Buena praxis y Rigurosidad científica

download Buena praxis y Rigurosidad científica

of 13

description

Buena praxis y Rigurosidad científica en el proceso psicodiagnóstico con técnicas proyectivas

Transcript of Buena praxis y Rigurosidad científica

Buena praxis y rigurosidad cientfica en el proceso psicodiagnstico

Reflexiones lgicas, metodolgicas y epistemolgicas para una buena praxis en Psicodiagnstico

Reflexiones lgicas, metodolgicas y epistemolgicas para una buena praxis en psicodiagnstico

Lic. Mariela S. Prez Lalli

Facultad de Psicologa. UNMDPRESUMEN: El presente trabajo tiene por objeto repensar los procedimientos de construccin de datos en el psicodiagnstico, atentos a la responsabilidad civil que rige sobre los profesionales de la psicologa, la cul evala una buena praxis desde los medios por sobre los resultados. Se cuestiona as la primaca del mtodo hipottico deductivo el cual, por definicin, permite justificar conclusiones pero es ineficaz al momento de generarlas. Se reflexiona acerca de la abduccin como eje inferencial dentro de la elaboracin de conclusiones diagnsticas. Se derivan algunas consecuencias metodolgicas que esta perspectiva epistemolgica y lgica supone para pensar el psicodiagnstico, resignificando conceptos como recurrencias, control de variables, observacin participante e indicador.

PALABRAS CLAVE: psicodiagnstico rigurosidad cientfica indicador abduccin

INTRODUCCINDe acuerdo a la responsabilidad civil que rige para los profesionales de la salud, se le puede exigir al profesional: diligencia, medios adecuados, pericia suficiente y conocimiento de la norma. No se le puede exigir: que el resultado sea bueno y satisfactorio siempre. El contrato del psiclogo es un contrato de medios, pero no de resultados garantizados.(...) (Hermosilla, 2001)

Pero qu implicancias tiene para el psiclogo, y especficamente para el psicodiagnosticador, esta regulacin que indica la responsabilidad de medios? Al contrario de lo que concluira una lectura apresurada, no se admiten menos obligaciones que si se le exigiesen resultados. Lo que se le demanda al psiclogo, ni ms ni menos, es que haya procedido correctamente (diligentemente, idneamente, etc.). En palabras simples: el psicodiagnosticador deber garantizar que sus conclusiones sean verosmiles y vlidas. Las mismas sern cualificadas como tal, si el proceso del cual son producto, ha sido desarrollado con los parmetros de rigurosidad cientfica. Es por esto que atender al desempeo para observar buena praxis, se refiere a deliberar acerca de los procesos por sobre los resultados.

As, se enfatiza la importancia de los procedimientos para arribar a un psicodiagnstico vlido, entendindose por tal no slo al acto tcnico apoyado en el uso de instrumentos confiables, sino fundamentalmente al proceso complejo integrado por una rigurosa y adecuada utilizacin, cuanto anlisis y posterior elaboracin de las conclusiones. A su vez, desde una perspectiva tica, el psicodiagnosticador debe poder rendir cuentas a s mismo acerca del modo y condiciones en los que gener sus hiptesis diagnsticas.

Estas afirmaciones pueden parecer un tanto obvias. Sin embargo, uno de los propsitos de este escrito, es dar cuenta de cmo algunos conceptos se han naturalizado al servicio de ciertas metodologas, que opacan justamente el proceso de construccin diagnstica. El fin que subyace a este trabajo, es repensar esas prescripciones tcnicas para un psicodiagnstico riguroso, a la luz una renovada perspectiva epistemolgica y metodolgica.

LO VERDADERO, LO VLIDO Y LO VEROSMILPor qu hablar no hablar de verdad?

Toda bsqueda de conocimiento tiene un a priori acerca de qu es el mundo, la realidad, cmo se puede acceder a ellos y qu es un sujeto cognoscente. Como tal es un supuesto previo, algo de lo que se parte para y tie toda posible investigacin y exploracin. Puede ser explicitado o no, puede el propio investigador ser consciente o no de l, pero siempre existe como premisa en todo momento.

Hablar de verdad por mucho tiempo implic la existencia de una idea en correspondencia con un objeto de la realidad. Esto ha dado lugar a la creencia de que es posible dictaminar una conclusin como verdadera independientemente del modo por medio del cual se haya arribado a la misma. Implcita en esta perspectiva se encuentra la idea de que, si no se cuenta con la necesidad de indicar el modo en que se llega a esta conclusin (o dicho de otra manera, dentro de qu sistema de reglas est inmerso quien enuncia) se est frente a la suposicin de una nica realidad externa e independiente de la mirada de los sujetos.

