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MADRID cr24 DE ENERO

cL-DE 1924-

atrab1

Piadosisinia Madre de la Merced, rogad por nosotros (Benedicto XV).

Rtt flercebOrgano de su Venerable

Orden Tercera y Cofradías.

Dirección y Administración:

PP. MERCEDARIOSSilva, 39.—Madrid (12)

AÑO VII

24 ENERO 1924 NÚM. 66

ST_TMAT-Z,I0

PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO, por Fr. Miguel López.—SAN

PEDRO NOLASCO, por Fr. Ramón Serratosa.—CENTENARIO GLORIOSO, por

Fr. Juan Gilabert.—LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA MERCED Y LA CIUDAD DE

SAN SALVADOR EN CENTRO AMéRICA, por Fr. J. L. Monroy.—PÁGINA MI-

SIONAL. —LAS FLORES BLANCAS, por Fr. Manuel Sancho.---DUETO MISIO-

NAL, por Fr. Serapio González —NOTAS RELIGIOSAS, por Fr. Martín O.

Arriaga.—CRÓNICA MENSUAL, por Fr. Lorenzo Santamaría .--RAmo -e")

MAS, por Uján.—Norms.—NECROLOGiA.

Presentación de JesOs en el Tenlo.Humillóse el Hijo de Dios tomando forma de siervo

hecho semejante a los demás hombres, menos en el pe-cado y la ignorancia; nace de María y sométese a la Ley,obedeciendo hasta la muerte. A semejanza de su Hijo,obedeció también la Virgen en todo lo que prescribía laley de Moisés acerca de las mujeres que habían dado aluz, y de sus primogénitos (1).

(1) Por haber libertado de la matanza del ángel exterminador a losprimogénitos de los hebreos, había ordenado el Señor, por Moisés,que se le consagrasen todos los primogénitos, tanto de hombrescomo de animales. (Ex. 15, 2 y Núm. 5, 13).

Lo consagrado al Señor debía ofrecérsele en sacrificio; así leeran sacrificados los animales, excepto los inmundos, que eran sus-tituídos por otros que la ley permitía, o se tasaban en determinadoprecio. Las personas, ya fuesen primogénitos, ya se consagrasen aDios por voto, eran redimidas, desde la edad de un mes hasta cin-co años, por cinco siclos; desde los cinco años hasta los veinte,por veinte; desde los veinte hasta los sesenta, por cincuenta, y des-de los sesenta en adelante, por quince siclos los varones, y lashembras hasta los cinco años, por tres; de cinco a veinte, por diez;

María, que era virgen purísima, sin mancha de peca-do, que había sido elegida para esposa del EspírituSanto, por cuya virtud era Madre de Dios sin haber de-jado de ser virgen, no estaba sujeta a la ley de la Puri-ficación; pero como el misterio en ella verificado, eraoculto, para no llamar la atención y evitar el escándaloque otras pudieran tomar de su conducta, y para ejerci-tarse en humildad, virtud por ella tan amada, se sometióa la prescripción de la ley.

José y María llevaron a Jesús al Templo para presen-tarlo y ofrecerlo al Señor. Ofreció María un par de tórto-las, prueba inequívoca de su pobreza; de lo contrario, quiencumplía la ley en lo que tenía de más árduo, emprendiendoun viaje largo y penoso, no dejaría de ofrecer, el corderoque la ley mandaba; pero, María amaba la pobreza y lapracticaba, y el mismo Jesús, que se hizo por nosotros po-bre siendo rico, para enriquecernos con su pobreza, empezóa cumplir lo que más tarde había de alabar y proclamar poruna de sus bienaventuranzas.

María, Reina de los ángeles, aparece confundida con lasmujeres pecadoras que llevaban al Templo a sus hijos;Jesús, santificador y redentor de los hombres, es presenta-do, como uno de tantos niños nacidos en pecado, y redimi-do por cinco siclos de plata.

En el Templo, unióse María a la ofrenda que Jesús ha-cía, callado, al ser presentado a su eterno Padre, como ver-dadera víctima, holocausto agradable, infinitamente amado,

de veinte a sesenta, por treinta, y desde los sesenta, por diez siclosde plata. (Lev. 27).

El rescate de las personas pobres era tasado prudencialmente porel sacerdote.

A los cuarenta días del nacimiento de sus hijos (ochenta si fuesenhijas) debían las madres del pueblo de Israel presentarse en el Templo,ofrecer un cordero de un año y un pichón o una tórtola y rogaba porellas el sacerdote, y así se purificaban de la mancha legal. Las que porsu pobreza no podían haber el cordero, ofrecían un par de tórtolas.(Lev. 12).

de valor inestimable, que bastaba para aplacar las iras delcielo, y lavar toda mancha de pecado. Entonces se cum-plía verdaderamente lo que nos enseña San Pablo, que, alentrar en el mundo el Hijo de Dios, dijo 'a su eterno Padre:

«Tú no has querido sacrificio ni ofrenda; mas a mí mehas apropiado un cuerpo mortal. Holocaustos por el pecadono te han agradado. Entonces dije: Héme aquí que ven-go, según está escrito de mí en el principio del Libro,para cumplir, oh Dios, tu voluntad». (Heb. 10 5-7).

En Belén había sido Jesús objeto de desprecios, aunantes de nacer; había recibido el homenaje de las alaban-zas de los ángeles y de los pastores, y ahora entraba porvez primera en el Templo, vestido de la Santa Humani-dad, hecho semejante a los demás niños, y ofrecía a suPadre las primicias de sus sufrimientos y oraciones pornosotros, y, como en Belén, sin más distintivo que su po-breza, sin más adorno que sus pobres vestidos es adora-do también y bendecido y glorificado y reconocido por lasalud, la gloria, el esplendor y lumbre que ha de manifes-tarse a los ojos de los que viven en tinieblas de muerte,y por señal de contradicción, ruina y resurrección demuchos.

Había en Jerusalén un hombre llamado Sirneón (1), jus-to y timorato, que esperaba la venida del Mesías, el cualhabía tenido revelación de que no vería la muerte sin habercontemplado con sus ojos al Cristo del Señor. Vino, pues,movido por el Espíritu Santo al Templo, cuando los padresde Jesús entraban en él; sus ojos divinamente iluminados,reconocieron al Mesías, como los pastores, en medio de lapobreza y sencillez, y tomando al Niño en sus brazos, co-lócale sobre sus rodillas, junto a su corazón, que se inun-da de una dicha mayor que la prometida, pues no sólo le

(1) Este hombre tan piadoso, a quien cupo la dicha de tener en susrodillas al divino Infante, se cree que era el padre de Gamaliel, dequien se habla en los Hechos de los Apóstoles (5, 34), hijo de Hillel, aquien Josefo llama Polión.

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fué dado ver, sino tocar y abrazar y sostener al divino In-fante, luz del cielo y alegría de la tierra, y entonces pro-rrumpió en aquel cántico en que, cumplidas sus aspiracio-nes de ver en la tierra al Mesías, desea salir de la cárcel deesta vida en paz; bendice a Dios en su felicidad por ver loque tantos reyes y profetas quisieron ver, y no vieron; con-sidérase siervo de Dios, ¡.,qué es la vida del justo más queuna servidumbre debida a Dios? Y servidumbre es la vidadel pecador, negada a Dios y concedida al vicio, servidum-bre de justos y pecadores a todas las molestias de este vallede lágrimas; alégrase de ver cumplida la promesa de ver alMesías, y desea volar de este desierto en paz, con los hom-bres y con Dios, en paz sin tener la muerte, porque ha vistopor sus propios ojos, y no sólo con los de la fe y de laesperanza, a su Redentor. No de otra manera hablaba ja-cob, después de ver a su hijo José a quien había llorado pormuerto. Han visto mis ojos al que es nuestra salvación, en-viada por Dios desde la alto, que tú, Señor, has preparadoante la faz de todos los pueblos; al Mesías, luz revelada alos gentiles, que están en la noche de la infidelidad, y gloriade tu pueblo Israel.

En efecto, no hay otro nombre en la tierra por el quehayan de salvarse los humanos, sino el de Jesús, no haygloria más legítima del pueblo de Israel que Jesús, escán-dalo para el judío, y necedad para los gentiles; mas enrigor, salvación y sabiduría pffl'a los que en él creen y hacenobra de santidad.

Al oir al santo anciano, maravilláronse José y María delas cosas que se decían del divino Niño. ¡,Quién no se ad-miraría, aunque tuviese un conocimiento de Jesús como suspadres, al oir a Simeón que al ver un niño como los demás,al parecer, le proclama y canta, con más detalles que losángeles de Belén, por Salvador, por luz de las gentes y glo-ria de Israel, por resurrección y vida de los buenos, porruina y muerte de muchos, por bandera que llevaría en posde sí los ojos y los corazones de buenos y malos, paraaborrecerle éstos, para amarle aquéllos?

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Volviéndose a7María y José, bendíjolos Simeón; los fe-licita por la ofrenda, hostia la más pura a los ojos del Pa-dre, que presentan en el Templo, por ser los elegidos paracriar y proteger al Criador de los cielos y de la tierra, porser los padres del Hijo de Dios.

¡Cómo saltaría de gozo el corazón de María, al ver queempezaban a cumplirse sus palabras: He aquí que desdeahora me llamarán bienaventurada todas las genera-ciones!

Ha sido puesto, dice Simeón, este niño para ruina y re-surrección de muchos en Israel; y El fué, en efecto, la pie-dra en que tropezaron los judíos, piedra que reprobaron yque ha sido colocada como clave de la Iglesia, piedra viva,herida por la justicia de Dios en el desierto del mundo, dedonde fluyen para los sedientos de vida eterna las aguas dela gracia; nuestra vida, nuestra resurrección, por quien resu-citan a vida santa los pecadores y perseveran los justos.

