BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

14
BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA CARLOS GOÑI, EDITORIAL PALABRA PAG.49 “En la segunda mitad del siglo IV a. C. el alma de Grecia estaba alentada por dos hombres, ambos procedentes de Macedonia: Alejandro Magno y Aristóteles. El primero fue capaz de crear un gran imperio heleno y el segundo, la mayor sistematización filosófica conocida hasta el momento. Aunque el sabio fue maestro del emperador, vivieron vidas paralelas: mientras uno descubría el mundo con la razón, el otro lo conquistaba con la espada. Ambos murieron con poco más de un año de diferencia: primero el guerrero (323 a.C.), después el filósofo (322 a. C.), dejando a Grecia desarmada tanto política como intelectualmente. Con la muerte de Alejandro comienza la desintegración de la polis; con la muerte de Aristóteles, la disgregación filosófica. Como un caminante sin brújula, queda Grecia a la deriva, desorientada como la tropa sin caudillo o el discípulo sin preceptor. Tras la gran sistematización filosófica de Aristóteles, la historia del pensamiento entra en su primer periodo de crisis 1 . Nos encontramos en el momento centrífugo, cuando el círculo se va dilatando y separándose del centro. Este periodo se conoce con el nombre helenismo. Es una etapa de agotamiento y transición que pone fin a una época dorada. Como tal, el pensamiento helenístico se caracteriza por la ausencia de grandes pensadores, por la proliferación de gran número de escuelas diferentes, por el abandono de las cuestiones metafísicas a favor de doctrinas éticas que prometen un ideal de felicidad (“ideal del sabio”) transmitido por una lengua griega universal. Todo esto no significa que estemos ante una fase filosófica carente de importancia, al contrario, las escuelas surgidas del helenismo nos ayudan a entender mejor el talante de la filosofía griega. Epicureísmo Cuando comienza el declive tanto en la Academia platónica como en el Liceo aristotélico, aparece la figura de Epicuro, que fundó un movimiento que se impuso con fuerza en el ambiente filosófico del helenismo: el hedonismo. Epicuro: el filósofo del jardín. Nació en Samos en el 341 aC y se estableció en Atenas alrededor del 307 aC. Allí, en el jardín de su casa, ejerció su magisterio, por lo que a sus seguidores se les conocía con el nombre “los filósofos del jardín”. Murió en el 1 En el 322 a.C. también murió el gran orador DEMÓSTENES, quien se opuso a las pretensiones imperialistas de Filipo de Macedonia en sus famosas filípicas, que tuvieron continuidad en su hijo Alejandro. Al final de su vida, fue enemigo de Aristóteles por creerlo promacedónico. Quizá el orador fue quien con más claridad profetizó el desmoronamiento de la Grecia Clásica.

Transcript of BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

Page 1: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

CARLOS GOÑI, EDITORIAL PALABRA

PAG.49

“En la segunda mitad del siglo IV a. C. el alma de Grecia estaba alentada por dos hombres, ambos procedentes de Macedonia: Alejandro Magno y Aristóteles. El primero fue capaz de crear un gran imperio heleno y el segundo, la mayor sistematización filosófica conocida hasta el momento. Aunque el sabio fue maestro del emperador, vivieron vidas paralelas: mientras uno descubría el mundo con la razón, el otro lo conquistaba con la espada. Ambos murieron con poco más de un año de diferencia: primero el guerrero (323 a.C.), después el filósofo (322 a. C.), dejando a Grecia desarmada tanto política como intelectualmente. Con la muerte de Alejandro comienza la desintegración de la polis; con la muerte de Aristóteles, la disgregación filosófica. Como un caminante sin brújula, queda Grecia a la deriva, desorientada como la tropa sin caudillo o el discípulo sin preceptor.

