Buena Salud Octubre

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Medicina, Vida y Bienestar Revista Informativa oficial del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica Año II • Volumen XVII • Octubre 2010 Dr. José Mainieri Hidalgo De armas tomar PP-475 Salud y Seguridad Laboral Desafíos para los próximos años Ética de los deportes de contacto Síndrome de burn out en médicos Nueva lista de enfermedades profesionales

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Revista oficial del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica

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Medicina, Vida y BienestarRevista Informativa oficial del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica

Año II • Volumen XVII • Octubre 2010

Dr. José Mainieri HidalgoDe armas tomarPP

-475

Salud y Seguridad Laboral Desafíos para los próximos años

Ética de los deportes de

contacto

Síndrome de burn out en

médicos

Nueva lista de enfermedades profesionales

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Los cursos virtuales ya están en línea

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4 Octubre 2010

44Más allá de la Medicina• Gregorio José

Ramírez Castro

Indice

Junta de GobiernoCorreo electrónico: [email protected]

Presidente: Dr. Roulan Jiménez Chavarría

Vicepresidente: Dr. Juan José Solis Vargas

Secretaria: Dra. Julia Fernández Monge

Tesorero: Dr. Roy Ledezma Ramírez

Fiscal: Dr. Marino Ramírez Carranza

Vocal I: Dr. Christian Ramírez Chacón

Vocal II: Dr. Manuel Vindas Montero

Gerente Médico Dr. Oscar Ricardo Fallas Camacho

Dirección Académica Dra. Daisy Corrales Díaz, MSc

Publicación informativa oficial del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica

Teléfono: 506 + 22 10 22 00www.medicos.cr

Dirección General Dra. Daisy Corrales Díaz, MSc

Edición y producción General Altea Comunicación [email protected]

Publicidad Mariana Castro Borbón [email protected] 506+ 22 10 22 74 Celular: 506+ 88 32 91 54 Virya Castro Contreras [email protected] 506 + 22 10 22 73

Buena Salud es una publicación informativa oficial del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica. Se prohíbe la reproducción total o parcial sin la autorización expresa de su Directora.

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Medicina, Vida y Bienestar

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Editorial• Enfermedades

laborales8

De la Dirección• Médicina del Trabajo

Un campo médico en evolución

Desde el Tribunal• Consentimiento

Informado

En Regla • Ética de los

deportes de contacto

14Mitos y Realidades• De las enfermedades en el trabajo

Gran Reportaje• Salud y Seguridad Laboral

Desafío para los próximos años

Al Instante• Mala práctica

médica• Nueva lista de

enfermedades profesionales

• Síndrome de burnout en médicos

Buena Salud• Síndrome del

túnel carpal

Desde el Colegio• Capacitación

continua

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6 Octubre 2010

Editorial

Para catalogar un mal como enfermedad la-boral, es necesario que existan elementos bá-

sicos que lo diferencien de una enfermedad común, como por ejemplo:

1. un agente causal en el am-biente o condiciones espe-ciales del trabajo, potencial-mente lesivos para la salud, ya sean físicos, químicos o biológicos, o también gene-radores de sobrecarga física para el trabajador expuesto;

2. demostrar que como conse-cuencia del contacto entre el trabajador y el agente se posibilita la gestación de un daño en la salud;

3. demostrar con pruebas clí-nicas la existencia de un vínculo inexcusable entre la enfermedad y la presencia en el trabajo de los agen-tes causales, aunque no se haya originado todavía una incapacidad; esto debido a

que el concepto se funda-menta en que el derecho a tutelar es la salud del traba-jador, por lo que se apunta a la prevención más que al resarcimiento económico del daño generado.

En Costa Rica, desde 1926, am-parado por la Ley N° 53 sobre Accidentes de Trabajo, el Insti-tuto Nacional de Seguros abrió las puertas del Departamento Obrero, hoy Departamento de Riesgos del Trabajo, encargado de administrar esta ley.

En 1982, la Asamblea Legisla-tiva aprobó la Ley 6727, que modifica el actual Título IV del Código de Trabajo, que integra lo siguiente:

• se amplía el concepto de Riesgos del Trabajo (artícu-lo 195);

• el seguro de Riesgos del Trabajo se declara obliga-torio, universal y forzoso (artículo 201);

• aparece el concepto de Sa-lud Ocupacional, ligado a promover y mantener el más alto nivel de bienestar físico, mental y social del trabaja-dor (artículo 273);

• en consonancia con la Constitución Política de Costa Rica (artículo 66), se asigna un conjunto de res-ponsabilidades al patrono, respecto al seguro, al riesgo y la prevención (artículos 214, 215 y 284);

• al trabajador se le otorga beneficios (artículos 218 y 221) pero también obliga-ciones, según lo establecen los artículos 285 y 286 del citado código.

Existe una gran cantidad de males relacionados directa-mente con el trabajo; los diez más frecuentes y que suelen provocar el mayor ausentismo laboral son los siguientes:

1. Estrés: considerado por la

Dr. Roulan Jiménez ChavarríaMédico cirujanoPresidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica

Una enfermedad laboral es aquella producida a consecuencia de las condiciones de trabajo, o adquirida por un trabajador en su puesto de labores; la especialidad médica dedicada a su prevención y tratamiento es la Medicina del Trabajo, y se enfoca en la curación y rehabilitación de los trabajadores afectados.

Enfermedades laborales

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7Octubre 2010

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

Organización Mundial de la Salud (OMS) como la pri-mera causa de ausentismo laboral y disminución de la productividad.

1. Fatiga visual: causada por la continua lectura de docu-mentos y exposición a los computadores sin protec-tores visuales o con bajos niveles de iluminación.

2. Dolor de espalda: provocado por una mala posición al estar sentado, llegando a afectar el estado de la espalda provo-cando dolor en los hombros, el cuello y la cintura.

3. El síndrome de la fatiga crónica: mal que puede disminuir hasta en un 50% la productividad de las per-sonas. Se caracteriza por cansancio o agotamiento prolongado que no se ali-via con el descanso. Los principales síntomas son: pereza, insomnio, molestia muscular, fiebre.

4. Síndrome del túnel car-piano: es causado por la flexión reiterada de la mu-ñeca, lo que produce pérdi-da de fuerza en las manos. Generalmente está asocia-do al uso prolongado del computador.

5. Problemas gástricos: como el colon irritable y la gastritis; generalmente es provocado por desórdenes alimenticios en la oficina, así como a la presión y el aumento de las preocupa-ciones.

6. Obesidad: ocasionado por las largas horas en que los empleados pasan sentados en sus escritorios, la falta de ejercicio y la mala ali-mentación.

7. Lipoatrofia semicircular: es un trastorno de la grasa subcutánea ocasionado por la baja humedad, un campo magnético concentrado, ex-ceso de aparatos electróni-

cos y nuevas tecnologías, y posibles deficiencias en el mobiliario.

8. Trastornos de trauma acu-mulativo: trastornos de los músculos, tendones y ner-vios, causados por los tra-bajos repetitivos y de poca dinámica.

9. Gripe: ocasionada princi-palmente por los espacios reducidos en la oficina; es uno de los males laborales más comunes.

Otros de los problemas que suelen presentarse son: tendi-nitis, lumbalgias, enfermedad degenerativa del disco cervi-cal, síndrome de pinzamiento del hombro, síndrome de la salida torácica y epicondilitis humeral lateral, solo por men-cionar algunos de los más de trescientos mil problemas de salud relacionados con el tra-bajo que se ha identificado en la actualidad alrededor del mundo.

Ciertamente, el estrés puede ser lo que nos conduzca a la mayoría de nuestros proble-mas laborales, ya que forma parte de nuestra vida diaria; eso implica una urgente ne-cesidad de modificar nuestros hábitos de tal manera que nos permita reducir los problemas de salud; tomar descansos adecuados con tiempos de sueño de entre seis y ocho horas diarias, delegar tareas, priorizar las actividades y evi-tar generar más ansiedad de la necesaria tomando decisiones efectivas y rápidas.

Todo trabajo genera riesgos en mayor o menor grado, cual-quiera puede sufrir un acci-dente con su mismo lápiz o el papel que utiliza en su oficina; lo importante es tener concien-cia de ello y tomar las medidas preventivas del caso, las cua-les van a variar con el tipo de trabajo y por supuesto con el nivel de riesgo al que esté ex-puesto.

Ciertamente, el estrés puede ser lo que nos conduzca a la mayoría de nuestros problemas laborales, ya que forma parte de nuestra vida diaria; eso implica una urgente necesidad de modificar nuestros hábitos de tal manera que nos permita reducir los problemas de salud; tomar descansos adecuados con tiempos de sueño de entre seis y ocho horas diarias, delegar tareas, priorizar las actividades y evitar generar más ansiedad de la necesaria tomando decisiones efectivas y rápidas.

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8 Octubre 2010

De la Dirección

Este fortalecimiento del ejercicio médico debe abordarse en varios escenarios

que abarquen desde la formación de pregrado en Medicina, hasta la actuali-zación continua, tanto de los médicos en el ejercicio general, como en el campo especializado de la medici-na del trabajo.

En un estudio realizado por Francisco Raúl Román Sánchez y sus colegas, sobre la enseñanza de me-dicina del trabajo, se hace una serie de recomenda-ciones fundamentadas en sus hallazgos que nos han servido como orientadoras en la Dirección Académica para la realización de un diagnóstico como insumo

para el Programa de Edu-cación Médica Continua, y que pronto les estaremos comentando a fin de que los resultados sirvan ade-más a otras instancias. Los siguientes son los as-pectos considerados:

1. La medicina del trabajo debe estar considerada en todos los programas de estudio de la carrera de Medicina;

2. al menos debe propor-cionarse un curso se-mestral con ocho horas por semana;

3. promover estrategias de aprendizaje que re-lacionen la teoría con la práctica, como la realización obligatoria

de visitas a centros de trabajo;

4. impulsar la rotación por servicios de MT durante los ciclos académicos;

5. promover el servicio so-cial en empresas;

6. vigilar porque el perfil del personal académico ten-ga la capacidad de ele-var la calidad educativa.

A la fecha, el Colegio de Mé-dicos y Cirujanos cuenta con 149 especialistas inscritos, 61 hombres y 88 mujeres. En cuanto a la nacionalidad, el grupo esta conformado por 131 costarricenses y 18 extranjeros. En el análisis de las entidades formadoras de médicos especialistas en me-

Medicina del Trabajo

Un campo médico en evolución

Dra. Daisy Corrales Díaz, MscDirectora Académica del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica

La presente edición de la Revista Buena Salud, Medicina, Vida y Bienestar, tiene como objetivo promover un espacio de reflexión sobre la importancia de fortalecer en el ejercicio médico el conocimiento sobre los factores de riesgo en salud laboral, que faciliten la atención de los pacientes que conforman la población trabajadora con un abordaje integral y con un interés particular en analizar, atender y promover mejoras en los campos laborales en que nos desempeñamos los profesionales en medicina.

Page 9: Buena Salud Octubre

dicina del trabajo, se destaca la Universidad de Ciencias Médicas con noventa y nue-ve especialistas inscritos, se-guida por la Universidad Au-tónoma de Centroamérica y la Universidad de Costa Rica con siete y tres respectiva-mente. El resto proviene de diversas instancias extranje-ras. La distribución por cen-tros de trabajo abarca una diversidad patronal en la que destacan el Instituto Nacional de Seguros y la Caja Costa-rricense de Seguro Social.

El grupo de especialistas de medicina del trabajo tiene el potencial de coadyuvar con el Colegio de Médicos y otras entidades gremiales para la realización de propuestas de mejoramiento en las condi-ciones de trabajo del médico frente a los factores de riesgo presentes en su desempeño y que se mencionan en el contexto de nuestra sección Gran Reportaje de la presen-te edición.

Conforme el país avanza ha-cia un modelo de desarrollo que promueve el trabajo dig-no y la salud, estimulando el desarrollo de las capacidades y potencialidades humanas y protegiendo el ambiente en forma integral para las futu-ras generaciones, se hace indispensable nuestra activa participación en el campo de la medicina del trabajo, ha-ciendo las previsiones para evitar los riesgos epidémicos que se visualizan en nuestro entorno laboral.

Fuente consultada:Roman Sánchez, F.R. y col. Ense-ñanza de medicina del trabajo en el pregrado de las escuelas de medi-cina en México. Salud Pública de México. 2009: 51 (2).

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

9Octubre 2010

La medicina del trabajo debe estar considerada en todos los programas de estudio de la carrera de Medicina; al menos debe proporcionarse un

curso semestral con ocho horas por semana.

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Desde el Tribunal

El consentimiento informado es un requisito de carácter legal en el que un médico o investigador informa a un paciente o a un sujeto normal sobre el tratamiento o la investigación a que va a ser expuesto, y los posibles resultados o consecuencias.

Colaborador Dr. Francisco J. Bermúdez CorderoTribunal de Ética Médica

10 Octubre 2010

Requisito legal de gran valía

Consentimientoinformado

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Por un error involuntario se consignó mal el au-tor del artículo en la Sección Desde el Tribunal edición Setiembre. El autor es el Dr. José Alber-to Donato Jiménez.

El paciente firma un acuerdo indicando que ha recibido información adecuada, que la ha comprendido y que acepta el tratamien-to, la intervención quirúrgica o el protocolo

de investigación. Sin el consentimiento informado, el médico o investigador estaría violando los dere-chos del paciente, aunque el tratamiento haya sido apropiado y exitoso.

El concepto de consentimiento informado no es nuevo; Platón ya había mencionado su importan-cia. El primer caso legal registrado en que se des-tacó la importancia de este concepto tuvo lugar en Inglaterra en 1767.

Determinar si un adulto es incompetente para to-mar decisiones sobre su tratamiento es un asunto legal y a veces complejo que puede no correspon-der a los deseos o los mejores intereses del pa-ciente. Los familiares suelen ser nombrados como apoderados por el paciente, y si éste formalmente designa un apoderado, esa persona tiene autori-dad para tomar decisiones.

Usualmente el médico puede decidir sobre la ca-pacidad intelectual del paciente para comprender el proceso. La incompetencia para una decisión médica no implica que el paciente sea incompe-tente para tomar otro tipo de decisiones.

A continuación, se transcribe artículos del Código de Ética Médica del Colegio de Médicos y Ciruja-nos de Costa Rica vigente, publicado en La Gace-ta no. 130 del 7 de julio de 2009, que tienen rele-vancia sobre el tema que nos ocupa:

Artículo 35.—El médico debe respetar el derecho del paciente facultado mentalmente para decidir en forma libre sobre la ejecución de prácticas diag-nósticas o terapéuticas.

Artículo 37.—Con las excepciones que establece la Ley, el médico está obligado a informar a sus pacientes sobre el riesgo presente o eventual de cualquier medicamento, procedimiento médico o quirúrgico. No debe emprender ninguna acción sin el consentimiento del enfermo o de su repre-sentante legal si es menor de edad o está inca-pacitado jurídicamente, exceptuados los casos de absoluta imposibilidad o urgencia.

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

11Octubre 2010

Los tres requisitos fundamentales para un consentimiento informado son:

• información;• compresión;

• voluntad.

El obtener el consentimiento implica una obligación legal de informar a los pacientes sobre riesgos, beneficios y alternativas de un acto médico. El consentimiento informado no es un evento estático, sino que se desarrolla a lo largo del proceso de diagnóstico, tratamiento o investigación.

Los elementos fundamentales para informar al paciente son:

4. Riesgos de las alternativas

5. Beneficios asociados con las alternativas

6. Probables resultados de cada alternativa

1. Diagnóstico y pronóstico

2. Naturaleza de la intervención o tratamiento propuesto

3. Alternativas razonables

Fe de Erratas

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En Regla

Ética de los deportes de contacto

¿Qué pasa cuando el fin mismo de un deporte es causar daño en su oponente? ¿Hasta qué punto puede ser legal golpear, por encima del cuello, a su oponente? ¿Debe el Estado permitir e invertir fondos públicos en un deporte de alto riesgo que causa daño cerebral irreversible o hasta la muerte a sus practicantes?

