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  • 8/10/2019 Camisea IV

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    A6 l Pas El Comerciodomingo 22 de setiembre del 2013

    SIN ATENCIN. La infecciones respiratorias afectan a todos los nios de la reserva. Hay solo una posta para todas las comunidades en contacto inicial de la cuenca de Camisea.

    R.T. Kugapakori,Nahua, Nanti y otros

    Hacia elParque Nacional

    del Manu

    Camisea

    L O T E 8 8P L U S P E T R O L

    R o U r u

    b a m

    b a

    Ro Ca mise a

    Fuente:IBC/ DAR / EIA Pluspetrol

    Leyenda

    Lote petro-lero del pro-yecto Camisea

    Zona dereserva

    Comunidadesnativastituladas

    Comunidadesen contactoinicial

    Desplazamientode nocontactados

    Ticumpina

    Timpa

    Segakiato

    MarankeatoMontetoni

    InaoratoPuesto de control dela reserva territorial

    Shivancoreni

    Nueva Vida

    Cashiriari

    Sagondoari

    Comunidades en aislamientodemandan DNI y titulacinPoblacin en contactoinicial demanda obrasdel Gobiernoy servicios de salud.

    En la reserva hay12 asentamientosnativos y gruposen aislamiento.

    Naroegi Nokaantaigaimpi viroegiNo somos animales, somos personas.

    Lino Pankari, jefe de Sagondoari

    Cusco . Las horas no miden eltiempo en Sagondoari. Elsa Ma-chipango Otega lleva un relojen su mano derecha antiguo,de esos negros de plstico quemarca las 2:23 p.m., pero afue-ra la tarde tie de anaranjado elcielo del Bajo Urubamba y vistede plata el ro Camisea. Est sen-

    tada sobre un tapete de caa,en un ambiente que es la cocina y el dormitorio de toda la fami-lia. La adolescente tiene una tospersistente y el cabello claro. Hapuesto un pescado y yucas sobrela lea: la cena. Sopla el carbn,el fuego se levanta iluminando lahabitacin, y ella vuelve a toser.La hora no importa (no existe si-quiera una traduccin exacta ensu idioma para esa pregunta).El reloj es un accesorio. El tiem-po tiene otra medida en Sagon-doari, la ltima comunidad nan-ti en asentarse en la cabecera delro Camisea.

    La historia de la familia Ma-chipango es similar a la de las

    otras familias de los 12 asenta-mientos ubicados al interior dela reserva territorial para pue-blos en aislamiento voluntarioKugapacori, Nahua y Nanti: lue-go de muchos aos de vivir hu- yendo por el miedo que installa violenta poca del caucho enla primera dcada del siglo XX,decidi un da instalarse en unsolo lugar. En marzo de este ao,como ha ocurrido en las otras co-munidades de la reserva, los mi-sioneros dominicos inauguraronuna escuela en la joven y peque-a Sagondoari (10 familias).Tambin ahora estuvieron solos.

    A cientos kilmetros, en Li-ma, donde el reloj es el todo-poderoso objeto que rige eltiempo, el Gobierno discute losplazos y si debe o no (y dnde)autorizar la instalacin de nue- vos pozos de explotacin de gasen el lote 88, ese cuadrado ima-ginario que se superpone a latercera parte de la reserva.

    APOYO AUSENTELino Pankari Otega es un hom-bre fuerte: tiene los brazos fir-mes, las manos duras, el cabe-llo negro intenso y la mirada deasombro de un nio. Examinael bordado de una cartucheracomo quien acaba de descubrirun artefacto complejo. No tie-ne DNI (nadie en Sagondoari lotiene). Lleva un polo blanco conagujeros y un short deportivoque alguien le regal. Es el jefede la comunidad de Sagondoari y ha convocado una asambleapara decir lo que en Lima se ig-nora: Queremos salir para ade-lante, queremos que nos apoyeel gobierno, queremos titula-cin de tierras, posta de salud,

    CONTACTO INICIAL. En la reserva viven poblaciones asentadas y tambin en aislamiento voluntario.

    agua limpia, que nos mejore laeducacin para el buen vivir denuestros hijos. No tenemos DNI,ni dinero, no s con qu vamos amantenerlos.