Tras la gran sistematización filosófica de Aristóteles, la historia del pensamiento entra en su primer periodo de crisis1. Nos encontramos en el momento centrífugo, cuando el círculo se va dilatando y separándose del centro. Este periodo se conoce con el nombre helenismo. Es una etapa de agotamiento y transición que pone fin a una época dorada. Como tal, el pensamiento helenístico se caracteriza por la ausencia de grandes pensadores, por la proliferación de gran número de escuelas diferentes, por el abandono de las cuestiones metafísicas a favor de doctrinas éticas que prometen un ideal de felicidad (“ideal del sabio”) transmitido por una lengua griega universal. Todo esto no significa que estemos ante una fase filosófica carente de importancia, al contrario, las escuelas surgidas del helenismo nos ayudan a entender mejor el talante de la filosofía griega.

Epicureísmo

Cuando comienza el declive tanto en la Academia platónica como en el Liceo aristotélico, aparece la figura de Epicuro, que fundó un movimiento que se impuso con fuerza en el ambiente filosófico del helenismo: el hedonismo.

Epicuro: el filósofo del jardín.

Nació en Samos en el 341 aC y se estableció en Atenas alrededor del 307 aC. Allí, en el jardín de su casa, ejerció su magisterio, por lo que a sus seguidores se les conocía con el nombre “los filósofos del jardín”. Murió en el 270 aC, pero su doctrina prevaleció hasta el siglo IV dC. Fueron famosas sus cartas a Meneceo y sus Máximas capitales.

Epicuro comenzó rechazando tanto la filosofía de Platón como la de Aristóteles y, de este modo, volvió a un materialismo de corte atomista, según el cual estamos sometidos a la ley inexorable del destino ciego. No tiene sentido hablar de realidades suprasensibles, porque lo único que existe es lo material. Esto significa que la felicidad consiste en la búsqueda del placer y la liberación del dolor (ética hedonista). Epicuro rechazaba también los valores antiguos que tanta importancia otorgaban a la vida en la polis; al contrario, él creía que la ética se debe dirigir exclusivamente al individuo, no al ciudadano. El sabio debe, por tanto, buscar el placer más estable y duradero (los espirituales, más que los materiales) y conseguir la plena ausencia del dolor. El placer más alto sería la ataraxia o imperturbabilidad, que solo conseguiría el hombre sabio. La felicidad consistirá en alcanzar ese estado mediante la selección de los placeres, pues no hay que dejarse embaucar por todas las coses agradables ni asustarse por los dolores que se nos puedan presentar.

La participación en la vida política es impropia del sabio; por ello, lo más cómodo es la tiranía. Esta apatía es un signo más de una época de decadencia cultural. Otro fantasma antiguo que a juicio de Epicuro hay que

1 En el 322 a.C. también murió el gran orador DEMÓSTENES, quien se opuso a las pretensiones imperialistas de Filipo de Macedonia en sus famosas filípicas, que tuvieron continuidad en su hijo Alejandro. Al final de su vida, fue enemigo de Aristóteles por creerlo promacedónico. Quizá el orador fue quien con más claridad profetizó el desmoronamiento de la Grecia Clásica.

Page 2: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

desenmascarar es el destino, que genera temor e infelicidad. Sin embargo, el sabio hedonista no ha de temer al destino, ni a los dioses ni a la muerte, no debe preocuparse por los primeros, ya que no se ocupan del hombre, ni de la muerte, pues cuando estás vivo no estás muerto, y cuando mueres no te enteras.

Lucrecio. El hedonista romano

Muy poco conocemos de la vida del poeta y filósofo romano Tito Lucrecio Caro (98-55aC). San Jerónimo no dice que enloqueció debido a un bebedizo amoroso y que compuso sus poemas en los pocos momentos de lucidez que le permitía su enajenación mental. No sabemos si esta historia es cierta, lo que sí es verdad es que Cicerón corrigió y editó su obra. Lucrecio no es un pensador original; lo que pretende es exponer y defender el epicureísmo, de ahí que su testimonio resulte tan interesante. Con el fin de ensalzar la filosofía epicúrea escribió un hermoso poema titulado: De rerum natura (Sobre la naturaleza de las cosas).

