Casa Perdurable Anciano Juan Luis Elías Tercer Servicio Guatemala, 12 de marzo del Año De La Revelación

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Muchas veces podemos estar tan ocupados en resolver los asuntos del día a día que nos olvidamos del mañana y de la herencia que podemos dejar a nuestras generaciones, sin embargo vemos un ejemplo en David de cómo Dios se ocupa de nosotros, pues Él mismo promete edificarle una casa que sería perdurable. 2 Samuel 7:11 (LBLA) y como desde el día en que ordené que hubiera jueces sobre mi pueblo Israel; te daré reposo de todos tus enemigos, y el SEÑOR también te hace saber que el SEÑOR te edificará (creara) una casa. 2 Samuel 7:16 (LBLA) Tu casa y tu reino permanecerán para siempre delante de mí; tu trono será establecido para siempre.' (olam) Es interesante notar que la casa que Dios promete edificarle a David va más allá de algo físico, Dios le promete una casa eterna. 2 Samuel 7:12 (LBLA) Cuando tus días se cumplan y reposes con tus padres, levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de tus entrañas, y estableceré su reino. Uno de los requisitos para tener una casa perdurable construida por Dios; es construirle casa a Dios, pero antes de eso deben ser engendrados hijos para que sean ellos los constructores. El problema es cuando se tienen hijos pero no se les educa para que edifiquen casa a Jehová. 2Samuel 7:29 (LBLA) Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre. Vemos cómo David tenía el deseo de edificarle casa a Dios, era un deseo recíproco, sin embargo ambos deseos se vieron interrumpidos cuando David peca con Betsabé y cae en iniquidad al ordenar la muerte de Urías (2 Samuel 11:3-5). LOS ENEMIGOS DE LA CASA PERDURABLE 2Samuel 12:5 (LBLA) Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. Debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia. En este versículo vemos dónde se originó la destrucción de la casa de David, aquella casa de la cual Jehová había prometido que sería para siempre. La destrucción de ésta casa inicia cuando David no tiene misericordia y mata a aquel hombre del que había tomado su cordera, sin saber que era de él mismo de quien le estaba hablando el profeta Natán. EL ORIGEN DE LA INMISIERICORDIA

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Es un error pensar que por no haber alcanzado el grado de iniquidad que cometió David estamos libres ser inmisericordes, sin embargo la falta de misericordia que tuvo David tiene diferentes orígenes, veamos algunos: Ezequiel 16:4-5 (LBLA) En cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua para limpiarte; no fuiste frotada con sal, ni envuelta en pañales. Ningún ojo se apiadó de ti para hacer por ti alguna de estas cosas, para compadecerse de ti; sino que fuiste echada al campo abierto, porque fuiste aborrecida el día en que naciste. Vemos cómo esta niña fue aborrecida desde el día de su nacimiento, lo que nos muestra que uno de los orígenes o causas por la cuales una casa puede ser destruida, puede erradicar en aborrecer a un hijo que vino como consecuencia de una relación fortuita e incluso como producto de una violación. Proverbios 6:34 (LBLA) Porque los celos enfurecen al hombre, y no perdonará en el día de la venganza. Los celos también pueden llevarnos a la falta de perdón y misericordia, por esa razón debemos cuidar nuestras emociones y no tener celos si nos encontramos con personas que puedan superarnos en algunos aspectos, sean estos laborales, académicos, etc. Isaías 9:15 (LBLA) El anciano y venerable es la cabeza, y el profeta que enseña la mentira, es la cola… el hombre no perdona no tendrá piedad de su hermano. Aquí podemos ver ministros mentiros que llevan al pueblo a ser inmisericordes enseñando mentira, sin saber que al hacerlo, está llevando a su propia casa a la destrucción. 2 Crónicas 36:15-16 (LBLA) Y el SEÑOR, Dios de sus padres, les envió palabra repetidas veces por sus mensajeros, porque El tenía compasión de su pueblo y de su morada; pero ellos continuamente se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que subió el furor del SEÑOR contra su pueblo, y ya no hubo remedio. Burlarse de los siervos de Dios es un camino directo a la inmisericordia. Jeremías 51:1-3 (LBLA) Así dice el SEÑOR: He aquí, levanto contra Babilonia y contra los habitantes de Leb Camay el espíritu de un destructor. Y enviaré extranjeros a Babilonia que la aventarán y vaciarán su tierra; porque estarán contra ella por todos lados el día de su tribulación. Que no entese el entesador su arco, ni se levante con su coraza; no perdonéis a sus jóvenes; entregad a la destrucción todo su ejército. Personas que no tienen compasión de sus propios hijos, un ejemplo de ello es el maltrato infantil, pero existen diferentes tipos de maltrato, se puede estar maltratando a un niño cuando no se le presta atención, incluso la inmisericordia puede venir por una falta de disciplina.

