Capitulo de Muestra - Psicologia Social

download Capitulo de Muestra - Psicologia Social

of 20

Transcript of Capitulo de Muestra - Psicologia Social

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    1/20

    Objetivos de aprendizajeContenido

    Introduccin

    Referencia histrica

    Aproximacin psicosocial

    Qu dice la psicologasocial sobre elcomportamiento humano?

    Nuevos desarrollos enpsicologa social

    Resumen

    Lecturas recomendadas

    Material complementario

    J. M. Sabucedo y J. F. Morales

    Psicologa social:la ciencia de la

    persona y la sociedad1

    Este captulo plantea los siguientes objetivos:

    Exponer algunas de las principales ideas y debates quefueron conformando la psicologa social actual.

    Definir cul es el nivel de anlisis que caracterizaa la psicologa social.

    Mostrar la importancia del contexto y de las variablessocioculturales para la explicacin de la conducta.

    Explicar el porqu de la resistencia a determinadosconocimientos psicosociales.

    Informar de algunas de las principales aportaciones de lapsicologa social.

    Comentar algunos de los nuevos desarrollos de esta

    disciplina cientfica.

    INTRODUCCIN

    Una de las figuras ms relevantes de la psicologa social, Philip G. Zimbardo (2005), afirma quehoy en da esta disciplina se ha desplazado hasta el centro neurlgico de la psicologa moderna,debido a que ilumina el funcionamiento de la mente del individuo y el alma de nuestra so-

    ciedad (XIX). Sin duda puede haber quienes consideren esta aseveracin consecuencia de unsesgo interesado. Sin embargo, confiamos en que los lectores de esta obra acaben aceptando ladeclaracin de Zimbardo a medida que vayan conociendo lo que la psicologa social aporta alconocimiento de temas tan diversos como la formacin y el cambio de actitudes, la conformi-dad social y la influencia de los grupos, el altruismo y las conductas prosociales, los crmenesde obediencia, la identidad social, los estereotipos y el prejuicio, los movimientos sociales, losconflictos intergrupales, la violencia, etctera.

    Algunos de los temas anteriores son tratados tambin por otras reas del conocimiento,desde la biologa a la sociologa. Si esto es as, entonces lo caracterstico de la psicologa socialno puede ser nicamente lo que estudia, sino tambin desde qu perspectiva lo hace; ste seruno de los objetivos de este captulo, pero antes es obligado comentar algunos de los hitos que

    han ido conformando la psicologa social.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

    http://www.medicapanamericana.com/Libros/Libro/5358/Psicologia-Social.html
  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    2/20

    Psicologa social2

    REFERENCIA HISTRICA

    La historia no es una lectura lineal ni objetivade hechos. Como otras facetas de la actividad

    humana, se construye seleccionando algunosacontecimientos y nombres y obviando otros.Y sta no es una cuestin menor: el contar conunos mitos fundadores y no con otros puedeser utilizado, y con frecuencia lo es, para legi-timar unas posiciones y cuestionar otras. Porello, es importante ser conscientes de que haymuchas posibles maneras de contar la his-toria. Esto es especialmente cierto en casoscomo el de la psicologa social, que se ha ido

    configurando como disciplina cientfica a par-tir de influencias y tradiciones distintas.Ebbinghaus seal que la psicologa tie-

    ne un largo pasado, pero una breve historia;esto mismo cabe decir de la psicologa social.Efectivamente, los temas que nos preocupanhan sido tratados de diferentes maneras a lolargo de la historia del pensamiento humano,mucho antes de existir una disciplina con esenombre. De hecho, Sahakian (1982) inicia suhistoria de la psicologa social con referenciasa Aristteles y Platn. Pero ser a partir delRenacimiento, y especialmente de la Ilustra-cin, cuando empiecen a aparecer los ante-cedentes de la psicologa social. stas fueronpocas en las que se desafi el poder polticode la aristocracia y de la Iglesia, al tiempo quese buscaban nuevas vas de acceso al cono-cimiento que no dependiesen del dogma nide la revelacin divina. Estas etapas histri-cas posibilitaron una nueva visin del mun-

    do y de los fenmenos sociales (Sabucedo,DAdamo y Garca-Beaudoux, 1997).

    Primeros planteamientospsicosociales

    Entre los siglos XVIII y XIX surgen en Francia,Gran Bretaa y Alemania diferentes plantea-mientos que van a tener una gran inciden-cia en la evolucin posterior de la psicolo-

    ga social. Uno de ellos, que afecta no slo anuestra disciplina, sino a las ciencias socialesen general, se refiere al mtodo de conoci-miento ms adecuado para la aprehensin de

    la realidad. Auguste Comte, una de las figurasms destacadas del positivismo, plantea quedespus de las etapas teolgica y metafsicahaba llegado el momento de basar el conoci-miento en la observacin y en la experiencia,esto es, en el mtodo cientfico. Este mtodotendra que ser aplicado a todas las ciencias,tanto las naturales como las sociales. Frente aese monismo metodolgicose alzaron algu-nas voces crticas: Dilthey afirm que, dadaslas diferencias que existen entre el objeto delas ciencias naturales y las del espritu, estasltimas no pueden participar del paradigmacientfico-naturalista. El ser humano es bsi-

    camente una realidad histrica, por lo queprecisa un mtodo de anlisis basado msen la comprensin que en la explicacin. Esteargumento, debidamente actualizado, estarpresente en algunos de los planteamientoscrticos a la psicologa social formulados en elltimo tercio del siglo XX.

    Otra de las polmicas se refera a la rela-cin existente entre los fenmenos socia-les y los psicolgicos. Una de las posiciones,

    denominada holismo sociolgico, sostieneque las realidades sociales tienen una entidadpropia que no es reducible a elementos psi-colgicos. Durkheim, uno de los principalesrepresentantes de esta corriente, afirm quecada vez que un fenmeno social es expli-cado directamente por un fenmeno psqui-co, se puede asegurar que la explicacin esfalsa (1986, p. 116). El holismo sociolgico,por tanto, establece una divisin clara entrefenmenos sociales y psicolgicos, y afirma

    que los hechos sociales (las formas de pensary actuar externas a las personas) se imponena los individuos. Esta posicin es negada radi-calmente desde el individualismo metodo-lgico. Spencer, defensor de esa tesis, afirmarotundamente que todas las acciones socialesson acciones de los individuos. En este casose defiende que el anlisis del comportamien-to debe basarse en el individuo, pues es lanica entidad real. El individualismo psicol-

    gico constituye uno de los fundamentos inte-lectuales sobre los que se sustentar poste-riormente una de las corrientes hegemnicasde la psicologa social.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    3/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 3

    Al margen de las cuestiones anterio-res, en el siglo XIXse plantean dos temas deinvestigacin relevantes que estn muy uni-dos a las preocupaciones de la poca. Unode ellos, iniciado por Lazarus y Steinthal,tiene como objetivo analizar cules son lascaractersticas que definen el almay la psico-loga de los pueblos. Sin duda, el inters poresta cuestin no es ajeno al hecho de queAlemania hubiera perdido la regin de Alsa-cia en su guerra contra Francia; buscar loselementos que caracterizan el alma nacionalservira para reivindicar los derechos sobreesa regin.

    Esta lnea de trabajo sera continuadapor Wilhelm Wundt, conocido tambin porhaber creado en 1879 el primer laborato-rio de psicologa experimental en Leipzig.Uno de los aspectos ms destacados deltrabajo de Wundt es la tesis que defien-de que los procesos mentales superiores,como el pensamiento y el lenguaje, son elresultado de procesos colectivos y sociales;de ah su inters en el estudio de la psico-

    loga de los pueblos y su defensa de la com-plementariedad de la psicologa individual ycolectiva.

    El otro tema planteado en el siglo XIXestestrechamente relacionado con los procesosde cambio y las movilizaciones sociales quetuvieron lugar durante ese perodo. La obrade Gustave Le Bon Psicologa de las masas esun intento de explicar, y tambin de desca-lificar, la accin colectiva. Para este autor, laparticipacin de la persona en una masa hace

    que su comportamiento est guiado por losinstintos, lo que provoca que descienda variospeldaos en la escalera de la civilizacin. Estaconcepcin de la masa como irracional vaa influir de manera decisiva en los estudiossobre la accin colectiva. No ser hasta ladcada de 1960 cuando surgirn teoras quedestaquen la racionalidad de esta forma deaccin poltica (Sabucedo, 1996).

