C A T A L A N E S P E N IT E N C I A RIO S C E N T R O S C ...

GESTIÓN DELCORONAVIRUS EN LOS

CENTROSPENITENCIARIOS

CATALANES

DICIEMBRE 2020- MARZO 2021

MONITORIZANDO LA PRIVACIÓN DELIBERTAD Y LA ACTIVIDAD POLICIAL

DURANTE LA EMERGENCIA DEL COVID-19

Equipo SIRECOVI-OSPDH

MONITORIZANDO LA GESTIÓN DE LA PANDEMIA EN LOSCENTROS PENITENCIARIOS CATALANES

mismos. Así, durante esta fase se pretendía

normalizar el máximo posible la vida de las

personas internas, de los profesionales, así

como de todos los operadores que

intervienen y se relacionan con los centros

penitenciarios a la vez que se convivía con

algunas de las medidas preventivas y

organizativas implementadas durante el

confinamiento para evitar la aparición de

rebrotes de la enfermedad. Llama la

atención sin embargo que, pese a que dicho

documento fue creado para hacer frente a

citada etapa de transición que se iniciaba

en junio del año pasado, no se hayan

producido modificaciones en el mismo (o al

menos estas no hayan sido publicadas) pese

al crecimiento tan significativo de contagios

que se ha dado tanto durante la segunda

como la tercera ola de la pandemia.

Y es que esta última etapa ha estado

marcada por un crecimiento

significativamente superior respecto al

número de contagios al registrado durante

las etapas anteriores. Esta tercera ola se ha

caracterizado a su vez por el estallido de

brotes en la mayoría de centros

penitenciarios, llegándose a registrar el

mayor brote desde el inicio de la pandemia

en un centro penitenciario de Cataluña, el

cual llegó a afectar a 121 internos y obligó a

confinar cuatro módulos del CP Quatre

Camins. Así mismo, durante dicho periodo

se producía la primera muerte por Covid-19

El presente informe se enmarca en el trabajo

de monitoreo de las medidas adoptadas por

las administraciones penitenciarias para

hacer frente la propagación de la COVID-19 y

el impacto que éstas están teniendo en los

centros penitenciarios y especialmente sobre

las personas privadas de libertad, que desde

el mes de mayo de 2020 llevamos a cabo

desde el equipo SIRECOVI del Observatorio

del Sistema Penal y los Derechos Humanos

de la Universidad de Barcelona.

En esta ocasión os presentamos el quinto

informe de seguimiento de la gestión de la

pandemia en los centros penitenciarios

catalanes, el cual abarca el periodo

comprendido entre la segunda quincena de

diciembre del 2020 y la segunda quincena

de marzo del 2021. Este periodo coincide con

lo que en el exterior se ha venido a

denominar la tercera ola de la pandemia.

Desde el punto de vista normativo, el periodo

analizado se apoya en el documento de

“Adaptació de fase de represa als centres

penitenciaris” cuya última revisión se publicó

el 31 de julio del 2020. Dicho documento

recoge el conjunto de protocolos de

actuación a adoptar en los diversos centros

penitenciarios de Catalunya con el objetivo

de reanudar la actividad normal de dichos

espacios a la vez que se adoptaban las

medidas necesarias para evitar la

propagación del virus en el interior de los

2

de un interno en un centro penitenciario de

catalán. El preso, quien tenía 55 años y no

padecía ninguna patología previa, fallecía a

principios de enero en el Hospital Joan XXIII

de Tarragona.

Este periodo ha estado marcado a su vez por

haberse iniciado la vacunación tanto de los

trabajadores y trabajadoras penitenciarios

como de las personas presas, habiendo sido

vacunados a cierre de este informe el 80%

de los trabajadores y trabajadoras de las

prisiones catalanas y más del 75% de los

personas privadas de libertad.

Para la realización de este informe, al igual

que en los informes anteriores, hemos

recopilado información de diferentes

fuentes: comunicados, notas de prensa o

comunicaciones en redes de la propia

Secretaria de Mesures Penals, Reinserció i

Atenció a la Víctima (SMPRAV), relatos en

3Gestión de la Covid-19 en los CP Catalanes-Diciembre '20- Marzo '21

primera persona de las personas privadas de

libertad y sus familiares, observación directa

en el marco de nuestras visitas a los centros

penitenciarios, informaciones publicadas

por grupos y organizaciones sindicales de

funcionarios de prisiones, grupos de

familiares o grupos de apoyo a personas

presas, y la revisión de material de

hemeroteca.

Desde el equipo SIRECOVI esperamos que

los resultados de este y los anteriores

informes puedan contribuir al trabajo que

están realizando otras organizaciones de

derechos humanos, de familiares o de apoyo

a personas presas, a colectivos de la

abogacía, y a los propios responsables de las

administraciones públicas implicadas.

GRÁFICO 1:EVOLUCIÓN DELNÚMERO DEINTERNOS/ASAFECTADOS/ASPOR COVID-19

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ESTADÍSTICASCONTAGIOS

Fuente: Elaboración propia en base a datos publicados por la Conselleria de Justicia, Generalitat de Catalunya

*Datos presentados son diarios y no acumulativos. Sólo en dos fechas se presentaron los datos acumulados:8 de enero: 491 interno/as y 395 funcionario/as; y 24 de febrero: 694 interno/as y 519 funcionario/as.

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INTERNOS/AS POSITIVOS/AS

INTERNOS/AS SOSPECHO/AS


GRÁFICO 2:EVOLUCIÓN DELNÚMERO DEINTERNOS/ASPOSITIVOS/ASSEGÚN CP

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ESTADÍSTICASCONTAGIOS

Fuente: Elaboración propia en base a datos publicados por la Conselleria de Justicia, Generalitat de Catalunya

Gestión de la Covid-19 en los CP Catalanes-Diciembre '20- Marzo '21

Las medidas de seguridad sanitaria que seimplementaron en los centros penitenciarios catalanes en el último periodo analizado, nodifieren de aquellas descritas en nuestrotercer informe relativo a la gestión de lapandemia en Cataluña (mayo-julio) en lamedida en que, como ya se ha señalado, eldocumento normativo que recogía losprotocolos de actuación a seguir en elconjunto de centros penitenciarios catalanes,no se vio modificado respecto a las etapasprevias. Nos encontramos, por tanto, con quehan seguido vigentes las medidas tantogenerales como específicas de seguridadsanitaria basadas principalmente en eldistanciamiento físico en la interacciónpersonal, higiene y utilización de materialesde protección descritas ya en anterioresinformes.

