CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

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FACULTAD DE MEDICINA CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES TESINA CORRELACIÓN ENTRE TI-RADS/BETHESDA EN PACIENTES CON NÓDULOS TIROIDEOS AUTOR DRA. SILVIA CAROLINA CABASSI DIRECTORA DE CARRERA DRA. MARTA LUJÁN KURA DIRECTORA DE TESIS DRA. MARTA LUJÁN KURA CABA, octubre de 2020.

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FACULTAD DE MEDICINA

CARRERA DE ESPECIALISTA

EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

TESINA

CORRELACIÓN ENTRE TI-RADS/BETHESDA EN PACIENTES CON NÓDULOS

TIROIDEOS

AUTOR

DRA. SILVIA CAROLINA CABASSI

DIRECTORA DE CARRERA

DRA. MARTA LUJÁN KURA

DIRECTORA DE TESIS

DRA. MARTA LUJÁN KURA

CABA, octubre de 2020.

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ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 4

2. OBJETIVOS .................................................................................................................... 5

3. MATERIALES Y MÉTODOS ........................................................................................... 5

4. MARCO TEÓRICO .......................................................................................................... 7

4.1. TI-RADS .................................................................................................................. 7

4.1.1. TI-RADS 1: Tiroides normal. Ninguna lesión focal ................................................. 8

4.1.2. TI-RADS 2: Nódulos benignos. ............................................................................. 9

4.1.3. TI-RADS 3: Nódulos probablemente benignos (<5% de riesgo de malignidad). ......... 9

4.1.4. TI-RADS 4: Nódulos sospechosos de malignidad. ..................................................10

4.1.5. TI-RADS 5: Nódulos probablemente malignos (>85% de riesgo de malignidad) .......10

4.1.6. TI-RADS 6: Malignidad ya detectada por biopsia o punción. ..................................10

4.2. PAAF BAJO ECOGRAFÍA .......................................................................................13

4.3. BETHESDA ............................................................................................................13

4.3.1. Categoría 1: No diagnóstica/ insatisfactoria .........................................................14

4.3.2. Categoría 2: Benigna .........................................................................................14

4.3.3. Categoría 3: Atipia de significado indeterminado / Lesión folicular de Significado

indeterminado .................................................................................................................14

4.3.4. Categoría 4: Neoplasia folicular/Sospechosa de Neoplasia folicular .......................14

4.3.5. Categoría 5: Lesión sospechosa de malignidad .....................................................15

4.3.6. Categoría 6: Maligno .........................................................................................15

4.4. DOPPLER COLOR EN EL NÓDULO TIROIDEO ......................................................16

5. RESULTADOS ...............................................................................................................18

6. DISCUSION DE LOS RESULTADOS ..............................................................................26

7. CONCLUSIÓN ...............................................................................................................28

BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................29

AGRADECIMIENTOS ...........................................................................................................31

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1. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación pretende determinar el grado de correlación

ecográfica, citológica y vascularización de los nódulos tiroideos (NT), intentando establecer

pautas para una mejor indicación de la punción aspirativa con aguja fina (PAAF) y así definir

qué pacientes requieren una cirugía tiroidea.

Los NT son un problema clínico habitual, representan cualquier crecimiento anormal de las

células tiroideas formando un tumor dentro de la glándula tiroides; siendo la gran mayoría

benignos, equivalente en primera instancia a hiperplasia nodular, y solo una pequeña porción

malignos, correspondiendo al 1% de todos los canceres. [1] [2]

La importancia clínica de los NT reside en la necesidad para excluir el cáncer de tiroides;

que ocurre en el 7% al 15% de los casos dependiendo de la edad, sexo, historial de exposición

a la radiación, historia familiar y otros factores. [3]

El cáncer de tiroides es 8 veces más frecuente en mujeres, aumentando en la 5ta década de

vida. Cuando se presentan en hombres tienen el doble de riesgo de malignidad.

La glándula tiroides puede ser estudiada con diversas técnicas imagenológicas. Sin

embargo, el método más utilizado es el ultrasonido (US); técnica de primera línea [4], que

permite la evaluación morfológica y vascular. Además, permite la ubicación intraoperatoria

de lesiones y sirve como guía en procedimientos invasivos. [5]

El desafío desde el punto de vista clínico e imagenológico es distinguir los nódulos

malignos entre la gran mayoría de benignos (80%) y definir en qué pacientes está indicada la

cirugía tiroidea.

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2. OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Determinar la relación que existe entre la clasificación TI-RADS y el sistema

Bethesda en la patología tiroidea y así definir en qué nódulos tiroideos solicitar la

punción con aguja fina (PAAF).

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Evaluar la sensibilidad y especificidad del TI-RADS en la punción aspirativa con

aguja fina (PAAF).

Evaluar la relación que existe entre el TI-RADS y el Doppler Color.

Evaluar la relación que existe entre el sistema Bethesda y el Doppler Color.

3. MATERIALES Y MÉTODOS

El diseño de este estudio es prospectivo, descriptivo, observacional y transversal destinado

a evaluar, en un mismo nódulo, la concordancia entre tres sistemas de medición (TI-RADS

recategorizado, Bethesda y Doppler Color).

La muestra estuvo constituida por 51 pacientes en un rango de 17 a 82 años, de ambos

sexos, de los cuales se estudió 63 nódulos tiroideos y un área de baja ecogenicidad con

solicitud de PAAF, (la mayoría de los informes no contaba con la clasificación TI-RADS y

otros fueron categorizados con un TI-RADS igual o superior a 3), los cuales fueron

intervenidos en el Hospital Militar Central Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich, CABA entre

septiembre 2019 y marzo del 2020.

