Carta de una madre a su hijo

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Hablemos de Gastón Por Flora Huaman Ramos Hola, sí, Flora, me llamó Flora. Pero mejor dígan me “la mamá de Gastón”, porque eso soy, la mamá de Gastón Arispe Huaman, un niño que lamentablemente jamás registraron los funcionarios de la Ciudad. Y entonces me decidí a escribir estas líneas para que, por fin, lo puedan descubrir. Mi hijo era buenito. Era, ¿entienden? Un niño que no le hacía mal a nadie y que vivía muy alegre, siempre interesado por los demás. Unos meses atrás, había terminado la primaria y ese día, ese maldito día, volvía de su segunda clase en el secundario, feliz por haber arrancado otra nueva etapa (...) Siendo tan objetiva como puedo ser y sin hablar sólo como su madre, les puedo asegurar que no es fácil encontrar un chico así de puro, tan bonachón y tan amiguero que compartía todo, aun cuando no quedara nada para él. Porque a pesar de su corta edad, era fácil advertir cómo se esforzaba por incluir a todos los demás y porque nadie se sintiera como alguna vez nos sentimos nosotros, del otro lado del mostrador… Conmigo, la relación era especial. Más allá del vínculo de sangre, éramos amigos, compañeros. Y cuando volvía cansada de trabajar, toda contracturada, ya desde chiquito me pisaba la espalda… “Ahora que estoy grande, no puedo mamá,

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Texto que ejemplifica las diversas marcas de la enunciación.

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Hablemos de GastnPor Flora Huaman RamosHola, s, Flora, me llam Flora. Pero mejor dganme la mam de Gastn, porque eso soy, la mam de Gastn Arispe Huaman, un nio que lamentablemente jams registraron los funcionarios de la Ciudad. Y entonces me decid a escribir estas lneas para que, por fin, lo puedan descubrir. Mi hijo era buenito. Era, entienden? Un nio que no le haca mal a nadie y que viva muy alegre, siempre interesado por los dems. Unos meses atrs, haba terminado la primaria y ese da, ese maldito da, volva de su segunda clase en el secundario, feliz por haber arrancado otra nueva etapa (...)Siendo tan objetiva como puedo ser y sin hablar slo como su madre, les puedo asegurar que no es fcil encontrar un chico as de puro, tan bonachn y tan amiguero que comparta todo, aun cuando no quedara nada para l. Porque a pesar de su corta edad, era fcil advertir cmo se esforzaba por incluir a todos los dems y porque nadie se sintiera como alguna vez nos sentimos nosotros, del otro lado del mostrador

Conmigo, la relacin era especial. Ms all del vnculo de sangre, ramos amigos, compaeros. Y cuando volva cansada de trabajar, toda contracturada, ya desde chiquito me pisaba la espalda Ahora que estoy grande, no puedo mam, te voy a aplastar, me deca, mientras yo disfrutaba los mejores masajes de mi vida. Otras veces, ahora que estaba grandote, me cargaba sin esfuerzo, para sonarme la espalda, hasta dejarme lista para jugar.(...)

Desde beb, como dicen todos los que siempre dicen, le inculqu los mejores valores y el buen hbito del deporte. Yo misma le ense a jugar al vley. Y la ltima vez, de verdad, me qued con la boca abierta al ver cmo haba aprendido () Claramente, haba superado a su maestra. Y era el mejor. Entienden? Para m, era el mejor, tan lindo, tan grandePor qu muri? Eh? Por qu? Porque el pozo ciego que deb hacer yo misma, 14 aos atrs, segua siendo igual de precario, a pesar de haber tomado todos los recaudos posibles, en un barrio donde no se ha cumplido la ley de urbanizacin, pero encima est prohibido el ingreso de materiales. Leyeron bien, 14 aos ac, atrs de Puerto Madero, laburando y sobreviviendo como podemos, todava sin cloacas, al costado de ese pozo de mierda que la UGIS mantiene abandonado ().

