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NOTAS Y DISCUSIONES ISEGORÍA/28 (2003) pp. 159-170 159 Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación en la Sociedad del Conocimiento: a ambos lados de las «divisorias del aprendizaje» AMALIA VIJANDE MARTÍNEZ Universidad de Oviedo RESUMEN. En nuestras sociedades cre- cientemente dependientes de la tecnocien- cia, reflexionar sobre las relaciones entre ciencia, tecnología, sociedad e innovación (CTS I) se ha convertido en una tarea inexcusable. El campo interdisciplinar de estudios sobre CTSI, que se había venido consolidado desde los años sesenta y setenta en los países occidentales, ha vivi- do en los últimos años un impulso muy importante en el ámbito iberoamericano. Fruto de este creciente interés es la colec- ción de libros CTS I editados por Cam- bridge University Press en colaboración con la OEI (Organización de Estados Ibero- americanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura). En esta nota se reseñan los cin- co primeros títulos de la citada colección. ABSTRACT. The analysis of the relation- ships amog science, technology, society and innovation (STS I) has become an inevitable task in contemporary societies, increasingly dependent on technoscience. The interdisciplinary studies on STSI, which crystalized in Western societies during the last four decades, have experi- mented recently an important development in Latin America. An example of this increasing interest is the book series on STS I published by Cambridge Universi- ty Press in association with OEI (Organi- zación de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura). In this article the first five volumes of this series are reviewed. La ciencia y la tecnología, a partir sobre todo de las últimas décadas del siglo XX, se han convertido en factores absoluta- mente determinantes de la vida social. Estamos rodeados de ciencia y tecnología por todas partes; desde los impresionan- tes artefactos destinados a la investiga- ción espacial, quizás el prototipo de gran empresa científico-tecnológica que los ciudadanos corrientes no vemos más que en la televisión o el cine, hasta el más pequeño rincón de nuestra casa o el aspecto más íntimo de nuestra vida priva- da, que es posible que ya no seamos capaces de concebir sin la mediación de la ciencia y la tecnología. Pero además de la proliferación de artefactos, nuestra for- ma de comunicarnos, interaccionar con los demás, trabajar o disfrutar del ocio, todas nuestras relaciones sociales en defi- nitiva, están igualmente mediadas por la ciencia y la tecnología. * Este trabajo ha sido posible gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia y Tecnología a través del proyecto BFF02 01102.

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Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación en la Sociedad del Conocimiento: a ambos lados

de las «divisorias del aprendizaje»

AMALIA VIJANDE MARTÍNEZUniversidad de Oviedo

RESUMEN. En nuestras sociedades cre-cientemente dependientes de la tecnocien-cia, reflexionar sobre las relaciones entreciencia, tecnología, sociedad e innovación(CTS � I) se ha convertido en una tareainexcusable. El campo interdisciplinar deestudios sobre CTS�I, que se había venidoconsolidado desde los años sesenta ysetenta en los países occidentales, ha vivi-do en los últimos años un impulso muyimportante en el ámbito iberoamericano.Fruto de este creciente interés es la colec-ción de libros CTS � I editados por Cam-bridge University Press en colaboracióncon la OEI (Organización de Estados Ibero-americanos para la Educación, la Ciencia yla Cultura). En esta nota se reseñan los cin-co primeros títulos de la citada colección.

ABSTRACT. The analysis of the relation-ships amog science, technology, societyand innovation (STS � I) has become aninevitable task in contemporary societies,increasingly dependent on technoscience.The interdisciplinary studies on STS�I,which crystalized in Western societiesduring the last four decades, have experi-mented recently an important developmentin Latin America. An example of thisincreasing interest is the book series onSTS�I published by Cambridge Universi-ty Press in association with OEI (Organi-zación de Estados Iberoamericanos para laEducación, la Ciencia y la Cultura). In thisarticle the first five volumes of this seriesare reviewed.

La ciencia y la tecnología, a partir sobretodo de las últimas décadas del siglo XX,se han convertido en factores absoluta-mente determinantes de la vida social.Estamos rodeados de ciencia y tecnologíapor todas partes; desde los impresionan-tes artefactos destinados a la investiga-ción espacial, quizás el prototipo de granempresa científico-tecnológica que losciudadanos corrientes no vemos más queen la televisión o el cine, hasta el más

pequeño rincón de nuestra casa o elaspecto más íntimo de nuestra vida priva-da, que es posible que ya no seamoscapaces de concebir sin la mediación dela ciencia y la tecnología. Pero además dela proliferación de artefactos, nuestra for-ma de comunicarnos, interaccionar conlos demás, trabajar o disfrutar del ocio,todas nuestras relaciones sociales en defi-nitiva, están igualmente mediadas por laciencia y la tecnología.

* Este trabajo ha sido posible gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia y Tecnología a travésdel proyecto BFF02 01102.

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Pero tal vez esta imagen de la ciencia yla tecnología sólo sea posible en un deter-minado sector del planeta. Seguro que,mirando un poco más allá de nuestras casas,sí podemos concebir lugares donde no estan fácil, antes al contrario, encontrar cien-cia y tecnología en la vida de la gente. Nisiquiera la más básica y elemental, como latecnología médica o aquella destinada amejorar la habitabilidad de las viviendas.De hecho, parece que cuanto más se «uni-versalizan» la ciencia y la tecnología en«nuestro lado» del mundo, más se dificultasu introducción en «el otro lado».

