clase_1_-_Los_sujetos_de_la_EDyH.pdf

15
5/19/2018 clase_1_-_Los_sujetos_de_la_EDyH.pdf-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/clase1-lossujetosdelaedyhpdf 1/15 1 Introducción A partir de la sanción de la Ley de Educación Nacional N° 26.206, se instala la Educación Domiciliaria y Hospitalaria como modalidad dentro del Sistema Educativo Nacional, afrontando la tarea de definir sus lineamientos y criterios específicos tendientes a organizar las prácticas educativa en el interior de los hospitales y en cada domicilio donde espera un alumno que se encuentra imposibilitado de concurrir a una escuela o colegio debido a la irrupción de una enfermedad. Por lo tanto, el reconocimiento de esta población, que se encuentra impedida de acceder o permanecer en el sistema educativo, define un sujeto de la educación particular. Esta clase se propone abordar a este sujeto en toda su complejidad, entendiendo los alcances de una práctica educativa que se desarrolla indefectiblemente en la intersección de los campos de la salud y la educación. Para ello, proponemos realizar un recorrido partiendo desde las concepciones de salud y enfermedad, las particularidades de ser niño y adolescente en el contexto actual, culminando con el análisis de la constitución psíquica, la producción subjetiva y el proceso de socialización.

Transcript of clase_1_-_Los_sujetos_de_la_EDyH.pdf

  • 1

    Introduccin

    A partir de la sancin de la Ley de Educacin Nacional N 26.206, se instala la Educacin Domiciliaria y Hospitalaria como modalidad dentro del Sistema Educativo Nacional, afrontando la tarea de definir sus lineamientos y criterios especficos tendientes a organizar las prcticas educativa en el interior de los hospitales y en cada domicilio donde espera un alumno que se encuentra imposibilitado de concurrir a una escuela o colegio debido a la irrupcin de una enfermedad.

    Por lo tanto, el reconocimiento de esta poblacin, que se encuentra impedida de acceder o permanecer en el sistema educativo, define un sujeto de la educacin particular. Esta clase se propone abordar a este sujeto en toda su complejidad, entendiendo los alcances de una prctica educativa que se desarrolla indefectiblemente en la interseccin de los campos de la salud y la educacin. Para ello, proponemos realizar un recorrido partiendo desde las concepciones de salud y enfermedad, las particularidades de ser nio y adolescente en el contexto actual, culminando con el anlisis de la constitucin psquica, la produccin subjetiva y el proceso de socializacin.

  • 2

    1. Concepcin del proceso de Salud- Enfermedad

    En la introduccin a La enfermedad y sus metforas, Susan Sontag escribe: La enfermedad es el lado nocturno de la vida, una ciudadana ms cara. A todos, al nacer, nos otorgan una doble ciudadana, la del reino de los sanos y la del reino de los enfermos. Y aunque preferimos usar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno de nosotros se ve obligado a identificarse, al menos por un tiempo, como ciudadano de aquel otro lugar. 1

    La OMS (Organizacin Mundial de la Salud) en la primera mitad del siglo XX pas de concebirla como la ausencia de afecciones o enfermedades a un estado de completo bienestar fsico, mental y social.

    Pensar la enfermedad como un fenmeno natural de la vida del ser humano, supone considerarla en su relacin con el concepto de salud. La concepcin de la salud ha ido cambiando significativamente a lo largo del tiempo.

    Debido a que la salud como proceso vital del hombre no ha sido ajena a los cambios epistemolgicos por los cuales ha atravesado la ciencia, el concepto mismo de salud ha evolucionado o involucionado dependiendo del paradigma desde donde se analice. As podemos identificar cambios en el trmino salud desde concepciones tradicionales hasta la concepcin posmoderna.

    2

    En esta evolucin tambin pueden encontrarse definiciones que comprenden a la salud como un recurso para la vida, y por ello estar sano es

    Esta ltima definicin gener algunas controversias, ya que esta afirmacin se sustenta en el bienestar de un individuo, y tal estado es meramente subjetivo y no guarda relacin con el estado de salud de la persona. As, un toxicmano, siente bienestar al consumir, aunque tal acto est en contraposicin con su estado de salud.

