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CARACTERIZACIÓN DE LAS PYMES ESPAÑOLAS MEDIANTE UN ANÁLISIS
CLUSTER
Jesús Herrera Madueño
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales
Departamento Economía Financiera y Contabilidad
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad de Cádiz
Manuel Larrán Jorge
Catedrático de Universidad
Departamento Economía Financiera y Contabilidad
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Cádiz
María Paula Lechuga Sancho
Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales
Departamento Economía Financiera y Contabilidad
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad de Cádiz
Área temática: H) Responsabilidad Social de la Empresa
Palabras clave: Responsabilidad Social Empresarial, Pymes, análisis cluster, análisis
factorial, stakeholders.
83h
CARACTERIZACIÓN DE LAS PYMES ESPAÑOLAS MEDIANTE UN ANÁLISIS
CLUSTER
Resumen
Si bien, en los últimos años se ha experimentado un aumento muy significativo
en la investigación relacionada con la responsabilidad social empresarial (RSE) en las
pequeñas y medianas empresas (Pymes), en el avance experimentado hasta el
momento, existe una tendencia a considerar a estas empresas como un grupo
homogéneo sin tener en cuenta factores tales como el tamaño, el grado de implicación
de la familia, el sector o el género del propietario, que consideramos, al igual que
ocurre en las grandes empresas, pueden constituir sin duda una señal de la diversidad
de orientaciones de estas empresas de menor dimensión hacia la RSE. En este
sentido, el objetivo principal de este trabajo es estudiar, para una muestra de 509
Pymes españolas, qué tipo de perfiles o factores determinan su comportamiento
socialmente responsable.
INTRODUCCIÓN
El logro de una economía sostenible y socialmente responsable pasa no sólo
por la aplicación de buenas prácticas sociales, económicas y ambientales en el
contexto de las grandes corporaciones, sino también por su consideración en
empresas de menor dimensión. El olvido de su aplicación en este contexto, supone
renunciar a aquellas empresas que constituyen la mayor parte del tejido empresarial
jugando un papel fundamental en la riqueza y el desarrollo económico por su
contribución a un mayor crecimiento del empleo, a la innovación, producción y la
integración social (Sharma y Wadhawan, 2009; Coronel y Cardona, 2009). En sentido
negativo se ha observado que las pequeñas y medianas empresas (en adelante,
Pymes), generan una gran contaminación del medio ambiente (Berends et al., 2000),
llegando a considerarse como colectivamente responsables de una proporción
significativa de toda la contaminación industrial que causan incluso mayores daños al
medio ambiente que las grandes empresas (Halila, 2007).
Si bien, en los últimos años se ha experimentado un aumento muy significativo
en la investigación relacionada con la responsabilidad social empresarial (en adelante,
RSE) en las Pymes, en el avance experimentado hasta el momento, existe una
tendencia a considerar a las Pymes como un grupo homogéneo sin tener en cuenta
factores tales como el tamaño, el grado de implicación de la familia, el sector o el
género del propietario gerente, que consideramos, al igual que ocurre en las grandes
empresas, pueden constituir sin duda una señal de la diversidad de orientaciones de
estas empresas de menor dimensión hacia la RSE.
A partir de lo anterior, el objetivo principal de este trabajo es estudiar, para una
muestra de 509 Pymes españolas, qué tipo de perfiles o factores determinan su
comportamiento socialmente responsable. Con el fin de dar cumplimiento a dicho
objetivo, el resto del presente trabajo se estructura de la siguiente forma. En el
segundo apartado se examinan las principales diferencias entre grandes y pequeñas
empresas y se plantean las principales hipótesis a contrastar. Posteriormente, se
expone el procedimiento metodológico seguido para la realización del estudio
empírico. A continuación, se contrastan las hipótesis subyacentes a partir del análisis
de los resultados obtenidos, y por último, se introduce una discusión con las
conclusiones derivadas de otros estudios tanto a nivel nacional como internacional.
Nuestro trabajo tiene un especial interés y es que a diferencia de la tendencia
seguida por la literatura, nosotros estudiamos el caso particular de las Pymes en el
contexto español. Consideramos nuestra investigación de carácter exploratorio, en el
sentido de que no buscamos inferencias causales sino más bien desarrollar
observaciones empíricas e inferencias teóricamente fundadas en un nuevo contexto
(Schrank, 2006; Jamali et al., 2009) que podrá servir en un futuro como el punto de
partida de un proceso continuo de investigación sobre los enfoques de la RSE en
España.
LA RSE EN LAS PYMES
Como ocurre en otros ámbitos de la gestión empresarial, la mayor parte de la
investigación empírica, en este caso sobre responsabilidad social, se ha concentrando
en el ámbito de las grandes empresas. Y aunque se sigue repitiendo en muchos
trabajos que la investigación en el contexto de las pequeñas y medianas empresas es
escasa (Jenkins, 2006; Ciliberti et al, 2008; Perrini y Minoja, 2008; Burton and
Goldsby, 2009; Pedersen 2009; Demuijnck y Ngnodjom, 2013), el aumento en los
últimos años ha sido muy significativo donde la mayor dificultad de acceder y conocer
la misma se encuentra en la amplia variedad de revistas en las que se publican este
tipo de trabajos.