Mirando de momento sólo a nuestro«mundo desarrollado», la proliferación dela ciencia y la tecnología (o, también, uti-lizando el término de moda, de la tecno-ciencia —Echeverría, 1999—), a partir dela segunda mitad del siglo XX aproximada-mente, coincidió con el nacimiento deactitudes de rechazo y temor ante ellas enla sociedad en general, tanto respecto a susposibles riesgos para la vida humana y lasalud del planeta (Carson, 1962) como enlo referente a los cambios que suponía lainvasión (y la consiguiente transforma-ción) científico-tecnológica de todos losámbitos de las relaciones sociales (Ros-zak, 1968). En el ámbito académico, estasensación se materializó en la aparición(que podemos fechar a finales de lossesenta y principios de los setenta) deestudios de la ciencia y la tecnología, y surelación con la sociedad, tanto en losmomentos previos de concepción y desa-rrollo de investigaciones y artefactoscomo en su aplicación y consecuencias.Los estudios sobre Ciencia, Tecnología ySociedad (CTS) surgieron en países dehabla inglesa (Reino Unido y Estados Uni-dos específicamente), con carácter críticoe interdisciplinar (desde disciplinas comola historia de la ciencia, la filosofía de laciencia y la tecnología, la sociología delconocimiento o la economía del cambiotécnico), y actualmente se han constituidocomo uno de los campos de trabajo en el

estudio de la ciencia y la tecnología másprolíficos en el panorama internacional(para un recorrido por la historia de losestudios CTS, véase González García, M.,et al., 1996). Uno de sus principales carac-terísticas era (y es) la consideración de laciencia y la tecnología no como fenóme-nos regidos por una lógica interna, cons-truidos mediante la aplicación de un es-tricto método cognitivo, y valorativamenteneutrales, sino como realidades productodel contexto social, cultural, económico ehistórico en el que surgen, y que a su veztienen profundas consecuencias sociales,culturales y económicas.

En la región iberoamericana, los estu-dios CTS están alcanzando una importantepresencia en el ámbito de la investigacióny la docencia de la ciencia y la tecnología.Y cuando estos estudios se llevan a cabodesde una perspectiva diferente, periférica(desde «el otro lado» que decíamos antes),las preocupaciones que vertebran la inves-tigación cambian, se trasladan, y otros pro-blemas entran en juego. Por ejemplo, laausencia de tecnología, pasa a ser el pro-blema, y no su proliferación exagerada. Lacuestión de la distribución equitativa deriesgos tecnológicos y consecuencias nega-tivas de la tecnociencia debe conjugarsecon la necesidad de crear riqueza medianteinnovación tecnológica para mejorar lascondiciones de vida de los ciudadanos yfavorecer el crecimiento económico.

En conclusión, los estudios CTS he-chos desde la periferia complementan losanálisis construidos desde el Norte desa-rrollado, introduciendo enfoques enrique-cedores y nuevos temas de investigación.La Organización de Estados Iberoamerica-nos para la Educación, la Ciencia y la Cul-tura (OEI), entidad intergubernamental decooperación internacional, inició en 1999un programa dentro de su área de coopera-ción científica destinado a promover elenfoque Ciencia, Tecnología, Sociedad eInnovación (CTS + I), en el que el estudiode los aspectos sociales y éticos de la cien-

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cia y la tecnología se conjuga con la preo-cupación por la innovación científico-tec-nológica, es decir, por el papel de la cien-cia y la tecnología en el desarrolloeconómico y social. Una de las accionesprincipales dentro de este programa hasido la edición, junto con Cambridge Uni-versity Press, de una colección de temáticaCTS + I, que hasta la fecha cuenta concuatro títulos, a los que en breve se suma-rá un quinto. En ellos se puede encontraruna panorámica muy amplia de las cues-tiones y problemas de este campo de estu-dio, aunque, como corresponde a unacolección en desarrollo, esta panorámicano sea completa: el análisis de un casoconcreto de desarrollo tecnológico y de sucontexto social y ambiental (la políticaforestal en el Principado de Asturias, enPolíticas del bosque, de José A. LópezCerezo y M. I. González García, 2002), elestudio más general de una rama de la tec-nociencia, la biotecnología (en Biotecno-logía y sociedad, Emilio Muñoz, 2002), lareflexión sobre la problemática de la inno-vación vista desde la periferia (Navegandocontra el viento, Ciencia, Tecnología ySubdesarrollo, Rodrigo Arocena y JudithSutz, de próxima aparición), la visión des-de la educación de los problemas queafectan a la humanidad y el planeta de for-ma global (Construyamos un futuro soste-nible, Amparo Vilches y Daniel Gil, 2003)y el papel de la institución universitaria enel contexto académico y social contempo-ráneo [La universidad (im)posible, Jac-ques Marcovitch, 2002].

Una de las metodologías ya tradiciona-les de los estudios CTS es mostrar la diná-mica de las relaciones entre Ciencia, Tec-nología y Sociedad mediante el análisisexhaustivo de casos concretos de desarro-llo tecnológico. Este método ha sido am-pliamente aplicado por autores europeos(por ejemplo, en Bijker, W.; Hughes, T., yPinch, T., 1987), pero todavía no haencontrado un lugar importante en la lite-ratura CTS en castellano. Políticas del

bosque asume esta metodología, y tomacomo punto de partida la política forestalen Asturias y, en concreto, el «problemadel eucalipto», durante los últimos veinteaños aproximadamente, para realizar unareflexión más amplia sobre la necesidadde la participación pública en la implanta-ción y evaluación de tecnologías, y, enparticular, en las acciones de intervenciónambiental.