Jesús, elevado como bandera entre buenos y malos, ensu doctrina, en sus discípulos, en su Iglesia, en su vida serála señal de contradicción, de amor y de odio, de adoración yde blasfemia, y si esta es la parte reservada al Hijo, no dejóel santo anciano de profetizar lo que esperaba a la Madre:tu alma será atravesada por una espada. Lo cual no se re-fería a los dolores y muerte corpOral, sino a los sufrimien-tos que la acompañarían durante su vida y estallaría en des-hecha tormenta cuando los de su Hijo llegasen a su mayorintensidad, en el Calvario. Los ángeles anunciaron gozo alos pastores que estuvieron algún tiempo al lado de Jesús,pero a su Madre, más unida a Jesús que otra criatura algu-na se la llama biena venturada y se la predice un martirio dedolor que traspasará su alma.

Todos los estados reconocieron a jesús- por Hijo deDios y Redentor. Antes de nacer salta de gozo el Bautista,santificado en la presencia de Jesús; la madre del Precursorreverencia y humillase ante la Madre de su Señor; Maríacanta los beneficios y magnificencias de Dios para consu sierva; el anciano Simeón venérale por salvación de

Israel y luz de las gentes; Ana, la profetisa, venerablepor su vida irreprensible de ochenta y cuatro años, y poruna ancianidad que amaba y practicaba la oración y elayuno, levanta también su voz para colmar de bendicio-nes al Señor, por haberla dejado contemplar la hermo-sura del Mesías, y hablaba del divino Infante a todos losque esperaban la redención de Israel.

FR. MIGUEL LOPEZ

SAN PEDPO NOLASCOLos Bolandos, en su Acta sanctorum (1), hablando de

la misión confiada por la Providencia al Patriarca SanPedro Nolasco, le colocan al lado de los dos grandes fun-dadores Santo Domingo y San Francisco como coadjutorde ellos en la magna empresa de combatir los tres azotesque afligían a la sazón a la mísera humanidad.

Las tres virtudes teologales eran entonces, con másevidencia que en otros tiempos, combatidas con mortal en-carnizamiento por los hijos de las tinieblas; y el cielo opusocomo debelador de los enemigos de la Fe al intrépido cau-dillo de los frailes Predicadores; sacó al campo para lucharcontra el amor a las vanidades y bienes caducos al Serafínde Asís, trasunto de la Esperanza, e inspiró a Nolasco quehiciese, el primero en el mundo, el voto de la mayor Cari-dad, que es dar la sangre y la vida por sus hermanos.

Las leyendas franciscana y dominicana refieren que elSeráfico Patriarca tuvo una misteriosa visión, en que se leapareció Jesucristo irritado contra el mundo y armado detres flechas que iba a descargar sobre él, cuando se dejóver la Reina de los Cielos, que, como Madre tierna, presen-taba a su divino Hijo a los dos fundadores como dos escu-dos que parasen el golpe en bien de los pecadores.

A esta versión sobrevino la leyenda mercedaria (no la del

(1) Tom. corresp. al 29 de Enero.

tiempo de los falsos cronicones, sino la antigua, que, a la parde las otras dos, alcanza los orígenes de su fundación),completando el relato seráfico-dominicano, que contra tresHechas no opuso más que dos escudos, y agregó, pía eingeniosamente, que el tercer escudo fué la misma Madrede misericordia que por sí misma se encargó de combatir elegoísmo tiránico con la Caridad propia de jesucristo, man-dada y traída al mundo por medio de la Orden de laMerced.

La versión mercedaria, aunque no se ha conservadoescrita en aquellos tiempos o sus inmediatos, es tan dignade fe histórica como las otras dos, que según los críticosmodernos, reflejan una piadosa creencia referente al grandeapostolado ejercido en la Iglesia por aquellos santos funda-dores.

Y es tan vetusta esta tradición en la Merced, que demedio siglo antes del historiador Fr. Nadal Gaver, mencio-na Fr. Gabriel Téllez (1) pinturas y retablos que la represen-taban, una de las cuales, existente en el convento de Guada-

lajara en sus tiempos, se remontaba a más de dos siglos, osea a los años de 1400. En ella aparecía la Santísima Vir-gen con una flecha que contenía con sus manos y parabatambién con las suyas San Pedro de Nolasco, puesto derodillas y en actitud fervorosa y suplicante.

De otro antiquísimo retablo, existente en el siglo XVI yanteriores, en la Iglesia del lugar de La Bóveda, próximo aSalamanca, hemos leído que representaba la visión de SanFrancisco, con Santo Domingo y San Pedro Nolasco allado de él, parando cada uno de ellos uno de los tres dardosque arrojaba Jesucristo Sobre la tierra (2).

De esta tradición procedió el paralelismo que Gaverestableció entre estas tres Ordenes, que, nacidas en unmismo tiempo y sellada cada una de ellas con el timbre de

(I) Téllez, Historia de la Orden, ms. t. I, introducción, § 1V.(2) Al apuntar esta curiosidad entre nuestros manuscritos, dejamos

de consignar el lugar donde la habíamos leído. Véase a Fr. DamiánEsteve, Symbolo, pág. 360.

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una de las virtudes teológicas, cumplieron maravillosamen-te su divina misión como tres escudos, que, presentadospor María, embotaban las afiladas saetas que la divinaJusticia estaba pronta a descargar sobre el mundo pecador.

Tal vez por eso, en el altar del lado del Evangelio de laIglesia de Clarisas de Orvieto, en Italia, se ve el más pró-ximo a Cristo crucificado a San Pedro Nolasco acompaña-do de esos y otros fundadores, como aquel que más decerca le imitó en lo de dar su sangre por sus hermanos,recordándonos su proximidad a los dos fundadores suscontemporáneos el simbolismo piadoso de la leyenda me-dioeval.

Madrid, Enero de 1924.FR. RAMÓN SERRATOSA

CENTENARIO GLOPIOSO

¿Quiénes mas deben celebrarlo?

(CONTINUACIÓN)

Madrid apoyó las diligencias que la familia de Merceda-rios Descazos hizo para obtener la aprobación de los dosmilagros y la beatificación de la Beata Mariana de Jesús, conigual entusiasmo y con más reiteradas recomendacionesque las diligencias para obtener la aprobación de sus virtu-des en grado heroico, pues mayores fueron las dificultadesque se ofrecieron, especialmente para la aprobación de losmilagros.

Parece que Benedicto XIV designó para discutirlos yaprobarlos los dos milagros necesarios para la beatificación,atribuidos a la Beata Mariana, pues no puede darse otrainterpretación a las siguientes palabras de una solicitud delProvincial de los Descalzos al Ayuntamiento de Madrid, paraque suplique al Rey la suspensión del Decreto de 31 de Agos-to de 1778: « para tener la Congregación preparatoria de los

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milagros que señaló la Santidad de Benedicto XIV para subeatificación» (1).

En efecto, no fué este Pontífice el que redujo a dos losmilagros - para la beatificación, sino su antecesor Clemen-te XI, como consta de las mismas palabras de aquel Pontíficeen su inmortal obra De Servorum Dei beatificatione, libroprimero, cap. XXII, núm. 10: «Por lo que atañe al númerode milagros, aunque se hicieron muchas beatificaciones des-pués de la aprobación de muchos milagros (en efecto, seaprobaron ocho en la beatificación de San Andrés Avelino,cuatro en la de San Félix de Cantalicio, dieciocho en la deSanta María Magdalena de Pazzis, nueve en la de San Caye-tano, cinco en la de San Juan de Dios, nueve en la de SanFrancisco de Sales, cinco en la de Santa Rosa de Lima,cuatro en la de San Pío V); basta, sin embargo, que seaprueben dos milagros para obtener la beatificación, segúntestifica Matta. De canonizatione S. S. part. 4, cap. 6. núme-ro 9; y, en efecto, de hecho se procedió a la beatificación deSan Juan de la Cruz, San Francisco S r,lano y San Alfonso (2)de Mogrobejo, Arzobispo de Lima, después de la aprobaciónde solos dos milagros; y siendo yo promotor de la Fe, dandococes contra el aguijón, contra stimulum calcitrante, y opo-niéndome cuanto pude para que no se beatificase al Siervode Dios Francisco de Regis con la aprobación de solos dosmilagros la Congregación general de Sagrados Ritos, cele-brada en presencia de Clemente XI, de santa memoria,juzgó que bastaban dos milagros para la beatificación, comose colige de la respuesta de la misma Sagrada Congrega-ción, aprobada por el mismo Sumo Pontífice el 3 de Marzode 1716».

Si en realidad, Benedicto XIV, designó los dos milagros,hay que convenir que uno de ellos fué sustituido por el de lacuración instantánea y perfecta de parálisis del soldadoPedro Fernández, acaecida en 1763, muerto ya estePontífice.

(I) Todos los documentos citados o aludidos en este artículo,si no se dice otra cosa, pueden verse en el Archivo municipal deMadrid, Plaza Mayor, 27, con esta asignatura: Secc. 2, leg. 389,número I.

(2) Así lo nombra Benedicto XIV y es el segundo nombre deSanto Toribio de Mogrobejo.

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La discusión de los dos milagros fué trabajosa, según lodice el mismo Pontífice que los aprobó, Pío VI, en carta alAyuntamiento de Madrid, contestando a la de éste de acciónde gracias, con las siguientes palabras: «Ha sido precisoponer de nuestra parte mucha solicitud y consejo cuando setrató ante Nos del examen de los milagros con que el Todo-poderoso ha manifestado la santidad de su Sierva María Ana,natural de esa villa de Madrid; una y muchas veces convinorenovar nuestra atención y aplicar igualmente nuestrosextraordinarios desvelos, como le consta al Religioso Pos-tulador' de la Causa, para que a la eterna bienaventuranzade que goza en el Cielo vuestra Virgen compatriota, no lefaltase tampoco el esplendor de la gloria accidental en latierra» (1)

La dificultad principal nacía, según puede conjeturarsedel folleto de discusión de los dos milagros, que se halla enel Archivo municipal, de la cesación de la milagrosa inco-rrupción del cuerpo de la Beata, como veremos adelante.

La Congregación antepreparatoria para la aprobación delos milagros se tuvo el 22 de Noviembre de 1777, la prepara-toria, el 9 de Mayo de 1780, la Congregación general se ce-lebró a 22 de Enero de 1782, y Pío VI expidió el decreto deaprobación el 31 de Agósto de este mismo ario.

