Capitulo Viii Salario

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1 LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS VIII SALARIO 1. Definición (art. 127 C.S.T.): Es la contraprestación Principal y directa que recibe el trabajador por sus servicios. El empleador y el trabajador pueden convenir libremente el salario en sus diversas modalidades, pero respetando siempre el salario mínimo legal o el fijado en los pactos, convenciones colectivas y fallos arbítrales, si es jornada completa o la parte proporcional en el caso que sea jornada parcial. 2. Clasificación del Salario: 2.1. En cuanto a su forma de pago: a. En dinero: Cuando se paga en moneda circulante, moneda legal vigente, peso colombiano, o en otra moneda que se haya acordado con anterioridad. b. En especie: Son los pagos que se hacen al trabajador por su labor y que se reconocen con valores diferentes al dinero, como alimentación, alojamiento, El salario en especie solo puede ser parcial y su equivalente monetario no podrá exceder del 50% de la totalidad del salario. Si el trabajador devenga el mínimo legal, el salario en especie no puede ser superior al 30%. El salario en especie debe valorarse expresamente en todo contrato de trabajo. A falta de estipulación o de acuerdo sobre su valor real, se estimará pericialmente, sin que pueda llegar a constituir y conformar más del 50% de la totalidad del salario o del 30%, en caso del mínimo legal. 2.2. Por su origen:

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIO

1. Definición (art. 127 C.S.T.):

Es la contraprestación Principal y directa que recibe el trabajador por sus servicios. El empleador y el trabajador pueden convenir libremente el salario en sus diversas modalidades, pero respetando siempre el salario mínimo legal o el fijado en los pactos, convenciones colectivas y fallos arbítrales, si es jornada completa o la parte proporcional en el caso que sea jornada parcial.

2. Clasificación del Salario:

2.1. En cuanto a su forma de pago:

a. En dinero: Cuando se paga en moneda circulante, moneda legal vigente, peso colombiano, o en otra moneda que se haya acordado con anterioridad.

b. En especie: Son los pagos que se hacen al trabajador por su labor y que se reconocen con valores diferentes al dinero, como alimentación, alojamiento,

El salario en especie solo puede ser parcial y su equivalente monetario no podrá exceder del 50% de la totalidad del salario. Si el trabajador devenga el mínimo legal, el salario en especie no puede ser superior al 30%.

El salario en especie debe valorarse expresamente en todo contrato de trabajo. A falta de estipulación o de acuerdo sobre su valor real, se estimará pericialmente, sin que pueda llegar a constituir y conformar más del 50% de la totalidad del salario o del 30%, en caso del mínimo legal.

2.2. Por su origen:

a. Ordinario: Es el que se paga periódicamente. Está compuesto por lo que común o regularmente paga el empleador a trabajador en los periodos de pago convenido.

b. Extraordinario: Está conformada por las sumas que el trabajador no recibe ordinariamente, o en forma fija, sino en determinados eventos, como cuando se encuentra involucrado en alguna o algunas de las circunstancias que incrementan esa remuneración ordinaria, por ejemplo remuneración de horas extras, trabajo en los días de descanso obligatorio como dominicales o festivos, recargo por trabajo nocturno, porcentaje sobre ventas y comisiones, etc. El salario extraordinario es pues el que cubre en algunos casos o en

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VIII SALARIOdeterminadas circunstancias y no en todos los periodos comprendidos para el pago de salario.

2.3. Por su cantidad

a. Fijo: como el mismo nombre lo dice, es el que no tiene variación en el periodo de pago, que normalmente es quincenal o mensual. Ejemplo $5.000.000 mensuales.

b. Variable: Se determina de acuerdo al resultado de la actividad desplegada por el trabajador.

2.4. Por los factores que lo determinan:

a. Por unidad de tiempo (jornal y sueldo). Las partes pueden acordar el salario teniendo en cuenta sólo el tiempo. Ejemplo $5.000 hora, $15.000 diarios, $100.000 semanales, $267.800 quincenales, $535.600 mensuales, en los que la unidad de tiempo es la hora, el día, la semana, la quincena y el mes.

El salario toma denominaciones particulares según pacte por días o por periodos mayores

Jornal: es el pago del salario pactado por días y los pagos efectivamente deben hacerse a más tardar en forma semanal. Este tipo de salario es muy usual en laboras agrícolas del campo o por trabajadores de la construcción.

Sueldo: Es el pago del salario por periodos mayores de un día y no mayor de un mes.

MESES DE TREINTA DÍAS, PARA EFECTOS LABORALES

Por Germán Plazas Muñoz.

Teniendo en cuenta que los meses del año no tienen la misma duración, sino que algunos tienen 28 días, otros 30 y otros 31 días, algunos empleadores tienen dudas sobre la incidencia de esta situación en la forma de liquidar los derechos laborales de sus trabajadores.

En efecto, a algunos empleadores les surge la duda, sobre si los meses de treinta y un días, debe pagarse más salarios los trabajadores, o menos si el mes dura 28 días. Por otra parte, quienes liquidan los salarios y demás derechos laborales en

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VIII SALARIOforma estandar, como si todos los meses tuvieran treinta días, desean conocer algún soporte legal que sustente esta práctica.

Pues bien, en relación con este tema, el Ministerio de Protección Social, mediante concepto 1228 de 2006, consideró que para efectos laborales los meses deben tener una duración de treinta días. A esta conclusión llega el Ministerio de Protección Social, luego de analizar las normas del código civil sobre la materia, Sentencias del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia, sobre el particular. Con el fin de proporcionar mayores elementos de juicio sobre el tema, se adjunta al presente mensaje, un extracto del concepto proferido por el Ministerio de Protección Social.

MINISTERIO DE LA PROTECCION SOCIAL

Concepto 1228(Bogotá D.C., 3 de marzo de 2006)

“…De manera atenta damos respuesta a su consulta relacionada con el recargo con el cual deben pagarse los días domingo; si los meses deben cancelarse todos como de 30 días o por el número de días que tienen…”

“…Respecto a la pregunta de cuántos son los días que se deben tomar para hacer liquidación del salario a los trabajadores cuando los meses tienen 28, 30 y 31 días respectivamente, le informo que el artículo 67 del Código Civil establece que "Todos los plazos de días, meses o años de que se hagan mención legal, se entenderá que terminan a la media noche del último día del plazo. Por año y por mes se entienden los del calendario común, por día el espacio de veinticuatro horas, pero en la ejecución de las penas se estará a lo que disponga la ley penal. El primero y último día de un plazo de meses o años deberán tener un mismo número en los respectivos meses. El plazo de un mes podrá ser, por consiguiente de 28, 29, 30 o 31 días, y el plazo de un año de 365 o 366 días, según los casos"….”

“…El artículo en cita no consagra obligatoriamente que el mes deba tomarse de 31 o 30 días, pero al respecto el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Segunda, el 4 de marzo de 1999 en el expediente No, 12,503, reiteró los fallos del 12 de septiembre de 1996 expediente No. 9171 y del 20 de noviembre de 1998 expediente No. 13310: " ... el año que ha tenerse en cuenta para efectos de jubilación es el de 360 días, por cuanto éstos representan los remunerados al personal vinculado estatutariamente y, además, porque el mes laboral solo se estima en 30 días para efectos fiscales, vale decir que para tener derecho a la pensión de jubilación se requiere haber trabajado 360X20., lo que equivale a 7200 días..." concluyendo el Consejo de Estado que, "en el campo privado el artículo 134 del Código Sustantivo del Trabajo contempla de manera enfática que, el salario en dinero debe pagarse por períodos iguales y vencidos, en moneda legal, así si para el salario mensual se toma en cuenta el mes de 30 días, lo

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VIII SALARIOque multiplicado por doce (12) meses que componen a un año equivale a 360 días, es lógico, indiscutible y correcto, que la misma regla deba aplicarse para las cotizaciones"…” “…De acuerdo con las normas citadas anteriormente, aunque el Código Sustantivo del Trabajo expresamente no regula que el mes sea considerado como de 30 días, en la mayoría de los artículos para liquidar las prestaciones sociales el mes es considerado de 30 días…”

“…El presente concepto tiene el alcance que determina el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo…”

ALBA VALDERRAMA DE PEÑAJefe de Oficina Asesora Jurídica y de Apoyo Legislativo

b. A destajo o por unidad de obra: es cuando se paga cierta cantidad de dinero por cada pieza o unidad que se elabore, fabrique o procese el trabajador. Este tipo de remuneración es muy usual en labores de modistería y sastrería. No siempre es posible pactarlo, pues depende de la índole de la labor

En el salario a destajo, cuando el trabajador no esté obligado a cumplir la jornada máxima legal, no le es aplicable las normas sobre el salario mínimo, en caso contrario deberá recibir el salario mínimo o superior, aunque el valor de las unidades producidas no alcancen dicho límite.

3. PAGOS LABORALES

De acuerdo con la ley, la doctrina y la jurisprudencia, los distintos pagos y beneficios que recibe el trabajador se clasifican en los siguientes conceptos: Salarios, descansos, prestaciones sociales, indemnizaciones y pagos no salariales

3.1. Pagos que constituyen salario (art. 127 del C.S.T.)

Criterios para establecer si las sumas o especies dadas por el empleador al trabajador constituyen salario:

a. El Carácter retributivo u oneroso: El pago debe corresponder en forma directa a la prestación de un servicio, cualquiera que fuere la forma o denominación que se adopte, como horas extras, bonificación habitual, comisiones, sobresueldos pagados por nómina.

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VIII SALARIOb. El Carácter de no gratuidad o liberalidad. Este principio guarda correlación

con el anterior. En consecuencia no constituyen salario los pagos que ocasionalmente y por mera liberalidad recibe el trabajador, como primas y bonificaciones ocasionales.

c. El carácter de ingreso personal. Los pagos deben ingresar realmente al patrimonio del trabajador, enriqueciéndolo, de tal manera que con ese ingreso pueda subvenir a sus necesidades. No son salario, de acuerdo con este principio, los medios de transporte o los elementos de trabajo.

La remuneración ordinaria fija o variable Primas Sobresueldos Bonificaciones habituales Valor del trabajo suplementario o de horas extras Valor del trabajo en días de descanso obligatorio Porcentaje en ventas y comisiones Viáticos permanentes Primas extralegales habituales

NUEVOS CRITERIOS PARA DEFINIR SUMAS CONSTITUTIVAS DE FACTOR SALARIAL

Por Germán Plazas Muñoz.

Mediante Sentencia 26760 del 31 de mayo de 2006, la Corte Suprema de Justicia se pronunció sobre el alcance que debe darse al artículo 128 del Código Sustantivo del Trabajo, para definir el efecto salarial que tiene la participación del trabajador en las utilidades que genere la empresa.

Sobre este particular, el Alto Tribunal consideró que de acuerdo con la definición legal, esto es, el artículo 15 de la Ley 50 de 1990, que subrogó el artículo 128 del C.S.T., no constituye salario la “participación de utilidades” .

Por lo anterior, considera la Corte Suprema de Justicia, que la participación de utilidades solamente podría tenerse como factor salarial, en la medida que las partes por mutuo acuerdo hayan manifestado su intención de darle a dichas sumas, tal efecto salarial para efectos prestacionales.

