CAMPAÑA NACIONAL DISTRIBUCION DE LA RIQUEZA ......fundización de la ciudadanía, la ampliación de...

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  • Las organizaciones sociales que conformamos el Espacio Amuyeny participamos en el Programa Mercosur Social y Solidario, veni-mos trabajando en común con reflexiones e instancias de articu-lación que intentan redefinir y efectivizar estrategias para la pro-fundización de la ciudadanía, la ampliación de la democracia y laacción política transformadora en Argentina.

    En ese marco, la cuestión de la DISTRIBUCION DE LA RIQUEZA,lejos de ser un tema más, es algo que atraviesa todo el conflictosocial argentino, toda la realidad que vive la sociedad y que debeinterpelar a todos los actores sociales como un eje fundamentalque interpreta la historia, define el presente y condiciona (cerran-do o abriendo) el futuro del país.

    Por eso, porque es un DESAFÍO PARA LA ARGENTINA, conside-ramos que abordar esta cuestión es un desafío para la organiza-ciones sociales. Lo es en la medida en que éstas estén dispuestasa hacerse cargo de los escenarios históricos, sociales y políticosque se presentan en nuestro país, en los esfuerzos de salir delciclo de 30 años de hegemonía neoliberal y de la catástrofe socialque se desplegó en los '90.

    En el actual escenario, diferentes oportunidades y límites ponen alas organizaciones sociales ante el desafío de definir su agenda ysu rol, sus articulaciones y su acción en torno a la distribución dela riqueza. Allí donde ésta tiene que ver no sólo con la calidad devida, sino también con las posibilidades de felicidad y dignidad de

    la mayoría de la población. Y, al mismo tiempo, allí donde se juegaen ella el sentido de la acción de las organizaciones sociales y lacapacidad política y de transformación de las mismas.

    Los materiales que componen esta campaña (cuadernos de traba-jo, afiches, folletos y cuñas radiales) han sido pensados para acer-car -en clave política, comunicacional y pedagógica- la cuestión dela distribución de la riqueza con la experiencia desde la perspecti-va de las organizaciones sociales, y pensando en construir yampliar los desafíos y las posibilidades de intervención de las mis-mas en este debate.

    Los textos que desarrollan los 5 cuadernos de trabajo, proveeninformación, plantean argumentos y están pensados para alimen-tar los debates de las organizaciones sociales. Como cualquierplanteo, tienen límites en sus desarrollos y admiten -en este casoreclaman- debate y cuestionamiento en sus argumentos.

    Esperamos que sirvan como insumos para ampliar el debate; ylo hagan de tal manera que las organizaciones sociales y los sec-tores populares no queden parados en el mismo como simplesvíctimas o demandantes, sino como actores que pueden aportara la imaginación, la construcción y el sostenimiento de lasapuestas históricas, concretas y políticas que supone la distribu-ción de la riqueza en Argentina, como una NECESIDAD, una EXI-GENCIA, un DESAFÍO y un HORIZONTE para nuestro país y paratoda América Latina.

    CAMPAÑA NACIONAL DISTRIBUCION DE LA RIQUEZADESAFIO PARA ARGENTINADESAFIO PARA LAS ORGANIZACIONES SOCIALES

    Diseño general y dirección de pro

    ducción

    de materiales / Néstor Borri

    Autor / Sebastián Prevotel

    Corrección de textos / Mirta Braid

    a

    Diseño de tapa / Luciana Amado / J

    osé Saccone

    Diseño / Luciana Amado

    Impreso en Argentina

    Minigraf / Carmen de Patagones,

    Pcia. de Buenos Aires

    [email protected]

    Octubre de 2006

    La presente publicación ha sido elab

    orada con la

    asistencia de la Unión Europea. El c

    ontenido de

    la misma es responsabilidad excl

    usiva de las

    instituciones que conforman Amu

    yen/Espacio

    de organizaciones sociales y en

    ningún caso

    debe considerarse que refleja los pu

    ntos de vista

    de la Unión Europea.

    www.espacioamuyen.org.ar / distrib

    [email protected]

    Proyecto co-financiado por:

    ACCIÓN EDUCATIVA / CANOA / CENEPPCENTRO NUEVA TIERRA / FEC / INCUPOIDEP / INDESO MUJER

  • 1 / El trabajo es una cuestión determinante para construir una sociedad justa y democrática consistentemente.2 / Históricamente, la problemática del trabajo ha ocupado un lugar central para los sectores populares; ha sido el factoraglutinante de grandes luchas y construcciones.

    3 / En Argentina, tenemos la memoria y la experiencia del trabajo como mecanismo primordial para la distribución de lariqueza: se pudo distribuir cuando se creó trabajo.

    4 / En los últimos 30 años, el neoliberalismo desarticuló al mundo del trabajo y buscó deshabilitar a los trabajadorescomo sujetos políticos, como actores con la capacidad de influir en los destinos de la sociedad.

    5 / El grueso achique de los salarios y los altos índices de desempleo han sido los dos principales ataques que posibi-litaron esta cuestión.

    6 / En cada una de las grandes crisis económicas que nuestro país ha atravesado (1975-1976, 1982, 1989-1990, 1994-1995,1998-2002), se produjo un salto en el desempleo, una brusca caída de los ingresos, un aumento en el nivel de pobreza y unaprofundización de la desigualdad respecto a la etapa anterior. A grandes rasgos, se produjo una caída en escalones en dondesi bien después de cada crisis la situación se estabilizó o mejoró, nunca volvió al nivel alcanzado anteriormente.

    7 / La crisis del salario, que tuvo su momento más grave en la década de los '90 fue lo que permitió minar la participaciónde la clase trabajadora en la riqueza producida en el país. La desocupación y el deterioro laboral han sido, entonces, uno delos principales factores de disciplinamiento y sometimiento de la mayoría de nuestra sociedad durante las últimas décadas.

    8 / Las políticas neoliberales instaladas llevaron la cuestión del desempleo al terreno de lo asistencial. Como parte de lastantas “consecuencias no deseadas” del funcionamiento del mercado, el trabajo se volvió objeto de políticas compensatoriasy de planes sociales.

    9 / En el marco de la reactivación económica vivida desde el 2002, la baja acentuada de la desocupación y la subocupa-ción, convive con una gran cantidad de trabajadores precarizados, una concentración muy elevada del ingreso y nive-les notablemente elevados de pobreza. Hoy en Argentina, se puede trabajar y ser pobre o indigente al mismo tiempo.