Todos los deportes tienen reglas y fi-nes; el fin del jugador de fútbol es meter goles, el fin del boxeador es el knock out: causar que el oponente no

se levante dentro de un determinado tiempo después de haber sido golpeado.

El boxeo, como cualquier otro deporte, tiene reglas y riesgos. Por ejemplo, al igual que en otras disciplinas, no se permite el dopaje, ya que constituye un acto ilícito y vemos como

Colaborador Luis G. Jiménez Arias BioeticistaMiembro del Comité de Bioética delColegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica

12 Octubre 2010

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Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

mala tal práctica dentro de este deporte. Se afirma que un deportista que se dope es un mal ejemplo para los valores que nuestras sociedades quieren inculcar en los niños y adolescentes. ¿Pero qué pasa cuando el fin mismo de un deporte es causar daño en su oponente? ¿Hasta qué punto puede ser legal golpear, por encima del cuello, a su oponen-te? ¿Debe el Estado permitir e invertir fondos públicos en un deporte de alto riesgo que causa daño cerebral irreversible o hasta la muerte a sus practicantes?

Por sus virtudes y habilidades algunos de-portistas son admirados con exaltación, o en otras palabras, son ídolos y parecen ser tam-bién ejemplos a seguir, y son utilizados por las agencias de publicidad en las estrategias de mercadeo de los productos de sus clien-tes. Los boxeadores no son la excepción, ya que parecen ser en sí mismos un medio efec-tivo para inculcar valores éticos en la gente. El problema es que este deporte es uno de los más cuestionados éticamente, no por los vicios de sus practicantes, sino por el fin mismo del boxeo.

La sana afición a algún deporte es una forma de manejar el estrés y expresar las emocio-nes, y hasta puede unir a un determinado pueblo. Algunos deportes de contacto, tales como el Muay Thai, el kick boxing, algunas artes marciales y en especial el boxeo, así como otros deportes como el paracaidismo, representan altos riesgos para quienes los practican, al punto que no son cubiertos por la mayoría de las compañías aseguradoras, pero sí patrocinados con fondos públicos, y se han convertido en una gran industria de entretenimiento, siendo el estado de Nevada en Estados Unidos la meca del boxeo, con ciento trece eventos mensuales y siete muer-tes anuales.

Golpes que dañan

Los golpes recibidos durante la práctica del boxeo dañan los vasos sanguíneos, los nervios y el tejido cerebral; la hemorragia cerebral es la causa principal de muertes debidas al boxeo. Entre otros daños, se pue-de mencionar daños en ojos, oídos y nariz, incluyendo pérdida de visión y audición. Un informe reciente de la Academia Nacional de Neurosicología de Estados Unidos demostró que existe una correlación entre el número

de peleas y el desarrollo de enfermedades neurológicas, psiquiátricas, signos histopa-tológicos y los síntomas de la encefalopatía de los boxeadores. Adicionalmente, los efec-tos fatales superan significativamente a los de los demás deportes de amplia práctica.

Desde 1982, la Asociación Médica Británica, seguida por otra veintena de asociaciones médicas de los cinco continentes, se ha opuesto a la práctica del boxeo, tanto profe-sional como aficionada. En 2005 la Asocia-ción Médica Mundial recomendó la prohi-bición de este deporte porque su intención básica es producir “daño corporal en el opo-nente”. Noruega e Islandia están entre los países que prohíben la práctica del boxeo; otros países como Suecia, Reino Unido y Estados Unidos están intentando su prohibi-ción y se ha hecho un llamado para que se elimine este deporte de los juegos olímpicos.

Aunque podemos admirar virtudes como la dedicación, la perseverancia, el esfuerzo y la

templanza de nuestros boxeadores y boxea-doras, no hay forma ética de justificar el fin y la intención de la práctica de este deporte, pues viola los principios éticos de no malefi-cencia y respeto por el cuerpo humano, esto debido a que la agresión contra la corporei-dad es una agresión contra la persona mis-ma. Adicionalmente, el principio de precau-ción basado en la virtud de la prudencia no es tomado en cuenta, pues los cascos no prote-gen adecuadamente y los médicos al lado del ring no pueden evitar los daños causados.

Mientras no existan mecanismos de protec-ción efectivos que garanticen la protección facial y del tejido cerebral de los practicantes del boxeo, debe evaluarse su prohibición, comenzando de inmediato por la práctica en menores de edad. Asimismo, el Estado debe ser solidario en el mantenimiento y la asis-tencia médica de aquellos boxeadores que se han visto afectados por la permisibilidad de la ley y por el respaldo que el mismo Esta-do le ha dado a este deporte.

Los golpes recibidos durante la práctica del boxeo dañan los vasos sanguíneos, los nervios y el tejido cerebral; la hemorragia cerebral es la causa principal de muertes debidas al boxeo.

Entre otros daños, se puede mencionar daños en ojos, oídos y nariz, incluyendo pérdida de visión y audición.

La Academia Nacional de Neurosicología de Estados Unidos de-mostró que existe una correlación entre el número de peleas y el desarrollo de enfermedades neurológicas, psiquiátricas, signos histopatológicos y los síntomas de la encefalopatía de los boxea-dores.

Adicionalmente, los efectos fatales superan significativamente a los de los demás deportes de amplia práctica.

13Octubre 2010

Page 14: Buena Salud Octubre

Mitos y Realidades

De las enfermedades

en el trabajo

Año tras año, cerca de dos millones de hombres y mujeres pierden la vida como consecuencia de

accidentes y enfermedades relacionados con las actividades

laborales que realizan.

14 Octubre 2010

Colaboradores:Olga Umaña Durán, Directora del Consejo de Salud Ocupacional del Ministerio de Trabajo y Seguridad SocialDr. José Alberto Aguilar Sevilla,Especialista en Ortopedia y Traumatología

Irene Espinoza SolísPeriodista

Page 15: Buena Salud Octubre

Mito: Las jornadas laborales de más de 9 horas no constituyen un factor de riesgo de enfermedad.Realidad: las largas jornadas de trabajo propician altos gra-dos de estrés, decaimiento y pérdida de longevidad de los trabaja-dores, principalmente en labores pesadas o peligrosas. “Durante los años treinta, cuando se peleó por una jornada de ocho horas fue precisamente para mantener a los trabajadores saludables y alcanzar una mejor calidad de vida”, comentó Olga Umaña Durán, Directora del Consejo de Salud Ocupacional del Ministerio de Tra-bajo y Seguridad Social.

En criterio de la especialista, lo recomendable para tener una bue-na calidad de vida es dividir el día en tres tiempos: ocho horas de trabajo, ocho de recreación y ocho de descanso. Respetar las jor-nadas laborales, tanto diarias como semanales y anuales, mejora la productividad y disminuye los accidentes laborales.

“Los días de descanso y las vacaciones tiene el objetivo de que el colaborador se desprenda de las labores y recupere energías para volver con mejores condiciones de salud y lograr un mejor rendimiento en el trabajo”, aclaró Umaña.

15Octubre 2010

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

Así se desprende de los datos recopilados por la Organización Inter-nacional del Trabajo (OIT), en su informe titulado La seguridad en cifras: sugerencias para una cultura general en materia de seguri-dad en el trabajo, realizado en 2003.

Las cifras van en aumento, con una población trabajadora que crece y en muchos casos se deteriora ante condiciones de vida que aceleran, pertur-ban y obstaculizan un adecuado desarrollo económico, físico y emocional. Los seres humanos se enfrentan a un ritmo de vida acelerado que le quita años a su expectativa de vida.

Cada año, según un cálculo conservador de la OIT, existen cerca de 270 millones de accidentes de trabajo y 160 millones de enfermedades profe-sionales a nivel mundial. Todos estos incidentes constituyen un fenómeno social de gran impacto en la vida de las personas, debido a que afecta la estabilidad de las familias y las sociedades. La falta de reacción conlleva un importante costo humano, además de tener repercusiones económicas. Según Juan Somavia, Director General de la OIT, en el informe citado ante-riormente, es imposible que la base de una estrategia de desarrollo sosteni-ble sea un trabajo que socave la eficiencia económica y no tenga en cuenta la seguridad y la salud de los trabajadores.

Mitos relacionados

Page 16: Buena Salud Octubre

16 Octubre 2010

Mitos y Realidades

Mito: los males causados por rutinas y movimientos repetidos no se pueden prevenir.

Realidad: Cada trabajo tiene diferentes riesgos para cada lesión; algunas personas que digitan mucho pueden tener problemas del túnel carpal; quienes levantan y cargan objetos pesados presentan proble-mas de columna, y, solo por mencionar otro ejemplo, las personas que trabajan en limpieza de lugares públicos son propensos a desarrollar epicondilitis, debido al movimiento de rotación y al peso de los ganchos para limpiar el piso. Así lo señala el Dr.José Alberto Aguilar Sevilla, especialista en Ortopedia y Traumatología.

Para prevenir estos problemas, se debe tomar medidas específicas para cada uno; pero en general, la disminución de la carga laboral, adoptar posiciones adecuadas y disminuir el peso de las cargas, son aspectos a tomar en cuenta, tanto para la prevención, como para evitar que se conviertan en lesiones crónicas y de difícil manejo.

Otras recomendaciones:

• Descansar las manos después de usar el teclado durante mucho tiempo. Se recomienda estirar las manos cada 10 minutos.

• Estirarse y caminar cada 30 o 60 minutos.• Mantener la espalda y las muñecas en una postura neutral y cómo-

da cuando se está sentado, con las rodillas y los codos en ángulos rectos y la espalda lo más erguida posible.

• Organizar la estación de trabajo para tener fácil acceso a todo lo que necesita para trabajar.

• Utilizar un asiento de tamaño apropiado y que no comprima las rodillas.• Desplazar el ratón de la computadora con un movimiento desde el

antebrazo y no solo de la muñeca.

Mito: la organización de una empresa no incide en la salud de las personas.Realidad: En aquellas instituciones y empresas donde más se le exige a los trabajadores, es donde se debe tener planes de salud ocu-pacional más elaborados, con el fin de poder compensar el desgaste de los colaboradores. De esta forma, además, se evita enfermedades, mejoran las relaciones entre compañeros y se mejora la productividad.

Para Olga Umaña es indispensable que las organizaciones provean a sus empleados de infraestructura adecuada, materiales, equipo de protección y capacitación, e incluir en las estrategias de producción políticas para reducir accidentes.

Una mala organización causa estrés laboral y conlleva otros problemas de salud, que podrían estar ligados al mal uso de herramientas y ma-quinaria. “Con el fin de mejorar las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social está promoviendo en las empresas la implantación de programas de salud ocupacional bajo el pilar de que la salud de los trabajadores es una inversión y una obligación”, comentó Umaña.

Page 17: Buena Salud Octubre

Mito: los accidentes laborales no se pueden evitar.Realidad: la mayoría de muertes y accidentes relacionados con el trabajo podría prevenirse. Las lesiones causadas por accidentes pro-vocan la muerte sólo cuando coexisten simultáneamente una serie de factores causales, y ocupan el tercer lugar entre las principales causas de muerte en el trabajo. Según el tipo de labor desempeñada, se produ-cen de quinientas a dos mil lesiones menores por cada muerte, según el informe de la OIT titulado La seguridad en cifras: sugerencias para una cultura general en materia de seguridad en el trabajo realizado en 2003.

A diferencia de ciertas enfermedades relacionadas con el trabajo, que poseen una serie de factores causales difíciles de eliminar, como las susceptibilidades genéticas heredadas, los accidentes de trabajo son causados en su totalidad por factores evitables en el sitio de labores. Según Juan Somavia, Director General de la OIT en el informe citado anteriormente, esto ha quedado demostrado por la continua disminu-ción de la tasa de accidentes en los países industrializados. “Numerosas compañías y algunos gobiernos han incluso adoptado objetivos de acci-dentes cero, ya que prácticamente todos los accidentes pueden evitar-se mediante una serie de medidas ya conocidas. Si todos los Estados miembros de la OIT utilizaran las estrategias y prácticas de prevención de accidentes más adecuadas, ya elaboradas y a las que pueden acce-der fácilmente, podrían evitarse unas 300 000 muertes (sobre un total de 360 000) y 200 millones de accidentes (sobre 270 millones)”, agregó el Director General.

La OIT ha identificado los principales factores de riesgo de accidentes laborales que se puede prevenir:

• Falta de una política de seguridad y salud de la empresa o compa-ñía; estructura, mecanismos de colaboración entre trabajadores y empleadores y falta de un sistema de gestión de la seguridad y la salud.

• Escasa cultura en materia de seguridad.

• Falta de conocimiento, de soluciones disponibles, concienciación y centros de información.

• Inexistencia o mala calidad de las políticas estatales, inexistencia o deficiencia de los sistemas de observancia legal y asesoramiento; cooperación tripartita inexistente o deficiente.

• Falta de un sistema de compensación basado en incentivos (valo-ración de la experiencia).

• Sistemas de salud en el trabajo inexistentes o deficientes.• Falta de investigación y estadísticas adecuadas para el estableci-

miento de prioridades.• Falta de sistemas de formación y educación en todos los niveles.

Otras fuentes consultadas: • Oficina Internacional del Trabajo. La seguridad en cifras. Sugerencias para una cultura

general en materia de seguridad en el trabajo. Organización Internacional de Trabajo. Ginebra. 2003.

17Octubre 2010

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

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18 Octubre 2010

Gran Reportaje

Salud y seguridad laboral

Desafíos para los próximos añosEl nuevo rostro de los riesgos y enfermedades en el trabajo viene cargado de tecnología, de cambios vertiginosos y exigencias en el desempeño y la productividad, que están afectando cada vez más la calidad de vida del ser humano.

Colaboradores:Dra. Marta Eugenia Jiménez Campos,Especialista en Medicina del TrabajoPresidenta de la Asociación Costarricense de Medicina del Trabajowww.acomet.org

Ma. Martha Mesén C.Periodista

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Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

19Octubre 2010

Ahora no solo actividades como las agrícolas, de construcción o de mi-nería son riesgosas, sino que ade-más los climas organizacionales

nocivos, desfavorables en el manejo de relaciones afectivas, la competitividad y las exigencias laborales, pueden desenca-denar situaciones adversas en detrimento de la salud.

Así lo manifestó Seiji Machida, Director del Programa de la Organización Interna-cional del Trabajo (OIT) sobre Seguridad y Salud en el Trabajo y Medio Ambiente

(SafeWork) durante una entrevista realiza-da para OIT En Línea este año. Machida señala que un gran porcentaje de traba-jadores tiene dificultades para lidiar con las condiciones de la vida actual. Las exigencias, los hábitos y las condiciones socioeconómicas y culturales están sig-nificando un riesgo latente para muchas personas a nivel de salud mental.

Preocupada por esta situación, la OIT es-tableció una nueva lista que incluye, por primera vez, los trastornos mentales y del comportamiento, así como los desórde-nes psicológicos posteriores al trauma. Esto por cuanto han podido establecer, a través de evidencia científica, el vínculo existente entre estas manifestaciones y los factores de riesgo en los lugares de trabajo.

Según declaraciones de Machida, las exi-gencias del mundo moderno y la carga de trabajo cada vez más pesada, son algunos detonantes que requieren buscar un equi-librio a nivel laboral. Esto significa una cultura de salud y seguridad laboral no solo en función de ambientes de trabajo seguros, señalizados, con programas de gestión para evitar riesgos y accidentes; se debe contar además con diversas con-diciones que propicien la productividad, fomenten las buenas relaciones humanas y motiven a la persona a dar su mayor es-fuerzo.

Invertir en salud

“Es un conjunto de elementos”, menciona la Dra. Marta Jiménez Castillo, especialis-ta en Medicina del Trabajo y Presidenta de la Asociación Costarricense de Medicina del Trabajo. “Si miramos hacia nuestra región, específicamente Costa Rica, el avance ha sido poco, porque el industrial todavía no ha logrado captar que invertir en prevención y salud es invertir en varios elementos de tipo ambiental, que favore-cen las condiciones a nivel de trabajo y desempeño profesional”.

