Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

26
Dra. Marcela Armus Médica psiquiatra infanto juvenil. Psicoanalista. Miembro fundador de Sociedad Argentina de Primera Infancia (SAPI). Miembro del programa “Mirar y Prevenir “ para la detección temprana de trastornos del vínculo (CABA). Docente posgrado UBA. Colaboradora Unicef. Lic. Alejandra Giacobone Musicoterapeuta clínica especializada en infancia. Supervisora clínica en salud pública. Miembro Sociedad Argentina de Primera Infancia (SAPI). Asesoramiento y red prestacional musicoterapéutica Argentina. Desarrollo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje Capítulo 2

Transcript of Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Page 1: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Dra. Marcela ArmusMédica psiquiatra infanto juvenil. Psicoanalista.

Miembro fundador de Sociedad Argentina de Primera Infancia (SAPI).

Miembro del programa “Mirar y Prevenir “ para la

detección temprana de trastornos del vínculo (CABA).

Docente posgrado UBA.

Colaboradora Unicef.

Lic. Alejandra GiacoboneMusicoterapeuta clínica especializada en infancia.

Supervisora clínica en salud pública.

Miembro Sociedad Argentina de Primera Infancia (SAPI).

Asesoramiento y red prestacional musicoterapéutica Argentina.

Desarrollo emocional, vínculo temprano,

comunicación y lenguaje

Capítulo2

Page 2: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje62

Función materna y función paterna

Concepto de cuidador primario

DESARROLLO EMOCIONAL DEL BEBÉ

Corregulación afectiva o regulación diádica y

autorregulación del bebé

Comunicación y lenguaje

Señales de alarma

IntroducciónConocer qué es lo esperable en el desarrollo de un niño hasta sus tres años es funda-mental, nos permitirá estar atentos para acompañarlo y observarlo de manera sensible, respetando su tiempo individual de crecimiento, a la par de adquirir criterios de alarma cuando el desarrollo se vea obstaculizado. Para ello resulta imprescindible conocer los hitos en el desarrollo emocional, qué aspectos son esperables y qué necesidades emocionales tiene un niño pequeño, lo que dará más herramientas al momento de in-tervenir en forma más rápida y eficaz, dentro de un proceso de prevención y detección temprana.

Objetivos

Al finalizar el aprendizaje los profesionales serán capaces de:

Explicar el concepto de cuidador primario.

Establecer las relaciones entre la corregulación afectiva o regula-ción diádica y la autorregulación afectiva del bebé.

Advertir que la función materna y la función paterna pueden ser cumplidas por un mismo cuidador

Distinguir los distintos tipos de apego.

Valorar la importancia de la lactancia materna en la construcción del vínculo.

Esquema de Contenidos

Page 3: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 63

El desarrollo emocional del bebéEl bebé es una persona. Durante el periodo de gestación, y sobre todo en la última etapa del embarazo, los bebés reciben estímulos muy diversos: se mueven, son recep-tores de las sensaciones de la madre y sensibles a factores externos del útero que los aloja. Es por ello que cuando nacen tienen ya determinados comportamientos o con-ductas espontáneas.

Luego, durante el desarrollo, la herencia genética tendrá un profundo impacto, determi-nando las características innatas del sistema nervioso y las reacciones frente al contac-to con otras personas. Las experiencias que acumule el bebé también influirán directa-mente en su futuro desarrollo emocional, ya que son capaces de activar determinados genes y, en consecuencia, de modelar estructura cerebral.

La personalidad es el resultado de la negociación entre las cualidades temperamentales o innatas del niño (sensibilidad, sociabilidad, cambios de humor) y las experiencias que afronta tanto en el seno de su familia como en su entorno.

De esta manera, la oposición entre naturaleza y cultura es falsa: ya para el desarrollo óptimo de los niños, la naturaleza (genética) necesita de la cultura (experiencia).

La personalidad es el resultado de la negociación entre las cualidades temperamentales o innatas y las experiencias

(series complementarias)

El bebé se construye como sujeto de derechos. Para la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, los niños tienen derecho a ser oídos y que su opinión ten-ga valor, más allá de no haber alcanzado la mayoría de edad.

A través del Principio de interés progresivo, se establece que debe respetarse a los ni-ños como protagonistas de su propia vida, lo que significa entenderlos como sujetos de derecho y no como “objetos”. Este principio de autonomía progresiva implica la asun-ción por los niños de roles y funciones conforme a su desarrollo y madurez, siempre re-gulados bajo su interés superior, otro aspecto legal que asume que todas las medidas respecto a su desarrollo deben estar orientadas hacia su protección y cuidado.

Al momento de intervenir es importante recordar que el bebé no es un objeto, es un sujeto de derechos, sensible a decisiones y comportamientos desde su nacimiento.

El sostén emocional. Cuando hablamos de desarrollo emocional o afectivo referimos al proceso por el cual el niño construye su identidad, su autoestima, su seguridad, la confianza en sí mismo y en el mundo que lo rodea a través de las interacciones que establece con sus pares significativos, ubicándose a sí mismo como una persona única y distinta. Mediante este proceso el niño puede distinguir las emociones, identificarlas, manejarlas, expresarlas y controlarlas. Es un proceso complejo que involucra tanto los aspectos conscientes como los inconscientes.

Page 4: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje64

La necesidad de ser sostenido emocionalmente por otro y la búsqueda e interés en la relación humana son rasgos de salud mental que el bebé manifiesta desde su nacimiento.

Frente al sentimiento universal de desamparo con que todo niño llega al mundo, el sos-tén emocional se presenta como una respuesta apropiada.

Este sostén permite construir un lazo emocional íntimo con los cuidadores primarios, y es posible en el contexto de un vínculo estable, de apego, con ellos.

Cuando decimos cuidador primario nos referimos a la persona adulta a cargo que ejer-ce las funciones básicas de cuidados del niño pequeño en la vida cotidiana, asumiendo la responsabilidad en la atención, el apoyo y los cuidados.

Cuidador primario es quien pasa la mayor parte del tiempo con el bebé, está disponible emocionalmente y de quien el

bebé depende en todos los aspectos.

El cuidador primario habitualmente es la madre, pero también pueden serlo el padre, abuelos, hermanos mayores o miembros de la comunidad. Es necesario remarcar que este rol no se liga a lo biológico sino a una forma de vínculo estable, lo que se entiende como un vínculo cotidiano y previsible con el bebé, y en los primeros tiempos, con la presencia central de una o más personas que se ocupen de su crianza. A partir de una estabilidad y la previsibilidad en el vínculo con sus cuidadores es posible que el niño construya una relación de apego seguro.

Ningún bebé crece bien en soledad: siempre tiene que haber un adulto disponible en condiciones de dar lo que

el bebé necesita

La regulación afectiva. En la primera infancia el niño no posee la capacidad de regu-lar por sí mismo sus estados emocionales y queda a merced de reacciones intensas. Frente a ello, el contacto físico y emocional —acunar, hablar, abrazar, tranquilizar— per-mite al niño establecer la calma en situaciones de necesidad y aprender a regular por sí mismo sus emociones.

