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Ciudad de ceniza

Clary Fray deseara que su vida volviera a la normalidad. Si pudiera dejar atrs el mundo de los cazadores de sombras, tendra ms tiempo pa ra Simon, su mejor amigo, que se est convirtiendo en algo ms Pero el mundo subterrneo que acaba de descubrir no est preparado par a dejarla ir; en especial ese apuesto y exasperante Jace. Para complicar las cos as, una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine est d etrs de esas muertes, pero cmo podr detenerle si Jace pa rece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre? En esta soberbia secuela de Ciudad de Hueso, Cassandra Clare arrastra de nuevo a sus lec tores a las siniestras garras del Submundo de Nueva York, donde el amor jams est a salvo y el poder se convierte en la tentacin ms letal .

Cassandra Clare

Ciudad de ceniza

Cazadores de sombras 2

ePUB v2.5

ikero 09.08.12

Ttulo original: City of Ashes

Cassandra Clare, 2009

Traduccin: Gemma Gallart

Diseo/retoque portada: ikero

r Editor original: ikero (v1.0 a v2.5)

par Correccin de erratas: Mstica, cgomez, JenXon ePub base v2.0

r Para mi padre, que no es malfico. Bueno quiz un poquitn. ar

Esta amarga lengua

n conozco tus calles, ciudad bienamada,

hpar conozco los demonios y los ngeles que se congregan

y se posan en tus ramas igual que pjaros.

Te conozco, ro, como si fluyeras por mi corazn.ar

Soy tu hija guerrera.

lain Hay letras hechas de tu cuerpo

ar igual que una fuente est hecha de agua.

lain Hay lenguas

ar de las que t eres el anteproyecto

yphpar y a medida que las hablamos

pard la ciudad se alza.

n ELKA CLOKE

r

PRLOGO

par HUMO Y DIAMANTES

La formidable construccin de cristal y acero se alzaba como una aguja relu ciente que enhebrase el cielo en su ubicacin de Front Street. Haba c incuenta y siete pisos en el Metropole, la nueva torre de apartamentos ms cara del centro de Manhattan. El piso ms alto, el cincuenta y siete, conte na el apartamento ms lujoso de todos: el tico, una obra de art e de elegante diseo en blanco y negro. Demasiado nuevos para haber acumula do polvo an, los desnudos suelos de mrmol devolvan el reflejo de las estrellas visibles a travs de los enormes ventanales que iban del s uelo al techo. El cristal era perfectamente transparente, proporcionando una ilu sin tan real que no exista nada entre el espectador y la vista que h aba producido vrtigo incluso a aquellos que no teman a las alt uras. Muy por debajo discurra la plateada cinta de East River, orlada por puente s brillantes, salpicada de embarcaciones tan pequeas como cagaditas de mos ca, dividiendo las brillantes orillas de luz que eran Manhattan y Brooklyn a uno y otro lado. En una noche despejada, la Estatua de la Libertad resultaba apenas visible al sur; pero esa noche haba niebla, y Liberty Island quedaba ocul ta tras un banco blanco de bruma. A pesar de lo espectacular de la vista, el hombre de pie frente a la ventana no pareca especialmente impresionado por ella. El rostro, estrecho y asctico, tena el entrecejo fruncido. El hombre dio la espalda al cristal y c ruz majestuosamente la estancia, con los tacones de las botas resonando so bre mrmol. An no ests listo? exigi, pasndole un a mano por los cabellos blancos. Llevamos aqu casi una hora.rd El muchacho arrodillado en el suelo alz los ojos hacia l, nervioso y con una expresin irascible. Es el mrmol. Es ms slido de lo que pensaba. Hace que se a difcil dibujar el pentagrama. Pues sltate el pentagrama. De cerca era fcil ver que, no obstante el cabello blanco, el hombre no era viejo. El rostro duro y severo pero sin arrugas, y los ojos, claros y firmes.ar El muchacho trag saliva con fuerza, y las membranosas alas negras que le s alan de los estrechos omplatos (haba cortado unas aberturas en la espalda de la cazadora vaquera para permitirles la salida) aletearon nervios amente. El pentagrama es una parte imprescindible en cualquier ritual para invoca r a un demonio. Usted lo sabe, seor. Sin lhpar No estamos protegidos. Lo s, joven Elias. Pero sigue con ello. He c onocido a brujos que podan invocar a un demonio, charlar con l y env iarle de vuelta al infierno en el tiempo que has tardado en dibujar media estrel la de cinco puntas. El muchacho no dijo nada, se limit a atacar de nuevo el mrmol con re novada premura. Le goteaba el sudor de la frente, y se apart los cabellos hacia atrs con una mano cuyos dedos estaban conectados por delicadas membr anas. Hecho dijo por fin, sentndose hacia atrs sobre los tal ones con un suspiro. Est hecho. Bien respondi el hombre complacido. Empecemos.rd Mi dinero Ya te lo he dicho. Tendrs tu dinero despus de que hable con A gramon, no antes. Elias se puso en pie y se sac la chaqueta. A pesar de los agujeros que le haba hecho, todava le comprima las alas de un modo incmo do; liberadas, stas se estiraron y extendieron, creando una brisa en la es tancia sin ventilacin. Las alas eran del color de una marea negra: negro s alpicado de un arco iris de colores mareantes. El hombre apart la mirada d e l, como si las alas le desagradaran, pero Elias no pareci advertir lo. Empez a caminar alrededor del pentagrama que haba dibujado, dand o vueltas en direccin contraria a las agujas del reloj y salmodiando en un lenguaje demonaco que sonaba igual que el crepitar de las llamas.

d De improviso, con un sonido parecido al del aire que pierde un neumtico, e l contorno del pentagrama empez a llamear. La docena de enormes ventanales proyectaron el reflejo de una docena de estrellas de cinco puntas ardiendo. Algo se mova en el interior del pentagrama, algo informe y negro. Elias sa lmodi ms de prisa, alzando las manos palmeadas para trazar delicados bosquejos en el aire con los dedos. All por donde pasaban, chisporroteaba fuego azul. El hombre no saba hablar con fluidez el chthonian, el idioma del brujo, pero reconoci suficientes palabras como p ara comprender el cntico que repeta Elias: Agramon, yo os invo co. Fuera de los espacios entre los mundos, yo os invoco.yphpar El hombre meti la mano en el bolsillo. Toc algo duro, fro y me tlico. Sonri. Elias dej de andar. Ahora estaba de pie ante el pentagrama; su voz se elev aba y descenda en un cntico regular, y el fuego azul chisporroteaba a su alrededor igual que relmpagos. De repente, una columna de humo negro se alz en el interior del pentagrama; se elev en espiral, extendi3?ndose a la vez que se solidificaba. Dos ojos flotaron en la sombra igual quegemas atrapadas en la tela de una araa. Quin me ha llamado hasta aqu a travs de los mundo s? inquiri la voz de Agramon, que era como cristal hacindose aicos. Quin me invoca? Elias haba dejado de salmodiar. Permaneca totalmente inmvil fr ente al pentagrama; inmvil excepto por las alas, que batan lentament e. El aire apestaba a corrosin y a quemado. Agramon dijo el ser alado. soy el brujo Elias. Soy yo quien te ha invocado. Por un momento se hizo el silencio. Luego el demonio ri, si pudiera decirs e que el humo re. La risa misma era custica como el cido.pard Brujo estpido resoll Agramon. Chico estpi do. T eres el estpido, si piensas que puedes amenazarme re plic Elias, pero su voz tembl igual que sus alas. Sers un prisionero del pentagrama, Agramon, hasta que te libere.ar Lo ser? El humo ondul ante Elias, formndose y reformndose a s mi smo. Un zarcillo tom la forma de una mano humana y acarici el borde del ardiente pentagrama que lo contena. Entonces, el humo hirvi sobr epasando el borde de la estrella y se derram por encima como una ola abrie ndo una brecha en un dique. Las llamas ardieron con luz parpadeante y se extingu ieron mientras Elias, chillando, retroceda dando traspis. Empez a salmodiar, en veloz chthonian, conjuros de contencin y destierro. No sucedi nada; la ma sa de humo negro avanz inexorable mientras empezaba a tomar algo parecido a una forma, una forma deforme, horrenda y enorme, y los ojos refulgentes cambia ban, redondendose hasta tener el tamao de platos que vertan un a luz terrible. El hombre observaba con impasible inters mientras Elias chillaba de nuevo y se volva para huir. No lleg a la puerta. Agramon se lanz hac ia adelante, y su oscura masa se estrell sobre el brujo como una oleada de negro alquitrn hirviente. Elias forceje dbilmente por un inst ante bajo el ataque y luego se qued inmvil.phpar La forma negra se retir, dejando al brujo yaciendo en una extraa pos tura sobre el suelo de mrmol. Realmente espero dijo el hombre, que haba sacado el objeto d e fro metal del bolsillo y jugueteaba con l despreocupadamente que no le hayas hecho nada que lo haya dejado inservible para m. Necesit o su sangre, sabes? Agramon se volvi, un pilar negro con mortferos ojos diamantinos. Est udi al hombre del traje caro, su rostro estrecho e indiferente, las marcas negras que le cubran la piel y el objeto refulgente que tena en la mano. T has pagado a este nio brujo para que me invocara? 1?Y no le dijiste lo que yo soy capaz de hacer? Bingo contest el hombre. Eso fue muy inteligente repuso Agramon con reticente admiracin. El hombre dio un paso hacia el demonio. Muy inteligente. Y ahora tambin soy tu amo. Sostengo la Copa Mortal . Debes obedecerme o enfrentarte a las consecuencias. El demonio permaneci callado un momento. Luego se desliz al suelo en una pantomima de homenaje; lo ms parecido a una postura arrodillada que p oda adoptar una criatura sin un cuerpo real. Estoy a tu servicio, mi seor? La frase finaliz, educadamente, en una pregunta. El hombre sonri. Puedes llamarme Valentine. page PRIMERA PARTE

hpar UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO

Creo que estoy en el infierno, por lo tanto lo estoy.r ARTHUR RIMBAUD

phpar

1

LA FLECHA DE VALENTINE

Sigues estando furioso? Alec, recostado en la pared del ascensor, lanz una mirada iracunda a Jace. No estoy furioso. Ah, s lo ests. Jace hizo un gesto acusador a su hermanastro, luego dio un grito al sentir una f uerte punzada en el brazo. Tena todo el cuerpo dolorido por los violentos golpes que haba recib ido aquella tarde al caer tres pisos a travs de unos suelos de madera podr ida y aterrizar sobre un montn de chatarra. Hasta tena los dedos mag ullados. Alec, que haca muy poco que haba dejado las muletas que hab a tenido que usar tras la pelea con Abbadon, tena un aspecto compara ble a lo mal que se senta Jace. Su ropa estaba cubierta de barro y los cab ellos le colgaban en mechones lacios y sudorosos. Un largo corte le descenda por el borde de la mejilla. No lo estoy insisti Alec, apretando los dientes. S3?lo por que tu dijeras que los demonios dragones estaban extintosard Dije que estaban extintos en su mayora. Alec le seal con el dedo. Extintos en su mayora replic con la voz temblndo le de ira es NO LO BASTANTE EXTINTOS. Entiendo repuso Jace, pues har que cambien lo que pon e en el libro de texto de demologa, de casi extintos a n o lo bastante extintos para Alec. l prefiere a sus monstruos realmente, re almente extintos Contento? Chicos, chicos intervino Isabelle, que haba estado examin5?ndose el rostro en la pared de espejo del ascensor. No os peleis . Se apart del espejo con una sonrisa radiante. Muy bien, hu bo un poco ms de accin de la que nos esperbamos, pero a m me ha parecido divertido. Alec la mir y mene la cabeza. Cmo te las arreglas para no mancharte nunca de barro?

