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2000, Ao 1 Nro. 1, p. 226-228.

Corbellini, Natalia

Olivar

Resea

Cita sugerida Corbellini, N. (2000) [Resea sobre] Antonio Muoz Molina, Carlota Fainberg, Madrid: Alfaguara, 1999, 174 p. [en lnea]. Olivar, 1(1). Disponible en: http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.3110/pr.3110.pdf

Antonio Muoz Molina, Carlota Fainberg, Madrid: Alfaguara, 1999, 174 p.

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RESEA

Antonio MUOZ MOLINA, Carlota Fainberg, Madrid:

Alfaguara, 1999, 174

Por Natalia Corbellini

Universidad de Nacional de La Plata La obra novelstica de Antonio Muoz Molina (beda, Jan, 1956) desde su inicio en 1986

con Beatus lile ha sido reconocida y galardonada en diferentes mbitos: a los premios

caro, de la Crtica, Nacional de Literatura y Planeta, se suma la condicin de miembro de

la Real Academia desde 1996. Su eleccin esttica bien puede identificarse con la "nueva

narrativa espaola" surgida en los aos ochenta corno reaccin a los modelos narrativos

que caracterizaron los perodos inmediatamente anteriores en Espaa, bien se trate de la

llamada "novela social", bien de la tendencia a la experimentacin y al hermetismo. Muoz

Molina desarrolla toda una potica de la narratividad, donde contar historias, y la historia de las

historias aparece como una presencia tangible al momento de abordar sus libros.

Esta introduccin sirve para encuadrar la gnesis de Carlota Fainberg, ya que esta historia

surgi de un relato anterior que el autor haba escrito en el verano de 1994. Entonces, segn

explica el mismo Muoz Molina en una nota preliminar, y en homenaje a La isla del tesoro y

a Stevenson (a cien aos de su muerte) escribi un cuento por entregas aparecido en el diario

El Pas, con el nico requisito de guardar alguna relacin con el libro homenajeado.

Posteriormente Carlota Fainberg pas a formar parte del volumen colectivo Cuentos de La isla del

tesoro (Alfaguara, 1994) con el resto de los cuentos brindados aquel ao por el peridico

madrileo en su "oferta literaria diaria del verano". Completan la serie relatos de Julio

Llamazares, Juan Mars, Juan Jos Mills y Arturo Prez Reverte.

El motivo de un tesoro, oculto y propio, que nos aguarda en algn sitio, enhebra en la trama la

obra de Stevenson, un soneto de Borges ("Blind Pew") y una concepcin del relatar que

atraviesa toda la historia. Esta surge de un encuentro casual de dos desconocidos, ambos

espaoles, en un aeropuerto en Pittsburgh, Norteamrica. El personaje narrador, un

profesor de letras que se dirige a Buenos Aires a leer un paper sobre el soneto de Borges,

aparece caracterizado como un crtico literario que se ha asimilado al ambiente acadmico

americano. A este espaol, ya casi bilinge, que ha aprendido a medir cada uno de sus

movimientos desde lo poltica (y acadmicamente) correcto, le toca ser el forzado receptor de un

locuaz agente de negocios. Este desplegar ante el aptico profesor la historia de una

aventura ertica en Buenos Aires, de manera tal que, sin quererlo en absoluto, Claudio (que

as se llama el personaje profesor) lentamente quedar absorto con el discurso de Marcelo

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Abengoa, el viajero alicantino.

Este narrador inocente, o naf, como l le llama, lo atrapar a travs de su suspenso, sus

digresiones, y -muy a su disgusto- sus lugares comunes. Claudio comenzar a prestar

atencin al relato a partir de algo que le sugiere una casual intertextualidad con Borges; su

actitud, distanciada y crtica, casi escptica, con el correr de la historia mudar al re-descubrir

una visin apasionada de la literatura que l ya haba perdido, y que se le aparece como

descaradamente ajena a lo que sucede en el congreso al que se dirige.

Su actuacin es opacada en dicho congreso por la cida crtica de una colega, que goza de

gran crdito entre los acadmicos (y acadmicas) como mxima exponente del New

Lesbian Criticism. En la objecin que le dirige se hallan del todo ausentes los criterios

literarios (como l los llama), y a travs de ella Muoz Molina plantea, con aguda soma, una

crtica a las modas intelectuales que arman y desarman cnones, movindose en un

sistema extremadamente pautado que se aleja de lo que l considera pertinente a la

literatura.

