Cartas a Lucilio

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Carta I. "Valor y aprovechamiento del tiempo": Séneca exhorta a evitar particularmente la negligencia en el uso del tiempo. El tiempo transcurrido está ya en poder de la muerte. Hemos de considerarnos personalmente deudores por el beneficio del tiempo Séne ca lleva buena cuenta del mismo y aconseja a Lucilio que no se demore en usarlo debidamente. Carta II. "Los viajes y las lecturas": Hace bien Lucilio en no aficionarse a los viajes y mantener residencia fija. Otro tanto debe hacer con las lecturas: seleccionar entre los mejores autores. Diversos ejemplos lo confirman. Cada día se ha de escoger de las lecturas una máxima. La de hoy, tomada de Epicuro dice que no es pobre el que tiene poco, sino el que ambiciona más. Carta III. "Elección de los amigos": el verdadero calificativo de amigo lo merece aquel a quien, después de haberle juzgado digno de tal nombre, lo confiamos los secretos como a nosotros mismos. Se han de evitar los extremos de confiarse a cualquiera o de no hacerlo a nadie. Analógicamente hay que evitar tanto la excesiva actividad como la quietud permanente. Carta IV. "No hay por qué temer a la muerte": para gozar de un espíritu ordenado y vigoroso hemos de renunciar y los vicios y temores pueriles. La muerte no puede ocasionarnos grandes males, siendo el último de ellos; en cambio, la virtud puede conseguir con rectitud lo que torpemente consiguieron la pasión y el miedo. Es condenable tanto el temor a la muerte como el apego a la vida. La muerte alcanzó a los más poderosos no sólo de parte de sus enemigos, sino hasta de sus íntimos. Desde que nacemos caminamos hacia la muerte. Máxima de Epicuro que alecciona a desprenderse de lo superfluo y buscar en la naturaleza la suficiencia para vivir. Carta V. "Evitar la singularidad y limitar los deseos": Importa mejorarse cada día evitando la extravagancia. Busquemos una moderación conforme a la naturaleza. La filosofía pide frugalidad, no desaliño. Igual a los demás en el porte exterior , el filósofo debe ser espiritualmente distinto. Máxima de Hecatón: suprimiendo los demás se ahuyenta el temor, sin angustiarse por el pasado ni por lo venidero . Carta VI. "La verdadera amistad. Hay que convivir con el amigo": Séneca hace sabedor a Lucilio, su buen amigo, de su proyecto espiritua l. La verdadera amistad tiene todos los bienes en común. Por ello Séneca envía a Lucilio sus propios libros con útiles anotaciones, aunque reconoce que es preferible la presencia corporal. Así lo confirman ejemplos de diversos filósofos. Carta VII. "Rehuir la multitud. Buscar la compañía selecta": Lucilio precisa evitar la multitud para que, liberado de su contagio, pueda adelantar en la virtud. Particularmente peligroso son lo espectáculos. Los combates de gladiadores son horribles y degradantes: se mata por el placer de matar. Ni Sócrates, ni Catón, ni Lelio hubieran evitado el pernicioso ambiente de la turba. Por ello Lucilio debe buscar el retiro en comp añía de los mayores, aunque sean pocos; en todo caso se bastará personalmente así mismo. Tres máximas, una de Demócrito, otra anón ima, otra de Epicuro corroboran esta idea. Carta VIII. "En su retiro el sabio es útil a la comunidad": El retiro de Séneca sea fecundo en interés de sus coetáneos y de la posterida d. Enseñará a los demás el recto camino y a rechazar los falaces dones de la fortuna. Las necesidades corporales deben subordinarse a las exigencias del espíritu. Así ocupado, el sabio es más útil a los otros que si desempeñase cargos públicos. Frase de Epicuro s obre la filosofía como medio para alcanzar la libertad. No es un pensamiento privativo de Epicuro, sino del dominio público: por ello cita otras máximas, de Publibio y hasta el mismo Lucilio. Carta IX. "El sabio busca la amistad desinteresada, pero no la necesita": Séneca precisa el concepto de impasibilidad estoica y epicúrea . El sabio estoico, como se contenta con un cuerpo mutilado, así también puede carecer de amigos, pero desea tenerlos y, si los pierde, trata de sustituirlos por otros. Es necesario amar para ser correspondido. Al buscar la nueva amistad el sabio se siente más feliz que con el disfrute de la vieja. Pero no debe ser una amistad egoísta, como la de Epicuro, sino desinteresada, para tener por quien sacrificarse. A esta amistad se allega quien, como el sabio, está contento consigo, aunque falto de muchas cosas, hasta de amigos. Así en los mayores apuros se concentra en su interior como Júpiter. Mientras pueda organizarse en sociedad y tener amistades, estará satisfecho, si no dirá como Estilpón: "todos mis bienes están conmigo". Sentencia similar de Epicuro y de un poeta cómico: para ser felices hay que sentirse tales. Carta X. "Retiro y soledad. Buen uso de la plegaria": Séneca encarece a Lucilio que se aparte de la multitud y busque el retiro, aunqu e reconoce que la soledad del necio encierra gran peligro. Recuerda el gran espíritu demostrado anteriormente por su corresponsal. Éste a los dioses debe pedir primero la salud del alma, después la del cuerpo, de suerte que sus plegarias pueda honradamente formularlas en público . Carta XI. "La sabiduría no suprime los defectos naturales. Elegir un modelo cuya vida imitar": El amigo de Lucilio, de excelentes prendas, patentiza su timidez. Es un defecto natural que afecta no sólo a los jóvenes, sino también a los varones más fuertes y avezados. Sila, Pompeyo y Fabiano son un ejemplo. La sabiduría nada puede hacer por tratarse de movimientos instintivos. Debemos escoger un hombre de bien, sea Catón, Lelio u otro que nos cautive, cuya presencia espiritual estimule nuestra conducta. Carta XII. "Ventajas de la senectud. Aprovechar cada día como si fuera el último": la decrepitud de la quinta de Nomento recuerda a Séneca su propia ancianidad. La vejez tiene su encanto, puesto que la vida, como todo placer, reserva lo mejor a la postre: haber aband onado lo consupisciencia. No sólo el anciano, sino también el joven, debe contemplar la posibilidad de la muerte. Uno y otro pueden esperar un día más pequeño círculo concéntrico dentro del grande que representa la vida entera. La cita de Heráclito sirve para valorar cada día como el último y, a diferencia de como hiciera el legado Pacuvio, vivirlo con plenitud. La máxima de Epicuro de que no tenemos por qué vivir en necesidad, significa que la muerte nos abre el camino de la libertad.