En su criterio, actualmente es difícil to-davía hacer entender al industrial o em-presario, quien se pregunta “¿por qué tengo que climatizar el lugar de trabajo?” No comprende que no se trata solamente

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de tener sillas o máquinas ergonómicas, sino que los trabajadores deben tener se-guridad, cierto espacio, normas, un clima confortable, sin ruido, horas dedicadas a salud ocupacional, tiempo para las briga-das de emergencia, etc. “Lo siguen viendo como un gasto y no como debería ser: una inversión”, apunta la especialista.

“Otro de los factores es el psicosocial, donde no hemos logrado avanzar nada; existe mayor presión, se genera ambien-tes muy cargados, y ahora que hay tanto call center hay mucho más fatiga, más síndrome de edificio enfermo y elementos que muchas veces no se valora”, indica la Dra. Jiménez Castillo.

Una de las principales trabas en suelo cos-tarricense, es que la ley no contempla el fac-tor psicosocial como riesgo laboral; aunque a nivel mundial se sabe de sus implicacio-nes, en el país no se tiene como tal. Si bien otros países han crecido en ese ámbito, en Centroamérica se ha avanzado poco.

De manera que, según la especialista, lo ideal sería reformar la legislación vigente en materia laboral.

¿Qué es lo que pasa? “Con el síndrome de edificio enfermo y el acoso laboral, entre otros, no se indica cómo proceder y solo se manifiesta en el sector público, porque en la empresa privada, con el primer sínto-ma viene el despido apunta la especialista en Medicina del Trabajo, quien trabaja en el Hospital del Instituto Nacional de Segu-ros-. Hubo un proyecto de ley, a inicios de la administración pasada, donde se plantea-ba mejorar la legislación laboral, porque la ley de riesgos del trabajo no se ha revisado desde 1974 y no incluye ni conoce los facto-res psicosociales. Mientras no se haga esa reforma, es muy difícil que las empresas co-miencen a decir: ‘vamos a cuidar a nuestros

trabajadores’. Hay empresas que sí tienen en su equipo psicólogos, terapia física y otros; pero no en todas”.

Si bien Costa Rica tiene firmado el convenio con la Organización Internacional de Trabajo, “no se ha hecho realidad aún”, afirma la Dra. Jiménez Castillo.

Cultura en salud y seguridad laboral

En palabras de Seiji Machida, con el adveni-miento de nuevas tecnologías, como la na-notecnología, los productos y organismos modificados genéticamente y otros insumos que podría desarrollarse, se ignora aún el im-pacto que puedan tener sobre la salud huma-na y el ambiente.

En un estudio citado por el especialista y rea-lizado en 2009 por la OIT, donde se incluye contribuciones de más de ciento veinte na-ciones, se muestra que algunos países están actualizando sus políticas y estrategias con el fin de adecuarlas a los riesgos aparejados a los tiempos modernos, como enfermeda-des relacionadas con el estrés o el sistema

Gran Reportaje

En palabras de la Dra. Marta Jiménez Castillo, presidenta de la Asociación Costarricen-se de Medicina del Trabajo, todavía cuesta encontrar médicos laborales dando consul-ta de medicina laboral para sus propios médicos o empleados.

“Ni nosotros mismos nos cuidamos; de hecho, se sigue viendo la misma tónica de los hospitales, la misma gente haciendo la misma cantidad de guardias; los servicios de emergencias y los de cuidados intensivos son un caos, y los empleados siguen tratándose igual; ahora aumentaron los años para pensionarnos y actualmente las exi-gencias en cuanto al manejo de pacientes son mayores que hace veinte años, porque hay traumas mayores, la severidad es mucho peor, y no se ve el otro apoyo: no se ve en ninguna de las instituciones que le brinden ayuda psicológica a alguien que le toca ver tres muertos cada noche en su guardia; ni a médicos, ni enfermería, ni personal de salud”.

¿Qué ocurre en el gremio?

“El deber de estar siempre a disposición hace que sea difícil alcanzar un equilibro saludable de la vida laboral”, señaló durante una entrevista en línea Seiji Machida, Director del Programa de la OIT sobre Seguridad y Salud en el Trabajo y Medio Ambiente (SafeWork).

20 Octubre 2010

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osteomuscular, entre otros. Pero todavía es necesario implementar un plan de acción donde se ratifique y se ponga en práctica lo establecido por la normativa internacional.

Para lograrlo, según la OIT, es fundamental la creación de una cultura de salud y seguridad e incluirla como agenda nacional.

No obstante, a pesar de estas recomenda-ciones señaladas por organismos interna-cionales, en el caso de Costa Rica, además de reformar la legislación vigente, es nece-sario contar con estadísticas diferenciadas entre accidentes y enfermedades laborales. “La falta de esta información es algo que nos perjudica, en el sentido de que no sa-bemos cuándo se trata de una enfermedad, que debe ser vista diferente al accidente; sa-bemos que se está dando como un 70% de accidentabilidad, pero ahí van incluidas en-fermedades que no podría decirse que son accidentes”, indica por su parte la Dra. Marta Jiménez Castillo.

“El INS tiene un 73% de cobertura de la po-blación económicamente activa; todavía queda un 27% sin cobertura, pero la acciden-tabilidad se ha mantenido”.

Lo que sucede, en criterio de la especialista, es que gracias a la influencia de empresas multinacionales que están por certificarse en normas de calidad como ISO 9000 y otras, se facilita un poco los programas de medicina en el trabajo o salud ocupacional.

A nivel nacional

De acuerdo con la Dra. Marta Jiménez Cas-tillo, las actividades de índole industrial son las que más han disminuido en cuanto a la siniestralidad de accidentes laborales, de-bido en gran parte a que las labores se han mecanizado, se ha industrializado la mano de obra y también porque hay más empresas extranjeras. Pero en el sector de la construc-ción y la agricultura las cifras siguen muy similares.

Y es que según la Dra. Sonia Román, en su artículo La seguridad y la salud en el sector agrícola, el convenio 184 y la recomendación 192 sobre este tema, fueron aprobados por la Conferencia Internacional del Trabajo en su 89ª Reunión en junio de 2001, y se dictó las

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

21Octubre 2010

• Existen riesgos biológicos: contamina-ción de uno con otro.

• Existen riesgos físicos: caídas, acciden-tes en el mismo lugar, condiciones no adecuadas para el medio y hospitales viejos que tienen infraestructura muy antigua, entre otros.

• Riesgos psicosociales: largas jornadas de trabajo, altos niveles de estrés, con muchos factores de dolor humano que se debe enfrentar, resolver y luego re-ponerse, así como fatiga física y mental.

• Riesgos químicos: exposición a me-dicamentos o gases. Tal es el caso de los anestesiólogos, que pasan largas horas en un congelador exponiéndose a gran cantidad de aerosoles. “En algún momento se ha vinculado a esos gases con la precipitación a adicciones en es-tos médicos”, indica la Dra. Marta Jimé-nez Castillo.

• Riesgos de movimientos repetitivos: algunas de las cirugías donde se debe estar durante horas en una misma po-sición. Un caso específico es el de los trasplantes, en los que se tarda entre doce y catorce horas, en salas de ope-raciones que no son ergonómicas, ni cómodas (a excepción tal vez de los hospitales nuevos).

• Infecciones desde las más simples has-ta más severas, como VIH o Hepatitis

B. Aquí se involucra lo que es el riesgo por objetos punzocortantes, que hace aproximadamente ocho años fue seña-lado por la Comisión del Sida; ésta co-misión exige que en casos como estos se debe recibir terapia triasociada; pero no en todas partes se da. La comisión exige que si hay un riesgo franco de que el paciente tenga VIH o sea altamente sospechoso, se debe hacer el examen al paciente y en menos de cuatro horas iniciar el retroviral; pero en los hospita-les de provincia esto no sucede, porque la receta la tiene que hacer un internista o un infectólogo, y tal vez no hay dis-ponible un especialista en este campo”.

• El II Encuentro Regional Latinoamerica-no y del Caribe sobre Salud y Seguridad para el Sector Salud, efectuado en abril de este año, señaló que la Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que el porcentaje de infecciones atribuidas a los riesgos laborales para la Hepatitis B (VHB), Hepatitis C (VHC) y el VIH, en-tre los trabajadores de salud es de 40%, 40% y 4% respectivamente.

• En 2007, esta organización reportó que anualmente dos millones de trabaja-dores del sector salud a nivel mundial, experimentan exposición percutánea a enfermedades infecciosas.

Fuente: Dra. Marta Jiménez Castillo, especialista en Medicina del Trabajo y Presidenta de la Asociación Costarricense de Medicina del Trabajo.

Riesgos para profesionales de la salud

“No todas las empresas tienen médicos especialistas, sino que tienen médicos de empresa y personeros de salud ocupacional; la idea es que vayan adquiriendo más médicos; y hay empresas grandes que tienen hasta enfermeras en Salud Ocupacional, que ya la Universidad de Costa Rica está graduando desde hace cinco años”, señala la Dra. Marta Jiménez Castillo, Presidenta de la Asociación Costarricense de Medicina del Trabajo.

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Octubre 201022

Gran Reportaje

directrices en materia de salud y seguridad agrícola. En lo que respecta a nuestro país, la legislación vigente ha contemplado muchas de esas disposiciones, pero la implementa-ción no ha sido efectiva.

La Dra. Román afirma que “conocer los riesgos de esta actividad en relación con el trabajo físico extenuante al aire libre o bajo techo, en zonas calientes o muy frías, trabajo osteomuscular, fijo, repetitivo con o sin ma-nipulación de cargas, trayectos peligrosos, maquinaria agrícola de alto riesgo, manipu-lación y transporte de sustancias peligrosas, así como los riesgos por agentes físicos, quí-micos, biológicos, ergonómicos y psicoso-ciales asociados a otros factores tales como nivel educacional, estado de salud física y mental, estilos de vida, hábitos, condiciones socioeconómicas y culturales”, forma parte de lo que implica este tipo de tareas.

La Dra. Román recalca que, según la OIT, gran parte de la fuerza laboral en el mundo se concentra en este tipo de actividades, y la relación con la pobreza lo coloca en una posición de gran vulnerabilidad.

En Costa Rica, el registro de los accidentes de trabajo y las intoxicaciones por plaguici-das son de notificación obligatoria, pero no ocurre lo mismo con respecto a las enferme-dades del trabajo.

La Dra. Marta Jiménez Castillo apunta que

“las intoxicaciones no se han incrementa-do, pero siguen vigentes, debido más que todo a las condiciones de trabajo; las bana-neras grandes son ejemplares, pero siguen teniendo las mismas condiciones, y con el bajonazo que ha tenido el producto, las condiciones de trabajo son las que menos se cuida. Entonces sigue habiendo caídas en los drenajes, heridas y golpes. El sector agrícola pequeño, cuando existe manejo de agroquímicos, no se cuida tanto por la idea de que son ‘pequeñitos’”.

En el INS, por ejemplo, se registra unos dos-cientos casos de consulta externa por mes; de esos doscientos, un 70% se debe a ries-gos del trabajo y 30% a accidentes de trán-sito. “Los números no han variado, lo que ha cambiado es la relación hombre-mujer, ya que ha subido mucho la proporción de muje-res”, indica la Dra. Jiménez Castillo.

Retos

“Uno de los principales retos es lograr que en todas las actividades económicas y en todas las empresas, exista un servicio de medicina de empresa o de trabajo o de sa-lud ocupacional; pero que tenga esa visión, donde se vea tanto el aspecto físico de la empresa, como el del recurso humano, y los aspectos psíquicos, psicosociales y de ambiente. Ese sería el gran sueño”, afirma la Dra. Jiménez Castillo.

“Otro punto sería mejorar la legislación, pero ante todo hacer mucha conciencia en los trabajadores, en las empresas y en nosotros mismos, como médicos”.

Medidas preventivas

Entre las medidas a tomar en cuenta, según el Departamento de Gestión Empresarial en Salud Ocupacional del Instituto Nacional de Seguros, la gestión preventiva debe incluir cinco elementos que deberán estar funcio-nando de manera permanente y consciente, los cuales son:

• Identificación de responsabilidades: sig-nifica que cada cargo que se desempeña en una empresa debe tener un nivel de responsabilidad, e incluir a todos los co-laboradores que forman parte de él, des-de el puesto más alto.

• Sistemas de información: para medir el grado de riesgo en una empresa u organi-zación, se debe llevar un reporte o regis-tro de accidentes y enfermedades. Esto permite analizar y profundizar en la cau-sa potenciadora que genera las lesiones y tomar medidas preventivas para evitar riesgos futuros.

• Investigación de accidente: se debe inda-gar e inspeccionar el hecho ocurrido; la idea no es buscar culpables, sino resolver fallas de tipo sistemático.

“Son demasiados los vacíos que existen;

para el empleador, el empleado es poco

valioso; la frase de que ‘el mayor tesoro de su empresa es el recurso humano’, se queda en

el papel, y en todos los sectores es igual”, señala la especialista

Jiménez Castillo.

Page 23: Buena Salud Octubre

Octubre 2010 23

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

• Inspección: lo que se busca es ubicar condiciones o prác-ticas que se pueda mejorar, así como el establecimiento de una normativa interna para evitar y anticiparse a riesgos fu-turos a partir del conocimiento y la experiencia previa de la empresa.

En criterio de la Dra. Jiménez Castillo, lo ideal, además de que exista un especialista en el tema con un departamento propio, es que se valore riesgos posibles a nivel laboral y anticiparse con una evaluación previa, por lo que deben existir estrategias para evacuar los posibles detonantes a tiempo.

De esta manera, se podrá establecer un equilibrio entre el factor humano y las condiciones de trabajo, que vaya en beneficio de la productividad y el mejoramiento de la calidad de vida.

Otras fuentes consultadas:

• Seiji Machida Director del Programa sobre Seguridad y Salud en el Trabajo y Medio Ambiente (SafeWork) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Consultado de: http://www.ilo.org/global/About_the_ILO/Media_and_pu-blic_information/Feature_stories/lang--es/WCMS_126393/index.htm

• Román, S. La seguridad y la salud en el sector agrícola. Boletín Preventico No. 31. 2010. Consultado de: www.portal.ins-cr.com/NR/rdonlyre/D40A-4DC6-D885-4709-A428-9FE1339EC521/2609/Preventico31.swf

• Tennassee, M. Informe del Plan Regional de Salud de los Trabajadores 2001-2008. Programa de Salud de los Trabajadores. Organización Pana-mericana de la Salud. Recuperado de: http://www.who.int/occupational_health/regions/en/oehamplanreg.pdf

• Vásquez Meoño, C. Medidas preventivas sector servicios. Departamento de Gestión Empresarial en Salud Ocupacional. Instituto Nacional de Seguros. Consultado de: http://www.portal.ins-cr.com/NR/rdonlyres/D40A4DC6-D885-4709-A428-9FE1339EC52/2228/Preventico28.swf

“En salud y seguridad laboral no estamos graves, pero sí en un riesgo potencial que no se ha logrado abarcar totalmente y puede desencadenarse en una enfermedad, como una de esas en que uno está expuesto a las condiciones de riesgo por mucho tiempo y los efectos se ven a largo plazo”. Dra. Marta Jiménez Castillo.

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Page 24: Buena Salud Octubre

En sus últimos estertores, el ago-nizante Sócrates le dijo a Critón, su discípulo:

-No olvidéis que le debemos un gallo a Esculapio, dios de la medicina.

Cercano a su muerte, el maestro le agra-decía el haber gozado de buena salud, y el sacrificio del gallo era la promesa que debía cumplir por su gratitud. A pesar de su delirio causado por la cicuta, se acuer-da de la paga que le debe al más excelso

médico, ejemplo de eficiencia y sabiduría. Portando la lámpara de Diógenes, el cíni-co y sabio buscó a ese médico filántropo, virtuoso y humilde.