    Ya para finalizar las referencias casi tele-

    grficas sobre esta etapa, conviene sealarque a finales del siglo XIX tienen lugar doshechos que tambin son referentes en la his-toria de la psicologa social: Binet y Henri

    realizan un experimento que analizaba cmola presencia de otros influa en el grado desugestin de los nios; y cuatro aos mstarde, en 1898, Triplett llev a cabo un estu-dio para conocer por qu los ciclistas rindenms cuando van acompaados o cuando lesmarcan el ritmo. La solucin que se apun-t sealaba a las respuestas ideomotoras, esdecir, a los movimientos corporales de losotros, como factores que estimulan la compe-ticin. Gordon Allport (1968) atribuye al tra-bajo de Triplett el honor de haber sido el pri-mer experimento de la psicologa social, perocomo se coment al inicio de este captulo, la

    cuestin de los fundadores o de los mitos deorigen es siempre un aspecto debatido (Hoggy Vaughan, 2010).

    Etapa de institucionalizacin

    Uno de los acontecimientos ms relevantespara la visibilidad e institucionalizacin de lapsicologa social fue la publicacin en 1908de dos manuales que llevaban por ttulo Psi-

    cologa social. Uno es el de William McDou-gall, titulado Introduccin a la psicologa social,cuyo objeto era estudiar las capacidades de lamente humana individual; para ello analizacmo los instintos, entendidos como disposi-ciones innatas, inciden en el comportamien-to. El autor del otro manual es Edward Ross,que considera que la tarea de esta materiaes analizar los fenmenos que resultan de lainteraccin entre las personas. Estos fen-menos tienen una existencia independiente

    y determinan la conducta de los individuos.Teniendo en cuenta el planteamiento de estasobras, la de McDougall es considerada comola representante de una versin individualis-ta de la psicologa social, mientras que la deRoss ejemplificara la perspectiva ms socio-lgica.

    Pese a que esos manuales fueron pione-ros, su influencia posterior sobre la psicologasocial fue bastante limitada. Por el contra-

    rio, el libro de Floyd Allport de 1924 tituladoPsicologa social desempe un papel sig-nificativo en el desarrollo de esta disciplinaen Estados Unidos. Floyd Allport asume los

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    4/20

    Psicologa social4

    planteamientos conductistas, positivistas eindividualistas. En este sentido, la psicologasocial es una psicologa del individuo, lo cualqueda patente en una de sus ideas ms cita-das:

    No hay una psicologa de los gruposque no sea esencialmente y por entero unapsicologa de los individuos. La psicologasocial no debe contraponerse a la psicologadel individuo, cuya conducta es estudiadaen relacin con aquel sector del ambientecompuesto por otros. (Allport, 1924, p. 4)

    La orientacin de Floyd Allport fue hege-

    mnica durante cierto tiempo. Ello condujoa que otros planteamientos importantes yalternativos, desarrollados tanto dentro comofuera de la disciplina, quedasen un tanto rele-gados. Para dejar constancia de la existenciade esas otras maneras de entender lo social,citaremos, aunque de forma necesariamentebreve, a dos autores pertenecientes a la cono-cida como escuela de Chicago. Uno es Geor-ge Herbert Mead, figura clave de la corriente

    terica del interaccionismo simblico. ParaMead era importante analizar la persona den-tro del grupo, pues es ah donde adquierenpleno significado sus acciones individuales.El segundo autor es Thomas, que anticipa unaidea que aos despus ser asumida por lapsicologa social, pero que en ese momentochoca contra el espritu conductista dominan-te; esta idea, de carcter mentalista, se refie-re a que las situaciones son reales y tendrnconsecuencias reales si el sujeto las percibe

    como tales.En estos aos la psicologa social adquiere

    conciencia como disciplina propia y empie-za a ganar visibilidad y espacio institucional.En 1931 se publica el manual Psicologa socialexperimentalde Murphy y Murphy; en 1935 sepublica el primer Handbook of Social Psycho-logyeditado por Murchison; en 1921 se editael Journal of Abnormal Psychology and SocialPsychology; en 1937, gracias a la iniciativa de

    Murphy y Krech se funda la Society for Psy-chological Studies of Social Issues, y varias uni-versidades estadounidenses crean ctedras dePsicologa Social. Pese a este avance, el gran

    desarrollo de la psicologa social estaba toda-va por llegar.

    Etapa de desarrollo y consolidacinEl desarrollo y la consolidacin definitiva dela psicologa social se producen durante laSegunda Guerra Mundial y los aos poste-riores. Que coincidiese con ese conflicto bli-co no es casualidad; una serie de aspectoscontribuyeron a que ello fuese as. En primerlugar, cualquier acontecimiento de tal magni-tud y dramatismo lleva a que muchas perso-nas se cuestionen las razones que lo provo-

    caron y las estrategias para evitar que vuelvana producirse. En este sentido recurdese, porejemplo, que la Organizacin de las NacionesUnidas, ms all de lo que haya resultado seral final, naci para intentar formar un gobier-no mundial que evitase conflictos como el dela Segunda Guerra Mundial. En esa mismalnea tambin cabe mencionar el intercambioepistolar que Einstein mantuvo con Freud,en el que el primero le pregunta al segundo

    si es posible controlar la evolucin mentaldel hombre como para ponerlo a salvo de laspsicosis del odio y la destructividad. Es decir,en aquella poca se buscaban en las cienciassociales respuestas para acabar con el dramade las guerras y construir sociedades mejo-res (Fig. 1-1). Y la psicologa social parecaespecialmente bien preparada para colaborara esos objetivos; de ah que las institucionespolticas y universitarias fuesen receptivas a loque poda aportar esta disciplina y le dedica-

    sen una atencin muy importante.Un segundo aspecto significativo fue la

    llegada a Estados Unidos de relevantes cien-tficos sociales europeos. Cartwright (1979),con un sentido del humor discutible, comentaque si tuviese que citar un nombre que con-tribuy de forma decisiva al desarrollo de lapsicologa social sera el de Hitler. El nazismoprovoc que muchos intelectuales europeoshuyesen a Estados Unidos y contribuyesen

    de manera importante al desarrollo de diver-sos campos cientficos. En lo que respectaa la psicologa social cabe citar, entre otrosmuchos, los nombres de Lewin, Heider, Kato-

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    5/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 5

    na, Lazarsfeld o Koehler. Entre todos ellos,Kurt Lewin fue el que ms influencia tuvo;de hecho, algunos autores lo sealan comoel iniciador de la psicologa social moderna.Lewin no slo plante un nuevo modelo enla relacin entre individuo y sociedad, sino

    que tambin adapt el mtodo experimentala las exigencias de la disciplina y mantuvo uncompromiso decidido con la aplicacin de losconocimientos cientficos a la solucin de losproblemas sociales.

    Moscovici y Markov (2006) realizan unanlisis muy interesante sobre esa poca ymencionan que a partir de ese momento pue-den distinguirse dos tradiciones en la psico-loga social: una tradicin americana autcto-na y una tradicin euroamericana. Pero estos

    autores quieren dejar claro que esta segundatradicin es genuinamente americana, tanamericana como pueden serlo las costumbreso la msica italoamericana o afroamericana(p. 33). La tradicin americana autctonaestara representada por los hermanos Allport(Floyd y Gordon), y la tradicin euroamerica-na por Lewin.

    Pero adems de estas dos tradiciones, esobligado sealar que la psicologa social tam-

    bin se expresa de manera diferente en otrasregiones. Kruglanski y Stroebe (2012) men-cionan las siguientes orientaciones: asitica,australiana-neozelandesa, latinoamericana y

    africana. En la asitica se presta ms aten-cin a la dimensin cultural. La australiana-neozelandesa es calificada como eclctica,pero dentro de las tradiciones de Europa yde Estados Unidos. En Latinoamrica existeuna slida trayectoria de investigacin en lascorrientes hegemnicas en psicologa social.A partir de la dcada de 1970 irrumpe conmucha fuerza una corriente crtica, uno decuyos mximos representantes es IgnacioMartn Bar, que cuestiona el individualismoy el experimentalismo. En el continente afri-cano, donde Sudfrica es el pas con una psi-cologa social ms desarrollada, la disciplina

    est enfocada fundamentalmente a la solu-cin de problemas, y su temtica principalson las relaciones raciales.

    Existe un tercer aspecto sobre el desarrollode la psicologa social, citado por Moscovici yMarkov, que tiene especial inters debido aque revela una parte de la historia de la dis-ciplina que no es muy conocida. Se trata dela creacin de un comit transnacional sobrepsicologa social, apoyado por el Social Scien-ce

    Research Council

    de Estados Unidos, parafomentar la cooperacin y formacin de psi-clogos sociales de diferentes pases y cultu-ras. Festinger, discpulo de Lewin, fue quienlider esa idea; su objetivo era avanzar des-de una psicologa social puramente de losEstados Unidos a una psicologa social de losseres humanos (Moscovici y Markov, p. 17).Ese comit auspici el encuentro de psiclo-gos sociales de diferentes partes del mundo yayud a crear sociedades cientficas interna-

    cionales. En opinin de los autores, no cabeduda del papel relevante jugado por dichocomit transnacional en la expansin de lapsicologa social como hoy se conoce.

