cdn.subsplash.com · 2018-11-07 · nación, la restauración de la alabanza, etc. Sería muy largo...

4Editorial

Presidente Apóstol Dr. Sergio Enríquez

Directora

Licda. Paola Enríquez

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Diagramación Rafael Molina

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EQUIPO DE TRABAJOEl tiempo que nos ha tocado vivir es un tiempo de restauración, esta palabra la vemos ligada a todas las cosas ministeriales que somos llamados a hacer, por ejemplo: la restauración del Tabernáculo de David, la restauración de todas las cosas que hablaron los profetas, la restauración de Israel como nación, la restauración de la alabanza, etc. Sería muy largo enumerar los tipos de restauraciones que somos llamados a hacer.

Desde éste ángulo no podemos dejar de ver las restauraciones que se dieron en el pasado en el pueblo de Israel, el cual sabemos es una sombra para nosotros y más precisamente, la restauración de Israel en el tiempo de Zorobabel, Esdras, Nehemías, etc. la cual se llevó a cabo primero restaurando el Altar, luego el templo y por último los muros; es en éste último paso, (restauración de los muros) en donde nos encontramos con 5 “migdales” que traducido signidica: “torres”. Uso la palabra original porque dentro de las cinco hay una que está escondida y que muchos traductores la tradujeron como púlpito (lo cual no es correcto porque nos esconde una realidad). Son entonces 5 torres; 4 de piedra sobre los muros y una de madera que se puede mover a cualquier parte de la recién restaurada ciudad (itinerante), ésta es la presentación del ministerio de maestro, mientras las otras cuatro son los restantes y ya sabidos ministerios primarios.

La torre de madera, la llamaremos “El Púlpito de Esdras”, utilizándola como figura, describiremos el ministerio magistral analizando a cada uno de los escribas que estaban tanto a la derecha como a la izquierda de dicho estrado.

Es muy importante tomar en cuenta a todos los ministerios sin menospreciar a ninguno, lastimosamente éste de maestro ha sido muy olvidado y su importancia, así como la de los otros cuatro, es superlativa.

Espero que en éste número de Rhema podamos revalidar al maestro recordando que uno de los títulos con el que se referían a nuestro amado Salvador era precisamente “maestro”.

Sergio Enríquez DESCARGAR

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APOSTÓLICO

Consejo“Está a las puertas tu Primavera!!”

5EDICIÓN 104 | NOMVIEMBRE 2018

Dios, en este último tiempo está traba-jando en su iglesia para separar y señalar a aquellos que gimen y se lamentan por las abominaciones que se comenten dentro de su casa, aquellos que se presentan delante del trono de la gracia de Dios, reconociendo que hay una crisis dentro de la iglesia (Ez. 9:4); este grupo será librado de los siete años de tribula-ción que vienen sobre los que habitan la tierra y lo que el Señor hará es señalarlos en la frente por medio de los escribas espirituales, dándonos a comprender que la unción que utilizará para hacerlo será la magistral (Ez. 9:3).

Entre los escribas (figura de la unción magistral) que identifica la Biblia está Esdras, que representa una de las cinco torres descritas en el libro de Nehemías. Uno de los que se encontraban junto a la torre de Esdras al lado derecho, es Matatías y ese nombre significa: “Regalo de Jehová” (Nehemías 8:4). Esto nos indica que la unción magistral debe de dar a conocer los regalos que Dios da a su iglesia, de tal manera que se comprenda que no hay que hacer ningún esfuerzo, ninguna penitencia, ningún sacrificio, ni ayunar, ni vigilar para poder recibirlos, sino solamente creer.

Dios da regalos, por eso la Biblia dice: “Toda dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces” (Santiago 1:17). La palabra dádiva significa regalo. Cuando Dios da un regalo no hay que hacer nada para recibirlo, sino creer en lo que Él ya dio. Entre los regalos que Dios ha dado a su iglesia está “La Gracia”, que es un regalo inmerecido de parte de Dios. “El nos salvó y nos hizo un llamamiento santo, no porque lo mereciéramos, sino según su propósito y su Gracia que nos fue regalada en Cristo Jesús desde la eternidad” (2 Timoteo 1:9).

La Gracia es un regalo de Dios que nos ayuda a ser consagrados y santificados. Es una bendición amar la gracia, porque por ella podemos alcanzar los propósitos que Dios a designado para nuestras vidas, sabiendo que fuimos justificados gratuitamente por Su gracia y si la gracia reina por medio de la justicia, nos condu-cirá a la vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.

El Señor Jesús dejó escrito que su venida en secreto sería tal como en los días de Noé y hemos llegado a esos días, de tal manera que cuando la Biblia se refiere a comer y beber, debemos considerar que esto implica lo material, lo terrenal, porque está escrito que cuando hay un afán por el comer y beber (Mateo 6:32-33), no se está poniendo la confianza en Dios que conoce todas nuestras necesidades, poniendo más importancia a las cosas materiales que a las espirituales.

Así mismo cuando las escrituras hacen referencia a la frase: “se casaban y se daban en casamiento”, podemos comprender que ya estamos viviendo esos días, porque los gobiernos están legalizando la maldad, a tal grado que están imponiendo una libertad de género, que es una desviación, a lo establecido por Dios permitiendo casarse a dos personas del mismo sexo. Pero así como Noé fue librado, porque halló gracia delante de Dios, igualmente nosotros y nuestra familia si recibimos el regalo de la gracia, seremos salvos de ésta perversa generación.

También la Biblia nos dice que como en los días de Lot así será la venida en secreto de nuestro Señor Jesús, agregando algo más que sucedía en esos días: “compraban, vendían, plantaban, construían”. Aunque Lot no estaba plenamente convencido de su situación y de lo que le rodeaba y aunque tenía temor de morir, suplicó para poder hallar gracia delante de Dios y fue escuchado.

Actualmente el mundo ha sido envuelto en un consumismo que provoca la compra y la acumulación de bienes y servicios que no son esenciales, así como también se construyen grandes ciudades

donde impera el crimen y la mentira, llenas de riquezas mal habidas, ciudades de mercaderes y llenas de maldad que suben hasta la presencia de Dios, pero en medio de estas condiciones, la gracia de Dios, nos ayuda aún en medio de nuestras debilidades y si creemos en ella, seremos auxiliados, como fue auxiliado Lot.

Otro de los grandes regalos que por medio de la gracia el Señor da, son los Dones del Hijo, es decir, los cinco ministerios, los cuales fueron dejados para capacitar a los santos y para la edificación del Cuerpo de Cristo (la iglesia), de tal manera que si recibimos estos cinco regalos, todos podemos “llegar a la unidad de la fe y al conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de un hombre maduro, hasta alcanzar la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:7-13).

Entre estas cinco unciones, Dios está utili-zando en este último tiempo la unción magistral, que explicará la gracia que se derramará y que traerá la revelación de nuestro Señor Jesucristo, de tal manera que se debe estar preparado, viviendo sobriamente, poniendo toda la esperanza en su gracia, como hijos obedientes, no conformándonos a los deseos que se tenían cuando no se conocía a Cristo, porque sabiendo que El es santo, nosotros también tenemos que ser santos.

Génesis 6:8Génesis 18:3Romanos 3:24Romanos 11:6

Romanos 12:6Romanos 1:5Gálatas 5:41Pedro 1:13

MatatíasRegalo de JehováAbraham De La Cruz

Citas Bíblicas para estudio

6 EDICIÓN 104 | NOVIEMBRE 2018

El nombre Sema se deriva de la raíz hebrea Shamá (H8085) y según el diccionario Strong significa oír inteligen-temente, escuchar, atender y obedecer. Estos significados nos ayudan a conocer una de las virtudes que acompañan a un verdadero maestro, también nos muestran el trabajo que desarrollan los maestros dentro la iglesia que anhela ser arrebatada.

Un maestro no es solamente un ministro hábil o diestro para hablar, es un siervo de Dios que sabe escuchar, que inclina su oído para aprender, es alguien que oye inteligentemente; y como dice la Escritura “lo que tengo te doy” (Hch 3:6), un maestro imparte a los demás esta habilidad de escuchar. Por eso, una de las bendiciones de los maestros para la iglesia es que le ministran el oído. Con tanta razón, dentro de los cinco ministe-rios que están representados en la mano, el dedo que representa al maestro es el meñique, el más pequeño; el que sirve para destapar los oídos.

De los mandamientos principales que el Señor dio a Israel, el primero en orden es “Oye, oh Israel.” (Deu 6:4)

Cuando se describen las bendiciones de la obediencia, lo primero que el Señor le dice a Israel es “y sucederá que si oyeres atentamente la voz de tu Dios” (RV60 Deu 28:1). No se puede obedecer si primero no se aprende a oír. “Oír y prestar atención es mejor que los sacrifi-cios.” (1 Sam 15:22).

