ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

7
Ciencia neutra versus ciencia crítica La tensión entre la producción y la acreditación en nuestro campo profesional Angelina Uzín Olleros Profesora de Filosofía [email protected] Resumen En su versión ocial, la ciencia moderna se promueve a sí misma como la actividad y el producto de una comunidad cientíca abocada a la búsqueda de un saber desinteresado, éticamente neutral. Desde luego, «desinterés» y «neutralidad» no deben confundirse aquí con indiferencia ya que toda la actividad cientíca está guiada por un tono conado y optimista con resonancias confusas de progreso y bienestar. Sin embargo, tras preguntarnos cómo se compatibiliza un saber puro, inmaculado y blanco con la oscuridad implícita en esta neutralidad ética, ya no sabemos muy bien en qué escenario posible ubicar el conado optimismo cientíco. El saber puro, propio de la ciencia pura plan- tea un verdadero problema metodológico: la ciencia pura para ser tal no puede ser otra cosa que un con-  junto de términos lógicamente encadenados, ya que cualquier praxis la transformaría automáticamente en ciencia aplicada. Más aún, si tomamos de Bo- chenski la distinción entre sentido eidétic o y sentido operacional de un signo, la ciencia pura sólo debiera interesarse por el segundo sentido ya que en él están las condiciones necesarias y sucientes para deter- minar la coherencia del sistema cientíco de que se trate. Cualquier interpretación transforma el senti- do operacional en eidético, es decir, descriptivo de un estado de cosas, que inevitablemente abre la vía de la ciencia aplicada. En síntesis, sólo los sistemas formales pueden ser denominados ciencia pura. Los defensores incondicionales de la ciencia mo- derna la caracterizan como un saber desinteresado, cuyo único propósito es la búsqueda del saber por el saber mismo. Éticamente neutral, la ciencia mo- derna lee con innita paciencia el libro de la natu- raleza para encontrar en él la verdad, es decir, las regularidades que se expresarán mediante leyes. En principio, las leyes cientícas tienen alcance univer- sal. Cualquier hecho o fenómeno se explica cientí- camente al quedar subsumido bajo alguna ley, esto signica que el hecho debe ser deducido de ésta. Pe- ro dado que la ley cientíca tiene alcance universal, debe tener la capacidad de explicar todos los hechos a que reere sin limitaciones de tiempo o lugar. Esta capacidad de la ley de poder explicar deductivamen- te también hechos futuros se llama predicción cuan- do se reere a fenómenos naturales o anticipación cuando se reere a comportamientos sociales. Por otra parte, el conjunto de los enunciados constitutivos de una ciencia se organiza en un cuerpo sistemático, jerarquizado verticalmente y vinculado por relaciones de consistencia y deductibilidad. Esta neutralidad querría verse a sí misma co- mo la gura alegórica de la Justicia, a saber, ciega para garantizar su imparcialidad esencial. Pero la ceguera moral de la ciencia es aquí otra cosa: una pantalla discursiva que le permite abrirse a ámbitos de aplicación dominados por intereses cuyo n es la conservación e incremento de poder que existen y se desarrollan al margen de cualquier otra considera- ción. El propósito explícito planteado por la historia ocial de la ciencia sólo se traduce en la búsque- da de un saber desinteresado lo cual parece entrar en contradicción con la actividad cient íco tecno- lógica que, desde una perspectiva social, apunta a resolver problemas concretos. En primera instancia, el objetivo de la ciencia así entendido, no se formu- la en términos de utilidad y ecacia, este aspecto constituye un capítulo que la «ciencia pura» quiere expulsar forzadamente de sí; esto es contradictorio ya que concebir una ciencia sin aplicación alguna es tan paradójico como acuñar una moneda a la que le falte alguna de sus caras. En este caso, si pretendié- ramos un conocimiento cientíco que por abstrac- ción pueda separarse de un contexto de aplicación, no estaríamos en el ámbito histórico de la ciencia moderna sino en la episteme platónic a según la cual Imago Mun di, (14 de junio de 2008 12:46) www.serviciosesenciales.com.ar 1

Transcript of ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

Page 1: ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

8/2/2019 ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

http://slidepdf.com/reader/full/ciencia-neutra-vs-ciencia-critica-uzin-olleros 1/7

Ciencia neutra versus ciencia crítica

La tensión entre la producción y la acreditación en nuestro

campo profesional

Angelina Uzín OllerosProfesora de Filosofía

[email protected] 

Resumen

En su versión oficial, la ciencia moderna se promueve a sí misma como la actividady el producto de una comunidad científica abocada a la búsqueda de un saberdesinteresado, éticamente neutral. Desde luego, «desinterés» y «neutralidad» nodeben confundirse aquí con indiferencia  ya que toda la actividad científica estáguiada por un tono confiado y optimista con resonancias confusas de progreso ybienestar. Sin embargo, tras preguntarnos cómo se compatibiliza un saber puro,

inmaculado y blanco con la oscuridad implícita en esta neutralidad ética, ya nosabemos muy bien en qué escenario posible ubicar el confiado optimismo científico.

