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Capítulo 4 SUB-CAMPO RELACIONES EDUCACIÓN-SOCIEDAD Luz Teresa Gómez 1 s Fernando Cantor Amador 1 '' Introducción Si se ha de caracterizar el siglo XX, es sin duda un siglo de revoluciones en el plano de la cultura, dado que el sentido y los procesos de socialización han estructurado en un corto espacio de tiempo cambios radica- les en la manera en que los hombres conciben la relación entre su condición de individuos y su vínculo con el entorno social. El siglo XX fue un siglo de cambios profundos en la definición de las identidades. Los avances en los medios de comunicación transformaron las dos formas de la sensibilidad; el espacio y el tiempo, haciendo que las temporalidades y las espacialidades individuales no puedan ya sustraerse a un sentido cosmopolita y universal. Los desarrollos tecnológicos impusieron, además de la integración universal en un "aquí y ahora" simultáneos universalmente, la urgencia de la globalización económica y la integración regional como condición de supervivencia. En el plano de la educación se impulsaron simultáneamente dos procesos en apariencia contradic- torios, por un lado, se dio la masificación educativa y a la par la especialización creciente. En el plano educativo se afianzaron los vínculos entre educación y producción, con el surgimiento de una nueva fuerza productiva fruto de la revolución técnico científica, haciendo muy compleja la división social del trabajo y señalando para el proceso educativo nuevas tareas. Este marco quiere contextualizar el trascendental papel que va a cumplir la educación en el nuevo siglo, donde los tradicionales papeles de la instrucción se verán renovados por las responsabilidades de innovación y de regulación ética. La educación del presente siglo regulará discursos especializados de comunicación en distintos campos del saber y, por ende, tendrá incidencia definitiva en las decisiones, con respecto a los usos de los recursos físicos y humanos. El desarrollo científico permitirá la reducción del tiempo de trabajo social- mente necesario en muchos campos, complejizando la tecnología, pero simplificando la división social del trabajo, con sólo oprimir un botón se podrán poner en funcionamiento procesos en las más diversas ramas de la industria. Esta relativa simplificación de operaciones, correrá paralela con complicados pro- cesos de lenguaje, de códigos y de valores. Así, la educación será un insustituible agente de control, de reproducción de poder y de generación de fuerzas de pensamiento y acción nuevas, que deberán construir paradigmas alternativos. Decana Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Colombia Sociólogo, Universidad Nacional de Colombia,

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Capítulo 4

SUB-CAMPO

RELACIONES EDUCACIÓN-SOCIEDAD

Luz Teresa Gómez1 s

Fernando Cantor Amador1''

Introducción Si se ha de caracterizar el siglo XX, es sin duda un siglo de revoluciones en el plano de la cultura, dado que el sentido y los procesos de socialización han estructurado en un corto espacio de tiempo cambios radica­les en la manera en que los hombres conciben la relación entre su condición de individuos y su vínculo con el entorno social.

El siglo XX fue un siglo de cambios profundos en la definición de las identidades. Los avances en los medios de comunicación transformaron las dos formas de la sensibilidad; el espacio y el tiempo, haciendo que las temporalidades y las espacialidades individuales no puedan ya sustraerse a un sentido cosmopolita y universal. Los desarrollos tecnológicos impusieron, además de la integración universal en un "aquí y ahora" simultáneos universalmente, la urgencia de la globalización económica y la integración regional como condición de supervivencia.

En el plano de la educación se impulsaron simultáneamente dos procesos en apariencia contradic­torios, por un lado, se dio la masificación educativa y a la par la especialización creciente. En el plano educativo se afianzaron los vínculos entre educación y producción, con el surgimiento de una nueva fuerza productiva fruto de la revolución técnico científica, haciendo muy compleja la división social del trabajo y señalando para el proceso educativo nuevas tareas.

Este marco quiere contextualizar el trascendental papel que va a cumplir la educación en el nuevo siglo, donde los tradicionales papeles de la instrucción se verán renovados por las responsabilidades de innovación y de regulación ética.

La educación del presente siglo regulará discursos especializados de comunicación en distintos campos del saber y, por ende, tendrá incidencia definitiva en las decisiones, con respecto a los usos de los recursos físicos y humanos. El desarrollo científico permitirá la reducción del tiempo de trabajo social­mente necesario en muchos campos, complejizando la tecnología, pero simplificando la división social del trabajo, con sólo oprimir un botón se podrán poner en funcionamiento procesos en las más diversas ramas de la industria. Esta relativa simplificación de operaciones, correrá paralela con complicados pro­cesos de lenguaje, de códigos y de valores. Así, la educación será un insustituible agente de control, de reproducción de poder y de generación de fuerzas de pensamiento y acción nuevas, que deberán construir paradigmas alternativos.

Decana Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Colombia

Sociólogo, Universidad Nacional de Colombia,

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Los desarrollos en las comunicaciones harán posible que cualquier ciudadano acceda desde su casa al mundo y al saber del pasado y el presente. La cátedra perderá su tradicional función de transmisión del conocimiento y, por ende, los campos de especialización deberán contar con significativas investigacio­nes, que ameriten la discusión colectiva y el surgimiento de nuevos proyectos de investigación. Campos como la bioingeniería y sus estudios sobre los códigos genéticos, biodiversidad y medio ambiente, las ciencias cognitivas y las exploraciones sobre los modelos de inteligencia, el desarrollo cibernético, el con­trol de la producción y la conquista espacial, estarán a la orden del día dentro de los temas abordados por el sistema educativo que no podrá subsistir entonces, sin comunidades científicas fuertes y deliberantes, que estén articuladas a la visa política y social de sus respectivos países.

Paralelamente los procesos de interacción de los centros de educación superior, con la sociedad civil, el sector productivo y los aparatos estatales, se habrán complejizado de tal manera, que serán estos sectores los que justificarán el sentido del conocimiento. La vida cotidiana validará el papel del saber y lo hará diariamente, pues la rapidez de las innovaciones y el control sobre la naturaleza será acelerado.

El trabajo educativo no podrá desprenderse de los elementos éticos y regulativos que le aportará su significativa ubicación en la producción y reproducción del control simbólico y de reelaboración cultural, pues este control se realiza en contextos espaciales, en ordenamientos temporales, en rituales, en marcos, así como en discursos especializados. Pero la esencia y la estructura del profundo control simbólico yace en otro nivel, esto es, en su transformación del lenguaje del sentimiento y de los deseos,

Si esta es la función que los especialistas le asignan a la educación, no cabe duda que la tarea significativa para los Centros de Estudios Superiores deberá estar regulada por crecientes y complej as redes de interacción. Lo que en el siglo XX se llamó la "extensión universitaria" será, por supuesto con una nueva connotación, la función más importante para las universidades.

Se tratará de poner en conocimiento diariamente los resultados de las investigaciones, aunque esto podrá hacerse de manera no presencial, surgirán las llamadas "univetsidades virtuales", y de forma si­multánea estos lenguajes y códigos científicos expondrán con cada fórmula, un sentido de valor que mostrará las visiones sobre la vida y la organización social.

El contexto futurista que hemos planteado nos remite a mirar la realidad que conocemos aquí y ahora, en Colombia y a las exigencias que tendrán las instituciones educativas para cumplir, además, de esos compromisos trascendentales, las responsabilidades propias, de centros de construcción de pensa­miento en países del llamado eufemísticamente del "tercer mundo", y en particular en nuestro país: con sus debilitadas instituciones y su legitimidad cuestionada.

La llamada "Comisión de los sabios" entregó en Colombia su informe Colombia al filo de la ojmrtunidadN1, en donde presentan, sin ambages, nuestra realidad. ¡Somos el país de América Latina con más baja inversión en ciencia y tecnología! Además, según estadísticas del Banco Mundial, tenemos una de las tasas más bajas de escolaridad postsecundaria en América Latina (14%) para 1990, muy inferior a las tasas de Uruguay, Venezuela y Costa Rica,

Por otro lado, la situación de inequidad es en verdad preocupante. La educación postsecundaria es en Colombia claramente elitista, no sólo cuantitativa sino cualitativamente, dados los programas y conte­nidos que desarrolla.

"...Estasituación genera un conjunto de consecuencia negativas. Las inmensas capacidades poten­ciales de un alto porcentaje de la juventud egresada a nivel medio son desperdiciadas y subutilizadas por la carencia de oportunidades educativas de calidad. Éstas se concentran en las tres principales áreas urba-

Misión Ciencia, Educación y Desarrollo. Colombia al filo de la oportunidad, Cooperativa Magisterio, Bogotá,1995.

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ñas de un país caracterizado por numerosas ciudades pequeñas e intermedias. La carencia e inadecuación de oportunidades es mayor en regiones y áreas rurales o suburbanas. La carencia de oportunidades de calidad es comúnmente suplida por instituciones improvisadas, de escasa tradición académica, con infraestructura educativa inadecuada y que ofrecen los mismos programas tradicionales de fonnación en los que se ha concentrado la matrícula en educación superior durante los últimos veinte años...la diversificación de la oferta institucional se ha dado en Colombia a través de un esquema de "estratificación vertical jerárquica", que concentra el status social y educativo en las universidades tradicionales, condenando así a los otros tipos de instituciones (universitarias, tecnológicas y técnicas) a no tener identidad ni futuro propios, sino a aspirar a convertirse en émulos de los primeros"21. Este diagnóstico no puede ser más preciso.

Abundando en este cuadro la Comisión Presidencial para el Desarrollo de la Educación Superior22, presenta como crítica la situación de las universidades, basada en los siguientes síntomas:

1. Cobertura insuficiente para atender las necesidades futuras del crecimiento y desarrollo del país (de 100 niños, sólo 6 se gradúan en carreras universitarias).

2. La calidad de los programas de educación superior, con honrosas excepciones, ha decaído nota­blemente en la última década.

3. Las instituciones públicas exhiben los vicios de la administración pública: ineficiencia adminis­trativa, baja productividad del trabajo académico, altos costos por programa y por estudiante y una utilización insuficiente de la capacidad instalada de algunas de ellas. Pero esto ha perdido importancia en el conjunto de la educación superior.

4. La situación de investigación del país comparado con el conjunto latinoamericano es de atraso. 5. El sistema de educación superior vive también una indefinición conceptual en el sentido de no

contar con políticas claras sobre su rumbo. 6. En cuanto al papel del Estado en el financiamiento de las instituciones públicas, tenemos una

situación caótica, por cuanto el procedimiento de asignación presupuestal es difuso y heterogé­neo del acuerdo con el origen nacional o territorial de la universidad y de la región donde ésta actúa, amén de las propuestas actuales de apoyo a la demanda, lo que afianzaría un sentido individual de la educación.

Esta mirada de la Comisión Presidencial insiste en nuestras deficiencias, que nos entregan univer­sidades desarticuladas a su interior, sin nexos profundos entre ellas, con esfuerzos aislados en gestión pero sin planeación estratégica, que garantice el sentido ontológico de las universidades, es decir su justifica­ción en el contexto de un país con profundas contradicciones económicas, sociales y políticas. Las pregun­tas a los intelectuales y a su función social están por lo tanto a la orden del día.

Sobre estos procesos de vínculo con la sociedad, dice el informe de la Misión Presidencial: "Al discutirse la naturaleza de la relación Universidad-Sociedad se reconoce la necesidad de evitar la visión extemalista de la Universidad, reclamándose, la necesidad de considerar la Universidad como dimensión de la sociedad y por lo tanto como actor central de la sociedad civil. Esto lleva a plantearse la función de la Universidad en la construcción permanente de la sociedad colombiana y por lo tanto, en el desarrollo de una sociedad democrá­tica, participativa con capacidad de pensarse a sí misma y de construir su devenir histórico23.