Sobre la naturaleza prestacional que puede tener la participación de utilidades, la Corte Suprema de Justicia consideró:

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VIII SALARIO“…tal característica no surgiría del contenido de la ley sino del pacto extralegal, como el convencional o laudo arbitral, o por disposición del empleador, atendiendo siempre su esencia retributiva del servicio…”

Con el fin de facilitar el análisis de la Sentencia proferida por la Corte Suprema de Justicia, a continuación encontrará el texto completo de la providencia.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIASALA DE CASACIÓN LABORAL

Bogotá, D.C., treinta y uno (31) de mayo de dos mil seis (2006).Magistrado Ponente: CAMILO TARQUINO GALLEGORadicación No.26760Acta No. 35

Resuelve la Corte el recurso extraordinario de casación interpuesto por GUSTAVO RUIZ ARBELAEZ, contra la sentencia del 28 de febrero de 2005, proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, en el proceso ordinario promovido por el recurrente contra la sociedad COLPISA MOTRIZ S.A.

ANTECEDENTES

GUSTAVO RUIZ ARBELÁEZ, demandó a la Sociedad COLPISA MOTRIZ S.A., para que fuera condenada a pagarle los salarios, la cesantía y sus intereses, las primas, las vacaciones, la sanción por mora, junto con las costas del proceso.

Afirmó que estuvo vinculado mediante contrato de trabajo, a partir del año 1993, como Director de repintado de vehículos, encargado de la comercialización a nivel nacional; que la demandada tenía como objeto la venta de pinturas e insumos afines, para carrocerías de los vehículos producidos por las ensambladoras nacionales, y la venta para repintado de vehículos colisionados; que como contraprestación directa del trabajo, pactó con la representante legal un salario fijo, más una participación de utilidades equivalente al 30% neto; que en octubre de 1994 elaboró en manuscrito un “pre-plan de mercado”, con unas fases, metas y montos de la redistribución económica, a partir de 1996, el cual fue aceptado por la representante legal; que en ese año, las ventas netas fueron de $10.421.900.000, de los cuales $2.969.710.000, lo fueron por ventas de repintado; que en el año 1997 las ventas netas fueron de $9.510.933.000, de los cuales $4.057.693.000, corresponden a ventas de repintado; que en el año 1997 la demandada se escindió, y entregó la distribución de sus productos a Distribuidora IXLL de Colombia S. A., utilizando la misma estructura administrativa y la misma gerencia de Colpisa, que el actor era director de repintado; que en el año 1998 las ventas netas ascendieron a $10.433.500.000, de los cuales $5.004.000.000, correspondieron a ventas de repintado; que durante los años 1996, 1997 y 1998, la demandada aumentó, sin soporte real, los costos, con el objeto de que tanto la utilidad bruta como la neta fueran menores; que durante tales años, los ingresos reales de la demandada, antes de impuestos,

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VIII SALARIOequivalieron al 20% de las ventas netas; que el 18 de noviembre de 1998, la empresa le terminó unilateralmente el contrato de trabajo y la liquidación de prestaciones le desconoció el salario realmente pactado, al no incluir como salario la participación de utilidades; que la demandada se ha negado a pagarle tales utilidades.

El actor subsanó las deficiencias indicadas por el juzgado, y solicitó reliquidación de salarios, de cesantía e intereses, de primas legales y de vacaciones, por el lapso del 1° de enero de 1996 al 22 de noviembre de 1998 (fl. 28).

La Empresa demandada se opuso a las pretensiones del demandante; aceptó que éste le prestó servicios a partir del 30 de junio de 1993, y que le pagó la indemnización por retiro; negó los demás hechos, excepto el tercero, del cual afirmó que no le constaba. Propuso las excepciones de inexistencia de la obligación, prescripción, compensación, buena fe y pago.

La primera instancia terminó con sentencia de 5 de diciembre de 2003, (folios 234 a 246), corregida el 10 de los mismos mes y año (fls.257 a 259), mediante la cual, el Juzgado Trece Laboral del Circuito de Bogotá, condenó a la sociedad demandada a pagar al actor, salarios insolutos por $193.348.218; $42.806.644.30, por reajuste de la indemnización por despido, y $473.304.36 diarios, por sanción moratoria, a partir del 23 de noviembre de 1998, hasta cuando cancele el valor adeudado, con costas a la demandada.

SENTENCIA DEL TRIBUNAL

Al decidir la apelación de la empresa, el ad quem, por providencia de 28 de febrero de 2005, revocó las condenas impuestas, y absolvió a la demandada. Impuso las costas de la primera instancia al demandante.

El Tribunal destacó como hechos no controvertidos: la existencia del contrato de trabajo, entre el 30 de junio de 1993 y el 21 de noviembre de 1998, así como que el salario fue integral, en cuantía inicial de $1.059.630, y la terminación de la relación laboral, de $4.599.739.

Sostuvo, que la bonificación por metas era diferente a la participación de utilidades, pues el actor no podía pretender legalmente, que del documento del folio 2 pudiera derivarse que aquella comprendía el período anterior al 28 de febrero de 1994, ni que la bonificación por metas logradas, en cuantía de $912.895, pudiera extenderse como participación de utilidades, porque de manera expresa se determinó que dicho valor correspondía a honorarios, amén de que el actor, en su demanda, no buscó que ése valor fuera salario. En ese orden estimó el Tribunal que no podía resolver la litis frente a esa bonificación-honorarios, primero, porque la parte contraria quedaría sorprendida con la resolución de un concepto que no fue materia de discusión, y segundo, porque estaría desconociendo el artículo 50 del C. P. L. Agregó que el legislador previó de manera categórica, que la participación de utilidades no era salario, luego, no podía el actor pretender una condena.

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VIII SALARIOAñadió que no obstante, si se llegara a concluir que las partes, de manera voluntaria, podían dar naturaleza salarial a determinados conceptos, que legalmente no la tienen, en el presente caso no se acreditó que aquellas hubieran acordado que el trabajador recibiría, además de su salario integral y de la bonificación por metas, el 30% de las utilidades totales netas de la empresa. Para ello se remitió al documento del folio 2, de cuyo texto infirió que la demandada estaba pendiente de recibir del actor, una propuesta para establecer una bonificación por metas logradas, en monto superior al reconocido en dicho documento, con el carácter de bonificación, pero que nada se había dicho sobre si constituía salario, como tampoco encontró acuerdo expreso e inequívoco, sobre la participación de utilidades, lo que quedaba corroborado con los documentos de folios 3, 4 y 5.

Que si desde el 28 de junio de 1994 la demandada estaba pagando al actor, una bonificación por metas cumplidas --concepto que no era materia de controversia en el proceso-- y, que estaba pendiente la gerencia de recibir su propuesta para establecer una bonificación por metas, por valor diferente al reconocido como --bonificación-honorarios--, el ad quem no entendió por qué el demandante anotó que se le adeudaba participación de utilidades de 1994, cuando sólo en octubre de dicho año, propuso, para el estudio de la sociedad, lo antes transcrito, y para esos años de 1994 y 1995, no insinuó siquiera la participación de utilidades, además de que no demostró que la empresa hubiera avalado la propuesta o la hubiera aceptado, fuera de que ella hacía relación a 1996.

Añadió que, el término "pendiente", utilizado por la demandada en la comunicación del folio 2, estaba íntimamente ligado al de "propuesta", allí también indicado, palabras que significaban: "Pendiente: Que pende. Que está por resolverse; Propuesta: Proposición que se hace. Idea que se propone", lo que demostraba que el actor solamente propuso a la sociedad, para 1996, las dos opciones expresadas, pero sin acreditar que la demandada aceptara.

Anotó que el juzgado dio a los documentos antes analizados, un sentido y alcance distinto al que buscaron cada una de las partes en sus escritos, equivocación que es de bulto, cuando a pesar de aceptar que se reclamaba como salario el 30% de las utilidades netas antes de impuestos, y concluir que se estaba en presencia de participación de utilidades, involucró el documento del folio 2, para concluir, sin sustento legal, ni acuerdo de voluntades, que al actor no sólo se le cancelaba el salario integral, sino que por sus resultados devengaba una retribución económica, amén de que se cuestionaba si tal participación del trabajador era total en el resultado final.

Afirmó que, si bien, los documentos de folios 2 a 5, no fueron tachados, ni objetados por la demandada, y que el representante legal absolvió interrogatorio de parte, lo cierto es que de tales pruebas, no se demostraba que existió un principio de acuerdo entre las partes, verbal o escrito, sobre el pago de participación de utilidades, y menos que tuvieran por acuerdo entre las mismas, carácter salarial.

Añadió que, tal como lo aduce la demandada, para el juzgado no mereció pronunciamiento alguno la prueba testimonial de Carmen Ligia Moreno Salazar, Directora Financiera, Alba Luz Cuartas Bedoya, Jefe de Personal, y Germán Augusto Londoño

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VIII SALARIOVélez, Revisor Fiscal, personas que por su conocimiento directo y personal, expusieron de manera expresa, la ausencia de pacto sobre participación de utilidades, con o sin carácter salarial, y cómo, de haber sido eso cierto, necesariamente debían conocerlo; que, sin embargo, para efectuar las condenas el juzgado se fundó en el testimonio de Joaquín León Ortega, quien laboró para la demandada únicamente por el período de marzo al 20 de diciembre de 1996; copió apartes de tal declaración, y concluyó que no podía tener el sentido y alcance que se pretendió; que el a quo no lo valoró de manera integral, dado que desconoció que el testigo declaró el 13 de febrero de 2002, es decir, más de 5 años después de ocurridos los hechos y tampoco tuvo en cuenta que al principio daba la impresión de ser categórico sobre el conocimiento directo, acerca del pacto de participación de utilidades con el actor, pero sin embargo, en la parte final dijo, que realmente no había examinado la hoja de vida, porque cuando llegó, el actor llevaba varios años en la compañía; copió apartes de la declaración, y concluyó que la certeza del testigo quedó sin piso, al supeditar finalmente sus respuestas sobre el presunto pacto de utilidades, a la actividad desarrollada por el deponente, y al documento de folios 4 y 5, que hacía parte integral de la prueba del folio 3, de donde se infería que tal documental correspondía a una propuesta del demandante.

Que la versión del señalado testigo, hizo relación solamente a una propuesta que estaba en estudio, pues finalmente no pudo decir que efectivamente esos valores se reconocieron o estaban pactados para otorgarse a partir de una fecha concreta y hacia el futuro, de forma tal, que la contradicción evidente del testigo, que clarificó lo pertinente al final de su versión, no podía hacer derivar la existencia de tal pacto, y menos que tal concepto fuera salario. Agregó, que por ello, menos se entendía que en su calidad de abogado, que dijo tener el testigo, pudiera haber calificado la existencia del acuerdo de voluntades entre las partes, sobre participación de utilidades, sin dar cumplimiento a lo previsto por los artículos 187 y 451 del C. de Co.