La conclusión que los autores extraendel repaso exhaustivo de toda la polémicasobre el problema del eucalipto (cuyo pun-to álgido fue la «revuelta» de los habitan-tes de un pueblo costero asturiano contrala plantación de eucaliptos en los terrenospróximos al pueblo en 1988) es que nosólo el debate público, sino también lasconsecuencias indeseadas de la gestiónforestal en Asturias (de carácter ecológico,económico y social) fueron causados porla reducción a sus aspectos técnicos de unproblema que era desde el principio socialy complejo. Ya desde el comienzo de lacontroversia saltaron a las páginas de losperiódicos una legión de expertos (inge-nieros, biólogos...) que, desde las filas delos opositores a los eucaliptos o desde lasde sus defensores, recurrían a la ciencia yel conocimiento técnico para justificar susposturas. Posteriormente, la Administra-ción elaboró una legislación que, pese apresentarse como sensible a las preocupa-ciones de la opinión pública, cayó igual-mente en una tecnificación del problema,reduciéndolo sólo a una cuestión depen-diente de la elaboración de informes técni-cos en los que la opinión no experta notenía ningún papel.

López Cerezo y González García con-sideran, siguiendo a investigadores comoFuntowicz y Ravetz, que la tecnocienciacontemporánea se ha convertido, en buenamedida, en una empresa caracterizada porla necesidad de tomar decisiones políticasurgentes sobre problemas muy complejos,que involucran parámetros sociales, cultu-rales, políticos, económicos y ambientales

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muy diversos, relacionados en un equili-brio muy delicado. Es lo que denominan«ciencia postnormal» (Funtowicz, S., yRavetz, J., 1993). En estos contextos com-plejos («sociosistemas»), la ciencia se veobligada, si quiere obtener resultados ma-nejables políticamente, a reducir las innu-merables variables a unas pocas, lo quehace que sus resultados estén marcados porla incertidumbre. Y los factores que sereducen son siempre aquellos relacionadoscon el conocimiento no experto, o que noson fácilmente cuantificables, reducibles anúmeros (como las cuestiones valorativas,estéticas...). Ésta es la conclusión que losautores obtienen del caso de estudio: eleucalipto se introduce en un sociosistemacomplejo, afectando así al equilibrio entremuchos factores ecológicos, económicos ysociales; y el problema se «soluciona»políticamente tomando unos pocos de esosfactores y reduciendo el problema para quesea técnicamente manejable, omitiendo entodo el proceso otras fuentes de informa-ción de carácter popular o profano. Elresultado: una gestión inadecuada que noobtiene soluciones sostenibles.

El trabajo utiliza el caso de estudiopara extraer conclusiones generales para laconcepción de la tecnología y para su eva-luación, y para reclamar un nuevo modelode participación pública en la evaluación ygestión de tecnologías. La evaluación detecnologías clásica (Jones, M. V., 1971),de la que las evaluaciones de impactoambiental son una variedad muy significa-tiva, se basa en una concepción de la tec-nología como «un cuerpo de conocimientoespecializado que deriva de la aplicaciónde la ciencia y tiene como objetivo el dise-ño y desarrollo de artefactos» (Políticasdel bosque, p. 97). Se plantea como unanálisis de impactos y riesgos sociales,que permita minimizar las consecuenciasnegativas de las tecnologías y evitar surechazo por parte de la opinión pública.De modo que la evaluación de tecnologíasse configura como una acción reactiva

ante sus impactos. Los autores, por su par-te, defienden un modelo constructivo deevaluación, que parta de una concepciónde la tecnología como una forma de orga-nización social, y que se plantee como unaforma de influir activamente en el desarro-llo e implantación de las tecnologías, nosólo por parte de los expertos, sino tam-bién de los ciudadanos legos afectados ointeresados. El objetivo principal es antici-par impactos, no reaccionar ante ellos, yademás, anticipar todos los impactos quese puedan prever para cualquier gruposocial implicado, directa o indirectamente,en el desarrollo o la implantación de unadeterminada innovación. Por esto resultafundamental promover la participación detodos los actores sociales en estos proce-sos de toma de decisiones en política cien-tífico-tecnológica y ambiental.

Si las intervenciones medioambientalespueden ser consideradas como un prototipode desarrollo tecnológico contemporáneo,la biotecnología puede considerarse comoun prototipo de la nueva tecnociencia. Ade-más, la biotecnología es un caso claro devinculación con la sociedad, porque susavances, desde la clonación a los nuevosmedicamentos, son seguidos muy de cercapor la opinión pública, llenan a diario enlas páginas de los periódicos, mucho másque otras disciplinas científicas que resul-tan más lejanas para la ciudadanía, como lafísica o la química. Por esto la biotecnolo-gía ofrece un campo de estudio adecuadopara estudiar las interacciones entre cienciay tecnología, por un lado, entre tecnocien-cia y sociedad, por otro, y entre desarrollotecnocientífico e innovación y desarrolloempresarial. Emilio Muñoz es un investi-gador en bioquímica y biología molecular,que ha tenido un papel muy activo duranteaños en la política científica española yeuropea, y, en los últimos tiempos, ha dedi-cado su trabajo al análisis de las relacionesentre Ciencia, Tecnología y Sociedad. Elcurrículo de este autor permite, en primerlugar, adivinar el carácter multidisciplinar

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de los estudios CTS y, en segundo, ofrecelas garantías de que su estudio Biotecnolo-gía y sociedad no sólo ofrecerá la reflexióncrítica del estudioso CTS, sino también lavisión del científico que conoce el campode primera mano, y del gestor responsablede tareas legislativas y regulativas.

