Chafuen_laeconomiadelalibertad

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ENSAYO LA ECONOMÍA Y LA FILOSOFÍA DE LA LIBERTAD Alejandro Chafuén* En este ensayo se señala la importancia que la filosofía de la libertad tie- ne para la ciencia económica. Luego de un análisis comparativo de las de- finiciones de ciencia económica y de la filosofía de la libertad, el autor llega a la conclusión de que esta última provee el punto de partida de la economía. Esta, a su vez, al estar compuesta por deducciones del princi- pio de la acción humana (que es voluntaria y libre), aumenta nuestros conocimientos de las implicancias de la libertad mejorando por tanto nuestra filosofía libertaria. Como conclusión, se describen algunos argu- mentos de economistas liberales demostrando que la intervención econó- mica es en la vida contemporánea el arma más eficaz y sutil que tienen los gobernantes para coartar la libertad de los individuos. En estas épocas en que reina el despotismo positivista, muchos han de pensar que el tópico de este ensayo es irrelevante. Hasta hace muy poco tiempo, y por siglos, la economía era enseñada por profe- sores de filosofía moral. Parece ser, sin embargo, que la mayoría de los economistas contemporáneos han querido divorciarse de sus orí- genes. Su mundo abarrotado de matrices, cálculo diferencial y co- rrelaciones, no deja lugar para el pensamiento filosófico. Pero si el objetivo de los filósofos es el de descubrir la verdad, testimoniar la verdad y diseminar la verdad, en definitiva, comprender lo que es, ningún científico puede desentenderse de la filosofía, ya que ésta, la ciencia de la sabiduría, está relacionada con todas las ciencias y dis- ciplinas. El Ámbito de la Economía A través de los siglos, el objeto material y formal de la ciencia económica ha sido definido de forma diversa. 1 Sin gran riesgo de * Doctor en Filosofía. Director de Asuntos Latinoamericanos del Atlas Economic Research Foundation. San Francisco, California. 1 Véase Israel Kirzner, The Economic Point of View, Kansas City: Sheed and Ward, 1976.

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LA ECONOMÍA Y LA FILOSOFÍA DE LA LIBERTAD

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  • ENSAYO

    LA ECONOMA Y LA FILOSOFA DE LA LIBERTADAlejandro Chafun*

    En este ensayo se seala la importancia que la filosofa de la libertad tie-ne para la ciencia econmica. Luego de un anlisis comparativo de las de-finiciones de ciencia econmica y de la filosofa de la libertad, el autorllega a la conclusin de que esta ltima provee el punto de partida de laeconoma. Esta, a su vez, al estar compuesta por deducciones del princi-pio de la accin humana (que es voluntaria y libre), aumenta nuestrosconocimientos de las implicancias de la libertad mejorando por tantonuestra filosofa libertaria. Como conclusin, se describen algunos argu-mentos de economistas liberales demostrando que la intervencin econ-mica es en la vida contempornea el arma ms eficaz y sutil que tienenlos gobernantes para coartar la libertad de los individuos.

    En estas pocas en que reina el despotismo positivista, muchoshan de pensar que el tpico de este ensayo es irrelevante. Hasta hacemuy poco tiempo, y por siglos, la economa era enseada por profe-sores de filosofa moral. Parece ser, sin embargo, que la mayora delos economistas contemporneos han querido divorciarse de sus or-genes. Su mundo abarrotado de matrices, clculo diferencial y co-rrelaciones, no deja lugar para el pensamiento filosfico. Pero si elobjetivo de los filsofos es el de descubrir la verdad, testimoniar laverdad y diseminar la verdad, en definitiva, comprender lo que es,ningn cientfico puede desentenderse de la filosofa, ya que sta, laciencia de la sabidura, est relacionada con todas las ciencias y dis-ciplinas.El mbito de la Economa

    A travs de los siglos, el objeto material y formal de la cienciaeconmica ha sido definido de forma diversa.1 Sin gran riesgo de

    * Doctor en Filosofa. Director de Asuntos Latinoamericanos del AtlasEconomic Research Foundation. San Francisco, California.

    1 Vase Israel Kirzner, The Economic Point of View, Kansas City: Sheedand Ward, 1976.

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    equivocarnos, podemos decir que hacia fines del siglo XIX se fuecreando un creciente consenso de que el actuar humano y no la ri-queza es el objeto de la ciencia econmica.2

    Desde entonces, sin embargo, subsisten diversas definicionesdel objeto formal de la economa. Charles Gide sealaba que la eco-noma estudia el acto humano tendiente a satisfacer necesidadesmateriales. Un acto es econmico cuando su objeto es satisfacer ne-cesidades y deseos materiales.3 Esta forma de definir el objeto for-mal sigue siendo popular entre muchos economistas. El economistamexicano Luis Pazos seala que el objeto formal es "la forma enque [el hombre] produce, intercambia y consume recursos escasospara satisfacer sus necesidades".4 Aade este mismo autor quecuando la actividad del hombre "se dirige a satisfacer sus necesida-des y deseos materiales, que requieren un esfuerzo para obtenerlos,est actuando econmicamente".5

    En forma paralela se desarroll otra corriente de pensamientoen que el objeto formal de la economa es definido en forma msamplia an, al decir de Israel Kirzner, la esfera de la economa "esms grande de lo que tradicionalmente ha sido definido por econo-mistas, abarca toda la accin humana". Nassau Senior,6 quiz fuequien dio los pasos iniciales en esta definicin.

    Son varios los economistas de nota que han considerado y con-sideran que la economa "no limita su campo de accin al aspectomeramente material".7 Ludwig von Mises8 y Murray Rothbard9son quiz los autores que ms han enfatizado este punto. Segn sin-tetiza Murray Rothbard, el objeto formal de la economa es la de-duccin de las implicancias lgicas de la accin humana.10 Estas

    2 Kirzner seala que slo podemos entender la ciencia econmica cuandonuestro enfoque est centrado en la comprensin de la naturaleza del ac-to humano. Ibid. p. 184.