!l Ver Gómez Víctor Manuel. Hacia una política de equidad en la Educación Superior Colombiana, ICFES, Bogotá, pág.24.

" Comisión Presidencial para el Desarrollo de la Educación Superior, Informe Comisión No.2, pág. 7, Bogotá, 1995, -• íbid, pág.26.

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Igualmente, el 24 de Mayo de 1995 se entrega la versión aprobada de un documento CONPES titu­lado: "Educación Superior Recursos Humanos para el Bienestar y la Competitividad" propone las siguientes estrategias:

1. Mejorar la calidad y pertinencia de la educación superior para lo que propone una política de acreditación e información,

2. Aplicación de exámenes de estado y pruebas periódicas para las carreras de mayor impacto social, 3. El fortalecimiento de la capacidad para la ciencia y la tecnología. 4. La apertura de las universidades a los requerimientos de la sociedad. 5. Articulación con otros niveles educativos. 6. Mejoramiento del Bienestar Universitario.

B. Crédito educativo para estudiantes de escasos recursos, C. Modernización de la Universidad Pública.

Detengámonos en esta última estrategia; la propuesta quiere desarrollar en primera instancia una capacidad gerencial y administrativa de las universidades públicas, buscando una utilización racional de los recursos, buscando mejorar la infraestructura de ciencia y tecnología. Se propone una política de generación de recursos por parte de las universidades: "La meta consiste en que las instituciones de educa­ción superior logren financiar en promedio 25% de sus costos con aportes de recursos propios"24.

No cabe duda que los problemas financieros e infraestructuras son importantes, y los aspectos de la financiación nos remiten necesariamente a la reflexión sobre la autonomía, dado que en la mayoría de las precisiones sobre este concepto, la única connotación que se le asigna es la cuantitativa. Autonomía para muchos analistas universitarios es generación de recursos propios.

En el caso de la extensión, por ejemplo, si sabemos que podemos y debemos actuar eficientemente en las interacciones con la sociedad civil, allí estaremos afirmándonos autónomamente. Es decir, si somos capaces de hacer legitimar las propias leyes sobre la vida universitaria que consideramos pertinentes, o si nuestra claridad de conciencia crítica establece nuevas leyes y las hace cotidianas. Basado en un diálogo con los intelectuales que en la actualidad lideran la reflexión educativa al nivel internacional, el texto hace una caracterización de la problemática, que evidencia la concentración de la matrícula en las profe­siones liberales, analizando el limitado número de inscritos para las profesiones tecnológicas, artísticas y humanísticas. El otro aspecto de la caracterización es la concentración de las matrículas en las grandes ciudades, haciendo que la necesaria "nueva crítica ilustrada", no sea existente desde la región, con la intensidad y la cobertura que el país requiere. Igualmente analiza la escasa capacidad de innovación curricular y pedagógica profundizando desde el interior de la vida académica, las connotaciones dramá­ticas de esta falencia. Sin embargo, el punto en que el texto profundiza en la caracterización de la proble­mática de manera más intensa, es la incapacidad del Estado para orientar, evaluar, controlar y regular la educación superior del país. Hay en el fondo una tensión sociológica fundamental, la tensión entre estado y sociedad civil y la defensa de los intereses de esta última, planteada desde la lectura de una inequidad estructural en el sistema educativo.

Este sistemático análisis sobre la educación superior en Colombia, evidencia una crítica a las pro­puestas de los últimos gobiernos sobre política pública que se mueven alrededor de cuatro verbos que se

Documento CONPES2781. MINEDUCACIÓN-ICFES-ICETEX-DNP, Bogotá, myo 24 de 1995. pág. 14,

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conjugan en el terreno educativo: evaluar, descentralizar, focalizar y privatizar. Si así se concibe la política educativa, ¿ qué podemos decir al interior de la Universidad Nacional al respecto?25.

Hacia una tipología del campo intelectual de la educación en la Universidad Nacional de Colombia La existencia del campo intelectual de la educación en la Universidad Nacional (CIEUN) es el producto de un largo proceso de movilización de fuerzas, de relaciones con los campos más generales de la cultura, dei campo del control simbólico, de la producción económica, de las relaciones sociales y del Estado. La existencia del CIEUN es el reconocimiento de los grados de maduración bien avanzados en los campos más generales de relación en Colombia, entendido esto en el sentido sociológico de modernización de las distintas esferas que constituyen la sociedad colombiana.

El campo intelectual de la educación en la Universidad Nacional se expresa en el presente en la forma de organización de una serie de comunidades discursivas, las cuales tienen formas de existencia particular que les dan su identidad, independientemente del grado de conciencia que de ello tengan, así como del interés que haya por resaltar los rasgos particulares que les configuran como comunidad discur­siva particular.

Como se sabe, las comunidades discursivas existentes en el campo de la educación lo son en la medida en que sus miembros hacen parte de "una asociación de identidad y discurso, que crea sus atribu­tos entre aquellos sujetos que se conciben a sí mismos como miembros y participantes del discurso", (además de realizar) "actividades de mantenimiento de fronteras, instituciones y valores"26. La tempora­lidad, la inestabilidad y, aún la "ubicuidad" en la pertenencia, son características de tales comunidades.

Desde una perspectiva amplia, se puede argüir que las comunidades discursivas constituyen una de las formas de identidad propias del campo denominado universidad. Sin embargo, para el presente, estas comunidades comportan una especificidad en cuanto los desarrollos por la constitución del campo inte­lectual de la educación, el cual refiere a procesos avanzados en la "modernización" de la sociedad de la cual hace parte.

La caracterización del campo intelectual de la educación en la Universidad, pensado en la forma de proceso a través del cual va configurando su carácter, es el resultado de un ambiente cultural internacio­nal que contribuye en la producción de las referencias de teoría y de método, un estado determinado de las fuerzas que configuran los mercados y las relaciones de todos los campos a nivel mundial, así como las condiciones de la misma sociedad colombiana. Se asume que el campo intelectual de la educación hace parte del campo más general de control simbólico, el cual es consustancial a los desarrollos más acabados y recientes de la "sociedad industrial" a nivel global.

El concepto de campo aquí empleado, hace referencia a las elaboraciones teóricas de Pierre Bour­dieu y con precedentes importantes en Antonio Gramsci, Nicos Poutlanzas y Louis Althusser, entre otros. La teoría relacional del poder plantea la autonomía relativa de los campos constituyentes de la realidad social, concebida entonces como una totalidad en la cual se inscribe el conjunto de interacciones realiza-

Aunado a estas reflexiones aún vigentes podemos señalar posturas más recientes como la expresada en el texto Cuatro temas críticos de la educación superior en Colombia: Estado, instituciones, pertinencia y equidad, del profesor Víctor Manuel Gómez.

Para el concepto de Comunidad Discursiva, ver especialmente Maria Mar Rodríguez Romero. 1997 Las comunidades discursivas y el cambio educativo, en http://www2.uca.es/HEURESIS

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das por las comunidades humanas en el complejo entramado que constituye la vida. Cada uno de los campos aporta en el proceso de configuración de la totalidad, recibe influencias y también las proporcio­na, sin encontrar determinaciones o campos que subordinen de una manera total y definitiva a ninguno de los campos. En este sentido, no se precisa de la existencia de campos que establezcan dominios incon-testados e inapelables. Se precisa la existencia de subcampos, en la medida en que su desarrollo está referido a despliegues más generales de los campos. De esta manera, el campo más general de control simbólico, alberga dentro de sí campos o subcampos mucho más restringidos como el de la educación.

Las relaciones entre los campos logran configurar realidades bien importantes, de tal manera que es impensable asir la estructura y contenidos del campo intelectual de la educación en Colombia, si no se tiene claridad sobre la complejidad de la cual se genera, en términos de la comprensión de la formación económico-social y de las relaciones más específicas en el campo del control simbólico. Los momentos de ese proceso no son objeto de análisis en este documento, sólo aportaremos aquí una relación sumaria que permita explicar grosso modo las razones por las cuales es en la década de los años 70's cuando surge tal campo intelectual de la educación en Colombia. De hecho, asumimos al campo intelectual de la educa­ción en la Universidad Nacional como realmente existente21.

Notas contextúales de la construcción del campo intelectual de la educación en Colombia En la Universidad Nacional de Colombia se ha venido construyendo, desde el último tercio del siglo XIX, la "masa crítica" necesaria para posicionar al país como una sociedad moderna. Buena parte de los intelec­tuales, tanto en la acepción tradicional como en la moderna, han tenido vínculos directos con la Univer­sidad. El tránsito desde la "sociedad patriarcal" hasta la sociedad moderna, en el concepto parsonsiano, se ha realizado con profundas diferenciaciones en el interior de la sociedad, la complejización que le es inherente, el desarrollo de la ciencia y la tecnología y, por supuesto, la revolución educativa. Ello acompa­ñado de los procesos de modernización del Estado.

Una revisión sumaria del proceso de diferenciación social, aludiendo brevemente a las profesiones y a su ejercicio hasta la década de los 60's permite identificar una tendencia en la cual los intelectuales tradicionales gozaban de un enorme prestigio, ocupando posiciones importantes tanto en la dirección de los partidos políticos, como en los altos cargos del Estado, Aún, la docencia universitaria hacía parte de su dedicación habitual. Fue un largo período en la historia republicana, en donde el país predominantemen­te rural, no ofrecía una amplia división socia! del trabajo y los altos estatus eran asignados a los médicos, los abogados y los sacerdotes católicos. Las profesiones liberales aún no asignaban posiciones importantes, como tampoco las profesiones y oficios ligados a la producción material y, en todo caso, no llegaban al nivel expresado por el ejercicio de la medicina, el derecho y la salvación de almas.

Los abogados desempeñaban una gran variedad de cargos, ocupando un amplio espectro de las profe­siones que aún no estaban diferenciadas, ni tenían una existencia real en su representación como carreras universitarias. Sólo a partir de los años 60's y como consecuencia de los desarrollos alcanzados en el aparato productivo, así como los modos más modernos de inserción en el mundo que ya se prefiguraba como globa-lizado, empiezan a aparecer diferenciaciones en la formación de los profesionales que requería el país.

Una de las referencias más interesantes para examinar el estudio del Campo se encuentra en: Mario Díaz Villa, El Campo Intelectual de la Educación en Colombia . Textos Universitarios Universidad del Valle, Cali, 1993,

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La diferenciación en el seno de las ciencias humanas permite el reconocimiento de la sociología, la antropología, la psicología, el trabajo social, la economía, como disciplinas con estatus propio, definido no sólo en términos epistemológicos, ontológicos y gnoseológicos, sino por la pertinencia y relevancia social. Todo ello acontece en el interior mismo de la Universidad Nacional,

Los procesos de diferenciación señalados corren parejos con el despliegue de las fuerzas del merca­do, con un contexto internacional identificado con los inicios mismos de la "Guerra Fría" y por el papel protagónico desempeñado en el contexto por la Revolución Cubana, la cual justamente será el punto de referencia para los movimientos políticos insurgentes que aparecen en América Latina y concretamente en Colombia, así como la coordinación de la lucha antisubversiva por el gobierno de Estados Unidos a través de la Organización de Estados Americanos y el alineamiento de la mayoría de los gobiernos latinoameri­canos en contra de Cuba. Al calor de este proceso se crean carreras universitarias con "responsabilidades" en el manejo del "conflicto social".