Biotecnología y sociedad analiza elconocimiento científico y técnico que estáen la base de las biotecnologías, realizandoun recorrido histórico desde sus orígenesen sus antepasados tradicionales (como lasprácticas de modificación de alimentos porfermentación, por ejemplo, o las prácticastradicionales de mejora de especies de ani-males en agricultura o ganadería), pasandopor el nacimiento de la biotecnología cien-tífico-técnica en el siglo XIX, y siguiéndolesla pista hasta los últimos y más polémicosdesarrollos de la investigación punta (ani-males y plantas transgénicos, bioinformáti-ca, clonación de animales...). Su panorámi-ca de las tres grandes ramas de la biotecno-logía (agroalimentación, biotecnologíaambiental, y medicina y farmacología)dibuja un cuadro completo del repertoriode técnicas, instrumentos y tecnologíasbiotecnológicas, así como de las investiga-ciones científicas que hay detrás, de susaplicaciones comerciales y de las empresasque las desarrollan y comercializan. Paracompletar su repaso por el panorama de labiotecnología contemporánea, realiza unresumen muy completo de las coyunturasnacionales de los principales países pro-ductores de biotecnología, con cuidado enel surgimiento, desarrollo y estructura delas empresas biotecnológicas, y de la legis-lación y normativa específica en cada caso,así como de las reacciones de la sociedadante las distintas tecnologías. Por ello estaobra constituye un documento esencialpara conocer todos los aspectos de una delas tecnologías que están alcanzando mayo-res desarrollos actualmente, y cuyos avan-ces constituyen uno de los temas científico-tecnológicos que más ocupan y preocupana la opinión pública.

El estudio de Muñoz, consciente de lacomplejidad del tema, emplea un enfoqueintegrador de la biotecnología en su con-junto, aun dentro de la compleja estructu-ra de contextos nacionales, sectores pro-ductivos y disciplinas científicas, y tam-bién una visión particularizada sobre ca-sos de estudio concretos, como la agricul-tura biotecnológica (organismos modifica-dos genéticamente) o la terapia génica.Siguiendo esta metodología, dedica unasegunda parte de su libro a estudiar lasrepercusiones socio-económicas de lasbiotecnologías, y su interacción con el diá-logo político y social.

La reacción social ante la biotecnolo-gía es generalmente positiva en lo referen-te a avances médicos o farmacológicosconcretos, como la producción de insulinasintética o las actuaciones medioambienta-les, pero se vuelve crítica feroz y rechazocuando se trata de actuaciones agroali-mentarias (como muestra el rechazo casitotal de la opinión pública europea antelos alimentos transgénicos). Muñoz en-cuentra tres motivos a este rechazo: laausencia de beneficios claros, la implica-ción de grandes empresas multinacionalesque, se cree, se enriquecen a costa de lospequeños productores, y la novedad de lastécnicas, que genera desconfianza. Los ali-mentos transgénicos son una muestra de laconflictiva relación entre tecnociencia,industria y sociedad que generan las nue-vas biotecnologías, una de cuyas principa-les causas es la toma de conciencia colec-tiva de que la sociedad actual es, usando eltérmino de Beck, una «sociedad del ries-go» (Beck, U., 1986). De nuevo nosencontramos con la cuestión de la evalua-ción de riesgos, tema clave en los estudiosCTS: la sociedad reclama la evaluación deestos riesgos, no completamente controla-bles, y un cambio de actitud en su gestión:de una actitud consecuencialista, que sepreocupa por solucionar, mediante accio-nes reactivas de tipo tecnológico o judi-cial, los problemas causados por la tecno-

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logía, a una actitud preventiva, que me-diante el estudio de casos y la regulaciónadecuada, permita limitar los riesgos antesde que éstos se concreten (López Cerezo, J.A., y Luján, J. L. 2000). En cualquier caso,reclama Muñoz, la solución a las tensionespasa por hacer la información sobre lasbiotecnologías, sus beneficios y riesgos,accesible a todos los ciudadanos.

La idea general que subyace a los aná-lisis tradicionales de percepción públicade la tecnología es que la percepciónnegativa se corresponde siempre con undéficit de conocimiento: la gente querechaza una tecnología o una línea deinvestigación científica lo hace porque noestá suficientemente bien informada sobreella. Esta idea tiene detrás la visión de laciencia y la tecnología como moralmenteneutrales y esencialmente benefactoras dela humanidad. Sin embargo, Muñoz recha-za esta idea y señala que los aspectos cul-turales y los valores de la población en laque se insertan es fundamental para com-prender la reacción ante las tecnologías.De hecho, se comprueba con estudioscomo los eurobarómetros que, general-mente, la gente con una percepción másnegativa de las innovaciones tecnocientífi-cas es aquella más científicamente ilustra-da, y la situación en Europa varía conside-rablemente dependiendo del contexto: porejemplo, los países productores de biotec-nologías son mayoritariamente partidariosde su uso, mientras que la actitud es la con-traria en los países consumidores. Tam-bién es distinta la imagen de la cienciabásica relacionada con la biotecnología(generalmente positiva) de la imagen delas aplicaciones prácticas de la misma.

