Catequesis

Tomo XXI - Año 42 - Nº 318 Diciembre 2009

Boletín Sagrados Corazones - Perú

Sumario

Hermanos: Provincia del PerúHermanas: Provincia del Perú-Brasil-México

Laicos: Rama Secular-Sector Perúwww.ssccperu.com

RESPONSABLESP. Raúl Pariamachi, ss.cc.

Hna. Candelaria Núñez, ss.cc.

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑOSrta. Delia Amado

REDACCIÓNHna. Graciela Zúñiga, ss.cc.

Sra. Haydeé de la Puente, ss.cc.

CARÁTULA Y WEBSr. Fredy Caballero B.

COLABORADORESHno. Wilber Onofre, ss.cc.

Hna. Teresa Lazcano, ss.cc.

APORTES Y SUGERENCIASSecretaría Hermanos

[email protected]ía Hermanas

[email protected]

EditorialUn lunes cualquiera. Raúl Pariamachi ........................................................ 3

Catequesis

Nuevos caminos para nuestra catequesis. Lucio Colque ..................................4Escuela para padres y madres del Colegio ss.cc.- Recoleta. Equipo de escuela de

padres y madres ...................................................................................... 6Experiencia en la catequesis familiar de la parroquia “San Damián de MolokaiLa Ensenada - Puente Piedra. María Vidaurre ................................................7Catequesis Familiar en la capilla de Chillón. Joan Villadeza ..............................9Experiencia de la catequesis en la parroquia “Señor de la Esperanza” Canto Grande. Comunidad ss.cc. - Canto Grande ............................................. 10Nuestra experiencia de catequesis con jóvenes en Putina Punco. Comunidad de

hermanas de Putina Punco .......................................................................... 11Notas sobre la formación en la comunidad laical “Nicolás Castel ss.cc.”. Manuel Lozano .............................................................................................................13Primera jornada formativa para laicos ss.cc.. Juan Carlos Townsend ................. 15Redescubrir el valor de la creación. César Enrique Vega ................................. 17Mi experiencia en el encuentro de Junioras. Gislaine dos Santos ........................... 18Damián rompe brechas. Yuliana Rondón ..................................................... 19El Hijo de Dios se hace hombre, para que el hombre, se haga hijo de Dios. Sara Banda ........................................................................................... 20

Boletín “Nuestra Familia” Perú Diciembre 318 2009 / www.ssccperu.com

3Editorial

Un lunes cualquiera

En el anuncio televisivo de una compañía telefónica (“de cuyo nombre no quiero acordarme”) se deja escuchar la voz natural del locutor que –acompañada del

punteo de una guitarra acriollada– despierta la esperanza de los peruanos y las peruanas de todos los colores, de todas las esquinas, de todas las comidas, de todos los cielos, de todos los mares, de todos las danzas, de todos los pueblos del Perú:

Un lunes cualquiera nos despertamos, hacemos un par de cambios, recuperamos el tiempo, lloramos. Un lunes cualquiera nos detenemos, nos entendemos, encontramos la fórmula y acertamos. Un lunes cualquiera corremos un riesgo cualquiera, lo hacemos por los otros que es lo mismo que nosotros, porque todo rima, un lunes cualquiera…

A mitad del aviso publicitario se citan los famosos versos de La cena miserable, del poeta peruano César Vallejo:

Y cuándo nos veremos con los demás, al borde de una mañana eterna, desayunados todos.

Un grupo de niños y niñas de rasgos criollos, andinos, afroperuanos, asiáticos y mestizos, tiene la respuesta:

Un lunes, señor Vallejo, un lunes cualquiera…

El spot apela a la sencilla esperanza que anida en el corazón de todo ser humano, aquella que nace una y otra vez.

En estos días en que celebramos el nacimiento de Jesús toda la tierra se viste de esperanza. La Iglesia grita: “Ven, Señor Jesús, no tardes”. Con este grito renovamos la confianza puesta en Dios de que es posible un mundo nuevo.

Mientras tanto seguimos tras los pasos de Jesús por los caminos de nuestra vida. Valga la ocasión para compartir con ustedes algunos testimonios de las pastorales sobre los itinerarios de iniciación cristiana.

Desde estas páginas deseamos a todos los lectores del Boletín Nuestra Familia una feliz navidad y un venturo año, a la vez ratificamos el compromiso de promover la buena comunicación en nuestra familia Sagrados Corazones.

Raúl Pariamachi ss.cc.


4 Catequesis

NUEVOS CAMINOS PARA NUESTRA CATEQUESIS“La comunidad cristiana es origen, lugar y meta de la catequesis” (DGC 254)

Es algo evidente que estamos hoy ante

una crisis grave y generalizada de la

transmisión de la fe en nuestra sociedad,

sobre todo por lo que se refiere al cam-

po tradicional y privilegiado de la activi-

dad catequética: el proceso de iniciación

cristiana de niños, adolescentes y jóvenes.

De ahí que se invoque la necesidad de un

nuevo paradigma1 catequético, de una

renovada configuración de la catequesis.

Es necesario plantear nuevas formas de

acción pastoral en la Iglesia, pero prime-

ro partiendo por casa, en nuestras obras

pastorales Sagrados Corazones. Las fuen-

tes desde donde expongo este contenido son el Directorio

General de Catequesis (DGC) y el documento de la Aso-

ciación Española de Catequetas (AECA).

¿Cuál es la visión de nuestra fe en la actualidad?

En los países latinoamericanos cada vez más se

atraviesa por una crisis en la transmisión de la fe, se deja

de lado la vieja cristiandad2 donde se suponía una trans-

misión de la fe desde la tradición familiar, escuela, so-

ciedad, cultura, etc. Por ejemplo: “Los padres de familia

son los primeros educadores en la fe… La familia ha sido

definida como “Iglesia doméstica”, lo que significa que en

cada familia cristiana debe reflejarse las funciones de la

Iglesia: catequesis, testimonio, misión y oración”. Pero si

en la familia tal como constatamos esto no se da, ¿qué

podemos esperar de otros ámbitos donde supuestamente

niños y jóvenes se educan en la fe?. Así las nuevas ge-

neraciones cada vez tienen menos conocimiento de Dios

presente en la historia, no conocen al Dios encarnado, a

Jesucristo muerto y resucitado.

La catequesis hasta nuestros días ha partido del

supuesto de que los catequizandos habían sido ya “des-

pertados en la fe” en el seno familiar, en el conjunto de

la sociedad mayoritariamente por ahora cristiana-católica.

Sin embargo, desde mi experiencia con grupos juveniles,

he podido constatar que los jóve-

nes vienen con grandes vacíos en el

ámbito religioso, con un proceso de

iniciación cristiana discontinuo. Es

decir, tienen el bautizo, luego hacen

primera comunión y después con-

firmación; aparecen y desaparecen

para cada una de estas actividades

catequéticas y en muchos casos lle-

gan hasta nosotros sin tener un sa-

cramento. ¿Qué pasaría si luego del

bautizo y la primera comunión, no

hubiera confirmación? La respuesta

quizá puede ser obvia, muchos jóve-

nes no volverían a conectarse con las actividades de la

Iglesia.

El mundo secularizado en el que vivimos tiene

un proceso fundamentalmente humanista, que coloca al

ser humano en el mismo centro. Además, la libertad y la

persona humana son los valores supremos de esta so-

ciedad, hay una tendencia fuerte hacia el individualismo,

sostenida por un pensamiento liberal: “el mundo puede

prescindir de Dios”; Dios resultaría superfluo y hasta un

obstáculo. Dicho secularismo, para conocer el poder del

hombre acaba por sobrepasar a Dios incluso por renegar

de él.

¿Qué está pasando con la transmisión de la fe?

Con preocupación podemos ver con frecuencia

que cada vez hay menos participación en la misa domi-

nical por parte de los adultos, padres a quienes ya no les

interesa el sacramento de sus hijos; muchas alternativas

en otras iglesias y poco dinamismo en las católicas. Lo

más probable es que muchos adultos ya no logran inte-

grar el mensaje evangélico en la experiencia cotidiana;

aumenta la dificultad de vivir la propia fe en Jesús en

un contexto social cultural que va en sentido contrario

a las exigencias propuestas, resulta más fácil vivir como

agnóstico que como creyente.

Hno. Lucio Colque ss.cc.

1 Este nuevo paradigma representa un desplazamiento de la enseñanza tradicional de la fe a una nueva forma de transmisión de la fe.

2 Este modelo de iniciación cristiana ha permanecido desde finales del siglo IV -comienzos del V- hasta el siglo XVI (Concilio de Trento),

con la incorporación de pueblos enteros al cristianismo, mediante la “conversión” de sus jefes o reyes, los demás estaban en la obligación

bautizarse y profesar una misma fe.

RefleXIóN


5Catequesis

Tenemos que salir de los modelos de iniciación

cristiana tradicionales, realizar una innovación en la com-

prensión y en la realización de la transmisión de la fe que

modifique los moldes heredados que han estado vigentes

durante mucho tiempo; no basta con limitarnos a simples

correcciones; nuestras pastorales piden diseñar un nue-

vo paradigma. Necesitamos de una catequesis misionera,

esa sería la propuesta de una nueva evangelización y no

encerrada en el marco de una pastoral de cristiandad.

Con el tiempo se podrá “engendrar” nuevos fieles con

nuevas perspectivas. Ahora más que nunca estamos en la

exigencia de enfatizar el adagio según el cual uno no nace

cristiano, sino que se hace cristiano. En el mundo de las

nuevas generaciones, la persona tiene que descubrir cuál

es la experiencia vital de su fe y asunción personal de su

propia identidad cristiana, así lo señala el DGC 63-66.