“La fe viene por el oír” (Rom 10:17), etc. A continuación deseo enfocarme en la ministración que el maestro da al oído de la iglesia, ministración que el mismo maestro ha recibido primero.

DESPIERTA EL OÍDO

“El Señor DIOS me ha dado lengua de discípulo, para que yo sepa sostener con una palabra al fatigado. Mañana tras mañana me despierta, despierta mi

oído para escuchar como los discípulos” (LBLA Isa 50:4). Una de las funciones del maestro es despertar el oído de la iglesia creyente para llevarla a la categoría de discípulo. El discípulo es el que sabe escuchar, el que se deleita en las Escrituras. Tener el oído despierto significa tener hambre y sed de la Palabra del Señor. “Despierta además el oído de ellos para la corrección, Y les dice que se conviertan de la iniquidad.” RV60 Job 36:15 Un oído despierto facilita el arrepentimiento y la conversión de los que oyen.

ABRE EL OÍDO

“El Señor DIOS me ha abierto el oído; y no fui desobediente, ni me volví atrás.” (LBLA Isa 50:5)

Otra función del maestro es abrir los oídos del pueblo de Dios. Un pueblo con oídos cerrados tendrá muchas dificultades para obedecer al Señor. “¿A quiénes hablaré y advertiré para que oigan? He aquí, sus oídos están cerrados, y no pueden escuchar. He aquí, la palabra del SEÑOR les es oprobio; no se deleitan en ella.” (LBLA Jer 6:10) Una iglesia con oídos cerrados es incapaz de oír, y como consecuencia no pueden deleitarse en la Palabra del Señor. La enseñanza les parecerá aburrida, no la entenderán y como consecuencia no darán fruto. Por esa razón una de las señales del maestro es que convierte el agua en vino, trans-forma el logos (la letra muerta) en Rhema (Palabra viviente).

“Y le trajeron a uno que era sordo y que hablaba con dificultad... Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos... ...y le dijo: ¡Effatá!, esto es: ¡Ábrete! Y al instante se abrieron sus oídos, y desapa-reció el impedimento de su lengua” (LBLA Mat 7:32-35). Este hombre a quien Jesús abrió los oídos tenía dificultad para hablar. Esto nos muestra una íntima relación entre oír y hablar. Cuando sus oídos fueron sanados, el impedimento de su lengua desapareció. En otras palabras, nuestra manera de hablar a veces es el reflejo de nuestra manera de oír. Hay pueblo de Dios que tiene impedimentos

en su lengua para compartir Su Palabra porque sus oídos están cerrados. Pero Dios ha levantado maestros para abrir oídos y quitar todo impedimento de la lengua.

DESTAPA EL OÍDO

“Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se destaparán.” (LBLA Isa 35:5)

Tener oídos tapados, es tener obstruc-ciones que impiden oír con claridad. Una de las obstrucciones que afectan el oír es la inmundicia o contaminación. En lo natural vemos el ejemplo de oídos que están tapados por exceso de cerumen o que están demasiado sucios. Para destaparlos se requiere de una limpieza profunda. Espiritualmente a esto se le conoce como la circuncisión de los oídos. “Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros.” (LBLA Hch 7:51)

La circuncisión consiste en remover todo exceso de carne en donde se acumula la inmundicia. El maestro con el pedernal afilado (la Palabra de Dios) elimina toda carnalidad de los oídos que no permitía oír con claridad. Despertar, abrir y destapar oídos son algunas de las funciones que los maestros de la Palabra desarrollan dentro de la iglesia. ¡Bendita la iglesia que es ministrada por verda-deros maestros!

SemaOir Inteligentemente


Juan 5:24Apocalipsis 22:17Isaías 55:3Mateo 13:16

Lucas 8:21Juan 10:27

Hilmar Ochoa


Como iglesia del tiempo final, debemos pedirle constantemente a Dios que nos guíe en todo lo que hagamos, en la manera de dirigirnos en donde traba-jemos, en donde estudiemos, con nuestra familia o en la iglesia, y pedirle que nos ayude a ver con los ojos del Espíritu todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Estamos viviendo un tiempo en el cual, el ministerio primario de maestro está saliendo con su punzón de escriba, a poner la señal de la Tau (última letra del alefato hebreo), para no ser señalados o marcados por el anticristo; por eso dice la biblia que en el tiempo final se levan-taran muchos falsos maestros; por eso es importante que conozcamos todo lo que cada uno de los escribas del púlpito de Esdras tienen para nosotros, los que esperamos al Señor para ser arrebatados.

“El escriba Esdras estaba sobre un estrado de madera que habían hecho para esta ocasión. Junto a él, a su derecha, estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías; y a su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam” (LBA Nehemías 8:4).

Uno de los escribas que estaban a la derecha del púlpito de Esdras era Anías, aparece solo una vez en la Biblia, en el texto anterior. Su nombre significa: “Jehová ha contestado”, un escriba es figura del ministerio primario de maestro; él nos va a abrir el oído espiritual con su enseñanza.

El verdadero maestro tipo Anías va a ministrarle a la iglesia lo que Dios ha determinado y eso no se puede cambiar, no es negociable; aunque la religión, el humanismo, la iglesia emergente quieran hacerlo, para que la amada del Señor sea contaminada y deje de esperarlo y no ser arrebatada.

En la Biblia se describen muchas preguntas que le hicieron a Dios, y sus respuestas encierran verdades y nos señalan el camino a seguir para encontrarnos con nuestro amado; por eso el ministerio primario de maestro a la manera de Anías, nos va a enseñar lo que Dios ha contestado y está plasmado en su palabra respecto a interrogantes que quizá hay en nuestro corazón y las respuestas que Él ha dado.

“Pero el SEÑOR dijo (Jehová ha contes-tado) a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón” (LBA 1 Samuel 16:7). Debemos recordar que el Señor no ve lo exterior, que es lo que nosotros vemos con los ojos físicos, sino que Él mira el interior; Él es quien examina los corazones y conoce los pensamientos, Él ve más allá de las apariencias externas y conoce lo que cada persona es de verdad.

Si le pedimos a Dios ser guiados por su Santo Espíritu podremos ver como Él ve, y por la fe creer a pesar de que nuestros ojos naturales vean todo lo contrario. Quiere decir que parte de la señal que va a poner el escriba Anías, es que nosotros aprendamos a no juzgar lo que ven nuestros ojos.

Otro ejemplo lo vemos con el profeta Elías, que recibió de parte del Señor la orden de ir a Sarepta, en donde encontraría a una viuda que le daría de comer en el tiempo de la sequía. Elías guiado por el Espíritu Santo y no por sus ojos naturales, no vio en la mujer su apariencia ni su evidente pobreza material, sino que por el Espíritu vio en ella a una mujer temerosa de Dios, que supo reconocer a su siervo y no se negó a darle un vaso de agua, y cuando Elías observó esta actitud, pidió más de ella, tal como Dios le había indicado (1Reyes

17:9) y fue en ese momento que la mujer reconoció su condición al indicarle que lo único que tenía para vivir ella y su hijo, era un puñado de harina y un poco de aceite.

Aunque esto para ella era poco, Dios no lo veía así; para Él eso era suficiente para lo grande que iba hacer por medio de ella, ya que fue usada para bendecir y sustentar al profeta. Si el profeta Elías hubiera visto lo de afuera, no se habría dado el milagro de ser sustentado junto a la viuda y su hijo por muchos días.

Debemos saber que cuando Dios ha contestado (Anías) se cumple lo que está escrito: “Cántico de ascenso gradual. En mi angustia clamé al SEÑOR, y El me respondió” (LBA Salmo 120:1).

Parte de lo que Jehová ha contestado (Anías) es que recordemos que antes estábamos lejos de todas las promesas y pactos, pero que nos ha hecho cercanos; “Y Dios contestó (Anías): He aquí, voy a hacer un pacto. Delante de todo tu pueblo haré maravillas que no se han hecho en toda la tierra ni en ninguna de las naciones; y todo el pueblo en medio del cual habitas verá la obra del SEÑOR, porque es cosa temible la que haré por medio de ti. (LBA Éxodo 34:10).

