Chacarera Nº 36

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Revista feminista sobre género y mujer rural Red Nacional Mujer Rural Nº 36 tristán flora centro de la mujer peruana

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Revista feminista sobre géneroy mujer ruralRed Nacional Mujer Rural

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tristánflora

centro de la mujer peruana

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Agradecemos el apoyo de Match InternationalCentre, especialmente a María EugeniaOtárola, Agente de Programa para la Américadel Sur, que hace posible la presente ediciónde la revista Chacarera.

Chacarera 36

Lima, Perú,enero, 2008

Revista de la Red Nacional de la Mujer RuralCentro de la Mujer Peruana Flora Tristán

Parque Hernán Velarde 42, Lima 1Tlf. 4331457, fax 4339500E-mail: [email protected]

Consejo editorial: Blanca Fernández, GabyCevasco, Elena Villanueva, Martha Rico.

Edición: Gaby CevascoDiseño y diagramación: Marisa GodínezDibujos de historieta: Wilfredo Navarrete ArellanoFotografía: Walter Hupiú, Carla Jiménez y archivoCMPFT.Impresión: Editorial Línea Andina

Colaboran en este número: Violeta BermúdezValdivia, Narda Henríquez, Grecia Rojas Ortiz,Jorge Luis Delgado, Liz Meléndez, Karim FloresMego-Guiomar Vásquez Z., Diana Miloslavich,Virginia Vargas, Mariana Libertad Suárez(Venezuela), Marilyn Daza.

Índice

1 EditorialEl gobierno tiene que cumplir sus compromisoscon las mujeres.

2 Chacarera informa

8 Actualidad- Estado actual de la reforma del Estadoperuano. Violeta Bermúdez Valdivia.- ¿Cómo está la democracia? ¿Cómoestamos las mujeres? Narda Henríquez- ¿Retrocesos en la política de prevención yatención a la violencia? Grecia Rojas Ortiz.

19 Nacional- ¿Es posible otra iglesia? Jorge Luis OrtizDelgado.- La trata de mujeres para la explotación sexual.Liz Meléndez.

25 HistorietaMigración y trata

29 Especial- Presentación: El movimiento de mujeres hoy.- El proceso de las organizaciones de mujeres.Diana Miloslavich Tupac.- ¿Existe un movimiento de mujeres? Hablanlideresas de organizaciones.- ¿Estamos en el resurgir del movimientosindical? Karim Flores Mego-GuiomarVásquez Z.- El movimiento feminista y el movimiento demujeres en el contexto de globalización.Virginia Vargas.

48 InternacionalLas voces silenciadas de la literaturavenezolana. Mariana Libertad Suárez.

52 Publicaciones- El feminismo y el horizonte democráticoperuano. Marilyn Daza.- Últimas publicaciones.

D.L. Nº 2004-2726ISSN Nº 1811-4911

PRONUNCIAMIENTO

Las organizaciones que suscribimos este comunicado, convencidas que podemos tener una vida dignalibre de violencia, expresamos nuestro descontento frente a las acciones estatales que desprotegen demanera sistemática los derechos de las mujeres de nuestro país:DENUNCIAMOS el modelo económico que aumenta el costo de vida; agudiza la pobreza, la extrema pobrezay la violencia en que viven miles de mujeres de nuestro país; y subordina las políticas sociales. Asimismo,que el Estado no garantiza los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres y que afecta susderechos básicos a la salud, trabajo digno, salarios justos y equitativos, reconocimiento del trabajo familiary comunitario no remunerado, acceso a una educación de calidad, y a una vivienda adecuada.DENUNCIAMOS que el proceso de descentralización y modernización del Estado se hace sin tomar encuenta la relevancia de los problemas que afectan a las mujeres. Según la Encuesta Demográfica y deSalud Familiar, el 68% de mujeres peruanas ha sufrido algún tipo de control sobre sus cuerpos, vidas ysexualidad por parte de sus esposos o compañeros. Asimismo, se incrementa cada año el número demujeres que mueren asesinadas por sus parejas: 9 mujeres son asesinadas cada mes por sus parejas, exparejas, familiares o conocidos en varias regiones del Perú, y 7 logran sobrevivir a la violencia machista. Lasmujeres son víctimas de violencia sexual en el marco de los conflictos armados, muchas sufren acososexual en sus trabajos o centros educativos, son víctimas de la trata de personas y padecen los estragos deabortos inseguros. Esta realidad debería colocar la lucha contra la violencia hacia la mujer como una prioridadestatal.DENUNCIAMOS que el Estado está abdicando de cumplir sus compromisos internacionales, pues haextinguido el Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual (PNCVFS). Gradualmente le ha quitadoautonomía funcional y presupuestaria hasta consumar su extinción por medio del Decreto Supremo Nº 005-2007-MIMDES del 5 de mayo de este año. Con la desaparición del PNCVFS el Perú renuncia a tener unórgano rector especializado en la lucha contra la violencia hacia la mujer.DENUNCIAMOS que el Estado está iniciando el proceso de transferencia de los servicios de atención enviolencia (CEM) en inadecuadas condiciones. La mayoría del personal de estos servicios no cuenta congarantía de continuidad laboral y el déficit presupuestario y de planeamiento de los gobiernos provinciales ymunicipales pone en riesgo la continuidad de los servicios.DENUNCIAMOS que el Estado ha incumplido las metas de Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer2002-2007. De las cuatro líneas de acción centradas en la prevención, la atención a las víctimas, los cambioslegislativos y el recojo de información se ha cumplido apenas el 30% de las metas. Sin hacer un balanceprevio de las deficiencias en la implementación del Plan anterior, el Estado se alista a elaborar uno nuevo.DENUNCIAMOS al Sistema de Justicia que no garantiza una sanción adecuada y una reparación justa antelas vulneraciones de los derechos de las mujeres. Asimismo, denunciamos la existencia de una culturajudicial machista que margina a magistradas, trabajadoras y ciudadanas.Por las consideraciones expuestas, DEMANDAMOS AL ESTADO que exprese voluntad política frente a laviolencia y que actúe conforme a las responsabilidades asumidas en el ámbito internacional y los deberesque tiene con las mujeres de nuestro país.

¡Únete a la lucha por nuestros derechos!

Amnistía Internacional, A.P.D.H. Asociación Pro Desarrollo Humano, Asociación Aurora Vivar, Asociación de Comunicadores SocialesCalandria, Asociación de Desarrollo Comunal – ADC, Campaña Desafío Miqueas Perú, Campaña por la Convención de los DerechosSexuales y de los Derechos Reproductivos, Centro de la Mujer Peruana FLORA TRISTÁN, Centro Proceso Social, Centro dePromoción de la Mujer del Pueblo-Cepromup, Centro de Promoción y Desarrollo Poblacional-Ceprodep, CGTP-Departamento dela Mujer, Cladem-Perú, Coalición de Organizaciones Sociales de Lomas de Carabayllo, Colectivo Pacha Alterna, Comisión Mujer yEquidad de Conades, Consejería en Proyectos -PCS, CONAMUACAI, Coordinación Regional Lima – Red Nacional de Promociónde la Mujer, CUT-P, Estudio para la defensa de los derechos de la mujer-Demus, FEMUCARINAP, GCAP Perú, Grupo NegroMamaine, Grupo Género y Economía, Instituto Diálogo y Propuestas-IDS, Inppares, Lesbianas Independientes Feministas Socialistas– LIFS, Marcha Mundial de Mujeres, Milenia Radio, Movimiento Amplio de Mujeres, Movimiento Amplio de Mujeres Línea Fundacional,Mesa de Trabajo de la Mujer Olivense, Movimiento Ciudadano Para Que No Se Repita, Movimiento de Mujeres Ciudadanas delCono Norte, Movimiento Manuela Ramos, Mujer Tierra Viva, Promotoras Comunitarias en Defensa de los Derechos de la Niña, Niñoy de la Mujer de Lomas de Carabayllo, Publicaciones Canto del Viento, Red Nacional de Casas de Refugio-Recare, Red Nacionalde Promoción de la Mujer – RNPM, SINTRAHOGARP

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El Perú vive un momento complejo. Por un lado, son positivas las noticias sobre el crecimientoeconómico; por otro, es cada vez mayor la movilización social demandando ser invitadas/os al banque-te de este auge económico. Movimientos regionales, sindicales, agrarios, ejercen cada vez una mayorpresión ante el gobierno que equivocadamente está optando por negar la existencia de un descontentoy responde con la confrontación.

Al igual que en el gobierno de Alejandro Toledo, el presidente Alan García expresa su malestar anteuna población a la que se le acabó la paciencia, que no se integra a este proceso de crecimientoporque no es incluida. Esto implicaría propuestas integrales para afrontar la pobreza, gobernar enalianza con los gobiernos regionales, responder a sus compromisos, como el de un TLC interno, yaplicar medidas para el crecimiento del agro que se orienta a la seguridad alimentaria interna y queinvolucra sobre todo a los pequeñas/os y medianas/os propietarias/os.

Las mujeres forman parte de todo este contingente descontento. No solo están integradas a estamovilización social, también están levantando su propia agenda. En este sentido el gobierno tampocoquiere ver que existe un conflicto, y que no es real aquella afirmación que apareciera en un diario «queel presidente ama a las mujeres». Si fueran una prioridad en su agenda exigiría que el Ministerio de laMujer cumpla con su rol rector en políticas de género, exigiría al Ministerio de Salud que no atrase másla aprobación de un protocolo para la atención del aborto terapéutico y que solucione urgentemente elproblema de desabastecimiento de anticonceptivos que existe en los servicios de salud públicos.

Al contrario, el gobierno se deja seducir por la voces de los sectores conservadores que quieren nosolo impedir nuevas normas a favor de las mujeres, sino incluso desandar lo avanzado. El Dr. Garcíacada vez se muestra como un católico que gobierna para esta feligresía, olvidando que somos unEstado laico y que ha sido elegido Presidente de todas/os las/os peruanas/os, aun cuando este hechosiga teniendo para él la resonancia de un milagro.

El acceso a la justicia sigue teniendo serias restricciones para las mujeres en problemas comojuicios de alimentos, violencia, en relación a la cual no existen normas que sancione todas las expresio-nes en que se manifiesta. El Plan Nacional de Derechos Humanos solo incorpora la situación de vulne-rabilidad de las mujeres en siete de sus 80 resultados propuestos. No se denuncian los casos docu-mentados de violencia sexual durante el conflicto armado, entre otras (Informe Alternativo al SextoInforme Periódico del Estado Peruano al Comité de la Cedaw, noviembre, 2006).

Todos estos pendientes tienen relación con el proceso que vive el movimiento de mujeres, que esabordado por el especial de la revista. Otro tema es la reforma del Estado, tema fundamental paralograr las políticas y reformas que requieren las demandas femeninas. Los retrocesos en políticas deprevención y atención de la violencia. El tráfico y la trata de mujeres que cada vez adquiere cifrasalarmantes y el que aborda, también, la historieta para apoyar el trabajo de información con las mujeresrurales, pues las niñas y jóvenes de este sector son gran parte de las víctimas.

El gobierno tiene que cumplir suscompromisos con las mujeres

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Chacarera informaComo todos los años, el Día de la

Mujer Rural movilizó a las institucionesy organizaciones de regiones para de-sarrollar una serie de actividades quecolocaron ante la opinión pública diver-sas propuestas para lograr su avancey se incorporen al proceso de desarro-llo del país.

El Centro Flora Tristán, a través desu Programa Desarrollo Rural, en elmarco de este día realizó actividadesen coordinación con las Redes MujerRural, en distintas zonas del país. Hayque resaltar que esta fecha se ha insti-tucionalizado especialmente en las re-giones.

Desde las regionesRegión San Martín

El Foro público «Fortalecimiento delos derechos de las mujeres rurales ylucha contra la pobreza» fue organiza-do por la Red de Promotoras de laMujer rural de San Martín. Igualmentese realizó la IX Premiación «Mujerescreativas y emprendedoras 2007» enel marco de celebración del Día Mun-dial de la Mujer Rural y Día Mundial dela Alimentación, en coordinación conel Centro Flora Tristán.

Ambos eventos lograron reunir amujeres, autoridades de la región y po-blación en general y fue una oportuni-dad para reflexionar sobre la agendapendiente de las mujeres rurales. Porsu parte la entrega de premios se hainstitucionalizado en la región en losespacios políticos y empresariales(transformación de alimentos).

De otro lado, se ha publicado elPlan Regional de Igualdad de Oportu-nidades entre Mujeres y Varones, SanMartín 2008-2013, cuya difusión se vie-ne realizando para que las mujeres loconozcan y lo tengan como un instru-mento en el ejercicio de su participa-ción ciudadana. La publicación la rea-lizó la Red en coordinación con las mu-jeres y gobiernos locales y regional.

Región Tacna

Se realizó el IX Encuentro de Mu-jeres Rurales y MicroempresariasExitosas y el taller «Situación de lasmujeres emprendedoras de las Mypesy Pymes», organizado por la RedMujer Rural Tacna, en el marco de lacelebración del Día Mundial de la Mu-jer rural con el apoyo del Centro FloraTristán.

En ambos eventos se han fortale-

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cido a las microempresarias ruralescon miras a su participación en el ForoEconómico Asia-Pacífico - APEC Tac-na 2008. El Encuentro fue un espacioen el que se debatió y analizó la situa-ción de las mujeres emprendedoras yde las Mypes y Pymes que será sus-tentada ante la Presidencia del Gobier-no Regional.

Hay que resaltar que los munici-pios de Tacna han incorporado el Díade la Mujer Rural como parte de su ca-lendario de celebraciones.

La Red fue invitada a la ceremo-nia del Izamiento, en la que participa-ron delegaciones de organizaciones ru-rales en los distritos de Sama, Las Ya-ras y Tacna.

Región Piura

El Encuentro Regional de Muje-res Rurales y la Feria Regional «Ex-periencias productivas femeninas parala sostenibilidad» se realizó en el mar-co del Día Mundial de la Mujer Rural,promovido por la Red Mujer Rural Piu-ra, en coordinación con el Centro Flo-ra Tristán.

Desde la Red resaltan que a tra-vés de una ordenanza regional se se-ñala el 15 de octubre entre las fechasimportantes a celebrar.

En el en-cuentro 128 mu-jeres rurales piu-ranas lideresas,delegadas y re-presentantes demunicipios, aso-ciaciones, orga-nizaciones demujeres, comi-tés de vigilanciaciudadana y vi-gías de salud seinformaron so-bre la importan-

cia de su rol en la economía de la re-gión.

También se les informó sobre laexistencia del Consejo Regional de laMujer-Corem como un espacio de con-certación e incidencia en la defensa ypromoción de sus derechos económi-cos, sociales y culturales.

Algunas de estas mujeres parti-ciparán en actividades previas al ForoEconómico Asia-Pacíf ico-APEC2008, en la línea productiva microempresarial.

El Encuentro Regional de MujeresRurales concluyó con una audiencia pú-blica en la que se destacó que las mu-jeres rurales tienen mayores problemasde salud por vivir en zonas alejadas, porser pobres y por las políticas de saluddiscriminatorias. Se ha logrando haceralianza estratégica con instituciones quetrabajan el tema en la zona.

La Feria de Biodiversidad con ellema «El aporte de las mujeres ruralesen la economía y seguridad alimenta-ria», organizado por la Red, sirvió paraque las mujeres productoras ruralesexpusieran sus productos alimenticiosy artesanales. También fue oportunidadpara que las instituciones públicas y pri-vadas presentaran su política de tra-bajo y servicios que brindan a la po-blación.

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Radio Cutivalú de Piura se sumó ala campaña por el Día de la Mujer Ru-ral, abordando a lo largo de la semanala situación en que viven.

De otro lado, se realizó con éxitoel III Taller de capacitación de las lide-resas de la Escuela Norte (Lambaye-que y Piura), en el marco del ProyectoFormación de Mujeres Líderes Loca-les y Regionales del Centro Flora Tris-tán, en coordinación con el CentroIdeas Piura.

Región Cajamarca

El Foro Regional «Problemática ypropuestas de la mujer rural cajamar-quina» se realizó en el distrito de Ma-tará y en la provincia de Cajamarca,organizado por Reprodemuc en alian-za con el Centro Flora Tristán.

El evento fue ocasión para esta-blecer compromisos con la Gerenciade Desarrollo Social para atender lasdemandas femeninas e impulsar el for-talecimiento de las organizaciones demujeres en coordinación con autorida-des locales y regionales.

Participaron más de 200 mujeres,autoridades y población en general queya reconocen el Día de la Mujer Ruralcomo parte de las celebraciones regio-nales.

Región Arequipa

La Red Mujer Rural de Arequipapromovió la Mesa de diálogo «Día dela Mujer Rural y Día de Acción de Lu-cha contra la Pobreza», que contó conla participación de consejeros regiona-les, lideresas de la Escuela Sur, diri-gentas de organizaciones y federacio-nes de mujeres rurales, representan-tes de la Defensoría del Pueblo, me-dios de comunicación, entre otros.

Las autoridades regionales secomprometieron a cumplir una agen-da mínima que favorezca a las muje-res rurales. Uno de los temas que seabordará con prioridad es el de la do-cumentación. También se debatió so-bre las dificultades que ponen algunosgobiernos locales a la participación delas mujeres rurales.

Esta mesa ha generado las condi-ciones para la continuación del trabajode incidencia y lograr políticas a favorde las mujeres, en especial las de sec-tores rurales.

Durante toda la semana se desa-rrolló una campaña radial que eviden-ció ante la opinión pública la situaciónde las mujeres rurales y su agenda depropuestas. También se difundió entrelas autoridades el video sobre los Ob-jetivos del Milenio.

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El 15 de octubre es una fecha quecada vez más es incorporada al calen-dario de festividades tanto del gobier-no regional como locales.

De otro lado, en el marco del Pro-yecto Formación de Mujeres LíderesLocales y Regionales del Centro FloraTristán se realizó el III Taller de capa-citación de la Escuela Sur (Arequipa yPuno) en Arequipa, en coordinacióncon la Red.

Cabe resaltar que a través de unaordenanza se ha creado el ConsejoRegional de la Mujer, tras un largo tra-bajo de las organizaciones feministasy de mujeres de Arequipa, entre ellasla Red Mujer Rural. Felicitaciones a to-das ellas por el gran esfuerzo desple-gado para el logro de esta medida.

Región Junín

Una mesa de diálogo sobre la par-ticipación económica y productiva delas mujeres rurales, en el marco de ladescentralización se realizó en Huan-cayo, organizado por la Red Mujer Ru-ral Junín, en el marco del Día de la Mu-jer Rural.

Igualmente se desarrolló una cam-paña radial con el lema «Mujeres rura-les, claves para el desarrollo y la segu-ridad alimentaria». También se difundióinformación orientada a sensibilizar a lasautoridades regional y locales, para queen el marco del presupuesto participati-vo 2008 se dé prioridad a proyectos delucha contra la pobreza, en especial delas mujeres rurales.

Como cierre de campaña se llevóa cabo un foro a través de las ondasde Radio Señorial, en el que participa-ron Ena Reynoso, Norma Canales, ylas lideresas rurales Magdalena Sala-zar Palacios, Melva Blancas Jesús yJusta Mallorca Limaylla. Ellas deman-daron la urgencia de fortalecer las ca-pacidades de mujeres jóvenes rurales,promover el seguro agrario para mu-jeres, incorporar sus demandas en losplanes comunales y municipales y unaasignación para las mujeres rurales enlos presupuestos participativos.

Por su parte las lideresas señala-ron como preocupación la débil orga-nización de las mujeres para defendersus derechos, y demandaron la adqui-sición de la producción agropecuaria

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campesina por parte de los programassociales, mayor participación de lamujer campesina en espacios de deci-sión política a nivel local, regional y na-cional, y apoyo urgente para la rehabi-litación de la producción campesina.

Región Cusco

Una Feria Ciudadana se realizó enla Plaza Túpac Amaru del Cusco, comoactividad central por el Día de la Mu-jer Rural. Participaron las lideresas ru-rales de la Escuela Cusco, diferentesorganizaciones rurales y tecnólogasalimentarias. La feria fue organizadaen coordinación con Cadep José Ma-ría Arguedas y la Mesa de Género delCusco.

Igualmente, en coordinación conestas instituciones se llevó adelante elIV Taller de capacitación de las lidere-sas de la Escuela Sierra Sur-CUSCOen el marco del Proyecto Formaciónde Mujeres Líderes Locales y Regio-nales.

Región Ayacucho

Se realizó el III Taller de capacita-ción de las lideresas de la Escuela Cen-tro (Ayacucho y Junín), en el marco del

Proyecto Formación de Mujeres Líde-res Locales y Regionales, en coordi-nación con Cedap Ayacucho y Cepe-ma de Junín.

