Eliminar los celos por completo es como intentar que un niño no se refrie. Los celos son parte normal de la vida. En una familia en la que hay diferentes miembros, siempre va a producirse una competición por el cariño o la atención de los padres. Es absolutamente normal que haya individuos o situaciones en los que uno de los miembros reciba mas atención.

En el momento del nacimiento, dependemos de la atención de nuestros padres para sobrevivir, de tal manera que si esa atención no se tiene, nuestra vida corre peligro real. Sin embargo, mas adelante, a medida que nos vamos haciendo mas mayores, esto no es así: la perdida de la atención no significa la perdida afectiva ni un riesgo vital. Los celos parten de la exigencia de esa atención: el niño exige a los padres algo (su atención) que siente que no tiene o que necesita mucho. Esta exigencia se basa en un instinto muy básico, el egoísmo primario.

Los celos se basan fundamentalmente en un error de estimación propia y ajena, se producen cuando nos sentimos en desventaja. Quien se siente seguro, no siente celos. Que la desventaja sea real o imaginaria no importa. Las relaciones familiares nunca son equitativas, ni justas, ni ese debe ser un ideal al que deberíamos aspriar. Siempre va a haber asimetrías, y debe ser así. Todo niño vive, en cierta medida, “a la sombra de alguien” y se siente en desventaja, hasta con el perro, o hasta los hijos únicos.

El objetivo no es eliminar por completo la presencia de los celos, sino en aprender a controlar ese sentimiento cuando se presente, a tolerar la envidia

Ventajas de la rivalidad:Las rivalidades entre hermanos producen beneficios, aunque nos parezca que eso no puede ser bueno. En realidad, la rivalidad y la competencia entre hermanos ayuda a enfrentar una verdad de la vida: uno no puede recibir atención exclusiva, ni tener siempre todas las ventajas.

El amor no es como los pasteles, que si los compartes tocas a menos, y eso es algo que el niño necesita sentir y experimentar. Es otra lección que solo aprendemos de la desagradable experiencia.

Además, la rivalidad entre hermanos enseña contingencia y habilidades sociales. Los celos se superan, y cuando eso sucede, dejan herramientas de control y de asertividad,

Un aspecto muy positivo que dan los hermanos y la rivalidad fraterna es que disminuyen el egocentrismo y dotan al individuo de recursos internos.

Maneras de intervenir Prevención. Es la mejor, antes de que empiecen los problemas.

o Fomentar la autoconfianza:o Educación de la afectividad: Educar los afectos, la inteligencia emocio nal,

enseñanza de las relaciones humanas, la cooperación, el altruismo, la responsabilidad y el cuidado por encima de otros valores. Para reducir el egoísmo que caracteriza al comportamiento celoso puede ser muy conveniente educar al niño en otros principios antropológicos fundamentales como algunos de los siguientes: a) Que cualquier persona vale más que todas las cosas, posesiones y pertenencias. b) Que es más sano preocuparse por los

demás que únicamente preocuparse por sí mismo. c) Que ante la admiración de un valor realizado en un compañero, lo que hay que hacer es tratar de conquistarlo a través de un sano deseo de superación de uno mismo. d) Que la prosperidad de los que nos rodean nunca hemos de tomarla cómo algo que forzosamente nos perjudica o nos causa un grave perjuicio. 5. La educación en la afectividad del niño celoso puede sintetizarse en lo que sigue: tratar de hacer de él una persona que sepa querer y que no sea dependiente de los demás, por el afecto que de ellos recibe.

o Reatribucion cognitiva: El uso del lenguaje para reinterpretar cogniciones. Los niños no tienen mas que el lenguaje para interpretar el mundo y lo que les ocurre. Ayudar a interpretar, o mejor, a reinterpretar las situaciones siempre ayudará. Además, nos reafirmará a nosotros.

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