Anotó que, si lo anterior fuera poco, aún en el evento, no probado, que se hubiere demostrado pacto de participación de utilidades, en la forma pretendida, lo cierto era que, al verse comprometidas las utilidades de la sociedad anónima demandada, y la posibilidad de afectación de los socios, se requería para su aprobación y eficacia, no la aprobación de la gerente, sino la de la Asamblea de Socios, plasmada en el acta respectiva, registrada en la Cámara de Comercio, conforme con las funciones asignadas por el legislador a dicho órgano de administración, por lo que ante la ausencia del acta referida, prueba solemne en los términos del artículo 61 del C., P. L., hacía imperativo negar lo pedido por el actor.

Finalmente, resaltó que si pretendía invocar el contrato de cuentas de participación, conforme al artículo 507 del C. de Co., el mismo implicaba la calidad de comerciantes de las partes contratantes, y la obligación de asumir, no sólo las ganancias en el porcentaje pactado, sino también las pérdidas, y en tal caso la jurisdicción laboral no era la competente, por no estar asignado por el legislador tal asunto a dicha jurisdicción.

Sobre las aseveraciones del testigo Joaquín León (folio 292), y del periódico "El Tiempo", adujo el Tribunal que no podía pronunciarse, al tratarse de hechos ajenos a la

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VIII SALARIOcompetencia de la jurisdicción laboral, más aún que se expresaba que esas conductas estaban siendo investigadas por la DIAN.

EL RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por la parte demandante, concedido por el Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver.

ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

El recurrente pretende que se case totalmente la sentencia, y que en sede de instancia se confirme la proferida por el Juzgador de primer grado. Con tal propósito formula cuatro cargos, que fueron replicados.

PRIMER CARGO

Acusa la sentencia por violación indirecta: "...en la modalidad de aplicación indebida de los artículos 21, 187 y 145 del Código de Comercio, en relación con los artículos 27, 28, 57 numeral 4°, artículo 64, modificado por el artículo 6 de la ley 50 de 1990, artículo 65 y 127 modificado por el artículo 14 de la ley 50 de 1990 del C. S. T. -sic- , y 1602, 1603, 1618, 1619, 1620, 1621, 1622 del Código Civil y 53 de la Constitución Política".

Aduce que los errores manifiestos de hecho en que incurrió el ad quem, son:

“1. Dar por demostrado, sin estarlo, que el único pacto para remunerar los servicios de Gustavo Ruiz García en la empresa demandada, es el existente en el contrato de trabajo.

“2. No dar por demostrado, estándolo, que existió un acuerdo de voluntades a través del cual la empresa pagaría al demandante en retribución de sus servicios, el 30% de las utilidades netas antes de impuestos por labores de repintado.

“3. Dar por demostrado sin estarlo que Carmen Ligia Moreno Salazar, Luz Cuartas Bedoya y Germán Augusto Londoño Vélez, necesariamente debían conocer la existencia del pacto de remuneración del demandante, adicional al salario integral, de haber existido".

Señala como pruebas equivocadamente apreciadas: la comunicación de Colpisa, de 28 de junio de 1994 (fl.2), el documento denominado Pre-Plan (fls. 4 y 5), la comunicación de la demandada, de 18 de diciembre de 1996 (fl.3), el interrogatorio de parte del actor (fls. 97 y 98), y los testimonios de Carmen Ligia Moreno Salazar, Alba Luz Cuartas Bedoya, Germán Augusto Londoño Vélez, y Joaquín León.

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VIII SALARIOEn la demostración del cargo, asegura que el ad quem, para concluir que no existió pacto adicional al contrato, referente a remuneración, se basó en la confesión del actor vertida en el interrogatorio de parte, en los documentos de folios 2 a 5, y en los testimonios de Moreno, Cuartas y Londoño. Agrega, que la confesión como prueba resultante del interrogatorio de parte, es indivisible, es decir, que las respuestas deben ser apreciadas por el fallador de instancia, como un cuerpo probatorio único, sin posibilidad de escindirse, y que precisamente ese aspecto de valoración es el que concreta el error, ya que si bien, el demandante aceptó, en la respuesta a la pregunta tercera, la modalidad de salario integral, expresó seguidamente que posteriormente se acordaron otros términos de retribución; que la respuesta a la pregunta cuarta fue negativa, y al responder la quinta pregunta, aceptó haber recibido una suma a la terminación del contrato, aclarando que no incluía los valores adicionales ganados por utilidades pactadas, por lo cual, dice, constituye un error de envergadura, colegir que sólo devengada el salario integral pactado en el contrato de trabajo.

Sostiene que también fueron valorados erróneamente los documentos de folios 2 a 5, porque la conclusión del ad quem, de que no se acreditó pago adicional al salario integral, fue equivocada, dado que en la comunicación del folio 2, la Gerente de la empresa, después de manifestarle al trabajador la cercanía al primer año de labores, el cumplimiento de las metas trazadas, y la seguridad de la mejor penetración y participación en el mercado de repintado, le informó que estaba pendiente de la propuesta suya , para bonificar las metas logradas.

Afirma que el documento denominado "PRE-PLAN DE DESARROLLO DE MERCADO", contiene dos partes, una relativa al desarrollo del mercado, y otra a --retribución económica--, a partir del año 1996, con el 30% de la comercializadora.

Añade que, con el documento del folio 3, la Gerente de la empresa le remitió al actor la fotocopia del Pre-Plán, a efecto de que el trabajador realizara una comparación con las metas cumplidas, y de esa manera determinar el monto de la retribución. Que en el mismo documento, también se le dijo que la empresa estaba analizando y estudiando un “P y G”, presentado por Joaquín, sobre el cual no podía establecer la retribución, y por ello finalizó solicitándole al demandante, evaluar el Pre-Plán, a fin de liquidar la retribución. Que, por tanto, para demostrar la existencia del pacto de retribución adicional, los documentos no pueden mirarse aislados, toda vez que el primer documento acredita la intención inequívoca de la demandada, de remunerar al demandante de manera adicional al pacto de salario integral; que el documento del Pre-Plan, es la propuesta solicitada en la comunicación del 28 de junio, y que la carta del 18 de diciembre de 1996, lo corrobora, de donde se concluye, dice el impugnante, que sólo estaba pendiente la liquidación de la retribución adicional, lo que demuestra, la existencia del derecho.

Finalmente, afirma que con los testimonios de Moreno, Cuartas y Londoño, no se confirma, ni se niega la existencia del pacto; que el reparo a la valoración de dicha prueba por el ad quem, consiste en que éste infirió, que de haber existido el pacto adicional de remuneración, los declarantes necesariamente debieron haberlo conocido,

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VIII SALARIOpor lo que al fallar con base en conclusiones sin respaldo probatorio, evidencia el error indicado.

LA OPOSICIÓNSeñala que para desvirtuar las afirmaciones del censor, basta analizar las pruebas obrantes en el proceso, para verificar, sin dubitación alguna, que los yerros fácticos enunciados, no tienen razón de ser, toda vez que, la apreciación fáctica que hizo el tribunal, fue muy aguda y diligente.

SE CONSIDERA

Para establecer si el Tribunal incurrió en los desatinos fácticos que le atribuye la censura, procede la Sala a examinar las pruebas que, indica, fueron equivocadamente evaluadas:

El documento del folio 2, que corresponde a la comunicación fechada en Medellín el 28 de junio de 1994, suscrita por María Consuelo Gaitán y dirigida al actor, demuestra que la empresa estaba pendiente de la "propuesta" que hiciera el trabajador, a fin de establecer una bonificación por metas logradas. Por consiguiente, si el Tribunal así lo percibió, para también afirmar que “no se acreditó, que entre las partes en litigio se acordara que el demandante recibiría además de su salario integral y de la bonificación por metas...,el 30% de las utilidades totales netas de la empresa, a nivel nacional..”, no podría afirmarse que dicha probanza fue mal valorada.

La comunicación de 18 de diciembre de 1996 (fl.3), dirigida al actor, evidencia que la Gerente de la empresa, le precisó que le remitía fotocopia del PRE-PLAN, para que hiciera “...una comparación..." con lo logrado y de esa forma “determinar" la retribución, ya que no veía la forma de establecerla sobre la información dada por “Joaquín", con base en un “P y G”, y que por lo tanto esperaba la “evaluación" sobre el Pre-plan. De modo que la deducción del sentenciador de alzada respecto de este documento, relativa a que “... conforme su sentido gramatical claro, la demandada demostró que no existió acuerdo sobre participación de utilidades, que tan solo estaban estudiando las partes posibilidades, pero no existía consenso definitivo que obligara a la sociedad, más aún que del documento anexo al mismo (fl.4 y 5) y que la demandada reconoce a folio 3 que fue elaborado por el actor, el mismo demandante conforme a su planteamiento reconoce que solo era una propuesta...", no surge desacertada, pues ello es lo que podría inferirse de tal probanza.

Así mismo, lo que registra el documento de folios 4 y 5, es un “PRE-PLAN DE DESARROLLO DE MERCADO", y que conforme al documento de folio 3, fue elaborado por el demandante, del cual concluyó el ad quem, “...Y es que el término pendiente, utilizado a fl. 2 por la sociedad el 28 de junio de 1994, está íntimamente ligado al de propuesta allí también indicado, palabras que conforme al diccionario significan: "Pendiente: Que pende. Que está por resolverse. Propuesta: Proposición que se hace. Idea que se propone". De esta suerte, tampoco puede derivarse un error manifiesto de hecho por parte del ad quem, en la evaluación de este documento, pues, se reitera, es un pre-plan, es decir, aquello que todavía no es.

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIORespecto al interrogatorio de parte absuelto por el demandante (fls.97 y 98), que la censura cuestiona como equivocadamente valorado, observa la Sala que el Tribunal sostuvo que el actor había confesado que el valor del salario integral era de $4.599.739 y aunque además adujo que éste había aceptado “la modalidad de salario integral mensual” no podría atribuírsele un desatino no fáctico con el carácter de protuberante, porque finalmente su consideración se edificó del análisis también del contrato de trabajo y de la liquidación de prestaciones: además que, se señaló, que la parte actora no demostró “que además del salario integral pactado, con posterioridad a su vinculación.... acordaba con la sociedad que recibiría participación de utilidades en la forma que arriba expresó”. Así las cosas, lo que correspondía era destruir esta inferencia final del juzgador, para poder salir avante su acusación.

No habiéndose demostrado yerro fáctico, en cuanto a las pruebas calificadas en el recurso extraordinario, no procede el estudio de la testimonial, dada la restricción consagrada en el artículo 7° de la Ley 16 de 1969.

En ese orden, no puede pregonarse que el sentenciador de segundo grado se equivocó, en la evaluación de los medios probatorios que relaciona el impugnante, que eventualmente configuraran algún yerro fáctico, con la característica de manifiesto o trascendente, suficiente para desquiciar la sentencia cuestionada.

SEGUNDO CARGO

Sostiene que la sentencia incurrió en violación: “...directa de la ley sustancial, por aplicación indebida de los artículos 21, 187 y 451 del Código de Comercio, que la condujo a la infracción directa de los artículos 1, 3, 19, 27, 28, 32 (subrogado por el artículo 1 del decreto 2351 de 1965), 64 (modificado por el artículo 6 de la ley 50 de 1990), 65 y 127 (modificado por el artículo 14 de la ley 50 de 1990) del Código Sustantivo del Trabajo".