Pero ya no somos dioses del Olimpo; hace tiempo nos bajaron de ese pedestal. Hoy hemos cambiado; somos proclives al error e incapaces de curar todo los males. La enfermedad sigue siendo una tortura y nos quita lo más valioso que tenemos: la salud. En ese momento, los enfermos nos consi-deran como seres diferentes, con faculta-

La relación médico paciente; binomio donde surge un

tremendo contrato y se ofrece cosas que a veces no se

puede cumplir. Una alianza con el que sufre: la seguridad

de aliviarlo o curarlo en la forma más inmediata.

24 Octubre 2010

Consideraciones importantes

Mala práctica médica

Al Instante

Page 25: Buena Salud Octubre

des y poderes que otros no tienen, sanadores que curan enfermos; pero ahí está la gran tra-gedia: somos humanos que nos equivocamos.

“Errare humanum est”.

La relación médico paciente, binomio donde sur-ge un tremendo contrato y se ofrece cosas que a veces no se puede cumplir. Una alianza con el que sufre: la seguridad de aliviarlo o curarlo en la forma más inmediata. Y la gran desilusión, cuan-do los tratamientos no son siempre efectivos. Queremos que el paciente se cure, pero esto no

siempre es posible; y nuestra respuesta es no hacer votos a lo imposible. Los éxitos médicos son admirados, casi divinizados; pero un mal re-sultado, significa la deshonra pública y el camino directo a los tribunales. Nos exigen hacer el bien y no hacer el mal, tareas delegadas únicamente a los dioses de la mitología. Podemos ser dili-gentes y actuar con gran conocimiento, pero ¡que desventura!, el paciente puede morir.

Los procesos judiciales, justos o injustos, du-ran años, con grandes perjuicios para ambas partes. Como perito he visto de todo: abogados con gran esfuerzo pero con poca destreza en el campo de la mala práctica, penalistas con gran conocimiento del derecho médico y leguleyos que incitan a sus clientes a verdaderas aven-turas jurídicas que no llegan a nada, pero aún así cobran. Muchos de los juicios dependen de los buenos peritos, pero no los hay. Nadie quiere hacer este trabajo. Y mucho del resultado final depende de ellos. Luego, viene el castigo: con el código de Hamurabi nos cortaban las manos por los errores cometidos; hoy la mutilación es diferente: nos quitan la libertad (condena penal), nos tocan el bolsillo (condena civil) y nos quitan el machete (inhabilitación profesional); es una desdicha que nos horroriza.

El error potencial siempre estará presente. Basta con visitar solo una hora un servicio de

emergencias para percatarse de ello. Para los colegas, la mejor prevención de la mala práctica es no mentir, ser prudentes, adquirir pericia, ser cuidadosos, esmerados y diligentes, conocer los límites, abandonar la soberbia e informar, dejar constancia de todo lo actuado, escribir y escribir. Lo que no se escribe no existe para los jueces. Pero el principal enunciado ético, lamentable-mente desconocido por la mayoría de mis alum-nos, es el paradigma hipocrático por excelencia: “Primun non nocere” (“Primero no dañar”), sim-ple pero lapidario; nada está por encima de él, aún 2500 años después de pronunciado.

Finalmente, los consejos que le dio Esculapio a su hijo, quien quería ser médico cin-co siglos antes de Cristo, pueden repetirse hoy: “No cuentes con agradecimiento; cuando el en-fermo sana, la curación es debida a su robustez; si muere, tú eres el que lo ha matado. Mientras está en peligro te trata como un dios, te suplica, te promete, te colma de halagos; no bien está en convalecencia, ya le estorbas, y cuando se trata de pagar los cuidados que le has prodigado, se enfada y te denigra”.

Enormes recomendaciones que podrían quitarle los ánimos a cualquiera. Pero, por tal motivo, es bueno recordar: “la consulta bien vale el sacrifi-cio de un gallo”.

25Octubre 2010

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

La mejor prevención: no mentir, ser prudentes, adquirir pericia, ser cuidadosos, esmerados y diligentes,

conocer los límites, abandonar la soberbia e informar, dejar constancia de todo lo actuado, escribir y escribir.

Colaborador Dr. Aristides Monge MayorgaGinecólogo y [email protected]

Page 26: Buena Salud Octubre

Al Instante

26 Octubre 2010

OIT aprueba Nueva lista de enfermedades

profesionalesMa. Martha Mesén CepedaPeriodista

Page 27: Buena Salud Octubre

A fines del primer trimestre de este año, la Organi-zación Internacional del Trabajo (OIT) aprobó

una nueva lista de enfermeda-des profesionales. Esta lista sustituye a la adoptada en el año 2002, correspondiente a la Recomendación sobre la lista de enfermedades profesionales y

el registro y notificación de acci-dentes del trabajo y enfermeda-des profesionales (núm. 194).

Entre las enfermedades pro-fesionales que se incluye, se encuentran las causadas por agentes químicos, físicos y bio-lógicos, enfermedades de origen respiratorio y de la piel, trastor-

nos del sistema osteomuscular y cáncer profesional. Un dato in-teresante a destacar es que por primera vez se ha incluido de manera específica en esta lista de la OIT los trastornos mentales y del comportamiento.

Como parte de esta nueva in-formación, en cada una de las

secciones de la lista se incluye también puntos abiertos que permiten el reconocimiento del origen profesional de enferme-dades que no figuran en la lis-ta, siempre y cuando se haya establecido un vínculo entre la exposición a los factores de riesgo que resulte de la acti-vidad laboral y la enfermedad contraída por el trabajador.

La aprobación de esta nueva lista ha sido el resultado de una cuidadosa preparación técnica y una negociación po-

27Octubre 2010

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

Con la aprobación de esta nueva lista, se pretende ayudar a los países en la prevención, el registro, la notificación y, si procede, la indemnización de las enfermedades causadas por el trabajo.

Page 28: Buena Salud Octubre

28 Octubre 2010

lítica que han incluido consul-tas con los mandantes triparti-tos, reacciones de los Estados miembros, el análisis de los factores de riesgo nuevos y emergentes en el lugar de tra-bajo, el examen de la práctica nacional en el reconocimiento de enfermedades profesiona-les, la evaluación del desa-rrollo científico internacional en la identificación de enfer-medades profesionales, y el examen y la revisión por parte de las reuniones tripartitas de expertos.

Criterios de selección

Los criterios utilizados por los mandantes tripartitos para de-cidir qué enfermedades han de ser consideradas en la lista ac-tualizada, incluyen: que exista una relación causal entre la enfermedad y un agente, una exposición o un proceso de trabajo específico; que la en-fermedad ocurra en relación con el ambiente de trabajo o en ocupaciones específicas; que la enfermedad tenga lugar entre grupos de trabajadores afectados con una frecuencia que exceda la incidencia me-dia en el resto de la población;

y que haya evidencia científica de un patrón bien definido de la enfermedad tras la expo-sición y la verosimilitud de la causa.

En criterio de Seiji Machida, Director del Programa de la OIT sobre Seguridad y Salud en el Trabajo y Medio Ambien-te (SafeWork), es un reto para esta organización el estable-cimiento de condiciones de trabajo seguras y saludables, por lo que desde su fundación en 1919, la OIT responde a las nuevas inquietudes.

A medida que nuestro mundo se desarrolla, con las nue-vas tecnologías y los nuevos modelos de trabajo, los retos cambian y aparecen nuevos riesgos. Cuando no se adopta medidas de seguridad y salud, o cuando estas medidas fraca-san, pueden ocurrir acciden-tes, lesiones, enfermedades e incluso la muerte. Las víctimas de lesiones laborales y enfer-medades profesionales tienen que ser compensados adecua-damente y es necesario tomar acciones de prevención en el lugar de trabajo para prevenir nuevas víctimas.

Cuando se aplique esta lista, habrá que tener en cuenta, según proceda, el grado y el tipo de exposición, así como el trabajo o la ocupación que implique un riesgo de exposición específico.

1. Enfermedades profesionales causa-das por la exposición a agentes que resulten de las actividades laborales:

1.1. Enfermedades causadas por agentes químicos:

1.1.1. Enfermedades causadas por berilio o sus compuestos.

1.1.2. Enfermedades causadas por cadmio o sus compuestos.

1.1.3. Enfermedades causadas por fósforo o sus compuestos.

1.1.4. Enfermedades causadas por cromo o sus compuestos.

1.1.5. Enfermedades causadas por manganeso o sus com-puestos.

1.1.6. Enfermedades causadas por arsénico o sus compuestos.

1.1.7. Enfermedades causadas por mercurio o sus compuestos.

1.1.8. Enfermedades causadas por plomo o sus compuestos.

1.1.9. Enfermedades causadas por flúor o sus compuestos.

1.1.10. Enfermedades causadas por disulfuro de carbono.

1.1.11. Enfermedades causadas por los derivados halogenados de los hidrocarburos alifáticos o aromáticos.

1.1.12. Enfermedades causadas por benceno o sus homólogos.

1.1.13. Enfermedades causadas por los derivados nitrados y amínicos del benceno o de sus homólogos.

1.1.14. Enfermedades causadas por nitroglicerina u otros éste-res del ácido nítrico.

1.1.15. Enfermedades causadas por alcoholes, glicoles o cetonas.

Esta nueva lista de enfermedades profesionales refleja el desarrollo más

novedoso en cuanto a la identificación y el reconocimiento de enfermedades

profesionales en el mundo de hoy; además, indica claramente dónde

aplicar la prevención y la protección. “La población trabajadora del mundo

y sus familias se beneficiarán con esta nueva lista”, señaló Seiji Machida.

Al Instante

Lista de enfermedades profesionales

(revisada en 2010)

Page 29: Buena Salud Octubre

1.1.41. Enfermedades causadas por otros agentes químicos en el trabajo no mencionados en los puntos anteriores, cuan-do se haya establecido, científicamente o por métodos adecuados a las condiciones y las prácticas nacionales, un vínculo directo entre la exposición a dichos agentes químicos que resulte de las actividades laborales y la(s) enfermedad(es) contraída(s) por el trabajador.

1.2. Enfermedades causadas por agentes físicos:

1.2.1. Deterioro de la audición causada por ruido.

1.2.2. Enfermedades causadas por vibraciones (trastornos de músculos, tendones, huesos, articulaciones, vasos san-guíneos periféricos o nervios periféricos).

1.2.3. Enfermedades causadas por aire comprimido o descom-primido.

1.2.4. Enfermedades causadas por radiaciones ionizantes.

1.2.5. Enfermedades causadas por radiaciones ópticas (ultra-violeta, de luz visible, infrarroja), incluido el láser.

1.2.6. Enfermedades causadas por exposición a temperaturas extremas.

1.2.7. Enfermedades causadas por otros agentes físicos en el trabajo no mencionados en los puntos anteriores, cuan-do se haya establecido, científicamente o por métodos adecuados a las condiciones y las prácticas nacionales, un vínculo directo entre la exposición a dichos agentes físicos que resulte de las actividades laborales y la(s) enfermedad(es) contraída(s) por el trabajador.

1.3. Agentes biológicos y enfermedades infecciosas o pa-rasitarias:

1.3.1. Brucelosis.

1.3.2. Virus de la hepatitis.

1.3.3. Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

1.3.4. Tétanos.

1.1.16. Enfermedades causadas por sustancias asfixiantes como monóxido de carbono, sulfuro de hidrógeno, cianuro de hidrógeno o sus derivados.

1.1.17. Enfermedades causadas por acrilonitrilo.

1.1.18. Enfermedades causadas por óxidos de nitrógeno.

1.1.19. Enfermedades causadas por vanadio o sus compuestos.

1.1.20. Enfermedades causadas por antimonio o sus compuestos.

1.1.21. Enfermedades causadas por hexano.

1.1.22. Enfermedades causadas por ácidos minerales.

1.1.23. Enfermedades causadas por agentes farmacéuticos.

1.1.24. Enfermedades causadas por níquel o sus compuestos.

1.1.25. Enfermedades causadas por talio o sus compuestos.

1.1.26. Enfermedades causadas por osmio o sus compuestos.

1.1.27. Enfermedades causadas por selenio o sus compuestos.

1.1.28. Enfermedades causadas por cobre o sus compuestos.

1.1.29. Enfermedades causadas por platino o sus compuestos.

1.1.30. Enfermedades causadas por estaño o sus compuestos.

1.1.31. Enfermedades causadas por zinc o sus compuestos.

1.1.32. Enfermedades causadas por fosgeno.

1.1.33. Enfermedades causadas por sustancias irritantes de la córnea como benzoquinona.

1.1.34. Enfermedades causadas por amoniaco.

1.1.35. Enfermedades causadas por isocianatos.

1.1.36. Enfermedades causadas por plaguicidas.

1.1.37. Enfermedades causadas por óxidos de azufre.

1.1.38. Enfermedades causadas por disolventes orgánicos.

1.1.39. Enfermedades causadas por látex o productos que con-tienen látex.

1.1.40. Enfermedades causadas por cloro.

29Octubre 2010

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

Page 30: Buena Salud Octubre

30 Octubre 2010

Al Instante

1.3.5. Tuberculosis.

1.3.6. Síndromes tóxicos o inflamatorios asociados con conta-minantes bacterianos o fúngicos.

1.3.7. Ántrax.

1.3.8. Leptospirosis.

1.3.9. Enfermedades causadas por otros agentes biológicos en el trabajo no mencionados en los puntos anteriores, cuando se haya establecido, científicamente o por méto-dos adecuados a las condiciones y las prácticas naciona-les, un vínculo directo entre la exposición a dichos agen-tes biológicos que resulte de las actividades laborales y la(s) enfermedad(es) contraída(s) por el trabajador.

2. Enfermedades profesionales según el órgano o sistema afectado:

2.1. Enfermedades del sistema respiratorio:

2.1.1. Neumoconiosis causadas por polvo mineral fibrogénico (silicosis, antracosilicosis, asbestosis).

2.1.2. Silicotuberculosis.

2.1.3. Neumoconiosis causadas por polvo mineral no fibro-génico.

2.1.4. Siderosis.

2.1.5. Enfermedades broncopulmonares causadas por polvo de metales duros.

2.1.6. Enfermedades broncopulmonares causadas por polvo de algodón (bisinosis), de lino, de cáñamo, de sisal o de caña de azúcar (bagazosis).

2.1.7. Asma causada por agentes sensibilizantes o irritantes re-conocidos e inherentes al proceso de trabajo.

2.1.8. Alveolitis alérgica extrínseca causada por inhalación de polvos orgánicos o de aerosoles contaminados por micro-bios que resulte de las actividades laborales.

2.1.9. Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas causa-das por inhalación de polvo de carbón, polvo de canteras de piedra, polvo de madera, polvo de cereales y del tra-bajo agrícola, polvo de locales para animales, polvo de textiles, y polvo de papel que resulte de las actividades laborales.

2.1.10. Enfermedades pulmonares causadas por aluminio.

2.1.11. Trastornos de las vías respiratorias superiores causados por agentes sensibilizantes o irritantes reconocidos e in-herentes al proceso de trabajo.

2.1.12. Otras enfermedades del sistema respiratorio no mencio-nadas en los puntos anteriores, cuando se haya esta-blecido, científicamente o por métodos adecuados a las condiciones y las prácticas nacionales, un vínculo directo entre la exposición a factores de riesgo que resulte de las actividades laborales y la(s) enfermedad(es) contraída(s) por el trabajador.

2.2. Enfermedades de la piel:

2.2.1. Dermatosis alérgica de contacto y urticaria de contacto causadas por otros alergenos reconocidos, no menciona-dos en los puntos anteriores, que resulten de las activida-des laborales.

2.2.2. Dermatosis irritante de contacto causada por otros agen-tes irritantes reconocidos, no mencionados en los puntos anteriores, que resulten de las actividades laborales.

2.2.3. Vitíligo causado por otros agentes reconocidos, no men-cionados en los puntos anteriores, que resulten de las actividades laborales.