Al igual que cada vez surge más literatura en torno a la importancia de la
consecución de prácticas de RSE en empresas de menor dimensión, cada vez más las
Pymes van asumiendo, de formas distintas y con velocidades diferentes, que tienen
que conseguir de parte de la sociedad la legitimación suficiente que les permita operar
en unos mercados cada vez más abiertos, pero también cada vez más exigentes
(Fernández et al., 2007). En este contexto, lo que verdaderamente preocupa a las
Pymes son los problemas más cercanos a la empresa y su actividad. Por ello suelen
prestar más atención a sus empleados, a la retención, motivación y participación en la
comunidad de los mismos (Jenkins, 2006).
Una característica clave de la RSE en las Pymes está en responder a sus
preferencias en términos de apoyo caritativo y generoso, y en el hecho de centrar los
esfuerzos en garantizar el mantenimiento de los medios de vida de los empleados,
gerentes y propietarios (Spence, 2000). Esto es un poco más complicado cuando los
miembros de la familia están involucrados, y muchas Pymes, y también algunas
empresas más grandes, son empresas familiares. Esto trae una influencia adicional
sobre la responsabilidad social ya que los compromisos familiares están muy
entrelazados con los valores empresariales (Jenkins 2004). Al igual que las grandes
empresas, las Pymes gestionan un gran número de impactos económicos, sociales y
medioambientales, aunque para ello no recurren a la terminología de RS para
describirlas (Murillo y Lozano, 2006; Russo y Tencati, 2009) y, por tanto, no lo hacen
explícito más que con la constatación de la existencia de fuertes redes con sus
stakeholders (Spence, 1999). En este contexto, la motivación de llevar a cabo
prácticas de RSE en el caso de las PYME son claramente altruistas, enraizada en una
concepción y orientación filantrópica de la RSE, mientras que la motivación de la RSE
en el caso de las multinacionales es sin duda más estratégica (concepción puramente
filantrópica y discrecional de la RSE frente a una concepción más integral de la RSE,
con un énfasis en la vertiente económica).
De esta forma, a pesar de que las Pymes suelen ofrecer un excelente
rendimiento en RS, sin darse cuenta y sin tratar de beneficiarse de ella (Gelbmann,
2010), llevan a cabo un desempeño “silencioso” de la RS, sin una destacable
comunicación formal y con una escasa visibilidad externa. A partir de aquí se plantea
la siguiente hipótesis nula:
H1: Las Pymes llevan a cabo un gran número de actividades socialmente
responsables, aunque no utilicen el lenguaje de la RSE para describirlas.
Las pequeñas empresas están por lo general a cargo de un individuo (Ciliberti
et al., 2008) que es el propietario y además gestiona personalmente la organización
(Quinn, 1997) lo que hace que sean estos los que tomen las decisiones relativas a la
asignación de recursos (Spence y Rutherfoord, 2001). Por tanto, muchos autores
defienden que el comportamiento de las Pymes está determinado por las
características psicológicas del propietario de la misma (Rodgers, 2010). Por el
contrario, los directores de las multinacionales parecen estar motivados, por la
dirección y orientación de sus empresas matrices (Jamali et al., 2009), es por esto
quizás por lo que en su práctica de la RSE se han encontrado altos niveles de
formalización y normalización. Así pues, mientras que las pequeñas dependen del
papel de su propietario o gerente, las organizaciones más grandes así como las
pertenecientes a sectores potencialmente causantes de impacto medioambiental, son
observadas más de cerca y están sometidas en mayor medida al escrutinio público y a
fuertes presiones sociales (Fassin, 2008). En este sentido y con el fin de proyectar una
imagen de empresa responsable y legitimar así su actuación frente a la sociedad, cabe
esperar que este tipo de organizaciones realicen una mayor cantidad de prácticas
socialmente responsables.
Sin embargo, a diferencia de las grandes empresas, las Pymes al operar en
mercados locales y depender en gran medida de fuentes internas para financiar su
crecimiento, tienen una visibilidad mucho más limitada que las grandes y no sienten la
misma presión por la formalización de sus prácticas. En general, estas empresas de
reducida dimensión se caracterizan por tener una menor documentación de sus
operaciones, menos obstáculos de procedimiento y por aplicar un estilo de gestión
informal a las cuestiones estratégicas, incluyendo la RS (Russo y Tencati, 2009). En
este sentido, Russo y Tencati afirman que cuanto mayor es el tamaño organizativo,
mayor es la formalidad con la que desarrollan sus estrategias de sostenibilidad.
Igulamente, ya en 1973, Eilbirt y Paket encontraron que el tamaño era un factor que
estaba positivamente asociado con la participación de las empresas en la
responsabilidad social.
No obstante, con independencia del sector y del tamaño, la estructura de la
propiedad y el género del propietario/gerente de la Pyme también debieran ser
considerados factores explicativos hacia un comportamiento más responsable.