A todas estas etapas de la tramitación de la causa de lainsigne madrileña, cooperó el Ayuntamiento madrileño, in-'teresändose o pidiendo con cartas al Papa, al Rey y alembajador español en Roma, la prontitud en estas dili-gencias.

«Madrid en su Ayuntamiento de 16 de este mes (Octubrede 1777) ha visto la de V. Rmas. del mismo día en que mani-fiestan haberle participado el Postulador de la Causa de lavenerable Mariana que Su Santidad se había dignado seria-

(1) Traducción que se encuentra a continuación de la carta ori-ginal en el Archivo municipal, con la asignatura ya indicada. Heaquí el texto original del fragmento citado: Quum. apud Nosactum est de Prodigiis, quibus Deus Opt. Max. sanctitatem famulaesuae Mariae Annae Virginis matritensis testatam fecit, multaqueopus fuit diligentia et consilio. Renovare semel iterumque curas,atque extraordinaria quo que studia adhibere oportuit, utgioso Viro compertum est, ne inmensae felicitati qua eadem VirgoCivis vestra fruitur in Coelis, splendor etiam accidentalis gloriaedeesset in Terris.

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' lar el día 22 de Noviembre para la Congregación antepre-paratoria sobre los milagros hechos por la intercesión dedicha Sierva de Dios, cuya noticia le ha sido a Madrid degran complacencia, como también el que luego que lleguenlos ejemplares de dicha Causa le pasará a sus manos unopara admirar sus prodigios. Por cuya atención tributa a

Rmas. el Ayuntamiento las más expresivas gracias yqueda en pedir a Dios por el feliz éxito de ella.»

Así contestaba Madrid al comunicado del Padre Presi-dente y Consejo General de los Descalzos que habían parti-cipado la noticia al Ayuntamiento madrileño, «para que nosacompañe en pedir a Dios el feliz éxito de esta causa».

Con fecha 3 de Julio de 1779, hay un avisó, y debe refe-rirse a asuntos de la Causa de la Beata Mariana, pues estáincluido en el expediente de la misma y está dirigido a losseñores que intervinieron en nombre del Ayuntamiento eneste negocio, a los Sres. D. Antonio Moreno y al Marqués de

Nuestros Metropolitanos al salir de Palacio de visitar al Pey.-1, el Arzobispo de Toledo, CardenalReig; 2 , el de Tarragona, Cardenal Vidal; 3, el de Sevilla, Eustaquio Ilundain; 4, el de Valladolid,Pe inigio Gandásegui; 5, el de Valencia, Prudencio Melo, y 6, el de Granada, Vicente Casanova.

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Portago, «para qüe se sirvan practicar la diligencia a nom-bre de Madrid con el Ministro de Estado, sin perder tiemporespecto de que mañana se despache correo para Roma, y elPadre Procurador de la Religión ha estado en pedir estefavor a la Villa para que no se pierda tiempo».

Habiánse resuelto todas las dificultades puestas por elPromotor de la Fe para tener la congregación preparatoriade los dos milagros, y «todo se halla suspenso mediante eldecreto de su Majestad (que Dios guarde), de 31 de Agostode 1778, por el que manda se suspenda toda diligencia rela-tiva a beatificación, hasta tanto que Su Majestad provea loque sea de su Real agrado», por lo que el Padre Fr. Jeróni-mo de San José acudió con fecha 20 de Junio de 1779 alAyuntamiento de Madrid suplicándole interponga «su vali-miento con el Rey nuestro Señor, a fin de que permita sesiga dicha Causa por el Padre Fr. Pedro del Espíritu Santo...,el que como tan instruido en ella podrá más cómodamentedarle el curso regular..., con que esta su Provincia y Villa deMadrid logre con la mayor prontitud verla en los altares atan 'Venerable Sierva de Dios».

Practicó Madrid esta diligencia como se ve por las pala-bras puestas al margen de la solicitud: «Madrid y Julio pri-mero de 1779. En su Ayuntamiento. Represéntese a Su Majes-tad por mano del Excmo. Sr. Conde de Florida Blanca, Minis-tro de Estado, en los mismos términos que propone el PadreProvincial, y para ponerla en manos de S. E. se nombre alos Sres. D. Antonio Moreno y Marqués de Portago». Obtú-vose el permiso con fecha 20 de Julio, «con tal que el Postu-lador haga todas las diligencias que se necesitan con noticiay tomando la venia de mi Embajador o Ministro de Su Ma-jestad cerca de la Santa Sede».

FRAY JUAN GILABERT(Continuará).

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La Santísima Virgen de la Merced yla ciudad de San Salvador en Centro

América.El terremoto del ario 1594 destruyó gran parte de la ciu-

dad de San Salvador, sepultando bajo sus ruinas a muchosde sus pobladores. A su fatal noticia, no sólo los pueblos yciudades circunvecinos, sino también los que estaban dis-tantes, acudieron en auxilio y socorro de la atribuladaciudad, con dinero, víveres y otros remedios oportunos.

Profundamente conmovido el Padre Provincial de Guate-mala, Fray Alonso Vélez, por tan triste acontecimiento,mandó al Padre Fray Luis Caballero que partiese inmedia-tamente al lugar del siniestro y prestase allí los auxilios quele dictase su apostólico celo, que en su nombre y en el de laProvincia hiciese presente a los Capitulares la pena queebihargaba su alma por esta desgracia sobrevenida a laciudad, de la que ellos eran sus dignos representantes, y queal mismo tiempo, para consuelo del pueblo, les insinuaraque recibiesen por Patrona de la ciudad a la SantísimaVirgen de la Merced, teniendo por cierto que, de hacerloasí, obtendrían su soberana protección en todas sus necesi-dades y aflicciones, como ya, desde el principio de la con-quista, lo había experimentado la ciudad de Guatemala, y,además, para el culto y cuidado de la Madre de Dios, siofrecían sitio para que morasen allí sus religiosos merceda-rios, llevarían ellos mismos los paramentos sagrados y todolo necesario para la fundación del Convento. Tales fueron,en resumen, las instrucciones que llevó el Padre Caballero,quien, dicho sea de paso, fue recibido por los vecinos de SanSalvador con señaladas muestras de amor y estimación,bien merecidas desde luego, por su virtud y religiosidad,cumpliendo así a maravilla su misión, principalmente en losservicios prestados a los que habían sufrido más en el terre-moto, manifestando lueg* al Alcalde Mayor y Capitulares loque arriba dejamos anotado. Se aceptó con general júbilo yentusiasmo el patronazgo d. la Santísima Virgen de la Mer-ced y la fundación del Convento, como consta del siguienteacuerdo de ese Cabildo:

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«En la Ciudad de San Salvador de la Provincia de Goa-themala a primero dia del mes de Junio de mill quinientos ynoventa y quatro arios, en las Cassas de la Morada Martinde Vega Azeytuno, Alcalde Mayor de esta dicha Ciudad, ysu jurisdiccion, estando juntos en ella el dicho Martin deVega Azeytuno, Alcalde Mayor, e Ignacio Cota, AlcaldeOrdinario, y Francisco de Buyza, otro si Alcalde de ella, eDon Juan Bermudez Saivago, Alferez Real, y FranciscoXuarez de Sosa, Alguacil mayor, y Gerónimo de la Muela,y Gaspar Pérez de Cotillas, Regidores, y Fernando Verme-jo de Talavera, Procurador Síndico de ella, y por ante miPedro Alvarez, Escribano público y del Cavildo, pareciópresente el Padre Fray Luis Cauallero de la Orden de Nues-tra Señora de las Mercedes, v pidió licencia, para proponercierto negocio, que traía encomendado de su Prelado, laqual dicha licencia le fue concedida, y despues de auer elä-dole pésame a este Cauildo de la ruyna, y destruccion deesta dicha Ciudad, pidió en nombre de dicho su Prelado, queen esta Ciudad, o en la que nueuamente se hubiere de fun-dar, se le hiciesse caridad de un sitio conveniente, parapoblar, y fundar un Monasterio de su Orden, lo qual se con-cediesse tan solamente, como se concediera a otra qualquie-ra persona particular sin otra cosa alguna, ni limosna, masde la que gratu se le quisiere dar, pues era tan justa deman-da; y tener por Abogada, y Patrona nuestra a la SoberanaVirgen Reyna de los Angeles; que en lo que tocaba a hacersu convento, y lo demás necesario para él, y lo demás perte-neciente al Culto Divino, que todo ello se trayría de su Con-vento, sin que esta Ciudad, ni los vezinos de ella fuessen obli-gados a darles cosa alguna, más que lo que su voluntad fues-se, y auiendo propuesto todo lo susodicho, y auiéndolo enten-dido, todos 'arriba referidos, se salió del dicho Cauildo, paraque se consultasse sobre ello, y auiendose tratado y consul-tádose todos juntos de conformidad y unánimes fué acorda-do: que se recibiese la Serenissima Reyna de los Angelesnuestra Señora por nuestra Abogada, y Patrona nuestra, yque aquí, o en otra qualquiera parte a donde esta Ciudadse acordare parar se le dará un solar, y sitio suficiente, paraque en el pueda lä dicha Orden hacer un Convento qualconvenga para la comodidad de esta Ciudad, y vecinos de

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ella, con que la :licha Orden a su costa lo haga todo, atentoa la mucha pobreza, que al presente padece, y sin que seentienda aver obligacion ninguna para dar ayuda de costa,ni limosna alguna, más de la que cada particular por su de-uocion quisiese dar, y con que ante todas cosas precedalicencia del Reverendisimo de este Obispado, y beneplácitodel Señor Presidente, e Gouernador de la Real Audiencia deGoathemala, para la fundacion de dicho Convento, o paraque conformes las tres voluntades, se les dé, y señale el di-cho Solar, y Sitio, que así fué acordado, y mandaron, quede este Acuerdo se le de noticia al dicho Padre Fray LuisCauallero, para si quisiere testimonio de ello, y lo firmaronde sus nombres. Martin de Vega Azey tuno. Ignacio CotaFrancisco de Buyza, D. Juan Bermudez Salvago. FranciscoXuarez de Sosa. Geronimo de la Muela. Gaspar Perez deCotillas. Fernando Vermejo de Talavera. Passo ante mi Pe-dro Alvarez, Escribano Público.»