    Al importante desarrollo que tuvo la dis-ciplina en esta poca le sigue un perodo dedudas e incertidumbre.

    De la euforia a la crisis

    A finales de la dcada de 1960 y principios de lade 1970 empiezan a manifestarse crticas sobreciertas formas de hacer de la psicologa social.Es verdad que la ciencia, por su propia natura-

    Figura 1-1. Los acontecimientos polticos que sedesarrollaron antes de la Segunda Guerra Mundialy despus de sta, plantearon numerosaspreguntas sobre la naturaleza humana y la in-

    fluencia de la situacin. La psicologa social obtuvoreconocimiento cientfico gracias a su capacidadpara responder a algunos de estos interrogantes.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    6/20

    Psicologa social6

    leza, vive en un estado continuo de cuestiona-miento y de pugna entre distintas perspectivasde anlisis y orientaciones. La propia historiade la constitucin de la psicologa social, comovimos anteriormente, da buena prueba de ello.Adems, hay que sealar que las disciplinascientficas no son ajenas al entorno en el queviven. Esta poca, finales de la dcada de 1960,se caracteriza por cambios importantes en losmbitos cultural, social y poltico.

    Los elementos anteriores se conjugaronpara que en esos aos se hablase de una cri-sis en la psicologa social, aunque una parteimportante de la comunidad cientfica negase

    su existencia (Nederhof y Zwier, 1983). Peroal margen de lo apropiado o no del trminoy del significado que se le quiera dar, lo cier-to es que en ese momento se realizan algunasobjeciones significativas al trabajo de la psi-cologa social, entre las que podramos citarla orientacin individualista, la pretensin deuniversalismo e insensibilidad hacia los con-dicionantes culturales, las limitaciones delmtodo experimental, la primaca del mtodo

    sobre la teora o la poca relevancia social delos temas analizados (Ibez, 1990).En el fondo, esas crticas revelan un des-

    contento con las aportaciones que estabarealizando la psicologa social. Despus dela eclosin y el impacto que haba tenido ladisciplina en las dcadas anteriores, da la sen-sacin de que existe un cierto acomodo a de-terminadas prcticas y metodologas sin eva-luar sus contribuciones. Moscovici y Markov(2006) sostienen que el mtodo se impuso a

    la ciencia, y que aquel mtodo que en la dca-da de 1950 haba permitido descubrir e inno-var se haba convertido simplemente en unmtodo de prueba.

    Las alternativas propuestas, tanto meto-dolgicas como tericas, no concitaron elacuerdo necesario para sustituir a las corrien-tes dominantes. Pero ello no implica que lasreflexiones de esa poca fuesen baldas: alcontrario, sirvieron para reconsiderar ciertos

    aspectos del trabajo que se estaba hacien-do, como la incorporacin de las diferenciasculturales y de gnero, y para recordar que elprincipal objetivo de la ciencia es lograr un

    conocimiento al servicio del progreso y bien-estar de los ciudadanos. Esto dio lugar, entreotros aspectos, al desarrollo de diversas reasaplicadas, como la psicologa de la salud, lapsicologa poltica o la psicologa jurdica(Kruglanski y Stroebe, 2012).

    APROXIMACIN PSICOSOCIAL

    Una vez comentados algunos de los hechos ycircunstancias que contribuyeron al desarrolloe institucionalizacin de la psicologa social,es obligado referirse a cul es su objetivo fun-damental, o su aportacin distintiva al estu-

    dio del comportamiento humano. Para elloofreceremos una definicin de la disciplina ysealaremos cul es el nivel de anlisis que lacaracteriza.

    Definicin de psicologa social

    La definicin de una disciplina no es unacuestin balad ni un mero juego de entrete-nimiento acadmico. Segn la primera acep-

    cin del Diccionario de la lengua espaola,definir significa fijar con claridad, exactitud yprecisin la significacin de una palabra o lanaturaleza de una persona o cosa. La defini-cin, por tanto, supone nada menos que esta-blecer cul es la esencia y razn de ser de unadisciplina. Por esta razn no es extrao que seproduzcan duros debates sobre esta cuestin.

    Una de las definiciones ms ampliamen-te aceptadas de psicologa social es la deGordon Allport (1968), que seala que esta

    ciencia tiene como finalidad comprender yexplicar cmo los pensamientos, sentimien-tos y comportamientos de los seres humanosson influidos por otro ser real, imaginario oimplcito (p. 3). A pesar del xito obtenidopor esta definicin, est demasiado prximaa la vertiente ms individualista de la disci-plina. En primer lugar, la alusin a un singu-lar, otro ser, parece obviar la existencia dela influencia de los grupos y normas sociales;

    en segundo lugar, el otro aparece comoun simple estmulo. En nuestra opinin, estadefinicin pone ms nfasis en el trminopsi-cologaque en el trmino social.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    7/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 7

    La psicologa social tiene razn de sercomo perspectiva distinta de la psicolo-ga general precisamente porque destaca elhecho de que nuestros sentimientos, pensa-mientos y acciones no pueden entenderse sinla referencia a las personas con las que inte-ractuamos, a los grupos con los que vivimos,y a las normas, valores e ideologas que nossirven de referencia. La persona slo adquie-re sentido en relacin a los otros, con los quecrea realidades y espacios sociales compar-tidos (Fig. 1-2). En ese contexto, entendidoen sentido amplio, y en el modo en que laspersonas lo afrontan y modifican, se encuen-

    tran las claves para el xito o el fracaso de losproyectos personales, grupales o colectivos.El objetivo de la psicologa social, por tanto,es estudiar cmo interactan esos diferen-tes aspectos, cules son sus consecuencias ycmo afectan al bienestar individual y colec-tivo.

    Turner (1994) se refiere a la psicologasocial como la ciencia de la mente y de lasociedad. La sentencia de Baltasar Gracin

    sobre las virtudes de la brevedad parece cum-plirse una vez ms en el caso de esta defini-cin. Con la referencia a esos dos trminos,mente y sociedad, Turner pone en primer pla-no la existencia de unas demandas culturales(con los valores, creencias y normas que ellorepresenta) y situacionales que no puedenpasarse por alto a la hora de comprender oexplicar el comportamiento humano. Pero almismo tiempo tambin hay que sealar queese contexto no es independiente de la accindel individuo.

    Niveles de anlisis y autonomade la psicologa social

    El enfoque individualista en el estudio delcomportamiento humano obvia la existenciade realidades sociales compartidas (normas,creencias, valores, etc.) que se crean en losprocesos de interaccin social. Tambin des-conoce que una parte importante de nuestrarelacin con los dems se hace sobre la basede la pertenencia grupal, lo que da lugar a

    procesos que no son reducibles a variablesindividuales. ste es precisamente el pro-blema de los planteamientos reduccionis-tas: brindar un tipo de explicacin que no secorresponde con el tipo de pregunta que seformula. Por ejemplo, si estudiamos la violen-cia grupal o el genocidio, podemos encontrarque los victimarios carecen de empata hacialos miembros del exogrupo y presentan untipo de actividad especfica en los circuitosfrontosubcorticales. Pero ese conocimiento

    difcilmente nos ayudar a comprender lasrazones de ese tipo de violencia ni, lo que esan ms importante, a disear estrategias deprevencin e intervencin. Porque el genoci-dio empieza con la activacin del proceso decategorizacin y contina con la elaboracinde una serie de creencias socialmente com-partidas (agravios endogrupales, responsa-bilidad del exogrupo, deshumanizacin deladversario, etc.) que legitiman esa violencia y

    no son ajenas al contexto sociopoltico.Adorno, Frenkel-Brunswick, Levinson ySanford (1950), en su obra La personalidad auto-ritaria, eran tambin conscientes de la necesi-

    Figura 1-2. Siempre supo que ella era los otros,y los otros eran ella. As construy un universorelacional que ilumin su mirada y la de las per-sonas con las que comparti valores y sueos.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    8/20

    Psicologa social8

    dad de inscribir los factores personales dentrode una dinmica ms general. As, despus deidentificar lo que denominaron personalidadautoritaria, un tipo de estructura mental quehace a las personas ms receptivas a los men-sajes antidemocrticos, declararon de manerarotunda que:

    Ningn especialista en ciencias sociales,ni aun la mayora de los legos en la materia,duda ya de que las fuerzas polticas y eco-nmicas cumplen un papel vital en la evo-lucin del etnocentrismo, sea en su formainstitucional o en su forma psicolgica indi-

    vidual. (p. 161)

    Esta afirmacin revela que a la hora deexplicar el comportamiento hay que tener encuenta los diferentes planos que estn inci-diendo sobre una conducta concreta. Es ciertoque las conductas las realizan personas espe-

    cficas, pero sera ingenuo, adems de un gra-ve error, pensar que pueden comprenderse almargen del contexto en el que esas personasviven.