Numerosos autores han estudiado las variaciones de género y la influencia de la
propiedad familiar en lo que respecta a las consideraciones éticas y de RS de las
empresas. Por un lado, existe evidencia que sugiere que las mujeres suelen ser más
éticas y sensibles socialmente que los hombres (Burgess y Tharenou, 2002; Hazlina y
Seet, 2010), demostrando con ello un mayor instinto filantrópico. En este sentido, al
género masculino se le atribuye un enfoque mucho más económico y, por tanto,
conductas más reactivas y orientadas al control y a la consecución de objetivos
(Vinnicombe, 1995). Por otro lado, Graafland (2002) demostró que el nivel de
preocupación de las empresas familiares por la RS es mayor que el de las no
familiares, debido principalmente a que este tipo de organizaciones presentan una
serie de condiciones intrínsecas que promueven una predisposición natural a integrar
la RS en su gestión diaria (Casado y Rodríguez, 2009).
Basándonos en estos argumentos, planteamos la siguiente hipótesis
alternativa:
H2: La consecución de prácticas de RS está relacionada con determinadas
características empresariales de las Pymes (tamaño, género, estructura de la
propiedad y sector).
Metodología
Selección y definición de la muestra
La selección de empresas se realizó de forma aleatoria en base al listado SABI
de empresas de la comunidad autónoma de Murcia (España), seleccionada para el
estudio. De entre las empresas que constaban en el mismo, el método generalmente
empleado fue la selección de un listado de titulares mediante una frecuencia elegida al
azar a través de una tabla de números aleatorios. No obstante, se seleccionaron
aquellas empresas que solamente contaban con 20 o más trabajadores.
Ante posibles incidencias tales como la no colaboración, cierre y no localización
de las mismas, se estableció un método de sustitución consistente en suplir cada
empresa por otra extraída del listado SABI, bajo la premisa de ubicarse en la misma
comarca, pertenecer a la misma rama de actividad y rango de plantilla.
El número total ascendió a 4.860 Pymes. Toda la población fue sometida a un
proceso de encuesta desarrollado desde diciembre de 2010 a febrero de 2011 por un
equipo de más de veinte encuestadores de una empresa de investigación social y de
mercados1, obteniéndose un total de 509 respuestas válidas para el análisis. A
continuación se muestra la ficha de investigación en la Tabla 1.
Universo de medida y ámbito 92.196 empresas de todos los tamaños en Murcia
Censo poblacional 4.860 Pymes en Murcia2 Nº de Respuestas 509 Error para 95% de NC 4,1% Error para 97% de NC 4,6% Procedimiento de muestreo Muestreo aleatorio Tipo de Población Muestra finita
Encuesta Cuestionario estructurado realizado cara a cara con la persona adecuada de cada empresa (in situ)
Fecha del trabajo de campo 2010-2011 Tabla 1: Ficha técnica de la investigación
Fuente: Elaboración propia
El criterio de segmentación utilizado, siguiendo la misma línea de trabajos
previos centrados en Pymes (García-Borbolla et al., 2006), ha sido el número de
empleados. De este modo, se considera pequeñas empresas aquellas que tienen
entre 10 y 49 trabajadores, y medianas, aquellas que cuentan como más de 49 y
menos de 249 empleados. A este respecto, se observa que el 73,9% de las empresas
tiene entre 10 y 49 empleados, frente a un 26,1% que son consideradas como
medianas.
Adicionalmente, se ha realizado un análisis descriptivo de la distribución que
sigue la muestra según los siguientes factores: género, estructura de la propiedad y
sector (ver Tabla 2).
Para definir la estructura de la propiedad y con objeto para diferenciar entre
empresas familiares (EF) y empresas no familiares (EnF), se optó por considerar la
participación mayoritaria en mano de la unidad familiar. En relación al sector, se
establecieron unas cuotas mínimas por rama de actividad. Estas cuotas se fijaron de
1 Este trabajo surge a partir de los datos obtenidos en el proyecto titulado: “Responsabilidad Social
Corporativa, Pymes, Región de Murcia”, financiado por la Fundación Séneca, Agencia Regional de
Ciencia y Tecnología, por medio de la convocatoria de “Ayudas a la Realización de Proyectos de
Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales” del Programa Séneca 2009, en el que participan
algunos de los autores de este estudio. 2 Esto es, pequeñas y medianas empresas según datos del DIRCE 2010. Consultado el 6 de mayo de
2012 en: (http://www.ine.es/jaxiBD/menu.do?type=db&divi=dir&his=0&L=0).
forma proporcional en base al número de empresas pertenecientes a las distintas
ramas de actividad empresarial existentes en la región de Murcia, asegurando así la
correcta representatividad de la muestra. Los sectores considerados para el
establecimiento de las cuotas fueron construcción, servicios e industria.
