Carta del sub a Gironella.docx

7/17/2019 Carta del sub a Gironella.docx

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Texto íntegro de la carta

Marcos es hoy en día, quiérase o no, quiéralo él o no, un líder revolucionario mediático. Susdeclaraciones y los manifiestos del movimiento llegan, la mayor parte de las veces, a los mediosde prensa y hasta al propio gobierno mexicano a través de internet. En internet se hallacolgada!, como se llama en la "erga internáutica, la carta que aquí comentamos y muchos otrosescritos del Subcomandante que, en la misma red y trascendiéndola, han logrado repercusi#nmás allá de lo político hasta el punto de hablarse de su estilo literario e, incluso, de una corrienteestética $apatista.

Agosto/Septiembre de 1999:

7 veces 2

%ara &lberto 'ironella,que pintaba tan bien que parecía

que escribía.

"El palomar de las cartas

abre su imposible vuelo

desde las trémulas mesasdonde se apoya el recuerdo,

la gravedad de la ausencia,

el corazón, el silencio"

Miguel Hernández

(a luna es mi bot#n de plata dorada, abollado y mal cosido sobre la negra camisa de la monta)a.

En la casa grande del calendario, mayo aparece como bisagra de la doble y h*meda ho"a deagosto y septiembre. +al ve$ es por eso que ahora el sol camina el día repartiendo sudores ysofocos, mientras en la noche la luna infla sus carrillos con el viento que duerme.

&llá aba"o la vida es guerra, combate cotidiano en los m*ltiples calle"ones oscuros que pueblanla noche mexicana. Se combate al nacer, creciendo se combate, se ama y se muere combatiendo,y, sí, hasta la escritura es un combate. ea si no- en aquella esquina del mundo que llaman



monta)as del sudeste mexicano, la *ltima de un siglo que parpadea sus agonías, palabras comocuchilladas nacen sobre el alto y mullido co"ín de la /eiba.

0 esa /eiba más que árbol parece central de correos- cartas van y vienen, casi tan frecuentescomo las lluvias que lan$an ta"os profundos en la piel del día o en el cora$#n de la noche. ea,

ahí va saliendo otra que es otras. Sí, esa carta es muchas cartas, es una carta1eri$o. Siete espinasdobles hacen de piel lo que en el papel se duele. (as escriben muchos en la mano de uno y tienende destinatarios otros muchos que son otros, distintos y diferentes. 2ilosas epístolas que se)alany advierten, no amena$an, apenas avisan que sigue la noche sin abrirse y, sin embargo, a*n hayque andarla.

&sí que, pareciendo que escribe, la mano afila palabras que hieran mas no lastimen, que se)alen,que marquen, que sean agudas espinas, huellas que duelan.

Si una carta es muchas cartas no es por capricho numérico, es porque el mundo es muchosmundos, y muchos son también los olvidos que los ocultan. (o 3no es trampa de la que vendrá

luego la factura, que así también llaman a la historia.4Sshh5 4&tenci#n5 4Mirad5 4&llá se abre la primera herida5

Carta Uno

"El indio dueño de la tierra es

una utopía de universitarios" .

Tirano anderas, 6am#n 7el alle18nclán.

Sobre la desvenci"ada mesa, renivelada con piedritas y cartones doblados, dos libros reposan,cerradas sus páginas, mudas sus palabras. (a vela ondea su frágil lu$ como bandera y una manoenciende por enésima ve$ la pipa mordisqueada. 7esde acá, la figura de él es s#lo una sombrasentada y encorvada. %ero la vela ro$a las portadas de los dos libros. 6am#n 7el alle18nclán.

Tirano anderas. 8lustraciones de &lberto 'ironella, 'alaxia 'utemberg. /írculo de (ectores,se lee en la portada de uno. El otro muestra 9ulio Scherer 'arcía, /arlos Monsiváis. !arte de

guerra. :uevo Siglo &guilar.

7e pronto la llama de la vela se recuesta obligada por el viento y ara)a, más que alumbra,algunas ho"as sueltas, garabateadas deprisa y con desorden. (enta y pausada, lame la luminosalengua las primeras palabras.



gosto#$eptiembre de %&&&'

;...<

Este libro de 6am#n 7el alle18nclán, Tirano anderas, viene en una edici#n

extraordinariamente bien cuidada, con el a)orado criterio =cada ve$ más le"ano a los editorespostmodernos> de respeto al autor, al ilustrador y al lector. 7os veces lleg# este libro a estamesa, como si todo hubiera conspirado para que este agosto se definiera por la dualidad que elespe"o propone. 3no de los e"emplares viene con las palabras %ara un escritor. M''? el otrotiene una dedicatoria lac#nica y de tembloroso tra$o & Marcos, de 'ironella.