    10 / El grado de articulación, presencia e incidencia de los sectores populares, y en particular de las organizacio-nes de trabajadores es central para orientar, condicionar y participar en las decisiones sobre el tipo de integraciónregional que se construirá en el continente, y el perfil con que nuestras sociedades responderán en el futuro al proceso deglobalización que las atraviesa.

    IDEAS FUERZA

    TOLG

    AR K

    ELLE

    CI

  • El nivel de los salarios y el grado de ocupación sonlos principales factores que influyen en la distribu-ción de la riqueza.La actual distribución del ingreso en Argentina esla más desigual de la historia y es el resultado delas políticas económicas -implementadas desde ladictadura militar de 1976 en adelante- que destru-yeron la ocupación y el salario que los trabajado-res habían alcanzado en tiempos del peronismocon el “modelo de sustitución de importaciones”.Con la dictadura militar que derrocó al segundogobierno peronista en 1955, los ajustes que se hicie-ron llevaron a una importante caída de la participa-ción de los trabajadores en los ingresos. Sin embar-go, en los años '60, los trabajadores pudieron recu-perar una distribución del ingreso más equitativa.Esto se debió tanto a la segunda etapa del modelo desustitución de importaciones -fuertemente asentadoen el mercado interno- como a la contundente movi-lización social amplificada por la consolidación delsindicalismo combativo y antiburocrático (fueron lostiempos en los que se gestaron los actores popularesque más tarde protagonizarían episodios como elCordobazo en 1969).

    Pero con los cambios instrumentados a partir de laúltima dictadura militar, en 1976, fue diferente. Yadesde el principio, los militares produjeron una drás-tica modificación en la distribución del ingreso.En muy poco tiempo, la participación de los trabaja-dores en la riqueza producida cayó al 30%, a diferen-cia del casi 50% de 1974.Esto se debió, en primer lugar, a la sangrienta repre-sión que llevó a desarticular por la violencia física lafortaleza del movimiento obrero. En segundo lugar,porque la nueva política económica de aperturacomercial y financiera terminó con la sustitución deimportaciones y debilitó la posición de fuerza de lostrabajadores.Se llevó adelante un proceso de “desindustrializa-ción” que terminó con la industria nacional y trajoaparejado elevados índices de desempleo. El desempleo se incrementó notablemente en la déca-da de los '90 por la “desregulación del mercado de tra-bajo” impulsada por los organismos financieros inter-nacionales y los grupos económicos dominantes loca-les. La misma formó parte del vasto proceso de des-trucción de las funciones básicas y estratégicas delEstado que se implementó durante estos años.

    El efecto combinado del aumento del desempleo ydisminución del salario real significó un aumentoen la desigualdad de la distribución del ingreso enlas tres últimas décadas. Mientras que en 1974 la

    diferencia de ingresos entre el 10% de los hogaresmás pobres y el 10% de aquellos hogares más ricosera de 9,5 veces, dicha proporción se elevó hasta46,1 veces en el año 2002.

    4 / Manifestaciones

    Menos salarios / menos ocupación /MENOS DISTRIBUCIÓN

    Fuente: Area de Economía y Tecnología de la FLACSO, en base a datos de BCRA, Ministerio de Economía yPenn World Tables.

    GRÁFICO #1 / CAMBIOS EN LA DISTRIBUCION DEL INGRESO ENTRE 1974 Y LOS ´90 /Participación de los trabajadores y los empresarios en el producto bruto interno.

    La actual

    distribución del

    ingreso en

    Argentina es la

    más desigual de la

    historia y es el

    resultado de las

    políticas económi-

    cas que destruye-

    ron la ocupación y

    el salario que los

    trabajadores habían

    alcanzado en tiem-

    pos del peronismo.

  • En un país, la distribución del ingreso es el resultado de la lucha entre los sectores del capital y los sectores deltrabajo por la apropiación de la riqueza generada.

    Los conflictos históricos entre estos dos sectores se ponen de manifiesto en las constantes variaciones, lostires y aflojes, en la situación de la distribución del ingreso en el país a través de los años.

    CAPITALLos sectores del capital son aquellos que tienen lacapacidad de comprar y explotar -directa o indirecta-mente- la fuerza de trabajo de los trabajadores yapropiarse del excedente de riqueza producido. En la cúpula de este sector, están los grandes propie-tarios de medios de producción.No se trata de un bloque uniforme y homogéneo; estáconformado por actores muy diversos con interesesmuchas veces contrapuestos y, aunque han sabidoponerse de acuerdo en más de una ocasión, no dejande tener conflictos entre ellos. Actualmente podemosdiferenciar:

    Empresas estatalesEmpresas locales independientesEmpresas de grupos económicos localesEmpresas trasnacionalesEmpresas de conglomerados extranjeros

    También es posible diferenciarlos por:su tamaño (capital, cantidad de empleados, filia-

    les, etc.)su participación o no en los procesos de privatiza-

    ción de los años '90su pertenencia a la “cúpula empresaria”, o sea, al

    conjunto de empresas que obtienen mayores utilida-des económicas.

    TRABAJOLos sectores del trabajo son los grupos de la pobla-ción cuya principal riqueza es su fuerza de trabajo:asalariados registrados y no registrados, jubilados,cuentapropistas y beneficiarios de la seguridadsocial... los sectores populares. Se desempeñan endiversas formas de trabajo (desde la industria hasta elcampo, desde las empresas privadas hasta las institu-ciones públicas, desde trabajos concretos que exigenfuerza física hasta otros más simbólicos y culturales).Incluso aquellas formas de trabajo que en general noson reconocidas como tal o son invisibilizadas (comoel trabajo doméstico, por ejemplo). Vale aclarar quelos desocupados también son trabajadores.En las últimas décadas, los sectores del trabajo sehan caracterizado por su creciente heterogeiniza-ción y fragmentación:

    trabajadores plenosdesocupados plenosprecarizados (informales, en negro)cuentapropistassubocupados y sobreocupados

    Procesos, actores y conflictos / 5

    Capital y Trabajo: la puja por la Distribución

    GRÁFICO #2 / DISTRIBUCION FUNCIONAL DEL INGRESO /Participación de los asalariados en el producto bruto interno, 1950-2004.

    Fuente: Area de Economía y Tecnología de la FLACSO, en base a datos de BCRA, Altimir y Becaria (1999)y Lindemboin, Graña y Kennedy (2005).

