.El silencio y la angustia fueron la res-puesta. 2º Un mes después, en agosto, ledijo a mi abuela: “Señora Eugenia, suhijo está ya en el cielo”. La respuesta fuela misma. Derramaron amargas lágri-mas, pero en silencio. 3º Después debautizarme, el P. Agustí, me cogió y dijoa mi madre: “Señora María, este niñoserá para nosotros, los claretianos, ensubstitución de su tío Juan, mártir”. Esterelato me lo contaron siendo aún yomuy niño. A los 10 años ingresé en el pos-tulantado de Cervera. Nunca he du-dado de mi vocación.

Usted ha centrado la investigaciónde su libro en la descripción de los “he-chos y las causas” del holocausto bar-bastrense. ¿Acaso no estaban claras lasmotivaciones anticatólicas de quieneslos mataron?

Para los cristianos estaban claras lasmotivaciones anticatólicas de las iz-quierdas. Pero el anticlericalismo espa-ñol tenía una raíz histórica: la injusticiasocial que sufría una gran parte de lapoblación. Desde el siglo XIX la Iglesiavenía siendo presentada por el anar-quismo como aliada de los explotadores.Este movimiento estaba muy arraigadoen Aragón y en Barcelona. Los anarquis-tas fueron los maestros de los trabajado-res que llegaban de todas partes a

Barcelona buscando trabajo en lasgrandes obras que se estaban reali-zando con motivo de la Exposición Uni-versal (1929). Para los anarquistas, elestablecimiento de la justicia social exi-gía eliminar a los sacerdotes, a los ricosde derecha y a los “fascistas”.

¿Existe en la historia de la Iglesiaalgún caso de “Seminario mártir” comoel de los claretianos de Barbastro?

No me atrevo a responder. Pero, losclaretianos tenemos dos ejemplos másde “Seminario mártir”: el de Cervera,con 14 seminaristas, y el de Fernán Ca-ballero con otros 14 seminaristas.

El mayor número de mártires cris-tianos de la historia ha tenido lugar enel siglo xx. ¿Podemos estar seguros deque en el siglo XXI no se repetirá elmismo fenómeno anticristiano?

Se habla ya de cifras escalofriantesde personas asesinadas por ser cristianas.Esperemos que este fenómeno puedaser detenido por los países democráticos.

En nombre de los lectoresdamos las gracias a Pere Codi-nachs i Verdaguer. Quedamos a laespera de poder leer pronto el libroque está preparando sobre los már-tires claretianos de Catalunya.

l acabar el servicio militaren Barcelona el joven de 23años Ferran Saperas (Fer-nando Saperas) pidió in-

gresar en la Congregación de losclaretianos. Llegaba rebosante defuerza física y de entusiasmo misionero.Profesó los tres votos de los religiosos enagosto de 1930. Durante los seis años si-guientes trabajó en las faenas que le en-cargaron los superiores: en la huerta, enla cocina, en la portería, etc. En aquellosaños los religiosos realizaban por sí mis-mos todas las faenas de la casa.

A finales de julio de 1936 losclaretianos fueron obligados a aban-donar el edificio de la Universidad deCervera (Lérida). A partir de ahí co-mienza un doloroso “vía crucis” queacabó en la muerte violenta de setentade ellos. Ferran Saperas vagó durantevarios días por las masías de la comarcaen busca de refugio. Inesperadamentecayó en manos de gente desalmada,que se ensañó con él por su condiciónde religioso. No podían soportar que unjoven fornido y bien plantado renun-ciara al ejercicio del sexo para entre-

garse libremente al servicio de Dios. «Túno eres hombre, porque no haces lo quetodos hacen», le increpaban. Entre bur-las, golpes y amenazas de muerte qui-sieron obligarle a realizar sus propiasperversiones sexuales. «Matadme…¡pero eso, no!», les respondía.

Así transcurrieron dos días, pa-sándolo de uno a otro para ver quiénconseguía derrotarlo sexualmente, y deprostíbulo en prostíbulo pensando que

Un mártir singular

Ferran Saperas Aluja

A

már

tires

cla

reti

anos

6

Jorge Manuel Ayala, cmf.

