Carlos Pauner conquista el Lhotse sin oxígeno artificial. Heraldo de Aragon.

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DEPORTES I 41 Heraldo de Aragón l Miércoles 25 de mayo de 2011 En lo alto de la cuarta cima del mundo E l día 21 era nuestra fecha y así fue. Ese día nos encara- mamos hasta los 8.516 me- tros de altura del Lhotse, alrededor de la una del mediodía. El espectá- culo no podía ser más impresio- nante: el Everest, el Nuptse y cien- tos de enormes montañas desde nuestro privilegiado mirador. Por fin Javier estaba a mi lado en una gran cima, y la verdad es que no podiamos pedir nada más. Jun- to a nosotros todos nuestros com- pañeros más o menos repartidos: Juanjo Garra, Carlos Soria, Juani- to Oiarzabal y Lolo González. Una gran cima, sin duda, y un gran esfuerzo, especialmente para los que subimos sin oxígeno artifi- cial (todos salvo Javier Perez y Car- los Soria que lo usaron en la subi- Carlos Pauner Campo base Everest/Lhotse MONTAÑISMO Javier Pérez (izqda) y Carlos Pauner el sábado pasado en la cima del Lhotse, a 8.516 metros. WWW.CARLOSPAUNER.COM da y en la bajada). Tras esos bellos momentos, un duro descenso al campo 4. Todos llegamos a una ho- ra parecida, salvo Lolo que se fue retrasando. Llegamos cansados, pero dentro de lo que podíamos esperar en una montaña como es- ta. A la mañana siguiente, sin noti- cias de Lolo y luchando por salvar la vida, proseguimos el descenso hasta el campo 2 (6.400 m). Gran cansancio, pero mucha precaución para no cometer erro- res en este peligroso descenso. Al llegar al campo 2, nos cuenta el equipo de Russell Brice que han localizado a Lolo por encima de la Tortuga (7.950 m) y que Damián Benegas, Matoko y dos sherpas de Russell lo están bajando. Nuestra alegría no puede ser mayor, en breve tiempo todo nuestro equi- po estará en el campo 2. No puedo dejar de agradecer a los Patagonian Brothers (Willy y Damián Benegas) y a Russell su desmesurado esfuerzo por salvar la vida de nuestro compañero así como haber bajado a otros dos es- pañoles, de otro grupo que tam- bién andaban con problemas. Dormimos en el campo 2 y por la mañana (el lunes), después de que el helicóptero se lleva a Lolo, seguimos con nuestro descenso al campo base. Ya cerca del campo base, Juanito se colapsa y Javier le hace entrega del oxígeno para su recuperación. A la vez, el equipo de Edurne Pasaban, alertado por la doctora Mónica Piris de Himala- yan Experience, envía tres sherpas para arriba, lo cual hace posible ba- jar a Juanito. Por fin todos en el ba- se, agotados pero a salvo. En el campo base, nos atienden los doc- tores Carlos Martinez, Mónica Pi- ris y Pablo Díaz, con los que he- mos estado en contacto todos es- tos días. Sus desvelos han sido in- gentes y su ayuda fundamental pa- ra nosotros. Ellos nos chequean y nos atienden durante la noche. Es- tamos agotados, deshidratados pe- ro ya fuera de peligro. Ha habido mucho lío, muchos comentarios de personas que no estaban aquí, pero la realidad es que he podido subir al Lhotse sin usar oxígeno artificial ni a la subi- da ni a la bajada. El único acciden- tado de nuestro equipo, Lolo, ha salvado la vida gracias a los es- fuerzos de muchas personas y Juanito también ha sufrido algo al final. Desmentir los comentarios infundados del uso de oxígeno (por parte de personas que ni es- taban en el campo base), salvo los casos de otras personas que ya he comentado anteriormente. Agra- decer de nuevo a todos los que realmente y de verdad, nos han ayudado en esta gran expedición y a todos mis compañeros. ZARAGOZA. Carlos Pauner y Javier Pérez, los dos alpinistas de Monta- ñeros de Aragón, salieron el 4 de abril rumbo a una nueva aventura en el Lhotse: para el primero, enca- denar su undécimo ochomil; para el segundo, estrenar su palmarés hi- malayista con una cima de caché. Los dos lo consiguieron el pasado sábado. Un éxito que compartieron con sus compañeros de cordada: Juanjo Garra, Juanito Oiarzabal, Carlos Soria y Lolo González. Y que también disfrutaron Isabel García, Roberto Rodrigo y Miguel Ángel Pérez. Lo que había sido una ascen- sión en cuatro jornadas impecable, se tornó en un descenso de tres días lento y extenuante que acabó el lunes con Lolo y Rober evacua- dos en helicóptero e ingresados en el Norvic Hospital de Kathmandú, y Oiarzabal en camilla víctima de un agotamiento extremo por des- hidratación. Los dos aragoneses, y el resto de montañeros, llegarán hoy a la instalación médica para ser tratados de sus dolencias: Pauner de una fuerte afección de garganta, y Pérez, con posible congelación en los dedos de los pies. Aunque