El repaso a las regulaciones legislati-vas de las biotecnologías, tanto en EstadosUnidos como en Europa, pone de mani-fiesto una tensión fundamental entre dosexigencias igualmente irrenunciables: porun lado, deben tener presentes las exigen-cias de la economía de mercado, por ejem-plo en lo referente a patentes, y por otro,

deben satisfacer las demandas referentes alos derechos individuales y la sostenibili-dad del desarrollo. La solución, defiendeMuñoz, pasa por asumir una perspectivacontextualista o consecuencialista que ten-ga en cuenta la justicia social y las conse-cuencias de los procesos biotecnológicos,así como la participación del mayor núme-ro de actores implicados en la toma dedecisiones. El principio que debe guiartoda regulación es el principio de precau-ción o prudencia, que considere al riesgode forma previa a la actuación, y no poste-riormente, como una consecuencia inevi-table a abordar una vez que los problemasse producen.

La biotecnología es uno de los camposdonde se suscitan los debates públicos másenconados entre la necesidad de innova-ción tecnológica y de fomentar un desarro-llo sostenible, ya que sus consecuencias,actuales o previsibles, pueden resultar deuna importancia fundamental para la saludmedioambiental del planeta. Por ejemplo,los organismos transgénicos son uno delos resultados tecnológicos más cuestiona-dos y rechazados por la opinión pública,por los supuestos riesgos de amenaza a labiodiversidad que supondría su disemina-ción en el medio ambiente. También seplantean problemas relacionados con elesquema de distribución de la riqueza quesupone el dominio en el mercado interna-cional de semillas y alimentos de las mul-tinacionales agroalimentarias. AmparoVilches y Daniel Gil han recogido este yotros muchos temas relacionados con lasalud, medioambiental y social, del plane-ta, en Construyamos un futuro sostenible.Parten de una llamada de atención urgen-te: el mundo está atravesando una situa-ción de «emergencia planetaria», segúnatestiguan numerosos investigadores delámbito académico y organizaciones políti-cas supranacionales (como la ComisiónMundial del Medio Ambiente y el Desa-rrollo, o las conferencias de las NacionesUnidas). En concreto, tienen muy en cuen-

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ta los movimientos de organizacionescomo la ONU, que han ido estudiando elestado de la cuestión a nivel mundial des-de los sesenta, en diversas cumbres y reu-niones (como la Cumbre de la Tierra deRío de 1992). Todos coinciden en que elcrecimiento y expansión industrial, el ago-tamiento de recursos... ha llegado a límitesdifícilmente soportables a nivel humano yambiental, casi irreversibles. La obra pre-tende llevar a cabo un planteamiento glo-bal de los problemas, que explore todassus dimensiones y que, además de estasvoces de expertos, recoja también las deciudadanos, docentes y educadores, políti-cos y gestores, y científicos. El tono de lareflexión es optimista y orientado a laacción, sin caer en el derrotismo que pare-cería la conclusión obvia de la exposiciónsistemática de los gravísimos problemasque afectan al ambiente y la humanidad.

Además de lo ambicioso de su tema, ellibro de Vilches y Gil destaca por su for-ma: la narración se realiza en forma de diá-logo entre dos personajes, que ademásplantean sus reflexiones como una invita-ción al lector para unirse a la conversación.Pero la forma aparentemente descuidadadel texto desvela una estructura clara encuanto comienza la lectura, que se compo-ne de tres grandes bloques: el primeroplantea, de forma concreta y minuciosa, losproblemas que afectan a la humanidad y alplaneta; el segundo analiza las causas deestos problemas, y el tercero propone unareflexión sobre soluciones y alternativas.

Los problemas que los autores analizanson la contaminación ambiental, la degra-dación de las ciudades, el agotamiento delos recursos, la degradación de los ecosis-temas que amenaza a la biodiversidad, y lapérdida de la diversidad cultural. De todosellos hacen un repaso completo y detalla-do, que da cuenta tanto de los problemasfácilmente detectados por todos y que for-man parte de las preocupaciones ciudada-nas habituales como de otros, menos cono-cidos para los no expertos, pero igualmente

importantes. Resulta especialmente intere-sante su dedicación a problemas que apa-rentemente no están relacionados con eldesarrollo científico y tecnológico, comola degradación del entorno humano, quetambién resultan fundamentales si desea-mos conocer la situación real del planeta,incluyendo a las sociedades que lo habitan.De este modo su recorrido resulta especial-mente completo y profundo.