El adulto a cargo de la crianza de un bebé debe poner en juego una capacidad empá-tica que le permita acercarse a la comprensión de lo que necesita ese niño, que si bien aún no puede expresarse con palabras, se comunica con otros recursos (gestos, mira-

Page 5: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 65

das, movimientos, llantos y sonrisas). Las respuestas emocionales del adulto en sintonía con el estado interior del bebé crean primero un estado de corregulación afectiva o regulación diádica que lleva, unos meses después, al logro de la autorregulación afectiva por parte del bebé.

Cuando un niño llora sin ser consolado, se encuentra solo en el aprendizaje del paso del malestar a la calma, lo que puede generar carencias para desarrollar su autorregula-ción afectiva. En estos casos, es posible que el bebé presente dificultades para auto-calmarse, no únicamente en sus primeros meses sino a lo largo de todo su desarrollo.

La regulación afectiva sólo es posible en el contexto de una relación con otro ser humano.

Vínculos afectivos y confianza básica. La confianza básica es un logro que se da como resultado de la repetición de interacciones satisfactorias entre el bebé y sus cuidadores primarios. Puede entenderse como un pilar para la interacción con el otro: el niño que desarrolla su confianza básica podrá después explorar el mundo, crecer, sepa-rarse de sus cuidadores primarios y así individuarse.

La confianza se relaciona con la seguridad que un niño tiene de saber que sus cuidado-res están sensibles a sus necesidades –tanto físicas como emocionales– y que estarán a disposición si los necesita.

Un niño que se siente seguro respecto de los adultos que lo cuidan no ignora los ries-gos de aventurarse alejándose un tanto de ellos, pero avanza de todas formas sabiendo que tendrá dónde apoyarse si llegara a necesitarlo. Un ejemplo se puede ver en las primeras veces que los padres dejan al niño en el jardín de infantes: en un principio es probable que se sienta angustiado, pero superada esa etapa, tendrá confianza en que volverán a buscarlo y se quedará sin mayores angustias.

Existen casos en los que la confianza básica de un niño se puede ver interrumpida, como pasa cuando una persona que tiene el rol de cuidador primario muere o se au-senta de la relación. Entonces, para el buen desarrollo, será necesario retomar la cons-trucción de confianza con otra figura.

La expectativa que tiene el niño sobre lo que se puede esperar de los demás se crea a partir de experiencias tempranas concretas de interacciones positivas y repetidas en el tiempo. De esta forma, se construyen esquemas mentales acerca de cómo es estar con el otro.

Los vínculos afectivos estables y contenedores reducen el malestar emocional y refuerzan los sentimientos positivos

en el niño.

Page 6: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje66

La trascendencia de lo interpersonal. La representación de las interacciones entre un niño y su entorno se conjuga por diversos elementos: sensaciones, percepciones, afectos, acciones, pensamientos y motivaciones. Esto se debe a que estas represen-taciones guardan todo aquello que ocurre y se registra en la experiencia vivida, y que puede formar parte de un recuerdo de estar con otro.

Las interacciones, la comunicación y las formas en que los adultos se ocupan del niño, se internalizan y el bebé construye así los modelos de sí mismo que reflejan el modo en que sus padres lo ven. Estas son imágenes transmitidas no sólo en el decir, sino tam-bién en el hacer con él.

Los modelos de sí mismo basados en las interacciones del niño y sus padres tienden a persistir, y continúan operando ya a un nivel inconsciente. Así es que un niño espera en función de lo que ya recibió: las nuevas experiencias son vividas a partir de estos modelos dados por experiencias anteriores.

Las experiencias emocionales del niño con sus cuidadores primarios permiten que de-sarrolle la capacidad de pensar el mundo que lo rodea y pensarse a sí mismo: lo inter-personal configura el mundo interno. Esto hará posible que construya su propio aparato psíquico, que se irá desarrollando hasta que logre ser alguien diferenciado como indivi-duo e integrado a la sociedad.

Un niño espera en función de lo que ya recibió. Lo interpersonal configura el mundo interno.

Funciones en la familia más allá de la biología

La idea de funciones en la crianza y acompañamiento de un bebé está separada de los factores biológicos.Es por ello que para comprenderla hay que pensar más allá de los humanos que encarnen el rol materno y paterno. En aquellas crianzas que no son llevadas por los progenitores, estas funciones son ejercidas por otros miembros de una comunidad. Lo importante es que la función materna y la función paterna estén pre-sentes de una u otra manera, incluso en aquellos casos en los que ambas funciones se lleven adelante por un mismo cuidador primario (familias monoparentales).

La seguridad afectiva que implica la presencia de estas funciones le permite al niño lograr progresivamente pautas de diferenciación y autonomía; por ejemplo, el momento del destete, la adquisición de la marcha, el lenguaje, el control de esfínteres o el co-mienzo del jardín de infantes.

El término función se extiende además a la Función Familia, que es la red de suje-tos/subjetividades que sostienen al niño y que no son únicamente los miembros de la familia nuclear convencional. Está red supera el mapa de filiaciones biológicas e inclu-

Page 7: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 67

ye a todo ser emocionalmente significativo que intervenga en el proceso de desarrollo emocional y produzca efectos psíquicos relevantes en la mente del niño, lo que incluye al pediatra y los maestros de jardín maternal.

Las funciones materna y paterna son complementarias y se precisan la una a la otra en todo momento del desarrollo.

Función materna. La función materna es de sostén y requiere para su cumplimiento de un psiquismo maduro (cuidador), con una relación cálida y tierna con el bebé que está emocionalmente lábil.

• Sostiene las necesidades corporales: es un continente afectivo y efectivo de las sensaciones del bebé.

• Transforma el hambre del bebé en satisfacción, el dolor en placer, el desamparo en tranquilidad, lo que ordena la vida emocional. De esta manera asegura los procesos de apego del bebé y el sostén de sus emociones.

• Lo envuelve cariñosamente y lo carga de energía libidinal: energía para el psiquismo en formación.

• Su cuidado y sostén le ofrece al bebé la posibilidad de organizar su idea de sí mismo y de la seguridad en los vínculos.

• Aporta la lengua con la que se comunicará el bebé: lengua materna (todos los niños nacen con la capacidad de hablar cualquier idioma pero adquieren la lengua del cuidador primario).

• Al darle sostén, le presenta el mundo que lo rodea y en el que vive a través de los objetos. Ayuda al bebé a diferenciar mundo externo e interno.

Función paterna. La función paterna es ordenadora, permite que el bebé comience su camino de dependencia relativa y su recorrido emocional de autonomía.

• A través de sus intervenciones en la relación del bebé con quien cumpla la función materna, evita el atrapamiento vincular, de mane-ra que el bebé quede diferenciado en sus necesidades y sus satis-facciones de las del cuidador primario.

• Pone reglas y organiza el mundo de relaciones del niño para que establezca sus relaciones vinculares más allá de lo familiar (jardín de infantes, grupos de la plaza, etcétera).