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Zacarías 11:4-5 (LBLA) Así dice el SEÑOR mi Dios: Apacienta las ovejas destinadas para la matanza. Los que las compran las matan y salen impunes, y el que las vende dice: "¡Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!"; y ni sus propios pastores se compadecen de ellas. Esto ejemplifica a los ministros que sólo se interesan por el dinero de las ovejas, manipulándolos con la falsa doctrina de la prosperidad. EL TRIUNFO DE LA MISERICORDIA Mateo 9:13 (LBLA) Mas id, y aprended lo que significa: "MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO"; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores. Los fariseos no habían aprendido lo que era la misericordia pues no entendían por qué Jesús se juntaba con pecadores. Éxodo 2:6 (LBLA) Al abrirla, vio al niño, y he aquí, el niño lloraba. Y le tuvo compasión, y dijo: Este es uno de los niños de los hebreos. Vemos cómo lo que salvó al Moisés fue la misericordia que tuvo una mujer que no era hebrea y tampoco era su madre. La misericordia dio frutos pues de esta misericordia salió el libertador del pueblo de Dios. La misericordia de la madre de Moisés terminó cuando puso al niño en el río Nilo en una arquilla, sin embargo la hija del Faraón tuvo lo que sus propios padres pudieron brindarle. El fruto de la compasión de esta mujer fue el libertador de Israel. De allí podemos decir que si tratamos con misericordia a nuestros hijos, muy probablemente serán los cuidadores de nuestra vejez. 2 Samuel 21:7 (LBLA) Pero el rey perdonó a Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del pacto del SEÑOR que había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saúl. El tener pacto con Dios nos lleva a la misericordia, ya que la relación que había entre David y Jonathan era casi de hermanos, y por esa razón David tuvo misericordia del hijo de su amigo. La palabra nos deja ver que el hermano nace para el tiempo de angustia. 2 Crónicas 36:14-15 (LBLA) Asimismo todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo fueron infieles en gran manera, y siguieron todas las abominaciones de las naciones, y profanaron la casa del SEÑOR que El había consagrado en Jerusalén. Y el SEÑOR, Dios de sus padres, les envió palabra repetidas veces por sus mensajeros, porque El tenía compasión de su pueblo y de su morada. Cuando hemos sido misericordiosos, Dios nos envía Su respuesta y nos dirige. Ezequiel 16:6 (LBLA) 'Yo pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre. Mientras estabas en tu sangre, te dije: "¡Vive!" Sí, te dije, mientras estabas en tu sangre: "¡Vive!"

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La misericordia trae vida. Mateo 9:27 (LBLA) Al irse Jesús de allí, dos ciegos le siguieron, gritando y diciendo: ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Esto ciegos pudieron ver lo que muchos no vieron, ellos reconocieron al hijo de David. Mateo 15:22 (LBLA) Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada. Esta mujer no era del pueblo pero supo ver que tenía a la misericordia de Dios frente a ella. Lucas 6:36-38 (LBLA) Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir. Hacer misericordia es no condenar, el fruto de no condenar es no ser condenados, no ser juzgados, el fruto de dar es recibir más. Porque con la misericordia con la que midamos seremos medidos. Lucas 23:28-31 (LBLA) Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque he aquí, vienen días en que dirán: "Dichosas las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los senos que nunca criaron." Entonces comenzarán A DECIR A LOS MONTES: "CAED SOBRE NOSOTROS"; Y A LOS COLLADOS: "CUBRIDNOS." Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco? Estos hombres no habían despreciado al hombre, habían despreciado a Dios. Lucas 23:34 (LBLA) Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos. Estando en medio de un dolor indescriptible, llega la misericordia de Dios. Lucas 9:22-23 (LBLA) diciendo: El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Dios espera que tomemos nuestra cruz, le sigamos y que perdonemos como fuimos perdonados. Mateo 27:45-46 (LBLA) Y desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: ELI, ELI, ¿LEMA SABACTANI? Esto es: DIOS MIO, DIOS MIO, ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO?

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La hora novena es la hora de la ofrenda, la hora de la misericordia, y lo que Dios espera en esta hora es que hagamos misericordia en medio de un país donde impera la falta de misericordia, que no seamos insensibles ante la necesidad de los demás. Necesitamos que Dios nos dé un corazón misericordioso y que la misericordia de Dios que tiene nombre y se llama Jesucristo, habite en nosotros y que nuestro corazón sea Su casa perdurable.