d Isabelle se encogi de hombros con un gesto filosfico. Soy pura de corazn. Repelo la mugre. Jace lanz tal risotada que ella lo mir con cara de pocos amigos. 1?l agit los dedos cubiertos de barro en su direccin. Las uas eran medias lunas negras. Mugrienta por dentro y por fuera. Isabelle estaba a punto de replicar cuando el ascensor se detuvo con un chirrido de frenos. Ya es hora de hacer que arreglen esto. coment mientras abr237?a violentamente la puerta. Jace sali tras ella al vestbulo, con ganas ya de desprenderse de la armadura y las armas y darse una ducha caliente. Haba convencido a sus her manastros para que salieran de caza con l, a pesar de que ninguno de ellos se senta totalmente a gusto sabiendo solo ahora que Hodge ya no estaba al l para darles instrucciones. Pero Jace haba deseado la inconsciencia de la lucha, la dura diversin de matar y la distraccin de las herid as. Ellos le haban acompaado, arrastrndose por mugrientos t0?neles de metro abandonados hasta que encontraron al demonio dragonidae y lo mataron. Los tres trabajaron juntos en perfecta sincrona, como siempre lo haban hecho. Jace se baj la cremallera de la cazadora, se la sac y la colg de uno de los ganchos de la pared. Alec se haba sentado en un banco bajo d e madera junto a l, y estaba quitndose las botas cubiertas de barro mientras tarareaba desafinando por lo bajo para hacer saber a Jace que en realid ad no estaba tan molesto. Isabelle se quitaba las horquillas de la larga melena oscura, dejndola caer. Estoy hambrienta dijo. Ojal mam estuviera aqu237? para cocinarnos algo. Es mejor que no est repuso Jace mientras se desabrochaba el cinturn de las armas. Ya nos estara chillando por cmo h emos dejado de sucias las alfombras. En eso tienes razn dijo una voz fra. Jace se volvi? en redondo, con las manos an en el cinturn, y vio a Maryse Lightw ood en la entrada con los brazos cruzados. Maryse llevaba un adusto traje negro de viaje, y los cabellos negros como los de Isabelle, estaban recogidos en una gruesa cola que le colgaba hasta la mitad de la espalda. Sus ojos, de un azul glacial, pasaron raudos sobre los tres j venes como un reflector de rastreo. Mam! Isabelle, recuperando la compostura, corri hacia su madre para abrazarla. Alec se puso en pie y se uni a ellas, intentando ocultar su cojera.rd Jace permaneci donde estaba. Algo en los ojos de Maryse lo haba deja do paralizado cuando su mirada se haba pasado sobre l. Lo que hab7?a dicho no era tan malo, no? Siempre bromeaba sobre su obsesin po r las alfombras antiguas Dnde est pap? pregunt Isabelle, apar tndose de su madre. Y Max? Se produjo una pausa casi imperceptible. Max est en su habitacin contest finalmente Marys e. Y vuestro padre, por desgracia, sigue en Alacante. Haba cierto a sunto all que requera su atencin. Alec, por lo general ms sensible a los estados de nimo que su herman a, pareci vacilar. Todo bien? Yo s que podra preguntarte eso. El tono de su madre er a seco. Cojeas? Bueno Alec menta fatal, as que Isabelle acudi en su rescate, sin alt erarse. Hemos tenido un pequeo roce con un demonio dragonidae en los tneles del metro. Pero no ha sido nada.

hyphpar Y supongo que el Demonio Mayor con el que os enfrentasteis la seman a pasada tampoco fue nada? Incluso Isabelle call ante aquello. Mir a Jace, quin dese que no lo hubiera hecho. Eso no estaba planeado. Jace estaba teniendo problemas para concentrarse. Maryse no le haba saluda do an, no le haba dicho ni hola siquiera, pero segua mir ndole con ojos que eran como dagas azules. Empez a notar una sensaci n de vaco en la boca del estmago, que se iba intensificando. Ella ja ms le haba mirado de ese modo antes, hubiese hecho lo que hubiese he cho. Fue un error Jace? Max, el ms joven de los Lightwood, se col por el lado de Maryse, y e ntr como una exhalacin en la sala, esquivando la mano de su madre, q ue intentaba agarrarle. Has vuelto! Todos habis vuelto. Gir sobre s mismo, sonriendo triunfal a Alec y a Isabelle. Me haba parecido o r el ascensor. Y a m me parece que te dije que te quedaras en tu habitacin u8212?replic Maryse. No lo recuerdo respondi Max, con una seriedad que hizo sonre r incluso a Alec. Max era pequeo para su edad pareca tener unos diecisiete a1?os, pero posea una reservada circunspeccin que, combinada con sus gafas descomunales le proporcionaba el aire de alguien mayor. Alec le al borot los cabellos, pero Max segua mirando a Jace con ojos brillante s. Jace sinti que el fro puo que le estrujaba el estmago se relajaba un poco. Max siempre le haba idolatrado como no lo haca con Alec, probablemente porque Jace era muchsimo ms tolerante con l a presencia del pequeo. He odo que peleaste con un Demonio Mayor dijo Max. 191?Fue formidable? Fue diferente respondi Jace evasivo. Quu233? tal Alacante? Eso s que fue formidable. Vimos las cosas ms fabulosas. Tiene n un arsenal enorme, y me llevaron a algunos de los lugares donde fabrican las a rmas. Tambin me ensearon un modo nuevo de fabricar cuchillos seraf237?n, para que duren ms y voy a intentar conseguir que Hodge me ensee Jace no pudo evitarlo; los ojos se le fueron al instante hacia Maryse con una ex presin incrdula. As que Max no saba lo de Hodge? u191?No se lo haban contado? Maryse vio su expresin, y los labios se le afinaron en una lnea delg ada como un cuchillo. Ya es suficiente, Max orden, y agarr a su hijo menor d el brazo. ste ech la cabeza hacia atrs para mirarla sorprendido.

d Pero estoy hablando con Jace Ya lo veo. Le empuj con suavidad hacia Isabelle. Isab elle, Alec, llevad a vuestro hermano a su habitacin. Jace hab a tensin en la voz de Maryse cuando pronunci su nombre, como si un u225?cido invisible secara las slabas en su garganta, lmpiate y renete conmigo en la biblioteca tan pronto como puedas.hyphpar No lo entiendo intervino Alec, pasando la mirada entre su madre y Jace. Qu es lo que sucede? Jace poda notar que un sudor fro empezaba a correrle por la columnavertebral. Tiene esto que ver con mi padre? pregunt.in Maryse se estremeci dos veces, como si las palabras mi padre h ubiesen sido dos bofetones separados. La biblioteca dijo con los dientes apretados. Discutiremos el asunto all. Lo que ha pasado mientras no estabais no ha sido culpa de Jace int ervino Alec. Todos estuvimos metidos en ello. Y Hodge dijo

d Tambin hablaremos sobre Hodge ms tarde.r Los ojos de Maryse estaban puestos en Max, y el tono de su voz era de advertenci a. Pero madre protest Isabelle, si vas a castigar a Jace , deberas castigarnos a nosotros tambin. Sera lo justo. Todos hemos hecho exactamente lo mismo. No repuso Maryse tras una pausa tan larga que Jace pens que tal vez no iba a decir nada en absoluto. No lo habis hecho.