No es esa la cosmovisin que atraviesa estas reflexiones, aunque tampoco se plantea un relativismo absoluto. Coherente a esta lnea de pensamiento se despliega la consideracin que toma a lo VERDADERO como un enunciado que se corresponde con una realidad, entendida sta en trminos de construccin intersubjetiva entrelazada, generada y regulada por ciertas reglas estatuidas por la comunidad disciplinaria. Desde esta perspectiva la verdad no es obvia en s misma ya que siempre estar en funcin al modo en que se ha producido ese conocimiento y el dominio de validez normativo en el cual se haya enunciado. En este punto la objetividad slo existira como intersubjetividad, como posibilidad dialgica entre sujetos que comparten un mismo cdigo. En palabras de la Profesora Etel Kacero (2008)

(...)lo verdadero es tal en el interior de un universo de posibilidades previamente constituido y relativo a una poca y a un paradigma que establece ciertas condiciones para que algo sea considerado vlido. Esa verdad puede ser distinta bajo otras condiciones. Para decirlo desde la Fsica que est constituida por leyes muy estrictas: la teora de la gravedad es absolutamente verdadera, pero no se cumple en el espacio que transitan los astronautas

De este modo, la nica manera de poder poner en cuestin el carcter de verdad de una afirmacin sera comenzar por explicitar los procesos de construccin de ese conocimiento a los otros que comparten tambin esa realidad.

Conceptualizando entonces esta idea, se explicita la Tesis Ternarista enseada por el Dr. Samaja (2000), siendo un aporte que supera los reduccionismos empirismo y apriorismoToda labor cientfica comienza siempre con una tarea: la construccin de un Objeto Modelo que reduce la complejidad del universo de co-variaciones posibles, sin perder demasiada informacin relevante sobre las interacciones.

El proceso de modelizacin consiste en la construccin del intermediario, entre la teora y la realidad captada desde la prctica espontnea. Se puede describir como el proceso por el cual se especifican los procedimientos o acuerdos, por los que se re-definirn los hechos, los elementos de la realidad, para transformarlos en datos asimilables a una cierta Teora (Pozzi, R. y otros 2007)

Hechas estas aclaraciones, an considerando la definicin de verdad ligada a la complejidad y relativa a una construccin histrica y social, se enfatiza la esencia intersubjetiva de la misma. Por su partes se sostiene la obligacin por parte del profesional de buscar constantemente la verosimilitud en el proceso psicodiagnstico, entendiendo por tal a la credibilidad en relacin a la red de relaciones en la que estamos insertos, tanto la persona a la que pretendemos conocer como a nosotros mismos(Kacero, E. 2000)

En cuanto al tema de la validez la disquisicin conceptual se complejiza. Sin embargo, sintetizando, una hiptesis ser vlida cuando sea producto de un mtodo vlido.

Al respecto, Maldavsky (2001) manifiesta Es vlido todo mtodo que detecte lo que se pretende investigar.

Los instrumentos psicomtricos y proyectivos estn preparados para detectar aspectos de la dinmica y estructura de la personalidad. Sin embargo no muestran inmediatamente las caractersticas del sujeto. Las conclusiones diagnsticas no son afirmaciones irrefutables que han sido reveladas a travs del proceso de exploracin y evaluacin psicolgica. Son elaboraciones del profesional que han sido construidas con el uso de tcnicas y por medio de un complejo proceso inferencial que ha tenido en cuenta constelaciones de observables iluminados con la teora y la experiencia de quien los piensa.

Es por eso que a una hiptesis no puede adjudicrsele verdad, pero s puede pretenderse de ella verosimilitud y validez, es decir que se haya constituido como producto y elaboracin de un proceso riguroso. Y es este ltimo sobre el cual deben recaer las miradas al momento de estimar la buena praxis en psicodiagnstico.

ACERCA DE LAS CONSECUENCIAS METODOLGICAS DERIVADAS DE TAL POSICIN EPISTEMOLGICA EN PSICODIAGNSTICOLa postura epistemolgica explicitada tiene, por supuesto, sus consecuencias en los niveles metodolgico y lgicos.

La idea del mtodo hipottico deductivo como eje del psicodiagnstico entra en cuestin. Teniendo como horizonte la rigurosidad de sus procedimientos, el psiclogo debe atender tanto los procesos por medio de los cuales arriba a las hiptesis como a los que utiliza para su justificacin.

