Borges Deustches Requiem

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El objetivo de este trabajo es la lectura crítica del cuento de Jorge Luis Borges “Deutsches requiem”. Dice Octavio Paz, en El arquero, la flecha y el blanco, que “el punto de vista de Borges es su arma infalible: trastorna todos los puntos de vista tradicionales y nos obliga a ver de otra manera las cosas que vemos o los libros que leemos”. Hemos recurrido a las palabras de Paz, inmediatamente después de plantear nuestro objetivo, porque las consideramos guías y en estrecha relación con la lectura que realizaremos del cuento. El punto de vista es según la cita el arma infalible de Borges, por lo tanto, es su mejor estrategia narrativa, por ende, un elemento que nuestra lectura tomará muy en cuenta. En segundo lugar, se señala que Borges suele trastornar miradas en pos de un cambio sobre la misma. Entonces, en el cuento en cuestión tenemos un hecho histórico, el nazismo, sobre el cual se han vertido ríos de tinta, los cuales suelen posicionarse en contra. Mientras que el autor presenta un relato que tiene como personaje principal y narrador a un criminal de la Segunda Guerra Mundial, el cual está a punto de ser juzgado, pero este no se arrepiente, sino, todo lo contrario, se siente orgulloso, muy capaz de justificar sus actos y futuras consecuencias en el nuevo orden mundial. Es decir, que se presenta un giro respecto del tradicional ponerse del lado de la víctima y que sea ella la que hable y nos dé cuenta de lo sucedido. 1

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Critica y Analisis

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El objetivo de este trabajo es la lectura crtica del cuento de Jorge Luis Borges Deutsches requiem. Dice Octavio Paz, en El arquero, la flecha y el blanco, que el punto de vista de Borges es su arma infalible: trastorna todos los puntos de vista tradicionales y nos obliga a ver de otra manera las cosas que vemos o los libros que leemos. Hemos recurrido a las palabras de Paz, inmediatamente despus de plantear nuestro objetivo, porque las consideramos guas y en estrecha relacin con la lectura que realizaremos del cuento. El punto de vista es segn la cita el arma infalible de Borges, por lo tanto, es su mejor estrategia narrativa, por ende, un elemento que nuestra lectura tomar muy en cuenta. En segundo lugar, se seala que Borges suele trastornar miradas en pos de un cambio sobre la misma. Entonces, en el cuento en cuestin tenemos un hecho histrico, el nazismo, sobre el cual se han vertido ros de tinta, los cuales suelen posicionarse en contra. Mientras que el autor presenta un relato que tiene como personaje principal y narrador a un criminal de la Segunda Guerra Mundial, el cual est a punto de ser juzgado, pero este no se arrepiente, sino, todo lo contrario, se siente orgulloso, muy capaz de justificar sus actos y futuras consecuencias en el nuevo orden mundial. Es decir, que se presenta un giro respecto del tradicional ponerse del lado de la vctima y que sea ella la que hable y nos d cuenta de lo sucedido. Aqu llegamos entonces, tras est explicacin, a poder enunciar claramente nuestros objetivos. Primero buscamos ver cul es el punto de vista que se construye en el relato sobre el nazismo y ver como este se relaciona con la postura del autor en ensayos y opiniones acerca del fascismo. Este intento de relacionar textos ficcionales literarios con ensayos u opinin del personaje histrico surgen a propsito de un cambio de postura analtica en la crtica, que ha dejado de sentenciar la obra de Borges como no comprometida o alejada de la realidad. Adems del deseo de una crtica que anhela relacionar los distintos tipos textuales producidos por Borges, para lograr una comprensin ms cabal e integradora, y no slo una que se centra en el texto, perdindose as la posibilidad de contextualizar e interrelacionar al autor.El primer interrogante que nos surgi o sugiri el texto fue por qu se puso como narrador y personaje principal a un nazi que justifica, muy bien y razonadamente, sus actos, es decir, cul pudo haber sido el motivo de esta eleccin: slo mostrar la visin e ideologa del victimario y perdedor de la guerra o ver desde adentro el mal absoluto o generar empata con el personaje y perderse en l o la adhesin a una postura opuesta al nazismo por contraposicin a lo