En virtud de esta acta Capitular, y obtenidas las lice;,n-cias del Ilustrísimo Señor Obispo, y Real Audiencia de Gua-temala, procedióse a la fundación del Convento en el solarasignado por el Cabildo, cólocando en una Capilla improvi-sada ei santísimo Sacramento del Altar y la imagen de laReina de la Merced. La aclamación general del pueblo con-firmó y ratificó el Patronato de María, que admitieron uná-nimes los Señores del Ayuntamiento en todo conforme a laspalabras del acuerdo anterior: Fué acordado, que se reciuies-se la Serehissima Reyna de los Angeles nuestra Señora pornuestra Abogada, :y Patrona. (Mss. 2.679 de la BibliotecaNacional de Madrid).

El tiempo y la inconstancia enfriaron algún tanto la devo-ción de los vecinos de San Salvador hacia su Celestial Pa-trona, hasta que otro castigo les hizo acordarse nuevamentede ella. El 16 de Agosto de 1671, un terremoto habido a launa de la mañana redujo a ruinas muchos templos, conven-tos y casas, sucediéndose los temblores durante muchosdías. Acudió la Ciudad a la Santísima Virgen de la Merced,

\ pidiendo fuera llevada en procesión por las calles. Al regre-sar la santa imagen a su Convento, habían disminuido yalos movimientos de tierra, y con grande alegría del pueblose vieron cruzar por el Firmamento dos Arcos Iris. (Carta

del Padre Comendador Fray Juan de Vives al Reverendísi-mo Padre General, del 2 de Enero de 1672). Al siguiente díacontinuaron las rogativas: de nuestra iglesia sacaron enprocesión la imagen de Jesús Nazareno, y vuelto de ella,formaron en el cementerio del Convento una ramada dondecolocaron el Santísimo Sacramento para la adoración de losfieles, y a sus lados las dos antedichas santas imágenes. Aeste improvisado templo acudid, durante catorce días, granmultitud de gente. Una noche, después de haber cantado losreligiosos con el pueblo la salve y letanías, vieron los cir-cunstantes que el rostro de la sagrada imagen de nuestraMadre se eclipsaba, cambiándose de blanco en negro; anteeste prodigio, que se repitió varias veces, hubo confesionesgenerales y penitencias públicas. Pidió que de él se levanta-ra información, a fin de que lo conociesen todos los fieles,el Padre Comendador fray Juan Vives con sus conventualesfray Blas González de Amaya y fray Domingo Hernández,testigos oculares; por lo cual, en 20 de Agosto de 1671, lallevó a cabo el Comisario de la Inquisición y Cruzada, doc-tor D. Nicolás Reciono de Cabrera, Cura Rector de SanSalvador, Vicario Provincial de ella y de toda su jurisdic-ción, presentándGse a declarar, como testigo del prodigio,el Bachiller Nicolás Pleites de Figueroa, Cura beneficiadopor el Real Patronato de Chalatemango y también Juezeclesiástico del mismo, Juan Vázquez Moreno, Juan BautistaCáceres, María Pascuala y Ana López. El Juez mandó darcopia auténtica de esta información al Padre Comen-dador.

El celoso Padre Vives hubo de dirigir después su aten-ción al arreglo de su iglesia que quedó maltratada por elterremoto; muchas dificultades le salieron al paso, porquese oponía a esta obra el Alcalde Mayor, D. Martín de Revo-llar, pero en una Real Provisión se dispuso que «en cuantoa lo pedido por el Procurador del Convento de las Mercedes,se le podrá conceder licencia para que en la Iglesia y Casade su Convento... .se pueda hacer los reparos precisos y ne-cesarios para que no padezcan más ruina». Este permiso loconcedió la Real Audiencia de Guatemala en 7 de Noviem-bre de 1671; y en 2 de Enero del 72 escribía el Padre Comen-dador al Reverendísimo Padre general: « Tengo comenzada

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la obra de la Iglesia, confío en Dios de acabarla este año.»(Manus. 8.730 de la Biblioteca Nacional de Madrid).

Nuestra Madre de la Merced proteja siempre y acoja bajosu blanco manto a San Salvador, su pueblo predilecto.

FR. JOEL L. MONROY.Mercedario.

Quito-Ecuador, Octubre de 1923.

PAGINA MISIONALBorn Jesus do Gurgueia, 14 Noviembre 1923.

Rvdo. P. Fr. Juan Gilabert Castro.Madrid.

Mi querido P. Gilabert: Ya hemos recorrido una pequeñaparte de la región ocupada antiguamente por los Tapa/os,por cuya conversión tanto trabajaron nuestros abnegadoshermanos del siglo XVII y XVIII hasta derramar su sangre,como atestigua Rocha Pombo en su Historia del Brasil,vol. VI, pág. 98 y siguiente; pues a pesar del peligro quedecían haber para nuestra embarcación provisional a causade las piedras y cachoeiras, como aquí llaman a las corrien-tes impetuosas de las aguas al desprenderse por los pedre-gales y pequeñas cascadas que siempre abundan por losríos, hicimos cómoda y distraídamente nuestro viaje hastaSanta Filomena.

Llegados a esta villa el 17 por la mañana, dimos una mi-sión hasta el día 28, asistiendo mucha gente de Marariaon,además de los muchos feligreses del bosque que acudieron enaquellos días a su iglesia parroquial. En dicha misión bauti-zamos a 153 personas y hubo 31 matrimonios y 197 confir-maciones.

Después quiso el Prelado completar una especie de O anuestra vuelta que, sin duda, tendrá cerca de 500 kilómetrosde largo y unos 200 de ancho; para ello salimos, de regresoa nuestra residencia, por la pedregosa y pendiente laderaAntenor, en cuya bajada del monte metímonos por un espesobosque de bambú que llaman aquí tabocal, donde el P. Pas-

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cual quedó preso con su caballo entre los espinos, sin podersalir sino a fuerza de rasguños y de un susto soberano.

Vino la noche y tuvimos que dormir en el lugar dondenace el Riachaon, sin una triste casa en que asilarnos enmuchas leguas; al día siguiente, que era el 31 de Octubre,llegamos por la mañanita a la primera casa que hay a 75kilómetros de la villa, en la región conocida con el nombrede Sete Lagoas. En dicha casa, que tiene el nombre Bacaba,celebramos el día de Todos los Santos y bautizamos a 23 pe-queños, confirmáronse 22 pequeños, hubo algunas comunio-nes y también algunos matrimonios; mas una mula desapa-reció entretanto, y ho pudimos proseguir el viaje hastadespués de dos días en que la hallaron estudiando, segúndecir del hombre que la encontró.

El 3, de madrugada, emprendimos de nuevo el viaje pararecorrer unos 70 kilómetros que también carecen de casaalguna, teniendo además que cruzar la sierra, en cuya cum-bre hay una llanura de unos 20 kilómetros de ancha, cuyasubida se denomina Ladeira dos difuntos y cuya bajada,excesivamente pendiente, por Ladeira do Morro de agua,porque al final tiene un montecito con una gran fuente de lacual manan varias muelas de agua de la manera más admi-rable; allí tomamos varios bocados de carne envueltos conesa clase serrín, o fariña de mandioca, que no se puedencomer sin tener agua abundante y mucha hambre.

Por la tarde llegamos a un lugar que se llama Onza porlos perjuicios que dicha fiera produjo años atrás; en él demo-ramos para celebrar al día siguiente y bautizar a diez peque-ños, confesar a varias personas y administrar nueve con-firmaciones; después seguimos para los Altos donde celebra-mos el día 5, bauticé a tres niñas y se bendijo un matrimonio.En este lugar nos despedimos de varias personas que, olvi-dadas de sí y de sus intereses, nos iban siguiendo a pie,incluso mujeres cargadas con sus hijitos, rogándonos converdaderas lágrimas que no las abandonásemos dejándolassin sacerdote por más tiempo. De esas pobres gentes quepor oir misa y comulgar caminan así cerca de cuarentaleguas, dijo seguramente la Escritura Sagrada: Petierúntpanem et non erat qui Irangeret eis...

El día 5, por la tarde, nos trasladamos a las Aroeiras,

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donde tuvimos que demorar cinco días, porque tampocohallaban las caballerías que apacentaban sueltas por aque-llos montes; en esos días bauticé a 37 personas entre párvu-los y adultos, hubo nueve matrimonios, comulgaron muchaspersonas y nuestro Prelado confirmó a 60 de ellas.

Yo recorrí aquellas inmediaciones para conocer el país yformar una junta con el fin de edificar una capilla y formarun pueblo con aquella gente selvática, que sólo me exigiópor condición, que yo fuera a dirigir las obras y pasarcon ellos algunas semanas para enseñarles la doctrina y queles proveyera de una imagen de Nuestra Santísima Ma-dre, bajo cuyo nombre y patrocinio deseaban fundar elpueblo.

Asignado que fué el lugar del mismo para empezar lostrabajos en cunnto pasen las lluvias, que será por el mes deAbril, viajamos el 9 hasta Corrente dos .Matoeus, que sonunos 65 kilómetros sin casa alguna y sin descansar nada portemor de la lluvia que en este tiempo siempre amenaza. De lasdiferentes familias que viven en las riberas de aquel riachue-lo tuvimos 12 bautizos, tres matrimonios, 35 confirmacionesy unas 50 comuniones, saliendo el 12 para esta villa a dondellegamos ayer mañana después de caminar de 90 a 100 kiló-metros que tan sólo nos restaba de nuestro viaje; pero lleguétan extenuado que, mucho peor que el P. Pascual, no soyhombre para moverme de una cama, si la tuviera, y en sudefecto casi no me muevo de la red.

Dios nos recompense estos débiles esfuerzos, ya que loshombres sólo pueden pagar con la ingratitud como hicieroncon nuestros hermanos del siglo XVII y XVIII, cuyos sudo-res y sangre derramada fué correspondida con la extinciónde la Orden en el Brasil y dos años después, en 24 de Marzode 1794, con la confiscación de sus bienes por el Gobiernode Lisboa.

Saludos y ruegue por este su afectísimo hermano,FR. M. FERRER.

