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Año XIV MADRID, MAYO 1919 Núm. 129

Colegios suscriptores

Alaoa, Alcoy, Cádis, Ciudad Real; fZt?t?ol, Gijón, Jiuesca, logt!oño, Mála:::

ga. Mut?cia, palencia, Salas d2 los lnfantes, Salamanca, Santanciet?, Sego:::

via, Sevilla, Toledo y OaUadolid.

So publica la primera decena de cada mes.

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g La cot?uespondencia o~ciat ~ gioales g ~• o' g DiuQ;cción y Administuación ~g del Colegio a su domicilio e g ~g sociaL oooeoClooogOOoooC'oOOgOO oooouoogt'}oonnoou de! Boletín. ~

o o o o oI Manuel Fernández y fionzález, 8. ~ooooccocLoooooJoooooooooLooooo~ MAROUE~ DE JAnTA ana, 28 io o o g~ l'iADRID J De los trabajos res pon· \ MADRID i

"OOOOtJOOOc.OOOOOOOOOUOQO~JOoo""<,lo',n. 000 # den sus autores. 'tt:>ooo '_G.\<1'a.ftC''''''O~' ooooooouooooooooooo#

Convocator·ia.-0-

El Colegio Central celebrará Junta general

extraordinaria, en su domicili'o social, el día 13

del actual a las diez en punto de la noche, para

discutir y aplObar el siguiente

OTWSl\ DEL DJA

I.Q Lectura y aprobación del acta de la se­

sión anterior.

2.° Presentación de los nuevo cargos en

directiva.

3.° Proposiciones de la directiva.

4'° Huegos y preguntas.

Se ruega la puntual asistencia.

........~.........~.~..~..~.~.--...~.-.... ........

Protesta mos.

No hemos querido perder el tiempo, ni malgas­tar una cuartilla de papel, ni mucho menos inser­tar en estas columnas, modestas, pero dignas, uQa

sola línea acerca de lo hecho y Jicho por lIucslrosentrañables mentores profesionales, en los ya cé­lebres y para nosotros descoilsoladores Congresosmédicos, Asambleas, Juntas directivas y demá~

zarandajas por el estilo ... ¿Para qué? Ya lo hizo laPrensa profesional y la política: la primera, bu!can­do el aplauso y el bien de la clase; 'a ~egund;:;, laperra chic 1, sin cuidarse de n')sotros por creernos,sin duJa, ele casta diferente, y por taflto, sin dere­ciJO a la vi::!a. Y como nilljie se acordó de nos­otros, sería una gran merced ofrecer acatamientoa los que nos olvidaron.

y COIllO a nuestras justas y comedidas peticio­nes han respondido con el desaire, a nuestra cor­tesía y discreción con la displicencia y a nuestropersonal concurso, cuando nos solicitaron, con elmás olím pico desdén, creemos llegada la hora deemanciparnos de esos vínculos que nos oplÍmen,de las diferencias que nos esclavizan, de los hala­gos que nos entristecen, y libres de esa_tutela queen lugar de ampararnos nos pone a merced de lainjusticia, protestar enérgicamente de la incalifica­ble conducta seguida con nosotros...

Y tengan entendido todos aquellos que, unos

2 BüLETIN DE PRACTICANTES

desde los altos puestos de la política, y otros des­de la cumbre:científica, que ante todo somos hom­bres y que si por culpa suya tenemos que renun­ciar a una profesion tan honrosa y digna como lamás encumbrada, obtenida por vocación y a fuer­za de sacrificios y ROS vemos obligados a buscar elnecesario sustento para nuestras familias en otrosmenesteres para los cuales no reunimos condicio­nes ni estábamos preparados, bien pudiera ocurrirque, enloquecidos por los desengafíos, nos olvi­dásemos de lo que somos, y en un momento de ,obcecación, de alucinamiento mental, renegásemosde aquellos que siendo nuestros padres profesio­nales, convirtiéronse en malos tutores, y cuyo pro­ceder nos autorizaría para decirles frente a frente ycon la frenle alta ... ¡Los padres que abandonan asus hijos no tienen derecho a ser respetados por és­tos ni por la sociedad!. .. ¡Caiga sobre ellos el ana·tema divino!