La segunda parte de la obra se fija enel estudio de las causas de los problemas.La ideología tradicional que acompañabaal desarrollo científico-tecnológico, y queaún ahora aparece con frecuencia, identifi-caba desarrollo científico con desarrollotecnológico, y a ambos con desarrollosocial, en un mecanismo que se creía ine-vitable y beneficioso. Ésta es la ideologíaque ha justificado el crecimiento desmesu-rado que, en gran parte, es la causa de quela situación del mundo haya alcanzado talgrado de insostenibilidad. Nada que pudie-ra hacer la ciencia (neutral o incluso intrín-secamente beneficiosa) podía ser sino unbeneficio social a corto o largo plazo. Lasociedad en la que vivimos es una socie-dad del riesgo, pero ese riesgo debe seraceptado tal cual viene, a cambio de unbeneficio mayor. Los autores reconocenque el papel de la ciencia y la tecnología, yel de esta ideología del progreso que lasacompañaba (Sarewitz, D., 1996), es unade las causas del problema global, pero nola única: defienden un planteamientoholístico, no reduccionista, que consideretodos los aspectos de los problemas: físi-cos, sociales, políticos, económicos, cultu-rales y científico-técnicos. Lejos de buscaruna causa aislada para cada problema con-creto, ensayan una explicación plural ycompleja. Así, por ejemplo, una de lascausas de los problemas de sostenibilidadque analizan, además de la expansión de laciencia y la tecnología, es el hiperconsumode las sociedades occidentales, o la explo-sión demográfica, o las economías quebuscan sólo beneficios a corto plazo.

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Por último, en una tercera parte se ocu-pan de proponer caminos que permitansolucionar esta situación de emergenciaplanetaria tal como la han definido. El tonogeneral de la obra es de un moderado opti-mismo sobre la posibilidad de transitarcaminos alternativos y, partiendo de análi-sis fiables de las situaciones, pretende lle-gar a una comprensión global de los pro-blemas, buscando conjugar la conservacióndel medio ambiente con el desarrollo, eimplicar a todos los sectores productivos,desde la agricultura a la industria, y a todoslos países de forma global.

Como hemos dicho, no parten delsupuesto de que las causas sean únicamen-te científico-tecnológicas, por lo que no selimitan en sus propuestas a postular sali-das tecnológicas que arreglen lo que latecnología ha estropeado. Pero sí conside-ran necesaria una reorientación de la cien-cia y la tecnología, en la que la innovacióntecnológica esté políticamente orientada aldesarrollo sostenible, promoviendo tantocriterios universales (como la renovabili-dad de los recursos, la búsqueda de lamáxima eficiencia y la asimilabilidad delos residuos) con pautas locales que adap-ten la innovación al contexto social al queestá destinada. Así que junto a medidastecnológicas (cuyos exponentes más cono-cidos son quizás las energías renovables olas biotecnologías), es necesario adaptarlas estructuras sociales, económicas ypolíticas, y educar a la ciudadanía, entodos los estratos sociales, y a las institu-ciones para promover la responsabilidadsolidaria (usando palabras de Adela Corti-na), el cambio en los hábitos y formas devida, y la creación de una «democraciaplanetaria» en la que la globalización losea no sólo de los productos financieros,sino también de los derechos humanos(que están estrechísimamente vinculadosal desarrollo), la justicia social y la políti-ca medioambiental.

Aunque se trata de una expresión con-trovertida, parten del concepto de desarro-

llo sostenible o sustentable, como modeloa seguir para guiar el progreso humano. Ladefinición más usual es: «es el desarrolloque satisface las necesidades de esta gene-ración sin comprometer las capacidades delas siguientes generaciones para satisfacersus propias necesidades». La novedad delconcepto descansa en que, cuando seenunció, por primera vez se caía en lacuenta de la limitación del mundo, de quesus recursos son agotables. Así, hace una odos generaciones empezaba a extendersela conciencia de que es necesario protegerel planeta. Era el fin del sueño del progre-so sin fin. Dando un paso más, los autoresdefienden la posibilidad de un «desarrollosin crecimiento», entendiendo el desarrollocomo el aumento de potencialidades, sinnecesidad de incrementar cuantitativamen-te la producción o el consumo de recursosenergéticos, por ejemplo. También defien-den el concepto de sostenibilidad social,en el que se da tanto una solidaridad inter-generacional como intrageneracional.

La cuestión de los desequilibrios Nor-te-Sur, o centro-periferia, está muy pre-sente también en la obra de Vilches y Gil.De hecho varios capítulos están dedicadosa analizar la problemática de la sostenibili-dad desde el punto de vista del subdesa-rrollo, y las consecuencias de estos dese-quilibrios sobre el medio ambiente y lageneración de violencia y conflictos. Porejemplo, la pobreza conduce, en la bús-queda rápida de soluciones, a la sobreex-plotación del medio ambiente y, por tanto,a su degradación.

Avanzar más allá del concepto de desa-rrollo sostenible es también uno de losintereses principales de Navegando contrael viento. Sus autores, Rodrigo Arocena yJudith Sutz, apuestan por un «desarrollohumano autosustentable», en el que,siguiendo al Premio Nobel Amartya Sen,el desarrollo se entienda como libertad,como desarrollo humano, y que consiste enampliar las posibilidades y potencialidadesde los hombres, y, por lo tanto, disminuir

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la desigualdad. La tensión entre innova-ción y desarrollo, y, en concreto, ofreceruna reflexión sobre la innovación tecno-científica desde la perspectiva de lospaíses que están lejos de sus centros tradi-cionales es el tema de esta obra escrita pordos expertos uruguayos en la materia.Además, la obra constituye también unaatractiva introducción a la teoría de lainnovación tecnocientífica para aquellosque deseen iniciarse en él, con el atractivodel enfoque «desde la periferia» y el com-promiso social.