• Establece normas y ofrece pautas culturales del medio social al que pertenecen los cuidadores primarios: señalando lo permitido y lo prohibido, lo seguro y lo inseguro, lo saludable y lo tóxico, lo que es obligatorio y lo que no.

• Promueve la instalación en el psiquismo del bebé de movimientos y representaciones simbólicas que eviten la simbiosis y estimulen la responsabilidad

Page 8: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje68

Función pediátrica. Durante esta etapa de la vida, junto a la función materna y pater-na, es importante destacar el rol de la función pediátrica. El pediatra es el interlocutor reconocido como autoridad y saber para los cuidadores. Su palabra da orientación en cuanto a lo esperable en el desarrollo.

• Sostiene las ansiedades de los cuidadores.

• Es cuidador de la vida del bebé soportando muchas veces la angus-tia de muerte de los cuidadores.

• Ejerce funciones de sostén y de orden según lo requiera cada inter-vención.

• El pediatra tiene lugar privilegiado para detectar signos de sufrimien-to psíquico temprano.

• Tiene lugar respetado para dar indicaciones de crianza y puericultura, para generar confianza en la familia y contener en casos necesarios.

• Es quien monitorea el crecimiento y desarrollo de los vínculos y de las etapas evolutivas de maduración emocional del bebé y su familia.

• Es quien está presente para estimular, en lo posible, la instalación de la lactancia materna para consolidar el vínculo

• Puede cumplir alternativamente la función materna o función paterna.

Una acción integrada entre entorno y pediatra posibilita un mejor desarrollo emocional.

ApegoLa teoría del apego describe la dinámica de largo plazo de las relaciones entre los seres humanos. Su principio más importante declara que un recién nacido necesita desa-rrollar una relación con al menos un cuidador principal para que su desarrollo social y emocional se produzca con normalidad. El apego proporciona la seguridad emocional del niño –ser aceptado y protegido incondicionalmente– y también puede observarse en distintas especies animales con las mismas consecuencias: la proximidad deseada de la madre (o quien cumpla esa función) como base para la protección y la continuidad de la especie.

Según la teoría del apego, el bebé nace con un repertorio de conductas que tienen como finalidad producir respuestas en

los padres.

La succión, las sonrisas reflejas, el balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto no son más que estrategias del bebé, por decirlo de alguna manera, para vincularse con

Page 9: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 69

sus padres. Con este repertorio, los bebés buscan mantener la proximidad con la figura de apego, resistirse a la separación, protestar si sucede (ansiedad de separación), y utilizarla como sostén de seguridad desde el cual se explora el mundo.

Los tres elementos fundamentales del proceso de apego son:

• Sintonía

• Equilibrio

• Coherencia

Sintonía: es la armonía entre el estado interno de los padres y el estado interno de los hijos, la que suele ser alcanzada cuando unos y otros comparten de manera continua las señales no verbales.

Equilibrio: la sintonía con el estado de los padres permite a los hijos equilibrar sus propios estados corporales, emocionales y mentales.

Coherencia: es el sentido de integración que alcanzan los niños cuando, en relación con los adultos, experimentan conexión interpersonal e integración interna.

Tipos de apego Apego seguro: se da cuando la persona que cuida demuestra cariño, protección, dis-ponibilidad y atención a las señales del bebé, lo que le permite desarrollar un concepto de sí mismo positivo y un sentimiento de confianza. En el dominio interpersonal, las personas seguras tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satis-factorias; y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismas.

Apego ansioso: se da cuando el cuidador está física y emocionalmente disponible sólo en ciertas ocasiones, lo que hace al individuo más propenso a la ansiedad de se-paración y al temor de explorar el mundo. No tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de sus cuidadores, debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales. Es evidente un fuerte deseo de intimidad, pero a la vez una sensación de inseguridad respecto a los demás.

Apego ambivalente: cuando los bebés responden a la separación con angustia inten-sa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resisten-cia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta.

Apego evitativo: se da cuando el cuidador deja de atender constantemente las se-ñales de necesidad de protección del niño, lo que no le permite el desarrollo del senti-miento de confianza que necesita. Se sienten inseguros hacia los demás y esperan ser desplazados sobre la base de las experiencias pasadas de abandono.

El apego desorganizado desorientado aparece cuando el cuidador tiene respuestas desproporcionadas y/o inadecuadas ante las señales del niño. En su desesperación, al no poder calmar al niño, el cuidador entra en procesos de disociación. Esta conducta del adulto desorienta al niño, no le da seguridad y le genera ansiedad adicional.

Page 10: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje70

Lactancia materna y apego La sugerencia de extender la lactancia materna hasta el sexto mes de vida, con intro-ducción de alimentación complementaria desde ese momento, apoya desde las reco-mendaciones pediátricas el estímulo a las conductas de apego, piel a piel, tan fortale-cedoras del vínculo temprano.

La lactancia materna sienta las bases de una relación de apego seguro del bebé con su madre. El trípode fundacional del apego seguro es:

• El establecimiento del vínculo afectivo madre hijo (embarazo desea-do, parto respetado, contacto precoz).

• La preocupación maternal primaria (la atención de la madre duran-te los primeros meses está absolutamente centrada en su hijo, a la secreción hormonal y a la respuesta inmediata al contacto cuando el bebé demande).

• La lactancia materna a demanda.

La madre responde a las necesidades de su hijo ofreciéndole el pecho que es, además de alimento, refugio, protección, calor y alivio del dolor. Y lo hace a demanda de su hijo, sin esperar a que llore. Simplemente porque se esté succionando el puño o porque se acaba de despertar. Si el bebé solo quería consuelo, lo obtendrá enseguida y se queda-rá tranquilo. Si tenía hambre, se sentirá saciado. Si se sentía solo, obtendrá protección del abrazo cariñoso de su madre mientras mama.

La lactancia materna es sostén emocional primario y refuerza las condiciones de un vínculo más seguro.

Vínculos y desarrollo cerebralNeuroplasticidad, plasticidad del yo y neogénesis. Los vínculos afectivos tienen influencia en el desarrollo cerebral, ya que este dependerá, en parte, de las experien-cias vividas. Esta estimulación se constituye a partir del establecimiento de un vínculo temprano satisfactorio, el cual tendrá un impacto directo en la organización cerebral del niño.

Períodos ventana. Son momentos en los que se requieren estímulos específicos para el desarrollo óptimo de ciertas áreas del cerebro del niño. Como señala Winnicott, el desarrollo es producto de la herencia, de un proceso de maduración y de la acumula-ción de experiencias de vida, por lo cual estará influido por el medio (si no es suficiente-mente favorable, se verá alterado o no se podrá dar).

Page 11: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 71

Un niño es el resultado del entrecruzamiento entre la biología con la que nace, el contexto en el que se cría y la capacidad

psíquica y mental que va constituyendo.

Neuroplasticidad (plasticidad cerebral). Es un descubrimiento científico reciente que muestra cómo el cerebro, a partir de sus propiedades, puede moldearse de acuerdo con las experiencias. Esta característica del cerebro depende de factores genéticos, epigenéticos y ambientales.