En una cultura en franca decadencia, la doctrina epicúrea obtendrá un éxito inesperado. Quizá la promesa de una felicidad que puede tocarse con los dedos o la simplicidad de un sistema de grandes pretensiones ni complicaciones especulativas, hizo que los seguidores de Epicuro se propagaran por Grecia y Roma: Hemarco de Mitilene, Polistrato, Basilides, Filónides, Diógenes de Enoanda.

Estoicismo

Su fundador fue Zenón de Citio (335-263 a.C.). En el 306, instalado ya en Atenas, inició su magisterio en el Pórtico (stoa) de las Pinturas, por lo que a sus seguidores, antes llamados “zenonios”, se les comenzó a llamar “los filósofos del pórtico” o “estoicos”.

Los filósofos del pórtico no creían en realidades metafísicas y sólo admitían lo material: incluso Dios, el alma, los sentimientos y las virtudes tienen naturaleza material. Este materialismo antimetafísico les llevó a sostener que toda la realidad es objeto de la Física. Concibieron que la Física al modo de los presocráticos, como una ciencia que se ocupa de todo lo real y que descubre que el universo es un cuerpo compuesto por una materia pasiva y un principio activo, llamado logos, que conforma el alma del mundo que es de naturaleza ígnea. El universo es como un ser vivo y todo el cosmos es Dios mismo en cuanto artífice y generador eterno del organismo cósmico. Para acercar al hombre a Dios, se les ocurrió naturalizar a Dios. La Física también enseña que hay un devenir universal y necesario que lo rige todo, incluso el obrar humano.

La felicidad consiste en la imperturbabilidad, la indiferencia y la despreocupación, que se consigue tras superar todos los sentimientos y pasiones, pues la norma o logos universal no lo podemos cambiar. Se trata de no desear. El sabio, si quiere ser feliz, debe comprender la ley universal del Destino y someterse “libremente” a ella. Debe seguir su destino como un perro atado a una carreta.

La escuela estoica pervivió durante cinco siglos. En este largo lapso de tiempo pasó por tres períodos: estoa antigua (hasta finales del siglo III a.C.), estoa media (siglos I y II a.C.) y estoa nueva o romana (siglos I a.C.-IV d.C.).

Séneca: el estoico refinado.

Lucio Anneo Séneca nació en Córdoba en el año 4 a.C. Brillante abogado, refinado cortesano y millonario que predicaba la austeridad, fue preceptor de Nerón, quien le ordenó quitarse la vida. Muy estoicamente, Séneca obedeció a su emperador y se cortó las venas en el año d.C. Escribió numerosas obras: tratados, tragedias y cartas morales. Las más conocidas son las Cartas morales a Lucilio.

El estoicismo de Séneca es mucho más humano. Se acerca a un Dios personal y concibe la ética como fuente de paz interior y compasión. Piensa que Dios se acerca a los hombres y que en nuestros cuerpos hay semillas divinas. Propone una fraternidad universal que le aproxima bastante a la moral cristiana. El sabio es el hombre libre y señor de sí mismo, que menosprecia los temores del hombre vulgar y que aprecia más la amistad que las riquezas. Séneca

Page 3: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

defendió una moral personalista, significando que el bien personal está por encima del bien común, y elogió las virtudes, als cuales se aprenden gracias al ejemplo de los hombres virtuosos.

El sabio recomienda abstenerse de los placeres. Los que no lo hacen, más que tener placer, son tenidos por él, ya que o se atormentan cuando falta o se ahogan en su abundancia. Sacrifican su libertad por su vientre, se venden a los placeres. Bien al contrario, el sabio domina los placeres, y son para él como en campaña los auxiliares y las tropas ligeras, es decir, tienen que servir, no mandar.

Epícteto: el esclavo liberado

Nació en Hierápolis (Frigia) en el año 50 d.c. Fue un esclavo que vivió como liberto en Roma. Abrió una escuela en Epiro. No escribió nada, pero su discípulo Flavio Arriano de Nicomedia recopiló sus enseñanzas. Murió en el 138.

