Ciclo Viajero Frecuente

Visión: Israel Estrategia: PAGI

Introducción

Amar lo que Dios ama , es la frase que en muchas ocasiones hemos escuchado a la hora de tener motivos para aprender sobre esta visión y estrategia, durante este ciclo profundizaremos en el amor por esta tierra (Israel), haciendo un abordaje histórico, doctrinal y teoterápico de cuatro lugares a los que permanentemente debe ir todo hijo de Dios, lugares a los que hay que ir frecuentemente para que la vida sea tratada y restaurada; en esta ocasión tomaremos los lugares a los que fue Eliseo en su trato pastoral con su líder Elías (2 Reyes 2).

Los lugares son: Gilgal / Bet-el / Jericó / Jordán

Primer viaje: Gilgal

“Aconteció que cuando Jehová iba a alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.” 2 Reyes 2:1

Gilgal era un campamento que estableció el pueblo de Israel al occidente del río Jordán, después de cruzarlo. Este lugar fue usado temporalmente por Israel como un punto de partida para marchar hacia las grandes guerras y un punto de regreso de éstas. De la misma manera sería un lugar de reposo y donde trabajarían la tierra para comer de ella. En Gilgal, el pueblo se circuncidó y se celebró la Pascua.

Experiencias en Gilgal

1. Mi corazón es circuncidado

Circuncisión: significa dolor o herida; quien no quita la maldad, lo que no sirve, lo que daña no podrá conquistar, hacer esto duele, pues requiere someternos a la cirugía de Dios, cortando con la vida egocéntrica para así disfrutar del control y la llenura de su Espíritu (teocéntrico). (Josué 5: 7,9)

Josué preparó los cuchillos afilados (mandado por Dios) (Josué 5:3), para cortar hay que disponernos, permitiendo que Dios extienda su mano de amor que hace el trato suave, ningún tratamiento es fácil pero Él lo hace ligero usando su método, que aunque para nosotros no es fácil de comprender, siempre será perfecto. (Colosenses 2:11)

2. Veo Milagros

Papá Dios de forma permanente actúa con milagros en nuestra vida, todos los días vemos su bondad, sin embargo nos acostumbramos al maná (que todo caiga del cielo), porque nos cuesta labrar la tierra (esforzarnos y ser valientes), pero es su deseo que veamos el fruto de la tierra que también es un milagro que viene de su mano, entiendo que Papá Dios también está ahí en la disposición y la entrega de nuestro corazón. (Josué 5:11-12).

3. Soy renovado

Renovar significa hacer que una cosa vuelva a aparecer como nueva, el hijo de Dios necesita vivir esos procesos de renovación, ya que en muchas ocasiones nuestras luchas personales, familiares, la cotidianidad y la costumbre van generando un desgaste que mina y resta fuerzas, y es ahí donde el hijo de Dios necesita descender a este lugar (Gilgal) para volver a ser como nuevo. (1 Samuel 11:14-15).

Aplicación teoterapica

Cada día debemos procurar cuidar el estado de nuestra vida, nuestra visión del porque y para que hacemos las cosas, Gilgal nos ofrece una vivencia de tratamiento profundo, donde Dios quita lo que estorba, lo que daña mi ser y, me introduce en un trato de limpieza, renovación interior, para disfrutar así de total libertad .

Segundo viaje: Bet-el

“Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el.” (2 Reyes 2:2)

Betel, en hebreo ( אל בית ), significa "casa de Dios", es el nombre de una ciudad cananea de la antigua región de Samaria, situada en el centro de la tierra de Canaán, al noroeste de Ai por el camino para Siquem, a 30 kilometros al sur de Silo y a unos 16 kilometros al norte de Jerusalénén. Betel es la segunda ciudad más mencionada en la Biblia.

Qué representa estar en Bet-el (Génesis 28:10-19)

Un lugar de refugio

Este lugar representa un espacio para vivir en el secreto de Dios, para disfrutar de su descanso y reposo, es un oasis en medio del desierto, donde puedo esconderme (refugiarme) en el corazón de Dios (Génesis 28:11).

Un lugar de sueños

En este tiempo hace falta la generación de soñadores, que crean que los imposibles pueden ser posibles, que hacen lo invisible visible, que conocen y viven los sueños de Dios y. Allí (Bet-el) Jacob vio en visión una escalera cuyo extremo tocaba el cielo y los ángeles subían y bajaban (Génesis 28:10-19). Por esta razón Jacob tuvo miedo, y dijo: "¡Cuánn terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo". Y llamó Betel al lugar que era conocido como Luz (Génesis 35:15).

Un lugar de respuesta

Este es un lugar donde experimento la respuesta de Dios a mi vida, dónde no salgo con las manos vacías (Génesis 35:3), pues la mayor obra es la transformación de mi ser.

Aplicación teoterápica

Cuando tengo problemas ¿A dónde voy?, ¿cuál es el lugar al que recurro, para reactivar mi comunión, para adquirir los sueños y las visiones?, Bet- el te espera que tengas ese especial encuentro cara a cara con Dios.