    1 SONTAG, S. (2012). La enfermedad y sus metforas / El sida y sus metforas. Buenos Aires. Debolsillo. 2 http://www.who.int/es/

  • 3

    la capacidad (...) para mantener un estado de equilibrio apropiado a la edad y a las necesidades sociales.3

    Una definicin ms completa encontramos en el planteo de Mara del Carmen Vergara Quintero, Conocer el estado de salud y enfermedad de la poblacin, implica estudiar los diferentes determinantes relacionados con la biologa de la persona, con el medio ambiente, con el sistema de salud que le atiende, con los estilos de vida que caracterizan su comunidad, por consiguiente, con su cultura. Las representaciones y prcticas de salud no son hechos aislados ni espontneos, pues tienen un desarrollo y una ubicacin en el tiempo y en el espacio, en estrecha relacin con la realidad econmica, poltica, social y cultural de una comunidad o de un grupo social.

    4

    Vemos de este modo, cmo los continuos cambios en la concepcin del proceso de salud-enfermedad y, pese al predominio, en trminos generales, del modelo biomdico, aumentan los desarrollos conceptuales y metodolgicos integrales que dan cuenta de la complejidad real de los procesos determinantes, tendientes a superar una visin simple y unilateral. En la poblacin escolar y sus familias - plantea el Documento para la discusin de la Modalidad de Educacin Domiciliaria y Hospitalaria

    5

    3 MARIANO, H.; RAMOS, M. y FERNANDEZ, A.(2001) Salud y juventud. Consejo de la juventud deEspaa,Madrid. (p. 5)

    -, se observan cada vez ms, cuadros desencadenados por la incidencia de elementos, tales como: cuidado inadecuado de la salud, factores conductuales, estilos de vida poco sanos, riesgos ambientales para la salud, factores culturales; lo que destaca que la salud, lejos de ser un estado de completo bienestar bio-psico-social, es un proceso complejo, en estado de tensin permanente, conflictivo, multifactorial y dinmico.

    4 VERGARA QUINTERO, M.C. (2007) Tres concepciones histricas del proceso salud-enfermedad. Hacia la promocin de la salud. Online. Vol. 12, n.1, pp. 41-50 (Disponible en http://www.scielo.org.co/pdf/hpsal/v12n1/v12n1a03.pdf) 5 El documento de la Modalidad de Educacin Domiciliaria y Hospitalaria se encuentra disponible en la Biblioteca del aula)

  • 4

    Esta mirada integral acerca de la salud de las poblaciones, le posibilita a la Educacin Domiciliaria y Hospitalaria, por su cercana con los modos y estilos de vida de la gente, construir nuevos sentidos en relacin al proceso de salud-enfermedad e interpelar el acto educativo propiamente dicho en su capacidad de intervencin y transformacin social.

  • 5

    2. Nios y adolescentes. Contextos histricos y produccin de subjetividad

    a) Paciente enfermo vs. Alumno en situacin de enfermedad

    Definimos a los sujetos destinatarios de la Educacin

    Domiciliaria y Hospitalaria como los alumnos/as del sistema

    educativo de los niveles de la educacin obligatoria que, por

    atravesar una situacin de enfermedad, se ven imposibilitados

    de asistir con regularidad a su institucin educativa.

    Es importante destacar la utilizacin de los trminos alumno que atraviesa una situacin de enfermedad o que padece una enfermedad, en vez de referirnos a l como un alumno enfermo ya que esta ltima expresin confiere a la enfermedad un estatus equivalente a todo su ser. En cambio, cuando hablamos de padecimiento o de situacin, hacemos referencia a las afecciones del alumno como una condicin circunstancial de la vida que afecta su salud pero que no abarca su totalidad como persona.

    A su vez, el uso de estos trminos nos habilita a pensar en este sujeto como un alumno con posibilidades, recursos, sentimientos e intereses presentes y activos ms all de su situacin de enfermedad. Esta mirada es necesaria a la hora de pensar en el abordaje pedaggico que requiere el desempeo dentro de esta Modalidad.

    Por otra parte, resaltamos la importancia de referirnos a nuestro sujeto de la educacin domiciliaria y hospitalaria como alumno, en contraposicin al trmino paciente propio de las instituciones de salud.

