BUCARAMANGA EN LA PENUMBRA: La exhibición cinematográfica 1897-1950

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Más que un rastreo minucioso en los archivos nacionales, Angie Rico sigue la pista de la información que se esconde en las notas de prensa y a personajes que transformaron su visión del mundo.

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  • Coleccin Temas y Autores Regionales

    Bucaramanga, 2013

    Direccin Cultural

    bucaramanga en La penumbraLa eXHIbIcIn cInemaTOgrFIca 1897-1950Angie Rico Agudelo

  • Universidad Industrial de Santander Coleccin Temas y Autores Regionales bucARAmAngA en LA penumbRA LA eXHIbIcIn cInemATOgRFIcA 1897-1950

    Direccin Cultural

    Rector UIS: lvaro Ramrez GarcaVicerrectora Acadmica: Janeth Aid Perea VillamilVicerrector Administrativo: Luis Eduardo Becerra ArdilaVicerrector de Investigacin y Extensin: David Alejandro Miranda MercadoDirector de Publicaciones: scar Roberto Gmez MolinaDireccin Cultural: Luis lvaro Meja Argello

    Impresin: Divisin Editorial y de Publicaciones UIS Comit editorial: Luis lvaro Meja A. Armado Martnez G. Primera edicin: julio de 2013

    ISBN:

    Direccin Cultural UIS Ciudad Universitaria, Cra. 27 Calle 9. Tel. 6846730 - 6321349 Fax. 6321364 Pgina Web: http://cultural.uis.edu.co [email protected] Bucaramanga, Colombia

    Impreso en Colombia

  • CONTENIDO

    PRESENTACIN 9

    I. LA FANTASA CIENTFICA LLEGA NAVEGANDO [1897-1930] 13

    Primera noche del vitascopio 18Cinematgrafo y mil das de guerra 27Los aos del cine errante 34 El cine pasando la calle 49 Rotundos fracasos 63 Circos para cinematgrafo 72

    II. EL CINE SONORO SE HACE REALIDAD [1931-1950] 91

    Teatros para cine 107Cine, moda y publicidad 120Ascenso del cine mexicano 132Las pelculas durante la guerra 150El arte del color 169

  • III. LA PRODUCCIN CINEMATOGRFICA 189

    La ciudad que resucita [Hermanos Gutirrez, 1908] 189Alma Provinciana [Flix Joaqun Rodrguez, 1926] 197

    AGRADECIMIENTOS 207

    NDICE DE IMGENES 209

    BIBLIOGRAFA 217

  • A Dianeth y Edgar, mis padres.

  • 9PresentacinEL CINE EN LA VIDA COTIDIANA

    A riesgo de parecer excesivamente nio, voy a confesar una cosa: yo amo el cinematgrafo.

    Jos Velasco, peridico El Heraldo, Bucaramanga, 1907.

    Jos Velasco, el reportero desconocido que escribi yo amo el cinematgrafo, vio las imgenes opacas de las primeras pelculas del siglo veinte y se dej seducir por el encanto del cine, ese enigmtico invento que se despliega entre la ciencia y el arte. La expresividad de su frase despierta el inters por la cotidianidad de Bucaramanga, uno de los muchos poblados colombianos en los que el cine apareci sin previo aviso para mostrar que era posible desafiar las dimensiones del tiempo y el espacio; sus cintas transportaron a los bumangueses desde la penumbra hasta sitios lejanos y fueron al mismo tiempo una puerta al pasado, una posibilidad de revivir lo que haba quedado fijado para siempre en sus fotogramas.

    La emocin que despert el cinematgrafo en los espectadores de la primera mitad de siglo veinte no tuvo ninguna relacin con el cine colombiano, cuya produccin, reseada e incluso

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    estudiada por algunos investigadores, fue prcticamente inexistente en los salones cinematogrficos de Bucaramanga. Fue precisamente esa ausencia de las pelculas colombianas la que abri el paso a las historias extranjeras, haciendo del cine una ventana de escape, una mirada hacia afuera de las fronteras que eludi la complejidad de las realidades nacionales. Hablar de la historia de la exhibicin cinematogrfica, sin hablar del cine nacional, es volver la mirada hacia la faceta de la distribucin, reconociendo que el cine no solo es el oficio de la filmacin, sino que va ms all, convirtindose en un ritual social que influye de manera notable en la cultura de las sociedades modernas.

    Las transformaciones que el cinematgrafo logr en la vida cotidiana de los bumangueses son parte del relato que se muestra a lo largo de las pginas de este libro. Desde su aparicin en la ciudad, a fines del siglo XIX, las imgenes extranjeras no fueron simplemente un entretenimiento para sondear los das rutinarios de la vida provincial, sino ms bien un espejismo del mundo que antes solo exista a travs de los libros y las fotografas. En trminos ms precisos, el cine fue el hilo imaginario que conect a los bumangueses con los pases lejanos y que, sin proponrselo, transform sutilmente la vida de la ciudad al ponerla en contacto con las artes universales y con un nuevo canal de informacin. Su presencia determin la concepcin de las realidades y de la historia mundial, en una poca en que la televisin era apenas una fantasa lejana.

    El primer captulo del libro aborda las tres primeras dcadas del siglo veinte, lapso en que el cine enriqueci la cultura musical con las constantes orquestas que acompaaron las funciones de cine; difundi las obras clsicas del teatro y la literatura favoreciendo a los espectadores que eran es su mayora analfabetas; mostr inventos desconocidos que anunciaron lo que estaba por venir en el siglo veinte y populariz costumbres, rituales y atuendos de otras culturas. La rpida aceptacin del cinematgrafo en la vida cotidiana

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    nutri las conversaciones coloquiales, propici encuentros entre pblicos de todas clases sociales y, lo que es ms importante, cre un espacio de reunin que se sumaba a los pocos existentes: la iglesia, la taberna y la plaza.

    Esos cambios innegables se hicieron ms claros cuando empez la exhibicin del cine sonoro, tema que ocupa el segundo captulo del texto. Con la popularizacin de la nueva tecnologa el cine no solo adquiri la voz que le permiti divulgar ideas, sino que adems se posicion como el medio de comunicacin predilecto de los bumangueses. Con su ascenso aparecieron tambin las reacciones de censura, cuya objetivo fue el de velar por la permanencia, resistiendo los cambios que la libertad de informacin acarrea. El impacto principal estuvo relacionado con las mujeres, a quienes el cine enfrent con una nueva concepcin de lo femenino, con valores y costumbres que desafiaron el rol al que parecan estar condenadas para siempre.

    La lenta escalada del cine, que comenz desde los espectculos itinerantes hasta erigirse entre las artes, cre una aficin que hoy perdura y que es el motivo suficiente para indagar sobre el oficio de la exhibicin. Las numerosas historias contadas por el cine extranjero alentaron las filas a la entrada de cada saln y teatro que se inaugur en la ciudad, la mayora desaparecidos en la actualidad, pero vigentes en la memoria de las generaciones anteriores. El rescate de sus jornadas se hace imprescindible, especialmente en este momento, cuando la rapidez de las transformaciones urbanas se impone sobre la ciudad del pasado.

    Describir la exhibicin cinematogrfica de los primeros cincuenta aos del siglo veinte no implica solo un rastreo minucioso en los archivos nacionales, es preciso adems seguir la pista de la informacin que se esconde entre las lneas de cada nota de prensa, descubrir las omisiones de la censura, en pocas palabras, se trata de preguntarse por una poca

  • desaparecida que parece enterrada por el olvido y condenada por la desaparicin de los archivos regionales. La historia de la exhibicin es en ltimas la narracin de una cultura, es decir, de un escenario con personajes reales que transformaron su visin del mundo y su comportamiento con las ilusiones que corran por las pantallas.

    Luis Alvaro Meja A.Director Cultural UIS

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    I. LA FANTASA CIENTFICA LLEGA NAVEGANDO

    Naci un arte ante nuestros ojos.Georges Sadoul

    El mundo de las imgenes en movimiento cobr vida antes de que el cinematgrafo de los hermanos Lumire fuera presentado al pblico. Desde el siglo XIX comenz el lento camino de la fotografa, que tena como destino posibilitar las imgenes fijas, dando el primer gran paso para la creacin del cine. Este elemental desarrollo tecnolgico, sumado a los juguetes pticos que haba popularizado la ilusin del movimiento, permiti la creacin de la fantasa cientfica que revolucion la cultura del siglo XX, por esto sera injusto sealar el origen del cine en Pars, cuando hombres de diversos pases contribuyeron con sus ingenios a despejar el enmaraado camino del nuevo arte.

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    Imagen 1. Traumatropo, juego ptico que, gracias al principio

    de resistencia retiniana, crea el efecto de sobreimpresin.

    En el continente americano fue trascendental el Phantascope, un aparato proyector construido por los norteamericanos Francis Jenkis y Thomas Armat, y presentado en Atlanta en septiembre de 1895. Tras el fracaso de la primera proyeccin pblica, la patente fue ofrecida a la compaa de Thomas Alba Edison, El Brujo de Menlo Park, quien lo adopt y comercializ con el nombre de Vitascope. La compaa de Edison, reconocida por sus adelantos relacionados con la electricidad, estaba involucrada con el mundo de las imgenes desde 1894, cuando comercializ el primer proyector individual de pelculas. El famoso Kinetoscopio, fue distribuido por Amrica y Europa acompaado de un limitado repertorio de pelculas, producidas en su mayora por uno de los empleados del laboratorio de Edison: William Kennedy Dickson.1

    El novedoso vitascopio, conocido tambin como kinetoscopio de proyeccin, poda reproducir imgenes de tamao real para pblicos masivos. Con el xito que garantizaban las atracciones de feria, varios comerciantes y compaas de variedades se dispersaron por Amrica Latina portando la versin modernizada de la linterna mgica, ese envejecido aparato

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    que cont las primeras historias con imgenes. La linterna mgica, usada desde el siglo XVII, careca de dos adelantos fundamentales, el movimiento y la fotografa. Su mecanismo consista nicamente en la proyeccin de imgenes fijas que, se alternaban para producir la ilusin del movimiento y eran amplificadas a travs de rayos de luz.

    Imagen 2. Disposicin de la Linterna Mgica para proyectar imgenes

    fijas.

    En abril de 1896 el vitascopio fue presentado por primera vez en Nueva York como invento legtimo de Edison y la prensa neoyorkina no puso en duda la autora del invento:

    Anoche por primera ocasin desde que Edison trabaja en su nuevo invento, el vitascopio, se permiti a personas distintas a sus empleados y asistentes de mayor confianza ver los productos de la maravillosa mquina. Por dos horas, mujeres bailando y grupos de figuras de tamao real, parecen haber cobrado vida en la amplia pantalla blanca que se ha construido en un extremo del saln de experimentos. Tan cerca de la vida estuvieron las figuras y tan perfecta fue la reproduccin de cada movimiento, que el espectador poda creer que las muchachas eran reales y que la mquina, que

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    chasqueaba y chisporroteaba, no tena nada que ver con el espectculo.2

    Siguiendo por los caminos de las antiguas colonias y por las rutas de embarcacin comercial, el vitascopio escap de las manos de sus inventores y emprendi un breve viaje por el sur del continente americano. En su camino difundi las primeras imgenes de las ciudades norteamericanas, en las que se apreciaba la suntuosidad de su arquitectura, la eficiencia de sus adelantos industriales, las costumbres de sus gentes, dando as el primer paso para crear y difundir una imagen cercana y poderosa de la nacin del norte.