Región Apurímac

El Centro Flora Tristán ha iniciadoel Proyecto «Identidad, participación ytoma de decisiones de la mujer rural»en las provincias de Abancay y Cota-bambas de esta región, apoyado porOxfam GB.

Región Lima

Se presentó el informe «Situaciónde los Objetivos de Desarrollo del Mi-lenio a julio del 2007» y se realizó elacto público «Día Internacional por laErradicación de la Pobreza», en el Con-greso de la República, organizado porel Llamado Mundial a la Acción Contrala Pobreza-Perú, espacio en el que par-ticipa el Centro Flora Tristán.

Igualmente, se desarrolló el «Tri-bunal Nacional por los Derechos Eco-nómicos, Sociales y Culturales-DESCde las Mujeres Rurales», organizadoen coordinación con Demus, MileniaRadio, Aurora Vivar, Género y Econo-mía, ADC, Cladem-Perú, IDL, MAM-LF,

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con el auspicio del Grupo de TrabajoFeminista del Llamado Mundial a laAcción contra la Pobreza (FTF) y Lla-mado Mundial a la Acción contra la Po-breza (GCAP-Perú).

Se presentaron diversos casos: In-documentación de Joaquina LliuyaccRamos (Huancavelica); Esterilizacio-nes forzadas entre 1996 y 2000 (Anta,Cusco); Violación sexual en conflictoarmado (Huancavelica); Violaciónsexual de niñas indígenas amazónicas(Huampaní).

También se presentó el libro De in-visibles a ciudadanas: Por los derechosciudadanos de las mujeres rurales, quesistematiza la experiencia del CentroFlora Tristán en la campaña que preci-samente lleva este título. La maneraen que se ha presentado el proceso,además de la información estadísticaimportante, representa un modelo detrabajo que puede ser replicado encualquier región del país.

Un problema que cada vez preocu-pa es la trata de mujeres que afectasobre todo a jóvenes pobres y rurales.Por ello fue el tema del seminario in-ternacional «Nuevas formas de resis-tencia frente a la exclusión global. Re-flexiones sobre migración y trata en elactual contexto». Este evento fue or-ganizado por el Centro Flora Tristán encoordinación con el Institute of Gender,Globalization and Democrac de Cali-fornia State University, Northridge, y elPrograma Democracia y Transforma-ción Global de la Facultad de CienciasSociales - Universidad Nacional Mayorde San Marcos.

Este seminario fue oportunidadpara congregar a integrantes de la RedNacional de Profesoras de Estudio deGénero. En el encuentro se abordó laproblemática de las mujeres en sus re-giones, especialmente rurales, y su for-mación en teoría y pedagogía de gé-nero.

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Violeta Bermúdez Valdivia*

La finalidad de los Estados es organizar la sociedad aefectos de que todas las personas puedan acceder a los be-neficios del desarrollo y de esta manera mejorar su calidad devida. Esta finalidad debe tener su correlato en acciones y ser-vicios concretos para la población. Para brindarlos de maneraeficiente, todo Estado debe contar con una estructura funcio-nal al cumplimiento de sus objetivos.

Estado actual de la refor-ma del Estado peruano

El artículo da cuenta del

proceso de reforma del

Estado, de su avance

hasta el cierre de la pre-

sente edición y las im-

plicancias que esta re-

forma tiene en el acceso

de los derechos ciudada-

nos, en especial de las

mujeres.

Actualidad

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Obviamente, los Estados deben irse adecuan-do a los nuevos escenarios político- económicos,así como a las nuevas necesidades de su pobla-ción, particularmente de aquéllas más pobres yexcluidas, pues su misión central hoy es ser pro-motores de la equidad. Por ello, permanente-mente deben reformase, ajustar sus formasde organización, prepararse para atender lasnuevas demandas y garantizar el acceso a losservicios que ha de brindar a todas las personassin discriminación.

En el Perú, el proceso de descentralizaciónemprendido en el año 2002 exige que nuestro Es-tado nacional se adecúe a un nuevo rol rector, nor-mativo y, por qué no, supervisor del cumplimientode las políticas públicas nacionales, dado que losgobiernos descentralizados (locales y regionales)van asumiendo cada día más funciones, compe-tencias y programas que hasta hace poco esta-ban en manos del poder ejecutivo nacional.

El proceso peruano

En este marco se inscribe precisamente el ac-tual proceso de reforma del Estado en el Perú. Enefecto, en marzo de 2007 el Presidente de la Re-pública anunció ante un auditorio de más de 200funcionarias/os públicos los campos de la refor-ma emprendida por el gobierno.

En palabras del Presidente, el objetivo pro-puesto consiste en «cambiar el actual Estado in-eficiente que gasta mucho en sí mismo, centralis-ta y excluyente, que no rinde cuentas, es lento yatiende mal a los ciudadanos…por un Estado efi-ciente, austero, descentralizado e incluyente, res-ponsable, ágil y consagrado al servicio de las per-sonas como primer objetivo»1.

Este objetivo responde a un diagnóstico queestima que el Estado peruano no estaría cumplien-do con su finalidad central –como hemos indica-do–: proveer bienestar y mejores servicios a supoblación. Un estudio desarrollado por Pro Des-centralización-Prodes-Usaid, hace un inventario dealgunos problemas actuales que enfrenta nuestroEstado2:

- Pobre en resultados.- Duplicidad de esfuerzos y recursos.

- Lento y con problemas de corrupción.- Desenfocado.- Desconfiado de la ciudadanía pero también

del propio Estado pues se resiste a descen-tralizarse.

- Con problemas de asignación de recursos.- Sin una política de meritocracia, es decir que

se premie el desempeño del personal.- Sin metas claras y por lo tanto sin evaluacio-

nes.- Sin memoria institucional, lo que implica que

cada cambio de administración y hasta de ti-tular significa un nuevo inicio. No hay acu-mulación de las experiencias desarrolladas.

- Sin políticas claras que orienten sus accionesen todos los niveles de gobierno, que permi-tan señalar prioridades en el uso de los re-cursos y faciliten el control ciudadano.

Abordar estos problemas exige un compro-miso político de las más altas autoridades; pero,también, un compromiso técnico de las/os funcio-narias/os encargadas/os de poner en marcha lasreformas. Del mismo modo, la ciudadanía tieneun importante rol aportando con sus propuestas,participando en los espacios de gestión públicaparticipativa y vigilando los avances de la reformapropuesta. Para ello, resulta fundamental contarcon información sobre los objetivos planteados yel avance en su cumplimiento.

Los campos de la reforma del Estado encurso

Son tres los campos de reforma propuestospor la actual administración: i) reforma y simplifi-cación de los trámites; ii) reforma de funcionamien-to del Estado; iii) reforma de la estructura del Es-tado.

La simplificación de los trámites se orienta,sin duda, a mejorar la atención a las/os ciudada-nas/os, por ello se ha avanzado en la aprobaciónde las leyes de licencia de funcionamiento y delsilencio administrativo positivo. Esta última nor-ma resulta relevante para promover una actua-ción rápida de las entidades públicas, pues su fal-ta de respuesta en un plazo determinado ante unpedido o solicitud de las/os ciudadanas/os impli-

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cará la aprobación o conformidad del pedido plan-teado.

En cuanto a la reforma del funcionamiento delEstado, las medidas trazadas buscan mejorar lagestión y el funcionamiento de las entidades pú-blicas. Para ello se propone algunos cambios oajustes al Sistema Nacional de Inversión Pública-Snip; el impulso y apertura a la iniciativa privada;la transparencia y honestidad en las adquisicio-nes; la meritocracia en la selección, contratacióny evaluación de funcionarias/os públicos; el esta-blecimiento de metas de gestión pública; el fomen-to del gobierno electrónico y la aplicación del pre-supuesto por resultados vinculado al cumplimien-to de metas. A la fecha se han efectuado ajustesal Snip para hacerlo más ágil y lograr la aproba-ción de proyectos de inversión pública en menortiempo, sin perder su calidad técnica; se ha crea-do la Oficina Nacional Anticorrupción y se ha nom-brado a su titular; y se ha aprobado el presupues-to por resultados, aunque todavía limitadamente.Continúa pendiente, sin embargo, la reforma delempleo público.

La reforma de la estructura del Estado se plan-tea revisar y adecuar la organización del mismode tal manera que cumpla de manera efectiva consu finalidad. Las medidas propuestas en este cam-po deberían orientarnos a tener una visión claradel Estado moderno y descentralizado que que-remos; sin embargo –al menos hasta ahora– estono es así.

Las veinte medidas descentralistas propues-tas en octubre del 2006 se concentraron, en sumayoría, en el tema de las transferencias y enmuchos casos no parecen articuladas entre sí. Deotro lado, se percibe que la creación de una seriede programas como Sierra Exportadora y Aguapara Todos iría en contra de la descentralización3.Aún no se ha dado respuesta al problema de lainequidad en las transferencias financieras a losgobiernos regionales y locales4 y en rigor todavíano existen regiones, pues los actuales gobiernosregionales están constituidos sobre bases depar-tamentales.

De otro lado, continúa pendiente la aproba-ción de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo-Lope,que se espera contribuya a contar con «un nuevomarco que oriente de manera sistemática la orga-

nización, funcionamiento, responsabilidades y atri-buciones del poder ejecutivo», conforme lo indicael proyecto de ley presentado por éste y permita«aclarar y delimitar competencias (precisar quiénhace qué) tanto al interior del gobierno nacionalcomo entre niveles de gobierno». Es decir, se as-pira a que dicha norma asiente las bases para ladefinición de las responsabilidades de cada nivelde gobierno.

Dentro de las medidas en este campo, el Eje-cutivo se propuso, además, la fusión de los orga-nismos públicos descentralizados para evitar laduplicidad de competencias y cumplir las funcio-nes asignadas con mayor eficiencia y menor gas-to. En el mismo sentido se ha planteado la nece-saria integración de los programas sociales y que,a su vez, estos formen parte del denominado Fon-do de la Igualdad5.

Reforma del Estado y su impacto en políticasde igualdad

Si bien todas las medidas propuestas tienenimpacto en la efectiva promoción de la igualdadde oportunidades para hombres y mujeres; algu-nas de ellas resultan más críticas para las muje-res si tenemos en cuenta que el Estado debe serel primer promotor de la igualdad y no discrimina-ción.

Al respecto, en el marco de la reforma de laestructura del Estado, el Ministerio de la Mujer yDesarrollo Social-Mimdes creó la Dirección Ge-neral de Protección Social, como órgano de líneadependiente del Despacho Viceministerial de laMujer y adscribió en esta dirección las competen-cias y funciones del Programa Nacional WawaWasi, Programa Nacional contra la Violencia Fa-miliar y Sexual y la Unidad Gerencial de Desarro-llo Integral de la Familia y Promoción del Volunta-riado del Programa Integral de Bienestar Familiar.Esta decisión, que se adoptó mediante DecretoSupremo N° 005-2007-MIMDES, fue evaluada porlas organizaciones de mujeres y la Mesa de Muje-res Parlamentarias, como el debilitamiento de unode los mecanismos del Estado para prevenir, san-cionar y erradicar la violencia contra la mujer.

Esta decisión del Ejecutivo generó que en elCongreso de la República se debatiera un pro-

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yecto de ley para derogar el mencionado decretosupremo. Como resultado de este debate, el 30de octubre último, la Comisión de la Mujer y De-sarrollo Social aprobó por unanimidad el dictamenque propone derogar el Decreto Supremo 005-2007-MIMDES. Se espera ahora que el pleno delCongreso apruebe la mencionada norma que per-mitirá restituir la vigencia, funciones y competen-cias del Programa Nacional contra la ViolenciaFísica y Sexual y el Programa de Cuidado de Ni-ñas/os Wawa Wasi, que junto a la Dirección deInvestigación Tutelar del Instituto Nacional deBienestar Familiar-Inabif habían sido adscritosa la Dirección General de Protección Social delMimdes.

De otro lado, el debate de la Lope en la Co-misión de Descentralización, Regionalización, Go-biernos Locales y Modernización del Estado abrióespacios para la participación ciudadana, fruto dela cual diversas instituciones y personas alcanza-ron propuestas para su mejora. Entre ellas, figurala integración de la perspectiva de género en laLope6, concretamente para garantizar que la es-tructura del Estado responda de manera efectivaa las expectativas de todas las personas, inclui-das las mujeres, con el objetivo de generar lascondiciones para el cumplimiento del derecho a laigualdad y no discriminación. Y ello de acuerdo altexto constitucional y a numerosos tratados inter-nacionales sobre derechos humanos ratificadospor el Estado peruano, particularmente la Conven-ción sobre la Eliminación de toda Forma de Dis-criminación contra la Mujer. De otro lado, la ini-ciativa busca armonizar la nueva Lope con lo dis-puesto por la Ley de Igualdad de Oportunidadesentre Mujeres y Hombres, promulgada en marzode 2007.

Entre las propuestas que se consideran indis-pensables de ser incluidas figura la importanciade garantizar una instancia rectora de las políti-cas de igualdad de oportunidades y equidad degénero al más alto nivel; la necesidad de integrarun lenguaje inclusivo en la propuesta de Lope yde esta manera contribuir en la erradicación deun lenguaje sexista que alude al «ciudadano» o alos cargos en «masculino».

Asimismo, entre las competencias exclusivasdel gobierno nacional se propone que el estable-

cimiento y la supervisión de las políticas naciona-les y sectoriales de cumplimiento obligatorio portodas las entidades del Estado en todos los nive-les de gobierno sean formuladas considerando,entre otros aspectos, la promoción de la igualdadde oportunidades sin discriminación.

De la misma manera, merece destacarse quela propuesta recoge un compromiso planteado porel actual Presidente de la República durante lacampaña electoral y con posterioridad a su elec-ción, nos referimos a la conformación de un gabi-nete paritario. Así, se propone que la nueva Lopeestablezca que «el Consejo de Ministros está for-mado por los titulares de los ministerios designa-dos por el Presidente de la República garantizan-do la participación equitativa de mujeres y hom-bres». Cabe indicar que si bien el último dictamenrecaído en el Proyecto de Ley aludido explicita queel Consejo de Ministros está formado por «minis-tros y ministras» (artículo 15°), no avanza en laconsagración de la paridad, es decir en estable-cer la presencia equilibrada de mujeres y hom-bres en el gabinete.

En resumen, la oportunidad de una Reformadel Estado y de la aprobación de una nueva orga-nización del mismo, exige la necesaria adecua-ción de estos procesos a los compromisos lega-les, constitucionales e internacionales que reco-nocen el derecho a la igualdad de la mujer en to-das las esferas de la vida. Por tanto, las medidasanunciadas por el Presidente de la República de-berían integrar una necesaria perspectiva de gé-nero en su desarrollo e implementación.

*Directora Adjunta, Programa Pro Descentralización-Usaid.

1 Presentación del presidente Alan García Pérez, 2 de marzo de2007.2 PRO DESCENTRALIZACIÓN-PRODES/USAID: Lineamientos paraemprender reformas en organizaciones públicas. Documento detrabajo, Lima 2007, pp. 7 y 8.3 PRODES/USAID: El proceso de descentralización: Balance yAgenda a septiembre de 2007. Lima, octubre de 2007, p.45.4 Ibidem, p.46.5 El Presidente de la República anunció la creación del Fondo parala igualdad en su mensaje del 28 de julio del 2006, cuando asumióel cargo.6 Entre ellos, el Movimiento Manuela Ramos propuso una serie demedidas a fin de integrar la perspectiva de género en la Ley Orgánicadel Poder Ejecutivo, cfr: http://www.manuelaenelcongreso.org/

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¿Cómo está la democra-cia? ¿Cómo estamos lasmujeres?

Narda Henríquez*

El tema que convoca a esta reunión –¿qué pasa con lademocracia y qué pasa con las mujeres?– responde a la mo-tivación colectiva del Mude para aportar a una reflexión mássostenida sobre el país, que nos permita dialogar con la co-yuntura, pero también ir más allá de ella.

Los tiempos de hoy no son fáciles; nos envuelven conti-nuamente en constantes retos y urgencias que tenemos queatender. Esas urgencias tienen que ver, a veces, con los pro-gramas sociales y el trabajo de las organizaciones de base.Luego se suscitan nuevas urgencias, vinculadas a los conflic-tos sociales y, después otras, relacionadas con el terremotoen el Sur. En otras ocasiones, las urgencias se relacionancon la Comisión de la Verdad; después con el caso Mantilla. Yasí, han pasado durante este último año distintas coyunturascada una con sus urgencias.

Este artículo fue presentado

por la autora en un conver-

satorio, organizado por Mu-

jeres por la

Democracia-Mude y hace

un balance del proceso

democrático en el país y

la situación y rol de las

mujeres en él.

Actualidad

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Frente a esos acontecimientos, cómo nos co-locamos quienes queremos mirar nuestro país concierto grado de compromiso político-ciudadano,para aportar en la retroalimentación de las fuer-zas sociales organizadas, a las reflexiones críti-cas. Se trata no solo de aportar con propuestasen los campos que usualmente nos movemos lasmujeres, sino también en aquellos que podemosllamar «duros»: el presupuesto de la república, laseguridad nacional, la seguridad ciudadana, laeconomía. ¿Cómo nos colocamos frente a losasuntos mencionados?

Esta intervención está organizada en tres par-tes. La primera la he denominado, ¿qué país te-nemos? La segunda, ¿qué gobierno tenemos? Fi-nalmente, haré algunas reflexiones sobre ¿qué de-mocracia tenemos? Y, a lo largo de esta presen-tación, nos planteamos la pregunta ¿y las muje-res, qué?

El Perú hoy

Sobre ¿qué país tenemos? voy a señalar muyrápidamente algunos datos que grafican los pro-blemas que enfrentamos. El problema central, seha dicho, es la pobreza como también la desigual-dad. Entre las mujeres, la desigualdad es algo que«comunica», nos permite vincular las cuestiones«duras» y aquellas que nos parecen más cerca-nas a nosotras. Las duras se refieren, por ejem-plo, a la relación entre salarios y utilidades. Se-gún un informe de la Mesa de Lucha contra laPobreza, si comparamos la evolución de los sala-rios y la de los excedentes, encontraremos queesa desigualdad ha ido creciendo a lo largo de losúltimos años: las utilidades de las empresas hanaumentado en tanto que los salarios han dismi-nuido. No es ninguna novedad lo que pasa conlos salarios, lo vivimos día a día, pero que las uti-lidades hayan aumentado es un dato que no siem-pre conocemos, y que resulta escandaloso en unpaís como el nuestro.

Debemos aclarar que, más allá de la gestiónde un gobierno, la relación salarios- utilidades esuna tendencia registrada a lo largo de los últimosgobiernos que no ha podido ser revertida. Perohoy nos dicen que hay crecimiento, y entoncespor qué no aspirar a que las desigualdades dismi-

nuyan; por qué nos siguen diciendo que el trabajoy los salarios tienen que seguir siendo flexiblesmientras que las utilidades y las regalías no setocan.

Hay un primer nivel de desigualdad que esestructural, sin duda, pero nos dice el Presidenteque tenemos cinco años de crecimiento, hereda-do de gobiernos anteriores; entonces ya es mo-mento de que alguna de estas tendencias estruc-turales se revierta. Vivimos situaciones tan escan-dalosas que se han vuelto estructurales y corre-mos el riesgo de acostumbrarnos, por ello es ne-cesario conocer, analizar, cuestionar. Cuestionar,por ejemplo, por qué no se cobran las regalías mi-neras. Todo este año hemos estado preguntando alpresidente Alan García por qué no cumple con supromesa electoral.

La desigualdad también se puede ilustrar apartir de algunos datos que el propio discurso delPresidente ha mencionado. Él ha dicho que va adisminuir en la mitad lo que los más ricos gananrespecto del resto. Con ello nos coloca ante unartificio de difícil medición, pues la comparaciónusual alude a la relación entre el sector más rico yel más pobre. ¿Saben cuántas veces es la dife-rencia entre estos dos sectores? En este momen-to, el 10% más rico respecto al 10% más pobre,tiene 29 veces más. Si el presidente alude a dis-minuir a la mitad esta diferencia estamos hablan-do de reducir la brecha ¿en cuánto? ¿En catorceveces? ¿doce veces? Vamos a vigilar el cumpli-miento de este anuncio, pues forma parte de sudiscurso en el primer año de gobierno, ni siquieraes la promesa electoral. Esa tendencia debe re-vertirse, si él ha prometido que se va a revertir,ejerzamos la vigilancia.

América Latina es el más desigual de todos loscontinentes, de modo que estos problemas no sonfáciles de revertir, pero hay cuestiones sobre las quelos gobiernos deben y pueden actuar. Además, pues-to que estamos en época de bonanza y de vacasgordas –de «burros gordos» vamos a decir de aho-ra en adelante, cambiando los términos–, entonceshabrá que exigir que eso se cumpla.