Al desarrollar el cargo, el censor afirma que se equivocó el fallador de alzada, al aplicar a los vínculos jurídicos que se desprendieron de la relación contractual entre las partes, las disposiciones típicas que regulan las relaciones entre comerciantes, error que, dice, se evidencia al observar el ámbito de aplicación de las respectivas codificaciones, conforme a lo previsto por el artículo 3° del C. S. del T, pues no debe olvidarse la vasta carga histórica que conllevó a la independencia del Derecho del Trabajo, y por ello sólo es posible acudir a otras codificaciones, en el evento de no hallarse disposición aplicable al caso, conforme al artículo 19 ibídem.

Sostiene que el artículo 21 del C. de Co. prevé que se entienden como mercantiles los actos de los comerciantes, relacionados como actos de comercio, y los ejecutados por cualquier persona, para asegurar el cumplimiento de obligaciones comerciales; que el 187 del mismo estatuto, establece las funciones de la Asamblea o de la Junta de Socios y

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOAdministradores, al igual que el 451, que regula el reparto de utilidades entre accionistas, no son aplicables al caso, dado que el contrato de trabajo no es, ni puede considerarse un acto mercantil, como tampoco discutir las funciones de Juntas o Asambleas, y el demandante no es accionista de la empresa.                                                                                                                                                                  (i)     LA OPOSICIÓN

Aduce que la selección de la vía directa, supone una irrevocable aceptación del análisis probatorio realizado por el sentenciador de segundo grado; que de la simple lectura de la sentencia recurrida, “brota incontenible" la evidencia de que el ad quem, tras un correcto y exhaustivo análisis de las pruebas, y sin el menor asomo de duda, concluyó que Ruiz Arbeláez nunca demostró la existencia de un acuerdo sobre remuneración adicional al salario integral. Agrega que los jueces, en sus fallos, deben supeditarse al imperio de la ley, y por ende, están compelidos a tener en cuenta todos los principios normativos relacionados con el asunto que le sean aplicables, sin que se pueda usar el derecho laboral como excusa, para vulnerar frontalmente otras disposiciones legales, pues una cosa es que el empleado pueda beneficiarse con un porcentaje de las ganancias de la sociedad, y otra bien distinta, que el reparto deba efectuarse en forma legal.

TERCER CARGO

Aduce que la sentencia incurrió en: “...violación directa de la ley sustancial, por la violación medio del artículo 61 del C. P. T. y SS, que lo condujo a la aplicación indebida de los artículos 21, 187 y 451 del C. Cio. y en consecuencia a la infracción directa de los artículos 1, 3, 19, 27, 28, 32 (subrogado por el artículo 1 del decreto 2351 de 1965), 64 (modificado por el artículo 6 de la ley 50 de 1990), 65, 127 (modificado por el artículo 14 de la ley 50 de 1990), 249 y 306 del código sustantivo del trabajo".

Sostiene que el Tribunal estimó que de acuerdo con el artículo 61 del C. P. L., la prueba del pacto de participación de utilidades es solemne, pero que ninguna de las normas aplicables al presente caso, ni de las aplicadas por aquel, consagra una "prueba solemne", y, que tal exigencia no puede ser inferida por el juez. Copió apartes del pronunciamiento de esta Sala de la Corte, del 8 de octubre de 1999, radicación 11731.

LA RÉPLICA

Afirma que el juzgador de segunda instancia nunca estimó que, conforme al artículo 61 del C. P. L., la prueba del pacto de participación de utilidades es solemne; que, consideró de tal naturaleza, la decisión de la asamblea de accionistas, autorizando ceder un porcentaje de los excedentes sociales a Ruiz Arbeláez, y, que, conforme a los artículos 187, 189 y 451 del C. de Co, es incontrovertible su exigencia.

SE CONSIDERA

Se deciden conjuntamente los cargos segundo y tercero, toda vez que están formulados por la misma vía, indican como violadas idénticas disposiciones, el planteamiento es similar, y el objetivo es igual.

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIO

Así las cosas, precisa decirse que para el Tribunal, el argumento básico para negar las pretensiones del actor, luego de analizar el interrogatorio de parte del representante legal de la empresa y la prueba documental, que corroboró posteriormente con la testimonial recaudada, fue el de que no se demostró que hubo acuerdo verbal o escrito entre las partes para que la participación de utilidades tuviera carácter salarial.

De este modo, fue adicional la consideración de que “aún en el evento no probado que se hubiera demostrado pacto de participación de utilidades en la forma como se pretendió realizar por testimonios y prueba documental libre..., se requería para su aprobación y eficacia jurídica de dicho acuerdo, no el hecho que la Gerente de la empresa demandada aprobara lo pretendido por el actor, sino que se requería que fuera aprobado por la Asamblea de Socios, y obrara en acta respectiva, registrada en la Cámara de Comercio (art. 21, Co. Co.), conforme a las funciones asignadas por el legislador a dicho órgano de administración...”.

En el anterior orden de ideas, aún en el evento de que, de acuerdo con la reflexión transcrita, se demostrara un desacierto jurídico del ad quem, lo cierto es que la decisión del Tribunal quedaría soportada en el razonamiento arriba descrito.

De todos modos, frente al raciocinio adicional del ad quem, es pertinente aseverar por la Sala que las normas del Código de Comercio, en cuanto tienen que ver con la participación de utilidades, tienen como destinatarios a los comerciantes, por lo que en tratándose de delimitar su naturaleza salarial, su regulación en materia probatoria es la prevista en las disposiciones laborales de orden procesal, más concretamente el artículo 51 del C.P.T.S.S., que admite todos los medios de prueba establecidos en la ley, sin limitación alguna.

Para mayor claridad resulta oportuno copiar apartes de jurisprudencia con relación al tema, producida en la sentencia del 14 de julio de 2004, radicación 22125:“Pues bien, el artículo 51 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social dispone que son admisibles todos los medios de prueba establecidos en la Ley, valga decir, todos aquellos que sean útiles para la formación del convencimiento del juzgador, entre los cuales no están excluidos los documentos relativos a la contabilidad, libros, registros contables, inventarios, estados financieros y cualquier otro soporte contable, siendo por tanto viable estimarlos dentro de un litigio del orden laboral.

“Lo que sucede es que a esta clase de documentos la ley comercial, como la procesal, les otorga un tratamiento probatorio especial y dada la confianza que en condiciones normales debe infundir la información contable, se consagran adicionalmente normas dentro del respectivo ordenamiento jurídico para aplicarlas en los eventos en que no se lleve o registre fielmente y de manera adecuada.

“En efecto, el artículo 271 del Código de Procedimiento Civil señala que ‘..Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 59 del Código de Comercio, los libros de comercio hacen fe en los procesos entre comerciantes, siempre que estén llevados en legal forma. En los demás casos, solamente harán fe contra el comerciante que los lleva.’. A su vez el

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOartículo 59 del C. Co. reza ‘...Entre los asientos de los libros y los comprobantes de las cuentas, existirá la debida correspondencia, so pena de que carezcan de eficacia probatoria en favor del comerciante obligado a llevarlos.’ y el 68 ibidem dice ‘...Los libros y papeles de comercio constituirán plena prueba en las cuestiones mercantiles que los comerciantes debatan entre sí, judicial o extrajudicialmente. En materia civil, aún entre comerciantes, dichos libros y papeles sólo tendrán valor contra su propietario, en lo que en ellos conste de manera clara y completa y siempre que su contraparte no los rechace en lo que le sea favorable..” (Subraya la Sala).

“En este orden de ideas, los soportes o asientos contables que refirió el juez de apelaciones considerando que reunían las condiciones exigidas para que pudieran ser valorados, independiente del reparo que hace la censura en relación con la enmendadura que presentan algunos de los comprobantes, de verdad que no tienen la virtualidad de servir como prueba en contra del demandante para acreditar una relación ajena a la del tipo laboral, ya que conforme lo previsto en la última de las normas transcritas, en materia civil sólo tienen eficacia probatoria esos documentos contra su propietario y a favor de la parte contraria, más no como equivocadamente lo entendió el Tribunal en amparo de la sociedad demandada, con lo cual desatinadamente destruyó la presunción legal del artículo 24 del C.S. del T. al inferir con ello que durante el lapso de tiempo controvertido y servido por el trabajador (Noviembre 19/90 a Enero 1/91) operó una relación exclusiva de ‘arrendamiento de vehículo’”. Por tanto, los cargos no prosperan.

CUARTO CARGO

Plantea que la sentencia violó directamente la ley sustancial: “...por interpretación errónea del artículo 15 de la ley 50 de 1990, lo que condujo a la infracción directa del artículo 14 de la ley 50 de 1990".

La censura ataca el sustento contenido en el numeral 2° del fallo, que el ad quem denominó “La participación de utilidades en el Derecho Laboral", y no discute, que la litis se contrae a establecer si las partes pactaron, además de la cláusula de salario integral, una remuneración consistente en el 30% de utilidades netas, antes de impuestos, por la labor de repintado de vehículos.

Afirma que si bien es cierto el artículo 15 de la Ley 50 de 1990, indica que la participación de utilidades no es salario, esa regla no puede interpretarse como lo hizo el Tribunal, como aplicable a todos los casos, toda vez que el si el pago remunera de manera directa el servicio contratado, tal hipótesis no está regulada por dicha normatividad, pues el artículo 14 de la mencionada ley, consagra como salariales los pagos, independientemente de la denominación que le den las partes, por retribuir directamente el servicio.

LA OPOSICIÓN

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOSostiene que el artículo 15 de la Ley 50 de 1990, establece que la participación de utilidades de la empresa, que reciba el trabajador, no constituye salario, y que la única alternativa real para derribar tal presunción, consiste en demostrar que las partes acordaron que sí lo fuera, máxime, que ni siquiera se comprobó la existencia del pacto de entregar participación de utilidades al actor.

SE CONSIDERA

De acuerdo con la definición legal, esto es, el artículo 15 de la Ley 50 de 1990, que subrogó el artículo 128 del C.S.T., no constituye salario la “participación de utilidades” y en esa medida no puede asegurarse que el Tribunal se equivocó al interpretar este precepto.

Lo anterior no significa que las partes puedan convenir que el aludido concepto –participación de utilidades- tenga naturaleza salarial. De esta forma tal característica no surgiría del contenido de la ley sino del pacto extralegal, como el convencional o laudo arbitral, o por disposición del empleador, atendiendo siempre su esencia retributiva del servicio.

De esta suerte, tampoco desacertó el ad quem si consideró que en este caso, frente a la ausencia probatoria de pacto entre las partes, la participación de utilidades no era salario.

Por lo tanto, el cargo no prospera.

Costas en el recurso extraordinario a cargo del recurrente, dado que hubo réplica.

En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN LABORAL, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia de 28 de febrero de 2005, proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, en el proceso ordinario de GUSTAVO RUIZ ARBELÁEZ contra la sociedad COLPISA MOTRIZ S.A.

Costas en casación a cargo del recurrente. CÓPIESE, NOTIFÍQUESE, PUBLÍQUESE Y DEVUÉLVASE AL TRIBUNAL DE ORIGEN.