    El vitascopio perdi la batalla comercial contra otro proyector de superior calidad tcnica: el cinematgrafo. Desde su fbrica de productos fotogrficos en Lyon, los hermanos franceses Augusto y Louis Lumire experimentaron con los kinetoscopios comercializados por Edison y, con el modelo de esta tecnologa, construyeron mquinas similares hasta llegar a un aparato superior que poda filmar y proyectar imgenes en movimiento. En pocos meses los operarios de la fbrica Lumire presentaron el aparato en varios pases de Europa y triunfaron por la novedad de sus pelculas.

    El cinematgrafo fue conocido en el continente americano desde junio de 1896, cuando Flix Mesguich, representante de los Lumire, lo present en una funcin de music-hall en Nueva York. Desde ese momento la compaa de Edison, que posea la patente del vitascopio, se dedic a exterminar a sus competidores, utilizando brigadas de policas que se dedicaban a clausurar music-hall y estudios cinematogrficos, incluida la confiscacin de aparatos y pelculas.3 La guerra jurdica liderada por Edison contra el cinematgrafo francs y contra los dems aparatos que podan hacerle competencia, dio origen a lo que se conoci como la guerra de las patentes, un episodio de la historia del cine durante el cual los productores independientes huyeron hacia el oeste de los Estados Unidos para dar va libre a la produccin

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    cinematogrfica, dando origen a lo que aos despus se convertira en Hollywood.

    A fines del siglo XIX el francs Charles Path adquiri el cinematgrafo, lo perfeccion y lo comercializ bajo la marca de Path Frres. La compaa de la familia Path fue un caso excepcional en la produccin y distribucin de pelculas, pues en pocos aos comprendi la mecnica del negocio y abandon la produccin artesanal para convertirse en una de las grandes industrias europeas. La bonaza econmica permiti a Charles Path afirmar que el cine era un negocio tan rentable como la guerra. Su repertorio fue el principal elemento de impacto, pues inclua pelculas de mayor duracin que tradujeron en imgenes las principales obras clsicas del teatro y la literatura mundial.

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    Primera noche del vitascopio

    En su viaje por Amrica Latina, el vitascopio marc su primera estacin en Mxico. Las pelculas, que duraban apenas unos segundos y estaban coloreadas a manos, se repitieron una y otra vez en la pantalla blanca del Teatro Orrn en septiembre de 1896, pero muchos mexicanos haban visto antes esas misma imgenes que mostraban a la bailarina de faldas agitadas dando vueltas en una recmara oscura, al hombre de mostacho que estornudaba sin descanso o al gimnasta fornido que levantaba innumerables veces la misma barra de metal. Las versiones originales de estas breves pelculas fueron exhibidas desde 1894 en los lentes de los kinetoscopios, comercializados en Mxico por la compaa de Edison.4

    El repertorio norteamericano se extendi gradualmente por Amrica central exhibiendo las filmaciones opacas que provena de los laboratorios de la compaa Edison. Su llegada a Colombia qued registrada el 14 de abril de 1897 en el peridico The Colon Telegram, con la Compaa Universal que ofreca tambin espectculos de magia y nmeros acrobticos. Las primeras funciones se dieron en Coln, un puerto de viajeros y mercantes ubicado en el departamento de Panam, que para este momento de la historia era parte del territorio colombiano. Con el arribo del invento norteamericano lleg al pas un incipiente lenguaje que con los aos super la fragmentacin lingstica de los idiomas, convirtindose en el arte por excelencia del siglo XX. Posteriormente el aparato se traslad a Barranquilla y desde all se desliz por las aguas del ro Magdalena hasta el centro del pas.

    La desaparicin de registros y documentos ha ocultado la ruta del vitascopio por Colombia. Su arribo a Barranquilla fue posiblemente en el mes de julio de 1897, cuando la Compaa de Variedades, representada por el samario Ernesto Vieco, lo exhibi en el Teatro Emiliano. Vieco provena de Panam

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    donde estableci un contrato con el alemn Arturo Mller para la explotacin de un cinematgrafo durante seis meses en el territorio colombiano.5 Aunque Vieco habla explcitamente de un cinematgrafo y no de un vitascopio, la contradiccin puede explicarse porque, segn la investigadora Leila ElGazi, para el ao de 1897 la palabra cinematgrafo ya se haba adoptado para designar toda proyeccin de imgenes en movimiento.6

    Imagen 3. Vitascope, del latn vitas que significa vida y del griego [scope] que significa observar.

    El trmino cinematgrafo se propag por Colombia antes que el aparato. Tanto el peridico El Porvenir de Cartagena en agosto de 1897, como el Rayo X de Bogot en septiembre del mismo ao, titularon como Cinematgrafo las notas de prensa que anunciaban las primeras proyecciones de vitascopio. Este error de la prensa fue sealado por el investigador Jos Nieto, quien adems rastre la ruta de Ernesto Vieco por Colombia: Es lgico, entonces, pensar que, si el 29 de julio [de 1897] dio su segunda

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    funcin en Barranquilla, el 22 de agosto lo hizo en Cartagena y el 1 de septiembre en Bogot.7 Segn Nieto, la ruta de Vieco por el ro Magdalena lo llev tambin al departamento de Santander.

    El Magdalena, ese camino de agua que el escritor santandereano Toms Vargas Osorio describi como un ro esclavo y fatigado, fue el encargado de trasladar las pesadas mercancas coloniales desde el mar hasta las entraas mismas del pas. Sus aguas atraviesan geografas dispares y comunican a las poblaciones ocultas entre las montaas, por esas mismas aguas floreci el comercio de exportacin y entraron a Colombia las novedades y adelantos del extranjero. Su caudal fue de particular importancia para el departamento de Santander desde los ltimos aos del siglo XIX, cuando la exportacin de productos agrcolas oblig al mejoramiento del camino que comunicaba al ro Magdalena con la capital de departamento, Bucaramanga.8 Un espritu de progreso se propag por aquellos aos en la regin; luces que se encendan solas, coches que andaban por su propia potencia, conversaciones desde largas distancias, imgenes en movimiento, esa era la materializacin de la modernidad.9

    Los adelantos materiales no garantizaron la transformacin del ambiente parroquial que envolva a la ciudad de Bucaramanga. Por sus calles desfilaban todava las mulas que cargaban el agua desde el ro, los desperdicios corran por canales abiertos a falta de un alcantarillado, los das de mercado en la plaza seguan siendo habituales y los paseos al campo eran la principal actividad de recreacin:

    Y no era que los pobladores de Bucaramanga a finales del siglo XIX carecieran de lugares de reunin o esparcimiento. Famosos eran los paseos a las afueras de la ciudad, y bien sabida la vibrante actividad en las aguadas por parte de criados, criadas y gentes del comn. A falta de un edificio para el teatro o un coliseo o circo para los espectculos acrobticos y taurinos, se contaba con terrenos llanos y despoblados o, en su

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    defecto, la plaza principal como el escenario natural para este tipo de eventos. Esta ltima tambin sirvi de sitio para el mercado semanal, para la procesin religiosa, la fiesta cvica, e incluso, como patbulo y campo de batalla.10

    Compaas de variedades, conciertos, recitales, rias de gallos, espectculos de boxeo y otros entretenimientos itinerantes eran presentados al aire libre o en los patios de las grandes casonas centrales que eran adaptadas para la ocasin. En los ltimos aos del siglo XIX, un escenario en forma de corral madrileo, con un patio central abierto, tpico en las ciudades y pueblos de clima clido, fue construido por iniciativa de Anselmo Peralta.11 Este negociante de terrenos de la ciudad, acondicion una de sus propiedades para abrir al pblico el Teatro Peralta. Tras su muerte, en 1921, la casona fue cedida a entidades de beneficencia.

    [Anselmo Peralta] No frecuentaba sino la iglesia y creo que no sali de esta ciudad a ninguna parte y tal vez ni conozca la provincia. No se le conoci vicio ninguno ni acto de generosidad que le diera renombre, al contrario el pueblo lo motejaba de tacao y no tuvo simpata de los pobres. Segn versiones en su testamento deja al hospital, al asilo y a la iglesia la cuadra con el teatro y todas las casas para que cobren arrendamientos cada entidad un mes sin permiso de que por ningn motivo la enajenen.12

    Aunque el Teatro Peralta puede considerarse el primer teatro de la ciudad por su infraestructura, existe el precedente de una casona adecuada por iniciativa del espaol Eduardo Torres, quien hacia 1860 busc el apoyo de los vecinos ms adinerados de la ciudad y adapt la casa de habitacin perteneciente a Jacob DCosta Gmez para abrir el Teatro Torres, pero este desapareci hacia 1880, dejando apenas unos cuantos registros en la historia de la poblacin.13 Fue precisamente en el patio del Teatro Peralta donde los bumangueses vieron las primeras pelculas del repertorio Edison con la luz titilante que sala del

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    vitascopio. A pesar de lo sealado por el investigador Jos Nieto, no fue el viajero colombiano Ernesto Vieco quien present la primera funcin en Bucaramanga, sino el venezolano Manuel Trujillo Durn. Gracias a esta precisin y al trabajo de los investigadores del cine venezolano, hoy se tiene referencia exacta del primer aparato proyector que lleg a la ciudad de Bucaramanga.

    Imagen 4. Manuel Trujillo [1871-1933]

    Trujillo Durn oper el primer vitascopio que lleg a la ciudad de Maracaibo en julio de 1896. Con este aparato, que fue el nmero 23 de los 63 proyectores originales construidos en el laboratorio de Edison,14 se le atribuye a Trujillo la filmacin de las dos primeras pelculas del cine Venezolano; Especialista sacando muelas en el gran Hotel Europa y Muchachos bandose en la Laguna de Maracaibo, presentadas en el Teatro Baralt de Maracaibo el 28 de enero de 1897. La investigadora venezolana Yolanda Sueiro identific la ruta del Vitascopio que al parecer fue el primero en llegar a Amrica del Sur:

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    El equipo en cuestin haba sido adquirido entre mayo y junio de 1896 en la agencia Raff & Gammon de Nueva York por el comerciante zuliano Luis Manuel Mndez, bajo un contrato exclusivo de explotacin para Venezuela, el rea del Caribe y las Antillas. Entre el 11 y el 19 de julio, el Vitascopio es estrenado en el Teatro Baralt de Maracaibo, ocasin en la que muy probablemente- Mndez designa a Manuel Trujillo como representante, proyeccionista y apoderado de la muestra.