La desigualdad también fue puesta en eviden-cia por la Comisión de la Verdad. El informe de laCVR planteó que había un abandono de determi-nadas zonas del país, que había un histórico va-

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cío de Estado. Ello tiene que ver con cómo noso-tros conocemos y reconocemos este país que esel nuestro, a aquellos que viven alejados y cómoellos nos reconocen a nosotros/as y a las institu-ciones que nos gobiernan, como espacios legíti-mos que norman la convivencia. Creo que de unlado y del otro nos conocemos superficialmente,no nos conocemos bien, más aún cuando paraellos/as las instituciones son ajenas. En ese mis-mo sentido, hemos aprendido a reconocer a un«otro/a», pero no como un «otro/a» que formaparte de «nosotros/as».

Con el terremoto hay gran despliegue de soli-daridad pero también de ineficiencia. Cómo y quévamos a denunciar, vigilar, criticar. Hay circuns-tancias en las que es muy difícil trazar la línea enla que podemos movernos. Aunque las compara-ciones son terribles, sabemos que algunos temassurgen y otros quedan de lado: el terremoto hamovilizado sensibilidades y no ocurre lo mismo conlas secuelas del conflicto armado. En cuanto a laComisión de la Verdad, quiero colocar solo un pun-to. No tanto el Informe como tal, que todavía si-gue siendo desconocido por más de la mitad de lapoblación, sino el problema de los vacíos y lasbrechas que el propio Informe denuncia y que te-nemos que superar. Entre Alejandro Toledo y AlanGarcía tendríamos que haber avanzado muchomás y no ha sido así. Estos son temas pendientespara los gobiernos y las nuevas generaciones. Lasreparaciones tienen que ser garantía de que losacontecimientos no se repitan, y para ello es ne-cesario que se lleven a cabo reformas.

Al respecto, una de las reformas sobre la quetenemos que ser vigilantes es la de la seguridadnacional y las tendencias militaristas. Por éstasno solamente aludimos a la presencia de las Fuer-zas Armadas en las calles, sino a la creencia deque todo se resuelve con el principio de la fuerza,de la guerra y de la violencia. Y el principio de laguerra y el principio de la violencia es algo contralo que las mujeres hemos luchado, es algo quenos permite ver dónde se conectan nuestros prin-cipios fundamentales sobre equidad de género,respeto a la diferencia, la no violencia. Tenemosasí un conjunto de argumentos básicos, de principiosfundamentales que plantear al país y a la agendagubernamental.

La gestión aprista

Respecto de la administración aprista, podríadecirse que hubo un momento electoral y otro detoma de gobierno. En el primero parecía que eldiscurso del presidente García era una reivindica-ción histórica y una propuesta social demócrata,para de algún modo «hacer justicia» al Apra. Perolo que garantizó su triunfo no fueron sus propiasfuerzas, por lo que tuvo que hacer un giro haciaposiciones muy conservadoras.

Eso en términos de política significa inerciarespecto del desarrollo y respecto del modelo eco-nómico. Lo grave es que para otorgar garantías ala inversión de capital o a las grandes empresas, elEstado se ha ido replegando en el campo de lasupervisión, de la prevención y de la regulación.De tal modo que, desde la época de Fujimori, sepensaba que tenía que irse hacia cambios a nivelinstitucional. Estos cambios no se han dado, al con-trario, la situación ha empeorado: los mecanismosde regulación de este gobierno no han contribuidoa restituir e institucionalizar aquello que Fujimoridesmontó; eso es sumamente grave. Chile, que setiene como el modelo liberal más importante, regu-la y supervisa calidad, licitaciones, etc.

Entonces, por el lado del gobierno, uno de losaspectos más preocupantes, aunque no es tan vi-sible, es la desinstitucionalización que se ha idorepitiendo, que se va reproduciendo y que no halogrado que se revierta en formas de gestión pú-blica más equitativas, con garantía de que hayamenos corrupción, que haya servicios públicos alos que podamos apelar. El terremoto pone en evi-dencia la ineficiencia, la desigualdad en el trato yen la atención, y la personalización de la ayudaque se está brindando. Ello abre las posibilidadesde adoptar mecanismos clientelares en el uso dela ayuda, que no pueden sino repudiarse.

Por qué un presidente como Alan García ten-dría que recurrir a esos mecanismos. Hemos pa-sado de un «caudillo proveedor», como algunavez Giulia Tamayo llamó a Fujimori, a un Alan Gar-cía «patriarca seductor». No es que él sea real-mente un patriarca –no tenemos un Estado pa-triarcal, es más bien un Estado paternalista–, perome interesaba usar la figura patriarcal porque aun-que él mismo pueda no advertirlo, se trata de un

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personaje que considera que su palabra es la quecuenta y las/os demás deben alinearse; es lo queen teoría se llama la «palabra del amo».

Hoy, no solo nos preocupan los psicosocialesque a la manera de Fujimori de cuando en cuan-do pueden reaparecer, sino un estilo de gobiernoque se apoya en una especie de democracia vir-tual, construida y teatralizada a través de los me-dios de comunicación que, muchas veces, desin-forma. Con ello se crea un sentido de la políticaque nos está desarmando como ciudadanas/os,que está desarmando nuestras posibilidades deactuar política y críticamente. Hay desinformación,hay vaciado de sentido, hay tendencia a la unifor-midad de opinión pública y hay, además, estilosque no pasan por las instituciones que permitanconsolidar los mecanismos ciudadanos, de super-visión de los servicios públicos, de vigilancia ciu-dadana y de eficiencia.

Una de las dificultades mayores en un mundoglobalizado es que los poderes se invisibilizan, so-bre todo los poderes económicos, quiénes son ydónde están. Desde hace algunos años, las/os es-pecialistas trabajan sobre el modo en que se to-man las decisiones, una buena parte de las cualesse definen fuera del país; a la vez, también, hayreformas que redefinen cómo se toman las deci-siones dentro del país. El único medio que tene-mos para garantizar que las tendencias económi-cas internacionales y la dinámica del mercado yde los intereses financieros globales no nos ava-sallen, es el Estado y la política. La política estámuy fragmentada, las mediaciones que ejercían lospartidos políticos muy debilitadas, pocas capacida-des para articular esas respuestas, conflictos loca-lizados que se resuelven bilateralmente.

Frente a ese panorama, respecto del gobier-no, y en frases fáciles, ni el crecimiento económi-co chorrea, ni la democracia chorrea, ni la equi-dad de género chorrea. Hay que tener voluntadpolítica para cambiar y avanzar en términos deequidad social y de género. Este gobierno comen-zó proponiendo la pena de muerte para los viola-dores, sin tomar posición sobre los casos de vio-laciones que se produjeron durante el conflicto ar-mado; algunas de esas mujeres tienen hijos yacon veinte años edad y es un tema sobre el cualno se ha hecho nada.

Este doble discurso del gobierno es alarman-te, y nosotras como mujeres tal vez deberíamoshacer un poquito más de lo que estamos hacien-do. Se produce una disociación entre lo que sediscute en los medios de comunicación –pena demuerte para violadores– y nada sobre la CVR.

Al intensificarse los conflictos sociales, losvoceros del gobierno no tuvieron otra respuestaque acusar a comunistas, senderistas, narcotrafi-cantes de haberlos provocado. Todos estos argu-mentos se emiten sin el menor esfuerzo por com-prender qué está pasando. Nadie, ningún partido,tiene la fuerza para articular un movimiento socialde las dimensiones que tuvimos. Todas fuerondemandas muy parciales que coincidieron en uncontexto de precios en alza, en el que la tenden-cia era hacer balances, y eso permitió que se pro-duzcan oportunidades para la movilización –enteoría se habla de estructura de oportunidades–y que lograran impacto en la agenda nacional. Enbuena hora. Pero no ha habido la posibilidad deentender qué significa esto, que no es nuevo. To-das esas demandas se repiten cada año y van avolver a repetirse. ¿Cómo tratamos esos conflic-tos?

Por consiguiente, promover equidad social yequidad de género, construir nuevos consensossociales en donde tengamos una voz las muje-res, son algunas de las tareas.

En estos últimos años se ha expandido la olaconservadora en sectores de la Iglesia y de lasFuerzas Armadas, aún en instancias del sectorpúblico, como el Ministerio de la Mujer. Sin em-bargo, hay aprendizaje de derechos e inserciónde las mujeres de diversos sectores sociales enespacios de acción pública. Por ello, la construc-ción de pactos y acuerdos hoy debe tener en cuen-ta no solamente las conquistas de las mujeres sinosus voces, y nosotras tenemos que ser capacesde tocar las puertas de los problemas de seguri-dad nacional, de seguridad ciudadana y las puer-tas del quehacer político. No podemos dejar quela corrupción vaya impune, que pase por nues-tros ojos y que no se denuncie.

*Académica, integrante del Movimiento de Mujeres por laDemocracia-Mude

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¿Retrocesos en la políticade prevención y atencióna la violencia?Grecia E. Rojas Ortiz*

En el Perú, la violencia contra la mujer es la principal for-ma de discriminación de género que sufren las mujeres; sinembargo, en los últimos siete años las políticas de preven-ción, atención y sanción a la violencia contra las mujeres vie-nen sufriendo una serie de restricciones y limitaciones que acorto plazo producirán la eliminación de las mismas.

La Ley Marco de Modernización de la Gestión del EstadoN° 27658 (17 de enero del 2002) define el proceso para latransferencia de funciones y competencias del gobierno cen-tral hacia los gobiernos regionales y locales, así como los me-canismos mediante los cuales se deberá desarrollar determi-nadas características de gestión y buen gobierno. El objetivoprincipal de este proceso es «construir un Estado democráti-co, descentralizado y al servicio del ciudadano, con énfasisen la mejora la gestión pública».

El artículo presenta un

análisis de la actual si-

tuación de los programas

orientados a la lucha con-

tra la violencia hacia las

mujeres, como resultado

de una serie de políticas

contradictorias emitidas

desde el gobierno central.

Actualidad

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Es decir, el aparato estatal debe lograr mayo-res niveles de eficiencia de tal manera que brindeuna mejor atención a la ciudadanía, a través deseñalar prioridades y optimizar el uso de los re-cursos públicos.

Bajo esta lógica se procedió a reformar la Leydel Poder Ejecutivo, reformulando las funcionesdel Ministerio de Promoción de la Mujer y Desa-rrollo Humano-Promudeh, rebautizado como el Mi-nisterio de la Mujer y Desarrollo Social-Mimdes1,sector que agrupa y dirige los programas socialesy de género. Esta modificatoria crea el Viceminis-terio de Desarrollo Social pero no le asigna mayo-res recursos económicos, sino que obliga a la re-distribución de estos recursos al interior del sec-tor, hecho que perjudicó especialmente al Progra-ma Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual.

Posteriormente, el Decreto Supremo Nº 006-2007-MIMDES (22.06.07) establece como com-petencias de este sector la rectoría de las políti-cas públicas y actividades referidas, entre otras,al desarrollo de la mujer y el fortalecimiento de lafamilia (inciso a, art. 4º); respeto a los derechosfundamentales de los grupos poblacionales encondición de pobreza, pobreza extrema, discrimi-nación o violencia familiar, social, política; el alto ries-go nutricional (inciso e, art. 4º); así como promoción,atención y apoyo a la población en riesgo (inciso f,art. 4º).

Este contexto normativo nos demuestra quelas políticas en materia de género se redujeron alámbito de la igualdad de oportunidades, mientrasque aquellas referidas a la violencia contra la mu-jer han variado a un enfoque de riesgo social yprotección a la familia. Un ejemplo de esta afir-mación es que los Centros Emergencia Mujer-CEM2 son considerados por el Plan Anual deTransferencia sectorial 2007 del Mimdes como«servicios de atención a personas en riesgo y vul-nerabilidad».

Por otro lado, el Decreto Supremo Nº 027-2007-PCM (25.03.07) estableció el marco obliga-torio para el desarrollo de políticas nacionales yuna de las principales materias a las que se ledaría prioridad en la gestión gubernamental es laigualdad de hombres y mujeres. Esta política na-cional debe dirigirse entre otros a:

2.2. Impulsar en la sociedad, en sus acciones

y comunicaciones la adopción de valores, prácti-cas, actitudes y comportamientos equitativos en-tre hombres y mujeres, para garantizar el dere-cho a la no discriminación de las mujeres y la erra-dicación de la violencia familiar y sexual.

2.5. Atender prioritariamente a las familias ensituación de extrema pobreza, pobreza o riesgosocial, así como a las familias dirigidas por muje-res.

A pesar de que la Ley de Igualdad de Oportu-nidades para hombres y mujeres (LIO) es una prio-ridad, actualmente existe un proyecto de regla-mentación promovido desde el Ministerio de laMujer no obstante que el texto de la Ley Marcoestablece la calidad de «norma autoaplicable» dela misma. Por otro lado, el nivel de compromisopresupuestal sigue siendo un problema para ladebida implementación de la Ley Marco, la mis-ma que de no contar con partidas presupuestalesespecíficas no puede generar ningún cambio.

En el ámbito regional, los planes regionalesde igualdad de oportunidades-PRIO entre hom-bres y mujeres no han considerado medidas paraenfrentar las conductas socio-culturales que re-afirman, consolidan y preservan relaciones inequi-tativas de género, especialmente en lo referenteal cuerpo, la sexualidad y la reproducción. Muchosde estos PRIO han incorporado acciones frente ala violencia hacia la mujer.

Por su parte, el comité de expertas de la Con-vención contra toda forma de discriminación ha-cia la Mujer-Cedaw ha manifestado su preocupa-ción porque el Estado peruano emplea los térmi-nos «equidad» e «igualdad» de tal manera quese podría interpretar que son sinónimos siendoque expresan ideas diferentes y que su uso si-multáneo puede dar lugar a confusiones concep-tuales. El Comité ha recomendado al Estado pe-ruano que emplee sistemáticamente el término«igualdad» en sus planes y programas3.

El Programa Nacional contra la Violencia Fa-miliar y Sexual4-PNCVFS, como órgano integra-dor de las normas y políticas sobre violencia con-tra la mujer, fue creado inicialmente como órganodependiente del Despacho Ministerial. A partir dela modificatoria de la Ley del Poder Ejecutivo pasóa depender del Despacho Viceministerial de la Mu-jer. En el año 2005 fue adscrito al Instituto Nacio-

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nal de Bienestar Familiar-Inabif, ocasionando unretroceso político en materia de enfoque, jerar-quía, autonomía política y presupuestal.

Al año siguiente, el PNCVFS, ante la presiónejercida por la sociedad civil, es elevado a la cate-goría de Oficina Pública Descentralizada-OPD, loque le permitió independizarse administrativa ypresupuestalmente, como una forma de paliar elerror cometido. Finalmente, el Decreto SupremoNº 005-2007-MIMDES (5 de mayo de 2007) creóla Dirección General de Protección Social, orga-nismo de línea dependiente del Despacho Vice-ministerial de la Mujer del Ministerio de la Mujer yDesarrollo Social, adscribiéndole las competen-cias y funciones del PNCVFS y, a la vez, determi-nó la extinción del mismo.

La creación de la Dirección Nacional de Pro-tección Social-DNPN concreta la variación de en-foque en las políticas nacionales regidas por elMimdes, las mismas que pasaron de un enfoquede género a un enfoque de riesgo social y protec-ción a la familia. Es decir, da prioridad a la unidadfamiliar sobre los derechos de las personas quela conforman y mina así la vida de las diversasfamilias existentes en nuestro país.

A ello se agrega un fuerte énfasis al tema decombate a la pobreza. Por ello, los CEM, servi-cios especializados en la atención a la violenciafamiliar y sexual, han sido considerados parte dela «Red local de Protección Social»5, paquete quedebe ser descentralizado a los gobiernos localesy que, además, es uno de los tres ejes de inter-vención de la política de lucha contra la pobreza(Decreto Supremo Nº 029-2007-PCM, Plan de Re-forma de Programas Sociales).

Se Planificó que a partir de junio de 2007(Plan Anual de Transferencias Sectorial 2007 delMimdes) debía de iniciarse la transferencia delos Centros Emergencia Mujer a los gobiernos lo-cales; sin embargo, este proceso aún no se iniciay, por el contrario, en una acción totalmente ilógi-ca se han instalado 21 nuevos Centros Emergen-cia Mujer haciendo un total de 64 CEM a nivelnacional, cifra que cubre apenas el 3.49% de los1 834 gobiernos locales existentes a nivel nacio-nal. Se busca lograr que exista un CEM en cadaprovincia6, lo que no queda claro es cómo se con-tinuará con el proceso de descentralización con

estos nuevos servicios y no se ha podido aclararel porqué del incremento de CEM si han de serdescentralizados.

Finalmente, es importante señalar que el PlanNacional contra la Violencia hacia la Mujer-PN-CVHM, en la práctica, depende de manera direc-ta del PNCVFS, el mismo que se ha visto afecta-do por la situación confusa de este órgano. Así elbalance del cumplimiento del PNVHM 2002-2007es deficitario y a enero 2008 no se cuenta conuna nueva versión aprobada para el periodo 2008-20127.

Cabe hacerse una pregunta: ¿es realmentenecesaria la descentralización de los CEM y la des-aparición del PNCVFS en el proceso de descen-tralización? Si bien es cierto existe la necesidadde reorganizar el aparato estatal y de redistribuirlas funciones y competencias existen problemassociales que necesitan medidas especiales porparte del Estado para su mejor tratamiento. Unode ellos es la violencia hacia la mujer. El insufi-ciente trabajo de sensibilización de las autorida-des locales en el tema de la violencia hacia la mujery en especial frente a la violencia familiar, hacepeligrar la continuidad de estos servicios especia-lizados. El mejor ejemplo es el poco desarrollo yrelativo apoyo que reciben las Demunas.

* Miembra asociada al Centro Flora Tristán y del InstitutoPromoviendo Desarrollo Social-Iprodes.

1 «El Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social propone y ejecuta lapolítica de desarrollo social y humano promoviendo la equidad degénero y la igualdad de oportunidades de la mujer, la niñez, la terceraedad y las poblaciones en situación de pobreza y extrema pobreza,discriminadas y excluidas».2 Creados mediante R.M. Nº 216-99-PROMUDEH, modificada porR.M. Nº 074-2000-PROMUDEH, experiencia de atencióninterdisciplinaria y multisectorial de respuesta a la violencia familiary sexual.3 Párrafos 12 y 13 de las recomendaciones al sexto informe periódicodel Perú (CEDAW/C/PER/6) en sus sesiones 763ª y 764ª, celebradasel 19 de enero de 2007. La lista de cuestiones y preguntas del Comitéfigura en el documento CEDAW/C/PER/Q/6 y las respuestas delPerú figuran en el documento CEDAW/C/PER/Q/6/Add.1.4 Creado mediante el D.S. Nº 008-2001-PROMUDEH, como órganoencargado de diseñar y ejecutar a nivel nacional acciones y políticasde prevención, atención y apoyo a las personas involucradas enhechos de violencia familiar y/o sexual.5 ¿Qué son los Centros Emergencia Mujer? Situación actual yperspectivas dentro del proceso de descentralización. Ministerio dela Mujer y Desarrollo Social. Lima, marzo 2007.6 Tomada de la página web del Mimdes, el 5 de diciembre de 2008.not11dic2007 MIMDES CEMs.htm.7 Existe una propuesta desarrollada a través de la contratación deuna consultora externa del Mimdes.

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¿Es posible otra Iglesia?Jorge Luis Ortiz Delgado

Quintín García González, escritor y periodista, escribióhace algunos días en el diario El País un provocador artículosobre el papel de la Iglesia católica en el contexto de laselecciones en España. El artículo, entre líneas de acentua-das críticas a los prelados que intervenían con amplia cober-tura mediática en el encendido ambiente electoral, arreme-tió contra la orientación del voto que las autoridades ecle-siásticas ofrecían con tono sobreprotector e impositivo, queauguraban retrógradas intromisiones que tienen como únicofin conservar sus cuotas de poder antes que acreditar ciertointerés por el fortalecimiento de la democracia y la unidaddel país.

Los fragmentos más severos del texto sintetizan la con-trariedad e indignación que manifiesta García González a lolargo del escrito: «Leo a analistas políticos y coinciden enque los obispos tienen derecho como ciudadanos a hablarde lo que quieran… Y como buenos padres intentan ahora

El autor reflexiona sobre

la posibilidad de una

Iglesia diferente a partir

de hacer un paralelo

entre la reacción del

Arzobispo de Arequipa,

ante la aprobación de un

Protocolo para la

atención del aborto

terapéutico, por parte del

Gobierno Regional, y la

participación del prelado

católico en las elecciones

españolas.

Nacional

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orientarnos por ahí a sus hijos. …Yo no hago másque repetirme: con estos padres no puedo creceradecuadamente; ni acceder a una autonomía sanay equilibrada. Así que si mis padres –cardenales,obispos, etcétera– quieren orientar mi voto políti-co (aquí hay un problema de dignidad humana,no de colores ideológicos) según sus intereses,entonces me digo: pues para eso, ¡mejor huérfa-no! Y también, ¡otra Iglesia es posible!».