El saber puro, propio de la ciencia pura plan-tea un verdadero problema metodológico: la cienciapura para ser tal no puede ser otra cosa que un con- junto de términos lógicamente encadenados, ya quecualquier praxis la transformaría automáticamenteen ciencia aplicada. Más aún, si tomamos de Bo-chenski la distinción entre sentido eidético y sentidooperacional  de un signo, la ciencia pura sólo debierainteresarse por el segundo sentido ya que en él están

las condiciones necesarias y suficientes para deter-minar la coherencia del sistema científico de que setrate. Cualquier interpretación  transforma el senti-do operacional en eidético, es decir, descriptivo deun estado de cosas, que inevitablemente abre la víade la ciencia aplicada. En síntesis, sólo los sistemasformales pueden ser denominados ciencia pura.

Los defensores incondicionales de la ciencia mo-derna la caracterizan como un saber desinteresado,cuyo único propósito es la búsqueda del saber porel saber mismo. Éticamente neutral, la ciencia mo-derna lee con infinita paciencia el libro de la natu-raleza para encontrar en él la verdad, es decir, las

regularidades que se expresarán mediante leyes. Enprincipio, las leyes científicas tienen alcance univer-sal. Cualquier hecho o fenómeno se explica científi-camente al quedar subsumido bajo alguna ley, estosignifica que el hecho debe ser deducido de ésta. Pe-ro dado que la ley científica tiene alcance universal,debe tener la capacidad de explicar todos los hechosa que refiere sin limitaciones de tiempo o lugar. Estacapacidad de la ley de poder explicar deductivamen-te también hechos futuros se llama predicción cuan-

do se refiere a fenómenos naturales o anticipacióncuando se refiere a comportamientos sociales.

Por otra parte, el conjunto de los enunciadosconstitutivos de una ciencia se organiza en un cuerposistemático, jerarquizado verticalmente y vinculadopor relaciones de consistencia y deductibilidad.

Esta neutralidad querría verse a sí misma co-mo la figura alegórica de la Justicia, a saber, ciegapara garantizar su imparcialidad esencial. Pero la

ceguera moral de la ciencia es aquí otra cosa: unapantalla discursiva que le permite abrirse a ámbitosde aplicación dominados por intereses cuyo fin es laconservación e incremento de poder que existen y sedesarrollan al margen de cualquier otra considera-ción.

El propósito explícito planteado por la historiaoficial de la ciencia sólo se traduce en la búsque-da de un saber desinteresado lo cual parece entraren contradicción con la actividad científico – tecno-lógica que, desde una perspectiva social, apunta aresolver problemas concretos. En primera instancia,el objetivo de la ciencia así entendido, no se formu-

la en términos de utilidad y eficacia, este aspectoconstituye un capítulo que la «ciencia pura» quiereexpulsar forzadamente de sí; esto es contradictorioya que concebir una ciencia sin aplicación alguna estan paradójico como acuñar una moneda a la que lefalte alguna de sus caras. En este caso, si pretendié-ramos un conocimiento científico que por abstrac-ción pueda separarse de un contexto de aplicación,no estaríamos en el ámbito histórico de la cienciamoderna sino en la episteme platónica  según la cual

Imago Mundi, (14 de junio de 2008 12:46) — www.serviciosesenciales.com.ar 1

Page 2: ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

8/2/2019 ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

http://slidepdf.com/reader/full/ciencia-neutra-vs-ciencia-critica-uzin-olleros 2/7

Angelina Uzín Olleros

a la realidad de las ideas sólo se accede por refle-xión. La utilidad y eficacia de la ciencia aparecencomo una derivación secundaria de su actividad.