    3 Charles Gide, Curso de Economa Poltica, 3a. edicin (Pars: Bouret,1919) p. 3.

    4 Luis Pazos de la Torre, Ciencia y Teora Econmica, 7a. impresin (Mxi-co: Diana, 1981), p. 16.

    5 Ibid., p. 20.6 Nassau William Senior, An Outline of the Science of Political Economy

    (1836; repr., New York: Kelley, n. d.), p. 27.7 Alberto Benegas Lynch (h.), Fundamentos de Anlisis Econmico (Bue-

    nos Aires: Abeledo-Perrot, 1985), p. 38.8 Ludwig von Mises, Epistemological Problems of Economics, trad. George

    Reisman (New York University Press, 1981) y The Ultimate Foundationof Economic Science (Kansas City: Sheed, Andrews and McMeel, 1978).

    9 Murray N. Rothbard, Man, Economy, and State (Los Angeles: Nash,1970).

    10 Murray Newton Rothbard, Individualism and the Philosophy of the So-cial Sciences (San Francisco: Cato Institute, 1980), p. 37. En Argenti-na, el profesor Gabriel Zanotti llega a las mismas conclusiones, vase es-pecialmente "Fundamentos Filosficos y Epistemolgicos de la Escuela

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    equivocarnos, podemos decir que hacia fines del siglo XIX se fuecreando un creciente consenso de que el actuar humano y no la ri-queza es el objeto de la ciencia econmica.2

    Desde entonces, sin embargo, subsisten diversas definicionesdel objeto formal de la economa. Charles Gide sealaba que la eco-noma estudia el acto humano tendiente a satisfacer necesidadesmateriales. Un acto es econmico cuando su objeto es satisfacer ne-cesidades y deseos materiales.3 Esta forma de definir el objeto for-mal sigue siendo popular entre muchos economistas. El economistamexicano Luis Pazos seala que el objeto formal es "la forma enque [el hombre] produce, intercambia y consume recursos escasospara satisfacer sus necesidades".4 Aade este mismo autor quecuando la actividad del hombre "se dirige a satisfacer sus necesida-des y deseos materiales, que requieren un esfuerzo para obtenerlos,est actuando econmicamente".5

    En forma paralela se desarroll otra corriente de pensamientoen que el objeto formal de la economa es definido en forma msamplia an, al decir de Israel Kirzner, la esfera de la economa "esms grande de lo que tradicionalmente ha sido definido por econo-mistas, abarca toda la accin humana". Nassau Snior,6 quiz fuequien dio los pasos iniciales en esta definicin.

    Son varios los economistas de nota que han considerado y con-sideran que la economa "no limita su campo de accin al aspectomeramente material".7 Ludwig von Mises8 y Murray Rothbard9son quiz los autores que ms han enfatizado este punto. Segn sin-tetiza Murray Rothbard, el objeto formal de la economa es la de-duccin de las implicancias lgicas de la accin humana.10 Estas

    2 Kirzner seala que slo podemos entender la ciencia econmica cuandonuestro enfoque est centrado en la comprensin de la naturaleza del ac-to humano. Ibid. p. 184.

    3 Charles Gide, Curso de Economa Poltica, 3a. edicin (Pars: Bouret,1919) p. 3.

    4 Luis Pazos de la Torre, Ciencia y Teora Econmica, 7a. impresin (Mxi-co: Diana, 1981), p. 16.

    5 Ibid., p. 20.6 Nassau William Senior, An Outline of the Science of Political Economy

    (1836; repr., New York: Kelley, n. d.), p. 27.7 Alberto Benegas Lynch (h.), Fundamentos de Anlisis Econmico (Bue-

    nos Aires: Abeledo-Perrot, 1985), p. 38.8 Ludwig von Mises, Epistemological Problems of Economics, trad. George

    Reisman (New York University Press, 1981) y The Ultimate Foundationof Economic Science (Kansas City: Sheed, Andrews and McMeel, 1978).

    9 Murray N. Rothbard, Man, Economy, and State (Los Angeles: Nash,1970).

    10 Murray Newton Rothbard, Individualism and the Philosophy of the So-cial Sciences (San Francisco: Cato Institute, 1980), p. 37. En Argenti-na, el profesor Gabriel Zanotti llega a las mismas conclusiones, vase es-pecialmente "Fundamentos Filosficos y Epistemolgicos de la Escuela

  • ECONOMA Y FILOSOFA DE LA LIBERTAD

    implicancias son el conjunto de ideas que se pueden deducir del he-cho de que el hombre acta y son independientes del fin material oespiritual de la accin. Como dice Alberto Benegas Lynch (h), des-de el punto de vista del objeto formal de la economa, "no hay dife-rencia entre las acciones que se traducen en precios monetarios y lasque se traducen en precios no monetarios".11

    Las acciones que tienen lugar en el mercado (y que producenpor lo tanto precios monetarios) son estudiadas por la catalctica (ociencia de los intercambios), que a su vez es una rama quiz la msdesarrollada de la economa.

    Una postura intermedia es la sostenida por R. G. Collingwood.Distingue este autor tres tipos o formas de accin humana:

    a) la accin realizada simplemente porque el sujeto tiene ganas derealizarla (accin impulsiva), b) la accin realizada porque el sujetola encuentra conveniente (accin econmica) y c) la accin realiza-da porque el sujeto quiere hacer el bien (accin moral).

    Collingwood tiene una concepcin ms amplia que Charles Gi-de pero menos amplia que la concepcin "austraca" (as llamadadebido al origen austraco de muchos de los precursores de la eco-noma como praxeologa). El llama accin econmica a la accin deintercambiar que en el caso de la economa austraca vendra a serel objeto de estudio de la catalctica. Este intercambio es no slo in-terpersonal sino intrapersonal. Una persona que intercambia un tro-zo de pan por un vaso de leche intercambia el comer ese pan por eltomar ese vaso de leche; esto da lugar a un trmino de intercambioenteramente subjetivo.