Los profesionales egresados de las carreras, con acento en lo social, van a ser reclutados como "intelectuales orgánicos" por parte del Estado colombiano y sus agencias. Es probable que estos sean los primeros intelectuales modernos, en la misma forma que los intelectuales orgánicos que aparecen en las organizaciones político-militares de corte insurgente. La producción intelectual del período, abrevando en las fuentes del marxismo y sus contextualizadores, tendrá que abrirse paso haciendo frente al monopolio intelectual establecido por la Iglesia Católica de Colombia desde los mismos inicios de la Conquista28.

A pesar de las tendencias monolíticas en la estructura de su pensamiento, percibible esto especial­mente en la jerarquía eclesiástica y el clero diocesano, la Iglesia Católica colombiana comienza a presen­tar fisuras a partir de los años 60 V . Ello prohijado tanto por las experiencias renovadoras de los curas que iban a estudiar a Lovaina, como por acercamientos a distintas tendencias del marxismo europeo. El ejem­plo de Camilo Torres Restrepo es especialmente paradigmático. La teología de la liberación ya se insinua­ba en América Latina. Son los tiempos del existencialismo, de la Escuela de Frankfurt, de la revuelta estudiantil iniciada en Mayo del 68 en Francia. Son también los tiempos del surrealismo y de las tenden­cias vanguardistas en las artes. Todo ello configura una revolución cultural.

Colombia no permanece ajena a los grandes cambios escenificados en todo el planeta. Los cambios a nivel de la Educación se concretan particularmente con el fortalecimiento de la Universidad Nacional, con políticas de ampliación de cupos, acompañado esto de esfuerzos significativos en el bienestar uni­versitario, como por las luchas en tomo a la autonomía universitaria y las elaboraciones teóricas que contribuyen a configurar el campo intelectual de la educación en la Universidad Nacional. Son los tiempos de culminación formal del régimen del Frente Nacional y de la insurgencia de movimientos alternativos en todas las formas de representación del arte. Es el proceso de creación de un nuevo clima intelectual en el país, el cual abreva en las más diversas fuentes y escuelas de cultura universal. Es el período de emergencia de la cultura nacional alrededor de la literatura y el Grupo de Barranquillla,

En los años 60's la Iglesia Católica estaba inmersa en un proceso de "modernización" que tenía como referencia fundamental los nuevos aires que soplaban desde el Concilio Vaticano II, Los cle'rigos realizaban entonces una simbiosis entre la doctrina social de la Iglesia, la sociología y la economía, tratando de adaptarse a los cambios profundos que se estaban presentando en todo el planeta, en donde se abría paso una de las revoluciones culturales más importantes en la historia humana, todo ello al ritmo del pop y del rock and roll. El laicismo estaba, una vez más, al orden del día. Más allá de los contextos intelectuales mundiales y sus incidencias en los procesos aquí examinados, en el caso particular de la Iglesia Católica colombiana, es la misma dura realidad la que exige una forma distinta de ver las cosas. La Iglesia con pensamiento básicamente ultramundano, modifica sus enfoques a partir de la cuaresma de 1958, cuando exhibe criterios asentados en las necesidades del mundo del ahora. Todo ello como respuesta a la crisis de fe en los seglares, generada por las ambiguas posiciones de la Iglesia durante "La Violencia"

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haciendo parte del "boom latinoamericano", de las artes plásticas con la crítica de Martha Traba y los inicios de Botero, Góngora, Ramírez Villamizar, Negret, entre otros talentosos artistas.

Empero, este "boom" cultural se desarrolla en un contexto signado por el analfabetismo, las bajas tasas de escolarización y los nimios recursos asignados a la educación, la cultura y la investiga­ción. En este sentido, si bien existen movimientos de la cultura que configuran un "renacimiento" los niveles de ilustración general son excesivamente bajos. Ello expresa los bajos grados de libertad exis­tentes en el país durante las décadas anteriores, los cuales son también los del presente.

Con todo, en la Universidad Nacional las tendencias de los 70's apuntan a la creación de una identidad propia, más allá de los criterios planteados desde las Naciones Unidas con el PNUD y la injerencia norteamericana a través de la tecnología educativa. Ciertamente, son los inicios mismos de la existencia real del campo intelectual de la educación en la Universidad Nacional,

El campo intelectual de ia educación en la Universidad Nacional El establecimiento de una tipología de las comunidades discursivas actuantes en el interior de la Uni­versidad Nacional, constituye una de las formas de abordaje al complejo tema de las relaciones de las relaciones existentes entre la Universidad y la sociedad de la cual es referencia3". En buena parte, las formas de las relaciones "hacia adentro y hacia fuera" contribuyen a establecer las identidades de tales comunidades. De la misma manera, la "direccionalidad" de las relaciones en el proceso de construc­ción de discurso, es decir, de si la estructuración se realiza arriba - abajo o al contrario. Es la praxis misma la que está determinando las fronteras entre las comunidades discursivas en la Universidad,

En el proceso de construcción de esta tipología no se ha encontrado en la Universidad un campo intelectual definido por la acción de fuerzas que se enfrentan y luchan abiertamente empleando para ello las armas de los argumentos, los conceptos y el método. Las distintas comunidades discursivas realmente existentes en el interior del campo se definen mucho más por la praxis cotidiana que por las grandes elaboraciones teóricas que opongan entre sí. Vale decir que las distancias o los límites de cada comunidad discursiva se construye a diario, en los actos pedagógicos. Una transición hacia la cualifi­cación del campo se puede advertir, sin embargo, en las distintas miradas que iluminan el trasegar de las distintas comunidades discursivas.

Es en el acto pedagógico realizado en la Universidad en donde se configuran las característi­cas que definen a las distintas comunidades discursivas. Tal acto pedagógico, escindible en autori­dad pedagógica, acción pedagógica y trabajo pedagógico se expresa en el conjunto de actividades realizadas por los docentes de la Universidad. En cierta forma, se presentan tensiones en el campo de acuerdo con las tendencias específicas de las comunidades en la "lucha sorda" en el interior de tal campo. Si bien no se presentan grandes "torneos" ni grandes "concilios", en donde se definen las pautas fundamentales para el direccionamiento del campo y se proclama una autoridad predomi­nante sobre las otras, es en el acto pedagógico en donde se expresan todos los trasfondos de teorías y métodos bien distintos.

La construcdón de tipos ideales se realiza desde la perspectiva metodológica de Max Weber, así las construcciones típico ideales cumplen funciones en tanto la formulación de hipótesis y sugerir preguntas que se liarán a la realidad. No son arbitrarias, construyéndose en el mismo proceso de interacción del concepto con la realidad. En nuestro caso particular, de ninguna manera tenemos aquí "agarrada" la complejidad del Campo Intelectual de la Educación en la Universidad Nacional con el uso de la tipología. Este es apenas un inicio

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En el tiempo presente es factible encontrar un distinto tensionamiento del campo de acuerdo con las tendencias predominantes en la comunidad discursiva general. Como tal se asume la Uni­versidad, encontrándose entonces una identidad entre el campo y la comunidad discursiva general. Este tensionamiento se modifica de acuerdo con los relativos pesos específicos de cada una de las comunidades y, en buena medida, obedece a los énfasis puestos en el desarrollo de las tres funciones universitarias: la instrucción (reproducción de discursos sobre saberes específicos), la innovación (producción / creación de discursos sobre saberes específicos) y la regulación ética, que se expresa en la extensión. Como se ve, el campo finalmente se tensiona de una u otra forma de acuerdo con las formas de interacción de la Universidad (comunidades discursivas) con la sociedad colombiana.

Vale la pena señalar la existencia de un campo intelectual de la educación a nivel internacio­nal, con el cual interactúa de manera permanente el campo en Colombia. Los mismos desarrollos de la tecnología informática facilitan ese relacionar, además, de los espacios creados entre las co­rrientes a las cuales adscriben las comunidades discursivas, creando una verdadera red de intercam­bios en donde se percibe un trasfondo de globalización de los mercados y de la cultura. Las comunidades discursivas se definen por su posicionar frente a tal campo, sin olvidar que es el que­hacer pedagógico cotidiano el que permite precisar los contornos reales de las comunidades discur­sivas, mucho más allá de sus definiciones verbales.

Ahora bien, en el interior de las comunidades discursivas es importante el accionar de indivi­duos, que a la manera de "intelectuales orgánicos" o de "intelectuales modernos", tienen la capaci­dad de definir y redefinir los límites de la propia comunidad en donde se inscriben, así como los mismos tensionaraientos y direccionamientos del campo intelectual. En la Universidad este tipo de intelectual moderno se evidencia, como lo veremos más adelante, en los profesores colocados a la cabeza de las comunidades discursivas integrales. "Más allá" de las fronteras de las comunidades discursivas parciales es posible encontrar productores de discursos, a la manera del profesor Víctor Manuel Gómez, especialmente paradigmático en su rol de intelectual moderno.

La extensión universitaria, como se advierte en el tono del presente documento, define de la mejor manera la posición de las comunidades discursivas y el estado del campo intelectual en cual­quier momento en que se asuma su estudio. También es adecuado reiterar que si bien son las comu­nidades especialmente paradigmáticas las que definen la identidad de la Universidad, estas no son puras en sí mismas, contando con individuos que "trashumantes" que las fortalecen por períodos o coyunturas específicas. Es probable encontrar momentos de asociación de las comunidades discur­sivas tras objetivos bien específicos y, si bien asumen por momentos identidades definidas por la integralidad, por ejemplo, es su estilo de inserción en la realidad, en el ejercicio de la función de extensión lo que, finalmente, define sus fronteras, ello amén de los "carismas" encontrados en los dirigentes más conspicuos de cada una de las comunidades discursivas.

La Universidad Nacional, una comunidad discursiva por exceioiicis La Universidad Nacional de Colombia es una de las instituciones más paradigmáticas del país, vale decir una de sus referencias necesarias. Las evaluaciones que se presentan sobre la Universidad, desde los más variados campos de la vida del país, le asignan un status diferencial frente a las demás instituciones de educación superior, de lo cual es plenamente consciente la misma Universidad"'

Esto es claro especialmente en el Pian Global de Desarrollo CN. 1999 - 2003.

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La "imagen" de la Universidad en la "opinión pública", aunque cambiante en coyunturas especí­ficas, depende en muchos casos de los sesgos informativos a favor o en contra realizados por los mass media. Esta imagen conserva un "halo" de prestigio como condensación de una historia vivida, que es la misma vida de la nación.

La percepción que se tiene de la Universidad puede ser medida por las preferencias de los jóvenes al elegir su futura Alma Maten El carácter "social" de la Universidad aparece al examinar el estrato social al cual pertenecen los jóvenes estudiantes: el 79% pertenece a los estratos 1,2 y 3 í j. Ello a pesar de contar con sólo el 3% de la matrícula en educación superior.

Las comunidades discursivas integrales Es el tipo de comunidad discursiva paradigmática para una institución como la Universidad Nacional, especialmente por las responsabilidades históricas que tiene frente a la construcción de nación. Estas comunidades discursivas están constituidas por distintos grupos organizados de profesores, cada uno de los cuales asume tales formas de trabajo, estilos de interacción y privilegio por la extensión y la investigación que nítidamente traza fronteras y asume una identidad.