Las propuestas para una nueva catequesis y una

nueva iniciación cristiana exigen responder a las pregun-

tas: ¿Cuáles son los retos y las esperanzas de nuestro

tiempo? ¿Es posible abrir nuevos caminos según las exi-

gencias de los fieles que urgen nuevas respuestas? ¿Cómo

nacer hoy a la fe cristiana? ¿Cómo engendrar creyentes,

discípulos de Jesús en la sociedad actual? ¿Cómo hacer

de la vida un continuo camino de fe? Si queremos una

catequesis que responda a las nuevas situaciones pre-

sentes sin nostalgias del pasado, es necesario enfatizar

la necesidad de cambio en la transmisión de la fe, contex-

tualizar el anuncio del evangelio, porque a pesar de que

los jóvenes estén cada vez más reacios a manifestar su

fe y a pesar de una cultura secularizada, siguen tenien-

do sentimientos religiosos, pero los viven y expresan al

margen de una institución, no quieren compromisos que

limiten su vida juvenil. En el fondo es un rechazo a es-

tructuras que los atan a un mundo pasado que cada vez

tiene menos sentido para sus vidas.

Nuevos paradigmas para el futuro de nuestras ca-

tequesis

El ámbito en el que nos movemos nos exige te-

ner cambios. No nos podemos quedar repitiendo moldes

que no se ajustan a las exigencias vitales. Lo importante

será caminar al ritmo que marcan nuestras catequesis.

A continuación, quiero enunciar algunas propuestas que

podemos emprender3

Superar el esquema escolar. A pesar de tener un

método de trabajo, la tendencia en la mayoría de las ca-

tequesis que damos es la enseñanza tipo escuela o de

relación alumno profesor.

Pedagogía vivencial. Frente al predominio inte-

lectual y discursivo en el proceso catequético, el énfa-

sis debe estar puesto en la acción y la vivencia que, por

supuesto, cuide también la reflexión y la profundización

de la fe. La lógica en este caso sería “hacer vivir su fe,

y enseñar a ser”. La catequesis vista de esta manera se

convierte en gustar y saborear el ser cristiano, desde la

vivencia del encuentro, compartir, orar, servir, el celebrar;

el compromiso, etc. De vivir así la catequesis en nuestras

obras pastorales Sagrados Corazones nuestro niños y jó-

venes, especialmente estos últimos, vivirían enraizados

en las actitudes de Jesús.

Provocar la inquietud de preguntar. Quien no hace

preguntas no necesita ni acoge respuestas. Despertar in-

terrogantes, provocar inquietudes… es una forma de aso-

marse a mundos desconocidos, de ampliar los horizontes

preestablecidos, de entrar en contacto con las dimensio-

nes más hondas de la persona, de esta manera la madu-

rez humana y cristiana tiene mayor riqueza.

Cultivar la interioridad. Con esto me refiero a la

tarea de ejercitarse en aprender a mirar en la profundi-

dad de la vida, las personas, el mundo, de uno mismo.

Esto nos permite tener en nuestras reuniones la capaci-

dad de mirar más allá de las apariencias y de la realidad

inmediata de las sensaciones e impresiones primeras.

Al servicio de la vida. Es importante que los en-

cuentros, acciones y procesos catequéticos ayuden a des-

cubrir que Dios no es rutinario, ni algo pasado de moda,

sino alguien que me hace vivir y vivir de tal manera que

se encuentre una realización personal, porque Jesús es

alguien vivo que nos sigue diciendo: “Yo he venido para

que todos tengan vida, y la tengan en abundancia” (Jn

10,10).

3 Cf. Asociación Europea de Catequetas (AECA). Hacia un nuevo paradigma de la iniciación cristiana hoy, pp. 47- 60, Madrid 2008.


6 Catequesis

La Escuela para Padres y Madres del Colegio SS.CC. Recoleta, es una propuesta de trabajo que tiene doce

años de experiencia como proyecto pastoral. Desarrolla un servicio de acompañamiento a las familias recoleta-nas, con el fin de promover en ellas una mayor correspon-sabilidad y apoyo al Proyecto Educativo del Colegio desde el espacio cotidiano familiar.

Nuestra Misión: Contribuir a que las familias sean:1. Comunidades de personas que encuentran en el amor la fuerza para acoger, respetar y promover a todos sus miembros. 2. Comunidades abiertas al mundo, impulsando un desa-rrollo solidario y humano de la sociedad. 3. Comunidades cristianas comprometidas a vivir y a co-municar los valores del Reino orientados por la espiritua-lidad de la Congregación.

Nuestra Visión: Padres y Madres de Familia que asumen un compromiso cristiano desde su vida familiar tratando de seguir la Espiritualidad de la Congregación de los Sa-grados Corazones.

Teniendo como marco de referencia la Misión y Visión nos planteamos objetivos concretos de trabajo:

1. Brindar espacios para lograr acercamientos con los pa-dres y madres de los alumnos de todos los niveles y así reflexionar sobre su rol de padres y madres como prime-ros educadores de sus hijos.2. Ofrecer momentos para compartir experiencias que permitan que las familias se sientan acompañadas en su tarea de padres y madres.3. Atender las necesidades de los diferentes grados del colegio, mediante la programación de reuniones en las que se converse sobre temas que contribuyan a informar a los padres y madres acerca de características específi-

ESCUELA PARA PADRES Y MADRES DEL COLEGIO SS.CC. RECOLETA

Equipo de Escuela de Padres y Madres

cas del crecimiento y desarrollo de sus hijos en las recien-tes generaciones.4. Invitar al compromiso. Que en el día a día se busque ser mejores padres y madres.5. Favorecer desde la acción pastoral de la Escuela, la articulación de todos los equipos de trabajo que tienen relación con el tema (tutorías, departamento psicopeda-gógico, Jefaturas de pastoral, etc.) con el fin de agrupar las fuerzas y los recursos que se ofrecen a este sector de la Comunidad Educativa.

Con el apoyo de la Subdirección de Pastoral, hemos realizado encuentros durante todos los bimestres. Siendo los últimos de acogida a las familias nuevas del año 2010, familias que recién el próximo año enviarán a sus hijos a nuestro colegio. Con ellas se trataron dos temas: “Espiri-tualidad Sagrados Corazones” y “Educación en valores”. Al finalizar las jornadas nos brindaron su apreciación sobre lo vivido, frases que nos reconfortan y que a la vez motivan para continuar trabajando en “Escuela”.

Compartimos algunos de sus testimonios:“Me ha causado mucha emoción conocer un poco

de lo que va a vivir mi hija: su fe, su espiritualidad, la for-mación de sus valores… estoy muy contenta”

“Nuestro espíritu se encuentra reconfortado y no-sotros seguros de que éste es el lugar y el grupo humano que guiará y formará a nuestra pequeña hija”

“Tenemos la seguridad de que nuestros hijos reci-birán una sólida formación en valores cristianos, que noso-tros sus padres redondearemos en el hogar”

“Quiero ayudar a mis hijos a tener una vida con valores, sabiendo siempre que todos los seres humanos somos valiosos por ser hijos de Dios; que su vida se base en el amor a Dios y a sus semejantes”

Nos encontramos listos para un nuevo año. Listos para acompañar a las familias recoletanas.

Equipo de trabajo y actividad con los padres y madres de la escuela


7Catequesis

EXPERIENCIA EN LA CATEQUESIS FAMILIAR DE LA PARROQUIA “SAN DAMIAN DE MOLOKAI – LA ENSENADA – PUENTE PIEDRA”

María Vidaurre Santamaría

Coordinadora. Catequesis Familiar

Mi nombre es María Vidaurre Santamaría, soy pa-

reja guía de la Catequesis Familiar. Pertenezco al

sector “Ramiro Prialé” de la parroquia “San Damián de

Molokai”, dirigida por los padres de la Congregación de

los Sagrados Corazones.

Mi experiencia dentro de la Catequesis Familiar

comienza hace seis años cuando a mi hija, que en ese

entonces tenía nueve años, se inscribe para la prepara-

ción de la recepción de la Primera Comunión. Tuvimos la

primera reunión en el templo con todos los padres que

habían inscrito a sus niños y se agruparon de acuerdo a

los lugares de donde venían. De los sectores Señor de

los Milagros y de Ramiro Prialé, casi no había padres y

entre nosotros nos mirábamos, porque no nos conocía-

mos y en ese rato se tenía que elegir a la pareja guía.

Bueno yo no quería porque se pedía una pareja. “Yo soy

una madre soltera”, dije. Bueno me dijeron que si tenía

la voluntad de ser pareja guía de ese grupo y todos me

dijeron que aceptara y yo con cierta duda acepté. Asistí

a la primera reunión, quería saber qué hacían, de qué se

trataba, era mi primera experiencia, porque tenía una

hija dentro de la Catequesis. Efectivamente varias per-

sonas llegaron, algunas solas y otros con su pareja, eso

ya no me incomodó; nos presentamos y el padre Germán

nos habló de nuestro primer tema, que fue acerca de

la Creación. Fue interesante como primera experiencia,

pero al regresar a mi casa sentí que tenía un poco de

temor porque tenía que hacerlo “yo sola” y los padres de

familia de mi sector (Prialé) y de Señor de los Milagros,

no sabían cómo me iba a presentar, ni cómo iba a comen-

zar. Llegado el día de la reunión, asistieron los padres

de familia; yo estaba muy nerviosa, hicimos la dinámica

de presentación y comenzamos; todo salió bien y entre

mis adentros me decía: “Señor si tú quieres que te sirva,

dame ese ánimo, esa fortaleza que necesito.”