Se ha enfatizado ya previamente (Pozzi, R. y otros 2007) la idea de que la construccin de hiptesis diagnsticas sigue el razonamiento abductivo (contexto de descubrimiento) y es la argumentacin, una vez que se poseen las hiptesis, la que se rige por la inferencia deductiva (contexto de justificacin). Esta reflexin pareciera simplemente producto de cierta agudeza en la mirada lgica. Sin embargo sus consecuencias en la praxis del psicodiagnosticador son de gran magnitud.

Qu implica pensar al psicodiagnstico desde el mtodo hipottico deductivo excluyentemente? Simplemente que ante una hiptesis obtenida (a partir de un don en el ojo clnico personal del psiclogo? por azar?, etc.) se derivan consecuencias observacionales. Las mismas deberan encontrarse en el material recogido a lo largo del proceso, si la hiptesis previa fuese verdadera. Si no aparecieran, se descartara (falsacin) tal hiptesis y en caso contrario se corroborara. Ese es el procedimiento deductivo.

A su vez se derivan de este mtodo ciertas prescripciones tcnicas coherentes al mismo: para alcanzar conclusiones vlidas, el psicodiagnosticador debe observar recurrencias en el material. Esta valiosa indicacin fue justificada desde la insistencia de la evidencia (cuanto ms resista a la falsacin, ms fuerte ser la hiptesis). Se ha expresado frecuentemente desde la precaucin en los saltos inferenciales abruptos, sustentado en la posibilidad de que los observables derivados como necesarios para que una hiptesis sea correcta, pueden no ser suficientes. Sin embargo esta reflexin no dej de acentuar el cuantitativismo como nodo de la objetividad.

Se cometera una gran injusticia si no se recordara que grandes exponentes de este mtodo, producto de una mirada mucho ms realista sobre los procesos cognoscitivos, introdujeron una nocin esencial para pensar el rol del psiclogo en la exploracin diagnstica: la observacin participante. Lamentablemente el resultado de este reconocimiento fue transformar al psiclogo en una variable a controlar. De este modo alertaba el mtodo: El psiclogo influye en el campo, sepmoslo y controlemos su influencia tal y como se hace con las distintas variables intervinientes.

Por ltimo, como gran protagonista de los debates sobre rigurosidad cientfica en psicodiagnstico, se presenta a la estandarizacin de variables que advierte sobre el cuidado en la enunciacin de las consignas, el respeto por el tamao de hoja, extrema atencin para no inducir respuestas, etc. A pesar de las ventajas comparativas que han brindado estos recaudos al momento de aprovechar los estudios de casustica, sus bondades han sido menores que otro de sus impactos: el psiclogo tomaba estas precauciones y por ello, y slo por ello, crea que se encontraba frente a una situacin experimental (lase manipulacin y control riguroso de variables). De all el profesional se vea con el permiso de garantizar que aquello que le mostraba el sujeto era pura y exclusivamente producto de su personalidad. Quien evaluaba tena la certeza de haber alcanzado la confiabilidad en el proceso ya que, controlando variables y utilizando instrumentos validados, poda concluir verdades. Igualmente siempre se tena el recaudo de expresarse en condicional en la redaccin del informe, adscribiendo al principio gua fundamental de este mtodo: El conocimiento es conjetural ya que las hiptesis han mostrado su temple frente a los intentos de falsacin, pero no existe procedimiento que permita confirmacin.

De este modo, recurrencias, observacin participante, control de variables y el uso de instrumentos confiables que revelaba las caractersticas del entrevistado, aseguraban la validez del psicodiagnstico dentro del marco que daba el mtodo hipottico deductivo.

Sin embargo, estas exigencias tcnicas del psicodiagnstico como tales, opacan una realidad: por ms riguroso e insistente que sea el observable, por ms controlado en su propia proyeccin que se haya mantenido el psiclogo, por ms extrema obediencia a la estandarizacin, por ms confiabilidad demostrada que posean los test utilizados, estos datos no aparecen inmediatamente y de modo automtico derivan la conclusiones diagnsticas. Se ha borrado (naturalizado?) el proceso de construccin de las hiptesis.

No obstante, siempre hay un saber no sabido en la comunidad disciplinaria, ms all de lo conocido por cada uno de sus miembros. Ninguno de estos aspectos que hoy se someten a crtica en esta reflexin ha carecido de importancia. Coherente con la posicin epistemolgica explicitada, se considera que los saberes no se reemplazan, sino que se integran y superan en los nuevos desarrollos y quedan resignificados a la luz de tesis novedosas. Es irrefutable que estos conceptos son invaluables en el proceso psicodiagnstico desde la perspectiva de su rigurosidad, pero deben profundizarse y desarmarse para observar ciertos implcitos naturalizados que impiden pensar en las consecuencias que acarrean en la praxis.