mostrado o parafraseando a Todorov, quizs, los relatos del mal pueden producir el bien, porque los muertos demandan a los vivos, por eso es necesario recordar todo y contarlo, no solamente para combatir los campos sino tambin para que nuestra vida, al dejar de s una huella, conserve su sentido.En el Eplogo de El aleph Borges explcita claramente su propsito, el cual nos interesa comentar e interpretar: en la ltima guerra nadie pudo anhelar ms que yo que fuera derrotada Alemania; nadie pudo sentir ms que yo lo trgico del destino alemn; Deutsches Requiem quiere entender ese destino, que no supieron llorar, ni siquiera sospechar, nuestros germanfilos, que nada saben de Alemania (629). De estas palabras del autor merecen una ampliacin la idea de destino que construye Otto Dietrich Zur Linde respecto a l, su pas y la civilizacin, adems de la de Borges. Tambin nos interesa saber quines son esos llamados germanfilos a los que se descalifica. Mi nombre es Otto Dietrich Zur Linde (576). Con estas palabras comienza su relato el narrador personaje de Deutsches Requiem y luego las siguen el desarrollo de la genealoga de este ser. Adems de enmarcarse, en este prrafo, la situacin de enunciacin: desde el principio, yo me he declarado culpable. Maana, cuando el reloj de la prisin de las nueve, yo habr entrado en la muerte (576). Pero de qu es culpable el personaje? Cul es la culpa que dice tener? Por qu van a matarlo? La respuesta creemos que est insinuada en el epgrafe del relato: Aunque l me quitare la vida, en l confiar (576). Estas palabras de cierta forma lo equipara a Job, un personaje bblico, caracterizado como integro, recto y temeroso de dios y apartado del mal. Este hombre gracias a esta forma de ser es alabado y querido por dios en presencia de Satans, el cual le dice a Dios que el amor perfecto de Job es por causa de sus bendiciones y no porque realmente le corresponda. Por esto, la divinidad concede a Satans el probar la integridad de su servidor. Explicamos brevemente la historia de Job porque creemos que no est en balde como epgrafe del relato. Adems, porque para Borges este personaje y su libro bblico son importantes y es factible, segn l, a tres posibles interpretaciones, las cuales estn en estrecha relacin con el cuento en cuestin: he citado tres interpretaciones: la estoica, aquella sobre el origen del mal y la que supone que lo esencial del libro es lo inescrutable de Dios y del universo (1988:179).Si el epgrafe fue escrito por el narrador del relato, entonces l se considera similar a Job, por lo que la interpretacin ms adecuada sera la primera, la del personaje como un ser estoico. Pero si el epgrafe no fue puesto por el narrador, y lo fue por el editor, entonces la interpretacin ms conveniente sera la segunda, la del relato como una explicacin del mal. Aunque, tambin podra considerarse que el epgrafe est a cargo del autor y que tiene la funcin de resumir lo que se va a leer y, quizs, hasta su postura, dejndonos entrever que este relato, que refiere a un hecho histrico del siglo XX, no tiene una sola y nica lectura, sino que es un hecho polismico. Durante el juicio (que afortunadamente dur poco) no habl; justificarme entonces, hubiera entorpecido el dictamen y hubiera parecido una cobarda (576). El narrador est decidi, no dese hablar, ni justificarse, pues quera acelerar el proceso y no deseaba ser considerado cobarde, en otras palabras, su actitud es similar a la de un estoico, o sea, alguien que defiende el autodominio, la serenidad, la felicidad de la virtud, la fortaleza de carcter ante la adversidad y el dolor. Pero cul es la virtud, aquello que lo hace feliz y lo tranquiliza ante la inminente muerte? Zur Linde va calmado ante sus ltimas horas porque dice haber comprendido su destino, el de su patria y el del mundo: Quienes sepan orme, comprendern la historia de Alemania y la futura historia del mundo () Mi carne puede tener miedo; yo, no (576, 581). Sus palabras necesitan una ampliacin, respecto a detallar cul es la historia de Alemania, que se proyectar al futuro, que l ha comprendido, y respecto a la escisin tajante que hace entre cuerpo y no cuerpo, entre aquel factible de temor ante la ejecucin y esa parte de l que no. Por lo tanto, anticipamos nuestra hiptesis al respecto, y es que l cree defender una ideologa, ser parte de las ideas que ayudarn al ser humano a