Ferran Saperas Aluja

En el 75 aniversario de nuestros hermanos mártires«

N.º 91

Abril 2011

7

las mujeres conseguirían con sus artes loque ellos no habían podido por la fuerza.“Le hicieron barbaridades, que no sepueden contar”, confesó un testigo. Al fin,fueron las propias mujeres quienes repro-charon con dureza a los milicianos lo queestaban haciendo con aquel religioso.Pero éstos, cegados por el odio, sellaronsu fracaso acribillándolo a balazos a laspuertas del cementerio de Tárrega. Fe-rran Saperas murió como han hechosiempre los héroes cristianos: perdonandoy ofreciendo su vida a Dios.

Las ciudades de Cervera y de Tá-rrega, en las cuales tuvieron lugar los he-chos, quedaron consternadas. Algunosciudadanos se comprometieron a conser-var la memoria de aquel héroe de la fe,celebrando cada año una Misa en el ani-versario de su muerte. En el lugar delmartirio colocaron una lápida, a la quenunca faltan las flores de sus admirado-

res: “Aquí, por defender su castidad reli-giosa fue martirizado el 13-VIII-1936 elHermano Fernando Saperas, MisioneroHijo del Corazón de María”.

La Misa-aniversario del día 13 deagosto de 2010, celebrada en la iglesiaparroquial de Santa María de l’Alba(Tárrega), tuvo especial relevancia porser el inicio del año conmemorativo del75 aniversario. Presidió Mosén Josep Vi-laseca Ribalta, acompañado por elProvincial de los claretianos, P. MàximMuñoz, y un numeroso grupo de sacer-dotes.

Al margen de las atrocidades co-metidas contra este fiel servidor de Diosy de la Iglesia, nos sigue conmoviendosu testimonio de vida, de fe, de compro-miso, de esperanza… Confiamos en laplena glorificación, por parte de la Igle-sia, de este “mártir de la castidad”.

Misa celebrada el día 13 deagosto de 2010,aniversario de la muerte del Hno. Saperas.Parroquia SantaMaría de l'Alba.Tárrega.

Semblanzas

már

tires

cla

reti

anos

8

Joan Sidera Plana, cmf.

n el verano de 1932 había yaacabado y aprobado los cincocursos de Humanidades.Como aún no había cumplidolos 15 años, que era la edad

canónica para comenzar el noviciado,fui enviado, junto con otros tres estu-diantes, directamente al filosofado deSolsona. El hermano Ramón Roca nosacompañó en el trayecto que hicimosdesde Cervera hasta Manresa. Fue unacompañía muy agradable. Hacia elmediodía nos juntamos con los estu-diantes que habían profesado en Vic eldía anterior (15 de agosto). Al llegar aSolsona nos integramos con los estu-diantes filósofos, ya profesos; haciendola misma vida que ellos, vistiendo natu-ralmente la sotana. Aquella situaciónduró un año entero, durante el cualcursamos las asignaturas de Primercurso, que eran: Lógica, Matemáticas,Biología e Inglés. Durante aquel añoconviví con un buen grupo de los futu-ros Mártires. De los de Barbastro, esta-ban: Amorós, Baixeras, Bandrés, Blasco,Bueria, Briega, Capdevila, Casadevall,Codina, Codinachs, Escalé, Falgarona,

Illa, Lladó, Masip, Novich, Ormo, Oscoz,Pérez, Riera, Roura, Ros, Ruiz, SánchezSorribas, Torres, Vidaurreta, Viela.

«Algunas impresiones puedo con-signar. José Amorós era el músico queacostumbraba tocar el armoniumacompañando los cánticos de la capilla.Evaristo Bueria tenía un carácter bulli-cioso: en los recreos era abundante enpalabras y discursos; pero su conversa-ción siempre era alegre y agradable.Tuve a Javier Bandrés por compañerode banco en la capilla. En mis aprecia-ciones de novato no le tenía por muyfervoroso o edificante. Más tarde me dicuenta de que Bandrés tenía más espi-ritualidad que la que hasta entonceshabía supuesto. Tuve relación con Ban-drés por motivo de su afición a la Este-nografía, que era un método deescritura abreviada. Prácticamente erael único en el Colegio que lo dominabay lo empleaba de continuo, sobre todosacando apuntes de las conferencias yexplicaciones de clase; en eso era muyaplicado».

