Coaching de Pareja

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28 LA VANGUARDIA SÁBADO, 19 MAYO 2012 MARÍA-PAZ LÓPEZ Barcelona O curre más a me- nudo de cuanto podría pensarse. Un directivo o al- to ejecutivo de una multinacio- nal o una empresa media partici- pa en un coaching, una suerte de entrenamiento para identificar problemas y diseñar metas, im- partido por un psicólogo o coach (entrenador) profesional. Objeti- vo: mejorar el trabajo en equipo o la comunicación entre cuadros medios, por ejemplo. Y durante el proceso de diálogo entre am- bos, se detecta que el verdadero problema está en el hogar. “Hemos visto a demasiados eje- cutivos quemados en casa, y en- tonces su rendimiento en el traba- jo también baja. Sus cónyuges di- cen que están hartas (o hartos), y ellos (o ellas) no saben qué ha- cer”, resume el coach estadouni- dense William Murray, que ha desarrollado un programa de coaching para la relación entre ejecutivo o ejecutiva y su cónyu- ge. “El ejecutivo se siente atrapa- do por las presiones del trabajo; la esposa, por un compañero po- co atento. La esposa quizá opte por dejarle, y al ejecutivo suele pi- llarle por sorpresa la demanda de divorcio. El resultado es un bajo rendimiento laboral”, concluye. Visto así, suena terriblemente instrumental, como si el objetivo del coaching de pareja para ejecu- tivos fuera asegurar la paz en el hogar para que la producción en la empresa no se resienta. Por for- tuna, no se trata sólo de eso. Se le inyecta un contenido mucho más humanista, pues también los coaches de Estados Unidos –don- de nació esta metodología– de- fienden cada vez más el equili- brio entre las dos vidas de un alto ejecutivo sometido a ingente pre- sión laboral. La idea está llegan- do a España. Hoy mismo, el Insti- tut Gomà, entidad privada de servicios terapéuticos integrales, celebra en Barcelona un semina- rio introductorio al coaching de pareja para que coaches en ejerci- cio consideren las ventajas de in- troducir ese elemento de vida personal en el coaching general relativo a dinámicas de empresa. “El coaching de pareja es una forma de intervención psicológi- ca diseñada para ayudar a las pa- rejas a resolver sus conflictos, y se fundamenta en el liderazgo personal de las dos personas que la forman; se trata de que la pare- ja actúe como un equipo”, expli- ca la psicóloga Hermínia Gomà, directora del Institut Gomà y co- directora junto al psicólogo Anto- nio del Cerro Ramón del máster en Coaching y Liderazgo Perso- nal de la Universitat de Barce- lona (UB). Este máster, como el de Coaching Ejecutivo y Perso- nal de la Universitat Pompeu Fa- bra (UPF), el de Coaching Ejecu- tivo de la Universidad de Deusto, o el curso homónimo de la Uni- versidad Autónoma de Madrid (UAM) y otros similares en Espa- ña– forman a especialistas que ayuden a los ejecutivos a desarro- llar las actitudes apropiadas para el liderazgo personal en la empre- sa, la autoestima profesional, la comunicación con el equipo... El coach es, de hecho, un profe- sional de la escucha. Los proce- sos más rápidos pueden ser de cinco sesiones de una hora, pero lo normal es bastante más, con un mínimo de tres meses. “La em- presa detecta necesidades con- cretas de directores generales o altos ejecutivos y les paga un pro- ceso de coaching –explica Hermí- nia Gomà–. Si el interesado des- cubre que hay detrás un proble- ma de pareja, o consigue que su empresa alargue el coaching en ese aspecto o bien contrata por su cuenta un coaching de pareja acompañado por su cónyuge”. De hecho, y pese a la crisis eco- nómica, cada vez más organiza- ciones programan seminarios so- bre relaciones de pareja para sus empleados o socios, u organizan actividades de corte familiar. Así, la Asociación de Jóvenes Presi- dentes Ejecutivos (YPO, por sus siglas en inglés) ofrece a sus miembros “un fin de semana lar- go de aventuras en los Andes con la familia para reconectar con los hijos”, o “un safari de una sema- na en Sudáfrica