Ciclos Economicos Mexico
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Crisis en México
En 1988 asume el poder de la República en México Carlos Salinas de Gortari,
cuyo gobierno abiertamente neoliberal dio especial atención a la atracción de
inversión extranjera; asimismo, durante esta administración se privatizó la banca
nacional, la cual había sido nacionalizada hacía apenas doce años atrás por el
presidente José López Portillo. La política de este gobierno, según Medina (1996),
se basó en una apertura comercial indiscriminada, una atracción de capital
extranjero especulativo y sobre todo en una contención de los salarios de la
población que, en quince años, habían perdido ya alrededor de 70% de su poder
adquisitivo.
Por otra parte, el gobierno del presidente Salinas impulsó una lucha contra la
inflación, la cual era un obstáculo para que la estrategia exportadora del gobierno
se pudiera completar. Ya en diciembre de 1987, el gobierno había anunciado “una
política de ingresos con disciplinas en el orden fiscal monetario. El objetivo
explícito era reducir la inflación, mediante la eliminación de su componente
inercial, sin afectar el crecimiento económico” (Millán, 1999).
Sin embargo, a pesar del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos (ver
Gráfico No.3), el nivel de las reservas internacionales de México había estado en
crecimiento desde 1988. Este comportamiento, según Aspe (1993, citado por
Millán, 1999), se debía a “una acelerada expansión de la inversión –financiada en
forma directa con la repatriación de capitales, los flujos de inversión de compañías
extranjeras y préstamos voluntarios del sector privado. Consecuentemente, a
pesar de la magnitud del déficit, se acumularon reservas que en noviembre de
1991 fueron aproximadamente 16 mil millones de dólares, el nivel más alto
alcanzado en México”.
Para inicios de 1994 era claro que la economía mexicana estaba al borde de una
crisis, debido a la situación de la balanza de pagos y una inestable situación
política, según Oddone (2004) “la rebelión en el estado de Chiapas y los
asesinatos políticos. El levantamiento zapatista sucedido el 1 de enero de 1994,
fecha en la cual entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio entre México,
Estados Unidos y Canadá, conocido por sus siglas en inglés NAFTA (en
castellano: TLCAN). El asesinato el 23 de marzo de Donaldo Colosio, candidato
presidencial del PRI. El vacilante comienzo de Ernesto Zedillo, y el peso de la
figura de su hermano y finalmente el asesinato del ex secretario general del PRI,
Francisco Ruiz Massieu, en medio de un acto partidista, conspiraron contra la
estabilidad política y económica de México y disminuyeron la confianza
internacional de los inversores”.
En febrero de 1994, las reservas de México eran de 29,000 millones de dólares,
pero para diciembre de ese mismo año se redujeron a 6,000 millones de dólares y
al momento de tomarse la decisión de devaluar (20 de diciembre de 1994)
ascendían a solo 3,500 millones de dólares. A esto se debe sumar el déficit en la
cuenta corriente que en 1994 alcanzó, aproximadamente, 25,500 millones de
dólares que equivalen al 8 % del PBI mexicano.
En diciembre de 1994 llega a la presidencia de México Ernesto Zedillo, también
proveniente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), encontrando una
situación económica y política muy complicada, lo cual estaba generando un
proceso especulativo entre los inversionistas nacionales y extranjeros que
preveían que el peso se devaluaría inevitablemente. Como lo indica Kozikowski
(2000) “a partir de ese año, una serie de acontecimientos de naturaleza política y
criminal deterioraron la imagen del país y pusieron en dudas las perspectivas del
mismo. Al actuar los factores no monetarios en contra de México, el tipo de
cambio real subió, por lo menos en la percepción de los mercados… Si el tipo de
cambio real sube y el tipo de cambio nominal se mantiene constante, se produce
un desequilibrio. Los agentes económicos empiezan a comprar dólares porque
están convencidos de que su precio subirá pronto”.