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—¿Por qué ese odio pueril a las llores blancas?—lepreguntaba su amigo.

—Porque me hablan en nombre de Dios.—¿En nombre de quién?—dijo él con escarnio.—jCalla!—mandó ella y acompañó el mandato con

dos centellas de sus ojos garzos.Las únicas llores blancas que crecían en el jardín

eran las carnosas y pestilentes magnolias.—I° Qué gusto más raro! —decía él.—¿Qué entiendes tú de es/o?—con/estaba ella con una

sonrisa amarga.

Directiva de la Juventud Mercedaria Misionera de Sitges (Barcelona).

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LAS FLORES BLANCASFlores, ¿qué tenéis que decirme

de parte de Dios?

(MoNsABRÉ)

Era una niña linda y ruisueña, como las flores blan-cas de almendro. Se llamaba María y amaba mucho a laVirgen María, Peina del cielo.

—¿Con qué quieres que te adornemos el día de tuprimera Comunión?--le preguntaba su madre.

—Mamá; con flores blancas.Con llores blancas la adornaron: en la corona, flore

de almendro; azahar, por el vestido; un ramo de azucenasen las manos.

Lloraba de dicha recibiendo a Jesús, y sus llores blancas, exhalando suavísimo perfume, le decían:

¡Hermanita!* * *

Pues, señor; como el tiempo rueda y la niñez se hacejuventud, y se marchitan las llores de almendro y seabren las mal olientes magnolias, María creció y se hizomuy hermosa, tanto, que muchos jóvenes penaban porella, y muchas doncellas se ponían amarillas de envidiaviéndola pasar.

Vivía María en un jardín, todo para ella, gracias a lamunificencia de un amador suyo, y en el jardín no habíallores blancas. Cuando, a pesar de la vigilancia del jar-dinero, brotaba espontáneamente en un rincón una mar-garita y cimbreaba, movida del viento, la riente cabe-cita, María la desmenuzaba entre sus dedos, y—/no quieroflores blancasl—rugla en voz baja.

—Más desgraciada eres tú que yo murmuraba, almorir, la margarita.

Si algún lirio de agua se atrevía a sacar de la super-ficie del estanque la magnífica corola, lo mandaba arran-car al punto.

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En un rinconcito de la quinta mágica que en mitad deljardín levantaba sus torrecillas puntiagudas, como saetasasestadas contra el cielo, había una imagen de la Virgenrodeada de flores blancas, y cuando la joven pasaba pordelante de Ella, bajaba los ojos.

* * *

Como el cielo aguarda, pero no siempre, un día la irade Dios hirió al corruptor de la inocencia de la joven.Ella lo amaba. Empezaba el invierno... El cayó con losprimeros copos de nieve...

María lloró sus desvaríos y mandó arrancar las mag-nolias, símbolo de sus impuros amores.

* * *

En el jardm, sin que nadie se cuidara de arrancarlas,crecían las flores blancas a porfía: margaritas, espinosfloridos, rositas de agabanzo; en los arriates, nardos ygardenias; en los maceteros, albahaca y claveles denieve, con algunas chispitas de sangre, y, por todas par-tes, azucenas, muchísimas azucenas...

En medio del jardín, el antiguo palacio del placerhablase trocado en invernadero de otras flores blancas yflores vivas de pureza, vírgenes del Señor que le canta-ban alabanzas. Con las vírgenes rezaba María, la arre-pentida pecadora, y yo os aseguro que sus preces, como'olor de nardos y azahar, ascendían suavísimas al cielo,mezcladas con las oraciones de las religiosas.

A veces paseaba María por el jardín recordando el díade su primera Comunión; las flores blancas le salían alencuentro como diciéndole:

—Te acuerdas? -y ella suspirando les preguntaba:--¿Qué me decís en nombre de Dios?Las flores, por contestación, oscilaban sus corolas

como pequeños incensarios y elevaban al cielo sus per-fumes, y una oleada de voces argentinas, viniendo desdeel coro, atravesaba por entre las flores y llegaba hastala joven diciendo:

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—Cantaré siempre las misericordias de Dios.Misericordias Domini in aeternum cantabo.Cada flor, como abierta boquita, parecía repetir:—Cantaré siempre las misericordias de Dios.Pues, señor, como el tiempo rueda, y en el rodar de

los días, suele tronchar la muerte flores tiernas 5, árbolescaducos, una mañana de primavera, mientras calan lasprimeras flores de almendro, murió María rodeada de lasvfrgenes del Señor. Su última mirada fué para la Peinadel cielo.

Con flores blancas adornaron el cuerpo muerto; en lacorona, flores marchitas de almendro, azahar por el ves-tido, un crucifijo y un ramo de azucenas en las manos...

FR. MANUEL SANCHOMercedario.

DUETO MISIONAL

Concluye con un acorde perfecto.—Feliz encuentro.—Lo mismo digo.—Es que, desde lo que me dijiste el otro día del cine, estoy

deseando verte para que concluyas lo comenzado. Me hasdicho que con tus prácticas piadosas y apostolado misionaleras más feliz que yo. Quiero que me lo pruebes, a ver si meconvenzo.

—Te lo dije en dos palabras.—.Cuáles?--Porque yo cargo con la cruz de Cristo y tú con la cruz

del diablo. Yo llevo la mía ayudada de Jesús, y tú la tienesque llevar sola. A la mía le está prometido un cielo eterno,a la tuya no le están prometidos más que unos placeres fuga-ces en la tierra, la mayor parte de las veces ilusorios, y ¡des-pués!...

--Por ninguna parte he visto yo la cruz del diablo quetú dices. Soy tan cristiana como tú. Primero voy a Misa yrezo, vaya si rezo, a Dios, a la Virgen, a los santos de mi

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devoción, entre los cuales está a la cabeza San Antonio,..Después me divierto...

—Primero limpias el alma, y después la manchas.- pecado divertirse?—No; pero es pecado ir a cines indecentes y a bailes des-

honestos, y juntarse con jüvenes despreocupadas, que tienenconversaciones más propias de carreteros sin religión que deseñoritas piadosas, y leer libros que estarían mejor en unmuladar que en las manos de una niña, que debe ser puracomo los ángeles.

—Pero supongo que todo eso no irá conmigo.—Contigo estoy hablando y para ti es todo lo apuntado.—Me pongo roja, porque me ofendes. Yo no soy esa que

tú supones.—Tú eres una de esas que yo supongo porque me consta,

y ojalá dejases de serlo hoy mismo. Que vas al cine y queallí no ves más que escenas desedificantes en un ambientemundanísimo y disipado, tú misma me los has dicho el otrodía. Que anteayer estuviste en un baile hasta las tres de lamañana, lo supe por una amiga que va conmigo al Colegiode las monjas. Que tienes libros feos, también llegó a misoídos. Que la moda, en el vestir, aunque sea poco honesta,te tiraniza, a la vista está... ¿A qué viene, pues, el ponerteroja? Ello prueba que no estás muy conforme con tu proce-der y te acusa la conciencia.

—La tengo tranquilísima...—¡No! ¡No estás tranquila! Ni agradas a Dios ni a los

hombres. Eso lo sabes y te reconoces por dentro. No eresfeliz; llevas arrastras la cruz del diablo.

—Me dices unas cosas que no he oído jamás. Me enloque-ces con todo eso. Pero no quiero dejarlo así. Explícate yhabla claro.

—Allá va p9r lo claro. Piensas que dando gusto al cuerposerás más feliz; tienes para él toda clase de mimos y nuncaestá contento, mientras al alma la matas de hambre. Vas aun baile; durante tres o cuatro horas de las alta.-* de la noche,metida en una habitación llena de gente, das vueltas y másvueltas hasta quedar molida; aspiras polvo infinito y mias-mas sin cuento; las horas de sueño se pasan sintiéndose cas-tigado el organismo. A las primeras horas de la madrugada

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te retiras pálida, ojerosa, con seriales alarmantes de cansan-cio y hastío en el rostro; con la toilete deshecha, despeinada,con aspecto lamentable de arpía, con desordenadas guede-jas. Y vas diciendo a las amigas: ¡Cuánto me he divertido,cuánto he gozado!

—¡Qué terrible eres! el Colegio te dicen eso las mon-jitas?... ¡Sí que se las traen las monjitas esas!

—Pero aún no lo dije todo; sólo hablé del cuerpo. El almasí que sale de allí torturada como de un infierno, que sólotiene de bueno el no ser eterno. ¿Has llevado un traje así?¡Si es una charrada indecente! ¡Si será aldean i la muy fa-chendosa! ¿Llevaste un traje así? ¡Habráse visto adefesio!¡En su casa se lo habrán hecho las muy cutres para ahorrarseel dinero de la modista! e:Y si no te miran para la cara lasgentes... cuando pensabas dar el golpe y ser el eje de lafiesta? si tu vecina triunfa cuando tú te pudres en el aban-dono, sin que un alma caritativa te mire ni para decirte «porahí te pudras?» ¡Cuántas veces has enflaquecido de rabia,agobiada bajo el peso de la cruz del diablo!

¡Estoy asombrada!— Por qué?—Porque veo que lees en mi corazón como en un libro

abierto. ¡No me lo podía ni soñar!- eso te asombra?—Sí; me asombra que una gazmoña como tú sepa lo que

pasa en el corazón de una mundana. Yo creí que tú podíassaber de mi interior como yo de lo que ahora pasa en laChina. Y veo que lo sabes al detalle y me da una vergüenzahorrible. Pero díme, cómo supiste todas esas cosas?

—Tu asombro es parecido al del ciego ante los que gozande las ventajas de la luz. Cristo es la luz del mundo. El dia-blo padre de tinieblas. El mismo Jesús ha dicho: «Yo soy laluz del mundo, y el que no anda conmigo anda en tinieblas».En medio de espesas tinieblas nada puedes ver, pero sienteslos descalabros contra miles de obstáculos atravesados en tucamino. Vente a mi campo, amiga de mi alma, y verás cómo

-en él no se conoce la tristeza, ya que está regado con losesplendores del Divino Sol de Justicia.

—¡Me voy a tu campo!- ¿De veras me vas a proporcionar esa felicidad?