7os e"emplares sí, pero también dos libros en un libro- el uno el que pintan las letras de 6am#n7el alle18nclán, el otro el que escriben los @dibu"osA de &lberto 'ironella.

/onocí a 'ironella en aquel agosto de BCCD, cuando la /onvenci#n :acional 7emocrática, en el guascalientes del ahora vie"o poblado de 'uadalupe +epeyac. &penas un saludo y nos entreg#

una pintura magnífica de Emiliano apata, salpicado de balas y corcholatas. Tac(o, o alguienmás, no recuerdo, tom# la pintura y la coloc# en el peque)o podium del guascalientes. El )apata de 'ironella presidía la sesi#n cuando sobrevino la tormenta del día F. En el naufragio dehombres y mu"eres de esa noche, desapareci# la pintura.

Se fue 'ironella. ísperas de su muerte, una mentira hi$o llegar a 7on &lberto una cartaap#crifa. 6ebelde y verdadero, 'ironella no se merecía la patética limosna de la mentira almoribundo. %or eso, porque ni en vida ni en muerte mereci# el insulto de la lástima, a dondequiera que se encuentre, le escribo estas líneas para decirle...

%ara- don &lberto 'ironella

7e- Sup. Marcos.Maestro-

Esa carta no la escribí yo. &lguien pens# que haciendo mal hacía bien y falsific# texto y firmacreyendo que eso le regalaba consuelo y alivio. (os libros sí se los mandé yo, don &lberto, y erandos porque fueron dos los que usted me mand# =el Tirano anderas y el !otlatc(>, y porque de por sí en los dos que yo le mandé, usted o su pintura =que ahora es lo mismo> vienen al caso. 0ole puse a usted en los libros esos que la naturale$a imita al arte, y en la portada de uno de ellos,(a revuelta de la memoria =editorial /(&/G>, la imagen del guerrillero $apatista comiendo en elSamborns de (os &$ule"os repetía la que usted traba"# para +irano Handeras. En una de las

solapas, usted explica- Ge querido recuperar distintos elementos reales que alle pudiese haberconocido durante sus visitas a México. Si alle utili$# como referente del tirano a Guerta, puesyo traba"o a partir de una imagen suya, a la que incorporo las características que en la novela sele atribuyen, como el color verde de su saliva... %ara representar a acarías el /ru$ado heutili$ado la imagen de un guerrillero $apatista... %ara el criollo 6oque /epeda he partido de unafoto de asconcelos, con quien tiene más de un paralelismo... El marco está inspirado en elcintur#n de un obrero asesinado que fotografi# Ilvare$ Hravo- un cintur#n hecho con la pita delmaguey...



Sí, paralelismo ha dicho usted =los anteo"os que le dibu"austed a Guerta se repiten ahora en los que edillo llevas#lo para hacerle más torva la mirada>. 0 el asconcelosde %or mi ra$a hablará el espíritu, redibu"ado paracompartir lucha con los indígenas al$ados contra +irano

Handeras, trae a colaci#n otros paralelismos- la 3:&M y/hiapas, el movimiento universitario y el al$amientoindígena $apatista.

En la pesadilla que agosto y septiembre definen hoy anuestro país, los poderosos repiten religiosamente losargumentos de la camarilla de +irano Handeras. Sí, paraellos el indio due)o de la tierra es una utopía deuniversitarios. %ero el ideario revolucionario es algo másgrave, porque altera los fundamentos sagrados de la propiedad. El indio, due)o de la tierra, es una aberraci#n

demag#gica, que no puede prevalecer en cerebros bienorgani$ados =6am#n 7el alle18nclán. op' cit >.

0 para curar de esa enfermedad a indios y universitarios, el remedio posmoderno de +iranoHanderas despacha desde %alacio :acional decenas de miles de soldados a tierras del surestemexicano. En febrero de BCCJ, edillo dio, en cadena nacional y para más de CK millones demexicanos, su definici#n del al$amiento $apatista- :o son indígenas, no son chiapanecos, sonuniversitarios blancos =me caí que así di"o> de ideas radicales los que manipulan a los indígenaschiapanecos.