para dejar atrás la rutina diaria y reconectar con la familia”. Incluso empresas sue- cas solían sufragar fines de sema- na románticos de sus altos directi- MANÉ ESPINOSA ANA JIMÉNEZ VENTAJAS PARA EL NEGOCIO Un ejecutivo feliz en su vida personal gestiona mejor los problemas de trabajo ENFOQUE HUMANISTA No se trata de asegurar la paz en el hogar para trabajar más, sino de que todo mejore INVERSIÓN EN EQUILIBRIO Empresas suecas pagan románticos fines de semana a directivos con sus parejas MÁSTERS PARA FORMARSE El ‘coach’ es un experto en escuchar; son psicólogos o vienen de la empresa B eatriu Balsera se convirtió en coach tras veinte años en la empresa privada, y preci- samente a través de un pro- ceso de coaching. “Hace cinco años, en la última em- presa en que trabajé hubo un cambio en la dirección; querían resituarse en el nuevo contexto en que se intuía la crisis”, cuenta Bal- sera, de 42 años, diploma- da en Empresariales, con estudios de marketing y co- municación. La experien- cia le hizo tomar concien- cia, y cursó un máster en Coaching. “Tu entorno per- sonal te acompaña a tu en- torno profesional, y la mo- chila de casa que se lleva la mujer suele ser mayor que la del hombre, aunque eso está cambiando”, dice esta profesional, que vive en pa- reja con el padre de sus dos hijos, de 7 y 10 años. Es una cuestión de roles en casa (esposa y madre, o esposo y padre) y en el tra- bajo (ejecutivo sometido a presión), que salta a la vista cuando “se programan a las siete de la tarde reunio- nes que podrían hacerse por la mañana, y la ejecuti- va tiene prisa pensando en la cena de sus hijos, y el hombre no”, alerta Beatriu Balsera. La solución, dice esta coach barcelonesa, ra- dica en que la pareja funcio- ne como “un equipo que se distingue del de trabajo por tener además el amor”. Para conjurar el riesgo de que ese equipo familiar esté sólo al servicio de la trayectoria profesional de uno de ambos, y la convi- vencia salte por los aires, “hay que intentar casar los objetivos de cada uno en un proyecto común”.c La relación entre trabajo y familia de los altos directivos L a presión del traba- jo en determinados puestos es altísima. “Ese ejecutivo está dando más energía a ese trabajo de la que debería, y la fami- lia se resiente”, argumen- ta Juan Carlos Albalade- jo, psicólogo barcelonés de 50 años que ha incorpora- do el coaching a su práctica profesional. “Hay hombres que en su trabajo nunca di- cen no, y en casa a su mujer siempre le dicen no –aler- ta–. Ella se va hartando y cansando”. Los casos más usuales que Albaladejo ha visto son los clásicos del di- rectivo ocupadísimo, que viaja mucho, no se implica en el hogar, llega cansado y el fin de semana quiere de- dicarse a sus aficiones. La pareja y los hijos lo pagan. “En el caso de las directi- vas, esto ocurre menos, por- que suelen acotar mucho los viajes, y no se quedan a tomar copas después de cenas de trabajo, sobre to- do si tienen hijos”, relata Abaladejo, quien ha visto ya directivos varones con este mismo planteamiento, “y que se ven también pe- nalizados cuando hay pro- mociones, porque cuenta mucho la presencia en esos círculos”. En ese marco, cuando se hace coaching de pareja, “suele aflorar que el 50% del problema es el tra- bajo de uno de los dos”. Albaladejo ve en la crisis económica la otra cara de este tipo de situación: un ejecutivo, hombre o mujer, puede hacer pedazos su fa- milia por culpa de un traba- jo que todo lo invade, “y al que se ha quedado sin em- pleo y no tiene recursos, le ocurre algo parecido en su vida familiar y conyugal”.c Ejecutivos blindados Un nuevo ‘coaching’ intenta cortar las interferencias entre el trabajo y la pareja BEATRIU BALSERA LLEGÓ AL ‘COACHING’ DESDE LA EMPRESA JUAN CARLOS ALBALADEJO PSICÓLOGO CLÍNICO CON 26 AÑOS DE EJERCICIO Tendencias “La mochila de casa que se lleva la mujer ejecutiva suele ser mayor que la del hombre” “Hay hombres que en el trabajo nunca dicen no, y a su mujer siempre le dicen no”