La capacidad neuroplástica se desarrolla en particular durante la niñez, al mismo tiempo que se va constituyendo el yo. Por eso son tan importantes las condiciones del entorno y la crianza en los primeros años de vida, ya que propician circunstancias privi-legiadas para estimular capacidades como aprender, recordar, armar juego con el otro, desplazarse, recuperarse de situaciones y olvidar.

Al principio del desarrollo, el yo es corporal.

Plasticidad del yo. Es la capacidad de modificación que tiene el yo como parte del aparato psíquico para adaptarse a los distintos acontecimientos de la vida utilizando sus funciones. Ejemplificando, la plasticidad del yo se entiende como la capacidad de cambiar que tiene una parte del psiquismo en su funcionamiento (representada por el yo) para adaptarse a los distintos acontecimientos del sujeto utilizando sus funciones defensivas y de síntesis. Aquí entra en juego la adaptación a la realidad, detectable por la calidad de su funcionamiento en situaciones sociales cotidianas, lo que no debe con-fundirse con sumisión ya que la verdadera adaptación es activa, y la prueba de realidad, que es la capacidad que permite al sujeto la distinción del origen de una idea –ya sea del mundo externo (percepciones) o del mundo interno (huella mnémica)– y verificar la exactitud de la misma.

Otros aspectos a tener en cuenta serán el sentido de realidad, la capacidad de car-gar libidinalmente la representación del estado real del mundo exterior y del self –y la regulación y control de impulsos– el captar deseos y/o necesidades, y llevarlos a la acción, en la medida en que esta sea posible en la realidad externa.

Un término resonante es la neogénesis, a partir de la cual entendemos que el aparato psíquico de un niño es un sistema abierto siempre dispuesto a recibir elementos de la vida real que formarán parte de las nuevas experiencias vinculares. Se tratará de opor-tunidades ganadas, no preformadas.

Esta plasticidad hace posible también una tolerancia a la angustia, lo que se entien-de como la capacidad de contener los valores de angustia producidos por los sucesos

Page 12: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje72

cotidianos sin tener que actuar para descargarla. Para determinar el grado de fortale-za de un sujeto, es esencial la detección del tipo de angustia (señal o traumática) y su intensidad (aspecto cuantitativo).

Epigenética ("por encima de los genes”). Es el estudio de las interacciones entre el ge-notipo y el fenotipo; es decir, entre la información codificada en los genes y aquella que efectivamente se expresa. El objeto de análisis de la epigenética son las modificaciones en la expresión de los genes, y una de las fuentes de cambio es el factor ambiental. Po-demos decir que si la genética es el alfabeto de la vida, la epigenética es su gramática, lo que busca es conocer cómo se regula el encendido y apagado de los genes, los cuales si no están activos es como si no estuvieran.

Cada persona nace con un genoma invariable y tiene un epigenoma variable a lo largo de la vida. La gran revolución de la genética es la epigenética, en tanto resume todos los factores ambientales que permiten incidir en el genoma: allí podemos intervenir todos.

Comunicación y lenguaje Dialogando con los bebésDesde antes de nacer, los intercambios con el bebé se sostienen en la sonoridad y la es-cucha que ambos integrantes del vínculo ensayan, practican, construyen y experimentan.

Es importante “hablarle” a los bebés, ya que desde el principio están disponibles a la comunicación.

Los sonidos que el bebé expresa desde el nacimiento son un lenguaje. Y se debe tener en cuenta que desarrolla su escucha más que su audición de acuerdo a las calidades sonoras del adulto que sostiene el vínculo, en sintonía con las sonoridades que el mis-mo bebé produce. Para ello es relevante propiciar el juego sonoro, el diálogo sonoro, dejarse llevar por las producciones vocales que surgen naturalmente durante el entona-miento afectivo que envuelve la relación.

Importa más el "cómo se dice" que el "qué se dice".

Dialogar con el bebé es valorar su producción expresiva, experimentar mutuamente la gratificación del encuentro, compartir la emoción y modular esa danza de sonoridad y escucha. Pero abusar de lo verbal, como de lo musical, es riesgoso: someterlo a una continua lluvia de palabras o aplicarle estimulación musical constante, puede privarlo de las vivencias perceptuales que favorecen la progresiva evolución de la comunicación y el vínculo.

Page 13: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 73

En la comunicación humana intervienen la expresión (o sea lo que decimos), la escu-cha (para lo cual hacemos silencio) y el intercambio (donde hacemos pausas). Así, los lenguajes sonoro, corporal y verbal se entrelazan en los intercambios donde la escucha y la expresividad van haciendo durar el encuentro.

Nuestra disponibilidad sensible y atenta es la mejor propuesta para compartir emocio-nalmente el diálogo

Para promover un desarrollo saludable es esencial favorecer la comunicación sin apre-suramientos ni interrupciones, evitando la sobreestimulación así como también las provocaciones que anulen las iniciativas del bebé, permitiendo y alojando el despliegue espontáneo del deseo de comunicarse.

Hacia este objetivo, algunas pautas serán:

• Integrar la expresión sonora a la apreciación de las manifestaciones infantiles.

• Ofrecer al niño la oportunidad de experimentarse a sí mismo como un ser comunicativo.

• Propiciar vivencias mutuamente gratificantes en el diálogo vincular.

• Valorar la narración que el niño realiza, alojando sus modos de decir por las huellas indelebles que dejan los diálogos hechos de susu-rros, miradas, laleos, besos, chasquidos, abrazos, gritos, palabras, risitas, llantos, quejidos, canturreos, mimos, canciones, caricias.

El lenguaje es uno de los aspectos del desarrollo que da cuenta de una progresión madurativa, subjetiva y social.

Existen procesos expresivos e intersubjetivos imprescindibles para llegar, en un mo-mento del desarrollo, a encontrarnos con un niño que habla, utilizando palabras como eslabones de una cadena discursiva que nos permite el intercambio verbal y da sentido a la interacción social.

Desarrollo del lenguaje expresivo sonoro El desarrollo expresivo sonoro es un proceso en el que las cualidades sonoras de los intercambios vinculares construyen el andamiaje de la comunicación. La intersonoridad, el tono maternés(1) y la musicalidad primordial son conceptos apreciables e ineludibles en el desarrollo infantil temprano.

1. El maternés es el nombre que se usa para designar un subcódigo lingüístico que emplean los adultos y los niños mayores de 5-6 años, de forma espontánea, cuando se dirigen y comunican con niños más pequeños. Al dirigirnos a los bebés tendemos a hablar más lento, con pausas más largas, y con un tono de voz más agudo. También usamos más gestos y mímica.

Page 14: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje74

En esta etapa comunicativa se desarrollan de manera espontánea los gestos sonoros expresivos (sonidos, miradas, risas) que conforman una estructura sonora con intención comunicativa. El ritmo, el movimiento y la forma de la conversación madre-bebé cobran un sentido particular y preparan los cimientos para la comunicación verbal. A su vez, el intercambio sonoro otorga una vivencia entre padre-niño (nos referimos al adulto refe-rente, progenitor, cuidador, madre, padre) que fortalece el vínculo y se van configuran-do modos de relación que el niño utilizará luego para establecer nuevas y posteriores relaciones.