LA DIRECClüN

Colegio Central.-0-

En atención a indicaciones y circunstancias

especiales, ajenas a su buen deseo, esta enti­

dad, en Junta general extraordinaria celebrada

el dia 23 de abril último, acordó suspender la

celebración de la Asamblea convocada para el

mes actual, y cuyos trabajos preparatorios son

conocidos de la cIase en general.

La suspensión no obedece a dificultades ni

desalientos por parte de esta colectividad, sino

a la necesidad de intensificar los trabajos de

preparación, con objeto de que el acto resulte

con la brillantez y magnificencia que requiere.

** *En la Junta general extraordinaria celebrada

por este Colegio, el día 23 de abril último, se

procedió al nombramiento de los cargos va­

cantes en la Junta directiva por renuncia vo-

luntaria de los señores que los desempe­

ñaban.

Verificada la votación, y elegidos los nue­

vos compañeros, la Junta directiva quedó

constituida en la siguiente forma:

Presidente, D. Antonio González Cruz.

Vicepresidente, D. Eduardo Pérez Márquez.

Secretario, D. Julio Amelio Martínez.

Tes0rero, D. Venancio Sancho Villa.

Contador, D. José Antonio Rodríguez.

Vocales: D. Manuel Cárdenas, D. Matías

Pérez Marcos y D. Julián Huedo.

Bibliotecario, D. José Prado Núñez.

La reforma se impone-0-

Muy en breve comenzará en las Facultadesde Medicina el período rutinario de exámenes defin decurso. A ellos concurrirán parademostrarsuamor al estudio y suficiencia práctica, los alum­nos oficiales y libre< con el vivo deseo, tantounos como otros, de alcanzar el justo y merecidopremio a sus afanes y aspiraciones, idealizados enla suprema esperanza de un porvenir risueño queles ponga a cubierto de las' angustiosas vicisItu­des de la existencia.

En ese período de lucha titánica ... ¡qué pocoslaureles se ganan y cuántas ilusiones se pier­den!. .. En la mayoría de los casos, es la suerte ve­leidosa y fácil, el factor más importante del triun­fo o del fracaso. A veces, son otras las causasque se interponen en el camino de esa pléyade deespíritus soñadores, llenos de vida y ávidos degloria, y a ellos brevemente vamos a referirnos,dejando a sal va de todo comentario la acrisoladahonorabilidad de las personas, concretándonos acitar hechos conocidos de todos, y, por consi­guiente, verídicos.

Por razones fáciles de comprender, desconoce­mos lo que pasa en las Facultades no centrales,y, por lo mismo, nos abstenemos de hablar deellas; en cambio, la de Madrid nos ofrece un am­plio campo de observación por cuanto el régi­men de enseñanza que rige en ella, es muy cono-

BOLETIN DE PRACTICANTES 3

FER~ANDO JUEZ SE JA

sales, que hacerlas en un enfermo anasárgico ohemofílico en grado superlati\'o? ¿Puede determi­narse con exactitud matemática las regiones delcuerpo humano, sólo con aprender en el maniqUíla situación de cada una y sus líneas limitantes?¿Un vendaje circular,' oblicuo (J recurrente, seadapta lo mis"!lO en el enfermo que en el muñecp?y si de esto pasamos a otros puntos del progra­ma, Verenl'lS bien claramente que las deficienciasno emanan del texto doctrinal, sino de los encar­gados de su interpretación, y de aquí la anémicaensC!'lanza que hoy reciben los que aspiran a ob­tener el título ue Practicante. Y como ahora pa­rece que se trata de reformar la carrera, nuest rodeber es trabajar cuanto sea posible para que lareforma sea en un sentido esencialmente práctico,es decir, muy poco o casi nada de teoría y la ma­yor cantidad posible de enseñanza práctica. Sóloa este fin debemos encaminar nuestros esfuerzos,pues no es ju to que, si hasta hoy ha sido la en­señanza poco apropiada a nuestra actuación pro­fesional, siga en la misma forma por tiempo inde­finido, con la nota agravante de que nuestroscompañeros de manana, al recibir el triste legadode nuestra apatía colectiva, gérmen primordial denuestra decadencia social, no sentirán ha('ia nos­otro el afecto íntimo de los agradecidos, sino eldesdén irónico y característico que se pone demanifiesto en el semblante de los hombres cuan­do se les habla de cosa que no les interesan.