Se realizó ecografía, bidimensional, Power Doppler y PAAF a todos los pacientes que

llegaron al servicio de ecografía con la indicación de punción biopsia generada por su médico

endocrinólogo.

Cada lesión fue evaluada con ecografía convencional y Doppler, determinando si era un

nódulo único o un bocio multinodular. Además, se tuvo en cuenta la ubicación del nódulo a

punzar (derecho, izquierdo, ambos lados, istmo), así como también sus características

(quístico, complejo o sólido), ecogenicidad (iso, híper o hipoecogénico), bordes (regular o

irregular), halo (completo o incompleto), tamaño, vascularización (ausencia, central,

periférica o central y periférica) y la presencia o no de patrón de tiroiditis.

Previa a la punción se recategorizaron los nódulos acordes con el sistema TI-RADS (figura

4).

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Para la ecografía se utilizó un ecógrafo Canon, modelo Aplio 300.

La PAAF se realizó con una aguja fina de 25Gx25mm, mediante la toma por capilaridad

con una jeringa de 10cc. Los estudios fueron realizados por operadores entrenados en el

diagnóstico y en el intervencionismo tiroideo. Fueron punzados todos los nódulos

independientemente la recategorización TI-RADS; el informe citológico fue clasificado con el

sistema Bethesda.

En todos los procedimientos las muestras tomadas fueron analizadas por un citotécnico

experimentado, utilizando el método de tinción 15 y realizando una evaluación microscópica

de uno de los extendidos; constatándose material óptimo en cantidad y calidad para su estudio

citológico diferido. Técnica de coloración implementada en el resto de los extendidos,

Papanicolaou modificada. Posteriormente un médico patólogo realizó el estudio citológico

definitivo, determinando el grado definitivo de Bethesda.

De los 51 pacientes, se estudiaron 63 nódulos de los cuales se excluyeron 5 nódulos con

Bethesda I (interpretado como material insuficiente para el análisis). Conformaron el grupo en

estudio 58 nódulos y un área de baja ecogenicidad en 46 pacientes.

Las variables analizadas fueron edad, sexo, tipo de bocio, vascularización (Tipos I, II, III y

IV), TIRADS (2 benigno, 3 probablemente benigno, 4 a baja sospechosa, 4b moderada

sospecha, 4 c alta sospecha y 5 maligno), clasificación de PAAF según BETHESDA (II

benigno, III proliferaciones foliculares indeterminadas, IV neoplasia folicular, V sospechoso

de malignidad y VI maligno). A los efectos comparativos de ambos métodos (TRADS,

Bethesda y Doppler), se nivelaron las definiciones: T-RADS 2,3 y 4 con Bethesda II-III: Baja

sospecha de malignidad, T-RADS 4 b, 4 c y 5 con Bethesda IV-V-VI: Alta sospecha de

malignidad. El punto de corte de T-RADS y Bethesda incluyó a los nódulos con <10% de

malignidad sin conducta quirúrgica, según las respectivas clasificaciones.

Consecutivamente se evaluó porcentualmente la certeza diagnostica del TI-RADS en

nódulos identificados con “baja y alta sospecha de malignidad” en comparación con los

nódulos identificados con “baja y alta sospecha de malignidad” del sistema Bethesda, de esta

manera se determinó la correlación de ambos métodos y los casos en qué estuvo mal indicada

la PAAF.

Posteriormente se comparó cada nódulo, registrando el grado de TI-RADS y qué tipo de

vascularización presentaba. A los efectos comparativos de ambos métodos (TRADS y

Doppler Color), se nivelaron las definiciones: T-RADS 2, 3 y 4A con Doppler tipo I y II: Baja

sospecha de malignidad, T-RADS 4 B, 4C y 5 con Doppler Tipo III y IV: Alta sospecha de

malignidad. A su vez, se correlacionó el método Bethesda con el Doppler Color siguiendo el

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mismo lineamiento, Bajo sospecha de malignidad para Bethesda II y III con Doppler Tipo I y

II y Alta sospecha de malignidad para Bethesda IV, V y VI con Doppler III y IV.

Todo el análisis estadístico fue realizado con software Excel 2007.

4. MARCO TEÓRICO

La ecografía desempeña un papel importante en el diagnóstico de la patología tiroidea

mostrando nódulos en hasta un 67% de la población, de los cuales menos del 10% son

malignos, logrando mostrar un patrón ecográfico muy diverso y así dificultando su

categorización. [6]

La exploración de la glándula tiroidea se realiza por ecografía con el paciente en decúbito

supino, hiperextensión del cuello con sonda lineal de 7, 5 y 14 MHz. Debe rastrearse con

cortes sagitales y axiales con la finalidad de inspeccionar y valorar la morfología glandular

(tamaño, agenesia total o parcial, hipoplasia lobar, tiroidectomía parcial), delimitar ambos

lóbulos y el istmo. Determinar la presencia de uno o múltiples nódulos, tamaño y

características ecográficas y se debe rastrear la región latero cervical para descartar

compromiso de partes blandas y/o secundarismo ganglionar.

La ecografía asociada al Doppler-color permite seleccionar los nódulos de mayor riesgo de

malignidad para realizar el estudio citológico por medio de la PAAF guiada por ecografía,

siendo imprescindible la presencia de un citólogo y un ecografista con experiencia. Debe

tenerse en cuenta que todos los signos ecográficos expuestos se superponen en las lesiones

benignas y malignas, por lo que la decisión de la biopsia de tal o cual nódulo quedará

supeditada fuertemente al criterio del especialista en ecografía.

