Busco mi piedra filosofal · gadores del cadáver exquisito. Incluso el autor del mani-fi esto...

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Sn 61 Busco mi piedra filosofal / en los siete locos, en el mar, / en el cadáver exquisito al no tener piedad, / en la quinta esencia de la música. Fito Páez D e acuerdo a su defi- nición el “cadáver exquisito es una téc- nica por medio de la cual se en- sambla colectivamente un con- junto de palabras o imágenes”. En otras palabras, por “cadá- ver exquisito” se entiende el juego o proyecto de colabora- ción que involucra a dos o más participantes y que consiste en ir dando cuerpo a un material común –ya sea gráfico o litera- rio-, de forma lineal y sucesiva, partiendo de una palabra, fra- se, párrafo, texto aleatorio, tra- zo o bosquejo, que el siguien- te participante debe enrique- cer con un aporte propio, cono- ciendo únicamente las contri- buciones preliminares. Esta técnica fue desarro- llada por los surrealistas en 1925, y se basa en un viejo jue- go de mesa llamado Conse- cuencias en el que los jugado- res escribían por turno en u- na hoja de papel, la doblaban para cubrir parte de la escri- tura, y después la pasaban al siguiente jugador para otra colaboración. El juego fue creado y popu- larizado –a partir de un anti- guo entretenimiento de salón- por los miembros de la corrien- te surrealista a principios del siglo XX y recibe este nombre porque la primera frase del ‘juego piloto’ fue Le cadavre ex- quis boira le vin nouveau (El ca- dáver exquisito beberá el vino joven). Para el escritor y periodis- ta Yohan Uribe, la literatura misma ha sido un cadáver ex- quisito: “a lo largo del tiempo, muchas situaciones cotidia- nas han generado cantidad de obras, situaciones llamadas -amor, vida, muerte- que indi- can una visión muy particular del tema, de la misma manera el surrealismo, permitió a tra- vés de este ejercicio, crear des- de el ‘consciente colectivo’, u- na imagen alterada esta vez por varios autores”. Uribe, autor de Del derecho a la locura e Insomnio húmedo comenta que, “dentro de la creación literaria es muy ne- cesario, ‘aprehender’, a jugar con las palabras, de tal for- ma que su significado altere la realidad misma del creador, en un grupo de personas don- de temas comunes y sencillos terminan convirtiéndose en pasajes literarios, la anti-so- nancia de la composición se combina con lo sublime del texto”. CÓMO SE JUEGA Navegando por Internet en di- ferentes páginas de literatura se explica que el cadáver ex- quisito se juega entre un gru- po de personas que escriben o dibujan una composición en secuencia. Cada persona sólo puede ver el final de lo que es- cribió el jugador anterior. “En resumidas cuentas se combinan cosas de una idea a- gregando elementos que pue- den o no pertenecer a la reali- dad. Los teóricos y asiduos al juego (en un principio, Robert Desnos, Paul Eluard, André Bretón y Tristan Tzara) soste- nían que la creación, en espe- cial la poética, debe ser anóni- ma y grupal, intuitiva, espon- tánea, lúdica y en lo posible automática”. Muchos de estos ejercicios se llevaron a cabo bajo la in- fluencia de sustancias que in- ducían estados de semiincons- ciencia o durante experiencias hipnóticas. Debemos recordar que el surrealismo como movi- miento artístico es la máxima expresión del inconsciente, de ahí que personajes como An- dré Bretón fueran asiduos ju- gadores del cadáver exquisito. Incluso el autor del mani- fiesto surrealista llegó a escri- bir: “Lo emocionante para no- sotros en este tipo de produc- ciones era la certeza de que pa- ra bien o para mal, represen- taban algo que no era posible por el trabajo de una sola men- te, y poseían un grado excep- cional en la calidad de ‘deva- neo’, tan propio de la poesía”. Y es que para Lautréamont: “La poesía debe ser hecha por todos y no por uno”. El escritor Saúl Rosales, autor de Memoria de plomo, co- menta que no debe causar ex- trañeza este juego, ya que la li- teratura en sí misma es un jue- go de descifrar metáforas. “El cadáver exquisito no es más que un insustancial juego lite- rario. No debe extrañarnos e- so porque la literatura es en gran medida un juego. Lo es grave y solemne como en la fic- ción de la tragedia griega que nos propone el juego de creer en la ficticia realidad que se vi- ve en el escenario. Igualmente es un juego el poema que nos induce al gozo de decodificar símbolos o descifrar metáfo- ras. También lo es la novela que interpola espacios y tiem- pos para que nos entretenga- mos recomponiendo la lineali- dad o restableciendo lo desar- ticulado”, dice. EJERCICIO DE LA LIBERTAD De acuerdo a Bretón, el cadá- ver exquisito debería verse li- bre de preocupaciones estéti- cas, formales y morales (escri- birse, dibujarse, pintarse ex- presando lo que primero pase por la cabeza). “Escribid rápi- damente, sin tema preconcebi- do, lo bastante rápido para no

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Siglo nuevo

Sn • 61

Busco mi piedra filosofal / en los siete locos, en el mar, / en el cadáver exquisito al no tener piedad, / en la quinta esencia de la música.