Reflexionemos todos, directores y dirigidos,acerca de este asunto; pong~mos cada uno de suparte cuanto pueda para evitar que llegue el mo­mento critico que se avecina, 'f como de la ense­ñanza depende en primer lugar nuestra regene­ración, c!rdiquemos a su" mejora y engrandeci­miento Cll~llltoS recursos y medios hábiles seanprecisos, pues de seguir vi viendo tomo hastaaquí, es preferible despojarnos del ligero barnizcientífico que nos cubre, y libres de él buscarnuestra redención social en los talleres, en la fá­brica, en la entidad obrera más humilde, con taseguridad absoluta de encontrar en ella, sea laque quiera, protección y cariño, trabajo y bien­

estar.

-...~..~.~.~ ~~~...-....~. ~..~.~ ~ ~ .MUNTANB.-Blmejor vaciador de instrumentos de cirugía-:­

Plaza de San Miguel. 7

cido de todos y a él nos ajustaremos para argu­mentar respecto a la parte educativa que en lamisma corresponde a los alumno de nuestra ca­rrera.

En primer lugar, digamos algo acerca del vi­gente programa de estudios, tachado por algunosde insuficiente sin tener en cuenta la fecha de supromulgación; pues no cabe duda, que cuandoéste se confeccionó era lo bastante para cumplir('on exceso nuestras mermadas atribuciones. Yesjusto y necesario reconocer que, aun siendo im­perfecto y pasado de moda, bastaría, dominándo­lo a conciencia, para no hacer el ridículo al ladode nuestros mentores científicos. La prueba evi­dente de esta afirmaci6n nos la da un crecido nú­mero de practicantes que hoy figuran en primeralínea, que ingresaron por oposición en Cuerposespecial s, sin más fa\'oritismo que su labor cien­tífica y los cuales llegaron a tan honrosos puestospor obra y gracia de e e pobre programa llamadoa desaparecer y que ¡ojalá sea pronto para bien ysatisfacción de todos!. .. Por nuestra parte, y dis­puestos a rectificar lo dicho, creemos sin('cramen:te que la mayor parte de los temas del actualcuestionario, encajan perfectamen te en las no\"Í­simas doctrinas médico-quirúrgicas actuales, loque demuestra que no son tan malas como pa­

rece.Lo que ocurre es que no se enseña, y claro es,

el alumno, sin trabajo elemental de disección y sinmaterial de prácticas adecuado llega al final decurso sin conocer lo más necesario; primero, porla poca extensión del programa, y, segundo, porla au encia casi total de enseñanza teórica. Y comono faltará quien diga que habiendo cátedra, a ellase debe acudir para aprender, observa('ión muyraw:lable si no fuesr una ironía uesconsoladora, aellos nos dirigimos, rogándoles nos remitan lacontestación que estimen oportuna... ¿Creen aca­so nuestros ar~umentadoresque es lo mismo de_cir de carrerilla, de lo que se compone una arti.culación, su estructura y. mecanismo fun('iona\'que d 10 mente en el enfermo quédifer hcia l':Xist entr s movimientos activos ypasivos d a rrtism :r acaso igual la exposiciónoral, razona,l. ·')rrí.Heta y brillante de la fleboto­mía (1(" ! taponamiento de las fosas na-