Características Pymes Recuento Porcentaje Pequeña 376 73.87%
Tamaño Mediana 133 26.13% Masculino 472 92,73% Género del
gerente Femenino 37 7,27%
Familiar 329 64.64% Estructura de la
propiedad No familiar 180 35.36%
Construcción y Act. Inmobiliarias 128 25,15%
Comercio al por mayor y al por menor e intermediarios del comercio
105 20.63%
Ind. Productos químicos y transportes 102 20,04%
Servicios 41 8,06% Automóviles y maquinaria 38 7,46%
Textil y confección e Industrias (incluido peletería y cuero) e industrias manufactureras
38 7,46%
Ind. de productos alimenticios y bebidas 35 6,88%
Sector
Hostelería 22 4,32% Tabla 2: Características de la muestra
Fuente: Elaboración propia
Estadísticos empleados para el contraste de hipótesis
A partir de los datos obtenidos en un análisis factorial llevado a cabo con objeto
de reducir las variables necesarias para el estudio, para el contraste de hipótesis se
han utilizado dos procedimientos estadísticos en base a las necesidades de
investigación: análisis cluster y Chi-cuadrado de Pearson (1911).
El análisis cluster, es un método estadístico multivariante de clasificación
automática que trata de situar los datos a tratar en grupos homogéneos,
conglomerados o clusters, no conocidos de antemano, pero sugeridos por la propia
esencia de las variables. Concretamente, para la consecución de nuestro objetivo en
este estudio se ha aplicado un análisis cluster jerárquico, concretamente utilizamos el
método de Ward3 como método de agrupamiento ya que es considerado uno de los
más empleados para este tipo de análisis (Humphries et al., 2007; Rodeiro y López,
2007; García-Borbolla et al., 2009).
Posteriormente, para contrastar las variables categóricas, además de observar
las frecuencias en una tabla de contingencias, se ha empleado como estadístico para
medir la posible asociación el Chi-cuadrado de Pearson. Mediante la comparación
entre las frecuencias esperadas y las observadas esta prueba permite contrastar la
hipótesis nula de que las variables son independientes.
RESULTADOS
Para medir el desarrollo de prácticas de RS implementado en cada una de las
empresas de la muestra, se ha utilizado la escala previamente validada por Larrán et
al., (2011)4. Con el objetivo de identificar las acciones sociales claves a las que, desde
la perspectiva de la teoría de los stakeholders, se encuentran sometidas las Pymes,
estos autores diseñan y validan una escala que nos permiten conocer las dimensiones
y variables para medir el desarrollo de prácticas de RS. Siguiendo el proceso
multifásico propuesto por García y Mulero (2007) y recogido en la Imagen 1, Larrán et
al., (2011) llevan a cabo una validación completa de su instrumento de medida.
3 El método de Ward minimiza la distancia cuadrática media entre el centro de un grupo y cada miembro.
Particularmente, en este método, la distancia entre dos conglomerados es la suma de los cuadrados entre
dos conglomerados sumados para todas las variables (Hair et al., 2004). 4 Larrán et al., (2011) validan en su trabajo una escala para medir el nivel de desarrollo de prácticas de
RSE en el ámbito de las Pymes. Concretamente, haciendo uso de análisis psicométricos llegan a una
estructura de la escala final se compone por un total de cuatro dimensiones y 24 ítems: medio ambiente
(9 ítems), empleados (6 ítems), sociedad (5 ítems) y clientes (4 ítems).
Imagen 1: Etapas del proceso de validación de
escala
Fuente: Elaboración propia a partir de García y Mulero (2007).
De esta forma, para su obtención, los autores realizaron una extensa validez de
contenido pues no existía una escala validada sobre el desarrollo de prácticas de RS
en el ámbito de las Pymes. Una vez terminada esta validación de contenidos, se pasó
a la validación de la escala a través de la teoría psicométrica de validación de escalas,
aportando evidencias de la fiabilidad y la validez convergente, discriminante y
nomológica (Lechuga, 2012).
Tras el análisis de fiabilidad global de la escala, la depuración de variables a través
del análisis factorial exploratorio y del análisis de las correlaciones inter-ítem, el
modelo final quedó constituido por cuatro dimensiones y veinticuatro variables (ver
Tabla 3).