    As las cosas, el 28 de julio, Trujillo Durn parte con el fin de iniciar una gira itinerante: Caracas, La guaira, Puerto Cabello, Valencia, Barquisimeto El 1 de agosto de 1896, desembarca en La Guaira y de inmediato contina hacia la capital. Dos das despus, la prensa caraquea refiere su estancia en la ciudad, donde el empresario informa que el Vitascopio en sus manos es el primero que llega a Amrica del Sur.15

    En 1897 Manuel Trujillo parti hacia Colombia con el fin de explotar el negocio de la exhibicin de pelculas. Aunque no se puede asegurar, probablemente tom la ruta del lago Maracaibo hacia el mar Caribe y posteriormente se embarc por el gran ro Magdalena hacia el centro del pas, ruta que conectaba con el ro Lebrija para arribar a Bucaramanga. Esta hiptesis no puede ser respaldada por la escasa documentacin que se preserva sobre el tema, pero se sabe que en los ltimos aos del siglo XIX las escasas lneas frreas del pas conducan a los puertos del ro Magdalena, mientras las carreteras seguan siendo caminos accidentados que exigan extensas y agotadoras jornadas a lomo de mula.

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    Imagen 5. Vista superior del Teatro Peralta, ubicado en la esquina de la carrera 13 con calle 45. Declarado Patrimonio Nacional en 1975.16

    Cualquiera que fuese el camino tomado por Trujillo Durn, lo cierto es que la noche del sbado 21 de agosto de 1897, las familias adineradas de Bucaramanga asistieron al Teatro Peralta para conocer el invento que estaba conmocionando al mundo. La primera noche de cine fue el despertar a un arte que transformara la idea de la comunicacin y cultura como se conoca hasta entonces, esta conciencia se avisor en los comentarios de la prensa: El da en que este aparato se perfeccione y se combine sabiamente con el fongrafo ampliado, tendremos una revolucin en los teatros y desde Amrica podremos conocer todas las maravillas del arte escnico de Europa.17

    Aunque las primeras cintas que Trujillo present en Bucaramanga parecen hoy reproducciones incipientes de movimientos sencillos, para ese momento eran un espectculo enigmtico que permita a los espectadores asomarse a otros

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    mundos sin moverse de sus butacas. Las pelculas presentadas la noche del estreno fueron El baile de las palomitas, El martirio de Juana de Arco y La serpentina. Esta ltima mostraba una danza femenina que fue filmada originalmente para Kinetoscopio por W. K. Dickson y cuya versin ms famosa fue la de Annabelle Withford Moore. Sobre la primera noche de cine se public el 27 de agosto en el peridico El Norte:

    La primera exhibicin de este maravillosos invento de Edison tuvo lugar en la noche del ltimo sbado ante una concurrencia numerosa, selecta y animada que haba ido al teatro Peralta en busca de nuevas impresiones. Muchas familias que ocuparon los palcos y gran nmero de caballeros llenaban casi totalmente la platea. [] El Vitascope nos ha venido a proporcionar ratos de solaz y a probarnos hasta dnde pueden llegar la inteligencia, la ilustracin y la tenacidad de un hombre. Obtenidas varias fotografas instantneas sobre un rollo de cinta de celuloide trasparente que gira regularmente debido a un motor elctrico, esta cinta, desarrollada como cualquier placa fotogrfica ordinaria, viene a servir despus para el Vitascope, girando con la misma velocidad, delante de un lente de gran poder que refleja las imgenes sobre un lienzo blanco siguiendo el mismo procedimiento de las linternas mgicas y valindose de foco elctrico de gran potencia.

    Casi un ao despus, en octubre de 1898 el vitascopio fue presentado en la ciudad de Medelln con el nombre de proyectoscopio de Edison.18 Pero estos registros cronolgicos, si bien son fundamentales para la historia, no permiten acceder a las primeras impresiones que las imgenes en movimiento dejaron en los colombianos, estas sencillamente se han diluido en el pasado, poco puede saberse del asombro de los primeros espectadores, de sus reacciones y de las nuevas ideas que las imgenes animadas dejaron rondando en sus mentes.

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    Imagen 6. Fotograma de La Serpentina, cinta exhibidaen Bucaramanga el 21 de agosto de 1897.

    Finalizando el siglo XIX la situacin econmica y poltica del pas se transform. La economa cafetera entr en crisis por el desplome del precio de las exportaciones y la depresin sirvi de antesala para que las fuerzas liberales, concentradas en el departamento de Santander, dieran inicio a la Guerra de los Mil Das [1899-1902].19 El impacto de la guerra perturb la vida cotidiana de Bucaramanga; muchos caminos quedaron bloqueados por los bandos armados, los jvenes de la ciudad se enlistaron para combatir en las batallas y el Teatro Peralta fue convertido en un improvisado hospital. Inevitablemente el tema del cine se releg por completo del panorama local y la primera temporada de vitascopio fue apenas una visita itinerante.

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    Cinematgrafo y mil das de guerra

    La guerra civil de los Mil Das con la que Colombia inici el siglo XX, fue el primer conflicto armado que pudo quedar registrado en el celuloide, pero antes que estimular la creacin y conservacin de registros flmicos sobre la situacin del pas, el gobierno de la poca promovi primero un total desinters y luego una abierta censura. La inexistencia de registros flmicos sobre la guerra significa tambin la ausencia de una fuente histrica que podra contribuir a la comprensin de la historia de Colombia. Segn el historiador del cine Enrique Monterde, todo fragmento flmico documental es susceptible de convertirse en fuente histrica, siempre que registre acontecimientos de forma espontnea y sin alteraciones de montaje y sonido.20 Aun cuando los fragmentos han sido modificados para la creacin de cine informativo, estas piezas son un objeto de anlisis para la historia, pues, como seal el historiador Marc Ferro, las mistificaciones son tan reales como lo real.

    Imagen 7. Ejrcito conservador en vsperas de la batalla de Palonegro

    Fotografa de Quintilio Gavassa Mibelli, Santander, 1901.

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    Pases como Mxico lograron registrar los conflictos de principios de siglo y hoy desfilan en las pantallas personajes como Porfirio Daz, Pancho Villa y Emiliano Zapata. Habra sido posible que en la memoria visual de los colombianos se quedaran los ejrcitos de campesinos que, lejos de la suntuosidad y fortaleza de los dramatizados actuales, mostraran las condiciones pauprrimas y crueles en las que batallaron y murieron. Un veterano de la guerra que milit en bando liberal dej entre sus memorias un impresionante relato sobre los enfrentamientos:

    En las afueras del Pueblo de Paicol [Huila] a orillas del ro, una cantidad de gente, conservadora en extremo y valiente nos recibi a bala durante un da entero. Solo a las 5 de la tarde pudimos pasar el ro y reentablar el puente. Recuerdo que detrs de unas grandes piedras en la playa, haba unos muertos de esa gente, cados sobre los cerros de cpsulas vacas de Remington, quemadas durante la resistencia. Al pasar el puente haba un Estanco; en l unas pipas de aguardiente que no alcanzaron a botar y unos instrumentos de cuerda que sacamos para distraernos durante la noche. No fue posible impedir que la gente se tomara el trago; era luna llena, con la claridad, a las 10 bailaba todo el mundo encima de los muertos y beba. Nosotros tocbamos y cantbamos bambucos sin cesar, como locos, hasta la madrugada [en] que ordenaron seguir la marcha.21

    Tres pelculas colombianas trataron temas polticos que de alguna manera estaban relacionados con la Guerra de los Mil Das, las dos primeras fueron prohibidas en el pas y de la ltima quedaron escasos registros. En 1915 los italianos Vicenzo y Francesco Di Domnico, conocidos ya por su participacin en la exhibicin, distribucin y produccin de cine en el pas, filmaron en Bogot El Drama del Quince de Octubre, buscando una reconstruccin cinematogrfica del asesinato del general liberal Rafael Uribe Uribe [1859-1914].22 La cinta, protagonizada por los verdaderos asesinos del general, caus

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    un vivo escndalo en el pas desde su primera exhibicin, llevando en pocos meses a su censura total, algunos sectores consideraron que la cinta atacaba la moral pblica, as como la memoria del general y su familia. Segn el historiador del cine colombiano Luis Alberto lvarez:

    El Drama del Quince de Octubre no tiene slo valor anecdtico; es la primera pelcula [y tal vez la ltima en muchas dcadas] que toca de alguna manera la fibra ntima de la nacin y que demuestra claramente el potencial social y poltico inherente al medio cinematogrfico. Ello podra haber dado origen a una aproximacin distinta al cine y, por ende, a un cine nacional significativo. Pero no fue as.23

    Pas ms de una dcada hasta que surgi un segundo intento de este cine poltico. Esta vez fue la pelcula silente Garras de Oro [1926], escasamente reseada en la historia del cine colombiano, la que se arriesg a poner en la pantalla un tema relacionado con la guerra civil. Esta cinta mostr una versin de la separacin del departamento Panam en la que sealaba directamente al gobierno de Teodoro Roosevelt como artfice de los hechos. El apoyo del gobierno de los Estados Unidos a los separatistas panameos y la complicidad de algunos funcionarios del debilitado Estado colombiano fueron sealados abiertamente en la pelcula, aunque ese no fue su argumento central. Segn la politloga Nazly Lpez en esta cinta el poder colombiano instituido aparece representado en la figura perfectamente caricaturizada del diputado Ratabizca, cuyo nombre es bastante ilustrativo y de quien se critica su arribismo y sus yanquilandizadas costumbres.24

    El rechazo hacia la independencia panamea expresado en la pelcula se exalta desde la leyenda inicial en la que se lee: Cine-novela para defender del olvido un precioso episodio de la historia contempornea, que hubo la fortuna de ser piedra inicial contra uno que despedaz nuestro escudo y abati nuestras guilas. Esta cinta, que tom un tema esencial de la historia poltica colombiana y

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    sent la postura crtica de sus realizadores, fue prohibida en el pas y desapareci de la memoria visual durante ms de medio siglo.25

    Imagen 8. Fotograma de la pelcula colombiana Garras de Oro [1926]

    La ltima pelcula silente que se refiri al tema de la guerra civil fue filmada en 1928 por Pedro J. Vsquez. La cinta, guionizada por Francisco Gmez Escobar, cuenta la vida del general liberal Rafael Uribe Uribe, dando relevancia a su participacin militar y poltica. El argumento inclua el episodio de la Guerra de los Mil Das, con imgenes como el estallido de la guerra en la ciudad de Bucaramanga y la marcha hacia el Palonegro, donde se vivi la batalla que defini el futuro de la contienda entre liberales y conservadores. La cinta, titulada Caminos de gloria o Rafael Uribe Uribe o el fin de las guerras civiles en Colombia, no sobrevivi al paso del tiempo.

    El episodio de la Guerra de los Mil Das se desvaneci de la memoria visual del pas y alter por completo la ruta de la exhibicin de cine en los ltimos aos del siglo XIX. El

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    desarrollo de las batallas no solo dej en el olvido a las primeras imgenes presentadas con el vitascopio sino que restringi el desplazamiento del cinematgrafo de los hermanos Lumire, el aparato francs que por esos mismos aos empez su tmido desplazamiento por Colombia.

    Imagen 9. Cinematgrafo, de las palabras griegas [kinema] que significa movimiento y [grafo] que significa escribir.