2.2.4. Otras enfermedades de la piel causadas por agentes físicos, químicos o biológicos en el trabajo no incluidos en otros puntos, cuando se haya establecido, científica-mente o por métodos adecuados a las condiciones y las prácticas nacionales, un vínculo directo entre la exposi-ción a factores de riesgo que resulte de las actividades laborales y la(s) enfermedad(es) de la piel contraída(s) por el trabajador.

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31Octubre 2010

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

3. Cáncer profesional:

3.1. Cáncer causado por los agentes siguientes:

3.1.1. Amianto o asbesto.

3.1.2. Bencidina y sus sales.

3.1.3. Éter bis-clorometílico.

3.1.4. Compuestos de cromo VI.

3.1.5. Alquitranes de hulla, brea de carbón u hollín.

3.1.6. Beta-naftilamina.

3.1.7. Cloruro de vinilo.

3.1.8. Benceno.

3.1.9. Derivados nitrados y amínicos tóxicos del benceno o de sus homólogos.

3.1.10. Radiaciones ionizantes.

3.1.11. Alquitrán, brea, betún, aceite mineral, antraceno, o los compuestos, productos o residuos de estas sustancias.

3.1.12. Emisiones de hornos de coque.

3.1.13. Compuestos de níquel.

3.1.14. Polvo de madera.

3.1.15. Arsénico y sus compuestos.

3.1.16. Berilio y sus compuestos.

3.1.17. Cadmio y sus compuestos.

3.1.18. Erionita.

3.1.19. Óxido de etileno.

3.1.20. Virus de la hepatitis B (VHB) y virus de la hepatitis C (VHC).

3.1.21. Cáncer causado por otros agentes en el trabajo no mencio-nados en los puntos anteriores, cuando se haya estableci-do, científicamente o por métodos adecuados a las condi-ciones y las prácticas nacionales, un vínculo directo entre la exposición a dichos agentes que resulte de las actividades laborales y el cáncer contraído por el trabajador.

4. Otras enfermedades:

4.1. Nistagmo de los mineros.

4.2. Otras enfermedades específicas causadas por ocu-paciones o procesos no mencionados en esta lista, cuando se haya establecido, científicamente o por métodos adecuados a las condiciones y las prácti-cas nacionales, un vínculo directo entre la exposi-ción que resulte de las actividades laborales y la(s) enfermedad(es) contraída(s) por el trabajador.

Fuente consultada: • Programa de Seguridad y Salud en el Trabajo y Medio Ambiente (SAFEWORK).

El Consejo de Administración de la OIT aprueba una nueva lista de enferme-dades profesionales. Organización Internacional del Trabajo. Marzo 2010. Recuperado de: http://www.ilo.org/global/Themes/Safety_and_Health_at_Work/lang--es/WCMS_125006/index.htm

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Al Instante

Factores de riesgoColaboradoras:Dra. Myleen Madrigal SolanoCoordinadora Capítulo de Bioética de la Asociación Costarricense de Psiquiatría (Asocopsi)Dra. Sisy Castillo RamírezPresidenta de la Asociación Costarricense de Psiquiatría (Asocopsi)

32 Octubre 2010

El interés de muchos autores e investigadores por estudiar el síndrome de burnout, llamado

también “síndrome de quemarse por el trabajo”, “síndrome de estar quemado”,

“síndrome de la quemazón” o “síndrome del desgaste profesional”, constituye

actualmente un fenómeno en expansión en la población general, por la problemática psicológica, política, social y laboral que

trae consigo, tanto para las personas que lo padecen como para su entorno.

Síndrome de burnout en médicos

Comenzaba la década de los sesenta y nuestro grupo nerviosamente iniciaba lecciones en los hospitales de San José. En aquellos años, el estudiante de Medicina empezaba su contacto con pacientes, por lo menos uno o dos años después de iniciada la carrera.

El síndrome de burnout captó la atención de los expertos desde los años 70, cuando Herbert Freudenberger, un psicoanalista alemán que trabajaba como asistente voluntario en una clínica para toxicómanos en Nueva York, observó que la mayoría de los voluntarios sufrían una progresiva pérdida de energía, hasta llegar al agotamiento, a los síntomas de ansiedad y de-presión, a la desmotivación en su trabajo y la agresividad con los pacientes.

Freudenberger conceptualizó el término burnout como la sensación de agotamiento, decepción y pérdida de interés por la actividad laboral, que surge especialmente en aquellos que se dedican a profesiones de servicios como consecuencia del contacto diario con su trabajo (Gil-Monte, 1991).

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33Octubre 2010

Posteriormente fueron proliferando las definiciones e investigaciones en búsqueda de una delimitación conceptual, incluso en diferentes campos de estudio, para diferen-ciar el término de otros fenómenos laborales y emocionales que ya se habían determinado.

En 1982, Perlman y Hartman revi-saron las definiciones elaboradas entre 1974 y 1980, concluyendo que el síndrome de agotamiento emocional o síndrome de burnout se podía definir como “una res-puesta al estrés emocional y/o físi-co, baja productividad laboral y un exceso de despersonalización”; así mismo determinaron que el cues-tionario Maslach Burnout Inven-tory (MBI), de Maslach y Jackson, evaluaba los tres componentes del síndrome aceptados en ese mo-mento:

1. el cansancio emocional, carac-terizado por la creciente pérdida de energía, desgaste y agotamiento, donde los trabajadores sienten “que no pueden más”;

2. la despersonalización o deshumanización: se caracteriza por un cambio negativo de actitudes que lleva a un distanciamiento frente a los proble-mas, llegando a considerar a las personas con las que se trata como verdaderos objetos o seres inanimados, y en un grado excesivo, senti-mientos de inadecuación, insensibilidad y cinismo;

3. la falta de realización profesional, o la tendencia del profesional a eva-luarse de forma negativa, sintiéndose infeliz consigo mismo y descon-tento en su trabajo.

Tanto la definición como las dimensiones anteriores, han sido cuestionadas en la actualidad y calificadas como insuficientes y limitadas. Como lo sugie-re Pedro Gil-Monte, al igual que otros autores, se debe recoger síntomas y componentes como baja moral, autoconcepto negativo, enfado, actitudes o conductas de cinismo, suspicacia, depresión y sentimientos de culpa, entre otros, para poder hacer un adecuado diagnóstico diferencial.

Clasificación diagnóstica

Este síndrome ha sido calificado en publicaciones recientes como la “plaga del siglo XXI”, por lo que resulta necesario desde la perspectiva clínica y laboral conocer en qué consiste esta afección que aún no se presenta como una categoría diagnóstica clara en los manuales de psiquiatría y psicología.

En la CIE-10 (Décima revisión de la Clasificación Internacional de las Enfer-medades), se encuentra un grupo dentro del que se podría incluir el síndro-me de burnout, titulado Problemas respecto a las dificultades para afrontar

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

Hay cuarenta y siete síntomas clasificados en cinco categorías (Gil-Monte, 2006):

a. Síntomas físicos: aumento de fatiga y agotamiento físico, au-mento de molestias y dolores musculares, y aparición de alte-raciones funcionales en casi todos los sistemas del organismo (cardiovasculares, digestivo, reproductor, nervioso, etc.).

b. Desarrollo de conductas de exceso: aumento en el consumo de barbitúricos, estimulantes y otros tipos de sustancias (café, tabaco, alcohol); aparición de conductas de riesgo, hiperactivas y agresivas.

c. Problemas de ajuste emocional: paranoia, depresión, sentirse atrapado, miedo a volverse loco, etc.

d. Alteración de las relaciones interpersonales: se caracteriza por el aislamiento del individuo, su negación a comunicarse con los demás, por la aparición de conflictos interpersonales y por la indiferencia y frialdad con las personas con las que trabaja.

e. Síntomas actitudinales y cambios en los valores y en las creen-cias del individuo: incluye síntomas de cinismo e ironía hacia los clientes, o sensación de impotencia, frustración y fracaso.

Los síntomas que se asocian al síndrome de burnout no indi-can necesariamente un diagnóstico del síndrome, por lo que es de gran importancia una adecuada historia longitudinal, donde se tome en consideración la personalidad, la educación y los antecedentes de la persona, entre otros, basados en el contexto y desarrollo en el que surge la patología.

Los síntomas del síndrome de burnout

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la vida (Z 73.0). Por otro lado, cuando el objeto de atención clínica es un problema laboral que no se debe a un trastorno mental o que, si se debe a trastorno mental, es lo bastante grave como para merecer una atención clínica independiente, se puede clasificar en la categoría Problema laboral, en la cual se incluyen problemas como la insatisfacción y la incertidumbre sobre la elección profesional (Z 56.7).

Según algunos autores (Bibeau, 1989; Gil-Monte 2006) en el manual DSM-IV (APA, 1995) el síndrome de burnout se podría clasificar dentro de los Trastornos adaptativos, que consisten en la aparición de sínto-mas emocionales o de comportamiento, en respuesta a un estresante identificable que tiene lugar dentro de los tres meses siguientes a la presencia del mismo. Estos síntomas o comportamientos se expresan, clínicamente del siguiente modo:

1. malestar mayor de lo esperable en respuesta al estresante;2. deterioro significativo de la actividad social, laboral o académica.

En este último, una vez que ha cesado el estresante (o sus consecuencias), los síntomas no persisten más de seis meses, y se considera crónico si su-peran este periodo de tiempo. Además, el síndrome debería ser codificado como subtipo No especificado, el cual designa las reacciones adaptativas como quejas somáticas, aislamiento social, e inhibición académica o laboral ante estresantes psicosociales que no son fácilmente clasificables dentro de otros subtipos.

Diagnóstico diferencial

Es necesario diferenciar el burnout de otros conceptos que se pueden so-lapar con él, como los trastornos del estado de ánimo, el acoso moral (Mo-

bbing), el estrés y la insatisfacción laboral, entre otros.

Con respecto a la diferencia entre depresión y burnout, el primero re-úne una serie de síntomas de bajo estado de ánimo generalizado en un determinado tiempo o con una pérdida de interés o placer en casi todas las actividades, siendo pro-bable que la sintomatología tenga que ser valorada para diferenciar-lo de un trastorno distímico o una depresión mayor; mientras que en el burnout, la disminución en el estado de ánimo es temporal y específica del ámbito laboral. (Or-tega, 2004).

El burnout no es igual que la depre-sión, pero los dos se relacionan de cerca y pueden compartir criterios diagnósticos o coexistir. Esta re-lación no es simple; es compleja y multidireccional. A través de la historia se ha mencionado que el

burnout puede contribuir a la depresión (Maslach, 1982), la depresión pue-de contribuir al burnout (Glass, 1993) o que una predisposición para la de-presión, reflejada por una historia personal y familiar de este padecimiento, podría aumentar el riesgo de presentar burnout. (Nyklícek. 2004).

Hay autores que consideran el síndrome de burnout como sinónimo de estrés laboral, pero hay que tomar en consideración que éste úl-timo abarca un proceso más amplio. Se ha señalado que la princi-pal diferencia es que el síndrome de agotamiento profesional es una consecuencia del estrés crónico experimentado en el contexto laboral, siendo entonces una reacción al estrés en el trabajo en función de las demandas y características de la ocupación. Además, el estrés tiene efectos positivos y negativos para la vida, mientras que en el caso de burnout siempre son negativos. (Faber, 1984).

De igual manera, hay que diferenciarlo del acoso psicológico o mo-ral (Mobbing); éste se entiende como “cualquier manifestación de una conducta abusiva y, especialmente, los comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de un individuo, o que puedan poner en peligro su empleo, o degradar el clima de trabajo” (Hirigoyen, 1999). Ante estas circunstancias, el trabajador se siente impotente para afrontar los problemas que se producen en su entorno laboral, sintiéndose agotados, desgastados y desamparados por la presión continua que esta situación genera, provocando síntomas psicológi-cos, psicosomáticos y sociales.

Por lo tanto, el Mobbing es un factor estresante laboral, mientras que el burnout es una respuesta a los estresantes crónicos laborales. (Gil-Monte, 2006).

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Al Instante

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Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

Perfil reactivo: caracterizado por la necesidad de obtener compensaciones de forma inmediata, ya sean de carácter afec-tivo, de índole económica, profesional, de prestigio social, de autoestima o de cualquier otro tipo. Quienes se caracterizan por perfiles reactivos evidentes, sufrirán más decepciones y frustra-ciones, al ser mayor la ansiedad manifiesta.

Perfeccionismo: preocuparse en exceso por los detalles supone una cierta tensión psicológica que desgasta, y que sumada a otros factores puede originar estrés laboral; y éste a su vez, sería una de las causas del burnout, debido a la frustración percibida si la situación laboral no permite cumplir con las tareas cotidianas de una manera perfecta.

Personalidad responsable: si el sentimiento de res-ponsabilidad es demasiado intenso, puede originar más angus-tia como respuesta.

Vocación y altruismo: quien estudia Medicina con ideales humanistas y soñando ser feliz ejerciendo su profesión con altas expectativas, puede verse defraudado ante la realidad del trabajo cotidiano, de la naturaleza o respuesta de muchos pacientes ante las consultas, y del mismo sistema de sa-lud. Las expectativas excesivas y los ideales des-conectados de la realidad suelen provocar una actitud compulsiva y agotadora, que cesará bruscamente dejando al sujeto exhausto y con el burnout a punto de iniciarse.

Edad: aunque parece no influir en la apa-rición del síndrome, se considera que puede existir un periodo de sensibilización, debido a que habrían unos años en los que el profesio-nal sería especialmente vulnerable; este período abarcaría los primeros años de carrera profesional, ya que es cuando se produce la transición de las expectativas idealistas hacia la práctica cotidiana. Si las recompensas personales, profesionales y económicas no son ni las prometidas ni las esperadas, se puede provocar el desencade-namiento del síndrome.

Sexo: según estudios, las mujeres serían el grupo más vulnerable por ra-

zones diferentes, tales como la doble carga de trabajo que con-llevan los factores culturales donde la mujer asume gran can-tidad de tareas y responsabilidades familiares que se suman a las laborales. Así mismo, por causas culturales y biológicas, las mujeres suelen ser más perfeccionistas, responsables y altruis-tas, lo que las hace más proclives al síndrome.

Estado civil: aunque se ha asociado el síndrome más con las personas que no tienen pareja estable, tampoco hay un acuerdo unánime; parece que las personas solteras tienen ma-yor cansancio emocional, menor realización personal y mayor despersonalización, que aquellas otras que, o bien están casa-das, o conviven con parejas estables.

Hijos: la existencia o no de hijos hace que estas personas puedan ser más resistentes al síndrome, debido a la tendencia generalmente encontrada en los padres, a ser personas más ma-duras y estables, y la implicación con la familia y los hijos hace que tengan mayor capacidad para afrontar problemas persona-les y conflictos emocionales, y ser más realistas con la ayuda del apoyo familiar.

Antigüedad laboral: tampoco existe un acuerdo. Al-gunos autores encuentran dos periodos, correspon-

dientes a los dos primeros años de carrera pro-fesional, y luego cuando se posee más de diez

años de experiencia, como los momentos en los que se produce un menor nivel de asocia-ción con el síndrome.

Sobrecarga de trabajo: se puede pensar que el exceso de trabajo puede provocar una disminución de la calidad de los servicios ofrecidos por

estos trabajadores, tanto cualitativa como cuantitativamente. Sin embargo, no parece

existir una clara relación entre el número de horas de contacto con los pacientes y la apa-

rición de burnout.

Salario: ha sido invocado como otro factor que afectaría al desarrollo de burnout en estos profesio-

nales, aunque no queda claro dentro de la litera-tura.

Las variables facilitadoras pueden ser sociodemográficas, de personalidad, y afrontamientos (Madrigal, 2005):

Factores desencadenantes y facilitadores del burnout

El burnout es el resultado de la influencia de agentes sociales y laborales, y características propias de las personas. Los modelos actuales que expli-can el burnout, aportan una perspectiva de interacción entre características situacionales (entorno laboral) como desencadenantes, y variables perso-nales como factores que cumplen una función moduladora.