La historia, que lo ha cautivado, lo lleva a recorrer Buenos Aires para descubrir los lugares que

ha imaginado sentado en el aeropuerto. Reconoce as los espacios recorridos por su fortuito

compaero, y le es dado dilucidar el misterio de la mujer que estuvo con Abengoa, una actriz

pasada, de moda que habita en los ruinosos restos de lo que fue un fastuoso hotel porteo.

Pero este personaje es un analista, un crtico, est separado de la experiencia, y si bien

puede descubrir el misterio de una mujer fatal, le est ve- dado experimentar la aventura.

Claudio ver los escenarios, los actores y las en- redadas relaciones, pero no podr ser

protagonista de una historia como la de su interlocutor.

Nada ms terminar Carlota Fainberg me di cuenta de que los lmites del relato a los que me

haba ceido eran demasiado estrechos para todo lo que hubiera querido contar para el flujo

de palabras e imgenes que los personajes y los lugares por donde transitan despertaban en

m" declara el autor, prologando la reescritura de este relato, ya ahora como nouvelle, cuatro

aos ms tarde. Ahora, explotan las metforas que estaban slo bosquejadas en el cuento, los

indicios son ahora historias de personajes que se desarrollan y dan una mayor urdimbre a la

trama.

Tomando como punto de partida el dilogo que sostienen los personajes centrales en el

aeropuerto de Pittsburgh, digresiones oblicuas a la historia principal le servirn al autor para

hablar ms detalladamente del ambiente acadmico americano, estableciendo desde all un

paralelo a toda la actividad acadmica del crtico. Tambin recordar sus aos en Espaa,

reconstruyendo un poco melanclicamente la Espaa que representa Abengoa, hablar de

Argentina y los argentinos. Y a travs de una galera de personajes secundarios, registrar

los cliss de os latinoamericanos en el mundo. As, sostendr estos nuevos espacios que

construye y, principalmente, desplegar toda una concepcin de la literatura que dialoga en el

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texto con la figura del crtico literario.

El texto sostiene una cida crtica hacia la concepcin de la literatura para iniciados y

describe con irona el ambiente acadmico y las circunstancias del congreso. Muoz Molina se

regocija al escribir los dilogos de los acadmicos entre s, extendiendo el sarcasmo.

Para ello, en la nouvelle crece la historia sobre el personaje del profesor y su entorno, y

crece tambin la glosa que ste hace sobre el relato del personaje de Abengoa, leyendo todo a

partir de su .clave de scholar. La relacin entre ambos personajes se cifra teniendo en cuenta

que ms de una vez le recuerda bruscamente a su padre, sintindose Claudio intimidado por

esa figura y por la explosin discursiva de Abengoa, que lo atrapa con el relato, que lo convierte

en un lector hembra (segn l mismo siente). Si en el cuento la condicin de naf que

encontraba en su interlocutor le pareca a Claudio saludable, por incorrupto y ajeno a los

discursos de la academia sobre la literatura, para el scholar ms delineado de la nouvelle, que

aora la literatura que se preocupa por contar historias!, que es perseguido y atacado por una

crtica que slo da cuenta de las relaciones polticas de las instituciones dentro del campo

literario, se transforma en envidiable. Explcita Muoz Molina as la concepcin de la

literatura que siempre defiende y sostiene como propia en sus declaraciones pblicas, don-

de manifiesta su imposibilidad para producir una escritura que slo practique la experimentacin

y la opacidad del lenguaje. La literatura para l no puede dejar de ser la que constantemente

narre historias.

La prosa de Muoz Molina luce bruida en esta reescritura en la que ha cambiado mucho ms

que la extensin del texto. El entramado del tiempo a travs de la superposicin de las

historias de los personajes, construye una arquitectura perfecta en esta novela corta, que vuelve

sobre el motivo del tesoro a travs de la melancola de Claudio. Este texto, que es tanto la

historia de una aventura, una intriga, una reivindicacin del relato tradicional, una protesta a la

analtica mirada de la crtica, una burla a las gender wars y a lo polticamente correcto,

constituye un excelente pretexto para seguir buscando el "recndito tesoro", para seguir

leyendo novelas.