La filosofía debe servir de guía para la vida, como guió a Sócrates ya Diógenes. Epícteto es un pensador profundamente religioso. Para él, todo está traspasado por la divinidad y los hombres, sean libres o esclavos, son porciones de Dios. Dios es padre de toda la humanidad y la verdadera libertad se encuentra en el interior de cada uno. El sabio debe controlar los sentimientos y las pasiones.

Marco Aurelio: el emperador filósofo.

Nació en el 121 d.C. Se llamaba Catilio Severo, pero tomó el nombre de su abuelo Marco Aurelio Vero, quien lo adoptó y le dio una educación exquisita. Llegó a ser emperador de Roma. Murió en el año 180. A pesar de ser un hombre piadoso, ordenó la persecución de los cristianos.

En los descansos entre batalla y batalla escribió un libro de meditaciones titulado Para sí mismo. Es un conjunto de soliloquios o meditaciones escritas para no publicarse, sino para consolarse a sí mismo, pues la filosofía es fuente de resignación y consuelo. Nos exhorta al conocimiento y a la compenetración con todo el universo, pues quien no conoce los propósitos del universo, no se puede conocer a sí mismo.

Con Marco Aurelio desaparece la escuela estoica, pero eso no significa que deje de influir en muchas de las mentes más preclaras del final de la antigüedad, como Cicerón o los primeros pensadores cristianos: Clemente de Alejandría, Tertuliano o san Ambrosio. Y es que el renovado estoicismo de Séneca y marco Aurelio, más humanista y abierto, será un modelo a tener en cuenta en las primeras reflexiones filosóficas del cristianismo. Más adelante, veremos aparecer elementos estoicos en Tomás Moro, Pascal, Montaigne, Erasmo, Descartes, Spinoza…

Escepticismo

La palabra “escepticismo” procede del griego stepkomai que significa “observar”, “considerar”, “examinar”, “indagar” y, también, “precaverse de”. En este sentido, un escéptico es un hombre precavido y desconfiado. Filosóficamente, el escepticismo es, más que una doctrina determinada, una actitud que concluye que nada se puede afirmar con certeza. Esta imposibilidad de certeza se traduce en una suspensión del juicio (epoké) como única forma de conseguir el ideal de esta época, la ataraxia, la imperturbabilidad del ánimo, y, a través de ella, la felicidad.

Sin embargo, los escépticos hicieron de esta actitud una doctrina filosófica que se desdobla en dos etapas:

Escepticismo antiguo o pirronismo. Destaca el sentido moral al estilo de las escuelas socráticas menores. Representantes: Pirrón de Elis y Timón de Fliunde.

Escepticismo académico. Se desarrolla en diferentes periodos de la Academia platónica. Interés gnoseológico y lucha contra el dogmatismo estoico. Representantes: Arcesilao de Pitane, Carnéades de Cirene, Enesidemo de Cnosos, Agripa, Sexto Empírico y Luciano de Samosata.

Page 4: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

El escepticismo representa, en cuanto niega nuestra capacidad de conocer la realidad, una filosofía negativa. Pero, justo por eso mismo, supone la primera actitud crítica respecto a los límites y posibilidades de nuestro conocimiento. Por este carácter negativo, el escepticismo no consiguió nunca formar una escuela filosófica propiamente dicha. De todos modos, tuvo un éxito comprensible en una época de crisis a la que faltaba, sobre todo, profundidad. La veta escéptica resurgirá en diversos momentos de la historia, baste pensar en Descartes o en Hume.

Eclecticismo

Cuando la filosofía llegó a Roma no estaba en su mejor momento, al contrario, el epicentro filosófico de la antigüedad quedaba ya muy lejano y los ecos de Sócrates, Platón y Aristóteles apenas si se podían escuchar. Esto, unido a la idiosincrasia del pueblo romano, interesado más por la expansión del Imperio y el bienestar que por las creaciones teóricas o artísticas, hizo que la filosofía en roma adoptara la forma del eclecticismo. Se llama eclecticismo al sincretismo filosófico que consiste en seleccionar tesis de diferentes doctrinas para crear un sistema propio que, a veces, resulta incoherente, por tener como origen una mera yuxtaposición de teorías.