En una primera parte, el libro de Aroce-na y Sutz ofrece un panorama de los proce-sos sociales que constituyen la denominadainnovación técnico-productiva. Los autoresmantienen, siguiendo la línea de los estu-dios CTS, un concepto de innovación nosólo técnico, sino social: no sólo se tratade analizar las novedades científico-técni-cas, sino también, y de forma primordial,de analizar su implantación en un contextode práctica determinado. De este modo lainnovación es concebida no como unevento aislado, sino como un proceso quecombina diversas dinámicas sociales, enlas que interactúan actores heterogéneos.En este afán por ofrecer una perspectivasocial y sistémica de la innovación,siguiendo los pasos de las teorías elabora-das por autores como Freeman o Nelson(Freeman, C., 1982; Nelson, R. R. y Nel-son, S. G, 1982), realizan un minuciosorecorrido por todos los actores implicadosen este proceso, desde los receptores de lainnovación, trabajadores y consumidoresmás o menos pasivos, hasta las institucio-nes públicas o privadas (universidad,empresas, laboratorios de I � D..., gobier-nos que diseñan políticas de apoyo a lainnovación...), y por las formas en queestos actores pueden y deben estar impli-cados en el proceso para hacer posible lainnovación científico-tecnológica en sucontexto. Su concepción defiende unaligazón fundamental entre innovación ycultura, con influencias abundantes y recí-

procas entre ambas, como la que ya en1934 trazaba Lewis Mumford en su obraTécnica y civilización. La tecnología noevoluciona en un proceso lineal y unidi-reccional, sino que avanza siguiendo uncamino en el que se van abriendo múlti-ples opciones, cada una de las cuales res-ponde a intereses sociales, valores, con-textos culturales... la tecnología es, si-guiendo a Mumford, un factor de estruc-turación de prácticas y representacionesdel mundo, como refleja el concepto de«imaginario tecnológico». Esta elecciónde opciones tecnológicas puede darse deforma cooperativa entre diferentes acto-res, o ser un desencadenante de conflictosocial.

La perspectiva histórica está siemprepresente en este trabajo, y también, comoen la obra de Vilches y Gil, la compara-ción Norte-Sur o, como prefieren decir losautores, centro-periferia. Analizan cómolos caminos históricos de la innovaciónsiempre han funcionado de manera «natu-ral» en el Norte, donde existía la capaci-dad para producir y recibir innovacionestecnológicas, y de manera sobreimpuestaen el Sur, donde se pretendió hacer entrarla innovación por medio de importacionesirreflexivas y fuera de contexto de produc-tos tecnológicos, pero sin crear el tejidosocial necesario para asumir la innovacióny promoverla endógenamente. De acuerdocon esta visión periférica, dedican toda lasegunda parte de la obra a analizar la rela-ción entre innovación y subdesarrollo, ycómo la ciencia y la tecnología estánimplicadas con la desigualdad entre regio-nes. Su estudio histórico sigue los pasosde la obra de Freeman sobre cómo se haconfigurado el sistema mundial de centro-periferia desde la Revolución Industrial,cuando comienza la expansión industrialde los países del Norte y la situación dedependencia del Sur. Esta dependencia esla que provoca que los países periféricosno sólo sean atrasados (en el sentido enque deben recorrer el camino que antes

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transitaran los países centrales), sino tam-bién subdesarrollados, en una situación enla que la posición superior de unos deter-mina la posición interior de los otros, enun círculo vicioso que se perpetúa a símismo.

Además, la sociedad contemporánease caracteriza por haber dejado de ser unasociedad industrial, y haber pasado a estarcentralizada en torno al conocimiento, queen los últimos tiempos ha adquirido unaapabullante importancia económica: si laRevolución Industrial modificó profunda-mente la sociedad, cambiando de formaradical la forma de vida de las personas ysu forma de relacionarse, una nueva revo-lución tecnológica ha vuelto a conmocio-nar el panorama a finales del siglo XX.Ésta es la revolución protagonizada por lasciencias de la comunicación, la electrónicay las telecomunicaciones, que ha desem-bocado en profundos cambios en el mundodel trabajo, en la estructura de las empre-sas y las instituciones, y, en general, en lasrelaciones entre Ciencia, Tecnología ySociedad. La sociedad resultante es una«sociedad económica basada en el conoci-miento y monitorizada por la innovación»,en la que además el conocimiento es unrequisito básico para esta última, y por lotanto la distribución del progreso científi-co-técnico corre en paralelo con la distri-bución del conocimiento. La inversión enciencia y tecnología en el Norte es 19veces mayor que en el Sur. En el Norte lossistemas de producción industrial estánarticulados con los sistemas de producciónde conocimiento, y además este último seentiende como un recurso nacional y pro-pio, con una importancia estratégica. En elSur, en cambio, no se valora el conoci-miento propio, sino que se importa cuandose necesita, de forma no conectada con elsistema productivo. Esta diferencia en lavaloración del conocimiento es conse-cuencia de lo que denominan Arocena ySutz «divisorias del aprendizaje»: las dife-rencias en índice de alfabetización y acce-

so a estudios terciarios, entre otras, mues-tran una diferente distribución del conoci-miento según la cual en el Norte es posibledesarrollar mecanismos de innovación quedemandan continuamente la mejora de lashabilidades existentes y del conocimiento,mientras que en el Sur este desarrollo noes posible. La desigual distribución delconocimiento es entonces la clave princi-pal de la diferencia Norte-Sur y entre gru-pos sociales. Por esto la transición haciauna nueva sociedad del conocimiento en elNorte no hace sino agrandar la brecha conel Sur, que una vez más vuelve a quedarseatrás. Las diferencias en el conocimientoson las más importantes, porque afectandirectamente a la capacidad para mejorarlas propias situaciones de desventaja. Enconclusión, «el conocimiento es el máspoderoso agente de prosperidad y desi-gualdad».