En los actos pedagógicos que realizan a diario se encuentran tendencias al equilibrio entre las actividades docentes, la investigación y la extensión, con una notable preferencia por esta última. Visto de conjunto, su accionar pedagógico es integral, con las diferencias que van de una comunidad a otra, como ya había sido advertido. Las diferencias se acentúan si penetramos en una matriz de análisis de las tensiones que se presentan alrededor de los actos pedagógicos, sin embargo, lo que les asigna con mayor fuerza su carácter de comunidades discursivas integrales es su dedicación al campo educativo, ejerciendo la docencia, realizando investigación específica sobre educación, manejando la extensión en torno a asuntos claramente pedagógicos, en una palabra, actuando como intelectuales profesiona­lizados del campo de la educación.

El Programa de Fortalecimiento de la Capacidad Científica en la Educación Básica y Media, mejor conocido como RED; el conjunto de actividades desarrolladas alrededor de Participarte: el Grupo Federici-Antanas, así como los profesores organizados alrededor de la propuesta del Museo de la Ciencia y el Juego (este último grupo, por las tendencias que asume, se presenta en un apartado por separado), presentan las formas más acusadas de integralidad, sin que ello signifique que m á allá de sus fronteras no se encuen­tren otras comunidades con tendencias semejantes, particularmente aquellas asociadas a los procesos de evaluación de la Universidad, o aquellos intelectuales modernos ya referenciados, los cuales contribuyen a forjar estas comunidades, a pesar de sus tendencias a la "inorganicidad".

El Grupo Federici-Antanas, nominado en esta forma por el sentido de continuidad expresado en sus elaboraciones intelectuales, tiene un extenso decurso con orígenes que se remontan casi dos déca­das . La crítica a la tecnología educativa y a la particular percepción del desarrollo de los países localizados al sur del Río Grande, establecida desde el PNUD y las agencias de desarrollo de Estados Unidos, contribu­yen a crear el contexto para el surgimiento de un bastión de pensamiento creador.

La crítica a la educación tradicional apunta a trascender su orientación instrumentalista, en donde los contenidos, las metodologías y las formas de evaluación están predefinidas y, por lo tanto, el docente es solo un administrador del currículo y los estudiantes sólo son receptores vacíos. Se plantea una educación interaccionista que parte del reconocimiento de las distancias entre los códigos, los lenguajes de dos mun-

Estadísticas e indicadores de la Universidad Nacional de Colombia 2000

Sub-campo Relaciones educación-sociedad 83

dos escindidos: el mundo de la escuela y el mundo de la vida, admitiendo la importancia de lo universal,

así como de los saberes locales.

Esta forma distinta de ver la educación, espera superar también los énfasis puestos en el saber

escolar, localizado como deber saber y enfrentado con el deseo de saber, propio de las comunidades huma­

nas y de los individuos. Se trata de establecer un puente, en donde se conjuguen la voluntad y el deseo de

saber en todos los actores incursos en los actos pedagógicos, pasando del autoritarismo, el formalismo y el

ritualismo pedagógicos, establecidos sobre una supuesta forma de garantizar eficiencia y rendimiento, a

formas dinámicas, flexibles, comunicativas y en donde el acompañamiento permanente y el criterio de

incertidumbre caracterizan las relaciones de los actos pedagógicos, incorporando las dimensiones innova-

tivas y regulativas, éticas, en los procesos de formación.

Esto se expresa en la Universidad, para decirlo con el profesor José Granes;

Formación disciplinaria a nii el universitario... no solamente como adquisición de conocimientos o el dominio de una serie de técnicas o la apropiación del dominio de una serie de métodos específicos de un determinado campo, sino mirar esa formación como algo más profundo que entraña una transformación de la mirada de un sector de la realidad, es decir, una transfor­mación en este sentido muy fuerte, entendida como transformación cultural, implicaría que esa formación incide en la forma de pensar, de mirar, incluso hasta de percibir un sector del mundo real y envuelve, desde luego, la apropiación de toda una serie de principios y conoci­mientos, pero también de formas particulares de hablar, de lenguajes particulares propios de ese campo disciplinar y envuelve al mismo tiempo ciertas formas de acción sobre la realidad... y esos factores serían:... conocimientos, lenguajes j formas de acción... íntimamente articula­dos en la formación disciplinar (053).

La importancia del Grupo Federici-Antanas estriba, aparte de la producción intelectual que se en­

cuentra impresa, en las formas prácticas realizadas en los centros educativos de educación básica y Media,

la interacción con los maestros a través, especialmente, del Movimiento Pedagógico agenciado por Fecode

y el significativo aporte a los procesos de reforma realizados en la misma Universidad Nacional. La inte-

gralidad, por otra parte, se reafirma en el interactuar con distintas agencias del Estado, responsables de la

formulación de política, del tamaño de Colciencias, el Icfes y el Ministerio de Educación Nacional,

Este grupo es especialmente paradigmático en el estudio de comunidades discursivas, por la perma­

nencia como tal con fronteras muy claramente trazadas y un discurso que se elabora continuamente y es

capaz de mantener su imagen e identidad, independientemente de las múltiples adscripciones que tengan

sus miembros, como participantes en otras comunidades discursivas. Su influjo se advierte con seguridad

también en las otras formas orgánicas que configuran comunidad discursiva integral: Red, Participarte y

El Museo de la Ciencia y el Juego.

Se da por descontado que todas las comunidades discursivas de la Universidad asumen tareas de

carácter docente, y Red no es una excepción. Presenta elementos de carácter innovador especialmente al

pensarse a sí misma como comunidad discursiva que se construye "en torno a la escuela en contexto",

compuesta por dos elementos:

por un lado el sistema escolar por el cual se circunscribe la escuela, que lo lleva a hablar de las dinámicas de la gestión y la política educativa: ¿ cómo hacer que la política de un país como Colombia sea marcada por los aportes de una universidad pública como la Nacional':, y el otro campo.., es el de las publicaciones y los medios de comunicación en la escuela Í0H3J

84 El campo de la educación en la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá

Esta singularidad de la innovación, también presenta en sí misma la forma de la extensión, la cual en la política educativa y la gestión "apoya los procesos de reflexión y transformación de las prácticas de gestión al interior de la escuela... [ además ] de buscar articulaciones escuela-mundo local". Adicionalmente se presentan esfuerzos en la conceptualización de lo pedagógico y "el problema de la educación en la Universidad y su compromiso educativo con la sociedad".

Este accionar pedagógico se exterioriza, se concreta en productos de la forma de las publicaciones, así como los proyectos interdisciplinarios realizados en centros educativos situados en distintos munici­pios del país. Este grado de organicidad que trasciende las fronteras académicas de la Universidad, no se presenta de la misma manera en su interior. Dicho de otra manera, la Universidad no presenta aún las formas orgánicas que permitan que las distintas comunidades discursivas, del carácter de Red, se incorpo­ren en una propuesta-institución de mayor calado. Cabría preguntar si hEscuela de Estudios e Investi­gaciones sobre Educación, aún en proceso de fragua, realizaría esta función de intermediación.

Participarte es una comunidades discursivas integral bien paradigmática. Su configuración como comunidad no sólo incorpora la instrucción y la innovación, sino también los elementos de orden ético y regulativo, en una organización abajo-arriba, trascendiendo las tradicionales perspectivas cientifis-tas reduccionistas que al plantear el problema de la extensión lo asumen sólo en la perspectiva de ciencia y tecnología. Aquí se incorporan

las emociones, los sentimientos, los afectos en el proceso pedagógico y a la vez como esto puede articularse en un proyecto pedagógico y democrático de nación (078).

Se presenta en esta comunidad, en Participarte, una sólida unión entre la docencia, la innova­ción y la regulación ética, como componentes básicos de un acto pedagógico integral, a través de la fusión en la praxis misma, de los distintos niveles ofrecidos en el campo de la educación, así como las distintas modalidades, superando las fragmentaciones y disociaciones recurrentes. Esto permite plan­tear, a nivel propositivo, "reformar los estudios iniciales de la Universidad Nacional, hacerlos más flexibles, más universales, por áreas comunes, con una formación general sólida".

La idea de cultura es el fundamento para la construcción de nación, por su rol en el proceso de socialización, esto dentro de la más pura tradición de pensamiento que subraya el papel de la educa­ción, de la revolución educativa, en le proceso de construcción de las sociedades modernas.

La producción intelectual de las comunidades discursivas integrales es bien vasta, medido ésta en las publicaciones realizadas, en donde se resume el continuo trasegar durante m á de dos décadas.

Formas de transición hacia la conformación de comu­nidad discursivas integrales Las comunidades discursivas, si bien se caracterizan porque "sus miembros" "ingresan" en las mismas libremente y se organizan en torno a un discurso, tienden a generar criterios para la aceptación de la pertenencia o la inclusión, de los privilegios, de la pérdida de la "membresía", amén de hacer esfuerzos por mantener claramente delimitadas las fronteras frente a otras comunidades discursivas, mantienen como otros fundamentos de su existencia ciertas tendencias a la temporalidad. Aún es probable encontrar individuos que pertenecen a varias comunidades discursivas simultáneamente. Esto, que es aplicable a las comunidades de la Universidad, presenta algunas peculiaridades si observamos que dado el estado de construcción de! campo intelectual de la educación en la Universidad Nacional, o como característica

Sub-campo Relaciones educación-sociedad 85

destacada del mismo, estas comunidades deben ser abstraídas como realmente existentes sobre la base de

su acto pedagógico cotidiano, m á que por su discurso. Lo mismo ocurre con importantes aportes al

campo por parte de individuos que si bien contribuyen a las construcciones del discurso y aún del discurso

a nivel nacional, no formalizan la construcción de comunidades discursivas, por lo cual sus miembros

m á conspicuos participan de una manera muy poco comprometida (en términos de asociación) con

varias comunidades. Es probable que la tendencia del campo en la Universidad sea la de formalizar las

comunidades alrededor de estos intelectuales modernos, ello a través de formas institucionalizadas. La

eclosión de la Escuela de Estudios e Investigaciones en Educación, adscrita a la Facultad de Ciencias

Humanas, seguramente fortalecerá el campo. De hecho, su sola formulación, en la forma de su presenta­

ción actual, es un señal de madurez del campo intelectual de la educación en la Universidad.

Los intelectuales que hacen parte de esta comunidad en "transición" realizan actividades en el

contexto de las tres funciones universitarias; de esta manera son intelectuales profesionalizados, son con-

textualizadores y reproductores de discurso. Su diferencia báica con los "integrales", estriba en que el eje

de su accionar pedagógico no es justamente la educación, siendo las tendencias profesionalizantes, disci­

plinarias o aun transdiciplinarias, las que les asignan su carácter.

La labor de estas comunidades discursivas se orienta abajo-arriba, tanto en el interior de la Univer­

sidad, como en los extramuros, en relaciones directas con contextualizadores y reproductores ubicados en

la educación báica y media.

Su talante de intelectuales modernos les identifica también como promotores de políticas educati­

vas en distintos niveles de Estado, con otro nivel de integralidad al contemplar en las diversas facetas de su

quehacer cotidiano los elementos instruccionales, los regulativos y los innovativos. También, se anotan

concreciones importantes en la producción de discurso, empleando diversas formas comunicativas que

trascienden la cátedra tradicional. La producción de eventos de carácter masivo, así como su incursión en

la producción de obras de divulgación, de teoría, entre otras.