Ítems COM CORR C.F Minimiza el impacto medioambiental de sus actividades ,426 ,5396 ,560
Diseña productos y empaquetamiento que puede ser reusado, reparado o reciclado ,544 ,6516 ,714
Excede voluntariamente las regulaciones medioambientales legales ,482 ,5805 ,686
Realiza periódicamente auditorías medioambientales ,508 ,6767 ,686 Reutiliza y recicla materiales ,398 ,5024 ,585 Adopta medidas de diseño de productos/servicios ecológicos ,647 ,7114 ,785
Adopta programas para el uso de energías alternativas ,603 ,6668 ,773 E
scal
a “P
ráct
icas
de
RS
en
Pym
es”
a= 0
.883
3/ V
ar.to
tal e
xplic
ada=
Med
io a
mbi
ente
a=
0,8
781/
Var
. exp
l.= 9
.59%
Implementa programas de reducción del consumo de ,583 ,6549 ,729
Aplicación de la Escala Obtenida
Validez de Contenido
• Revisión bibliográfica • Identificación de ítems • Juicio de expertos
• Análisis de consistencia interna • Estudio de dimensionalidad • Análisis de fiabilidad • Análisis de validez
Análisis de Fiabilidad y
Validez
agua Realiza inversiones para ahorrar energía ,577 ,6250 ,735 Tiene en cuenta los intereses de los empleados a la hora de tomar decisiones ,605 ,6518 ,738
Apoya a los empleados que desean continuar formándose ,675 ,7050 ,797
Ayuda a sus empleados a conciliar vida laboral y personal ,639 ,6799 ,775
Reconoce la importancia del empleo estable para sus empleados y la sociedad ,546 ,5752 ,601
Desarrolla programas periódicos de formación ,567 ,6176 ,723
Em
plea
dos
a= 0
,853
0/ V
ar. e
xpl.=
14
.541
%
Evalúa el clima laboral de sus empleados de forma periódica ,605 ,6187 ,724
Incorpora los intereses de su comarca en sus decisiones empresariales ,571 ,5953 ,688
Apoya actividades deportivas o culturales en su comunidad ,585 ,6085 ,750
Mantiene relaciones transparentes con los políticos locales ,598 ,5974 ,770
Se considera parte de la comunidad y se preocupa por su desarrollo ,728 ,6855 ,808
Soc
ieda
d a=
0,8
159/
Var
. ex
pl.=
12.
363%
Tiene programas de apoyo a grupos desfavorecidos ,513 ,5499 ,655 Cumple sus compromisos sobre calidad y precio justo ,577 ,5636 ,734 Informa a sus clientes sobre el uso apropiado de sus productos y los advierte de posibles riesgos ,495 ,5241 ,676
Toma medidas para prevenir quejas de los clientes ,693 ,6762 ,803 Clie
ntes
a=
0,7
775/
V
ar. e
xpl.=
11
.060
%
Da respuesta a las quejas ,637 ,6103 ,762 Tabla 3: Escala “Prácticas de RS en Pymes”
Fuente: Elaboración propia a partir de Lechuga (2012)
Tanto las varianzas explicadas por las diferentes dimensiones como las cargas
factoriales de los ítems, han sido considerados en la elaboración de los siguientes
índices para medir el nivel de desarrollo de prácticas implementado:
-Índice empleado para medir el desarrollo de prácticas por dimensiones:
∑
∑
=
== z
xxj
xji
ixj
j
cf
cfpP
1
509
1
*
Donde:
Pj= Puntuación de la dimensión j
pixj= Puntuación otorgada por la empresa i a la práctica x,
englobada en la dimensión j
cfxj= Carga factorial de la práctica x comprendido en la dimensión j
z= Número total de indicadores de la dimensión j
-Índice empleado para medir el desarrollo de prácticas de RS:
∑
∑
=
== 4
1
4
1
*
jj
jj
j
Var
VarPPF
Donde:
Pj= Puntuación de la dimensión j
Varj= Varianza explicada por la dimensión j
Existen determinados perfiles o características organizativas de las empresas
que pueden llegar a considerarse como factores explicativos de los niveles divulgación
de desarrollo de prácticas de RS. En función de lo anterior y a través de un análisis de
contingencias se ha analizado si, para la muestra seleccionada, el tamaño, el sector, la
estructura de la propiedad y el género, inciden en el caso de las Pymes.
A continuación se exponen los resultados obtenidos en función de las distintas
hipótesis a contrastar.
H1: Las Pymes llevan a cabo un gran número de actividades socialmente
responsables, aunque estas se realicen de forma silenciosa.
A partir de las prácticas obtenidas en el análisis factorial, se realizó un análisis
cluster jerárquico, basado en el método de Ward y nos permitió distinguir la existencia
de dos grupos (imagen 2) claramente diferenciados en nuestra muestra compuestos
por 167 y 342 (tabla 4) empresas cada uno en función del nivel de desarrollo de
prácticas de RS.