En el sexenio de Calderon; Una crisis se dio en cuanto al precio del maíz y de la
tortilla a un mes de comenzada la nueva gestión del gobierno, en donde los
precios de la tortilla llegaron a duplicarse (de 5.25 a 10.5 pesos por kg).[15] Entre
las razones de este fenómeno se mencionan dos, un aumento de los precios del
maíz para producción de bioetanol y el acaparamiento del grano por empresarios
del maíz. La intervención de la Presidencia se dio a través de los secretarios de
Economía, Agricultura y el director de la Procuraduría Federal del Consumidor
(Profeco); Eduardo Sojo, Alberto Cárdenas Jiménez y Antonio Morales de la Peña,
respectivamente. Esta intervención fue criticada por haber sido una reacción
tardía, aunque desembocó en el Pacto Económico para la Estabilización de la
Tortilla[16] Por este acuerdo, el precio del alimento básico se estabilizó —en los
establecimientos adherentes al pacto— el precio de la tortilla en 8,50 pesos
mexicanos, contra los 6,00 ó 7,00 pesos que costaba antes de la crisis. Las
críticas continuaron porque se dice que el precio pactado era todavía muy alto.
La crisis financiera de México en 2008 afectó el nivel de cambio de la moneda
nacional, frente a las principales divisas extranjeras. El Banco de México comenzó
a subastar dólares el 8 de octubre, luego de que el peso registró fuertes caídas
México ha vivido una de las peores épocas en desempleo dado que actualmente
se ha impuesto 5.31% al 3.17% que se prometía en 2008. Siendo el cese de
personas que lo apoyaron bajo el eslogan "El Presidente del Empleo".
Los periodos de crisis son fáciles de identificar en la gráfica y hay una correlación
importante en la baja actividad cuando en Estados Unidos ha bajado su actividad
económica, pero en este momento en que Estados Unidos enfrenta retos como el
precipicio fiscal, su crisis de deuda y un bajo crecimiento a pesar de las
inyecciones monstruosas de liquidez, México continúa creciendo a tasas
moderadas, por otro lado las expectativas del Banco de México es que Estados
Unidos mantenga un crecimiento muy bajo del 2.11% para 2012 y del 2.04% para
este 2012, entonces ¿nos impactará el bajo crecimiento de los Estados Unidos
antes de que logren activar la economía a base de liquidez? pues muy
probablemente si, pues como estiman los especialistas en la encuesta que levanta
el Banco de México del mes de octubre, se estima que cerraremos con un PIB del
3.87 para 2012 y un PIB menor para 2013 de 3.56%.
De cualquier manera si gustas intentar predecir la siguiente fase del ciclo
económico dejo el enlace del excelente reloj de ciclos que ofrece el INEGI.
Recesión
Definamos primero lo que es una recesión. La definición más estándar es dos
trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo. Esto significa que
durante seis meses seguidos el PIB se redujo. Si la economía fuera como un
pastel, estaríamos hablando que se hizo más chico.
En medio del débil comportamiento de la actividad económica durante los
primeros meses del año, el Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC) del Instituto
Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) apunta a que la economía mexicana
se encuentra en fase recesiva.
El ciclo económico está en una fase de recesión, pues el indicador coincidente —
que refleja el estado general de la economía— disminuyó 0.04 unidades en junio
con respecto al mes anterior, al registrar un valor de 99.9 puntos; con ello, se
ubicó ligeramente por debajo de su tendencia de largo plazo, es decir, de 100
puntos, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por su parte, el indicador adelantado, que señala con anticipación la trayectoria
del indicador coincidente, se posicionó alrededor de su tendencia de largo plazo,
al presentar un valor de 100 puntos y un retroceso de 0.07 enteros.
La evolución del indicador adelantado fue consecuencia del comportamiento
heterogéneo de los componentes cíclicos que lo integran. Por un lado, la
tendencia del empleo en las manufacturas, el Índice de Precios y Cotizaciones de
la Bolsa Mexicana de Valores en términos reales y las exportaciones no petroleras
se encontraron en fase de recesión, mientras que el tipo de cambio real se
posicionó en fase de desaceleración.