  • 6

    El trmino paciente permite distintas definiciones como los son persona que tiene paciencia, sujeto que recibe la accin de un agente externo, persona que es objeto de intervenciones, persona que recibe tratamiento respecto de su mdico, etc. Esta acepcin del trmino, encuentra su sentido en las lgicas del discurso mdico, de las instituciones sanitarias, de las prcticas mdicas.

    En cambio, si pensamos en esta persona en trminos educativos estamos frente a un sujeto protagonista de sus aprendizajes, con curiosidad y deseo movilizador. As, nuestro alumno es activo, constructor de su aprendizaje.

    Al considerar que la enfermedad es una condicin o circunstancia vital de los sujetos, estamos afirmando que nuestros alumnos son nios y adolescentes como los dems, que tienen caractersticas comunes a los pares de su edad y con quienes comparten el mismo contexto histrico y cultural.

    b) Ser nio y ser adolescente en el contexto actual

  • 7

    Los nios, nias y adolescentes en situacin de enfermedad no son muy distintos del resto de los sujetos que comparten la misma categora etaria, cultural y social. Sus cdigos, usos del lenguaje, modos de sentir, pensar y relacionarse se corresponden con los dominantes en la cultura a la que pertenecen. Sin desconocer o negar la existencia de particularidades que los sujetos asumen por transitar la situacin de enfermedad, la experiencia subjetiva no se reduce a sta. Sin duda, la vivencia de la enfermedad produce efectos concretos en quienes la atraviesan (y en quienes acompaan a la persona durante esa experiencia), pero la subjetividad es ms amplia y compleja. Su construccin est vinculada al pensar, sentir y fantasear de cada sujeto en relacin con los otros y consigo mismo. La complejidad de esta relacin radica en que la influencia es recproca, multidireccional y permanente.

    La constitucin de la subjetividad implica que el sujeto posee herramientas que le permiten reorganizar sus representaciones acerca de s mismo, de los otros y de su lugar en la sociedad.

    Comprender la experiencia singular de cada sujeto supone hacer referencia al contexto en que se desarrolla su existencia. Sin pretender hacer una descripcin pormenorizada de la cultura actual, sealaremos algunos elementos que permiten comprender aspectos relevantes del entorno que inciden en la constitucin de la subjetividad de nios y adolescentes.

    La subjetividad es el conjunto de nuestras creencias, lo que pensamos que somos y lo que hacemos con eso. La subjetividad es una instancia paradjica y compleja, que muchas veces englobamos bajo el concepto de uno mismo. Tambin acostumbramos creer que nunca hemos cambiado a lo largo de nuestra vida, y que la gente siempre ha sido as a lo largo de la historia, ms all del lugar en que vivi.

    Los estilos de vida de las personas, sus modos de amar, sentir y trabajar han cambiado de forma considerable con el correr de los siglos. Los problemas, las incertidumbres y la manera de hacerles frente estn fuertemente condicionados por la poca. Lo que particulariza a la nuestra es que el suelo donde se asientan los pilares de nuestra subjetividad, hoy no es estable.

  • 8

    En los ltimos 30 40 aos la humanidad se ha confrontado a la cada de las certezas que orientaban la configuracin de las identidades, en los campos de la familia, la relacin entre los sexos, el trabajo, las profesiones, la religin, la poltica y las relaciones con las instituciones. La estabilidad o relativo equilibrio, caractersticos de la modernidad, descansaban en unas reglas claras que orientaban la conducta, unas categoras compartidas e internalizadas que permitan designar y clasificar a las personas y los grupos, y unas normas que establecan los roles y funciones de cada quien en las instituciones.

    Algunas dcadas atrs, cuando aquellas reglas y normas parecan ms firmes, las sociedades modernas formaban a la infancia a travs de instituciones como la familia, la escuela y las iglesias, en tanto espacios naturales de produccin de sujetos.

    Asimismo, se han producido importantes variaciones en los modos de enfermar y en las formas de tratar las enfermedades. El descubrimiento de nuevas enfermedades y los grandes avances de la medicina para dar respuestas frente a los padecimientos humanos, han dado lugar a cambios significativos en las instituciones tradicionalmente dedicadas a cuidar la salud de las poblaciones. No solamente se han descubierto tratamientos para enfermedades que antes resultaban incurables, sino que tambin se aplican tcnicas que permiten continuar viviendo de manera plena a pesar de padecer enfermedades incurables. Aos atrs, por ejemplo, eran habituales los largos perodos de internacin para el tratamiento de ciertas afecciones, que hoy se resuelven mediante internaciones breves alternadas con reposos en el hogar, permitiendo, de esta manera, mitigar los posibles riesgos de contagio de infecciones intrahospitalarias, entre otros efectos adversos de la hospitalizacin.