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Resumen de las cartas

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  • Carta I. "Valor y aprovechamiento del tiempo": Sneca exhorta a evitar particularmente la negligencia en el uso del tiempo. E l tiempo

    transcurrido est ya en poder de la muerte. Hemos de considerarnos personalmente deudores por el beneficio del tiempo Sne ca lleva buena

    cuenta del mismo y aconseja a Lucilio que no se demore en usarlo debidamente.

    Carta II. "Los viajes y las lecturas": Hace bien Lucilio en no aficionarse a los viajes y mantener residencia fija. Otro tanto debe hacer con las

    lecturas: seleccionar entre los mejores autores. Diversos ejemplos lo confirman. Cada da se ha de escoger de las lecturas una mxima. La de

    hoy, tomada de Epicuro dice que no es pobre el que tiene poco, sino el que ambiciona ms.

    Carta III. "Eleccin de los amigos": el verdadero calificativo de amigo lo merece aquel a quien, despus de haberle juzgado digno de tal

    nombre, lo confiamos los secretos como a nosotros mismos. Se han de evitar los extremos de confiarse a cualquiera o de no hacerlo a nadie.

    Analgicamente hay que evitar tanto la excesiva actividad como la quietud permanente.

    Carta IV. "No hay por qu temer a la muerte": para gozar de un espritu ordenado y vigoroso hemos de renunciar y los vicios y temores

    pueriles. La muerte no puede ocasionarnos grandes males, s iendo el ltimo de ellos; en cambio, la virtud puede conseguir con rectitud lo que

    torpemente consiguieron la pasin y el miedo. Es condenable tanto el temor a la muerte como el apego a la vida. La muerte alcanz a los ms

    poderosos no slo de parte de sus enemigos, sino hasta de sus ntimos. Desde que nacemos caminamos hacia la muerte. Mxima de Epicuro

    que alecciona a desprenderse de lo superfluo y buscar en la naturaleza la suficiencia para vivir.

    Carta V. "Evitar la singularidad y limitar los deseos": Importa mejorarse cada da evitando la extravagancia. Busquemos una moderacin

    conforme a la naturaleza. La filosofa pide frugalidad, no desalio. Igual a los dems en el porte exterior , el filsofo debe ser espiritualmente

    distinto. Mxima de Hecatn: suprimiendo los dems se ahuyenta el temor, sin angustiarse por el pasado ni por lo venidero .