dejar de serlo para convertirse en algo ms, algo sin piedad, sin compasin, metdico, racional, es decir, perfecto, sin rasgos de humanidad, en el sentido de un ser falible y con sentimientos.Lo importante es que rija la violencia (581). Eso es su legado, lo que ellos queran inculcar como orden mundial, por eso dice:Poco dir de mis aos de aprendizaje. Fueron ms duros para m que para muchos otros, ya que a pesar de no carecer de valor, me falta toda vocacin de violencia. Comprend, sin embargo, que estbamos al borde de un tiempo nuevo y que ese tiempo () exiga hombres nuevos. Individualmente, mis camaradas me eran odiosos; en vano procur razonar que para el alto fin que nos congregaba, no ramos individuos. (577)En eso cree por eso no siente temor, por lo menos, no su parte no carnal. All est entonces su actitud estoica ante lo que se le avecina, como Job que no claudicaba del amor a Dios, slo que el dios de Otto Dietrich Zur Linde es distinto al de Job. El alemn dice: Yo esperaba la guerra inexorable que probara nuestra fe (577); fe que tambin tiene el nativo de Us, pero este cree en Dios, el otro en la violencia, en el orden que pueden imponer los fuertes, los portadores de la espada. En palabras del nazi: el mundo se mora de judasmo y de esa enfermedad del judasmo, que es la fe de Jess; nosotros le enseamos la violencia y la fe de la espada. Esa espada nos mata y somos comparables al hechicero que teje un laberinto (580). Inferimos de estas palabras que portar la espada, ser como un hechicero es ser artfice de un destino o, quizs, del destino de todos, porque este hechicero (demiurgo) puede forjar un laberinto, que en Borges es sinnimo de universo, del cosmos. Pero tal acto no conlleva solo notas positivas, por algo el hechicero se ve forzado a vagar en su laberinto hasta el fin de los das. En el caso de zur Linde, sincdoque de Alemania, la otra cara de su moneda, la de este pseudocreador, es la cada de su patria. Siguiendo el anlisis planteado, el del epgrafe como gua de lectura y nexo interpretativo entre este relato y el libro de Job, corresponde, ahora, considerar la segunda lnea interpretativa planteada, la que indicara que las palabras del libro de Job fueron puestas por el editor. Si este fue el que incluy las palabras inciales entonces habra que hacer foco, ya no tanto en las palabras puestas, sino en la procedencia de dichas palabras, es decir, El libro de Job y ac entra en juego el segundo sentido interpretativo que sealaba Borges de este texto: el problema del mal. Job sinti en carne propia el eterno problema de mal, que se plantea en toda su agudeza cuando el justo padece, mientras el impo goza de prosperidad (1995:922). Adems, este planteo se agudiza por La enseanza tradicional de los sabios israelitas acerca de la retribucin divina. Segn esta enseanza, las buenas y las malas acciones de los hombres reciban necesariamente en este mundo el premio o castigo merecidos. Esta era una consecuencia lgica de la fe en la justicia de Dios, cuando an no se tena nocin de una retribucin ms all de la muerte. (922). Hemos sealado estas palabras explicativas situadas en El libro del pueblo de Dios para indicar una posible semejanza entre el alemn y Job. Esta comparacin est avalada, hasta cierto punto, por la mirada del narrador, ya que l tiene una idea de cmo debera ser el mundo, pero esta no se condice con la realidad, tal como le suceda a Job. Sin embargo, la diferencia es que este lleg a descubrir el rostro del verdadero Dios a travs del sufrimiento. Para ello tuvo que renunciar a su propia sabidura y a su pretensin de considerarse justo (922). Zur Linde tambin descubre una verdad, a travs de despojarse de sentimientos humanos y olvidar el sufrimiento, pero gracias a que fue capaz de causarlo y, adems, sigui considerando que lo realizado fue lo mejor y lo ms justo. Entonces. Ambos personajes tienen un punto de partida similar, slo que cada uno opto, eligi, uso su libre albedrio para constituir sus actos y su realidad; aceptando y siguiendo lo dispuesto en el caso de Job y deseando cambiar el orden en el caso de Otto, puesto que considera que el mundo se mora de pasividad y de la aceptacin a raja tabla de lo que el destino deparaba. Sin embargo, todo esto sera vlido si considersemos solamente la visin parcial del narrador, pero en el relato aparece otra voz, que es la del editor