Mis recuerdosde los Mártires

“EContinuamos ofreciendo a nuestros lectores algunos fragmentos de los Recuerdos queel P. Joan Sidera Plana, compañero de colegio de los Mártires de Barbastro y Cervera,ha escrito para este Boletín.

«

N.º 91

Abril 2011

Semblanzas

9

«He men-cionado al es-t u d i a n t eFaustino Pérez.El conceptoque de él meformé era pocofavorable opoco inteligiblepara un postu-lante inocente.Faustino era elanverso del es-tudiante clare-tiano típico,formado por las doctrinas y ejemplos denuestros directores. El estudiante modeloera sencillo, modesto y recatado, hu-milde en juicios, en palabras y gestos,piadoso y devoto. Faustino era bastantelibre en conducta; se entusiasmaba congrandezas, y tenia aspiraciones a cosasde alto vuelo».

«De Rafael Briega conservo recuer-dos gratos e imborrables: sencillo y mo-desto. De poco hablar, y siempre sinexaltarse, aceptaba gustoso la conver-sación de un postulante, como era yo.Recuerdo las veces que habíamos es-tado hablando en la biblioteca del Co-legio de temas escolares. Era un gusto yuna maravilla ver cómo al coger unlibro al azar, él lo leía y entendía. Do-mina el catalán, el francés, el alemán, elitaliano, el inglés, además del latín, delgriego y del hebreo. Ya entonces cono-

cía el chino, y se escribía con los semina-ristas de China, donde el P. José Foguedestaba de misionero».

«También recuerdo bastante aRamón Illa. Él también hubo de cursarla Filosofía antes de poder ingresar en elnoviciado con la edad canónica necesa-ria. Buena planta, siempre formal ycumplidor; modelo en conducta. Ya re-zaba el Breviario. A veces se le veía conun libro en el que leía las homilías de SanJuan Crisóstomo en su original griego».

«De los estudiantes que cursaban elprimer año de Teología en Solsona enaquel curso (1933-1934), conservo la im-presión de que eran buenos religiosos ybuenos compañeros. Me hicieron la vidafeliz, aunque ahora no puedo concretarestos recuerdos en anécdotas y hechossignificativos».

(Continuará)

Vicente Pecharromán, cmf.

«

már

tires

cla

reti

anos

10

Las Comunidades claretianas de Tarra-gona y de La Selva del Camp guardan en suhistoria el testimonio martirial de siete mi-sioneros claretianos agrupados en unamisma Causa de beatificación promovidapor la Archidiócesis de Tarragona. Cadauno de estos Siervos de Dios vivió su perso-nal peripecia martirial en lugares y circuns-tancias distintas, aunque el motivo de su

muerte fue el mismo en todos e idéntica laejemplaridad con que testimoniaron su fe.Pertecían a la Comunidad de Tarragona losPP. Federico Vila y Jaime Mir, y el H. AntonioVilamassana; y a la Comunidad de LaSelva, los HH. Antonio Capdevila, Sebas-tián Balcells, Pablo Castellá y Andrés FelíuBartoméu.

Nació en Brull, en la Plana de Vic, cerca de lafalda del Montseny (Barcelona), el 13 de marzode 1884. El ministerio pastoral lo desempeñó prin-cipalmente en el campo de la enseñanza. Fueprofesor muy valorado en la ex Universidad deCervera, en el filosofado-teologado de Solsona(Lérida) y en la Universidad Pontificia de Tarra-gona, sustituyendo aquí al emérico profesor P.Jacinto Blanch. A pesar de que la actividad dela Comunidad de Tarragona se reducía al ám-bito de la iglesia-oratorio, sin compromisos pa-rroquiales, el P. Vila impulsó y revitalizó el grupode Colaboradores Claretianos, y se constituyó enreferencia permanente de numerosos sacerdotes que acudían a consultar al prestigiosoprofesor de Moral. De él dirá el P. JMª Berengueras que era “un hombre amable, es-clavo del deber, trabajador incansable, amante de todo lo que significaba Congrega-ción”. De su trabajo de investigación hay que destacar su voluminosa Reseña históricade la Universidad de Cervera, su trabajo en la búsqueda de escritos sobre el P. Clarety su esmero en la catalogación del Archivo Solariego de Vic. “Mucho se podía esperarde él”, añade el P. Berengueras, pero los designios del Señor eran otros.