Imagen 2: Dendograma nivel de desarrollo prácticas RSE
Fuente: Elaboración propia
1 167,000 32,81% Cluster 2 342,000 67,19%
Valid 509,000 Missing 0,000
Tabla 4: Número de empresas en cada cluster Fuente: Elaboración propia
Final Cluster Centers
Cluster 1 2 Cumple sus compromisos sobre calidad y precio justo 4,66 4,31 Informa a sus clientes sobre el uso apropiado de sus productos y los advierte de posibles riesgos 4,63 4,05 Toma medidas para prevenir quejas de los clientes 4,74 4,33 Da respuesta a las quejas 4,75 4,39 Tiene en cuenta los intereses de los empleados a la hora de tomar decisiones 4,34 3,47 Apoya a los empleados que desean continuar formándose 4,52 3,75 Ayuda a sus empleados a conciliar vida laboral y personal 4,29 3,60 Reconoce la importancia del empleo estable para sus empleados y la sociedad 4,47 3,99 Desarrolla programas periódicos de formación 4,28 3,40 Evalúa el clima laboral de sus empleados de forma periódica 4,05 3,16 Minimiza el impacto medioambiental de sus actividades 4,60 3,70 Diseña productos y empaquetamiento que puede ser reusado, reparado o reciclado 4,47 2,95 Excede voluntariamente las regulaciones medioambientales legales 3,75 2,61 Realiza inversiones para ahorrar energía 4,48 3,36 Reutiliza y recicla materiales 4,66 3,74 Adopta medidas de diseño de productos/servicios ecológicos 4,16 2,70 Adopta programas para el uso de energías alternativas 3,89 2,57 Implementa programas de reducción del consumo de agua 4,29 3,02 Realiza periódicamente auditorías medioambientales 4,44 2,67 Incorpora los intereses de su comarca en sus decisiones empresariales 3,57 2,61 Apoya actividades deportivas o culturales en su comunidad 2,84 2,62 Mantiene relaciones transparentes con los políticos locales 3,35 2,99 Se considera parte de la comunidad y se preocupa por su desarrollo 3,87 3,16 Tiene programas de apoyo a grupos desfavorecidos 2,81 2,18 Tabla 5: Centro finales de los clusters
Fuente: Elaboración propia
El Grupo 1, constituido por el 32,81% de la muestra, se caracteriza por el
hecho de presentar los valores más altos en todas las variables analizadas. Por tanto,
podemos establecer que está integrado por los individuos que presentan mayores
niveles de desarrollo de prácticas de RS.
El Grupo 2, es el más numeroso ya que está integrado por el 67,19% de la
muestra analizada. Las empresas pertenecientes a este cluster, son las que llevan a
cabo en menor medida comportamientos socialmente responsables, aunque a
excepción de la variable “Tiene programas de apoyo a grupos desfavorecidos” ninguno
de los comportamientos pueden ser considerados muy bajos, ya que los centroides del
cluster final se sitúan en torno al valor tres en una escala de cinco puntos.
Por otro lado, cabe mencionar que tanto las empresas del cluster 1 como las
del 2 desarrollan en mayor medida las prácticas de RS dirigidas a los clientes y las que
menos las relacionadas con la comunidad local. En particular, el dar respuesta a las
quejas de los clientes es lo que más preocupa a los propietarios/gerentes de Pymes.
Destaca la diferencia de implicación en cuanto a las prácticas
medioambientales entre los dos grupos de empresas, siendo las que pertenecen al
primero mucho más conscientes de la importancia de la preservación y la
sostenibilidad de la sociedad en la que están inmersas.
H2: La consecución de prácticas de RS está relacionada con determinadas
características empresariales de las Pymes.
Una vez identificados estos grupos, como ya hicieron para el caso de grandes
empresas Godos-Díez y Fernández-Gago (2011) se procedió a analizar la posible
relación de dependencia de variables tanto propias de la empresa (tamaño, sector y
estructura de la propiedad) como del directivo (género), realizando para ello un test chi
cuadrado (Humphries et al., 2007; García Borbolla et al., 2009).
Los resultados que se derivan de estos análisis se recogen en la tabla 6. Como
puede observarse, se detectaron diferencias significativas en las variables tamaño
(pvalor= 0,006), sector de la empresa (pvalor= 0,005), y género del propietario gerente
(pvalor= 0,033), mientras que no se encontraron diferencias en cuanto a la estructura
de la propiedad se refiere.
El primer cluster (32,81% de las Pymes), de las cuales el 70% son pequeñas y
prácticamente el 30% son medianas. Estos resultados no son de extrañar dadas las
características iniciales de la muestra (constituida por un 77,41% de empresas
pequeñas), sin embargo, podemos observar que sólo un 29,7% de las empresas
pequeñas pertenecen al cluster 1 mientras que un 43.48% de las empresas medianas
pertenecen a este cluster. Lo cual pondría de manifiesto que conforme aumenta el
tamaño de las empresas, más probabilidades tienen de pertenecer al cluster 1 y por
tanto, son las empresas medianas por encima de las pequeñas las que más prácticas
de RS llevan a cabo.
El género del propietario/gerente también resulta significativo (pvalor=,0033), y al
igual que ocurría cuando estudiamos el tamaño, en valores absolutos existen más
hombres propietarios que mujeres en las Pymes de nuestra muestra, sin embargo el
48,65 % de las empresas dirigidas por mujeres están incluidas en el primer cluster por
tan sólo el 31,57% de las dirigidas por hombres. Por tanto, aunque en términos
absolutos es mayor el número de empresas dirigidas por hombres, existe una mayor
probabilidad de que una empresa dirigida por una mujer pertenezca al cluster 1 y por
tanto serán las empresas en manos de mujeres las más atención presten a las
prácticas de RS.
Y por último, en relación al sector (pvalor=0,005) en el primer cluster predominan
las empresas dedicadas a la construcción y actividades inmobiliarias por ser las que
más abundan en nuestra muestra, sin embargo, en términos porcentuales es la
industria del automóvil y maquinaria las que más actividades realizan en este grupo
(52,63%). En el otro extremo es menos probable encontrar empresas dedicadas al
comercio al por mayor y por menor e intermediarios (23,8%).