    Sealaba este autor que si se concibe a la economa como unestudio de la accin humana, entonces la economa es una cienciafilosfica.12 Para Collingwood, "los problemas de la economa y susprincipios ltimos son slo solucionables si abandonamos todo in-tento de resolverlos en forma emprica e inductiva y los tratamos encambio como problemas filosficos que deben ser abordados conmtodos filosficos".13

    Pese a las diferencias que existen entre estas tres corrientes,podemos afirmar que todas tratan a la economa como una cienciade la accin humana. La accin humana es definida como accin vo-luntaria, libre e inteligente.14 Es por ello que la ciencia econmica

    Austraca de Economa", versin mecanografiada presentada al Departa-mento de Investigaciones de Eseade, Buenos Aires, 1983.

    11 Fundamentos, p. 41. Murray Rothbard seala que "bajo ningn aspectolo 'econmico' equivale a lo 'material' ". Man Economy and State, p. 10.

    12 R. G. Collingwood, "Economics as a Philosophical Science", Internation-al Journal of Ethics, 1926, Vol. XXXVI, p. 162.

    13 Ibid.14 Murray Rothbard comienza su tratado de economa diciendo "La accin

    humana es definida como accin deliberada", lo que implica libertad. To-dos los seres humanos actan en virtud de su existencia y su naturalezahumanas. Man Economy and State, p. 1.

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    as entendida forma parte de la filosofa de la libertad. Su objetomaterial es la accin libre de las personas.

    La ciencia econmica ofrece al hombre conocimientos que lepermiten entender algunas consecuencias que se desprenden de la li-bertad de accin: las implicancias formales de la accin humana. Nolas consecuencias concretas (los resultados especficos, p. e. el gradode satisfaccin de una accin o el precio futuro de un bien), sino losprincipios econmicos generales y universales (p. e. manteniendo fi-ja la demanda el incremento en la oferta de un bien har disminuirsu precio). La ciencia econmica nos proporciona los medios paracomprender algunas consecuencias de las restricciones a la libertadde accin.

    La ciencia econmica no es una ciencia normativa, y por talmotivo no tiene como objetivo dar primaca a la libertad o a la es-clavitud. Pero como su objeto material es el acto humano libre, laconexin entre ciencia econmica y libertad es mucho ms ntimade lo que suele suponerse. La ciencia econmica es una de las tantascosas que perderan sentido si el hombre no fuese un ser libre.15

    Toda ciencia que estudie actos libres contribuye a la filosofade la libertad en la medida que llegue a conclusiones correctas (loserrores de los economistas, moralistas y socilogos, cuando soncompartidos por la mayora de los intelectuales contribuyen a obs-curecer o empeorar nuestra sabidura sobre la libertad.16

    El objeto material de la tica o la moral tambin es el actuarhumano y por lo tanto tambin contribuye a la filosofa de la liber-tad, pero su objeto formal es la bondad o maldad (deber ser) de lasacciones.17

    Debe quedar en claro que gran parte de los economistas nocomparten esta visin de la economa como ciencia del actuar hu-mano. Para los que creen que la economa es una tcnica, existe po-co incentivo (en cuanto economistas) para mejorar el entendimien-to sobre la libertad personal. Para ellos es posible una economa queno haga referencia a la libertad humana y que slo se ocupe de "re-laciones funcionales cuantitativas".

    Se puede llegar a estas posturas partiendo tanto de una ideaequivocada de la naturaleza humana como de una idea equivocada oparcial del mbito y la naturaleza de la ciencia econmica. Las ideasmarxistas son un buen ejemplo. El actuar humano, para Carlos

    15 Murray Rothbard escribi que "si los hombres son como las piedras, si noson seres con propsitos y no luchan por fines, entonces no hay econo-ma, ni sicologa, ni tica, ni tecnologa, ni ciencia del hombre". Indivi-dualism, p. 4.

    16 La misma palabra ciencia proviene de scientia: conocimiento verdadero.Ver Rothbard. Op. cit., p. 3.

    17 Para un tratamiento ms extenso de este tema ver Alejandro A. Chafun,"La Economa y la Moral" en Liberalismo y Sociedad (Buenos Aires:Ed. Macchi, 1984), pp. 81-101.

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    Marx, no es libre mientras subsista la escasez de bienes econmicos.El actuar humano viene determinado por el sistema econmico quea su vez evoluciona obedeciendo leyes inexorables de evolucin his-trica.

    La Filosofa de la Libertad

    La filosofa, en un comienzo, abarcaba el estudio de casi todoslos campos del saber (sophia); la obra de Aristteles es un buenejemplo de ello. En este autor la libertad es analizada principalmen-te desde el punto de vista moral y psicolgico: la libertad como la li-bertad de opcin que a su vez est ntimamente conectada con laconciencia humana de la propia responsabilidad.18

    Desde el punto de vista de la filosofa moral, Aristteles llega ala conclusin de que slo las acciones "arbitrarias" pueden calificar-se ticamente. Esta arbitrariedad es fruto de la libertad, y las accio-nes que son plenamente libres son aquellas que nacen dentro de lapersonalidad misma con pleno conocimiento de las situaciones. Lasnicas acciones que son susceptibles de ser juzgadas ticamente sonaquellas que se originan en la libre eleccin.

    Pero no todos los filsofos griegos tenan esta misma visin dela libertad. Para Platn, la libertad tiene su opuesto en una cierta ne-cesidad. El que est sometido a una necesidad no es libre.19 Estapostura parece ser compartida por San Agustn, quien en su De Ci-vitate Dei habla de "la necesidad que quita la libertad".

    Aristteles no desconoce el problema de la necesidad, pero pa-ra l lo que violenta se califica como necesario. Y es la violencia laque produce el acto involuntario y la falta de libertad. Es posible,sin embargo, distinguir entre diversos tipos de necesidad: la causadapor la violencia y la que resulta de la naturaleza humana. Esta lti-ma no nos quita la libertad. Dice Manuel Ro: "La necesidad, encuanto que es juzgada compatible con la libertad, nunca se estima niforzosa ni esclavizante ni envilecedora".20 El mismo San Agustn se-ala que esta necesidad no oprime y la califica como necesidad "fe-licsima" (beatissima necessitas).21

    La necesidad que se opone a la libertad es la que se origina enuna fuerza omnipotente (fatalidad) o la que es determinada por he-

    18 La libertad de opcin es definida como la capacidad de la voluntad de de-cidirse por s misma entre diversos motivos. Etica a Nicmaco, 4,1112,a. 1. Georg Wilhelm Friedrich Hegel mantena una postura opuesta, "la li-bertad sera una ilusin si suponemos que se identifica con la arbitrarie-dad". The Philosophy of Right (Chicago: Encyclopaedia Britannica,1952), p. 16.