Todas las manifestaciones del bebé son expresiones que poseen un contenido sonoro, es decir, a través de la voz se expresa una entonación (estado emocional) y una modula-ción (cuerpo y sentido) que manifiesta el modo en que dialoga cada vínculo.

La animación y renovación serán requisito para sostener el intercambio y ampliar la emocionalidad, siendo de fundamental importancia para la adquisición de pautas en el área lingüística.

El lenguaje afectivo y vincular prepara la comunicación preverbal, representada en ges-tos, sonidos, miradas, risas, sollozos. Cuando un bebé realiza una acción que se tradu-ce en intención de comunicar, podemos entonces devolverle una respuesta favorable, lo cual promueve su expresividad y dará lugar a otras manifestaciones como la palabra. La ausencia de respuestas reiteradas generará cansancio y falta de motivación para reini-ciar espontáneamente un intercambio comunicativo.

En el vínculo temprano, lo sonoro es una dimensión que no se reduce a lo verbal o a lo corporal.

Durante el desarrollo expresivo sonoro, es fundamental que quien establezca el vínculo valore el intercambio sonoro de

forma integral.

Tono maternés. El habla del estilo materno –envoltura sonora que tiene como tono fundamental la voz, expresada en el timbre, extensión y modulación– juega un papel importante en la adquisición del lenguaje verbal por parte del niño. El tono maternés se define como un discurso afectivo proveniente de la lengua materna, el cual se activa de manera innata para la construcción del lenguaje y proporciona mecanismos para la apropiación de una lengua en común. La lengua materna aproxima a la madre y al bebé a una intimidad única e irrepetible, donde ambos protagonistas e intérpretes cobran presencia en el acto de escucharse.

El maternés es un discurso relevante para el proceso de la vinculación emocional.

Page 15: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 75

La forma particular de hablar de la mamá atrae la atención mutua y contribuye a intro-ducir al niño en una estructura de lenguaje, la cual el niño intentará tomar para producir patrones, imitar y crear nuevos motivos sonoros.

Las interacciones madre-bebé en esta etapa temprana del desarrollo infantil se configu-ran mediante sonoridades y lenguajes junto al tacto, el movimiento y a la posición que se superponen entre sí. Estos intercambios le permiten al adulto enseñar la lengua materna, construir la relación afectiva con su hijo, y hacen posible una comunicación efectiva que provee información sobre el mundo de los objetos y de las personas que los rodean.

A través de este sistema conversacional, el niño y el adulto sincronizan y se acomodan a las pautas innatas infantiles, en una especie de diálogo construido mediante sus ges-tos, movimientos y vocalizaciones. Así se establecen configuraciones dialógicas que se manifiestan bajo expresiones como “tonadilla”, cuya entonación expresiva entrelaza los sentidos para construir un código en común.

El acuerdo en la comunión/comunicación es la anticipación de un “idioma único” del tono maternés, que se desarrolla bajo una lengua que contiene parámetros sonoros –que denominamos lenguaje sonoro–, donde se relacionan los sonidos con las inten-ciones. Las intenciones se transmiten a través de distintos modos expresivos, mediante gestos sonoros no verbales como el tono, el volumen, la frecuencia e intensidad, así como la cadencia y el trayecto del habla, incluyendo también la sintaxis y la semántica del lenguaje.

En definitiva, el lenguaje bebé es un modelo expresivo sobre las variables manifesta-ciones de adulto; es característico que el referente vincular acompañe con movimiento y gestos las actividades de la vida diaria de un niño pequeño, de esta manera se cons-truye espontáneamente esa “tonadilla” que envuelve al bebé para sostener la atención mutua reanimando la continuidad del tempo en la interacción.

Organizadores sonoros de la comunicación temprana. Adentrándonos en la incidencia del lenguaje sonoro en la constitución subjetiva, consideramos la voz de la madre, el llanto, la respiración y el grito, como gestos sonoros que representan los or-ganizadores del desarrollo expresivo comunicacional.

• Primer organizador: la voz de la madre.

• Segundo organizador: la respiración.

• Tercer organizador: el grito.

Intersonoridad. El vínculo humano no es silencioso, pero requiere de pausas que den sentido a las expresiones sonoras: la intersonoridad es testigo del desarrollo emocional en profunda relación con la intersubjetividad que posibilita el intercambio sonoro. Hay un proceso del gesto al lenguaje sonoro que conforma y contornea la comunicación verbal y se hace a expensas de ese intercambio sonoro con sentido y afecto que es la intersonoridad.

Musicalidad primordial. Las habilidades comunicativas tempranas están ligadas a la musicalidad comunicativa, por lo que su consideración es fundamental para valorar el potencial de un niño en riesgo. Algunos musicoterapeutas sostienen que se trata de una musicalidad primordial que nos permite habitar el vínculo comunicativo, lo que refiere a una condición/característica de la especie, no a la música como manifestación de la cultura.

Protoconversación. Se aprecia naturalmente cuando el proceso de intersonoridad se de-sarrolla en consonancia con una musicalidad primordial y el despliegue del tono maternés.

Page 16: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje76

Fallas en la constitución del lenguaje sonoro. Existen ciertos signos que permiten identificar fallas en la constitución del lenguaje sonoro:

• Detenimiento de la expresividad en desarrollo: la sonoridad no pro-gresa en la organización de un lenguaje sonoro y luego en la cons-trucción de la lengua materna.

• Alteración de la expresividad en desarrollo: modulación melódi-ca exagerada del tipo de una jerga, ausencia de variaciones entona-cionales emocionales, y aparición de otras producciones peculiares.

• Desviación de la expresividad en desarrollo: las producciones se manifiestan ensimismadas, superpuestas o bien aparece el mas-culleo (en los casos en que el niño masculla y es difícil escucharlo, o cuando lo hace con un exceso expresivo a través de un grito ensor-decedor o un mascullado a boca cerrada para conectarse con las vibraciones internas.

Sugerencias, indicadores y observables en el desarrollo de la comunicación y el vínculo temprano

Los siguientes son algunos indicadores que ayudarán al pediatra a interpretar un buen desarrollo de la comunicación del bebé:

• Apreciar la expresividad sonoro corporal en la díada presente en la consulta.

• Las cualidades sonoras de las emisiones expresivas y durante la interacción, son de fundamental relevancia para detectar riesgos relacionales y/o comunicativos.

• Los modos entonacionales de las producciones sonoras y su sur-gimiento o no en el contexto vincular, representan signos de alerta fácilmente identificables. (Igualmente para la duración, intensidad, imitación y musicalidad espontánea durante los intercambios e inte-racciones.)

• Es fundamental apreciar la calidad y autenticidad de la propuesta sonoro musical que acompaña habitualmente los gestos que se pro-ponen a ser imitados.