Por eso, slo por eso, estuve obligada a cavar otro pozo y ni siquiera pude terminarlo rpido, por esa maldita norma que nos impide garantizarnos nuestro derecho a la vivienda, con nuestras propias manos. A escondidas, como podamos, bamos entrando los materiales necesarios para construir eso que no era un lujo, ni una piscina, ni una cancha de tenis: era un pozo, para hacer nuestras necesidades. Porque s, somos seres humanos.Calladitos, en puntas de pie, como si estuviramos robando, bamos ingresando los materiales que compramos con nuestro dinero, para terminar el pozo antes de que nos tapara la mierda del pozo que abandonaron ellos. Y a falta de la tapa indicada, le pusimos maderas encima. Porque somos irresponsables? Porque somos ignorantes? Porque somos malos padres? No, porque somos pobres! Y porque nadie nos escuch cuando pedimos que lo hicieran bien, como tampoco nos escucharon cuando pedimos tener cloacas, luz y agua, pagando impuestos! Por supuesto, porque nadie pide que nos regalen nada. Tan slo que nos traten como ciudadanos, con responsabilidades. Y derechos.Entienden? A ustedes les hablo, funcionarios de la Ciudad: estoy muerta, muerta en vida por la ausencia de mi hijo, que era mi motor. Y ahora no puedo moverme. Ojal, de corazn, ojal que nunca ninguno deba pasar por este inmenso dolor, porque no se lo deseo a nadie en este mundo. Qu quiero ahora? Para qu esta carta? Quiero que se haga justicia, con los que no cumplieron su trabajo, porque el SAME no quiso entrar. Me exigan que acercara a mi hijo hasta la salida del barrio, un barrio que jams tuvo incidentes con un equipo mdico, mientras nosotros les explicbamos que eso era imposible, porque mi hijo estaba en un pozo, desmayado y hundido a tres metros de profundidad No entraron. Entienden? No entraron.Qu debiera decir entonces? Qu debiera sentir? Pues siento asco, slo asco e indignacin, con toda esa perorata de la tica. Fueron mis vecinos, esos villeros peligrosos, quienes hicieron lo posible y lo imposible tambin, para sacar a Gastn del pozo, esos mismos vecinos que corrieron en vano hacia la Prefectura y la Polica Federal Porque no, ellos tampoco podan hacer nada. Ellos no estn para sacar nios que caen en pozos, ni madres que caen en la desesperacin. Ellos estn para controlar que no ingresen los materiales de la construccin.

Sin seal telefnica, porque no contamos con esa comodidad en esta puntita de la Costanera Sur, slo nos quedaba insistir. Y de tanto discutir, finalmente un prefecto tom la decisin de llamar al SAME, que entonces s, acept entrar con total tranquilidad, como si todos esos llamados previos no hubieran existido. Pero saben qu? Gastn ya se haba ido.

Aparentemente, para el SAME era muy riesgoso entrar hasta ah, hasta ese mismo lugar donde minutos despus entraba sin problemas la Polica Criminalstica, para recoger las evidencias de la tragedia. Y s, quiero que todos lo sepan porque me parece justo, tan justo como destacar al cuerpo de bomberos, los nicos que se portaron como seres humanos, gritndome corra seora, corra hasta el lugar, que nosotros la seguimos.Ustedes, seores y seoras del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los que nos cercan, los que nos aslan, los que nos ocultan, son responsables por la muerte de Gastn, esa muerte que tampoco conmovi a los canales de televisin.

(...)

A un mes de su muerte, me siento perdida. Tengo que hacer mil trmites, moverme para que no duerman la causa Y no s, no s nada, me encuentro desconcertada. Cuanto ms pasan los das, ms siento que su muerte se pudo haber evitado, que ese peligro estaba anunciado y que tambin estaba denunciado, pero todos miraron para otro lado. No se imaginan mis noches, ni mis das. Me siento sola y desprotegida, por esos funcionarios que no slo dejaron morir a mi hijo, sino que adems se acercaron a mi casa para prometerme soluciones de infraestructura cuando ya era tarde, comprometindose de corazn, por miedo a que pudiera lastimar su imagen pblicamente. Pero saben qu? Esas promesas tampoco se cumplieron (...)

Por eso, esta carta, este pedido de auxilio y este grito, a un mes de la muerte de Gastn. Siento cansancio, bronca y dolor, mucho dolor, pero tan slo reclamo Justicia, con el corazn y desde el amor, para que todos los chicos de la Rodrigo Bueno puedan tener un futuro mejor.Gracias por escucharme, gracias por entenderme y gracias por acompaarme, a todos los que leyeron estas lneas y a todos los que me ayudan cada da a mantener la entereza. No voy a bajar los brazos.Mi lucha recin empieza.