    Los conflictos

    históricos entre

    el capital y el

    trabajo se ponen

    de manifiesto

    en las constantes

    variaciones,

    los tires y aflojes,

    en la situación

    de la distribución

    del ingreso a

    través de los años.

  • La industria, desde los tiempos del peronismo, habíasido el sector más dinámico de la economía, actorcentral del modelo productivo y espacio primordialpara la puja distributiva.

    El golpe de estado del 24 de marzo del 1976 fue lapuesta en marcha de un modelo neoliberal que signi-ficó el pase de una sociedad industrial a otra basadaen la “valorización financiera”, vinculada a la fugade capitales y la privatización de empresas públicas.

    El proceso de desindustrialización abarcó casidécadas y significó la expulsión de la cuarta partede la mano de obra del sector de la industria. Fuela más importante de las causas del vertiginosoaumento de la desocupación en Argentina.

    Durante la década de los ´80, comenzó la fuga decapitales al exterior, y empezó a cobrar fuerza la pér-dida de incidencia del sector industrial en la econo-mía. La industria sufrió procesos de redimensiona-miento y cambios en su composición hacia adentro.Hubo un gran aumento de la concentración técnica,al tiempo que se dio una marcada desconcentracióngeográfica de la producción inducida por regímenesde promoción industrial (subsidios desde el Estado alos dueños de las industrias).

    Simultáneamente aumentó la importancia del “arma-do” de productos sobre la base de insumos importa-dos y se manifestó una marcada reducción de lostipos de producción, creciendo las actividades bene-ficiadas por las ventajas comparativas naturales -

    como los alimentos- y aquellas protegidas por regí-menes excepcionales -como la industria automotrizcuyo gran crecimiento está asociado a la protecciónque recibió-.

    La década de los '90 no tuvo resultados positivospara los trabajadores a causa del proceso de aper-tura y desregulación económica, que consolidó laspolíticas aplicadas por la última dictadura militar,generando un nivel de desarticulación productiva yfragmentación social inédita en la historia reciente denuestro país. El consecuente desmantelamiento de laindustria implicó el desplazamiento del sector comoeje central en el proceso de desarrollo económico y -paralelamente- su reemplazo por un patrón de creci-miento basado en la especulación financiera.

    El nuevo patrón de crecimiento condujo a un incre-mento sin precedentes del desempleo, a una bru-tal contracción de los salarios reales y a una cre-ciente fragmentación social. Los niveles de desem-pleo que, en el año 1974, se ubicaban en torno al4,2%, promediaron el 12,0% durante la década delnoventa y alcanzaron el 21,5% al finalizar la conver-tibilidad. A su vez, los salarios reales presentaban,en el año 2002, un retroceso del 50,2% con respec-to a los valores vigentes en el año 1974.

    La falta de competitividad de la industria -derivada de laapertura externa y agudizada por la relación de equidadentre el peso y el dólar- condujo a que la recomposi-ción de las ganancias del sector se realizara a expensasdel salario y de la expulsión de los trabajadores.

    6 / Procesos, actores y conflictos

    De la sociedad industrial a...

    El proceso de

    desindustrialización

    abarcó casi

    décadas y fue la

    más importante de

    las causas del

    vertiginoso

    aumento de

    la desocupación

    en Argentina.

    COOP

    ERAT

    IVA

    SUB

  • Durante el período de la convertibilidad se desplegóuna política sistemática -con idas y vueltas a raíz delos diversos conflictos sociales que implicaron-orientada a remover todas las leyes laborales quemodelaban el mercado de trabajo y beneficiaban alos trabajadores.El argumento principal era que las causas del des-empleo respondían a la “rigidez” del mercadolaboral (altos salarios, aportes patronales eleva-dos, alta indemnización por despido, etc) y que lasolución consistía en “flexibilizar”. Los sectores dominantes, de la mano del gobierno deCarlos Menem, contaron con el consenso necesariopara replantear las leyes laborales, aniquilaron con-quistas históricas de la clase trabajadora:

    Cambiaron las leyes de determinación salarial (seeliminó la indexación salarial, se descentralizó lanegociación colectiva y se ataron las variaciones

    salariales a la evolución de la productividad).Limitaron el derecho a huelga.Alteraron el régimen de vacaciones.Privatizaron el sistema de prevención de acciden-

    tes de trabajo.Pusieron en vigencia diversas formas de contrato

    temporarios que disminuyeron los costos para losempresarios (los denominados “contratos basura”).

    Redujeron los aportes patronales a la seguridadsocial y las asignaciones familiares.

    Redujeron las indemnizaciones por despido.

    Todas estas políticas consolidaron una notable pre-cariedad en el mercado de trabajo y un agravamientode las condiciones de explotación de la mano deobra, sobre todo en las grandes empresas.La transformaciones llevadas adelante significaronun aplastante avance del capital sobre el trabajo.

    Procesos, actores y conflictos / 7

    Leyes laborales y flexibilización

    TRABAJO ASOCIATIVO Y AUTOGESTIVO

    A lo largo de todo el país, surgieron experiencias de trabajo asociativo y autogestionado que han desafiado laslógicas imperantes de exclusión y explotación. Desde emprendimientos productivos comunitarios, pasando porcooperativas y otras formas asociativas, llegando hasta las experiencias de empresas recuperadas. Se trata de prácticas de organización y cooperación entre trabajadores que demuestran, con todos sus límites ytropiezos, que prueban que es posible recuperar las capacidades humanas mediante el trabajo digno. Forma dehacer efectiva una vida digna para el conjunto de la clase trabajadora.Es clave el reconocimiento de las diversas experiencias de trabajo asociativo y autogestivo de la economíasocial en el marco de la lucha por una estrategia productiva global. Reconocer estas nuevas formas de traba-jo implica preguntarse por sus estrategias generales, sus particularidades, su vinculación con el mundodel trabajo “formal” y su papel en el proyecto de un país con una más justa distribución de la riqueza.

    Las políticas

    laborales de los

    '90 consolidaron

    una notable

    precariedad en

    el mercado de

    trabajo y un

    agravamiento

    de las condiciones

    de explotación

    de la mano de

    obra: significaron

    un aplastante

    avance del capital

    sobre el trabajo.

    COOP

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    IVA

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  • La devaluación...