Carl Sagan caracteriza la ciencia como «una in-vención completamente humana, (. . . ) (que) no esperfecta, (...) solo una herramienta (...) que se

autocorrige, que sigue funcionando, que se aplica atodo». Tal como la caracteriza el autor, la autoco-rrección de la ciencia es un rasgo esencial ya que suprimera regla es que «no hay verdades sagradas»,es decir inamovibles, absolutas, fijadas de una vezy para siempre. La posibilidad de autocorrección esfunción de la actitud crítica que no acepta ningúnsupuesto ni se somete a argumentos de autoridad.Sagan critica la actual cultura global precisamentepor creerse en posesión de «verdades eternas» y porlo tanto no estar dispuesta a la rectificación de sussupuestos. «Pero en un mundo que está cambiandotan deprisa como el nuestro, esto constituye una re-

ceta para el desastre. No es imaginable que ningunanación, ninguna religión, ningún sistema de cono-cimientos tenga todas las respuestas para nuestrasupervivencia» (Sagan, Carl. Cosmos. Página 332).

Cabe la inquietud, entonces, si la próxima revo-lución científica que conduzca a un nuevo paradig-ma no debiera ser una revolución ética. Kuhn nosacostumbró a la idea de que las revoluciones cien-tíficas se producen como consecuencia de una crisisdel saber que ya no es capaz de resolver problemasque, en consecuencia, se vuelven anomalías. Circuns-criptas al ámbito del conocimiento, las anomalías nopodrían superar un esquema típico ilustrado por elpasaje del modelo ptolemaico al copernicano. Perolo que aquí se cuestiona es si la ciencia no debe re-visar supuestos de otro orden que están en la basede sus prácticas: su modo de apropiación del saber,su modo de cortarlo y aislarlo de la comunidad de lacual lo extrae para encerrarlo asépticamente en unlaboratorio.

Así, la neutralidad planteada como virtud porla ciencia clásica deviene intencionalmente  falaz yaque desde esta posición puede realizarse cualquiertipo de aplicación–desde bombas guiadas por lá-ser o armas bacteriológicas hasta satélites de comu-

nicación – sin el riesgo de ser estigmatizado por lasospecha de alianza con el poder. De este modo,Klimovsky puede hablar cómodamente de ‘cienciamartillo’: una serie de dispositivos conceptuales queel científico produce por puro amor al saber y cuyoempleo escapa al campo de sus decisiones.

Que la ciencia pura se trata de una construc-ción mediática se puede ilustrar con un ejemplo quenos muestre el momento de su aparición: las prime-ras investigaciones en antropología social moderna

fueron realizadas por funcionarios ingleses que con-taban con el apoyo de la administración colonial pa-ra mejor conocimiento de los habitantes nativos; lomismo ocurrió en Estados Unidos donde los estudiosde antropología han estado ligados a la política delos gobiernos en la medida en que describen proble-

mas administrativos o asuntos de Estado:«Como ocurre con otras ciencias contemporá-

neas, sus progresos se realizan a la sombra de intere-ses cuya naturaleza no coincide siempre con el obje-tivo cultural de la disciplina» (Evans – Pritchard, E.Antropología social. Prefacio a la edición castellana).

Al realizar su «descargo», Evans– Pritchard rea-liza una verdadera inversión del desarrollo históri-co de la antropología cuyo origen está en los infor-mes  que agentes coloniales, misioneros, explorado-res, aventureros, que llevaban a su regreso a la me-trópolis. Es decir que si el antropólogo «no dicta laspolíticas a seguir» es por que éstas, en lugar de ser

la aplicación de una investigación desinteresada, yahan sido dictadas de antemano y son la condición deposibilidad del desarrollo de esta disciplina.

El ejemplo expuesto es susceptible de generali-zación: probablemente no hay ciencia en el sentidomoderno que en sus comienzos no haya sido un con- junto de prácticas o aplicaciones destinadas a obte-ner algún beneficio. Solo a posteriori los científicospueden dejar caer en el olvido el origen de la cienciay del mismo modo que las familias ilustres que pre-fieren ocultar el origen de sus fortunas, construirsediscursivamente un desinterés y una nobleza de pro-pósitos que en sus orígenes están muy lejos de tener.

Otro ejemplo pero, en este caso, para mostrarlos efectos prácticos del discurso sobre la neutrali-dad del saber por el saber: si tomamos por válidala separación conceptual entre ciencia pura y cienciaaplicada, las ciencias económicas  deben encuadrarseestrictamente dentro de las disciplinas tecnológicas;sin embargo, alrededor de la década del 70 se produ-ce entre los economistas un movimiento de apropia-ción de la imagen de neutralidad científica que tomacuerpo en la figura del tecnócrata. Este fenómenoocurre con la irrupción de la escuela de Chicago enel ámbito económico internacional, con el laureado

Milton Friedman a la cabeza y Martínez de Hoz ala cola de los Chicago’s Boys . La nueva tecnocraciaidentifica la economía con el monetarismo: el econo-mista se limita ahora a tomar medidas económicascon explícita independencia de cualquier orientaciónideológica o política; el desinterés y la neutralidadética, en consecuencia, dejan de ser patrimonios ex-clusivos de la ciencia pura.