    Para intentar comprender el comporta-miento se puede empezar por la referenciaal individuo concreto, pero despus habraque decir que stos se relacionan con otraspersonas, que esas personas forman parte degrupos, y que los grupos existen dentro deuna sociedad y cultura determinada. En elrecuadro 1-1 se muestran estos diferentesniveles de anlisis. Todos ellos estn, comono puede ser de otra forma, interrelaciona-dos. Pero eso no impide que puedan ser con-siderados de forma independiente a efectosde exposicin.

    En este sentido, la psicologa social debedefender un discurso que se aleje de la psi-

    Nivel intrapersonal. En primer lugar hay que establecer que no existen comportamientos niprocesos psicolgicos, por muy bsicos que sean, que estn al margen de la influencia del en-

    torno. En el propio campo de la gentica se est produciendo un cambio importante gracias aldesarrollo de la epigentica, que demuestra que nuestras experiencias y estilo de vida puedenalterar el material gentico y transmitirlo a las generaciones futuras. Teniendo muy en cuentalo que acabamos de comentar, conviene sealar que en este nivel se incluiran aquellos ele-mentos que permiten organizar, procesar e interpretar el mundo social.

    Nivel interpersonal. En este caso la atencin se dirige a cmo la persona interacta con otrasen diferentes situaciones y con distintas finalidades: profesionales, afectivas, de ayuda, etc. Seactivarn mecanismos relacionados con procesos atribucionales, primeras impresiones, lainfluencia interpersonal, etc., que influirn en el resultado de esas relaciones.

    Nivel grupal. Las personas pertenecen a diferentes grupos: familia, profesin, pas, etc.; esta

    pertenencia influye en su comportamiento a dos niveles: por una parte, en muchas ocasionesse ver influido por las normas asociadas a cada uno de los roles que desempea en cada unode esos grupos; por la otra, el grupo contribuye a su identidad social y, por tanto, a su auto-concepto. En este sentido, dependiendo de la situacin en la que se encuentre el endogrupoen relacin a los exogrupos, el individuo mantendr una postura de aceptacin o de cuestio-namiento del statu quo.

    Nivel societal. El individuo vive en un entorno en el que existen creencias sociales, normas,valores, tradiciones y leyes que han sido generadas por los miembros de una comunidad alo largo del tiempo. Ellas constituyen, en gran medida, el sentido comnde la sociedad. Porello tienen un carcter prescriptivo que sanciona social, o incluso penalmente, a quienes lascontravienen. Por este motivo el nivel societal tambin se refleja, como no puede ser de

    otro modo, en el comportamiento de las personas. Pero hay que aclarar que esas creencias,aunque se siten a nivel societal, no son inmutables, como la historia nos muestra constan-temente.

    Recuadro 1-1. Diferentes niveles de anlisis del comportamiento

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    9/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 9

    cologa de corte ms individualista o reduc-cionista. Por ese motivo, diversos autores hantenido que salir, en diferentes momentos,en defensa de la autonoma de la psicologasocial. La posicin de Morales (1985) no dejadudas al respecto:

    La conclusin me parece clara: que losfenmenos de estudio de la psicologasocial pueden ser subsumidos bajo las va-riables y teoras de la psicologa general esuna aspiracin perfectamente legtima queno ha sido demostrada todava. Se permi-tir seguramente al psiclogo social mante-ner frente a todos estos intentos una postu-ra de razonado escepticismo. (p. 98)

    Ms contundente fue todava el comenta-rio de Sherif sobre el impacto que le produ-jo el manual de Allport durante su etapa deestudiante. Desde su experiencia en diferen-tes culturas, encontr sorprendente que enese manual de tanto xito no se hiciese refe-rencia alguna a cmo los valores culturales,las instituciones y las ideologas afectan a los

    puntos de vista y preferencias de los indivi-duos (Sherif y Sherif, 1969, p. 8). Eso les lleva defender una psicologa social que, desde suautonoma, integrase conocimientos de otrasdisciplinas sociales.

    Es cierto que en los ltimos aos se hanproducido avances muy importantes en lapsicologa cognitiva que han sido recogi-dos por la psicologa social, tal y como pue-de comprobarse en los captulos de estelibro, pero eso no implica que la psicologa

    social pierda la perspectiva de anlisis quele es propia. Timothy D. Wilson lo planteade modo claro: despus de destacar el augede la psicologa social cognitiva, afirma quelos psiclogos sociales tienen una maneranica de mirar la mente. Por esto, lo caracte-rstico de la psicologa social no es tanto lostemas que estudia, sino la manera de hacerlo(Markus, 2004; Blanco, 1988). Esto es, la psi-cologa social, al igual que otras disciplinas

    (psicologa de la personalidad, psicobiolo-ga, sociologa, antropologa, etc.), estudia elcomportamiento humano. La diferencia entreellas es la perspectiva desde la que se anali-

    za, comprende o explica ese comportamiento.De acuerdo con lo comentado anteriormente,nuestro espacio es la interdependencia entreindividuos y contexto (Moscovici, 1972).

    La psicologa social defiende, por tanto,una posicin que consideramos privilegiadapara entender el comportamiento humano ydeterminadas dinmicas y situaciones socia-les. Porque, as como es cierto que el contex-to influye sobre el individuo, ste contribuyea la creacin de esas realidades sociales. Esainfluencia mutua da lugar en muchos casos acomportamientos inesperados o sorprenden-tes. En el apartado siguiente haremos refe-

    rencia a alguno de esos aspectos.

    QU DICE LA PSICOLOGA SOCIALSOBRE EL COMPORTAMIENTOHUMANO?

    Los captulos que conforman este libro sonuna buena muestra de las aportaciones de lapsicologa social a temas tan variados comola influencia social, la agresin, el altruismo,

    la conducta grupal, los estereotipos, etc. Peroms all de esas cuestiones puntuales, lainvestigacin psicosocial nos brinda un cono-cimiento muy relevante sobre algunas de lasclaves del comportamiento humano.

    Pero antes de comentar alguna de ellas,es preciso sealar que existe una actitud derecelo ante los planteamientos de la psicolo-ga social. Briol, Blanco y de la Corte (2008)escribieron un trabajo con el significativo ttu-

    lo de Sobre la resistencia a la psicologa social.Entre las varias razones para esa resistencia,estos autores sealan aquellos mensajes queno coinciden con las creencias o expectativasde las personas. Por su parte, H. R. Markus(2004), despus de preguntarse por el pocoimpacto del pensamiento psicosocial en eltrabajo de los intelectuales norteamericanos,afirma que el problema radica en que en oca-siones ese pensamiento va contra las posicio-

    nes de las corrientes culturales hegemnicas.De esas afirmaciones cabe concluir que cier-tos conocimientos psicosociales se enfrentanal sentido comn dominante.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    10/20

    Psicologa social10

    A modo de curiosidad, podemos recor-dar que Gramsci se haba encontrado en sumomento con un problema similar en relacincon la difusin de lo que denominaba la filo-sofa de la praxis. Para l esa nueva corrientede pensamiento slo poda tener xito si eracapaz de plantear sus ideas de tal forma queconectasen con algunas de las creencias y pre-juicios que conforman el sentido comn de laciudadana. Varias dcadas ms tarde, Markus(2004) llega a una conclusin respecto a la psi-cologa social similar a la de Gramsci cuandoconcluye, utilizando casi las mismas palabrasdel filsofo italiano, que deberan destacarse

    aquellos aspectos de la psicologa que se adap-tan mejor a la cultura popular (p. 21).

    Pero cul es ese conocimiento psicosocialque desafa el sentido comn? Diversos auto-res se han referido a las principales contribu-ciones de la psicologa social (Ross, Lepper yWard, 2010) o a los principios que sirven paraunificar los conocimientos de la disciplina(Fiske, 2004). Teniendo en cuenta estas y otrasaportaciones, a continuacin se expone esta

    cuestin organizada en cinco puntos.