Estuve dos años en el primer grupo que animé

y ahí conocí a mujeres muy buenas, pero con muchas

dificultades en su familia, ellas trataban de salir adelan-

te con valor y valentía con esa fuerza que les venía del

Señor en quien confiaban. Esos ejemplos de superación

me ayudaron mucho, porque varias veces quise dejarlo,

quería renunciar pero luego me decía: quién va a traer y

desarrollar los temas para estas madres, para este grupo

que también trataba de cumplir con las reuniones por

amor a sus hijos e hijas. Seguía adelante con la ayuda

de Dios que me eligió para ser guía de su grupo y seguí

asistiendo a las reuniones y llevando los temas los días

viernes a las 8:00 pm. Generalmente las reuniones se

prolongaban porque después de terminar nos quedába-

mos hablando. En el segundo año, el padre Germán me

insistió en participar en las capacitaciones en los cursos

de Catequesis Familiar que programaba la diócesis de

Carabayllo. Fue interesante participar en dichos eventos,

ya que aprendí a trabajar mejor con los padres y niños;

también me sirvió para mi vida familiar y para mi trabajo.

Esta experiencia me gustó, tanto es así que, empecé a

participar en mi capilla ya que no lo había hecho nun-

ca, porque siempre encontraba pretextos, hasta que un

domingo fui a participar con los laicos misioneros de los

Columbanos que me invitaron a monitorear en la celebra-

ción, lo cual me hizo sentir muy feliz.

Sra. María Vidaurre a la derecha


8 Catequesis

Los hermanos misioneros me invitaron a participar

en el “Centro de Estudios Misioneros” de los Columba-

nos CEM. Fuimos cuatro mujeres y allí nos preparamos

para ser “Ministras de la Eucaristía”. Esto era emocionan-

te, tan interesante; pero también me inquietaba porque

decía “una mujer” haciendo la celebración como que no

me animaba a pararme delante de todos. Era el momen-

to en que los hermanos misioneros tenían que ir a otras

comunidades a animar y nos dejaba esa responsabilidad.

Al terminar el segundo año de preparación, dejé de ser

pareja guía; porque mi objetivo era que fueran “parejas”

las que se responsabilizaran y sean ejemplo para los de

más papás y también para sus propios hijos; porque son

los padres que se encargan de evangelizar a sus hijos, no

las parejas guías.

En este tiempo que estoy apoyando en la Parro-

quia, también he aprendido que es muy importante ser

activas, ya que mayormente participan mujeres y pocos

papás. Nuestra parroquia necesita el apoyo de todos no-

sotros; en varias ocasiones he tenido la oportunidad de

estar cerca de jóvenes y niños que me han hecho saber

aspectos de su vida y sus frustraciones respecto a la vida

familiar, especialmente en la forma como se relacionan

con sus padres y la manera como ellos los orientan y ma-

nejan los cambios conductuales de los adolescentes. Re-

laciones basadas, casi siempre en el conflicto y la incom-

prensión debido a la falta de recursos y experiencias para

resolver las inquietudes propias de sus hijos sedientos de

respuestas a sus interrogantes y sobre todo, lo que acon-

tece en su interior sin saber ellos mismos el por qué.

En la catequesis familiar, como programa evan-

gelizador les ha ayudado a mejorar mucho como padres,

como parejas, como hermanos, como hijos y como veci-

nos de barrio; ahora cuando van por la calle las personas

son atentas con ellas y eso los hace sentirse bien.

Las experiencias en la Catequesis Familiar hace

que muchas parejas sigan apoyando en esta labor de ser-

vicio a Dios sabiendo que es Él quien nos da fuerza para

mejorar la vida y la de nuestra familia. Debemos dar gra-

cias porque hemos sido elegidos y elegidas. Hay que orar

más para que todas las comunidades tengan sus parejas

y puedan ellas llevar el mensaje. Dios quiere más misio-

neros y nosotros ya le hemos dicho: sí al Señor por la fe

que tenemos. Él es quien nos da esa fortaleza para conti-

nuar orando para permanecer unidos, sabiéndonos de ser

escuchados y perdonados para hacer lo mismo, perdonar

a los que nos ofenden, a los que se burlan algunas veces

porque nos ven participar en nuestra Parroquia.

Gracias Señor.


9Catequesis

Me inicié en la parroquia cuando tenía 15 años, ahora veo hacia atrás y me doy cuenta que muchas cosas

han cambiando en mí y he experimentado ese cambio. Recuerdo muchas veces los primeros años de compro-miso en la parroquia. Entré al grupo de confirmación y después de un tiempo, me eligieron para ser animadora de Catequesis Familiar. Yo no estaba preparada, pero sé que la persona que me escogió confió en mi capacidad. Mi primera experiencia como animadora de niños fue maravillosa, porque aprendí a conocer el sorprendente mundo de ellos, y sobre todo descubrí muchas cosas en mí que yo no conocía, ser dinámica, ser entusiasta y eso me ayudó muchísimo.

Empezar en Catequesis Familiar, fue algo impor-tante para mí, porque no solo se trabaja con los niños, sino abarca a toda la familia y de esta manera avanzan juntos a la construcción de una nueva comunidad, de un

Catequesis Familiar en la Capilla de Chillón

Joan Merly Villadeza VillavicencioAnimadora de Catequesis Familiar

mundo de amor y comprensión. El trabajo en equipo es muy importante, porque tuve el apoyo del sacerdote, del asesor de la parroquia y también el apoyo de los demás animadores, que con su experiencia y colaboración me ayudaron a que pueda vencer los diversos obstáculos que se me presentaron en el camino.

Las reuniones con los niños, los padres y el asesor; me ayudaron a crecer como persona y como cristiana, y sobre todo aprendí de la experiencia de ellos. A mis 22 años mi vida ha cambiado porque soy una mejor persona y el estar en la parroquia, me ha ayudado a contribuir con un granito al crecimiento de mi comunidad.

Lo maravilloso de participar en una comunidad, es que poco a poco se va sembrando, y poco a poco se va cosechando. El formar parte de una comunidad es que actúas con ellos y para ellos, y sobre todo, que esa co-munidad va dirigida por nuestro Padre Dios, que con sus enseñanzas y su Palabra nos ayuda a ser personas que contribuyen con su Reino.

Una pequeña frase que siempre la llevo conmigo:

“La vida es como una carrera de obstáculos, algu-nos son fáciles de superar, otros son más difíciles, algu-nos imposibles, a veces nos esquivamos, muchas veces nos tropezamos y volvemos a empezar, a veces llegamos a la meta y otras veces, mucho después; pero nada de eso importa, lo que verdaderamente vale, es haberlo intentado”.

NOTICIAS COMUNIDAD HÉCTOR DE CÁRDENAS

Ceremonia de Confirmación: El día domingo 15 de noviembre, en una alegre ceremonia presidida por Mons. Luis Bambarén en la capilla del Colegio Sophianum, el grupo de chicos cuya preparación estuvo a cargo de la comunidad, hizo sus compromisos de confirmación y recibió al Espíritu Santo. El coro de la comunidad se hizo presente acompañando con los cantos. Conversatorio sobre Bagua: En conjunto con los otros miembros de la Mesa de Movimientos Laicos, se organizó un conversatorio para el día martes 24 de noviembre en la U. Antonio Ruiz de Montoya. El tema fue “Lecciones para aprender después de Bagua”.

Iniciación 2010: Tres semanas después de la confirmación, una docena de confirmados se hizo presente en la primera reunión de lo que será el grupo de Iniciación 2010 en la Comunidad Héctor de Cárdenas. El grupo que quiere iniciarse en la vida comunitaria será acompañado por Fabiola Collazos y Renato Mendoza, ambos miembros del grupo Wayqi. Celebración de Navidad: La tradicional celebración de Navidad de la comunidad se ha programado para la octava de navidad, el día domingo 27 de diciembre. Como siempre, será ocasión de oración, actuaciones y compartir con antiguos comunos que ese día reaparecen


10 Catequesis

Vimos la necesidad en este año como comunidad, al realizar nuestro proyecto comunitario, que en

nuestro servicio pastoral, no perdamos de vista la opción de Jesús por los excluídos. Frente a este objetivo tratamos de revisar a grandes rasgos cuáles eran las necesidades del medio y en cuáles podríamos aportar como comunidad. Realmente el servicio pastoral en la zona es muy amplio, por lo tanto, decidimos acercarnos a la gente y apoyar en los programas de catequesis que había y luego de un discernimiento, optamos por prestar los siguientes servicios pastorales:

Acompañar la catequesis familiar de la capilla - María de Nazareth y la de San Martín, que queda cerca de la casa. La pastoral juvenil de la parroquia - El programa de confirmación con retiros y en - algunas jornadas. La visita a dos hospitales de la zona. - El trabajo con mujeres de la zona a través de la - capacitación.Inicio de un proyecto de jóvenes en riesgo, que - finalmente no se llegó a concretizar. Además apoyamos algunos otros servicios que - fueron presentándose en el camino como: el programa de promotores de no violencia en el colegio de nuestro barrio; el dar cursos en la escuela de agentes pastorales de la parroquia; el colaborar con un equipo de la capilla en la selección de algunos familias más necesitadas de pequeñas casas pre fabricadas.