    En manos de Gabriel Veyre, operario exclusivo de los hermanos Lumire para Venezuela, las Guyanas, las Antillas y Mxico, el cinematgrafo fue presentado en junio de 1897 en el departamento de Panam. Un ao antes de su presentacin en Colombia el operario lleg a la ciudad de Mxico, donde pas varios meses dedicado a proyectar las pelculas del repertorio Lumire. Durante su estada en el pas centroamericano tom secuencias de las principales poblaciones y de los eventos ms relevantes de la cotidianidad mejicana, tambin fue el encargado de inmortalizar en el celuloide la imagen del dictador Porfirio Daz, de quien recibi completo apoyo y hospitalidad. 26

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    Por medio de cartas Veyre describi sus travesas por Amrica, permitiendo conocer su itinerario por Mxico, Nicaragua, Panam y Barranquilla. Posteriormente, tras una corta estancia en Venezuela, regres a Cartagena para embarcarse por las aguas del ro Magdalena hacia Bogot. Hasta ese momento la ruta que sigui Veyre con el cinematgrafo por Colombia fue exactamente la misma que aparentemente sigui Ernesto Vieco con el vitascopio. En una carta dirigida a su madre, Veyre escribi el 10 de septiembre de 1897:

    Te quise escribir de Cartagena, pero no tuve tiempo. Apenas llegu hube de tomar el tren para Calamar y ah, el barco para Bogot. Hace tres das que subimos el ro pero no vamos a prisa, a cuatro kilmetros por hora. Todava tenemos 7 u 8 das de barco y despus 2 o 3 das en mulas.

    En fin, segn toda probabilidad, estar en Bogot el 23 o el 24 de este mes. Para regresar el viaje es menos largo, 4 das en barco.

    No s todava cuando regresar. Depende de los negocios.27

    Gabriel Veyre nunca lleg a Bogot. Tras algunos tropiezos en el puerto de Honda regres por el mismo camino hacia la costa, y con su partida se alej la posibilidad de un registro flmico de la navegacin por el ro Magdalena que mostrara las agrestes rutas fluviales del siglo XIX. Los registros de las posteriores funciones son escasos. Como en el caso del vitascopio, la ruta del cinematgrafo se ha diluido en el tiempo, eclipsada por la guerra y la crisis econmica que sumi al pas en un largo periodo de inestabilidad. Solo se conservan datos de las proyecciones del 16 de diciembre de 1897 en Cartagena, cuando Salvador Negra present una funcin cinematogrfica, al parecer con el aparato que Veyre haba vendido con el fin de financiar su viaje de regreso a Francia, y del 24 de agosto de 1899 en Medelln, donde, unos das antes del estallido de la Guerra de los Mil Das, los viajeros Crovely y Martnez presentaron un cinematgrafo superior al proyectoscopio de los americanos.28

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    Entre 1899 y 1902, pese a las hostiles condiciones de la guerra, es posible que errantes proyectores de cine pasaran por Santander mostrando las cintas europeas y americanas que se ofrecieron a otros pblicos de la zona. Hacia el ao de 1900 ciudades como Lima vieron en los noticieros cinematogrficos imgenes del hundimiento del acorazado Maine, ocurrido en las costas cubanas en febrero de 1898.29 Este acontecimiento, que facilit el ingreso de los Estados Unidos en el conflicto entre Cuba y Espaa por la independencia de la isla, fue apenas uno de los muchos registros que se trasladaron de un pas a otro en las manos de los negociantes del cine.

    El desarrollo de investigaciones regionales sobre este periodo podra contribuir a revelar la ruta de los proyectores de cine por los caminos colombianos, revalorando el papel de sus pioneros, sus prcticas y sus espectadores. Permitiendo as ampliar el inventario de las pelculas filmadas a comienzos del siglo y dando paso para comprender el proceso de reconstruccin de las zonas afectadas, no solo desde las dimensiones polticas y econmicas, sino adems desde la cotidianidad, en la que el cine y los dems espectculos pblicos tenan una importancia creciente. El crtico Luis Alberto lvarez se refiere superficialmente a este proceso:

    El final de la guerra, en 1902, traer consigo una reactivacin de la naciente industria de la exhibicin: poco a poco irn surgiendo teatros dedicados exclusivamente al cine, mxime cuando, gradualmente, se va incrementando la longitud de las pelculas, y del registro de curiosidades se va pasando a historias concebidas para el cine con dramaturgia propia.30

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    Los aos del cine errante

    Abrirse camino entre las montaas de los Andes nunca result una empresa fcil. Aunque los caminos fueron marcados siglos atrs por los conquistadores y luego ensanchados por expedicionarios y comerciantes, para inicios del siglo veinte seguan siendo rutas agrestes y precarias. Sin duda, las jornadas de camino de los criados, seores y extranjeros, debieron ser viajes por un siglo anterior, con las mismas dificultades para atravesar los pramos o para soportar las condiciones de la noche. Entre las caravanas de mulas que surcaron esos caminos envejecidos, lleg el cinematgrafo a los pueblos campesinos, que admiraron y aplaudieron el aparato luminoso que creaba ilusiones demasiado parecidas a la realidad.

    La rutina era frecuente para los exhibidores que recorran el mundo a finales del siglo XIX y principios del XX, desconcertando a su audiencia con el prodigio del cine. La cmara lograba derrotar la muerte o, al menos, hacerla un poco ms leve; mostraba cmo la vida, registrada en las imgenes, recuperaba el pasado y lo converta en presente durante una proyeccin. Un acto de ilusionismo que atenuaba la distancia entre las provincias y el resto del mundo, seducindolas con el milagro del que haca parte el pblico.31

    En mayo de 1902 un aparato proyector llamado Bigrafo Lumire fue presentado en la ciudad de Lima y, aunque no se puede establecer su ruta exacta, se sabe que aos despus estuvo en ciudades de Colombia como Bucaramanga y Medelln. Cuando este cinematgrafo apareci por las calles de Bucaramanga la guerra civil ya haba terminado y sus secuelas se estaban superando. Entre los principales proyectos de reconstruccin estaba el de comunicar a Bucaramanga con los poblados cercanos, tomndose como primeras medidas la apertura de nuevas vas y caminos, la importacin de los

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    primeros automviles y la reactivacin de la construccin del ferrocarril. El ambiente de calma permiti a los bumangueses ocuparse del entretenimiento y la diversin, muestra de ello fue el Circo Coln que se habilit en enero de 1904 para presentar los espectculos pblicos. Ese mismo ao la casona del Teatro Peralta pas a ser administrada por la comunidad de jesuitas,32 por lo que el circo, manejado por Florentino Guevara, Trinidad Uribe, Higinio Suarez y Rufino Arciniegas, se convirti en el nico albergue para las temporadas taurinas, las compaas itinerantes de variedades y el cinematgrafo.

    Imagen 10. Invitacin a la apertura del Circo Coln

    publicada en el peridico La Defensa el 2 de enero de 1904.

    Segn lo registr el peridico La Defensa, el cinematgrafo francs, bajo el nombre de Bigrafo Lumire, se present por primera vez en Bucaramanga en la funcin nocturna del 7 de octubre de 1904 en el Circo Coln. Con l llegaron las imgenes europeas que ampliaron el panorama de los espectadores fuera del continente, mostrando a los bumangueses los alejados conos de otras culturas, fragmentos de la cotidianidad europea, vistas majestuosas de los gobernantes y hasta paisajes cercanos que nunca pensaron visitar: El mar, terriblemente hermoso en su furor y ms bello aun en su calma, se proyect en la pantalla llevando en su lomo un gran vapor que, majestuoso, se meca sobre las ondas.33

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    Uno de los espectadores que se sent en la penumbra del Bigrafo Lumire fue Bartolom Rugeles,34 el negociante santandereano cuyas constantes anotaciones en sus diarios personales le convirtieron en un testigo involuntario de su poca. Sobre el contenido de sus diarios la historiadora Ada Martnez seal:

    Adems de lo puramente parroquial, me sorprendi el cuidado con el que el autor de estos cuadernos sigue los acontecimientos nacionales y mundiales, demostrando que gracias a su permanente inters por las noticias era posible visibilizar el mundo desde una provincia apartada de la capital del pas, donde las carreteras y las vas frreas estaban en proyecto y cuyos cielos ignoraban el paso de un avin.35

    La concepcin de Bartolm Rugeles sobre el mundo estuvo sin duda determinada por la escasa prensa circulante, tanto local como nacional y extranjera, y por los registros visuales a los que accedi mediante el cine. Segn lo registr con su propia letra, las pelculas le permitieron ver en 1912 varias clases de aeroplanos y dirigibles, y en la dcada del treinta episodios de la Guerra Mundial con ataques de bombas incendias y grandes matazones. Muchos acontecimientos, inventos y lugares pasaron frente a sus ojos solo gracias a la invencin del cinematgrafo. Esa amplitud en la concepcin del mundo lograda a travs del cine fue evocada tambin en la literatura santandereana de comienzos de siglo. El escritor Toms Vargas Osorio puso en palabras la geografa santandereana por la que viajaron sus personajes en busca de vida; en el cuento Riel su personaje principal, Flix, se dirige en tren hacia el ro Magdalena con destino final al mar:

    El tren continuaba su descenso. Ahora la luz cargaba sobre los ojos, haciendo bajar los prpados; pero lejos, en la perspectiva, era un azul suave y profundo en el que se anunciaba el mar. Ms all estaba el mundo, Panam, La Habana, New York, la fbula contada por los diarios y dibujada en el cinematgrafo.36

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    El nuevo medio de comunicacin super la dimensin del espacio acercando pases lejanos, desafi la dimensin del tiempo reviviendo ante los espectadores imgenes del pasado y se convirti en el medio de mayor difusin durante los primeros aos del siglo veinte. Segn lo seala el historiador Vicente Benet, el cine, como los otros medios de comunicacin, construye una manera cotidiana de entender y experimentar el devenir de los acontecimientos sociales, en los que cada individuo va configurando su visin de la realidad.37 A esta concepcin de lo real contribuy la tendencia documental de las primeras filmaciones cinematogrficas, pues eran percibidas como reflejo de la realidad bajo la falsa ilusin de que la cmara no miente.

    Si bien es cierto que durante los primeros aos del cine gran parte de las cintas se grabaron de forma espontnea, es necesario recordar que no se tena la posibilidad de la inmediatez y que las cmaras exigan condiciones especficas para las grabaciones, dificultndose especialmente la filmacin de escenarios abiertos por el exceso de luz. Las cintas con argumentos histricos, especialmente los que mostraban episodios de los enfrentamientos blicos, fueron parte de esta tendencia a reflejar la realidad, pero es necesario cuestionar si eran asumidas como imgenes del pasado o como representaciones dramticas del mismo. Ejemplos de estas filmaciones fueron presentados por el Bigrafo Lumire en Bucaramanga el 8 de octubre de 1904, cuando el peridico La Paz registr: En los cuadros nos llamaron la atencin, por la magnificencia, el relevo de la guardia de Eduardo VII, y por lo conmovedor, el episodio de la guerra franco-prusiana, llamado El ltimo Cartucho. Este ltimo episodio histrico tuvo lugar en Europa dcadas antes de la invencin del cinematgrafo.