La tendencia ecléctica no es exclusiva de los romanos, sino que representa una propensión propia de la época: muchos representantes de la estoa media (Panecio, Posidonio), de la Cuarta Academia (Filón de Larisa, Antíoco de Ascalón) o del Liceo (Alejandro de Afrodisia) serán eclécticos. Del eclecticismo romano podemos destacar a Cicerón.

Cicerón: filosofía en latín

Marco Tulio Cicerón nació en Arpino en el 106 a.C. leyó muchísimo y llegó a ser un gran conocedor del idioma y la filosofía griega. Compaginó el estudio y al redacción de sus numerosas obras con la participación en la vida política. Murió ene l año 43 a.C.

Por su amplia cultura y su conocimiento del pensamiento griego, Cicerón se convirtió en el transmisor de la filosofía griega al mundo romano. Esta fue, además, su intención: lograr que, a partir de entonces, los temas filosóficos se trataran, se discutieran y se escribieran en lengua latina. Con tal finalidad, se imponía el eclecticismo como la forma más idónea para educar a un pueblo sin tradición filosófica.

El eclecticismo de Cicerón está orientado por un gran sentido común que le convierte en referente obligado en muchos temas, como, por ejemplo, en la distinción entre ley natural y ley civil. Su lenguaje nos resulta familiar cuando habla de ley natural como la lex non scripta y universal, pues se fundamenta en la naturaleza humana y es fundamento de la ley civil o positiva. De las hermosas máximas que Cicerón dejó escritas en torno a cuestiones morales y políticas se nutrió Occidente durante siglos.

---

Comparada con las sistematizaciones de Platón y Aristóteles, la época helenística resulta filosóficamente dispersa. Aunque es innegable la riqueza y disparidad de respuestas, ninguna de ellas llega a alcanzar la altura en que había quedado la filosofía tras la muerte de Aristóteles. La inestabilidad de un momento histórico en el que Grecia va perdiendo su hegemonía política y cultural, a la vez que va surgiendo un modelo “más moderno”, como sin duda fue Roma, favorece la dispersión filosófica, así como el escaso nivel especulativo de las muchas escuelas helenísticas. Habrá que esperar al neoplatonismo para ser testigos de un renacimiento de la filosofía griega en Roma, un momento de esplendor antes de su esplendor definitivo.

(…)

San Agustín

San Agustín fue testigo de excepción de la decadencia del Imperio Romano y del desmoronamiento del mundo antiguo. Siendo niño tuvo lugar la reacción anticristiana del emperador Juliano el Apóstata y, después, la restauración del cristianismo por aprte de Teodosio y la abolición de los cultos paganos. Cuando Agustín se encontraba en plena madurez, Alarico se apoderó de Roma. Moribundo en Hipona, los vándalos, capitaneados por

Page 5: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

Genserico, tenían sitiada la ciudad. Quizá esta circunstancias tan adversas le sirvieron de acicate para conevrtirse en uno de los principales pensadores cristianos de todos los tiempos.

Corazón inquieto

San Agustín nació en Tagaste en el 354, de padre pagano y madre cristiana (santa Mónica). Estudió en Cartago, en Roma y Milán, donde se convirtió gracias a sus conversaciones con san Ambrosio y a las oraciones de su madre. Murió en Hipona siendo obispo de esta ciudad en el 430, en plena invasión bárbara. Su “corazón inquieto” le convirtió en un incesante buscador de la evrdad implicando en esa búsqueda su vida, su pensamiento y su fe. Por eso, su itinerario biográfico coincide con su propia maduración intelectual y con la historia de su conversión tal y como nos cuenta en la Confesiones.