Pero una opinión como ésta, no lejana a lasincontables denuncias y críticas que las socieda-des laicas, aquellas en donde la libertad de ex-presión ha logrado conquistar un espacio irreduc-tible y salvaguardar la autonomía en la concienciade las personas, no parecería peculiar si no fueraporque el autor del mencionado artículo, ademásde ser un prolífico ensayista y ganador de un recientepremio de poesía, es, también, un sacerdote domi-nico.

Mi curiosidad por reconocer en la voz de estesacerdote antecedentes de insubordinación den-tro de la Iglesia católica me llevó a una de las in-vestigaciones mejor documentadas que se hayaescrito al respecto. La vida sexual del clero (By-blos, 2005) de Pepe Rodríguez. Es un libro quereúne una variedad de testimonios y estadísticassobre el sustento clerical que defiende el celibato

y la consiguiente falta de legitimidad real y evan-gélica de esta imposición. Las conclusiones delautor al final de cada capítulo son contundentesporque, más allá de la lógica con que se explica lapostura de la Iglesia desde varias centurias atrás,el autor aborda el tema desde una perspectivaperiodística apoyada con argumentos teológicosy psicológicos que enriquecen la investigación.

La huella de credibilidad que lleva consigo estapublicación se advierte en la plena identificación,con nombres y apellidos, de aquellos sacerdotessecularizados que declaran, unos con peor suer-te que otros, cómo a partir de su disentimientofrente a los axiomas de la institución han padeci-do humillaciones y amenazas por parte de quie-nes, desde adentro y arraigados en las cúpulasdel poder doctrinal, gozan de los privilegios queotorga la jerarquía eclesial.

Así, y trasladando los frutos de tal investiga-ción a la realidad local, se puede encontrar expli-caciones a la reacción del arzobispo de Arequipa,Javier del Río Alba, cuando se firmó un Protocolopara la aplicación del aborto terapéutico en el Go-bierno Regional, que invadió la atmósfera de lagestión pública que, para no ser discriminadora,debiera ser laica y por lo tanto considerar la nece-saria distancia ética entre Estado e Iglesia.

...hoy en día, no son pocas

las autoridades políticas

que se mantienen sumisas

a las llamadas de atención

de un arzobispo

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Los denuestos del arzobispo dirigidos a quie-nes elaboraron y firmaron tal documento, perso-nas como a las que, sin mayor titubeo, Juan Pa-blo II alguna vez llamó «fuerzas de la muerte»,refiriéndose a la ciudadanía que proponía –y si-gue haciéndolo– el aborto como salida al proble-ma de salud pública y a la eutanasia como el de-recho de regir cada cual su propia vida sin tutelajeestatal, se explican si se verifica el encono y eldislate que los agravios del arzobispo acumulanen cada declaración suya.

La jerarquía católica, encabezada por el Papay el conciliábulo de sus más cercanos colabora-dores, como lo ilustra muy bien Pepe Rodríguezen su investigación, cuando nombra a un obispoo cardenal, no lo hace en función de su talla hu-mana, intelectual, teológica, pastoral, ni, obvia-mente, por su compromiso social; sino por la ga-rantía que los sacerdotes promocionados puedanofrecer para extender la historia de servidumbreque éstos alimentan con la disciplina que a ultran-za sirve para defender las directrices vaticanas.

La comunidad católica, a la que la misma Igle-sia mantiene apartada del conocimiento de sus máscategóricas decisiones, para no hablar de una faltade comunión (participación) en las designacionesde autoridades clericales, más por buena fe porparte de los creyentes que por ingenuo descuido,desconoce, en realidad, los argumentos por los queuna autoridad eclesiástica es ungida como tal, yproduce en la mayoría de la sociedad una sensa-ción –ajena a la convicción de su creencia– de des-encanto y apatía cuando su representante religio-so reparte a los cuatro vientos manotazos de into-lerancia, sensatez rendida y lucidez apagada.

La tradición religiosa que ostenta el Perú,como la gran mayoría de países latinoamericanos,ha producido vínculos coriáceos con las institu-ciones representativas que devienen de la legiti-mación democrática de los pueblos. Y hoy en día,no son pocas las autoridades políticas que semantienen sumisas a las llamadas de atención deun arzobispo alarmado por la falta de cumplimientoa las leyes eclesiásticas.

Este temor se ve fundado en la presencia que,por desgracia, mantiene la Iglesia, por ejemplo,en ámbitos académicos, universidades, escuelasy otros, cuyos sobresalientes profesionales pero

mansas ovejas, al fin y al cabo, ejercen claras in-fluencias en las decisiones gubernamentales. Sinembargo, y dicho con cierto optimismo, la expe-riencia ha enseñado que las supersticiones y lairascibilidad de sus postulados cuando carecen defieles discípulos terminan debilitándose por sí mis-mas. Para comprobar esto abría que conocer, noimporta si informalmente, en verdad cuántas deestas personas atadas laboralmente a alguna de-pendencia eclesiástica, directa o indirectamente,guardan en sus fueros internos el convencimientode que existen serias y absurdas incongruenciasentre lo que los cánones religiosos dictan y lo quevivir en dignidad representa.

Baste la realidad, aquella que permite diálo-gos francos y reveladores, sin la amenaza palpi-tante que en otro tiempo producía la herejía, paraconocer la opinión de muchos profesores de reli-gión contagiados de la reflexión y cordura con quellevan su vida diaria, lejos de dogmas y leyes ser-viles, aunque acaten disposiciones de su oficio.

La mejor de las insurgencias es aquella quesignifica irse contra todo tipo de tiranía que nosiempre suele empuñar una pistola o conducir untanque para abatir físicamente al contrario sino,también, puede venir adornada de designio divinointerpretado por voces imbuidas de una malsanasuperioridad para reducir cualquier intento de bri-llo intelectual, cuestionamientos oportunos y todosigno de conciencia de individualidad. Insurgen-cias de este tipo han construido sociedades fuer-tes y decentes sobre la base no solo de lo quecreen, sino de cómo se tratan mutuamente.

El testimonio de tantas mujeres arrogándose,con fundada razón, el derecho de decidir sobre supropia vida; la valentía de millones de jóvenes re-belándose a la caducidad del mal llamado conser-vadurismo, flojo camuflaje de la urbana hipocresía,haciendo responsable uso de métodos anticoncep-tivos en sus relaciones sexuales, generalmente,prematrimoniales; y el coraje de personas comoQuintín García González, nos hacen vislumbrar, sibien todavía muy remotamente, la esperanza deuna trasformación que tenga como norte la acep-tación de la diversidad, la pacificación de los impul-sos que muchos credos cultivan y la confianza depensar que otra Iglesia, una moderada, incorrupti-ble y más humana, es posible.

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La trata de mujeres para laexplotación sexualLiz Melendez*

La trata está relacionada con la captación y coacción depersonas para su explotación. Existen diversas modalidades,una de las más frecuentes y que afecta principalmente a lasmujeres es la trata con fines sexuales1. En el Perú se da tantola trata interna como la externa. La primera hace referencia alfenómeno de coacción, engaño y traslado de una víctima dentrodel territorio nacional, y la segunda implica la explotación de muje-res fuera de las fronteras y por general se relaciona con el tráficode personas.

Las rutas son variadas y, sobre todo, las/os tratantes bus-can el alejamiento y la incomunicación de la víctima comouna forma de reducir el riesgo de ser puestos en evidencia.

Algunas investigaciones realizadas desde organizacionesde la sociedad civil y organismos internacionales2 permitencaracterizar el problema a nivel nacional y, principalmente,que éste se coloque como una preocupación para el Estado.Aunque ello representa un importante avance es necesarioseguir construyendo conocimiento y develando todas los aris-

Este artículo busca ilus-

trar el problema de la tra-

ta que cada vez se incre-

menta en nuestro país.

Complementa este artículo

el contenido de la histo-

rieta para que se trabaje

el tema con las mujeres,

pues de acuerdo a estu-

dios hay un desconoci-

miento en la población, lo

que permite actuar con li-

bertad a los explotadores.

Nacional

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tas del problema, el cual se va diversificando enun mundo globalizado y mercantilizado, al mismotiempo que refuerza los estereotipos del patriar-cado y amplía la brecha de discriminación entrelas personas.

De acuerdo al estudio de diagnóstico sobretrata de mujeres, niñas y niños en el Perú4, las/osexplotadoras/es demandan mujeres jóvenes en-tre los 12 y 25 años, especialmente aquellas cuyoentorno social, afectivo y económico las sitúa encondiciones de mayor vulnerabilidad. Esta situa-ción disminuye el riesgo de ser descubiertos oacusados.

Según este diagnóstico, las mujeres adoles-centes son la población en mayor riesgo de serexplotadas sexualmente. Hay que resaltar quequienes captan a adolescentes lo hacen respon-diendo a la demanda de quienes pagan por tenersexo con personas menores de 18 años. En estaactitud subyacen patrones derivados de la domi-nación patriarcal como lo es el tutelaje, el deseode dominio y disciplinamiento de todo lo joven, alser considerado como inferior, manipulable y con-trolable. Estos valores se encuentran fuertemen-te enraizados en la sociedad y a partir de ellos seconstruyen imaginarios y fantasías sexuales enlos que el sometimiento de la voluntad se convier-te en un medio de placer y se legitima mediante elpago del dinero. En este sentido, la responsabili-dad también recae sobre el llamado «consumidor».

Si bien es cierto las interpretaciones y cons-trucciones sociales sobre la sexualidad y la subje-tividad femenina joven sirven de soporte para lapermanencia de situaciones de explotación comola trata de mujeres, en nuestra sociedad persis-ten otras circunstancias de discriminación que sonasidero del problema como la pobreza, el desem-pleo y el subempleo, la violencia en las familias,la falta de acceso a recursos informativos y unaeducación de calidad que garantice la capacidadde defender una vida sin violencia. A ello se sumala existencia de la migración que se mantiene enel imaginario de las personas como una solucióny posibilidad de acceso a oportunidades y mejorade vida.

El tráfico de personas consiste en la facilita-ción de la migración irregular. En el Perú se haconstatado que los principales países de destino

del tráfico y trata de mujeres con fines de explota-ción sexual son: España, Italia, Estados Unidos,Canadá, Japón y Bolivia5. Aunque no toda situa-ción de migración irregular implica un problemade trata, el tráfico incrementa los riesgos, ya quequienes migran están sujetas a pagar deudas,poseen documentos fraudulentos y se encuen-tran en situación de clandestinidad, por ello sonmás proclives a caer en las redes de tratantes ytienen menos posibilidades de buscar ayuda.

Sin embargo, los riesgos no solo se encuen-tran fuera de nuestras fronteras, como se men-ciona en líneas anteriores. En nuestro país existeel problema de la trata interna, el que se presumellega a ser de tal magnitud que superaría las si-tuaciones de trata y tráfico hacia el exterior. Lasprincipales ciudades identificadas como lugaresde captación y destino de jóvenes mujeres son:Lima, Cusco, Cajamarca, Tarapoto, Puerto Mal-donado, Arequipa, Iquitos, Puno, La Libertad, Lam-bayeque y Junín. Un reciente estudio en NuevaCajamarca, Rioja6, estima que solo en este distri-to existen aproximadamente 200 adolescentes queson explotadas sexualmente, muchas de ellas víc-timas de trata de personas.

Otro de los hallazgos de la investigación es eldesconocimiento del problema por parte de la po-blación y como consecuencia la tolerancia a si-tuaciones que aún no son completamente identifi-cadas como un abuso. Por ejemplo, diversos po-bladores e incluso autoridades no logran distin-guir entre lo que es una situación de explotaciónsexual y la prostitución. Suele culpabilizarse a lamujer o suponer que las causas obedecen a con-diciones de pobreza, deseo consumista de lasmujeres, desempleo o familias disfuncionales. Locierto es que éstas pueden ser condiciones demayor vulnerabilidad que es necesario enfrentar,pero las reales causas son aún más profundas ysubyacen en imaginarios que emergen de unacultura de violencia contra las mujeres.

Conociendo la trata a través de testimonios

Luego de haber descrito en líneas generalesel problema, se podrá tener una mayor compren-sión de los momentos de la trata y algunas estra-tegias de las/os tratantes a través de dos testimo-

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nios de víctimas, quienes, afortunadamente, lo-graron escapar y buscaron ayuda en la Defenso-ría del Pueblo de Puerto Maldonado. Ésta, encoordinación con el Centro Flora Tristán, lograronretornar a las jóvenes mujeres a su lugar de ori-gen.

«(…) habían avisos (en Ate Vitarte, Lima), endonde decían diferentes tipos de trabajo; en unode ellos decía: Se necesita señorita de buena pre-sencia para Puerto Maldonado, y se paga 800 so-les mensuales... La señora de la agencia me ha-bló de cómo era el trabajo, me dijo que era aten-ción al público y que me pagaban 800 soles, quenos pagaba el pasaje y nos cubría comida por unmes» (Meche, 25 años).

«Me fui a buscar trabajo en una agencia deempleos en Vitarte. El señor de la agencia me ofre-ció un trabajo para atención al público que era paraPuerto Maldonado... » (Katia, 20 años).

En estos dos fragmentos se evidencia clara-mente uno de los mecanismos más comunes paracaptar víctimas de trata para la explotación sexual:mediante el ofrecimiento de puestos de trabajosengañosos como meseras y atención al públicoen agencias de empleos informales. Como vemos,el empleo no es en el lugar de origen de la víctimasino en una ciudad alejada y desconocida paralas mujeres.

«La señora sacó el pasaje y no había asiento,nos dijo que nos fuéramos a dormir a su casa, nopodíamos volver a nuestra casa a dormir porqueella tenía nuestros documentos. Dijo que si nosíbamos a nuestras casas a dormir ella se llevaríanuestras maletas y nuestro DNI. (…) Nos llevó allocal con una moto, cuando bajamos vimos pu-ras chicas con hombres abrazados tomando ynos asustamos porque algunas de las chicas es-taban semi calatas con unas faldas bien chiquitasque se les veía todo. En el cuarto una chica nosdijo en qué consistía el trabajo y decidimos hacerun plan para escapar» (Meche, 25 años).

«La señora nos dijo que bajemos para hablarcon ella sobre en qué consistía el trabajo y nosdijo que el sueldo era de 700 soles mensual y quenos iba a descontar el pasaje, el hospedaje y lacomida. Entonces le dije que en Lima nos habíandicho otra cosa y la señora dijo que así era el tra-bajo. (…) quisimos escapar, ya las chicas nos ha-

bían contado que las demás chicas hacían sali-das, pases7 para poder ganar algo de dinero. De-cidimos escapar, sacando poco a poco nuestraropa. El señor se dio cuenta que nos estábamosyendo y mandó a su seguridad para que nos atra-para, mi amiga logró escapar y luego me tiraronen una silla, me gritó y me acusó que yo era unaratera» (Katia, 20 años).

En estos fragmentos se nos relata el momen-to en que las mujeres se enteran de las realescaracterísticas del trabajo, cuando ya se encuen-tran lejos de su lugar de origen, sin dinero ni do-cumentos para poder regresar. Ante la intenciónde escapar los/las tratantes utilizan a hombres con-tratados especialmente para la seguridad. Con ellose evidencia que existe toda una organización entorno a este delito. Según estos testimonios, am-bas mujeres han sido víctimas de trata interna, yaque fueron engañadas, trasladadas hacia un des-tino lejano y luego coaccionadas por medio delsecuestro de documentos, chantajes, adjudicaciónde deudas y delitos no cometidos.

Si bien se pudo trasladar de regreso a estasmujeres; sin embargo, no todas las víctimas lo-gran escapar y encontrar ayuda. Es necesariomencionar que el proceso de identificación, aten-ción, traslado y protección de víctimas es aún in-cipiente debido a la falta de un estructura organi-zativa sólida la cual solo se logrará a través de laarticulación y cooperación interinstitucional entrelas diversas organizaciones especializadas en eltema, el diálogo, la cooperación con el Estado y elfinanciamiento de la comunidad internacional.

*Integrante del Centro Flora Tristán.

1 Se presenta en tres figuras básicas: a) explotación de la prostituciónajena o comercio del sexo contra la voluntad de la involucrada; b) lapornografía; y c) el turismo sexual.2 En el país resaltan las investigaciones del Centro Flora Tristan,Movimiento el Pozo y las coordinadas por el programa IPEC – OIT.Asimismo, en los últimos dos años se han emitido documentos deorganizaciones como Opción, CHS y Acción por los niños,organizaciones integrantes del Grupo Multisectorial contra la Tratade Personas.3 Diagnóstico sobre Trata de mujeres, niñas y niños en el Perú. CentroFlora Tristan, 2005.4 Ibid.5 FLORENTINI, Dante. 2007. Diagnóstico rápido sobre explotaciónsexual de adolescentes en Nueva Cajamarca. CRS/Perú.6 Salidas y pases; palabra con la que se nombra la prostitución demujeres en locales nocturnos cuya fachada es la de un bar o unacantina.

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Mamá, la situación

no puede continuar

así. Voy a seguir el

consejo de mi

amiga Rosa.

Pero, María, cómo te vas

a ir, algún trabajo

conseguiré, y tú podrás

estudiar de noche y

trabajar de día.

Revista Chacarera Nº 36

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Muchas mujeres del campo deciden dejar su casa y

trasladarse a una ciudad o a otro país para ayudar a su

familia. A este proceso se le llama migración.

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,

i

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El movimiento de mujeres hoy

El movimiento de mujeres está viviendo un proceso interesante en el país.Las distintas organizaciones (de comedores, Programa del Vaso de Leche,

rurales, sindicales, de trabajadoras del hogar, entre otras) se vienen reuniendocon el objetivo de articular agendas y coordinar acciones de incidencia política.Por otro lado, en el marco del auge agroindustrial exportador están naciendo

diversos sindicatos, liderados en algunos casos por mujeres o con agendas enlas que se incluyen sus demandas, gracias al protagonismo que ellas están

teniendo en este proceso. Noticias llenas de expectativas, teniendo en cuenta laimportancia para la construcción democrática nacional de un movimiento socialcon liderazgos, agendas y propuestas claras. Más aún, si este movimiento es

femenino, en un país que se ha caracterizado principalmente por un movimientosocial dominado por un mayor protagonismo de los hombres ante los espaciospúblicos y medios de comunicación. Con este especial, Chacarera se propone

acercar a sus lectoras/es a este proceso.

ESPECIAL

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30

Vinculadas en un primer momento a

agendas relacionadas al espacio do-

méstico, las organizaciones sociales

hoy amplían sus propuestas y campos

de acción, y buscan articularse en un

espacio que les permita mayor inci-

dencia e impacto.

En el Perú, cuando se restablece la democra-cia, después de la Asamblea Constituyente del año1977, no existían las organizaciones de comedo-res, Vaso de Leche y clubes de madres, que has-ta hoy permanecen y siguen siendo un importantesector del movimiento de mujeres en nuestro país.

Estas organizaciones aparecen en el esce-nario social cuando el movimiento feminista se po-sicionaba en el espacio público peruano. Por ello,no es de extrañar que surgiera la desconfianza yescepticismo sobre las potencialidades que po-día tener este tipo de experiencia para un avanceen la conciencia de los derechos de las mujeres(Carmen Lora, 1996).

Esta situación se expresa en la escasa inves-tigación feminista sobre estas organizaciones. Lasque hay están más referidas al manejo de los pro-gramas alimentarios, con poco análisis sobre losprocesos internos de las propias organizaciones.Revisemos algunos estudios.

En un trabajo de sistematización sobre la ex-periencia de estas organizaciones en San Juande Lurigancho (Procesos de Participacion Ciuda-dana Concertada 1980-2005), se destacó la ten-sión permanente entre la ayuda asistencial y laautonomía, la gestión y la cogestión. Igualmente,resaltó su movilización permanente para obtenersu reconocimiento en cada gobierno, su partici-pación en nuevos espacios de la esfera pública,leyes como la de Comedores (N° 25357), la delPrograma Vaso de Leche (N° 24059) y los clubesde madres (N° 26637).

Diana Miloslavich Tupac*

El prEl prEl prEl prEl procesoocesoocesoocesooceso

de lasde lasde lasde lasde las

orororororganizacionesganizacionesganizacionesganizacionesganizaciones

de mujerde mujerde mujerde mujerde mujereseseseses

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El conflicto interno de los años 80 y 90 y laspolíticas clientelistas de una dictadura como la deFujimori impactaron en las organizaciones. El se-gundo buscó su cooptación y, si ello no era posi-ble, su desarticulación y creación de organizacio-nes paralelas, especialmente en el marco de laspolíticas de ajuste estructural y la implantación delmodelo neoliberal.