En la función de contextualización, con fuertes tendencias hacia la integralidad encontramos una

buena cantidad de profesores, de los cuales vamos a destacar tres. Cabe aquí el trabajo de corte regional

(en el sentido de ordenamiento territorial, de planeación), los

estudios donde se hace un análisis de las posibilidades que tienen las regiones para acceder a

niveles más altos de educación... vale la pena resaltar las metodologías utilizadas para determi­

nar los programas que se diseñaron como es el de medicina en la Universidad del Tolima se

hicieron análisis de currículos de las regiones ya existentes a la de la Universidad de Arauca (086).

Los esfuerzos más recientes de producción de materiales didácticos para los niveles educativos de

báica y media, representan una mirada distinta a la elaboración de textos para la enseñanza tradicional

los cuales tenían un direccionamiento en su elaboración de arriba - abajo. Finalmente los implicados de

forma directa en el acto pedagógico, los profesores y los estudiantes, debían (aún deben) sufrir el texto

realizado por fuera del ambiente escolar, con criterios de trabajo editorial que nunca contemplaron los

intereses reales del mundo de la escuela. Asunto especialmente cierto en la enseñanza de las ciencias

sociales. Uno de los aportes perceptibles es el realizado para

tratar de motivar a los profesores de sociales de secundaria de los diversos departamentos de

Colombia, comenzando por Orinoquia y Amazonia, para que ellos mismos hagan el texto gene­

ral para sociales de cada uno de sus departamentos y elaboren los mapas básicos para que

86 El campo de la educación en la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá

estudien en ellos... la idea es que hecho el libro los docentes conformen un grupo permanente de

investigación ... por primera vez se está pensando que el profesor de secundaria puede ser un

investigador, a partir de ese punto se quiebra el tabú de la ciencia y toman cinco temas que son

la enseñanza de la química, la física, la biología, la matemática y la salud...(070).

Es importante también encontrar en esta comunidad discursiva, la interacción muy fuerte entre los

campos disciplinares y la reflexión acerca de ia pedagogía, de la construcción del conocimiento y de las

relaciones entre formación y mundo de la vida, expresado desde las necesidades tecnológicas que tiene el

país en un mundo competitivo.

Primero veamos la relación entre el diseño industrial, los objetos y la adopción de formas pedagógi­

cas para poblaciones específicas.

El proyecto que se realizó para niños con problemas de autismo surgió como una iniciath a con­

junta de Diseño Industrial de la Universidad Nacional con una asociación prii aáa que se deno­

mina Asociación para el Desarrollo del Niño (APUCHE)... basados en las teorías básicas del

constructivismo en la educación, habían venido investigando sobre el rol... que los elementos

físicos, los elementos materiales cumplían como parte del andamiaje educativo de los niños...

Colciencias apoyó el proyecto desde el comienzo] • en el curso del desarrollo se hicieron tres activida­

des. .. una la formulación teórica del planteamiento constructivista interaccionista y cómo se iba a

aplicar...". El desarrollo mismo de los objetos y su aplicabilidad. su comprobación: y tercero, las

conclusiones. El proyecto estaba formulado en dos etapas, la primera contaba con el diseño de los

objetosy la formulación áe la teoría del diseño de los objetos y una pruebas preliminares de uso y

aplicabilidad... fueron cumplidas por la primera parte del proyecto. La segunda etapa que era un

seguimiento sistemático de largo plazo, con la construcción de fabricación en serie de algunos de

esos objetosy la generación de otros nuevos, no se pudo llevar a cabo... (013).

Existe una conciencia muy clara sobre el tiempo en el que nos situamos en la actualidad y los retos

para la Universidad en una buena cantidad de los profesores entrevistados.

... estamos definitivamente en una economía distinta, en una economía mundial, globalizaáa.

estamos en el salto áe la producción estándar al salto a la proáucción flexible, es un cambio

industrial muy importante, a nuevas relaciones entre la industria, entre la pequeña y la mediana

industria en el mundo, hacia una nueva cultura del proyecto industrial, entonces dentro de esa

nueva modaliáaáde las relaciones internacionales en las que se inscribe el país, entonces obvia­

mente aparece una nueva visión del enfoque deformación, de los métodos pedagógicos y de toda

la estructura pedagógica de la carrera, que se acomode a lo que está ocurrienáo en el mundo..

[ya no se trata de]formar diseñaáorespara competir con sus vecinos del mismo país o incluso con

sus vecinos de aquí de la frontera, con una visión muy localista y muy regionalista ... hay que

formar a la gente para competir con los grandes, asumiendo la responsabilidad de lo que eso

significa, es como nuestra cultura, nuestros valores y nuestra identidad la convertimos en valor

agregado competitit o de nuestros productos para competir en el mundo entero... C013)

Estas tendencias del discurso, emprendiendo la reflexión sobre el país, su inserción en el mundo de

la globalidad y las tareas específicas para la Universidad, es decir, la asunción de la presencia nacional

Sub-campo Relaciones educación-sociedad 87

como estrategia fundamental en la implementación del Plan Global de Desarrollo UN. 1999 - 2003, que representa la forma de hacer extensión en la forma m á acabada de integralidad, son característica diferencial de las comunidades discursivas integrales y de aquellas que están en proceso por la acción de individuos muy claros en la articulación de la Universidad con la realidad social y económica del país, en un contexto de globalización.

Comunidades discursivas mixtas La producción de discursos disciplinares es una de las funciones de una gama de intelectuales profesiona­lizados, que adicionalmente mantiene fuertes lazos con instituciones, entidades, empresas, localizadas m á allá del campus universitario. Las relaciones fuera del campus tienen como característica de un lado la adscripción por los saberes propios de la disciplina y, de otro, la vinculación personal.

Los profesores coaligados en los distintos grupos y centros de investigación, institutos de investiga­ción, programas universitarios y las formas institucionalizadas con el Plan Global de Desarrollo UN. 1999 - 2003, de la forma de los diez Campos de Acción Institucional y los PRE, constituyen comunidades discur­sivas con muy variadas formas de articulación, pertenencia y formas propias de trazar fronteras.

La vinculación de los intelectuales aquí no se da en términos de interés particular por la educación y, en todo caso, no constituye un muy particular interés la reflexión sobre los asuntos educativos.

Comunidad discursiva de recreadores de la ciencia: Museo de la Ciencia y el Juego

El Museo de la Ciencia y el Juego constituye una de las formas m á originales en los procesos de recreación pedagógica emprendidos en la Universidad Nacional, con orígenes situados al comenzar la década de los años 80's. Nace con el interés de acercar a los niños, los jóvenes y los adultos a la ciencia y a la tecnología, asumidas como un juego exploratorio y un descubrimiento al nivel y ritmo de cada persona.

Como propuesta pedagógica se dirige en especial hacia la extensión, asumiendo las modalidades de

educación no formal e informal... educación formal muy lateralmente ...(062)

ofreciendo once programas báicos a través de los cuales se llega a la gente: 1. Exposiciones permanentes, 2. Exposiciones temporales e itinerantes. 3- Red de museos y centros interactivos. 4. Diseño y producción de centros interactivos. 5. Talleres sobre variados temas y públicos diversos, 6. Asesoría en diseño arquitec­tónico, 7. Formación de docentes. 8. "Re-creo", para el diseño y la producción de material didáctico. 9-Salud. 10. Investigación. 11. Desastres naturales.

Uno de los aspectos innovativos m á importantes de la comunidad asociada en el Museo de la Ciencia y el Juego, es la superación de las fronteras formales que separan a las diversas modalidades de la educación. En la práctica se trasciende lo formal, lo no formal y lo informal, mediante una propuesta que se involucra con las comunidades que están dentro y fuera del campus. La necesaria coherencia de este tipo de propuesta conduce a una interactividad total, tanto con los objetos como con las personas, la cual se produce en espacios sociales formales e informales.

Desde una perspectiva amplia, es claro que todos los programas del Museo se inscriben en una nueva propuesta pedagógica, sin embargo, dos de los once programas están dirigidos específicamente a la educación formal: "Re-creo" y formación de docentes.

"Re-creo" se dedica al desarrollo áe material áiááctico. a la enseñanza de las ciencias... se producen cartillas como apoyo [dentro de una perspectiva] deformas alternativas de comuni-

88 El campo de la educación en la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá

car ciencia en el colegio, la cartilla está pensada para que la utilice el niño con él material,

también es guía para el docente... el material que produce "Re- creo" asume Informa de cajas

de la ciencia y toman cinco temas que son. la enseñanza déla química, la física, la biología, la

matemática y la salud... (062).

Esta perspectiva de "Re-creo", empero, no sigue los cánones tradicionales, en donde aún ios mate­

riales tienen un uso dirigido, guiado y en ultimas instrumental ista, "Re-creo" no deja de lado la faceta

cognitiva, la subraya, pero trata de "cambiar la actitud hacia la ciencia; lo m á importante es el gusto pol­

lo que se hace, que no es una actitud generalizada para los docentes, generalmente a los docentes no les

gusta su trabajo, no aman su disciplina, nosotros queremos mostrarles que sí es algo que se puede amar y

si a través de ellos se llega a los niños ese gusto es suficiente". Es más, el esfuerzo de la comunidad

discursiva del Museo de la Ciencia y el Juego está convencida que

la ciencia sirve para algo más que esos conocimientos disciplinares específicos}' es que transmite

valores: honestidad, respeto por el otro, la constancia, eso es lo que transmite la ciencia más que

leyes, ecuaciones, teoremas, eso es lo que pretende uno que el muchacho aprenda. Nosotros

queremos que los maestros entienáan ese mensaje, la ciencia más allá de contestar el ¡CEES o

pasar a la Universidad Nacional, también está metida en el colegio porque forma personas

(062).

La claridad sobre los compromisos sociales de la ciencia es meridiana, actitud imprescindible para

iniciar el proceso de trascender las fragmentaciones propias del pensamiento occidental, centrado en el

logos, decididamente apolíneo. Tal aporte como comunidad discursiva es importante en el proceso de

maduración del campo intelectual de la educación en la Universidad Nacional en la medida en que aporta

al campo en general, contribuye a deconstruir las viejas tradiciones instrumentalistas y presenta argu­

mentos para construir una pedagogía integral. En este sentido, contribuye poderosamente en la construc­

ción de intelectuales modernos, trabajando con las nuevas generaciones, al tiempo que propicia cambios

en las estructuras ya establecidas.

Esta comunidad construye discurso pedagógico en la interacción directa con los agentes educativos,

llegando a distintas regiones del país con la instalación de salas interactivas: Bogotá, Barranquilla, Valle-

dupar, Neiva, Pasto, Pereira, Marsella, y Santa Marta, amén de las proyectadas en Villavicencio y Maniza­

les. Finalmente, es importante destacar de un lado las tendencias de comunicación internacional en el

mismo proceso de fragua de la idea del Museo (056), con contactos iniciales en Estados Unidos y México

y, en el proceso de consolidación en la Universidad Nacional, la presencia se extiende a varios países de

América Latina: Brasil, México y Venezuela; de otro lado, la incidencia de los centros que trascienden toda

forma de frontera, tanto las disciplinares, como las pedagógicas tradicionales, entran en comunicación direc­

ta con todas las personas, también ellas despojándose de los prejuicios acerca de la inaccesibilidad de la

ciencia y su estatuto exclusivo para iniciados. El Centro Interactivo Maloka es en especial paradigmático.