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28 LAVANGUARDIA SÁBADO, 19 MAYO 2012

MARÍA-PAZ LÓPEZBarcelona

O curre más a me-nudo de cuantopodría pensarse.Undirectivo o al-to ejecutivo deuna multinacio-

nal o una empresa media partici-pa en un coaching, una suerte deentrenamiento para identificarproblemas y diseñar metas, im-partido por un psicólogo o coach(entrenador) profesional. Objeti-vo: mejorar el trabajo en equipoo la comunicación entre cuadrosmedios, por ejemplo. Y duranteel proceso de diálogo entre am-bos, se detecta que el verdaderoproblema está en el hogar.“Hemos visto a demasiados eje-

cutivos quemados en casa, y en-tonces su rendimiento en el traba-jo también baja. Sus cónyuges di-cen que están hartas (o hartos), yellos (o ellas) no saben qué ha-cer”, resume el coach estadouni-dense William Murray, que hadesarrollado un programa decoaching para la relación entreejecutivo o ejecutiva y su cónyu-ge. “El ejecutivo se siente atrapa-do por las presiones del trabajo;la esposa, por un compañero po-co atento. La esposa quizá optepor dejarle, y al ejecutivo suele pi-llarle por sorpresa la demanda dedivorcio. El resultado es un bajorendimiento laboral”, concluye.Visto así, suena terriblemente

instrumental, como si el objetivodel coaching de pareja para ejecu-tivos fuera asegurar la paz en elhogar para que la producción en

la empresa no se resienta. Por for-tuna, no se trata sólo de eso. Se leinyecta un contenidomuchomáshumanista, pues también loscoaches de Estados Unidos –don-de nació esta metodología– de-fienden cada vez más el equili-

brio entre las dos vidas de un altoejecutivo sometido a ingente pre-sión laboral. La idea está llegan-do a España.Hoymismo, el Insti-tut Gomà, entidad privada deservicios terapéuticos integrales,celebra en Barcelona un semina-rio introductorio al coaching depareja para que coaches en ejerci-cio consideren las ventajas de in-troducir ese elemento de vidapersonal en el coaching generalrelativo a dinámicas de empresa.“El coaching de pareja es una

forma de intervención psicológi-ca diseñada para ayudar a las pa-rejas a resolver sus conflictos, yse fundamenta en el liderazgopersonal de las dos personas quela forman; se trata de que la pare-ja actúe como un equipo”, expli-ca la psicóloga Hermínia Gomà,directora del Institut Gomà y co-directora junto al psicólogoAnto-

nio del Cerro Ramón del másteren Coaching y Liderazgo Perso-nal de la Universitat de Barce-lona (UB). Este máster, como elde Coaching Ejecutivo y Perso-nal de la Universitat Pompeu Fa-bra (UPF), el de Coaching Ejecu-

tivo de la Universidad de Deusto,o el curso homónimo de la Uni-versidad Autónoma de Madrid(UAM) y otros similares enEspa-ña– forman a especialistas queayuden a los ejecutivos a desarro-llar las actitudes apropiadas parael liderazgo personal en la empre-sa, la autoestima profesional, lacomunicación con el equipo...El coach es, de hecho, un profe-

sional de la escucha. Los proce-sos más rápidos pueden ser decinco sesiones de una hora, perolo normal es bastante más, conunmínimode tresmeses. “La em-presa detecta necesidades con-cretas de directores generales oaltos ejecutivos y les paga un pro-ceso de coaching –explicaHermí-nia Gomà–. Si el interesado des-cubre que hay detrás un proble-ma de pareja, o consigue que suempresa alargue el coaching enese aspecto o bien contrata porsu cuenta un coaching de parejaacompañado por su cónyuge”.De hecho, y pese a la crisis eco-

nómica, cada vez más organiza-ciones programan seminarios so-bre relaciones de pareja para susempleados o socios, u organizanactividades de corte familiar. Así,la Asociación de Jóvenes Presi-dentes Ejecutivos (YPO, por sussiglas en inglés) ofrece a susmiembros “un fin de semana lar-go de aventuras en los Andes conla familia para reconectar con loshijos”, o “un safari de una sema-na en Sudáfrica para dejar atrásla rutina diaria y reconectar conla familia”. Incluso empresas sue-cas solían sufragar fines de sema-na románticos de sus altos directi-