Tercer viaje: Jericó

“Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron pues a Jericó.” (2 reyes 2:4).

Jericó (en árabe أريحا Ariha; en hebreo יחֹו ִר� ,Yériho) es una antigua ciudad situada en Cisjordania י�cerca del río Jordán, en el Estado de Palestina. Los hallazgos arqueológicos de esta ciudad cananea demuestran que se edificó hace más de diez mil años. Sus habitantes originarios fueron los cananeos. Jericó está mencionada en los textos bíblicos y situada a orillas del río Jordán, ubicada en la parte inferior de la cuesta que conduce a la montañosa meseta de Judá, a unos 8 km de la costa septentrional de la cuenca seca del mar Muerto, a casi 240 m por debajo del nivel del mar Mediterráneo y aproximadamente a 27 km de Jerusalén. Fue una importante ciudad del valle del Jordán (Deuteronomio 34:1, 3), en la ribera occidental del río

¿Qué es Jericó?

Un lugar de visión

Aquí recibo el panorama completo de la vida, para ver más allá de lo imaginado, donde mi visión es ampliada y renovada, donde encuentro la capacidad de ver lo que otros no, donde tomo la percepción de Dios frente a cada circunstancia. (Mateo 20:33; Lucas 19:1-6)

Un lugar de estrategia

Aprendo a proyectar a dirigir operaciones para que se den cambios y conquistas, donde medito muy bien las acciones que seguiré tomando para encaminar mi proyecto de vida. (Josué 6:1-5)

Un lugar de conquista En este lugar aprendo a hacerle frente a los más grandes obstáculo de la vida, a ver que las murallas están diseñadas para ser derribadas y no contempladas, a no volver a atrás sino a poseer los sueños y vencer gigantes. (Josué 6:15-20)

Aplicación teoterápica

Jericó es el lugar donde enfrento mis más grandes temores, obstáculos barreras, y justamente dando ese paso de fe, al enfrentar de la mano de Dios los “imposibles”, salgo abrazando la victoria dada por Dios para seguir marchando hacia adelante sin mirar atrás. ¿Qué muros necesitas derribar hoy?, te invito para que pases a vivir la experiencia de la toma de Jericó.

Cuarto viaje: Jordán

“Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron pues ambos.” (2 Reyes 2: 6)

El río Jordán (en היִרדן נהִר , Nehar HaYarden; en árabe: األردن نهر , nahr al-Urdunn), es un río de 360 km de longitud total, que ocupa el sector septentrional del Gran Valle del Rift, fractura tectónica que separa la placa africana de la placa arábiga. Nace en las montañas del Antilíbano, en las estribaciones septentrionales del monte Hermón (2814 m), desde donde fluye atravesando el sureste del Líbano hacia el sur, entrando en Israel y desembocando en la costa norte del mar de Galilea. Desde este lago desagua cerca del kibutz Degania, en la costa meridional del mar, manteniendo su rumbo hacia el sur. En este trecho el Jordán se convierte en la frontera entre Jordania e Israel, y después entre Jordania y Palestina.

A pesar de sus modestas dimensiones, el río Jordán es el río más caudaloso y largo de Tierra Santa.

¿Qué vivo en el Jordán?

Soy limpiado y sanado (caso Naamán 2 Reyes 5:1-14)

¿Quién es el que más necesita sanidad?, será que buscar a Dios nos hace inmunes, sabemos claramente que no es así, por eso es vital que procure buscar la sanidad y la limpieza de Dios en mi ser, el Jordán me lleva a doblegarme, rendirme, donde se acaban mis estrategias y dejo que opere el método de Dios.

Soy bautizado (Mateo 3:16-17)

La identificación en mi caminar con Dios es un principio fundamental para poder estar en el centro perfecto de la voluntad de Dios, sin identificación no habrían riesgos, pasión entrega, Jesús antes de iniciar su ministerio fue bautizado, Él no emprendió nada sin contar con la frescura y la unción del Espíritu Santo sobre su vida, es imposible avanzar en los procesos si no hago un pare y miro cual es el motivo que mueve mi corazón para hacer lo que hago; indiscutiblemente mi visión y misión no puede estar basada en esfuerzos humanos, debe estar basada en la revelación de Dios.

Aplicación teoterápica

Sería bueno en varias ocasiones detenernos y preguntarnos, como estamos haciendo frente a nuestra relación con Dios, porque tal vez puede estar ocurriéndonos que al estar inmersos en la actividades y cumpliendo con las responsabilidades, consideremos que todo en nuestra vida

espiritual está bien, sin darnos cuenta que podemos estar padeciendo un tipo de lepra, y es un estado de tanta insensibilidad espiritual en el que considero que no necesito buscar la permanente sanidad, que eso es para los nuevos, para el que acaba de llegar, no olvidemos que siempre tendremos que ir al Jordán y sumergirnos no solo una vez sino hasta siete veces, porque cada uno de nosotros es un “producto” sin terminar .