Queremos compartir con ustedes cómo ha sido el desarrollo de la catequesis familiar y el programa de confirmación, ya que son dos servicios pastorales que hemos podido llevar a cabo este año en un proceso más continuo. En el primer caso, María

Experiencia de la catequesis en la Parroquia “Señor de la Esperanza” - Canto Grande

Comunidad SS.CC. Canto Grande

Gracia ha asesorado más directamente a los parejas guías y a los animadores de este programa. Se ha venido reuniendo con las parejas guías de las dos capillas mencionadas anteriormente, los días martes en la noche, y ha desarrollado cada uno de los temas con ellos. Las reuniones se han llevado a cabo en nuestra casa; la de los animadores, los días sábados en la tarde, inicialmente en la capilla, pero ahora se realizan en nuestra casa.

Cada año, constatamos que no es nada fácil el inicio de las reuniones con los padres de familia de los niños(as), debido a su falta de costumbre de participar en grupos de reflexión y menos sentarse a comunicar el mensaje a sus hijos, ya que en este programa de preparación a la Primera Comunión son los padres los que asumen la responsabilidad de catequizar a sus hijos(as), y además se les pide su participación como pareja. Sólo a medida que se van desarrollando los temas, ellos van entendiendo la importancia de esta comunicación y se sienten contentos, interesados y hasta agradecidos por la oportunidad que se les da de entrar en relación con Dios como pareja, con sus niños y con otros padres.

Este año, en uno de los grupos de padres se ha logrado tan buena integración entre ellos que han pedido seguir reuniéndose cada quince días después de la Primera Comunión, para seguir compartiendo la Palabra de Dios, como otros temas que les ayuden a seguir creciendo en su vida de fe, en su vida familiar y de compromisos participativos en su Capilla.

En el programa de confirmación, Ángela es la encargada directa de asesorar al coordinador del programa de confirma de la parroquia, ella ha apoyado con retiros y distintas jornadas que dio a tutores, a confirmandos y a sus padres. Edith apoyó también en una de las jornadas. Los retiros y jornadas con los tutores y padres de familia han sido provechosos para ambos. Pero la dificultad que se ha tenido en las jornadas con los jóvenes, es que son grupos muy numerosos: cerca de 250; dificultad que no ha permitido una mayor profundización de los temas. Vamos a evaluar ésto para el próximo año.

Hacemos una adoración de tipo Taizé cada mes en una de las capillas como parte del programa. Hasta este momento se han hecho dos. La capilla estaba llena de jóvenes y adultos. Esperamos que se siga dando esta forma de adoración en todas las capillas.


11Catequesis

Nuestra catequesis de jóvenes aquí en Putina Punco no es de grandes grupos ni tampoco muy sistemática

que digamos. La realidad nos obliga a ir por otros caminos. Nuestros/as jóvenes llevan un ritmo marcado por el colegio y la chacra de sus padres. El viernes al terminar las clases en el colegio, la mayoría de los/as jóvenes se dirige hacia sus chacras unas cuantas horas adentro y vuelven el domingo por la tarde, o el mismo lunes por la mañana los que están más cerca, a una hora de camino más o menos. En el pueblo quedan los chicos y chicas que viven aquí, aunque también algunos/as de ellos/as van a la chacra con sus papás.

Muchos de estos muchachos/as vienen de los sectores de adentro; alquilan un cuarto en el poblado para poder asistir al colegio durante la semana. Por las tardes, se dedican a hacer sus tareas, algunos vienen a la biblioteca de la parroquia, otros van al Internet; la tarde también es para encontrarse con los/as amigos/as y hacer deporte; otros ayudan a sus mamás en los puestos de comida y unos se buscan trabajos para su propina de la semana. Varios de estos chicos y chicas viven solos/as; lo que significa que tienen que cocinar desde temprano, comer solos/as y sobre todo, que no tienen la atención directa de sus padres. Esto trae algunas consecuencias: desaprueban algunas materias, no aprueban el año, abandonan el colegio, adquieren un “compromiso” a temprana edad (embarazo), comienzan a probar el alcohol, entre otras.

Esta es una realidad que nos desafía en nuestra Misión y a la que intentamos llegar a través de diferentes

Nuestra experiencia de catequesis con jóvenes en Putina Punco

Comunidad de hermanas de Putina Punco

medios que aunque estrictamente no son de catequesis, sí los consideramos de Misión con los y las jóvenes.

Algunos de esos medios son:

El colegio estatal, donde es el trabajo permanente de •una hermana como profesora, nos permite acercarnos a estos chicos y chicas, y la cercanía de ella hace que algunos/as jóvenes vengan a la comunidad y compartan con nosotras algún momento de oración o simplemente conversamos. El colegio también es el medio para invitar al sacramento de la Confirmación, de la cual hablaremos más adelante.

Otro medio es la biblioteca de la parroquia, donde •los chicos y chicas se encuentran generalmente para hacer sus trabajos de grupo y algunas veces solicitan nuestra ayuda, esto nos permite de alguna manera entrar en contacto con ellos y ellas.

La misa de los domingos, donde a veces asiste •un pequeño grupo de jóvenes, que aunque un poco chacoteros, valoramos su presencia. Otros colaboran en el coro que cada domingo intentamos armar, en general, les gusta cantar y tocar algún instrumento.

La comunidad, donde acogemos a los chicos y •chicas que se acercan a visitarnos, a conversar o a compartir la mesa con nosotras.

La oración de los viernes, donde mayormente •asisten adolescentes, les gusta cantar y además


12 Catequesis

es un espacio de encuentro y distracción, nosotras intentamos hacer de este tiempo, un espacio de catequesis.

La escucha a jóvenes de manera personal; algunos/•as se acercan a conversar pidiendo una orientación y en otras ocasiones nosotras nos acercamos a él o ella para conversar.

Y finalmente, está la preparación para la confirmación •que pasa por varios desafíos. Como decíamos anteriormente, a través del colegio se lanza la invitación a los chicos y chicas de 4º y 5º grado. Les consultamos para ver qué día nos vamos a encontrar, pues por las tardes también hay actividades en el colegio, sobre todo deportivas. Acordado el día, intentamos arrancar. Siempre cuesta empezar, pues se van animando de a poco. Entre los que asisten hay chicos/as de papás adventistas, por lo tanto, no saben si se van a bautizar y confirmar, pero quieren asistir, así que nosotras los aceptamos ya que por experiencia sabemos que no todos serán constantes, vendrán a algunos encuentros y luego desaparecerán por lo que creemos que es bueno que al menos se lleven algo del encuentro al que asisten.

Nos reunimos un día a la semana. En ocasiones tenemos que suspender por alguna actividad del colegio que se llega a cruzar o en otras hay suspensión de labores, lo que significa que la mayoría aprovecha para irse a sus chacras, entonces se ve afectado el ritmo de la preparación. Aun faltando unos pocos días para la confirmación no es seguro que todos se confirmen, tenemos que esperar el día para ver quiénes van a llegar a la celebración, cosas que suceden...

Pero esto no nos desanima, continuamos, ya

que hemos visto frutos de experiencias anteriores.

Del grupo que se confirmó en el 2007, tres chicos se

apuntaron para ser catequistas, con ellos preparábamos

cada semana los encuentros de confirmación y ellos

daban el tema, nosotras estábamos de apoyo. Dos de

ellos perseveraron hasta concluir con la celebración de la

confirmación, y el testimonio de estos dos jóvenes hizo

que otros dos chicos del grupo del 2008 continuaran

con esta misión. También ellos han perseverado a su

manera, trabajando con el grupo que ahora en octubre

recibió la confirmación en una linda celebración donde

las chicas y chicos confirmandos tuvieron espacio de

participación.

Confiamos que para el siguiente año también

haya algún chico o chica que se anime a ser catequista,

al menos estamos viendo que hay un grupito

entusiasmado participando en la misa de domingo,

ojalá este sea el inicio.

Y aunque varios no volverán a aparecer por

la parroquia, sea porque al terminar el colegio se van

definitivamente a su chacra, o algunos pocos salen a la

ciudad para continuar sus estudios, o simplemente se

olvidan, creemos que en sus vidas queda y se refuerza

“algo de un Dios cercano y compasivo”.

La catequesis con jóvenes nos pone en

movimiento, en búsqueda, en renovación, nos hace

romper esquemas establecidos y nos recuerda que Dios

no se complica para hacerse cercano a quienes quiere.

La Congregación de los Sagrados Corazones en el Perúinvita a usted a la profesión perpetua del hermano

Lucio Wilfredo COLQUE QUISPE ss.cc.,

y a la profesión temporal de los hermanos

Fraynet Franklin ASTORGA YUJRA ss.cc.Alex Brian CRUZ CARREÓN ss.cc.

Alex Hernán ESPINOZA CHACÓN ss.cc.,

a celebrarse el sábado 16 de enero a las 10 a.m.en la Iglesia SS.CC. Recoleta (Plaza Francia 231, Centro de Lima)


13Laicos ss.cc.

Podríamos hablar de formación cuando hablamos de

las comunidades? ¿De qué tipo de contenidos de formación podríamos echar mano cuando hablamos de la vida comunitaria de los laicos? ¿Existe acaso una vía segura y única de formación que pretenda dar a luz a los integrantes de una comunidad? Estas son las preguntas que me hago desde el momento en que se me encargó recoger y plantear el tema desde la vida de la comunidad a la que pertenezco. Hemos intentado muchas veces dar con espacios de capacitación sobre diferentes temas, encuentros de formación para agentes pastorales, y ahora último con ayudas de formación desde los multimedios, pero siempre volvemos a lo mismo. Se han intentado planear estructuras de formación, se han agrupado muchas veces iniciativas que pretendían crear espacios para preparar a los laicos de diferentes experiencias pastorales, pero siempre se encuentran brechas abiertas, porque fundamentalmente cualquier curso no cubre el conjunto de experiencias que se viven en una dinámica comunitaria.