P. FEDERICO VILA BARTROLÍ. Nació en Brull el 13 de marzo de 1884.

Mártires Claretianos de Tarragona

N.º 91

Abril 2011

11

Martirologioclaretiano

“Pérdida grande la que experimentó la Provin-cia de Cataluña con la muerte del Rdo. P. JaimeMir. Los años que pasó al frente de la cátedra deFilosofía en los colegios claretianos, unidos a unaafición destacada al estudio y a dotes intelectua-les excelentes, le habían dado una madurez deingenio tal, que podía considerársele como auto-ridad en las cuestiones más intrincadas de la me-tafísica”, dice el cronista P. Berengueras.El P. Mir sucedió al P. Puigdessens como titularde la cátedra de "Cuestiones dificiles" o Tesis delDoctorado de la Universidad Pontificia de Ta-rragona. Junto al noble afán por la ciencia, el P. Mir alimentaba también un fer-voroso anhelo misionero. Precisamente el 17 de julio de 1936 había comenzado unatanda de ejercicios a las Hermanas Carmelitas de la Caridad de Esplugas de Fran-colí, durante los cuales, dicen las Religiosas, como si Dios le inspirase, habló variasveces en las pláticas con gran fervor sobre la dicha del martirio.Después de varios días de zozobra en casas que le acogieron con caridad cristiana,fue conducido en coche por unos milicianos en dirección a Montblanc. Hacia mediatarde del día 29 de julio entraba su cadáver en el cementerio de Tarragona.

P. JAIME MIR VIME. Nació el 22 de diciembre de 1889 en Ciutadilla (Lérida).

El 24 de julio, reconocido como sacerdote, fue conducido al barco Cabo Cullera quehacía las veces de cárcel flotante, y posteriormente al Río Segre, en donde encontróal Hno Vilamassana. De temperamento delicado y sensible, según refleja su diariode cautiverio, la estancia del P. Federico Vila en el barco cárcel no es para imagi-narla. La fiesta del Corazón de María, el 22 de agosto, la decribiría como fiestatriste en esta ocasión. Entre las pocas actividades que podía desarrollar en aquellostristes días, aparte de rezar mucho, merece ser señalado su empeño en dar confe-rencias de Moral a los sacerdotes allí detenidos. El ofrecimiento de su vida culminóen Torredembarra, por ser sacerdote; murió fusilado en el cementerio el 11 de no-viembre de 1936.

Continuará...

Visitas al Museode los Mártires.

José Beruete, cmf.

már

tires

cla

reti

anos

12

a página web dedicada a losMártires de Barbastro está te-niendo una excelente acogida,en especial la visita virtual al

Museo de los Mártires. Nos han llegadotestimonios elogiosos desde todos losrincones del mundo. Ofrecemos una pe-queña selección de los mismos. L

Capilla de los Mártires de Barnastro.

Escribe desde Chicago un amigo de los Mártires:

«Al contemplar en la página web esa maravilla de Museo me he dado cuenta de que

es algo más que un simple museo de recuerdos. Es un grito juvenil, una llamada para vivir

el cristianismo en el mundo pagano de hoy, en el que los jóvenes somos esclavos del con-

sumismo y del placer.

El ejemplo de estos jóvenes seminaristas claretianos que pusieron por delante su fe, su

fraternidad, su compromiso… todavía sigue hablando muy fuerte desde ese impresionante

Museo y desde sus restos gloriosos.»