En este contexto se desarrolló la experienciade un colectivo de ONG2 de mujeres y feministasque trabajaron con estas organizaciones con elfin de apoyar su resistencia frente al clientelismo.El colectivo da como ejemplo el caso de la Fede-ración de Comedores Autogestionarios que logrómantener su autonomía y salvaguardó su organi-zación del fujimorismo, a pesar de que el régimenutilizó la pobreza como «arma de clientelaje políti-co, miedo y chantaje, sin respeto a su autonomíay violando la dignidad humana de las mujeres»(Documento Colectivo: 9).

En este mismo sentido, a propósito de la im-portancia que tomaban las organizaciones delVaso de Leche frente a las elecciones, Aída Gar-cía Naranjo (2000) destacó que haber logrado laadministración de la donación de alimentos habíaconvertido a las organizaciones de mujeres «ensujetos políticos, con derechos y poder para la ne-gociación». Para ella se había desarrollado unarevolución silenciosa en la que las mujeres veníanconstruyendo estrategias de desarrollo ciudada-no con equidad de género, siendo ya partícipes,protagonistas y beneficiarias del bienestar dela colectividad.

Igualmente, Cecilia Blondet (2004) en una in-vestigación señaló que el «Estado, apremiado porlas políticas de ajuste estructural y en la improvi-sación del momento, echó mano de las organiza-ciones de comedores populares y clubes de ma-dres para salvar una situación inmanejable. Estasorganizaciones, en tanto eran una red dinámicade organización femenina, desempeñaron un pa-pel central en el alivio a la pobreza» (p. 18).

Para Blondet, la hiperinflación, el terrorismo yla debilidad del Estado operaron como mecanis-mos de fragmentación del tejido social, al tiempoque la situación económica se agravó, aumentóla demanda de los comedores, y terminó masifi-cándose la participación popular a costo de alte-

rar los sistemas de participación y control inter-no de las socias

Por su parte, Rocío Palomino (2005) señalaque «la política estatal de apoyo alimentario fueuna propuesta de las mujeres que recorrió todo elcamino descrito por Nancy Frazer: viene desdeabajo, trasciende las fronteras de lo doméstico,ingresa al terreno público, se politiza y consiguealiados en el debate social, arrincona al Estado yéste cede y efectivamente adopta estas políticas».

Así, Palomino siguiendo la interpretación deFrazer sobre las necesidades fugitivas que se es-capan el ámbito doméstico y pugnan por entrar alterreno político, interpreta que las organizaciones

...se había desarrollado una revolución si-

lenciosa en la que las mujeres venían cons-

truyendo estrategias de desarrollo ciuda-

dano con equidad de género, siendo ya

partícipes, protagonistas y beneficiarias

del bienestar de la colectividad.

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Sostienen que son ellas quienes conocen

sus necesidades y los programas y tam-

bién las debilidades que existen.

de mujeres lograron imponer contenidos, normasy políticas al Estado, al no contar éste con un mí-nimo de provisión social para atender las necesi-dades básicas de una población en pobreza cre-ciente, producto de las políticas de ajuste estruc-tural.

Sobre el conflicto armado, para Narda Henrí-quez (2006) las organizaciones sociales de muje-res continuaron su expansión durante ese perio-do, algunas se replegaron durante este contextopero no se desactivaron. Todo ello en un ordena-miento, al que denomina hitos; uno primero, el delos setenta, en el que destaca la emergencia deun contingente masivo de mujeres en la vida so-cial y política, y señala a las organizaciones popu-lares, núcleos del nuevo feminismo y agrupacio-nes de izquierda. Un segundo hito es la décadade los ochenta al que denomina: las experienciasorganizativas y los nuevos liderazgos, y el tercerhito lo llama: los noventa sobre el reconocimientosimbólico y el posicionamiento político de las mu-jeres.

Luego del conflicto interno, el proceso de des-centralización presenta una nueva coyuntura. Elconjunto de reformas institucionales asociado ala descentralización definió mecanismos de parti-cipación ciudadana superando cualquier experien-cia pionera en la región, ya que los presupuestosparticipativos se hacen en casi dos mil unidadesde gobiernos descentralizadas, llámese gobiernosregionales, municipales provinciales y distritales(María Isabel Remy 2006). Ella traería como con-secuencia nuevos vínculos entre la sociedad y elEstado; pero, ¿ha implicado nuevos vínculos en-tre el Estado y las organizaciones de mujeres?

Para Remy, esta gama amplia, difusa y ex-tensa de mecanismos esconde realidades muy di-versas, composiciones múltiples, maneras muydistintas en que la sociedad se involucra en decisio-nes públicas; destaca la organización de los comedo-res como una excepción; pero en general señala laexistencia de organizaciones «pequeñas, extrema-damente débiles y con escasa autonomía» (p.109).

El proceso de descentralización se presenta-ba así como una oportunidad de potenciar a lasorganizaciones sociales fortaleciendo la concien-cia ciudadana de las socias, legitimando nuevos

liderazgos y democratizando las estructuras a tra-vés de la formalización del espacio, la renovaciónde cargos y la consulta de las decisiones (AnahiDuran, 2006).

Los nuevos encuentros

Actualmente, algunas organizaciones se hanarticulado ampliando y fortaleciendo su horizonte.La Federación de Mujeres Organizadas en Cen-trales de Comedores Populares Autogestionariosy Afines de Lime Metropolitana, se define comouna red social y representa a 26 000 mujeres,como señala un tríptico de la misma organización.

EL 2005 se constituye la Confederación Na-cional de Mujeres Organizadas por la Vida y elDesarrollo Integral-Conamovidi, como una instan-cia nacional que representa y articula a las orga-nizaciones sociales para fortalecer la democraciaen el marco de la reforma del Estado.

En el caso de las organizaciones de los comi-tés del Vaso de Leche existen dos corrientes; unaque se mantiene con estrechos lazos con el fujimoris-mo y otra que busca una renovación de la organiza-

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ción asumiendo nuevos retos frente a la reforma delos programas sociales. En Lima Metropolitana hayquince mil comités del vaso de leche, que involucra anivel nacional casi a un millón de mujeres.

Estas organizaciones de mujeres se propo-nen integrar la Comisión de Desarrollo de la Re-forma y hacer propuestas de políticas públicas.Sostienen que son ellas quienes conocen susnecesidades y los programas y también las debi-lidades que existen. Lo cierto es que las organi-zaciones han sostenido estos programas; 23 añosel Vaso de Leche y tres décadas los comedores.El aporte del Estado ha quedado en 20% para elprimero, según informe de Unifem, y 19% de laración de los comedores como sostiene Alternati-va en diversos estudios.

También están los clubes de madres que na-cieron durante el primer gobierno del Partido Apris-ta (1985). Tienen al momento un desarrollo nacio-nal, y poca renovación en sus dirigencias.

Género versus familismo

El Proceso de reforma de Estado en el Perúha llevado a que una corriente familista, que atra-viesa partidos, organizaciones y que está fuerte-mente relacionada con sectores de la Iglesia ca-tólica, venga disputando espacios ganados porsectores feministas en relación a políticas de gé-nero logradas en los últimos veinte años.

Esta corriente familista mira a las mujeres po-bres no como ciudadanas, cuyos derechos hansido conculcados, sino como seres humanos ne-cesitados de generosidad y asistencia. Las corrien-tes familistas han influido en los movimientos delucha contra la pobreza en los que los derechosde las mujeres ya no aparece en su agenda comoun eje central.

En este contexto, la nueva reforma del Esta-do peruano afecta políticas de género y políticassociales de los programas alimentarios, lo que hagenerado un espacio común de debate y acciónpara las organizaciones de mujeres y otras ex-presiones feministas, en busca de tener propues-tas más articuladas frente a esta situación.

Es también una nueva oportunidad para sal-vaguardar y hasta fortalecer a las organizacionesde mujeres más grandes y extendidas en todo el

territorio nacional. Con el proceso de descentrali-zación, estas organizaciones han entrado a pro-poner políticas locales y regionales a favor de lasmujeres, a participar en los procesos de presu-puestos participativos, presentando proyectos paralas mujeres, desarrollando planes de igualdad deoportunidad. Están incidiendo en cambios dentrode la estructura de los gobiernos regionales, im-pulsando mesas de diálogo, consejos regionalesde mujeres.

Más allá de la permanencia de los programasalimentarios, las organizaciones de mujeres es-tán desarrollando una lucha por sus intereses co-lectivos en cuanto mujeres.

* Integrante del Centro Flora Tristán.

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TAPIA, Ivonne. 2007. Exposición Forum sobre ProgramasSociales. Lima, Congreso de la República (grabación).

1 Resumen de la ponencia presentada en el Seminario InternacionalIdentidades, Movilizaciones Sociales y Políticas en América Latina,Universidad de los Andes/ IFEA, noviembre 2007.2 El Colectivo ONG «Trabajando con Mujeres» lo conformaron elaño 2000, Alternativa, Bartolomé de las Casas, Calandria, Cedal,Cesip,Colectivo Radial Feminista, Demus, Flora Tristán, Fovida,Incafam, Manuela Ramos, Proceso Social, Sea y Tacif.

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¿Exis¿Exis¿Exis¿Exis¿Existe unte unte unte unte un

movimientomovimientomovimientomovimientomovimiento

de mujerde mujerde mujerde mujerde mujeres?es?es?es?es?

Para las líderes entrevistadas existen

distintas expresiones del movimiento

de mujeres, pero es posible la articula-

ción para construir un gran movi-

miento, capaz de tener un impacto po-

lítico que exprese el número de organi-

zaciones e integrantes que son.

¿Existe un movimiento de mujeres rurales?

Lourdes Huanca, presidenta de la Femucarinap

Las mujeres rurales han tenido un rol impor-tante en momentos críticos de la historia del cam-po, como fue la lucha por la tierra y la lucha por laconstrucción de la paz durante el conflicto inter-no. Sin embargo, poco conocemos del procesoorganizacional que vivimos hoy en día y cómo ésteha sido alimentado por sus acciones del pasado.

Existe un movimiento de mujeres rurales enconstrucción y se expresa a través de la Federa-ción Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas,Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú-Femu-carinap, que reúne a aproximadamente ocho milmujeres rurales, organizadas en asociaciones, fe-deraciones, sociedades productivas, sindicatos,cooperativas, comités, entre otras.

Se fundó en la ciudad de Lima el 18 de agostodel 2006 y agrupa a 19 organizaciones regionalesde nuestro país, ubicadas en el sur, centro, norte yselva. Respondemos a una vieja demanda de te-ner una organización autónoma de mujeres.

Somos, en su mayoría, ex integrantes de or-ganizaciones, bases de las dos grandes centra-

Hablan lideresas de organiza-ciones

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35

les campesinas, la Confederación Nacional Agra-ria y la Confederación Campesina del Perú. Pordecisión conjunta, las mujeres hemos optado nocontinuar dentro de las estructuras y órganos dedirección de las mismas, debido al maltrato psico-lógico y aislamiento que se nos daba en los diver-sos niveles de trabajo desarrollado, los bajos por-centajes de representación en instancias de deci-sión, así como el escaso acceso a los eventos decapacitación efectuados, donde éramos tomadasen cuenta solo una minoría de mujeres.

La Femucarinap busca promover y defenderlos derechos de sus asociadas y de las mujeresorganizadas de los sectores rurales en general,frente a todo tipo de organismos ya sean públi-cos, privados, nacionales o internacionales, quetengan relación directa o indirecta con las activi-dades agropecuarias.

También se propone promover la capacitacióny el empoderamiento de las mujeres de sectoresrurales y urbanas sindicales que se desempeñenen actividades agropecuarias, a través de activi-dades que tiendan a mejorar sus capacidades deintervención técnica en las labores agrícolas y ar-tesanales, mejorar su organización, así como suintervención en la ampliación del control ciudada-no en el ámbito social y político; y la capacitaciónen los temas de género e identidad que les soncomunes.

Igualmente, nos proponemos alentar el deba-te público sobre las propuestas sociales y políti-cas que surjan del movimiento de mujeres. Exigiral Estado y a los poderes institucionales una ade-cuada atención de las necesidades básicas de lasmujeres, a fin de mejorar su calidad de vida y suinserción en la sociedad en igualdad de condiciones.

También buscamos promover la capacidad degestión por una economía solidaria, defensa de lasoberanía alimentaría con un manejo adecuadode los recursos naturales. Promover la solidari-dad entre las mujeres campesinas e indígenas,tanto en el ámbito emocional, social y productivo,realizando acciones de bienestar para ellas y sugrupo familiar, como así mismo para el conjuntode su comunidad.

Lograr trabajo digno sin explotación, lograr unabuena educación sin marginación, lograr una bue-na salud, lograr tierra, territorio, para las mujeres,

lograr que las mujeres lleguen a ser autoridadesen sus regiones, provincias, distritos, anexos, co-munidades.

Las mujeres nos articulamos, mediante reunio-nes, asambleas, congresos. Realizamos talleres,encuentros regionales, provinciales, distritales,donde tocamos las agendas trazadas, y sacamospropuestas de acuerdo a su región o necesidadde urgencia.

Las mujeres en el sector rural, algunas nosconsideramos campesinas y otras indígenas. Elcambio indio a campesino, en nada ha contribui-do o mejorado el estatus social, cultural, econó-mico y ambiental de las comunidades, anexos ru-rales, toda vez que la dignidad de las llamadascampesinas o indígenas sigue siendo mellada conlos mismos términos despectivos y del pasado, aligual que la posesión dominante en sus diversasformas de exclusión y discriminación social. Lamujer campesina e indígena, durante los años vi-vidos hemos sido brutalmente discriminadas.

Permítanme resaltar lo siguiente: formar unaorganización de mujeres a nivel nacional nos esnada fácil, solas no lo hubiéramos podido lograr,gracias al apoyo solidario de algunas amigas fe-ministas, que están comprometidas en las luchasde los derechos de las mujeres nos apoyaron aque se haga realidad nuestra Femucarinap.

La lucha contra la pobreza no solo es econó-mica

Relinda Sosa, Confederación Nacional de Muje-res Organizadas por la Vida y el Desarrollo-Cona-muvidi.

Existe no solamente un movimiento de muje-res, son varios; por ello hay que articular esfuer-zos y tener una agenda que sea asumida por to-

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das. En eso estamos en la Mesa de Trabajo deOrganizaciones Nacionales de Mujeres. Es un pri-mer esfuerzo, el desafío es lograrlo.

No va a ser un proceso fácil. También tieneque ver con que hay lideresas con estilos distin-tos. Nos falta dialogar, intercambiar ideas y hacernuestros los intereses y propuestas de todas. Aveces hay protagonismos que coadyuvan a refor-zar un sistema político que debemos cambiar. Esnecesario que haya una visión de conjunto, com-plementaria, de manera de articular agendas.

Son diversos los ejes de nuestra agenda,como la lucha por la inclusión. Las mujeres tene-mos que integrarnos a todos los procesos del país.Está la lucha contra la pobreza, que no solo impli-ca dificultades económicas, también tiene que vercon cómo nos concebimos y cómo nos ven. De-bemos tener una mayor participación política, pueshasta ahora tienen mayores posibilidades las per-sonas con más recursos económicos. Se debe in-cluir a otras mujeres con las capacidades que es-tos roles demandan, pero que hoy no son consi-deradas.

Soy una optimista sobre las perspectivas deun movimiento articulado, pero para ello vamos anecesitar tener una mirada más integrada de loque este movimiento debe ser.

Tener un mayor perfil político

Ivonne Tapia, presidenta de la Coordinadora delVaso de Leche Metropolitano de Lima-Perú

En el Perú lo que existe son varios movimien-tos de mujeres, el tema es que nos sentemos adialogar hasta lograr articularnos. El problema has-ta ahora ha sido la falta de información entre no-sotras y las tendencias políticas que cada una tie-ne. Eso dificulta conversar de un mismo tema. Lacuestión política a veces nos separa, algunas sonde izquierda, otras de derecha o intermedias. Haytemas en que estamos claras, en otros no.

Cuando las mujeres nos movilizamos somosmiles, los hombres mucho menos, pero a ellos lesdan mayor importancia en los medios y también anivel de gobierno. Tenemos que evaluar por quésucede esto.

En la organización del Vaso de Leche apunta-mos a tener un perfil más político y estamos tra-bajando con las integrantes de la organización. Al

Cuando las mujeres nos movilizamos so-

mos miles, los hombres mucho menos,

pero a ellos les dan mayor importancia en

los medios y también a nivel de gobierno.

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37

mismo tiempo estamos construyendo una agen-da con temas como violencia familiar, la igualdadde oportunidades, mayor participación en el de-sarrollo productivo para las mujeres de estos sec-tores.

Para lograr este perfil debemos crear una Es-cuela de Liderazgo. Son como quince mil mujeresdirigentas. Son alrededor de seis millones de be-neficiarias/os. Superar el momento de decaimientoque tuvimos con la división en la época de Fuji-mori. Se ha politizado el asistencialismo, pero fe-lizmente eso está cambiando. Hay un mayor pro-ceso de información a todas las mujeres, de tra-bajo con todas las organizaciones, trabajando in-cluso con las mismas beneficiarias para que co-nozcan sus derechos y cómo participar en los es-pacios locales. Es un trabajo de reeducación, auncuando ya hay mujeres preparadas como paraasumir cargos políticos.

También estamos trabajando en el proceso dearticulación con otros movimientos, incluso en elinterior del país. En el sector rural es más difícil.Hay pocas organizaciones del Vaso de Leche allí,por falta de información, nos faltan mecanismospara llegar a ellas. Pero esto también se está tra-tando de superar.

Ir más allá de una agenda femenina

Marcela Vargas Quispe, secretaria colegiada dela Central Campesina del Perú-CCP

Existe un movimiento de mujeres rurales den-tro de nuestro gremio en cada región, distrito ycomunidad. En cada comunidad hay una presi-denta de club de madres u organización de muje-res. La mayor dificultad es la falta de igualdad.Para la próxima elección se ha aprobado en los

estatutos que seremos 50 por cientos hombres y50 por ciento mujeres para los cargos de deci-sión.

Nuestra agenda como mujeres está en rela-ción a la soberanía alimentaria, discriminación, vio-lencia familiar, participación política. Pero yo tam-bién me pregunto, por qué solo vamos a hablarde los temas como violencia, si otros temas comolos recursos productivos también nos afectan,como es el derecho de la tierra, la ley de agua.Tenemos que estar preparadas en todos los te-mas que preocupa a nuestra organización

Se ha creado Inti Killa Mujer dentro de la CCP,que es un espacio para lograr la institucionalidadde las mujeres. En esto también hay que avanzar.Nos fortalecemos nosotras, pero también nuestraorganización. Al mismo tiempo es importante ha-cer una alianza con otras organizaciones para fa-cilitar nuestras propuestas y tener más impacto.

Aprovechar la experiencia de cada organiza-ción

Paulina Luza, Centro de Capacitación para Tra-bajadoras del Hogar

Es posible hablar de un movimiento popular,lo que hace falta es que las líderes compartan unaplataforma. Es un momento oportuno con los pro-yectos participativos, de cuyo proceso hemos es-tado fuera y, por lo tanto, nuestra agenda ha que-dado al margen.

Vivimos un momento interesante. Hay una po-blación joven que está haciendo resurgir el movi-miento sindical, después que en provincias des-aparecieron organizaciones completas.

A veces por defender la autonomía, hemoscaminado de manera aislada, perdiendo de vista

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que tenemos que actuar en alianza con otras or-ganizaciones, como el movimiento indígena, conel movimiento campesino, con las organizacionesde trabajadoras del hogar. Construir una platafor-ma común.

Una estrategia es que después de los encuen-tros de líderes de organizaciones que en estosmomentos se están realizando, tener encuentrosregionales para ir levantando agenda, para ir inte-grando a las mujeres y planteando propuestas enlas regiones. Buscar que las trabajadoras se unana la organización y para ello ir a parques, colegiosnocturnos…

También hacer propuestas a nivel de las re-giones. Por ejemplo, el Gobierno Regional de Piuraya está comprometido en instalar una Oficina deDefensoría de las Trabajadoras. Esto, por ejem-plo, puede hacerse en otras zonas. Aprovechar laexperiencia de cada organización.

Es posible articularnos en un movimiento demujeres

René Palomino, Central Unitaria de Trabajado-res-CUT

Debemos constituirnos en un movimiento úni-co de mujeres para defender nuestros derechos,buscar un cambio social. El movimiento sindicaltiene esa perspectiva y para ello ha creado unaComisión Nacional de la Mujer.

Hablar de una agenda que nos articule impli-ca tener una sola visión. Lamentablemente, en losúltimos tiempos hemos venido actuando de ma-nera aislada, hasta que las feministas propiciaronun espacio de coordinación. En estas reunionesnos hemos dado cuenta que son más las coinci-dencias de las que pensamos.