A partir de ello, quizás podríamos llamar a esto “Las características de una formación en comunidad desde la experiencia de la Comunidad Nicolás Castel

Notas sobre la formación en la comunidad laical Nicolás Castel ss.cc.

Manuel LozanoComunidad Nicolás Castel

ss.cc.” para ser exactos y justos con lo vivido por nosotros y por otros en comunidades.

Uno de los principales aprendizajes de la vida comunitaria es el uso del tiempo. Muchas veces se ha visto fracasar procesos comunitarios porque sus integrantes dedicaban tiempo a otras cosas que no fueran las necesarias para dar pasos en la vida de su propia comunidad. Junto con ello, la necesidad de tener una idea clara del “para-qué-te-reúnes” es también todo un esfuerzo, que invierten las comunidades en sus inicios, sobre todo porque es motivo de mil y una interpretaciones, como personas existen en la comunidad. Esto hace que cuando las personas después de un tiempo de tanteos logran coincidir en estos primeros aprendizajes, puedan plantearse a continuación el cómo construir la comunidad.

Ya en este segundo momento del proceso, se requieren los aprendizajes que podríamos llamar “técnicos”, que hacen que la comunidad levante vuelo hacia lo que comúnmente llamamos formación. Ahí todo lo que la comunidad sienta necesario aprender debe ser conseguido, sea por algunos integrantes que luego divulguen esos contenidos al interior de los integrantes, o haciendo que todos los integrantes

Integrantes de la comunidad Nicolás Castel


14 Laicos ss.cc.

accedan a los contenidos de la formación. En esta línea tenemos: Los cursos bíblicos, sobre documentos de la Iglesia, de dinámicas grupales, de espiritualidad cristiana, sobre personalidad e interiorización personal, de oración, entre otros. Lo indispensable de estos cursos es que las personas que los reciban sean en lo posible los más estables tanto en asistencia como en fidelidad en la comunidad. Por otro lado, que haya una manera de aprovechar grupalmente lo que el participante vivió. Eso hará que la comunidad en lugar de crear especialistas, se consolide relacionando los contenidos con el proceso de la integración grupal.

Este segundo momento generalmente coincide con la estabilización de la comunidad, que es más clara cuando además se incorpora al proceso, la guía de un acompañante experto, es decir, alguien que ha vivido lo mismo en su propia comunidad. Este último elemento de la vida comunitaria constituye también otra de las experiencias formativas más importantes: la de dejarse acompañar. Completamente informal en el estilo, la asesoría no transmite teoría sin experiencia vivida. Es quizás uno de los canales formativos más intensos, el que hace que los integrantes se decidan a entregar su vida a la comunidad en términos de actitud y de decisiones.

En este proceso comunitario, se abre paso otra experiencia formativa importante, la de la meditación y la reflexión comunitaria. Las jornadas y retiros, resultan ser los medios más eficaces para dar fuerza a estos aprendizajes. Son los espacios en donde los integrantes se cohesionan, revisan su fe y también su propio proyecto, esto le da a la comunidad el sello del compromiso con una mística que involucra lo personal con lo comunitario, lo espiritual con lo cotidiano, la acción con la fe. Generalmente las jornadas y retiros, cuando son planteados adecuadamente, son grandes momentos de conversión de la persona y de la comunidad, y relanzan nuevos espacios y experiencias de formación, complementarias o nuevas en la vida de los integrantes.

Finalmente, y no porque allí termine todo, están los espacios de encuentro y profundización de la espiritualidad, que son diversos, desde los más formales como las eucaristías y las confesiones, hasta las reuniones con otras comunidades o experiencias eclesiales o comunitarias. La comunidad, que ya en este momento formativo, está configurando su propia

identidad y carisma, encuentra en estos espacios la posibilidad de confrontar su proyecto comunitario, y su propio modo de hacer comunidad, se siente refrescado y revisado en la experiencia de mostrársela a otros. Es muy importante que los integrantes vivan estos encuentros como aprendizaje y como posibilidad de conversión, favoreciendo nuevas maneras de ver y rejuvenecer la comunidad y evitar el estancamiento, el pesimismo y el tedio. A partir de estos encuentros las comunidades tienen la facultad de a veces, volver a cero alguna de las dimensiones o quizás toda la experiencia comunitaria. Y a veces vuelven a la dinámica interna renovados e ilusionados con su vida y con su compromiso cristiano.

Este proceso comunitario no es cíclico necesariamente, pero incluye de alguna manera todas estas búsquedas. Lo vivido además de describirlo nos ha planteado retos que queremos compartir con ustedes:

La necesidad de tener asesor, que actualmente es a veces imposible por la escasez de personas dedicadas a este compromiso. Debemos plantearnos seriamente la necesidad de optar por este servicio, que puede favorecer en mucho el caminar de las comunidades y el crecimiento de nuevas al interior de nuestra Iglesia.

Una actitud permanente de formación. El no perder las ganas de aprender, es uno de los elementos que dinamizan la vida comunitaria. Muchas comunidades se creen a veces “las decanas” y eso no les permite asimilar y sobre todo ver lo que está cambiando alrededor e impide una actitud de escucha frente a la voluntad de Dios para con la comunidad.

Promover espacios de compromiso para los laicos adultos que quieren vivir la comunidad. Esto es un esfuerzo que debemos ampliar, si nuestro anhelo es el querer una Iglesia comunitaria y corresponsable. Las comunidades enriquecen a la Iglesia con el aporte de cristianos adultos maduros, y eso toma su tiempo y paciencia, pero también requiere una decisión firme de apoyarlos durante todo el proceso.

Siempre podrán haber otros aspectos que deban ser considerados dentro del proceso formativo de una comunidad, pero consideramos que son los mencionados los más comunes desde la experiencia.


15Laicos ss.cc.

La Rama Secular tuvo un nacimiento más bien forzado (por el Estatuto de Roma), pero su caminar estaba

enraizado en la vida que el Espíritu había insuflado desde hacía décadas en diversas comunidades de laicos, que han ido yendo de menor a mayor claridad. De sentirnos acaso muy importantes y comprometidos en un primer momento, siento que hemos ido descubriendo que lo nuestro es más bien un rol sencillo, humilde, de servicio.

Ya en años anteriores hemos ido teniendo descubrimientos importantes sobre nuestros horizontes: El estar llamados a realizarnos plenamente como cristianos desde la vocación secular; sentir que Dios se nos va presentando y llamando desde lo más cotidiano de nuestro quehacer familiar y laboral (sin que ello quite el llamado a tener iniciativas más visibles en el mundo) y que desde ello podemos llegar a ser plenamente fieles y plenamente felices; comprender que hay mucho que hacer en el terreno de la vida laical en una Iglesia en la que, instintivamente, todavía se tiende a pensar el laico que ya no puede hacer catequesis “es menos” y que el religioso(a) o el sacerdote “saben más”, tienen una vocación “más radical” y “si no están para asesorarnos, poco podemos avanzar”; descubrirnos pensando una y otra vez en estas cosas, clarificando conceptos… haciendo teología y haciéndola desde la vida laical; comprender que tal vez una o dos cosas podemos aportar desde

Primera jornada formativa para laicos ss.cc.Pistas en el horizonte de la vida secular ss.cc.

Juan Carlos Townsend J.Coordinador de la Rama Secular – Sector Perú

estas intuiciones a otros… y que lo nuestro no es ni tiene por qué ser el “camino por excelencia” del seglar que se siente Sagrados Corazones.

Tal vez por ello fue que en junio pasado no quisimos ya celebrar el “Día de la Rama” (tradicionalmente programado en el día de San Juan Francisco Regis, patrono de los laicos ss.cc.) sino que más bien organizamos una celebración del “ser laicos y ser Sagrados Corazones” a la que invitamos a todos los laicos adultos que sabíamos estaban vinculados seriamente a la Congregación. La ocasión fue bonita y gozosa, pero nos dejó más de una inquietud, dos para ser exacto. 1) ¿Éstos son todos los laicos que se sienten ss.cc., habrá más comunidades de seglares con quienes no hemos establecido contacto? 2) ¿Sería posible, sería positivo tener encuentros como éste, de manera regular, organizada… con fines que fueran más allá de la simple integración?

Comenzamos a investigar nuestra primera pregunta… y encontramos que en Plaza Francia, además de las comunidades Nicolás Castel y Luciano Metzinger, también seguía funcionando la Asociación Exterior de los Sagrados Corazones, además de grupos como Liturgia, Coro y Legión de María, que se sienten plenamente Sagrados Corazones. En el Colegio Recoleta, además de las comunidades de exalumnos, resultaron existir tres comunidades: Damián de Molokaï (de profesores), Padre Eustaquio (de padres de familia) y Padre Damián (de familias que asisten a la misa dominical). En el Colegio Belén, además de la Comunidad Seglar de Belén, resultaron existiendo cinco comunidades de profesoras generadas a partir de la experiencia de Fermento. En la Comunidad Héctor de Cárdenas existen nueve “grupos de reflexión” formados por adultos. Y en el Colegio Reina de la Paz, hay una pujante comunidad cristiana de padres de familia. Y aún nos falta clarificar qué hay en la zona de Ensenada, Laderas y Chillón.

Decidimos, pues, responder positivamente a nuestra segunda pregunta y organizar sin más la “Primera Jornada Formativa para Laicos Adultos SS.CC.”. La idea era simple: todos tenemos una cierta vida comunitaria, todos tenemos claro que es importante la vida en comunidad para el seguimiento de Jesús, pero ¿todos entendemos lo mismo por vida en comunidad? Ése ha sido un tema que

Juan Carlos Townsend


16 Laicos ss.cc.

muchas veces hemos trabajado como Rama Secular, algo tendremos para compartir. Empezamos a enviar cartas formales de invitación a los coordinadores de cada una de estas comunidades y bien pronto empezamos a tener entusiastas respuestas.