    Pero pese a todos estos avances, hay promesas que la ciencia moderna no ha podido cumplir. El discurso que sostena que an no se conoce la cura para tal o cual enfermedad enfatizaba el an no que permita conservar la esperanza en que algn da la ciencia llegara a tener todas las respuestas. Hoy, las certezas de la ciencia moderna se vuelven endebles.

    Tambin en materia de salud las certezas se han desvanecido. A la par que en ciertos sectores culturales aumenta la desconfianza frente a la medicina

  • 9

    tradicional occidental y prolifera la oferta de terapias alternativas exclusivas, en otros sectores la recurrencia a los tratamientos naturales de la mano de chamanes o curanderos constituye la nica oferta a la que se tiene acceso frente a Estados ausentes o en retirada. Sin intencin de ahondar en la controversia medicina tradicional versus terapias alternativas queremos resaltar que lo que para algunos puede ser una eleccin, para otros constituye la nica alternativa. Lo que para algunos es diferencia, para otros es desigualdad. Y la desigualdad es, precisamente, una de las notas distintivas de esta poca.

    En la actualidad, la lgica del consumo es predominante y desestabiliza las instituciones modernas. La promesa de futuro que supona un nio cincuenta aos atrs, es hoy una falacia. Las posibilidades de los sujetos de proyectar un futuro y poder tener una experiencia de infancia se encuentra en estrecha relacin con la posibilidad actual de ser incluido en tanto consumidor. Los gustos o preferencias de los sujetos se definen muchas veces por su posibilidad de acceder (o no) a determinados consumos culturales.

    Todas estas caractersticas del momento histrico actual (y muchas otras a las que no hemos hecho referencia explcita aqu) dan cuenta de una complejidad y un entramado de actores y situaciones que intervienen en la constitucin psquica de los sujetos que nos toca vivir aqu y ahora.

    La primera conclusin que podemos formular a partir de estas consideraciones iniciales es que la subjetividad es una construccin. No es una herencia, ni algo dado desde el nacimiento, sino el resultado de un complejo proceso de conformacin y estructuracin. Esa construccin es inseparable del universo simblico histrico-social de cada lugar y cada poca.

    La subjetividad individual no puede pensarse como un fenmeno aislado, autnomo, slo definido por caractersticas singulares, sino que tiene que concebirse en los entrecruzamientos con los contextos histricos, los sistemas de normas, los valores y significaciones de los grupos dominantes, en una sociedad en un perodo definido. Estos imaginarios, a su vez, adoptan su sello particular en funcin de otras variables como la clase social, las posibilidades de acceder a la informacin, el gnero o la etnia. Y adems, los imaginarios no

  • 10

    son estticos, sino que se modifican y transforman con el paso del tiempo, lo cual va generando nuevas y diversas experiencias subjetivas.

    Esto nos lleva a afirmar que no existe un nico modo de ser nio, nia y adolescente, sino que existen mltiples maneras de construir la identidad y atravesar esos perodos vitales. Por eso, resulta ms pertinente hablar de infancias y adolescencias en plural, caracterizadas por diversidad de condiciones, contextos y alternativas.

    c) La constitucin psquica y la produccin subjetiva

    Ya hemos abordado las distintas influencias que el contexto histrico y social producen en la experiencia de ser nio y adolescente. El anlisis de las subjetividades nos demanda poder identificar y diferenciar los conceptos constitucin psquica y produccin subjetiva.

    Al referirnos a la constitucin psquica, entramos en el plano especfico del psicoanlisis, ya que remite a los mecanismos y trabajos psquicos fundacionales de carcter permanente, en tanto logros generales propios del modo de constituirnos como humanos, que se sostienen como la base universal de la organizacin de la vida anmica. Es un proceso individual que a su vez es universal y permite el devenir humano. El sujeto deviene sujeto. Es decir que el concepto de constitucin psquica alude a variables cuya permanencia trasciende modelos histricos y sociales.