    19 Platn en Fedro distingue a aquellos que obran "bajo una necesidad" deaquellos que obran "a su grado". Fedro, 231 a.

    20 Manuel Ro, La Libertad (Buenos Aires: Abeledo-Perrot, 1969) p. 24.21 Ibid.

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    chos fsicos o humanos. El modo en que esta necesidad excluye lalibertad puede ser: a) la violencia compulsiva o restrictiva (afecta laaccin del sujeto); b) la coaccin que se ejerce sobre la voluntaddesde fuera del sujeto, y c) la coercin interna que se ejerce sobre lavoluntad desde dentro del sujeto (determinismo psicolgico).

    Subyacen en este anlisis distintas concepciones de libertad: li-bertad como ausencia de necesidad, la libertad como ausencia deuna sujecin exterior (violencia y coaccin) y la libertad como au-sencia de coercin interna. Las concepciones primera y segunda sonlas ms relevantes para las relaciones entre la filosofa de la libertady la economa. La tradicin clsica liberal siempre ha dado ms im-portancia a la libertad como ausencia de violencia y coaccin. SegnFederico A. Hayek.

    La elaboracin formal de estas ideas (el concepto de libertaden su formulacin liberal) en el continente estuvo a cargo delos escolsticos, principalmente despus de haber recibido suprimera gran sistematizacin sobre bases procedentes de Arist-teles en manos de Toms de Aquino. A fines del Siglo XVIhaba sido desarrollada por algunos filsofos jesuitas espaolesen un sistema poltico esencialmente liberal, en especial en elcampo econmico, donde se anticip mucho de lo que revivie-ron los filsofos escoceses del siglo XVIII.22

    Otras corrientes de pensamiento econmico (como el marxis-mo) han dado mayor relevancia a un concepto especial de la liber-tad como falta de necesidad. Esta necesidad es definida en trminosmateriales y es resultado de todo sistema econmico anterior al co-munismo. Slo con el comunismo el hombre podr ser libre, ya quecada cual recibir segn sus necesidades.

    El Enfoque Marxista

    El marxismo toma sus ideas acerca de la libertad de Hegel.23Engels explcitamente seal que "Hegel fue el primero que expuso

    22 Federico A. Hayek, Nuevos Estudios (Buenos Aires: Eudeba, 1980), p.108. En realidad, no slo los jesuitas pueden ser acreditados con esta con-tribucin. A travs de varios estudios, he tratado de demostrar que mu-chas de las ideas de los autores jesuitas eran sostenidas con anterioridadpor religiosos de las rdenes franciscanas y dominicas. Vase, por ejem-plo, "Justicia Distributiva en la Escolstica Tarda", Estudios PblicosN 18, Otoo, 1985. pp. 5-20; "Argumentos Post-Tomistas en Favor dela Propiedad Privada", Libertas, N 3. 1985. En mi libro "Christians forFreedom: Late-Scholastic Economics" (en proceso de publicacin por Ig-natius Press, San Francisco) realizo un extenso anlisis de las contribucio-nes escolsticas.

    2.3 Manuel Ro realiza en trminos dialcticos una brillante sntesis delpensamiento hegeliano referente a la libertad: "El primer momento o

  • ECONOMA Y FILOSOFA DE LA LIBERTAD 185

    exactamente la relacin entre libertad y necesidad. Para l, la liber-tad consiste en comprender la necesidad".24 En su obra cumbre,Carlos Marx seala que "el reino de la libertad slo empieza alldonde termina el trabajo impuesto por la necesidad y por la coac-cin de los fines externos".25 Ms adelante, aade:

    La libertad, en este terreno, slo puede consistir en que elhombre socializado, los productores asociados regulen racio-nalmente ste su intercambio de materias con la naturaleza, lopongan bajo su control comn en vez de dejarse dominar porl como un poder ciego, y lo lleven a cabo con el menor gastoposible de fuerzas y en las condiciones ms adecuadas y msdignas de su naturaleza humana. Pero, con todo ello, siempreseguir siendo ste un reino de la necesidad".26

    Una vez llegado a este punto "comienza el verdadero reino dela libertad que, sin embargo, slo puede florecer tomando como ba-se aquel reino de la necesidad".27

    Para Marx no hay libertad mientras los recursos no estn ple-namente utilizados. Esto se logra slo con el comunismo, ya que eli-mina la escasez artificial (debido a la desaparicin de la plusvala).La necesidad es tomada entonces como un dato de la naturaleza queno coarta la libertad (de la misma manera que las limitaciones quenos impone la gravedad no coartan nuestra libertad). Comprenderesta necesidad y aceptarla es lo que para el marxismo significa la li-bertad (de la misma manera que el conocimiento de la ley de la gra-vedad "aumentara" nuestra libertad).

    El progreso se medir como incremento de la libertad y sta asu vez como una "reduccin de la jornada de trabajo". La libertad,en esta concepcin, es un producto de la evolucin histrica decumplimiento inexorable.28 El mecanismo econmico para aumen-tar "la libertad" es la propiedad comn de los medios de produc-cin, el mecanismo poltico es la dictadura del proletariado.

    'tesis' consiste en admitir la subordinacin absoluta del hombre a lanecesidad. . . En el segundo momento o 'anttesis', la libertad es concebi-da como negacin, igualmente absoluta, de la necesidad. . . Segn Hegel,la libertad absoluta es la muerte. . . El tercer momento es la 'sntesis' delos dos anteriores; por lo tanto, se resume en la necesidad-libertad, la cualconsiste en la libertad entendida como la 'verdad de la necesidad' o el co-nocimiento de la necesidad". Esta concepcin de Hegel equivale a negarla posibilidad de la libertad. La Libertad, p. 221.