d Regla nmero uno del anime dijo Simon. Estaba sentado recostado sobre un montn de almoh adones al pie de la cama, con una bolsa de patatas fritas en una mano y el contr ol remoto del televisor en la otra. Llevaba una camiseta negra en la que pon?a I BLOGGED YOUR MOM y unos vaqueros con un agujero en una rodilla. Nunca fastidies a un monje ciego. Lo s respondi Clary tomando una patata frita y remoj225?ndola en el bol de salsa que se mantena en equilibrio sobre la mesilla situada entre ambos. Por algn motivo siempre son luchadores mucho mejores que los monjes que pueden ver. Mir detenidamente la pantall a. Estn bailando esos tipos? Eso no es bailar. Estn intentado matarse el uno al otro. ste es el tipo que es el enemigo mortal del otro tipo, recuerdas? l matu243? a su padre. Por qu tendran que estar bailando?plain Clary mastic la patata y contempl meditabunda la pantalla, en la que unos remolinos de nubes rosas y amarillas ondulaban entre las figuras de dos ho mbres alados, que flotaban el uno alrededor del otro, aferrando cada uno una lan za refulgente. De vez en cuando, uno de ellos hablaba, pero como estaba todo en japons con subttulos en chino, no quedaba demasiado claro.plain El tipo del sombrero inquiri ella. Era el malo? No, el del sombrero era su padre. Era el emperador mgico, y aqu?l era su sombrero de poder. El malo era el de la mano mecnica que habla. Son el telfono. Simon dej la bolsa de patatas y fue a levantar se para contestar. Clary le puso una mano en la mueca.par No. Deja que suene. Pero podra ser Luke. Podra estar llamando desde el hospital.par No es Luke afirm Clary, con mayor seguridad de la que sent237?a. l llamara a mi mvil, no a tu casa.n Simon la mir durante un largo rato antes de volver a dejarse caer en la al fombra junto a ella. Si t lo dices. Ella percibi la duda en su voz, pero tambin el compromiso no pronunciado: Slo quiero que seas feliz. No estaba segura de que feliz fuese precisamente como podra sentirse en esos momentos, con su madre en el hospital enganchada a tubos y mquinas que pitaban, y con Lu ke como zombi, desplomado en la silla de plstico rgido junto a su ca ma. Tampoco preocupndose como se preocupaba todo el tiempo por Jace, ni co giendo el telfono una docena de veces para llamar al Instituto antes de vo lver a colgar el auricular, sin marcar el nmero. Si Jace quera habla r con ella, poda llamar l. Quizs haba sido un error llevarle a ver a Jocelyn. Haba estado tan segura de que si su madre poda or la voz de su hijo, de su prim ognito, se despertara. Pero no lo haba hecho. Jace haba permanecido rgido e incmodo junto a la cama, con el rostro como el d e un ngel pintado, y los ojos vacuos e indiferentes. Finalmente, Clary hab a perdido la paciencia y le haba gritado, y l le haba re spondido tambin con gritos antes de irse hecho una furia. Luke le haba contemplado marcharse con una especie de inters clnico en su exha usto rostro. Es la primera vez que os he visto actuar como hermano y hermana ha ba comentado. Clary no haba contestado. De nada hubiera servido decirle lo mucho que des eaba que Jace no fuese su hermano. No poda arrancarse su propio ADN por mu cho que deseara hacerlo. Por mucho que eso fuera a hacerla feliz. Pero incluso si no poda controlar lo de ser feliz, se dijo, al menos all237?, en casa de Simon, en su dormitorio, se senta cmoda y a gusto. Le conoca el tiempo suficiente como para recordar que tuvo una cama en for ma de camin de bomberos y LEGO amontonados en un rincn de la habitac in. En la actualidad, la cama era un futn con un edredn acolch ado de brillantes listas de colores, que le haba regalado su hermana, y la s paredes estaban empapeladas con psters de grupos de Rock Solid Panda y S tepping Razor. Haba una batera metida en el rincn donde hab7?an estado los LEGO y un ordenador en la otra esquina, la pantalla congelada a n con una imagen de World of Craft. Le resultaba casi tan familiar como estar en su propio dormitor io en su casa que ya no exista, as que al menos esto era lo m ejor que le quedaba. Ms chibis indic Simon pensativo.r Todos los personajes de la pantalla se haban convertido en versiones infan tiles de dos centmetros y medio de s mismos, y se perseguan un os a otros agitando cacerolas y sartenes. Voy a cambiar el canal anunci Simon, cogiendo el mando. Estoy harto de este anime. No tengo ni idea de cul es el argumento y nunca se acuesta nadie c on nadie. Por supuesto que no lo hacen dijo Clary mientras coga otra p atata frita. El anime es una diversin familiar sana. Si ests de humor para una diversin menos sana, podramos probar los canales porno coment Simon. Prefieres ver Las brujas del pecho ardiente o Acostndome con Dianne? Dame eso! Clary intent agarrar el mando, pero Simon, riendo entre dientes, ya hab7?a cambiado a otro canal. Las carcajadas se interrumpieron bruscamente. Clary alz los ojos sorprendi da y le vio contemplando el televisor con mirada vacante. Daban una vieja pel7?cula en blanco y negro: Drcula. Ella ya la haba visto, con su madre. Bela Lugosi, delgado yplido, apareca en la pantalla envuelto en la familiar capa del cuel lo alzado, los labios abiertos en una mueca que dejaba ver sus afilados colmillo s. Nunca bebo vino salmodi con su fuerte acento bl garo. Me encanta que las telaraas estn hechas de gomacomentu243? Clary, intentando quitarle importancia. Se ve claramente.plain Pero Simon ya se haba puesto en pie, dejando caer el mando sobre la cama.par Vuelvo en seguida musit. Tena el rostro del color del cielo invernal justo antes de llover. Clary l e contempl marchar, mordindose el labio con fuerza; era la primera v ez desde que su madre estaba en el hospital que reparaba en que quizs Simo n tampoco se senta demasiado feliz. Mientras se secaba el cabello con una toalla, Jace contempl su reflejo en el espejo con una mueca burlona. Una runa curativa se haba ocupado de las peores magulladuras, pero no haba servido de nada para las sombras que ten a bajo los ojos ni para las tensas lneas de las comisuras de los lab ios. Le dola la cabeza y se senta ligeramente mareado. Saba qu e debera haber comido algo esa maana, pero se haba despertado con nuseas y jadeando por culpa de las pesadillas, sin querer parar para c omer, deseando tan slo la libertad de la actividad fsica, quemar sus sueos con cardenales y sudor. Arroj la toalla a un lado y pens con nostalgia en el dulce t n egro que Hodge sola preparar con las flores que se abran de noche en el invernadero. Este t le eliminaba las punzadas del hambre y le proporci onaba una rpida oleada de energa. Desde la muerte de Hodge, Jace hab a intentado hervir las hojas de las plantas en agua, para ver si pod a obtener el mismo efecto, pero el nico resultado fue un lquido amar go con regusto a ceniza que le provoc arcadas. Descalz, entr silenciosamente en el dormitorio y se puso unos vaquer os y una camiseta limpia. Se ech hacia atrs los hmedos cabello s rubios, frunciendo el ceo. Los llevaba demasiado largos y le caan sobre los ojos; algo sobre lo que seguro que Maryse le regaara. Siem pre lo haca. Tal vez no fuera el hijo biolgico de los Lightwood, per o lo trataba como uno desde que lo haban adoptado a los diez aos, tr as la muerte de su propio padre. La supuesta muerte, se record Jace, mientras aquella sensacin de vaco en las tripas resurga otra vez. Durante los ltimos das, se haba sentido como una ca labaza ahuecada de Halloween, como si le hubiesen arrancado las tripas con un te nedor y las hubieran arrojado a la basura mientras segua con una amplia so nrisa fija en su rostro. A menudo se preguntaba si algo de lo que haba cre do sobre su vida, o sobre s mismo, habra sido alguna vez verda d. Haba pensado que era hurfano: no lo era. Haba pensando que era hijo nico: tena una hermana. Clary. El dolor regres, ms fuerte. Lo reprimi. Sus ojos fueron a posarse en el pedazo de espejo roto que descansaba sobre el tocador, reflejan do an ramas verdes y un diamante de cielo azul. Ahora era casi el crep?sculo en Idris: el cielo estaba oscuro como el cobalto. Atragantndose co n la sensacin de vaco, se calz violentamente las botas y se ma rch escaleras abajo hacia la biblioteca. Mientras descenda con un repiqueteo de tacones por los peldaos de pi edra, se pregunt qu era exactamente lo que Maryse querra decir le a solas. Le haba mirado como si quisiera armarse de valor y abofetearle . Ni recordaba la ltima vez que ella le haba puesto la mano encima. Los Lightwood no eran partidarios del castigo corporal; todo un cambio a ser edu cado por Valentine, que haba ideado toda clase de castigos dolorosos para fomentar la obediencia. La piel de cazador de sombras de Jace siempre se hab?a curado, cubrindolo todo excepto las peores seales. En los d?as y semanas que siguieron a la muerte de su padre, Jace recordaba haberse regi strado el cuerpo en busca de cicatrices, de alguna manera que fuera un recuerdo, un recordatorio que lo atara fsicamente a la memoria de su padre.

d Lleg a la biblioteca y llam una vez antes de empujar la puerta para abrirla. Maryse estaba all, sentada en el viejo silln de Hodge junto al fuego. La luz penetraba a raudales a travs de las ventanas altas, y Ja ce pudo verle algunas canas en el pelo. Sostena un vaso de vino tinto, y h aba una licorera de cristal tallado sobre la mesa, a su lado.in Maryse dijo Jace. Ella se sobresalt un poco, derramando algo de vino. Jace. No te o entrar. l no se movi. Recuerdas aquella cancin que les cantabas a Isabelle y a Alec cuando eran pequeos y tenan miedo de la oscuridad, para que se durmieran? Maryse pareci desconcertada. De qu ests hablando? Sola escucharte a travs de las paredes contest u233?l. El dormitorio de Alec estaba junto al mo.phpar Ella no dijo nada. Era en francs sigui Jace. La cancin.pard No s por qu recuerdas algo as. Le mir como si le acusara de algo. A m nunca me la cantaste. Hubo una pausa apenas perceptible. Ah, t dijo Maryse luego. T nunca tuviste miedo a la oscuridad. Qu clase de nio de diez aos no le tiene nunca mie do a la oscuridad? La mujer enarc las cejas. Sintate, Jonathan le orden. Ahora.in Justo lo bastante despacio como para irritarla, Jace cruz la habitacin y se dej caer en uno de los sillones orejeros que haba junto al e scritorio. Preferira que no me llamaras Jonathan. Por qu no? Es tu nombre. Maryse le contempl pens ativa. Cunto hace que lo sabes? Saber qu? No seas estpido. Sabes exactamente lo que te estoy preguntando. 12?Hizo girar el vaso en los dedos. Cunto hace que sabes que Valentine es tu padre? Jace consider y desech varias respuestas. Por lo general con Maryse poda salirse con la suya hacindola rer. l era una de las nicas personas en el mundo que podan hacerla rer.ain Ms o menos el mismo que t. Maryse neg lentamente con la cabeza. No me lo creo. Jace se irgui muy tieso en su asiento. Tena los puos apretados all donde descansaban sobre los brazos del silln. Pudo verse un lev e temblor en los dedos y se pregunt si lo haba tenido alguna vez ant es. No lo crea. Sus manos haban sido tan firmes como el latido de su corazn. No me crees? Oy la incredulidad de su propia voz y se estremeci por dentro. Desde luego que ella no le crea. Eso haba sido evidente desde el momento en que haba llegado a casa. No tiene sentido, Jace. Cmo podas no saber quin e ra tu padre? Me dijo que era Michael Wayland. Vivamos en la casa de campo de los Wayland Un buen detalle se dijo Maryse. Y tu nombre? 191?Cul es tu autntico nombre? T sabes mi autntico nombre. Jonathan Christopher. Saba que se era el nombre del hijo de V alentine. Saba que Michael tena un hijo que tambin se llamaba Jonathan. Es un nombre muy comn entre los cazadores de sombras y ja ms me extra que lo compartieran, y en cuanto al segundo nombre del hijo de Michael, nunca se lo pregunt. Pero ahora no puedo evitar preg untrmelo. Cul era el autntico segundo nombre del hijo de Michael Wayland? Cunto tiempo haba estado planeando Valentine lo que iba a hacer? Desde cundo saba que iba a asesinar a Jon athan Wayland? Se interrumpi con los ojos clavados en Jace8212?. Jams te pareciste a Michael, sabes? sigui . Pero a veces los hijos no se parecen a sus padres. Nunca lo pens antes. Pero ahora puedo ver a Valentine en ti. El modo en que me miras. Ese desaf o. No te importa lo que diga, verdad? Pero s le importaba. Lo que s haca muy bien era asegurarse de que ella no se diera cuenta. Y habra alguna diferencia si me importara?hpar Maryse dej el vaso sobre la mesa. Estaba vaco.r Y respondes a las preguntas con ms preguntas para confundirme, como siempre haca Valentine. Quizs debera haberlo sabido. Quizs nada. Soy exactamente la misma persona que he sido durante lo s ltimos siete aos. Nada ha cambiado en m. Si no te record? a Valentine entonces, no veo por qu debera recordrtelo ahor a. Maryse apart la mirada de l como si no soportara mirarle directament e. Pero sin duda, cuando hablbamos sobre Michael, tenas que sabe r que no podamos estar refirindonos a tu padre. Las cosas que dec7?amos sobre l jams podran haberse dicho de Valentine.rd Decais que era un buen hombre. La clera se retorci? en su interior. Un cazador de sombras valiente. Un padre amante. Me pa reca bastante exacto. Qu hay de las fotografas? Debes de haber visto fotograf as de Michael Wayland y comprendido que no era el hombre al que llamabas p adre. Se mordi el labio. Aydame con esto, Jace.rd Todas las fotografas se destruyeron con el Levantamiento. Eso es lo que vosotros me dijisteis. Ahora me pregunto si no sera porque Valentine las hizo quemar para que nadie supiese quin estaba en el Crculo. Jam s he tenido una fotografa de mi padre respondi Jace, y se pregunt si sonara tan resentido como se senta.in Maryse se llev una mano a la sien y se la masaje como si le doliera la cabeza. No puedo creer esto dijo para s. Es de locos.

d Entonces no lo creas. Creme a m replic Jace, y sinti que el temblor de las manos le aumentaba. Ella dej caer la mano. No piensas que quiero hacerlo? inquiri, y por un momen to l oy en su voz el eco de la Maryse que haba entrado en su d ormitorio una noche cuando l tena diez aos y tena la vis ta fija en el techo sin una lgrima, pensando en su padre, y que se haba sentado junto a su cama hasta que l se haba dormido, just o antes del amanecer. Yo no lo saba repiti Jace. Y cuando me pidi? que regresara con l a Idris, dije no. Es que no cuenta eso?ard Ella volvi la cabeza para mirar otra vez la licorera, como si pensara en t omar otra copa, luego pareci desechar la idea. Ojal lo hiciera dijo. Pero existen tantas razones por las que tu padre podra querer que permanecieras en el Instituto En lo que respecta a Valentine, no puedo permitirme confiar en nadie que haya esta do bajo su influencia. Tambin t estuviste bajo su influencia replic Jac e, y lo lament al instante al ver la expresin que apareci por un momento en el rostro de Maryse. Yo le repudi dijo ella. Lo has hecho t? u191?Podras hacerlo? Sus ojos azules eran del mismo color que los d e Alec, pero Alec jams le haba mirado as. Dime que le o dias, Jace. Dime que odias a ese hombre y a todo lo que representa.in Transcurri un instante, y otro, y Jace, bajando la vista, vio que tena los puos tan apretados que los nudillos se le destacaban, blancos y dur os como las espinas en la columna vertebral de un pez. No puedo. Maryse aspir profundamente. Por qu no? Por qu no puedes decir t que confas en m? H e vivido contigo casi la mitad de mi vida. Deberas conocerme bien.