Espacios de comunicación en transición a la organiza­ción como comunidades discursivas Por las mismas características en la organización administrativa y académica de la Universidad, la mayo­

ría de los profesores de una u otra manera pertenecen a las comunidades discursivas a las cuales hemos

Sub-campo Relaciones educación-sociedad 89

aludido sumariamente. Sin embargo, en la Universidad se crean espacios de comunicación todos los días, en la forma de seminarios, congresos, simposios y otras formas de congregación de la academia, tras objetivos coyunturales en algunos casos y de mediano y largo aliento en otros. Así se crean comunidades discursivas de muy baja duración, independientemente de su adscripción disciplinar o su organización raulti y transdiciplinar. Es probable que una de las m á importantes tendencias de desarrollo del campo intelectual de la educación en la Universidad Nacional esté alrededor de la permanencia de estas comuni­dades discursivas surgidas por asuntos de coyuntura, pero que tienen la probabilidad de reafirmarse en el tiempo y en el espacio con la cantidad y calidad de salidas sugeridas por el mismo Plan Global de Desa­rrollo UN. 1999 - 2003. en las formas surgidas a través de los CAI y su desdoblamiento en los PRE.

La extensión en la Universidad Nacional Dado que en las entrevistas estudiadas, referentes a este tema, prácticamente todos los profesores hicieron mención a la extensión universitaria, y dado que en sus intervenciones ratificaron la importancia de articularla a las funciones de docencia e investigación, nos parece oportuno detenernos en una breve reflexión sobre la concepción de esta función, que justamente en el último mes ha sido elemento de reflexión y debate universitario, en tanto estuvo en discusión y se aprobó por el Consejo Superior el Estatu­to de Extensión,

Desde hace m á de cinco años en la Universidad Nacional se inició una reflexión sobre el sentido y el carácter de la extensión universitaria, reivindicando el contenido académico de esta función y conceptuali-zando sobre su constitución ontológica, en el contexto de la consolidación de una Universidad del Estado,

Estas reflexiones quedaron planteadas en varios documentos e informes, que formularon desde el punto de vista conceptual unos derroteros, a nuestro modo de ver aún vigentes y desde el punto de vista de la sistematización de la experiencia de extensión recogieron por primera vez el quehacer de la Universidad en su vínculo con el país. Nos permitiremos señalar de manera muy sucinta, en 9 puntos, algunas de las conclusiones que dichas reflexiones arrojaron, insistiendo en el carácter de deber ser, con que fueron concebidos.

1. Al tener como base las reflexiones de Basil Bernstein sobre el papel que debe cumplir la universi­dad en el mundo contemporáneo, se ratificó la importancia de articular los contextos instruc-cionales (docencia), innovadores (investigación) y ético regulativos (extensión), para superar la tradicional secuencialidad con que se han abordado las tres funciones universitarias, y esta­blecer para el último contexto un énfasis especial, dado el estado de escasa reflexión en la polí­tica y de sistematicidad en la acción para el mismo.

2. La reflexión sobre el sentido ontológico de una universidad nacional, reivindicó para la exten­sión el papel de función creadora de logos, pues en la relación con el país, ia Universidad no puede renunciar a su carácter de universitas. Por lo mismo, una extensión que no genere cono­cimiento, que no garantice la apropiación de la problemática nacional para el concepto, no podría ser entendida como función universitaria. En este contexto se hace necesario superar la secuencialidad entre lo gnoseológico, lo metodológico y lo epistemológico, entre el qué, el cómo y el para qué del quehacer universitario,

3. Es preciso recontextualizar el concepto de extensión en su vínculo con las otras funciones uni­versitarias, es decir que debe revertir directamente sobre la docencia universitaria de pregrado y posgrado y estar vinculada necesariamente con proyectos de investigación. Este recontextualizar (seleccionar, jerarquizar, traducir) supone también un reconceptualizar

SO El campo de la educación en la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá

4. La implementación de las tareas que implicaría el desarrollo de los puntos anteriores, tiene todo el aval en el plano de lo legal, pues la Ley 30 de 1992, por la cual se organiza el servicio público de la educación superior, el Decreto 1210 de 1993 por el cual se estructura el régimen orgánico especial de la Universidad Nacional de Colombia, la Ley 115 de 1994 por la cual se expide la ley general de educación, reiteran el compromiso que le compete a la Universidad de la nación colombiana, en el estudio, análisis y propuestas a la solución de los principales problemas na­cionales. El trabajo ahora es hacer lo legal, legítimo, en el sentido que corresponda verdadera­mente a la acción universitaria. Nadie duda de la pertinencia de la Ley la preocupación es por su presencia, que exprese de manera incuestionable pertenencia nacional.

5. En la Universidad Nacional, la extensión se ha caracterizado siguiendo las leyes del mercado, según el tipo de recursos económicos que generen: en extensión solidaria y extensión remunera­da. Esta clasificación supone racionalidades diferentes que se mueven en tiempos y espacios también distintos. La extensión solidaria obedece a lo que podría considerarse una negación de lo económico, en tanto el intercambio con los sectores sociales sería fundamentalmente de bie­nes simbólicos y de capital económico negado; mientras que la extensión remunerada aparece como expresión de la oferta y la demanda de servicios que la Universidad contrata, haciéndose vendedora de los bienes culturales según una racionalidad de mercado que exigiría un "ciclo de producción a corto plazo", con resultados inmediatos y en muchos casos puntuales, pero que la Universidad no puede desechar en tanto aporta recursos significativos y rentabilidad inmediata. Esta separación és a todas luces inconveniente y ha determinado desequilibrios al interior de la Universidad,

6. La determinación de políticas universitarias debe articularse con los procesos de construcción de política nacional. En este punto se insiste, queriendo revaluar el papel de una universidad de Estado que se compromete como universidad de la nación. En este sentido la universidad públi­ca debe recuperar su vínculo estratégico con la sociedad para garantizar el ejercicio de su fun­ción de'intelligentia'.

Aquí es preciso reiterar el sentido de construcción de comunidad académica deliberante, pues se requiere del concurso de los distintos estamentos universitarios para formular verdaderas políticas democráticas que trasciendan las direcciones coyunturales y garanticen el fortaleci­miento de la Universidad, como entidad indispensable para el autorreconocimiento del país.

El trabajo en este sentido debe guiarse por la permanente discusión y búsqueda de consen­sos que posibiliten la pluralidad y el respeto de las diferencias, y que garantice por parte de los organismos colegiados de dirección y los directivos que ejecutan sus decisiones, la firmeza en la implementación de las políticas aprobadas mayoritariamente. De igual forma deberá orientarse esta tarea en hacer que las políticas universitarias trasciendan a las políticas nacionales y se reivindique el papel estratégico que la Universidad debe cumplir y que el país le reclama, para superar las políticas gubernamentales, en políticas de Estado.

7. Otro de los puntos centrales de la discusión versó sobre el sentido de las prácticas universitarias, que se adelantan en varios de los programas académicos de la Universidad. Un análisis de su carácter demostró condiciones bastante limitadas para la realización de este trabajo, y para que puedan recibir de verdad, la connotación de universitarias. Las prácticas nacen, por lo general, de un programa de formación académica que requiere aplicación de los conocimientos, el de­partamento asigna los profesores y establece el número y la labor estudiantil desde la Universi­dad. Tiempos, recursos y evaluaciones son definidos desde arriba, sin que se vinculen

Sub-campo Relaciones educación-sociedad 91

necesariamente a la investigación, ni exijan un carácter interdisciplinario. Queriendo superar esa condición, se propuso que como toda labor universitaria, la práctica debe generar conceptos y, por lo mismo, vincularse a procesos investigativos ya sea por medio de proyectos de los planes de desarrollo, ya sea como parte de programas universitarios que los implementen. Para esto deberán garantizar su formulación a partir de la acción conjunta con los sectores sociales en que se realizan, deberán orientarse a las temáticas señaladas en las directrices estratégicas de los departamentos y carreras, privilegiarán el trabajo interdisciplinario y coordinación interinstitu­cional y requerirían de recursos humanos y económicos suficientes para su desarrollo efectivo. De esta forma, las prácticas podrán superar el sentido de una acción instrumental, para propi­ciar acciones y comprobación del desarrollo de destrezas comunicativas.

8. La pregunta del cómo hacer posibles las anteriores reflexiones se concretó en la propuesta opera­tiva que ya hemos mencionado de plantear una política de programas universitarios que reco­giendo el m á profundo sentido de lo académico, supera el carácter disciplinar, o la mera adscripción a lo docente, investigativo o extensivo, para proponer un trabajo que de manera articulada 1) señalara las temáticas de la mayor trascendencia nacional y 2) recogiera los recur­sos tanto conceptuales, como humanos y económicos, se comprometiera en la responsabilidad ética de construir universidad de Estado, 3) garantizando el sentido de la acción a largo plazo, pues la consolidación de la Universidad como institución reconocida y comprometida con el país es un proceso de larga duración, y 4) asumiera el reto de elaborar colegiadamente el ejerci­cio simultáneo de las tres funciones universitarias. 5) Se caracterizaron en primer término estos programas como nacionales, pero en tanto tiene de común nuestra realidad con la realidad latinoamericana, y de otros sectores periféricos, se propuso como característica importante su vínculo con comunidades académicas internacionales; 6) se les asignó asi mismo una condi­ción interdisciplinaria e interinstitucional para garantizar su efectividad. 7) Se señaló como característica de especial importancia el que sean formulados con el concurso de los sectores implicados en cada una de las problemáticas,

9. Con ocasión de la discusión del Acuerdo de Extensión tanto en el Consejo Académico, como en el Consejo Superior, se ratificaron aspectos significativos de la política de extensión que nos parece oportuno abordar: el sentido y la definición de la extensión como integración e interacción tienen el propósito de superar la mirada exógena y externa que por la propia etimología de la palabra extensión puede derivarse. La extensión que debemos hacer es extensión universitaria. Esto significa que la argumentación debe comenzar por lo que nos caracteriza como universi­dad. Una extensión que no involucre a la docencia y a la investigación y que, por lo tanto no cree conceptos, no tendrá el carácter de universitaria. Construir la argumentación desde fuera, desde el amplio campo del mercado en el que podemos movernos y no desde el campo de nuestro ser, nuestro quehacer y nuestras fortalezas, nos hace caer en falacias argumentativas según las cua­les debemos "responder a la complejidad del mundo moderno" o "si no lo hacemos nosotros lo hacen los otros", evidenciando con ello una visión extensivista de la extensión.

La clave para pensar la extensión universitaria (léase integración - interacción) es comprender en su significación la estrategia de presencia nacional, estrategia fundamental de nuestro Plan Global de Desarrollo UN Compromiso Académico y Social con la Nación Colombiana, que señala nuestro papel, orientado por el principio de pertinencia social, en la construcción de nación, recogiendo el sentido de las regiones, la diversidad que ellas comportan y la existencia de nuestras siete sedes.

92 El campo de la educación en la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá

"Esta estrategia constituye el núcleo del Plan Global de Desarrollo, pues representa la dimensión dominante que enlaza y subordina las cuatro estrategias restantes". "Má allá de una perspectiva pura­mente geográfica o territorial esta estrategia busca ligar expresamente a la Universidad con un proyecto nacional equitativo y de desarrollo sostenible, en el cual la democracia y la paz se asienten sobre solucio­nes de justicia social, para lo cual la Universidad privilegiará la promoción del cambio cualitativo y de cobertura del sistema educativo, en permanente diálogo con las transformaciones e innovaciones del mundo científico-técnico y haciendo partícipe a la comunidad nacional de los resultados de su quehacer académico".