Se recomienda realizar el screening en los pacientes con riesgo de cáncer (radiación

cervical, antecedentes de Ca familiar). [7]

4.1. TI-RADS

Es así como, para unificar criterios de informes y mejor caracterización de la lesión

maligna, Horvath et al en 2009 propuso un sistema de evaluación denominado TI-RADS

(Thyroid Imaging Reporting and Data System) (figura 1), en semejanza al sistema de la mama

BI-RADS (Breast Imaging Reporting and Data System) y posteriormente Kwak et al

incorporo un subtipo (el 4c). [8] [9] [10]

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4.1.1. TI-RADS 1: Tiroides normal. Ninguna lesión focal

El parénquima tiroideo normal es isoecogénico y homogéneo (Figura 2); ecogenicidad y

ecoestructura respectivamente, características específicas del ultrasonido. Homogéneo por

presencia de interfases tisulares regulares, sin cambios intensos de impedancia (resistencia del

tejido al paso de las ondas), como sucede en los sitios donde hay vasos y tabiques fibrosos.

Isoecogénico porque tiene similar ecogenicidad (tono de grises) a las glándulas salivales

mayores, que se usan como referencia. La hipoecogenicidad del parénquima (gris más oscuro)

es la alteración de ecogenicidad más frecuente. La hipoecogenicidad puede ser marcada,

comparándola con la musculatura pre tiroidea. [11]

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Figura 2.Revista Médica Clínica Las Condes. Vol. 24 No 4, año 2018; 440-449

Tiroides normal. a) Lóbulo tiroideo en corte longitudinal, parénquima homogéneo, de ecogenicidad normal, de forma y

tamaño normal. b) Tiroides en un corte transverso. El istmo de grosor normal mide 2.3mm de diámetro anteroposterior.

4.1.2. TI-RADS 2: Nódulos benignos.

Patrón notoriamente benigno (0% de riesgo de malignidad). Cero puntos en la escala.

Representados por los nódulos coloides tipo I, II y III.

Patrón coloideo Tipo 1: Lesión quística, anecogénica con spots hiperecogénicos.

Generalmente mide entre 1 y 15 mm de diámetro y corresponde a un macro folículo.

Patrón coloideo Tipo 2

Nódulo mixto con aspecto de «rejilla», de forma oval, no expansivo que, pese a su tamaño,

no deforma la glándula. No posee cápsula, contiene numerosos spots hiperecogénicos y es

hipervascularizado.

Patrón coloideo Tipo 3

Nódulo mixto, deforma la glándula, márgenes imprecisos, no posee cápsula o ésta es

incompleta, porción sólida isoecogénica generalmente vasculariza-da al Doppler color.

Frecuentes mamelones, tabiques gruesos y paredes engrosadas en forma irregular en las

variantes principalmente quísticas.

4.1.3. TI-RADS 3: Nódulos probablemente benignos (<5% de riesgo de

malignidad).

Cero puntos en la escala. Representado por el pseudonódulo de Hashimoto.

En ocasiones la heterogeneidad del parénquima esboza áreas noduliformes

(pseudonódulos), que pueden confundirse con nódulos. En la tiroiditis crónica, la presencia de

pseudonódulos es muy frecuente, la mayoría de las veces son hiperecogénicos, homogéneos,

parcialmente delimitados, con vascularización periférica, sin sombra acústica ni refuerzo

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posterior del sonido (figura 3). Es importante reconocer esta entidad para no solicitar

punciones innecesarias que generan dificultades en la interpretación por el patólogo y que

puede derivar en repetición del procedimiento y angustia para el paciente, ya que muchas

veces los hallazgos cito-patológicos son indeterminados. Otro patrón frecuente en las

enfermedades autoinmunes tiroideas es la presencia de pequeñas áreas hipoecogénicas, poco

delimitadas, que comprometen parcial o totalmente la glándula. [11]

4.1.4. TI-RADS 4: Nódulos sospechosos de malignidad.

• 4a Nódulos de identidad incierta (5-10% de riesgo de malignidad) Un punto en la escala.

Representados por patrones neoplásicos simple, patrón de Quervain, patrón sospechoso de

neoplasia.

• 4b Nódulos sospechosos (10-50% de riesgo de malignidad) Dos puntos en la escala.

Representado por el patrón A de malignidad.

• 4c Nódulos muy sospechosos (50-85% de riesgo de malignidad). Tres o cuatro puntos en

la escala.

4.1.5. TI-RADS 5: Nódulos probablemente malignos (>85% de riesgo de

malignidad)

Cinco o más puntos en la escala. Representado por el patrón B de malignidad.