d Suenas tan sincero, Jonathan. Siempre lo has hecho, incluso cuando eras u na criatura que intentaba cargarle las culpas a Isabelle o a Alec por algo que h aba hecho mal. Slo he conocido a una persona en mi vida que pudiera resultar tan persuasiva como t. Jace sinti un sabor a cobre en la boca. Te refieres a mi padre. Para tu padre nicamente existan dos clases de personas en el mundo continu ella: las que estaban a favor del Crculo y las que estaban en su contra. Las segundas eran enemigas, y las primeras, arm as de su arsenal. Le vi intentar convertir a cada uno de sus amigos, incluso a s u propia esposa, en una arma para la Causa, y quieres hacerme creer que no habra hecho lo mismo con su propio hijo? Neg con la cabeza8212?. Lo conoc muy bien.Por primera vez, Maryse le mir con m s tristeza que ira. Eres una flecha disparada directamente al coraz n de la Clave, Jace. Eres la flecha de Valentine. Tanto si lo sabes como s i no. Clary cerr la puerta del dormitorio en el que atronaba el televisor y fue en busca de Simon. Lo encontr en la cocina, inclinado sobre el fregadero y con el agua corriendo. Tena las manos apoyadas en el escurridero.

d Simon? La cocina era de un amarillo brillante y alegre, con las paredes decoradas con d ibujos enmarcados en tiza y lpiz que Simon y Rebecca haban hecho en la escuela primaria. Rebecca tena cierto talento para el dibujo, se pod7?a ver, pero en los dibujos de Simon las personas parecan parqumet ros con mechones de pelo. l no alz la vista, aunque ella se dio cuenta, por el modo en que se le tensaban los msculos de los hombros, de que la haba odo. Se acerc al fregadero y le puso una mano suavemente sobre la espalda. A trav s de la camiseta de fino algodn not los marcados nudos de la c olumna vertebral y se pregunt si habra perdido peso. No poda s aberlo mirndole, pues mirar a Simon era como mirar en un espejo, cuando se vea a alguien todos los das, no siempre se podan notar los pe queos cambios en el aspecto exterior. Ests bien? l cerr el grifo con un violento movimiento de mueca.plain Claro. Estoy perfectamente. Clary le puso un dedo en el lado de la barbilla y le hizo volver el rostro hacia ella. Sudaba, y los oscuros cabellos que le descansaban sobre la frente se le p egaban a la piel, a pesar de que el aire que entraba por la ventana medio abiert a de la cocina era fresco. No tienes buen aspecto. Ha sido la pelcula?phpar l no contest. Lo siento. No debera haberme redo, es slord No recuerdas? La voz de Simon son ronca.n Yo Clary dej que su voz se apagara.phpar Al rememorarla, aquella noche pareca como una larga nebulosa de carreras, de sangre y sudor, de sombras atisbadas en entradas, de caer por el espacio. Rec ord los rostros blancos de los vampiros, como recortables de papel contras tando con la oscuridad, y record a Jace sujetndola, gritndole con voz ronca al odo. No mucho. Es algo borroso. La mirada de Simon se apart veloz de ella y luego regres.lain Te parezco distinto? pregunt. Clary alz los ojos hacia l. Los de Simon eran del color del caf solo, no realmente negros, sino de un marrn clido e intenso sin un a traza de gris o avellana. Pareca distinto? Quizs hubiera un toque extra de seguridad en su porte desde el da en que haba matado a Abbadon, el Demonio Mayor; pero tambin tena cierto aire de cautela , como si esperara o estuviera pendiente de algo. Haba notado lo mismo en Jace. Quizs slo fuera la conciencia de la mortalidad. Sigues siendo Simon. l entrecerr los ojos como si se sintiera aliviado, y cuando las pest aas descendieron, ella vio lo angulosos que se le vean los pmu los. S que haba perdido peso, se dijo, y estaba a punto de mencionar lo cuando l se inclin y la bes. Le sorprendi tanto el contacto de la boca de Simon en la suya que se quedu243? rgida, agarrndose al borde de la escurridera para sostenerse. Lo que no hizo, de todos modos, fue apartarle, y Simon, tomando aquello como una muestra de nimo, le desliz la mano tras la cabeza e intensific el beso, separndole los labios con los suyos. La boca del muchacho era s uave, ms suave de lo que haba sido la de Jace, y la mano que la suje taba el cuello era clida y tierna. Saba a sal.r Clary dej que los ojos se le cerraran y, por un momento, flot aturdi damente en la oscuridad y el calor, sintiendo cmo los dedos de Simon se mo van por sus cabellos. Cuando el estridente timbre del telfono se abr i paso a travs de la neblina que la envolva, Clary dio un salto atrs como si l la hubiera apartado de un empujn. Se miraron fijamente el uno al otro durante un instante, en turbulenta confusin, como dos personas que de improviso se encuentran transportadas a un paisaje desconoc ido en el que nada resulta familiar. Simon fue el primero en apartarse y alargar la mano hacia el telfono, que colgaba de la pared junto al especiero. Diga. Su voz sonaba normal, pero el pecho le ascenda y descenda veloz. Le tendi el auricular a Clary. Es para ti. Clary cogi el telfono. Todava notaba el martilleo del coraz3?n en la garganta, como las alas en movimiento de un insecto atrapado bajo la piel. Es Luke, que llama del hospital. Algo le ha sucedido a mi madre. Trag saliva. Luke? Eres t? No. Soy Isabelle. Isabelle? Clary alz los ojos y vio que Simon la observaba, apoyado en el fregadero. El rubor de las mejillas le haban desaparecido. Por qu ests quiero decir, qu sucede?ard Haba un hipido en la voz de la otra muchacha, como si hubiera estado llora ndo. Est Jace ah? Clary incluso apart el auricular para poder contemplarlo fijamente antes d e volvrselo a colocar en la oreja. Jace? No. Por qu tendra que estar aqu?pard El susurro de Isabelle reson por la lnea telefnica igual que u n jadeo. Se ha ido.