Es decir que no tenemos que responder a toda la amplísima oferta del mercado consultor, pero sí debemos ser consecuentes con la tarea definida de impulsar los Campos de Acción Institucional y los Programas Estratégicos,

La argumentación en este sentido, no puede moverse en los verbos vender y competir, moviéndose en la lógica de la empresa y del mercado, de la oferta y de la demanda. La extensión universitaria tiene otra lógica que conjuga verbos diferentes como: investigar, conceptualizar, articular la docencia, desarro­llar los Campos de Acción Institucional. La política de presencia nacional deberá, paralelamente a este proceso, garantizar un adecuado relevo generacional en la Universidad, aspecto en especial preocupante en las condiciones actuales, en las que en breve tiempo un número amplio de docentes cumplirá los requisitos para su jubilación.

Cuando se le concedió la connotación de integración a la extensión, se quiso ratificar la doble vía que el propio concepto comporta. Y si es una relación bilateral en la que nosotros no somos los únicos que aportamos y damos, sino que nos enriquecemos con otros saberes y otros códigos, debemos determinar quiénes son los "agentes legítimos" de la Universidad y quiénes los "agentes legítimos" de la sociedad civil con los que debemos privilegiar nuestra acción. La Universidad Nacional debe ser garante de lo público y, por lo mismo buscar, de manera privilegiada la relación con el sector público para argumentar calificada­mente en la definición de política pública.

La fortalezas, reconocidas, que la Universidad Nacional tiene, fruto de la asimilación y el desarrollo de conocimientos por parte de sus académicos (y que hacia el futuro inmediato han de vincularse estrecha­mente con los Campos de Acción Institucional y los Programas Estratégicos), constituyen la base de lo que la misma puede aportar a la sociedad a través de las diversas modalidades pertinentes de extensión universitaria, garantizando la dirección y el desarrollo académicos por parte de miembros de su planta docente.

Por supuesto, reconocer las fortalezas es, a la vez, reconocer la existencia de limitaciones en áreas del conocimiento, talento humano y/o infraestructura técnico-científica, las cuales difícilmente se supe­rarán con la importación de directores para los proyectos de extensión. Las medidas han de ser de otra naturaleza,

Al implementar esta política, el Plan Global de Desarrollo 1999-2003, señaló 10 campos de acción institucional, como aquellos ejes temáticos en los cuales diferentes disciplinas confluyen con el propósito de abordar problemas nacionales de alto grado de complejidad.

Los diez campos son:

Desarrollo rural y seguridad alimentaria. 6. Estado y sociedad. Ambiental. 7. Calidad de vida. Cultura y comunicación. 8. Desarrollo tecnológico. Educación. 9. Derecho, ética y justicia. Espacio y territorio. 10, Desarrollo científico.

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Estas temáticas se justificaron en los acuciantes problemas de la realidad nacional, recibiendo cada una sustentada argumentación sobre la pertinencia de su formulación. En este contexto se formularon los llamados PRES -Programas Estratégicos- que recogen una amplia gama de temáticas y proyectos para ser implementados.

A manera de prospección Al recoger insistencias y aspectos comunes de las entrevistas a los docentes de la Universidad Nacional, quisié­ramos presentar un esbozo de problemas centrales planteados por ellos, en las siguientes tensionalidades:

Tensionalidad nacional - global Los últimos años del siglo XX nos entregan una sociedad mundial comunicada. El espacio y el tiempo se compactaron debilitando las fronteras y los controles. "Vivimos juntos" y enterados de la milimetría de la vida cotidiana de otros. Somos testigos y protagonistas de la institucionalización y socialización de una cultura de masas, pues usamos los mismos objetos y hasta podemos hablar el mismo idioma. Sin embar­go, paradójicamente ese crecimiento inusitado de la información no garantiza la comunicación profunda de intereses y valores. De forma simultánea a los procesos de internacionalización, asistimos a la reivindi­cación de la diversidad, de la diferencia, de las etnias y las naciones y los cultos. La globalización con la inversión extranjera directa, con el desplazamiento de las capacidades de producción m á allá de las fronteras nacionales, con la importancia de los mercados financieros y las empresas transnacionales y el fraccionamiento de la cadena de producción en varias naciones, y lo que podría llamarse una socializa­ción de las fuerzas productivas, paradójicamente no ha eliminado el individualismo, ni ha construido un nuevo sentido del individuo que reivindicando su identidad se reconozca social.

Hoy como en ninguna otra época se hace preciso, afianzar el concepto de nación, como expresión quintaesenciada de la identidad, de la búsqueda de valores y de cultura común, es decir de estructuras de significación profundas, que busquen el retorno a la comunidad, para ver si es posible establecer la escin­dida relación entre el mundo instrumental y el mundo simbólico que nos hace hoy una multitud de solitarios, que consume la misma gaseosa.

Ahora bien, la mirada de lo nacional no puede desprenderse de la mirada internacional porque los dos procesos van desarrollándose simultáneamente. Si en la Universidad Nacional hoy no tenemos como referente la comunidad académica internacional, nuestros esfuerzos quedarán limitados al parroquialis-mo y si no reivindicamos nuestra esencia colombiana, para lo que hay primero que encontrarla, no ten­dremos contenidos para la comunicación. La comunidad académica colombiana no puede esconderse a los procesos de globalización del conocimiento y del poder que de ello se deriva..

El diálogo permanente entre io nacional y lo global, supone la superación de esta fragmentación, pero contiene también una tensión más interior: lo nacional en conflicto dialéctico con lo regional. En sociedades corno ía colombiana, aún con tareas por hacer, dejadas por la modernidad: constitución de la sociedad civil, monopolio de la violencia por el Estado, plena vigencia del Estado de derecho, organización de formas de representación moderna llanadas partidos políticos, unificación del mercado, lo que se denomina país es apenas una constelación de regiones o de comarcas a las que difícilmente puede aplicárseles la búsqueda de unidad. Los actuales procesos de guerra con sus actores y sus territorios entregan aún m á desarticulada esta realidad que debemos recomponer respetando las diversidades y superando la fragmentación ya no de los "sueños de la tierra". sino de los "sueños de la guerra", que tal vez podrían usarse hoy como sinónimos.

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Tensionalidad público - privado Como veíamos en el contexto anterior, superando el individuo de la modernidad, la llamada posmoderni­dad ha reivindicado el individualismo. Los sectores medios y altos de las ciudades presentan una nueva forma de uso del suelo urbano: guetos unidos por avenidas. Simultáneamente observamos el crecimiento inusitado de los cinturones de miseria, donde la situación de privación económica y cultural impiden el mínimo ejercicio colectivo. La vida privada se ha privilegiado, y se entrega a ciudadanos que no son tales, en tanto no asumen responsabilidades colectivas, pues la ciudadanía no puede entenderse sólo en el plano de un ejercicio civil, sino fundamentalmente como construcción social de la civilidad.

En Colombia lo público, como el patrimonio común, como aquello que no es mercancía, que no tiene valor de cambio y, por lo mismo, no puede ser enajenado ni por el Estado, ni por sectores de la sociedad civil, se hace cada vez más difuso, ante la preeminencia de los intereses individuales. Podríamos incluso hablar de una desestatización del Estado que ante la ineficacia de sus propuestas y la carencia de legitimidad y presencia, se esconde detrás de una sociedad civil igualmente débil y carente de cohesión y propuestas, que no sean las de reacción a la coyuntura de la inmediatez.

En Colombia el Estado que debiera ser garantía y agente de justicia y desarrollo, se tambalea ante las exigencias de la banca internacional, las autonomías regionales, o las propuestas de grupos insurgen­tes o paramilitares: el poder está entonces difuminado, repartido entre múltiples intereses. Éstos se eviden­cian contra toda predicción, o contra todo deseo, la persistencia de las clases sociales. Ahora con agentes no tradicionales, que en el ejercicio de un proceso de acumulación originaria de capital, aún no cumplido entre nosotros, se reparten otra vez el país en un proceso de reforma agraria "al revés", dando un nuevo contenido al concepto de "soberanía", ante la evidencia de un aparato de justicia en crisis, que ni siquiera puede garantizar el cumplimiento de los protocolos del derecho internacional humanitario.

Ubicados en el contexto de la Universidad Nacional, podríamos damos la libertad de mirar el con­cepto de lo público en el entorno inmediato de la Universidad Pública en el país y más, generalmente, el papel de los intelectuales frente a lo público.

Una pregunta para empezar podrá ser, ¿qué posición ocupa la Universidad y en particular la Univer­sidad Pública, dentro de la estructura de distribución de poder en la sociedad colombiana?, es decir, ¿cuál es el reconocimiento, institucionalizado en presupuesto, que le es concedido a la educación superior pú­blica en el país; y a la par, preguntarnos por el papel (¿el poder?) de los agentes universitarios en la sociedad colombiana?

Pero adema de ese reconocimiento concreto, podríamos preguntamos por el reconocimiento simbóli­co, es decir por los imaginarios, por las ideologías, por las significaciones. En últimas, la pregunta es por la condición de legitimidad de una institución como la universidad pública, y en concreto la Universidad Nacio­nal de Colombia, que es también la pregunta por el papel de los intelectuales en un país en crisis.

Hilando m á delgado y con una interpretación sociológica, pregúntemenos por lo público. ¿Qué es lo público?, ¿cómo surge?, ¿cómo se consolida? La respuesta a la pregunta por lo público no debe hacerse desde un necesario límite individual, sino por

su potenciación en lo colectivo. "Lo público" es la expresión de una acción que se evidencia en la interacción de todos, o por lo menos de muchos, una posibilidad de efectividad mayor, o dicho en otros ténninos, lo público hace referencia a las relaciones sociales, que como sociales muestran la satisfacción de intereses individuales, que cada uno de los miembros de la sociedad no podrá cumplir por sí solo; pensemos en el ejemplo burdo de los servicios públicos, que no podrían ser suplidos o conservados de manera individual. Se requieren grandes inversiones, los colectivos, los públicos, para hacer que sean eficaces y eficientes.

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Ahora bien, lo público en su concepción supone, para ser cumplido, una serie de presupuestos;

1. Supone la condición de igualdad de todos los implicados en el disfrute del bien: es decir, está presupuesta una equidad en la participación de los bienes creados.

2. Supone la condición de alteridad: es decir, de reconocerse como interlocutores de otros, como participante con otros, como individuo que tiene sentido en lo colectivo.

3. Supone la condición del ejercicio de la civilidad; es decir, la condición de ciudadano(a) para su ejercicio. Y la ciudadanía es posible a tenor del desarrollo de procesos de integración funcional, ética y simbólica53.

Estas tres características, no son las únicas, pero sí son determinantes para el ejercicio fiel y ontoló­gico, es decir de la esencia, de lo público. Estas tres características existen como deber ser, como posibilidad y particularidad del ejercicio de lo público.

En el caso concreto de Colombia, sabemos muy bien de las limitaciones para la realización de ese proceso de constitución de ciudadanía, de autoconciencia referida a otros, y de equidad, pues en Colombia tenemos "remedos" de lo público.

En el fondo de la reflexión sobre lo público hay dos componentes estructurales 1, La estructura de distribución del poder que está en la base de cualquier reflexión. 2. La posición de los agentes (sujetos) de poder, en ella.

Pregúntemenos en este contexto por el papel de los intelectuales en el espacio de lo público. Preca­rios y limitados los intelectuales colombianos somos el fruto de las formas limitadas de lo público en Colombia. También carentes de legitimidad esgrimimos, cuando lo hacemos, tímidamente palabras no siempre contundentes, no siempre precisas, no siempre oportunas,

¿Qué tienen que hacer los intelectuales para superar los remedos de políticas, la pseudopolítica que en nuestro país ha trocado los intereses públicos en intereses privados?