    24 Federico Engels. M. E. Duhring boulverse la science (Ant i -Duhring) tr.Bracke. A.-M. Desrousseaux. Pars: Costes, 1931. T. I. P. 171.

    25 Carlos Marx, El Capital, Crtica a la Economa Poltica (Mxico: Fondode Cultura Econmica), I. III, p. 759.

    26 Ibid. Lo destacado es nuestro.27 Ibid.28 F. Engels, Op. cit. T. I. P. 169.

  • 186 ESTUDIOS PBLICOS

    Marx pudo haber credo solucionar el problema de la libertady de la escasez en su construccin intelectual. El anlisis de la reali-dad, en cambio, no permite llegar a las mismas conclusiones. La es-casez no desaparece en la medida que ms se generaliza la propiedadcomn de los bienes de produccin. Los pases con sistemas econ-micos comunistas no producen bienes econmicos al mismo ritmoque los pases con una extensiva propiedad privada.

    El Enfoque Liberal Clsico

    Pese a que la preocupacin de los autores liberales clsicos erala libertad personal como ausencia de coaccin, no podemos decirque se desentendan del problema de las necesidades materiales.Muy por el contrario, segn ellos, la ciencia econmica demuestraque el bienestar de los miembros de una comunidad es considerable-mente mayor cuanto ms respetada es la libertad de la persona hu-mana o "cuanto ms amplio es el orden espontneo de las interac-ciones individuales".29 Es decir, que una mayor libertad de coac-cin dar como resultado una mayor libertad de la necesidad alreducir o mitigar la escasez de bienes materiales. El mecanismoeconmico para aumentar la libertad personal es el opuesto almarxismo: la extensin de la propiedad privada; el mecanismopoltico: el sistema republicano.

    Manuel Ro sostiene que slo existe una corriente que es fiel alprincipio de la libertad y que est compuesta por una "plyade deautores ilustres [que] se empea en reforzar la inteligencia y el apre-cio del principio de la libertad y de sus derivaciones efectivas en lavida social. Ha sido el ncleo propulsor la Societ du Mont Pele-rin".30

    Ludwig von Mises y Federico A. Hayek son citados como loslderes intelectuales de esta corriente. Manuel Ro llega a esta con-clusin incluso tomando en cuenta su discrepancia con la "metafsi-ca" miseana. Para Ro, las rigurosas teoras cientficas de Von Misesalcanzan toda su correccin y solidez en "una metafsica fundadasobre la base de la metafsica realista-crtica y afirmativa del ser".31

    Las Relaciones entre la Economa y la Filosofa de la Libertad

    La economa toma prestado su punto de partida de la filoso-fa. Este punto de partida es el principio de la accin humana: actoslibres que implican el deseo de pasar de un estado menos satisfacto-rio a uno ms satisfactorio. El profesor Gabriel Zanotti ha puesto

    29 Ver Ezequiel Gallo "Notas sobre el Liberalismo Clsico", en Liberalismoy Sociedad, Buenos Aires 1984, p. 7. Nota del Ed.: Una versin corregiday ampliada del mismo apareci en Estudios Pblicos N 21, Verano 1986.

    30 La Libertad, p. 214.31 La Libertad, p. 214.

  • ECONOMA Y FILOSOFA DE LA LIBERTAD 187

    mucho esfuerzo intelectual en demostrar que este axioma central dela praxeologa es un teorema de la metafsica-antropolgica de lapre-praxeologa.32 Lo que para Von Mises constituye una categoraa priori de la accin es, en realidad, una proposicin demostrablepor un estudio anterior.33 En este enfoque, la filosofa de la liber-tad, desde el punto de vista metafsico-antropolgico, explica elpunto de partida de la economa. Esta, a su vez, al estar compuestapor deducciones del principio de la accin humana, aumenta nues-tros conocimientos de las implicancias de la libertad mejorando, portanto, nuestra "filosofa de la libertad".

    La sola mencin de los primeros postulados de la economa encuanto praxeologa, puede servirnos para demostrar los puntos decontacto con la filosofa. La existencia y la naturaleza de la personaes el punto de partida; a partir de all, deducimos que el ser humanono slo se mueve, sino que acta, elige, ordena, tiene objetivos eideas de cmo alcanzarlos. Esta accin es una caracterstica nica delos seres humanos, y tiene lugar a travs del tiempo y en un determi-nado espacio. Cualquier filsofo que intente teorizar sobre la liber-tad forzosamente deber trabajar con estos conceptos, y lo mismodebe hacer el economista. Partiendo del hecho de que las personasdeben actuar para alcanzar sus objetivos, deducimos el fenmeno dela escasez de los medios necesarios para lograr los objetivos, casocontrario los objetivos ya se habran alcanzado.34

    Podemos ejemplificar esta cadena de razonamientos de la si-guiente forma: a) los filsofos nos demuestran que el hombre actaen forma deliberada y libre, b) los economistas (en cuanto praxelo-gos) toman este principio como dato y deducen por ejemplo que enlos actos libres se cumple el principio de preferencia temporal,35c) los economistas (en cuanto economistas polticos) deducen a par-tir de ese dato una teora de la fluctuacin econmica basada en elefecto de las restricciones a la libertad econmica en el campo mo-netario,36 d) terminado este proceso, tenemos que hemos aumenta-do nuestros conocimientos relativos a los actos libres (mejoran nues-tra filosofa de la libertad).37

    32 Gabriel Zanotti, "Fundamentos filosficos y epistemolgicos", Eseade,agosto 1983.

    33 Si se parte del mismo axioma, es posible que se llegue a iguales conclu-siones independientemente de nuestras ideas acerca de cmo aprendimosel mismo (a priori o a posteriori de la experiencia humana).

    34 Vase Murray Rothbard, Individualism, p. 35.35 Principio que seala que las personas valoran ms el mismo bien en el

    presente que en el futuro.36 La teora de las fluctuaciones de F. A. Hayek es un buen ejemplo de esta

    teora.37 Para los que consideran que el conocimiento de la verdad aumenta la l i -

    bertad, este proceso de mejora en el conocimiento aumentara per se !a li-bertad de aquellos que lo comprenden.