CAMILO TARQUINO GALLEGOGUSTAVO JOSÉ GNECCO MENDOZACARLOS ISAAC NADEREDUARDO LÓPEZ VILLEGASLUIS JAVIER OSORIO LÓPEZFRANCISCO JAVIER RICAURTE GÓMEZISAURA VARGAS DÍAZMARIA ISMENIA GARCIA MENDOZASecretaria

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIO3.2. Viáticos

Los viáticos permanentes constituyen salario en aquella parte destinada a proporcionar al trabajador manutención y alojamiento; pero no en lo que sólo tenga por finalidad proporcionar los medios de transporte o los gastos de representación.

Siempre que se paguen debe especificarse el valor de cada uno de estos conceptos.

Los viáticos accidentales no constituyen salario en ningún caso. Son viáticos accidentales aquellos que sólo se dan con motivo de un requerimiento extraordinario, no habitual o poco frecuente.

CRITERIOS PARA DETERMINAR LA HABITUALIDAD U OCASIONALIDAD DE LOS VIÁTICOS Y SU INCIDENCIA SALARIAL

Por Germán Plazas M.

La Corte Suprema de Justicia mediante Sentencia 23127 del 10 de noviembre de 2004, considera que la habitualidad de los viáticos y su consecuente incidencia en el factor salarial, no está determinada por la naturaleza del trabajo que desempeñe el trabajador. En efecto, para la Corte Suprema, los viáticos podrían tener el carácter de permanentes si la suma se le reconoce al trabajador para atender necesidades relacionadas con su contrato de trabajo, aunque dichas funciones sean ajenas a su actividad habitual dentro de la empresa.

En la misma providencia, la Corte considera que el hecho de reconocer al trabajador viáticos por 36 días de viaje, en un período de 180 días, tampoco puede darle el carácter de permanente a los viáticos reconocidos al trabajador. Como consecuencia de lo anterior, el dinero reconocido al funcionario por este concepto, no debe tener incidencia salarial alguna para la liquidación de sus prestaciones sociales y aportes a la seguridad social.

Sobre los aspectos anotados, la Corte Consideró:

“…Lo que importa para otorgar el carácter de permanencia a los viáticos, es la relación de los viajes con el contrato de trabajo en sí mismo, ya que el trabajador no deja de serlo cuando asiste, por orden del empleador y para representarlo, a una comisión como la que ocupa la atención de este caso; tan siguió siendo su trabajador, que fue bajo tal condición que atendió la representación de Ecopetrol en el órgano de reclamos situado en distinto lugar, por lo que siendo ello así, no puede desconocerse que la finalidad de los desplazamientos interesaba directamente a la empresa, dado que era la beneficiaria de los servicios del accionante…”

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIO“…luego, el análisis del criterio funcional al que se refirió el fallo acusado, respecto a que se tiene en cuenta “el cargo desempeñado” es desacertado porque, se repite, que no puede exigirse, para establecer la permanencia de los viáticos, que el trabajador desempeñe el mismo empleo e idénticas funciones cuando se desplace de su sede habitual, porque lo determinante es la naturaleza de la labor o actividad desempeñada con repercusiones para el contrato de trabajo. Lo contrario equivaldría a concluir que la orden de viaje, para atender labores diferentes a las que normalmente ejecuta a un trabajador, nunca pudieran generar el pago de viáticos con incidencia salarial…”

“…no obstante, en cuanto al factor de la periodicidad o frecuencia de los desplazamientos del trabajador a una sede de trabajo distinta, la sala observa que tiene razón el ad quem, en tanto no encontró demostrada esa circunstancia, puesto que, si tiene en cuenta, como se afirma en la propia demanda inicial, que “del 1° de junio al 30 de noviembre de 1999 el actor realizó 15 viajes a la dorada para atender el comité de reclamos de puerto salgar” y que “el total de días en los cuales viajó el actor del 1° de junio al 30 de noviembre de 1999 fue de 36” (ver hechos 18 y 19, folio 4 c. P.), es claro que esa cifra no podría indefectiblemente estar ligada al concepto de permanencia de los viáticos, exigido por el artículo 130 del c. S. Del t…”

“…en verdad que en el lapso de 180 días, contabilizados entre las fechas arriba indicadas, el total de 15 viajes, por 36 días para asistir al referido comité, no representa una rutina de viáticos necesaria para calificarlos como permanentes y de ahí que, frente al factor cuantitativo, se considere que en este caso el carácter excepcional de ellos, descarta dicha permanencia, según el mismo artículo 130 del c. S. Del t., conforme al cual no constituyen salario los viáticos que "sólo se dan con motivo de un requerimiento extraordinario, no habitual o poco frecuente"…“

3.3.Prestación Social: Al igual que el salario se origina también en los servicios subordinados que se proporcionan al empleador, pero a diferencia de aquel no retribuye propiamente la actividad desplegada por el trabajador, sino que más bien cubre riesgos e infortunios inherentes al trabajo a que se puede ver enfrentado: el desempleo, la disminución o perdida de la capacidad laboral por enfermedad, accidente, vejez, etc.

3.4.Descansos obligatorios: Comprenden el descanso dominical remunerado, el descanso remunerado en otros días festivos y las vacaciones anuales remuneradas. Los pagos por este concepto no se consideran salario porque no retribuyen servicios ni tampoco prestación social porque no cubren un riesgo inherente a la actividad laboral.

3.5. Indemnizaciones: Son pagos que tienen por objeto resarcir los perjuicios que se causen al trabajador por el incumplimiento de las obligaciones legales o convencionales del empleador. Es el caso de la indemnización moratoria, la

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOindemnización por despido y y la indemnización plena de perjuicios por accidentes de trabajo prevista por el artículo 216 del C.ST.

3.6.Pagos que no constituyen salario:

Las sumas que ocasionalmente y por mera liberalidad recibe el trabajador del empleador, como primas, bonificaciones o gratificaciones ocasionales.

Lo que recibe en dinero o en especie no para su beneficio, ni para enriquecer su patrimonio, sino para desempeñar a cabalidad sus funciones, como gastos de representación, medios de transporte, elementos de trabajo y otros semejantes.

Las prestaciones sociales de que tratan los títulos VIII y IX del Código Sustantivo del Trabajo, tales como cesantía, prima de servicios e intereses de cesantía.

Los pagos o suministros en especie (alimentación, alojamiento, vestuario), siempre que las partes acuerden expresamente que no constituyen salario, sin perjuicio de lo previsto para el salario mínimo legal.

Los beneficios o auxilios habituales u ocasionales acordados convencional o contractualmente u otorgados en forma extralegal por el empleador, cuando las partes hayan dispuesto expresamente que no constituyen salario, tales como las primas extralegales, de vacaciones, de servicios o de navidad.

Los pagos laborales que por disposición legal expresa no tienen carácter salarial, por ejemplo el subsidio familiar, la participación de utilidades, las vacaciones y su compensación en dinero, los viáticos accidentales y los viáticos permanentes en la parte destinada a transporte y gastos de representación. Tampoco son salario los elementos de trabajo, las propinas, ni la indemnización por terminación del contrato.

Restricciones en las sumas no constitutivas de salario:

De conformidad con el artículo 30 de la Ley 1393 de 2010 dispuso: “ARTÍCULO 30. Sin perjuicio de lo previsto para otros fines, para los efectos relacionados con los artículos 18 y 204 de la Ley 100 de 1993, los pagos laborales no constitutivos de salario de las trabajadores particulares no podrán ser superiores al 40% del total de la remuneración.

LÍMITES A EMPLEADORES Y TRABAJADORES PARA DETERMINAR SUMAS NO CONSTITUTIVAS DE FACTOR SALARIAL

Por Germán Plazas Muñoz.

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VIII SALARIOPor medio de la sentencia número 22069 del veintisiete de Septiembre de 2004, la Corte suprema de Justicia precisa aquellos factores que empleador y trabajador, pueden excluir de la base salarial para liquidar ciertos beneficios laborales, como prestaciones sociales, aportes a la seguridad social y a la parafiscalidad.

Como aspectos relevantes de la Providencia, pueden resaltarse los siguientes:

1. La Corte Suprema de Justicia, no impide a empleadores y trabajadores, pactar que determinados componentes de su remuneración, se excluyan de la base para liquidar otros beneficios laborales, tales como prestaciones sociales, indemnizaciones, aportes parafiscales y a la seguridad social. Esta facultad continua vigente, en virtud de lo establecido por los artículos 127 y 128 del Código Sustantivo del Trabajo.

2. Lo que busca la Sentencia es prohibir los abusos que se han generado al aplicar las normas citadas, en cuanto que se están excluyendo de la base salarial, sumas que retribuyen en forma directa el servicio que presta el trabajador.

3. Como consecuencia de lo anterior, la Corte sanciona a los empleadores que excluyan de la base salarial, sumas que están ligadas en forma directa y proporcional al trabajo que mensualmente despliegue el trabajador, en la medida que por el hecho de cumplir con presupuestos o alcanzar metas, se le pague una asignación determinada.

4. En virtud de lo expuesto en el numeral anterior, en mi opinión, no podrían excluirse de la base para liquidar prestaciones, indemnizaciones y aportes a la seguridad y parafiscales, el dinero que reciba el trabajador como contraprestación directa de un trabajo específico, como una venta, una meta cumplida e,t,c. Lo que sanciona la Corte es excluir este tipo de remuneración ligada a una gestión o resultado específico, de la base para liquidar beneficios laborales, sin importar el nombre que las partes le asignen a dichos beneficios.

5. En esta providencia, la Corte señala que si el pago realizado al empleado tiene todas las características del salario y corresponde realmente al concepto de comisiones, independientemente de la denominación que se le diera, no puede excluirse como parte del salario retributivo del servicio, porque, esa naturaleza salarial proviene del artículo 127 del Código Sustantivo del Trabajo.

6. Así mismo, establece que no se puede desconocer por lo dispuesto en el Artículo 128 del Código Sustantivo del Trabajo, puesto que él no permite restar el carácter salarial de cualquier pago al que se refieran los acuerdos celebrados por los contratantes, sino que procede sólo frente a algunos auxilios o beneficios.

7. En criterio del Alto Tribunal, no puede aceptarse que esa última normatividad incluya todos los conceptos o rubros, como las comisiones, que por su origen, quedan por fuera de la posibilidad que ofrece el mencionado artículo 128, de negar la incidencia salarial de determinados pagos en la liquidación de prestaciones sociales o de otras acreencias laborales.

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIO8. Según lo sostiene la Corporación, no se puede, sin trasgredirse la ley, darle validez al

pacto o escrito por medio del cual se desfiguraba la naturaleza salarial de las comisiones, porque el artículo 43 del C. S. del T. prevé la ineficacia de las estipulaciones o condiciones que sean contrarias a la ley.

Con el fin de tener mayor claridad sobre las disposiciones contenidas en la Sentencia 22069 de 2004, a continuación se publica el texto completo de la Providencia.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIASALA DE CASACIÓN LABORAL

Radicación No.22069Acta No.73Magistrada Ponente: ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓNBogotá, D.C., veintisiete (27) de septiembre de dos mil cuatro (2004).

Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por JUAN EDINSON LENIS GIRÓN contra la sentencia proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, el 22 de mayo de 2003, en el juicio que le sigue a la sociedad LABORATORIOS BIOGEN DE COLOMBIA S.A.

ANTECEDENTES

JUÁN EDINSON LENIS GIRÓN demandó a la sociedad LABORATORIOS BIOGEN DE COLOMBIA S.A., con la finalidad de obtener declaración de que su relación laboral con la demandada fue mediante contrato de trabajo a término indefinido, que duró entre el 8 de marzo de 1993 y el 28 de mayo de 2000; solicitó el pago del reajuste de cesantía y sus intereses, prima de servicio, vacaciones, viáticos y comisiones por ventas; la indemnización moratoria establecida en el artículo 99, numeral 3º, de la Ley 50 de 1990, la del artículo 65 del C.S.T. y la sanción por no pago oportuno de los intereses a la cesantía establecida en la Ley 52 de 1975; también las costas del proceso.

Afirmó que fue contratado a término indefinido por la sociedad MEDICALEX S.A., para desempeñar el cargo de Representante de Ventas en la ciudad de Cali, con una remuneración fija de $200.000.oo mensuales, más una suma variable correspondiente al Plan General de Comisiones, que se liquidaba también mensualmente; el 21 de agosto de 1996, por sustitución patronal, asumió la sociedad Laboratorios Biogen de Colombia S.A. todos los derechos y obligaciones de carácter laboral; continuó su contrato de trabajo sin alteración alguna; posteriormente se le notificó que a partir del 1º de enero de 1995, la empresa y los trabajadores, acordaron que la remuneración mensual sería únicamente el rubro fijo de $300.000,oo y que los pagos hechos con carácter de ‘premio’ (denominación con la cual seguirían sufragando las comisiones por ventas y cobros) quedaban por fuera de la base para liquidar las prestaciones sociales; que con ello el empleador violó las normas laborales sobre liquidación de prestaciones sociales; que recibía por el concepto de mantenimiento de vehículo la suma de $440.000.oo y la de $107.892.oo por concepto de viáticos, en forma permanente y mensual; presentó renuncia en mayo 19 del 2000 a

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOpartir del 28 de los mismos; su liquidación definitiva fue deficitaria, ya que solamente se tuvo en cuenta la remuneración fija; y que su salario promedio era de $2.500.000.oo mensuales.

La demandada, en la respuesta a la demanda (fls. 124 a 128, C.Ppal.), aceptó que se declarara la existencia del contrato de trabajo y su duración; se opuso a las demás declaraciones; sobre los hechos, aceptó los extremos de la relación laboral, la forma de remuneración y la sustitución patronal; señaló que se debe probar la última remuneración recibida; los demás hechos no son ciertos. En su defensa propuso la excepción de falta de derecho para reclamar.El Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Cali, mediante sentencia del 13 de febrero de 2003 (fls. 785 a 798, C. Ppal.), absolvió a la demandada de todas las pretensiones del actor e impuso costas a la parte demandante.

LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL

Apeló la parte actora, y el Tribunal Superior de Cali, por fallo del 22 de mayo de 2003 (fls. 10 a 16, C. Tribunal), confirmó el de primera instancia, con costas al demandante.

En lo que interesa al recurso extraordinario, el ad quem consideró: “Es notorio que entre el mes de marzo de 1993 y diciembre de 1995 recibió el actor a más de una suma fija una variable a título de comisiones. A partir de enero de 1996 el pago de las comisiones desapareció pero en cambio el trabajador continuó percibiendo en la casi totalidad de los meses una suma variable muy significativa a título de ‘Premio’. Tienen estos pagos la característica de ser periódicos ya que se cancelaron todos los meses en el último año de trabajo excepción hecha de junio de 1999. Dichos ‘Premios’, de otra parte, no tenían la connotación de una dádiva del empleador. En otros términos su pago y reconocimiento no eran gratuitos ya que estaba afecto en forma directa y proporcional al trabajo que mensualmente desplegara su subordinado laboral y en tal sentido por el hecho de ‘alcanzar el monto de la cuota del presupuesto asignado, por cada mes por ventas y cobros,…’ se le remuneraba con una asignación determinada como igualmente ocurría por la circunstancia de alcanzar en el mes ‘el ciento por ciento de las cuotas propuestas tanto en ventas como en cobros,…’. Si el trabajo desplegado por el demandante no alcanzaba los parámetros indicados no alcanzaba la remuneración denominada ‘Premio’. Nótese aquí, sin lugar a dudas, que la causa de los referidos premios no era otra que el trabajo del demandante. Aquellos se pagaban en proporción y con causa en él, nunca con carácter altruista de la empleadora. Desde luego que dichas sumas –Premios- constituyeron un aumento patrimonial para el trabajador tanto que el valor de éstos eran significativamente mayor –hasta cinco veces- de lo que recibía a título de salario básico. Corolario de lo expuesto es que los tres elementos de la doctrina y la jurisprudencia del País han determinado como características del salario están dados en los pagos que recibió el demandante bajo la denominación de premios, a saber: el carácter retributivo del pago, su no liberalidad o gratuidad, y su naturaleza de ingreso personal para el trabajador.

“No obstante lo anterior, esto es el carácter salarial de los beneficios habituales recibidos por el trabajador como premios, sus reclamos no tienen vocación de prosperidad toda vez

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOque el artículo 128 subrogado por el 15 de la ley 50/90 facultó a las partes para que previo convenio –y en este caso lo hubo- se eliminará –sic- de la base de cómputo para liquidar diversos beneficios salariales tales como las prestaciones sociales, indemnizaciones, etc., determinados pagos que son salario.

“Y esto fue precisamente lo que hicieron las partes al modificar el contrato de trabajo –folios 9 a 15- mediante el documento que aparece debidamente aceptado y suscrito por el demandante a folios 133 a 135. Si tal proceder está permitido por el legislador mal puede calificarse de ilegal y menos pretenderse con fundamento en dicho calificativo el reajuste de las prestaciones que conforme al pacto referido fueron reconocidos y pagados al demandante conforme se deduce del contenido del documento de folio 34.” (fls. 14 y 15, C. Tribunal). EL RECURSO EXTRAORDINARIO

Fue interpuesto por la parte demandante y concedido por el Tribunal. Admitido por la Corte se procede a resolver.

Para el primer cargo formulado solicita que la Corte “CASE TOTALMENTE la sentencia indicada, luego de lo cual en sede de instancia REVOCARÁ TOTALMENTE la sentencia de primera instancia y en su lugar condenará a la demandada a reajustarle al demandante sus prestaciones sociales tales como cesantías, intereses de cesantías, primas de servicios y vacaciones por los años 1996, 1997, 1998, 1999 y la fracción laborada del año 2000, más la moratoria prevista en el artículo 99 de la Ley 50 de 1990 por la no consignación completa de las cesantías correspondientes a los años 1996, 1997, 1998 y 1999, moratoria causada hasta la fecha de terminación del contrato, 28 de mayo del 2000 y de allí en adelante la moratoria prevista en el artículo 65 del CST por el no pago oportuno de los reajustes prestacionales indicados hasta cuando se produzca el pago correspondiente. Proveyendo en costas de ambas instancias lo pertinente.”

De los tres cargos formulados se estudia el primero.

CARGO PRIMERO

“Acuso la sentencia impugnada por la causal primera de casación contemplada en el artículo 87 del Código Sustantivo del Trabajo, modificado por el artículo 60 del Decreto 528 de 1964 y el artículo 7 de la Ley 16 de 1969, esto es, por ser violatoria de la ley sustancial por INTERPRETACIÓN ERRÓNEA de los artículos 127 y 128 del CST en relación directa con los artículos 14 y 15 del CST e inmediata con los artículos 65, 186, 249 y 306 de la misma codificación, Ley 52 de 1975, Decreto Reglamentario 116 de 1976, artículo 99 de la ley 50 de 1990 y artículos 1, 5, 9,10,16,18,21. 27 y 43 del CST.

“Este ataque se formula por vía directa por cuanto en esencia el Ad-quem produjo la sentencia indicada prevalido de una interpretación errónea de las normas señaladas en la proposición jurídica y su concepción sobre el alcance de las mismas. Se trató en última instancia de una mala inteligencia y aprehensión de dichas normas.

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIO

“DEMOSTRACIÓN DEL CARGO

“El Ad-quem no obstante que dedujo correctamente que los llamados "premios" eran efectivamente salario, consideró que se podían volver no salario por pacto entre las partes, con lo cual cayó en interpretación errónea de los artículos 127 y 128 del CST y en relación directa con los Arts. 14 y 15 de la misma codificación, lo que lo llevó a negar los derechos pretendidos por el demandante.

“En efecto:

“El artículo 127 del CST establece que es salario todo lo que recibe el trabajador como contraprestación directa del servicio sea cualquiera la forma o denominación que se adopte señalando, entre otros, los porcentajes sobre ventas y las comisiones. Por lo tanto si con base en esta norma se concluye, como lo concluyó el Ad-quem, que un ingreso recibido por el trabajador constituye salario, no se puede al mismo tiempo despojarlo de su naturaleza para convertirlo en no salario, porque se estaría modificando por vía de interpretación esta norma.

“Por su parte el artículo 128 del CST no faculta ni permite volver no salario lo que es salario. Lo que permite es que beneficios o auxilios habituales u ocasionales otorgados en forma extralegal por el empleador tales como alimentación, habitación, vestuario, primas extralegales de vacaciones, de servicios o de navidad, sean no salario cuando así lo dispongan expresamente las partes. Pero esta norma no dice que un ingreso que sea salario pueda volverse no salario. Tampoco dice que la porción fundamental del ingreso del trabajador que retribuye su servicio y que es salario, pueda pactarse que deje de ser salario para efectos prestacionales. En el caso concreto el ingreso del demandante conformado por los llamados "premios" no se trataba de un beneficio o un auxilio habitual u ocasional otorgado en forma extralegal por la empresa, sino que constituían la parte fundamental del verdadero salario devengado por el trabajador.

“En tales condiciones y teniendo en cuenta que el artículo 14 del CST establece categóricamente que las disposiciones legales que regulan el trabajo humano son de orden público y que por consiguiente los derechos y prerrogativas que ellas conceden son irrenunciables y que el artículo 15 de la misma codificación prohíbe –sic- la transacción en los asuntos del trabajo de los derechos ciertos e indiscutibles, es indudable que la consideración contenida en la sentencia del Ad-quem de que el ingreso que devengaba el demandante a través de los llamados "premios" y que constituían la parte fundamental de su salario, podían volverse no salario, constituye una interpretación errónea de los artículos 127 y 128 del CST y una violación al mismo tiempo de los artículos 14 y 15 del CST, al darle a aquellas normas un alcance que no tienen e incurriendo en esencia en una modificación por vía interpretativa de las mismas, permitiendo al mismo tiempo por lo menos, con esta interpretación, la utilización abusivo del derecho de variación contenido en el Art. 128 referido.

“Si el Ad-quem hubiera hecho una interpretación correcta de las normas referidas habría sin hesitación concluido que los "premios", al ser salario, eran factor básico y esencial

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOpara liquidar las prestaciones del demandante, por lo que sin duda alguna habría ordenado el reajuste prestacional solicitado incluyendo la sanción moratoria prevista en el Art. 99 de la ley 50 de 1990 y la indemnización moratoria del Art. 65 del CST porque evidentemente no le era dable a la empresa hacer esta conversión por lo que al hacerlo se desmejoraban ostensiblemente las condiciones de trabajo del demandante, por lo que no se podría pregonar que la empresa actuó de buena fe y sin que el hecho de que el demandante hubiera suscrito el pacto que trasformaba el salario en no salario fuera factor exonerativo de la mala fe, ya que la renuncia de los derechos ciertos e indiscutibles no es válida porque no es renunciable.“Demostrado como queda el cargo este debe prosperar por lo que la Honorable Sala de Casación Laboral de la Corte debe casar la sentencia y proceder en sede de instancia en la forma solicitada en el capítulo sobre ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN.” (fls. 17 a 19, C. Corte).

LA RÉPLICA

El opositor presenta argumentaciones conjuntas contra los tres cargos formulados por el recurrente.

Dice que la acusación de la sentencia por tres causales diferentes, indica la falta de contundencia de los cargos. Que de acuerdo con la posición de esta Corporación al respecto “…, puede el empleador de común acuerdo con el trabajador aún excluir pagos que sean salario de la base de cómputo para la liquidación de las prestaciones sociales, máxime cuando los conceptos que no constituyen salario no forman parte de la base para liquidar las prestaciones sociales y por ello carece de sentido excluir lo que no está incluido.” (fl. 32, C. Corte).

Agrega que desde el año de 1995 el régimen salarial en la demandada ha sido el mismo, y que el acta de aclaración suscrita en el año de 1999 “…, no hizo nada distinto de confirmar el acuerdo que existía entre la empresa y todos sus trabajadores sobre la exclusión de LOS PREMIOS de la base para liquidar las prestaciones sociales, por no tener éstos la categoría de salario, de manera que la ratificación de los acuerdos de voluntad entre las partes resultan absolutamente lícitos y vinculantes entre ellas, como acertadamente lo reconocieron tanto el fallador de la primera instancia como el Honorable Tribunal Superior.” (fl. 33, C. Corte).

SE CONSIDERA

Para examinar este cargo se destacan las conclusiones del Tribunal, no censuradas en casación, atinentes a que el demandante percibió en los primeros años de su vinculación laboral unos pagos denominados “comisiones”, y que luego los recibió bajo el concepto de “premios”.

Dijo textualmente el sentenciador que el trabajador devengaba, además de la cifra fija que pasó de $200.000 mensuales a $300.000, “..una suma variable resultante de las comisiones que mensualmente devengaba el trabajador. A partir de 1995 - sic - las comisiones pasaron a llamarse ‘premios’..” y al respecto, en otro aparte de la sentencia,

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOseñaló que “..entre el mes de marzo de 1993 y diciembre de 1995 recibió el actor a más de una suma fija una variable a título de comisiones. A partir de enero de 1996 el pago de las comisiones desapareció pero en cambio el trabajador continuó percibiendo en la casi totalidad de los meses una suma variable muy significativa a título de ‘Premio’..” (ver folios 13 y 14 C. Tribunal).

Bajo estos supuestos es claro que se equivocó el ad quem al establecer que unos pagos que finalmente correspondían a comisiones, aún cuando se les cambiara de denominación por la de “premios”, se podían excluir, por estipulación de los contratantes, de la base salarial.

Adviértase que el mismo Tribunal precisa que tales premios se ligaban “..en forma directa y proporcional al trabajo que mensualmente desplegara su subordinado laboral y en tal sentido por el hecho de ‘alcanzar el monto de la cuota del presupuesto asignado, por cada mes por ventas y cobros,…’ se le remuneraba con una asignación determinada como igualmente ocurría por la circunstancia de alcanzar en el mes ‘el ciento por ciento de las cuotas propuestas tanto en ventas como en cobros,…’. Si el trabajo desplegado por el demandante no alcanzaba los parámetros indicados no alcanzaba la remuneración denominada ‘Premio’. Nótese aquí, sin lugar a dudas, que la causa de los referidos premios no era otra que el trabajo del demandante. Aquellos se pagaban en proporción y con causa en él..”.

Luego, si como lo halló demostrado el propio juzgador, el pago realizado al accionante tenía todas las características del salario y correspondía realmente al concepto de comisiones, independientemente de la denominación que se le diera, no podía excluirse como parte del salario retributivo del servicio, porque, tal cual lo señala el recurrente, esa naturaleza salarial proviene del artículo 127 del Código Sustantivo del Trabajo, y no se le puede desconocer por lo dispuesto en el 128, puesto que él no permite restar el carácter salarial de cualquier pago al que se refieran los acuerdos celebrados por los contratantes, sino que procede sólo frente a algunos auxilios o beneficios. Pero en modo alguno puede aceptarse que esa última normatividad incluya todos los conceptos o rubros, como las comisiones, que por su origen, quedan por fuera de la posibilidad que ofrece el mencionado artículo 128, de negar la incidencia salarial de determinados pagos en la liquidación de prestaciones sociales o de otras acreencias laborales.

De allí que no podía, sin trasgredirse la ley, darle validez al pacto o escrito por medio del cual se desfiguraba la naturaleza salarial de las comisiones, porque el artículo 43 del C. S. del T. prevé la ineficacia de las estipulaciones o condiciones que sean contrarias a la ley.

Sobre el particular, es pertinente mencionar la sentencia proferida por esta Sala de la Corte, del 26 de abril de 2004, expediente número 21941, en la cual se reiteraron las de radicados 8426, 10951, 11310, 19475, 21129 y 20914.

Queda entonces evidenciado el equivocado alcance que dio el juzgador a las referidas normas legales; de allí que el cargo resulte fundado y que deba casarse la sentencia acusada, sin que sea necesario el estudio de las otras dos acusaciones que perseguían el mismo fin.

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VIII SALARIO

DECISIÓN DE INSTANCIA

Para la definición de instancia se advierte que la empresa accionada expuso, al responder la demanda, que “..LABORATORIOS BIOGEN DE COLOMBIA S. A., desde el mes de enero de 1995 acordó con todos sus empleados de las áreas de mercadeo y ventas que las comisiones que venía pagando a cada uno de ellos se cambiarían por premios..” (folio 125). De allí que tal afirmación reitere el cambio de “comisiones” por “premios”, lo cual se traduce en una alteración del nombre, que no de las condiciones de trabajo, como lo pretende la demandada. Y aún cuando en ese mismo texto de folio 125 ella intentó diferenciar los dos conceptos, con el argumento de que su pago correspondía a “..metas cumplidas de ventas a cada grupo específico de trabajo..”, “..por responder a una gestión de grupo y no a una individual..” y que “..para evitar cualquier efecto de desmejoramiento en el ingreso real de los trabajadores elevó su cuantía frente a lo que significaban las comisiones..”, con estas afirmaciones no se desvirtúa el simple cambio de denominación del pago.

En efecto, el pago inicial de las comisiones también se ligó al trabajo de la zona respectiva y al cumplimiento de cuotas o metas, pues no de otra forma se entienden condiciones tales como las que figuran en el “PLAN GENERAL DE COMISIONES” (folios 16 a 20, allegado nuevamente a folios 495 a 499, en apoyo del dictamen rendido en el expediente), condiciones esas referentes a que “El cumplimiento de la Cuota de Ventas y de Cobros, se hará dentro de los clientes Comerciales asignados a la (s) Zona (s) a su cargo”; que “En caso de Licencias, retiros y/o incapacidades no se pagarán comisiones durante el tiempo no trabajado”; que “Al personal nuevo no se le tendrá en cuenta el Superávit o déficit que tenga acumulado la (s) Zona (s) a la fecha de ingreso”; que “En el momento del retiro definitivo de la compañía, el empleado debe haber cumplido el 100% de la cuota asignada a la (s) Zona (s) a su cargo”; que “Las Comisiones por Ventas y/o Cobros no son ‘Retroactivas’, sino representativas del cumplimiento dentro del respectivo mes”; o que las cuotas de ventas serán fijadas por la Compañía “para cada zona en cumplimiento del Presupuesto definido para 1993”; que “..Para establecer el cumplimiento de la Cuota de Ventas, se tendrá en cuenta la facturación a Clientes Comerciales que estén asignados a la Respectiva Zona y cuyas condiciones de precios y/o descuentos no difieran de los parámetros fijos establecidos por la Compañía”. Igual sucede con las pautas referentes a “COMISIONES POR COBROS COMERCIALES”, que se relacionan con unas metas o cumplimientos, medidos en porcentajes, con correspondencia a una zona.

Al respecto se anota que para el pago de “premios”, según el “ACTA DE ACLARACIÓN DE CONTRATO DE TRABAJO” (folios 133 a 135), también se consideró, como para las comisiones, el presupuesto anual, aún cuando allí se especificara la intervención de personal de ventas y mercadeo. Es decir que el parámetro era el mismo, y de esa forma, la anotación de que se trata “de trabajo en equipo de la denominada FUERZA DE VENTAS”, así como la advertencia allí contenida de que “RECONOCEN Y PREMIAN la gestión del trabajador, en cuanto contribuye a la generación de UTILIDADES para la EMPRESA, participándoles de ellas, pero sin relación de causalidad con su trabajo ni como remuneración del mismo”, no inciden en la naturaleza del pago, esto es de

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VIII SALARIOcomisiones por ventas o cobros, en conexidad con unas metas o resultados y de conformidad con unas cuotas asignadas (ver por ejemplo cuadros de folios 476, 477, 707 a 711 y 732 a 737).

Todo ello enfatiza que lo que se hizo fue asignar un nombre distinto al pago que por comisiones se efectuó desde marzo de 1993 hasta diciembre de 1995 y que por ello, en todo caso, resultaba imperativa la aplicación del principio constitucional de la primacía de la realidad, el cual imponía que sobre la forma escrita se diera prevalencia a las condiciones verdaderamente existentes.

Por lo demás, no sobra agregar que esa primacía de la realidad y la ineficacia de cláusulas ilegales, en la forma ya evidenciada, lleva a que igualmente se descarte aquella según la cual de “..pretenderse que el valor de los premios tuviere efectos laborales, por la voluntad expresa de las partes, los tendría exclusivamente en la cuantía necesaria para que el valor del salario, sumado a las prestaciones sociales, las vacaciones y los aportes alcanzaren el mismo valor total de los premios recibidos..”. Ello es así, puesto que advertido que el pago por comisiones es salarial, sin que las partes pudieran pactar lo contrario, la consecuencia necesaria es que él tenga incidencia en la liquidación de prestaciones sociales y de vacaciones, sin que puedan imputarse estos conceptos a lo ya sufragado bajo el rubro de “premios”, que resultaron ser verdaderas comisiones.

Siendo lo anterior así, procede la reliquidación de las cesantías, sus intereses, las primas de servicios y las vacaciones en la forma solicitada en la demanda inicial, y de conformidad con el alcance de la impugnación, pero con la advertencia de que, propuesta la excepción de prescripción por la demandada (folio 124) resulta viable declararla respecto a los derechos causados con antelación al 9 de agosto de 1997, puesto que el término prescriptivo sólo se interrumpió con la presentación de la demanda ocurrida en esa misma fecha, pero del año 2000.

