Capítulo llEl proceso del cambio

Para que las mercancías se relacionen unas a otras, es necesario que sus guardianes (poseedores de mercancías) se relacionen entre sí por medio de un acto de voluntad. Por lo tanto, es necesario que ambos se reconozcan como propietarios privados.La relación jurídica, que tiene como forma de expresión el contrato es una relación de voluntad en que se refleja la relación económica.Todas las mercancías son para su poseedor no-valores de uso inmediato, más que encarnación de valor de cambio y valores de uso para los no poseedores. Las mercancías tienen necesariamente que realizarse como valores antes que realizarse como valores de uso, pero para poder realizarse como valores, deben acreditarse como valores de uso.El poseedor de mercancías tiene como objetivo desprenderse de sus mercancías por otras cuyo valor de uso satisfaga sus necesidades. Por lo tanto, esto no es más que un proceso individual. Aspira a realizar sus mercancías como valor, en cualquier otra mercancía de valor idéntico que pertenezca. El cambio es un proceso social general.Las mercancías se enfrentan como productos o valores de uso.El proceso social es el que asigna a la mercancía destacada la función social específica de equivalente general.El intercambio inmediato de productos presenta la forma simple de valor y que todavía no la presenta. Pues, A y B antes de ser cambiadas no tienen carácter de mercancías, es el acto de cambio la que las convierte en mercancías.El intercambio de mercancías se da donde termina la comunidad, pues es cuando se entra en contacto con otras comunidades.El intercambio, al repetirse constantemente se vuelve un proceso social periódico. Y es obligado a producir producidos sólo con la intensión de cambiarlos. Aquí es donde se consolida la separación entre la utilidad de los objetos para las necesidades directas.Jamás encontraremos un mercado en que los poseedores de mercancías cambien y comparen sus artículos con otros de diversa calidad sin que estas diversas mercancías sean cambiadas y comparadas como valores por sus diversos poseedores, dentro de sus relaciones comerciales con una tercera clase de mercancías, siempre la misma. La cual toma la forma de equivalente general o social.

Hay dos razones por las que en los pueblos nómadas se desarrolla primeramente la forma dinero: porque todo su ajuar es móvil y presenta la forma enajenable y porque su régimen de vida los hace entrar constantemente en contacto con comunidades extranjeras.La forma dinero va a encarnar en mercancías dotadas por la naturaleza de cualidades especiales para desempeñar las funciones sociales de equivalente general: los metales preciosos.

Una función del dinero: la de servir de forma o manifestación del valor de la mercancía o de material en que se expresan socialmente las magnitudes de valor de las mercancías. En otras palabras, es la materialización de trabajo humano abstracto.

La mercancía dinero tiene que ser susceptible de divisiones puramente cuantitativas y recobrar en todo momento su unidad mediante la suma de sus partes. El oro y la plata poseen esta propiedad por obra de la naturaleza.La magia del dinero, en el caso del oro y la plata, tal como salen de la entraña de la tierra, son al mismo tiempo la encarnación directa de todo trabajo humano.