y sus cinco notas al pie, las cuales complementan lo dicho por el narrador o aclaran cuestiones que este omite. Adems permitira valorar los actos de Zur Linde y as irrumpe la nocin de mal. Veamos cada una de las notas. La primera nota seala la omisin de Otto cuando nombra a sus antepasados ilustres, dejando de lado a Johannes Forkel, telogo y hebrasta. La segunda nota[footnoteRef:2] es mucho ms compleja por los autores y textos nombrados, como por la idea que quiere brindar. En esta se nombra a Goethe y Spengler, y se sealan dos ideas o concepciones, a saber: ecumenismo y actitud fustica. Antes de avanzar con la interpretacin, diremos que la nota busca contradecir lo que interpret el joven Zur Linde, all por 1927. l no est de acuerdo con Spengler en que Goethe sea el monumento inequvoco de los rasgos fusticos. Entendemos por fustico toda ansia de saber aun a costa de perder el alma, adems, como puede verse en el drama homnimo, la consecuencia de esta actitud es que una deseo desmedido por el saber y el conocimiento puede arrojar a la miseria moral, junto a la muerte del otro, que termina siendo cosificado. [2: Nos parece necesario sealar que esta es la nica nota que no lleva la aclaracin de haber sido escrita por el editor. Lamentablemente no podemos expandirnos respecto al tema. ]

Segn Spengler, la cultura occidental sera fustica y estara en decadencia. Estos dos rasgos coinciden con las apreciaciones de Otto, quien cree que la cultura occidental est en decadencia por pasividad y falta de movilidad, es decir, que el ciclo vital est estancado. Sin embargo, para el editor Goethe es otra cosa, no el hombre fustico de la tesis de Spengler, sino un prototipo de la comprensin ecumnica, es decir el ansia de reunir y unir lo disperso en pos de la armona. Aunque esto podra significar la erradicacin de la diferencia. Por lo tanto, la nota dos puede estar sealando que el joven alemn, sincdoque de todo un pueblo, lea y comprenda de una manera el decurso histrico, aunque quizs estaba equivocado y las cosas eran de otra manera, e incluso el fruto de estas lecturas podra ser una mixtura problemtica entre la visin del narrador y el editor. Es decir, una Alemania que crea hacer algo aunque en realidad hacia otra cosa.La tercera nota surge a raz de la herida que sufre en la pierna el personaje, debido a los disturbios en Tilsit. l solamente seala que dos balas le atravesaron la pierna y, por lo tanto, fue necesario amputarla. No se queja, ni lamenta, slo informa del hecho. Pero el editor introduce la duda respecto a lo dicho y su objetividad absoluta, ya que agrega que quizs hubo posibles consecuencias graves, poniendo, de esta manera, en tela de juicio la objetividad y la no lamentacin de Zur Linde. Adems, este hecho debi tener trascendencia para el narrador, ya que el anhelaba ser un guerrero como sus antepasados, no un intelectual como el familiar no nombrado. Un guerrero y no un invlido!La cuarta nota se produce a causa de un silencio por parte del personaje, especficamente, cuando est informando del tratamiento dado a Jerusalem. Este silencio no parece ser producido por el narrador, sino por decoro del editor, quien consider necesario hacerlo. La quinta y ltima nota es una reflexin del editor, para quien David Jerusalem no fue alguien especfico, de existencia concreta, sino ms bien un smbolo de varios individuos, quizs, represente a los muchos intelectuales judos torturados.Hasta aqu hemos mencionado las apariciones del editor para desmentir o complementar al narrador. Adems esta otra visin viene a contrarrestar la voz monolgica del narrador. Adems, del contrapunto de voces puede surgir la apreciacin, la valoracin de un hecho. De este, la Segunda Guerra Mundial y la matanza de 6.00.000 de judos, nos gustara decir algo, sentar una posicin. Porque, creemos al igual que Osiris Vallejo que este relato es una incursin en el laberinto de la conciencia humana, por lo tanto, nos gustara indicar un camino dentro de este laberintico relato; indicacin que entroncara directamente, luego, con la tercer lnea interpretativa a desarrollar. Adems, Vallejo da la siguiente razn, con la que no comulgamos plenamente, pero nos pareci interesante sealarla porque fue un disparador de las reflexiones que haremos: El lector poco avisado corre el riesgo de dejarse confundir por este relato de Borges () Habr quien