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—En el mío no soy feliz, y además veo, con vergüenza;que conoces a fondo todas las amarguras de mi alma, causa-das por las frivolidades de una vida mundana. Lo mío ya séque es malo, me voy a lo tuyo, a ver si encuentra lo que ansíami corazón. Desde luego, apúntame en tu Ropero Misional,y diles a las monjas que pronto tendrán una nueva alumna.Se lo pediré a mis padres y no me negarán el permiso de ir atu Colegio.

— Oh, qué alegre estoy! Verás cómo Jesús llena tu co-razón.

—El mundo sólo dejaba en él vacíos.—Jesús lo llenará por completo, pues fué creado sólo

para El.— Mañana nos veremos en el Ropero Misional?—Mañana, y tendré un placer inmenso en presentarte a

mis amigas y compañeras de apostolado.—Adiós, hasta la vista. Dáme un beso.—Toma dos, ¡para tí!

FR. SERAPIO GONZÁLEZ GALLEGO

-Juventud Mercedaria Misionera del Colegio de MM. Mercedarias de Sitges (Barcelona).

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NOTAS RELIGIOSASALEMANIA

Como última novedad, citaremos un hecho, nueva prue-ba de la influencia del catolicismo en el pensamiento religio-so de los países protestantes.

En las regiones luteranas de Prusia y Sajonia se desta-ca con fuerte personalidad un movimiento dogmático, queconstituye verdadera novedad en el protestantismo alemán,y que tiene más de un punto de semejanza con la famosa di-sensión religiosa, que con el nombre de iraciarianismoapareció en la Universidad de Oxford, en la primera mitaddel siglo pasado, y que conquistó para la Iglesia católica aaquel prestigio que será siempre factor importante en la con-versión progresiva de Inglaterra, Newman. Los jefes del no-vísimo movimiento comprenden claramente la necesidad decorregir los credos o símbolos de fe protestantes, en lo queson ataque fundamental a toda religión, no se diga a la cris-tiana; la necesidad de restaurar el sistema sacramental, con-vencidos de que los Sacramentos constituyen la fuente prin-cipal de la vida cristiana... Claro está, que al tratar de defi-nir y precisar el nuevo símbolo en gestación, ha de repetirseuna vez más la pintoresca historia de las contradiccionesprotestantes; pero estos de ahora siquiera tratan de buscarla verdad; y, naturalmente, tienen que empezar por dondeestán. El hecho, ya por sí solo significativo, lo es muchomás cuando se añade la buena volúntad, la sincera simpa-tía que sienten por el catolicismo. Muchos van entendiendopoco a poco que hay en la tierra una cosa completamentesingular y aparte, que no tiene parecida en la historia: laIglesia católica. Ella se da a conocer corno la diosa de quehabla el poeta latino, por su andar, majestuosamente único.Seguramente, que con esta trasformación psicológico-reli-giosa tiene su cuenta la guerra que, otras ventajas aparte,ha herido de muerte la cultura protestante, capital Berlín,que durante el siglo pasado fui el centro de gravedad deEuropa.

PAISES BALTICOS

Tenemos un Vicariato Apostólico más en el Norte deEuropa: el de Finlandia, Mgr. Buckx, titular de Dolich, quefui consagrado en Helsingfors, en Noviembre último, por ei

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Prefecto de Propaganda Fide, Cardenal Van Rossum, asisti-do por los Vicarios Apostólicos de Suecia y Noruega. ElGobierno de la República mandó al acto su representaciónoficial, así corno también la Universidad de Helsingfors.

No sólo ha hecho esto la flamante República, sino queapenas constituida, en verano de 1919, su primer saludo fuépara el Sumo Pontífice. El presidente Sficalberg, que mandóentonces nutridísima embajada, portadora de su homenaje alPapa, mantiene con éste las más cordiales relaciones. Eneste CdOS de la Europa actual, lo único que destaca con cla-ridad, como espíritu del Señor que flota sobre las aguas delabismo, es la influencia múltiple de la Iglesia católica.

Como consecuencia del concordato firmado entre laSanta Sede y Letonia, país tradicionalmente católico comoPolonia, la antiquísima Sede Metropolitana de Riga, supri-mida durante la absorbente dominación de los zares, y res-taurada en 1918 por el entonces Visitador Apostólico de Po-lonia y actual Vicario de Cristo, Pío XI, ha sido elevada ala dignidad de arzobispal.

La ocupaba un polaco, de apellido y sangre irlandés.Mgr. O'Rourke, quien, según relación auténtica, une asus grandes dotes apostólicas el alma ardiente y la es-tructura atlética de un gaélico de Irlanda occidental.

RUSIA

En el momento que escribo, el santo anciano Cieplak,Arzobispo de Molihew, está aguardando el fin de suspruebas y la gran corona que está mereciendo, en unaoscura celda que mide ocho metros de largo por seis deancho. ¡Qué bien dice San Pablo—no puedo evitar el re-cordarlo--que el trato que puede esperar del mundo unapóstol de Cristo es el de barredura...!

El Santo Padre, en su última alocución al Consisto-rio, ha hecho mención fervientemente elogiosa de esteatleta de jesucristo, lamentando no poder tener con élotro contacto que el que establece la comunión de lossantos. Ruega por nosotros también, santo anciano.

Ahora, si me fuera permitido, presentaría al lector, amodo de balance, unos cuantos datos, que, tomados enconjunto, juzgo que arrojan bastante luz para vislumbrarel porvenir cercano de Rusia y del mundo esclavo en elorden religioso.

Recordad que Catalina II, Nicolás I, Alejandro II, em-

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plearon todas las formas de violencia, verdugos, tormen-tos, destierro a Siberia, como sistema de persuasión parallevar a la religión oficial a millares de católicos unía/os,que desde fines del siglo XVI no cesaban de unirsePoma, y esto supone la existencia de otros tantos cató-licos nada más que puertas adentro. Y no se diga nadade la persecución de los católicos polacos, pues el bon-dadoso Pío IX tuvo que denunciar al juicio de la Euro-pa civilizada al zar Alejandro II por sus enormes cruel-dades contra aquella indefensa gente; que «l'Univers», deParís, nos revelaba en 1904 que esa persecución conti-nuaba en su apogeo y que 300.000 católicos uniatos ha-bían sido agregados de un plumazo a la Iglesia ortodoxarusa.

Anotad que apenas se die,. el decreto imperial de tole-rancia, hubo un gran movimiento de masas a la tradi-ción catolica; que desapareció ese poder funesto del za-rismo, y toda la odiosa legislación que durante variossiglos cerró todo paso a Roma; que, según informes di-rectos de última hora, la Iglesia ortodoxa está en com-pleto deshielo y se resuelve en esas dos corrientes, lasdos únicas fuerzas que realmente se disputan el dominio delas conciencias en el mundo civilizado: catolicismo y escep-ticismo; añadid que el mayor prestigio intelectual de la Ru-sia contemporánea, el ídolo de todo el profesorado y funda-dor de la novísima escuela de filosofía rusa, Uladimiro So-loviev, pesa en favor de la tradición católica y susrazones en favor de la sumisión al sucesor de SanPedro no encuentran otra resistencia que el vago sentimien-to o la falsa conciencia. Añadid que hay en Rusia una vastacomarca, la República de Ukrania, que fué siempre la partemás religiosa de aquélla y baluarte del catolicismo unía/o;que durante la efímera independencia de la nueva Repúblicacasi todos los Obispos ortodoxos trataron de hacer pacescon el Papa, y para dar forma a su aspiración se reunieronen sínodo, que tuvo lugar en Kharkov; y cuando todo pare-cía en sazón para la agregación definitiva de Ukrania algremio del catolicismo, la desgraciada expedición de Deni-kin para restaurar el zarismo, que nunca vuelva, suspendióla marcha natural de las cosas, pues dió origen a la marchatriunfal de las tropas rojas hasta las orillas del Mar Negro.

Y no es detalle de poca monta que Ukrania, por su posi-ción geográfica, su riqueza, su mayor cultura y su publica-ción (30 millones de habitantes sin contar la parte que le co-

021M1.1111.

•n•••n•n710.

CPONICA MENSUALEl 13 de Diciembre se cumplió el plazo del tiempo que en

un principio creyó necesario y suficiente el Directorio paraponer a España en manos 'civiles, expertas, curada de losachaques del antiguo régimen. Mas la realidad ha venidoa demostrar que el mal era tan general y había echado tanprofundas raíces, que no ya otros noventa días, sino seis osiete ariOS se necesitarían para llevar a cabo la obra rege-neradora, tiempo que no aspira el Directorio a gobernar,contentándose (con abrir anchos cauces por donde fluya lacorriente, intensa de regeneración y prosperidad».

Los periódicos publicaron, con distintos fines, balancesde lo hecho por el Directorio y de lo que queda por hacer,sobresaliendo en este segundo aspecto el detallado y minu-cioso publicado por «La . Epoca » . Con ser tanta la labor rea-lizada en los noventa días de Gobierno, pues ascienden a19.000 los asuntos en que por distintos conceptos ha inter-venido, algunos «cargan al Directorio de lo que falta porhacer; es decir, cuanto olvidaron, omitieron o perturbaronlos partidos políticos en los veinticinco arios que han gober-nado en España desde la pérdida de las colonias... Los po-cos periódicos que en tal forma han razonado, dan al Direc-torio la medida de la inmensa responsabilidad en que hanincurrido los hombres que en tal estado tenían a la Patria...y que es de suponer no aspirarán a volver a intervenir en lavida del país... ni creerán que a ellos han de volver los ojoslos ciudadanos, si algún día, pueden, razonablemente, decirque el Directorio ha defraudado sus esperanzas.»

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rresponde de la Galitzia oriental), contiene junto con la ca-tólica Polonia la clave del porvenir eslavo. Dejo al juicio dellector las consecuencias que le sugiera esta somera exposi-ción de hechos; para mí, al menos, hacen más que proba-ble la siguiente conclusión: Cuando se establezca la 'verda-dera libertad religiosa en Rusia, la Iglesia católica tiene ungran porvenir en el mundo eslavo, mejor dicho, será el úni-co poder religioso que tenga a raya la incredulidad, quenunca falta, aunque no sea más que por el afán de consti-tuir minoría.