• Prestar particular atención a las cualidades sonoras, intensidad, du-ración, velocidad y entonación de las manifestaciones esperables.

• Continuar apreciando el componente sonoro musical dela comunica-ción especialmente hasta los 4 años.

Page 17: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 77

Conductas peculiares que requieren atención. El lenguaje puede presentarse con características inusuales tanto en lo semántico como en lo pragmático y en los aspec-tos sonoro musicales: uso muy limitado, entonación peculiar, repetitivo con uso fre-cuente de frases estereotipadas, (suele necesitarse valoración interdisciplinaria)

• Disminución o carencia de expresiones sonoras en el desarrollo (so-nidos bucales, guturales, chasquidos, y/o gestos, motivos intencio-nales de comunicación), balbuceo, vocalizaciones espontáneas.

• Presencia de sonoridades en exceso (tanto vocales como corporales y/o actitudinales) que acompañan la producción verbal sin sentido comunicativo.

• Producción de tipo alienación verbal, repeticiones improductivas, insistencia en la reproducción sin producción.

• Presencia de notable entonación de tipo inapropiada, extraña y/o peculiar (uso de lenguaje neutro con o sin modalidad verborrágica).

• Presencia de acciones, sonidos y movimientos no integrados y sin intencionalidad comunicativa.

• Regulación y entonamiento sonoro musical para valorar la atención mutua en situación de encuentro.

• Diferenciación de producción/reproducción entonacional y/o musical como pauta lúdica tendiente a la interacción o al retraimiento.

• Híper o hiporreacción a estímulos sensoriales (tacto, visión, olfato, gusto, audición, propiocepción).

• Dificultad en iniciar secuencias de juego espontáneas.

• Dificultad en la repetición/variación de acciones y secuencias lúdicas.

• Falta de motivación y creatividad en el juego compartido.

Es fundamental contar con un amplio conocimiento del desarrollo expresivo temprano para ubicar lo inusual y/o excesivo en el contexto de los intereses audiovisuales propia-mente epocales y culturales a los que se encuentra expuesto determinado niño.

Signos de alarma En los niños, los signos de alarma son una búsqueda de salida frente a una problemá-tica y resultan indicadores de sufrimiento subjetivo y vincular: lo que implica que todo aquel que esté en contacto con un bebé puede observarlos y tratar de comprenderlos, en la medida en que los conozca y se encuentre sensibilizado a percibirlos.

¿Sufren los bebés? Claro que sí. Los bebés pueden sufrir y la forma en que lo expresan, al igual que sus efectos, se diferencia de las manifestaciones propias de niños mayores, adolescentes o adultos.

Hay variados signos de alarma que muestran el sufrimiento de los bebés cuando surgen dificultades, y se expanden en las formas de vinculación que establece el niño con los demás. Pero no todas las alteraciones de lo esperable en la senda del desarrollo deben leerse de la misma forma.

Page 18: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje78

Llamamos signos de alarma a aquellas dificultades que se presentan regularmente, que persisten con una intensidad fuerte o mediana y, en general, desbordan las capacidades

de tolerancia y contención de los cuidadores primarios.

Observar un signo de alarma debe ser indicador para alertar y orientar la intervención para prevenir la configuración de algún trastorno. Pero nunca un signo de alarma en sí mismo tiene la categoría de un diagnóstico: son orientadores de sentido, indi-can la posibilidad de desarrollar a futuro una dificultad severa. Por lo tanto, los signos de alarma deben ser pensados en función del momento madurativo del niño y siempre en el contexto particular de cada cultura y comunidad donde se produce.

Los signos de alarma pueden manifestarse de dos maneras:

• Hay niños que externalizan el sufrimiento con signos ruidosos y “molestos”: Excesiva actividad, impulsividad, agresión, desafío hacia los adultos. En los bebés, se puede registrar hipertonicidad, motricidad activa pero desorganizada, dificultades para relajarse y dormir o llantos incesantes que no responden a los intentos de con-suelo del adulto. Estos son signos de hiperactivación.

• Otros niños manifiestan el sufrimiento de modo más silencioso, a través de síntomas internalizados en los que lo distintivo es la re-tracción física y emocional. Estos casos suelen presentar indi-cadores de depresión, conexión escasa con el entorno, ansiedad o temores sin una justificación clara, dificultades para separarse del adulto e inhibición frente a estímulos nuevos. Tales indicadores no suelen llamar la atención y por este motivo se corre el riesgo de que el sufrimiento del niño pase desapercibido y que su de-sarrollo se encuentre en dificultades sin recibir una atención que lo acompañe de forma positiva.

Los niños “buenísimos” (“no molesta para nada”, “donde lo ponés se queda”), son niños que no generan preocupación

pero en realidad están necesitando una mirada y un acompañamiento específicos.

Oralidad, mirada, voz, sueño y cuerpo Teniendo en cuenta una primera noción de los signos de alarma y sus dos grandes formas de manifestarse (ruidosos o silenciosos), proponemos abarcar cinco claves en el desarrollo de un bebé y sus vínculos: Oralidad, mirada, voz, sueño y cuerpo.

Page 19: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 79

Estos indicadores permiten describir un desarrollo esperable y en armonía o, de lo con-trario, señales de sufrimiento temprano.

La observación de estos signos permite decidir las estrategias de prevención o de tratamiento.

Signos positivos del desarrollo: muestran que los procesos psíquicos subyacentes están en funcionamiento y se desarrollan de un modo esperable.

• Oralidad: la oralidad no incluye sólo el alimento sino también la pre-sencia de la persona que cumplela función materna, la que le ofrece al bebé, además de la leche, caricias, palabras, miradas.

o El bebé muestra placer al alimentarse.

o El bebé se tranquiliza al sentir la presencia del adulto que lo ali-menta.

o Si el bebé hablara diría: “yo existo para el otro”.

• Mirada: el bebé muestra un marcado interés por el rostro de las per-sonas.

o El bebé “habla” con los ojos. El diálogo que establece con el otro es “ojo a ojo”.

o El bebé se comunica con la mirada (diferente de la vista que es una función orgánica, la mirada es una función psíquica).

• Voz: el bebé empieza de a poco a emitir una diversidad de sonidos a los cuales la mamá (o la persona que se ocupa de él) les da sentido.

o El bebé aprende la lengua materna. Un bebé nace con la capaci-dad de aprender cualquier idioma pero sólo hablará el idioma en el que es hablado, en el que crece.

o De a poco, aparecen las primeras palabras que pueden ser com-prendidas por los padres y luego por todo el entorno. Es el inicio de la adquisición del lenguaje.

• Sueño: el bebé tranquilo y confiado en su entorno, de a poco, puede aceptar separarse del adulto que lo cuida para dormir. Va logrando diferenciar el día de la noche.

• Cuerpo: el bebé se acopla armoniosamente al cuerpo de la mamá o de la persona que lo cría. El bebé se siente sostenido en el contacto piel a piel.