Como hemos apuntado, nos encontramoscon que a lo largo del periodo analizado loscontagios han ido en aumento en el conjuntode centros penitenciarios catalanes,obligando al confinamiento de módulos, alaislamiento de los afectados y al seguimientode contagios. En este contexto, internos einternas de algunos centros penitenciarios y

MEDIDASSANITARIAS

familiares denunciaron el régimen de vida quese estableció en algunos de los módulosconfinados, problemáticas relativas a laatención sanitaria, falta de información eincluso situaciones de abuso o maltrato eneste contexto.

A principios de enero, internos del módulo 5del CP Mas d’Enric, nos relataron que durantela primera semana de diciembre un internodel módulo había empezado a mostrarsíntomas de Covid-19, por lo que procedierona avisar a los servicios médicos del centropenitenciario. Según nos explicaron, acudió avisitarlo la doctora del módulo, quien trasexaminarle dijo que se trataba de un simpledolor de cabeza. Dicho interno siguióhaciendo vida normal en el módulo, hasta queel 11 de diciembre se desmayó en su celda,siendo trasladado al Hospital Joan XXIII deTarragona donde se le diagnosticó unaneumonía por Covid-19. Ese mismo día seprocedió a confinar el módulo 5 del CP Masd’Enric.

A 20 de diciembre se contabilizaban 54internos afectados por Covid-19 en los centros penitenciarios catalanes, siendo los centrosmás afectados el CP Mas d’Enricdonde había20 afectados, el CP Ponent con 17 internosafectados y el CP Brians 1 con 9 positivos.

El 24 de diciembre se procedía a des-confinarel módulo 5 del CP Mas d’Enric. Según nosexplicaron algunos internos de dicho módulo,

Equipo SIRECOVI-OSPDH 6

durante los 12 días que duró elconfinamiento permanecieron las 24hdentro de la celda, donde debían comer yducharse. Refieren que únicamente tuvieroncontacto con el exterior uno de los primerosdías del confinamiento, cuando les trajeronun teléfono móvil a la celda para quepudieran hablar con sus familiares yexplicarles lo que estaba sucediendo. Segúnnos relataron dicha situación generó muchatensión y ansiedad entre los presos, llegandovarios de ellos a cortarse o ingerir lejía, comométodo de protesta, denunciando que norecibieron la oportuna atención médica trasdichas acciones. Un gran número de internosdel módulo realizaron un escrito dedenuncia que presentaron ante el Juzgadode Guardia explicando lo sucedido ydenunciando las negligencias médicas,refiriendo uno de ellos haber sufridorepresalias por parte del centro por haberimpulsado la redacción del citado escrito.

El 29 de diciembre estallaba un nuevo broteque afectaba a prácticamente la mitad de losinternos del módulo 5 del CP Puig de lesBasses y a 6 profesionales del centro yobligaba a aislar el módulo con 89 internos. Los internos contagiados fueron trasladados

a la Unidad Covid-19 del centro o a las celdasde la segunda planta del módulo donde losatendía personal sanitario. Al día siguiente sedeclaraba otro brote de cinco casos en elmódulo de la Sección Abierta (MSOB) deQuatre Camins y se procedía a confinar elmódulo de forma preventiva. A 3 de lospresos se les detectó el virus estando en casade permiso, los otros 2 fueron enviados a laUnidad Covid-19 del CP Brians II.

A finales de año el número de internosafectados era de 74, encontrándose la granmayoría (47) en el CP Puig de les Basses: 26aislados en las celdas del módulo 5 y los 21restantes, en la Unidad Covid-19. El resto depersonas privadas de libertad afectadas enCataluña se encontraban repartidas endiferentes centros penitenciarios: 10 en laUnidad Covid-19 de Brians 2, 8 más en laenfermería de Mas d’Enric y 3 en laenfermería y en ingresos del centropenitenciario de Ponent. También había 2internos en hospitales públicos y 1 quepasaba el confinamiento en casa, enaplicación del artículo 86.4. RP.

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oco de texto

El año nuevo empezaba con la noticia deque la Administración iba a cumplir por fincon el auto del TSJC y tras nueve mesesdesde el inicio de la pandemia reconocíafinalmente a CCOO el derecho a que todo elpersonal penitenciario percibiera al menosuna mascarilla quirúrgica por turno. Unasemana antes desde diversos sindicatospenitenciarios de Cataluña denunciaban quese les continuaban repartiendo mascarillasno homologadas realizadas en muchos casoscon “trapos del CIRE” y exigían el reparto demascarillas FFp2 a todo el personal.Recordemos que estas mascarillas nohomologadas realizadas en el CIRE son lasúnicas mascarillas que se han repartidoentre la población privada de libertad enCataluña.

Durante la semana del 4 de enero desde elDepartamento de Salud se informaba de queel aumento de nuevos terceros gradosconcedidos en las revisiones de noviembre ydiciembre estaba complicando “seriamente”el protocolo anti-Covid-19 en las cárceles.Según explicaban en centros abiertos comoel de Wad-Ras, se llenaban los dormitorioscon las personas presas con permisos desalida, llegando a dormir cuatro de ellas porcelda, con el consiguiente riesgo decontagio. A 5 de enero se registraba unaconcentración de personas privadas delibertad que dormían en dicha secciónabierta de 118, siendo 172 los que seencontraban en art 86.4. RP. En la primeraola (junio del 2020) eran 65 más (237) las quedormían en sus domicilios en aplicación delart. 86.4RP. Una situación similar se producíaen la Sección Abierta del CP Quatre Caminsdonde el mes anterior se habían producidodos confinamientos preventivos ante laaparición de positivos, siendo necesariotambién cerrar las cafeterías del centro

debido a que algunos de los sometidos acuarentena trabajaban en las mismas.

A lo largo de dicha semana, fuentes deConsejería de salud expresaban que ante laacumulación en las secciones abiertas depresos durmiendo juntos se hacía necesarioreanudar las medidas de prevención querigieron en las prisiones de Cataluña alinicio de la pandemia.