    Carta VI. "La verdadera amistad. Hay que convivir con el amigo": Sneca hace sabedor a Lucilio, su buen amigo, de su proyecto espiritua l. La

    verdadera amistad tiene todos los bienes en comn. Por ello Sneca enva a Lucilio sus propios libros con tiles anotaciones, aunque reconoce

    que es preferible la presencia corporal. As lo confirman ejemplos de diversos filsofos.

    Carta VII. "Rehuir la multitud. Buscar la compaa selecta": Lucilio precisa evitar la multitud para que, liberado de su contagio, pueda adelantar

    en la virtud. Particularmente peligroso son lo espectculos. Los combates de gladiadores son horribles y degradantes: se mata por el placer de

    matar. Ni Scrates, ni Catn, ni Lelio hubieran evitado el pernicioso ambiente de la turba. Por ello Lucilio debe buscar el retiro en comp aa

    de los mayores, aunque sean pocos; en todo caso se bastar personalmente as mismo. Tres mximas, una de Demcrito, otra ann ima, otra de

    Epicuro corroboran esta idea.

    Carta VIII. "En su retiro el sabio es til a la comunidad": El retiro de Sneca sea fecundo en inters de sus coetneos y de la posterida d.

    Ensear a los dems el recto camino y a rechazar los falaces dones de la fortuna. Las necesidades corporales deben subordinarse a las

    exigencias del espritu. As ocupado, el sabio es ms til a los otros que si desempease cargos pblicos. Frase de Epicuro s obre la filosofa

    como medio para alcanzar la libertad. No es un pensamiento privativo de Epicuro, sino del dominio pblico : por ello cita otras mximas, de

    Publibio y hasta el mismo Lucilio.

    Carta IX. "El sabio busca la amis tad desinteresada, pero no la necesita": Sneca precisa el concepto de impasibilidad estoica y epicrea . El sabio

    estoico, como se contenta con un cuerpo mutilado, as tambin puede carecer de amigos, pero desea tenerlos y, si los pierde, trata de

    sustituirlos por otros. Es necesario amar para ser correspondido. Al buscar la nueva amis tad el sabio se siente ms feliz que con el disfrute de la

    vieja. Pero no debe ser una amistad egosta, como la de Epicuro, sino desinteresada, para tener por quien sacrificarse. A esta amis tad se allega

    quien, como el sabio, est contento consigo, aunque falto de muchas cosas, hasta de amigos. As en los mayores apuros se concentra en su

    interior como Jpiter. Mientras pueda organizarse en sociedad y tener amistades, estar satisfecho, si no dir como Estilpn: "todos mis bienes

    estn conmigo". Sentencia similar de Epicuro y de un poeta cmico: para ser felices hay que sentirse tales.

    Carta X. "Retiro y soledad. Buen uso de la plegaria": Sneca encarece a Lucilio que se aparte de la multitud y busque el retiro, aunqu e reconoce

    que la soledad del necio encierra gran peligro. Recuerda el gran espritu demostrado anteriormente por su corresponsal. ste a los dioses debe

    pedir primero la salud del alma, despus la del cuerpo, de suerte que sus plegarias pueda honradamente formularlas en pblico .

    Carta XI. "La sabidura no suprime los defectos naturales. Elegir un modelo cuya vida imitar": El amigo de Lucilio, de excelentes prendas,

    patentiza su timidez. Es un defecto natural que afecta no slo a los jvenes, sino tambin a los varones ms fuertes y avezad os. Sila, Pompeyo y

    Fabiano son un ejemplo. La sabidura nada puede hacer por tra tarse de movimientos instintivos. Debemos escoger un hombre de bien, sea

    Catn, Lelio u otro que nos cautive, cuya presencia espiritual estimule nuestra conducta.

    Carta XII. "Ventajas de la senectud. Aprovechar cada da como si fuera el ltimo": la decrepitud de la quinta de Nomento recuerda a Sneca su

    propia ancianidad. La vejez tiene su encanto, puesto que la vida, como todo placer, reserva lo mejor a la postre: haber aband onado lo

    consupisciencia. No slo el anciano, sino tambin el joven, debe contemplar la posibilidad de la muerte. Uno y otro pueden esperar un da ms

    pequeo crculo concntrico dentro del grande que representa la vida entera. La cita de Herclito sir ve para valorar cada da como el ltimo y,

    a diferencia de como hiciera el legado Pacuvio, vivirlo con plenitud. La mxima de Epicuro de que no tenemos por qu vivir en necesidad,

    significa que la muerte nos abre el camino de la libertad.