    Ante la crisis sin precedentes que nuestro país atra-vesó en el periodo 2001-2002, el gobierno deEduardo Duhalde instrumentó un conjunto de medi-das destinadas a resolver la situación.Una de ellas fue la devaluación, política que implicóla modificación del valor del peso con relación aldólar como piedra fundamental de una reorganiza-ción de la economía argentina.Con la devaluación, al bajar el valor del peso, aquellosque venden afuera del país, obtienen más dólares pormenos pesos. Por lo tanto, se incrementaron lasganancias de los grupos económicos que exportansu producción. Por otro lado, la devaluación permiteque los que pueden vender en el mercado interno, lohagan a un precio más alto; ya que los productos quevienen de afuera son más caros que antes.Tras casi cuatro años de recesión económica, las dis-putas en el 2001 giraban casi exclusivamente entorno al tipo de cambio.La implementación de este “modelo del dólar alto”en el 2002, fue el resultado de duros enfrenta-mientos en el seno de los sectores dominantes:

    Por un lado, sectores del autoproclamado“empresariado productivo”, en su gran mayoríanucleados en torno a la Unión Industrial Argentina(UIA). Estos eran los que querían la devaluación comosalida de la crisis del régimen de la Convertibilidad.

    Por otro lado, buena parte del sector financie-ro local y las empresas privatizadas -los que se vie-ron más beneficiados en la década de los '90- aboga-ban por una “dolarización” de la economía.La resultante de este conflicto significó un cambio enla composición del bloque dominante, que pasó a serhegemonizado por los “sectores productivos”: losgrupos económicos nacionales más relevantes,numerosos conglomerados y grandes firmasextranjeras. El “dólar alto” significó un aumento delvolumen y las ganancias de las ventas al exterior. Laelite exportadora, a favor de una importante pre-

    sencia en el ámbito de las fábricas y en el sectorprimario, fue la gran “ganadora”.Sectores como la banca y las privatizadas se hanvisto relegados -a pesar de las jugosas “compensa-ciones” que han recibido- y su expansión en el nuevoescenario se encuentra con serios límites.Frente a este proceso, algunas afirmaciones:1 / La fenomenal concentración de las exportacionesy el mantenimiento de un tipo de cambio elevado quebeneficia ampliamente a la fracción concentrada delpoder económico local, incrementa la brecha en ladistribución de la riqueza. Los trabajadores siguenapropiándose de una mínima porción de los ingre-sos generados (de modo directo con el salario e indi-recto por medio de las retenciones a las exportacio-nes aplicadas por el Estado).2 / De la mano de la devaluación, se dio un aumen-to del desempleo y la caída brutal de los salarios.Los ingresos cayeron alrededor de un 30% y la des-ocupación llegó al 25% del total de los argentinos enbusca de trabajo. La población por debajo de la líneade la pobreza -que en los últimos momentos da laConvertibilidad llegaba a 14,6 millones-, a fines del2002 alcanzó los 21 millones de personas. En conclusión, la “salida devaluacionista” derivóen una fuerte transferencia de ingresos desde eltrabajo hacia el capital.3 / Dicha situación demostró que no es cierto que ladevaluación en sí misma sea condición necesariay suficiente para que la economía ingrese en unsendero de crecimiento que logre revertir la desin-dustrialización, el desempleo y la desigual distribu-ción de la riqueza.4 / Más allá de la aplicación de unas pocas medidaspuntuales, aún no existe a nivel nacional una estrate-gia de desarrollo productivo y, en lo más particular,una estrategia para la industria. La lógica del “pilo-to automático” que caracterizó al “modelo de losnoventa” parece seguir vigente.

    La “salida

    devaluacionista”

    derivó en una

    fuerte transferen-

    cia de ingresos

    desde el trabajo

    hacia el capital.

    La lógica del

    “piloto automático”

    que caracterizó al

    “modelo de los

    noventa” parece

    seguir vigente.

    Fuente:SCHORR, MARTÍN -WAINER, ANDRÉS /

    “Argentina: ¿muertey resurrección?”

    Notas sobre la relaciónentre economía y política

    en la transición del“modelo de los noventa”

    al del “dólar alto” /En Realidad Económica

    #211 / Instituto Argentinopara el Desarrollo

    Económico /Bs As, abril-mayo 2005.

    8 / Procesos, actores y conflictos

  • En el marco de la reactivación económica registrada desde el año 2002, se observa un acentuado descenso dela desocupación y la subocupación:

    Cabe destacar que la medición de un 10,4% de des-ocupación en el 2006, incluye a las personas quebeneficiarias de un plan de empleo. Si no contamoslos planes, la desocupación alcanza el 12,8%1.

    El problema aparece cuando consideramos a los tra-bajadores “en negro”.

    Los trabajadores en negro percibían en promedio -enagosto de 2006- un sueldo de 440 pesos mensuales,lo que equivale sólo al 37% del salario promedio delos trabajadores en blanco (que se encontraba alre-dedor de los 1.190 pesos).

    Se encontraba, además, muy por debajo del mínimo-establecido por el Consejo del Salario Mínimo Vital yMóvil- para los trabajadores formales (en blanco) de630 pesos. Y apenas un poco por encima de la mitaddel piso de 800 pesos que supuestamente el salarioalcanzaría en noviembre del 2006.

    Según señala Claudio Lozano, en agosto del 2006,sobre una fuerza de trabajo urbana de casi 16 millo-nes de personas, el 60,2% presentaban distintosniveles de precarización:

    4,8 millones son asalariados no registrados (ennegro)

    2,6 millones son cuentapropistas de subsisten-cia (gasistas, plomeros, carpinteros, pintores,vendedores ambulantes...)

    1,8 millones son desocupados

    El diputado nacional y director del Instituto deEstudios y Formación de la CTA, explica que mientrasque desde octubre del 2001 hasta agosto del 2006los salarios de los trabajadores registrados crecieronun 80,7%, el de los no registrados se incrementósólo un 44,7%2.

    Estos procesos hablan de la convivencia de una bajaen la desocupación con una muy elevada concentra-ción del ingreso y niveles notablemente elevados depobreza.

    El desafío en la materia para el actual gobierno y paralos sectores del trabajo es incidir en la injusta distri-bución de la riqueza. Cada vez más, en Argentina,tener trabajo no alcanza para no ser pobre.

    1 / Fuente: Instituto deNacional de Estadísticasy Censos; EncuestaPermanente de Hogares

    2 / Claudio Lozano.“Solo para empleadosen blanco” SuplementoCASH (Página/12);6 de agosto de 2006.

    DesocupaciónSubocupación

    Primer trimestre del 200320,4%17,7%

    Segundo trimestre del 200610,4%12 %

    ... y después

    Cada vez más,

    en Argentina,

    tener trabajo

    no alcanza para

    no ser pobre.

    Procesos, actores y conflictos / 9CO

    OPER

    ATIV

    A SU

    B

  • 10 / Aportes

    LOS INGRESOS DE LOSSECTORES POPULARES“¿Qué pasa con el ingreso de los sectores popula-res? La primer constatación brutal es que estamosen el piso más bajo de la historia. No es un acciden-te, no salimos de una hiperinflación hace tres meses.Esto ya tiene una lógica de funcionamiento que aaceptado un perfil de decadencia de los ingresospopulares en relación de los ingresos nacionales.“Pero, además, se ha alterado la morfología de la situa-ción. En primer lugar, en relación a la existencia demayores niveles de informalidad laboral, aparecen ele-mentos muy complejos: el trabajo y los trabajadores,registrados o no, ya no están asociados con la satis-facción de las necesidades mínimas. Se puede traba-jar y ser pobre, y se puede trabajar y ser indigente.“Del mismo modo, en el mundo del trabajo, cada vezcon más claridad, se da la rutina de gente que estáexcluida y gente que es desigual. Hay algunos queestán excluidos de relaciones laborales formales endonde el nivel de desigualdad para con otro trabaja-dor es alto. Hay algunos que no están excluidos y sonesencialmente desiguales.“O sea, es un mundo donde, además, los procesosde rotación no son sólo verticales, no son sólo de tra-bajador registrado que pasa de una actividad demenor salario. Estoy hablando también de mercadosnítidamente segmentados, en donde no es posibleacceder al otro mercado. No es que uno perforadesde el sector de la informalidad más dura al sectorde la informalidad menos dura y de allí al formal.Estos mercados tienen movilidad interna pero dentrode un estamento.“Para decirlo de una manera gráfica, es como si

    hubiese un núcleo de relaciones desiguales pero for-males en el mercado del trabajo. Este está rodeadopor una capa mucho más amplia, donde hay relacio-nes formales e informales con exclusión. Poblaciónque entra y sale del proceso de explotación -y queademás compiten entre sí-. Y a la vera de esto, ununiverso mucho más amplio, pero que ni siquierapega contra las paredes del mercado formal-infor-mal, gente que ni siquiera puede aspirar a ser explo-tada. Esto hace estallar muchas de las categorías quetradicionalmente se utilizan para el análisis, no sola-mente del mercado del trabajo, sino también para lasociedad.“Voy a agregar un argumento adicional a esto. Lalógica grupal del mercado del trabajo, esta lógicabestial de la informalidad (los salarios debajo de lalínea de la pobreza), oculta dos elementos que son,en realidad, la rueda de auxilio del funcionamiento deeste sistema y que no son enunciados: el trabajo noremunerado de mujeres y el trabajo de niños.“Esta distribución del ingreso, bestial como es,lacerante como es, no podría funcionar si debajode ella no hubiese un proceso de explotación delas mujeres no remuneradas y de los niños noremunerados. Por lo cual, la distribución del ingresocuando es planteada con seriedad, no puede excluiraquellos que no aparecen como productores deingreso cuando en realidad son el sostén de los pro-ductores de ingreso.“Esto es estratégico en términos políticos. No habríatrabajadores explotados en Argentina, a nivel detener salarios bajo la línea de pobreza y condicioneslaborales no registradas, si no hubiese mujeres siningreso sosteniendo con explotación los niveles dereproducción de los salarios. Y obviamente, tampocolos habría sin los dos millones de niños que hoy enArgentina desarrollan algún tipo de trabajo.”

    EL PAPEL DEL ESTADOY EL SUFRIMIENTO SOCIAL“En 7 de los últimos 14 años, la Argentina creció arri-ba del 8%. Hubo crecimiento arriba del 8% en los '90y hay crecimiento arriba del 8% en el 2000. Lo queconecta como dato explicativo, no es la tasa de cre-cimiento, sino la producción de sufrimiento social.Aquello que sobrevive con condiciones de crecimien-to en los '90 y en el 2000 son las deformaciones enel mercado del trabajo, la pésima distribución en elingreso, las dificultades para reponer el estatuto deltrabajo como un organismo de movilidad social.“¿Qué papel le cabe al Estado en este contexto? Unaprimera definición es que no hay que tener visionesreduccionistas de su papel. El Estado es un territorio

    Los ingresos populares y el estado

    El trabajo y los

    trabajadores,

    registrados o no,

    ya no están

    asociados con la

    satisfacción de

    las necesidades

    mínimas. Se puede

    trabajar y ser

    pobre, y se puede

    trabajar y ser

    indigente.

    Extractos de laponencia realizada

    en el encuentro-tallerDistribución de la

    riqueza / desafío para laargentina / desafío para

    las organizacionessociales, realizado porAmuyen los días 6 y 7

    de julio del 2006, enBuenos Aires.

    *Economista dela Central deTrabajadores

    Argentinos.CE

    NTRO

    NUE

    VA T

    IERR

    A

    Martín Hourest*

  • complejo, un territorio de lucha, un espacio de con-flicto social, y no una herramienta directa de domina-ción social por parte de una clase. En esa perspectiva,este Estado, con sus características dice varias cosas.

    1 / “En primer lugar, es un Estado que proveerecursos, protección y promoción. Provee promo-ción y protección a aquellos sectores del capitalque, o bien necesitan ser protegidos de la compe-tencia externa, o bien necesitan ser promovidos enfunción de la competencia externa y de la compe-tencia interna. Es decir, nunca fue -ni en los '90 nien los 2000-, contrariamente a lo que se dice, unestado deudor. Ha tenido fenomenales capacidadesde intervención que las a utilizado con objetivos queno necesariamente tienen que ver con las mayoríaspopulares, pero en ningún momento uno puededecir que la utilización del tipo de cambio -el subva-luado de los '90 o con el tipo de cambio sobrevalua-do de los 2000- no tenga relación con una lógica derelacionamiento con el capital.

    2 / “El segundo elemento, es que el Estado, quebusca legitimación por un lado y sostener el pro-ceso de acumulación de capital por el otro, hasido y es, un fenomenal reproductor de la hetero-geneidad social. Para esto, tiene tres grandes herra-mientas: la política de mínimos institucionales, laspolíticas sociales focalizadas y los acuerdos corpora-tivos. Estas tres lógicas de la intervención del Estadoen la distribución del ingreso marcan las formas apartir de las cuales, sin discutir la manera en que seproduce el ingreso y sin cuestionar necesariamentela asimetría brutal que existe en su distribución, elEstado concurre a sostenerla y a dotarla de legitimi-dad. Eso es la política de salarios mínimos para quie-nes están ocupados y registrados. Eso es la políticasocial focalizada. Y eso son los acuerdos corporati-vos con aquellos sectores sindicales y empresarialesque acordonan una lógica de funcionamiento de ladistribución del ingreso.

    3 / “El otro elemento es la lógica de política mone-taria del Estado. En términos de soberanía moneta-ria (es decir, la capacidad del Estado de generarmoneda para activar los circuitos económicos), nonos hemos movido demasiado de los '90 para aquí.Pasamos de un proceso de “1 a 1” en los '90, quegarantizaba determinadas ganancias extraordinariaspara determinadas fracciones del capital, pero dondela relación autónoma de moneda característica de losestados soberanos no ha cambiado.“Si revisamos la recaudación fiscal del año 2006 con

    relación a la previa a la crisis del 2001 y sacamos delmedio las retenciones a las exportaciones y elimpuesto al cheque, constataremos que estamosrecaudando menos impuestos que en aquella época.Si sacamos del medio aquel efecto de la devaluación,el efecto precio, notamos que tenemos problemasmuy serios para recaudar impuestos. Sacando loextraordinario de la devaluación, que claramentefue un golpe brutal sobre los sectores populares,en la lógica del funcionamiento económico y delsostenimiento del Estado, la economía y los secto-res en general no están aportando de manera dis-tinta; la matriz fiscal no cambió.

    “Sólo lo extraordinario ha permitido devenir a unEstado deficitario en un Estado superavitario. Pero unEstado superavitario se asienta sobre la base de unaciudadanía en déficit. Porque buena parte del ajustecorriente que le permite al Estado dejar de ser deficita-rio para convertirse en superavitario es el ajuste sobreel gasto corriente. Es decir, el ajuste sobre el salario,jubilaciones, pensiones. El Estado se hizo más robus-to sobre la base de achicar el gasto corriente yaumentar el peso que sobre los sectores popularestiene la modificación de los precios internaciona-les, de los precios relativos de la producción expor-table, que son las retenciones.”.

    Fuera de lo

    extraordinario

    de la devaluación,

    en la lógica del

    funcionamiento

    económico y del

    sostenimiento del

    Estado, la economía

    y los sectores en

    general no están

    aportando de

    manera distinta;

    la matriz fiscal

    no cambió.

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    Aportes / 11

  • 12 / Luchas y protagonistas

    Una creciente heterogeneidad tuvo lugar como con-secuencia de la reestructuración industrial enArgentina. La industria descentralizó su producción yse crearon de nuevos establecimientos industrialesen otros lugares a partir de los “regímenes de pro-moción industrial” de los años '80.

    Estos los regímenes de promoción industrial produ-jeron una doble fractura en la clase trabajadora:

    los nuevos operarios de las plantas tenían escasoo nulo grado de sindicalización y para igual trabajopercibían salarios menores a los de los obreros delas industrias tradicionales,

    por otro lado, este nuevo tipo de industrias con-solidó el proceso de desocupación y marginalidadsocial, ya que si bien se trasladaron las instalacionesno sucedió lo mismo con los obreros.

    Así, emergieron un nuevo tipo de obreros y nuevosdesocupados. Se generaron diferencias entre los dosgrupos, como también entre éstos y los obreros tra-dicionales.

    Esta situación se agravó en los '90 con los despidosmasivos provocados por las privatizaciones, más laprofundización del proceso de desindustrialización,cuyo resultado global fue el gran deterioro en lascondiciones y relaciones de trabajo.Esta heterogeneidad volvió muy dificultosa la conver-gencia de reivindicaciones comunes e incluso gene-ró grandes divisiones y contradicciones.

    A partir de la crisis del 2001, se agudizaron las ten-dencias a la heterogeneidad en el mundo del trabajo:

    conflictos entre trabajadores formales e informales,conflictos entre trabajadores privados y estatales,la extensión del trabajo en negro,la no equiparación de los salarios de las mujeres,el fenómeno de la tercerización que, al interior de

    los lugares de trabajo, plantea groseras discrimina-ciones -en calificaciones y salarios- entre trabajado-res que comparten puestos similares.

    A su vez, el temor a la desocupación persistíacomo un fantasma aún en los trabajadores que hanrecuperado el empleo.

    Mientras, las nuevas modalidades de trabajo buscanasimilar al trabajador a la cultura de la empresa, bus-cando que se identifique con ella y se haga cargo delas consecuencias de fallas o errores.

    En un marco más amplio, la sociedad sufrió otrastransformaciones que evidencian la ruptura profundade lazos y solidaridades. Se abrieron brechas muygrandes entre los sectores marginalizados, los trabaja-dores y los sectores medios.

    QUÉ PASÓ CON EL SINDICALISMOCon el camino allanado por la represión de la últimadictadura militar, el sindicalismo argentino sufriógrandes cambios. Sobre todo en la década de los '90.Estos cambios -que propiciaron el avance desmedido

    Nuevas expresiones organizativas

    Una creciente

    heterogeneidad

    del trabajo y los

    trabajadores tuvo

    lugar como

    consecuencia de la

    reestructuración

    industrial en

    Argentina.

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  • Luchas y protagonistas / 13

    del capital por sobre la clase trabajadora-, tuvieronlugar a partir de la cooptación de las conduccionessindicales por parte del bloque dominante neoliberal.Nació el “sindicalismo empresario”: las estructurassindicales participaron de manera directa en las nue-vas actividades económicas originadas en la deses-tructuración del Estado. Llegaron incluso a adquirir yparticipar en los servicios públicos privatizados.Las más fuertes expresiones de esta mutación delsindicalismo fueron las dos principales concesionesque hicieron al poder de turno y difundieron comoverdades entre los trabajadores:1 / Frente al incremento de la desocupación, produje-ron un desplazamiento de la reivindicación sindical delsalario a la mera defensa de los puestos de trabajo.2 / Se adoptó en los hechos la misma lectura de lacrisis que hacían los sectores dominantes, la cualdecía que la principal causa del desempleo era la“rigidez” del mercado de trabajo y que -por lo tanto-había que “flexibilizar”.En respuesta a esta situación, a fines de 1991 secomenzó a gestar lo que un año después se constitu-yó en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).Sustentada en los principios de la participaciónpopular y la autonomía del Estado y los partidos polí-ticos, esta nueva expresión sindical surgió con elobjetivo de desandar la fragmentación de la clase tra-bajadora sumando no sólo a trabajadores ocupadossino también a desocupados, jubilados y distintostipos de trabajadores informales.