La figura del economista devenido tecnócratamonetarista se inscribe en el horizonte más vasto de

2 Imago Mundi, (14 de junio de 2008 12:46) —www.serviciosesenciales.com.ar

Page 3: ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

8/2/2019 ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

http://slidepdf.com/reader/full/ciencia-neutra-vs-ciencia-critica-uzin-olleros 3/7

Ciencia neutra versus ciencia crítica

la globalización y el neoconservadurismo. Pero, almenos en parte, estos cambios de tan largo alcanceno se hubieran podido realizar sin el ejercicio de sis-temáticas campañas de prensa promoviendo al yup-pie como modelo de éxito a corto plazo y al tatcher –reaganismo como benefactor universal, liderando la

transferencia a grandes oligopolios del patrimonio delos Estados nacionales. Se puede ver entonces queeste modelo económico no es una actividad neutral,por más que sean los así llamados expertos y espe-cialistas quienes la realicen y la lleven a cabo.

La economía monetarista, justificada por la más-cara tecnocrática y la retórica del bien común, ade-más de legitimar ciertas políticas y desacreditar otras,pudo llegar a convertirse en uno de los más pode-rosos mecanismos de control de recursos económi-cos imponiendo preferencias e intereses particularesa toda la sociedad con el costo añadido de reducirhasta su desaparición las propuestas políticas más

creativas e innovadoras.La tecnocracia que ha operado en el campo de

la economía puede definirse en general como «(. . . )aquella manera de regir la vida política en dondelos argumentos no se justifican en su valor ideo-lógico (...) sino en su procedencia del mundo delos especialistas. De este modo, al presentarse co-mo argumentos técnicos, parecen estar desprovistosde intereses y preferencias, para ser ‘necesarios’ yneutrales» (Angulo, F. J.; Contreras, J.; Santos, M.A. Evaluación educativa y participación democráti-ca . Página 344).

Ladrière señala que la frontera entre ciencia ytecnología se debilita. Tanto una como la otra rea-lizan investigaciones organizadas y sistemáticas. Laestructura interna del proceso científico tiende a con-fundirse cada vez más con el proceso tecnológico; noes posible progreso alguno, al menos en las cienciasno formales, sin la experimentación, o la observa-ción. Ciencia y tecnología constituyen una actividadsocialmente organizada, planificada que persigue ob- jetivos elegidos concientemente y de característicasesencialmente prácticas.

«Si nos atrevemos a utilizar la muy discutidanomenclatura de ‘ciencia pura’ para aquella que se

propone producir y poner a prueba teorías cientí-ficas y construir nuestro conocimiento del mundo,podemos afirmar ahora que la ciencia pura tiene,como utilidad manifiesta, el poder aplicarse al es-tudio de problemas prácticos o concretos, actividada la que hemos llamado ciencia aplicada. La cien-cia aplicada es la que permite producir aparatos omercancías y en general, construir toda la metodo-logía de las acciones humanas que conocemos con elnombre de tecnología» (Klimovsky, G. Las desven-

turas del conocimiento científico. Una introducción a la epistemología. Página 171).

Tanto inductivismo como refutacionismo coin-ciden en que las consecuencias observacionales se de-ducen lógicamente de enunciados universales (hipó-tesis, leyes y teorías). Las consecuencias observacio-

nales son enunciados singulares que refieren, por lotanto, a hechos particulares espacio – temporalmen-te situados. Estos enunciados observacionales son in-terpretados de modo distinto por el inductivismo yel refutacionismo popperiano. Según el primero, esposible probar la verdad de un enunciado universal(realizar su verificación) a partir de la observaciónde un número suficientemente grande de hechos alos cuales refieren esos enunciados. Para el refuta-cionismo, en cambio, no es posible verificar enun-ciados generales a partir de la observación; lo únicoque puede hacerse con éstos es intentar refutarlos ofalsarlos.

Para Popper no es posible verificar ningún enun-ciado universal pero sí refutarlo o falsarlo para locual se necesita sólo de un contraejemplo. Verifi-cación y refutación son asimétricas: un enunciadouniversal puede resultar analíticamente falso a par-tir de su contrastación con los hechos pero nunca – apartir de éstos – resultar formalmente verdadero. Lasexpresiones lógicas de la verificación y la refutaciónson:

Sí (P), entonces (Q)y (Q)luego (P)Pero esta forma lógica, conocida como falacia 

de afirmación del consecuente, es incorrecta ya quede la verdad del consecuente no se puede inferir laverdad del antecedente.