    Por ejemplo, los mecanismos psquicos que permiten que un sujeto configure su aparato psquico son logros generales propios de la constitucin del ser humano.

    La produccin de subjetividad, en cambio, abarca aquellos aspectos que hacen a la construccin social del sujeto, en relacin con lo ideolgico e inscripta en un espacio y un tiempo especficos que la influyen y determinan.

    La produccin de subjetividad no es un concepto psicoanaltico, es sociolgico. La produccin de subjetividad hace al modo en el cual las sociedades determinan las formas con la cual se constituyen sujetos plausibles

  • 11

    de integrarse a sistemas que le otorgan un lugar. Es constituyente, es instituyente, dira Castoriadis. Quiere decir que la produccin de subjetividad hace a un conjunto de elementos que van a producir un sujeto histrico, potable socialmente.6

    Silvia Bleichmar realiza una comparacin y plantea que diferenciar entre condiciones de produccin de subjetividad y condiciones de constitucin psquica puede definirse en los siguientes trminos: la constitucin del psiquismo est dada por variables cuya permanencia trascienden ciertos modelos sociales e histricos, y que pueden ser cercadas en el campo especfico conceptual de pertenencia. La produccin de subjetividad, por su parte, incluye todos aquellos aspectos que hacen a la construccin social del sujeto, en trminos de produccin y reproduccin ideolgica y de articulacin

    Entonces, la subjetividad es un producto cultural; es culturalmente significativa, es histrica y propicia los procesos de construccin del conocimiento de la cultura. La subjetividad no puede aislarse de la cultura ni de la vida social, como as tampoco la cultura y la sociedad pueden pensarse al margen de las subjetividades que generan. La produccin subjetiva opera en la conformacin del sujeto social en tanto miembro de un colectivo.

    Es el proceso por el cual el sujeto se constituye, es una forma particular de ordenar su experiencia segn el modelo ideolgico dominante de la poca en la que vive, atravesado por los valores, la concepcin de familia, los estilos de comunicacin, las representaciones de gnero, y las significaciones compartidas, entre otros.

    La subjetividad no es un estado interno, sino un complejo entramado que involucra lo psicolgico y lo social en su dimensin histrica y cultural, que nos permite otorgar significados al mundo.

    6 BLEICHMAR, S. (2003) Acerca de la subjetividad. Conferencia realizada en la Facultad de Psicologa de la Universidad Nacional de Rosario el 30/07/2003. (disponible en http://www.silviableichmar.com/actualiz_08/Acerca_subjetividad.html)

  • 12

    con las variables sociales que lo inscriben en un tiempo y espacio particulares desde el punto de vista de la historia poltica.7

    La realidad de la vida diaria es una construccin intersubjetiva, a travs de un mundo compartido, basada en procesos de interaccin y comunicacin mediante los cuales comparto y experimento con los otros. Es una realidad que se expresa como mundo natural, dado, por referirse a un mundo que es "comn a muchos hombres".

    d) El otro y los otros en la produccin subjetiva

    Retomando la nocin de produccin subjetiva, y basndonos en su aspecto social, abordaremos la funcin del otro (adulto) en este proceso.

    Desde el primer transitar de la vida todo sujeto ingresa en un espacio preparado, inaugurado por el deseo del adulto.

    8

    7 BLEICHMAR, S. (1999) Entre la produccin de subjetividad y la constitucin del psiquismo. En Revista Ateneo Psicoanaltico "Subjetividad y propuestas identificatorias", N 2, Buenos Aires. (Disponible en

    Este proceso por el cual las personas llegan a incorporar y compartir con el resto de los miembros de una sociedad el conjunto de sus significados culturales, se denomina socializacin y, segn Berger y Luckmann, puede definirse como la introduccin amplia y coherente de un individuo en el mundo objetivo (cultura) de una sociedad o en un sector de l.