    Las imgenes de otros pases, antes inaccesibles para los bumangueses, se presentaban ahora al alcance de unos pocos centavos. Sin embargo, estas primeras mquinas itinerantes tenan insuperables defectos tcnicos como la opacidad de las imgenes y la titilacin de la luz. Las pelculas, debido a

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    su brevedad, eran repetidas hasta fastidiar a los pblicos y presentaban secuencias demasiado simples. En sus diarios, Bartolom Rugeles dej un testimonio del gradual rechazo del pblico por las funciones del Bigrafo Lumire:

    1904Sbado 8. [Octubre] Anoche hubo funcin de Bigrafo

    Lumire. Aparato como el conocido vitascopio con muy bonitas vistas. Hubo lleno. Entrada $30 luneta $35 palco, un palco sin asiento $20. Nios $10, grandes $20 sin luneta.

    Domingo 9. [Octubre] [] fuimos a teatro. Sali bonita la funcin. Buenas vistas de mar, ro, tormenta, baos, maromas etc.

    Viernes 14. [Octubre] Fuimos con Sara y Paill al Teatro. Sali buena la funcin especialmente La Cenicienta.

    Jueves 10. [Noviembre] Hubo funcin de Bigrafo Lumire beneficio del hospital. Muy poca animacin. Vistas repetidas. Poca concurrencia. Salimos las 11 muy aburridos y cansados.38

    Durante los dos aos posteriores al Bigrafo Lumire no aparecen registros de las funciones cinematogrficas realizadas en Bucaramanga. En su lugar se presentaron, como fue comn, funciones populares conformadas por compaas de variedades que ofrecan zarzuelas, trucos de magia, rarezas itinerantes y acrobacias. En otras ocasiones se presentaron temporadas taurinas y de boxeo, pero no se vio en la ciudad la mquina de crear sueos.

    En julio de 1907, con el nombre de Cinematoscopio, Julio Herrn promocion en la ciudad un aparato proyector que provena posiblemente de la casa Path. Su repertorio inclua variadas filmaciones de las principales ciudades del mundo, especialmente de Madrid, sobre la que se exhibieron variadas secuencias que incluan desde la boda del Rey Alfonso III hasta espectculos taurinos. Con estas ltimas cintas la pantalla no ofreci a los espectadores refinadas costumbres

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    europeas sino las cercanas imgenes de un evento cotidiano que despertaba los nimos locales. Las cintas sobre las corridas de toros fueron constantemente reseadas en la prensa, pues respondan a una aficin local que se reforz ese mismo ao con la apertura del Circo Santander.

    Imagen 11. Proyector Path modelo 1907

    Tempranamente el cine fue considerado como un espectculo instructivo que podra contagiar a los bumangueses de las costumbres europeas. Las imgenes presentadas a los espectadores locales, consideradas una ventana al mundo, se difundieron como un retrato de esa realidad lejana que era sinnimo de modernidad y civilizacin. Segn la investigadora del cine Wilma Granda el calificativo frecuente para el cine era el de instructivo, es decir motivador de nuevos usos o condiciones de vida: cocinas de gas, vitrolas, maquillaje, ropas y otros referidos a saneamiento como tinas de bao, servicios higinicos, etc.39 Esta misma visin de aparato instructivo se mostr sobre las funciones del Cinematoscopio en el comentario publicado en el peridico El Heraldo el 2 de agosto de 1907: Las funciones de cinematgrafo, en

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    tanto que no se exhiban cuadros ofensivos para la moral, son el mejor espectculo para las familias, que en la vista de ciudades, paisajes, etc., adquieren alguna idea del mundo civilizado. Tanto la diversin educativa que se le atribua, como el encanto que produca conocer los pases y costumbres ajenas, favorecieron la aceptacin del espectculo cinematogrfico dentro de los diversos pblicos de la ciudad.

    En agosto de 1907, cuando Julio Herrn termin la temporada del Cinematoscopio, el reportero Jos Velasco public en el peridico El Heraldo un extenso elogio a la mquina que serva conservar la belleza del mundo:

    Han quedado grabados en esas tiras fotogrficas, perfiles lejanos, sitios lejanos, gestos lejanos. All estn fijos para siempre jams, los hermosos rostros de las bellas mujeres, que quisieron legar a nuestras generaciones, el prestigio de sus ojos y el divino encanto de su cuerpo; de las mujeres que quisieron eternizar su sonrisa, ya que el organismo ha de ser engullido, inevitable y vorazmente, por la tierra. Por eso amo el cinematgrafo. Mi instinto de artista, sensual o imaginativo, tiene en ese campo, donde bordar un ensueo con el hilo sutil de la ilusin. La belleza, en cualquier parte que est, atrae las miradas y el espritu de los que sabemos comprenderla. Y porque el novsimo invento, contribuye a las sensaciones de ese orden y despierta sueos de un pagano lirismo, por eso le amo. []

    El cine gan terreno entre los escasos entretenimientos que visitaban la ciudad, pero sus espordicas visitas evitaron que se convirtiera en el principal medio de informacin durante estos aos. Tras la partida de Herrn y su Cinematoscopio, no se tuvo noticia del cine hasta el mes de octubre de 1908, cuando se registr la llegada de un nuevo aparato de cine: el Camaratgrafo Powers. Este proyector, presentado por la Compaa Oriental, era en realidad uno de los cameragraph construido por el norteamericano Nicolas Power. En la nota

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    de bienvenida publicada en la prensa se dej ver que las funciones de cine no eran un acontecimiento extrao, pues muchos espectculos de este gnero se vieron antes en la ciudad:

    Cuando el Sr. Salm Barbour anunci al pblico la exhibicin de este aparato miramos esto con absoluta indiferencia, pues juzgamos que sera repeticin fastidiosa de los muchos espectculos de este gnero que aqu hemos visto; pero despus de asistir a las funciones que se han dado, hemos rectificado por entero tal concepto. El aparato que exhibe el amigo Barbour es absolutamente moderno y el repertorio de cuadros es de admirable seleccin. As lo ha entendido el pblico y de ah la buena acogida que le ha dado y el magnfico resultado que le auguramos y deseamos.40

    Salm Barbour viaj con su proyector por otras ciudades de Amrica Latina. A comienzos de 1908 present su repertorio en la ciudad de Barranquilla y hacia el mes de agosto viaj a la ciudad venezolana de Maracaibo. Tras su paso por Bucaramanga entre octubre y noviembre de 1908, regres al pas fronterizo para dar funciones con su Camaratgrafo en los poblados de Puerto Cabello, Tacarigua y Barquisimeto.41 Durante su paso por Bucaramanga proyect las pelculas Amor de Torero, Un matrimonio a orillas del Niagara, Los Piratas, El pequeo Julio Verne, La sala misteriosa, La mujer del cantinero y Pescador de Perlas, cintas breves que, a falta de un referente ms cercano, fueron comparadas con las piezas ms conocidas del teatro espaol. Durante esta primera dcada fue notoria la dificultad de los reporteros para precisar los conceptos con los que deban referirse a la cinematografa. Ante esta ausencia, la alternativa fue tomar trminos de las artes cercanas como la pintura, la fotografa y el teatro para describir de forma ilustrativa sus apreciaciones sobre las pelculas mudas. Sin proponrselo, el cine silente empez a difundir un incipiente lenguaje de imgenes que sobrepas las barreras culturales y las dificultades idiomticas.

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    Imagen 12. Camaregraph N 6 de 1906 inventado por Nicolas Power

    Mientras los repertorios anteriores fueron en su mayora de cine documental, esta vez la Compaa Oriental de Salm Barbour proyect en Bucaramanga cintas de ficcin que alejaban al cine de su supuesta facultad de reflejar la realidad, una de los numerosos comentarios sobre el tema qued consignado en el peridico El Heraldo el 23 de octubre de 1908:

    Nos gustara que los empresarios dieran la preferencia para exhibir aqu a las pelculas de esa especie que representan escenas, cuadros de la vida real y prescindieran un poco de las fantsticas. Menos tulipanes, menos hadas, y ms escenas de ciudades, el mar, etc. Por lo dems la nitidez, el esplendor de las vistas no dejan que desear y los empresarios son muy condescendientes y amables.

    La regulacin del contenido de las cintas estaba relacionada con la idea del cine como medio instructivo y civilizador. Las imgenes documentales mostraban sociedades modelo, adelantos tecnolgicos y arquitectnicos, disciplina militar, atuendos refinados, monarquas majestuosas; en sntesis, un

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    mundo que, visto como una realidad, se convirti en un modelo deseado para gran parte de los espectadores y, en especial, para los sectores que buscaban mantener intacta la estructura social de la poca. No es casual que la exaltacin de las autoridades religiosas y polticas fuera un tema recurrente en las primeras filmaciones exhibidas. El peridico La Paz exalt que en la funcin del Camaratgrafo Powers del 4 de noviembre fueron saludadas por el pblico las efigies del Libertador Bolvar y del Excmo. Sr. Presidente de la Repblica. Tanto el reconocimiento de las jerarquas como la cercana vigilancia al contenido moral de las cintas fueron constantes en el cine de los primeros aos. El 31 de octubre La Tarde escribi sobre las proyecciones de Babour: Hemos tenido el placer de ver muy buena asistencia de seoras, a lo cual ha contribuido en mucho la absoluta moralidad de las vistas.

    Imagen 13. Anuncio del Cinematgrafo Path, publicado en el peridico

    La Paz el 1 de mayo de 1909. Por motivos que se desconocen, el aparato no lleg a la ciudad.

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    Las noches de cine durante el transcurso de la primera dcada del siglo solo pueden rastrearse desde la prensa y las revistas conservadas en los archivos nacionales, pero gran parte de los viajeros quedan ocultos en el olvido por la desaparicin de las publicaciones seriadas. A pesar de los vacos es claro que la mayor parte de los operarios errantes del cinematgrafo tomaron la misma ruta que los pioneros. Su llegada por la costa y el ingreso al pas por el ro Magdalena determin que muchos se detuvieran en los numerosos y agitados puertos, siguiendo sus serpenteantes afluentes y los caminos de herradura que los llevaron a visitar las poblaciones comerciantes de los Andes.

    Pasando primero por la ciudad de Barranquilla y posiblemente por otros puertos intermedios del ro Magdalena, lleg a Bucaramanga el Cinematgrafo Lewis el 10 de enero de 1910. El proyector, segn el investigador Jos Nieto, era una cmara marca Path con la que se realizaron algunas funciones de cine en la ciudad caribea durante los ltimos meses de 1908. Las pelculas exhibidas con este proyector itinerante no quedaron registradas en la prensa de ninguna de las dos ciudades; sobre su repertorio se hicieron escasos comentarios en la prensa de Bucaramanga, quedando entre los pocos registros el publicado por el peridico El Verbo Rojo el 19 de febrero de 1910: Ningn reparo tenemos que hacer al entretenido y civilizador espectculo, excepto s, que debiera dejar para otros pblicos las vistas alegricas o de fantasa; pues aqu lo nico que nos deleita y entusiasma es lo real []. A diferencia de las temporadas anteriores, la del viajero Lewis casi pas inadvertida en la ciudad, incluso su presencia pareci desanimar al pblico local.