Sí (P), entonces (Q)y (no Q)luego (no P)Esta forma conocida con el nombre de Modus 

Tollens  es correcta ya que de la falsedad del con-secuente (o más correctamente, la verdad de la ne-gación del consecuente) se infiere necesariamente lafalsedad (la vedad de la negación) del antecedente.

Una teoría puede ser provisionalmente acepta-

da si ha pasado con éxito la contrastación empírica,es decir, los intentos de refutarla; en tal caso, la teo-ría queda «corroborada» – término usado por Pop-per para diferenciarse del confirmacionismo inducti-vista – y puede ser aceptada provisoriamente «el mé-todo del ensayo y el error es un método para eliminarteorías falsas mediante enunciados observacionales ysu justificación es la relación puramente lógica de de-ductibilidad, la cual nos permite afirmar la falsedad

Imago Mundi, (14 de junio de 2008 12:46) — www.serviciosesenciales.com.ar 3

Page 4: ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

8/2/2019 ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

http://slidepdf.com/reader/full/ciencia-neutra-vs-ciencia-critica-uzin-olleros 4/7

Angelina Uzín Olleros

de enunciados universales si aceptamos la verdad deciertos enunciados singulares».

Según la concepción clásica de la ciencia el sa-ber que ésta produce es objetivo, es decir, indepen-diente de las apreciaciones y opiniones subjetivas.Pero no son pocos los autores que consideran que

la aceptación de algunos enunciados de la ciencia notiene necesariamente que coincidir con alguna repre-sentación objetiva de la realidad: estos enunciadosse asumen como tales por consenso o acuerdo (in-tersubjetividad).

El consensualismo es la corriente que consideraque la aceptación o rechazo de hipótesis y teoríascientíficas depende del acuerdo o consenso que selleva a cabo dentro de la comunidad científica.

Para Kuhn el desarrollo científico sigue una lí-nea continua de progreso en los periodos de «desa-rrollo científico normal» regidos por un paradigma.Este se puede caracterizar como los supuestos que

organizan los hechos, los fenómenos y que inclu-ye tanto concepciones acerca del mundo como valo-raciones, criterios metodológicos, etc. El desarrollocientífico normal es acumulativo, se amplían los co-nocimientos de hechos considerados relevantes porel paradigma vigente, se realizan predicciones y searticula cada vez mejor el propio paradigma. En larealización de todo esto, surgen problemas de todotipo (conceptuales, instrumentales, etc.) que la co-munidad científica debe resolver. Pero es el propioparadigma quien determina cuáles son estos proble-mas garantizando, a su vez, que tienen solución. Enel período de ciencia normal, tenemos entonces acu-mulación de problemas y soluciones.

Por razones que a mi criterio no es fácil deter-minar, dentro de la comunidad científica comienzana esbozarse interrogantes que no encuentran solu-ción dentro del paradigma vigente. Ese cierto modode ver la naturaleza de las cosas  (que el paradigmadetermina) ya no resulta adecuado para resolver losnuevos problemas planteados. Estos problemas noprevistos tornan inestable el paradigma vigente ha-ciendo entrar en crisis la «ciencia normal». De estacrisis se sale cuando se instala un nuevo paradigma«que pone en juego descubrimientos que no pueden

acomodarse dentro de los conceptos que eran habi-tuales (. . . )» y que es adoptado por la comunidadcientífica. A este período de pasaje de un paradigmaa otro, Kuhn lo llama «Revolución científica».

Lo que hasta aquí se expuso puede sintetizarsede este modo:

1. En primer lugar, la neutralidad ética de la cien-cia pertenece al orden del discurso y no así a susprácticas que aparecen siempre vinculadas a in-tereses de grupos de poder.

2. Además, la proclamada neutralidad científicano se limita sólo al ámbito de la ciencia pu-ra sino que «avanza» sobre áreas de aplicacióntecnológica configurando el orden tecnocráticode los especialistas; de este modo, la neutrali-dad que en sus orígenes, en el siglo XIX, sirvió

como línea demarcatoria entre una ciencia su-perior–pura–y otra inferior–aplicada–se re-significa hoy distribuyendo otros conjuntos: elde la tecnocracia de los especialistas y el de laspolíticas de aplicación (Hobsbaum, E. Las re-voluciones burguesas. Página 40).