Los factores desencadenantes o estresores laborales se pueden organizar en cuatro categorías (Gil-Monte, 1999):

a. Ambiente físico de trabajo y contenidos del puesto (ruido, iluminación, temperatura, higiene, toxicidad, disponibilidad de espacio, sobrecarga y turnos rotativos, entre otros).

b. Estrés por desempeño de roles, relaciones interpersonales y desarrollo

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36 Octubre 2010

de la carrera (ambigüedad y conflicto de rol, relaciones con jefes, com-pañeros y subordinados, falta de cohesión del grupo, desarrollo profe-sional).

c. Estresores relacionados con nuevas tecnologías y otros aspectos orga-nizacionales (cambio en habilidades requeridas, ritmo de trabajo, grado de participación y autonomía, supervisión).

d. Fuentes extraorganizacionales de estrés laboral: relaciones trabajo-familia considerando a esta última más como una variable facilitadora que desencadenante.

Factores relacionados con el trabajo clínico

Continuando con los factores de riesgo del burnout, pero esta vez relaciona-dos con el trabajo clínico, podemos explicar los siguientes:

• Contacto cotidiano con la enfermedad, el dolor y la muerte: en la profe-sión médica vemos manifestaciones de la enfermedad, y del deterioro y el dolor que puede producir, que son difícilmente imaginables para la mayoría de las personas. Vemos “lo que los demás no ven”, y eso crea una extraña sensación de soledad y escepticismo a lo largo del tiempo. Al principio, el médico joven vive todo eso desde lejos como si no fuera de su entera incumbencia; pero con los años empieza a verse concer-nido y en muchos casos se desarrolla una ansiedad latente que, proba-blemente, es la causa de la mala fama que tenemos los médicos cuando nos convertimos en pacientes. Generalmente, el mecanismo de defensa es la desconexión afectiva, el distanciamiento emocional, el refugio en los datos técnicos y el escepticismo, porque se adivina siempre el fraca-so final. Pero ese “burladero” tiene su precio, porque nunca se consigue del todo y es la base de nuevos conflictos que afectan al propio sistema de significados personal y profesional. (González Correales, 2004).

• Cambios de las expectativas sociales sobre la salud: la enfermedad tie-ne una historia cultural, y en las sociedades desarrolladas, sobre todo en la segunda mitad de este siglo, se han producido cambios muy significa-

tivos en la idea de salud y en lo que los individuos pueden esperar de la Medicina. Por otro lado, el campo de la enfermedad se ha expandido a problemas sociales o de la vida, por lo que la gente busca, en el sistema sanitario, ayuda que antes encontraba en el sistema de apo-yo social. Sin embargo, el sistema sanitario no puede responder satis-factoriamente a muchas de estas demandas. (González Correales, 2004).

• Problemas en el manejo del trabajo cotidiano en la consulta: el trabajo diario consiste en una su-cesión de encuentros breves, en los que la interacción es muy ágil y los contenidos muy variados (sín-tomas, tratamientos, educación, ansiedades, problemas familiares

o sociales, aspectos burocráticos, etc.). Todo ello requiere una gran atención, concentración, autocontrol emocional y capacidad para orga-nizar el tiempo, lo que puede ser difícil de conseguir. La relación con los pacientes puede ser uno de los aspectos más gratos de la profesión, pero es también una oportunidad para que surjan dificultades diversas: el temor a hacer daño, al error y sus consecuencias, a invadir la intimi-dad de los pacientes y ser rechazado, a ser invadido por ellos y perder la distancia interpersonal necesaria para mantener la empatía. La consulta es, además, una oportunidad para que el profesional sea presionado, manipulado e instigado a prescribir, emitir informes y propuestas de incapacidad laboral, o a intervenir en ámbitos ajenos a lo terapéutico frente a terceros. A veces la consulta convierte al profesional en blanco de hostilidades, pues es un objetivo fácil al cuál desplazar agresiones que resultan más difíciles de ejercer sobre otras figuras de autoridad. A veces no es hostilidad; pero el trabajador sanitario se hace depositario de quejas por el malestar social o por problemas de la vida sobre los que el paciente espera que el profesional tenga algo que hacer, aunque escape a su competencia, y este profesional acabe angustiándose ante tantas situaciones en las que “no se puede hacer nada”. Tratar pacientes es más difícil que tratar enfermedades, y crea una fuerte sobrecarga emocional y el consiguiente riesgo de “agotamiento”. Algunas capas de la población han confundido el papel del médico como servidor públi-co dentro de un sistema de salud e intentan tratarlo como “personal de servicio”, porque “ellos pagan” y por lo tanto debe satisfacer todos sus caprichos. La masificación y una demanda infinita es uno de los efectos perversos de un sistema, por otro lado muy eficaz y equitativo, que el médico sufre cada día en su consulta. (González Correales, 2004).

• Manejo de la incertidumbre: la práctica clínica no se basa en certezas y evidencias contundentes. De hecho, la formación en clínica consiste en aprender a manejarse con la incertidumbre y los límites del cono-cimiento médico. En la práctica diaria se toma decisiones importantes con datos incompletos o imprecisos. La capacidad para tolerar la incer-tidumbre se convierte en un aspecto importante, tanto del propio bien-

Al Instante

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estar y la satisfacción profesional, como del uso de recursos. (González Correales, 2004).

• Dificultad de la formación continuada: los conocimientos médicos crecen de forma imparable y la falta de tiempo en el horario de trabajo hace que sea difícil encontrar un espacio para “reciclarse”. Además, los aspectos relacionados con el aprendizaje práctico de habilidades de comunica-ción y de autocuidado de la salud están poco desarrollados. (González Correales, 2004).

• Percepción de falta de apoyo social: en distintas publicaciones se resalta que los médicos han perdido apoyo social. Un cambio importante es la existencia de pacientes cada vez más reivindicativos de sus derechos, que no toleran el error o esperan sacar partido de él y, por tanto, un aumento de las denuncias y reclamaciones muchas veces aireadas por los medios de comunicación, sin atender a la presunción de inocencia, o dando por supuesto la culpabilidad del médicos. Esto ha llevado a que muchos profesionales opten por la medicina defensiva, porque el im-pacto de una denuncia, sea o no posteriormente sobreseída, es devas-tadora para la autoestima del profesional. (González Correales, 2004).

• Falta de promoción interna e inseguridad en el trabajo: es la inestabilidad laboral o, como ocurre con frecuencia en Atención Primaria, la peregri-nación de un centro de salud a otro, cubriendo bajas o días de vacacio-nes. La posibilidad de encontrar un trabajo estable es, en la actualidad, bastante difícil; y esta situación, tras tantos años de estudios, resulta sumamente frustrante. (González Correales, 2004).

El burnout se puede prevenir a través de terapias individuales, terapias in-terpersonales, prevención organizativa y tratamiento farmacológico. Pero ningún médico –ni siquiera un psiquiatra- debe tratar el burnout a sí mismo. Esto se aplica en especial al tratamiento farmacológico, porque el burnout, como casi todas las enfermedades psiquiátricas, afecta nuestra capacidad de discernimiento en lo que se refiere a nosotros mismos. Es mejor que nos ayude otro compañero. (Mediano y Fernández, 2001).

La mejor prevención es conocer las señales de alarma tempranas para bus-car ayuda a tiempo.

Bibliografía consultada:

• Faber, B. Stress and burnout in suburban teachers. J of Educational Res. 1984. 77(6), 325- 31• Ferrer R. Burn out o síndrome de desgaste profesional. Medicina Clínica de Barcelona. 2002.

119(13), 495-6.• Gil-Monte, P. R. Una nota sobre el concepto de “burnout”, sus dimensiones y estrategias de

afrontamiento. Información Psicológica. 1991. 46, 4-7.• Gil-Monte P., Peiró J. Perspectivas teóricas y modelos interpretativos para el estudio del

síndrome de quemarse por el trabajo. Anales de psicología. 1999. 15(2), 261-268.• Gil-Monte, P. El síndrome de quemarse por el trabajo (Burnout). Madrid: Ediciones Pirámide.

2006.• González Correales, R., De la Gándara Martín, J. J. Retos en la Salud Mental del Siglo XXI

en Atención Primaria. El Médico con Burnout. Conceptos básicos y habilidades prácticas para el médico de familia. Madrid. 2004. Recuperado de: http://www.acemfc.org.br/modelo1/down/O_Medico_com_Burnout.pdf

• Hirigoyen, M. El acoso moral. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica SA. 1999.• Madrigal, M. Síndrome de Agotamiento Profesional (Burnout) en la Psiquiatría Costarricense.

Tesis final de graduación. Sistema de Estudios de Posgrado en Psiquiatría. Universidad de Costa Rica. 2005.

• Madrigal, M. “Burnout” en médicos: aproximaciones teóricas y algunos diagnósticos diferen-ciales. Med. leg. Costa Rica. Setiembre 2006. 23, 2.

• Maslach C., Jackson S. The measurement of experienced burnout. Journal of Occupational Behaviour. 1981. 9, 99-113.

• Mediano, L, Fernández, G. El Burnout y los médicos: un peligro desconocido. España: Gráfi-cas Rimont SA. 89-90. 2001.

• Mediano, L y otros. El Burnout y los médicos: causas, prevención y tratamiento. España: Grá-ficas Rimont SA. 2001.

• Nyklícek I. Past and familial depression predict current symptoms of professional burnout. Journal affect disord. 2005. 88(1), 63-68.

• Ortega C., López. F. El burnout o síndrome de estar quemado en los profesionales sanitarios: revisión y perspectivas. International Journal of Clinical and Health Psycholoy. 2004. 4(1). 137- 160.

37Octubre 2010

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

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38 Octubre 2010

Desde el Colegio

Alrededor de 52 médicos participantes recibieron un seminario sobre síndrome coronario agudo con ST o sin ST, manejo en el consultorio y emergencias, como parte del Programa de Edu-cación Médica Continua. Dicho seminario fue impartido por el

Dr. Manuel Eduardo Sáenz Madrigal, especialista en cardiología con amplia experiencia y conocimiento en el tema.

La actividad contó con una amplia participación y fue de gran pro-vecho para muchos de los médicos que participaron.

El pasado viernes 17 de setiembre se realizó la juramenta-ción de médicos especialistas en diversas áreas.

El Dr. Roulan Jiménez, Presidente de la Junta de Gobierno del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, señaló

la importancia de esta juramentación y del apoyo que brindarán estos especialistas en la mejora de la atención, prevención y cali-dad de vida de la población en el país.

Este acto de juramentación fue dedicado al Dr. José Ignacio Paz Bouza, médico especialista en Anatomía Patológica, quien ha rea-lizado una gran trayectoria en la carrera docente a nivel internacio-nal y es miembro honorario del Colegio de Médicos de Costa Rica. Gracias a sus diversos méritos a nivel investigativo y docente, se le rindió un homenaje a este doctor en Medicina graduado en la Universidad de Salamanca y quien se desempeña desde la déca-da de los noventa como Decano de la Facultad de Medicina en esa casa de estudios.

Capacitacióncontinua

CMC

Médicos de diversas partes del país recibieron una capacitación sobre el síndrome coronario agudo, manejo en el consultorio y emergencias, como parte del Programa de Educación Médica Continua de la Dirección Académica del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica.

Sumamente emocionados por el logro obtenido, 94 médicos recibieron su título como médicos especialistas.

Realiza juramentación de médicos especialistas

El Dr. Manuel Eduardo Sáenz Madrigal tuvo a cargo este seminario de actualización médica.

El acto médico es el primer aspecto humano invaluable, ese acto puramente humano y solidario, es el más importante; que lo tengan presente en el futuro, en su trabajo”, declaró el Dr. Paz Bouza.

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LXXII CONGRESO MÉDICO NACIONAL 2010 II CONGRESO MÉDICO SOCIAL DE LA CONFEMEL

II CONGRESSO MÉDICO DE CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE

PREPROGRAMA AL 16 DE SETIEMBRE 2010

S I M P O S I O S

• AVANCES TECNOLÓGICOS EN OTORRINOLARINGOLOGÍA: SÍNDROMES CÓCLEO-VESTIBULARES

• EMERGENCIAS EN DESASTRES NATURALES

• AVANCES TECNOLÓGICOS EN MEDICINA PALIATIVA

• APLICACIÓN DE LA TECNOLOGÍA EN LA SALUD DEL NIÑO

• SIMPOSIO SOBRE CÁNCER DE MAMA

• ACTUALIZACIÓN EN ENFERMEDADES DEL TÓRAX

• ACTUALIZACIÓN EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES EN PATOLOGÍA DE MAMA

• MANEJO ACTUAL DE CANCER DE PULMON (NSCLC) Y ESOFAGO

• SIMPOSIO DE OFTALMOLOGÍA • CUARTO SIMPOSIO DE BIOÉTICA • SIMPOSIO DE FARMACOTERAPIA • CÁNCER GÁSTRICO EN COSTA

RICA • NUEVAS HERRAMIENTAS Y

METODOLOGÍAS DIAGNÓSTICAS EN HEMATOLOGÍA

• AVANCES EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA

• ENFOQUE ACTUALIZADO DEL SÍNDROME CLIMATÉRICO

GERIATRÍA Y GERONTOLOGÍA MEDICINA INTERNA XIII ASAMBLEA GENERAL

ORDINARIA DE LA CONFEMEL EVALUACIÓN DE

CONDICIONES Y MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO

RETOS DE LA PSIQUIATRÍA ANTE LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA EN MEDICINA: "REHABILITACIÓN EN PSIQUIATRÍA"

ACTUALIZACIÓN EN VASCULAR PERIFÉRICO

INNOVACIONES EN SALUD PÚBLICA

SIMPOSIO MÉDICO CIMA NUEVOS CONCEPTOS EN EL

MANEJO INTEGRAL DE LA OBESIDAD

CIRUGÍA ABDOMINAL APLICACIONES MODERNAS

DE ALERGOLOGÍA E INMUNOLOGÍA CLÍNICA

ASPECTOS DE PATOLOGÍA PARA MÉDICOS GENERALES

TALLER DE PUBLICACIONES BIOMÉDICAS

AVANCES EN CIRUGÍA PLÁSTICA RECONSTRUCTIVA Y SUS IMPLICACIONES

CIRUGÍA PEDIATRICA SIMPOSIO MÉDICO HOSPITAL

CLÍNICA BÍBLICA SIMPOSIO SALUD Y

SOCIEDAD SIMPOSIO FECOMECYC

Informes: www.medicos.cr

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Buena Salud

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Síndrome del túnel carpal

Cuando los nervios presionanA pesar de que existen pocos datos clínicos que comprueben si el realizar movimientos repetitivos y forzados con la mano y la muñeca en actividades laborales puede causar el síndrome del túnel carpal, la evidencia según especialistas consultados indica que esta dolencia se presenta con mayor frecuencia en personas que realizan trabajos arduos con sus manos.

Colaboradores:Dr. Javier Gutiérrez BonillaEspecialista en Ortopedia y Traumatología, Cirujano de Columna Vertebral, Presidente de la Asociación Costarricense de Ortopedia y Traumatología

Lic. Adrián Campos GonzálezPresidente de la Asociación Costarricense de Terapia Física

Irene Espinoza SolísPeriodista

Octubre 2010

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Así lo señala el especialista en Ortopedia y Traumatología Dr. Javier Gutiérrez Bonilla. Y es que sea en plantas de ensamblaje, fabricación, costura o acabado industrial, muchas personas son propensas a tener dolores en sus

manos, y se estima que realizar actividades repetitivas con ellas puede desencadenar algún problema a nivel de túnel carpal.

No obstante, un estudio realizado por la Clínica Mayo en 2001, citado por el especialista, reveló que el uso continuo de una computadora (hasta siete horas al día) no aumenta el riesgo de que una persona desarrolle el síndrome del túnel carpiano, indica el Dr. Gutiérrez Bonilla.