en el campo base del Everest/Lhotse (5.380 metros) se puede twittear con normalidad, a 8.516 metros, en la cuarta cima más alta de la tierra, la comunicación verbal es muy compleja. Así, la transmisión de la información, si no se cuenta en primera persona, pierde bastante de su credibilidad. La historia de lo sucedido en el Lhotse, desde el sábado hasta el lu- nes, cuando todos los protagonis- tas alcanzaron un campo base que vivió entre la «incertidumbre y el miedo», como lo describe Edurne Pasaban en su web, no es limpia; sufre tachones, añadidos en los la- terales, rectificaciones y aclaracio- nes. Un desbarajuste de relato que solo los montañeros han podido darle una lógica cuando han desa- parecido los walkies de altura, los teléfonos satélites y el boca a boca. En el campo base se ha termina- do el drama. Ayer, aunque con di- ficultad, se expresó Carlos Pauner. Su responsable de prensa, Amor García, plasmó su discurso en la web oficial del jaqués: quiso dejar claro que «en ningún momento he tomado oxígeno (en el campo 4), y si no que pregunten a mis com- pañeros que eran los que estaban conmigo». ¿Por qué Pauner se ve obligado a decir esto? El domingo por la mañana saltan las alarmas: «Pauner está en el C4 con oxíge- no por edema cerebral. Le hemos pautado 8 mg de dexametasona. Parece que no encuentran el boti- quín de altura». La información procede de la doctora María Anto- nia Nerín, que junto con el tam- bién doctor del Hospital Clínico de Zaragoza José Ramón Moran- deira, han permanecido mes y me- dio en el campo base para conti- nuar con el proyecto ‘Compromi- so del Servicio Aragonés de la Sa- lud con la Asistencia Médica en si- tuaciones de Extrema Periferia- Expedición Lhotse 2011’. Los gale- Pauner aclara desde el campo base las confusas informaciones sobre su 11ª conquista El circo del Lhotse nos no se encontraban el sábado en el campamento del Everest. Cuando conocieron lo que ocurría en el descenso del Lhotse, Nerín y Morandeira estaban bastante le- jos, en la localidad de Kunde. Pese a no estar presente en el campo base, donde sí permanecían otros doctores como Carlos Martí- nez, del Máster de Medicina de Ur- gencia en Montaña de la Universi- dad de Zaragoza que codirige, Mó- nica Piris y Pablo Díaz, Nerín envía partes médicos durante todo el do- mingo –un día muy intenso por la incertidumbre de la desaparición de Lolo González–, el lunes y ayer basados en conversacionesa telefó- nicas con el campo base. La propia Nerín tuvo que desdecirse de datos que había aportado, admitiendo que «muchas de las manifestacio- nes que se han hecho estas 48 ho- ras no se corresponden, para nada, con la realidad». Pero el daño, espe- cialmente en lo que afectaba a Pau- ner ya estaba hecho: la aportación de oxígeno no hubiera validado la cima, tal y como está enfocado el proyecto de ascender los 14 ocho- miles sin artificio. «Entiendo que con tantos problemas que ha habi- do en el descenso del Lhotse, haya podido haber confusión. Pero yo en ningún momento he tomado oxíge- no. Si lo hubiese hecho en el C4 o en el descenso habría bajado más rápido, sin problemas y ahora no es- taría así. Ha sido un descenso tre- mendamente duro; he sufrido y lu- chado mucho por ascender y des- cender el Lhotse como siempre lo hago, sin oxígeno» aclara contun- dente Pauner, que da las gracias por los cuidados a Martínez, Piris y Díaz: «Ellos son quienes me han atendido en el base y les estoy enor- memente agradecido». Por otro lado está la solidaridad de los montañeros, que volvió a manifestarse al establecerse un rescate de altura para sacar a Lolo González del C4 que coordinó des- de el campamento base el equipo de Edurne Pasabán. Pauner, que compartió el C2 con todos los pro- tagonistas de esta crónica, reitera en varias ocasiones su deseo de «agradecer infinitamente a Bene- gas (Patagonian Brothers) y Rusell Brice (Himex) el esfuerzo y la hu- manidad que han demostrado con el rescate de Lolo». Y también puntualiza el desencuentro que tu- vo con Damián Benegas que, al verle extremadamente cansado, le ofreció oxígeno. Pauner lo rechazó diciendo: «Muchas gracias, pero yo subo y bajo los ochomiles sin oxígeno». Y así lo vuelve a repetir en el campo base. Hoy, Pauner, Pérez y el resto de la expedición saldrán en helicóp- tero (práctica habitual para dejar el campo base) con destino Kath- mandú. Tras su paso por el Nor- vic Hospital y completar los trá- mites burocráticos, como reunir- se con la cronista Elisabeth Ha- wley, tratarán de adelantar el re- greso a Zaragoza, que en un prin- cipio esperan que sea el domingo. A. CORTÉS