    El proceso de socializacin es factible gracias a los agentes sociales, que se pueden identificar como la familia, la escuela, los iguales y los medios de comunicacin. El grado de incidencia de estos agentes en la vida del sujeto va cambiando a lo largo de su vida y se los ordena de forma nominal.

    http://www.silviableichmar.com/articulos/articulo8.htm)

    8 BERGER, P. y LUCKMANN, T. (2001) La construccin social de la realidad. Amorrortu editores. Buenos Aires (p.41)

  • 13

    El proceso de socializacin primaria se basa en el accionar de la familia ya que sus miembros comparten la transmisin de pautas culturales, vnculos afectivos, ntimos y personales con el nio. Berger y Luckmann explican que la socializacin primaria es la que nos convierte en miembros de una sociedad, comporta aprendizajes no solamente cognoscitivos, sino que se lleva a cabo en situaciones de una honda significacin emocional y determina la formacin de la identidad. Para estos autores, el nio no internaliza el mundo de los otros significativos como uno de los tantos mundos posibles, lo internaliza como el mundo, el nico que existe y se puede concebir. (BERGER y LUCKMANN, op. cit).

    En el cumplimiento de este rol la familia es irremplazable ya que se ocupa del bienestar del infante, satisface sus necesidades, entrega afecto. De este modo estimula sus habilidades y desarrollo psicolgico y social, condicionantes para generar una conducta acorde a su incorporacin en la clase o posicin social en que ser insertado.

    La funcin de familia ser entonces formar hbitos, establecer lmites e introducir al nio como integrante de una sociedad, con derechos y deberes que conllevan beneficios, restricciones y responsabilidades.

    A medida que los nios crecen y se estructuran subjetivamente, esta espacialidad se va ampliando y enriqueciendo, transitando desde el ncleo de estos vnculos primarios enraizados en la familia hacia los horizontes ms amplios de lo social.

    Si la socializacin primaria se ha realizado de modo satisfactorio la socializacin secundaria (primordialmente representada por la escuela) ser mucho ms fructfera pues tendr una base slida sobre la que asentar sus enseanzas. La escuela aparece como representante de la cultura, fuentes de los objetos simblicos y mediadora del lazo social.

    sta se presenta como la primera organizacin extra familiar o institucin social regulada que permite al individuo internalizar sectores particulares de la realidad de su sociedad. La escuela representa un ordenador para el nio. Lo que pauta o indica se constituye en verdad y en regla indiscutible que se debe cumplir.

  • 14

    Entonces, entendemos como socializacin secundaria a todo proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores de su sociedad. Es decir, que es la internalizacin de submundos, realidades parciales que contrastan con el mundo de base adquirido en el seno familiar. De este modo, el individuo descubre que el mundo de sus padres no es el nico que existe ni el nico posible.

    Los nios y adolescentes se encuentran en este trabajo fundamental de construccin de su subjetividad, por ello remarcamos la necesidad de que los sujetos puedan insertarse en una historia comn y compartida. Esto supone que se inscriben en un discurso social que los involucra como parte de un entramado, bajo el cdigo de una misma cultura.

    Tal como la definimos, la socializacin es un proceso complejo que tiene lugar a los largo de toda la vida. En esta complejidad participan otros actores, agentes socializadores, como el grupo de pares, los medios de comunicacin, el estado, la Iglesia, etc.

  • 15

    Todos ellos brindan pautas, categoras y sus propias valoraciones sobre el mundo que nos rodea y la forma de interpretarlo y apropiarse de l.

    Comprendiendo el aspecto individual e interno de este proceso, as como tambin las relaciones particulares y diferenciadas en las que acta cada uno de los agentes socializadores, podemos dar cuenta de las mltiples posibilidades de socializacin.

    Dependiendo de los contextos sociales y la clase social de pertenencia, cada sujeto dispone de distintas herramientas para convertirse en el sujeto social que se le demanda. Aunque no de manera exclusiva, y muchas veces en competencia con otros agentes (fundamentalmente los medios de comunicacin), la escuela sigue siendo la gran proveedora de esas herramientas, y es por eso que ningn nio debera ser dejado al margen de la escolaridad.

    En sntesis, la enfermedad es una caracterstica ms, entre otras, que permiten reconocer al sujeto, pero en ningn caso la nica ni la principal.

    Como cualquier nio o adolescente, aquel que se halla en situacin de enfermedad tiene derecho a aquellas herramientas que brinda la escuela. Es por eso que ninguno debera verse privado del acceso a la educacin a causa de su enfermedad.

    Introduccin1. Concepcin del proceso de Salud- Enfermedad2. Nios y adolescentes. Contextos histricos y produccin de subjetividad