3. Por último, la neutralidad opera en dos direc-ciones: por un lado, hacia el pasado, encubrien-do los orígenes de las ciencias que no fueron ensus comienzos más que prácticas destinadas aresolver los problemas concretos de los interesesde grupos de dominación; por otro, en la actua-lidad, como recurso de legitimación de políticas

del poder al diluir en una cadena interminablede pequeñas decisiones neutras y burocráticas las responsabilidades en la toma de decisionesque nos afectan a todos.

1. La producción y acreditación en laprofesión docente universitaria

Quiero diferenciar tres hitos en lo concernientea la acreditación y producción científica en el campoprofesional docente de las universidades argentinas:

1. Las crisis políticas, los golpes de estado suce-sivos desde la década del 30 y en particular la

denominada «noche de los bastones largos» delGolpe del 66 y el «Proceso de reorganizaciónnacional» del Golpe del 76.

2. Ambos sucesos marcaron una impronta de fuer-te persecución ideológica, «fuga de cerebros»,vaciamiento de organismos de investigación, has-ta la desaparición forzada de investigadores ydocentes universitarios.

3. Retorno de la democracia en el 83 con la consa-bida reflexión acerca de la situación del campocientífico, revisión histórica de las condicionesde posibilidad de la actividad científica, forma-ción profesional de docentes universitarios y se-

ñalamiento de los funcionarios y cómplices dela dictadura militar desde el 76 al 83.4. La década de 1990 con la sanción de las leyes

Federal de Educación y de Educación Superior,que resultaron ser una bisagra, sobretodo la se-gunda de ellas, en las exigencias dirigidas al do-cente universitario. La proliferación de los post-grados, maestrías y doctorados, con titulacionesintermedias entre la formación de grado y la decuarto nivel (especializaciones y diplomaturas).

4 Imago Mundi, (14 de junio de 2008 12:46) —www.serviciosesenciales.com.ar

Page 5: ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

8/2/2019 ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

http://slidepdf.com/reader/full/ciencia-neutra-vs-ciencia-critica-uzin-olleros 5/7

Ciencia neutra versus ciencia crítica

Fuertes debates a lo largo de las últimas déca-das del siglo XX estuvieron acompañadas de análi-sis epistemológicos (disputa entre Circulo de Vienay Escuela de Frankfurt); indagaciones acerca de lasluchas políticas al interior de las universidades, si-tuación de desigualdad entre los profesionales para

acceder a la posibilidad de doctorarse en universida-des de reconocido prestigio nacional e internacional,posibilidades reales de participación en Congresos yde publicación de artículos con referato en revistastambién reconocidas en el circuito académico.

Podemos señalar dos análisis al respecto, unode Oscar Varsavsky a finales de los 60, refiriéndosea la reunión de presidentes americanos en enero del67 en Punta del Este para estimular el desarrollo denuestra ciencia en las actividades del Consejo Inter-americano Cultural que organiza Centros de Exce-lencia para «. . . educar de manera homogénea a losinvestigadores y profesores latinoamericanos según

las indiscutidas normas de la ciencia universal.. . ».Varsavsky analiza esta pretensión de universali-

dad científica desde la impronta heredada de la revo-lución industrial, ciencia lógicamente fundamentadaen la que su objetividad está escindida del científicoque la produce; y por otra parte la impronta marxis-ta que pretende otro tipo de universalidad: la igual-dad de condiciones sociales de producción científicotecnológica en vistas de un cambio social radical.

En su libro Ciencia, política y cientificismo afir-ma: «La ciencia actual, en resumen, está adapta-da a las necesidades de un sistema social cuyo fac-tor dinámico es la producción industrial masificada,diversificada, de rápida obsolescencia; cuyo princi-pal problema es vender -crear consumidores, ampliarmercados, crear nuevas necesidades o como quieradecirse- y cuya institución típica es el gran consor-cio, modelo de organización y filosofía para las fuer-zas armadas, el gobierno, las universidades» (Pág.42).

«Esto se refleja, hemos visto, en la ciencia ac-tual de todo el mundo: en los países desarrolladospor adaptación, y en los demás por seguidismo, porcolonialismo científico» (. . . ) «Lo que dijo Marx ha-ce más de cien años y para otro continente no fue

desarrollado ni adaptado a nuestras necesidades -ni corregido- de manera convincente, y hoy veintegrupos pueden decirse marxistas y sostener produc-ciones tácticas y estratégicas totalmente contradic-torias». (Págs. 42-43).