Buscamos el derecho al trabajo con creaciónde puestos de trabajo y se tomen en cuenta a lasmujeres y sus necesidades específicas. Es nece-sario hacer vigilancia al cumplimiento de la Leyde Igualdad de Oportunidades. Aún persiste la des-igualdad y debemos continuar trabajando todo elmovimiento de mujeres unido. Necesitamos darlemás fuerza a nuestra participación, tener un ma-yor protagonismo político.

Para esto debemos desarrollar un proceso deconcientización entre las mujeres de nuestras or-ganizaciones, establecer un diálogo permanente.Que el cambio empiece en nosotras mismas. Esuna gran tarea. La CUT tiene trece años, reúne amás de 600 mil trabajadoras/es de diversos sec-tores, incluido los informales. Y la Secretaría de laMujer está trabajando para que las mujeres ten-gamos más cargos de responsabilidad y un ac-cionar más visible.

Informarse para una mayor articulación

Claudia Caari Mamani, Secretaría de la MujerCampesina-CCP

Estamos haciendo una organización de mu-jeres. Es importante en esto estar informadas to-das las bases y ser reconocidas como mujeresorganizadas. Considerar los problemas de lasmujeres en todos los espacios de nuestra organi-zación.

La voz de las mujeres es igual que la de loshombres, ¿por qué hacer diferencias? La dife-rencia es que las mujeres no nos hemos articu-lado al interior de nuestra organización, pero tam-bién con otras organizaciones de mujeres. Tene-mos iguales problemas y también tenemos pro-puestas (entrevistas, G.C.).

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Karim Flores Mego - Guiomar Vasquez Z.*

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Diversos informes, artículos y demás docu-mentos de lectura en los cuales se reflexiona acer-ca del sindicalismo y la clase trabajadora en elPerú en los años 90, coinciden que en está déca-da se dieron importantes cambios que afectaronal sindicalismo peruano y a la clase trabajadoraen general. Éstos no solo perdieron poder a nivelnacional, también a sectores significativos de susafiliados/as.

Son varios los factores que inciden en estasituación. Pero es el modelo económico neolibe-ral, impuesto en la década del 90 y que se susten-ta en la flexibilización laboral, la privatización delas empresas y las normas orientadas a resque-brajar los sindicatos, los que hicieron que las or-ganizaciones gremiales perdieran el poder gana-do en el país.

La pérdida de empleo formal de las/os traba-jadoras/es como efecto de este modelo durantela última década y media ha supuesto, también,limitaciones para el acceso a la sindicalización delas/os trabajadoras/es. A ello se suma la concep-ción que se tiene de las organizaciones sindicalesy de las prácticas empresariales antisindicales.

Entre 1998 y el 2000, segundo periodo del go-bierno de Alberto Fujimori, se evidenció claramentecómo se destruyó el movimiento sindical en elPerú. Lima fue el principal escenario de esta de-molición, como consecuencia de la concentración

El crecimiento de la agroindustria de

exportación no tradicional y las condi-

ciones en que se desarrolla está gene-

rando la conformación de sindicatos,

especialmente en las regiones de Ica y

La Libertad, experiencia que puede ex-

tenderse a otras zonas del país.

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de la industria en la capital. En este periodo las/ostrabajadoras/es con negociación colectiva (TCNC)registraron enormes bajas. Pasaron de 86 490 tra-bajadoras/es asalariadas/os con negociación co-lectiva a 64 136; registrando una variación negati-va de -25,8. Conforme se restaura el «Estado dederecho» (Paniagua-Toledo) crece también la ne-gociación colectiva (se presupone también la or-ganización), pasando de 80 596 TCNC a 112 760en el periodo del 2002 al 2005. Este repunte tuvomás fuerza en las regiones, donde el 2005 habíaun 38% más de trabajadoras/es con NC que en1998 (en Lima 24%).

Sindicalización por regiones y actividad eco-nómica

Si bien el número de trabajadoras/es sindica-lizadas/os, a nivel regional, creció entre el 2002 yen el 2005 de 5,52% a 6,32%, solo el 8,63% deltotal de trabajadoras/es asalariadas/es estaba sin-dicalizado. Esto es, 93 338 de 1 081 549 trabaja-doras/es asalariadas/os.

Las regiones registraron el mayor crecimien-to de trabajadoras/es con negociación colectiva,pero este crecimiento sindical se manifestaba demanera diferente en Ica y La Libertad. En la pri-

Sector Número de % sindicato N° trabaj. Número de % sindicato N° trabajeconómico asalariadas/os sindicaliz. asalariadas/os sindicaliz.

Agricultura, ganaderíacaza, silvicultura 35 480 5,52 1 958 47 918 6,32 3 028Minería

Ind. manufacturera 50 059 8,39 4 200 68 390 6,24 4 268

Total país 931 801 6,63 61 778 1 081 549 8,63 93 338

Fuente: Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.

Cuadro Nº 2Trabajadoras/es asalariadas/es por actividad economica

AÑOS 2002 2005

Lugar Número de % sindicato N° trabaj. Número de % sindicato N° trabaj.asalariadas/os sindicaliz. asalariadas/os sindicaliz.

Ica 35 480 5,52 1 958 47 918 6,32 3 028La Libertad 50 059 8,39 4 200 68 390 6,24 4 268Lima Metrop. 595 938 5,46 32 538 673 495 7,39 49 771Junín 18 772 9,38 1 761 20 273 21,76 4 411Total país 931 801 6,63 61 778 1 081 549 8,63 93 338

Cuadro Nº 1Trabajadoras/es asalariadas/es por regiones

AÑOS 2002 2005

Fuente: Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.

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mera el porcentaje de sindicalizadas/os creció yen La Libertad disminuyó entre el 2002 y 2005.

Los sectores económicos en los que se mos-traba este crecimiento sindical estaban susten-tados principalmente en la minería e industria ma-nufacturera. En el sector de «Agricultura, gana-dería, caza y silvicultura», a pesar de que el nú-mero de asalariadas/os creció en 19 544 perso-nas en esos tres años, el porcentaje de sindicali-zadas/os disminuyó de 3,48% a 1,68%. No exis-ten aún cifras oficiales registradas para el año2007 sobre las tasas de sindicalización y elnúmero de sindicatos, pero es en este perio-do en el que se ha registrado la conformaciónde diversos sindicatos en la agroindustria deexportación no tradicional en las regiones de Icay La Libertad.

Renacimiento sindical: Ica y La Libertad

En el año 2004, las trabajadoras en la agroin-dustria de exportación no tradicional de Ica y LaLibertad se organizaron en asociaciones y redes.Organizaciones civiles que aún no siendo partede la negociación colectiva, elaboraron su agen-da de Derechos Económicos Sociales y Cultura-les (Agenda DESC) dirigidas a la empresa y alas autoridades para mejorar las condiciones detrabajo, la igualdad de oportunidades entre hom-bres y mujeres, la seguridad social, la salud yseguridad en el trabajo y combatir el asediosexual en el trabajo, al que están constantemen-te expuestas.

Las trabajadoras en La Libertad se agrupa-ron en la Asociación Despertando a un NuevoAmanecer en La Libertad, que agrupa a 50 muje-res de las fábricas y del campo. Éste no es unnombre gratuito, sino más bien una forma de pro-tección para que la organización pueda sobrevi-vir. Antes de esta iniciativa, dos intentos de sindi-calización –uno en la empresa Sol Produce (aho-ra CampoSol), en el año 2002, y el otro en el2004 en Sociedad Agrícola Viru– fueron repri-midos. En ambos casos se despidió a quieneslideraron la organización1 y se presionó a las/osafiliadas/os a que renunciaran, incluso con de-nuncias penales.

En el año 2005, la Central de las/os Trabaja-

dores/as del Perú (CGTP) formó el Sindicato dela Agroindustria de Ica con afiliación directa y lide-rada por una mujer. Pero es en el año 2007 en elque se registró el nacimiento de los primeros sindi-catos en las principales empresas agroindustria-les del país.

En mayo y junio del 2007, miles de trabaja-doras/es de Chao y Víctor Raúl, en la provincia deViru, junto con sus familias y la comunidad se mo-vilizaron y protestaron de forma espontánea porsus derechos y frente a los abusos2. Estas movili-zaciones lideradas por la joven trabajadora Gla-dys Campos de la Asociación de Trabajadoras dela Agroindustria (ATDANA) y la CGTP-La Liber-tad, condujeron a la conformación de los prime-ros sindicatos en las empresas agroindustrialesde La Libertad.

Sociedad Agrícola Viru, Camposol y Talsa nosolo fueron obligadas por las/os trabajadoras/es,después de sus paralizaciones, a negociar conellas/os en reuniones de «extra proceso» bajo laintermediación de la Dirección Regional de Tra-bajo, sino que, culminada esta etapa de lucha, seiniciaron las reuniones preparatorias para la for-mación de los sindicatos. Las/os trabajadoras/esde Sociedad Agrícola Viru son las/os primeras/osen organizarse y elegir a su junta directiva enmedio de un ambiente de amedrentamiento. So-nia Campos, integrante de ATDANA, es quien asu-me la secretaría general de este sindicato y vieneliderando las acciones del mismo.

Posteriormente se formaron los sindicatos enCamposol S.A., Talsa y EQUZ SAC. El sindicatode Talsa es también conducido por una trabaja-dora perteneciente a la Asociación de Trabajado-ras ATDANA y en Camposol y Equz los secreta-rios generales son jóvenes trabajadores que hantenido que lidiar día a día con las represiones porparte de las empresas, principalmente de la em-presa Camposol. En Ica, el 2007, también se for-man los sindicatos de Agrokasa y Coexsa, ambosconducidos por jóvenes trabajadores.

El 22 de junio, cuando Camposol está parali-zada, cuatro trabajadores fueron heridos de balay otros son secuestrados por la policía para obli-garlos a convencer a las/os trabajadoras/es quedesistan de su medida, y más de un centenar depersonas de dos empresas importantes de la re-

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gión fueron despedidas de sus puestos de traba-jo, principalmente de las empresas Sociedad Agrí-cola Virú y Camposol.

Pese a todo, el 2007 fue un año que será re-cordado en el agro en Ica y La Libertad como elperiodo en el que nace un movimiento obrero li-derado por jóvenes y mujeres principalmente,puesto que hasta el año 2006, si bien existía eldescontento social y algunas protestas frente amalas condiciones laborales, éstas no culminabanen respuestas organizativas o terminaban repri-midas.

El apoyo de autoridades municipales, centra-les sindicales y ONG como Aurora Vivar y otrasde corte local y nacional contribuyeron también ahacer sostenido este proceso y a que las/os tra-bajadores/as pudieran enfrentar las presiones ylos permanentes despidos de sus directivos/as.En diciembre del 2007, en Camposol se despidie-ron aproximadamente 285 trabajadoras/es, de loscuales el 80% era sindicalizado y la intervenciónde la más alta directiva nacional llevó a que serealizaran negociaciones de trato directo con laempresa.

Hoy existen cuatro sindicatos en La Libertady dos en Ica y se viene construyendo el SindicatoUnitario de Trabajadoras/es del Sector Agroindus-trial del Perú, con carácter nacional afiliado a laCGTP.

El surgimiento de los sindicatos en el agropuede contribuir significativamente a revertir losactuales niveles de explotación laboral contra las/os trabajadoras/es del sector agroexportador yuna oportunidad para combatir las desigualda-des de género en el ámbito laboral, así como elcumplimiento de derechos específicos para lasmujeres.

La existencia de estos sindicatos como movi-miento social, con reconocida participación de lasmujeres trabajadoras, sería también un factor deequilibrio de poderes dentro de la economía y lapolítica, condición necesaria para una sociedadestable y democrática. Así como para recordar alEstado que su rol es regular a la empresa privaday hacer que se respeten las normas laborales paraque garanticen la igualdad real para miles de tra-bajadoras/es.

«Mi participación en el Sindicato de Tra-

bajadores de CampoSol, me ha permiti-

do abrir mi mundo, ahora sé más de lo

que sabía, sobre mis derechos, las bron-

cas con mi esposo han parado. Mi es-

poso no quería que vaya, yo le dije a mi

esposo, cómo hay otras mujeres que les

apoyan sus esposos y sus hijos y les va

bien. Me ha permitido conocer otras ex-

periencias de otras mujeres» (Ada Or-

begoso, Secretaría de la Mujer del Sin-

dicato de la Empresa Camposol S.A.-Si-

tecasa).

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43

Perspectivas de la organización sindical

Los sindicatos en el sector agroexportador na-cen en un contexto de sostenido crecimiento eco-nómico nacional (PBI de 7% y 8%) por más dequince años, especialmente del sector agroindus-trial de productos no tradicionales3, un endureci-miento del gobierno de Alan García frente a la pro-testa social con mecanismos legales para desca-bezar a los movimientos sociales y fuertes con-flictos sociales conviviendo junto con altos índi-ces de pobreza4 en el agro.

Nacen igualmente frente a los abusos y eldesconocimiento de derechos laborales por par-te de las empresas y avalados por el Estado me-diante su legislación. Las/os trabajadoras/es dela agroexportacion no tradicional en estas re-giones del país, mujeres y jóvenes principalmen-te, registran salarios menores al mínimo vital, sinpago de horas extras pese a laborar extensasjornadas de trabajo y sin descanso semanal re-munerado. Tienen recortados otros derechos delque gozan las/os demás trabajadoras/es, sus-tentados en la Ley de Promoción del SectorAgrario N° 27360.

Su experiencia de lucha les ha permitido des-de el 2007 la negociación colectiva, y han logradouna respuesta favorable a propuestas orientadasa mejorar las condiciones laborales, como jorna-das de ocho horas, pago por horas extras, ade-cuadas herramientas de trabajo, denuncias paraevitar represalias y ejercer el derecho a la mater-nidad, aunque aún las empresas no aplican lo pac-tado. A las mujeres también les ha permitido abrir-se a otros espacios públicos en los cuales tienenque negociar e incidir en búsqueda de mejoresderechos y oportunidades, que tienen que llevarde manera paralela a su vida familiar.

Las posibilidades de funcionamiento efectivode los sindicatos dependen del conocimiento ymanejo político del contexto y de la voluntad deresponder a las esperanzas de miles de trabaja-doras/es de mejorar sus condiciones laborales yalcanzar dignidad para sus vidas. Las mujeres yjóvenes que hoy conducen estos sindicatos tie-nen entonces una gran oportunidad para que es-tas organizaciones puedan fortalecerse y crecercon equidad.

Para ello se necesita en perspectiva:- Fortalecimiento organizativo para el ejerci-

cio de un liderazgo democrático, prácticas éticasy transparentes, mejora de sus capacidades denegociación, participación permanente de las mu-jeres en los cargos directivos que garanticen elcumplimiento de la agenda de género en las ne-gociaciones presentes y futuras.

- Sindicatos reconocidos como parte de la so-ciedad y capaces de convertirse en una organiza-ción efectiva y necesaria para lograr el equilibriode poderes entre Estado, empresa y trabajado-ras/es, como mecanismo para el ejercicio de susderechos.

- La experiencia de los actuales sindicatos esun valioso antecedente para la formación de nue-vos sindicatos en la agroexportación no tradicio-nal, pues se trata de un sector en crecimiento.Entre estas experiencias está la pérdida del te-mor, el reconocimiento de la organización comopráctica para exigir derechos laborales y la pro-moción de la participación de las mujeres en ladirección de las organizaciones laborales, ya quese trata de un sector laboral con el 65% de mano deobra femenina.

- Fortalecimiento del liderazgo de las muje-res para que puedan seguir asumiendo nuevassecretarías generales junto con jóvenes compro-metidos con el cambio y la equidad.

- La organización de un gran movimientoobrero en el agro, que articule nuevos actores enla lucha laboral, como las autoridades locales ylas organizaciones sociales. Muchas de las inte-grantes de estas organizaciones son también tra-bajadoras temporeras en la agroindustria y estáncomprometidas con el cambio.

* Integrantes de Aurora Vivar.

1 La justicia ha resuelto a favor de uno de ellos. La empresa haapelado. Gladys Campos continúa con su proceso judicial.2 En el caso de Camposol, los/as trabajadores/as refieren que todose inició porque estaban leyendo un volante y en el caso de SociedadAgrícola Viru porque no se les había pagado las utilidades de eseaño.3 Entre 1990-2007, la agroexportación ha pasado de 119.3 millonesdólares a US$ 1,800 millones. Fuente Adex.4 En Ica, el 49,4% de su población vive en condiciones de pobreza yel 19,3% en pobreza extrema. En la Libertad, los niveles de pobrezason de 52,1% y 18,3% de pobreza extrema. Gobierno Regional deLa Libertad – La Región en Cifras 2003

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Virginia Vargas*

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globalizaciónglobalizaciónglobalizaciónglobalizaciónglobalización

Toda interpretación es parcial; ésta es tam-bién una mirada político-personal, compartida poralgunas corrientes políticas feministas en Améri-ca Latina.

Globalización y neoliberalismo son dos pro-cesos diferentes que coinciden en el tiempo, perono son lo mismo. Todo lo que impulsa la globali-zación no está solo determinado por el neolibera-lismo. Es indudable el peso de este último: todaslas dimensiones económicas, políticas, culturales,sexuales, cotidianas, tiñe al ser hegemónico ac-tual… Sin embargo, hay otras dinámicas sobrelas que se asienta la idea, la esperanza, la utopía(que se había diluido en el imaginario social), deque es posible otra globalización, con otro hege-monismo democrático.

Los mismos cambios que ha traído la globali-zación en el paradigma de género han potencia-do el cuestionamiento de tradiciones antidemo-cráticas y genera en las mujeres más posibilida-des de ser sujetos. La conexión global no solo decapitales sino de personas –que coloca las mi-graciones como una de las grandes mega tenden-cias de la época–, luchas y movimientos interco-nectados, desde el avance tecnológico y de lascomunicaciones da un piso para una interconexiónglobal inédita, y dan las bases para la construc-ción de propuestas emancipatorias globales. Yno menos importante, hay claras evidencias de lacreciente crisis de la política económica neolibe-

La acción de los feminismos ya no son

solo los espacios nacionales, el nuevo

contexto obliga a una acción global en

un proceso de retroalimentación, y a una

articulación con otras expresiones de los

movimientos sociales en el marco de una

propuesta de democracia radical.

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ral, del consenso de Washington, de la inviabili-dad de su propuesta. Ello está alimentando unsentido de justicia económica y rechazo a la ex-clusión.

A diferencia del pasado, en el que, para dife-rentes expresiones feministas, el esfuerzo globalestaba dado desde redes especializadas en te-máticas específicas o en espacios de disputa comoel espacio global oficial de Naciones Unidas y lasConferencias Mundiales –especialmente la deBeijing 1995– hay ahora otros énfasis y desdeotros posicionamientos. Cada uno de estos cam-bios son también retos para los feminismos, porlas nuevas dinámicas y dimensiones que coloca yporque son procesos en actual construcción.

Cambio de mirada

Siendo fundamental la articulación entre lasluchas y acciones locales-nacionales y los espa-cios y luchas globales, es necesario un cambio demirada, para poder recuperar las actuales diná-micas: pasar desde una centrada en los estadosnación hacia una imaginación global, cosmopoli-ta, que multiplica las escalas de intervención… enla medida que la mirada global revela dimensio-nes y escalas que la mirada nacional, sola y en símisma, cierra (Beck, 2004). Otras autoras, comoMohanty y Alexander, hablan de que la praxis fe-ministas en contextos globales supondría cambiarla unidad de análisis de la cultura local regionalpor las relaciones y procesos entre culturas», esdecir, asentar el análisis en praxis feministas lo-cales, particulares en relación con los procesostrasnacionales más amplios (Alexander y Mohan-ty, 2004).

Pero esto también implica un cambio en lasagendas: radicalización del paradigma de dere-chos humanos y ciudadanos, desde la perspecti-va de una democracia radical, ampliándose haciauna perspectiva bivalente de justicia: como redis-tribución y como reconocimiento y, en ese proce-so, recuperando dos dimensiones que estuvierondebilitadas en las agendas feministas en la déca-da previa: la clase (sin la centralidad excluyentedel pasado), los derechos económicos y socia-les, por un lado, y los derechos sexuales y repro-ductivos, por otro.

Radicalización de la democracia, más allá delsistema político, para extenderla a todas las rela-ciones sociales y a la vida cotidiana. Las luchasde las feministas latinoamericanas por la demo-cracia en la región es uno de los aportes más sig-nificativos a esta mirada.

Énfasis en nuevas subjetividades, en la exis-tencia de múltiples identidades en cada uno/a delas actoras sociales; y nuevos significantes políti-cos. En este proceso, el cuerpo aparece como unnuevo significante de reflexión teórica y políti-ca: recupera lo político personal en las estra-tegias de emancipación, confronta lo públicoy lo privado, el capital y el Estado, las institu-ciones nacionales e internacionales hegemó-nicas, disputando nuevos contenidos para lanormatividad global.