El día 28 de noviembre estábamos listos para recibir a nuestros hermanos seglares. Fue para mí todo un signo, que los primeros en llegar fueran, efectivamente, quienes fueron los primeros en nuestra historia: cerca de una docena de miembros de la antigua Asociación Exterior de los Sagrados Corazones que funciona en Plaza Francia. Junto con ellos, llegaba gente del Coro, de Liturgia, de la Legión de María. Fueron llegando después otros: de las muy diversas comunidades de Recoleta y de Héctor de Cárdenas, de la comunidad seglar de Belén y del Reina de la Paz, de las comunidades laicales de Plaza Francia y de grupos de profesores. Poco a poco llegamos a ser más de 60 personas, todos seglares. El ambiente se hizo festivo rápidamente.

Luego de una breve bienvenida, hicimos una sencilla dinámica de presentación con preguntas de todo tipo… si algo vale la pena rescatar es que la gente se entusiasmaba compartiendo con el otro, que no querían dejar de hablar, que se descubrían parecidos y al mismo tiempo diversos. En un segundo momento trabajaron por comunidades o grupos de origen… y cada grupo realizó una “línea de tiempo” en la que plasmó la historia de su comunidad. La exposición de cada grupo fue seguida con mucho interés por todos; el ver repetirse experiencias similares, el reconocer en la vivencia de los grupos más jóvenes las etapas vividas por el propio grupo, el escuchar en cada historia la referencia a religiosos y laicos que uno también conocía… todo nos hacía irnos sintiendo cada vez más hermanados.

Tuvimos luego el trabajo reflexivo central: en grupos mezclados trabajamos sobre la pregunta: ¿Qué se necesita para que un grupo de cristianos que tiene reuniones regulares, pueda ser considerado una “comunidad de vida”? El diálogo e incluso debate en casi todos los grupos fue intenso y enriquecedor. La charla orientadora que siguió –y desde la cual procuramos aportar con las reflexiones de la Rama Secular- estuvo a cargo de Manuel Lozano, de la comunidad Nicolás Castel de Plaza Francia. Fue consenso que resultó sumamente clarificador.

Hacia el final de la jornada pasamos a la capilla, donde tuvimos una celebración de la Palabra. Unimos nuestras voces para cantar, hicimos silencio, escuchamos la invitación del Señor desde su Palabra. Las intervenciones en oración y en reflexión se sucedían con naturalidad. Terminada la oración, pasamos a un

ágape que resultó extremadamente gozoso. Por todos lados se formaron grupos “mezclados” en los que la gente compartía informalmente sus experiencias comunitarias, sus dificultades y dudas, sus procesos de crecimiento en la fe. Por todos lados había gente intercambiando números de teléfono y correos electrónicos. En medio de ello, la compra entusiasta de las pulseras denario de los ss.cc. Despedidas… ha estado increíble, muchísimas gracias… qué pena que no pudieron venir todos, de hecho la próxima vez… nos vemos en junio, de todas maneras…

¿Qué nos ha dejado a nosotros, los de la Rama, este Encuentro? En lo personal, me queda la conciencia –como decía al comienzo- de que nuestro rol es el de servicio. No siento que nos toque hacer proselitismo, no creo que se trate de procurar multiplicarnos y ser “muchos miembros de la Rama”. Creo más bien que se trata de ser fermento de la vida laical. Procurar servir, desde nuestra pequeñez, al movimiento de seglares que ya existe en nuestra Iglesia y, muy en especial, en nuestra familia Sagrados Corazones. Poner al servicio de la diversísima vida comunitaria seglar de nuestra Provincia, nuestros descubrimientos, nuestras sencillas intuiciones y reflexiones. Tratar de generar puentes para que todos nos sigamos descubriendo hermanos, maravillosamente diversos. Lavar pies y atender, no buscar los puestos importantes en la mesa, sino más bien, hacernos los últimos.

Si algo hemos tenido en claro en todos estos años (doce, me parece) de Rama Secular en el Perú, es que nunca estamos demasiado seguros de hacia dónde nos va a llevar el siguiente paso. Ello no ha cambiado demasiado. Pero sí puedo decir que cada vez vamos caminando con mayor libertad, con mayor alegría… y con mayor confianza en el Señor y en todo aquello que nos pueda pedir.

Asamblea de la Rama Secular ss.cc.

Se recuerda a los miembros de la Rama Se-cular, que el 10 de enero se realizará la asamblea de verano en el local del Colegio Héctor de Cárde-nas de 9 a.m. - 1 p.m., donde elegiremos a la nueva directiva entre otras actividades.

¡Los esperamos!La Directiva


17Semana teológica ISET

90 AniversarioIglesia de los SS.CC. - Recoleta

La Semana Teológica, ya tan familiar y tradicional en nuestra

Casa de Estudios, nuevamente se realizó con el esfuerzo de muchos estudiantes y la participación de religiosos, religiosas y laicos de la ciudad. El tema que nos congregó estuvo relacionado con un aspecto que en la actualidad va cobrando cada vez más mayor

relevancia: la crisis ecológica, a la vez fuimos testigos de cómo esta crisis se está convirtiendo en parte de nuestra labor teológica.

Inaugurada por Enrique Segovia o.f.m., Rector del ISET, cada uno de los días estuvo animado por el Coro Isetiano que además motivó la oración inicial; luego la Comisión de Síntesis presentaba su trabajo, todo esto antes de iniciar la jornada propiamente dicha.

Cada uno de las sesiones teológicas iniciaba con una ponencia y, luego, eran destacados ciertos aspectos por panelistas que al comentar lo expresado daban nuevas pautas de reflexión.

El método teológico-pastoral fue empleado para el desarrollo de este acto pastoral y académico. De ahí que el martes iniciamos con el VER. Tomás Martín o.f.m. nos presentó “Una mirada a la crisis ecológica” explicando la relación de esta crisis con la crisis económica y su visión de mundo correspondiente, nos expuso además los pasos que se han dado en la toma de conciencia del problema ambiental, a la vez destacó en forma de perspectiva “hacia dónde va la humanidad” y las tendencias de tal, tanto demográficas, económicas como de medio ambiente. La señora Paula Meza partiendo de su experiencia en Huancayo relacionó lo presentado por el ponente con la situación del Proyecto Mantaro y cómo factores económicos condicionan severamente la relación del ser humano con la tierra, comentó también la presencia profética de la Iglesia en esa zona y terminó su participación con una invitación a “cambiar de esquemas”. El señor Daniel Novoa enfatizó la política de desarrollo urbano y cómo esta situación afecta nuestra concepción de concebir el país. Por otro lado, y ya terminando su participación hizo referencia a la política territorial y lo cuestionante que ha sido la presencia de los nativos en la zona de Bagua, de ellos podemos aprender mucho –enfatizó-.

La iluminación desde la Palabra de Dios, es decir el JUZGAR, estuvo a cargo de un profesor del Instituto, nuestro querido Manuel Díaz Mateos s.j. Su ponencia titulada “La dignidad de la creación” partió de los relatos del Génesis para establecer la dignidad del ser humano, lo mismo de la creación misma, epifanía de Dios. Existe en esos relatos una imagen de Dios que expresa su soberanía, su trascendencia, una marca de él en todo. El crecer es signo de la presencia de Dios. Manuel nos propuso actitudes que nos permitirían reconocer la sacramentalidad: ser “contemplativos en todas las cosas, en lo material, Dios en todo; de escuchar y de ver; humildad para el diálogo y

Redescubrir el valor de la creaciónXXX Semana de Reflexión teológica ISET Juan XXIII

César Enrique VegaColaborador

para aprender; dar el paso al compromiso liberador de la tierra”. El primero en comentar fue el Director de Estudios de la Pontificia y Civil Facultad de Teología, el Pbro. Carlos Rosell, que haciendo hincapié en los grados de aplicación de la palabra sacramentalidad afirmaba que ésta se podía aplicar a la creación que participa de la bondad de Dios, cosa que no significa panteísmo alguno, sino más bien un reconocimiento donde el ser humano tiene su lugar. Por otro lado, Raúl Pariamachi ss.cc., docente en nuestra Casa de Estudios, nos habló de la mirada de la ecología desde la teología, esto es la relación entre la ecoteología y la teología y de cómo esta última ve todas las cosas a la luz de Dios. La sacramentalidad consistiría en reconocer a Dios trascendente en la inmanencia, esto es reconocer la presencia de Dios que actúa como Trinidad en relación al mundo que ama.

La propuesta del ACTUAR, es el compromiso que plantea la exigencia de reconocer la sacramentalidad de la creación, nos la presentó Mauro Vallejo o.f.m. que explicando las tendencias ecológicas que existen, planteó la necesidad de una ecoética que también posee visiones diferentes hacia dentro. Y así como a Francisco de Asís se nos invita a alabar al Padre y a reconocer a la naturaleza como hermanos. La hermana Milernith Díaz c.c. resaltó el problema ecológico como un problema moral, significa que es una cuestión de actitudes y no implica sólo respuestas técnicas o económicas. A su vez Benito García c.m.f. resaltó la necesidad de una ecología social, personal, cósmica que involucre mucho más al ser humano, en vez de alcanzar un gran “suicidio cósmico”. Tanto el ponente como ambos panelistas forman parte de nuestra Casa de Estudios como docentes.