Esa misma semana, el 7 de enero seconocía la triste noticia del fallecimientocomo consecuencia del Covid-19 del internodel módulo 5 CP Mas d’Enric que había sidotrasladado al Hospital Joan XXIII deTarragona el pasado 11 de diciembre. Setrata del primer preso de Cataluña muertocomo consecuencia del virus. El interno,que tenía 55 años, no presentaba patologíasprevias. La enfermería del centropenitenciario donde cumplía condena elinterno acogía a la fecha 12 casos de Covid-19, siendo el CP Mas d’ Enric el centro quemás casos presentaba. Los otros dos centroscon mayor número de casos, los tenían porsu condición de centros de referencia parala Covid-19: la Unidad Covid-19 del CP Puigde les Basses con 35 casos y la otra UnidadCovid-19 del CP Brians 2, con 11. El resto delos casos se repartían entre la Unidad Semi-abierta del CP Brians 1 (2), la enfermería delCP Lledoners (1), el módulo de ingresos delCP Ponent (1), el CP de mujeres Wad-Ras (1),un hospital de Barcelona (1) y 6 presos quecumplían condena en sus domicilios.

El 8 de enero se comenzaba con lavacunación en cárceles y centros de justiciajuvenil. Los primeros en recibir la vacunafueron los trabajadores y trabajadoras deinterior y de tratamiento que prestanservicio habitual o suelen ser enviados de


refuerzo en las siguientes unidades: (1)Enfermerías, (2) Unidades Covid-19, (3)Unidades hospitalarias penitenciarias:Unidad Hospitalaria PsiquiátricaPenitenciaria (UHPP), Pabellón HospitalarioPenitenciario de Terrassa (PHPT), y Unidadde Rehabilitación del CP Brians 2. Loscentros en los que se empezó a suministrarlas vacunas fueron el CP Brians 1 y el CPBrians 2, por ser los centros adscritos a laRegión de Salud Metropolitana donde sepodía iniciar el proceso con mayorceleridad.

El 14 de enero desde Familias de Presos aCataluña denunciaban que esa semanahabía habido problemas con la calefacciónen diferentes prisiones por lo que los presoshabían pasado mucho frío y se habíantenido que duchar con agua fría. Elcolectivo llevaba denunciando este tipo deproblemática en diversos centros catalanesdesde el 20 de diciembre. Aunqueevidentemente el frio no es un agentecausal de la Covid-19, no se puede obviarque por factores ambientales einmunológicos somos más vulnerables a laacción de los virus en condiciones de bajastemperaturas, en la medida en que en estecontexto nuestro sistema inmunitario sevuelve menos eficiente, bajando nuestrasdefensas y permitiendo la entrada de losvirus. Si tenemos en cuenta que estamoshablando de una población considerada

per se de riesgo, entenderemos cómodichas condiciones de detención les dejanen una situación de mayor vulnerabilidadante el contagio. Así mismo, difícilmentepodemos esperar que estas personasextremen las medidas de higiene personal,cuando se ven obligados a ducharse conagua fría pese a las bajas temperaturas delinvierno.

Desde el colectivo de Familias de presos seseguía denunciando también la escasez deinformación por parte de la Administracióny solicitando un canal de información paratodos, a la vez que informaban que en el CPde Wad-Ras la zona de la residencia estabaconfinada.

En este mismo centro penitenciario seregistraba un nuevo brote a mediados delmes de enero. A principios de enero unainterna del centro de mujeres de Wad-Rasdaba positivo por coronavirus tras un vis avis con su pareja. El 11 de enero se aislaba acuatro internas más, se confinaba elmódulo y se procedía al traslado de lasinternas afectadas al CP de Brians 1. Pocosdías después, el 15 de enero, secontabilizaban ya 12 internas y 5profesionales positivos en dicho centro. Delas 12 internas positivas, 4 fuerontrasladadas al CP Brians 1 y 3 al CP Puig deles Basses. A los pocos días empezaba aencontrase mal una interna del módulo depreventivas, a quien le hicieron una PCR

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El 21 de enero el Departamento de Justiciaanunciaba que en 2020 se suicidaron 11personas privadas de libertad, cuatro deellas mientras estaban en aislamiento,registrándose un incremento del 60%respecto al año anterior. Justicia, vinculabaeste crecimiento con el aumento de lacovid-19 e informaba de que se estabanrevisando los protocolos para hacerlos másefectivos.

Por nuestra parte, con la reactivación denuestras visitas a los centros penitenciarioscatalanes en los primeros meses del año,constatamos que en la mayoría de centros,se seguían incumpliendo algunos de losprotocolos de seguridad sanitariaestablecidos, principalmente en lo querespecta a los controles de temperatura alacceso al centro y al protocolo dedesinfección de locutorios. Recordemos quela toma de temperatura previa al acceso alcentro para evitar la entrada de personasque presenten fiebre, el uso obligatorio demascarillas siempre que los internos se

rápida y también salió positiva.Automáticamente se le hizo la prueba a lasdos compañeras de celda, quienes tambiéndieron positivo. Así, a 17 de enero se llegaba alas 15 internas positivas en el centro,procediendo a confinar la totalidad delcentro al ser considerado un brote. Desde elsindicato CSIF se denunciaba que pese alaumento de los contagios en el centropenitenciario de mujeres, se seguía sin hacerun cribado masivo y a pesar de las presionessindicales sólo se habían realizado laspruebas a los contactos estrechos de lasinternas afectadas.

El 19 de enero la SMPRAV informaba que sehabían hecho pruebas ya a las 81 internas delCP Wad-Ras y que se preveía que la semanasiguiente se hicieran a todo el personal quetrabajaba en el Centro. Desde Familias depresos de Cataluña denunciaban que lasinternas se encontraban aisladas en susceldas, donde realizaban todas las comidas,que no hacían actividades, ni acudían a laescuela, ni al gimnasio.

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encuentren fuera de sus celdas y para losprofesionales durante toda su jornadalaboral, la obligatoriedad de realizarhigiene de manos previo acceso al centro(debiendo incrementar cada CP los puntosfijos de acceso a gel hidro-alcohólico en laentrada al centro y a los departamentos decomunicaciones entre otros) y ladesinfección y limpieza de superficies, sonmedidas de seguridad sanitariaestablecidas en el documento de“Adaptació de la fase de represa als centrespenitenciaris”, que continuaban estandovigentes.