7esde entonces, esta definici#n es la que ha regido la estrategia gubernamental frente al

conflicto en /hiapas. %ara esto cuenta con la aquiescencia de caciques que de"arían a +iranoHanderas como un aprendi$ de bru"o. Estos son los que mandan, destruyen y matan en tierrasindias. /on la cofradía de Handeras se que"an- El indio es naturalmente ruin, "amás agradece los beneficios del patr#n, aparenta humildad y está afilando el cuchillo. S#lo anda derecho conrebenque. Es más flo"o, traba"a menos y se emborracha más que el negro antillano = *bid >. %arae"ecutar tan alta filosofía, por el palacio de gobierno de /hiapas desfilan sabuesos de tama)odiverso. El *ltimo de ellos, con particular afici#n por la sangre indígena y las croquetas, ha sidoclaro- en estas tierras sobran los indígenas y los estudiantes. 0 ya se alista la "auría para lahigiénica campa)a del cachorro de edillo- El indio bueno es el indio muerto, y el estudiante bueno es el estudiante ausente. Matar indios y perseguir estudiantes, este es el deporte de modaen /hiapas. En la c*spide de su delirio etílico y canino, &lbores declama que él sí tiene los pantalones bien puestos =y es que confunde con cintur#n lo que no es más que un collar contra pulgas>.

Sí maestro, la naturale$a imita al arte y sus palabras dibu"adas para ilustrar las imágenes escritasde alle18nclán irrumpen en este tiempo de +iranos y soberbias, de universitarios y guerrilleros$apatistas.



0 para darme la ra$#n, hasta mi mesa lleg# no un helado de nue$ =que es lo que yo hubieraquerido y, en dado caso, ahí sí la naturale$a superaría al arte>, sino un libro que también es doslibros !arte de guerra, de 9ulio Scherer 'arcía y /arlos Monsiváis.

(ibro doble en la evidencia de que son dos los autores, es también doble en lo que rebela y

revela, en lo que dicen sobre el pasado y en lo que callan ambos autores sobre el futuro. &mbos,Scherer y Monsiváis, son ya un referente en la historia de la cultura mexicana en lo general y del periodismo en particular. 2ilosos en palabra y pluma, en veces despiertan respeto y, no pocas,temor.

En el texto de 9ulio Scherer 'arcía desfilan los militares, su dure$a y cortedad de miras. /adave$ menos frecuente en civiles, la admiraci#n por lo militar olvida, detrás de la época sordina,que los e"ércitos son las estructuras más absurdas que existen. :egaci#n total del raciocinio,aplastamiento del individuo y culto por la destrucci#n son algunas de sus características =y puertas para que el crimen organi$ado tienda sus cadenas>.

Sé que suena más que parad#"ico que esto lo diga un mando militar del E(: que es, también,un e"ército. %ero precisamente por eso nosotros aspiramos a desaparecer. %ero esto ya lo heexplicado en otras partes y no quiero aburrirlo. 7e lo que ahora se trata en este libro es de une"ército, el federal, como fuente de desestabili$aci#n.

& mi paso por el Geroico /olegio Militar y la Escuela Superior de 'uerra, pude ver que no esorgullo u honor lo que convierte al E"ército federal en un ente cerrado, intocable e impredecible. :o, es otro mundo, y su l#gica interna permite arbitrariedades que apenarían hasta al máscorrupto de los "ueces =que hay muchos> del sistema "udicial mexicano- un artículo en unarevista, tocando el tema de los derechos humanos de los militares =impensable, pues se trata defrías máquinas de matar>, le vali# al general 'allardo la prisi#n, el desprestigio y el

hostigamiento cotidiano a su familia? a quienes se negaron a cumplir las #rdenes de asesinatodadas por los altos mandos militares en enero de BCCD, frente al al$amiento $apatista, les toc# lamuerte y el exilio for$ado? quienes desaprobaron la activaci#n de bandas paramilitares en/hiapas, argumentando que el portar un arma implicaba disciplina y responsabilidad, fuerondesaparecidos? los que se alistaron so)ando defender a la %atria si osare un extra)o enemigo profanar con su planta tu suelo y se encontraron de pronto enfrentados a civiles, ni)os,ancianos, mu"eres y hombres, mexicanos todos, todos pobres, tuvieron que huir a escondidas,implorando a esos mismos a los que atacaron que les prestaran ropa civil y un guía para salirde la $ona de conflicto.



Si BCLF debi# esperar K a)os para que la il#gica l#gicamilitar mostrara su arbitrariedad desestabili$adora, enBCCC publicaciones honestas =que las hay> dan cuentacotidiana de atropellos y crímenes impunes, perpetradoscon los *nicos argumentos de un uniforme verde olivo y

un arma. En pocas palabras un estado de sitiooriginalmente destinado al sureste mexicano, extendidodespués a los pueblos indígenas de todo el país, einvadiendo ya las calles de las ciudades.