    Realismo ingenuo

    Una de las ideas centrales en psicolo-ga es que la realidad no es independien-te de quien la observa. Los experimentosclsicos de Bruner y Postman a finales dela dcada de 1940 fueron de los primerosque cuestionaron aquella visin ingenua de

    un mecanismo perceptivo humano que selimitaba a registrar lo que aconteca en el

    mundo real. Efectivamente, cada personaaporta a la situacin una serie de experien-cias y esquemas cognitivos que influyen en lamanera en la que el mundo exterior es defi-nido e interpretado. Y el comportamiento,los juicios y las emociones de las personas semanifiestan a partir de esa realidad construida.

    La realidad no se construye de una mane-ra azarosa, sino que responde y est al servi-cio de los esquemas de las personas. Comoseal Walter Lippmann (1922), no vemosprimero y despus definimos; primero defi-nimos y despus vemos. El hecho de lainfluencia de las actitudes y creencias previas

    sobre la manera de percibir el mundo cuen-ta con el respaldo de un amplio nmero deinvestigaciones. Una de las ms clsicas es lade Hastorf y Cantril publicada en 1954; estetrabajo, que lleva por ttulo Vieron un partido(They saw a game), tena como objetivo com-probar cmo un grupo de estudiantes de dosuniversidades norteamericanas haban per-cibido un partido de ftbol. Los resultadosmostraron que no haba un juego ah fuera,

    sino que cada grupo de estudiantes vio unpartido distinto en funcin de su pertenenciagrupal. Un trabajo en la misma lnea es el deDuncan (1976) (Recuadro 1-2).

    En ambos estudios se puso de manifiestoun sesgo perceptivo claro: los participantesveanlo que queran ver. Lo curioso es que laspersonas no niegan que existan estos sesgos,sino que rechazan que les ocurra a ellos; lossesgos son algo que atae a los dems.

    Una de las causas que lleva a que las per-sonas consideren que esos sesgos son cosa de

    En este caso, se trataba de comprobar cmo la interpretacin de una situacin interpersonalen la que una persona empujaba (aunque no de forma muy evidente) a otra est mediada por elcolor de la piel del agresory de la vctima. En este estudio se emple un diseo 2 por 2(agre-sor _blanco/negro_ por vctima _blanco/negro_). Un grupo de estudiantes blancos tena queevaluar esa situacin. Los resultados mostraron que el empujn era considerado ms violentocuando lo protagonizaba la persona negra que la blanca. Pero incluso ms importante que eso

    fue el hecho de que, cuando el agresorera la persona negra, se consideraba que ese empujnestaba motivado por factores disposicionales; por el contrario, cuando el agresor era el blancose aluda a causas situacionales.

    Recuadro 1-2. Veo lo que creo

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    11/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 11

    los otros es la conviccin de que su percepcinrefleja directamente la realidad (Pronin, 2007).Dado que este realismo ingenuoasume quela percepcin de uno es la nica correcta, losdems deberan compartirla. Si no lo hacen,ser debido a alguno de los siguientes facto-res: a)estn expuestos a informacin diferente;b)no tienen capacidad de alcanzar solucioneslgicas a partir de evidencias objetivas, o c)estn sesgados por la ideologa o por cualquierotro tipo de inters (Ross y Ward, 1996).

    La existencia del realismo ingenuo tie-ne, obviamente, importantes consecuenciasinterpersonales e intergrupales, tres de las

    cuales se destacan a continuacin. En primerlugar, si hay una nica realidad y es la quenosotros percibimos, debemos defenderlafrente a los que la puedan cuestionar. Diver-sas investigaciones han mostrado cmo lacreencia en la existencia de una nica verdado la adhesin rgida a unos valores era una delas causas de las actitudes autoritarias y dog-mticas (Adorno et al., 1950, 1965; Rokeach,1960). En segundo lugar, cuanto mayor sea

    la discrepancia respecto a la percepcin de larealidad, mayor ser la tendencia a conside-rar sesgadas las posiciones del otro. Cuantoms sesgadas se perciban, ms fuerte ser lareaccin contra ellos. Y de esta forma se vacreando una espiral que agrava el conflicto.La cuestin, entonces, es romper ese crculoinfernal; algunas de las estrategias de solu-cin de conflictos van precisamente en esalnea. En tercer lugar, es importante consi-derar el tipo de atribucin que se hace de

    los sesgos del adversario. En un trabajo muyinteresante, Pronin, Kennedy y Butsch (2006)demostraron que la atribucin de mayor omenor racionalidad a los comportamientos delos terroristas influa en el tipo de estrategiautilizada para combatirlos: cuando se les con-sideraba irracionales se priorizaban las accio-nes militares sobre las negociadoras.

    Situacionismo

    Como se ha sealado anteriormente, uno delos debates clsicos en el pensamiento sociales el que se refiere a la importancia conce-

    dida a las caractersticas personales y a lasituacin a la hora de influir en el comporta-miento humano. El anteriormente denomi-nado error fundamental de atribucin (Ross,1977), rebautizado como sesgo de correspon-dencia (Gilbert y Malone, 1995), se refiere alhecho de que existe una tendencia a explicarla conducta de los dems sobre la base de susdisposiciones estables de personalidad y aminusvalorar la importancia de la situacin.El mantenimiento de este sesgo choca con elprincipio lewiniano de que la conducta es unarespuesta a una situacin social y con unaslida evidencia emprica a favor de esa tesis.

    Algunos de los experimentos ms impac-tantes y mediticos de la psicologa social,como los de Milgram o Zimbardo, muestrancmo personas normales pueden llegar acometer actos de violencia que nunca hubie-sen imaginado. Determinados elementos pre-sentes en la situacin, tales como una figurade autoridad, el haber firmado un compro-miso previo, el creer que se acta por unabuena causa, smbolos asociados al estatus,

    normas implcitas o explcitas, etc., llevaron ala gran mayora de los participantes en esosexperimentos a comportarse de una mane-ra diferente de como lo haran en las situa-ciones de su vida cotidiana. Esto demuestracmo una misma persona puede actuar demanera completamente diferente en funcinde la situacin en la que se encuentre. El serhumano es capaz de los gestos ms nobles yaltruistas, pero tambin de los ms abyectosy perversos. Pero atencin: no se quiere indi-

    car que unos seres humanos son bondadososy otros miserables. Lo que se constata es quela misma persona que en un momento rea-liza un acto de generosidad hacia un desco-nocido es capaz, al instante siguiente, de serel mayor enemigo para otro semejante. Lahistoria humana cuenta, lamentablemente,con muchos ejemplos de ese tipo: desde eltristemente famoso batalln 101 de la reservaalemana, hasta la guerra de la antigua Yugos-

    lavia. El cuadro de Escher Lmite circular IV,que Zimbardo muestra en su muy recomen-dable libro El efecto Lucifer, ilustra esa natura-leza dual del ser humano.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    12/20

    Psicologa social12

    Sin embargo, la importancia del contextono atae slo a las acciones violentas, sino atodo el repertorio conductual de las personas.Uno de los ms analizados ha sido el de laconducta prosocial. La situacin que rode alasesinato de Kitty Genovese el 13 de marzode 1964 en Nueva York llev a plantearse quimportancia tienen las variables personalesde los espectadores y las situacionales en laexplicacin de esa conducta. Latan y Darleyiniciaron una fructfera lnea de investigacinpara analizar qu variables (percepcin de lagravedad del suceso, presencia de otros, atri-bucin de competencia y costes) median en la

    decisin de actuar o inhibirse.Adems de los anteriores, hay una amplia

    lista de trabajos de diversos mbitos de lapsicologa social que ponen de manifiestola importancia del contexto: el clsico expe-rimento de Asch sobre la presin grupal; elfenmeno del pensamiento grupal que, comomuy bien ilustr Janis, es responsable demuchos grandes fiascos en la historia de lapoltica mundial; el trabajo de Berkowitz y

    LePage (1967), que revela que la presenciade armas incrementa la probabilidad de con-ductas agresivas, o la teora bifactorial de lasemociones de Schacher y Singer (1962), quedemuestra la influencia de la conducta de losotros en la interpretacin de una activacinfisiolgica inespecfica (sentir alegra si losotros tambin estn alegres o enfado si sa esla emocin de los dems).

    Todas las investigaciones anteriores, yotras muchas que aparecen recogidas en

    diferentes captulos de este libro, no slomuestran la importancia que desempea lasituacin para inducir un tipo de comporta-miento u otro, sino que tambin revelan queintroducir pequeos y sutiles cambios en elcontexto da lugar a conductas muy diferentes.Pero a pesar de toda la evidencia acumulada,las personas todava son reacias a aceptar elpoder de la situacin (Briol et al., 2008; Nis-bett y Wilson, 1977).