AníasJehová ha contestadoRamiro Sagastume


Salmo 26:6Isaías 19:22Isaías 58:9Joel 2:19Miqueas 3:4Mateo 25:45


El nombre Urías significa: “Jehová es mi luz” (Dic. Lockward). Representa una de las características de los verdaderos maestros que habrán de preparar a la Iglesia de Cristo para su encuentro con El Señor, por cuanto Urías era uno de los hombres que acompañaban al escriba Esdras cuando leyó el libro de la ley al pueblo de Israel (Nehemías 8:4). En virtud de lo anterior, es importante consi-derar el concepto de la luz y las fuentes de donde proviene a fin de entender la ministración que este nombre repre-senta.

En términos seculares, la luz se define como: “El agente físico que permite que los objetos sean visibles” (https://definicion.de/luz/). Teniendo su origen en diversas fuentes que pueden ser clasificadas en: Fuentes Primarias, que son las que producen la luz que emiten; y Fuentes Secundarias, que son las que reflejan la luz proveniente de otra fuente; tal como sucede con la luna que refleja la luz del sol hacia la tierra.

Por su parte, las fuentes primarias de luz también pueden ser clasificadas en dos grupos principales: Fuentes Naturales, que son las que existen en la natura-leza, como la luz del sol, la luz de los relámpagos, la luz del fuego, e incluso la luz que producen las luciérnagas; y Fuentes Artificiales, que son las que han sido creadas por el hombre; como las lámparas eléctricas, las lámparas de gas, etc.

De la misma manera la Biblia describe diferentes fuentes de luz; pero en el caso particular del nombre Urías, se deja ver claramente que la fuente de luz es El Señor. Esto significa que un verdadero maestro, es aquél que imparte luz a la Iglesia de Cristo por medio de su enseñanza, la cual no proviene de sus propios razonamientos, ni de conceptos humanos que haya aprendido en un

centro de estudios teológicos; sino de la revelación de las Escrituras que Dios le da por medio de su Santo Espíritu.

Esto concuerda con las palabras del Señor Jesús cuando dijo: “Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió.” (Juan. 7.16). Lo cual podría parecer incongruente o contradictorio, pero debemos entender que al decir “Mi enseñanza”, El Señor estaba dando a entender que aquella enseñanza se había hecho parte de Él, pero al decir “no es mía”, estaba dando a entender que Él no era la fuente primaria de donde provenía dicha enseñanza, sino El Padre que lo envió.

Ahora bien, la luz de Dios se puede manifestar por diferentes medios, por ejemplo: “¡Cuán bienaventurado es el pueblo que sabe lo que es la voz de júbilo! Andan, Señor, a la luz de tu rostro.” (Salmos 89:15). En este caso se puede ver que la fuente de luz es el rostro del Señor, lo cual se traduce del término hebreo Paniym (H6440), que también se puede traducir como presencia.

Esto significa que un verdadero maestro es alguien que conoce el rostro del Señor; es decir, es alguien que constantemente está buscando la presencia del Señor y tiene comunión íntima con Él; de manera que la luz que proviene del rostro del Señor resplandece sobre él, le da la revelación y el conocimiento para que lo pueda impartir a la Iglesia mediante la unción o el don de la enseñanza.

En virtud de lo anterior, la enseñanza también se constituye en luz para quienes la reciben, tal como está escrito: “Porque el mandamiento es lámpara y la enseñanza luz…” (Proverbios 6:23). Puesto que no es el resultado de un estudio bíblico que se fundamenta en técnicas o métodos humanos como la hermenéutica o la exégesis bíblica, sino es el resultado de una experiencia que se tuvo en la presencia del Señor.

Por otra parte, el nombre Urías también significa: “Llama de Jehová” (ISBE), siendo un término compuesto por las palabras hebreas: ‘Ur (H217), que signi-fica llama o fuego; y Yahh (H3050) que es una contracción del nombre Yehovah (H3068), que es el nombre con el que El Señor se dio a conocer a Moisés y a los hijos de Israel (Éxodo 3:16). Esto significa que los maestros que habrán de minis-trar a la Iglesia de Cristo en el final de

los tiempos, imparten la luz del Señor en forma de fuego.

En la Biblia, el fuego representa diferentes cosas, pero centraremos nuestra atención en el siguiente versículo: “¿No es mi palabra como fuego, declara El Señor…?” (Jeremías 23:29). Esto nos deja ver que el ministerio del maestro se caracteriza por impartir la Palabra de Dios en forma de fuego, el cual, entre otras cosas, sirve para alumbrar el camino durante la noche (Éxodo 13:21); para destruir los ídolos de las naciones paganas (Deuteronomio 7:25) y para purificar el oro, que es figura de la purificación de nuestra fe. (1 Pedro 1:6-7).

Es mi deseo que el presente artículo contribuya a la edificación de la Iglesia de Cristo; tanto en el sentido de poder identificar las características de los verdaderos maestros, como en el sentido de recibir la luz del Señor que proviene del fuego de su palabra. De manera que todos aquéllos que lo reciban, sean marcados en su frente con la letra tau para ser librados de la destrucción que vendrá sobre la tierra; (Ezequiel 9:4) y puedan ser hallados irreprensibles en la venida del Señor (1 Tesalonicenses 5:23). ¡Maranatha!

UríasJehová es mi luz

Vinicio Castillo


La luz del Señor (Isaías 2.5)La luz de los justos (Proverbios 13.9)La luz de los impíos (Job 18.5)Dios es fuego consumidor (Deut. 4.24)Dios habla en medio del fuego (Deut. 4.33)La palabra de Dios como fuego (Jer. 5.14)


“Entonces el Señor dijo a Aarón: No tendrás heredad en su tierra, ni tendrás posesión entre ellos; yo soy tu porción y tu herencia entre los hijos de Israel”. (Números 18:20 LBLA).

Otro de los hombres que ayudaba a Esdras en la enseñanza de la ley se llamaba Hilcías, cuyo nombre significa: “mi porción es Jehová”, o “ herencia de Jehová”. En el texto anterior vemos que a los levitas no les daban herencia, ya que Dios mismo era su porción. Consideremos entonces algunas características de los levitas respecto a este tema, y a salmistas que también conocieron a Jehová como su herencia; además de lo que Dios describe como Su herencia.

“Y se regocijarán delante del Señor su Dios ustedes y sus hijos, hijas, siervos y siervas, y los levitas que habiten en sus poblaciones, ya que ellos no tienen ninguna propiedad entre ustedes”. (Deuteronomio 12:12 RVC).

Dios al no darles herencia a los levitas, dio el privilegio al pueblo de sostenerlos, ya que ellos se dedicaban a su trabajo sacerdotal. Quiere decir que el maestro debe enseñar al pueblo que tiene la responsabilidad de dar, a ser fiel con sus diezmos y ofrendas sin ningún prejuicio; a enseñar a dar bien y en el lugar que corresponde. No se necesitarían activi-dades especiales de recaudación si la iglesia comprende su responsabilidad, y no dar solo por codicia.

Deuteronomio 14:29 habla de dar al levita, pero también dar a los necesitados; siendo esta parte importante de lo que se debe enseñar a la iglesia. A extender la mano al necesitado y a practicar la filonexia, (amor por el extranjero) y la hospitalidad.

“Pues los levitas no tienen porción entre vosotros porque el sacerdocio del Señor es su herencia. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés también han recibido

su herencia al otro lado del Jordán hacia el oriente, la cual les dio Moisés, siervo del Señor”. (Josué 18:7 LBLA).

Acá el sacerdocio equivale al minis-terio, siendo éste una herencia; por lo tanto se debe saber administrar con responsabilidad, y de la que también se pedirá cuentas ; como la Parábola de los Talentos. Existe el riesgo de perder esa herencia al alejarse de la casa paterna, como sucedió con el hijo pródigo. Quiere decir que es necesario tener casa y tener un padre espiritual, para saber ser un buen administrador de los dones del Señor, y enseñar a los demás a serlo ; lo cual es una característica del verdadero ministerio magistral.

“Mi carne y mi corazón pueden desfa-llecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre”. (Salmos 73:26 LBLA).

El salmista hace referencia a que Dios es su porción, pero antes nos habla de la prosperidad de los impíos y de cómo por poco resbalan sus pies por envidiar dicha prosperidad. Esto nos habla que el maestro debe enseñar acerca de la verdadera prosperidad, sin caer en enseñar solo de la riqueza material; sino de la inmensidad de las riquezas que Dios tiene para su pueblo; sin codicia, sin envidia, sino saber que al ser Él nuestra herencia, lo tenemos todo.

“El Señor es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte”. (Salmos 16:5 LBLA).