    Visitantes posteriores, como los seores Ferrari y Richardi, portaron aparatos de la misma marca y distribuyeron por Amrica Latina las cintas de la casa francesa Path. En abril de 1910 estos negociantes exhibieron en Bucaramanga El Hijo Prdigo, La Catastrofe de Mesina, Vctimas Inocentes, La parte del pobre, Vctimas del alcohol y Vida, pasin y muerte de Jesucristo. Esta ltima cinta, en colores y calificada como una de las ms

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    notables del repertorio, fue realizada por Ferdinand Zecca, uno de los ms destacados directores de la compaa Path. Las producciones de Zecca resultaron polmicas por el gran parecido que tenan con las de George Mlis, pero exista una marcada diferencia en el estilo. Si bien Mlis introdujo la ficcin y los efectos especiales en la produccin de cine, su estilo fantstico se qued encerrado en el estudio de cristal que le serva como escenario de todas sus pelculas, caracterizadas por el predominio de planos generales estticos, dando la impresin de estar en presencia de un acto de teatro cinematografiado. A diferencia del mago Mlis, Zecca, claramente inspirado en su esttica, realiz filmaciones al aire libre, incluy movimientos y angulaciones de la cmara y explor con xito gneros como el drama de corte realista y la comedia.42

    Imagen 14. Tcnica de coloreado a mano usada a comienzos del siglo

    veinte. Todo el cine mudo funcionaba segn un cdigo de colores: azul para las escenas de noche que se rodaban en pleno da, el rojo para la intensidad dramtica, el sepia para los interiores, el malva para los sentimientos y verde plido para la

    maana.43

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    Durante la temporada de Ferrari y Richardi el pblico de la ciudad vio por primera vez la ingeniosa combinacin entre el cinematgrafo y el fongrafo, uno de los primeros intentos del cine sonoro que puso a los periodistas a soar con pelculas y zarzuelas espaolas sonorizadas con las mejores piezas de la msica clsica. Las pelculas musicalizadas con el Sincrfono Path, denominadas vistas cantantes, reavivaron el inters que se haba perdido con las anteriores temporadas de cine. La novedad de la musicalizacin, que tena visibles fallas de sincronizacin con el movimiento y problemas de amplificacin, no tena punto de comparacin con aparatos antes vistos por los bumangueses, lo que le permiti tener amplia acogida en la ciudad, llegando incluso a lograr que las mujeres asistieran de nuevo a las funciones nocturnas. Las pelculas sonorizadas del sello Path presentadas con el Sincrfono fueron: Carusso, La Carcajada, Marie de Lisse, Moyli, Luisa Arana, Cuadros Disolventes y La Tempestad.

    Estos negociantes itinerantes no solo presentaron sus vistas cantantes en la ciudad de Bucaramanga, gracias a los investigadores del cine se ha establecido su ruta de explotacin cinematogrfica que alternaba entre las plazas de Colombia y Venezuela. En mayo de 1909 se presentaron en el Teatro Municipal de Barranquilla y unos meses despus viajaron a Venezuela donde la empresa Ferrari y Ricardi exhibe un Sincrfono de la Casa Path en Maracaibo [septiembre], Valera [octubre], Trujillo [octubre] y Mrida [noviembre].44 En febrero de 1910 su ruta contina hacia la ciudad de San Cristbal y regresan a Colombia en el mes de abril para hacer las exhibiciones ya reseadas en Bucaramanga. Finalmente se encuentra un indicio de su visita a Bogot en septiembre de 1910 con algunas funciones del Sincrfono Path en el Teatro Municipal.45

    El nombre del aparato sonoro vara segn su pas de proyeccin. Segn la investigadora Yolanda Sueiro, el empresario de apellido Ferrari, se habra presentado en la ciudad de Mendoza, Argentina, a mediados de 1908 con un equipo identificado como Cinematophon

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    Parlante.46 Este mismo equipo fue presentado en Cuba el 5 abril de 1909, sobre sus caractersticas se sabe:

    Se le llam el cinematgrafo hablado automticamente y era un aparato fabricado por la casa Mendell de Pars, que haca la combinacin del cinematgrafo y el fongrafo; manipula el equipo un ingeniero venido expresamente desde Europa. Se le denomin Sincrono o Cinematophon, y funcionaba mediante una bomba de aire que se acoplaba al diafragma del fongrafo y ampliaba varias veces la potencia del sonido utilizando discos para la grabacin. Segn algunos puede ser considerado un verdadero precursor del Vitaphone de la Warner Bros.47

    Tras la partida del Sincrfono y por largo tiempo, las compaas dramticas, especialmente las de zarzuela, fueron las nicas opciones para el entretenimiento de los bumangueses. La desaparicin gradual de los archivos documentales del departamento de Santander, sumado al desinters de las entidades competentes por la recuperacin y conservacin de las memorias culturales regionales, hacen hoy imposible una descripcin detallada de las funciones de cine dadas en Bucaramanga durante gran parte del siglo veinte, y particularmente dificultan la tarea entre los aos 1910-1912. En este periodo slo se tiene noticia de tres temporadas de cinematgrafo; la de los seores Buenahora, con la que se reestren el Teatro Peralta en agosto de 1911, la conocida con el nombre The Majestic Cinema Co. y la del Bigrafo Excelsior.

    En el Teatro Peralta, la empresa The Majestic Cinema Co. proyect entre otras Moiss salvado de las aguas, Venganza de la muerte, Cmo se llega a ser marido, cintas con argumentos sencillos que tenan una duracin aproximada de diez minutos. Esta empresa fue el negocio de explotacin de Luis Umaa Rivas, quien un ao despus instal un aparato de cine en el vecino poblado de Piedecuesta. As lo relat el escritor Vicente Arenas Mantilla en una de sus crnicas:

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    Un domingo de Pascua del 1913, el muy famoso Circo Santander, fue inaugurado con un grandioso programa de cine mudo, y muy entusiastamente visitado por periodistas, polticos y comerciantes de Bucaramanga. Luis Umaa Rivas [q.e.p.d.], instal el aparato de cine marca Path; Gustavo Cadena y Luis Ernesto Mutis, empresarios entonces del Teatro Peralta, alquilaban las pelculas a precios comedidos; gracias a ellos y al generoso esfuerzo de Pedro Efe, pudimos ver en Piedecuesta cintas tan inolvidables como El Diamante Negro, Los Huevos de Pascua, El Banquero del Danubio, Al Pie del Naranjo y La Despedida del Marino.48

    Aunque las temporadas errantes convirtieron al cine en un evento grato por su capacidad instructiva y por el deleite que ofrecan las funciones nocturnas, no lograron desplazar la predileccin por actividades como el teatro. Haca 1913 las posibilidades del cine se multiplicaron, estilos fantsticos como el Georges Mlis entraron en crisis y la presin de los pblicos por la novedad abri las puertas a la experimentacin de nuevos elementos tcnicos y estticos del cine. La mayor parte de las innovaciones surgieron en Estados Unidos donde una ola de geniales directores se puso a la cabeza de la produccin continental.

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    El cine pasando la calle

    Como en una tpica pelcula del oeste, los salones de cine en Bucaramanga se instalaron uno frente al otro y cada noche se sostuvieron la mirada con sus letreros luminosos. Desde 1913 las noches en la ciudad se convirtieron en un bazar de pelculas permanentes que beneficiaron a los espectadores locales tanto por la variedad del cine como por el enriquecimiento de su cultura musical; los salones contrataron orquestas que, con las piezas ms dispares, acompaaron la belleza de las divas italianas, el humor universal de las comedias francesas y los misterios y dramas de la naciente industria de Hollywood.

    El rpido crecimiento de la explotacin cinematogrfica tuvo su mxima expresin en los Estados Unidos, donde los ms de diez mil salones de cine, los nickelodeon, estimularon la produccin de pelculas.49 En Amrica Latina los primeros salones permanentes fueron escenarios adaptados para la exhibicin. En lugares como patios abiertos, terrazas, grandes casonas, lotes baldos, plazas pblicas, carpas y teatros antiguos se improvisaron estructuras de madera para las bancas, la orquesta musical y la caseta del proyector. En pases como Per se construyeron carpas para proyecciones populares de cinematgrafo desde 1908; una crnica de su cotidianidad la registr el reportero peruano Jos Glvez el 12 de abril de 1913:

    Un ltimo campanillazo, que es recibido con aplausos entusiastas, se apaga la luz y las manos del pianista empiezan a recorrer el teclado haciendo algn vals pretrito y conocidsimo. Sobre la sala flota un silencio absoluto que solo se interrumpe cuando aparece algo escrito en la pelcula. Entonces se lee en voz alta y as entienden los que no saben leer, o los tardos en hacerlo. Un murmullo grande y reposado se deja sentir, parece que el pueblo rezara en coro. [] lo ms caracterstico, en un cinema popular, son los comentarios. Los hombres son ms callados o a lo menos aparentan indiferencia, pero las

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    mujeres son ellas las que hacen los comentarios sabrosos, las que adivinan el desenlace de las pelculas, las que se estremecen de espanto, las que viven la vida de los personajes del lienzo y experimentan sus mismas situaciones []50

    Las funciones continuas de cine requeran, adems de una mnima infraestructura, un flujo constante de pelculas de estreno. Sin embargo, hacia comienzos del siglo veinte Colombia no haba establecido ni siquiera las primeras bases para la creacin de una industria cinematogrfica, tampoco existan escuelas para orientar a los actores aficionados, ni capacitacin tcnica para los inquietos por el cine y la fotografa. A falta de una produccin nacional el cine fue importado de las dos industrias capaces de suplir la demanda del pas, la europea, especialmente la de Francia e Italia, y la norteamericana. Para la importacin de pelculas se oficializaron en 1913 las dos primeras empresas distribuidoras de Colombia, la Sociedad Industrial Cinematogrfica Latinoamericana y la Empresa Nacional de Kinematgrafos Universal. Estas empresas competan, desde antes de su formalizacin, en un campo sin reglas para ganar las plazas de exhibicin del pas. Ambas iniciaron sus actividades en la ciudad de Barranquilla y se tomaron paulatinamente los escenarios fijos de las ciudades capitales.

    La Sociedad Industrial Cinematogrfica Latinoamericana fue el extenso nombre con el que la familia Di Domnico legaliz su distribuidora y productora de cine en Colombia. Desde su establecimiento la sociedad tom un ritmo creciente que, favorecido por la escasa competencia, le permiti extender sus redes de distribucin a los pases centroamericanos. El repertorio importado por los italianos de las casas europeas Cesar Films, Milano Films, Eclair, Ambrosio, Path y Gaumont, sirvi para nutrir las noches de cinematgrafo de las medianas y pequeas salas de cine que funcionaban en los pueblos de Colombia.