A propósito de esta cuestión, la obrade Jacques Marcovitch La universidad(im)posible, también editada en la colec-ción, puede ofrecer una ilustración intere-sante: Marcovitch, desde su experienciacomo rector de la Universidad de São Pau-lo en Brasil, plantea los principales retos alos que se enfrenta la universidad públicaen un país periférico dentro de la sociedaddel conocimiento, en todas sus dimensio-nes: investigación, enseñanza y extensión.Quizá la obra resulte demasiado localistaen comparación con el resto, dado queciñe su reflexión a una institución muyconcreta, la Universidad de São Paulo, y asu perspectiva determinada por la posiciónde su autor (algo, por otra parte, siempreinevitable en mayor o menor medida,como muy bien destacan los estudiosCTS), pero es sin duda una buena aproxi-mación al problema de la generación deconocimiento en el lado sur de esa «divi-soria del aprendizaje».

Volviendo a Arocena y Sutz, su obrano deja de lado la problemática del riesgo,inherente cada vez más al nuevo papel delconocimiento, y uno de los principales

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aspectos sobre los que se configuran lasconflictivas relaciones que forman partedel mecanismo de la innovación. Comotambién recordaban Vilches y Gil enConstruyamos un futuro sostenible, laRevolución Industrial, y en concreto losdesarrollos tecnológicos contemporáneos,han producido problemas ambientales glo-bales. Estos problemas ocasionados por laciencia y la tecnología moderna se obser-van de una forma aún más urgente desdeel subdesarrollo, porque, como ocurre conel conocimiento, los riesgos tampoco sereparten de forma igualitaria: en el Sur, losproblemas tienen una dimensión mayor, ytambién son cualitativamente diferentes(en parte, porque las necesidades acucian-tes hacen que se prime la producción porencima de la seguridad, y en parte porquelos países desarrollados «aparcan» fuerade sus fronteras las actividades dañinas opeligrosas, que los países periféricos nopueden permitirse rechazar).

Si bien el objetivo de esta obra no estátan encaminado a la propuesta de solucio-nes como la obra de Vilches y Gil, sinomás bien al estudio y planteamiento delos problemas, los autores sí se animancon unas cuantas propuestas de caráctergeneral. Una de ellas es la necesidad depotenciar en el Sur líneas de investigaciónorientadas al desarrollo, con miras a largoplazo y carácter interdisciplinar. Tambiéncreen necesario fomentar la democratiza-ción del conocimiento, en sus dos versio-nes: la comprensión de la ciencia y latecnología, y la participación de la ciuda-danía en la definición de políticas. Endefinitiva, su propuesta de buscar un desa-rrollo humano autosustentable pasa porgenerar endógenamente el desarrollo, ybuscar soluciones plurales y colectivas,que permitan potenciar desde dentro, cre-ando las interconexiones que faltan —porejemplo, redes interactivas de aprendiza-je—, los Sistemas Nacionales de Innova-ción de los países del subdesarrollo, yromper las divisorias del aprendizaje.

En conclusión, esta colección abordalos principales temas de los estudios socia-les de la ciencia y la tecnología con unagran riqueza de perspectivas y enfoques.Sus autores proceden tanto del ámbito aca-démico de las humanidades y las cienciassociales como del de las ciencias naturaleso las instituciones públicas. Escriben desdesituaciones muy localizadas, o con enfo-ques intencionadamente globales. Desde elNorte desarrollado o desde el Sur que pre-tende hacerse un hueco en la sociedad delconocimiento. Y en todos encontramostemas como el riesgo científico-tecnológi-co y su evaluación, las consecuencias parala sociedad de la innovación científico-tec-nológica, el reparto equitativo de la riquezay los problemas ambientales y socialesproducidos por el desarrollo, o los proble-mas éticos que suscita la investigacióncientífica, que han sido desde su apariciónfundamentales para este campo de estudio.

Quizás lo más interesante de estacolección es que, considerando las obraseditadas hasta el momento en su conjunto,nos permite, volviendo a la idea con la queempezábamos este artículo, reflexionarsobre la ciencia y la tecnología en dosfrentes diferenciados aunque inseparables:la omnipresente (en ocasiones inclusoasfixiante) mediación de la ciencia y latecnología en todos los aspectos de la vidaen el mundo desarrollado, por un lado, y ladesesperante ausencia de ellas en el mun-do periférico. Los estudios CTS tradicio-nalmente sólo se habían dedicado (hablan-do en términos generales) al primero deellos, eran estudios «desde el Norte».Estudios como los que componen estacolección permiten abrir el campo de susreflexiones hacia otras latitudes y otrastemáticas, y son una muestra de otra de lasmáximas que rigen la investigación CTS:la multiplicación de perspectivas y actoresenriquece los análisis y la comprensión decualquier objeto de estudio, por ejemplo,las relaciones entre Ciencia, Tecnología ySociedad.

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