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LA LUNA DEL CAZADOR

Maia nunca haba confiado en los chicos guapos, motivo por el que odi a Jace Wayland la primera vez que puso los ojos en l.par Su hermano gemelo, Daniel, haba nacido con la piel color miel y los enorme s ojos oscuros de su madre, y haba resultado ser la clase de persona que p ega fuego a las alas de las mariposas para contemplar cmo arden y mueren m ientras vuelan. Tambin la haba atormentado a ella, de modos peque1?os y nimios al principio, pellizcndola all donde los moretones no se veran, cambiando el champ de su botella por leja. Ella hab a acudido a sus padres, pero no la haban credo. Nadie lo habru237?a hecho, mirando a Daniel; haban confundido la belleza con la inocenc ia y la bondad. Cuando le rompi el brazo en noveno, ella huy de casa , pero sus padres la llevaron de vuelta. En dcimo, a Daniel lo atropell3? un conductor que lo mat en el acto y se dio a la fuga. Al lado de sus padres junto a la tumba, Maia se haba sentido avergonzada por el abrumador alivio que senta. Dios, se dijo, sin duda la castigara por alegrars e de que su hermano hubiese muerto. Al ao siguiente, l lo hizo. Maia conoci a Jordan. Cabello larg o y oscuro, delgadas caderas en unos vaqueros desgastados, camisetas de rockero indie y pestaas como las de una chica. Jams se le ocurri quefuera a interesarse por ella; los de su tipo, por lo general, prefieren a las ch icas plidas y flacuchas con gafas a la ltima, pero a l pareciu243? gustarle su figura rellenita. Entre un beso y otro le dijo que era hermosa . Los primeros meses fueron como un sueo, los ltimos como una pesadi lla. Se volvi posesivo, dominante. Cuando se enojaba con ella, gru237?a y le soltaba un guantazo en la mejilla con el dorso de la mano, dejn dole una marca como si tuviera demasiado colorete. Cuando intent romper co n l, la empuj y la tir al suelo en su propio patio delantero, antes de que ella corriera adentro y cerrara la puerta de un golpe.in Ms tarde, hizo que la viera besando a otro chico, slo para que queda ra claro que todo haba terminado entre ellos. Ya ni siquiera recordaba el nombre de aquel chico. Lo que s recordaba era ir andando a casa aquella no che, con la lluvia cubrindole los cabellos de delicadas gotitas, y el barr o salpicndole las perneras de los pantalones, mientras atajaba por el parq ue cercano a casa. Recordaba a la figura oscura que haba salido como una e xhalacin de detrs del tiovivo de metal, el salvaje dolor mientras aq uellas mandbulas se le cerraban sobre la garganta. Haba chillado y f orcejeado, con el sabor de su propia sangre en su boca, y el cerebro aullando: u171?Esto es imposible. Imposible. No haba lobos en Nueva Jersey, no en su vecindario, no en el siglo XXI. Los gritos hicieron que aparecieran luces en las casas cercanas, encendind ose una tras otra igual que cerillas. El lobo la solt, y de las fauces le colgaban hilos de sangre y carne desgarrada. Veinticuatro puntos de sutura ms tarde, Maia estaba de vuelta en su dormit orio rosa, con su madre revoloteando a su alrededor ansiosamente. El doctor de u rgencias haba dicho que el mordisco pareca el de un perro grande, pe ro Maia saba bien lo que era. Antes de que el lobo se hubiera vuelto para huir, haba odo a una ardiente y familiar voz que la susurraba al o237?do. Ahora eres ma. Siempre sers ma. Nunca volvi a ver a Jordan; l y sus padres haban desmontado su piso y se haban mudado. Ninguno de sus amigos saba o quiso admitir que saba adnde se haban ido. Slo se sorprendi a me dias la siguiente luna llena, cuando empezaron los dolores: dolores desgarradore s que le recorrieron las piernas de arriba abajo, obligndola a caer al sue lo, y le doblaron la columna vertebral como un mago doblara una cuchara. C uando los dientes se le cayeron de golpe de las encas y tintinearon contra el suelo como canicas derramadas, se desmay. O crey que lo haba hecho. Despert a kilmetros de distancia de su casa, desnuda y cub ierta de sangre, con la cicatriz del brazo palpitando como un corazn. Aque lla noche salt al tren que iba a Manhattan. No fue una decisin dif237?cil. Si ya era bastante malo ser birracial en un vecindario conservador, a s aber qu le haran a una mujer lobo. No le result complicado encontrar una manada a la que unirse. Haba v arias de ellas slo en Manhattan. Acab con la manada del centro, los que dorman en la vieja comisara de Chinatown. Los lderes de la manada podan cambiar. Primero haba sido Kito, luego Vronique, luego Gabriel y ahora Luke. Le haba gustado mucho G abriel, pero Luke era mejor. Tena un aspecto que inspiraba confianza y uno s afectuosos ojos azules; tampoco era demasiado apuesto, as que no le disg ust ya de entrada. Maia se senta muy a gusto all con la manada , durmiendo en la vieja comisara y jugando a las cartas, comiendo comida c hina las noches que la luna no estaba llena y cazando por el parque cuando s? lo estaba, y luego bebiendo, para eliminar la resaca del Cambio, en La Luna d el Cazador, uno de los mejores bares clandestinos para hombres lobo. Haba cerveza a raudales, y nadie te peda nunca el carnet para ver si tena s menos de veintin aos. Ser un licntropo te haca crecerdeprisa, y mientras te salieran pelos y colmillos una vez al mes, no haba inconveniente para que bebieras en La Luna, tuvieras la edad que tuvieras en a241?os mundanos. ltimamente, ya apenas pensaba en su familia, pero cuando el chico rubio de l abrigo largo negro entr todo digno en el bar, Maia se qued r gida. No se pareca a Daniel, no exactamente, Daniel haba tenido cabe llos oscuros que se le enroscaban cerca del cogote, y la piel color miel; en cam bio este chico era todo blanco y dorado. Pero tenan la misma clase de cuer po, delgado; el mismo modo de andar, como una pantera en busca de presa, y la mi sma total seguridad en la propia atraccin. Apret la mano convulsivam ente alrededor de la copa y tuvo que recordarse: Est muerto. Daniel est muerto. Tras la llegada del muchacho, un torrente de murmullos recorri rpida mente el bar, como la espuma de una ola salpicando desde la popa de un barco. El muchacho hizo como si no notara nada, arrastr hacia s un taburete d e la barra con un pie calzado en una bota y se acomod en l con los c odos sobre la barra. En el silencio que sigui a los murmullos, Maia le oyu243? pedir malta sin mezclar y le vio engullir la mitad de la copa en un diestr o movimiento de mueca. El licor tena el mismo color dorado oscuro de su pelo. Cuando alz la mano para dejar el vaso sobre la barra, Maia vio l as gruesas Marcas negras enroscadas de las muecas y el dorso de las manos. Bat, el tipo sentado junto a ella y con quien haba salido en una ocasi?n, aunque ahora slo eran amigos, mascull algo por lo bajo que sonu243? como nefilim. As que es eso, pens Maia. El muchacho no era un hombre lobo. Era un cazador de sombras, un miembro de la p olica secreta del mundo arcano. Mantena la ley, respaldados por la C lave, y no podas llegar a ser uno de ellos. Haba que nacer. La sangr e los converta en lo que eran. Corran un montn de rumores sobr e ellos, la mayora nada halagadores: eran soberbios, orgullosos y crueles; menos preciaban a los subterrneos. Haba pocas cosas que a un lic5?ntropo le gustaran menos que un cazador de sombras, tal vez slo un vampiro. La gente tambin deca que los cazadores de sombras mataban demonios. Maia recordaba la primera vez que haba odo que los demonios exist7?an y que le haban contado lo que hacan. Le haban producido dolor de cabeza. Los vampiros y los hombres lobos slo eran personas con un a enfermedad, eso lo comprenda, pero esperar que creyera en todas aq uellas estupideces sobre el cielo y el infierno, los demonios y los ngeles , y an as que nadie fuera capaz de decirle con seguridad si haba un Dios o no, a dnde iba uno cuando se mora? No era justo. Ahora crea en los demonios, haba visto suficiente de lo que hacan pa ra ser incapaz de negarlo, pero deseaba no haber tenido que hacerlo.ain Supongo dijo el muchacho, apoyando los codos sobre la barra que no sirven Bala de Plata aqu. Demasiadas asociaciones penosas? u8212?Los ojos le brillaron, entrecerrados y relucientes como la luna en cuarto creciente. El camarero, Freaky Pete, se limit a echar una mirada al chico y mene la cabeza con desagrado. Si el chico no hubiese sido un cazador de sombras, im agin Maia, Pete lo habra arrojado fuera de La Luna, pero se limit3? a irse al otro extremo de la barra y dedicarse a sacar brillo a los vasos.ar En realidad dijo Bat, que era incapaz de mantenerse al margen en n ada, no la servimos porque lo cierto es que es una porquera de cerv eza. El muchacho volvi su reluciente mirada hacia Bat, y sonri encantado. La mayora de las personas no sonrean encantadas cuando Bat las mira ba con aquella mirada especial suya: Bat meda metro noventa y ocho y ten237?a una gruesa cicatriz que le desfiguraba la mitad del rostro, all dond e el polvo de plata le haba quemado la carne. Bat no era uno de los que se quedaban a pasar la noche con la manada que viva en la comisara y d orma en las viejas celdas. Tena su propio apartamento, incluso un em pleo. Haba sido un novio bastante bueno, hasta el momento en que hab a plantado a Maia por una bruja pelirroja llamada Eve, que viva en Yonkers y tena una tienda de quiromancia en su propio garaje.par Y t que ests bebiendo? inquiri el muchacho , acercando tanto el rostro a Bat que fue como un insulto. Un c?ctel Luna Llena bueno, lo que os gusta a todos? Te crees que eres muy gracioso. El resto de la manada se inclinaba para escucharlos, listos para respaldar a Bat si ste decida partirl e la cara al odioso cro de un puetazo, no es cierto?r Bat dijo Maia. Se pregunt si ella era el nico miembro de la manada que dudaba de la capacidad de Bat para partirle la cara al cr o de un puetazo. No es que dudara de Bat, pero haba algo en los ojos del muchacho que la inquietaba. Djalo. Bat no le hizo el menor caso. Contesta. Quin soy yo para negar lo evidente? los ojos del mucha cho resbalaron sobre Maia como si fuese invisible y regresaron a Bat. 1?Supongo que no te gustara contarme que le pas a tu cara? Parece8230? Entonces le dijo algo a Bat en una voz tan baja que Maia no lo oy. Lo sigu iente que sta vio fue que Bat le lanzaba al muchacho un puetazo que le habra hecho pedazos la mandbula, slo que el chico ya no est aba all. Estaba de pie a un buen metro y medio de distancia, riendo, mient ras el puo de Bat alcanzaba su abandonado vaso y lo enviaba volando por la barra hasta chocar contra la pared del fondo, donde cay una lluvia de fra gmentos de cristal. Antes de que Maia pudiera pestaear siquiera, Freaky Pete ya haba sal ido de la barra y tena el enorme puo cerrado sobre la camisa de Bat. Ya es suficiente dijo Pete. Bat, por qu no das un paseo para tranquilizarte? Bat se retorci para soltarse de Pete. Dar un paseo? Has odo S. La voz de Pete era queda. Es un cazador de sombras . Sal a tranquilizarte, cachorro. Bat lanz una palabrota y se apart bruscamente del camarero. Se fue a grandes zancadas hacia la salida, con los hombros agarrotados por la ira. La pu erta se cerr ruidosamente a su espalda. El muchacho haba dejado de sonrer y observaba a Freaky Pete con una especie de oscuro resentimiento, como si el camarero se hubiese llevado el jugue te con el que l tena intencin de jugar. Eso no era necesario dijo, puedo cuidarme solo.ain Pete contempl al cazador de sombras. Es mi bar lo que me preocupa repuso por fin. Tal vez ser7?a conveniente que te fueras con tus asuntos a otro lugar, cazador de sombras, si no quieres tener problemas. No dije que no quisiera tener problemas. El muchacho volvi a sentarse en el taburete. Adems, no he acabado mi copa.ain Maia ech una ojeada detrs de ella, donde la pared del bar estaba emp apada de alcohol. A m me parece que s dijo ella. Por un segundo, el muchacho se qued inexpresivo, luego una curiosa chispa de diversin ilumin sus ojos dorados. En ese momento, se pareca tanto a Daniel que Maia quiso echarse hacia atrs. Pete le puso otro vaso de lquido ambarino sobre la barra antes de que el m uchacho pudiera responder. Aqu tienes dijo. Sus ojos se clavaron en Maia, censurn dola. Pete empez a decir. No lleg a terminar. La puerta del bar se abri de golpe, y Bat aparec i en la entrada. Maia necesit un momento para darse cuenta de que la pechera de su camisa y las mangas estaban empapadas de sangre.yphpar Se baj del taburete y corri hacia l. Bat! Ests herido? El rostro del hombre estaba gris, y la plateada cicatriz le resaltaba en la meji lla igual que un pedazo de alambre retorcido. Un ataque respondi Bat. Hay un cuerpo en el callej3?n. Un chaval muerto. Hay sangre por todas partes. Sacudi la cabeza y baj los ojos para mirarse. No es mi sangre. Estoy bien. Un cuerpo? Pero quin La respuesta de Bat qued ahogada en la conmocin. Los asientos quedar on vacos mientras la manada marchaba en tropel hacia la puerta. Pete saliu243? de detrs de la barra y se abri paso a travs del gent?o. nicamente el muchacho cazador de sombras permaneci donde estaba , con la cabeza inclinada sobre su bebida. A travs de la gente amontonada alrededor de la puerta, Maia pudo ver fugaz mente el pavimento del callejn, salpicado de sangre. Estaba todava h meda y se haba escurrido entre las grietas del pavimento como los za rcillos de una planta roja. La garganta cortada? deca Pete a Bat, que haba r ecuperado el color. Como Haba alguien en el callejn. Alguien arrodillado sobre l explic Bat con voz tensa. No como una persona como u na sombra. Salieron huyendo al verme. l estaba todava vivo. Moribund o. Me inclin sobre l, pero Se encogi de hombros; fue un movimiento espontneo, pero las venas del cuello le sobresala n como gruesas races envolviendo el tronco de un rbol. Muri243? sin decir nada. Vampiros exclam una hembra rolliza de licntropo llamad a Amabel que estaba junto a la puerta. Los Hijos de la Noche. No puede ha ber sido otra cosa. Bat la mir, luego se volvi y cruz majestuoso la estancia en di reccin a la barra. Agarr al cazador de sombras por la espalda de la cazadora o alarg la mano como si sa fuese su intencin, pero el muchacho estaba ya de pie, volvindose hacia l.n Qu problema tienes, hombre lobo? La mano de Bat segua extendida. Ests sordo, nefilim? gru. Hay un chico muerto en el callejn . Uno de los nuestros. Te refieres a un licntropo o a alguna otra clase de subterr225?neo?;El muchacho alz las cejas rubias. Todos me parec3?is iguales. Son un rugido sordo procedente de Freaky Pete, advirti Maia c on cierta sorpresa. ste haba vuelto a entrar en el bar y estaba rodeado por el resto de la manada, todos los ojos estaban fijos en el cazador de som bras. Slo era un cachorro dijo Pete. Se llamaba Joseph. El nombre no le son a Maia, pero vio lo apretadas que tena Pete las mandbulas y sinti un aleteo en el estmago. La manada estaba en pie de guerra ahora, y si el cazador de sombra tena algo de sentido com250?n, empezara a dar marcha atrs como loco. Pero no. Se limitaba a permanecer all de pie, mirndolos con aquellos ojos dorados y aquella sonrisa curiosa en el rostro. Un muchacho licntropo? pregunt.yphpar Era un miembro de la manada replic Pete. Slo te na quince aos. Y exactamente qu esperas que haga yo? inquiri el muchacho. Pete le mir fijamente, incrdulo. Eres nefilim respondi. La Clave nos debe proteccin en esta s circunstancias. El muchacho pase la mirada por el bar, lentamente y con tal insolencia que el rostro de Pete comenz a enrojecer. No veo nada de lo que necesitis protegeros replic el m uchacho. Excepto de una decoracin ms bien fea y un posible pr oblema de moho. Pero, por lo general, eso se puede eliminar con leja.pard Hay un cuerpo sin vida ante la puerta de este bar insisti Ba t, vocalizando cuidadosamente. No crees que Creo que es demasiado tarde para que l necesite proteccin 12?replic el muchacho, si ya est muerto.par Pete segua mirndole de hito en hito. Las orejas se le haban vu elto puntiagudas, y cuando habl, la voz qued ahogada por unos canino s cada vez ms grandes. No te pases, nefilim dijo. No te pases. El muchacho le mir con ojos opacos. Me estoy pasando? No vas a hacer nada? pregunt Bat. De verd ad? Me voy a terminar la copa contest l, mirando el vaso m edio vaco que segua sobre el mostrador, si me dejis.r As que esta es la actitud de la Clave, una semana despu s de los Acuerdos? pregunt Pete con repugnancia. La mu erte de los subterrneos no significa nada para vosotros?phpar El muchacho sonri, y Maia sinti un cosquilleo en la espalda. Ten?a exactamente la misma expresin que Daniel justo antes de que le arranca ra las alas a una mariquita. Qu tpico de los subterrneos replic el much acho esperar que la Clave limpie vuestra porquera por vosotros. Com o si fuese de nuestra incumbencia el que algn jovenzuelo estpido dec idiera esparcirse a s mismo en forma de pintada por todo vuestro callej3?n Antes de que nadie ms pudiera moverse, Bat se abalanz sobre el cazad or de sombras; pero el muchacho ya no estaba all. Bat dio un traspi y se volvi en redondo, con los ojos desorbitados. La manada lanz una exclamacin ahogada. Maia se qued boquiabierta. El cazador de sombras estaba sobre la barra, co n los pies bien separados. Realmente pareca un ngel vengador disponi ndose a impartir justicia divina desde lo alto, como se supona deb237?an hacer los cazadores de sombras. Entonces alarg una mano y cerr los dedos, rpidamente, en un gesto que ella conoca desde el patio del colegio como Ven y cgeme, y la manada se abalanz sob re l. Bat y Amabel treparon a la barra, el muchacho se volvi hacia ellos tan dep risa que su reflejo en el espejo de detrs de la barra fue borroso. Maia le vio lanzar una patada, y a continuacin los dos licntropos estaban g imiendo en el suelo bajo una cascada de cristales rotos. Oy que el muchach o rea mientras otra persona alzaba la mano y tiraba de l hacia abajo ; el cazador de sombras se sumergi en la multitud con una facilidad que in dicaba buena disposicin. Luego ya no pudo verle, perdido en medio de un ma remgnum de brazos y piernas en movimientos. Con todo, le pareci que poda orle rer, incluso a la vez que centelleaba el metal, el f ilo de un cuchillo, y se oa a s misma inspirar violentamente.rd Ya es suficiente. Era la voz de Luke, sosegada, firme como un latido. Era extrao como siempr e se reconoca la voz del lder de la manada. Maia volvi la cabe za y le vio justo en la entrada del bar, con una mano apoyada en la pared. No pa reca simplemente cansado, sino deshecho, como si algo le estuviera demolie ndo desde dentro; con todo, la voz era serena cuando volvi a hablar.ard Ya es suficiente. Dejad en paz al chico. Inmediatamente la manada se separ del cazador de sombras, dejando sl o a Bat de pie all, desafiante, con una mano sujetando an la parte p osterior de la camiseta del cazador de sombras y la otra empuando un cuchi llo de hoja corta. El muchacho tena el rostro ensangrentado, pero no parec a precisamente alguien que necesitara que lo salvasen; sonrea con un a mueca tan peligrosa como el cristal roto que cubra el suelo.ain No es un chico replic Bat. Es un cazador de sombras.par Son bienvenidos aqu repuso Luke con tono neutral. Son nuestros aliados. Dijo que no le importaba insisti Bat enfurecido. Lo d e Joseph Lo s indic Luke en voz queda, y sus ojos se desviaron hacia el muchacho rubio, has venido aqu slo para buscar pelea, Jace Wayland? El muchacho, Jace, sonri, tensando el labio partido de modo que un hilillo de sangre le corri por la barbilla. Luke. Bat, sobresaltando al or el nombre de pila de su lder de la boca del cazador de sombras, solt la parte posterior de la camiseta de Jace.ard No saba No hay nada que saber repuso Luke mientras el cansancio de sus ojo s le iba penetrando en la voz. Freaky Pete habl entonces con voz grave. Dijo que a la Clave no le importara la muerte de un licntropo , aunque fuera un cro. Y no hace ni una semana de los Acuerdos, Luke.pard Jace no habla por la Clave. respondi Luke, y no hay n ada que pudiera haber hecho, incluso aunque quisiera. No es cierto?rd Mir a Jace que estaba muy plido. Cmo? S lo que ha pasado explic Luke, con Maryse. Jace se qued rgido, y por un momento Maia vio, a travs de la e xpresin de burla salvaje al estilo de Daniel, lo que haba debajo, y era algo sombro y cargado de angustia; le record ms a sus prop ios ojos en el espejo que a los de su hermano. Quin te lo ha contado, Clary? Clary no. Maia jams haba odo a Luke pronunciar aquel nombre antes, pero lo dijo en un tono que daba a entender que se trataba de alguien especial para u233?l, y tambin para el cazador de sombras. Soy el lder de la manada, Jace. Oigo cosas. Vamos, vayamos al despa cho de Pete y charlemos. Jace vacil un instante antes de encogerse de hombros.ar Muy bien repuso, pero me debis ese whisky que no me he bebido. sa era mi ltima idea dijo Clary con un suspiro de derr ota, dejndose caer sobre los peldaos del exterior del Museo Metropol itano de Arte y clavando una desconsolada mirada en la Quinta Avenida.plain Ha sido buena. Simon se sent en el suelo a su lado, las larg as piernas despatarradas ante l. Quiero decir, es un tipo al que le gustan las armas y matar, as que por qu no la mayor colecci243?n de armas de toda la ciudad? Y yo siempre estoy dispuesto a hacer una visit a a Armas y Armaduras, de todos modos. Me da ideas para mi campaa.