4.1.6. TI-RADS 6: Malignidad ya detectada por biopsia o punción.

Representado por el patrón C de malignidad. [12] [9]

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Figura 3: J Clin Endocrinol Metab, Volume 94, Issue 5, 1 May 2009, Pages 1748–1751

A, imagen ecográfica de múltiples quistes coloides típicos: áreas anecoicas con manchas hiperecogénicas (patrón coloide tipo

1). B, Imagen ecográfica de un nódulo coloide tipo 2: estructura mixta, no expansible, no encapsulada, con apariencia de

“rejilla” dada por áreas sólidas isoecoicas y manchas hiperecoicas. La glándula no está agrandada. C, Imagen ecográfica de

un patrón coloide tipo 3: nódulo mixto, no encapsulado, expansible, isoecoico con manchas hiperecoicas y septos anchos. D,

aspecto ecográfico de la tiroiditis de Hashimoto con un seudonódulo: glándula heterogénea de tamaño normal con bordes

lobulados y un seudonódulo hiperecoico (flecha), parcialmente rodeado por un halo. E, imagen ecográfica de patrón

neoplásico simple (4A): nódulo sólido hiperecoico sin calcificaciones, rodeado por una fina cápsula. F, Zona hipoecoica de

bordes mal definidos, sin calcificaciones. Este patrón se puede encontrar tanto en la tiroiditis subaguda como en los

carcinomas. G, imagen ecográfica de patrón neoplásico sospechoso (4B): nódulo heterogéneo encapsulado con

calcificaciones gruesas, rodeado por una cápsula gruesa. H, imagen ecográfica de patrón maligno A: nódulos sólidos

hipoecoicos, irregulares, con márgenes mal definidos, con calcificaciones (flecha fina) o sin calcificaciones (flecha gruesa). I,

imagen ecográfica del patrón maligno B: nódulo sólido, no encapsulado, isoecoico, mal definido y con aspecto de “sal y

pimienta”, por microcalcificaciones periféricas. J, imagen ecográfica del patrón maligno C: nódulo mixto, isoecoico, vascular

izado, no encapsulado, con calcificaciones y sin manchas hiperecoicas.

Las guías de la ATA, en su versión del año 2015 también estratificaron los riesgos de malignidad

de los nódulos, y de acuerdo con ellos, las indicaciones para recomendar una punción con aguja fina

(PAAF). El sistema de clasificación de riesgo de malignidad fue: alta, intermedia, baja, muy baja

sospecha y benigno. Estas Guías de ATA recomendaban que el informe de PAAF se interprete con la

clasificación Bethesda (Figura 4). [10] [13]

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Posteriormente, múltiples trabajos han demostrado variantes de la clasificación T-RADS

para relacionarla con la clasificación de la ATA y con la clasificación Bethesda.

Teniendo en cuenta que los nódulos tiroideos son frecuentes, mayormente benignos, y que

muchos de ellos son sometidos a intervenciones innecesarias, también el Colegio Americano

de Radiología (ACR) desarrolló un sistema de estratificación de riesgo T-RADS

estandarizado. El mismo está basado en un léxico específico de descripción ecográfica, que

identifica qué nódulos requieren una biopsia citológica (Figura 5). [13]

Y finalmente el TI-RADS modificado (figura 6) en la cual se basa la presente

investigación.

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4.2. PAAF BAJO ECOGRAFÍA

En posición supina y con el cuello extendido, usando técnica aséptica, con aguja 25G,

se realiza la PAAF bajo visión ecográfica en el nódulo de mayor sospecha; si no hay uno

más sospechoso, se punza el de mayor tamaño, y a veces se punza más de uno cuando son

sospechosos, de similar tamaño, pero de diferente aspecto ecográfico.

La ecografía como apoyo al procedimiento mejora la calidad de las muestras; permite

obtener una muestra que incluya distintas zonas del nódulo y así hacerla más

representativa, dándonos certeza del origen del material extraído, además de disminuir los

riesgos de hemorragia y formación de hematomas, evitando punción inadvertida de los

vasos cervicales principales, de la vía aérea y del esófago. La guía ecográfica de estos

procedimientos disminuye el número de punciones insuficientes (Bethesda I).

4.3. BETHESDA

Por otra parte, el sistema BETHESDA, es una clasificación citológica, la cual se basa en el

reporte de la citopatología mediante punción aspirativa con aguja fina (PAAF) del o los

nódulos tiroideos sospechosos de malignidad. Teniendo en cuenta lo anterior, adoptamos

como método diagnóstico este sistema, donde se categoriza en 6 estadios:

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4.3.1. Categoría 1: No diagnóstica/ insatisfactoria

Las punciones que se incluyen dentro de esta categoría son causadas principalmente a un

problema de muestra (cantidad o calidad). Suponen un 10-20% de las punciones. Suelen ser

debidas a punciones con material hemático, extendidos acelulares, extendidos constituidos

exclusivamente por macrófagos o extendidos secos, por mala fijación en los que no es posible

distinguir el detalle celular. Para considerar una punción valorable debe contener al menos 6

grupos con al menos 10 células foliculares cada uno.

4.3.2. Categoría 2: Benigna

Se incluyen dentro de esta categoría lesiones con bajo riesgo de neoplasia, como bocio

coloide, tiroiditis, nódulo hiperplásico, etc. La entidad más frecuente es la hiperplasia nodular,

cuya PAAF se caracteriza por extendidos con abundante coloide, grupos de células foliculares

típicas en monocapa y celularidad histiocitaria.

4.3.3. Categoría 3: Atipia de significado indeterminado / Lesión folicular de

Significado indeterminado

Dentro de esta categoría se incluyen el AUS: Atipia de significado incierto y el FLUS:

Lesión folicular de significado indeterminado. No todos los casos lesión folicular. Son

punciones que por problemas técnicos (extensiones gruesas, coagulación/hemorragia,

desecación o tinciones defectuosas) o problemas morfológicos, no se pueden clasificar dentro

de la categoría de benigna, sospechosa o malignas. Los problemas morfológicos suelen

corresponder a celularidad cuantitativamente escasa en la que se observan microfolículos o

células de Hürthle, presencia de células linfoides, que nos plantean diagnóstico diferencial

con un linfoma o presencia de células con agrandamiento nuclear y anisocariosis difíciles de

diferenciar entre un tumor maligno y otras entidades como tiroiditis de Hashimoto. Se debe

repetir la PAAF a un intervalo apropiado, ya que un 20-25% de estas lesiones se volverán a

clasificar en una segunda punción como AUS/FLUS con un riesgo de ser una lesión maligna

en un 5-10%.