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    Imagen 15. Interior Saln Olympia de Bogot fundado en diciembre de

    1912 y manejado por los hermanos Di Domnico. En la fotografa se observa la disposicin de las sillas haca el dentro del saln, donde se

    ubicaba la pantalla para las proyecciones de cine.51

    Por su parte, la Empresa Nacional de Kinematgrafos Universal import tambin pelculas europeas, pero ampli su repertorio con cintas norteamericanas. La distribuidora, oficializada el 28 de octubre por Abraham Lpez Penha y su socio Carlos Martnez Aparicio, se extendi gradualmente por Cartagena, Bucaramanga, Manizales, Cali, Bogot, Medelln y otras poblaciones intermedias del pas.

    Para el establecimiento de salones cinematogrficos la sociedad Lpez Penha & Co proporcionaba a sus emisarios los elementos bsicos: pelculas semanales, un aparato cinematogrfico, copias con argumentos de las cintas y el material para anuncios y propagandas. Por su parte, los encargados de la sucursal deban arrendar un local apropiado para las funciones de cine, contratar un operario capacitado

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    para manejar el proyector, conseguir el acompaamiento musical para las pelculas mudas y garantizar el servicio de energa elctrica constante.52

    Para la sucursal de Bucaramanga los fundadores de la distribuidora designaron a Enrique Otero y Carlos Brocate, con un poder especial emitido el 10 de febrero de 1913. El Saln Universal se puso en funcionamiento el 2 de mayo de ese mismo ao, siendo el primer saln permanente para cinematgrafo en Bucaramanga. A pesar de la novedad que signific su apertura, el saln fue pobremente descrito en la prensa, pero sin importar la apariencia que pudo tener, logr trastocar la cotidianidad de la ciudad con sus funciones nocturnas, reuniendo en la penumbra a los miembros de todos los niveles sociales. El cine se convirti en el nuevo ritual social para exhibirse, a lo que contribuy claramente la estructura de la sala que permita una distincin interna de los asistentes. Las familias ms adineradas se sentaban en los improvisados palcos, que probablemente estaban construidos con tablas como las dems secciones del saln; las familias de estratos medios se ubicaban en la luneta, y los pblicos populares, que se caracterizaban por iniciar las rechiflas y alborotos, vean las pelculas desde la galera.

    Imagen 16. Anuncio de la instalacin del primer saln de cine de

    Bucaramanga, publicado en del peridico El Obrero Moderno el 19 de abril de 1913. El saln estaba ubicado en la antigua carrera 12, actual carrera 17.

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    Igual que en el periodo errante, los comentarios de la prensa estaban orientados a sealar al cine como una distraccin civilizadora y culta, para la cual era preciso vigilar al heterogneo pblico, que abarcaba desde los distinguidos asistentes a las funciones dramticas o veladas literarias hasta los aficionados a la algaraba del toreo y el boxeo. Con frecuencia se pidi la presencia de la polica para las funciones de cine y se publicaron quejas sobre los gritos y burlas de los espectadores de la galera, asimismo se pretendi controlar la costumbre masculina de fumar durante las funciones y la indumentaria con que las mujeres asistan al cine, principalmente porque sus sombreros con estrambticos adornos obstruan la pantalla. Quince das despus del estreno del Saln Universal, el 17 de mayo, se lea en el peridico La Patria: En las ltimas funciones hemos observado ya mayor compostura de los asistentes a galera. Es un sntoma consolador. Nada ms mortificante para los espectadores cultos que aquel libre ejercicio del derecho al pataleo de que haba venido abusndose all.

    El primer saln de cine manej completamente el negocio de la exhibicin solo por dos meses, pues el 10 de julio un segundo saln de cine, el Teatro Path, abri sus puertas justo pasando la calle. La sala de proyecciones inaugurada por el santandereano Abraham Serrano C., estaba adornada con gallos de hierro que imitaban el logo de la compaa de los hermanos Path en Francia, adems tena cortinas y rejas que separaban las secciones del saln y, a diferencia del Saln Universal, sus palcos estaban bajo techo. Las pelculas que ofreca en sus funciones nocturnas eran frecuentemente realizaciones de la casa francesa de los Path y de italiana Ambrosio, cuyas remesas se embarcaban desde Francia, entrando al centro del pas por el ro Magdalena y posteriormente tomaban el afluente recorrido por la Compaa de Navegacin de Lebrija, con la cual Serrano tena un contrato establecido.53

    Los negocios de Serrano se ampliaron en el mes de agosto, cuando estableci con su hijo Ramn Serrano L. la sociedad

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    Abraham Serrano & Compaa, cuya finalidad era la exhibicin cinematogrfica en Bucaramanga y otros poblados de Santander, como Lebrija, Piedecuesta, Rionegro y San Gil.54

    Imagen 17. Publicidad del saln cinematogrfico Teatro Path publicada

    el 21 de febrero de 1914 en el peridico El Liberal. Se observa la figura del gallo que imitaba al logo oficial de la compaa francesa Path Frres.

    El Teatro Path present en la ciudad las actrices europeas ms populares del cine mudo, que haban empezado a conocerse en Italia como divas. La elegancia y distincin de las actrices, sus rostros plidos, sus peinados perfectos y su figura esbelta despertaron la admiracin de los bumangueses, quienes convirtieron la belleza femenina en una razn suficiente para asistir a las funciones nocturnas. Por su parte los galanes del cine quedaron escasamente reseados en la prensa, pues los comentarios realizados por los periodistas se limitaron a exaltar sus virtudes dramticas o la hilaridad de sus actuaciones. Del mismo modo que en la mayor parte del mundo, fueron Francesca Bertini y Max Linder dos de los actores ms aclamados en Bucaramanga.

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    Imagen 18. Cmico francs Max Linder [1883-1925]

    Siguiendo el modelo de los salones de cine de comienzos de siglo, el Teatro Path tena el teln ubicado en el centro de la sala, de esta manera se estableca una distincin socio econmica de los asistentes, marcada no slo por la separacin entre palcos, luneta y galera, sino adems porque solo una parte del pblico, pagando una tarifa ms elevada, poda quedar frente a la pantalla y disfrutar sin complicaciones de la pelcula; los otros, ubicados en la parte de atrs del teln, deban leer las leyendas de las pelculas en sentido contrario.55 Parte del pblico, todava analfabeta, se conform con ver las imgenes vivas de la pantalla, otros implementaron tcnicas ingeniosas como el uso de espejos, y algunos pocos se convirtieron en expertos lectores de las leyendas invertidas. El popular Saln Olympia de Bogot us esta misma forma de proyeccin y probablemente tambin el Saln Universal.

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    Fueron varias las medidas que Brocate, Otero y Serrano adoptaron en sus salones para aumentar el flujo de espectadores. La mejor publicidad fue la promesa de donar parte de lo recaudado en las taquillas para las obras de caridad de la ciudad. El despliegue del entretenimiento en nombre de la limosna fue tal que el peridico conservador El Pueblo escribi el 9 de agosto de 1913: es natural que estas empresas prosperen, porque su lema es: deleitar socorriendo. Los espectadores no dejaron escapar la oportunidad para exhibir pblicamente su alto sentido de la caridad, dar limosna era sinnimo de ser un buen cristiano, segn lo haba establecido el papa Len XIII en 1891 con la encclica Rerum Novarum:

    Lo que sobra, dadlo de limosna. No son stos, sin embargo, deberes de justicia, salvo en los casos de necesidad extrema, sino de la caridad cristiana, la cual, ciertamente, no hay derecho de exigirla por la ley. Pero antes que la ley y el juicio de los hombres estn la ley y el juicio de Cristo Dios, que de modos diversos y suavemente aconseja la prctica de dar: Es mejor dar que recibir, y que juzgar la caridad hecha o negada a los pobres como hecha o negada a l en persona: Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos mos ms pequeos, a m me lo hicisteis.

    La promesa de caridad evit que, durante los primeros aos, el cine, como haba pasado con el baile, fuera sealado como un instrumento peligroso a la sociedad. Pero, el tema de la limosna no fue el nico que motiv a los espectadores. El aumento de la aficin se debi especialmente a la diversidad de las cintas que eran de fcil comprensin para los pblicos sin alfabetizacin, quienes no podan acudir a los libros para conocer el mundo o a la prensa para enterarse de los acontecimientos mundiales. Las cintas argumentales tuvieron su xito en la adaptacin de las novelas ms famosas de la literatura mundial, en ellas encontraron historias aceptadas y conocidas que facilitaron la comprensin del cine mudo. En los salones de Bucaramanga se exhibieron las adaptaciones

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    de Los Miserables, Fausto, Quo Vadis, Romeo y Julieta, El Mercader de Venecia y Los Misterios de Pars. Por otra parte, entre las pelculas de corte documental fueron destacadas las dedicadas a la actualidad europea. Careciendo de otros medios de comunicacin como la radio, el cine form el vnculo, aunque fuera solo una ilusin, entre la ciudad enclavaba en la cordillera y los sucesos ms impactantes del continente europeo.

    Tras la apertura de los dos salones cinematogrficos, la ciudad empez una vida nocturna que no se nutra solo de las funciones de estreno o de las ocasionales visitas de los grupos teatrales; los clubes sociales y las tabernas del centro encendieron sus luces con mayor frecuencia y se convirtieron en espacios predilectos para departir tras los espectculos. En la crnica Alrededor del cine el periodista liberal que firmaba como Roberto Mirue, elogi al cine como punto de partida para conversar, una actividad bien valorada a comienzos del siglo:

    Es que l [el cine] -aparte de ser fuerza civilizadora- ofrece derivaciones que consuelan. Sale uno a la calle, por ejemplo, despus de ver unos cuantos metros de cinta, adormilado y [] Algn amigo invita a pasar el rato en Germania, en el Club del Comercio o en el de Santander. Dos o tres camaradas se agregan luego, empiezan los comentarios sabrosos sobre la cinta proyectada, sobre las noticias palpitantes, o, en ltimo caso, sobre la actitud de Uribe Uribe, de Herrera y de Concha. Una vez instalados alrededor de las mesitas, el mozo viene con la bandeja bruida, llena toda ella de sutiles melodas de cristal. Cada quien toma su copa, la apura lentamente entre frase y frase, suena el piano, y el saln se inunda de cromticos febriles, de notas de bambuco, de valses y de Caprichos.56

    El nuevo ambiente propiciado por el cine dio cabida tambin a las mujeres que, tradicionalmente recluidas a las ocupaciones del hogar, encontraron un entretenimiento que era hasta el momento aceptado como culto y moral. Segn escribi Mirue

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    en la crnica antes citada: El cinematgrafo, ah donde lo ve usted, lector amigo ser nada menos que el drama, la novela, el cuento y el peridico del porvenir. Un ejemplo de la creciente aficin al cine fueron los mandamientos que, al estilo de la religin cristiana, se publicados el 17 de septiembre de 1913 en el peridico El Liberal:

    Los Diez Mandamientos del Kinematgrafo

    Primero. Empieza el espectculo a la hora fijada en los programas.Segundo. Enfoca y proyecta bien.Tercero. Evita que titile. Esto es insoportable.Cuarto. No alargues los entreactos.Quinto. No exhibas cintas viejas, deterioradas o rotas.Sexto. No aburras al espectador con avisos extraos al Cine. Esto es un defecto atroz y te resta concurrencia.Sptimo. Ten buena orquesta.Octavo. No tengas al pblico hasta ms de las diez. El Cine es Cine.Noveno. Fjate en el gusto del pblico para que le des pelculas que no fastidien.Dcimo. No alces los precios, hazlos populares.