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triunfal viaje por la América española, el Emmo. CardenalBenlloch. Ha preparado el camino para la anunciada visitadel Rey a nuestras antiguas colonias y para una cordialísi-ma inteligencia de las florecientes Repúblicas con la MadrePatria. Debemos congratularnos los mercedarios de quenuestros hermanos los chilenos hayan motivado este viaje,invitando al Cardenal a la consagración de la Basílica dela Merced de Santiago.

FR. MARTÍN O. DE ARR1AGA

BELGICA

Durante las últimas semanas del ilä0 ha tenido lugar enMalinas una conferencia religiosa, la tercera de la serie, yen la misma ciudad, con objeto de discutir los puntos doc-trinales e históricos que separan a la anglicana de la IglesiaUniversal de Cristo.

Protagonistas de la discusión son por el campo católicoel venerable Cardenal Mercier, su Vicario general Van Roeyy el abate Portal, entre otros; y por el anglicano, el tituladoObispo Sr. Gore, el Deán de Gales y lord Halifax, apartealgún otro.

La discusión se lleva en términos de gran cordialidad,signo siempre de buen resultado, aunque es prematuro todojuicio que se pueda hacer sobre los posibles derroteros dela conversación, que aún no ha terminado, ni mucho me-nos, sino que continuará en otras conferencias sucesivas,hay que advertir que éstas no tienen carácter oficial, sinoque son de índole y responsabilidad privada.

Resultados positivos no hay que esperarlos; pues, porahora, que estas cosas son de índole algo delicada para serllevadas a todo gas. En corporaciones que han vivido ale-jadas de la verdad por mucho tiempo, ocurre con frecuen-cia, que aun cuando uno esté cierto de una verdad, le cues-ta abrazarla, por el lastre de tradiciones y sentimientos queno debieran influir sobre el espíritu, pero que por desgraciaes cierto influyen.

ESPAÑA

Es digna de notarse la visita colectiva de los Arzobis-pos a Su Majestad Alfonso XIII, que, aunque haya sido parafelicitarle por el éxito de su visita al Romano Pontífice y aItalia, no dejará de tener importancia.

—Afortunadamente ha llegado a España, después de su

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Si bien el Directorio no ha creído llegado el momento dedejar todavía la gobernación del Estado, emprende rumbonuevo en esta segunda etapa haciendo obra reconstructiva,y en tal sentido tiene estudiados planes, que irá desarrollan-do paralelamente con su acción depuradora de responsa-bilidades».

Como la experiencia de los tres meses de Gobierno hasido de grandes enseñanzas para el Directorio, éste, parahacer más eficaz y rápida su labor, presentó a Su Majestadun Real decreto de reorganización interna, reglamentandolas relaciones de sus miembros entre sí y con los departa-mentos ministeriales. Para éstos fueron designados, en aque-llos que no los había, subsecretarios «con firma propia enlos asuntos y resoluciones de trámite. En los demás asuntosdespacharán con el presidente del Directorio o con el vocaldirector en quien aquél delegue».

Los nuevos subsecretarios son: D. Ernesto Jiménez Sán-chez, de Gracia y Justicia; D. Carlos Vergara, de Hacienda;D. Francisco J. García de Leániz, de Instrucción pública;D. Pedro Vives, de Fomento; D. Juan Flárez Posada, delTrabajo. Al frente delos demás ministerios continúan los queya desempeñaban dicho cargo. Además, fué nombrado di-rector general de Administración local, D. José CalvoSotelo.

Como no podía por menos, las gentes desocupadas seecharon a indagar la filiación política de los nuevos subse-cretarios para ver de qué lado se inclinaba el Directorio;pero éste declara que «será inútil que nadie quiera deducirde la designación de personas un matiz político con que ca-racterizar al Directorio en su futura gestión».

El nombramiento del Sr. Calvo Sotelo ha sido bien aco-gido, interpretándose en el sentido de que sería acometidasin demora la nueva organización de los Municipios confor-me al proyecto de Régimen local del Sr. Maura, cuyo cons-tante defensor ha sido.

Penosa ha sido la impresión producida en España alconocerse el nuevo Estatuto de Tánger elaborado en París.En este sentido se ha expresado la casi totalidad de la Pren-sa; y hasta el Directorio publicó una nota en la que pone demanifiesto la falta de satisfacción interior que el arreglo

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diplomático le ha producido, no obstante la meritísima laborde nuestros representantes, que no han podido hacer más enfrente de Francia e Inglaterra unidas. El acuerdo establecela neutralidad perpetua de Tánger y su zona y la soberaníaefectiva del Sultán. La firma de nuestros gestores «ha tenidolugar «ad referendum » y bajo reservas expresas, a fin deque el Gobierno de Su Majestad conserve la libertad necesa-ria para el examen de la obra realizada y pueda resolver, ensu vista, sobre la ratificación de la misma » . El jefe del Di-rectorio, apoyado en la gran masa de opinión a quien no hasatisfecho el acuerdo, ha empezado a gestionar ya la refor-ma del Estatuto en beneficio de España, a cuyo fin ha diri-gido una nota diplomática a Francia e Inglaterra, la cual,según comunican de París, ha producido allí buena im-presión.

El 18 de Diciembre comenzó en Madrid la Asamblea delPartido Social Popular. Sabido es que en el partido habíados tendencias en cuanto a la conducta a seguir con relaciónal Directorio militar: la mantenida por el Sr. Ossorio y Ga-llardo, que era de abstención, «ni colaboración ni estorbo» yla de ayuda al Directorio «cuando realice aspit'aciones con-tenidas en el programa del P. S. P. o cuando haga lo queconvenga a España, aunque no haya sido previsto en nues-tro programa'. Después de largas e inútiles discusionespara llegar a un acuerdo, se sometió a votación la proposi-ción transcrita, pronunciándose la mayoría por la colabora-ciún. En su consecuencia los miembros del criterio opuestoanunciaron que desde aquel momento dejaban de perteneceral partido.

Los comunistas españoles, combinados con los de Portu-gal, tenían preparado un movimiento revolucionario quedebía estallar en ambas naciones el día de los Inocentes;pero que fracasó gracias a la diligencia de la Policía quedescubrió el criminal intento, a pesar de los ardides emplea-dos para despistar, haciéndose pasar por Sociedades de-portivas.

Saliendo al paso de hablillas de manejos de las Juntas mi-litares, dió el Directorio una nota oficiosa anunciando el pro-cedimiento sumarísimo a que está sometido un periódico deNavarra por haber acogido un telegrama del extranjero

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relative a la presión que dichas Juntas se supone ejercensobre el Directorio para que intervenga en la actuación delConsejo Supremo de Guerra y Marina y negando rotunda-mente la existencia de las Juntas, que ni las consentirá elGobierno ni el Ejército las quiere.

Por un artículo publicado en «La Actualidad Financiera-,que el Directorio califica de insidioso, ha sido suspendidadicha revista, desterrado dentro del territorio espariol supropietario, el marqués de la Cortina, y entregado .al fueromilitar el autor del artículo. En la nota oficiósa en que secomunican estas medidas con las razones que las justifican,se dice: «El Directorio sabe bien lo que el país necesita yquiere y no está dispuesto a defraudarle con claudicacionesni flaquezas, sino por el contrario, a ser cada día, más radi-cal y revolucionario en este sentido.., no consentirá campa-ñas falaces y engañosas que envenenan a la opinión, des-orientándola; y si para impedirlas necesita de más poderes,los solicitará de Su Majestad hasta ejercerlos todos plena-mente».

Después de haber llevado a feliz término la doble misiónque el Santo Padre y nuestro Gobierno le confiaran en lasrepúblicas hispano-americanas, pisó de nuevo el suelo de laPatria 't1 eminentísimo Cardenal de Burgos, Sr. Benlloch, aquien Cádiz, Valencia y Madrid han tributado un magníficorecibimiento.

Para dar una conferencia en Barcelona sobre el tema «Lamujer en la guerra», el presidente del Directorio salió paradicha capital el 7 de Enero. Ni que decir tiene que el mar-qués de Estella aprovechó su estancia en la ciudad condalpara ponerse en contacto 'con las personalidades catalanas,«ante las cuales expuso el criterio del Directorio en materiade futura organización regional, que debe seguir a la orga-nización municipal y como consecuencia de ella». La entre--Vista se desarrolló en medio de la más íntima cordialidad.Anunció el jefe del Gobierno que « como consecuencia de lapróxima disolución de las Diputaciones provinciales, laMancomunidad de Cataluña será integrada por nuevas per-sonalidades, pero su funcionamiento subsistirá con arreglo alas leyes de su constitución y su crédito financiero no hayque temer que sufra quebranto, porque sostenerlo ha de ser

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misión del nuevo Consejo y cuidado especial del Direc-torio».

Como estaba anunciado, el 13 publicó la «Gaceta» el Realdecreto disolviendo las Diputaciones provinciales, últimobaluarte en el que todavía se defendían los restos de las vie-jas organizaciones políticas. Exceptúanse las de Ala va, Gui-púzcoa, Navarra y Vizcaya por su régimen especial. El día29 se constituirán las nuevas, con diputados interinos elegi-dos por los gobernadores. «Anhela el Directorio que los ele-mentos que las integren estén animados del espíritu de expan-sión comarcal, preciso para dibujar el germen de futuraspersonalidades superprovinciales».

El 25 probablemente, según declaración del general Pri-mo de Rivera, se publicará el decreto de reforma de la leyMunicipal, implantando al mismo tiempo en toda España elrégimen de Administración local.

FR. L. SANTAMARÍA.

RADIOGRAMASCon esta sección, deseada y pedida por algunos lectores,

y que esperamos sea del agrado de todos, reanudamos lainaugurada arios atrás con el título de Por Telefono.

Pecado e imperfección. ¿Es lo mismo pecado que imperfec-ción? ¿Hay obligación de confesar las imperfecciones?