Son agendas que se nutren de muchas másactoras, de las reflexiones y luchas feministas lo-cales y globales de diferentes partes del planeta,y desde la diversidad de experiencias de vida delas mujeres y de los riesgos que enfrentan desdelas agendas de otros movimientos. Son búsque-das colectivas, con nuevas preguntas y pistas fren-te a nuevos fenómenos planetarios: la migración,la trata; nuevos/viejos conflictos territoriales; lalógica del Imperio, los fundamentalismos crecien-tes, etc. Hay nuevas formas de expresión femi-nistas en todos los países, hay un creciente posi-cionamiento alrededor de la lucha por los dere-chos sexuales y reproductivos, incluyendo el abor-to; están en otros movimientos o instituciones. Lasconexiones son múltiples: en los Encuentros Fe-ministas Latino-caribeños; en las redes y alianzasamplias como la Alianza Social Continental; enredes feministas más especificas alrededor deeducación, comercio, economía, arte, comunica-ción, identidad étnico-racial, de diversidad sexual,de diversas corrientes políticas, etc.

La interacción global se da para muchas deestas actoras en espacios como el Foro SocialMundial y los Foros Regionales y temáticos, y enlos Diálogos Feministas que se han ido desarro-llando alrededor del Foro Social Mundial. Para losfeminismos latinoamericanos la relación con al-gunas redes de otras regiones, como la de Muje-res viviendo bajo leyes musulmanas, o espacioscomo la Marcha Mundial de Mujeres o los Diálo-

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gos Feministas, amplió los horizontes de entendi-miento y conectó iniciativas.

Los cambios de agendas implican nuevas es-trategias: el recuperar una política más allá delEstado, para hacer énfasis en la sociedad y la co-tidianeidad. El extender el internacionalismo fe-minista de los Encuentros Feministas Latino-cari-beños y las Conferencias Mundiales hacia espa-

cios feministas globales y espacios de interaccióncon otros movimientos. El desarrollar una inter-vención activa en nuevos espacios que escapande la lógica trasnacional oficial para ser expresiónde nuevas actoras, movimientos y dinámicas: elForo Social Mundial y los Diálogos Feministas glo-bales. Estos últimos representan un núcleo deconstrucción de perspectiva global feminista, des-de una perspectiva democrática radical.

Y, como énfasis fundamental: el haber tras-cendido el espacio propio para buscar conectarlo,dialogar y disputar contenidos con otras fuerzasy movimientos sociales orientados al cambio. Unaestrategia importante es ampliar los marcos desentido de otros espacios/movimientos al mismotiempo que se amplían los propios, a través de unproceso de diálogo continuo que no renuncia alas diferencia...

No es simplemente articulación. Es un proce-so en el que la articulación es vista como prácticapolítica relacional y transformadora (Astar Brah,2004), que permite «no compartimentalizar lasopresiones, sino formular estrategias para desa-fiarlas conjuntamente sobre la base de una com-prensión sobre cómo se conectan y articulan…».

Es en estas nuevas dinámicas y nuevos es-pacios donde se están encontrando los núcleosde articulación y recuperando la complejidad delas diferencias. Las dimensiones que aparecen co-munes: asuntos de justicia económica y redistri-bución, asuntos de reconocimiento, de las diver-sidades existentes y de dimensiones fundantes:el cuerpo, los derechos sexuales y reproductivos,las luchas contra los crecientes fundamentalismos,énfasis en democracia radical… son algunas cons-tantes que están dando sustento a un nuevo hori-zonte de sentido en lo global y regional.

Los movimientos en los nuevos escenarios

Los movimientos y actores sociales en el con-texto de la globalización han cambiado sus estra-tegias y sus formas de existencia y movilización.Son formas de articulación más «fugaces», contemporalidad acotada, desde múltiples redes connodos de sentido que conectan demandas y lu-chas específicas con otras similares.

¿Qué hay en la fragmentación actual que la

Los movimientos y actores sociales en el

contexto de la globalización han cambia-

do sus estrategias y sus formas de exis-

tencia y movilización.

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hace diferente a una fragmentación a secas? In-dudablemente el cambio en las dinámicas políti-co-culturales de las sociedades ha afectado a losmovimientos sociales, no solo al feminismo. Es loque Lechner llama la «cultura del Yo» recelosa deinvolucrarse en compromisos más colectivos… Esdecir, en su proceso de diversificación y exten-sión, los movimientos, incluyendo los feminis-mos, también han vivido un proceso de fragmen-tación, tanto por el impacto del clima subjetivofrente a la perplejidad de los cambios como, pos-teriormente, frente a las múltiples iniciativas quehan ido surgiendo.

Y, sin embargo, se mueve… estos procesosde individuación también expresan la existenciade una multiplicidad de luchas y formas de resis-tencia. Y es que ante la devaluación de los conte-nidos de lo público por efectos de la lógica delmercado, dice Lechner, múltiples asuntos que for-maban parte del mundo privado salen a la luz pú-blica: la discriminación de género, las identidadesétnicas, la sexualidad diversa, etc. En estas cir-cunstancias, concluye, la agenda pública se tiñede experiencias privadas, haciendo valer la dimen-sión política de la vida cotidiana. Y ello abre posi-bilidades significativas para pensar la política des-de las dimensiones más sobresalientes de la coti-dianeidad, a partir de las luchas de muchos másactoras/es por redistribución, dignidad, reconoci-miento

Estamos frente a un doble y ambivalente mo-vimiento: la globalización fragmenta y al mismotiempo articula. Nunca como ahora las formas deconexiones entre redes, movimientos, luchas, es-pacios se han potenciado a escala planetaria…Estamos en todas partes, conectadas electróni-camente, construyendo nuevos marcos interpre-tativos para la acción, que amplían los horizontesde transformación de los feminismos.

Pero estas articulaciones no son espontáneas,sino más bien políticas y por lo mismo capaces deser orientadas y perfiladas políticamente hacia unamayor interseccionalidad, una perspectiva inter-cultural. Y es allí donde hay que incidir porque ali-menta otra subjetividad.

Las formas de organización previa no puedencaptar la enorme diversidad de procesos, propues-tas y actoras sociales. Estas múltiples miradas y

dimensiones buscan nuevas expresiones, másacordes con los nuevos tiempos, se reacomodan,se expresan de otras formas, no como un movi-miento que impacta al unísono sobre una agendaespecifica, sino mas bien como expresiones plu-rales que impactan, al mismo tiempo, en diferen-tes espacios y desde diferentes agendas, y con

Estamos en todas partes, conectadas

electrónicamente, construyendo nuevos

marcos interpretativos para la acción, que

amplían los horizontes de transformación

de los feminismos.

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formas diferentes de articulación. No es la formade organización tradicional, es por ejemplo, la or-ganización en red, entramados que no se agotanen una dimensión sino que se conectan con otrasmúltiples forma de resistencia y actoras/es quelas protagonizan. Todas somos el todo y sus múl-tiples partes.

¿Una o varias agendas?

En estas circunstancias, ¿hay una o másagendas? Hay creo un núcleo básico compartidopor las que deciden asumirse, alrededor de lasexclusiones y subordinaciones de las mujeres yen contra del hegemonismo masculino. Ese es elpiso común. Pero sobre este piso, hay otras múl-tiples conexiones. Y hay corrientes políticas dis-tintas que alimentan esta multiplicidad de agen-das. Una de ellas, amplia, múltiple y global, es laque sostiene que las agendas de las mujeres sonparte fundamental de las agendas democráticas,en lo global y lo local, que luchan por la recalcifi-cación y radicalización de la democracia, por lajusticia de redistribución y reconocimiento y semoviliza contra el neoliberalismo, los militarismosy los fundamentalismos. Para este marco no ne-cesitamos un proyecto común, sino la explicita-ción de un posicionamiento político, expresado enuna pluralidad de formas de lucha y capacidad depropuesta, desde múltiples espacios.

Las alianzas

Como feministas, el campo de las alianzas esamplio y a la vez estrecho: las causas de justicia yde derechos humanos son parte de las agendasfeministas, en disputa por iluminar lo aún poco vi-sible de la exclusión de las mujeres. Pero neolibe-ralismo y guerra no bastan para definir caminosni énfasis comunes. Las miradas a ambos fenó-menos no siempre llevan las complejidades de unamirada feminista. El énfasis en los fundamentalis-mos, derechos sexuales y reproductivos, aborto,Estado laico, orientación sexual, dan hoy el terre-no de la disputa, no solo con los estados y espa-cios oficiales sino con otros movimientos demo-cráticos

De allí que las alianzas corresponden a un

nuevo posicionamiento político que marca el diá-logo con otros movimientos:

- Reconocimiento de las mujeres como suje-tos de derecho y la equidad como un valor demo-crático a incorporar en las instancias organizati-vas o articuladoras de otros movimientos y acto-ras/es sociales.

- Reconocimiento de la diversidad/desigual-dad en las formas de existencia y posicionamien-tos de las mujeres al interior de los feminismos.Asuntos de interculturalidad, de interseccionali-dad y transversalidad comienzan a ser parte delas búsquedas de acercamientos democráticosal reconocimiento de las diferencias y las des-igualdades de poder, entre las diferentes ver-tientes de los movimientos de mujeres y con otrosmovimientos.

De allí la importancia de la visibilidad propia.Y de la idea que las alianzas son también espa-cios de disputa, por encontrar formas de ampliarlas agendas en un proceso de interacción másdialogante. El reto planteado es el de generarnuevas reflexiones y construir espacios más in-clusivos, en conexión con otros movimientos so-ciales y luchas democráticas. Conectarse con otrassubjetividades para generar pensamiento críticodesde la diversidad, desde las nuevas reflexionesque traen las mujeres negras, indígenas, las nue-vas reflexiones e iniciativas de las jóvenes femi-nistas, etc. Y de lo que va produciendo la interac-ción y disputa con otros movimientos.

* Fundadora del Centro Flora Tristán.

Bibliografía

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BRASH, Astar, 2004. Diferencia, diversidad y diferenciación. En: Otrasinapropiables: feminismos desde las fronteras. Bell Hooks, AstarBrash, Chela Sandoval, Gloria Andaluza et all. Creative Commons.Madrid

CAMPILLO, Neus, 2005. Género, ciudadanía y sujeto olítico. En:Congreso Internacional «Género, constitución y estatutos deautonomía». Instituto Nacional de Administración Pública-INAP.Madrid.

LECHNER, Norbert (2002). Informe de Desarrollo Humano. Chile.

LECHNER, Norberto. 1996. La transformación de la política, RevistaMexicana de Sociología, Vol. LVI11, Nº 1, pp. 5-17.

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Las voces silenciadas dela literatura venezolanaMariana Libertad Suárez*

Hacia mediados del siglo XX, en uno de los manualesmás emblemáticos de la historiografía literaria latinoamerica-na, ¿Quiénes narran y cuentan en Venezuela? (1958), el crí-tico Ángel Mancera Galletti presentaba una panorámica de lanarrativa de su país. Ahí, establecía la existencia de genera-ciones y grupos culturales; asociaba o separaba escritorescon búsquedas estéticas determinadas; jerarquizaba, em-pleando una enorme gama de criterios, a los autores venezo-lanos de los últimos cincuenta años y proponía claves para lacomprensión del campo cultural venezolano.

Curiosamente, ni un solo nombre de mujer aparecía en-tre los fundadores de la literatura nacional. Tampoco se en-contraban escritoras entre los regionalistas, los vanguardis-tas o los autores del grupo Viernes. Tan solo en un pequeñoapartado del libro se acumulaban las menciones a todas lasnarradoras que, sin distingo ético o estético, el autor conside-raba dignas de algún reconocimiento. A diferencia de lo que

La autora nos acerca a

un tema que no es

ajeno en el Perú: cómo

las mujeres escritoras

fueron ignoradas, más

aún si éstas rompían

con lo establecido.

Internacional

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ocurría al momento de estudiar las obras de losautores, en esta sección, los juicios de ManceraGalletti no iban dirigidos a la obra literaria en cues-tión, sino que el autor se limitaba a esbozar quiénera la escritora –es decir, dónde y cuándo habíanacido, si era tímida o extrovertida, si usaba fal-das o prefería los pantalones– y a exponerle unaserie de recomendaciones para mejorar su pro-ducción narrativa.

Sin dudas, resultaría un poco más que des-cabellado creer que la Historia, bien sea política,social o literaria, de cualquier país puede escribir-se con tan solo la mitad de los seres humanosque lo habitan; sin embargo, esta visión que sub-yace al texto de Mancera Galletti constituyó, has-ta muy entrado el siglo XX, una recurrencia den-tro de los manuales de literatura venezolana.Como ejemplo de ello, se pueden encontrar: Lite-ratura Hispanoamericana (1978), de Domingo Mi-liani, Oscar Sambrano Uraneta; Narrativa Vene-zolana contemporánea (1972), de Orlando Arau-jo; o bien Panorama de la literatura venezolanaactual (1973), de Juan Liscano.

Ninguno de estos manuales integra la narrati-va de mujeres a su propuesta de sistematizaciónde la literatura venezolana. Así como tampoco loha hecho la academia en sus programas de estu-dio. Aún en la actualidad, en los cursos obligato-rios que se dictan en las diferentes escuelas deletras del país, los nombres de escritoras venezo-lanas se encuentran prácticamente ausentes.

Esta particularidad remite de manera inme-diata a una serie de interrogantes: ¿Existió en laVenezuela de la primera mitad del siglo XX unaproducción narrativa por parte de las mujeres? Encaso de que así fuera, ¿por qué ésta ha sido rele-gada a un segundo plano dentro de espacios comola academia y la crítica cultural? ¿Por qué es tanpoco estudiada y por qué en los pocos casos enlos que se produce una aproximación, los investi-gadores no pretenden analizar el discurso elabo-rado sino prescribir un discurso por elaborar? ¿Porqué la tendencia a obviar el texto y a concentrar-se en el individuo?

Únicamente con tratar de responder la prime-ra interrogante, el problema se torna más com-plejo, pues basta con leer algunos suplementosculturales de la época para saber que no solo hubo

entre 1900 y 1950 una gran producción literariapor parte de las intelectuales venezolanas, sinoque, además, la misma fue recibida, reseñada yhasta demandada por espacios de difusión muyreconocidos. Entre ellos se encuentran La Revis-ta Nacional de Cultura, la revista Elite, el diarioAhora o el semanario Fantoches. Es decir, pormedios de comunicación impresos que tuvieron unaimportancia capital para la creación del canon litera-rio del país.

Entre los primeros nombres de mujeres queaparecen en estas publicaciones se encontrabaVirginia Gil de Hermoso, a quien la profesora Car-men Mannarino, abocada a impedir que se diluyacon el tiempo la participación femenina en la lite-ratura nacional, define como: «nuestra primera no-velista en estricto sentido cronológico. Ella, for-mada en la lectura de la novela sentimental y defolletín, en un ambiente de demorado romanticis-mo, en sus novelas Incurables [1915] y Sacrifi-cios [1911] no excede las influencias recibidas,pero con El recluta [1945] pasa a ser una dobleexcepción: como novelista en un océano de poe-tas y, además, como persona que incluye en latrama sentimental de sus novelas la preocupaciónsocial. Tal vez por salirse de lo común aceptado, Elrecluta hubo de esperar décadas para su publica-ción» (Mannarino, 1988: 362).

El tono pasajero del comentario no lo hacemenos elocuente, pues aquí se establecen algu-nas pistas para contestar a nuestra segunda inte-rrogante. Virginia Gil de Hermoso resultó una escri-tora incómoda para el canon literario venezolanono solo porque escribiera una novela de denunciaen lugar de dedicarse a la lírica –territorio asigna-do a las mujeres por años– sino porque, además,al hacerlo, se ubicó a sí misma como sujeto políti-co ante la situación social del país, estableció lacapacidad crítica de las venezolanas y propusoque más allá del dolor de madre que podía hacerreaccionar a las mujeres ante la guerra, había ar-gumentos racionales sustentando su postura an-tibelicista.

A esto se suma que, al igual que buena partede sus compañeras de generación, Virginia Gil deHermoso no solo se dedicó a la escritura de fic-ción, sino que, además, estuvo a la cabeza dedos asociaciones culturales que, a su vez, produ-

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cían sus respectivos órganos divulgativos perió-dicamente. Así pues, la Sociedad Alegría apadri-nó las revistas El chistoso y Flores Letras, mien-tras que en la Sociedad Armonía se gestó Armo-nía literaria. Por medio de estas publicaciones, laescritora continuaba su proceso de intervenciónen el quehacer literario nacional.

Gracias a éstas y otras iniciativas, la narrativade mujer se fue multiplicando en Venezuela, porello, entre 1900 y 1950 surgieron los nombres deMagdalena Seijas, autora de Amor y fe (1904);Magdalena Torrealba Álvarez, quien publica Már-tires de la tiranía (1909); y Mina de Rodríguez Lu-cena, escritora de Antonio Rusiñol (1916). Dadoque se trataba de textos mucho más intimistas quelos de Gil de Hermoso, no pudieron ser desesti-mados por la crítica con el mismo argumento quehabía desechado El recluta; pese a ello, estasnovelas tampoco fueron bien recibidas, pues –lamayoría de las veces– se les tildó de «textos aje-nos», que no obedecían a los requerimientos dela literatura nacional.

De igual forma, en estudios más recientes, seha afirmado que Seijas, Torrealba y Rodríguez,reproducen una visión estereotipada de la mujer;sin embargo, y aunque pueda sonar paradójico,resulta innegable que los sujetos femeninos crea-dos en estas ficciones –si bien se construyen des-de una profunda inconformidad ante el statu quoque, a su vez, parece inquebrantable– lograntransgredir las líneas de poder cuando se adue-ñan del acto de escritura. En el marco de estasficciones de las décadas iniciales del siglo XX, laelección de la primera persona pasa de ser ungesto de sumisión que acompaña el reconoci-miento de una mirada reducida del mundo, aconstituirse como una advertencia abiertamentepolítica.

Los personajes femeninos que protagonizantodas estas historias eran incapaces de alejarsede los saberes naturalizados que habían consti-tuido hasta entonces el mapa cultural venezola-no: dependían económicamente de los varones,eran profundamente reactivos, temían a la sole-dad y sus emociones debían acompañar todas susdecisiones. Al respecto, lo que quizá resulte másimportante es que estas variables definían su iden-tidad y delimitaban su escritura.

Literatura femenina y política

Esta plataforma permitió que para el año 1936,cuando –tras la muerte del dictador Juan VicenteGómez– en Venezuela se inició un proceso de de-mocratización nacional, surgiera en el país un nue-vo movimiento reivindicativo de la escritura de mu-jeres. Una generación de autoras que leyó desdesu perspectiva las transformaciones sociales paraentonces sufridas y deseadas en el país. En elaño 1939, la periodista, maestra, narradora y an-tologista Irma de Sola, crea la Biblioteca femeni-na venezolana, una asociación encargada de pu-blicar y difundir libros de cualquier género literarioescritos por mujeres y elegidos anualmente pormedio del «Concurso femenino venezolano».

Se trató de un intento de sistematización deescrituras ajenas al canon, a veces avaladas porla intelectualidad del proyecto nacional naciente,pero que dejaron una constancia de la diversidadde visiones en torno al proceso de democratiza-ción nacional. Un gesto por demás interesante,dado que desdecía la supuesta uniformidadideológica de los intelectuales venezolanos de laprimera mitad del siglo XX. Bajo este sello publi-caron autoras como Dinorah Ramos, Lucila Pala-cios, Mercedes López León, Blanca Rosa Lópezy Ada Pérez Guevara.

A los ocho años de su creación, la periodistaLeonor Lenis afirmaba: «la Biblioteca FemeninaVenezolana ha venido cumpliendo un hermoso co-metido entre las mujeres de esta tierra. Saliéndo-se por su proyección valiosa del montón exhibi-cionista que por lo común suelen convertirse enAsociaciones y Grupos, ha demostrado y con prue-bas irrefutables que el propósito de los miembrosde dicha Biblioteca es la (sic) de facilitar a la mu-jer venezolana una oportunidad para que se aso-me al ventanal de la literatura y dé a conocer susobras, sus pensamientos e inquietudes que enmuchas ocasiones se han quedado cubiertas depolvos tristes ante la imposibilidad de publicarlos»(Lenis, 1947).

Desde el comienzo mismo de esta reseña, nosolo se anuncia la existencia de una tradición denarradoras venezolanas, sino que, además, se for-mula la idea de que si no circulan más textos es-critos por mujeres dentro del campo cultural del

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país, no es porque no se hayan creado, sino por-que el aparato editorial había marginado sosteni-damente estos discursos. Esta aseveración resul-taba osada no solo porque objetaba algunas ver-dades preestablecidas en torno a la historia de laliteratura venezolana, sino porque, además, po-nía en evidencia que las relaciones mujer-natura-leza y hombre-cultura, no eran más que conven-ciones sociales.