En el CP Lledoners no nos tomaron latemperatura al entrar al centro ni tampocohabía acceso a gel hidro-alcohólico ni en laentrada al centro ni en el departamento decomunicaciones. En cuanto al uso demascarillas, observamos como los internosacudieron a las entrevistas con mascarilla ylos funcionarios hacían uso de las mismas,al menos siempre que se encontrabanfuera de los búnkeres. En lo que respecta ala limpieza de locutorios, en eneroconstatamos que no parecía haber unprotocolo de desinfección tras larealización de entrevistas, en la medida en

que entrevistamos a internos que procedíande módulos diferentes en un mismolocutorio sin que se llevara a cabo ladesinfección del espacio entre entrevistas.Además, observamos la presencia decolillas en el suelo de uno de los locutorios,por lo que entendemos que no se habíallevado a cabo la desinfección del espaciotampoco tras el cambio de turno decomunicaciones. Por el contrario, en unanueva visita en el mes de febreroobservamos como un ordenanza limpiabael locutorio entre comunicaciones.

En el CP Mas d’Enric, tampoco nos tomaronla temperatura al acceder al centro pese aestar instalado el control de temperatura.Sin embargo sí disponían de gel hidro-alcohólico en la entrada. Aunque pudimosver que se procedía a realizar la limpieza delocutorios, constatamos que ésta no sehacía tras cada entrevista, pese a que lacabina fuera a ser ocupada por internos dediferentes módulos.

En el CP Brians 1, como en ocasionesanteriores, no existía control detemperatura a la entrada del centro.Observamos que había un cartel en la

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entrada en que se indicaba que losvisitantes debían pasar por una alfombradesinfectante, pero constatamos que noexistía tal alfombra. Había gel hidro-alcohólico en la entrada al centro, pero noen comunicaciones. En lo que respecta alprotocolo de desinfección de locutoriosllama la atención cómo los ordenanzasdesinfectaban el espacio entre interno einterno y parecía que se respetaba elprotocolo de no mezclar internos dediferentes módulos; por el contrario, noparecía que se llevara a cabo ladesinfección del otro lado de los locutorios(donde se ubican las personas del exterior)a pesar del movimiento de abogados,abogadas y secretarios y secretariasjudiciales que hay habitualmente en elmismo por su condición de centro depreventivos.

En el CP Ponent, tampoco se nos tomó latemperatura para acceder al centro, peroconstatamos la presencia dedispensadores de gel hidro-alcohólico endiferentes puntos del centro y observamosque un interno desinfectaba los locutoriosdespués de cada entrevista.

En el CP Puig de les Basses no nos tomaronla temperatura al entrar y tampoco habíagel hidro-alcohólico ni en el acceso alcentro ni en el departamento decomunicaciones y no parecía que sellevara a cabo la desinfección de loslocutorios después de las entrevistas.

En el CP Brians 2 si había control detemperatura al acceso y aunqueobservamos ordenanzas limpiandolocutorios, el que utilizamos nosotros fueusado por diferentes internos sin que sellevara a cabo la desinfección del espacioentre entrevistas. Aunque no había gelhidro-alcohólico en el departamento de

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comunicaciones, sí en diferentes puntos deentrada, pasillos, etc. El CP Brians 2, es unode los CP de referencia para internosafectados por la Covid-19. Su Departamentode Atención Especializada (DAE) se haconvertido en el módulo Covid-19 (donde seprocede a aislar a los contactos) y lasegunda planta de enfermería se convirtiócon el inicio de la pandemia en una unidadCovid-19, a la que envían tambiéncontagiados de otras cárceles.

En relación al traslado de presos y presascontagiados, el 29 de enero desde elsindicato de Mossos d’Esquadra SAP-FEPOLdenunciaban en un escrito dirigido a laSub-dirección General de Prevención deRiesgos y Salud Laboral del Departamentode Interior el derroche de recursos (tantomédicos como policiales) que suponen lostraslados de presos con Covid-19 yreclamaban " la necesidad de que todos loscentros penitenciarios de Cataluñadispongan de un módulo de confinamientoque pueda atender y tratar a las personasinfectadas por SARS-CoV-2. " Desde elsindicato apuntaban el riesgo que dichostraslados suponen, teniendo en cuentaademás que en función de la evolución desalud de la persona puede ser necesario unnuevo traslado (en los casos en que estasempeoren y se haga necesario su traslado alHospital Penitenciario de Terrassa),incrementándose de este modo el riesgo decontagio. En este sentido es importanterecordar que en el documento de“Adpatació fase de represa als centrespenitenciaris” se establecía la necesidad deque en cada centro penitenciario sedisponga de 4 tipos de módulos: (1)módulos para personas en aislamientosanitario, (2) módulos confinados, (3)módulos para enfermos por Covid-19 y (4)módulos residenciales habituales.


Al día siguiente, desde Familias de Presosde Cataluña seguían denunciando laescasez de información oficial a presos,familias y a los colectivos que las apoyan einformaban de cómo estaba la situaciónen los diversos CP catalanes: a 30 de enerose encontraba confinado el módulo 2 delCP Brians 2 con 7 positivos. En el módulo 9del mismo centro había varios positivosque fueron trasladados al DAE y aldepartamento de enfermería y en elmódulo 13 se encontró un positivo quientambién estaba ya confinado. En el CPQuatre Camins, se registraban 7 nuevospositivos, y uno más en el Centro deJóvenes, después de que un profesor delcentro diera positivo. Se manteníatambién el confinamiento total del CPWad–Ras, centro en relación con el cual el4 de febrero, UGT prisiones informaba queprácticamente el 20% de los profesionalesde régimen interior se encontrabanconfinados. El 8 de febrero el Departamento de Saludde la Generalitat de Cataluña anunciaba elplan de vacunación en los centrospenitenciarios catalanes, ante lo cualdesde colectivos de familiares y entidades

en defensa de los derechos humanosemitíamos un comunicado solicitando alDepartamento que incluyera urgentementeen este plan a las personas privadas delibertad en la medida en que estas seencuentran en una situación de máximavulnerabilidad derivada de su régimen devida y estado de salud. En el citadocomunicado, las entidades expresábamostambién nuestro rechazo sobre el silencioque rodea la incidencia de la Covid-19 en lasituación de las personas con patologíasmuy graves que residen en los centrospenitenciarios, dado que supone un notorioriesgo para ellos y para sus familias.