En el versículo cuatro de este salmo se describe la idolatría, a aquellos que corren en pos de sus dioses y cuál es su final. El maestro enseña acerca de este tema para que la iglesia no sea conta-minada; también habla de no ser parte de ellos porque, ¿qué comunión tiene Cristo con Belial? Aquellos maestros a la manera del Hilcías, que tienen a Dios por herencia no caerán en la falsa unidad, el ecumenismo. “Mi parte es Jehová, dijo mi alma, por tanto a Él esperaré”. (Lamentaciones 3:24 RV 1862).

Aquel cuya porción es el Señor, espera su venida, y enseña acerca de ella. Puede ver el panorama escatológico, analizar acontecimientos actuales y ver cómo todo lleva a la venida del Señor. Es una parte fundamental de su enseñanza, porque hace saber a la iglesia el pronto regreso del Señor Jesucristo, para que se purifique; si se deja esto de lado, se estaría enseñando a amar lo terrenal y a no tener esperanza.

“Pues la porción del Señor es su pueblo; Jacob es la parte de su heredad”. (Deuteronomio 32:9 LBLA).

Vemos que Dios mismo dice que su porción es su pueblo, por lo cual lo cuidó en el desierto y lo cubrió bajo sus alas. El maestro debe hacer saber a la iglesia que es especial tesoro de Dios, y que debe estar cubierta con los ministerios que Él ha dado. Una enseñanza fundamental del ministerio magistral es la existencia de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros; que cubren y preparan a la iglesia para alcanzar la estatura del varón perfecto.

Los ministros a la manera de Hilcías no buscan lo terrenal, ni agradar a los hombres; sino más bien al saber que su herencia es Dios mismo, se dejan aconsejar, enseñar y ministrar por el Señor, (Salmos 16:5-7) para dar de gracia lo que de gracia han recibido.

HilcíasMi porción es JehováWilly González


Salmos 119:57 (LBLA).Salmos 142:5 (RVR60).Deuteronomio 18:1 (NRV90 y TLA).1 Corintios 9:13 (LBLA).Salmos 127:3 (RVR60).


Los escribas del Antiguo Testamento representan al ministerio del maestro y en Nehemías 8:4 Maasías es uno de los trece escribas que acompañaba a Esdras; el significado de su nombre es “obra de Jehová” y muestra características que debe tener un verdadero maestro para que al enseñar nos selle la frente con la letra “Tau” y elimine la rebeldía de nuestras vidas para estar preparados para la venida del Señor. En el presente artículo trataremos de exponer la obra de Dios en tres facetas: las obras del Padre, las obras del Hijo y las obras del Espíritu Santo.

Las obras del Padre

“Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que Él ha enviado”. Juan 6:29 (RVR60) En este texto entendemos que la obra del Padre es enviar al Hijo para realizar una obra redentora con la humanidad, sin embargo llama la atención el énfasis que Jesús hace al decir que es un enviado, “Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha dado para llevar a cabo, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado”. (Juan 5:36 LBLA)

Lo cual significa que una de las enseñanzas del maestro en este tiempo es “la necesidad de ser enviado”, lo que conlleva, reconocer autoridad y no ser errante, tener un padre espiritual que envíe a hacer la obra y no hacerlo por cuenta propia. La obra del Padre enseña a enviar hijos para la obra del ministerio. También enseña la divinidad de Cristo: “¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras”. (Juan 14:10 LBLA) Aquí el Señor está hablado de su origen

divino, de su unidad con Dios Padre, que eran uno o iguales, este mismo evangelio dice que el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios; la obra del Padre es hacer que reconozcan a Su hijo, y una de las labores del verdadero maestro es enseñar que Jesús es Dios, en medio de falsos maestros que están enseñando a un Jesús sin divinidad, a un Jesús histórico, a un Jesús profeta, y enseñan solamente a un Jesús humano.

La obra del Hijo (Dar)

“Por eso el Padre me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo”. (Juan 10:17 LBLA)

El padre envió al Hijo, pero Él debía hacer una obra por sí mismo y era dar su vida en la cruz, tomarla de nuevo y bajar al lago de fuego a vencer a la muerte, pagó el precio para que todos los que creyéramos en Él no participemos de la muerte segunda. La obra redentora del Hijo es para los que creen, no es por obras humanas, o por pertenecer a una religión, ya que incluso se enseña que alguien solo puede ser salvo si está sujeto al sumo pontífice de una religión y esto no es cierto. El maestro genuino debe enseñar la grandeza y profundidad que hay en el sacrificio de Cristo y que es por gracia y por fe que alcanzamos la salvación, de lo contrario se minimizaría tan grande obra de Dios.

“Por tanto, dice: Cuando ascendió a lo alto, llevó cautiva una hueste de cautivos, y dio dones a los hombres”. (Efesios 4:8 LBLA).

Vemos que el Hijo dio su vida para salva-ción pero cuando ascendió a lo alto dio dones a los hombres y aquí está hablando de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, lo que significa que “Su trabajo” fue dar estos ministerios.

El verdadero maestro debe enseñar acerca de la existencia y función de dichos ministros, ya que a través de esta enseñanza estará marcando con la Tau

la frente de la iglesia, si no se enseña de los cinco ministerios, se pone en un gran peligro a la amada del Señor.

La obra del Espíritu Santo

“Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccio-nando hasta el día en que Jesucristo vuelva”. (Filipenses 1:6 TLAD)

Cuando el Señor subió al cielo dejó al Consolador, al Espíritu Santo, que se encargaría de terminar el trabajo que empezó el Padre y continuó el Hijo y éste es el perfeccionamiento de la Iglesia; el Espíritu consuela, convence de pecado, proporciona amor, nos recuerda lo que aprendimos en la casa del Padre y lo que Jesús dijo, nos enseñará todas las cosas, y mucho más.

El maestro debe enseñar la existencia y la importancia del Espíritu Santo y estar llenos de Él y no enseñar que se puede perfeccionar a través de estrategias humanas, religiosas o carnales como el apóstol Pablo les hizo ver a los gálatas.

El nombre Maasías también significa “refugio de Jehová” y cuando el Espíritu Santo utiliza a un maestro para enseñar estas verdades, hace que estemos en un refugio con nuestra frente sellada con una Tau, y se pueda oír “el Espíritu y la iglesia dicen ven Señor Jesús” la obra de Dios está completa.

MaasíasObra de Jehová

Piedad de González


Juan 5:17 (LBLA) 1Juan 3:8 (LBLA)Juan 9:3,4 (LBLA)Salmos 111:6-8 (LBLA)Efesios 2:10 (RVR95)


“Y Esdras el escriba estaba sobre un púlpito de madera, que habían hecho para ello; y junto a él, a su mano derecha, estaban Matatías, Sema, Anaías, Urías, Hilcías y Maasías; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam”. (Nehemías 8:4 RV60)

Es importante notar que dentro de las funciones del ministerio del maestro, representado por los escribas del Antiguo Testamento, está la responsabilidad de parte de Dios de señalar o marcar con la letra TAU la frente de los que gimen y se lamentan por las abominaciones que se cometen en Jerusalén (Ezequiel 9:1-4).

El ministerio de maestro es el encargado de marcar el entendimiento de los que han de llegar a ser arrebatados por el Señor, y esas funciones están descritas en los que acompañaron en el púlpito a Esdras, cuando se enseñaba y se explicaba la ley de Dios dada a su siervo Moisés, (Nehemías 8:4) los nombres de las 13 personas que acompañaron a Esdras en el púlpito contienen las características de los verdaderos maestros o brazos magisteriales que habrán de preparar a la Novia para su encuentro con el Señor. Entre ellos encontramos a Pedaías.

Cabe mencionar que Pedaías fue uno de los que ayudó en la restauración del muro de Jerusalén. Antes de la Venida del Señor Jesucristo, el Señor restau-rará a la Jerusalén espiritual (la iglesia) para su reunión con ella en los aires (Nehemías 3:5 RV60). Pedaías también llegó a ser uno de los tesoreros del templo (Nehemías 13:13 LBLA). Esto es una figura de los discípulos que se llegan a convertir en padres de familia, sacando de su tesoro cosas viejas (AT) y cosas nuevas (NT) para edificar la casa. (Mateo 13:52)

El significado del nombre Pedaías, quiere decir según el diccionario Hitchcock La Redención del Señor. Definitivamente cada uno de nosotros conocemos a Dios

en diferentes facetas, pero Él, como Redentor también nos enseña y quiere que le conozcamos en este movimiento magistral que Él trae: “Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar” (Isaías 48:17 LBLA). Otras traducciones Bíblicas nos dan un poco más de luz del propósito de la enseñanza de Dios como Redentor:

VMP Te enseña para tu provecho

DHH Te enseña para tu bien

La Palabra Redentor en este pasaje es la H1350 GA´AL y se puede traducir como redimir, pero también se puede traducir como liberar. Es maravilloso comprender que cuando el Redentor nos instruye, con su enseñanza liberta nuestra alma. También la palabra Redentor se puede traducir como Cancelar Deudas, también hace la alusión de rescatar una tierra o posesión que se había perdido. La enseñanza del Señor para nuestra vida tiene el poder de devolvernos cosas que en su momento habíamos perdido, valores que en el transcurso de nuestra vida talvez ni en nuestro hogar se nos enseñaron. Dios al traer la luz de la enseñanza a nuestra vida, trae orden (Proverbios 6:23, Génesis 1:2-3) “sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo (1Pedro 1:18-19).