De hecho, este breve artículo pareciera con-densar muchas de las propuestas contenidas enlas ficciones publicadas por la Biblioteca femeni-na venezolana; planteamientos que, sin duda,podían resultar agresivos –más aún en boca demujer– durante la Venezuela de la primera mitad delsiglo XX.

Por ejemplo, el libro de Dinorah Ramos, Seismujeres en el balcón (1943), es una apuesta clarapor la diversidad del sujeto femenino, una defen-sa de su individualidad. Cada una de las protago-nistas de estos cuentos se encuentra alternativa-mente feliz, triste, presa, liberada, oprimida o indi-ferente ante las relaciones de pareja, la materni-dad y el matrimonio. No existe uniformidad algu-na en sus acciones y, lo que es aún más intere-sante, los personajes masculinos que circulan porestos textos sí se presentan como entidades pla-nas, sin rasgos definidores claros, con nombressimilares y hasta idénticos en cada caso. Es de-cir, en estas breves historias se invierten los me-canismos de identificación de género empleadospor la literatura occidental en los últimos siglos.

De igual forma, la autora Ada Pérez Guevara,en su novela Tierra Talada (1943), construye unahistoria que si bien toca en muchos puntos la es-tética regionalista que dominaba el canon literariovenezolano de la época, lo hace desde una posi-ción marginal, con la finalidad de cuestionar el pro-yecto ideológico que sustentaban estas escritu-ras. En esta obra, el sujeto masculino, mestizo yletrado que ocupaba el centro de obras latinoa-mericanas tan emblemáticas como Doña Bárbarao La Vorágine, va a ser sustituido por una mujerque en lugar de «desarrollar» su pensamiento, sepropone como meta última aprender un oficio, in-gresar al mercado laboral y, a partir de entonces,construirse como sujeto público.

¿Existe entonces un hilo conductor que per-

mita comprender estas narrativas como un movi-miento político y cultural? Sin duda es así. Anteesta selección apresurada y hasta arbitraria de na-rradoras venezolanas de la primera mitad de sigloXX, podrían formularse algunas hipótesis para res-ponder a nuestras primeras interrogantes. Porejemplo, se podría decir que pese a que hubo unaabundante y diversa producción discursiva porparte de las mujeres entre 1900 y 1950, ésta nofue integrada a los intentos de sistematización dela literatura venezolana por su tono delator: estasobras evidenciaban que la aparente unidad esté-tica entre los escritores venezolanos no era másque una excusa para legitimar un proyecto políti-co. De igual forma, dejaban ver que los estereoti-pos de género circulantes para entonces en laprensa nacional presentaban más una búsquedapreformativa, que un carácter descriptivo, pues enVenezuela sí había mujeres creadoras, intelectua-les, racionales y con posturas críticas; no soloheroínas melodramáticas que se definían desdesu relación con el poder.

Esta última contingencia permitiría compren-der por qué la crítica iba más orientada a la confi-guración de la subjetividad que al análisis de lostextos, pues hablar de la obra de las escritorasvenezolanas hubiera supuesto, por entonces, re-conocer a las mujeres como individuos enuncia-dores, es decir, abrirle el paso a esa subjetividadamenazante que aún hoy en día encarna la mujerintelectual.

*Investigadora. Universidad Simón Bolívar, Venezuela.

Bibliografía

ARAUJO, Orlando (1972). Narrativa Venezolana contemporánea.Editorial Nuevo tiempo S.A. Caracas.

LENIS, Leonor (1947). «La Biblioteca femenina venezolana», En:Revista Elite. Agosto de 1947. Caracas.

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MANNARINO, Carmen (1988). «Confesión y creación en la novelaescrita por mujeres». En: VVAA. Conceptos para una interpretaciónformativa del proceso literario de Venezuela. Pequiven. Caracas.

MILIANI, Domingo y SAMBRANO URDANETA, Oscar (1976).Literatura hispanoamericana. Italgráfica. Caracas.

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El feminismo y el horizon-te democrático peruano1

Marilyn Daza*

En el intento de comentar el libro escrito por Virginia Var-gas, El movimiento feminista en el horizonte democrático pe-ruano. Década 1980-1990, me preguntaba qué podía decirsobre un periodo –básicamente los 80– que poco recuerdo, yde los 90 que lo recuerdo desde otras experiencias políticas,nada cercanas a las del movimiento feminista.

Luego en la lectura reconocí que la historia narrada, quelos análisis hechos y que las voces presentadas, también sonlas mías desde el momento en que me asumí como feministay que me identifiqué con el movimiento.

Es una historia de la que formo parte no porque estuvepresente en los primeros grupos de autoconciencia, ni en lamarcha contra el miss universo frente al Sheraton ni en losinterminables debates sobre la autonomía del movimiento nimenos por estar en los primeros encuentros feministas lati-noamericanos y caribeños, ya que por esos años venía almundo, me parían.

Formo parte de esta historia porque nací en ella y porquetambién la escribo hoy junto a cada generación que segui-mos dando vida, poniendo el cuerpo y las esperanzas para

Una feminista de

las nuevas generaciones

interpreta al movimiento

feminista, su historia y

sus pendientes a

partir de la lectura del

libro de Virginia Vargas.

Publicaciones

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concretar el proyecto feminista y, por consiguien-te, mis comentarios buscan complementarla.

Primero quiero reconocer el inmenso valor quetiene este libro por el objetivo que se propone, talcomo se menciona, de recrear colectivamentenuestras memorias. Una Gina Vargas, Una Ceci-lia Olea, Una Maruja Barrig, Una Rosa DomingaTraspasso, Una Maria Ysabel Cedano, tienenconsigo un gran bagaje de vivencias y saberes,construyeron y siguen construyendo las agendasy las orientaciones del movimiento, y las reconoz-co como voces importantes y queridas pero nolas únicas.

Voces de mujeres feministas populares, comolas llamaron, voces de generaciones intermediasa las conocidas históricas, voces de agendas in-tersectadas como las lesbianas feministas, vocesde las feministas en el campo del arte, entre otras,son las que quedan para ser recogidas y con estoseguir ejercitándonos en la práctica democráticay democratizadora de ampliar nuestras miradas,de reflexionar sobre nuestra diversidad, de seguiralimentando nuestras utopías, complejizando y po-tenciando nuestras luchas.

Estas memorias múltiples y diversas como elmovimiento mismo, nos reafirman que aún esta-mos de pie contradiciendo teorizaciones y malicio-sos pareceres que dicen que el movimiento femi-nista en el Perú nunca fue un movimiento, que nolo es, ni lo será. Nos encontramos aquí recuperan-do el ayer, creando nuevos presentes, y todavía apesar de los contextos vividos de violencia e inter-minables intentos por menoscabar nuestras luchas–el sistema no para, pero nosotras tampoco– se-guimos mirando al horizonte –que no está tan leja-no como se pensaba–, seguimos de pie pero noparadas, siempre en «movimiento», caminando,aunque diría que ahora nos toca «bailar».

El valor de recordar, de aprender de lo vividotambién colectivamente, de dialogar las experien-cias y los saberes, nos permite seguir construyen-do nuestros horizontes de transformación políticapersonal aquí y ahora.

Un movimiento en movimiento, en movimien-to de ideas y en movimiento de subjetividades,movimiento de diversidades, nunca estancado,siempre en constante cambio, así es y lo narradoen este libro lo muestra. De los debates sobre au-

tonomismos frente al Estado a las agendas nego-ciadoras con este, de las discusiones de clase so-cial a las de derechos humanos, de las reflexio-nes sobre el patriarcado a las del cuerpo comoun campo de disputa política, desde la lucha cul-tural a la de las cuotas de participación, y hoy to-das juntas, pero, ¿revueltas?

Una de los compromisos que me/nos deja ellibro –que confirmo en la práctica teórica militan-te– es que el movimiento sigue con varios nudospor resolver. Una de éstos es el del trabajo con ladiversidad –de voces, de sentires, de estrategias,de agendas, de sueños– dentro y fuera, en lo lo-cal y global. Y esto a mi parecer forma parte de unproceso mayor, más desafiante aún, que nuestromovimiento, como todos los demás movimientossociales, tiene: el de la democratización.

Democratizar la cama, la casa y la calle si-guen siendo consignas que remecen conciencias,consignas que al ser replanteadas desde dentrodel movimiento implican mayor complejización enlos análisis de las relaciones de poder. Esto es labúsqueda por develar las lógicas del poder –do-minar–existentes también en nuestro movimientoentre generaciones, entre clases, entre culturas,entre subjetividades, etc, enfrentándolas, propo-niendo y construyendo una cultura política másjusta, solidaria y dialogante. Hacer esto y preten-der compartir esta lucha con otros movimientos,es una gran tarea que a las nuevas generacionesnos toca y lo tomamos con afecto y compromiso.

Hablar de diversidad, movimiento, afecto ydesafíos, me hace pensar en bailar. Me provocaimaginarnos en una pista de baile con ganas dejuntarnos a disfrutar de nuestra rebelde alegría, atocarnos, a dejarnos afectar por los sentimientoscompartidos, a Crear siempre, a poder crear pa-sos, coreografías, combinando los ritmos, los co-lores, las voces, las sensaciones, yendo de bala-das a huaynos, de punk a boleros, con hojotas,con tacones, con faldas, pantalones, con rellenoso sin ellos, bailando, conectándonos, afectándo-nos, potenciándonos. Porque nadie nos quita lobailado, sigamos bailando pero ahora sintámonosmás.

*Programa Democracia y Transformación Global-UNMSM.

1 Texto dado a conocer en la presentación del libro.

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Publicaciones

Claroscuros. Debates pendientes en sexualidad y reproducciónNancy Palomino y Mariella Sala, editorasDiversas autorsas reflexionan sobre cuerpo, placer y salud sexual; saludreproductiva en contextos culturales diversos; Estado/iglesia y los derechosreproductivos en el Perú de los 90.Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima, 2007.

América Latina, un debate pendiente: Incidencia en la economía y enla política desde una visión de géneroVarias autoras. Una herramienta para la capacitación en el tema.Repem-Unifem. Uruguay, 2007.

Presentes, pero invisibles: Mujeres y espacio público en Lima surTeresa Cabrera, Miguel Villaseca. Serie Estudios Urbanos.Presenta las diversas miradas que tienen las mujeres sobre los espaciospúblicos en distritos como Villa El Salvador y Villa María del Triunfo.Desco. Lima, 2007.

Justicia y reparación para mujeres víctimas de violencia sexual encontexto de conflicto armado internoVarias autoras. La realidad plantea nuevos retos como lograr laflexibilización de los estándares probatorios para los casos de violenciasexual, la resolución de los conflictos entre las normas nacionales einternacionales, entre otros.Consejería de Proyectos. Lima, 2007.

Opciones de vida: hacia una teología católica sobre reproducciónelegidaReflexiones sobre si las mujeres católicas deben renunciar o no a la opciónde elegir su reproductividad, al no estar de acuerdo con las enseñanzasde la iglesia relativas a la sexualidad.Católicas por el Derecho a Decidir. México, DEMAC. 2007.

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Otra

s Pub

licac

ione

s

Biblioteca Flora TristánParque Hernán Velarde N° 42, Santa Beatriz, Lima.Atención de lunes a viernes de 1 a 5 p.m.

La demanda en la explotación sexual comercial de adolescentes:estudio cualitativo en Sudamérica (Chile, Colmbia, Paraguay yPerú)Investigación que se propone promover respuestas locales, nacionalesy regionales eficaces en los países para prevenir y erradicar las causasque generan la explotación de las/os adolescentes.Organización Internacional del Trabajo-OIT. Asunción, 2007.

Recursos humanos para la atención en salud sexual y reproductivaEdición 4. Presenta diversas experiencias del mundo con relación alpersonal y sus condiciones laborales en la implementación de políticassobre programas de salud sexual y reproductiva.Reproductive Health Matters. Universidad Cayetano Heredia. Lima, 2007.

Familia y diversidad en América Latina. Estudios de casosDavid Robichaux (compilador). Busca entender la diversidadsociocultural, pues al recurrir a modelos universales ajenos a la realidadregional, se producen distorsiones en el análisis.Clacso, Asdi. Argentina, 2007.

Otras publicaciones

La carne / El sueñoGladys Basagoitia Daza. Poesía.Fara Editore, Italia, 2007.

Mujeres que trabajan la tierra, un estudio sobre las mujeres ruralesen Argentina. Cristina Biaggi. Secretaría de Agricultura, Ganadería,Pesca y Alimentos. 2007.

Economía Política del cuerpo: la reestructuración de los gruposconservadores y el biopoder. Jaris Mujica. Centro de Promoción yDefensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos. Lima, 2007.

Equidad de género y políticas públicas: balance, lecciones y pro-puestas a partir de la experiencia en Piura. Klara Alfonso Undabarre-na. Cipca, 2007.

Memoria de una experiencia de construcción de sociedad civil2000-2004. Foro Salud, Lima 2007.

Masculinidad y violencia familiar: guía educativa. Miguel RamosPadilla. Movimiento Manuela Ramos. Lima, 2007.

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Agradecemos el apoyo de Match InternationalCentre, especialmente a María EugeniaOtárola, Agente de Programa para la Américadel Sur, que hace posible la presente ediciónde la revista Chacarera.

Chacarera 36

Lima, Perú,enero, 2008

Revista de la Red Nacional de la Mujer RuralCentro de la Mujer Peruana Flora Tristán

Parque Hernán Velarde 42, Lima 1Tlf. 4331457, fax 4339500E-mail: [email protected]

Consejo editorial: Blanca Fernández, GabyCevasco, Elena Villanueva, Martha Rico.

Edición: Gaby CevascoDiseño y diagramación: Marisa GodínezDibujos de historieta: Wilfredo Navarrete ArellanoFotografía: Walter Hupiú, Carla Jiménez y archivoCMPFT.Impresión: Editorial Línea Andina

Colaboran en este número: Violeta BermúdezValdivia, Narda Henríquez, Grecia Rojas Ortiz,Jorge Luis Delgado, Liz Meléndez, Karim FloresMego-Guiomar Vásquez Z., Diana Miloslavich,Virginia Vargas, Mariana Libertad Suárez(Venezuela), Marilyn Daza.

Índice

1 EditorialEl gobierno tiene que cumplir sus compromisoscon las mujeres.

2 Chacarera informa

8 Actualidad- Estado actual de la reforma del Estadoperuano. Violeta Bermúdez Valdivia.- ¿Cómo está la democracia? ¿Cómoestamos las mujeres? Narda Henríquez- ¿Retrocesos en la política de prevención yatención a la violencia? Grecia Rojas Ortiz.

19 Nacional- ¿Es posible otra iglesia? Jorge Luis OrtizDelgado.- La trata de mujeres para la explotación sexual.Liz Meléndez.

25 HistorietaMigración y trata

29 Especial- Presentación: El movimiento de mujeres hoy.- El proceso de las organizaciones de mujeres.Diana Miloslavich Tupac.- ¿Existe un movimiento de mujeres? Hablanlideresas de organizaciones.- ¿Estamos en el resurgir del movimientosindical? Karim Flores Mego-GuiomarVásquez Z.- El movimiento feminista y el movimiento demujeres en el contexto de globalización.Virginia Vargas.

48 InternacionalLas voces silenciadas de la literaturavenezolana. Mariana Libertad Suárez.

52 Publicaciones- El feminismo y el horizonte democráticoperuano. Marilyn Daza.- Últimas publicaciones.

D.L. Nº 2004-2726ISSN Nº 1811-4911

PRONUNCIAMIENTO

Las organizaciones que suscribimos este comunicado, convencidas que podemos tener una vida dignalibre de violencia, expresamos nuestro descontento frente a las acciones estatales que desprotegen demanera sistemática los derechos de las mujeres de nuestro país:DENUNCIAMOS el modelo económico que aumenta el costo de vida; agudiza la pobreza, la extrema pobrezay la violencia en que viven miles de mujeres de nuestro país; y subordina las políticas sociales. Asimismo,que el Estado no garantiza los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres y que afecta susderechos básicos a la salud, trabajo digno, salarios justos y equitativos, reconocimiento del trabajo familiary comunitario no remunerado, acceso a una educación de calidad, y a una vivienda adecuada.DENUNCIAMOS que el proceso de descentralización y modernización del Estado se hace sin tomar encuenta la relevancia de los problemas que afectan a las mujeres. Según la Encuesta Demográfica y deSalud Familiar, el 68% de mujeres peruanas ha sufrido algún tipo de control sobre sus cuerpos, vidas ysexualidad por parte de sus esposos o compañeros. Asimismo, se incrementa cada año el número demujeres que mueren asesinadas por sus parejas: 9 mujeres son asesinadas cada mes por sus parejas, exparejas, familiares o conocidos en varias regiones del Perú, y 7 logran sobrevivir a la violencia machista. Lasmujeres son víctimas de violencia sexual en el marco de los conflictos armados, muchas sufren acososexual en sus trabajos o centros educativos, son víctimas de la trata de personas y padecen los estragos deabortos inseguros. Esta realidad debería colocar la lucha contra la violencia hacia la mujer como una prioridadestatal.DENUNCIAMOS que el Estado está abdicando de cumplir sus compromisos internacionales, pues haextinguido el Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual (PNCVFS). Gradualmente le ha quitadoautonomía funcional y presupuestaria hasta consumar su extinción por medio del Decreto Supremo Nº 005-2007-MIMDES del 5 de mayo de este año. Con la desaparición del PNCVFS el Perú renuncia a tener unórgano rector especializado en la lucha contra la violencia hacia la mujer.DENUNCIAMOS que el Estado está iniciando el proceso de transferencia de los servicios de atención enviolencia (CEM) en inadecuadas condiciones. La mayoría del personal de estos servicios no cuenta congarantía de continuidad laboral y el déficit presupuestario y de planeamiento de los gobiernos provinciales ymunicipales pone en riesgo la continuidad de los servicios.DENUNCIAMOS que el Estado ha incumplido las metas de Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer2002-2007. De las cuatro líneas de acción centradas en la prevención, la atención a las víctimas, los cambioslegislativos y el recojo de información se ha cumplido apenas el 30% de las metas. Sin hacer un balanceprevio de las deficiencias en la implementación del Plan anterior, el Estado se alista a elaborar uno nuevo.DENUNCIAMOS al Sistema de Justicia que no garantiza una sanción adecuada y una reparación justa antelas vulneraciones de los derechos de las mujeres. Asimismo, denunciamos la existencia de una culturajudicial machista que margina a magistradas, trabajadoras y ciudadanas.Por las consideraciones expuestas, DEMANDAMOS AL ESTADO que exprese voluntad política frente a laviolencia y que actúe conforme a las responsabilidades asumidas en el ámbito internacional y los deberesque tiene con las mujeres de nuestro país.

¡Únete a la lucha por nuestros derechos!

Amnistía Internacional, A.P.D.H. Asociación Pro Desarrollo Humano, Asociación Aurora Vivar, Asociación de Comunicadores SocialesCalandria, Asociación de Desarrollo Comunal – ADC, Campaña Desafío Miqueas Perú, Campaña por la Convención de los DerechosSexuales y de los Derechos Reproductivos, Centro de la Mujer Peruana FLORA TRISTÁN, Centro Proceso Social, Centro dePromoción de la Mujer del Pueblo-Cepromup, Centro de Promoción y Desarrollo Poblacional-Ceprodep, CGTP-Departamento dela Mujer, Cladem-Perú, Coalición de Organizaciones Sociales de Lomas de Carabayllo, Colectivo Pacha Alterna, Comisión Mujer yEquidad de Conades, Consejería en Proyectos -PCS, CONAMUACAI, Coordinación Regional Lima – Red Nacional de Promociónde la Mujer, CUT-P, Estudio para la defensa de los derechos de la mujer-Demus, FEMUCARINAP, GCAP Perú, Grupo NegroMamaine, Grupo Género y Economía, Instituto Diálogo y Propuestas-IDS, Inppares, Lesbianas Independientes Feministas Socialistas– LIFS, Marcha Mundial de Mujeres, Milenia Radio, Movimiento Amplio de Mujeres, Movimiento Amplio de Mujeres Línea Fundacional,Mesa de Trabajo de la Mujer Olivense, Movimiento Ciudadano Para Que No Se Repita, Movimiento de Mujeres Ciudadanas delCono Norte, Movimiento Manuela Ramos, Mujer Tierra Viva, Promotoras Comunitarias en Defensa de los Derechos de la Niña, Niñoy de la Mujer de Lomas de Carabayllo, Publicaciones Canto del Viento, Red Nacional de Casas de Refugio-Recare, Red Nacionalde Promoción de la Mujer – RNPM, SINTRAHOGARP

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Revista feminista sobre géneroy mujer ruralRed Nacional Mujer Rural

Nº 36

tristánflora

centro de la mujer peruana