d Ella le mir sorprendida. Todava ests jugando con Eric, Kirk y Matt?in Claro. Por qu no iba a hacerlo? Pens que jugar ya no pareca tan atractivo desde quer Desde que nuestras vidas empezaron a parecerse a una de vuestras campa?as incluidos chicos buenos, chicos malos, magia realmente repugnante y o bjetos hechizados importantes que uno tena que encontrar si quera ga nar el juego. Excepto que en un juego, los buenos siempre ganaban; derrotaban a los chicos mal os y se iban a casa con el tesoro. En cambio en la vida real, ellos haban perdido el tesoro, y a veces Clary todava no tena claro quines eran los buenos y quines los malos. Mir a Simon y sinti una oleada de tristeza. Si l renunciaba a jugar sera culpa suya, igual que todo lo que le haba sucedido a su a migo en las ltimas semanas haba sido culpa suya. Record su ros tro blanco ante el fregadero esa maana, justo antes de que la besara.pard Simon empez a decir. En estos momentos soy un clrigo medio troll que quiere vengarse de los orcos que mataron a su familia explic l alegremente. Es imponente. Clary lanz una carcajada justo cuando sonaba su mvil. Lo sac d el bolsillo y abri la tapa; era Luke. No le hemos encontrado dijo, antes de que l pudiera decir ho la. No, pero yo s. Clary se incorpor muy tiesa. Ests de broma. Est ah? Puedo hablar con 3?l? Advirti que Simon la miraba incisivamente y baj la vozu8212?. Est bien? Ms o menos. Qu quieres decir con ms o menos?lain Se meti en una pelea con una manada de hombres lobo. Tiene unos cua ntos cortes y moretones. Clary entrecerr los ojos. Por qu, ah, por qu se haba metido Jace en una pelea con una manada de lobos? Qu le hab a llevado a hacer eso? Aunque claro, era Jace. Se metera en una pelea con un camin de gran tonelaje si le vena en gana. Creo que deberas venir continu Luke. Alguien ti ene que razonar con l, y yo no estoy teniendo mucha suerte. Dnde ests? pregunt Clary.yphpar l se lo dijo. Un bar llamado La Luna del Cazador en la calle Hester. Ella se pregunt si le habran puesto un halo de glamour mgico para camuflarlo. Cerr la tapa del telfono con u n golpecito que se volvi hacia Simon, que la miraba fijamente con las ceja s enarcadas. El hijo prdigo regresa? Algo as. Clary se puso en pie rpidamente y sacudi las piernas, calculando men talmente cunto tardaran en llegar a Chinatown en el metro, o si valu237?a la pena apoquinar el dinero que Luke le haba dado para un taxi. Pro bablemente no, decidi; si quedaban atrapados en el trfico, tardar7?an ms que en el metro. ir contigo? oy terminar de decir a Simon, que e staba ponindose en pie. El muchacho estaba un peldao por debajo de e lla, lo que haca que tuvieran casi la misma estatura. Qu te parece? Clary abri la boca, luego la volvi a cerrar rpidamente.rd Esto No has odo ni una palabra de lo que he dicho durante los ltim os dos minutos, verdad? Simon sonaba resignado.par No admiti ella, estaba pensando en Jace. Pareca como si estuviese mal. Lo siento. Los ojos castaos de Simon se oscurecieron. Debo entender que vas a ir corriendo a vendarle las heridas?rd Luke me ha pedido que vaya contest ella. Esperaba que vinieras conmigo. Simon dio una patada al peldao situado sobre el suyor Lo har, pero por qu? No puede devolver Luk e a Jace al Instituto sin tu ayuda? Probablemente. Pero cree que Jace puede estar dispuesto a hablar conmigo sobre lo que est sucediendo. Pensaba que a lo mejor podramos hacer algo esta noche protes t Simon. Algo divertido. Ver una pelcula. Cenar en el centro. Ella le mir. A lo lejos poda or el chapoteo del agua en una fu ente del museo. Pens en la cocina de casa de Simon, en las manos hme das de ste sobre su cabello, pero todo pareca muy lejano, incluso a pesar de que poda verlo mentalmente del modo en que se poda recordar la fotografa de un incidente sin realmente recordar ya el incidente mismo . Es mi hermano dijo, tengo que ir. Simon pareci demasiado cansado incluso para suspirar.ar Entonces voy contigo. El despacho de la trastienda de La Luna del Cazador estaba al final de un pasill o estrecho sobre el que haban esparcido serrn. Aqu y all el serrn estaba revuelto por las pisadas y manchado con un lquido o scuro que no pareca cerveza. Todo el lugar ola a humo y apestaba, un poco como a perro mojado, Clary tuvo que admitir, aunque nunca se lo hab ra dicho a Luke. No est de muy buen humor inform Luke, detenindos e frente a una puerta cerrada. Lo encerr en el despacho de Freaky P ete despus de que casi matara a la mitad de mi manada con slo las ma nos. No ha querido hablar conmigo, as que se encogi de hombro spens en ti.Pas la mirada del rostro desconcertado de Clary al de Simon. Qu? No puedo creer que haya venido aqu repuso Clary.ain Y yo no puedo creer que conozcas a alguien llamado Freaky Pete bro me Simon. Conozco a muchas personas respondi Luke. No es que Fr eaky Pete sea estrictamente una persona, pero yo no soy quin para hablar.par Empuj la puerta del despacho y la abri de par en par. Dentro se ve237?a una habitacin sencilla, sin ventanas, con banderines de deporte colg ados en las paredes. Haba un escritorio repleto de papeles sobre el que de scansaba un televisor pequeo, y detrs de l, en un silln cuya piel estaba tan cuarteada que pareca mrmol veteado, estaba Jace . En cuanto la puerta se abri, Jace agarr un lpiz amarillo que d escansaba sobre el escritorio y lo lanz. Vol por los aires y golpe243? la pared justo al lado de la cabeza de Luke, donde qued clavado, vibr ando. Los ojos de Luke se abrieron de par en par. Jace sonri dbilmente. Lo siento, no me he dado cuenta de que eras t.ar Clary sinti que se le encoga el corazn. Haca das q ue no haba visto a Jace, y de algn modo pareca distinto; no er a slo la cara ensangrentada y los moretones, que eran nuevos, sino que la piel de su rostro pareca ms tensa, los huesos ms prominentesar Luke seal a Simon y a Clary con un gesto de la mano.hyphpar Te he trado a alguien. Los ojos de Jace fueron hacia ellos. Eran tan inexpresivos como si se los hubier an pintado en el rostro. Por desgracia dijo, slo tena ese lpiz.r Jace empez a decir Luke. No quiero que l est aqu. Jace movi violent amente la barbilla en direccin a Simon. Eso no es justo. Clary estaba indignada. Es que haba olvidado que Simon haba salvado la vida a Alec, y que posiblemente les haba salvado la vida a todos? Fuera, mundano exclam Jace, indicando la puerta.ain Simon movi la mano. No pasa nada. Esperar en el pasillo. Sali sin dar un portazo, aunque Clary not que deseaba hacerlo.ard La muchacha volvi la cabeza hacia Jace. Tienes que ser tan? empez, pero call al v er su rostro, que pareca atormentado y curiosamente vulnerable.lain Desagradable? finaliz l por ella. n icamente los das en los que mi madre adoptiva me echa de casa con instrucc iones de no volver a ensombrecer su puerta otra vez. Por lo general, soy extraor dinariamente bonachn. Ponme a prueba cualquier otro da que no est3? entre el lunes y el domingo. Luke frunci el ceo. Maryse y Robert Lightwood no son mis seres favoritos, pero no puedo creer que Maryse haya hecho eso. Jace pareca sorprendido. Los conoces? A los Lightwood? Estaban en el Crculo conmigo respondi Luke. Me sorprendi cuando me enter de que dirigan el Instituto aqu. Al parecer hicieron un trato con la Clave, tras el Levantamiento, para asegur arse algn tipo de indulgencia, mientras que Hodge bueno, ya sabemos lo que le sucedi a Hodge. Permaneci en silencio un momento8212?. Ha dicho Maryse por qu te exiliaba, por as decirlo? No se cree que yo pensara que era el hijo de Michael Wayland. Me acus? de estar de parte de Valentine todo el tiempo diciendo que le ayud? a escapar con la Copa Mortal. Entonces, por qu ibas a seguir aqu? pregunt Clary. Por qu no has huido con l?par No quiso decirlo, pero sospecho que piensa que me qued para ser su espa. Una vbora en su seno. No es que ella usara la palabra se no, pero la idea estaba ah. Un espa de Valentine? Luke pareca consternado.ar Cree que Valentine supuso que, debido al afecto que me tenan, ella y Robert creeran cualquier cosa que yo les dijera. As que Maryse ha decidido que la solucin es no sentir ningn afecto por m.ard El afecto no funciona de ese modo. Luke mene la cabeza. No puedes cerrarlo como un grifo. Especialmente si eres padre. No son realmente mis padres. La paternidad es ms que un lazo de sangre. Han sido tus padres dura nte siete aos en todos los aspectos que importan. Maryse simplemente se si ente dolida. Dolida? Jace son incrdulo. Ella, do lida? Quera a Valentine, recurdalo explic Luke. Como le quisimos todos. l le hizo mucho dao. No quiere que su hijo se lo haga tambin. Le preocupa que les hayas mentido. Que la persona que c rey que eras todos estos aos fuese una mentira, un truco. Tienes que tranquilizarla. La expresin de Jace era una perfecta mezcla de obstinacin y asombro. Maryse es una adulta! No debera necesitar que yo la tranquili zara. Ah, vamos, Jace exclam Clary. No puedes esperar que t odo el mundo se comporte perfectamente. Los adultos tambin meten la pata. Regresa al Instituto y habla con ella. S un hombre. No quiero ser un hombre replic Jace, quiero ser un ad olescente dominado por la angustia que no puede enfrentarse a sus demonios inter iores y por eso ataca verbalmente a otras personas. Bueno se burl Luke, pues lo ests haciendo de ma ravilla. Jace se apresur a decir Clary, antes de que pudieran empezar a pelearse en serio, tienes que volver al Instituto. Piensa en Alec y en Izzy, piensa en cmo les afectar esto. Maryse inventar algo para calmarlos. Quiz les diga que he hui do. No funcionar replic ella. Isabelle estaba de lo s nervios cuando me ha llamado por telfono. Isabelle siempre est de los nervios replic Jace, pero pareci complacido. Se recost en el silln. Los cardenales de la mandbula y el p3?mulo destacaban igual que oscuras Marcas informes sobre la piel.in No regresar a un lugar donde no se confa en m. Ya no te ngo diez aos. Puedo cuidar de m mismo. La expresin de Luke pareci indicar que no estaba muy seguro de eso.par Adnde irs? Cmo vivirs? Los ojos de Jace relucieron. Tengo diecisiete aos. Soy prcticamente un adulto. Cualquier c azador de sombras adulto tiene derecho a Cualquier adulto. Pero t no lo eres. No puedes obtener una remunera cin de la Clave porque an eres demasiado joven, y de hecho, los Ligh twood estn obligados por la Ley a cuidar de ti. Si ellos no quieren, se de bera nombrar a alguna otra persona o O qu? Jace salt del asiento. Ir? a un orfanato en Idris? Me metern con una familia a la que nunca he visto? Puedo conseguir trabajo en el mundo de los mundanos durante un a o, vivir como uno de ellos No, no puedes. replic Clary. Yo debera saberlo, yo era uno de ellos. Eres demasiado joven para cualquier empleo, y adems, con las habilidades que posees, bueno, la mayora de asesinos profe sionales son mayores que t. Y son criminales. No soy un asesino. Si vivieras en el mundo de los mundanos repuso Luke, eso es todo lo que seras. Jace se qued rgido, apretando la boca, y Clary supo que las palabras de Luke le haban dado donde dola. No lo comprendis insisti l con una repentina des esperacin en la voz. No puedo regresar. Maryse quiere que diga que odio a Valentine. Y no puedo hacerlo. Jace alz la barbilla, la mandbula apretada con obstinacin, los ojos puestos en Luke como si medio esperara que el adulto respondiera con desdu233?n o incluso con horror. Al fin y al cabo, Luke tena ms motivos para odiar a Valentine que casi ninguna otra persona en el mundo. Lo s dijo Luke; hubo un tiempo en que yo tambin le quise. Jace solt aire, fue casi un sonido de alivio, y Clary pens de repent e: Es por esto que ha venido aqu, a este lugar. No slo para em pezar una pelea, sino para llegar hasta Luke. Porque Luke le comprendera187?. No todo lo que Jace haca era descabellado o suicida, se record a s misma. Simplemente lo pareca. No deberas tener que afirmar que odias a tu padre repuso Luk e. Ni siquiera para tranquilizar a Maryse. Ella debera comprenderlo . Clary mir a Jace con atencin, intentando leer el rostro. Era como un libro escrito en un idioma extranjero que hubiese estudiado durante demasiado poco tiempo. De verdad dijo que no quera que regresases nunca? preg unt Clary. O simplemente supusiste que era eso lo que quer7?a decir, y te largaste? Me dijo que probablemente sera mejor si encontraba algn otro lugar durante un tiempo respondi Jace. No dijo dnde.ar Le diste la oportunidad de hacerlo? inquiri Luke. Oye, Jace, no hay ningn problema para que te quedes conmigo todo el tie mpo que necesites. Quiero que lo sepas. A Clary le dio un vuelco el estmago. La idea de tener a Jace en la misma c asa en la que viva, siempre cerca, la llenaba de una mezcla de jbilo y horror. Gracias dijo el muchacho. La voz era ecunime, pero los ojos se haban dirigido al instante, imp otentes hacia Clary, y sta pudo ver en ellos la misma terrible mezcla de e mociones que senta ella. Luke pens ella, en ocas iones deseara que no fueras tan generoso. O tan ciego.n Pero sigui Luke, creo que al menos deberas regr esar al Instituto el tiempo suficiente para charlar con Maryse y descubrir qu3? est sucediendo en realidad. Suena como si hubiese ms en todo est o de lo que te est contando. Ms, quizs, de lo que estuviste di spuesto a escuchar. Jace apart violentamente la mirada de la de Clary. De acuerdo. Tena la voz ronca. Pero con una condici243?n. No quiero ir solo. Ir contigo dijo rpidamente Clary.ar Lo s. La voz de Jace era queda. Y quiero que lo hagas . Pero quiero que Luke venga tambin. El hombre pareci sorprendido. Jace, he vivido aqu quince aos y jams he ido al Instituto. Ni una sola vez. Dudo que Maryse sienta ms cario por m7? que Por favor insisti el muchacho, y aunque la voz careca de inflexin y habl en tono bajo, Clary casi pudo sentir, como algo p alpable, el orgullo que haba tenido que reprimir para pronunciar aquellas dos palabras. De acuerdo Luke asinti con la cabeza, con el gesto de un l237?der de manada acostumbrado a hacer lo que tena que hacer, tanto si que ra como si no, ir contigo. Simon se apoy en la pared del pasillo del despacho de Pete e intent no sentir lstima de s mismo. El da haba empezado bien. Bastante bien, por lo menos. Primero hab237?a habido aquel incidente desagradable con la pelcula de Drcula de la televisin, que le haba producido nuseas y mareo y le haba sacado al exterior todas las emociones y los anhelos que h aba estado intentando reprimir y olvidar. Luego, de algn modo, la nu225?usea haba eliminado la tensin de sus nervios y se haba en contrado besando a Clary del modo en que haba deseado hacerlo durante tant os aos. La gente siempre deca que las cosas nunca resultaban como un o se las imaginaba que seran. La gente se equivocaba.ar Y ella le haba devuelto el beso Pero en esos momentos ella estaba all dentro con Jace, y Simon senta un nudo y unos retortijones en el estmago, igual que si se hubiese tragad o un tazn lleno de gusanos. Una sensacin de angustia a la que se hab a acostumbrado ltimamente. No siempre haba sido as, incluso despus de haber comprendido lo que senta por Clary. Nunca la hab a presionado, jams la haba abrumado con sus sentimientos. Siem pre haba estado seguro de que un da ella despertara de su sueu241?o de prncipes de dibujos animados y hroes de Kung fu, y se daru237?a cuenta de lo que era evidente para ambos: se pertenecan el uno al o tro. Y si bien ella nunca haba parecido interesada en Simon, al menos tamp oco haba parecido interesada en nadie ms. Hasta Jace. Simon record estar sentado en los escalones del porche de la c asa de Luke, observando a Clary mientras ella le explicaba quin era Jace y lo que haca, mientras Jace se examinaba las uas y mostraba un aire de superioridad. Simon apenas la haba odo. Haba estado demasia do ocupado fijndose en cmo miraba ella al chico rubio de los tatuaje s extraos y el hermoso rostro anguloso. Demasiado guapo, se ha ba dicho Simon, pero era evidente que Clary no haba pensado lo mismo : le miraba como si fuese uno de sus hroes de cmic que hubiera cobra do vida. Nunca antes la haba visto mirar a nadie de aquel modo, y siempre haba pensado que si alguna vez lo haca, sera a l. Pero n o haba sido as, y eso le haba dolido ms de lo que jam5?s haba imaginado que algo poda doler. Descubrir que Jace era el hermano de Clary haba sido como ser llevado ante un pelotn de fusilamiento y luego recibir un indulto en el ltimo mo mento. De repente el mundo volva a parecer lleno de posibilidades.