Fito Páez

De acuerdo a su defi -nición el “cadáver exquisito es una téc-

nica por medio de la cual se en- sambla colectivamente un con-junto de palabras o imágenes”.En otras palabras, por “cadá-ver exquisito” se entiende el juego o proyecto de colabora-ción que involucra a dos o más participantes y que consiste en ir dando cuerpo a un material común –ya sea gráfi co o litera-rio-, de forma lineal y sucesiva, partiendo de una palabra, fra-se, párrafo, texto aleatorio, tra-zo o bosquejo, que el siguien-te participante debe enrique-cer con un aporte propio, cono-ciendo únicamente las contri-buciones preliminares.

Esta técnica fue desarro-llada por los surrealistas en 1925, y se basa en un viejo jue-go de mesa llamado Conse-cuencias en el que los jugado- res escribían por turno en u-na hoja de papel, la doblaban para cubrir parte de la escri-tura, y después la pasaban al siguiente jugador para otra colaboración.

El juego fue creado y popu-larizado –a partir de un anti-guo entretenimiento de salón-por los miembros de la corrien-te surrealista a principios del siglo XX y recibe este nombre porque la primera frase del

‘juego piloto’ fue Le cadavre ex-quis boira le vin nouveau (El ca-dáver exquisito beberá el vino joven).

Para el escritor y periodis-ta Yohan Uribe, la literatura misma ha sido un cadáver ex-quisito: “a lo largo del tiempo,

muchas situaciones cotidia-nas han generado cantidad de obras, situaciones llamadas

-amor, vida, muerte- que indi-can una visión muy particular del tema, de la misma manerael surrealismo, permitió a tra- vés de este ejercicio, crear des- de el ‘consciente colectivo’, u- na imagen alterada esta vez por varios autores”.

Uribe, autor de Del derecho a la locura e Insomnio húmedocomenta que, “dentro de la creación literaria es muy ne-cesario, ‘aprehender’, a jugar con las palabras, de tal for-ma que su significado altere la realidad misma del creador, en un grupo de personas don-de temas comunes y sencillos terminan convirtiéndose en pasajes literarios, la anti-so-nancia de la composición se combina con lo sublime del texto”.

CÓMO SE JUEGANavegando por Internet en di-ferentes páginas de literatura se explica que el cadáver ex-quisito se juega entre un gru-po de personas que escriben o dibujan una composición en secuencia. Cada persona sólo puede ver el fi nal de lo que es-cribió el jugador anterior.

“En resumidas cuentas se combinan cosas de una idea a-gregando elementos que pue-den o no pertenecer a la reali-dad. Los teóricos y asiduos al juego (en un principio, Robert Desnos, Paul Eluard, André Bretón y Tristan Tzara) soste-nían que la creación, en espe-cial la poética, debe ser anóni-ma y grupal, intuitiva, espon-tánea, lúdica y en lo posible automática”.

Muchos de estos ejerciciosse llevaron a cabo bajo la in-fl uencia de sustancias que in-

ducían estados de semiincons-ciencia o durante experiencias hipnóticas. Debemos recordar que el surrealismo como movi-miento artístico es la máxima expresión del inconsciente, de ahí que personajes como An-dré Bretón fueran asiduos ju-gadores del cadáver exquisito.

Incluso el autor del mani-fi esto surrealista llegó a escri-bir: “Lo emocionante para no-sotros en este tipo de produc-ciones era la certeza de que pa-ra bien o para mal, represen-taban algo que no era posible por el trabajo de una sola men-te, y poseían un grado excep-cional en la calidad de ‘deva-neo’, tan propio de la poesía”. Y es que para Lautréamont:

“La poesía debe ser hecha por todos y no por uno”.

El escritor Saúl Rosales, autor de Memoria de plomo, co-menta que no debe causar ex-trañeza este juego, ya que la li-teratura en sí misma es un jue-go de descifrar metáforas. “El cadáver exquisito no es más

que un insustancial juego lite-rario. No debe extrañarnos e-so porque la literatura es en gran medida un juego. Lo es grave y solemne como en la fi c-ción de la tragedia griega que nos propone el juego de creer en la fi cticia realidad que se vi-ve en el escenario. Igualmentees un juego el poema que nos induce al gozo de decodifi car símbolos o descifrar metáfo-ras. También lo es la novelaque interpola espacios y tiem-pos para que nos entretenga-mos recomponiendo la lineali-dad o restableciendo lo desar-ticulado”, dice.

EJERCICIO DE LA LIBERTADDe acuerdo a Bretón, el cadá-ver exquisito debería verse li-bre de preocupaciones estéti-cas, formales y morales (escri-birse, dibujarse, pintarse ex-presando lo que primero pase por la cabeza). “Escribid rápi-damente, sin tema preconcebi-do, lo bastante rápido para no