El síndrome de túnel carpiano es por lo general un padeci-miento femenino, señala el doctor. Las mujeres tienen tres veces mayor probabilidad que los hombres de padecerlo. La presión sobre el nervio puede deberse a cualquier cosa que reduzca el espacio en el túnel carpiano. Las posibles causas incluyen artritis reumatoide, ciertos trastornos hormonales -como la diabetes, trastornos de la tiroides y la menopausia- retención de líquidos durante el embarazo, y depósitos de amiloide, una proteína anormal producida por las células en la médula ósea.

Las lesiones causadas por flexión y extensión de los tendo-nes de las manos y las muñecas, sobre todo cuando se hace con fuerza y durante períodos prolongados sin descanso, son algunos de los factores desencadenantes de estas dolencias.

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Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

Según especialistas de la Clínica Mayo, no hay estrategias probadas para prevenir el síndrome del túnel carpiano, sino para proteger las manos de una variedad de dolencias: • Es posible reducir la fuerza que se emplea en algunas tareas que

afectan las manos. Por ejemplo, personas que trabajan con cajas registradoras y computadoras, pueden tocar las teclas con suavi-dad, y quienes escriben mucho, deberían usar una pluma grande, adaptador de agarre suave y tinta de flujo libre. De esta manera no tendrá que pulsar en el papel con tanta fuerza.

• Tomar descansos frecuentes; dejar que las manos y las muñecas descansen, estirando y plegando suavemente de manera periódica. Los descansos son aun más importantes para quienes trabajan con equipo que vibre o que requiera ejercer una gran cantidad de fuerza.

• Evitar doblar la muñeca en exceso hacia arriba o hacia abajo. Si uti-liza un teclado, la muñeca deberá mantenerse a la altura del codo o ligeramente inferior.

• Una postura incorrecta, con los hombros hacia adelante, hace que los músculos del cuello y de los hombros se acorten, produciendo compresión de los nervios en el cuello, y esto puede afectar las muñecas, los dedos y las manos.

Prevención

Las lesiones causadas por flexión y extensión de los tendones de las manos y las muñecas, sobre

todo cuando se hace con fuerza y durante períodos prolongados sin descanso, son algunos de los factores desencadenantes de estas dolencias.

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Algunas lesiones en la muñeca pueden causar inflamación y por lo tanto presión sobre el nervio mediano.

Según el Lic. Adrián Campos González, Presidente de la Aso-ciación Costarricense de Terapia Física, existe gran cantidad de alteraciones o patologías de fondo que pueden causar una sintomatología muy similar. Una muestra de ello, son las cer-vicobraquialgias, alteraciones en las cervicales o en el plexo braquial, que producen una irradiación hasta la mano que puede confundir el diagnóstico con túnel carpal.

Aunque el síndrome consiste en una compresión del nervio mediano, este nervio viene desde las zonas superiores de las ramas terminales del cordón lateral, y abarca desde C5 hasta T1, es decir, cervical 5 y torácica 1. En cuanto a vértebras se refiere, como está cerca de los tendones del palmar mayor y menor, la compresión se puede confundir con una epitroclei-tis, o en su defecto, una epicondilitis, según señala el Lic. Campos González. Asimismo, el nervio mediano es el que per-mite el movimiento del dedo pulgar, y el síndrome puede con-fundirse con tendosinovitis de Quervaind. Estas confusiones

Buena Salud

42 Octubre 2010

1. Evitar el movimiento que produce el dolor, ya sea flexión o extensión de muñeca. Ejercer fuerza al cerrar el puño, (muchas amas de casa refieren mucho ardor a la hora de retorcer un paño); esto se puede lograr mediante un vendaje neuromuscular, o con férulas especiales para evitar el movimiento.

4. La higiene de columna también se relaciona. La mala postura, la ergonomía de su lugar de trabajo; todo debe revisarse a fin de evitar los dolores.

2. Evitar esfuerzos con los brazos muy estirados o muy encogidos, ya que esto produce demasiada tensión en la zona del carpo.

5. Utilizar herramientas de trabajo adecuadas para las manos del paciente; ejemplo: unas tijeras demasiado grandes y duras puede provocar sobreesfuerzos.

Recomendaciones:

3. Evitar tareas laborales que se extiendan muchas horas, o por lo menos descansar lo suficiente durante la jornada.

Fuente consultada: Dr. Javier Gutiérrez Bonilla

Especialista en Ortopedia y TraumatologíaPresidente de la Asociación Costarricense

de Ortopedia y Traumatología

Lic. Adrián Campos González, Presidente de la Asociación

Costarricense de Terapia Física

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se producen por que si el do-lor tiene origen en alguno de los puntos mencionados, el tratamiento del túnel carpal propiamente dicho no gene-ra un cambio significativo.

De acuerdo con el Dr. Javier Gutiérrez Bonilla, Presidente de la Asociación Costarri-cense de Ortopedia y Trau-matología, para un correcto diagnóstico se puede rea-lizar la prueba de Tinel y la Phalen; además, se debe ve-rificar si la muñeca presenta ablandamiento, hinchazón, calor o decoloración; com-probar la sensibilidad de to-dos los dedos, examinar la fortaleza de los músculos de la base de la mano y deter-minar si existen muestras de atrofia. Las pruebas rutinarias de laboratorio y las radiogra-fías pueden indicar si hay diabetes, artritis o fracturas.

“El tratamiento inicial implica generalmente mantener en re-poso la mano y la muñeca afectadas, evitando actividades que puedan empeorar los síntomas, e inmovilizar la muñeca para evitar daños adicionales por torceduras o flexiones de la mis-ma. La cirugía de descompresión abierta es el procedimiento tradicional utilizado para corregir el síndrome del túnel carpia-no” comentó el Dr. Gutiérrez Bonilla.

El ortopedista agregó que los ejercicios de estiramiento y for-talecimiento pueden ser beneficiosos también para las perso-nas cuyos síntomas hayan disminuido.

Otras fuentes consultadas:• Mayo Clinic staff. Carpal tunnel syndrome. Prevention. Mayo Clinic.

2010. Recuperado de:http://www.mayoclinic.com/health/carpal-tun-nel-syndrome/DS00326/DSECTION=prevention

• Mayo Clinic staff. Carpal tunnel syndrome. Causes. Mayo Clinic. 2010. Recuperado de: http://www.mayoclinic.com/health/carpal-tunnel-syn-drome/DS00326/DSECTION=causes

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Más allá de la Medicina

Nació en San José el 27 de marzo de 1796. Debido a estar afectado desde su infancia por una bron-quitis asmática, su madre cre-

yó más conveniente trasladarse a vivir a Alajuela. Su padre ya había fallecido.

Siendo él adolescente, su madre, siempre preocupada por los problemas respirato-rios que lo afectaban, consiguió enviarlo en un bote a Panamá, ilusionada con que la atmósfera marítima contribuiría a su cu-ración. Después de este viaje, Gregorio quedó tan entusiasmado con el mar, que organizó todo un plan de viajes dirigidos por él mismo, a través del Océano Pací-fico, lo que le permitió conocer Colombia, Ecuador y Perú, y realizar algunas de las primeras exportaciones de café.

En estos viajes conoció muy de cerca los movimientos independentistas de los paí-ses del Sur, y nació en él una gran admira-ción por Simón Bolívar. En su espíritu pe-netró el nacionalismo independentista, del que se convirtió en un impulsor cuando se estableció de nuevo en Costa Rica.

La llegada a nuestro país del Acta de la Independencia en el mes de octubre de

1821, procedente de la Capitanía de Gua-temala, causó sorpresa y confusión en los círculos influyentes de la Costa Rica colo-nial. Se tomó en la ciudad capital (Cartago, en ese entonces) el acuerdo de convocar a los representantes de todas las pobla-ciones, para iniciar un proceso dirigido ha-cia la organización de la hasta entonces provincia de la Capitanía -la que a su vez era parte del Virreinato de México. En me-dio de esta confusión, en dicho encuentro se proclamó el importantísimo documento que -no obstante su carácter provisional- bien puede ser reconocida como nuestra primera constitución: el Plan de la Concor-dia.

En los dos años siguientes, hubo juntas con representantes de los lugares más poblados del país, las cuales mantuvieron las actividades de tipo administrativo; todo muy ligado a los aspectos religiosos, dada la importancia de la Iglesia Católica en aquella época. Pero pronto se originaron movimientos políticos basados en tesis ideológicas. Fue así como se establecie-ron dos tendencias muy claras en relación con la nueva situación del país. Estas eran, por una parte, los ciudadanos conservado-res dispuestos a pasar a formar parte del

A propósito de la celebración del aniversario de nuestra independencia, es necesario destacar la figura de Gregorio José Ramírez Castro, a quien los costarricenses debemos en gran medida la consolidación de nuestra nacionalidad.

Trayectoria que dejó huella

Gregorio José Ramírez Castro

Dr. Arturo Robles AriasColaboradorMédico Cirujano

Cultura

44 Octubre 2010

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imperio mexicano de Iturbide, y, por el contrario, el movimiento orientado hacia la consolidación de una república independiente y democrática. La lí-nea conservadora estaba constituida por los sec-tores influyentes de Cartago, con gran apoyo de los elementos del clero y de los grupos de Heredia. Por su parte, la tesis republicana tenía sus fuerzas en San José -población que había tomado mucha importancia en lo relativo a la producción económi-ca- y Alajuela.

Las cosas llegaron a su clímax el 29 de abril de 1823, cuando los grupos conservadores tomaron el cuartel de Cartago con el fin de afianzar su postura de suscitar la incorporación del país al Imperio de Iturbide.

La reacción de los republicanos fue inmediata. Tanto en San José como en Alajuela se organiza-ron grupos armados, y precisamente la dirección militar de este movimiento fue otorgada al joven de 27 años Gregorio José Ramírez, dada su total identificación con el movimiento y su reconocido dinamismo.

En cuestión de tres días, Ramírez consolidó la or-ganización militar y se dirigió hacia Cartago. El día 5 de abril, en el Alto de Ochomogo, se encontró con las fuerzas armadas contrarias y, gracias a su ca-pacidad de dirigente, los republicanos rápidamente vencieron a los conservadores y tomaron luego el cuartel de la capital.

No hay la menor duda de que este suceso (sin dejar de ser lamentable por ser el primer encuentro entre costarricenses) fue el punto de partida de nuestra república democrática. Por lo demás, después de la derrota de los sectores conservadores, la capital fue trasladada a San José.

A partir de entonces se inició el proceso históri-co de consolidación de nuestro sistema demócrata republicano. Y el héroe de esta patriótica lucha… ¿qué pasó con él?

Gregorio José Ramírez, después de asumir el man-do y tomar las medidas necesarias para la conso-lidación del triunfo, se retiró satisfecho por su vic-toria y regresó a Alajuela. Ahí, meses después, su problema broncorrespiratorio se complicó al extre-mo de provocar su muerte. Costa Rica pierde así un destacado elemento de su historia, que si hu-biera sobrevivido más tiempo, muchos más habrían sido sus aportes a nuestro desarrollo demócrata republicano.

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COLEGIO DE MÉDICOS Y CIRUJANOS DE COSTA RICA DIRECCIÓN ACADÉMICA PROGRAMA DE EDUCACIÓN MÉDICA CONTINUA PARA ATENCIÓN PRIMARIA 2010 SEMINARIO INSUFICIENCIA CARDIACA: PREVENCIÓN Y REHABILITACIÓN Coordinadora: Dra. Juliana Salas Segura Sábado 9 de Octubre. 8:00 AM

ACTUALIZACIÓN EN EMERGENCIAS PEDIÁTRICAS Coordinador. Dr. Jaime Cortes Ojeda Martes 19 de Octubre. 6:00 PM SEMINARIO DE LUMBALGIAS Coordinadora: Dra. María Victoria Cadavid Restrepo Sábado 23 de Octubre. 8:00 AM

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COSTOS Y HORARIOS: Martes: ¢12.500 de 6:00 PM a 9:00 PM y los Sábados: ¢15. 000 de 8:00 AM a 12:00 MD. Incluye: Refrigerio, Material y Certificado. INSCRIPCIONES: En la Caja del Colegio de Médicos o a la cuenta corriente 100-01-000-038333-1 del BNCR o la cuenta corriente 001-1760-4 del BCR enviando comprobante al fax 22102229. Cupo Limitado. Informes al teléfono: 22102236. E-mail- [email protected]. Los cursos en la Sede Central son realizados en el Auditorio Principal del Colegio de Médicos y Cirujanos. Responsable: Dra. Daisy Corrales Díaz, M.Sc. Directora Académica, CMC.!

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SEMINARIO VALORACIÓN DE RIESGO Y PROGRAMAS DE TAMIZAJE EN EL ADULTO MAYOR Coordinador: Dr. Fernando Coto Yglesias San Carlos: Sábado 2 de Octubre. 8:00 AM.

SEMINARIO DE CÁNCER DE MAMA Coordinador: Dr. Federico Rojas Montero Ciudad Quesada: Sábado 23 de Octubre. 8:00 AM

Colabora con el Programa de Educación Médica Continua 2011, envíanos tus sugerencias de temas y

opiniones a [email protected]!

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Más allá de la Medicina

46 Octubre 2010

Firme en su forma de pensar y emprendedor en cada reto que asume, el Dr. José Mainieri Hidalgo

supo desde joven que lo suyo era la medicina.

Semblanza

De armas tomar

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Siendo chiquillo veía con anhelo las series de tele-visión relacionadas con su especialidad. A partir

de ahí, su motivación fue crecien-do al punto de llegar a saber que quería especializarse en cirugía. Y así lo hizo; con una inspiración que traía desde adolescente, es-tudió Medicina y empezó una ca-rrera que dejaría huella.

Ingresa a la Universidad de Costa Rica en el año 1972 y se gradúa en 1978. En ese entonces, se cursaba dos años de premédica y después la carrera propiamente dicha, que duraba cinco años. Su internado universitario lo rea-lizó en el Hospital Nacional de Niños y en el Hospital Calderón Guardia, y su servicio social fue en el Hospital Tony Facio de Li-món.

“Siempre quise ser cirujano”, co-menta el Dr. Mainieri.

Empezó realizando cirugía gene-ral y después se interesó mucho en cirugía torácica, ya que en ese momento, la que ha sido su segunda casa, el Hospital Calde-rón Guardia, no contaba con la especialidad de cirugía de tórax. Casualmente, mientras cursaba el último año de carrera, llegó al hospital la noticia de que le corres-pondía a la institución participar en el programa que tenía la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) con el Baylor College de Houston, en Estados Unidos, de manera que se llamó a todos los médicos residentes para que se postularan e hicieran el examen de inglés respectivo y así obtener la beca de estudios.

El Dr. Mainieri recuerda que solo dos personas lo hicieron; y él

ganó la beca. “Yo llegué a con-tarle al Dr. Juan Jaramillo Antillón que me habían dado la beca y le dije que quería hacer cirugía. Entonces, él me dijo: ‘no Mainieri -lo recuerdo como si fuera ayer, y fue hace veinticinco años-, vaya a hacer cirugía de tórax, para que abra el servicio en este hospital’”, relata.

El hospital envió la documenta-ción al Centro de Desarrollo Es-tratégico e Información en Salud y Seguridad Social (Cendeisss) y

manifestó la intención de abrir la especialidad. No obstante, según cuenta el doctor, “ahí comenzó el obstáculo, que duró un año, ya que las autoridades del Cendeisss se oponían a que en el Hospital Calderón Guardia alguien hiciera cirugía de tórax. Se me aprobó hasta un año después, pero ya no con beca”.

Tras un sueño

En ese momento, durante la ad-ministración Monge Álvarez, se

declaró una emergencia nacional, por lo que el Cendeisss indicó que no podía becarlo; si quería ir, ten-dría que hacerlo con un permiso con goce de salario. “Eso significó un obstáculo importante, porque el salario eran doscientos dólares, que fue el monto con el que tuve que vivir durante mi estadía en Houston”, relata el doctor.