4.3.4. Categoría 4: Neoplasia folicular/Sospechosa de Neoplasia folicular

En esta categoría se incluyen casos en los que se observa una proliferación folicular que

puede corresponder histológicamente a un carcinoma folicular. Un 2% de estas lesiones serán

malignas en piezas quirúrgicas, la PAAF de estas lesiones se caracteriza por una abundante

celularidad folicular, de patrón microfolicular y escaso coloide. La punción no distingue entre

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un adenoma y un carcinoma folicular por lo que es necesario estudio histológico para

precisarlo. Los mismos criterios se incluyen para el carcinoma de células de Hürthle.

4.3.5. Categoría 5: Lesión sospechosa de malignidad

Incluye lesiones con datos citológicos altamente sospechosos de malignidad, pero no

suficientes para concluir un diagnóstico. Incluye lesiones sospechosas de carcinoma papilar

(el 75% son variantes foliculares de carcinoma papilar), lesiones sospechosas de carcinoma

medular o de otro tipo de malignidades (linfoma metástasis de otro tumor) y lesiones

sospechosas de malignidad, pero con necrosis o ausencia de celularidad.

4.3.6. Categoría 6: Maligno

Incluye casos con características citológicas concluyentes de malignidad dentro de las

cuales se incluyen: carcinoma papilar y sus variantes, carcinoma medular, carcinoma

anaplásico linfoma y metástasis. Los hallazgos citológicos diagnósticos de carcinoma papilar

son nucleares. Suelen ser extendidos con abundante celularidad, escaso coloide, que muestran

células con núcleos grandes, con superposición nuclear que muestran aclaramiento de la

cromatina y acentuación de la membrana nuclear, dando aspecto en vidrio esmerilado, con

núcleos vacíos, pálidos, que muestran hendiduras o pseudoinclusiones nucleares.

Microscópicamente son tumores mal definidos, pero circunscritos, con borde irregular a

veces con degeneración quística, con superficie de corte parduzca o grisácea.

Histológicamente pueden mostrar diversos patrones dentro del mismo tumor, papilar, sólido,

trabecular, folicular o quístico, con papilas complejas, arborizadas, ramificadas y estrechas,

con coloide denso hipereosinófilo, y células que muestran núcleos con características

descritas anteriormente. Se observan cuerpos de psamoma hasta en el 50% de los casos.

Los métodos de diagnóstico de elección para el estudio de nódulos tiroideos son la

ecografía y la PAAF.

La clasificación TI-RADS en ecografía basado en las características de las lesiones de la

glándula tiroidea, se usará para definir la PAAF y obtener citología diagnóstica, BETHESDA

que intervendrá en la decisión terapéutica de los mismos. [12]

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4.4. DOPPLER COLOR EN EL NÓDULO TIROIDEO

La técnica Doppler-color ha sido utilizada en la evaluación de los nódulos tiroideos con la

finalidad de obtener signos que sugieran riesgo de malignidad y así decidir cuándo efectuar la

punción guiada.

Cuando nos encontramos ante un NT, existen controversias sobre la conducta a tomar. Se

ha encontrado que varias características ecográficas en escala de grises son altamente

sugestivas de cáncer de tiroides, incluidas microcalcificaciones y márgenes irregulares, pero

el papel de la ecografía Doppler en color en la evaluación de un NT en busca de malignidad

no se ha definido. Varios informes no han descrito correlación entre la presencia de flujo en la

ecografía Doppler color y la malignidad, particularmente cuando el flujo en color se considera

un criterio aislado. Otros han sugerido que un patrón de flujo intranodular o flujo central

hipervascular en la ecografía Doppler color puede asociarse con malignidad. [14]

Penfold, A. et al, en su trabajo “La Ecografía de Alta Resolución y Doppler Color en la

Patología Nodular Tiroidea. Su correlación con la Anatomía Patológica”, clasificó la

vascularización en 4 tipos: Tipo I: Ausencia de Flujo, Tipo II: Flujo Perinodular, Tipo III:

Vasos Penetrantes al nódulo y Tipo IV: Flujo Turbulento. Se consideraron Nódulos

Hipervascularizados los Tipos III-IV. Para el caso de Bocio multinodular (BMN), tomó como

referencia el nódulo con más criterios ecográficos de sospecha, sus resultados arrojaron que la

hipervascularización está asociada generalmente con nódulos malignos y concluye que no

existe ningún patrón ecográfico patognomónico de enfermedad nodular maligna. [15]

De la misma manera María C Frates, en su trabajo titulado “Can Color Doppler

Sonography Aid in the Prediction of Malignancy of Thyroid Nodules” concluye que los

nódulos tiroideos sólidos hipervasculares tienen una alta probabilidad de malignidad (cerca

del 42%). Sin embargo, las características de color de un nódulo tiroideo no pueden usarse

para excluir malignidad, porque el 14% de los nódulos sólidos no hipervasculares fueron

malignos. [14].