Creemos que tenemos que ser fieles a nuestra esencia.

- Es decir, ser agentes de palabra, de discurso y de concepto. Para esto debemos formarnos con la mayor rigurosidad en la respectiva disciplina y profesión. Ésa es nuestra principal arma para convertirnos en alter ego del país con la suficiente legitimidad. Y lo primero, es reconocernos en tal condición de ser capaces de superar la inexistencia de interlocutores sociales válidos que piensen y posibiliten lo público.

- En segundo lugar, comprometernos con la comprensión y transformación de la problemática nacional para superar la situación de inequidad, empezando por investigaciones sistemáticas sobre los procesos educativos, como de alguna manera lo han hecho los grupos mencionados en este texto, y como se espera lo haga el CAI de Educación. En este punto vale la pena traer a cuento la reflexión del profesor Gabriel Restrepo en su entrevista, cuando señala que los procesos educativos deben ser entendidos como procesos de socialización,

- Y en tercer lugar, debemos comprometernos como ciudadanos. Es decir, ejercer la civilidad y la razón con el ejercicio argumentado, donde lo público como expresión de lógicas, diversidades, intereses diferentes, puedan expresarse en la búsqueda de lo colectivo para superar la condición de indefensión, la dramática realidad de un pueblo sin razón propia y sin conceptos, cambiando

Ver Gómez de Mantilla, Luz Teresa, Ciudad y Civilidad, Reí isla Papel Político. No. 11. Bogotá, Javegraf. agosto 2000,51 -66

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el contenido de lo real y lo simbólico; con la certeza de que a la par de esta construcción simbó­lica se hace una particular construcción de la ética y lo normativo,

Tensionalidad legalidad - legitimidad Las instituciones educativas se rigen por reglas y decretos. Se atienen a leyes, que han ido constituyendo una actividad, nacida, por lo general, de procesos consuetudinarios que se institucionalizaron legalmen­te. Las leyes, por supuesto, expresan una política, una disposición que más que gubernamental debería ser estatal, en el sentido de expresar en formulaciones generales, las orientaciones que en el mediano plazo deben guiar las particularidades y la cotidianidad. De la relación y vínculo con las realidades concretas, de su viabilidad y la posibilidad de la concreción de su ejercicio depende su legitimidad. Esta tensión entre ley y legitimidad plantea el sentido de una política pública que pueda ser reconocida y desarrollada.

En el campo de la educación, luego de la Constitución del 91 se reformularon, precisaron y actua­lizaron las leyes, tanto para la educación en su conjunto ley 115,)" para la educación secundaria Ley 30, Dependiendo de estas reglamentaciones en la Universidad Nacional se expidieron los decretos 1210 de ley orgánica y el acuerdo 13 del 13 de mayo del 2000, y reglamentaciones recientes de estos acuerdos. Sin embargo, estos elementos legales deben hacerse legítimos tanto al interior de la vida universitaria como en nuestra interacción con el país.

De la realidad y efectividad de esta interacción universidad-sociedad, dependerá la condición de legitimidad de la propia acción universitaria. Por lo mismo, no basta con señalar que por ejemplo "Somos la universidad de la nación", si esta formulación no se compadece con el papel activo en la conceptualiza­ción y la transformación de la problemática nacional,

Tensionalidad autonomía - heteronomía Queremos insistir aquí en la reflexión que dice que la autonomía tiene como definición primera, la auto-conciencia tanto de lo que es la institución en-sí como lo que deber ser la universidad para-sí, es decir, luego de establecer relación con los otros que le dan significado. La crisis de la universidad no es sólo una crisis de legalidad, sino que es en esencia una crisis de legitimidad. Para superarla debe apropiarse de nuevos metarrelatos, de nuevas estructuras de significación, entendiendo que es una institución transito­ria, que si cumple una mera función instruccional, puede ser reemplazada fácilmente por redes de comu­nicación muy eficaces.

La autonomía vista desde el ejercicio de diferenciación puede llevarnos a la trampa del distancia-miento. Si nos encontramos en una crisis del paradigma que separó lo cognoscitivo instrumental de lo moral-práctico y lo estético-expresivo-simbólico, ¿cuál es el nuevo paradigma que debe ser construido? Ya hemos propuesto que es necesario "poner de cabeza" si se me permite la expresión, el esquema -funcional, ético, simbólico- y superar la separación de los tres momentos. /Cómo empezar a hacerlo? No se trata de dar aquí recetas, sólo algunas sugerencias para la reflexión, que permitan ir trabajando simultáneamente en la superación de los cinco componentes de su crisis interna y en aquellos que hacen referencia a su crisis de legitimación. Para este punto sugiero las siguientes tareas:

1. Es preciso reivindicar la autonomía como autoconciencia. en la medida en que valida la especificidad del saber académico y de sus lógicas y reconstruye la autonomía uo sólo como diferencia sino como relación, y como expresión de contenidos éticos

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2. La universidad pública debe ser garante de lo público. En la determinación de las priorida­des, en la presencia no sólo extensiva (múltiples sedes), sino fundamentalmente intensiva en la problemática que le da a su conocimiento pertinencia real al país. Políticas universi­tarias para políticas nacionales, que posibiliten su permanencia institucional.

3. La Universidad Nacional debe liderar el proceso de integración funcional, ética y simbólica entre las universidades públicas, constituirse en la impulsora del SUE, para garantizar al interior de nuestro país un mercado interior de capital cultural, de bienes simbólicos y de experiencias pedagógicas renovadas en el ejercicio de la investigación, la docencia y la extensión, empezando por las propias sedes de la Universidad Nacional de Colombia.

4. En una universidad que ha privilegiado la docencia, podría hablarse de "discriminación positiva" hacia los programas de investigación estratégica y hacia los programas de inte­gración con los sectores sociales. Los bienes simbólicos sólo pueden perpetuarse en el tiem­po cuando tienen sustento en los espacios.

5. En este contexto, las relaciones de intercambio con los sectores sociales que garanticen producción y consumo de los bienes culturales deben considerar: a) Diversidad y difusión amplia de sus contenidos. b) Participación de los distintos sectores de la sociedad civil en la construcción de los pro­

gramas de interacción. Es decir, la consideración de nuestros interlocutores como ciu­dadanos,

Tensionalidad hábito - habitus Estamos entonces abocados a un ejercicio de transformación de nuestras costumbres académicas, de la superación de la delegación de responsabilidades, de la postergación de los compromisos, de la modifica­ción de la relación de los tiempos de la academia y los tiempos de la vida real, estamos impelidos a cambiar nuestros hábitos. A hacer de la docencia una experiencia siempre nueva y gratificante, que es preparada a conciencia cada vez por el respeto que nos merecen los estudiantes y que nos merecemos como docentes, experiencia en la que no se escatimen recursos, ni desarrollos tecnológicos ni nuevas pedagogías, por cuanto la docencia debe superar el mero ejercicio instruccional para ser espacio de crea­ción de conocimiento.

Por lo anterior debe revertir sobre los resultados de una investigación cualificada y vinculada con planes estratégicos y propuesta del ejercicio conjunto de pensar el país con la nación. Esto supone, por supuesto, una vida cotidiana diferente en nuestro campus, que empiece por construir espacios físicos gratos y limpios, que establezca nuevos usos de él, que recree nuevos lenguajes, y que éstos superen la apariencia, y construyan nuevas costumbres, nuevos hábitos. Sin embargo, esto no es suficiente si la construcción de nuevos hábitos no corre paralela con procesos profundos de cambio en las estructuras de significación, es decir en la cultura, donde los ámbitos de lo instrumental, lo simbólico y lo ético son resignificados, donde el hábito deberá convertirse en habitus en tanto los valores se internalicen en el mediano y largo plazo y se constituyan en capital cultural resignificado cada día.

El trabajo de la Universidad en este contexto deberá volver al contenido regulativo, para repensar su quehacer, devolver la rueda docencia, investigación, extensión, en un camino que empieza en la integra­ción como condición de su futura supervivencia.

En este contexto, vale la pela señalar algunos criterios que sustentarían de alguna manera la rela­ción universidad - sociedad:

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a) Responder a las urgencias de la nación colombiana, con las cuales se ha comprometido la Uni­versidad Nacional en los próximos años, de conformidad con lo acordado por amplios sectores de la comunidad académica y contenido en el Plan Global de Desarrollo de la Universidad 1998-2003. La propuesta apunta a desarrollar los saberes de manera multi, inter o trans-disci-plinaria, para generar conocimiento válido y aportar a soluciones en torno a los Campos de Acción Institucional.

b) Fortalecer las disciplinas, recobrando las características del desarrollo propio de cada campo, para evitar visiones meramente instrumentales y profesionalismos sin fundamentación disciplinar.

c) Buscar una mayor integración entre las tres funciones báicas de docencia, investigación y ex­tensión, de modo que cada una de ellas logre su máximo desarrollo sin perder sus relaciones con las otras dos.

d) Estimular la integración e interacción de las facultades con la sociedad, fortaleciendo la exten­sión universitaria m á en un sentido de integración, donde el vínculo con otros sectores sociales, enriquece el conocimiento académico,

e) Generar y consolidar comunidades académicas que logren mayor sentido de pertenencia a la Universidad y compromiso con lo público.

0 Consolidar la relación con las unidades académicas afines, y con las sedes jóvenes de Arauca, San Andrés y Leticia, en la construcción de un proyecto público de universidad, reafirmando su necesaria condición de organicidad.

g) Articular el devenir académico con la organización administrativa para que puedan hacerse viables los proyectos emprendidos y la facultad pueda avanzar significativamente en su desarrollo,

h) "Crear condiciones que permitan estimular la comunicación e interacción entre los diversos saberes que se cultivan en las facultades, de modo que, sin perder el perfil propio a cada uno de ellos, se logre conformar una verdadera comunidad académica"34,

i) Estimular procesos pedagógicos creativos que propicien el reconocimiento de las experiencias intergeneracionales,el intercambio entre los niveles de pregrado y posgrado, y construyan un ethos universitario de pertenencia institucional y de pertinencia social del hacer cotidiano,

j) Colocar los principios de colegialidad y participación en la base de las estructuras orgánicas, de tal forma que el cumplimiento de las funciones y el desempeño de tareas se fundamenten en la confianza y la responsabilidad de todos los integrantes.

Una Universidad de enmarcaciones y no de clasificaciones

En síntesis soñamos con una Universidad capaz de superar las separaciones tradicionales y de moverse en el ámbito de las enmarcaciones y no en el de clasificaciones. En este sentido pareciera que nos acogemos a la propuesta de Basil Bernstein en su teoría sobre la estructura del discurso pedagógico, el poder y los códigos lingüísticos de transmisión cultural.

Las clasificaciones responden a mecanismos de poder y, por lo tanto, establecen momentos rígidos, difíciles de romper y superar. Las enmarcaciones se cartografían por autocontrol, y por eso son menos rígidas y autoritarias.

En el horizonte de un futuro no lejano vislumbramos una universidad pedagógica, en el sentido de la ética y del deber ser de la pedagogía: construcción de identidad y de civilidad. Tenemos que desarrollar una "pedagogía capaz de hacer éticos a los hombres", y una universidad autorregulada, comunicada,

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flexible y abierta, pero sobre todo, una universidad pública en el sentido de ser garante de la responsabili­dad de conciencia de los problemas nacionales.

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