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DEPORTES I 41Heraldo de Aragón l Miércoles 25 de mayo de 2011

En lo alto de la cuarta cima del mundo

E l día 21 era nuestra fecha yasí fue. Ese día nos encara-mamos hasta los 8.516 me-

trosdealturadelLhotse,alrededorde la una del mediodía. El espectá-culo no podía ser más impresio-nante: el Everest, el Nuptse y cien-tos de enormes montañas desdenuestro privilegiado mirador.

Por fin Javier estaba a mi lado enuna gran cima, y la verdad es queno podiamos pedir nada más. Jun-to a nosotros todos nuestros com-pañeros más o menos repartidos:Juanjo Garra, Carlos Soria, Juani-to Oiarzabal y Lolo González.

Una gran cima, sin duda, y ungran esfuerzo, especialmente paralos que subimos sin oxígeno artifi-cial (todossalvoJavierPerezyCar-los Soria que lo usaron en la subi-

Carlos PaunerCampo base Everest/Lhotse

MONTAÑISMO

Javier Pérez (izqda) y Carlos Pauner el sábado pasado en la cima del Lhotse, a 8.516 metros. WWW.CARLOSPAUNER.COM

da y en la bajada). Tras esos bellosmomentos, un duro descenso alcampo4.Todosllegamosaunaho-ra parecida, salvo Lolo que se fueretrasando. Llegamos cansados,pero dentro de lo que podíamosesperar en una montaña como es-ta. A la mañana siguiente, sin noti-cias de Lolo y luchando por salvarla vida, proseguimos el descensohasta el campo 2 (6.400 m).

Gran cansancio, pero muchaprecaución para no cometer erro-res en este peligroso descenso. Alllegar al campo 2, nos cuenta elequipo de Russell Brice que hanlocalizado a Lolo por encima dela Tortuga (7.950 m) y que DamiánBenegas, Matoko y dos sherpas deRussell lo están bajando. Nuestraalegría no puede ser mayor, enbreve tiempo todo nuestro equi-po estará en el campo 2.