Redentor también es el que compra dos veces, esto fue lo que el Señor hizo por nosotros: “Hablad al corazón de Jerusalén y decidle a voces que su lucha ha terminado, que su iniquidad ha sido quitada, que ha recibido de la mano del SEÑOR el doble por todos sus pecados”. (Isaías 40:2)

LA ENSEÑANZA QUE REDIME

La enseñanza del Señor debe tener como fin el redimirnos, prepararnos para volver

a nuestro Padre Celestial, por tal razón se dice que: “… los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido”. (Isaías 35:10). Cuando el Redentor, nuestro Señor Jesucristo habló de lo que habría de suceder en el mundo, Él jamás ministro temor a sus discípulos, Él dijo: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”. (Lucas 21:28).

LA LECHE QUE REDIME

“Mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob” (Isaías 60:18). Estos reyes nos hablan de los Cinco Ministerios. La leche Magistral no adulterada nos nutre y nos hace crecer para nuestra salvación y redención en Él (1Pedro 2:2). Debemos desear como niños recién nacidos la leche espiritual que encontramos en Dios cuando entramos a Canaán, la vida en abundancia que el Señor prometió para nuestra vida. Canaán era una Tierra en la cual fluía leche y miel, esa Tierra (Canaán), tiene que estar en el corazón y en la boca de la Mujer que se casa con el Señor (Cantares 4:10-11) “pero si volvéis a mí y guardáis mis mandamientos y los cumplís, aunque vuestros desterrados estén en los confines de los cielos, de allí los recogeré y los traeré al lugar que he escogido para hacer morar allí mi nombre. Y ellos son tus siervos y tu pueblo, los que tú redimiste con tu gran poder y con tu mano poderosa”. (Nehemías 1:9-10)

PedaíasLa redención de Jehová

Pablo Enríquez y Pablo Orellana


Rt 4:14-15 LBLA Isaías 4:24 LBLA Isaías 59:20 LBLA Isaías 50:34 LBLA Isaías 44:6 LBLA


Misael significa según el diccionario Strong: “¿Quién (es) lo que Dios (es)?”. Esto nos deja ver que para poder preparar a la iglesia, la novia para el arrebatamiento, un Maestro (como ministro primario), debe enseñar las facetas y características que aún no conocemos de Dios. Sin embargo, antes de poder trasladar ese conocimiento al pueblo; el ministro debe entender el modelo guía de las características que Dios desea que desarrolle en su función ministerial. Veamos qué nos dice la Biblia al respecto del perfil de un maestro:

SE CONSAGRA

Un Maestro se aparta de las cosas del mundo, y así consagrarse para Dios. Por eso, la primera vez que se menciona el nombre Misael, se hace referencia a su genealogía: Era descendiente de Coat (Éxodo 6:22). Él era un levita, encargado de transportar las cosas más santas del tabernáculo. Esto es lo que hace un verdadero Maestro: Transporta La Palabra con responsabilidad (en sus hombros), para que otros puedan disfrutar el beneficio de la presencia de Dios, manifestada a través de su preciosa Palabra. Para hacer esto, Misael fue engendrado por Uziel (Fuerza de Dios). Es decir, reconoce que la obra de Dios se hace no con fuerza humana, sino con la que Dios nos da.

ES UN VASO QUE MINISTRA EL REINICIO

Misael aparece 8 (reinicio) veces en la Biblia: El verdadero maestro, enseña a las personas sobre el reinicio que Dios desea para ellos. Sus enseñanzas del reinicio están íntimamente ligadas con el testimonio que el maestro brinda a los demás. Esto se puede revisar en el personaje llamado Misael, que aparece en Nehemías 8. Al acompañar a Esdras en el púlpito, atestiguaba lo que Esdras enseñaba. Se exponía ante todos diciendo: “yo también cumplo lo que Esdras predica”. Por eso vemos que después de la exposición de La Palabra, viene el entendimiento y una gran alegría en el pueblo; que comprendieron con

el ejemplo vivo de Esdras y Misael lo que se predicó y eso los llevó a tener un reinicio en su relación con Dios. Ya no era religiosidad, sino una relación íntima, donde se regocijaron por entender las escrituras.

Interesantemente, hay otras referencias al reinicio (número 8) y el testimonio (número 2) en este pasaje: Primero, estos acontecimientos se describen en el capítulo número 8 de Nehemías, y segundo; Misael es el personaje número 2 que estaba a la mano izquierda de Esdras pero si sumamos los otros 6 que estaban a la mano derecha, Misael es el personaje número 8 en la lista total.

PREPARA AL PUEBLO PARA NO SER DESTRUIDO

El personaje llamado Misael que aparece en Éxodo, tenía por hermanos a Elzafán (Dios es tesoro) y a Sitri (protector). “Dios es tesoro” , nos trae a la mente al hombre bueno de Mateo 12, que de su buen tesoro (La Palabra) saca cosas buenas (enseñanzas). Mientras que “protector”, nos recuerda a Oseas; que nos dejó escrito que el pueblo puede ser preparado para no pasar destrucción si obtiene conocimiento (Oseas 4:6).

Otro aspecto importante de Misael y Elzafán, es que en Levítico, ambos sacaron del templo los cuerpos de Nadab y Abiú, que murieron por ofrecer fuego extraño delante del Señor. La Biblia nos deja ver que los sacaron con sus mismas túnicas, no les cambiaron sus ropas. Esto fue, para que el pueblo se diera cuenta que delante de Dios, no se puede ofrecer fuego extraño. Aplicado a un ministerio de maestro, esto significa que no se puede adulterar La Palabra del Señor con pensamientos humanos o con interpretaciones basadas en una sabiduría terrenal. Un Maestro que enseña cómo evitar esto, está protegiendo al pueblo de la destrucción.

Hay al menos cinco características más de Misael que aparecen en el libro de Daniel. Por razones de espacio, explicaremos solamente una de ellas pero usted amado

lector, puede seguir escudriñando las demás en casa:

NO TOMA EL ESTUDIO DE LA PALABRA COMO UNA COMPETENCIA

Misael, uno de los amigos de Daniel que fueron llevados cautivos a Babilonia, es mencionado en Daniel 1:6 como un israelita. Pero en el siguiente versículo, Babilonia lo renombra como “Mesac”. Según el diccionario Jones de nombres del AT, este nombre significa: “ágil”, “expedito”. Vemos entonces que Babilonia busca trastornar la genética de un maestro, apresurándolo a buscar un Rhema o una enseñanza rápida en las escrituras con el fin de entrar en una competencia para ver quién es el primer “iluminado” que enseña una verdad bíblica para lucirse, llevarse un aplauso o ganar un “me gusta” en las redes sociales. Esto no debe ser así, pues la revelación de Dios debe tomarse con el debido respeto. Primero para darle la gloria a Él, y segundo, para apreciar esa revelación, estudiarla, procesarla y entregarla debidamente a su pueblo.

Pidamos siempre al Señor que nos conceda tener entre nosotros maestros conforme a su corazón, que sigan preparando a la iglesia novia para el arrebatamiento. Que todos seamos una buena tierra, donde la palabra sembrada dé fruto al ciento por uno, para que juntos podamos decir “…Entre mi amado en su huerto y coma sus mejores frutas.” (Cantares 4:16).

Misael¿Quién es lo que Dios es?Sergio Licardie


Levítico 10:4Nehemías 8:4Daniel 1:7Daniel 1:11Daniel 1:19Daniel 2:17


La primera característica de este magis-terio tiene que ver con el significado de Malquías y su posición respecto del púlpito de Esdras; dicho nombre significa “El Señor es mi Rey”, lo cual lo identifica como un súbdito del Señor, como alguien que ha cedido el gobierno de su vida al poder de Dios, por lo tanto su ministerio y función también lo estará, por esa razón en dicho púlpito lo primero que hacía el maestro era bendecir al Señor (Neh 8:6) y luego sigue el ejemplo de nuestro Señor Jesús, aclarando que la enseñanza no es suya sino de quien lo envió (Juan 7:16).