Mucho de lo que afirma este autor puede en-contrar asidero en la actualidad, otro tanto quedacomo dato histórico de la situación de la formacióncientífico-profesional de comienzos de los 70 en Ar-gentina. Nos invadieron análisis a favor o en la con-

trapartida crítica del discurso postmoderno, las uto-pías quedaron en la letra y en el recuerdo de viejasmilitancias; como hojas amarillentas de libros delsiglo XIX quedaron los papers e incluso los textoscomo el que presentamos más arriba. Sólo se lee lainmediatez del presente, o como señala Jürgen Ha-

bermas, nos movemos en un puro presentismo, pre-sente sin memoria, presente sin sentido en tanto quecorremos detrás de un diploma que nos asegure lapermanencia en el sistema si es que logramos pasarpor el primer paso de acceso.

Otro aporte que quiero agregar a lo expuesto esel de Ricardo Forster, el autor hace referencia a lapobreza conceptual que se fomenta desde la masivaproducción de papers y abstracts que proliferan enlas universidades y encuentros académicos.

Como sostiene Forster: «El habla va quedandocolonizada por una lógica que la vuelve un instru-mento servil de culturas organizadas alrededor de

lo massmediático y los dispositivos tecnológicos, deldominio de una imagen que no guarda la posibilidadde reflexionar. . . Cuando una persona no encuentraadentro suyo palabras para decir lo que le sucede,para describir un paisaje o formular una opinión,esa persona es cada vez más un objeto de domina-ción, pierde su capacidad subjetiva de construir me-canismos autónomos. . . Si apenas decimos algo ya nosabemos qué agregar, ya no hay experiencia. ¿Cómodescribir la experiencia propia si se la expropia através de, por ejemplo, ciertos mundos televisivos?Y aun si hubiera esa experiencia, no se encuentranpalabras para describirla». (La muerte de la palabra en el mundo universitario. Página 12. Entrevista aR. Forster de J. Lorca. 8/2/2005).

Nueva forma de enajenación de una cultura queya no responde a las descripciones de la modernidad,ni de la era industrial, ni de la sociedad de entre-guerras; una cultura y una sociedad que se debateegocéntricamente en el intento por pensar una épocay un estado del arte -sin palabras-; o, como contra-partida, con un universo discursivo que ya no sabea qué sujeto se refiere, ni quien es su destinatario.

Probablemente el destinatario del discurso uni-versitario ya no es el destino de la universidad, desde

el momento que el destino se ha convertido en llegara la meta: una meta a la que el profesional llega so-lo para recibir su diploma, sin una comunidad quele de sentido a su esfuerzo, sin una colectividad quele imponga un desafío, sin interlocutores para gene-rar nuevos debates en esta academia sumergida enel conformismo y cierta resignación.

Tal vez éste es un momento de transición en elque debamos y podamos recuperar el debate, el sen-tido, la capacidad de resistir y de creer que la teoría

Imago Mundi, (14 de junio de 2008 12:46) — www.serviciosesenciales.com.ar 5

Page 6: ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

8/2/2019 ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

http://slidepdf.com/reader/full/ciencia-neutra-vs-ciencia-critica-uzin-olleros 6/7

Angelina Uzín Olleros

es necesaria para la praxis transformadora, que lasgeneraciones que vienen esperan algo de nosotros, al-go más que el título de magíster o de doctor cuandoconcursamos una cátedra o damos una conferenciao publicamos un libro.

Sin ese destinatario como destino de nuestra

práctica profesional, el sentido se ha perdido, por-que no hay sentido si no existe un otro que recibaaquello que estamos dispuestos a ofrecer, a ofrendar.

2. Bibliografía

1. Angulo, F. J.; Contreras, J.; Santos, M. A.: Eva-luación educativa y participación democrática .En «teoría y desarrollo del currículo» AljibeEditorial. 1990.

2. Bachelard, G.: La formación del espíritu cien-tífico. Contribución a un psicoanálisis del cono-cimiento objetivo. Siglo XXI Editores. México.1978.

3. Bataille, G.: La noción de gasto. En «Obras Es-cogidas». Ediciones Barral. Barcelona. 1975.

4. Bourdieu, P.: Cosas Dichas . Editorial Gedisa.Buenos Aires. 1988.

5. Bourdieu, P.: Los usos sociales de la ciencia.Editorial Nueva Visión. Buenos Aires. 2000.

6. Bourdieu, P.: ¿Qué significa hablar? Economía de los intercambios lingüísticos. Akal Ediciones.Madrid. 1999.

7. Bourdieu, P.: «Campo intelectual y proyectocreador» en Pouillon, J. y otros: Problemas de 

estructuralismo. Editorial Siglo XXI. México.1967.