    No es ste el momento de analizar endetalle todas las razones de esa actitud defen-siva frente a la influencia de la situacin, peros conviene apuntar por lo menos una de las

    ms importantes: que protege un modelo cul-tural de persona construido a partir de la ticaprotestante, del american dream, del individua-lismo y de la autonoma personal (Markus,2004). De hecho, en las culturas no occidenta-les la construccin del yo es ms interdepen-diente (Markus, Kitayama y Heiman, 1996).

    No obstante, es importante destacar aqulas importantes consecuencias de adherirseal disposicionalismo y no considerar las con-diciones y contextos en que viven las per-sonas. El problema no es slo que ese enfo-que sea reduccionista, sino que impide undiagnstico correcto acerca de las motivacio-

    nes de la conducta. Y si el diagnstico yerra,cualquier intervencin que se realice resultarineficaz. Por ello es preciso analizar crticamen-te la situacin en la que tienen lugar esas con-ductas y propiciar cambios en ese nivel. Estoes, el compromiso de la actividad cientfica conel bienestar del individuo pasa, en ocasiones,por cuestionar ideologas, normas y valoresque atentan contra su dignidad y derechos.

    El caso de las torturas en la prisin de Abu

    Ghraib es un buen ejemplo de lo que acaba-mos de comentar. Fueron personas concretaslas que cometieron las torturas, eso es cierto;pero el anlisis del psiclogo social debe irms all. La situacin de guerra que se viva,con la polarizacin grupal extrema que ellosupone; los argumentos deshumanizadoresdel enemigo que haban difundido los mxi-mos dirigentes del pas; la creencia de quese estaba luchando por una causa justa y endefensa del endogrupo; el sistema carcela-

    rio, etc., no tuvieron nada que ver con esasconductas de infligir un dao y de vejar alenemigo? No se trata de exculpar a los quecometieron esos crmenes, sino de sealarque puede haber otros responsables que nose identifican y nunca se juzgan debido a quese pasa por alto el anlisis del contexto en elque ocurren esos comportamientos.

    Persona y grupo

    La presencia del sesgo disposicional, princi-palmente en las sociedades occidentales, haprovocado que el pensamiento lego no sea

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    13/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 13

    totalmente consciente de la importancia quetiene el grupo para la persona. Pese a ello,existen innumerables ejemplos que muestranque las personas sienten una necesidad bsi-ca de pertenecer a grupos. Este requerimientosera el resultado de la evolucin, ya que laspersonas integradas en grupos tienen msventajas para satisfacer sus demandas que lasque estn aisladas (Fiske, 2004).

    Morales (2007) subraya la relevancia dela identidad grupal y seala que cumple lassiguientes funciones: pertenencia psicolgi-ca, distintividad, obtencin de respeto, com-prensin y agencia. Esas funciones explica-

    ran la estrecha vinculacin que las personasmantienen con el grupo, que se constituye enun referente clave para su bienestar. Por estarazn pueden llegar a producirse fenmenosde conformidad y obediencia (v. captulo 9).

    La importancia del grupo fue destacadaen una de las principales y ms fructferasteoras de nuestra disciplina: la teora de laidentidad social. Segn esta teora, la per-tenencia grupal influye en el autoconcepto,

    de tal manera que ser miembro de un gruposocialmente bien valorado incrementar elautoconcepto, mientras que si el grupo tieneuna valoracin social negativa, nuestra auto-valoracin sufrir. La valoracin se establecesiempre y necesariamente a travs de la com-paracin con los dems: uno es alto, porquehay otros que lo son menos, uno es negro,porque hay otros que tienen la piel ms clara,etc. Dado que el objetivo es que el endogruposalga beneficiado en la comparacin, ya que

    ello contribuir a un autoconcepto positivo, elendogrupo debe buscar la mayor diferencia-cin positiva posible respecto al exogrupo. Deesta manera, caractersticas que en principiono tienen ningn significado social se empie-zan a cargar de valor porque se ponen al ser-vicio de la causa de la diferenciacin grupal.En esta pugna, evidentemente, los gruposcon ms poder y estatus son los que tienen lacapacidad de imponer y difundir las dimen-

    siones comparativas para juzgar el mayor omenor valor de los grupos.La teora de la identidad social se relacio-

    na con un proceso psicosocial bsico como es

    la categorizacin. La categorizacin implicaasignar estmulos similares a una categora,y tiene un componente positivo, ya que per-mite ordenar y simplificar un mundo externoque es variado y complejo. De hecho, nuestrolenguaje cotidiano se refiere constantementea categoras sociales: hablamos de los profe-sores, de los padres, de los espaoles, de lospsiclogos, etc. Pero esa categorizacin supo-ne una simplificacin y, por tanto, tambinuna distorsin de la realidad. Los trabajos deTajfel mostraron que el proceso de categori-zacin maximiza las semejanzas intragrupalesy las diferencias intergrupales: los miembros

    de un mismo grupo van a ser consideradoscomo ms similares de lo que realmente son,y los miembros del exogrupo van a percibirsecomo ms diferentes del endogrupo de lo quede hecho son. Esto pone de manifiesto el pro-blema potencial que entraa cualquier tipo declasificacin en trminos de nosotros frente aellos. En lugar de verse lo que une, se desta-ca lo que separa. El conocimiento psicosocialmuestra que este proceso puede provocar

    una fractura cognitiva y emocional intergru-pal que sea la antesala de comportamientosdiscriminatorios y violentos. Estas reacciones,obviamente, no se producen nicamente porla categorizacin, sino tambin, como sea-laba muy acertadamente Tajfel, por la historiade relaciones entre los grupos y las imgenesque han ido construyendo sobre ellos y losotros. Pero abundar en esa dinmica de cate-gorizaciones excluyentes profundiza el con-flicto. Por ello, los lderes de opinin deberan

    ser conscientes de los riesgos que eso entraay dejar de jugar a aprendices de brujo abun-dando en las descalificaciones exogrupales.Los trabajos de Staub (2007) muestran cla-ramente cmo esos procesos psicosocialesgeneran ideologas de odio, que despus sonmuy difciles de erradicar y que pueden con-ducir a la violencia intergrupal y al genocidio.

    Necesidades del s mismo

    La psicologa social tambin se ha ocupadodel s mismo y de sus necesidades en rela-cin con su entorno. De hecho, en el anlisis

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    14/20

    Psicologa social14

    de los motivos sociales realizado por Fiske,se cita la pertenencia como el motivo centrala partir del cual se derivan otros cuatro. Deellos, tres estn directamente relacionadoscon el s mismo: el conocimiento, el control yel automejoramiento.

    La necesidad de conocimiento conduce ala persona a buscar toda aquella informacinque le sirva tanto para conocerse a s mismocomo a su entorno. En el primer caso, las per-sonas realizan inferencias sobre s mismas apartir, bsicamente, de tres fuentes: autoob-servando sus comportamientos, comparndo-se con los otros o autocategorizndose como

    miembro de un grupo y asumiendo la imagenque se tiene de l.

    Adems del autoconocimiento, tambinexiste la necesidad de conocer y comprenderqu ocurre en el mundo que nos rodea. Eneste caso, y como comentamos en el apar-tado anterior, la pertenencia grupal tambindesempea una funcin de conocimiento. Elendogrupo genera creencias y explicacionessobre s mismo, sobre los exogrupos y sobre

    las circunstancias y condiciones que regulansu visin del mundo. Este conocimiento per-mite a las personas orientarse y posicionar-se frente a cuestiones relevantes de distintanaturaleza: polticas, religiosas, ticas, de cos-tumbres, etctera.

    Pero hay circunstancias o hechos que pue-den desafiar y hacernos dudar de esas creen-cias que se suponan bien arraigadas. En estoscasos se activa el proceso de atribucin causalpara tratar de buscar nuevas explicaciones y

    un conocimiento que sustituya al que ya noresulta vlido. La lnea de investigacin sobrelos tipos de atribucin y los sesgos asociadosa este proceso han proporcionado un conoci-miento muy interesante y til, tal y como semuestra en el captulo 3.

    El control es otra de las necesidades dels mismo. La percepcin de control se deri-va del hecho de que las personas son capa-ces de establecer una relacin causal entre lo

    que hacen o dejan de hacer y los resultadosobtenidos. De esta manera, la persona se sen-tir competente y mantendr una actitud msproactiva.

    Adems de lo anterior, las personas, antetodo, necesitan sentirse bien consigo mismas.Necesitan saberse apreciadas y respetadas;necesitan, aunque la expresin suene un tan-to cursi, querer y ser queridas. Porque ello noslo las acerca a los dems, sino que da sen-tido a su propia existencia. Y ah encuentran,adems, la fuerza para llevar a cabo su acti-vidad diaria y para interactuar de un modopositivo y constructivo con los dems (Fiske,2004).