N.º 91

Abril 2011

13

«En el 75 aniversario de nuestros hermanos mártires

Una admiradora nos escribe desde Lima (Perú):«Después de la visita virtual al Museo de Barbastro, sigo sobrecogida pensandocómo se sentirían en esos momentos aquellos jóvenes teniendo plena conciencia de sumuerte violenta en la flor de la vida, con tantos sueños y proyectos y ¡tanto quehacer!...Una no puede dejar de reaccionar ante los testimonios que nos dejaron y queahora podemos ver en las claras vitrinas del Museo de Barbastro. Leer las notas de despedida de los que iban a morir por sus convicciones y por sufe, y además perdonando a sus verdugos, es un ejemplo para los que andamos comolocos en la búsqueda de lograr objetivos perecederos y banales; por los que nos deja-mos llevar por tantos “ídolos” nefastos, sean políticos, cantantes, deportistas, etc., e in-tentamos imitarles.

Tenemos mucho que hacer en estos tiempos nuestros para al menos igualar elcomportamiento de estos jóvenes, cuando vivimos inmersos en tantas ideas denigran-tes que nos llegan por todos los medios.»

Vitrinasdel Museo

de los Mártires

de Barnastro.

Un señor madrileño:

«Me he quedado admirado al contemplar ese grandioso Museo: lo bien organizado

que está, su instalación, y sobre todo su contenido excelente y muy bien expuesto en

todas las salas.

El espíritu de estos Mártires flota vivo en todo el Museo. Aquí se palpa la fe, el coraje

y la generosidad de estos heroicos jóvenes. Y uno siente que se te mete en el alma y te

obliga a imitar su testimonio. Este Museo es un gran despertador de nuestras conciencias

adormecidas.

Felicito a cuantos han trabajado en hacer resplandecer a estos gloriosos Mártires de

nuestros tiempos.»

már

tires

cla

reti

anos

14

Damos las gracias a cuantos nos ayudan a difundir el testimonio de Fe, Esperanza y Perdón de los Mártires Claretianos de Barbastro.

Quienes deseen enviar algún donativo, pueden hacerlo a nombre de:

Mártires Claretianos - IBERCAJACuenta: 2085 2154 37 0330404299

GGRRAACCIIAASS

Unos seminaristas:

«Es difícil expresar lo que estos Mártires nos han metido en el corazón:

mucha emoción y grandes deseos de esforzarnos más cada día en seguir la

vocación al sacerdocio, a pesar de las dificultades.»

Dirección de la página web: www.martiresdebarbastro.org

Recordamos a nuestros lectores que este Boletín puede ser leído también en esta página web accediendo a “Recursos / Biblioteca”.

Emiliano:«Aquí se

enciende el espíritu

martirial quedeberíamos

tener siemprevivo los

cristianos, máxime si

somossacerdotes.»

Religiosas Concepcionistas:«Jamás olvidaremos la visita a este Museo martirial de Barbastro. Nos hahecho tanto provecho espiritual, o más, que unos Ejercicios espirituales.Aquí se palpa la gracia de Dios. Es imposible resistirse a ella.»

«

N.º 91

Abril 2011

15

n la isla de Timor (Indonesia), los misioneros claretianos han cons-truido recientemente un seminario. Los Mártires de Barbastro estánpresentes en él, junto con una estatua a san Antonio María Claret.Se trata de un bajorrelieve de cemento que sirve de fondo a la es-

tatua del P. Claret. El autor es un artista indonesio que se convirtió al cristia-nismo al ver cómo unos musulmanes golpeaban sin compasión a un cristiano.Nombre de la ciudad: Kupang (Timor, Indonesia).

El culto

a los beatos mártires

E

Imagen del Corazónde María tallada enmadera por el escultorvalenciano, Sr. Pastor.Fue entronizada en lacapilla del colegio-postulantado de Ala-gón (Zaragoza) el día19 de enero de 1896.Ante ella se postraron,durante los años de suadolescencia, muchosde nuestros mártires.Actualmente presideel oratorio de la co-munidad claretianade Barbastro.

Museo Mártires ClaretianosC/ Conde 4 - 22300 Barbastro (Huesca)

Tel. 974 311 146

barbastro@claretianos.eswww.martiresdebarbastro.org