Signos negativos de sufrimiento precoz. “No me lo pueden cuidar ni un día, que no se duerme”. “Se la pasa a los gritos y no entiendo lo que me quiere decir”. “Come y vomita, siempre tengo el hombro manchado”.

Signos ruidosos. Si imaginamos a un niño con todos los signos negativos ruidosos del desarrollo –es decir aquellos que alarman, alertan al entorno, conducen a la consulta y

Page 20: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

Armus - Giacobone • Desarrol lo emocional, vínculo temprano, comunicación y lenguaje80

permiten la intervención de los agentes de salud y de educación–, son esperables los siguientes patrones:

• Oralidad: el niño manifiesta rechazos alimentarios simples, reinciden-tes, persistentes, que no se encuentran relacionados con una patología orgánica y que son significativos en el vínculo. Por ejemplo, reflujos y vómitos resistentes a todo tratamiento clásico.

• Mirada: es un niño que evita la mirada, no se comunica ojo a ojo con su entorno.

• Voz: es un niño que manifiesta gritos inarticulados, llantos inconsola-bles que la mamá o el cuidador no consiguen comprender ni traducir a la lengua materna.

• Sueño: es un bebé que no puede separarse de su cuidador, ni puede sustituir al cuidador por un objeto transicional. No puede establecer aún esa confianza básica que le permite relajarse y entregarse al sue-ño, entonces se despierta infinidad de veces tanto durante el día como la noche.

• Cuerpo: el bebé no logra acomodarse al cuerpo de su madre. Este ajuste entre el cuerpo de la madre y el del bebé no se da y el bebé puede pasar de estar todo blando (hipotonía) a estar todo tenso (hiper-tonía).

Signos de alarma silenciosos. “Es calladita, jamás se queja”. “Un día no me come nada y al otro tres mamaderas”. “Se porta como un santo, ¡ni llora!”

Al imaginar a un niño con todos los signos negativos silenciosos del desarrollo –o sea aquellos que suelen pasar inadvertidos y que por ello resulta necesario conocer para registrarlos y preguntarse por sus causas, los cuales en general evidencian un padeci-miento psíquico muy complejo– resultan esperables las siguientes conductas:

• Oralidad: sería un bebé que se deja alimentar, llenar de comida sin apetito ni placer. No hay saciedad. Parece un bebé “fácil” cuando en realidad lo que está sucediendo es que se está replegando, es indife-rente a las personas que se ocupan de él y a lo que le pueden aportar.

• Mirada: es un niño que no mira, hay ausencia de la mirada hacia el rostro humano. Puede mirar objetos e incluso quedarse como “agarra-do” a ellos (por ejemplo un ventilador o una fuente luminosa). No mira hacia donde mira su cuidador primario (atención conjunta*).

• Voz: el bebé no llama. No pide, no llora. Puede ser confundido con un bebé “fácil”, que pasa desapercibido. No balbucea. No dice sílabas. Raramente emite sonidos y difícilmente se les puede atribuir sentido a los mismos. A veces emite leves gemidos.

• Sueño: es un bebé que está totalmente retraído de su entorno, que puede manifestar un insomnio tranquilo: pasar muchas horas despierto en su cuna sin pedir nada, sin jugar, sin llamar. O puede dormir muchas horas seguidas (más de 10) sin despertarse para comer, para jugar o simplemente para estar con el/los otro/s.

Page 21: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 81

• Cuerpo: es un niño que tiene dificultad en el contacto cuerpo a cuerpo con el cuidador primario, que se balancea repetitivamente y puede ma-nifestar movimientos persistentes y perseverantes. Estos movimientos, si persisten más allá del año, forman parte de las estereotipias.

La ausencia de mirada y la falta de intencionalidad en los movimientos corporales para dirigirse al otro son factores de alerta mayor (tanto para signos de alarma silenciosos como ruidosos) que indican la posible evolución hacia un trastorno severo de la comunicación y de la interacción con el mundo.

Algunos indicadores que el pediatra no puede dejar de observar para la prevención de 0-24 meses

• Todo bebé es una persona que sufre: reconocer el tipo de vínculo que desarrollan, estimular el apego y la lactancia y reconocer en el ámbito de crianza las figuras de sostén.

• La mirada es un organizador fundamental del desarrollo infantil: su ausencia es un signo grave de sufrimiento.

• La intencionalidad (corporal; comunicativa, sonora ) es un indicador que debe estar presente y que descarta una evolución hacia un trastor-no severo.

• Los diálogos ojo/ojo,cuerpo/cuerpo, palabra/palabra tienen que ser relevados en la consulta pediátrica, no sólo con los papás sino también con el médico.

• La presencia de los signos de alarma requiere (cuando sea posible) un seguimiento más continuo del bebé y su entorno... No dejar de interve-nir jerarquizando la posibilidad de pensar sobre las emociones que el bebé puede sentir.

• Intercambio de expresiones sonoras entre el niño y su cuidador (ade-más de la mirada).

• Emisión de expresiones sonoras de tipo exploratorio/placentero dife-rentes del grito y/o el llanto.

• Interés por la voz de su madre o referente por sobre las demás.

• Gestos sonoros acompañando gestos faciales para placer displacer.

• Expresiones sonoras variadas en la interacción con el adulto. (Musicali-dad/entonación)

• Iniciativa sonora para la intencionalidad comunicativa.

• Imitación sonora integrada a la imitación facial.

Page 22: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

2Autoevaluación

Ejercicio de Autoevaluación Nº 282

Complete el crucigrama. Las palabras se podrán leer sólo en forma horizontal.

Referencias:

1. Períodos, momentos en los que se requieren estímulos específicos para el desarrollo óptimo de ciertas áreas del cerebro del niño.

2. Estudio de modificaciones en la expresión de genes que no obedecen a una alteración de la secuencia del ADN y que son heredables y con gran influencia de los factores ambientales

3. Función de sostén, continente afectivo, transforma el hambre del bebé en satisfacción.

4. Capacidad de modificación que tiene el yo como parte del aparato psíquico para adaptarse a los dis-tintos acontecimientos de la vida utilizando sus funciones.

5. El niño llega a regular por sí mismo sus emociones.

6. La madre responde a las necesidades de su hijo ofreciéndole el pecho que es, además de alimento, refugio, protección, calor y alivio del dolor.

7. Un recién nacido necesita desarrollar una relación con al menos un cuidador principal para que su desarrollo social y emocional se produzca con normalidad; relación que proporciona la seguridad emo-cional del niño (ser aceptado y protegido incondicionalmente). También puede observarse en distintas especies animales.

Page 23: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

2 Autoevaluación

Ejercicio de Autoevaluación Nº 2 83

Analice las siguientes situaciones clínicas.

1. Pedro, 9 meses de edad. Un papá concurre al centro de salud con su bebé de 9 meses en brazos. El papá parece muy abatido. El bebé está en los brazos francamente arqueado hacia atrás, su mirada está perdida y llora angustiadamente.