8. Bourdieu, P.: Sociología y cultura. Editorial Gri- jalbo. México. 1990.

9. Bourdieu, P.; Chamboredon, J. C.; Passeron, J.C.: El oficio de sociólogo. Siglo XXI Editores.México.

10. Cibotti, R. y Sierra, E.: El sector público en la planificación del desarrollo. Siglo XXI Editores.México.

11. Crombie, A. C.: Historia de la ciencia: De San Agustín a Galileo. Volumen II: La ciencia en la 

Baja Edad media y comienzos de la Edad Mo-derna: Siglos XIII a XVII. Alianza Editorial.Madrid. 1974.

12. De Saussure, F.: Curso de lingüística general.Editorial Losada. Buenos Aires. 1969.

13. Evans-Pritchard, E. E.: Antropología social. Edi-ciones Nueva Visión. Buenos Aires. 1984.

14. Ferrucci, R.: Instrumental para el estudio de la economía argentina. EUDEBA. Buenos Aires.

15. Forster, R. La muerte de la palabra en el mundouniversitario. Página 12. Entrevista de J. Lorca.8/2/2005

16. Foucault, M.: Los Anormales. Fondo de CulturaEconómica. México. 2000.

17. Foucault, M.: El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada médica . Editorial SigloXXI. México. 1991.

18. Foucault, M.: Saber y Verdad. Editorial La Pi-queta. Madrid. 1991.

19. Foucault, M.: Historia de locura en la época clásica . Fondo de Cultura Económica. México1998.

20. Foucault, M.: Las redes del poder. Editorial Al-magesto. Colección Mínima. Buenos Aires. 1991.

21. Foucault, M.: Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Editorial Altaya. Barcelona. 1998.

22. Frazer, J.: La rama dorada. Magia y religión.Fondo de Cultura Económica. México. 1980.

23. Guber, R.: La etnografía. Método, campo y re- flexividad. Enciclopedia Latinoamericana de So-ciocultura y Comunicación. Grupo Editorial Nor-ma. Buenos Aires. 2001.

24. Heler, M: Ciencia incierta. La producción so-cial del conocimiento. Editorial Biblos. BuenosAires. 2000.

25. Heler, M: Ética y ciencia: la responsabilidad del martillo. Editorial Biblos. Buenos Aires. 2000.

26. Hempel, C. G.: Filosofía de la Ciencia Natural.

Alianza Editorial. Madrid. 1987.27. Hobsbawm, E.: Historia del siglo XX. Fondo de

Cultura Económica. México. 1964.

28. Hobsbawm, E.: Las revoluciones burguesas. Fon-do de Cultura Económica. México. 1964.

29. Klimovsky, G.: Las desventuras del conocimien-to científico. Una introducción la epistemología.A-Z Editora. Buenos Aires. 1997.

30. Kuhn, T. S.: La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura Económica. Mé-xico.

31. Lévi-Strauss, C.: Antropología estructural. Edi-

ciones Altaya. Barcelona. 1997.32. Lévi-Strauss, C.: Cómo se llega a ser etnógrafo.

En «Tristes trópicos». Editorial Paidós. BuenosAires. 1984.

33. Lévi-Strauss; C.: Mitológicas. Editorial Fondode Cultura Económica. México. 1972.

34. Malinowski, B.: Los argonautas del pacífico Oc-cidental . Editorial Planeta – Agostini. Barcelo-na.

6 Imago Mundi, (14 de junio de 2008 12:46) —www.serviciosesenciales.com.ar

Page 7: ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

8/2/2019 ciencia neutra vs ciencia critica - uzin olleros

http://slidepdf.com/reader/full/ciencia-neutra-vs-ciencia-critica-uzin-olleros 7/7

Ciencia neutra versus ciencia crítica

35. Novedades Económicas Revista del IEERAL (Ins-tituto de Estudios Económicos sobre la Reali-dad Argentina y Latinoamericana) de Funda-ción Mediterránea  Años 1999 a 2001

36. Palazuelos, Alburquerque, Luengo y Talavera:Las economías capitalistas durante el período de 

expansión (1945 – 1970). Editorial Akal. Ma-drid. 1988.

37. Popper, K. R.: La lógica de la investigación cien-tífica. Editorial Tecnos. Madrid. 1973.

38. Toulmin, S.: La comprensión humana. AlianzaEditorial. Madrid.

39. Sagan, K.: Cosmos  Barcelona. Planeta. 1982.Pág. 332.

40. Varsavsky, O. Ciencia, política y cientificismo.Centro Editor de América Latina. Buenos Ai-res. 1969.

Imago Mundi, (14 de junio de 2008 12:46) — www.serviciosesenciales.com.ar 7