La Sala tomará en cuenta el dictamen obrante a folios 513 a 520 y 537 a 544, así como los documentos que la empresa demandada puso a disposición del auxiliar de la justicia, los cuales le sirvieron de soporte (folios 319 al 512 y 545 a 562). Allí se evidencian las sumas sufragadas por concepto de comisiones - hasta el año 1995 - de premios, de cesantías parciales, de intereses de dicho auxilio, de primas de servicios y de vacaciones, datos todos estos sobre los cuales se establecerán los reajustes respectivos.

Para efectos de las primas de servicios se tiene en cuenta el salario de cada semestre y verificadas las operaciones del caso se obtienen los siguientes reajustes: $567.590 para la proporción de agosto 9 a diciembre de 1997; $659.584 para el primer semestre de 1998, $495.834 para el segundo; por el año de 1999; $564.630, la de junio, y $453.170 la de diciembre; mientras que la fracción correspondiente al año 2000, enero a mayo 28, resulta de $482.500 (total $3.223.308)

En cuanto a la cesantías que debieron depositarse anualmente, excepto las del año 2000, que aparecen sufragadas en la liquidación final, se toma el salario promedio del año respectivo y así se obtienen las diferencias por valores de: $1.408.083 para 1997;

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIO$1.155.417 para 1998, $1.017.800 para 1999, y $482.500, por la proporción del año 2000. (Total $4.063.800)

La reliquidación de los intereses, correspondientes a los períodos arriba anunciados, arroja los siguientes resultados, respectivamente: $168.970, $138.650, $122.136 y $24.125. (Total $453.881)

Tratándose de las vacaciones de las cuales disfrutó el señor LENIS GIRÓN se tiene en cuenta el salario promedio devengado al haberse concedido ese descanso (art. 192 C. S. del T.), mientras que para la compensación correspondiente a la finalización del contrato de trabajo - período comprendido entre marzo de 1999 y el mismo mes de 2000 - se colaciona el último salario (art. 189); de donde resultan las siguientes diferencias insolutas que deberá sufragar la demandada: por la anualidad de marzo de 1997 a marzo de 1998 $666.041,55, por la siguiente, $659.233,65 y por la compensación final, $544.941,80. (total $1.870.217)

Finalmente, respecto a la sanción moratoria reclamada, importa señalar que la demandada no demostró una conducta revestida de buena fe, puesto que por el contrario según las condiciones arriba descritas, quedó evidenciada palmariamente la naturaleza salarial del pago, y simplemente se produjo un cambio de denominación de las comisiones, con la implicación de que quedaron por fuera de la base sobre la cual se liquidarían las prestaciones al actor; tanto así que hasta se previó, según se dijo, que en caso de hallarse que los supuestos “premios” (que en realidad eran “comisiones”), tuvieran el carácter de salario, una parte de ellos se tuviera como pago anticipado de las prestaciones o acreencias del trabajador (folio 135), como si en el salario estuvieran incluidos tales rubros.

En consecuencia, al no hallarse evidenciada buena fe de la empleadora procede la indemnización por mora, así: La reclamada con fundamento en el artículo 99 de la Ley 50 de 1990 por la falta de consignación completa de la cesantía, la que se cuantifica en la suma total de $41.371.991.5 para lo cual se toma el salario promedio de cada anualidad, corrida de febrero 14, a la misma fecha del año siguiente (1998, 1999 y 2000).Además es viable, desde el 29 de mayo de 2000, la sanción moratoria con sustento en el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, en cuantía diaria de $36.670.36, y hasta cuando se cancelen en su totalidad las prestaciones sociales adeudadas, por cuyas reliquidaciones resultó condenada la empresa accionada.

En estas condiciones se revocará parcialmente la decisión absolutoria de primer grado, para en su lugar condenar a la demandada a pagar las sumas reseñadas, previa declaración de estar probada la excepción de prescripción en la forma indicada. En lo demás se confirmará la decisión del a quo.

No proceden las costas en el recurso extraordinario, por la prosperidad del mismo. Las de las instancias a cargo de la demandada.

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, CASA la

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOsentencia dictada el 22 de mayo de 2003 por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, dentro del proceso ordinario laboral que le adelanta JUAN EDINSON LENIS GIRÓN a la sociedad LABORATORIOS BIOGEN DE COLOMBIA S.A. EN SEDE DE INSTANCIA REVOCA PARCIALMENTE la decisión del a quo y en su lugar se dispone: 1) Declarar probada la excepción de prescripción de los derechos causados con antelación al 9 de agosto de 1997; 2) Condenar a la demandada a sufragar al accionante las siguientes sumas: $1.870.217 por diferencias insolutas de las vacaciones; $4.063.800 por las correspondientes a cesantías; $453.881 por reliquidación de los intereses a las cesantías; $3.223.308 por el total debido por primas de servicios; $41.371.991.5 por valor total de la moratoria prevista en el artículo 99 de la Ley 50 de 1990, y $36.670.36 diarios a título de sanción moratoria desde el 29 de mayo de 2000 hasta cuando se cancelen en su totalidad las prestaciones adeudadas. En lo demás se confirma la decisión de primer grado.

Sin costas en el recurso extraordinario. Las de las instancias se imponen a la parte demandada.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE, PUBLÍQUESE Y DEVUÉLVASE EL EXPEDIENTE AL TRIBUNAL DE ORIGEN.

ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN

GUSTAVO JOSÉ GNECCO MENDOZA CARLOS ISAAC NADER

EDUARDO LÓPEZ VILLEGAS LUIS JAVIER OSORIO LÓPEZ

CAMILO TARQUINO GALLEGO ISAURA VARGAS DÍAZ

MARÍA ISMENIA GARCÍA MENDOZASecretaria

4. SALARIO INTEGRAL

Es aquel en el cual ya se incluye el pago de la carga prestacional, recargos por trabajo nocturno, horas extras, dominicales y festivos, pagos en especie, subsidios e intereses, con excepción de las vacaciones cuyo derecho se conserva.

En ningún caso el valor del salario integral puede ser inferior a 10 salarios mínimos legales mensuales más el factor prestacional correspondiente a la empresa, el cual no podrá ser inferior al 30% de dicha cuantía (13 SMLMV).

Siempre que durante la ejecución del contrato haya incremento del salario mínimo legal, y por tal razón, el salario integral quedare por debajo de los 10 salarios mínimos legales mensuales más el factor prestacional correspondiente a la

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOempresa, el salario integral del trabajador se debe aumentar, si se desea continuar bajo esta modalidad salarial.

El trabajador que desee acogerse al salario integral deberá recibir la liquidación definitiva de su cesantía y demás prestaciones causadas a la fecha, sin que por ello se entienda terminado su contrato de trabajo.

En cuanto a los aportes parafiscales, estos deberán hacerse sobre el 70% del salario integral.

Para cotizar al sistema de seguridad integral, se toma como base el 70% del salario integral, siempre y cuando no sea superior a 25 SMLMV.

5. Salario Mínimo (art. 145 C.S.T.)

Es el que todo trabajador tiene derecho a percibir para subvenir a sus necesidades normales y a las de su familia, en el orden material, moral y cultural.

Salario Mínimo Vigente año 2013Diario: $19.650Mensual: $ 589.500Auxilio de Transporte: $ 70.500

6. Embargos de salarios

Por regla general, no es embargable el salario mínimo legal o convencional, pero el excedente del salario mínimo mensual sí es embargable en una quinta parte. Excepcionalmente todo salario puede ser embargado hasta en un cincuenta por ciento (50%) en favor de cooperativas legalmente autorizadas, o para cubrir pensiones alimenticias que se deban, de conformidad con los artículos 411 y concordantes del Código Civil.

PUEDE HACER DESCUENTOS PARA EL PAGO DE DEUDAS DEL TRABAJADOR SIN SU AUTORIZACIÓN ESCRITA

Por Germán Plazas M.

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LEGISLACION LABORAL Y SALARIOS

VIII SALARIOComo norma general, solo por medio de una autorización escrita por parte del trabajador, el empleador puede realizar descuentos de los salarios del trabajador, con el fin de obtener el pago por los créditos que le hubiere concedido.

Lo anterior es así, con el fin de salvaguardar los derechos del trabajador durante la vigencia del contrato laboral.

Sin embargo, es importante aclarar, que estas normas que protegen al trabajador, al prohibirle al empleador realizar descuentos sin previa autorización, solo rigen mientras se encuentre vigente el contrato de trabajo.

En efecto, en criterio de la Corte Suprema de Justicia, cuando el contrato de trabajo termina, el empleador pude hacer exigible el pago de las deudas que el trabajador tenga pendientes y que sean exigibles al momento de la terminación del contrato, aunque no exista autorización escrita por parte del trabajador para hacer el descuento. En casos como el anotado, no aplicaría la sanción moratoria prevista en el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, es decir, la sanción por salarios caídos.

Sobre el particular, la H. Corte Suprema de Justicia, consideró en Sentencia 32054 de 2008:

"...Las normas prohibitivas de la compensación rigen durante la vigencia del contrato laboral; concluido este, aquella queda bajo el imperio de las del C. C. Terminado el contrato desaparecen los peligros que el legislador quiso conjurar; patrono y asalariado vuelven al plano de la autonomía de la voluntad o de la libertad contractual.” (Sent. 1 de marzo 1.967)...”

“...La compensación sólo procede con obligaciones plenamente exigibles, esto es, si el trabajador debió satisfacerlas durante la vigencia del contrato, o las contrajo bajo la condición de que se hacían exigibles en el momento de la terminación del contrato de trabajo...”

La Corte Suprema de Justicia, amplia sus argumentos, considerando:

“…En el orden sistemático que adopta el Código para la protección de la integridad de pago de la remuneración laboral primero actúa la prohibición de descuentos del salario o de las prestaciones sociales sin autorización expresa, mientras el contrato está vigente; y para cuando éste termina, aquella es relevada por la garantía prevista en el artículo 65 del C. S,, T., por la cual los valores insolutos debidos a la mala fe patronal generan para el trabajador la sanción conocida como de brazos caídos. De esta manera, los descuentos que de la liquidación de créditos del trabajador hiciere el empleador por deudas inexistentes o no exigibles acarrea la sanción indicada…”

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VIII SALARIO“…Por lo tanto, se puede afirmar, que los descuentos efectuados por las deudas que tuvieron origen en suministros laborales dados al trabajador, en el sub lite,- facturas por libros y material didácticos recibidos por el demandante y no canceladas por él y recibidos para su distribución, la que era materia del objeto del contrato de trabajo, fueron correctamente realizados por el empleador…”

En conclusión, la Corte Suprema de Justicia permite que el empleador descuente de la liquidación del trabajador, el valor de las deudas que este haya adquirido durante la vigencia del contrato de trabajo y que sean exigibles al momento de terminar el contrato de trabajo.

En cualquier caso, siempre será más recomendable efectuar los descuentos, durante la vigencia del contrato y a la terminación del mismo, contando con autorización expresa por parte del trabajador.