En un primer momento fue simpatizante del maniqueísmo, doctrina herética que mantenía la existencia de un principio del bien y otro del mal que esán en contínua lucha. El joven Agustín, que se había hecho maniqueo con toda la fuerza de su marcado apasionamiento, pronto se percató de que el mal no tiene entidad propia, sinoq ue su único ser consiste en la negación o la falta de bien. Después entró en conatcto con la Academia nueva de signo marcadamente escéptico. Los académicos mantenían que no existe la evrdad y que a lo sumo se puede alcanzar cierta probabilidad. No tardó Agustín en darse cuenta de que la probabilidad, paras er tal, depende de la evrdad y de que todo nuestro concimiento parte de una certeza anterior a toda duda: Si fallor, sum, si me equivoco, existo. La incursión en los terrenos de la filosofía la llevó a cabo mediante la filosofía neoplatónica, último reducto de la filosofía clásica. Los esquemas neoplatónicos, sobre todo, la capacidad del alma para descubrir las evrdades eternas, le sirvieron a san Agustín para comenzar a volcar su naciente fe en categorías filosóficas e iniciar de este modo la primera gran sistematización de la filsoofía cristiana.

Las verdades eternas

Uno de los mayores atractivos que tiene la figura de san Agustín es que es un pensador que vive la filosofía como lo que es, una búsqueda incesante de la verdad. Sin formalismos, el veritatis explorator se vale no sólo de la filosofía, sino de la fe, los sentimientos, la poesía o la vida misma, para lograr su único objetivo: la Verdad, que ahjora se identifica con Dios mismo. Lo que hace que todo tienda a la Verdad es el amor: “Amor meus, pondus meum”. “Fecisti nos ad Te et inquietum est cor nostrum donec requiescat in Te”. Nos hiciste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti.

Pero, ¿dónde está la Verdad? San Agustín, permaneciendo fiel a Platón, mantiene que la Verdad habita en el interior del hombre, por lo que necesita conocerse a sí mismo para llegar a la Verdad. De esta manera, encontrará el hombre en su interior verdades que superen lo efímero, lo sensible, lo temporal, es decir, encontrará verdades eternas, las cuales no pueden ser originadas por los sentidos ni por la misma inteligencia, sino por el único Autor que es eterno: Dios.

Las verdades eternas que encuentra el hombre en su interior son reflejos de la Verdad Eterna, que es la que nos ilumina y nos capacita para conocer. Nuestro entendimiento es una fuente interior de verdad porque es iluminada por una Luz superior. En este sentido la inteligencia es algo divino –quid divinum- y el hombre el ser que más intensamente participa del Creador. Dios, por tanto, imprime la verdad en nuestras almas como el sello deja su huella en la cera. Es el sol que ilumina el mundo inteligible, el maestro interior que responde a las preguntas del alma. Todo conocimiento es una iluminación que se deriva de las verdades eternas y, en último término, de Dios mismo.

Dios, mundo, alma

Toda la obra agustiniana es un encaminamiento hacia Dios. No hace falta demostrar su existencia, porque las cosas claman la acción divina. El mundo mudable nos hace buscar lo inmutable que es Dios, el Ser, causa del ser, de la Bondad, de la Verdad, de la Belleza. Dios crea ex nihilo todas las cosas, no es un simple ordenador de un caos inicial –esto lo tenía que aclarar san Agustín-, sino el dador del ser. Para el obispo de Hipona solo Dios es

Page 6: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

absolutamente simple; las creaturas, en cambio, están compuestas por materia y forma, incluso los ángeles se componen de una materia sutilísima, una suerte de hilemorfismo universal.

Al crear, Dios ha dejado impresa en las cosas la huella de su creación. Todos los seres son imágenes de Dios, pero especialmente el alma humana, la cual lleva impresa la imagen de la Trinidad. El alma tiene una inteligencia (Padre) que produce un conocimiento de sí misma (Hijo) y que de esa relación surge el amor (Espíritu Santo).

El hombre está compuesto por dos substancias: cuerpo y alma. Sin llegar a la unión substancial

Page 7: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
Page 8: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
Page 9: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
Page 10: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
Page 11: BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA