Capítulo 3

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Primer antecedente en la función pública Su primer cargo público se registró a fines de 1994, al asumir como Sub- secretario de Urbanismo y Vivienda de la Municipalidad de la ciudad de Mendoza, donde se desempeñó hasta diciembre de 1997. Fue uno de los funcionarios designados directamente por el intendente Roberto Iglesias, el hombre que le abrió todos los caminos en su trayectoria política. De su trabajo en la comuna regresó a los claustros de la Universidad Tecnológica Nacional. Años después sería decano, luego de haber desplazado a un histórico dirigente radical, Ernesto Bustelo. Entre ellos la relación terminó más que tensa, al borde del odio. El principio de esta controversia se debió a una situación medianamente similar a la que protagonizó Cobos en la madrugada del Parlamento que rechazó las retenciones. Corrían los últimos años 80 cuando, luego de una investigación que acusaba a directivos de la UTN de la dictadura de haber proporcionado información a los servicios en los años crueles, y que deseaban postularse para ser elegidos como autoridades democráticas, el Centro de Estudiantes impugnó a dos antiguos colaboradores de la dictadura. El debate del Consejo Académico fue extenso y acalorado, en el Salón de Actos. No hubo mayor solución que la votación de las impugnaciones. El decano era el mencionado Bustelo. Cobos pertenecía al Consejo,

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Nueva entrega del libro sobre Julio Cobos, un vicepresidente en la alcoba.

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Primer antecedente en la función pública

Su primer cargo público se registró a fines de 1994, al asumir como Sub-

secretario de Urbanismo y Vivienda de la Municipalidad de la ciudad de Mendoza,

donde se desempeñó hasta diciembre de 1997. Fue uno de los funcionarios

designados directamente por el intendente Roberto Iglesias, el hombre que le abrió

todos los caminos en su trayectoria política. De su trabajo en la comuna regresó a

los claustros de la Universidad Tecnológica Nacional. Años después sería decano,

luego de haber desplazado a un histórico dirigente radical, Ernesto Bustelo. Entre

ellos la relación terminó más que tensa, al borde del odio.

El principio de esta controversia se debió a una situación medianamente

similar a la que protagonizó Cobos en la madrugada del Parlamento que rechazó las

retenciones. Corrían los últimos años 80 cuando, luego de una investigación que

acusaba a directivos de la UTN de la dictadura de haber proporcionado información

a los servicios en los años crueles, y que deseaban postularse para ser elegidos como

autoridades democráticas, el Centro de Estudiantes impugnó a dos antiguos

colaboradores de la dictadura. El debate del Consejo Académico fue extenso y

acalorado, en el Salón de Actos. No hubo mayor solución que la votación de las

impugnaciones. El decano era el mencionado Bustelo. Cobos pertenecía al Consejo,

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lugar al que había impulsado por el radicalismo universitario, del mismo modo que

Bustelo. En la votación se llegó a un curioso empate. Cobos tal vez recordó la

abstención férrea propiciada por Leandro Alem en épocas del fraude, no se sabe,

aún. Pero el que debió desempatar fue Bustelo logrando el rechazo a los personeros

de la dictadura. Desde ese día jamás se oyó del fallecido decano un buen comentario

acerca de Cobos. Años después Bustelo no lograría convencer a la mayoría de los

dirigentes de Franja Morada para apoyar a Cobos como su sucesor.

En la UTN, antes de servir al municipio, se había desempeñado como

profesor. Igual funciones docentes cumplió en las facultades de Ingeniería

(Universidad Nacional de Cuyo) y en Arquitectura y Urbanismo (Universidad de

Mendoza). En su CV más académico figura el dictado de Cursos de Posgrado de

Nivel Universitario en la Maestría de Riego y Drenaje en la Facultad de Ciencias

Agrarias (Universidad Nacional de Cuyo). Posee antecedentes en Ingeniería Civil y en

Construcciones.

Cobos se graduó como Ingeniero en Construcciones en 1979 y como

Ingeniero Civil casi una década más tarde, en 1988.

“Mi señora es ingeniera y cuando estudiaba eran pocas las que se animaban y

ahora hay muchas más, las cosas han ido evolucionando1”.

Ambos se conocieron en los pasillos de la Tecnológica. Y la conquista

amorosa se produjo mientras ella le preparaba su plato favorito: milanesas. Cristina

es una mujer que practica fielmente su religión, la católica, a punto tal que una de

1 Diario Perfil, 22 de julio, 2007

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las primeras acciones de su marido siendo gobernador fue acompañar, a ella y al

arzobispo de Mendoza, monseñor José María Arancibia, a una visita de caridad por

el hospital público Luis Lagomaggiore.

“No soy de ir a misa todos los domingos. Mi señora sí, tiene una fe muy

grande. Yo creo en Dios y profeso la religión católica. La ejerzo a mi manera: uno

trata de hacer el bien a través de sus hechos, su conducta. De vez en cuando siento

la necesidad de ir a una Iglesia; entonces cuando voy me siento bien2”.

Hay más de un perfil con su nombre en la red social Facebook, pero sólo uno

es el verdadero, que tampoco atiende el ingeniero, sino personal de la Fundación

Consensos (CODA). Siete internautas manejan la cuenta de Cobos de modo

permanente. Es que, apenas proliferaron los perfiles apócrifos, sus asesores le

indicaron que debían abrir uno, oficial, para comunicar con mayor veracidad y rigor

asuntos del interés de los más de 5000 usuarios que lo han marcado como su amigo

en el cyberespacio. “Se hizo uno solo porque sino uno corre el riesgo de que a lo

mejor se diga alguna información que no es así3”, explicó, sin mayores detalles.

De todos modos esa cuenta llegó al límite de contactos posibles, por lo que

fue necesario que sus asesores abriesen otra, en la misma red social (a la que

agregaron la red LinkedIn), para que las más de mil solicitudes integraran un nuevo

2 La Nación, 16 de noviembre, 2008

3 Reporte Latam, 12 de enero, 2009

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espacio sin límites de usuarios. Antes ya había un video en circulación en el cual el

ingeniero hablaba sobre el acontecimiento:

“Hola, qué tal. Bienvenidos a nuestro perfil en Facebook. Bueno, en realidad

queremos aprovechar los avances de la tecnología, distintos a los de cuando yo

estudiaba en la universidad. Este es mi primer encuentro con vos. Pero quiero que el

segundo sea a través de la Fundación que hemos organizado. Para canalizar de

alguna manera aquellas inquietudes que tienen los referidos a políticas públicas. La

página de la Fundación es www.coda.org. Espero que la visites y dejes ahí tus

inquietudes. Muchas gracias y hasta la vuelta. Y felices fiestas4”.

CODA es el centro operativo de la actividad política de Cobos en Buenos

Aires, cuya máxima responsable es su ex ministra de Economía, Laura Montero. Se

trata de otra ingeniera, aunque especializada en Agronomía. Aún siendo hija de un

militante radical, que llegó a ser ministro de Salud en el gabinete del radical Felipe

Llaver, no era un cuadro ni político ni técnico muy sobresaliente del radicalismo.

“Corre maratones y es nadadora de aguas abiertas. También se ocupa de

otras disciplinas, como el ciclismo y el windsurf5”.

Para acceder al sillón ministerial Montero se valió de una prolija actuación

profesional al frente de una bodega y una consultora. Su última actividad en el

ámbito privado fue la de encargada de viñedos y de la producción vinícola de

Bodegas Bianchi. Aún hoy mantiene relación estrecha con la Universidad de Bolonia.

4 www.facebook.com/pages/Julio-Cobos/32446751466

5 Clarín, 27 de noviembre, 2007

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Allí ha dado clases sobre políticas públicas, además de estudiar temas estructurales,

como la problemática del sector energético en el país.

“Nos llevamos bien porque somos los dos ingenieros. Participamos de

determinados conceptos o ideas y sabemos bajarlos bastante pragmáticamente a la

realidad. Focalizamos los problemas, y nos encanta resolverlos6”.

En 2006 sucedió uno de los escasos altercados entre ambos, al menos en el

ámbito público. Y Montero tuvo que abandonar su posición, luego que el

gobernador Cobos manifestara que en una reunión con productores de vinos “la

ministra tiene que estar, porque así como se junta con el Fondo Vitivinícola, la

Coviar y Bodegas Argentinas, hay otro sector que tiene otro punto de vista y hay

que escucharlo7”.

La polémica se produjo por una protesta de productores que reclamaban un

mayor precio del vino, a la par que realizaban protestas y piquetes para conseguir la

atención de las autoridades. La reunión, a la que finalmente terminó asistiendo

Montero, Cobos la inició con uno de sus clásicos: un chiste como primer comentario.

Los presentes rieron, excepto la funcionaria, “que no modificó su rostro adusto8”.

Todo era más curioso para los observadores ya que, por esos días, su mentor

comenzaba a medirla en sondeos y encuestas de opinión.

Su temperamento suele traicionarla, tal como recuerda el analista Gabriel

Bustos Herrera, en ocasión de la presentación de un trabajo encargado por la Bolsa

de Comercio de Mendoza, el anuario de la entidad. Elaborado por los economistas

6 Diario Perfil, 28 de junio, 2008

7 Los Andes, 27 de julio, 2006

8 Idem

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Gustavo Reyes y Jorge Day, del IERAL (Fundación Mediterránea), el informe

concluía, al promediar la gestión de una de las protegidas de Cobos, que “el 96% de

los factores que inciden en la economía regional son nacionales y se toman en la

Capital Federal9”.

No le hizo demasiada gracia el porcentual difundido debido a que se

vislumbraba escasísima la incidencia de sus políticas en ejecución. Y así lo hizo

saber, conociendo el respaldo del cual gozaba (un año antes, en 2005, ante un

pedido de juicio político de la ministra, el ingeniero expresó: “Si tienen que apuntar,

que apunten al gobernador, porque es el último responsable de todo10’’).

Sin embargo, hubo una política que claramente afectaría las arcas

provinciales, y que hoy se ha transformado en un juicio contra el Estado provincial.

La demanda la realizó la analista de sistemas Silvia Liliana Carnevali, quien solicita al

estado provincial el pago de alrededor de un millón de dólares, “aduciendo que ese

fue el valor de un trabajo sobre lucha antigranizo que se le encargó, y ella le entregó

en mano a la ex ministra de Economía Laura Montero, pero que nunca se le pagó11”.

La ruta hasta la gobernación de Mendoza

“Primero seguiremos trabajando en la gestión. En segundo término nos

concentraremos en nuestra estrategia, que es plebiscitar el gobierno de Iglesias. Y

9 Los Andes. 19 de octubre, 2008

10 Los Andes, 28 de agosto, 2005

11 Diario UNO, 15 de marzo, 2009

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por último, en julio, saldremos a instalar a nuestro candidato. El candidato a

gobernador será nuestro. Debe ser un hombre que la gente identifique con nuestra

gestión12”.

Comenzaba 2003 y así se manifestaba el presidente de la UCR mendocina,

Sergio Bruni. Ya, entonces, explicaba que existían tres hombres como aspirantes

legítimos a la precandidatura a gobernador: el ex ministro de Obras Públicas, Julio

Cobos, el intendente de San Rafael, Ernesto Sanz, y, eventualmente, el joven ministro

de Economía de Mendoza, Gabriel Fidel, aunque este lanzamiento jamás fue

considerado con seriedad dentro de las oficinas del poder.

Cobos, en esos mismos días, se encontraba lejos, en la inmensidad de los

valles andinos, realizando una actividad fuera del mundanal ruido de la política:

cruzaba, caminando, la cordillera de Los Andes, el macizo que cautiva por su

monumentalidad.

El analista de diario “Los Andes”, Carlos La Rosa, subsecretario de Cultura de

la gestión como gobernador de José Octavio Bordón, evaluaba la situación, de este

modo: “El gobernador Iglesias y su gente se sienten tácticamente fortalecidos,

aunque sigan estratégicamente confundidos (…) la figura del gobernador se mantiene

como la de mayor imagen positiva entre los políticos mendocinos, incluso con

tendencia a crecer (…) las fichas serán puestas en una tarea muy difícil: transmitir el

12

Los Andes, 2 de enero, 2003

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prestigio de Iglesias a un candidato propio (…) ninguno de los alter egos de Iglesias

todavía figura en ninguna encuesta13”.

Y en este comentario se generalizaban las opiniones: Cobos jamás despegaría

de una candidatura que, en su propia soledad, parecía dominar el capricho de

Iglesias. En su intimidad estaba convencido que él era el hombre que reunía las

condiciones para sucederlo, y de ese modo aseguraría la continuidad de una gestión

consolidando el liderazgo partidario. La proeza era que había llegado a esa posición

sin jamás exponerse a una elección interna ni mucho menos general.

Mientras en Mendoza el gobierno radical, gracias a una alianza transitoria con

el Partido Demócrata, lograba que el Legislativo le aprobase su Ley de Presupuesto,

el escenario político nacional también sufría una lógica depuración para alcanzar

mayor claridad: en esas horas el presidente Duhalde oficializaba su apoyo a Néstor

Kirchner. “Como los gobernadores, varios legisladores y dirigentes de peso en el PJ

observan con desconfianza a Kirchner: siempre se mantuvo al margen del resto de

las provincias, juega solo14”, comentaban.

Y este ánimo adverso fue dominante en una cena ofrecida, por un grupo de

dirigentes del justicialismo, al operador político Juan Carlos Mazzón, uno de los

pocos que mantuvo su poder intacto tanto en las administraciones Duhalde como en

la de Kirchner. Era el cumpleaños 59 del que fuera el maestro y compañero de

acciones políticas en Mendoza de José Luis Manzano. Y hasta un restaurante de

Puerto Madero se acercaron diferentes referentes peronistas, varios llegados desde la

13

Los Andes, 7 de enero, 2003 14

Los Andes, 9 de enero, 2003

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residencia presidencial de Olivos, en una jornada que había sido extensa y llena de

polémicas por el aval de Duhalde hacia el hombre fuerte de Santa Cruz.

Entre los presentes se encontraban Miguel Angel Toma, Eduardo Camaño,

Ginés González García, el que era ministro de Interior, Jorge Matzkin, y Humberto

Roggero: nadie dudaba que se trataba de la flor y nata del duhaldismo. Quizá el final

de la reunión haya sido más elocuente que cualquier otro comentario: una

ambulancia llegó hasta el restaurante para atender de urgencia a Camaño por una

suba arterial inesperada. Nadie parecía estar muy contento con la decisión

presidencial. Y la salud de Camaño parecía representar el estado general de los

coroneles del duhaldismo.

La resistencia a la orden del presidente no era ningún secreto. Y, por el

contrario, hasta el propio Duhalde debía redoblar esfuerzos para convencer a los

propios. Viajó hasta Misiones para reunirse con él que fuera alguna vez presidente

argentino, Ramón Puerta, en un intento por agrupar al justicialismo tras la

candidatura de Néstor Kirchner. Y hasta su mujer, la senadora Chiche Duhalde,

debió declarar que descartaba toda posibilidad de integrar la fórmula junto al

santacruceño.

El derrumbe en el radicalismo nacional parecía no encontrar fondo. Y Bruni,

vocero de hecho del gobernador, manifestaba que Iglesias era el dirigente con mayor

prestigio del país para conducir al radicalismo argentino, luego de la salida de Angel

Rozas del Comité Nacional. Una de las escasas declaraciones a cara lavada del

“Chueco” Mazzón parecía encarnar el signo de los tiempos:

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“En términos políticos, la lealtad significa para mí que la construcción política

se debe hacer en función de propuestas y cualidades y no buscando los defectos o

los errores del pasado de los dirigentes15”. Y no era menos asombrosa su visión del

efecto Duhalde respecto a los aires “renovadores” de la política: “Está haciendo

surgir una nueva generación política, una nueva propuesta de país, un modelo

superador del anterior16”.

“La deplorable imagen que la dirigencia peronista y radical están entregando,

con miopía y estupidez, a sus ciudadanos y al mundo son el último escalón de

degradación que puede permitirse un país en estado de postración terminal17”, se lee

en la visión de otro analista político local, Andrés Gabrielli, que por entonces era la

pluma dominical del diario fundado por Adolfo Calle.

Cuesta encontrar declaraciones públicas del rector de la Universidad

Tecnológica Nacional, Julio Cobos, ante estos sucesos de enorme importancia. No

obstante, a mediados de enero, aparecería su opinión acerca de un conflicto

suscitado con la empresa constructora del Dique Potrerillos, la última gran obra de

infraestructura realizada en la provincia en el lustro en curso.

Interrumpiendo su descanso en Villa Gessell (ese verano había cambiado el

destino atlántico de siempre: Mirama), Cobos atendió a un periodista durante un

sábado, por teléfono, y el domingo, en la edición de mayor circulación, se leyeron

sus opiniones sobre el tema, en calidad de ex funcionario comprometido en esa obra,

y en base a sus conocimientos técnicos:

15

Los Andes, 19 de enero, 2003 16

Idem 17

Los Andes, 12 de enero, 2003

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“Cuando pagas por un Mercedes Benz, lo que reclamas es eso: un Mercedes

Benz. Y no otra cosa18”, dijo.

Se refería a una polémica con la empresa constructora CEMPPSA, por algunas

obras que el gobierno entendía que debían realizarse, como la construcción de un

terraplén en la base del Dique Potrerillos para reforzarlo. El gobernador Iglesias y su

ministro siempre mantuvieron esta polémica con los empresarios responsables de las

obras, representados por los grupos económicos Cartellone y Pescarmona. En aquel

tórrido verano Cobos recomendó la búsqueda de un especialista. Y fue bastante

específico en su exigencia: debía pedirse asesoramiento en la Universidad de Berkeley

o en Nueva Zelanda. La razón era válida: allí es donde se encuentran los centros de

estudios más avanzados del mundo en temas sísmicos.

Conviene revisar la historia del conflicto. El caso CEMPPSA se originó en julio

de 2000 con el entonces ministro de Obras Públicas, en el despacho de éste, en el

séptimo piso de la Casa de Gobierno. Allí llegaron informes acerca de los sondeos

realizados en el suelo de Potrerillos, pueblo de montaña, a 60 kilómetros de la

capital provincial. Los piezómetros habían detectado un lentejón de suelo fino. En

octubre, alertado por la situación, y tras reunirse con los representantes de la

empresa, Cobos obtuvo de estos el compromiso de construir el terraplén si los

estudios definían que a partir de sus conclusiones descendía la seguridad sísmica de

la obra.

- ¿Qué pasa si baja el coeficiente sísmico? – les preguntó Cobos.

18

Los Andes, 15 de enero, 2003

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- En ese caso se puede hacer un terraplén para reforzar al dique - oyó.

Y al asentir en silencio jamás olvidó aquella respuesta. Allí entonces se originó

el conflicto con los empresarios, sobre aquella promesa que siempre consideró no

cumplida. Y cuando las tratativas y negociaciones fracasaron y tensaron la relación

entre ambos sectores, desde el gobierno se le dio intervención a la justicia provincial.