La secretaria le ofrece ayuda y el papá le comenta: “la mamá nos dejó solitos”. Al entrar a la consulta pediátrica, el papá comenta que el bebé no duerme o se despierta

muchas veces sin poder consolarlo, que está con pocas ganas de comer y que está muy inquieto: “extraña a su mamá”, dice el papá acongojado. El pediatra lo revisa y está en buen estado de salud, parece un bebé cuidado.

Frente a esta situación cuál sería la conducta más adecuada?

.............................................................................................................

.............................................................................................................

2. Gastón, 8 meses de edad. Una madre lleva a su niño de 8 meses a control pediátrico por primera vez con un determinado profesional, y espera una hora para ser atendida. El pediatra llama a otros tres pacientes durante la espera y puede apreciarse que el niño está en el cochecito, llorando mientras su madre le imprime al coche un movimiento rítmico y veloz de adelante hacia atrás, mientras su mirada está en una revista o el celular. Al ingresar al consultorio, el niño está despierto y en silencio. Ante la convocatoria comunicativa sonoro gestual del pediatra, el niño sonríe levemente y no se aprecian modificaciones gestuales cuando el pediatra se tapa y destapa su rostro ante el niño a quien le habla. La consulta dura aproximadamente 45 minutos. Al momento de pesarlo, el niño llora fuertemente y tarda en apaciguarse aún en brazos de su madre que continúa consultando al pediatra sin dirigirse en tono maternés al bebé angustiado. Una vez en el cochecito resurge el llanto, se retiran madre y bebé mientras este sigue llorando y la madre empuja silenciosamente el coche.

¿Qué características del modo comunicativo materno son llamativas y deben ser tenidas en cuenta en el seguimiento?

.............................................................................................................

.............................................................................................................

Page 24: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

2Autoevaluación

Ejercicio de Autoevaluación Nº 284

3. Francisco, 18 meses de edad. Concurren a consulta pediátrica ambos padres con su hijo de 18 meses. El niño entra caminando rá-pidamente, mira al pediatra, sonríe, se muestra inquieto y curioso, con breves momentos de quietud durante los 30 minutos que dura la consulta en la que los padres se muestran preocupados porque en el jardín de infantes les sugieren problemas en el desarrollo del lenguaje e hiperactividad. El niño responde cuando es llamado por su nombre por el pediatra, se interesa por unos autos que ubica en fila, y comienza a girar sobre su eje inmediatamente después que su papá le comenta eso al pedia-tra. La madre se dirige amorosamente al niño comentándole al doctor que le gusta la música, y le canta una canción infantil a la que el niño responde sonriente y bailoteando. Luego camina en puntas de pie, retomando la marcha común al encontrar una pelota en un rincón y llevársela al padre con intención lúdica. Ríe cuando el pediatra le pide la pelota al padre y se la arroja rodando por el suelo al niño. Ante preguntas puntuales se muestra desinteresado, distraído y desconectado de la situación (¿Me das el auto? ¿Dónde está tu panza?). Le muestra un muñequito a la mamá diciendo “mamá”.

¿El niño presenta una problemática en su desarrollo?

.............................................................................................................

.............................................................................................................

Page 25: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

PRONAP 2017 • Módulo 3 • Capítulo 2 85

ConclusionesComo decía Winnicott, una de las funciones principales del pediatra es prevenir la salud mental de los niños. Detectar signos y no patologías es la gran oportunidad para el pe-diatra en salud mental: no medicalizar sino acompañar a desanudar las problemáticas que estén a su alcance, solicitar interconsulta interdisciplinaria o saber a quién derivar.

Cuando el niño era niño era el tiempo de preguntas como:

¿Por qué yo soy yo y por qué no tú? ¿Por qué estoy aquí y por qué no allí? ¿Cuándo empezó el tiempo y dónde termina el espacio? ¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño? Lo que veo y oigo y huelo, ¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo? ¿Existe de verdad el mal y gente que realmente son malos? ¿Cómo puede ser que yo, el que soy, no fuera antes de devenir, y que un día yo, el que yo soy, no sea más ese que soy?

Fragmento de la poesía con la que abre la película Las alas del deseo, de Wim Wenders, la cual recomendamos)

Lecturas recomendadas • Armus M, Duhalde C, Oliver M, Woscoboinik N. Desarrollo emocional. Clave para la primera infancia.

Unicef, Fundación Kaleidos. 2012 . Disponible en https://www.unicef.org/argentina/spanish/Desarrollo_emocional_0a3_simples.pdf

• Calmels, D. Juegos de crianza, el juego corporal en los primeros años de vida. Buenos Aires Editorial Biblos. 2012.

• Zero to Three 2015. Afinándose. La poderosa influencia de la música en el desarrollo de los niños. Disponible en: https://www.zerotothree.org/resources/1412-afinandose-la-poderosa-influencia-de-la-musica-en-el-desarrollo-de-los-ninos

Page 26: Capítulo Desarrollo emocional, vínculo temprano ...

2Clave de Respuestas

Clave de Respuestas Nº 286

Completar el crucigrama

Analice las siguientes situaciones clínicas.

1. Pedro, 9 meses de edad. El niño presenta claros signos de sufrimiento temprano: opistotonos, gritos inarticulados, dificultades en conciliar y sostener el sueño, alteraciones en la alimentación que ame-nazan con organizarse como una conducta restrictiva (sin llegar a ser una anorexia). El papá presenta un cuadro de abatimiento y cierta depresión reactiva por el abandono. Se aconseja volver a citar al papá para hacer un mapa vincular: buscar que otras personas puedan constituirse como cuidadores primarios para ayudar en el sostén emocional del papá y del bebé. De esta manera, se buscará estimular con pautas concretas el apego y el juego con el bebé, facilitar la posibilidad que el papá hable de lo que le ocurre con el pediatra o con alguien del centro de Salud dispuesto a escucharlo e incorporarlo a un grupo de crianza si lo hubiere. Citar más seguido para seguimiento.

2. Gastón, 8 meses de edad. La madre no activa desde su producción verbal sonora el tono maternés para dirigirse al bebé ni siquiera cuando éste lo requiere para apaciguarse. El modo comunicativo materno muestra poco involucramiento emocional (no está sintonizada). Sería inadecuado entonces ubicar el problema en el bebe categorizándolo de irritable o pensar que sus modos de manifestar ma-lestar son una consecuencia de la duración de la espera. Esto puede colaborar pero es evidente que el vínculo presenta dificultades.

3. Francisco, 18 meses de edad. El niño presenta una problemática en su desarrollo pero aún es difuso ya que evidencia iniciativa y responsividad en el relacionamiento. El desarrollo del lenguaje expresivo sonoro del niño se muestra empobrecido con mínima musicalidad y mínima intersonoridad. Además de un seguimiento pediátrico de mayor frecuencia, sería conveniente una interconsulta con especialista del desarrollo en primera infancia (musicoterapeuta, psicólogo o psicomotricista). Sería reduccionista y apresurada una evaluación por sospecha de Trastornos del Espectro Autista que sumaría inne-cesarios efectos negativos al vínculo parental. Podría pensarse desde la interconsulta algún tipo de acompañamiento en crianza más que la indicación de puesta de límites.