    Marcelino Angulo Choron-to machiguenga de Cashiria-ri, 26 aos, profesor de la es-cuela Sagondoari traduce laspalabras del jefe. Los nantispertenecen a la misma familialingstica que los machiguen-gas. Somos personas, no so-mos animales. Ahora estamoscivilizados, tenemos escuela,nuestros hijos se estn formali-zando, no somos animales pa-ra que nos cuiden. Cuando elgas se acabe, la empresa se ir, y ahora ya est aqu en nuestrosbosques. Queremos negociarnosotros mismos, si no con qu vamos a salir adelante. El jefede la comunidad insistir du-rante toda la asamblea en que elGobierno no los apoya.

    La reserva territorial se creen 1990 y en el ao 2003, cuan-do la presidenta del Consejo deMinistros era la actual presiden-ta de la Sociedad Peruana de Hi-drocarburos, Beatriz Merino,la zona adquiri mayor protec-cin legal. El ingreso a la reservaes restringido y en la Municipa-lidad de Echarate, a la que per-tenece este territorio, dicen queno pueden realizar obras en es-

    Queremos saliradelante, queremostitulacin de tierras ysalud. Lino Pankari.

    RESERVA TERRITORIAL KUGAPACORI, NAHUA , NANTI

    PAREJA. Dbora Otega y Julio Machipango se conocieron en elmonte, cuando el miedo los obligaba a huir del contacto con extraos.

    Comunidades de la reserva territorial

    la muerte de una menor de edadpor desnutricin. La mortali-dad en los nios nantis es ele- vada: siete de cada 10 personasque mueren en la reserva tienenmenos de 5 aos.

    El ingreso del proyecto Ca-misea aceler el proceso deasentamiento de los nantis y lasrelaciones con las comunida-des machiguengas que recibenla compensacin del canon. Enlos 11 aos del proyecto el Go-bierno no ha invertido nada enestas comunidades.

    Queremos negociar con laempresa como hacen las otrascomunidades. A nosotros nadienos ha consultado nada. Nadienos informa del proyecto. Si notitulamos ahora van a ingresarms empresas y vamos a quedarcomo animales. Estoy mirandocmo las comunidades de abajoestn negociando, por qu nonosotros?, interpreta Marceli-no, ahora al subjefe de Sagon-doari, Jons Pankari.

    Lino Pankari Otega dice quehan perdido el miedo: Si titu-lamos nuestra tierra, nuestroshijos que ya van a la escuela nos van a defender y desarrollarnnuestra comunidad.

    NELLY LUNA AMANCIO

    TEXTO / ENVIADA ESPECIAL LESLIE SEARLES

    FOTOS / ENVIADA ESPECIAL

    tas comunidades porque el Mi-nisterio de Cultura lo prohbe.

    El Estado no deja que na-die ingrese a la reserva y la ni-ca que entra es la empresa, sequeja Robinson Torre, padre dela misin dominica.

    DESNUTRICIN SEVERALo primero que se escucha du-rante el amanecer en Sagon-doari, adems del canto de lasaves y el rugido del ro, son losgolpes de los pies descalzos delos nios corriendo y su persis-tente tos. El profesor Marcelinodice que llevan das en tal esta-do. A veces, cuando la gentesale de la reserva y regresa, traeenfermedades y no hay formade atenderlos aqu, por eso pi-den una posta. Todos tienen lasbarrigas hinchadas y el cabellodesteido por la desnutricin.

    Hace unas semanas, el cen-tro de salud de Camisea report

    VULNERABLES

    71%de las muertes de la poblacin in-dgena nanti, durante el periodo1995-2003, correspondi a me-nores de 5 aos, Y de este grupo, el40% tena menos de 1 ao.

    VEA MAANA

    Especial multimedia sobre los nanti en:www.elcomercio.pe