Uno de los objetivos específicos de este estudio fue determinar si la ecografía Doppler

color se puede utilizar para diagnosticar o excluir una malignidad en un nódulo tiroideo, por

lo que se clasificó de manera sencilla la vascularización del NT en Tipo I: ausencia de flujo,

Tipo II: flujo periférico (figura 7), Tipo III: flujo central (figura 8) y Tipo IV: flujo central y

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periférico, hipervascular (figura 9). Considerando de baja sospecha de malignidad a los Tipos

I y II y de alta sospecha de malignidad a los Tipos III y IV.

Figura 7: Separata Montpellier 2011 - Vol. 19 N°4

Corte longitudinal de un nódulo sólido con vascularización tipo II. Se observan sólo vasos periféricos.

Figura 8: Separata Montpellier 2011 - Vol. 19 N°4.

Nódulo sólido hipoecoide (entre cruces) donde se observa un vaso central único. Tipo III.

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Figura 9: Separata Montpellier 2011 - Vol. 19 N°4.

Corte longitudinal de un nódulo sólido con vascularización tipo IV. Se observa vascularización central y periférica.

5. RESULTADOS

De los 46 pacientes el rango de edad fue entre 17 y 82 años, siendo la mediana de 62 años;

el 67% correspondió al sexo femenino y el 33% al masculino.

Se estudiaron 58 NT y un área de baja ecogenicidad, de los cuales 75% representaron a un

bocio uninodular, el 24% a un bocio multinodular y el 1% al área de baja ecogenicidad que

correspondió a una tiroiditis de Hashimoto.

Se recategorizaron los TI-RADS, que originalmente estaban clasificados con un TI-RADS

de 3 o más y en el caso de los informes que no utilizan el sistema solicitaban el pedido de

PAAF, en la recategorización de los 48 NT y el área de baja ecogenicidad fueron

clasificados con un TI-RADS 2 (61%), 35 NT y el área de baja ecogenicidad, TI-RADS 3

(20%), 12 NT; TI-RADS 4 A(5%), 3; TI-RADS 4B (2%), 1 NT; TI-RADS 4C (5%), 3 NT y

TI-RADS 5(7%), 4 NT. Los cuales un 86% representó a baja sospecha de malignidad y un

14% a alta sospecha de malignidad.

En relación con los resultados del PAAF, según Bethesda se determinó que 55 NT fueron

Bethesda 2. Que correspondieron a un 93.2% a baja sospecha de malignidad; 2 NT a Bethesda

5 siendo 3.4% de alta sospecha de malignidad y 2 NT a Bethesda 6 con un 3.4% de alta

sospecha de malignidad.

La correlación TI-RADS/BETHESDA determinó que de 50 NT más e1 área de baja

ecogenicidad de baja sospecha de malignidad en el sistema TI-RADS representó un 100% con

Page 18: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

Bethesda 2, de baja sospecha de malignidad. Y de 8 NT clasificados como alta sospecha de

malignidad en TI-RADS el 50% fueron de baja sospecha de malignidad (Bethesda 2) y el

50% de alta sospecha de malignidad (Bethesda 4, 5 y 6).

Con respecto a la vascularización y los NT se encontró que, de los 58 N, 51 NT presentó

ausencia de flujo (88%), 6 NT, flujo periférico (10.3%), 1 NT con flujo central (1.7%) y

ninguno con flujo central y periférico.

Se correlacionó TI-RADS/DOPPLER de 50 NT clasificados como baja sospecha de

malignidad TI-RADS, 49 (98%) correspondiendo a bajas sospecha de malignidad Doppler y 1

(2%) a alta sospecha de malignidad Doppler; 8 NT clasificados como alta sospecha de

malignidad TI-RADS correspondieron a 8 NT de baja sospecha de malignidad Doppler, por lo

que no se determinó correlación entre los métodos a la alta sospecha de malignidad.

En la comparación BETHESDA/ DOPPLER la relación fue de 54 NT clasificados Bethesda 2

(baja sospecha de malignidad), 53 (98%) fueron de baja sospecha de malignidad Doppler y 1

(2%) a alta sospecha Doppler; 4 NT clasificados por alta sospecha de malignidad TI-RADS

correspondió 4 (100%) a baja sospecha de malignidad Doppler, por lo que no se determinó

correlación entre los métodos de alta malignidad.

Datos de edades Representadas en años

Mínimo 17 P25 = Q1 53 Mediana 63 P75 = Q3 71 Máximo 82 R.I.C (71-53) 18

Page 19: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

SEXO NT

FEMENINO 39 MASCULINO 19

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

PREVALENCIA DE NT

EDAD EN AÑOS

67%

33%

Relación entre Sexo y NT

FEMENINO MASCULINO

Page 20: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

TI-TI-RADS RECATEGORIZADOECATEGORIZADO Fa FrFr %

TI-RADS 2 36 0,61 61 TI-RADS 3 12 0,203 20,3 TI-RADS 4A 3 0,51 5,1 TI-RADS 4B 1 0,016 1,6 TI-RADS 4C 3 0,51 5,1 TI-RADS 5 4 0,067 6,7