    Un devoto

    Tal vez los Mandamientos del Kinematgrafo fueron la primera provocacin directa para los miembros de la Iglesia Catlica. El cine se vali de su lenguaje universal para divulgar las diferencias culturales, entre ellas irrumpi una imagen femenina independiente y sensual que era aceptada en otros pases, pero que resultaba un desafo para la Colombia de la poca. La fama creciente del espectculo luminoso empez a cautivar al pblico que acostumbraba asistir a los rituales religiosos y con esta amenaza las posturas morales sobre la influencia del cinematgrafo empezaron a separarse. En un bando,

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    pregonando abiertamente la fatal influencia del cinematgrafo, se unieron los jerarcas catlicos y los conservadores radicales, quienes consideraban necesario defender la educacin de los nios y el pudor de las mujeres. En otro, el sector liberal y los negociantes del cine, quienes respondieron los primeros sealamientos con un toque de humor: S seores, son las siete y media de la noche y una multitud abigarrada se agolpa a las puertas del cine: aristcratas, demcratas, poetas, pobres, ricos, emboladoressolo faltan los curas. Esta frase publicada en el peridico La Juventud el 27 de diciembre de 1913 cambi de tono cuando los conservadores lograron sus primeras conquistas.

    Los contradictores del cine lograron la creacin oficial de la Junta de Censura en el ao de 1914, cuyo establecimiento se haba logrado ya en ciudades capitales como Bogot y Medelln. Es posible que el principal grupo de presin para el establecimiento de la junta fuera el de los representantes catlicos, pues estos eran los tutores oficiales de la educacin en todo el pas desde el periodo de la Regeneracin y tena entre sus funciones tradicionales la formacin moral de los feligreses, entre los que la mujer ocupaba un lugar central como trasmisora de los valores religiosos. Los peridicos conservadores se convirtieron desde entonces en la principal tribuna para objetar el contenido moral de las cintas, pues consideraban pernicioso que el cinematgrafo exhibiera robos, traiciones, pendencias, pualadas, asesinatos y amoros ante los pblico vulnerables. El 24 de enero de 1914, el reportero Oscar Rubio del peridico conservador El Pueblo, se refiri a la exhibicin de estos temas escabrosos en las funciones de cine:

    Todo eso lo vern no slo jvenes de uno y otro sexo, sino muchos nios y nias de pocos aos a quienes sus padres, sin duda engaados, haban conducido a los palcos, y que se emocionaban hondamente con lo exagerado y vivo de las escenas, al propio tiempo que reciban los perniciosos ejemplos de las pasiones desbordadas.

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    La condena como espectculo corruptor convirti al cine en una verdadera amenaza para los creyentes catlicos. El principal argumento de los sectores moralista fue la exhibicin de escenas libres que, a su juicio, exaltaban las pasiones carnales, infundan conductas criminales y mostraban historias de amor que, segn ellos, ofendan la moral del pblico formado por dignas seoras, candorosas seoritas, caballeros bien educados, jvenes y nios no pervertidos.57 Las acusaciones contra el cine llegaron todava ms lejos cuando empezaron a difundirse los supuestos efectos negativos que el cine tena sobre la salud, entre los que se incluyeron la prdida de la visin, el mutismo y la locura. El peridico conservador El Pueblo public el 9 de mayo de 1914: Ya los mdicos comienzan a tener casos de enfermos de Cinematgrafo. [] parece ser que los estragos que el cinematgrafo hace en el organismo, son atroces: hay personas que han perdido el uso de la palabra, se mueven de prisa y se creen viviendo en una pelcula permanente. A pesar de la autoridad moral que los jerarcas catlicos tenan sobre los pobladores, no fue tarea fcil rebatir el encanto de la pantalla grande. Los defensores del naciente arte promulgaron la libertad de decidir sobre su consumo cinematogrfico y lideraron la campaa de contra-censura. El primero en publicar sobre el tema fue el reportero de El Liberal Luis de Alba, quien el 23 de marzo de 1914 escribi:

    Los miembros de la Junta de Censura le han embestido al Cine de una manera brutal. Se le han ido encima. Lo han cogido en gavilla. Le han pegado araazos. Lo han dejado exnime, deformado, inconocible [sic].

    Hay que ver esa Junta, all en el Universal junto al aparato de Brokate o ms all, en el Path, en el seno de don Abraham.

    En cuanto el lienzo empieza a iluminarse, los miembros de la Junta se ponen serios, toman una actitud solemne, inquieta, resuelta, sumamente resuelta. Pasa, al azar, una mujer, una de esas lindas mujercitas del Cine, pasa sonriendo, con su corpio ondulante, con su falda apretadita, con todas esas cosas de las mujeres bonitas, y al verla pasar as, coqueta y desenfadada, los miembros de la Junta se paran, se paran de

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    un solo golpe. Se paran al tiempo. Oh! no...eso no! se ponen plidos, se vuelven locos. Les da una especie de delirium tremens. Pierden el seso. Les tiembla todo el maderamen. Se les agrandan los ojos, se les humedecen los labios, se les ponen fros los pies. Oh! Noeso no, eso es inmoral. Es inmoral!

    Si bien los opositores a la censura lograron demostrar que el cine contaba con amplia aceptacin social, la efectiva labor de los censores logr desequilibrar el negocio. Para mantenerse a flote, los salones debieron diversificar sus ofertas, incluyendo proyecciones de cine al aire libre y otras actividades como funciones de prestidigitacin o conferencias sobre temas variados. Finalmente, y en parte para recuperar el prestigio perdido por las campaas de censura, establecieron funciones infantiles. Pero estas medidas resultaron ineficaces ante los mecanismo utilizados por los conservadores para frenar las proyecciones del cine que calificaban de inmoral.

    La actitud de la Junta de Censura se enfil contra el Saln Universal de manera particular desde el 16 de mayo de 1914, cuando en el peridico El Liberal se public la lista de los hombres reconocidos en los crculos intelectuales y polticos que fueron designados para conformar la nueva junta. Figuraron en la lista Antonio Barrera, Enrique Lleras, Jos Antonio Escandn, Jos Mara Silva, Manuel Enrique Puyana, Eduardo Martnez Mutis, Emilio Pradilla, Luis Mara Rovira y el cronista Jaime Barrera Parra. El 27 de junio se public en El Liberal la columna Censurando la Censura, en la que se denunci la arremetida, sin causa justificada, que este grupo de censores emprendi contra el saln de Brocate:

    Muchos son los tropiezos que la Empresa del Kine Universal ha encontrado para la seleccin de los espectculos por lo que respecta a la actitud de la Junta de Censura y a la presin cada da ms fuerte que ha querido ejercer con la Empresa por la calidad de pelculas que sta debe exhibir.

    Crecido es ya el nmero de pelculas que la Junta no ha permitido poner en la tela, sin causa justificada, y sin que ella

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    constituyan un escndalo o una inmoralidad, nicos casos en que deben rechazarse.

    Hace apenas ocho das recibi la Empresa entre la remesa semanal que le llega de cintas, tres que por su argumento, por su construccin, por su personal y su presentacin, satisfacen plenamente, pero a uno de los miembros de la Honorable Junta de Censura dizque no le gustaron y sin ms ni ms fue rechazndolas.

    La denuncia mostr su veracidad en pocos das, cuando las presiones sobre el Saln Universal llevaron a su cierre definitivo. Lejos de iniciar un periodo de prosperidad para sus competidores, la suspensin de las funciones del Universal fue el comienzo de una larga crisis del cine en la ciudad. El Teatro Path, que se vio enfrentado a la tarea de cubrir la demanda de los espectadores, entr en un periodo de decadencia cuando la produccin cinematogrfica en Francia e Italia se afect de forma drstica con el desencadenamiento de la Primer Guerra Mundial [1914-1918]. La crisis oblig al Teatro Path a cerrar sus puertas de forma cada vez ms frecuente hasta que la situacin econmica se hizo insostenible. En abril de 1915 los encargados del juzgado municipal llegaron hasta las puertas del saln y embargaron los proyectores de cine, dejando a los socios arruinados, y sin ms posibilidad que la de comenzar un largo pleito de disolucin para acordar quin asumira las prdidas de la explotacin cinematogrfica.58

    El avance de la guerra sobre los pases europeos llev a la desestabilizacin de las relaciones econmicas en casi todo el mundo y con ello los costos de importe de casi todos los productos aumentaron considerablemente. El negocio del cine no fue la excepcin, la paulatina disminucin de las pelculas no pudo suplirse por la inexistencia de una industria cinematogrfica nacional y, como en otros sectores de la economa, en el cine las relaciones comerciales cambiaron de socio, enfocndose hacia Estados Unidos, donde el naciente imperio de Hollywood se preparaba para iluminar las pantallas del mundo entero.

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    Rotundos fracasos

    Los salones de cine se convirtieron en recuerdo para los bumangueses, pero la idea del mundo que se populariz a travs de la pantalla trastoc la visin parroquial de la pequea ciudad y dio paso a iniciativas delirantes como el Club Colombiano de Aviacin, un centro de reunin que se cre en 1915, cuando sus socios conocan los grandes aparatos solo mediante el poder de su imaginacin, de las fotografas extranjeras o del cine. Pelculas como Detrs de bastidores mostraron en la ciudad las mquinas gigantes que surcaban el cielo como movidas por un truco de magia, pero ningn bumangus haba visto un avin aterrizar en los llanos de la ciudad, ni haba escuchado la potencia de los motores que revolucionaron las rutas del mundo.59

    Detrs de Bastidores, de tema original, variado y correcto. Entre otras cosas permite admirar, de manera ms palpable y completa, el funcionamiento de los aeroplanos viendo repetidas veces, tan de cerca y tan detalladamente cmo es posible a lo vivo, cmo parten, cmo vuelan, cmo bajan esas admirables mquinas!!!60

    La historia del Club Colombiano de Aviacin se desconoce, pero su existencia parti de la ilusin de progreso y del nimo modernizante que imperaba por esos das en el pas entero. Este nimo, alimentado por las ilusiones del cinematgrafo, hizo que los espectadores sin rumbo empezaran a presionar para conseguir que las autoridades municipales invirtieran en la creacin de un teatro para la ciudad. La propuesta, que se hizo pblica en febrero de 1915, llev al establecimiento de la Compaa Annima del Teatro de Bucaramanga, cuyas funciones eran convenir el lugar y nombre para el edificio del teatro, y poner en venta las acciones con el fin de recaudar el capital necesario para construir el escenario. Pese a los esfuerzos adelantados y a la venta de algunas acciones, el proyecto nunca lleg a realizarse.

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    La iniciativa de la compaa presidida por Cristbal Uribe no era noved