Clu ster 1 Clus ter 2
C o un t 11 7 2 7 7% w ithin TAM AÑO 2 9 ,70 % 7 0,3 0 %
% w i th i n C LUST ER2 7 0 ,06 % 8 0,9 9 %
% o f To tal 2 2 ,99 % 5 4,4 2 %
C o un t 5 0 6 5
% w ithin TAM AÑO S E G Ú N N Ú M E R O D E TRA B AJAD O R E S4 3 ,48 % 5 6,5 2 %
% w i th i n C LUST ER2 2 9 ,94 % 1 9,0 1 %% o f To tal 9 ,82 % 1 2,7 7 %
C o un t 14 9 3 2 3
% w ithin GÉ N E R O 3 1 ,57 % 6 8,4 3 %
% w i th i n C LUST ER2 8 9 ,22 % 9 4,4 4 %
% o f To tal 2 9 ,27 % 6 3,4 6 %
C o un t 1 8 1 9
% w ithin GÉ N E R O 4 8 ,65 % 5 1,3 5 %
% w i th i n C LUST ER2 1 0 ,78 % 5,5 6 %% o f To tal 3 ,54 % 3,7 3 %
C o un t 6 2 1 1 8
% w ithin EST R U C T U R A D E L A P R O P IE D A D3 4 ,44 % 6 5,5 6 %
% w i th i n C LUST ER2 3 7 ,13 % 3 4,5 0 %
% o f To tal 1 2 ,18 % 2 3,1 8 %
C o un t 10 5 2 2 4
% w ithin EST R U C T U R A D E L A P R O P IE D A D3 1 ,91 % 6 8,0 9 %
% w i th i n C LUST ER2 6 2 ,87 % 6 5,5 0 %% o f To tal 2 0 ,63 % 4 4,0 1 %
C o un t 1 0 2 8
% w ithin SECTOR 2 6 ,32 % 7 3,6 8 %
% w i th i n C LUST ER2 5 ,99 % 8,1 9 %
% o f To tal 1 ,96 % 5,5 0 %
C o un t 1 8 1 7
% w ithin SECTOR 5 1 ,43 % 4 8,5 7 %
% w i th i n C LUST ER2 1 0 ,78 % 4,9 7 %% o f To tal 3 ,54 % 3,3 4 %
C o un t 2 6 7 6
% w ithin SECTOR 2 5 ,49 % 7 4,5 1 %
% w i th i n C LUST ER2 1 5 ,57 % 2 2,2 2 %
% o f To tal 5 ,11 % 1 4,9 3 %
C o un t 2 0 1 8
% w ithin SECTOR 5 2 ,63 % 4 7,3 7 %% w i th i n C LUST ER2 1 1 ,98 % 5,2 6 %
% o f To tal 3 ,93 % 3,5 4 %
C o un t 4 5 8 3
% w ithin SECTOR 3 5 ,16 % 6 4,8 4 %
% w i th i n C LUST ER2 2 6 ,95 % 2 4,2 7 %
% o f To tal 8 ,84 % 1 6,3 1 %
C o un t 9 1 3% w ithin SECTOR 4 0 ,91 % 5 9,0 9 %
% w i th i n C LUST ER2 5 ,39 % 3,8 0 %
% o f To tal 1 ,77 % 2,5 5 %
C o un t 2 5 8 0
% w ithin SECTOR 2 3 ,81 % 7 6,1 9 %
% w i th i n C LUST ER2 1 4 ,97 % 2 3,3 9 %
% o f To tal 4 ,91 % 1 5,7 2 %
C o un t 1 4 2 7
% w ithin SECTOR 3 4 ,15 % 6 5,8 5 %
% w i th i n C LUST ER2 8 ,38 % 7,8 9 %
% o f To tal 2 ,75 % 5,3 0 %
0, 03 3
0, 56 1
0, 00 5
CLU S T E RF A C T O R E S
0, 00 6
P_VALOR (Pearso n)
A utom ó viles y maquinaria
Ind u str ia Prod uctos qu ímicos y tran sp ortes
Ind us tria de productos alimenticio s y b e bidas
T e xtil y confecció n (+peletería y c u ero)e ind
m a nu factureras
O tras act iv idades empresariales
Comerc io a l po r mayor y po r menor e
in termediarios comercio
H ostelería
C o ns tru cció n y Activ idades Inmobil iarias
SEC T O R
TAM A Ñ O S E G Ú N N Ú M E R O D E T R ABA JA D O R E S
G É N E RO
E S T R U C T U R A D E L A P R O P IEDAD
ENF
E F
M u j er
Hombre
Pequeña
M ediana
Tabla 6: Análisis comparativo entre clusters
Fuente: Elaboración propia
CONCLUSIONES
Hasta el momento, la mayor parte de los trabajos hallados sobre el objeto de
este estudio han coincidido a la hora de señalar que las Pymes no llevan a cabo
prácticas de RS como un mecanismo con el que garantizar la legitimidad y mejorar la
reputación frente a los diferentes stakeholders, sino que más bien, la consecución de
prácticas en este ámbito obedece a cuestiones de voluntariedad y conciliación
(Jenkins, 2006; Williamson et al., 2006; Lynch-Wood et al., 2009). En esta línea,
autores como Fassin (2008) afirman que las Pymes llevan a cabo muchas políticas de
RS aunque sea de forma inconsciente y es por ello que lo hacen de una forma más
“silenciosa” que las grandes corporaciones. Con el objetivo de contrastar esta
hipótesis, en este trabajo se ha realizado un análisis factorial sobre un total de 56
variables relacionadas con la responsabilidad social en el ámbito de las Pymes, a
partir del cual se utiliza un análisis cluster para determinar grupos dentro de un total de
509 Pymes de la Región de Murcia (España) en función del su nivel de desarrollo y los
diferentes perfiles o factores determinan su comportamiento socialmente responsable
dentro de cada uno.