El 9 de febrero se continuaba con lavacunación contra la Covid-19 de lostrabajadores de prisiones y centros dejusticia juvenil, suministrando en los 5 díassiguientes la vacuna de AstraZeneca a cercade 4.300 empleados: un 70% del conjuntode la plantilla. Al día siguiente de que seacabara con la vacunación de lostrabajadores y trabajadoras penitenciarios, el 14 de febrero, desde el Sindicato UGTprisiones, emitían una circular interna en laque tachaban de “folleto antisistema” a unaencuesta elaborada por el Síndic de


Greuges, para que las personas presaspudieran valorar la gestión de la pandemiaen los Centros Penitenciarios catalanes.Des del Sindicato consideraban laencuesta como “insidiosa” y repulsiva”,realizando un llamamiento a lostrabajadores penitenciarios para queboicoteara la distribución del documentoentre los internos/as tal y como sesolicitaba desde el Síndic.

El 22 de febrero se confinaba el módulo 4del CP Quatre Camins, tras detectarse 2internos positivos. Al día siguiente eran ya6 los positivos, procediendo ese mismo día a realizar pruebas PCR a todos los internosdel módulo. El 24 de febrero el brote delCP Quatre Camins ascendía a 78 internos.Además de los 78 internos aislados en elCP Quatre Camins se registraban 28positivos más:14 internos seencontrabaningresados en la unidadsanitaria Covid-19 del CP Puig de lesBasses; 8, en la unidad sanitaria Covid-19del CP Brians 2; 2, en la enfermería del CPBrians 1; 1, en la UHPP de Brians 1; 11, en sudomicilio en aplicación del artículo 86.4del RP o de permiso; 1, en el PHPT; y 1 másen un hospital de la red pública.

Ese mismo día Justicia y Salud anunciabanque se había llevado a cabo el segundocribado masivo de profesionalespenitenciarios a través del test PCR y quese iniciaba la vacunación masiva de losinternos en CP catalanes. La vacunación delas personas internas llegaba a lasprisiones catalanas un mes y mediodespués de que se hubiera empezado avacunar a los trabajadores y trabajadoraspenitenciarios, previéndose inmunizar al92 % de la población reclusa en unaprimera fase en la que se administraría lavacuna de AstraZeneca a las personaspresas de edades comprendidas entre los

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18 y 55 años, concretamente 6.143 personas.Un segundo grupo minoritario, el de laspersonas privadas de libertad de más de 80años, también estaba previsto que fueranvacunados en el mismo periodo,administrándoles la vacuna Pfizer.

Dos días después, el 26 de febrero, el brotedel CP Quatre Camins aumentaba a 82 internos en tres de sus módulos, que fueronaislados durante catorce días,convirtiéndose a partir de este momento enel brote más importante en una prisióncatalana desde que se decretó el inicio de lapandemia. Los tres módulos afectados poreste brote de coronavirus fueron el 4, con80 positivos, y los módulos 5 y 8 con un casocada uno de ellos. La Consejería de Justiciacontabilizó unas 400 personas confinadasentre todos los módulos y anunció que seestaban haciendo pruebas PCR a todos losinternos y al personal de la prisión, sin queconstara, de momento, ningún caso entrelos funcionarios.

Al igual que en otros centros con módulosconfinados, los internos del módulo 4debían permanecer todo el día en las celdassin poder utilizar los espacios comunes delmódulo ni el resto del centro. El 28 defebrero, se contabilizaban cuatro positivosmás entre los internos del CP QuatreCamins, uno del módulo 4, otro del 8 asícomo otros 2 que regresaban de permiso.Desde la SMPRAV informaban que el centrohabía pasado el fin de semana reforzando elequipo sanitario con otro médico, dosenfermeras y dos auxiliares más, ante laimposibilidad de derivar más enfermos a lasunidades Covid-19 de los CP Brians 2 y Puigde les Basses. Según explicaron desdeJusticia, los presos positivos estabanaislados en sus celdas, y tres veces al día, yataviados con EPIS, el personal sanitario lescontrolaba las constantes vitales, les


proporcionaba medicación y comprobabala regularidad de sus tres comidas diarias.

A principios de marzo, algunos internosdel CP Quatre Camins denunciaban lasituación del centro respecto a la Covid-19y referían maltrato psicológico. Segúnexplicaban, entre otros aspectos, se lessancionaba por no mantener las distanciasde seguridad pese a que no hubiese formade mantenerlas. El 5 de marzo, el brote endicho centro penitenciario aumentabahasta más de un centenar de afectados. Delos 102 internos que habían dado positivo,96 se detectaron en el módulo 4, que seencontraba ya confinado. A parte, había 2casos en el MESOB, 2 en el módulo 6, 1 elmódulo 8 y otro en el módulo 3.

El 8 de marzo se registraba el pico másalto de internos contagiados desde elinicio de la pandemia: 152 internosafectados. De ellos, 121 eran internos del CPQuatre Camins, 19 del CP Brians 2, 5 del CPBrians 1, 3 del CP Wad Ras, 2 del CP MasEnric y 2 del Centro Abierto de Barcelona.Dos días después, el 10 de marzo, desdeCCOO alertaban que en los CP catalanes seseguían utilizando las mascarillas hechascon trapos del CIRE y exigían que retirarancon carácter urgente las mascarillas nohomologadas entregadas y se sustituyeranpor mascarillas FFP2.

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Al día siguiente, Justicia informaba que sehabía acabado con las vacunacionesmasivas a los internos de los centrospenitenciarios, habiéndose suministrado laprimera dosis de AstraZeneca a lapoblación reclusa de hasta 55 años que asílo quiso. Sin embargo, no se hacía mencióna la vacunación del otro grupo de internos,aquellos con edades comprendidas entrelos 55 y los 80 años, a los que según habíananunciado estaba previsto vacunar con lavacuna Pfizer.