d Sin embargo, en esos momentos, ya no estaba tan seguro. Eh, t. Alguien se acercaba por el pasillo, un alguien no dem asiado alto que se abra paso por el pasillo, un alguien no demasiado alto que se abra paso con cuidado por entre las salpicaduras de sangre. Esperas para ver a Luke? Est ah dentro?yphpar No exactamente. Simon se apart de la puerta. Quiero d ecir, ms o menos. Est ah dentro con una amiga ma.rd La persona, que acababa de llegar junto a l, se detuvo y lo mir fija mente. Simon pudo ver que se trataba de una chica de unos diecisis a os, con una piel tersa de un moreno claro. Los cabellos de color castao do rado estaban recogidos en una docena de trenzas pequeas y el rostro ten7?a casi la forma exacta de un corazn. El cuerpo era compacto y curvil7?neo, con amplias caderas que se abran desde una estrecha cintura.ard Ese tipo del bar? El cazador de sombras?ar Simon se encogi de hombros. Bueno, pues odio tener que decirlo dijo ella, pero tu amigo es un imbcil. No es mi amigo replic Simon. Y no podra estar m s de acuerdo contigo, la verdad. Pero crea que habas dicho Dije amiga. Estoy esperando a su hermana repuso Simon. Es m i mejor amiga. Y est ah dentro con l ahora? La chica indi c la puerta con el pulgar. Llevaba anillos en todos los dedos, aros de aspecto primitivo en bronce y oro. L os vaqueros estaban desgastados pero limpios, y cuando volvi la cabeza, le vio la cicatriz que le cruzaba el cuello, justo por encima de la camiseta.pard Bueno repuso ella de mala gana, tengo experiencia sobre her manos imbciles. Supongo que ella no tiene la culpa. No la tiene replic Simon. Pero puede que sea la ?nica persona a la que l escuche. No me pareci de los que escuchan indic la muchacha, y atrap su mirada de reojo; una expresin divertida le pas rauda por el rostro. Me ests mirando la cicatriz. Es donde me mordieron.par Mordieron? Quieres decir que eres Una mujer lobo concluy ella. Como todos los dem s aqu. Excepto t, y el imbcil. Y la hermana del imbcil.par Pero t no has sido siempre una mujer lobo Quiero decir, no n aciste as, no? La mayora de nosotros no hemos nacido as respondi la muchacha. Eso es lo que nos hace diferentes de tus compinches cazado res de sombras. El qu? Antes hemos sido humanos respondi, y sonri fugazmente. Simon no dijo nada a eso. Al cabo de un momento, la muchacha le tendi la m ano. Maia. Simon. Le estrech la mano. Era seca y suave. Ella alz los ojos hacia l, mirndole por entre unas pestaas de un castao dorado, el col or de una tostada de mantequilla. Cmo sabes que Jace es un imbcil? pregunt8212?. O quizs debera decir, cmo lo has averiguado?pard Ella retir la mano. Ha destrozado el bar. Le ha dado una paliza a mi amigo Bat. Incluso ha de jado inconscientes a un par de los de la manada. Estn todos bien? Simon se sinti alarmado. Jace n o le haba parecido alarmado, pero conocindole, Simon no tena n inguna duda de que poda matar a varias personas en una sola maana y luego ir a tomarse unos gofres. Les ha visto un mdico?rd Un brujo respondi la muchacha. Los nuestros no tienen mucha relacin con los mdicos mundanos. Los subterrneos? La joven arque las cejas. Alguien te ha enseado la jerga, eh? Simon se sinti irritado. Cmo sabes que no soy uno de ellos? O de los tuyos? ?Un cazador de sombras o un subterrneo, o? Maia neg con la cabeza hasta que las trenzas le saltaron.yphpar Simplemente brilla en ti dijo, un tanto amargamente tu huma nidad. La intensidad de su voz casi le produjo a Simon un escalofro.in Podra llamar a la puerta sugiri ste, sinti ndose repentinamente tonto. Si quieres hablar con Luke.phpar Ella se encogi de hombros. Slo dile que Magnus est aqu, averiguando qu ha pa sado en el callejn. Sin duda Simon debi de parecer sobresalta do, porque ella dijo: Magnus Bane. Es un brujo. Lo s, quiso decir Simon, pero no lo hizo. Toda la conversaci243?n ya haba sido suficientemente fantstica. Vale. Maia comenz a marcharse, pero se detuvo a mitad del pasillo, con una mano en la puerta. Crees que su hermana ser capaz de hacerle entrar en raz n? pregunt. Si le hace caso a alguien, ser a ella. Eso es bonito repuso Maia. Que quiera a su hermana de ese m odo. S respondi Simon. Es una maravilla.ain