Por otro lado, la tasa de interés interbancaria de equilibrio se localizó en su fase
de recuperación, en tanto que el Índice Standard and Poor’s 500 —de Estados
Unidos— se ubicó en su fase de expansión. Así mismo, el aumentó la expectativa
de que se registre una tasa negativa de variación trimestral desestacionalizada del
PIB, particularmente en el tercer trimestre 2013, en comparación con el segundo.
Esto implicaría que el PIB registre la segunda tasa trimestral negativa de manera
consecutiva, pues en el segundo trimestre mostró una caída de 0.74 por ciento
con relación al primero; en consecuencia, la economía mexicana entraría
técnicamente en recesión.
La recesión económica provoca problemas para la actividad productiva, entre las
que destacan los siguientes:
El desempleo aumenta, ante la incapacidad de generar nuevas plazas
laborales porque no hay crecimiento.
En una economía con recesión hay disminución del consumo, ya sea por
el aumento de precios (inflación), o por la disminución de la capacidad de
consumo (menos dinero, mayores tasas de interés en créditos, etcétera)
Aumento de la cartera vencida de los créditos, provocados por la falta
de capacidad de los deudores, que a su vez es provocada por la inflación y el
aumento de tasas de interés.
Aumento de inventarios, sobre todo en la industria manufacturera.
Auge
Entre las décadas de 1940 y 1970 la economía mexicana experimentó un largo
proceso de industrialización por sustitución de importaciones (isi) en el cual
destacó la amplia protección del Estado para la actividad industrial nacional. El
avance principal del proceso fue la producción doméstica de los bienes de
consumo durables dirigida esencialmente al mercado interno. Dos resultados
relevantes de la isi fueron el registro de ritmos altos de crecimiento económico y la
mejoría del bienestar social en el país. Cabe agregar, no obstante, que pese a la
conformación de un mercado interno en ascenso, la isi descuidó actividades
cardinales para el desarrollo de la producción nacional. Ello conformó, al término
de la década de 1970, un panorama de desequilibrios productivos, comerciales y
financieros difícil de resolver con la lógica del programa en turno. Esta crisis hizo
oficial una nueva propuesta para la conducción económica del país, al pasar a una
política de franca apertura hacia el exterior y a la desregulación de la actividad
económica interna.
En los últimos años, la perspectiva de los negocios ha cambiado, pues no sólo
deben enfocarse a los beneficios económicos. Para calificar a una empresa,
ahora los inversionistas no sólo consideran los datos financieros, sino otros
factores que están implicados en los temas de desarrollo sustentable, por lo que
no es exagerado considerar que en los próximos años las cuestiones de
sustentabilidad y cambio climático serán el nuevo escenario competitivo de los
negocios y un fuerte elemento por el que los indicadores financieros valuarán a las
organizaciones, por lo que es crucial estar preparados para asumir este nuevo
reto.
Un factor que sin duda ha metido al desarrollo sustentable en los planes de
negocio de las organizaciones es la presión que los inversionistas han hecho
últimamente, con la creación de índices que miden el buen gobierno, y que
empiezan a tener un peso considerable en la valuación de una empresa.
El punto de partida fue el cambio global como primer indicador: si las compañías
estaban conscientes de su propio riesgo en materia de recursos, entonces podrían
generar acciones para contrarrestar una posible falta de ellos. Tener alternativas
ante esta problemática, por supuesto que daba un valor adicional a la empresa,
por lo que se empezó la creación de índices que midieran el desempeño
ambiental, social y de gobierno (ASG).
El impacto de todos estos cambios se ha empezado a sentir en nuestro país;
México, como país, no es uno de los grandes emisores de gases de efecto
invernadero, pues sólo emitimos el 1.5 por ciento a nivel mundial. No obstante,
nuestras emisiones han crecido un 40 por ciento de 1990 al 2008, por lo que, a
través de acciones federales concretas, como el Programa Especial de Cambio
Climático (PECC), nuestro país se ha comprometido con el desarrollo sustentable
al reducir un 50 por ciento del total de sus emisiones para el 2050 de contar con
financiamiento internacional.