  • 188 ESTUDIOS PBLICOS

    La Economa y su Contribucin a la Filosofa de la Libertad

    Propiedad Privada y Libertad Personal

    Una persona es libre de la coaccin externa cuando puede disponer de lo suyo a su antojo.38 Es posible que esta definicin sor-prenda a aquellos que se han acostumbrado a definiciones negativasde la libertad libertad como ausencia de. Con esta definicin esclaro que "el problema de la libertad yace exclusivamente en el m-bito de las relaciones entre personas",39 ya que un hombre aisladopuede disponer de sus bienes a su antojo. Tanto Robinson Crusoe(antes de encontrarse con Viernes) como un ermitao son plena-mente libres.

    Cuando el hombre se asocia (cuando Viernes entra en escena)existe el riesgo de que alguno de los componentes de la sociedad in-tente impedir la libertad de otros. Este riesgo se presenta donde-quiera que el hombre acte en sociedad, sea esta actividad econmi-ca, poltica, cultural o religiosa. Es por ello que para la persona quevive en sociedad slo el derecho a la libertad interior (de conciencia)es inalienable. Toda otra libertad debera ser respetada, pero rara-mente lo es.

    Partiendo de la premisa de que una relacin entre personas de-be ser voluntaria o involuntaria, es fcil concluir con Aristteles quela libertad es violada solamente en los intercambios involuntarios.Cuando no se respeta el derecho humano a la propiedad privada delos bienes econmicos, los actos voluntarios se circunscriben por lafuerza a todo acto que no necesita de bienes econmicos. La liber-tad de ideas y la libertad interna son las nicas que pueden subsistiren tales condiciones. Pero ni siquiera es posible la libertad para ex-presar ideas porque aquellos que controlan las imprentas, el correo,el papel, las radios y la televisin, las calles, y el resto de los bieneseconmicos, cieen el poder para controlar toda expresin de ideas(a excepcin quiz de la telepata y la revelacin). Es por ello que lapropiedad privada es considerada por varios economistas polticoscomo un requisito para la libertad personal.

    Von Hayek seala que la propiedad privada "ha hecho posibley es el corazn de la moral de toda civilizacin avanzada. Los grie-

    38 Esta definicin difiere de la realizada por Floyd A. Harper: "La libertadexiste cuando una persona es libre para hacer lo que ella desee de acuerdoa su sabidura y conciencia". The Writings of F. A. Harper (Menlo Park:Institute for Humane Studies, 1978), vol. 1, p. 212. La idea de deseopuede hacer referencia a los fines buscados por la persona mientras quemi definicin slo hace referencia al uso de los medios. Uno es libre deusar de cualquier modo los medios a su alcance, pero nadie es libre de po-der alcanzar los fines que desee independientemente del uso a que fuerondestinados los medios.

    39 Ibid., p. 213.

  • ECONOMA Y FILOSOFA DE LA LIBERTAD 189

    gos de la antigedad parecen haber sido los primeros en ver clara-mente que es inseparable de la libertad individual".40 Los argumen-tos de las obras que hacen referencia a este tema nos llevan a con-cluir con F. A. Harper:

    Puede ser incorrecto decir que la libertad econmica es la ni-ca forma de libertad, pero parece correcto decir que la libertadeconmica permea todo el problema de la libertad y que es unrequisito absoluto para la libertad en general.41

    La Libertad Personal y el Conocimiento Econmico

    Nuestra descripcin de la economa como praxeologa ha in-tentado demostrar la conexin esencial entre la economa "pura"(praxeologa) y la filosofa de la libertad. La praxeologa ha sido yes estudiada principalmente utilizando el mtodo deductivo. Lagran mayora de los economistas, sin embargo, utiliza el camino in-verso siguiendo el mtodo inductivo. Milton Friedman es quiz,dentro de los economistas de la Sociedad Mont Pelerin, el que man-tiene una postura ms alejada al mtodo deductivo.42 Significa es-to que sus contribuciones son irrelevantes para la filosofa de la li-bertad? De ningn modo. Friedman y todos aquellos que se dedicana la economa aplicada utilizan leyes econmicas y los conocimien-tos acerca de los hechos que consideran relevantes. El resultado desus investigaciones, por lo general, tiene alto valor histrico, y de-muestran el dao producido por las restricciones gubernamentales ala libertad personal.

    Cuando observamos la realidad, nos encontramos con un con-junto de hechos que son el resultado de acciones libres y compulsi-vas: por ejemplo: tamao del Estado y desarrollo econmico, emi-sin de moneda y nivel de precios, gente rica y gente pobre, impues-

    40 The Fatal Conceit, obra indita, Cap. 4: The Ethics of Liberty and Pro-perty, p. 1. La estrecha relacin entre la propiedad privada y la libertades un punto esencial de la doctrina social cristiana. La propiedad privadaproporciona al hombre "independencia, libertad de disposicin y autono-ma; sta, por tanto, 'en la ms estrecha relacin con la dignidad personaly los derechos personales del hombre'. (Po XII, I-VI-1941.)" JosephHffner Manual de Doctrina Social Cristiana (Madrid: Rialp, 1974) p.219. Hffner tambin seala que la propiedad privada no es nicamente"un elemento del orden social, un supuesto necesario de la iniciativa hu-mana", sino una de las ms slidas garantas "de la libertad y dignidaddel hombre, creado a imagen de Dios". Ibid., p. 223.

    41 F. A. Harper, Writings, p. 223. La polmica obra de Murray N. RothbardFor a New Liberty, New York: Collier Books, 1978, es quiz la que msse extiende en demostrar la estrecha relacin entre la propiedad privada yla libertad personal.

    42 Vase Milton Friedman, Essays in Positive Economics, Chicago: The Uni-versity of Chicago Press, 1953.

  • 190 ESTUDIOS PBLICOS

    tos elevados o impuestos bajos. Partiendo de esos datos, los econo-mistas que utilizan el mtodo inductivo procuran descubrir relacio-nes causales. Nada nos asegura (siguiendo el mtodo deductivo o in-ductivo) que los resultados obtenidos lleguen a conclusiones favora-bles a la libertad personal. Pero si las mismas tienen un fundamentocausal lgico,43 entonces pueden considerarse como contribuyentesa la filosofa de la libertad.