    La necesidad anterior hace que el auto-mejoramiento sea un elemento fundamentalpara el s mismo (Sedikides, 1993). Se trata

    de prestar atencin a todo aquello que ofre-ce una imagen positiva y de infravalorar lonegativo. Esto se logra de distintas maneras:atribuyndose los xitos y responsabilizandoa los otros de los fracasos, no otorgando cre-dibilidad a las crticas, pero dar por ciertos loselogios, y creerse mejor que la media en todosaquellos aspectos que estn socialmente bienvalorados.

    Por ltimo, otra motivacin bsica de

    la conducta que ha dado lugar a una muyimportante lnea de investigacin en psicolo-ga social es la consistencia (Festinger, 1957).Este planteamiento apunta a que las perso-nas necesitan tener un sistema de creenciasque sea coherente entre s y con su conducta.Cuando esos elementos se descompensan,el sistemase activa para restablecer el equili-brio entre ellos. La consistencia es un rasgosocialmente bien valorado y por ello las per-sonas tratarn de mantenerlo. Esto explica

    el resultado contraintuitivo del experimentorealizado por Festinger y Carlsmith en 1959:dos grupos de personas fueron inducidas aactuar de manera contraria a sus actitudes.Por realizar esa tarea uno de los grupos reci-bi un dlar y el otro, veinte dlares. Poste-riormente se les pregunt por su actitud haciala tarea. Un grupo la consider positiva y elotro la sigui juzgando negativa. Qu grupocambi de actitud? No fue el que obtuvo la

    mayor recompensa, sino el que recibi menorrecompensa. Qu mecanismo psicolgicoexplica esos resultados? la disonancia. El gru-po con una recompensa mayor pudo justificar

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    15/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 15

    su conducta atribuyndola a la recompensarecibida. Por el contrario, recibir solamente undlar no era motivacin suficiente para expli-car un comportamiento contrario a las acti-tudes. Por ello, esa disonancia presion paracambiar la actitud.

    Efecto de las expectativas y creenciassobre la conducta

    Ross et al. (2010) sealan que uno de losaspectos que ms llama la atencin a los legosen nuestra disciplina es la influencia quenuestras expectativas y creencias, as como las

    que los dems tienen sobre nosotros, ejercensobre nuestro comportamiento.

    Existe una lnea de investigacin quedemuestra la cara amable de ese efecto, esdecir, la capacidad de la persona para afron-tar situaciones adversas a partir de unascreencias positivas. Taylor y Armor (1996)demuestran que las ilusiones positivas, comoel optimismo poco realista o la percepcinexagerada de control, resultan en determi-

    nadas circunstancias eficaces para abor-dar situaciones extremadamente adversas.En este mbito de investigacin, el traba-jo de Bandura (1997) sobre las creencias deautoeficacia resulta especialmente relevante.Estos planteamientos han sido aplicados aun amplio nmero de reas, desde la educa-cin al deporte, pasando por la poltica. Sobreeste ltimo aspecto conviene mencionar laimportancia que tiene la percepcin de efica-cia poltica grupal para las acciones colectivas.

    Sin ella, la movilizacin sera muy difcil. Laautoeficacia y/o la eficacia grupal es justo locontrario a los sentimientos de fatalismo a losque aluda Ignacio Martn Bar para explicarla inaccin poltica de determinados colecti-vos y comunidades.

    Pero as como las expectativas de xitopueden ayudar a conseguir aquello que sedesea, el fenmeno de la autoanticipacin deun mal resultado (Berglas y Jones, 1978) pue-

    de contribuir justamente a lo contrario. Estoocurre cuando las personas, anticipando unamala ejecucin, realizan una atribucin exter-na antes de que aqulla llegue a producirse.

    De esta manera eluden su responsabilidadante el posible fracaso. El problema radicaen que esta actitud puede llevar a que no seesfuercen todo lo que debieran, provocandoel resultado que teman.

    Un fenmeno semejante al anterior, perode naturaleza interpersonal, es la profe-ca autocumplida. El conocido trabajo deRosenthal y Jacobson (1968) mostr cmolas expectativas inducidas a un grupo de pro-fesores sobre la capacidad de los estudiantesinfluan en la evaluacin que hacan sobreellos y en el propio rendimiento de aqullos.Otro de los trabajos clsicos en esta lnea es

    el de Word, Zanna y Cooper (1974), que pusode manifiesto que las expectativas negativasde un grupo de entrevistadores blancos inci-dan en sus reacciones ante los entrevistadosnegros, provocando que stos obtuviesenpeores resultados.

    A lo largo de este captulo se ha mostradoen diversas ocasiones la influencia del con-texto y de las creencias sociales compartidassobre la conducta; el fenmeno de la amena-

    za del estereotipo (Steele y Aronson, 1995) esun ejemplo ms. Este fenmeno es una de lasconsecuencias de un clima social en el queexisten una serie de creencias adversas sobredeterminados grupos, generalmente aqu-llos de menos poder y estatus. En este caso,las personas pertenecientes a esos grupos sesienten presionadas por esa imagen socialnegativa sobre ellas, lo que puede llevarles acometer errores que confirman ese estereoti-po (Recuadro 1-3).

    Los trabajos anteriores muestran cmolas expectativas propias y/o de los otros influ-yen de manera importante en la actuacin delas personas que son objeto de ellas. Pero ennuestra opinin, y a pesar de algunas crticasmetodolgicas, los experimentos llevados acabo en la dcada 1940 por Kenneth BancroftClark y Mamie Phipps Clark (Fig. 1-3) conmuecas blancas y negras resultaron espe-cialmente relevantes. En primer lugar, porque

    mostraron cmo la existencia de un climageneralizado de creencias negativas sobre ungrupo puede llevar a que sus miembros seinfravaloren. Sin duda, ste es uno de los efec-

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    16/20

    Psicologa social16

    tos sociales ms perversos que puedan darse:que un ser humano llegue a considerarse peor

    que otro, llegando incluso a odiarse a s mis-mo, por el hecho de tener un color de piel, unacento, una procedencia geogrfica, un rasgofsico, etc. diferente al de los miembros del

    grupo que impone esos criterios comparati-vos. En segundo lugar, porque los resultadosde esos estudios contribuyeron a que la Cor-te Suprema de Justicia suprimiese en 1954 lasegregacin racial en las escuelas estadouni-denses. Earl Warren, presidente de dicha Cor-te, hizo constar en la sentencia que la segrega-

    cin produca un sentimiento de inferioridadque afectaba de un modo prcticamente irre-versible a los corazones y mentes de las perso-nas que la sufran.

    De lo anterior se deduce que las expectati-vas y creencias ejercen una influencia impor-tante en el comportamiento. La psicologasocial no slo ha puesto de manifiesto la ocu-rrencia de ese hecho en mbitos a veces pococonocidos, sino que tambin explica a travs

    de qu mecanismos se produce. Pero ms allde esto, muchas de las investigaciones citadasanteriormente muestran de forma clara queesas expectativas y creencias conforman lasrepresentaciones sociales o el sentido comnde un tiempo y un lugar. Es aqu donde, denuevo, se encuentran sujeto y sociedad cons-truyndose mutuamente.

    NUEVOS DESARROLLOS

    EN PSICOLOGA SOCIALUna de las consecuencias de la crisis fue lavisibilidad de ciertos planteamientos tericos

    Lawrence Summers, rector de la Universidad de Harvard, afirm el 14 de enero de 2005 quela menor presencia de las mujeres en el mbito de las enseanzas tcnicas e ingenieras eradebido a sus menores aptitudes en este campo. Esas declaraciones provocaron, obviamente,una gran polmica. Desde la perspectiva de la amenaza del estereotipo, el problema de esadeclaracin no es simplemente si es correcta o no, sino que la simple manifestacin de dichaopinin por parte de una figura acadmica destacada est reforzando esa creencia negativasobre las mujeres. Y ste no es un tema balad; de hecho, en el trabajo de Dar-Nimrod y Heine(2006) se muestra cmo aquellas mujeres que asumen ese planteamiento adverso sobre ellasobtienen un peor rendimiento en matemticas.

    La existencia del fenmeno de la amenaza del estereotipo debe suponer una llamada de res-ponsabilidad a los cientficos, lderes de opinin y medios de comunicacin para que se abs-tengan de difundir teoras u opiniones negativas sobre ciertos grupos. Las consecuencias de

    una actuacin hecha a la ligera en este terreno suponen dao y sufrimiento para muchaspersonas.