La BMV puso el reto a las emisoras de que sean sustentables y que, a
consecuencia de esto, desde finales de agosto del año pasado se inició un
proceso de calificación de alrededor de medio centenar de empresas que cotizan
en ella para que puedan pertenecer a dicho Índice.
La influencia de las organizaciones no gubernamentales (ONG´S) con interés por
temas ambientales y sustentables ha crecido notablemente en los últimos años: su
poder de convocatoria a través de sus campañas es innegable, y es bien conocida
su tenacidad para lograr sus objetivos.
Con lo anterior, cuando una empresa se encuentra inmersa en un escándalo, ya
sea de índole social o ambiental, su imagen resulta afectada de manera
considerable, e incluso, puede llegar a formar parte de una categoría negativa de
dichos índices, por lo que las compañías públicas que ingresan a estos
indicadores deben ser conscientes de que mantenerse en ellos implica un balance
entre los diferentes actores sociales.
En 2009, México enfrentó una economía internacional más volátil y menos
favorable, debido a la recesión de las principales economía del mundo y la
desaceleración en los países emergentes y menos desarrollados.
México aplicó medidas de política económica dirigidas a mitigar el impacto
negativo del entorno económico internacional adverso, sin embargo la economía
descendió 6.1% en ese año.
Durante el primer semestre de 2010 la economía global registró una fuerte
recuperación liderada por las economías emergentes de Asia, sin embargo a partir
del tercer trimestre el ritmo de crecimiento en el mundo se redujo, debido a los
problemas que enfrentan EE.UU. y algunos países de la UE en cuanto a
resultados mixtos en sus economías, desempleo elevado y problemas fiscales y
financieros, lo que generó incertidumbre alrededor del mundo.
México registró un sólido crecimiento económico en el primer semestre de 2010,
sin embargo en el segundo semestre este ritmo comenzó a disminuir ligeramente.
La economía de México, medida a través del PIB, creció 5.5% en 2010 registrando
su mejor desempeño en los últimos diez años. Esto fue resultado de la
recuperación de las exportaciones, que superaron los niveles previos al inicio de la
crisis, el fortalecimiento de la demanda agregada y finanzas públicas sólidas. Se
generaron 730 mil empleos en el sector privado in 2010. .
Durante 2011 la economía global reducirá su ritmo de crecimiento, manteniéndose
las economías emergentes de Asia como sus principales motores. Se espera que
EE.UU. aceleré su crecimiento gracias al estímulo fiscal implementado por sus
autoridades, mientras que Europa continuará con incertidumbre debido a los
elevados niveles de deuda y déficits fiscales.
De acuerdo a las más recientes proyecciones de las autoridades mexicanas,
instituciones financieras internacionales y de bancos privados, la economía de
México crecerá entre de 4% y 5% en 2011. Se espera un crecimiento balanceado
entre el sector exportador y el interno.
Recuperación
El indicador adelantado para México apunta a una recuperación de la actividad
económica, al ubicarse en 101.6 puntos en noviembre de 2014, con lo que ligó
siete meses al alza, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE).
Según los Indicadores Líderes Compuestos (CLI) de la OCDE, diseñados para
anticipar los puntos de inflexión en la actividad económica respecto a la tendencia,
en el onceavo mes de 2014 el indicador para México aumentó en comparación
con los 101.0 puntos de octubre pasado.
“Este indicador muestra que la actividad económica está registrando en 2014 una
paulatina, pero importante recuperación, la cual se espera que se vaya
consolidando a lo largo del año”
El gobierno de la República seguirá desarrollando acciones que permitan
robustecer la política hacendaria para potenciar su contribución al desarrollo
nacional.
En el Informe Semana de su Vocería, la dependencia federal señaló que a través
de estas medidas, se espera lograr un crecimiento económico sostenido e
incluyente que mejore el bienestar de las familias mexicanas.