No es lo mismo pecado que imperfección. Pecado es latransgresión de la ley de Dios en materia grave o leve. Esmortal cuando es la transgresión plenamente deliberada dela ley de Dios en materia tenida por grave; y es venial cuan-do no es plenamente deliberada la transgresión, aunque lamateria sea grave; o cuando, aunque sea plena la delibera-ción, es leve la materia. Imperfección es la transgresión vo-luntaria o involuntaria de un consejo divino, que por serconsejo no impone obligación, o la transgresión del todoindeliberada de la ley de Dios en materia grave o leve; yesto es lo propiamente imperfección. Para que haya pecado,por lo menos venial, tiene que haber precepto real, o imagi-nado, y algún género de advertencia de parte del entendi-

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miento y el consentimiento libre de parte de la voluntad; encambio, en las imperfecciones o no hay precepto, sino sóloconsejo; o habiendo precepto leve o grave, no hay adverten-cia ninguna, o ningún libre consentimiento.

Poi- consiguiente, no siendo las imperfecciones pecado,no solamente no hay obligación de confesarlas, que tampo-co la hay de confesar los pecados veniales; pero ni siquierason materia de confesión porque no lo son de absolución. Aveces, no obstante, puede haber obligación de manifestaresas imperfecciones, por la obligación misma que tenemosde quitarlas, y no saber cuáles son los tredios conducenteso ignorar el grado de obligación que nos corre de ponerlosen práctica.

Las imperfecciones, pues, no son materia de confesión,pero pueden serlo de dirección; no son objeto de arrepenti-miento, pues sólo nos arrepentimos de aquello de que tene-mos culpa, pero son objeto de enmienda.

Un escrupuloso. Me aflige mucho el ser tan escrupuloso, ya veces son tantos los desfallecimientos, que temo llegar alextremo de dejarlo todo.

Debe combatir los escrúpulos obedeciendo ciegamente alconfesor, y alentando continuamente su confianza con elpensamiento de la Beata Mariana de Jesús: «Que en el mardonde nadan las ballenas, al pececillo pequeñuelo no le ha defaltar agua. Entendiendo yo por esto, continúa la Beata,

\ que donde los pecaddres grandes hallan tan grande, abun-dante y sobrada misericordia, ¿cuánto más la hallarán lossiervos de Dios que de veras le desean y buscan?» Con estaobediencia ciega al confesor y recurso humilde a la oraciónsuelen curarse los escrúpulos; pero si a pesar de esa obe-.diencia continúan brotando del espíritu como el agua delmanantial, sin dejar de combatirlos, hemos de sobrellevarcon paciencia esta tribulación, con las esperanzas que des-pués de la borrasca suele brillar sereno el sol de la espiritualconsolación.

Una monja que oyó algo. Sí; algo hay, aunque no tanto,y es natural que las monjas que forman parte de una Ordenestén sujetas a la jurisdicción y dirección de la misma Or-den, como así fue en tiempos pasados. Consta ese algo en laprórroga, por otro trienio, concedida por el señor Nuncio, a

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15 de Agosto de 1923, de la jurisdicción de los Ordinarios enlas Comunidades de religiosas, documento, según dicen,publicado en los boletines de algunos Obispados, donde hayla siguiente cláusula: «Su Santidad, además, ha dispuestoque, entretanto, si alguna Comunidad pide volver a la juris-dicción del Superior regular, envíe la relativa solicitud a laSagrada Congregación de Religiosos, la cual, en cada caso,dispondrá lo que sea más conveniente». Pero, del dicho alhecho, hay gran trecho: no basta que una Comunidad dereligiosas quiera volver al antiguo régimen, es preciso quela Orden acepte, y que la Santa Sede, propicia como se ve aello, acceda en cada caso; y en esto como en otros asuntos,cuando el éxito depende de tantas voluntades, no hay quemeter ruido, y si se hacen algunas gestiones deben llevarsecon el mayor secreto.

NOTA.—En esta sección contestaremos a las preguntasque digan con la índole de esta revista.

UJÁN.

NOTICIASMADRID. --Buena dicha.

Quinto aniversario de la fundación de esta iglesia de losJueves Eucarísticos.—Se celebró el primero de ario; predicóel R. P. Fernando Díez, y después de la reserva se cantó el« Tedeurn» en acción de gracias, durante el cual los asocia-dos desfilaron ante la bandera reiterando la promesa delealtad a la misma.

Rifa de la imagen de Nuestra Santísima Madre.—E1 cuartodomingo del mes pasado, día 23, antes de los ejercicios delmes el Ropero Misional rifó la hermosa imagen, siendoagraciado con la suerte el núm. 2.015.

D. Juan de Alucón

Novena al Niño Jesús de la Parra. - Solemnemente, comolas más solemnes de esta iglesia, se celebró desde el 5 al 13del presente. Hubo la solemnidad de las Cuarenta Horas los

Escuela nocturna.—Se inauguró a primeros de diciembreen este convento; se halla muy concurrida, la asistenciamedia es de unos ochenta.

Ordenes Menores. –Las han recibido en Tuy de manosdel Excmo. Prelado, Arzobispo preconizado de Santiago, losjóvenes Fr. Patricio Peláez, Fr. Eligio Alvarez, Fr. ManuelFernández, Fr. Fernando Vázquez, Fr. Enrique Fernández,Fr. Agapito Fernández, Fr. Isidro Escudeiro, Fr. EmilioSilva y Fr.. Antonio Silva.

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N ECROLOGIAEn Don Juan de Alarcón.—Después de sesenta y tres

años de vida religiosa, llena de trabajos valerosamente so-portados por la gloria de Dios, murió santamente el día 1de Enero nuestra Pvda. M. María Josefa de San Ramón Pé-rez Ramos, dejando entre nosotras la dicha amorosa de sucaridad y amable condescendencia, rasgos suavísimos quecaracterizaban su persona.

Destinada desde muy joven a ocupar los primeros pues-tos de la Comunidsd se captó las simpatías de todos cuan-tos la conocieron y supieron apreciar su rectitud, prudenciay talento. Fué varias veces Comendadora, Vicaria y Maes-tra de Novicias, desempeñando todos los cargos que laobediencia le confió muy a gusto de toda la Comunidad ala cual tenía un amor y agradecimiento tan grande que nosabía cómo expresar.

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días 7, 8 y 9; predicó elocuentemente el Sr. Suárez Faura,siendo notable el concurso en los días de las Cuarenta Horasy últimos de la novena.

FERROL

• Sclemnísimas resultaron las fiestas que en obsequio delDivino Niño se han celebrado en nuestra capilla. Fueronprecedidas del simpático ejercicio de las Jornadas de Belén,en cada una de las cuales el P. Rector hizo sencillas con-sideraciones a los numerosos fieles que acudieron. Siguióseel octavario al Niño Jesús, predicado por los ReverendosPadres Gaite, Luis e Ildefonso; durante la adoración can-táronse escogidos villancicos, y desde la Circuncisión hastaReyes (fiesta en que predicó el P. Miguel), continuó el ejer-cicio cada día con la misma solemnidad y con pláticas,que predicó el R. P. Gaite, Rector de este Colegio.

Los niños de nuestro Colegio tuvieron Comunión el día23 con cantos y fervorines alusivos al acto.

El mismo acto celebraron al siguiente día las niñas dela Escuela Dominical, teniendo lugar a la tarde en el localde la misma el solemne reparto de premios, que ämeni-zaron las niñas con delicados cantos, bajo la dirección dela señorita Victorina Lapique. Celebraron también durantelas Navidades dos funciones teatrales o veladas, en lasque, después de elocuente discurso pronunciado por elP. Gaite, se repartieron las «primas de la caja dotal» alas niñas que habían impuesto en ella su dinero. En lafestividad de San Julián, patrón de Ferrol, predicaron porla mañana y por la tarde, respectivamente, en la Parroqiadel mismo título, los RR. PP. Gaite e Ildefonso.

Ha dado comienzo en nuestra capilla el día 11 del ac-tual la novena que cada ario costean en honor de la Sa-grada Familia las Escuelas Dominicales. Predica todos losdías el R. P. Gaite, Director de tan importante obra.

El día de Navidad se' celebró una misa en honor delNiño de Praga, por la intención de los Sres: Díaz del Río(3. Arsenio). Durante ella se cantaron hermosos villancicos.

En Serantes resultó muy fervorosa y simpática la Co-munión de los niños del Catecismo, quienes 'fueron prepa-rados para dicho acto por su Director, el R. P. Ildefonso.

Después fueron obsequiados por las incansables catequistascon dulces y los tradicionales cartuchos de Navidad.

En la Comunión General que celebró el Catecismo delSocorro preparó a los niños el R. P. Gaite, Rector de esteColegio.

POYO

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Sería tarea difícil resumir en pocas palabras lo que ellatrabajó en los sesenta y tres años que vivió en esta santacasa, pero bastará decir que ella fui el alma de lodo y auncuando la enfermedad no le permitía salir de su celda, supodesde allí interesarse por todo y animar y dar consejos yser siempre la religiosa amantisima y solícita del aumento ybienestar de la Orden a quien tanto amaba. Amor y solici-tud que conservó hasta sus últimos momentos, pues bienpuede asegurarse que sus continuas enfermedades, heroica-mente soportadas, eran una constante súplica en favor denuestra Orden.

Rica de méritos y virtudes fué a recibir el premio que sudivino Esposo le tenía preparado, dejándonos a nosotrasllenas de envidia de su santa muerte y seguras de su pro-tección, pues ella, que tanto se interesó cuando estaba entrenosotras por el bien y aumento de la Comunidad, no podráolvidarnos en el cielo.

Pedimos a nuestros lectores una oración por el eternodescanso de su alma.

—En las Mercedarias Descalzas de Góngora, el 17 deEnero de este año, a los cuarenta y cinco de edad y veinti-trés de vida religiosa, la R. Sor María Soledad de San Lo-renzo, habiendo recibido los Santos Sacramentos. Darnosnuestro pésame a la observante Comunidad.

--En Herencia, el 3 de este mes, el señor D. José MaríaMontes, ingeniero agrónomo, hermano de la V. O. T. A sudistinguida familia acompañamos en el sentimiento.

R. 1. P.

Editorial Católica Toledana, Juan Labrador, 6, telf. 211.—Toledo.