    Recuadro 1-3. El rector y la amenaza del estereotipo

    Figura 1-3. El trabajo de Clark y Clark es unejemplo claro de cmo desde el compromiso conuna actividad cientfica al servicio del bienestarde las personas, se puede contribuir a cambiarsituaciones sociales injustas.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    17/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 17

    que hasta ese momento no eran muy cono-cidos y la aparicin de otras corrientes alter-nativas. Ibez (1990) es consciente de suheterogeneidad y las agrupa en cuatro cate-goras u orientaciones: teora de la accin,dialctica, hermenutica y construccionista.Asimismo, en cada categora diferencia dis-tintas tendencias, como es el caso de la teo-ra de la accin, en la que tambin incorporael anlisis del discurso y la psicologa ret-rica. Ya con una cierta perspectiva temporalpodemos comprobar que, si bien algunas deesas formulaciones plantean cuestiones deinters, ninguna de ellas ha contado con el

    suficiente respaldo de la comunidad psico-social para convertirse en alternativa slidaa las corrientes ms consolidadas (Jahoda,2007).

    Otro de los desarrollos recientes de la psi-cologa social, la psicologa social evolutiva,tiene su origen en la teora de Darwin. En ladcada de 1970 Wilson public un libro lla-mado Sociobiologa que recibi duras crticaspor parte de bastantes psiclogos. Pero poco a

    poco, la idea de que algunos comportamien-tos humanos referidos a aspectos como elaltruismo, la cooperacin o la agresin estnrelacionados con procesos de evolucin de laespecie ha sido tomada con inters por ciertosautores. De hecho, la psicologa social evolu-tiva es uno de los captulos que forma partede la 5 edicin delHandbook of Social Psycho-logy(2010). Pero de nuevo aqu hay que hacerreferencia a que las tesis evolucionistas no

    invalidan las influencias sociales; al contrario,estas ltimas pueden hacer que aqullas lle-guen a manifestarse o no, o hacerlo de una uotra manera.

    La neurociencia social es una de las lneasde trabajo que se ha desarrollado de maneraimportante durante los ltimos aos. Comose mostr en apartados previos, los anlisisreduccionistas pueden distorsionar la pers-pectiva psicosocial. Por ello, el reto consisteen resistir la tentacin de acabar explicandoun comportamiento social sobre la base dealgn proceso neurolgico o bioqumico. Lastcnicas de resonancia magntica funcional,

    desarrolladas recientemente y que permitenobtener imgenes de la actividad del cerebromientras realiza una tarea, pueden llegar aser tan seductoras que acaben por confundirrespecto a cul es el nivel de anlisis ade-cuado para explicar esa conducta. Pero esteriesgo parece no existir en la actual neuro-ciencia social. Cacioppo, Berntson y Decety(2012) apuestan por un programa de investi-gacin en el que la psicologa social conozca

    la neurobiologa de los procesos sociales, ylas ciencias neurolgicas y mdicas asuman elimpacto que los factores sociales tienen sobrela fisiologa y la salud. Aunque ya hay algu-nos resultados interesantes, todava es prontopara evaluar cul es el recorrido de esta pro-puesta; pero desde una actitud cientfica, laexploracin de nuevos caminos hacia el cono-cimiento y la colaboracin interdisciplinarsiempre es bienvenida.

    La psicologa social tiene sus antecedentes en el siglo XIXen Europa, pero es en Estados Unidosdonde se inicia de manera formal, con la publicacin en 1908 de dos manuales con el ttulo dePsicologa social, uno escrito por un psiclogo (McDougall) y el otro por un socilogo (Ross). Apesar de que en un primer momento conviven estas dos orientaciones, poco tiempo despus elenfoque conductista, positivista e individualista se convertir en el hegemnico.

    El desarrollo y la consolidacin definitiva de esta disciplina cientfica se producen duran-te la Segunda Guerra Mundial y en los aos posteriores. La llegada de importantes cientfi-

    cos sociales europeos a Estados Unidos, como es el caso de Lewin, supone el inicio de unade las etapas ms brillantes de la psicologa social. Esta perspectiva euroamericana, que se

    (contina en la pgina siguiente)

    RESUMEN

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    18/20

    Psicologa social18

    (viene de la pgina anterior)

    convierte en alternativa a la orientacin individualista, reconoce la importancia del contexto,presta atencin a las dinmicas grupales, disea un tipo de experimentos adaptado a la pro-blemtica psicosocial y se interesa por su aplicacin.

    La psicologa social aborda un importante nmero de cuestiones y problemas sociales,desde la influencia social al prejuicio, pasando por la agresin, el cambio de actitudes, elcomportamiento colectivo, etc. Pero lo que define a esta disciplina no son tanto los temasque estudia como la manera en que lo hace: frente a cualquier tipo de reduccionismo, analizael comportamiento como resultado de la interaccin entre persona y contexto.

    En ocasiones, el conocimiento psicosocial es contraintuitivo, y por ello tiene dificultadespara ser aceptado, ya que contradice el sentido comn dominante. En este captulo se ilus-

    tra ese conocimiento aludiendo a cinco cuestiones: el realismo ingenuo, el situacionismo, larelacin entre persona y grupo, las necesidades del s mismo y los efectos de las expectativasy creencias sobre la conducta. Esto ofrece una visin general de algunas de las contribucio-nes ms significativas de la psicologa social.

    RESUMEN

    lvaro, J. L. y Garrido, A. (2003). Psicologa social: perspectivas psicolgicas y sociolgicas. Madrid:McGraw-Hill.

    El objetivo fundamental de este libro es destacar que la psicologa social es una disciplina que se fueconstruyendo a partir de las contribuciones tanto de la psicologa como de la sociologa.

    Blanco, A. (1988). Cinco tradiciones en la psicologa social. Madrid: Morata.

    En esta obra se defiende que la psicologa social es un nico rostro que se presenta bajo cinco msca-ras diferentes. En el libro se presentan y analizan cada una de ellas: grupal, individualista, institucional,lewiniana e histrico-dialctica.

    Ibez, T. (1990).Aproximaciones a la psicologa social. Girona: Sendai.

    Este libro da cuenta de las diversas tensiones tericas y epistemolgicas que acompaaron al desarrollode la psicologa social. Se presta una especial atencin a la gnesis y consecuencias de la crisis de la dis-ciplina, y se exponen algunas de las principales orientaciones alternativas.

    Jahoda, G. (2007).A History of Social Psychology: From the Eighteenth-Century Enlightenment to theSecond World War. Cambridge: Cambridge University Press.

    Lo ms destacado de este trabajo es que presenta de forma sucinta y clara algunas de las ideas y autoresque se encuentran entre los antecedentes intelectuales de la psicologa social.

    Morales, J. F. y Moya, M. C. (2007). Definicin de psicologa social. En J. F. Morales, M. C. Moya, E.Gaviria e I. Cuadrado (Coords.),Psicologa social(3 ed., pp. 3-31). Madrid: McGraw-Hill.

    En este captulo introductorio a la psicologa social se presta especial atencin a cmo se articulan losprocesos individuales y estructurales que explican el comportamiento social.

    Moscovici, S. y Markov, I. (2006). The Making of Modern Social Psychology: The Hidden Story of How

    an International Social Science was Created. Cambridge: Polity Press. Brinda una informacin muy detallada y de primera mano sobre la influencia del comit transnacional

    de psicologa social en el desarrollo internacional de la disciplina. Se acompaa de un anlisis interesan-te sobre las contribuciones de Estados Unidos y de Europa a la psicologa social.

    LECTURAS RECOMENDADAS&

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    19/20

    Captulo 1. Psicologa social: la ciencia de la persona y la sociedad 19

    Ross, L., Lepper, M. y Ward, A. (2010). History of Social Psychology: Insights, Challenges, andContributions to Theory and Application. En S. T. Fiske, D. T. Gilbert y G. Lindzey (Eds.). Hand-book of Social Psychology(5 ed., pp. 3-50) , Hoboken, N.J.: Wiley.

    Los autores realizan un amplio anlisis sobre las influencias en psicologa social, sobre sus principalesreas de trabajo y contribuciones, y sobre los desarrollos futuros de la disciplina.

    Sabucedo, J. M., DAdamo, O. y Garca-Beaudoux, V. (1997). Fundamentos de psicologa social.Madrid: Siglo XXI.

    La perspectiva histrica y crtica de esta obra ofrece una informacin amplia, detallada y sistemticasobre las diversas temticas y debates tericos y metodolgicos que, desde sus inicios, han caracterizadoa la psicologa social.

    Material complementario Actividad prctica: explicaciones de la conducta social y sus tipos.

    Enlaces relacionados.

    Cine y literatura.

    Preguntas de autoevaluacin.

    Psicologa Social. Sabucedo 2015. Editorial Mdica Panamericana.

  • 7/21/2019 Capitulo de Muestra - Psicologia Social

    20/20