    As como economistas que parten de un axioma irreal puedencausar mucho dao a la libertad personal (p. e. los "economistas"marxistas), tambin aquellos economistas positivistas que utilizansupuestos irreales pueden obscurecer la filosofa de la libertad pro-duciendo nefastos resultados en la prctica. En sus construccionesabstractas (los modelos econmicos), muchos economistas utiliza-ron el supuesto de un perfecto conocimiento de los agentes econ-micos. Este supuesto implica el suponer la falta de libertad. Si losresultados analticos obtenidos con ese modelo no son consideradoscomo descripcin del comportamiento ideal de los agentes econ-micos, es poco el dao que pueden causar. Lamentablemente, msde un influyente economista ha cometido el error de considerar queel mundo es imperfecto porque no se ajusta a su modelo irreal.Ejemplos de esta postura son los tericos de la "competencia per-fecta", presentndonos un mundo irreal como si fuera un mundoideal y recomendando restricciones a la libertad para alcanzar un"ptimo" econmico paretiano, y los econometristas que presen-tan sus predicciones como si fueran leyes cientficas olvidndoseque la libertad personal siempre har imposible la prediccin certe-ra de los actos humanos.44 Podemos generalizar diciendo que lalibertad personal siempre ha sufrido cuando las lites gobernanteshan credo saber lo que en realidad, dada la libertad humana, nadiepuede conocer.

    Por lo deducido hasta aqu, parecera ser que existen razonespara pensar que un incremento de conocimientos puede reducir elrespeto por la libertad. En la historia de la civilizacin es posible verque la libertad personal ha sufrido tanto bajo dspotas ignorantescomo bajo dspotas ilustrados.45 En ms de una oportunidad los43 No nos detendremos en el importante debate epistemolgico, dos ensa-

    yos de lectura indispensable son: Juan Carlos Cachanosky, "La Naturale-za de la Ciencia Econmica", en Liberalismo y Sociedad, pp. 127-142, yLawrence H. White, The Methodology of the Austrian School Econo-mists, Alabama: The Ludwig von Mises Institute of Auburn University,1984.

    44 Para predecir correctamente el futuro no slo habra que coartar la liber-tad personal y dominar la naturaleza, sino, como bien sealara Karl Po-pper, deberamos poder predecir nuestros conocimientos futuros. Peroesto es un imposible lgico, ya que el conocer los conocimientos del futu-ro implica que ya poseemos ese conocimiento.

    45 E. Lucas llega a decir que "la libertad personal ha sido ms frecuente-mente violada por la gente, instituciones y gobiernos que ms creyeron

  • ECONOMA Y FILOSOFA DE LA LIBERTAD 191

    adelantos en ciertas ciencias (mejora en el conocimiento) vinieronacompaados por un retroceso en la comprensin de la naturalezahumana (retroceso en el conocimiento). Cuando ste ha sido el ca-so, los resultados en trminos de libertad personal han sido catastr-ficos.46 Pero notamos entonces que el peligro radica ms en la pre-tensin que en el avance del conocimiento.

    Federico A. Hayek ha puesto nfasis en el hecho de que los l-mites al conocimiento son una de las razones por las que es tan im-portante respetar la libertad personal. Las ventajas concretas de lalibertad personal son imposibles de conocer de antemano (el solohecho de que el hombre acte libremente impide que sepamos aciencia cierta cul ser el resultado de esa accin).47 Von Hayek hasealado repetidamente que esta falta de conocimiento pone en des-ventaja a los defensores de la libertad personal especialmente si to-mamos en cuenta que podemos conocer el efecto que en el cortoplazo puede tener restringir o mantener una restriccin a la libertadpersonal.48 La praxeologa tampoco puede decirnos cul ser el cos-to especfico de coartar la libertad (o de aumentarla), pero s puededemostrarnos que los bienes producidos como resultado de una res-triccin de la libertad tendrn menos valor econmico que los bie-nes que se hubiesen producido si la gente hubiese tenido libertad pa-ra asignar sus recursos libremente.

    La Dispersin en el Conocimiento

    Un rgimen que respete la libertad personal es ms productivono slo por los lmites sino por la dispersin de los conocimientos.De aqu surge la idea de que los actos libres de los seres humanos pro-ducen un orden espontneo muy superior a un orden construido.49

    saber acerca de lo que es para nuestro bien, que por cualquier otro grupode gente". Towards a Philosophy of Freedom (Londres: Oxford Univer-sity Press, 1963), p. 130.

    46 El marxismo y el nazismo son los ejemplos ms patentes.47 Carl Menger ya haba remarcado este punto, Principies of Economics

    (New York: New York University Press, 1976), p. 48.48 Si el gobierno expropia tierras para realizar un gran complejo hidroelc-

    trico, podemos saber con cierta certeza cul ser el resultado de su accin(la usina hidroelctrica), pero no hay forma de saber concretamente cules el verdadero costo, es decir, lo que se hubiese realizado si el gobiernono hubiera expropiado el terreno y, mediante impuestos, privado del usode vastas sumas a los "contribuyentes". Alexis de Tocqueville seal que"Los bienes que procura la libertad no se descubren sino a la larga; y re-sulta siempre fcil desconocer la causa que los produce". La Democraciaen Amrica (Madrid: Aguilar, 1971), p. 188. Federico Bastiat, unos aosms tarde, brind varios ejemplos econmicos de este problema.

    49 Las demostraciones de los economistas acerca de la posibilidad de un or-den liberal (es decir, que la libertad no implica caos), ha sido fundamen-tal para el respeto de la libertad personal.