3

LA INQUISIDORA

La primera vez que Clary haba visto el Instituto, ste tena el aspecto de una iglesia ruinosa, con el tejado desplomado y una sucia cinta polic ial amarilla manteniendo la puerta cerrada. Ahora no tuvo que concentrarse para disipar la ilusin. Incluso desde el otro lado de la calle poda ver e xactamente lo que eran una imponente catedral gtica cuyas agujas parec?an agujerear el cielo azul oscuro igual que cuchillos. Luke se qued en silencio. Estaba claro por la expresin de su rostro, que alguna especie de lucha tena lugar en su interior. Mientras sub an los escalones, Jace meti la mano dentro de la camiseta como por costumb re, pero cuando la sac, estaba vaca. Lanz una amarga carcajada . Me haba olvidado. Maryse me quit las llaves antes de que me f uera. Claro. Luke estaba justo frente a las puertas del Instituto. Toc con suavidad los smbolos tallados en la madera, justo debajo del arquitrabe.n Estas puertas son exactamente iguales a las de la Sala del Consejo en Idr is. Nunca pens que vera algo igual otra vez. Clary casi se sinti culpable al interrumpir la ensoacin de Luk e, pero existan cuestiones prcticas de las que ocuparse.ain Si no tenemos la llave No debera ser necesaria. Un Instituto debera estar abierto a cualquiera de los nefilim que no quiera hacer dao a los que lo habitan.par Y si son ellos los que quieren hacernos dao a nosotros? ?mascull Jace. Luke esboz una media sonrisa. No creo que eso influya. Ya, la Clave siempre se asegura de que las circunstancias estn de s u parte. La voz de Jace son ahogada; el labio inferior se le estaba hinchando y el prpado izquierdo empezaba a ponrsele morado.

d Por qu no se ha curado?, se pregunt Clary.

d Tambin te requis la estela? inquiri.ard No cog nada cuando me fui respondi Jace. No qui se llevarme nada que los Lightwood me hubieran dado. Luke le mir con cierta inquietud. Todo cazador de sombras debe tener una estela. En ese caso ya conseguir otra replic Jace, y pos la mano sobre la puerta del Instituto. En el nombre de la Clave d ijo, solicito la entrada a este lugar sagrado. Y en el nombre del n gel Raziel, solicito tu bendicin en mi misin contraplain Las puertas se abrieron de golpe. Clary pudo ver el interior de la catedral a tr avs de ellas; la lbrega oscuridad iluminada aqu y all po r velas metidas en altos candelabros de hierro. Bueno, esto es muy cmodo ironiz Jace. Imagino q ue las bendiciones son ms fciles de conseguir de lo que esperaba.r El ngel sabe cul es tu misin replic Luke8212?. No tienes que decir las palabras en voz alta, Jonathan.phpar Por un momento, a Clary le pareci ver algo en el rostro de Jace, inc ertidumbre, sorpresa?, tal vez incluso alivio? Pero todo lo que ste dijo fue: Nunca vuelvas a llamarme de esa manera. Jonathan no es mi nombre.

d Atravesaron la planta baja de la catedral pasando ante los bancos vacos y la luz que arda permanentemente en el altar. Luke mir alrededor con curiosidad, e incluso pareci sorprendido cuando el ascensor, como una dora da jaula, lleg para llevarlos arriba. Esto tiene que haber sido idea de Maryse dijo mientras entraba en l. Es exactamente lo que le gusta. Lleva aqu tanto como yo respondi Jace, mientras la pue rta se cerraba detrs de ellos con un sonido metlico.hyphpar El viaje fue breve, y ninguno de ellos habl. Clary juguete nerviosam ente con el fleco del pauelo que llevaba al cuello. Se senta un poco culpable por haberle dicho a Simon que se marchara a casa y esperara a que ella le llamara ms tarde. Se haba dado cuenta, por la enojada posici?n de los hombros mientras caminaba con paso digno por Canal Street, de que el chico se haba sentido despedido sumariamente. Con todo, no poda imag inar no tenerle all un mundano mientras Luke suplicaba a Mar yse Lightwood en nombre de Jace; simplemente hara que todo resultara m?s tenso. El ascensor se detuvo con un chasquido metlico. Salieron de l y se e ncontraron con Iglesia, que llevaba un lazo rojo ligeramente desgastado alrededor del cuello, aguardndoles en la entrada. Jace se inclin para pasar el dorso de la mano sobre la cabeza del gato. Dnde est Maryse? Iglesia profiri un sonido gutural, a medio camino entre un ronroneo y un gruido, y se alej por el pasillo. Le siguieron, Jace callado, Luke e chando ojeadas alrededor con evidente curiosidad. Jams pens que vera el interior de este lugar.plain Se parece a cmo pensabas que sera? pregunt Clary. He estado en los Institutos de Londres y Pars; ste no es dist into de sos. Aunque en cierto modo En cierto modo qu? Jace iba varias zancadas por delant e. Es ms fro contest Luke. Jace no dijo nada. Haban llegado a la biblioteca. Iglesia se sent como para indicar que no pensaba ir ms all. U nas voces eran vagamente audibles a travs de la gruesa madera de la puerta, pero Jace la abri de un empujn, sin llamar, y entr. Clary oy que una voz lanzaba una exclamacin de sorpresa, y se le con trajo el corazn al pensar en Hugo, que prcticamente haba vivido en aquella habitacin. Hodg e, con su voz spera, y Hugin, el cuervo que era casi su constante compaero y qu, po r orden de Hodge, haba estado a punto de arrancarle los ojos.in No era Hodge, desde luego. Tras el enorme escritorio, un gran tablero de caoba a poyado sobre las espaldas de dos ngeles de piedra arrodillados, estaba sen tada una mujer de mediana edad con el cabello negro como la tinta de Isabelle y la constitucin fina y enjuta de Alec. Llevaba un pulcro traje chaqueta neg ro, muy sencillo, que contrastaba con los mltiples anillos de colores resp landecientes que le brillaban en los dedos. Junto a ella estaba de pie otra persona: un esbelto adolescente de complexin menuda con ensortijados cabellos oscuros y piel color miel. Cuando volvi la cabeza para mirarlos, Clary no pudo contener una exclamacin de sorpre sa. Raphael? Por un momento, el muchacho pareci desconcertado. Luego sonri, mostr ando unos dientes muy blancos y afilados, lo que no era de extraar teniend o en cuenta que se trataba de un vampiro. Dios exclam, dirigindose a Jace. Qu te ha sucedido, hermano? Parece como si una manada de lobos hubiera intentado hacerte pedazos. O tu suposicin es increblemente acertada contest Jace, o has odo lo que ha pasado. La sonrisa de Raphael se convirti en una mueca burlona.hpar Oigo cosas. Una mujer sentada tras el escritorio se puso en pie. Jace dijo, con la voz llena de ansiedad, Ha sucedido algo? Por qu has regresado tan pronto? Pens que ibas a quedart e con La mirada pas de l a Luke y a Clary. ?Y quin eres t? La hermana de Jace respondi Clary. Los ojos de Maryse se detuvieron en ella. S, ya lo veo. Te pareces a Valentine. Volvi de nuevo l a cabeza hacia Jace. La has trado contigo? Y a un munda no, tambin? Este lugar no es seguro para ninguno de vosotros ahora. Y en e special para un mundano Sin embargo yo no soy un mundano dijo Luke, sonriendo levemente.ar La expresin de Maryse cambi lentamente de perplejidad a atnita sorpresa mientras miraba a Luke, lo miraba realmente, por primera vez. Lucian? Hola, Maryse salud l. Ha pasado mucho tiempo.ar El rostro de Maryse se qued inmvil, y en aquel momento pareci mucho ms vieja, ms incluso que Luke. Se sent con cuidado.pard Lucian repiti apoyando las palmas de las manos sobre el escr itorio, Lucian Graymark. Raphael que haba estado observando lo que suceda con la mirada curio sa de un ave, se volvi hacia Luke. T mataste a Gabriel. Quin era Gabriel? Clary mir fijamente a Luke, perpleja. ste se encogi levemente de hombros. Lo hice, s, igual que l mat al lder de la manada que haba antes. As es como funciona con los licntropos.rd Maryse alz los ojos al or aquello. El lder de la manada? Si t lideras la manada, es hora de que conversemos dijo Raph ael, inclinando gentilmente la cabeza en direccin a Luke, con mirada caute losa. Aunque no en este momento, quiz. Enviar a alguien a verte para organizarlo indic Luke8212?. Ha habido mucho movimiento ltimamente. Puede que no est del t odo al da respecto a los detalles. Puede fue todo lo que repuso el otro, y se volvi de nuevo ha cia Maryse. Ha concluido nuestro asunto? Maryse habl con un esfuerzo. Si dices que los