44

14

1

0 10 20 30 40 50

BOCIO

UNINODULAR

MULTINODULAR

SIN BOCIO/ AREA DE TIROIDITIS

TIPO DE BOCIO

TIPO DE BOCIO

61%20%

5%

2% 5%7%

TI-RADS RECATEGORIZADO

TI-RADS 2 TI-RADS 3 TI-RADS 4A

TI-RADS 4B TI-RADS 4C TI-RADS 5

Page 21: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

BETHESDA Fa Fr %

B-2 55 0,932 93,2 B-3 0 0 0 B-4 0 0 0 B-5 2 0,034 3,4 B-6 2 0,034 3,4

86%

14%

TI-RADS RECATEGORIZADO

BAJA SOSPECHA ALTA SOSPECHA

93,2

0 0 3,4 3,4

0

20

40

60

80

100

B-2 B-3 B-4 B-5 B-6

RESULTADO PAAF

BETHESDA

Page 22: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

Valores

TI-RADS/BETHESDA

Suma de ALTA SOSPECHA BETHESDA

Suma de BAJA SOSPECHA BETHESDA

Suma de TOTAL

ALTA SOSPECHA DE MALIGNIDAD (TI-RADS 4B,C Y 5) 4 4 8

BAJA SOSPECHA DE MALIGNIDAD (TI-RADS 2, 3 Y 4A) 0 51 51

Total general 4 55 59

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

BAJA SOSPECHA ALTA SOSPECHA

RESULTADO DE PAAF

BETHESDA

BAJA SOSPECHABETHESDA

ALTA SOSPECHABETHESDA

TOTAL

51

0

51

4 4 8

CORRELACION TI-RADS/BETHESDA

BAJA SOSPECHA DE MALIGNIDAD TI-RADS 2, 3 Y 4A

ALTA SOSPECHA DE MALIGNIDAD TI-RADS 4B,C Y 5

Page 23: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

DOPPLER EN NT

Fa Fr %

TIPO I: AUSENCIA DE FLUJO 51 0,880 88 TIPO II: FLUJO PERIFERICO 6 0,103 10,3 TIPO III: FLUJO CENTRAL 1 0,017 1,7 TIPO IV: FLUJO CENTRAL Y PERIFERICO 0 0 0

0102030405060708090

100

TIPO I:AUSENCIA DE

FLUJO

TIPO II: FLUJOPERIFERICO

TIPO III:FLUJO

CENTRAL

TIPO IV:FLUJO

CENTRAL YPERIFERICO

VAZCULARIZACION EN NT

DOPPLER

0

20

40

60

80

100

120

BAJA SOSPECHA ALTA SOSPECHA

VAZCULARIZACION EN NT

DOPPLER

Page 24: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

Valores

TI-RADS /DOPPLER

Suma de ALTA SOSPECHA (DOPPLER III

Y 4)

Suma de BAJA SOSPECHA

(DOPPLER T I Y II) Suma de TOTAL

ALTA SOSPECHA DE MALIGNIDAD TI-RADS 4B,C Y 5 0 8 8

BAJA SOSPECHA DE MALIGNIDAD TI-RADS 2, 3 Y 4A 1 49 50

Total general 1 57 58

Valores

BETHESDA/DOPPLER Suma de ALTA

SOSPECHA (DOPPLER III Y 4)

Suma de BAJA SOSPECHA

(DOPPLER T I Y II) Suma de TOTAL

ALTA SOSPECHA DE MALIGNIDAD (B4, B5 Y B6) 0 4 4 BAJA SOSPECHA DE MALIGNIDAD (B2 Y B3) 1 53 54

Total general 1 57 58

0

10

20

30

40

50

60

Suma de BAJASOSPECHA (DOPPLER

T I Y II)

Suma de ALTASOSPECHA (DOPPLER

III Y 4)

BAJA SOSPECHA DEMALIGNIDAD TI-RADS 2,3 Y 4A

ALTA SOSPECHA DEMALIGNIDAD TI-RADS4B,C Y 5

Page 25: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

6. DISCUSION DE LOS RESULTADOS

A partir de los hallazgos encontrados, se determinó que la relación TI-RADS/BTHESDA

en los hallazgos sospechosos de benignidad se correlacionó en un 100%, no así en los

hallazgos con alta sospecha de malignidad de los cuales se correlacionó solo el 50%.

Estos resultados guardan relación con lo que sostienen Stella Maris Batallés et al (2019),

quienes señalan que cuando las características ecográficas de un nódulo tienen baja sospecha

de malignidad indicar una PAAF no aporta al diagnóstico en forma estadísticamente

significativa. Pero cuando la ecografía indica alta sospecha de malignidad (TI -RADS 4 b, 4c

y 5), la realización de una PAAF incrementa significativamente la certidumbre del

diagnóstico. [13]

Por otra parte, Carlos García-Moncó Fernández et al (2017), J. Fernández Sánchez (2014)

expresa que la utilización de la escala TI-RADS permitiría una adecuada selección de

pacientes subsidiarios de punción-aspiración con aguja fina. Ello es acorde con lo que en este

estudio se encuentra en relación a los hallazgos de baja sospecha de malignidad, ya que en

este estudio los hallazgos de alta sospecha de malignidad se correlacionaron en un 50%. [16]

[12]

En lo que respecta a las hipótesis especificas se determinó que la especificidad del TI-

RADS fue de un 100% y su sensibilidad de un 50%, este último dato no guardó relación con

J. Fernández Sánchez, ya que su estudio “Clasificación TI-RADS de los nódulos tiroideos en

0

10

20

30

40

50

60

BAJA SOSPECHA(DOPPLER T I Y II)

ALTA SOSPECHA(DOPPLER III Y 4)

BAJA SOSPECHA DEMALIGNIDAD (B2 Y B3)

ALTA SOSPECHA DEMALIGNIDAD (B4, B5 YB6)

Page 26: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

base a una escala de puntuación modificada con respecto a los criterios ecográficos de

malignidad” detectó una sensibilidad por arriba del 85 % en los nódulos con alta sospecha de

malignidad.