piense que el autor de este texto toma partido por la causa nazi. Pero no. La mayor virtud del Borges escritor consiste precisamente en plantear posibilidades; inducir al lector a un gesto de interrogante perpetua, o circular, para usar un trmino borgiano. Borges pone a Dietrich zur Linde a defenderse con buenas razones... y, claro, no podra ser de otro modo. Sera una patente falta de honestidad intelectual hacerles trampas a los personajes por el solo hecho de que no comulguemos con sus posiciones o ideas. (2005)En relacin al enfrentamiento o choque de visiones tenemos dos conceptos que surgen de este encuentro y fueron utilizados en varios artculos crticos que retoman el texto de Borges, nos referimos a las nociones de Holocausto y Sho. Ambos sealan la tragedia ms grande sufrida por el pueblo judo durante la Segunda Guerra Mundial. Ese acontecimiento recordado con el nombre de holocausto o en hebreo con el nombre sho, fue el sacrificio de todo un pueblo que clamaba el nombre de Dios. Estos dos trminos presentan distintas acepciones que varan segn la concepcin del mundo. El primero proviene del griego holos, todo y kaustos, quemado. Su significado sera quemarlo todo. Su uso era bblico. El Levtico habla del holocausto como aquel sacrificio en el cual un animal sin mcula era incinerado en homenaje a Dios. De all que se utilice esa palabra para denominar el genocidio nazi. En hebreo sho significa catstrofe y se usa para sealar el asesinato sistemtico de los judos durante la Segunda Guerra Mundial. Son dos trminos que se utilizan teniendo en cuenta un hecho histrico y dos miradas al respecto. Podramos agregar un tercer trmino y mirada, nos referimos a la nazi, quienes denominaron al hecho como solucin final de la cuestin juda. Hasta aqu hemos sealado el hecho y la nominalizacin del mismo, ahora procederemos a sealar una posible valoracin del mismo, la cual adems ha contemplado el relato que estamos analizando. Para este apartado nos referiremos a la cuestin del mal. Autores que nos han servido de apoyo son Gustavo Cosacov y Graciela Aletta de Sylvas. Esta lnea de lectura crtica sostiene que Borges en Deutsches Requiem ensaya la cuestin del lmite del mal. Este escrito participa as de aquel conjunto de textos en los que se pone en entredicho la imposibilidad, para los hombres, de hacer el mal diablicamente (2008). Adems, sostienen que el relato plantea un abismo en el hombre, espacio que indica que el mundo despus de la Sho no es el mismo, la poca por venir, como lo indic Otto Dietrich zur Linde, es implacable. Recurdese, por ejemplo, agosto de 1945: Hiroshima. El hecho marcara el triunfo de eso que propicia la psique nazi imaginada por Borges. Es decir, un mundo signado por la catstrofe y el miedo. Los hornos de la Sho no se apagan. Quemar a cien mil en un instante en el horno de Hiroshima apretando slo un botn permite suplantar el trabajo sobre esa zona del alma que tanto aborreca Otto zur Linde (la piedad) (2008). Basan su razonamiento en la teora kantiana del mal. Para este filsofo era imposible pensar en un hombre malvado de manera absoluta, perfecta, porque el hombre no lo es. Por lo tanto, zur Linde y su pretensin estn destinadas al fracaso rotundo. El fracaso rotundo, el acercamiento de Alemania al mal y sus lmites son los que provocan lamentacin y dolor ante la construccin de un destino trgico. Resta sealar en la oracin anterior: quin o quines se ven afectados y se lamentan por Alemania? Entramos, de esta manera, en el ltimo tramo de este escrito. Para desarrollar este apartado nos serviremos del ttulo, el epgrafe y algunas opiniones personales del autor. En el ttulo del texto podemos apreciar lo que anticipamos en el prrafo precedente. Deutsches Requiem, nombre del cuento, alude directamente a una obra musical de Brahms, titulada: Ein deutsches requiem o Requiem alemn. La diferencia estriba en el artculo indefinido ein, que ha sido suprimido en el cuento, logrando un cambio de sentido y obteniendo, traduciendo literalmente, rquiem por Alemania. Es decir, un canto doloroso y final por alguien, en este caso por toda una nacin, puesto que el nazismo constituy la autodestruccin de Alemania. Sin embargo, no resta saber quin se expresa a travs del ttulo. Si fue el narrador, como ya sealamos anteriormente, es un canto consciente de la destruccin, de la muerte de s y de su