7iga si no, mientras el gobierno argumenta que la presencia masiva militar en /hiapas es para evitar ladesestabili$aci#n, un rápido recuento de los hechos de los*ltimos dos a)os muestra al E"ército federal como la causa principal de la desestabili$aci#n y el deterioro en el surestemexicano. &hí donde aparecen los federales, suben las

tensiones y se desatan los conflictos.7esde que el se)or edillo lleg# a (os %inos de la mano de los asesinos de /olosio, el E"ércitofederal ha roto el cese al fuego cuando menos en tres ocasiones- en febrero de BCCJ =saldo- Jmuertos $apatistas y un coronel y BK de tropa del E"ército federal muertos en combate>? en "uniode BCCF en El Hosque =saldo- F $apatistas e"ecutados después de haber sido tomados prisioneros por militares>, y en agosto de BCCC en San 9osé (a Esperan$a =saldo- N $apatistas heridos de balay F militares golpeados con piedras y palos>. @(os secretarios de 'obernaci#nA Mocte$umaHarragán =alias +uaardo> en BCCJ, 2rancisco (abastida =alias El $uavecito> en BCCF, y 7i#doro/arrasco =sin alias todavía> en BCCC. /on /huayffet el enfrentamiento sigui# el camino de los paramilitares y regal# a la historia mexicana una de sus páginas más vergon$osas y humillantes-

la matan$a de &cteal en diciembre de BCCO.&demás del ataque militar de los federales, todos estos actos desestabili$adores tienen un com*ndenominador- Ernesto edillo %once de (e#n.

Sí, don &lberto, le"os de garanti$ar el orden interno, el E"ército federal ha sido una causaimportante de desorden y desgobierno.

%ero volviendo a !arte de guerra, es imposible leer este libro sin la sombra de este agosto1septiembre del CC. 8mposible hacerlo olvidando la /hiapas $apatista. 8mposible leerlo sin tener presente no s#lo la existencia del actual movimiento estudiantil en la 3niversidad :acional&ut#noma de México, también las obvias y grandes diferencias, pero sobre todo las no tan clarassimilitudes. Este es uno de esos libros, de los que hay muy pocos, que se deben leer muchasveces y descubrir en ellos nuevas palabras y silencios nuevos =cosa que no será fácil pues laencuadernaci#n es del modelo *sese y tírese>, seg*n los agostos y septiembres que vayangastando calendarios.



%ero, además de con el Movimiento 3niversitario de hoy y la /hiapas rebelde, este libro se cru$acon el Tirano anderas en muchas páginas. ea, 7on &lberto, el siguiente diálogo entre dosperiodistas al servicio del tirano-

4Puién tuviera una pluma independiente5 El patr#n quiere una crítica despiadada.2ray Mocho sac# del pecho un botellín y se agach# besando el gollete-14Muy elocuente51Es un oprobio tener vendida la conciencia.14Pué va5 os no vendés la conciencia. endés la pluma, que no es lo mismo.14%or cochinos treinta pesos51Son los fri"oles. :o hay que ser poeta. =...>

&hora cr*cela con éstas del texto de Monsiváis- El gobierno desata una campa)a de prensa,radio y televisi#n contra los subversivos, y las Explicaciones %atri#ticas se desbordan. = op'cit' p. BDF>. En BCLF, el periodismo en México atraviesa por la experiencia mortecina de negarla modernidad desde un respeto a las instituciones que ya poco o nada les dice a los "#venes yque por lo com*n se traduce al lengua"e del cinismo. =...> El periodista, por lo com*n, está alservicio de los políticos, los *nicos lectores que se toman en cuenta, y mientras más declamatoriose muestra, más corrupto resulta. =...> Eso explica el grito de 4%rensa vendida5 en las marchas,y la grotecidad de la desinformaci#n. =p. BOD> 0 más adelante- En BCLF, la televisi#n privada seniega a difundir las posiciones del Movimiento. Se prodigan las calumnias y las llamadas allinchamiento moral, los noticieros delatan lainsignificancia numérica de las marchas =p. BF>.