  • 192 ESTUDIOS PBLICOS

    Es nuevamente en Von Hayek donde encontramos el resumende este punto de vista primeramente expuesto quiz por los filso-fos escoceses del siglo XVIII. El progreso material depende funda-mentalmente de que se haga el mejor uso posible de los conocimien-tos fragmentarios que se hallan dispersos entre una multitud de in-dividuos dispares. La cooperacin social surge all donde se respetela propiedad privada. Esto da origen al surgimiento de los precios(las relaciones de intercambio expresadas en trminos monetarios).Estos precios funcionan como indicadores y cuanto ms se coarte lalibertad personal menos genuinos sern los indicadores y ms altaslas posibilidades de clculos y decisiones errneas.

    Conclusin

    Despus de varias dcadas de avance de las ideas y polticas so-cialistas, dos economistas austracos escribieron sendas obras en lasque describieron el destino que esperaba a la humanidad de persistirlas polticas econmicas totalitarias. Mientras que Ludwig von Misesen su Socialismo50 demostraba los errores lgicos de las teoras to-talitarias, F. A. Hayek demostraba que el camino de las polticas in-tervencionistas era un camino de servidumbre.51 En stas y en mu-chas otras obras los economistas liberales han demostrado que la in-tervencin econmica es en la vida contempornea "el arma ms efi-caz y sutil que tienen los gobernantes para coartar la libertad de losindividuos".52

    El extremo intervencionista es alcanzado con la planificacineconmica centralizada. Esta planificacin gubernamental de las ac-tividades del sector no-gubernamental destruye la libertad personal.El gobierno que usurpa un poder que le permita planificar la activi-dad de los individuos adquiere tal poder que la libertad personaltiende a perecer. Cuando las autoridades hacen uso de ese poder, laspersonas son slo libres para obedecer.

    La autoridad que dirige toda la actividad econmica controla-ra los medios que necesitamos para alcanzar nuestros fines y debe,por lo tanto, decidir qu bienes sern satisfechos y cules no. Esimaginable mayor grado de coaccin?

    Esta contribucin de los autores austracos tuvo brillantes pre-cursores. Alexis de Tocqueville fue uno de los autores que con msclaridad previeron los efectos que el intervencionismo econmicogeneralizado tendra en la libertad personal, "cada da se hace me-nos til y ms raro el empleo del libre arbitrio, encierra la accin dela voluntad en un espacio ms pequeo y hurta poco a poco a cada

    50 Ludwig von Mises, El Socialismo, Mxico: Edit. Kermes, 1961.51 F. A. Hayek, The Road to Serfdom, Chicago: The University of Chicago

    Press, 1974.52 Ezequiel Gallo, Notas sobre Liberalismo Clsico, p. 7.

  • ECONOMA Y FILOSOFA DE LA LIBERTAD 193

    ciudadano hasta el uso de s mismo".53 Herbert Spencer lleg a con-clusiones similares54 y, en nuestro siglo, Jos Ortega y Gasset en suclebre La Rebelin de las Masas,55 repite muchos de estos argu-mentos en el captulo titulado "El Mayor Peligro: el Estado". Loseconomistas han demostrado la manera en que ciertas polticas eco-nmicas han resultado siendo perjudiciales a la libertad personal.Slo podemos hacer aqu un brevsimo listado parcial de las mismasque servir como prueba de que no slo desde el punto de vista epis-temolgico la economa est relacionada con la libertad humana.Entre otras cosas, los economistas han demostrado que: las leyesde salarios mnimos y de bienestar social tienden a coartar la liber-tad de inmigracin; la planificacin econmica internacional impli-cara la prdida de libertad a nivel global; las polticas que intentagarantizar un ingreso determinado a todos los miembros de la socie-dad son incompatibles con el derecho a elegir nuestra ocupacin li-bremente; al garantizar la seguridad econmica a un grupo determi-nado, aumentamos la inseguridad de los dems (produciendo queaumente el deseo de seguridad, a tal punto que ningn precio parecedemasiado alto, incluyendo la prdida de libertad); polticas tansimples como un estricto control de cambios pueden coartar casitoda libertad de comunicacin y traslado al extranjero.56

    Los autores liberales, basndose en el resultado de estos anli-sis no-normativos, llegan a la conclusin de que desde el punto devista de la filosofa moral de la libertad es bueno todo lo que posibi-lita una mayor extensin del mbito de la interaccin espontnea delos individuos y que es malo todo lo que interfiere en su libre desa-rrollo.

    Pero no para aqu el anlisis. Von Hayek ha sealado que hastanuestra libertad espiritual corre riesgos, ya que para que la planifica-cin econmica sea exitosa el Estado tratar de moldear nuestrasconciencias para que todos compartamos objetivos comunes. Y nue-vamente nos encontramos con la genial premonicin de Alexis deTocqueville,

    Despus de haber cogido [el Estado] as a cada individuo entresus poderosas manos y de haberle amasado a su guisa, el sobe-rano extiende sus brazos sobre la sociedad entera; cubre la su-

    53 La Democracia en Amrica, p. 250. Las ideas econmicas de este autorfrancs haban sido influenciadas por Nassau W. Snior. (Ver nota biblio-grfica por Dalmacio Negro Pavn, La Democracia en Amrica, p. LIII.)F. A. Hayek reconoce que se inspir en la obra de De Tocqueville (TheRoad, p. xvi).

    54 Herbert Spencer, El Hombre contra el Estado, Buenos Aires: Goncourt,1980.

    55 Primera edicin en Madrid: Revista de Occidente: 1926.56 Todos estos puntos se encuentran desarrollados, por ejemplo, en F. A.

    Hayek The Road to Serfdom, pp. 120-128.

  • 194 ESTUDIOS PBLICOS

    perficie con una red de pequeas reglas complicadas, minucio-sas y uniformes a travs de las cuales los espritus ms origina-les y las almas ms vigorosas no son capaces de iluminarse parasobrepasar la masa; no quebranta las voluntades, pero lasablanda, las doblega y las dirige; raramente obliga a actuar, pe-ro se opone sin cesar a que se acte; no destruye, pero impidenacer; no tiraniza, pero molesta, comprime, enerva, apaga,atonta y, en fin, reduce cada nacin a no ser ms que un reba-o de animales tmidos e industriosos cuyo gobierno es el pas-tor.57

    57 La Democracia en Amrica, op. cit., p. 250.