Un resultado interesante de destacar de este estudio se basa en como los
aspectos sociales quedan claramente definidos en dos grupos de actividades, por un
lado los que tienen incidencia en los aspectos medioambientales y, por otro, los
referentes al desarrollo de las comunidades locales en las que operan las empresas.
Esta diferenciación parece lógica si atendemos a que las Pymes generalmente operan
en un mercado muy localizado. Es precisamente por ello, que entendíamos serían las
prácticas relacionadas con la sociedad aquellas que recibirían mayor atención por
parte de las empresas de la muestra. Sin embargo, nuestros resultados ponen de
manifiesto, un mayor desarrollo tanto de las prácticas medioambientales como
aquellas enfocadas en clientes y empleados, por encima de las dirigidas a la
comunidad local, siendo concretamente la menos desarrollada la relacionada con el
establecimiento de programas de apoyo a grupos desfavorecidos. Consideramos que
este hecho puede estar relacionado con el año en que se llevó a cabo el estudio. Las
prácticas de RS ligadas a este stakeholder están íntimamente relacionadas con la
inversión de dinero (patrocinios de actividades culturales o deportivas por ejemplo) y
puede ser por ello que en los tiempos que corren, en los que es más acusada la
presión de las Pymes por sobrevivir, sean las menos desarrolladas.
Igualmente, se pone de manifiesto el hecho de que todas las Pymes
encuestadas afirmen llevar a cabo algún tipo de actividad de RS dejando constancia,
de manera sorprendente, el interés actual por el desarrollo de este tipo de prácticas.
En relación al perfil organizativo, las evidencias empíricas encontradas
permiten afirmar que las Pymes de mayor tamaño, dirigidas por mujeres y
perteneciente a sectores con potencial impacto sobre la sociedad y el medio ambiente
son las que se preocupan en mayor medida por llevar cabo prácticas de
responsabilidad social. Así, con independencia de si se analiza el desarrollo de
prácticas en grandes corporaciones o en Pymes, puede afirmarse que cuanto mayor
sea la empresa, mayor será el desarrollo de prácticas de RS. Este hecho sirve para
confirmar lo que ya se ha determinado en la literatura en otras ocasiones
(Udayasankar, 2008; Bajo y Durán, 2009; Güler et al., 2010) en la que se considera
que existe una relación directa entre el tamaño de la empresa y el desarrollo de
prácticas socialmente responsables y en la que se acusa este hecho a su mayor
visibilidad o presiones externas a las que las empresas más grandes se ven
sometidas. Nuestros resultados además están en concordancia con Deegan y Gordon,
quienes en 1996 ya observan en las empresas australianas la existencia de una
relación significativa entre la pertenencia a un sector sensible a los aspectos
medioambientales, como es el de transporte con la consecución de mayores prácticas
de RS, sobretodo centradas en este ámbito.
Por otro lado, el presente trabajo permite observar que si bien las empresas
pequeñas son las que menos recursos destinan a estas prácticas, quizás debido a la
falta de codificación de la RS en ellas, también parecen preocuparse por el cuidado de
los empleados y los clientes en mayor medida. En este sentido parece que las Pymes
reconocen la importancia de cuidar y establecer relaciones de diálogo continuo con
sus clientes (Battaglia et al., 2010) como grupo que tiene un impacto directo en la
organización al ser estos los que compran sus productos (Gadenne et al., 2009).
Igualmente, las Pymes parecen ser conscientes de la importancia de los trabajadores
como un factor para estimular el aumento de la productividad (Battaglia et al., 2010),.
En este sentido la inversión en los empleados, por ejemplo la conciliación laboral
familiar, puede aportar beneficios directos a una empresa (Hammann et al., 2009).
Entre las limitaciones, cabe destacar que el presente trabajo es de carácter
exploratorio y que, en el futuro, pretendemos utilizar otras variables como innovación o
competitividad con objeto de estudiar la relación entre estas y la RSE. Igualmente, aun
cuando para la selección de la muestra se escogió una región suficientemente
representativa, el estudio podría ser replicado tanto a nivel nacional como internacional
con el propósito de corroborar las evidencias encontradas. También sería posible
analizar los resultados empleando para la valoración del nivel de prácticas una escala
distinta de RS.
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