    NUEVAS EXPRESIONESFrente a este panorama y ante la desocupación y lafragmentación imperante en el mundo del trabajo, sur-

    gieron nuevos actores y lugares de referencia colectiva:El brutal cambio de escenario, sentó las bases

    para la creación de nuevas formas de organización yreferenciación que conformaron el movimiento detrabajadores desocupados. Grupo sumamente hete-rogéneo y con reivindicaciones que giran en torno ala demanda de vías efectivas para la inclusión en elmundo del trabajo y de políticas compensatorias quecombatan el hambre y la pobreza. Muchas de lasorganizaciones que conforman este movimientosestán vinculadas de manera orgánica a partidos polí-ticos de izquierda.

    Relacionados con los actores del movimiento dedesocupados, pero muchas veces contenidos tambiénen otros ámbitos -organizaciones barriales, espacioseclesiales, o directamente a partidos políticos deizquierda-, surgieron diversas formas de asociación,cooperación y ayuda mutua entre trabajadores auto-gestionados. Experiencias de economía social.

    También está el movimiento de empresas recu-peradas. Aunque varias pueden encuadrarse en elgrupo anterior, se trata de un tipo particular que secaracteriza por la recuperación para la clase trabaja-dora de las numerosas industrias y empresas priva-das. Empresas que, como resultado de la situacióndescripta a lo largo de estas páginas -sobre tododesde mediados de los '90-, se fueron a la quiebra yfueron expropiadas y gestionadas colectivamente porsus propios trabajadores.

    Por último, pero no menos importante, el fortale-cimiento de los movimientos campesinos en los últi-mos años también es resultado de la destrucción deltrabajo y los salarios, que también afectó al campo dediversas formas.

    (la fragmentación de la clase trabajadora)

    Se abrieron

    brechas muy

    grandes entre

    los sectores

    marginalizados,

    los trabajadores

    y los sectores

    medios.

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  • 14 / Desafíos

    NECESIDAD PARA LA SOCIEDADLa pobreza y la profunda desigualdad hablan de lanecesidad de un nuevo modelo económico basado enla recomposición de dos pilares fundamentalespara la distribución de la riqueza: las fuentes detrabajo y el salario.No alcanza con la recuperación económica paramejorar la situación de los trabajadores. Es necesa-rio complementar el crecimiento con estrategiaspara el mejoramiento de los ingresos y la genera-ción de más puestos de trabajo.Por otro lado, no es cierto que aumentar los salariospone en riesgo la productividad. Las medidas deva-luacionistas que se aplicaron para salir de la crisismultiplicaron las ganancias de las empresas. Sobretodo en el sector exportador. Es posible subir lossalarios sin que se produzca inflación.Es necesaria una transformación del modelo pro-ductivo. El desarrollo productivo debe tener comouna de sus principales premisas la satisfacción delas necesidades de la población y el aumento delconsumo popular. Deben abandonarse definitivamen-te las determinaciones de un mercado que es funcio-nal a las apetencias de los grandes capitales y quepromueve a modo de círculo vicioso el consumo delos sectores más acomodados de la sociedad.

    EXIGENCIA PARA EL ESTADONecesitamos un estado fuerte con la capacidad pararegular y “disciplinar” a los sectores del capitalconcentrado y trasnacional. Al mismo tiempo, debeser un estado que responda a los intereses de lossectores populares. Más trabajo / más salario / másdistribución deben ser las simples consignas queguíen sus políticas, que deben ser abiertas a la parti-cipación “en serio” de las organizaciones sociales.Reducir la desigualdad en nuestra sociedad exige dosgrandes grupos de políticas económicas concretas:

    POLÍTICAS DE REINDUSTRIALIZACIÓN:El Estado debe redefinir las bases del modelo eco-

    nómico desde su raíz. Debe vincular al generación deriqueza a la producción para el consumo interno y ala especulación financiera.

    Debe reconstruir la industria argentina con unasentamiento en la complementación de las distintasramas de la producción y una articulación con un sis-tema educativo coherente para la formación de lostrabajadores.

    Debe propiciar la generación de estudios científicosque brinden a la industria innovaciones para el desarro-llo una producción que satisfaga nuestros intereses y, almismo tiempo, sea competitiva a nivel internacional.

    Debe diseñar instrumentos que se orienten haciala creación de una infraestructura adecuada para la

    expansión industrial y el bienestar de la población.Debe recuperar, para la sociedad argentina, el con-

    trol de los recursos energéticos básicos, como elpetróleo, el gas y la electricidad.

    La complementación a nivel nacional de la pro-ducción industrial con la producción agropecuaria .

    El Estado debe buscar vías y formas de regular lainversión que se hace en la economía, ya que no eslo mismo la inversión en maquinaria industrial, quegenerará trabajo en el futuro; que invertir en cons-trucción inmobiliaria, por ejemplo, en donde una vezterminada la edificación el valor de los bienes seempieza perder y no genera nuevas riquezas.

    POLÍTICAS DE RECOMPOSICIÓN DE LOS INGRE-SOS Y EL MERCADO LABORAL

    En primer lugar -en íntima relación con el conjun-to anterior de políticas-, el Estado tiene que propiciarla generación de nuevos puestos de trabajo paraincorporar las grandes cantidades de desocupados ytrabajadores precarizados al mercado laboral.Estimulando, de este modo, el crecimiento de lossalarios y la distribución de los ingresos.

    Son necesarios, paralelamente, mecanismos uni-versales que reconstruyan los ingresos de los secto-res populares. El Estado puede y debe políticas deasignación familiar para terminar con la pobreza par-tiendo del reconocimiento del derecho de los niños yde los adultos sin protección social.

    El Estado debe, además, realizar cambios en lasleyes que regulan la actividad económica, la recauda-ción y el trabajo, adecuándolas para un proyecto depaís más equitativo.

    En ese mismo movimiento, debe crear nuevosmarcos legales que reconozcan a aquellas formas detrabajo informal muchas veces “invisibilizadas” y lasseparen de las políticas asistenciales o de “economíapara pobres”.