Casi al término del primer mes del año comienza a funcionar el bunker

operativo de Cobos en la UTN. Y el modelo 2003 se inicia con una serie de anuncios

que retoman el protagonismo escénico y la atención mediática: la construcción de

albergues estudiantiles por medio millón de pesos para estudiantes mendocinos

llegados desde el resto de la provincia, la apertura de una galería de arte y la

dotación de liners (revestimientos plásticos), construidos en la universidad, para el

observatorio de rayos cósmicos Pierre Auger, emplazado en el único departamento

patagónico de Mendoza: Malargüe.

A nadie en esos días se le ocurría en Mendoza colocar afiches como los que

aparecieron en Buenos Aires una mañana de verano: ilustrado con una fotografía de

Duhalde, con otra de menor tamaño de Kirchner, casi sobre sus faldas, la pieza

gráfica presentaba la inscripción: “Chirolita”. La sucesión por la gobernación de

Mendoza, en cambio, proponía candidatos “más activos” que supuestos “chirolitas”. Y

en este plan Cobos satisfacía demandas para sectores históricamente alejados de la

universidad creada por el peronismo: el caso de los artistas, sin ir más lejos, que

sumaban un nuevo espacio para la exhibición de sus trabajos, y el de los científicos

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locales, azotados por la falta histórica de presupuesto para concretar sus proyectos e

investigaciones.

El ministro de Economía, Gabriel Fidel, otro de los pre-candidatos del

radicalismo contrajo casamiento a fines de enero. Y Cobos aseguró que el flamante

marido le había manifestado que “si tengo que ser ministro de Sanz o de Cobos para

mí es igual19”. Era una postura compartida por la generalidad del gabinete de

Iglesias, aunque algunos funcionarios y dirigentes comenzaban a mostrar sus

debilidades. Uno de ellos era el ministro de Gobierno, Juan Carlos Jaliff, que

aseguraba estar más comprometido con Ernesto Sanz. Cierto o no, su apoyo

prematuro lo llevó a compartir, finalmente, la fórmula electoral como candidato a

vice de Cobos, pese a no haber manifestado mayor confianza en los inicios de la

carrera política de su correligionario.

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Los Andes, 26 de enero, 2003

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Fotolog de Cobos

A poco de asumir en Mendoza Cleto viajó hasta Santiago de Chile para reunirse con

el presidente Ricardo Lagos. El encuentro fue en La Moneda.

Se habló de integración y obras en conjunto.

Los cómputos defitinitivos en 2003 otorgaron, finalmente, una banca para la

justicialista Marita Perceval. Ella fue una de las impulsoras de la Concertación K.

La foto confirma su intensidad en la política.

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Otra escena del ingeniero deportivo, aunque en esta ocasión en San Rafael,

una competencia de varias disciplinas y por equipos.

Laura Montero sería parte del team oficial.

Cobos saluda a su oponente derrotado, el también ingeniero, aunque

peronista, Guillermo Amstutz (2003). Cobos había sido alumno suyo

y el hermano menor de Amstutz era amigo del joven Cobos.

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En campaña 2003 llegó hasta el COSE, el internado local de menores de edad.

Escuchó los reclamos de los jóvenes. Antes de llegar quiso participar de una

marcha pública que se hacía en las inmediaciones. No fue bienvenido.

Es su primer discurso como gobernador ante la Asamblea Legislativa. Un día

antes había presenciado la ceremonia de su par sanjuanino, José Luis Gioja.

Comenzaba la era K en el Cuyo andino.

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Más ingeniero que nunca, revisando obras públicas en persona. La gestión en

la gobernación se caracterizó por una notoria ausencia en su despacho: viajes

continuos, traslados permanentes y siempre una declaración (y una foto).

La alegría no es sólo brasilera. Cobos festeja el primer triunfo electoral de su

vida pública. A su lado, la esposa. El que está a punto de sentarse era el también

electo intendente de Mendoza.