Su posición es a la izquierda del púlpito, recordándonos las muchas bendiciones de Dios que se guardan en su mano izquierda dentro de ellas: la antorcha y el cántaro que portaba Gedeón y sus trecientos valientes (Jue 7:20), cuyo significado representa el fuego de la palabra (Jer 23:29) y la naturaleza débil de nuestra humanidad (2 Cor 4:7).

Este maestro se ha sometido por completo a la voluntad de Dios, rompe su cántaro para que la gloria, honra y poder sean del Señor porque al romperse, la luz de la palabra alumbra e imparte entendimiento a los sencillos de corazón (Sal 119:130); su verdadera motivación no es ser escuchado sino que las buenas nuevas sean predicadas a los necesitados y que se anuncie la venida del Señor (1 Cor 9:16).

En el antiguo testamento encontramos varios personajes con este nombre, todos relacionados con alguna función ministerial y en buena parte descen-dientes de la tribu de Leví, razón por la cual los hemos agrupado en dos grupos, uno relacionado con la naturaleza de su origen sacerdotal y otra en relación a la función ministerial.

Abordaremos primeramente ese conjunto de características que los identi-fican como sacerdotes a partir de las veces que encontramos el nombre según la concordancia utilizada; el primero

lo encontramos en 1 Crónicas 6:40 en donde se lee el nombre Malquías, mismo que forma parte de una genealogía al servicio del Señor (1 Cro 6:31-40).

Estos fueron puestos por David para la ministración y el canto en la casa de Dios; en el idioma original según la concor-dancia Strong diría (H8334 y H7892) para ser sirviente, para atender en actitud de adoración y con salmos en la casa de Dios, según su oficio y su orden (H4941) es decir su decreto o privilegio, lo cual quiere decir que hay diversidad de ellos.

En 1 Cro 24:1-19 podemos observar que existe una organización en donde se describen veinticuatro turnos sacerdo-tales y encontrar allí un Malquías en el quinto turno, a todos ellos se les identi-fica como funcionarios del santuario lo cual traducido se puede leer como jefe o cabeza, camarero, capitán, gobernador, oficial o maestro (Strong H8269), por lo tanto nos podemos percatar que esa diversidad de funciones incluye la del maestro.

Por otro lado encontramos a otro Malquías en 1Cro 9:12-13 esta vez tipifi-cado como muy capaz para la obra del servicio de la casa de Dios, por lo tanto, nos podemos percatar que el común denominador de todas estas caracte-rísticas es que se realizan en la casa de Dios y ¿dónde tendrá lugar la función del escriba de Ezequiel del capítulo nueve? En la casa de Dios, en la iglesia.

Lo que nos lleva a reflexionar sobre el papel que juega dentro de la iglesia tan importante función ministerial, dado que el conjunto de características citadas son el equipamiento y perfil requerido para la realización de esa función de discer-nimiento y aprobación (Eze 9:1-6) por lo tanto, qué mejor que alguien gobernado por El Señor y con el fuego de su palabra en la mano para poder alumbrar y así distinguir, para luego sellar.

Mientras esto sucede, el maestro según Malquías debe realizar funciones ministe-riales como edificar, reconstruir y reparar

dentro de las congregaciones, en el libro de Nehemías podemos observar este tipo de función o ministración cuando Malquías contribuye en la reparación de la torre de hornos (Neh 3:10-11), dicha torre es llamada así porque fue construida posiblemente cerca de los hornos de algunas panaderías en ese tiempo (Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado).

Lo cual es figura para nosotros, de la torre de la enseñanza; una torre es construida para impedir el asedio o el ataque de ciertos enemigos como la falsa enseñanza, los falsos maestros, falsos profetas y burladores (2 Ped 2:1), es imprescindible que contemos con esta importante ministración; además el hecho de contar con esta torre le permite a la iglesia anticipar los peligros.

Porque un lugar alto representa la comunión del siervo con el Señor (2Re 4:10) imprimiendo al ministerio magistral la característica de los hijos de Isacar, respecto a la capacidad de poder discernir los tiempos y saber qué se debe hacer (1 Cro 12.32) como por ejemplo: si la venida del Señor es pronto, es tiempo de principiar a sellar.

Por lo que se hace necesario también reparar la puerta del muladar; para enseñar, instruir y restaurar respecto de la ministración que conduzca al arrepen-timiento y a la búsqueda del Señor, mientras allá tiempo (Isa 55:6).

MalquíasEl Señor es mi ReyFernando Álvarez


Esdras 10:1-25Nehemías 3:31Nehemías 10:3Nehemías 12:42Salmo 119:105Judas 1:18


Neh 8:8 “Y leyeron en el libro de la ley de Dios, traduciéndolo y dándole el sentido para que entendieran la lectura”.

En esta ocasión estudiamos un tema relacionado al ministerio magistral y de cómo desarrolla su ministerio basán-donos en Nehemías 8:1-8. Vemos que hay 14 personas, contando a Esdras, que hacen una función de profundización y explicación de la ley. Venga conmigo a desarrollar éstas dos palabras que aparecen en Nehemías 8:8

La Biblia de Las Américas dice “tradu-ciendo y dando sentido”, NVI dice “lo interprataban para comprender su lectura”. La versión King James con números de Strong tiene dos palabras que reflejan los siguientes conceptos:

Para traducir: Separar, dispersar, especi-ficar, herir, establecer, demostrar, picar. Esto denota inquirir, profundizar.

Para dar sentido: inteligencia, prudencia, discreción, entendimiento, sabiduría, prudencia, éxito, sentido. Pero hay un término más: “y llevarlos a entender la lectura”. Ese entender significa: separar mentalmente, considerar en el sentido de meditar y analizar, discernir, distinguir, ser prudente, ser capaz.

Claramente, atender la enseñanza del Señor es asombrosamente poderoso para nuestras vidas. Todos los nombres alrededor de Esdras tienen un signi-ficado. El que vamos a desarrollar es Hashum y lo encontramos en el verso 4. El diccionario Hitchcok lo traduce como silencio. En las referencias de Strong, se explica como “grande, enriquecido, adinerado” y lo asocia con una raíz que significa “firme y lleno de recursos” la cual la BLA ha traducido como príncipe (Sal 68.31). El diccionario de Nombres Propios del Antiguo Testamento de Alfred Jones lo explica como “grande, rico”. En este contexto vamos a tratar de cubrir ambos significados.

¿Qué sentido podría tener hablar de algo que no dice nada? Bueno, no es así. El silencio es una respuesta, el silencio es una demostración, es una reacción a algo. Lo que sucede es que no nos hemos detenido a considerar su verdadero signi-ficado.

En esa poderosa interacción ministerial en donde se abre la Palabra del Señor, debemos considerar que la enseñanza no solamente viene de las palabras que oímos o leemos. También viene del silencio y debo decir, que es impresio-nante. Veamos algunos ejemplos:

1Rey 19:12 “Y tras el terremoto un fuego: más Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado”.

Una tarea ministerial es enseñar a aprender a escuchar, el silencio se debe escuchar, se le debe poner atención. La manifestación de Dios no necesaria-mente estará demostrada en los grandes portentos y maravillas. Es indiscutible que es Dios poderoso, pero se manifiesta de otras formas. Posiblemente pase por pruebas y tribulaciones, tal vez sean duras y parece que no hay salida, pero ¿ha escuchado el silencio? ¿No será que Dios está allí, frente a usted y no lo ha visto?, ¿No será que Dios quiere que usted lo vea, aunque no lo oiga?

Sal 4:4 “Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón sobre vuestro lecho, y callad. (Selah)”

Callar es una gran virtud. No todos la tenemos. Si aprendemos a callar podremos poner atención al silencio. Creo que a muchos nos ha pasado que nos presentamos delante de Dios a “pedir” o “quejarnos”; ¿se ha dispuesto a escuchar la respuesta de Dios? Eclesiastés 3 dice que hay tiempo para callar y para hablar, pero callar no significa que no haga nada; callar incluye que pongamos atención al silencio.

Luc 14:3 “Y dirigiéndose Jesús, a los intérpretes de la ley y a los fariseos, les habló diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no? Pero ellos guardaron

silencio. Y El, tomándolo de la mano, lo sanó y lo despidió”.

Pasemos a una breve explicación del otro significado. De pronto y las las palabras riqueza y dinero, en primera instancia no tenga mucho sentido con la enseñanza Bíblica. Usted nos conoce, no nos confunda porque no enseñamos un evangelio de prosperidad o de compra de indulgencias. Pero es interesante analizar por qué aparece este personaje en medio de la alabanza, la redención y las obras de Dios. Permítame compartirle una reflexión: Vea el concepto completo, esto es “enriquecido y lleno de recursos”. Con esa comprensión, lo quiero llevar nuevamente a Neh 8.8 y a los conceptos que mencionamos al principio sobre “traducir y dar sentido”.