A cierre de este informe, el 17 de marzo, el80% de los trabajadores de las prisionescatalanas y más del 75% de los reclusosestaban vacunados con la primera dosis deAstraZeneca. Sin embargo, desde elDepartamento de Justicia informaban queel paro temporal de la vacunación podíaafectar tanto a trabajadores y trabajadorascomo a las personas presas a la hora derecibir la segunda dosis y que ni losinternos/as ni los trabajadores/as de 55 a 65años habían recibido todavía ninguna dosis,contrariamente a como se había previsto.


Al igual que sucedía con los protocolos deseguridad sanitarios, las medidas vinculadasal régimen de vida de las personas presas yla interacción con sus familias que rigieronla presente etapa de análisis, son las mismasque se establecieron al inicio de ladenominada fase de reanudación. Durantela fase de reanudación estaba autorizada larealización de todo tipo de comunicaciones(orales, familiares, íntimas, de convivencia,inter-centros, inter-modulares) así como larecepción de paquetes y peculio. Seestablecía también que las comunicacionestendrían la periodicidad y la duraciónordinaria, aunque ante la imposibilidad decumplir con los protocolos establecidos laDirección de los diversos centros podíasolicitar autorización al comité de crisis paramodificar su número o duración. Además, se reducía al 50% el número decomunicantes, se establecía la necesidad degarantizar el distanciamiento físico y sehacía obligatorio el uso de mascarillas pesea que los visitantes formaran parte delmismo núcleo familiar. Se establecía, sinembargo, que no podrán comunicar losinternos que sean un caso positivo osospechoso de Covid-19, ni los que seancontactos estrechos de un caso positivo osospechoso y estén haciendo cuarentena opermanezcan en un módulo confinado,debiendo informar a los visitantes ycomunicantes con la máxima rapidezposible de esta circunstancia. Así mismo, semantenía la posibilidad de realizarvideollamadas y videoconferencias,debiendo cada centro penitenciario

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MEDIDAS SOBRECOMUNICACIONES

regularizar su uso en función de suscapacidades y recursos, y el mayor númerode llamadas telefónicas.

El 20 de diciembre desde Familias dePresos de Cataluña seguían denunciandola falta de información oficial por parte dela Administración e informaban sobre elestado de las comunicaciones en loscentros penitenciarios catalanes. Segúndetallaban en el CP Quatre Camins, tantolas comunicaciones orales como vis a vis sellevan a cabo con normalidad:comunicaciones orales cada fin de semana,vis a vis cada 15 días y videollamadassemanales. En el CP Brians 2, los internosdisponían únicamente de doscomunicaciones al mes que debíansolicitar las familias. En los CP Brians 1,Lledoners y Puig de les Basses, lascomunicaciones funcionaban connormalidad. En el CP Ponent éstas teníanque ser aprobadas previamente por el CP,lo que fue criticado por familiares, quienesdenunciaban que nunca había funcionadoasí y que nadie les ha informado delmotivo del cambio. En el CP Wad-Rashabía que llamar para solicitar lascomunicaciones, pero los vis a vis lossolicitaban las internas, quienes desdehacía una semana habían pasado de teneruno, a dos vis a vis mensuales. En el CP Masd’Enric, las comunicaciones funcionabancon normalidad exceptuando con losinternos del módulo 5, que se encontrabaconfinado.

A 31 de diciembre, con el estallido de unnuevo brote en el módulo 5 del CP Puig deles Basses, se restringían lascomunicaciones con los internos de dichomódulo.


Ante la decisión adoptada el 5 de enero porparte de la SMPRAV de no restringir los vis avis de los internos/as, desde el sindicatoACAIP exigían la “restricción total de lascomunicaciones” y denunciaban la multitudde brotes de Covid-19 que se estabanpadeciendo en los CP de toda Cataluña.

Desde Familias de Presos de Cataluñainformaban que a 7 de enero lascomunicaciones se llevaban a cabo connormalidad en la totalidad de CP deCatalunya, a excepción de con los 89internos del módulo 5 del CP Puig de lesBasses que se encontraba todavíaconfinado, situación que se mantuvodurante la semana del 14 de enero.

Tras el confinamiento del CP Wad Ras porun brote el 18 de enero se suspendierontodas las comunicaciones orales y los vis avis en dicho centro. Los abogados yabogadas que tuvieran que comunicar conlas internas se debían desplazar igualmenteal centro, pero no había contacto entreellos/ellas y las internas, tampoco a través delos locutorios. Para que las internaspudieran hablar con sus abogados/as, seproporcionaba un móvil a la interna y alabogado/a para hacer una videollamada sinlímite de duración. Las videollamadas sellevaban a cabo de forma diaria y a cargo delcentro.

Desde Familias de Presos de Cataluña a 30de enero informaban nuevamente delestado de las comunicaciones en todos losCP. Según explicaban desde laorganización, en el CP Brians 2 no se podíacomunicar con los internos del módulo 2por encontrarse confinado. Lascomunicaciones con el resto de los internosse llevaban a cabo de lunes a jueves ydebían ser reservadas con anterioridad. Losvis a vis debían ser solicitados por lospropios internos. En los CP Lledoners,Quatre Camins, Mas Enric, Ponent, Puig deles Basses y Brians 1 las comunicaciones ylos vis a vis se llevaban a cabo connormalidad. En el CP Brians 1 lacomunicación oral debía ser solicitada porel preso y confirmada posteriormente porel CP. En el CP Ponent los internos/asdebían solicitar tanto las comunicacionesorales como los vis a vis. En el CP Wad-Rascontinuaban anuladas tantocomunicaciones orales como los vis a visdebido al confinamiento total del CP. Tras detectarse a finales del mes defebrero un nuevo brote en el CP QuatreCamins, se suspendían las comunicacionesde los internos de los módulos 4, 5, 8 y delDERT mientras se mantuviera elconfinamiento de dichos módulos.