nacin por creer que de poda construir a partir del fuego destructor. Aunque, nos inclinamos a creer que el ttulo es obra del autor o del editor, considerado como una figura ficcional y semejante al autor emprico. Basamos esta opinin en que el ttulo suele ser considerado un elemento paratextual, adems, en opiniones del autor que coinciden con lo expresado en el ttulo y, por ltimo, en que nosotros explicitamos que en el cuento distinguamos tres voces: la del narrador, del editor y del autor. Por lo tanto, si atribuimos el titulo al autor, entonces qu sentido le daramos al epgrafe. Antes recordemos, que dijimos que el epgrafe poda estar a cargo del autor y que entonces tendra la funcin de resumir lo que se va a leer. Hay alguien que como Job confa a pesar de todo, inclusive lo malo. Este alguien puede ser Borges, que confa en Alemania, a pesar de esta cada al abismo. Y confa porque muchos de sus amores intelectuales surgieron de esa patria, como por ejemplo Schopenhauer, Meyrink, Abramowicz, entre otros. Aunque el l del epgrafe podra referirse a Dios y el universo, como seres inescrutables (tercera interpretacin del libro de Job), a los que no podemos conocer a ciencia cierta, slo mediante aproximaciones. Por lo tanto, un gran hecho histrico de la humanidad, quizs slo sea un evento ms en la cadena de acontecimientos universales. Esto nos demuestra la complejidad de los sucesos, que a veces, rpidamente simplificamos y lo que en este relato parece una solo voz, luego vemos como existe la posibilidad de reconocer otras voces. Pero, Borges es humano y como tal tena una posicin tomada de esta Alemania y de los adoradores a ultranza de ella, a pesar de todo, llamados por l germanfilos. Es decir, aquellos, que, para l, poco y nada saben de Alemania y lo indestructible alemn (2010:541), estos apenan idetifican los grandes hombres frutos y rboles de la cultura alemana, como ser Hlderlin, Lutero, Schopenhauer o Leibniz. Para Borges el germanfilo es un agente del odio y del antisemitismo; cabra tal vez inferir que el germanfilo es realmente un anglfobo (que) Ignora con perfeccin a Alemania, pero se resigna al entusiasmo por un pas que combate a Inglaterra (542). Vimos como Borges reniega de la ignorancia hacia Alemania, surgida del odio, de los prejuicios y de la caza de brujas o eleccin de un chivo expiatorio, en este caso los judos. Esto suceda en Alemania comienzos de la Segunda Guerra Mundial en un libro de enseanza, llamado Trau keinem Fuchs aut gruener Heid und keinem Jud bei seinem eid. Este texto serva para inculcar en los nios del tercer Reich la desconfianza y la abominacin del judo () (es) un curso de ejercicios de odio (1988:196), donde se contrapone al alemn con el judo, saliendo perjudicado obviamente el segundo. Esta carrera del odio no se qued para Borges slo en Europa, sino que trascendi fronteras y lleg a nuestras tierras. Aqu se le sumo como condimento el catolicismo y el miedo al comunista. Su mayor representante fue la Comisin Popular contra el Comunismo. Por ltimo, seamos claros respecto a la posicin e Borges por este tiempo, l estima la cultura alemana y lo que de ella surgi, pero esto no lo ciega respecto a las atrocidades que cometi.

BIBLIOGRAFA

ALETTA DE SYLVAS, Graciela Deutsches Requiem: Borges y una visin del nazismo en A contracorriente, Vol. 10, N 2, Winter 2013. Consultado en acontracorriente.chass.ncsu.edu/index.php/acontracorriente/.../1162.BORGES, Jorge Luis (1975) Obras completas. Buenos Aires: Emec editores.BORGES, Jorge Luis (2010) Obras completas IV. Buenos Aires: Emec.BORGES, Jorge Luis (2011) Textos recobrados (1956 1986). Buenos Aires: Sudamericana.COHEN, Mario (editor) (1986) Borges: el judasmo e Israel. Buenos Aires: Sefardica.COSACOV, Gustavo Deutsches Requiem. Un texto de Borges sobre el mal en Elementos N 72, Vol. 15, Octubre - Diciembre, 2008. Consultado en http://www.elementos.buap.mx/num72/htm/3.htm.DUJOVNE, Len et al (traductores) (2010) La biblia. Buenos Aires: Ediciones Sigal.LEVORATTI, Armando y Alfredo Trusso (1995) El libro del pueblo de Dios. La biblia. Madrid: San Pablo.VALLEJO, Osiris Deutsches Requiem o Borges y su pasin por el Laberinto en Letralia, tierra de letras, Ao IX, N 122, 28 de marzo de 2005, Cagua, Venezuela. Consultado en: http://www.letralia.com/122/ensayo02.htm.

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