MANÉ ESPINOSAANA JIMÉNEZ

VENTAJAS PARA EL NEGOCIO

Un ejecutivo felizen su vida personalgestiona mejor losproblemas de trabajo

ENFOQUE HUMANISTA

No se trata de asegurarla paz en el hogar paratrabajar más, sino deque todo mejore

INVERSIÓN EN EQUIL IBRIO

Empresas suecaspagan románticos finesde semana a directivoscon sus parejas

MÁSTERS PARA FORMARSE

El ‘coach’ es unexperto en escuchar;son psicólogos ovienen de la empresa

B eatriu Balsera seconvirtió en coachtras veinte años en

la empresa privada, y preci-samente a través de un pro-ceso de coaching. “Hacecinco años, en la última em-presa en que trabajé huboun cambio en la dirección;querían resituarse en elnuevo contexto en que seintuía la crisis”, cuenta Bal-sera, de 42 años, diploma-da en Empresariales, conestudios demarketing y co-municación. La experien-cia le hizo tomar concien-cia, y cursó un máster enCoaching. “Tuentorno per-sonal te acompaña a tu en-torno profesional, y la mo-chila de casa que se lleva lamujer suele ser mayor quela del hombre, aunque esoestá cambiando”, dice estaprofesional, que vive en pa-reja con el padre de sus doshijos, de 7 y 10 años.Es una cuestión de roles

en casa (esposa y madre, oesposo y padre) y en el tra-bajo (ejecutivo sometido apresión), que salta a la vistacuando “se programan alas siete de la tarde reunio-nes que podrían hacersepor la mañana, y la ejecuti-va tiene prisa pensando enla cena de sus hijos, y elhombre no”, alerta BeatriuBalsera. La solución, diceesta coach barcelonesa, ra-

dica enque la pareja funcio-ne como “un equipo que sedistingue del de trabajopor tener además el amor”.Para conjurar el riesgo

de que ese equipo familiaresté sólo al servicio de latrayectoria profesional deuno de ambos, y la convi-vencia salte por los aires,“hay que intentar casar losobjetivos de cada uno enun proyecto común”.c

La relación entre trabajo y familia de los altos directivos

L a presión del traba-jo en determinadospuestos es altísima.

“Ese ejecutivo está dandomás energía a ese trabajode la que debería, y la fami-lia se resiente”, argumen-ta Juan Carlos Albalade-jo, psicólogo barcelonés de50 años que ha incorpora-do el coaching a su prácticaprofesional. “Hay hombresque en su trabajo nunca di-cen no, y en casa a sumujersiempre le dicen no –aler-ta–. Ella se va hartando ycansando”. Los casos másusuales que Albaladejo havisto son los clásicos del di-rectivo ocupadísimo, queviaja mucho, no se implicaen el hogar, llega cansado yel fin de semana quiere de-dicarse a sus aficiones. Lapareja y los hijos lo pagan.“Enel caso de las directi-

vas, esto ocurremenos, por-que suelen acotar mucholos viajes, y no se quedan a

tomar copas después decenas de trabajo, sobre to-do si tienen hijos”, relataAbaladejo, quien ha vistoya directivos varones coneste mismo planteamiento,“y que se ven también pe-nalizados cuando hay pro-mociones, porque cuentamucho la presencia en esoscírculos”. En ese marco,cuando se hace coaching depareja, “suele aflorar que el

50%del problema es el tra-bajo de uno de los dos”.Albaladejo ve en la crisis

económica la otra cara deeste tipo de situación: unejecutivo, hombre o mujer,puede hacer pedazos su fa-milia por culpa de un traba-jo que todo lo invade, “y alque se ha quedado sin em-pleo y no tiene recursos, leocurre algo parecido en suvida familiar y conyugal”.c

Ejecutivosblindados

Unnuevo ‘coaching’ intenta cortar lasinterferencias entre el trabajo y la pareja

BEATRIU BALSERALLEGÓ AL ‘COACHING’DESDE LA EMPRESA

JUAN CARLOS ALBALADEJOPSICÓLOGO CLÍNICO CON26 AÑOS DE EJERCICIO

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