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CONCLUSIONES

Como hemos ido viendo, este quintoperiodo analizado ha estado marcado porun acentuado incremento respecto alnúmero de personas privadas de libertadafectadas por el Covid-19, llegando incluso asuperar el número de contagios que seregistró durante la primera ola de lapandemia. En este contexto, se hanproducido brotes en la mayoría de loscentros, que en algunos casos llegaron aafectar significativamente alfuncionamiento de todo el recinto. Se ha dedestacar en este sentido el brote que seprodujo a mediados del mes de enero en elCP de mujeres de Wad-Ras, donde pese a sureducido tamaño, el brote parecíaencontrarse fuera de control y obligó aponer en cuarentena al 20% de su plantilla.Desde los sindicatos de trabajadores ytrabajadoras penitenciarios se denunció lagestión llevada a cabo desde la dirección delcentro, especialmente en lo que respecta alseguimiento de contagios y a la detecciónde positivos. Al mes siguiente se registrabael mayor brote hasta el momento en uncentro penitenciario catalán, el que seprodujo en el CP Quatre Camins. Este brotese daba un mes y medio después de que sehubiera iniciado la vacunación del personalpenitenciario, lo que parece explicar la bajaincidencia que tuvo el virus entre lostrabajadores y trabajadoras del centro. Sinembargo el elevado número de internosafectados llegó a desbordar la capacidad delas unidades Covid-19 existentes, siendonecesario reforzar urgentemente el equipomédico del propio centro penitenciario para

poder garantizar la atención médicanecesaria al centenar de personas afectadas.Así, en lo que respecta al impacto que lacitada campaña de vacunación ha tenido enel contexto penitenciario se ha de tener encuenta que aunque como se ha señalado, losdatos paren reflejar que ya empiezan a servisibles sus efectos entre el personalpenitenciario (en la medida en que a lo largodel período analizado se aprecia unareducción paulatina del número deafectados y afectadas por el virus entre dichocolectivo), deberemos esperar hasta lasiguiente etapa para poder apreciar losefectos de la vacunación masiva de lapoblación penitenciaria.

En relación a este aspecto, uno de los temasde preocupación es el de las condiciones enlas que se lleva a cabo el aislamiento de losinternos e internas confinados. A lo largo deeste informe, hemos descrito variassituaciones en las que personas privadas delibertad o sus familiares denunciabansituaciones abusivas o incluso mala praxispor parte del personal, tanto por parte detrabajadores penitenciarios como delpersonal sanitario. Consideramosespecialmente preocupante la situacióndescrita por algunos internos respecto a lagestión llevada a cabo en el módulo 5 del CPMas d’Enric; y esperamos que tanto desde eldepartamento de inspección de la SMPRAVcomo desde el Programa de SaludPenitenciaria se estén llevando a cabo lasinvestigaciones oportunas para esclarecer lorealmente sucedido y depurarresponsabilidades, especialmente en lo querespecta al fallecimiento del interno delmódulo 5 de dicho centro.

Asimismo, teniendo en cuenta la angustia yansiedad descrita por varios internos que


el incremento del número de terceros gradosy de permisos concedidos, complicaron elprotocolo de prevención de la Covid-19.Consideramos muy preocupante que enCentros Abiertos como el de Wad-Ras sellenaran los dormitorios de las personaspresas con permisos de salida, llegando adormir cuatro por celda, con el consiguienteriesgo de contagio.

Desde el SIRECOVI no entendemos cómo esposible que pese a que el número decontagios entre las personas presas haya sidosuperior al que se dio durante la primera ola,no se hayan implementado las suficientesmedidas tendientes a la excarcelación depersonas privadas de libertad, especialmenteaquellas en tercer grado, de edadesavanzadas o con patologías previas. Se hacenecesario, por tanto, seguir abogando pormedidas tendientes a reducir la poblaciónpenitenciaria que permitan prevenir el riesgode contagio en dichos espacios. En estesentido, consideramos de máxima prioridadla adopción de medidas para excarcelar a laspersonas de edad avanzada, especialmenteaquellas con patologías graves, más aún sitenemos en cuenta los problemas que estánhabiendo para garantizar la vacunación delas personas presas mayores de 55 años antela inexistencia de las vacunas necesarias.

En otro orden de cosas, como en anterioresinformes reiteramos nuestra preocupaciónrespecto a la falta de cumplimiento de losprotocolos de seguridad sanitariosestablecidos para prevenir la propagación delvirus en el conjunto de los centrospenitenciarios catalanes. Una vez másdesde el SIRECOVI hemos podido constatarun cumplimiento escaso y desigual de dichosprotocolos en el conjunto de los CP catalanes,especialmente en lo que respecta a controlde temperatura al acceso a los centros y a ladesinfección de espacios. Llama la atención

fueron sometidos a situaciones deaislamiento como consecuencia delconfinamiento preventivo de módulos,situaciones que llegaron a desencadenarprotestas y autolesiones conjuntas,consideramos necesario revisar losprotocolos relativos al régimen de vida quese establece en dichos módulos,garantizando que todos los internos/asreciban la atención médica y psicológicanecesaria para hacer frente a la situaciónvivida. En este contexto consideramos queresulta imprescindible que se adoptenmedidas para garantizar que tanto laspersonas contagiadas como aquellasconfinadas tengan la posibilidad decontactar periódicamente por teléfono ovideoconferencia con sus familiares y seresqueridos, a fin de garantizar la estabilidadpsicológica y tranquilidad tanto de unoscomo de otros, previendo asimismo posiblessituaciones de autolesión o autolisis entre laspersonas presas.

En relación con la gestión de contagios serecoge a su vez la denuncia realizada por elsindicato de Mossos d’Esquadra SAP-FEPOLen relación con el traslado de presos porCovid-19, teniendo en cuenta el riesgo queestos suponen tanto para los agentespoliciales como para las personas presas. Así,recomendamos que en la medida de loposible y tal y como establece el protocolodescrito en el documento de “Adaptació defase de represa als centres penitenciaris” segarantice que todos los CP dispongan deunidades Covid-19, o al menos se establezcauna de estas Unidades por provincia,evitando de este modo los largosdesplazamientos por carretera de losinternos e internas contagiados.

Otro de los temas de preocupación ha sidola gestión que se ha llevado a cabo en losCentros Abiertos, donde como hemos visto,

19 Gestión de la Covid-19 en los CP Catalanes-Diciembre '20- Marzo '21

consideramos preocupante que desde dichocolectivo se denuncie el reparto demascarillas de tela realizadas en el CIRE entreel personal de los centros y se exija el repartode mascarillas homologadas, pero no se hagamención ninguna a que dichas mascarillashan sido las únicas que se han repartido entrela población reclusa.Se ha de tener en cuentaque las personas presas no tienen laposibilidad de adquirir dichas mascarillas, ymenos aún a los precios económicos a losque actualmente las podemos adquirir laspersonas del exterior (10 mascarillas pormenos de 2 euros). Por ello, consideramosimprescindible que al igual que con lostrabajadores y trabajadoras penitenciarios segarantice que todas las personas presaspuedan tener acceso a mascarillashomologadas. Así, deberían tomarse medidasa tal efecto como pudiera ser garantizar queen todos los economatos se disponga dedichas mascarillas a la venta a precios bajos(al menos como los que podemos encontraren la calle) y que se repartan gratuitamenteentre aquellas personas sin recursoseconómicos.