    HORIZONTE PARA LA INTEGRACIÓNEn el mundo actual, los países aislados no tienenposibilidad de impulsar un modelo económico pro-ductivo de inserción en el mercado internacional. Delmismo modo, por las características de la economíamundial, no podemos descuidar las exportaciones.El desafío pasa hoy por pensar y hacer efectiva esainclusión en el mundo en el marco de una inclusiónen el Mercosur.Un nuevo proyecto de país es posible sólo pensandoen un nuevo Mercosur. El futuro de la integraciónregional debe estar vinculado a las complementarieda-des y articulaciones productivas, así como a las deci-siones conjuntas para un desarrollo con distribución.El grado de articulación, presencia e incidencia delos sectores populares, y en particular de las orga-

    Más trabajo / más salario / MÁS DISTRIBUCIÓN

    Necesitamos

    un estado fuerte

    con la capacidad

    para regular

    y “disciplinar” a

    los sectores del

    capital; y que

    responda a los

    intereses de

    los sectores

    populares.

  • Bibliografía

    Desafíos / 15Trabajos y trabajadores rurales

    nizaciones de trabajadores es central para orien-tar, condicionar y participar en las decisionessobre el tipo de integración que se construirá en elcontinente, y el perfil con que nuestras sociedadesresponderán en el futuro al proceso de globalización.

    DESAFÍO PARA LASORGANIZACIONES SOCIALESEn los años ´90, el campo popular y el mundo de lasorganizaciones sociales se complejizó y diversificó.Muchas organizaciones y grupos surgieron en tornoa temáticas que no se relacionan directamente con lacuestión del trabajo y del movimiento obrero, porquejustamente fueron resultado de la creciente desocu-pación y exclusión del mercado laboral. Los cambios en el modo de funcionamiento de laeconomía, con un mayor peso relativo en la pro-ducción, dieron nueva cabida a las luchas por el sala-rio. Es fundamental recuperar el protagonismo delos trabajadores en la lucha por la recuperaciónsalarial. Entendiendo al salario como el mecanismopor excelencia para la distribución de la riqueza ycomo herramienta para reconstruir el papel cen-tral de la clase trabajadora en la consolidación deun proyecto productivo democrático y soberano. Junto con ésta, las luchas por condiciones de trabajodignas y derechos laborales, así como las propuestas ydemandas por políticas de empleo y protección socialadecuadas, la universalización de beneficios socialescomo las asignaciones familiares y la reforma del sis-tema provisional son ejes de reivindicación común queatraviesan a las todas las organizaciones sociales, lasestructuradas en el marco del mundo de los trabajado-res como de las organizaciones de desocupados,

    barriales, de mujeres, de jóvenes, o de campesinos. Caminar hacia ese país demanda una mirada y un pro-grama de trabajo dirigido a la recreación de unespacio productivo nacional y el fortalecimiento delmercado interno y el consumo popular.Esto requiere buscar formas, espacios y herramien-tas para desandar la dispersión y fractura que atra-viesa a los sectores populares e hilvanar en torno a lareivindicación por una más justa distribución de lariqueza las luchas de todos los trabajadores: forma-les, informales, autónomos, autogestionados, jubila-dos, desocupados. Públicos y privados, urbanos yrurales, profesionales y no profesionales, etc. Hacerel esfuerzo por recomponer una identidad común enentre los sectores populares que asuma la diversidadsin ser funcionales a la fragmentación. El trabajo es central en nuestra sociedad. Las organi-zaciones sociales en general deben preguntarse dequé manera las toca y las interpela esta problemáti-ca. Hace falta una mirada crítica que aborde todosestos procesos en su basta complejidad -que lejosestá de ser inabordable-. Es un desafío para las orga-nizaciones poder hacer un “mapeo” de la problemá-tica y los actores involucrados con sus conflictos ycontradicciones. Pensar en las estrategias, en lasalianzas y en las rupturas, necesarias para terminarcon la pobreza. El Estado y las políticas públicas son elementosclaves a la hora de pensar en una más justa distri-bución de la riqueza. Cómo relacionarse con el esta-do, qué puentes y qué paredes construir, qué contra-dicciones asumir, qué herramientas para controlar,incidir y participar hacen falta, en qué procesos; sonpreguntas desafiantes.

    Documentos iniciales elaborados por organizaciones vinculadas a Amuyen en el marco de la campaña nacio-nal argentina del Programa Mercosur Social y Solidario / Septiembre de 2006.BASUALDO, EDUARDO - KULFAS, MATÍAS - ARCEO, NICOLÁS - BONOFIGLIO, NICOLÁS / La distribución del ingre-so. Un objetivo innegociable para los trabajadores tras 30 años de retroceso / En Engranajes #3 / FETIA - CTA / BsAs, noviembre-diciembre 2005.BASUALDO, EDUARDO M. / Concentración y centralización: del capital en la Argentina durante la década del noven-ta / Universidad Nacional de Quilmes - Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales - Instituto de Estudios sobreEstado y Participación / Bernal - Bs As, 2000.ESPACIO DE ECONOMÍA SOCIAL DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS Y FORMACIÓN DE LA CTA / Hacia la construcción deotra economía desde el trabajo y los trabajadores / Documento base del Espacio de Economía Social del IEF-CTA.FETIA-CTA - FETERA-CTA - TRABAJADORES TELEFÓNICOS DE LA CTA / Desarrollar la industria nacional y recupe-rar los recursos energéticos.LOZANO, CLAUDIO - RAMERI, ANA - RAFFO, TOMÁS / ¿Seguirá declinando la desocupación? Una mirada sobre laúltima información del mercado laboral / IEF-CTA / Bs As, Agosto 2006.LOZANO, CLAUDIO - RAMERI, ANA - RAFFO, TOMÁS / Argentina puede resolver el hambre y la pobreza / IEF-CTA /Bs As, Enero 2006.LOZANO, CLAUDIO - RAMERI, ANA - RAFFO, TOMÁS / Clandestinidad y precarización laboral en la Argentina del2006 / IEF-CTA / Bs As, Abril 2006.LOZANO, CLAUDIO / Características de la desindustrialización en la Argentina durante las últimas décadas / FETIA-CTALOZANO, CLAUDIO / Solo para empleados en blanco / En Cash - Página/12 / Bs As, 6 de agosto de 2006.

    Caminar hacia

    un país más

    justo demanda

    una mirada y un

    programa de

    trabajo dirigidos

    a la recreación

    de un espacio

    productivo nacional

    y el fortalecimiento

    del mercado

    interno y el

    consumo popular.