El movimiento universitario de BCCC ha sufrido, como pocos movimientos en los *ltimos a)os, una verdaderaguerra de medios. %articularmente la televisi#n privada=donde +elevisa y +elevisi#n &$teca se arrebatan entre sí elhonor de ser la columna vertebral de la ultraderecha enMéxico> y la radio, se esfuer$an hasta mucho más allá dela evidente complacencia del gobierno. /on singular entusiasmo reparten calificativos como si fueran muestrasgratis de un nuevo producto- &gitadores, subversivos,asaltantes, secuestradores, delincuentes,pseudoestudiantes, paristas =para contraponerlo conlos estudiantes que sí quieren estudiar>, y, marcadamente,el ex priismo que les facilit# alg*n intelectual perredista-ultras.

0 en el sureste mexicano, los poderosos y sus sabuesos no se quieren quedar atrás. 'randescantidades de dinero, originalmente destinadas a las comunidades indígenas, fluyen hacia losmedios de comunicaci#n en /hiapas. Si el tono declamatorio de algunos periodistas fuera unreferente de la cantidad de dinero que recibieron, entonces podría entenderse por qué, a pesar detodo lo que ha invertido el gobierno en el estado, poco o nada llega a las comunidades. Huena parte se queda en las mesas de redacci#n y en los bolsillos de periodistas que tienen particularfascinaci#n por transportarse en helic#pteros del E"ército para cubrir con toda ob"etividad loque sucede.



%asada la moda de las deserciones $apatistas, hay un nuevo tema- los malvados estudiantes paristas de la 3:&M han llegado a sembrar la discordia entre las plácidas comunidadesindígenas, tan tranquilas que estaban, ergo, no hay que permitir que esos "#venes violen lasoberanía de /hiapas =y lo parad#"ico es que es a los $apatistas a los que acusan de separatismo>.Q se van a la cárcel, declara completamente borracho el -ro.uetas mientras los militares del

cuartel de San Puintín le aplauden.

En la /hiapas de edillo1&lbores, los ecos del LF se actuali$an y gritan los ladridos de su patr#na los estudiantes que llegaron al poblado de &mador Gernánde$. El 42uera pinches extran"eros5=porque en la /hiapas de &lbores todo el que no sea priísta es un pinche extran"ero> tiene suantecedente en 4Pueremos -(es muertos5, gritaban y, como un eco enorme, la multitudrespondía- 4Pueremos -(es muertos5 4Mueran todos los guerrilleros apátridas5, volvían a gritar yla multitud respondi# exaltada- 4Mueran5. =En El Heraldo de Mé/ico, C de septiembre de BCLF.op. cit. BOF>.

Si Scherer y Monsiváis redescubren que fue un miedo histérico el principal motor de la respuesta

gubernamental al movimiento de LF, &gosto y Septiembre revelan algo igualmente terrible-edillo y &lbores, y prensa que los acompa)a, se convencen que un nuevo fantasma recorre lasaulas universitarias y las monta)as del sureste mexicano- el antiMéxico. (a histeria al frente delgobierno federal y estatal.

Más dice el libro, y todavía más la realidad de este agosto de fin de siglo. Este libro de !arte de

guerra es casi tan bueno como 0a noc(e de Tlatelolco, ese espe"o roto que nos regalara hacea)os la hi"a de la princesa.

%ues sí, 7on &lberto, ya se va agosto y ya se llega septiembre, la 3:&M y /hiapas le duelenahora a flor de piel a este país llamado México. El movimiento estudiantil universitario y la

rebeli#n $apatista luchan esos dolores. +al ve$ no alcancen a aliviarlos, y apenas sirvan parasentirlos de veras como lo que son- dolores de todos...

(eí por ahí que los libros sí le llegaron a tiempo y, tal ve$, pudo usted empacarlos en su maleta, pensando que después podría pintarle algunas letras a esas palabras dibu"adas.

ale 7on &lberto. Salud y @sabe quéA, de la muerte lo que duele es que a veces abra$a a quien nodebe.

$up'

%7. Si necesita algo, avíseme para llevarle cuando yo me vaya. Sí le llevaré !arte de guerra.Se interrumpe ahí la escritura. %endiente, esperando su acomodo, una cita de !arte de guerra queda sola- (a furia coaligada de políticos, empresarios, obispos y medios informativos nodisuade a los huelguistas, ni el miedo de los padres de familia evita el vigor del Movimiento. =p.BOF>.



Sobre la *ltima frase, la vela da su parpadeo *ltimo y cierra su *nico o"o. 3n instante apenas.3na nueva llama ilumina momentáneamente la pipa y la cara de la sombra sentada.

8mposible verle el rostro pues está de espaldas.

0 aunque de frente estuviera, este hombre es un sin rostro, uno más de los que abundan en estaesquina de la historia.

7esde las monta)as del sureste mexicano.

México, agosto1septiembre de BCCC.

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