La revelación de la Palabra de Dios le llena de recursos, lo enriquece. Pero no piense en dinero, aunque no dudo que Dios haga prosperar su negocio o ideas. Recuerde todas las bendiciones que la Palabra de Dios trae para nosotros; ser prudentes, inteligentes, sabios y sensi-bles. ¿No son estas enormes bendiciones que le serán útiles para agradar a Dios en todo lo que hace?

¿No cree que si agrada a Dios en todo lo que hace y dice, provocará la aprobación de Dios? Esta es la enseñanza: El minis-terio de la Palabra, es vida para nosotros. Un abrazo.

HashumSilencio

Raymundo Rodríguez


Prov. 1:22Prov. 1:32Prov. 1:10Gal 3:1-3

Mar 8:181 Sam 25:10


La importancia del ministerio magistral en el final de los tiempos que nos ha tocado vivir, queda reflejada en el libro de Ezequiel en su capítulo 9:1-4, en donde Dios ordena a un personaje que es un escriba (figura de los maestros en el antiguo testamento) marcar en la frente, es decir en la mente, a aquellos que gimen por las abominaciones que se están cometiendo; esta marca los librará del exterminio que está pronto a ocurrir.

Si analizamos esto, vemos que si el maestro no hace su trabajo adecuadamente y no deja la marca que Dios desea en aquellos destinados a salvarse de este exterminio final, no podrán escapar, es por ello que El apóstol Pedro en su segunda epístola advierte sobre los falsos maestros que se introducirán dentro de la iglesia con herejías que llevarán a la apostasía y con ello atraerán destrucción, marcando la mente de los que los oigan y crean en sus enseñanzas con una marca diferente a la marca con la que Dios desea que seamos marcados.

De lo anterior podemos deducir la impor-tancia de saber cuál es la enseñanza que debe dar el verdadero escriba designado por Dios; para ello vamos a estudiar las características de los nombres de los personajes que acompañaban al escriba Esdras cuando el enseñaba en la torre del maestro Neh 8:4. El significado del nombre de cada uno de ellos es un mensaje encrip-tado de parte de Dios que nos enseña cual es el énfasis que Dios quiere, con el cual se debe marcar la mente del pueblo de Dios para ser librado del exterminio que vendrá.

En este artículo estudiaremos sobre el nombre HASBADANA, palabra hebrea que en el diccionario Strong’s corres-ponde al número 2806 y que entre sus traducciones se puede leer “consideración al juzgar” (Diccionario de Nombres RV 1909), para poder entender lo que Dios quiere decirnos tenemos primeramente

saber que es considerar y que es juzgar, el Diccionario de la RAE explica que consi-derar es: “pensar sobre algo analizándolo con atención, pensar o creer basándose en algún dato”, y juzgar es: “una opinión sobre algo”. Es decir que el verdadero escriba lleva a sus discípulos a analizar con atención basándose en los datos obtenidos através de la palabra de Dios y de la evidencia basada en la fe, para luego emitir una opinión verdadera.

Ahora bien, la Biblia nos enseña lo que Dios quiere que consideremos, es decir que analicemos para luego tener una opinión al respecto y ser marcados en nuestra mente.

Uno de los énfasis del mensaje del verda-dero maestro de parte Dios lo vemos en el libro de Hebreos capítulo 3 del versículo 1 al 6, que nos lleva a considerar a Jesús, en su papel de sumo sacerdote, de su cualidad de hijo fiel y de constructor de la casa de Dios, explicando que la edificación de la iglesia es dirigida por Él, por medio del Espíritu Santo y que lo ministros son meros colaboradores que no pueden más que seguir las instrucciones dadas por el Espíritu Santo y no pueden atribuirse a sí mismos el éxito de su ministerio, del creci-miento de la iglesia que pastorean o de los milagros que sucedan dentro de ella.

En el mismo libro en el capítulo 7 en sus versículos del 7 al 10 Dios nos hace nueva-mente considerar, ahora en la grandeza de Melquisedec, una semejanza del Hijo de Dios, quien no tiene principio ni fin, que recibe el diezmo de los hombres, que tiene testimonio de que vive, el énfasis de la enseñanza de Dios es la Divinidad de Jesucristo, el unigénito de Dios que es Dios mismo.

Nuevamente el libro de Hebreos ahora en su capítulo 12 y versículos del 3 al 14, nos llama a considerar la disciplina de Dios, cuando esta es necesaria para nuestra vida y cómo esta disciplina es indispen-sable para llevarnos a la bendición que Dios tiene preparada para nosotros como

un buen Padre utiliza esta herramienta para bendecirnos, ya que en Él no hay despropósito si no pensamientos de bien.

Hag 1:5 “Ahora pues, así dice el SEÑOR de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos.” En este pasaje Dios confronta a su pueblo y lo lleva a que analicen por qué les está sucediendo lo que están viviendo; el verdadero mensaje de Dios lleva al discípulo a reflexionar sobre el por qué y el para qué lo ha llevado al momento y las circunstancias que está viviendo, sean estas buenas o adversas, para que en base a esta consideración pueda cambiar de forma de pensar, es decir arrepentirse si es el caso y empezar a actuar conforme a la voluntad de Dios o para poder hacer lo que Dios espera de él en medio de esas circunstancias.

Lucas 12: 22-34 nos lleva a considerar el valor que tenemos para Dios y cómo Él está conciente de nuestras necesidades y dispuesto a suplirlas, para que nosotros quitemos de nuestra mente el afán que no nos deja hacer tesoros en los cielos, la enseñanza marca nuestra mente con la verdadera confianza en Dios nuestro Padre.

Así como estas consideraciones hay muchas más en la Biblia que nos llevan a entender cuál es el verdadero énfasis de la enseñanza de Dios.

Juan Luis Elías Cárcamo


Nehemias 8:1-8Ezequiel 9:1-41 corintios 1:26Colosenses 3:5

Hageo 2:15

HasbadanaConsideración al juzgar


“El escriba Esdras estaba sobre un estrado de madera que habían hecho para esta ocasión… a su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. (Nehemías 8:4)

En el libro de Ezequiel, capítulos ocho y nueve, se describen abominaciones que cometía el pueblo de Israel, y debido a ello El Señor determinó enviar a seis verdugos para castigar al que no tenga la señal (tau) en la frente, hecha por un escriba vestido de lino (Eze. 9:1-6); este escriba representa al ministerio magis-terial encargado de poner una señal a través de su ministración, que incluye la enseñanza de la palabra de Dios. Uno de los escribas con nombre que describe la Biblia es Esdras, él ministraba junto a trece levitas, seis a su derecha y siete a su izquierda, los que representan funciones o ministraciones del ministerio magisterial sobre la Iglesia, para extirpar el número trece de ella. En este artículo se desarrollarán algunas de las caracte-rísticas de Mesulam uno de los levitas que estaban al lado izquierdo.

Mesulam, significa según el diccionario de nombre Hitchcock: Pacífico, perfecto, sus parábolas; según el diccionario Enlow: amigo, aliado.

Pacífico, en términos seculares es una persona pacífica, quieta, tranquila, apacible, amiga de la paz. Según la Nueva Concorcondancia Strong Exhaustiva, en la Biblia hay seis palabras en hebreo y griego que se pueden traducir pacífico; en la Biblia el número seis representa el número de un hombre (Ap. 13:18), en otras palabras representa la estatura de un hombre terrenal antes de ser perfeccionado. El número siete en la Biblia representa perfección espiritual y Mesulam era el número siete a la izquierda en el púlpito de Esdras; a conti-nuación se desarrollan las seis palabras que se pueden traducir “pacífico”, las que al analizarlas proveen un panorama de la ministración, en específico la enseñanza que trae el ministerio magisterial a la iglesia:

SHALANÁN

Según el diccionario Wordstudy “H7946 shalanán” es un adjetivo que significa seguro, a gusto. Se refiere a un tiempo y condición de seguridad, salud y fortaleza en la vida propia, un tiempo aparente-mente a salvo de todos los peligros (Job 21:23-24 DHH).

SHALÉV

Según el diccionario Strong Concordance “H7961 shalév” se puede traducir también tranquilo, seguridad, quieto, reposado, sosiego, entre otros. El pueblo de Dios debe ser enseñado y ministrado con tranquilidad, con reposo, aún en medio de las tribulaciones y caos que hay en el mundo (1 Crónicas 4:40 NTV).