Creemos que este tema guarda relación conel sabotaje a la encuesta diseñada desde elSíndic de Greuges para conocer la percepciónde las personas presas en relación con lagestión de la pandemia. Desde el SIRECOVIconsideramos muy preocupante que uncolectivo que tiene la obligación de colaborarcon dicho organismo público, pueda llegar aboicotear una encuesta promovida por dichainstitución y creemos que este tipo deactitudes ponen de relevancia la falta deinterés por garantizar los derechos humanosde las personas privadas de libertad deciertos sectores de trabajadorespenitenciarios. Cabe recordar que el Síndic deGreuges, como Mecanismo Catalán dePrevención de la Tortura, actúa bajo mandatointernacional de las Naciones Unidas, y que el

en este sentido que, pese a que el contactocon el exterior ha sido considerado en todomomento el mayor riesgo de contagio, no seadopten las medidas necesarias paragarantizar un cumplimiento efectivo dedichos protocolos sanitarios y que, sinembargo, desde sindicatos penitenciarios seabogue rápidamente ante el crecimiento decontagios por aplicar medidas restrictivas.Recordemos que la compra e instalación decámaras termográficas, supuso un gasto de175 000 euros para la Consejería de Justicia,y pese a la facilidad de su uso y al poder deprevención que dichas herramientas ofrecense observa una infrautilización de lasmismas. Asimismo, entre los meses defebrero y mayo del 2020 desde el CIRE sellevaron a cabo formaciones específicassobre el plan de higiene y limpieza necesariapara todos los centros penitenciarios deCataluña, realizándose 40 accionesformativas en las que se formó a unos 500internos. Con todo ello, no entendemos aqué se debe el incumplimiento de talesmedidas de seguridad. En este sentido, tal ycomo señalábamos en nuestro anteriorinforme, creemos que pudiera serconveniente que desde el servicio deinspección de la SMPRAV se realizaraninspecciones periódicas en todos los centrospenitenciarios y se adoptaran medidas si seconstata el incumplimiento de losprotocolos de seguridad sanitarios, con elobjeto de garantizar su adecuadocumplimiento en la totalidad de centrospenitenciarios de Cataluña.

Otra de las cuestiones que nos gustaríaremarcar está relacionada con ladistribución de material de protección. Pesea que somos conscientes que el reparto deeste material, especialmente en lo querespecta a las mascarillas homologadas, harequerido de un esfuerzo y lucha sindicalque hubo que llevar hasta los tribunales,

20 Equipo SIRECOVI-OSPDH

internos/as tienen o no restringidas lascomunicaciones y sobre el funcionamientode las comunicaciones en cada centropenitenciario: número de comunicacionesorales y vis a vis autorizados, horarios yprotocolos. Han sido prácticamenteinexistentes las comunicaciones realizadaspor la SMPRAV en este sentido, debiendo serlos propios familiares quienes contactrarancon cada centro penitenciario para conocerlas condiciones específicas en cadamomento. Así, se hace imprescindiblerecoger las demandas que en este sentidohan surgido desde grupos de familiares,quienes han continuado exigiendotransparencia en la información y la creaciónde un canal permanente de comunicacióncon las personas privadas de libertad, susfamilias y las entidades de defensa dederechos humanos. No obstante, no ha sidoel ámbito de las comunicaciones el único quese ha caracterizado por la falta deinformación. Se ha de señalar que durante elpresente periodo han sido muy escasas lascomunicaciones respecto a la situación en loscentros penitenciarios emitidas desde laSMPRAV o el Departamento de justicia.Nuevamente el sistema penitenciario catalánha hecho patente la opacidad y falta detransparencia que caracteriza a estosespacios.

La excepción en este ámbito han sido losdatos respecto al número de internosafectados por el virus en cada centropenitenciario, que desde el mes de diciembredel 2020 la SMPRAV empezó a publicardiariamente. Pese a que se trata de un granpaso hacia una mayor transparencia encuanto a la gestión de la pandemia, llama laatención que por el contrario se hayaproducido un silencio prácticamenteabsoluto respecto al número de trabajadoresy trabajadoras afectadas por el virus durantelos últimos meses.

propio Código Ético de los trabajadores deejecución penal (regulado por la Circular2/2011) especifica en su Base 6, que " laempleada o empleado público de ejecuciónpenal debe auxiliar al Síndic de Greuges enel ejercicio de sus funciones ycompetencias”.Desde el SIRECOVIesperamos que desde la SMPRAV se lleven acabo las investigaciones necesarias paraesclarecer lo sucedido y se adopten lasmedidas disciplinarias oportunas con elobjeto de lanzar un mensaje de prohibiciónabsoluta respecto a este tipo de actitudes yprácticas.

Finalmente, nos gustaría señalar que ennuestro anterior informe apuntábamos quepudiera ser conveniente que la adopción demedidas restrictivas en el ámbito de lascomunicaciones con el exterior se adoptaranúnicamente respecto a aquellos internosafectados por el Covid-19, permitiendo deeste modo preservar los derechos de losdemás internos e internas y de susfamiliares. En esta nueva etapa, comohemos visto, se ha seguido dicho protocolode actuación, restringiéndose lascomunicaciones únicamente de los internose internas ubicados en Unidades Covid-19 oen módulos confinados. Pese a queobviamente valoramos la medida como muypositiva, nos llama la atención que pese aque ambas etapas se apoyan en el mismodocumento macro (“Adaptació fase derepresa als centres penitenciaris”), dichamedida se empezara a implementar en unperiodo en el que el número de contagiosera muy superior que en los mesesanteriores.

Respecto a este ámbito se ha de señalar a suvez la falta de información pública respectoa los módulos que se encuentran confinadosen cada momento en los diversos centrospenitenciarios y por tanto, respecto a que

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