No puedo dejar de agradecer alos Patagonian Brothers (Willy y

Damián Benegas) y a Russell sudesmesurado esfuerzo por salvarla vida de nuestro compañero asícomo haber bajado a otros dos es-pañoles, de otro grupo que tam-bién andaban con problemas.

Dormimos en el campo 2 y porla mañana (el lunes), después deque el helicóptero se lleva a Lolo,seguimos con nuestro descenso alcampo base. Ya cerca del campobase, Juanito se colapsa y Javier lehace entrega del oxígeno para surecuperación. A la vez, el equipodeEdurnePasaban,alertadopor ladoctora Mónica Piris de Himala-yanExperience,envía tressherpasparaarriba, locualhaceposibleba-jar a Juanito. Por fin todos en el ba-se, agotados pero a salvo. En elcampo base, nos atienden los doc-tores Carlos Martinez, Mónica Pi-ris y Pablo Díaz, con los que he-mos estado en contacto todos es-tos días. Sus desvelos han sido in-

gentesysuayudafundamentalpa-ra nosotros. Ellos nos chequean ynos atienden durante la noche. Es-tamosagotados,deshidratadospe-ro ya fuera de peligro.

Ha habido mucho lío, muchoscomentarios de personas que noestaban aquí, pero la realidad esque he podido subir al Lhotse sinusar oxígeno artificial ni a la subi-da ni a la bajada. El único acciden-tado de nuestro equipo, Lolo, hasalvado la vida gracias a los es-fuerzos de muchas personas yJuanito también ha sufrido algo alfinal. Desmentir los comentariosinfundados del uso de oxígeno(por parte de personas que ni es-taban en el campo base), salvo loscasos de otras personas que ya hecomentado anteriormente. Agra-decer de nuevo a todos los querealmente y de verdad, nos hanayudado en esta gran expedicióny a todos mis compañeros.

ZARAGOZA.CarlosPauneryJavierPérez, los dos alpinistas de Monta-ñeros de Aragón, salieron el 4 deabril rumbo a una nueva aventuraen el Lhotse: para el primero, enca-denar su undécimo ochomil; paraelsegundo,estrenarsupalmaréshi-malayista con una cima de caché.Los dos lo consiguieron el pasadosábado.Unéxitoquecompartieroncon sus compañeros de cordada:Juanjo Garra, Juanito Oiarzabal,CarlosSoriayLoloGonzález.Yquetambién disfrutaron Isabel García,Roberto Rodrigo y Miguel ÁngelPérez.Loquehabíasidounaascen-sión en cuatro jornadas impecable,se tornó en un descenso de tresdías lento y extenuante que acabóel lunes con Lolo y Rober evacua-dos en helicóptero e ingresados enel Norvic Hospital de Kathmandú,y Oiarzabal en camilla víctima deun agotamiento extremo por des-hidratación. Los dos aragoneses, yel resto de montañeros, llegaránhoya la instalaciónmédicaparasertratados de sus dolencias: Paunerde una fuerte afección de garganta,yPérez,conposiblecongelaciónenlos dedos de los pies.

Aunque en el campo base delEverest/Lhotse (5.380 metros) sepuede twittear con normalidad, a8.516 metros, en la cuarta cima másalta de la tierra, la comunicaciónverbal es muy compleja. Así, latransmisión de la información, sino se cuenta en primera persona,pierde bastante de su credibilidad.La historia de lo sucedido en elLhotse, desde el sábado hasta el lu-nes, cuando todos los protagonis-tas alcanzaron un campo base quevivió entre la «incertidumbre y elmiedo», como lo describe EdurnePasaban en su web, no es limpia;sufre tachones, añadidos en los la-terales, rectificacionesyaclaracio-nes. Un desbarajuste de relato quesolo los montañeros han podidodarle una lógica cuando han desa-parecido los walkies de altura, losteléfonos satélites y el boca a boca.