SHALÓM

Según el diccionario Strong Concordance “H7965 shalóm” se puede traducir también seguro, bien, feliz, amistoso, bienestar, salud, prosperidad, paz. El pueblo del Señor debe ser enseñado y ministrado acerca de la verdadera seguridad, a guardarse de la codicia o la avaricia, ya que la felicidad del hombre no consiste en los bienes que se poseen (Lc. 12:15). La verdadera prosperidad consiste también en virtudes y bendi-ciones que nos hacen íntegros. El Señor se complace en la prosperidad de sus siervos (Sal. 35:27).

SHALÁM

Según el diccionario Strong Concordance “ H7999 shalám” se puede traducir también ser, estar seguro, dar el pago, devolver, hacer enmiendas, resarcir, restitución, retribución; según el diccio-nario Wordstudy es un verbo que significa estar a salvo, para ser completado; esta palabra se usa normalmente cuando Dios está protegiendo a su pueblo. El pueblo del Señor debe ser enseñado y ministrado con respecto a la salvación integral del Señor, espíritu, alma y cuerpo; además de que El Señor es recompensador, y que el restituye lo que el enemigo ha robado (Pr. 13:12-13).

SHALÉM

Según el diccionario Strong Concordance “H8003 shalém” se puede traducir también completo, acabar, colmo, cumplir, entero, exacto, integro, perfecto entre otros. El pueblo del Señor debe ser enseñado por medio de la doctrina apostólica, a ser íntegros, a tener coherencia entre lo que se piensa, habla y actúa, a acabar lo que se empieza, a cumplir con compromisos o votos hechos, a ser exacto en lo que se dice y aún en los negocios. “Sea, pues, íntegro vuestro corazón para con Jehovah nuestro Dios, a fin de andar en sus leyes y guardar sus mandamientos...” (1 Reyes 8:61 RVA). Aunque Salomón significa pacífico, en este sentido no cumplió con el propósito de su nombre ya que sus mujeres hicieron que su corazón se desviara en pos de otros dioses, por lo que su corazón no fue integro para con El Señor, como fue el de su padre David (1 Re. 11:4).

ERENICÓS

Según el diccionario Strong Concordance y Thayer“G1516 Erenicós”, se puede traducir también saludable y apacible; se refiere a una persona portadora de paz. La Biblia dice que la sabiduría de lo alto luego de ser pura es pacifica (Stg. 3:17); el pueblo del Señor debe ser enseñado y ministrado acerca de la sabiduría de lo alto, la que viene del Señor, se le debe enseñar como buscarla, recibirla y administrarla. “Miren a los que son buenos y honestos, porque a los que aman la paz les espera un futuro maravi-lloso” (Sal 37:37 NTV).

MesulamPacíficoOswaldo Gutiérrez


Gen. 34:21 Deu. 2:252Sa 12:24 Sal. 120:7

Is. 32:18Heb. 12:11


Es importante conocer que la Escritura nos habla en Ezequiel 9:1-6, acerca de seis hombres que vienen con un arma destructora en la mano, pero entre ellos viene uno que no viene a destruir, un hombre vestido de lino, aspecto que nos deja ver que era un hombre que se había limpiado, que se le había conce-dido vestirse de lino fino. Este hombre viene con una cartera de escribano en la cintura, dejándonos ver que este hombre es un escriba, el cual es figura del minis-terio primario de maestro. El Señor le da la misión de poner una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en Jerusalén (Ezequiel 9:4). Esto se dará previo a que los otros hombres destruyan a aquellos que no tienen la señal en la frente, lo cual nos deja ver que en este tiempo es importante que el Ministerio Magisterial venga a ministrar nuestra mente, nuestros pensamientos, escribiendo en nuestra mente la Palabra (Hebreos 10:16) y en este final de los tiempos el ministerio magistral vendrá a señalar a aquellos que buscan agradar a Dios, para ser arrebatados.

Así mismo vemos que en Nehemías 8:4, nos habla de un púlpito H4026 que en hebreo es migdal, que significa “púlpito, torre”, que cuando entendemos el contexto sabemos que se refiere al Púlpito de Esdras, siendo este una figura del Ministerio de Maestros. En el púlpito de Esdras, vemos que están alrededor de 13 personas: 6 a su derecha y 7 a su izquierda, cuyos nombres representan al Espíritu de la enseñanza que la Iglesia necesita para desechar toda rebelión, para ser preparados para el arrebata-miento.

A la izquierda del púlpito se encuentra Zacarías, cuyo nombre del Strong H2148 significa “Jehová ha recordado” o bien “Memoria del Señor”, cuyo nombre viene de una raíz H2142 que es zakar, que significa “recordar, hacer memoria, marcar, pensar, mencionar”. Esta es una enseñanza que nos hará recordar varios

aspectos espirituales que nos traen a memoria las bendiciones del Señor.

Primeramente, hablaremos de que Zacarías era un maestro que estaba a lado izquierdo y hemos aprendido que hay una bendición en el lado izquierdo; en este caso, sabemos que los sacer-dotes usaban su mano izquierda para contener el aceite. Esto nos enseña que los maestros a la manera de Zacarías, deben tener unción de parte del Señor para trasladar las verdades escritas en la Palabra de Dios. También la mano izquierda nos señala honra y riqueza, dejándonos ver que un maestro, a través de la enseñanza, puede bendecirnos para que podamos obtener honra y riqueza, ya que al cumplir la Palabra podemos agradar a Dios y ser bendecidos (Deuteronomio 28:1-2).

Nos enseñará todas las cosas y recor-dará lo que ha dicho el Señor: Ahora bien, el maestro a la manera de Zacarías, traerá enseñanzas que nos recordarán varios aspectos espirituales que al oír la enseñanza, nuestro espíritu humano se regocijará. Un ejemplo de ello, es que la enseñanza del maestro viene a través de la guía del Espíritu Santo, “quien nos enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho” (Juan 14:26). Esto nos deja ver que recibiremos una enseñanza dirigida a las palabras funda-mentales dichas por el Señor Jesucristo en su ministerio, las cuales son palabras de vida eterna, como lo dijo el Apóstol Pedro (Juan 6:68).

Todos enseñados por Dios, recordando lo que aprendimos del Padre: La Palabra dice que todos serán enseñados por Dios y utilizará a los maestros a la manera de Zacarías, quienes trasladarán la enseñanza y los que aprendieron del Padre reconocerán a Cristo (Juan 6:45). Esta es un tipo de enseñanza que abrirá los oídos, para que venga también Salvación, la cual viene por la fe y la fe por el oír de la palabra de Cristo (Romanos 10:17).

Recordarse de ser agradecido y bendecir: Una de las enseñanzas que da el maestro, es ser agradecido. Un ejemplo lo vemos

en José, que al declararle el sueño al copero y el salir de la cárcel, le dice: “sólo te pido que te acuerdes de mi cuando te vaya bien” y que por favor haga mención de él a Faraón (Génesis 40:14). Una de las enseñanzas vitales en la vida cristiana es el agradecimiento y que podamos aprender a bendecir a otros.

Acordarse de que tenemos pacto: Algo que el maestro a la manera de Zacarías enseñará, es que éramos un pueblo alejado de los pactos y las promesas, cuando estábamos sin Cristo (Efesios 2:12), pero que en este tiempo el Señor ha hecho un nuevo pacto con nosotros, su Iglesia (Hebreos 8:10), por eso Jeremías 14:21 dice “por amor a tu nombre, no deshonres el trono de tu gloria, acuér-date, no anules tu pacto con nosotros”

Acordarse de las maravillas que ha hecho el Señor: La enseñanza de los maestros Zacarías, hará que nos recordemos de todas las maravillas que ha hecho el Señor y sus prodigios con su Pueblo (Salmo 105:5), en diferentes circunstancias, con el pueblo de Israel, con su Amada Iglesia, y recordarnos de las promesas que nos ha dado.

Recordarnos de donde nos sacó el Señor: También debemos tener una enseñanza que nos recuerde de dónde nos sacó el Señor, como lo hizo con el pueblo de Israel que lo sacó de esclavitud de la tierra de Egipto (Deuteronomio 5:15), y nosotros reconocer de donde nos sacó y perdonó, para darnos vida en abundancia, siendo Él nuestro Pastor que da su vida por las ovejas (Juan 10:10-11).

ZacaríasMemoria del SeñorLouisette Moscoso y Sammy Pérez


Ezequiel 9:1-6Ezequiel 9:4Nehemías 8:4Génesis 40:14

Jeremías 14:21Salmo 105:5

cdn.subsplash.com · 2018-11-07 · nación, la restauración de la alabanza, etc. Sería muy largo...

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