Si bien allá le daban apartamento, con ese ingreso debía sufragarse la alimentación y los gastos adi-cionales. Para ese momento, “yo

“Yo soy oriundo de Guadalupe y salir del país y verme de un momento a otro entre tanto profesional sumamente calificado, en el centro de cáncer más famoso del mundo, no fue fácil de manejar. Hoy sería otra cosa, pero lo que me queda es lograr que no le pase lo mismo a los jóvenes que enviamos hoy a entrenarse afuera”.

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

47Octubre 2010

Ma. Martha Mesén C.Periodista

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Más allá de la Medicina

48 Octubre 2010

• Padres: Carmelo Mainieri Aronne y Aida Hi-dalgo Hidalgo. “Mi mayor motivación ha sido el ejemplo de trabajo constante que me han dado mis padres”.

• Estudios: La primaria y secundaria las realizó en el Colegio Calasanz.

• 1977: Se gradúa como Doctor en Medicina y Cirugía de la Universidad de Costa Rica.

• 1983: Obtiene su título de Especialista en Ci-rugía General.

• 1983: Posgrado en Cirugía de Tórax del Ba-ylor College of Medicine, en Houston, Texas.

• 1989: Posgrado en Oncología Torácica, Hos-pital M. D. Anderson, Universidad de Texas.

• 1996-1997: Obtiene su título como especia-lista en Gerencia de Servicios de Salud, del Instituto Centroamericano de Administración Pública.

• 2005: Obtiene su título como Master en Ge-rencia de la Salud, del Instituto Centroameri-cano de Administración Pública.

• Academia: Es miembro de número de la Aca-demia Nacional de Medicina de Costa Rica. Fue director del posgrado en Cirugía General, estuvo en Cirugía de Tórax y fue director tam-bién del posgrado en esa especialidad.

• Familia: Siete hijos y está casado con Nelsi Moreira.

• “Tengo unos padres maravillosos, una familia muy unida, unos hijos de los que estoy ena-morado, una esposa que me motiva y ayuda a seguir adelante y unos compañeros muy valio-sos, con los que disfruto a diario mi trabajo”.

• Edad: 56 años.

• Pasatiempos: “En el pasado fue el taekwon-do; ahora ya no lo practico, me dedico a hacer jardín y cuidar de mis plantas en mi casa. Ahí tengo plantas, flores y frutales”.

• A futuro: “No pienso dejar de trabajar, prac-ticaré la medicina mientras pueda, hasta que llegue el día en que no pueda operar más”.

Dr. José A. Mainieri Hidalgo • Comprometido con la ciencia

El Dr. Mainieri disfruta en su tiempo libre de hacer y cuidar su

jardín y árboles frutales

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tenía dos hijos, por lo que tuve que pedir un préstamo para man-tener a mi familia; así pasé esos dos años”, recuerda.

“Sin duda fue un tiempo difícil, porque estaba solo; mis hijos es-taban lejos y el presupuesto me limitaba a llamarlos únicamente los domingos. Nunca se me ol-vida que mi hija, quien ahora es cirujana también, me dijo: ‘¿Papá, por qué ya usted no quiere venir?’ Para mí eso fue terrible. Quedaba desecho después de conversar con ellos”.

No obstante, el esfuerzo y el sacri-ficio valieron la pena, pues la for-mación y experiencia que obtuvo con el posgrado en Oncología To-rácica en la Universidad de Texas, le permitió forjarse y codearse con algunos de los pioneros en cirugía torácica del mundo.

“Tuve la oportunidad de que el Dr. Clifton Mountain me acep-tara en el servicio de cirugía de tórax, como fellow visitante, y su apoyo fue muy importante para mi carrera”.

Sumando méritos

A su regreso en suelo costarri-cense, la plaza que obtuvo fue en horario no tradicional, al que logró acostumbrarse, y suma-mente deseoso de dar lo mejor de sí, trabajó durante tres años ad honórem en horario diurno en el Servicio de Cirugía Ge-neral. Sin dudo eso contribuyó a hacerle ganar méritos, por lo que se abocó al reconocimien-to de su especialidad como cirujano de tórax, la cual duró cuatro años en ser reconocida.

Con la firme convicción de que debía seguir adelante, a partir del reconocimiento de esta es-pecialidad, se fue al Cendeisss a organizar el postgrado en ci-rugía de tórax y también a abrir

el servicio en el Hospital Calde-rón Guardia.

BS: ¿Fue difícil lograrlo?

Dr. JM: En realidad lo más difícil fue demostrarle a los médicos del hospital y del área de refe-rencia, que nosotros podíamos operar pacientes de tórax en el Hospital Calderón Guardia, porque a la mayoría los envia-ba a otros hospitales. Ese fue el mayor reto, demostrar a los colegas lo que se podía hacer.

“Algo que ayudó mucho en este proceso, fue el apoyo de mis grandes maestros, el Dr. Jaramillo Antillón y el Dr. Fe-rraro; así como el Dr. Valverde Robert, que se fue a especiali-zar cuando yo vine y colaboró mucho en todo momento”.

Sin embargo, a pesar de las di-ficultades en un principio, poco a poco el doctor se fue acer-cando a una de sus metas, el Servicio de Cirugía de Tórax.

“La primera vez que hice una esofagectomía, a pesar de que el paciente salió muy bien, reci-bí una carta de amonestación, pues ese tipo de procedimien-tos no se podían realizar por un principiante” –cuenta el Dr. Mainieri.

Grandes aportes

En palabras del Dr. Mainieri Hi-dalgo, Dios le ha ayudado mu-cho para lograr sus objetivos, por lo que, como dice él mismo, “me siento obligado con los pa-

cientes y la gente que me co-rresponde, para que logren sus propios objetivos”.

Desde que regresó como es-pecialista, su norte ha estado muy claro, y como si fuera un constructor, reunió ladrillo a la-drillo las piezas de lo que sería tiempo después el Servicio de Cirugía Torácica en el Hospital Calderón Guardia.

Si bien ha encontrado un gran apoyo a lo largo del camino, él considera de suma importancia que el cirujano sirva de bastión para aliviar y ayudar a salir adelante a un paciente. “Lidia-mos a diario con el dolor hu-mano, y el paciente busca una fortaleza en el médico ante su enfermedad; en nosotros está el poder ayudarle”, menciona este especialista, quien déca-das atrás fue Campeón Nacio-nal de taekwondo.

BS: ¿Qué tanto ha cambiado la cirugía torácica?

Dr. JM: En los años noventa me invitaron a una cirugía lapa-roscópica y pude observar que esa técnica era algo diferente, de manera que hice gestiones en el Hospital Calderón Guar-dia para poder comprar el tora-coscopio.

“Desde ese entonces, 1999, y hasta la fecha, hemos ido avanzando y el año pasado el 40% de las cirugías se realizó por esa vía, lo que sin duda ayuda al paciente en su recu-peración. Y ha cambiado a tal

punto, que pasó de ser una ci-rugía altamente cruenta, a ser un procedimiento mínimamente invasivo”.

En su criterio, el hecho de que casi la mitad de las operacio-nes sean laparoscópicas y que su complejidad haya aumenta-do, conforme aumenta la expe-riencia de los médicos, ha he-cho que el siguiente paso que se debe dar sea “lograr una cirugía mínimamente invasiva, pero de alta complejidad, como por ejemplo extirpar un pulmón o un lóbulo completamente por laparoscopía”, señala el Dr. Mainieri.

“Lo que falta es alguien que se entrene en cirugía mínimamen-te invasiva de alta complejidad y deje funcionando ese proce-dimiento en el servicio”.

Para este doctor apasionado de cocinar y de hacerle pastas a su familia, su mayor reto ha sido llegar a construir un servicio de primer orden, donde se pensaba que nunca lo habría, venciendo grandes obstáculos, pero “con-tando con ayudas más fuertes”, como dice él mismo.

Se siente satisfecho con todo lo alcanzado, feliz de poder se-guir adelante ayudando a otros a abrirse camino en el área médica y de que “nunca deban claudicar en sus sueños”, afirma este médico especialista, cate-drático de la Ucimed y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica.

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

49Octubre 2010

“Cuando yo regresé como especialista, en ese tiempo era muy difícil obtener una plaza de día; se necesitaba muchos méritos; de manera que como tenía horario no tradicional y estaba deseoso de trabajar mucho y dar lo mejor, decidí trabajar durante tres años ad honórem durante el día”.

Page 50: Buena Salud Octubre

Una dieta balanceada debe incluir todos los grupos de alimentos, como lácteos, vegetales, frutas, harinas, carnes y grasas, con el fin de evitar deficiencias nutricionales. Estos alimentos permiten vivir saludablemente, porque aportan nutrientes como carbohi-

dratos, proteínas, grasas esenciales, vitaminas, minerales y agua. Gracias a estos grupos de alimentos, nuestro cuerpo funciona bien y crea los meca-nismos para defenderse de las enfermedades.

Requerimientos nutricionales

Las necesidades nutricionales van a depender de la edad, el sexo, la con-textura física y la condición fisiológica y patológica.

1. Carbohidratos (CHO): son la fuente energética más barata y fácil de ob-tener. El consumo excesivo de CHO puede provocar caries dentales, sobrepeso, obesidad, alteración de los niveles de lípidos en la sangre y diabetes. Existen dos tipos de carbohidratos: los de absorción rápida y los de absorción lenta.

• CHO absorción rápida: llegan más rápido a la sangre (ejemplo: azú-car, jalea, dulces, miel, chocolate y derivados, repostería, pastelería, galletas, bebidas azucaradas, mermeladas, etc.). Estos deben con-sumirse en forma racional y en cantidades moderadas.

• CHO de absorción lenta: pasan más pausadamente del intestino a la sangre (ejemplo: verduras, hortalizas, legumbres, cereales). Estos se deben consumir en cada comida del día.

2. Proteínas: Contribuyen a mantener los órganos, los tejidos (músculos y huesos) y el sistema inmunoló-gico en buenas condiciones para combatir las enfermedades. Las proteínas que se encuentran en el huevo, las carnes y los lácteos son de mejor calidad que las que se encuentran en alimentos de ori-gen vegetal (legumbres y cerea-les). Sin embargo, la combinación

de cereales con lácteos (leche con avena) o de legumbres con cereales (arroz con frijoles) crean proteínas de tan buena calidad como las de origen animal.

3. Grasas: Son fuente de energía, regulan la temperatura corporal, envuel-ven y protegen órganos vitales como el corazón y los riñones, trans-portan las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) facilitando su absorción. Resultan imprescindibles para la formación de determinadas hormonas y suministran ácidos grasos esenciales que el organismo necesita. Se debe ingerir alimentos ricos en grasa con moderación, pues el cuerpo almacena la grasa que no necesita, lo que puede aumentar el colesterol, los triglicéridos en la sangre y el peso de la persona.

Recomendaciones nutricionales diarias

Nutrientes Alimento Recomendaciones

Proteínas Lácteos ó derivados 2 a 3 tazas leche o yogur o 60 gr de queso bajo en grasa

Vitaminas, minerales, fibra

Vegetales 2 tazas de vegetales crudos o co-cidos

Vitaminas, minerales, fibra

Frutas 2 a 3 frutas o jugo de frutas naturales

Carbohidratos y fibra dependiendo del

alimento

Harinas 4 a 7 porciones: 1 taza de arroz, pas-ta, frijoles, lentejas, etc.

Proteína, hierro y zinc Carnes Consuma un trozo (30–60 gr) pes-cado, pollo o pavo o 1 huevo

Grasa Grasas 5 cucharadas de aceite vegetal para cocinar

Sal y Azúcar Disminuya o elimine según el caso

Agua Ingiera de 6 a 8 vasos agua

Fuente: • Kathlenn L; Escott S. Nutrición y Dietoterapia de Krause. 9ª Edición. México 1999. • Dra. Marianne Monteil Vidal

Nutricionista 367-10

Colaboradoras:Dra. Jazmín Chotocruz Ortizmédica y cirujana

Dra. Marianne Monteil Vidal, especialista en Nutrición

Más allá de la Medicina

50 Octubre 2010

Recetas Saludables

En la etapa del adulto mayor, la nutrición juega un papel muy importante, tanto en la salud física como en la emocional. La alimentación debe ser equilibrada y variada, y los alimentos apetitosos, de fácil preparación, además de fácil desintegración y digestión.

Dieta en el adulto mayor

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¿Qué dispara la fascinación y cómo puede una persona, una empresa o una idea producirla? La fascinación es la forma más poderosa de influir sobre la toma de decisiones. Es más persuasiva que el mercadeo, la propaganda o cualquier for-ma de comunicación, y todo empieza con siete elementos universales: lujuria, misticismo, alarma, prestigio, poder, vicio y confianza. La fascinación tiene una función en todo tipo de decisiones, desde las marcas que prefiere, hasta la pa-reja que escoge, y activando los elementos correctamente,

usted puede hacer que cualquier cosa sea fascinante. Para explorar y explicar la influencia irresistible de la fascinación, la autora indaga más allá del mercadeo, en los estudios so-ciales sobre comportamiento, en la historia, la neurobiología y hasta la antropología.

¿Quién es la autora?

Sally Hogshead es una premiada publicista, y desde hace algunos años es reconocida como una de las conferencistas motivacionales más solicitadas de los Estados Unidos. Ha sido invitada como conferencista por empresas como Star-bucks y Microsoft.

El planteamiento de este libro es tan concreto como revolu-cionario: el camino real hacia el éxito en el trabajo, y en la vida es a través de la creación de un círculo de relaciones personales de largo alcance. Pero el autor habla de rela-ciones en verdad profundas, muy cercanas entre un par de individuos que se ofrezcan estímulo y aliento permanentes, retroalimentación y apoyo.

El autor exprime al máximo la realidad de las rela-ciones interpersonales para hacerles entender a las

personas cómo funcionan y cómo es posible lograr cualquier cosa que uno se proponga en la vida, den-tro y fuera de la empresa.

¿Quién es el Autor?

Keith Ferrazzi es autor del best seller Never eat alo-ne. Le ha enseñado a las empresas más importantes del mundo cómo acelerar de manera dramática el desarrollo de las relaciones de negocios para incre-mentar las ventas, incentivar la innovación y generar una cohesión de equipo. Sus escritos son perma-nentemente publicados en The Wall Street Journal, Harvard Business Review, Inc. y Fast Company. Es llamado a ser parte de la nueva generación de gurús del management internacional.

La forma en la que los seres huma-nos nos vinculamos, refleja aspec-tos relevantes de nuestra persona-lidad. La manipulación, la violencia psicológica y la física, sumadas al chantaje emocional, son mone-da corriente hoy en las relaciones afectivas y laborales, así como en la interacción que mantenemos con otros individuos.

En Yo te manipulo, y tú ¿qué haces?, el autor invita a los lectores a que, en

forma natural y amena, puedan des-cubrir el por qué de su insatisfacción con la existencia. El objetivo es me-jorar y hacer de la vida un jardín de creación y de respeto por nuestros límites y por nuestros derechos.

¿Quién es el Autor?

EEl doctor Walter Dresel nació en Montevideo, Uruguay. Es médico cardiólogo y fundador del Centro de Liderazgo y Administración de la

Vida Humana, y realiza seminarios y talleres vinculados a temáticas que involucran los desafíos del siglo XXI. A su tarea profesional se agrega la de comunicador, habiendo dirigido durante dieciocho años un programa radial diario. En la actualidad, colabo-ra en una de las principales emisoras de radio de Uruguay, y es columnista en varios programas de televisión. Es un activo conferencista, habiendo diri-gido capacitaciones relacionadas con el auto desarrollo y el crecimiento per-sonal, tanto a nivel social como em-presarial. Ha compartido un lugar con destacados personajes mundiales en el libro Diez preguntas eternas, de la periodista inglesa Zoe Sallis.

Sally Hogshead

El Arte de la Fascinación

Keith Ferrazzi

Quién le cubre la espalda: construya relaciones

Walter Dresel

Yo te manipulo, y tú ¿qué haces?

Lectura Fuente: Editorial Norma

Buena Salud Medicina, Vida y Bienestar

51Octubre 2010

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