As, no se trata de que la deduccin no tenga lugar en el psicodiagnstico. Se trata de decir cul es el la posicin que ocupa. Velado ha quedado el hecho de que para utilizar este modo inferencial, la hiptesis debe estar dada previamente. Ms adecuado sera hablar de su pertinencia en el momento de argumentar racionalmente las conclusiones. No se postula por supuesto una diferenciacin cronolgica entre descubrimiento y justificacin. Varios tipos de procesos inferenciales actan como un sistema en la generacin de conocimiento. No es tema de este escrito profundizar en cuestiones lgicas, slo advertir que el mtodo hipottico deductivo planteado en trminos de exclusividad, ha dejado a un lado justamente aquel aspecto fundamental de la reflexin, el que toma en cuenta la construccin del diagnstico. Al plantear una lgica abductiva en el proceso de elaboracin conjetural, se derivan consecuencias de enorme envergadura:

Las recurrencias reaparecen pero no como una expresin cuantitativa de insistencia de la evidencia, la cual ha permitido pensar que la cantidad de datos son suficientes para la elaboracin de hiptesis vlidas. Ahora surgen como derivacin de necesidad. En palabras simples, la abduccin, por su forma lgica, concluye probables. Esto imprime el argumento lgico a la importancia de la reiteracin del dato.

Sin embargo, no son slo estas las consecuencias del reconocimiento de la inferencia abductiva en la generacin de hiptesis. Este tipo de razonamiento plantea que ante cierta teora, y en presencia de ciertos rasgos, probablemente se est frente a un Caso de tal o cual estructura, personalidad, patologa, etc. Este procedimiento se realiza por una especie de comparacin entre un Caso Terico, abstracto y el Caso concreto. As, no slo ser necesario que, llammosle Pedro, presente ciertas caractersticas, sino que las mismas formen cierta configuracin en la relacin que establecen unas con otras. La abduccin exige en realidad que se realicen abducciones, que a partir de observar diferentes caractersticas del sujeto, y en funcin de cierta teora, se pueda decir que tales y cules atributos, y el modo en que se vinculan entre s, asemeja a Pedro al Caso terico. Demanda no slo presencia de indicios, sino relaciones y funciones especficas entre los mismos.

En cuanto al concepto de observacin participante, sin duda su postulacin ha sido un hito en el pensamiento metodolgico del psicodiagnstico en la medida en que ha reconocido la incidencia del psiclogo, con su ideologa, su historia, su formacin, su experiencia, en las resultantes del proceso. Pero semejante revelacin pierde consistencia cuando se cree que, porque se ha admitido la presencia de esta variable interviniente, se puede neutralizar su efecto tal y como se hace con la iluminacin del consultorio. Desde esta mirada asume el estatuto de ilusoria la idea de que es posible la anulacin de todo impacto de la subjetividad del psiclogo sea tanto en el momento de administracin como en el de generacin de hiptesis- por ms extremas que sean las precauciones que se tomen. Pero siendo as pareciera que la cuestin se adentra en una encerrona. Por una parte se dice que el psicodiagnosticador tiene efectos sobre el consultante y no puede hacerse nada al respecto, y por otra se enuncia la necesidad de dar cuenta de las caractersticas que ese sujeto presenta, de la manera ms objetiva posible. Es aqu donde se hace indispensable una distincin conceptual entre hiptesis presuntivas e hiptesis diagnsticas:

HIPTESIS PRESUNTIVAS, INFERENCIAS O CONJETURAS: pueden provenir de la intuicin, de la autoridad o saber de un otro (autor, profesor, supervisor, compaero, etc.), de una derivacin lgica a partir de lo cual esta idea nos parece razonable, etc. Pero para que se transformen en hiptesis de diagnstico deben ser contrastadas y validadas por las recurrencias y convergencias que nos aporte el material. A su vez tiene que ser articuladas con hiptesis tericas que nos permitan, no slo una descripcin del funcionamiento del aparato psquico, sino una comprensin de las leyes que presiden la relacin entre los distintos elementos. Las HIPTESIS DIAGNSTICAS: aquellas hiptesis que alguna vez fueron simple conjeturas (hiptesis presuntivas) y que si bien nunca van a transformarse en verdades absolutas, estn respaldadas por la evidencia emprica y la articulacin terica. (Pozzi y otros 2007)

De este modo, el momento ptimo para que el psiclogo objetivice sus conclusiones es el de la justificacin de sus hiptesis. Con esos fines el profesional le explica a otro (sea a quien demanda, a su paciente, a otro colega o a s mismo) las razones por las cuales ha arribado a tales conclusiones. Igualmente, lo sepa o no, constantemente en los intersticios de la construccin diagnstica, el psicodiagnosticador est contrastando intersubjetivamente sus presunciones.

