Citas Manuel Rojas

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Citas Manuel Rojas. Letras anarquistas. “Los críticos” [A los críticos, burgueses]. (16) “Dos centenarios” González Vera, José y Manuel Rojas. Letras anarquistas. Santiago: Planeta, 2005. Cuentos El delincuente. Como usted ve, mi conventillo es una pequeña ciudad, una ciudad de gente pobre, entre la cual hay personas de toda índole, oficio y condición, desde mendigos y ladrones hasta policías y obreros. (18) el vaso de leche Un instante después, un magnífico vagabundo, vestido inverosímilmente de harapos, grandes zapatos rotos, larga barba rubia y ojos azules, pasó ante el marinero… (38) Un mendigo Lucas Ramírez. 1

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Citas Manuel Rojas.

Letras anarquistas.

“Los críticos” [A los críticos, burgueses]. (16)

“Dos centenarios” González Vera, José y Manuel Rojas. Letras anarquistas. Santiago: Planeta, 2005.

Cuentos

El delincuente.

Como usted ve, mi conventillo es una pequeña ciudad, una ciudad de gente pobre, entre la cual hay personas de toda índole, oficio y condición, desde mendigos y ladrones hasta policías y obreros. (18)

el vaso de leche

Un instante después, un magnífico vagabundo, vestido inverosímilmente de harapos, grandes zapatos rotos, larga barba rubia y ojos azules, pasó ante el marinero… (38)

Un mendigo

Lucas Ramírez.

Pero estaba cansado en extremo y su pobre cuerpo no correspondía a su resolución. Se había fatigado antes que él y negábase a avanzar; parecía que los hilos invisibles lo envolvían como en una red de araña cazadora, impidiéndole moverse con soltura. (55)

A la otra noche y a las siguientes, las personas que comieron en ese restaurante encontraron a la salida a un hombre contrahecho, miserable, que les quería preguntar por algo que nunca supieron lo que era, pues jamás lo dejaron terminar su pregunta. Aquel hombre ejercía una atracción irresistible sobre el dinero sencillo que llevaban encima. 57

El trampolín.

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Pero es indudable que hay un ancho márgen para los acontecimientos imprevistos, una especie de puerta de escape de lo determinado y de lo prescrito, un burladero para lo fatal, un trampolín para los saltos de la suerte. Puede ser esto la casualidad, la eventualidad, puede ser lo que ustedes quieran; pero existe, y yo quiero demostrarlo contándoles un caso. 61.

Historia dentro de la historia: cuento del preso: [Pensamiento: el metatexto, desde un preso a un patrón (el narrador estudiante de medicina), funciona como correlato de lo que el mismo cuento hace: aunque la voz del preso debe liberarse de dos contextos discursivos, aflora hacia el lector: el estudiante de medicina es al obrero, como el relato del estudiante es a los lectores].

Por otra parte, el único interesado, por obligación del oficio, en que se cumpliera la condena de aquel hombre, era el agente y el agente había muerto. La justicia, persona abstracta, había perdido su representante, y mientras apareciera otro, aquel hombre estaba libre. Claro es que yo… 66

Un ladrón y su mujer.

El anarquismo de manuel rojas.

Es un anarquismo sin protesta, donde se interpreta los conflictos del hombre contemporáneo, el hombre urbano, no solamente a un nivel individual sino también colectivo.

El delincuente y el marginado no será culpable de sus acciones, sino que es un síntoma de su sociedad.

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