El último día en el panel titulado “Hacia una civilización ecológica” contamos con la presencia de monseñor Francisco Gónzalez op. que, desde su trabajo como obispo en la selva, resaltó lo contundente que es la responsabilidad del hombre como punto de partida para comprender la problemática ecológica en nuestro país. A su vez Sally Harper c.s.j. empleó como punto de partida el mandato de unidad expresado en el evangelio de Juan, planteó estas propuestas pastorales: “promover la solidaridad y acción común, confiar en la gratuidad de Dios, renovar la opción preferencial por los pobres”. Y para terminar, nuestro compañero Joseph Kalakkal c.m.f. teniendo en cuenta diferentes ámbitos (social, personal y familiar) insistió en una educación ecológica -especialmente en los centros educativos religiosos- como canal de concientización para conocer, amar y proteger la naturaleza.

Terminado la presentación de los panelistas y absueltas algunas preguntas hechas por los participantes, por encargo de la Dirección de Estudios, Raúl Pariamachi ss.cc. dio por clausurada la XXX Semana Teológica que ha traído como consecuencia nuevos retos, nuevas perspectivas, nuevos compromisos. La comunidad estudiantil se ve cada vez más comprometida por no sólo estudiar teología, sino también a hacer teología desde la lectura de los signos de los tiempos especialmente en nuestro Perú.


18 Estudiantes ss.cc.

Querida familia:De octubre a diciembre de 2009 está realizándose

en Poitiers el Encuentro de Juniorado Internacional sscc. Somos catorce junioras de los diferentes lugares donde la Congregación está presente: Asia, África, Europa, América Latina y Hawai. De nuestra Provincia estamos participando Susana, miembro del equipo organizador del Encuentro, Marilene, Zenobia, Luz Reyna y yo. Les quiero compartir una parte de lo que ha sido esa experiencia en mi vida.

El encuentro fue dividido en tres grandes blo-ques: Dimensión personal, espiritual y la misión sscc. Es un ritmo muy intenso y de mucho trabajo personal y com-partido. Hemos tenido la presencia de hermanos y her-manas de diferentes provincias que nos han acompañado en nuestra reflexión y trabajo. Tuvimos la oportunidad de estar en la celebración de la canonización del P. Damián, momento congregacional que nos marcó profundamente. También tuvimos la oportunidad de conocer algunos luga-res históricos de la Congregación.

Este año cumplo diez años de caminar vocacional

en la Congregación. Todo comenzó con una mirada desde lejos, un hondo deseo de consagración y un ardiente sue-ño de transmitir la experiencia del amor misericordioso de Dios a los demás.

En estos años fui escuchando nombre de perso-nas, lugares y conociendo una historia que por momentos parecía muy lejana y distante. Y que hoy, al estar aquí, escuchar la misma historia pisando ese suelo, siento una nueva experiencia. En el caminar de estos años, siento que Dios va trabajando lenta y fielmente en mi corazón. Miro hacia atrás y reconozco cuántas cosas el Señor ha hecho en mí. Reconozco que el caminar muchas veces se hace difícil, exigente. Hay momentos de gozo y también de dificultades. Pero el Señor permanece fiel siempre. Por lo tanto, considero un regalo de Dios estar aquí, en la tierra en donde nació la Congregación, en la primera casa

Mi Experiencia en el Encuentro de Junioras

Gislaine dos Santos ss.cc.

fundada por nuestros fundadores y en donde sus intuicio-nes fueron siendo oradas y confrontadas con el Señor.

Es una oportunidad de hacer lectura de mi caminar a luz de la experiencia profunda de amor y abandono, vivida por el Buen Padre y la Buena Madre. Es tiempo de ofrecer al Señor los sueños, las búsquedas e inquietudes, así como lo hicieron nuestros fundadores en su juventud en este mismo lugar.

Todos los días al celebrar comunitariamente la Eu-caristía en el mismo oratorio donde las hermanas vivieron ardientemente la adoración reparadora, me siento unida a toda la vida de la Congregación y pienso en tantos her-manos y hermanas que “darían la vida” por estar aquí y vivir esa experiencia.

Cada día, en la oración, en los temas reflexionados, en los trabajos realizados, en la vida compartida y bajo el mismo techo donde nace nuestra familia, el abandono, el amor y la confianza absoluta en el Buen Dios de nuestros fundadores, me animan a vivir desde la misma actitud.

Ahora que comienza este tiempo marcante de Ad-viento, en que somos invitados a una nueva vida, a nue-vas actitudes, a nuevo corazón, entrego al Señor todo el camino hecho hasta aquí. Agradezco a Él y a la Congrega-ción por esta experiencia y por toda la gracia recibida en este lugar tan importante.

Con cariño en los sscc.


19Colegios ss.cc.

Nos hemos sorprendido muchas veces diciendo:

“la juventud de mis tiempos era diferente, no

había éstas cosas, no éramos tan complicados”.

De pronto estás frente al espejo, observas con

extrañeza y un poco de dolor tus primeras canas (no

prematuras), entonces te pones a reflexionar, notas

que si la juventud de tus tiempos era diferente es

porque ya no eres muy joven. Si esto ocurrió estamos

frente al riesgo de ser para nuestros alumnos ese

ser que “no me comprende”, como los muchos seres

de nuestra adolescencia y juventud; tal vez debido

a que la brecha generacional se está abriendo y

el puente que hemos construido está hecho desde

nuestra propia perspectiva.

Hoy nuestra sociedad (sin exclusión

alguna), enfrenta retos y dificultades que a muchos

se nos ocurrieron sólo en pesadillas o gracias a haber

observado películas taquilleras, que mostraban un

futuro terrible, de lucha sangrienta y deshumanizada,

en un planeta con escasos recursos para subsistir. Si

compartimos retos y dificultades, hagamos de ellos no

un sólido puente, sino más bien la fuerza que elimine

las brechas.

Todos somos el presente, y el profesor de

la Congregación Sagrados Corazones tiene la misión

de evangelizar desde cada actividad, académica

o no, que le toque vivir. Hemos meditado mucho

sobre esto y creemos que la Canonización de San

Damián de Molokai nos abrió un bagaje enorme de

ejemplos claros y sencillos a través del conocimiento

de su vida y obra. Algunos hemos podido conocer

desde temprana edad, muchas cosas de nuestro

Santo, pues le amamos desde que le conocimos

en las aulas de clase del centenario colegio Padre

Damián de Arequipa; otros lo han conocido como

trabajadores de los colegios Sagrados Corazones;

pero la emoción compartida por los Hermanos y

Hermanas de la Congregación ha permitido a todos

reflexionar sobre aspectos esenciales de su vida,

gracias a esto contamos con ideas concretas de la

misión evangelizadora. Cada etapa que hemos podido

conocer de la vida del P. Damián está cargada de

su experiencia de entrega y amor, su decisión de ir

Yuliana RondónCoord. Estudios Colegio Padre Damián Arequipa

Damián rompe brechas

a Hawai, luego a Molokai; su perseverancia a toda

prueba, una vida coherente, una vida de ejemplo a

toda generación (comprendida o incomprendida). Y si

de retos se trata, recordemos los retos que enfrentó y

salvó Damián, humanizando gente condenada a morir.

Si hablamos de amor y comprensión, nuestro Damián

amó y comprendió no sólo a personas de diferente

edad sino también a personas que querían su fracaso

en cada cosa emprendida, amó a la naturaleza que

con sus embates le daba la oportunidad de reconstruir

todo lo que ella destruía. Todo esto lo hizo viendo a

Jesús en cada uno de los que le rodeaban.

Nuestros retos y dificultades los vivimos

asumiéndolos, tomemos la decisión, perseveremos y

hagamos eso que esperamos que los demás hagan.

Demos mucho amor, así la comprensión siempre

estará presente. El maestro Sagrados Corazones no

tiene edad, tiene corazón.

Y para proyectarnos aún mejor, tenemos ante

nosotros, ese espíritu navideño que invade nuestro

ser, invitándonos a la entrega y a compartir la felicidad

celebrando el nacimiento de nuestro modelo y ejemplo

que es Jesús, Maestro de maestros y amigo fiel para

toda edad y momento.


20 Reflexión

Nuestra Con-gregación nace dentro

del anhelo de la Venida del Salvador, en una épo-

ca concreta de la historia del pueblo de Francia, donde la vida

y la dignidad se encuentran en un momento de profunda confusión. Un mensaje escuchado y puesto en práctica por nuestros fundadores y la comunidad naciente de her-manos y hermanas apuesta por la construcción del Reino, en una realidad necesitada del amor de Dios en todos sus aspectos.

Hoy creemos que nuestro Carisma y la apuesta por el Reino, siguen vigentes y cobra auge ante la gran necesidad de reconocer y plenificar el sentido de ser Hijos de Dios con una auténtica dignidad.

Creo que es necesario recordar algunas ideas cla-ves para que este encuentro con Dios, que se encarna en Jesús, nuestro Maestro, recupere el verdadero sentido de la Navidad.

¿Por qué la Navidad es la plenitud de los tiempos?

«Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer». El Hijo de Dios nace pues en la plenitud de los tiempos, Él constituye la plenitud de la historia, al iluminarla con la gracia de su Redención. La En-carnación es la plenitud de las bendiciones de Dios, porque Él nos ha dado todas sus bendiciones en Cristo, «imagen de Dios invisible, primogénito de toda la creación». «Todas las cosas han sido creadas por medio de Él y para Él, y Él es antes que todas las cosas y todas tienen en Él su consistencia».