Respecto a la estandarizacin de variables, muchas han sido las consecuencias que ha determinado la perspectiva experimental sobre esta indicacin tcnica. Si bien se rescat la importancia de regular las condiciones en la administracin de las tcnicas con el fin de la comparacin con otros sujetos, una descuidada interpretacin de esta prescripcin ha contribuido la creencia de que se controlan algunas variables y se miden otras. A simple vista no parecera haber punto de discusin alguno. Sin embargo entra a jugar un papel de enorme relevancia la nocin de INDICADOR. Sin profundizar en el enorme impacto que este concepto ha tenido y tiene para toda la investigacin en general, es indispensable rescatar el deslizamiento (ingenuo?) que se realiza cuando, por ejemplo, el Coeficiente Intelectual no es un nmero que estima una dimensin de la inteligencia, a travs de un procedimiento que se ha consensuado vlido, sino que es el valor de la inteligencia misma. Slo se pretende esbozar esta lnea de reflexin planteando: el producto de los procedimientos administrados en condiciones de cierta regulacin, control y estandarizacin son valores de indicadores. Existen reglas tericas que indican cmo relacionar estos valores con las variables que realmente se quieren estimar, mas a las que no se puede acceder directamente. Pero estos valores no son en s mismo la variable. Dejamos a la reflexin del lector los fines ideolgicos a los que este opacamiento ha podido servir.

Amplias son las implicancias de tales reflexiones. No se espera en este escrito cerrar conclusiones, sino abrir a un real debate con los colegas y con uno mismo acerca de la importancia de la claridad metodolgica y epistemolgica en cualquier proceso de construccin de conocimiento. Se intent contribuir a precisar ciertos ncleos problemticos en el debate con los profesionales del rea, abriendo a un intercambio que redunde en avance, integracin y enriquecimiento conceptual cuanto tcnico, de los procedimientos inherentes al proceso psicodiagnstico.

REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS Hermosilla, A.(2001) Mala Praxis en Psicologa. en Jornada organizada por la Federacin de Psiclogos de la Repblica Argentina en Bs.As., 7 de septiembre de

Kacero, E. (2008) Modos actuales de vigencia y prctica del psicodiagnstico en Conferencia Inaugural del curso de Especializacin. Rosario

Kacero, E. (2001) en IV Congreso Nacional de Psicodiagnostico, IX Jornadas Nacionales de ADEIP, Salta, La funcin integradora del psicodiagnstico. Diagnostico del psicodiagnostico Maldavsky, D. (2001) Investigaciones en Procesos Psicoanalticos Buenos Aires, Ed. Nueva Visin Pozzi, R, Ambrosi, A. Iguacel, G. Prez Lalli, M. (2007) Fundamentos epistemolgicos, metodolgicos y lgicos para pensar el Psicodiagnstico Material de circulacin internA de la Ctedra Instrumentos de Exploracin Psicolgica II. Facultad de Psicologa. Universidad Nacional de Mar del Plata Pozzi, R. Ambrosi, A. Prez Lalli, M. (2007) Rigurosidad cientfica y Proceso psicodiagnstico Material de circulacin interno de la Ctedra Instrumentos de Exploracin Psicolgica II. Facultad de Psicologa. Universidad Nacional de Mar del Plata

Samaja, J. (1994) El papel de la hiptesis y de las formas de inferencia en el trabajo cientfico. Semitica de la Ciencia. Libro indito

Samaja, J.(2000) Para una mirada panormica del proceso de Investigacin. Buenos Aires, Ed Mimeo.

An teniendo en cuenta una concepcin de Verdad como la anteriormente expuesta que la entiende como construccin intersubjetiva atravesada por una poca. Al adjudicar esta cualidad a un enunciado, se naturaliza el mismo en funcin del elevado nivel de certeza que adquiere para ese conjunto de sujetos (comunidad-disciplina-etc.). La hiptesis no asume nunca la cualidad de verdad porque por definicin es probable, aunque s es cierto que lo es en distintos grados.

Caso se utiliza para respetar la nomenclatura que propone el Dr. Samaja para nombrar la conclusin en la inferencia abductiva. Abduccin: Regla + rasgo --- Caso. En la deduccin y en la Induccin, el Caso forma parte de las premisas.(Samaja, J. 1994).

PAGE 1Lic. Mariela Prez Lalli./ Congreso ADEIP. La Plata 2008