En cuanto a la relación que se detectó entre el TI-RADS y el Doppler Color se determinó

que, de 58 NT, 50 fueron clasificados con TI-RADS de baja sospecha de malignidad

correspondiendo en un 100% con los clasificados con Doppler de baja sospecha de

malignidad, 8 NT se clasificaron con TI-RADS de alta sospecha de malignidad y de los cuales

fueron clasificados con un Doppler de baja sospecha de malignidad no encontrando relación

entre ambos métodos. Lo cual no concuerda con Penfold, A. et al, en su trabajo “La Ecografía

de Alta Resolución y Doppler Color en la Patología Nodular Tiroidea. Su correlación con la

Anatomía Patológica”, cuyo resultado arroja que la hipervascularización está asociada

generalmente con nódulos malignos.

En relación con la relación del sistema BETHESDA y el Doppler color se determinó que

de 55 NT de baja sospecha de malignidad en el sistema Bethesda se relacionó en un 99% con

los de baja sospecha de malignidad para Doppler, y 1 % con alta sospecha de malignidad al

Doppler; en 4 NT de alta sospecha de malignidad Bethesda no tuvo relación con el sistema

Doppler Color. Por lo que se concuerda con María C Frates, quien concluye que las

características de color de un nódulo tiroideo no pueden usarse para excluir malignidad,

porque el 14% de los nódulos sólidos no hipervasculares fueron malignos. [14]

Page 27: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

7. CONCLUSIÓN

Se evidenció que cuando se clasificó un NT con baja sospecha de malignidad (TI- RADS

2, 3 y 4A), su alta especificidad nos habilita a no solicitar una PAAF. Pero cuando es alta la

sospecha de malignidad (TI-RADS 4B, 4C y 5), la realización de una PAAF aumenta el 50%

la certidumbre del diagnóstico. Se concluyó que el sistema TI-RADS es especifico en un

100% y sensible en un 50%.

En relación con el Doppler Color se estipuló una especificidad de un 100% pero la

sensibilidad no fue concluyente.

Llegando a la conclusión que el uso de la clasificación TI-RADS nos permite mejorar la

atención del paciente evitando PAAF innecesarias y que el uso del Doppler color nos ayuda

en la valoración de la vascularización a la hora de realizar la PAAF y evitando algunas

complicaciones como hematomas y muestras hemáticas, pero es muy poco sensible en

detectar la alta sospecha de malignidad.

Page 28: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

BIBLIOGRAFÍA

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escala de puntuación modificada con respecto a los criterios ecográficos de malignidad,»

REVISTA ARGENTINA DE RADIOLOGÍA, pp. 138 - 148, 2014.

[13] Stella Maris Batallés, Oscar Brunas, José Luis Novelli, «AUMENTO DE LA

CAPACIDAD DIAGNÓSTICA DE LA ECOGRAFÍA (INFORMADA CON

CLASIFICACIÓN T-RADS) CUANDO SE AGREGA UNA PUNCIÓN ASPIRATIVA

CON AGUJA FINA (INFORMADA CON SISTEMA BETHESDA),» REVISTA

MÉDICA DE ROSARIO, vol. 85, pp. 55-63, 2019.

[14] María C Frates 1, Carol B Benson , Peter M Doubilet , Edmund S Cibas , Ellen

Marqusee, «Can Color Doppler Sonography Aid in the Prediction of Malignancy of

Thyroid Nodules?,» Journal of Ultrasound in Medicine, vol. 22, nº 2, 2003.

[15] Penfold, A.; Vargas Perez, C.; Chipolla, A.; Civeriatti, O.; Macagno, G.; Lopez Vinuesa,

F.; Jalil, N.; Rey, O. , «La Ecografía de Alta Resolución y Doppler Color en la Patología

Nodular Tiroidea. Su correlación con la Anatomía Patológica.,» Revista Argentina de

Endocrinología y Metabolismo, vol. 41, nº 3, pp. 132-40, 2004.

[16] Carlos García-Moncó Fernández, Clara Serrano-Moreno, Sergio Donnay-Candil, Juan

Carrero-Alvaro, «Estudio de correlación entre los resultados histológicos y los hallazgos

de la ecografía tiroidea. La clasificación TI-RADS,» Endocrinología, Diabetes y

Nutrición, vol. 65, nº 4, pp. 206-212, Abril 2018,.

Page 30: CARRERA DE ESPECIALISTA EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

AGRADECIMIENTOS

Al finalizar esta etapa de mi vida, quiero extender un profundo agradecimiento a todas las

personas que me acompañaron, me inspiraron y me apoyaron haciendo que el camino hacia

mi meta fuera más apacible. Este agradecimiento es en especial para DIOS, mis padres, mi

marido Jorge Triana, mi hija Valentina y mis sobrinos, en especial a Jhoana por sus

instrucciones en estadística y corrección de estilo. Muchas gracias a ustedes por brindarme la

fortaleza necesaria para culminar este proyecto de vida.

Mi gratitud, también a la Universidad del Salvador y al Hospital Militar Central Cirujano

Mayor Dr. Cosme Argerich por permitirme realizar los estudios pertinentes que dieron lugar a

este proyecto de investigación. A mi mentora, la Doctora Marta Kura, quien con su enseñanza

y apoyo constituyó la base de mi vida profesional. De igual forma, extiendo mi gratitud a el

Dr. Javier Vilallonga, quien con sus conocimientos me asesoró en el tema presentado; a mi

compañero el Dr. Diego Salas por ayudarme en la recolección de los datos para el presente

estudio y a la citotécnica Anita por el procesamiento de las muestras realizadas.

“Gracias totales”

.