Desde la creación, primer acto del amor de Dios con que inicia la historia, todo preparaba el mundo en que nacería Jesús: la creación de Adán, imagen de Dios, figura de Cristo, pasando por el pecado de los primeros padres, por Abraham y las promesas, por Moisés y la An-tigua Alianza. Todo esperaba al Mesías Salvador. El Verbo de Dios se hace carne. Es decir, el que es espíritu purísimo se hace material, el que es eterno se hace temporal. El que es inmortal se hace mortal. Nos preguntamos hoy al celebrar la Navidad del año 2009, ¿cuál es nuestra con-

cepción de la plenitud de los tiempos?, y aun más, qué sentido cobra un Dios que se hace uno de nosotros, vive con nosotros, predica entre nosotros, muere y resucita entre nosotros constantemente?

¿Qué significa hoy la Encarnación del Hijo de Dios?

Siguiendo el documento de la Tertio millennio adveniente, hemos de destacar la radical significación de la Encarnación para toda la creación y su tiempo, y confe-sar otra vez, con toda la fuerza de nuestra fe, la realidad de este misterio que le da una continuidad y plenitud a la historia, ella constituye su culminación.

En él se narra el nacimiento de Jesús en Belén, para que la contemplación de la dulce escena del Niño recién nacido acompañado de María su Madre, nos haga vivir con intenso realismo la verdad maravillosa de la En-carnación del Hijo de Dios. «Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad».

Es muy iluminador el recordar la firmeza y la rei-teración con que se defendió la integridad de la humanidad de Cristo a lo largo de los siglos. Los padres decían que no se había redimido lo que no había sido asumido, de suerte que se falseaba la redención cuando se negaba la integri-dad de la humanidad del Señor.

Hoy vamos desconociendo este lazo profundo de Jesús humano Hijo de Dios, identificándolo muchas veces dentro de las nuevas corrientes filosóficas y por qué no decirlo algunas teologías en su pura divinidad, esto pier-de realismo al tomar superficialmente al Jesús histórico, al cual un sabio maestro y profeta de nuestros tiempos nos invitaba a no tenerle miedo

Pues es este Jesús el Cristo que nos invita, a

ser, en Él, hijos del Padre, hermanos y hermanas de la humanidad. Ser personas nuevas o simplemente vivir la verdad del ser humano según el designio de Cristo, es imitarlo en su obediencia filial al Padre y en su amor has-ta la muerte, siempre con la ayuda necesaria del Espíritu Santo. El seguimiento de Jesús será también ejercer la

RefleXIóN TeológICA - ReCoPIlACIóN

“El Hijo de Dios se hace hombre, para que el hombre se haga hijo de Dios”

Sara Banda ss.cc.

El misterio de la Encarnación de Jesús: Una Cuestión de Dignidad Humana


21Reflexión

fraternidad con todas las personas con la gratuidad del amor auténtico de Jesús, fraternidad que deberá acom-pañar y servir en la vida a todo prójimo que encontremos en el camino como lo hizo Jesús.

La imitación de Jesús es contemplar, recibir y usar dignamente las cosas, el universo, como don de Dios, La humanidad organizada en sociedades, ha de re-aprender a una sana convivencia con la creación, convi-vencia entre las personas, que concluya en una co-crea-ción de las relaciones humanas con respeto y Dignidad, producto de nuestra filialidad a Dios.

¿Para qué el misterio de la Encarnación?

Una respuesta peculiar y práctica: Para que el hombre se haga hijo de Dios. ¿Qué significa esto?: Re-conocer en toda persona su Dignidad.

¿Entonces qué significa la Dignidad de la persona?

El Hijo de Dios se hizo hombre para que todo ser humano se haga hijo e hija de Dios. “Dios Padre nos ha elegido en Cristo y nos ha predestinado a ser hijos adoptivos suyos por Él”.

Al realismo de la Encarnación corresponde el de la gracia, el de la vida nueva de hijos e hijas de Dios. Si en realidad el Hijo de Dios se hizo hombre, también el ser humano se hace hijo de Dios, y participa de la vida de Jesucristo.

La imitación, decíamos, no es sólo desde fuera, no es imitación de un modelo distante o simplemente separado, sino que es el seguimiento de Aquel de cuya vida participamos, es llegar a ser en plenitud lo que ya tenemos en germen. Hemos recibido en el bautismo la semilla divina de la vida divina, participación real del misterio de Cristo.

El pueblo de Dios proclama con firme certeza la realidad de la Encarnación, de la Eucaristía y de la gracia, como verdades fundamentales que sostienen su esperanza. No se apoya en ideas sino en realidades, en definitiva, en la de Cristo, en quien todo tiene su con-sistencia. El cristianismo es absolutamente realista. Su realismo tiene su consistencia por Cristo, con Él y en Él.

La imitación de Jesús no es simplemente seme-janza de gestos y palabras, sino adhesión fundamental por la fe, la esperanza y caridad, de toda la persona, en toda su existencia.

Jesús nos invita a participar realmente en su vida y su obrar. La persona se hace hijo adoptivo de Dios en su ser, en su obrar y en su hablar. Es imitación de sus

gestos y de sus palabras como identificación progresiva con el Hijo Primogénito. Así va pasando de imagen a ima-gen para hacerse más semejante a quien es Imagen del Padre, y así va pasando de gloria en gloria, para anticipar la escatología en la gracia.

La imitación, cualquiera sea su forma concreta, será siempre introducirse en el Corazón de Cristo con la fuerza del Espíritu, en orden a construir el Reino. Sin duda la imitación de Cristo no coincide con ninguna cultu-ra hecha de fragmentos sin unidad y de instantes sin sen-tido. Acoge el pasado, las maravillas que Dios obró por su pueblo, construye el presente con el empeño de toda la persona, buscando la comunión de todos los pueblos, y se encamina hacia el futuro en el tiempo.

Para vivir el seguimiento de Cristo, se ha de me-ditar sus palabras, contemplar sus gestos y llevar el in-terior con los sentimientos del Maestro y con la ayuda de su Espíritu, construir su historia individual y social. Así pues todo ser humano ha sido elevado y dignificado, por Jesucristo.

Pero hay que subrayar también que esta elevación redentora es siempre actualización de la naturaleza hu-mana. Ha de caminar hacia la perfección de sus virtudes humanas. Es decir, no sólo debemos hablar de diviniza-ción sino también de humanización. Ser más de Dios sig-nifica ser más persona y vivir en libertad.

¿Cómo se puede vivir esta libertad de ser hijos de Dios?

Desde la Comunión fraterna. Imitar a Jesús significa seguir y practicar profundamente el amor al prójimo, para constituirnos en la unidad de los hermanos y hermanas. No hemos sido creados para la soledad sino para la comunión.

Esta comunión es también un misterio divino-hu-mano. Si no es concebible la vida puramente individual desde el punto de vista natural, mucho menos lo es desde el misterio de Cristo. Él ha sido enviado para recapitu-lar todas las cosas. Jesucristo es modelo de humanidad, no sólo porque nos enseña cómo comunicarnos con los demás, cómo servirlos con sincero afecto, sino porque nos quiere fieles en el amor fraterno. El autentico hijo de Dios está llamado a vivir en la comunidad humana des-de su ser natural, siguiendo a Cristo, escucha el llamado superior al amor fraterno y fiel, semejante al amor por nosotros del mismo Jesús. El vínculo al que está destina-do todo ser humano es al de la caridad, semejante a la caridad de Cristo. Nadie puede vivir la comunión fraterna en plenitud sin la plenitud del amor de Cristo. Sólo porque Cristo nos amó primero puede la persona amar de verdad a los demás con la fidelidad del auténtico amor, este sólo se ejerce desde: La libertad de los hijos de Dios.


22 ReflexiónEsta libertad es la capacidad que tiene la persona

humana de disponer de sí mismo en orden a su fin, con independencia de cualquier determinismo, interior o ex-terior. Por la libertad el ser humano debe elegir aquello que Dios le señala como su bien. La libertad auténtica es la que ha sido liberada por el amor nuevo de Cristo que infunde su Espíritu para sanarnos y restaurarnos.

La vida digna del ser humano es imitación de la libertad de Cristo, por quien somos capaces de realizar el acto propio de la libertad auténtica, que es el amor a Dios y al prójimo. En fin, podemos decir que la medida de la imitación de Cristo es la del amor, y la de la auténtica libertad. Ésta es la realización personal del ser humano, en la comunión con Dios y el prójimo.

Cristo presente en la historia

El Verbo se hizo carne asumiendo la condición propia de nuestra raza, asumió, redimió y elevó la con-dición humana en sí mismo, para que nosotros, y noso-

tras por comunión con Él, participáramos de la plenitud. La Resurrección no es un acontecimiento que quedó en el pasado como los hechos meramente humanos. Cristo resucitado, que permanece junto al Padre en la eternidad del cielo, se hace presente en la historia que ha conquis-tado con su sangre. Él ha transformado el tiempo, porque ha transformado al ser humano. Hoy se hace presente a toda la humanidad para que nos abramos a su Gracia. Su llamado es universal y siempre actual.

Recordábamos al comienzo el recorrido del miste-rio de la Encarnación y su concepción: Una tarea constan-te de actualizar el misterio de Cristo encarnado. El Hijo de Dios se hace hombre para que el ser humano se haga hijo de Dios. Jesucristo es la revelación del misterio de la Santísima Trinidad y de su designio de amor de hacernos hijos en el Hijo. Por Él, con Él y en Él debe el ser humano caminar en el tiempo, para hacer del él y de la historia un adviento que apresure el Reino de Dios. El tiempo no es algo que pasa, es Alguien que viene, Jesucristo el Señor.

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