En el campo base se ha termina-do el drama. Ayer, aunque con di-ficultad, se expresó Carlos Pauner.Su responsable de prensa, AmorGarcía, plasmó su discurso en laweb oficial del jaqués: quiso dejarclaro que «en ningún momento hetomado oxígeno (en el campo 4),y si no que pregunten a mis com-pañeros que eran los que estabanconmigo». ¿Por qué Pauner se veobligado a decir esto? El domingopor la mañana saltan las alarmas:«Pauner está en el C4 con oxíge-no por edema cerebral. Le hemospautado 8 mg de dexametasona.Parece que no encuentran el boti-quín de altura». La informaciónprocede de la doctora María Anto-nia Nerín, que junto con el tam-bién doctor del Hospital Clínicode Zaragoza José Ramón Moran-deira, han permanecido mes y me-dio en el campo base para conti-nuar con el proyecto ‘Compromi-so del Servicio Aragonés de la Sa-lud con la Asistencia Médica en si-tuaciones de Extrema Periferia-Expedición Lhotse 2011’. Los gale-

Pauner aclara desde el campo base las confusas informaciones sobre su 11ª conquista

El circo del Lhotsenos no se encontraban el sábadoen el campamento del Everest.Cuandoconocieron loqueocurríaen el descenso del Lhotse, Nerín yMorandeira estaban bastante le-jos, en la localidad de Kunde.

Pese a no estar presente en elcampobase,dondesípermanecíanotros doctores como Carlos Martí-nez,delMásterdeMedicinadeUr-gencia en Montaña de la Universi-dad de Zaragoza que codirige, Mó-nica Piris y Pablo Díaz, Nerín envíapartes médicos durante todo el do-mingo –un día muy intenso por laincertidumbre de la desapariciónde Lolo González–, el lunes y ayerbasadosenconversacionesatelefó-

nicas con el campo base. La propiaNeríntuvoquedesdecirsededatosque había aportado, admitiendoque «muchas de las manifestacio-nes que se han hecho estas 48 ho-ras no se corresponden, para nada,conlarealidad».Peroeldaño,espe-cialmente en lo que afectaba a Pau-ner ya estaba hecho: la aportaciónde oxígeno no hubiera validado lacima, tal y como está enfocado elproyecto de ascender los 14 ocho-miles sin artificio. «Entiendo quecon tantos problemas que ha habi-do en el descenso del Lhotse, hayapodidohaberconfusión.Peroyoenningúnmomentohetomadooxíge-no. Si lo hubiese hecho en el C4 o

en el descenso habría bajado másrápido,sinproblemasyahoranoes-taría así. Ha sido un descenso tre-mendamente duro; he sufrido y lu-chado mucho por ascender y des-cender el Lhotse como siempre lohago, sin oxígeno» aclara contun-dentePauner,quedalasgraciasporlos cuidados a Martínez, Piris yDíaz: «Ellos son quienes me hanatendidoenelbaseylesestoyenor-memente agradecido».

Por otro lado está la solidaridadde los montañeros, que volvió amanifestarse al establecerse unrescate de altura para sacar a LoloGonzálezdelC4quecoordinódes-de el campamento base el equipo

de Edurne Pasabán. Pauner, quecompartió el C2 con todos los pro-tagonistas de esta crónica, reiteraen varias ocasiones su deseo de«agradecer infinitamente a Bene-gas(PatagonianBrothers)yRusellBrice (Himex) el esfuerzo y la hu-manidad que han demostrado conel rescate de Lolo». Y tambiénpuntualizaeldesencuentroquetu-vo con Damián Benegas que, alverle extremadamente cansado, leofrecióoxígeno.Pauner lorechazódiciendo: «Muchas gracias, peroyo subo y bajo los ochomiles sinoxígeno». Y así lo vuelve a repetiren el campo base.

Hoy, Pauner, Pérez y el resto dela expedición saldrán en helicóp-tero (práctica habitual para dejarel campo base) con destino Kath-mandú. Tras su paso por el Nor-vic Hospital y completar los trá-mites burocráticos, como reunir-se con la cronista Elisabeth Ha-wley, tratarán de adelantar el re-greso a Zaragoza, que en un prin-cipio esperan que sea el domingo.

A. CORTÉS