4 BüLETIN DE PRACTICANTES

Por conduelo pai-ticular llega a nosotros la no­ticia que, d< sel' cierta (y por tal la creemos enatención a la reconocida seriedad de su proceden­cia), bien merece la pena de emborronar unascuartillas a guisa de comentario. Comentemospues...

en distinguido profesor y ex ayudante de todaconfianza de un renombrado especialista, cuyonombre figura en primer lugar entre los entusias­tas de la educaciólI jísin7, y el cual ocupa hoy unhonroso puesto en un brillante cuerpo oficial, hacuncebido una idea genial y de tan alto entidobumanitario que, si no fuese porque ésta interesay lesiuna a la \ez nuestros derechos leal y 1lob/e­

IIh'lIlc adquiridos, merecería nuestro sincero elo­giu y unánime aplauso, siendo los primeros en('nsalzar!a, pues nu cabe duda que encarna en sí1111 bcllo ideal: el de llumaflidad.

Desgraciadamente y con verdadero pesar notcncnlOS mús remedio Cju<, protestar de ella, entre(¡tras razones, porque la Caridad, obra de Miseri­cordia excelsa, clon sublime del espíritu, pierdetoda su pureza cuando se practica con notorioperjuicio de segunda persona, pues ésta tendríaderecho a desconfiar y poner en duda su alta ydivina significación caritativa.

Ahora bien; el competente y ya célebre profe­sor, llevado de su altruísmo y ardor científico, epropone crear una proJesíóll, sin más sanción ofi­cial que su libérrima voluntad y sin acordarse, por01 \' ido seguramente, .de que existe una Clase, lannestra, capacitada y con derechos. adquiridos yrecúnociclús legalment para desempenar los ser­vicios ml~diclls auxiliares que él pretende trans­ferir a la nueva entidad profesional.

La novísima rama de la Medicina es la de Ma­Jagisla. \hora bien; ¿creen nuestros lectores quela flamante profesión es libre, es decir, para to­dos' Pues, no señor. La nueva especialidad espara alumnos ciegos, y de ambos sexos, natural­mente. Del ¡jlan dc estudios sólo sabemos que enun establecimiento benéfico stlstenido por el Es­tadó y de gran renumbre por el valioso profesora­do que en el mismo presta servicio, celébransesemanaln1l'ntc conferencias preparatorias, y hastaparece qu<' ya se ha tomado el acuerdo de distri-

Eramos pocos. buir I.os alumnos por las clínicas para que vayanpracticando cn el enfermo. El método es tan sen­cillo que no merece la pena de recordar qne exis·ten Anatomía, Fisiología y Terapeutica... ¿Paraqué? ...

Conste, sin embargo, que no es nuestra inten­ción molestar, y mucho menos c¡-¡ticar a nadie,eso nunca. Nuestro propósito es decir alto y claroque la única entidad autorizada para c(;ncede;patente de suficiencia es la Facultad de Medicinaprevios los estudios, exámenes y pago de dere~chos correspondientes.

Además, si la carrera especial de masagista esneeesaria pídase a los Poderes públicos su crea­ción inmediata y en sentido general. Esto sería lojusto, y por tanto nos parece mal que un profesorde recono<.:ida cultura y recto proceder se abroguepor sí y ante sí la facultad de crear lo que yaexiste, y esto con notorio perjuicio de una Clasecuyos derechos deben ser respetados.

Pues bien; por lo delicado del asunto y porquesentimos hacia el profesol de referencia un Ie,d y

respetuoso carino no seguilll0s más adelante; perosí vamos a permitirnos .hacel algullas preguntas,las cuale " si tenemos la sucr-te dc ser contestados,nos servirán para aclarar nuestras duelas)' dar larazón al que la tenga.

Primera. ¿Qué di¡ü la clase médica en general )' el distinguido profesor a quien nus referi­mos, en particular, si un médico de gran reputa­ción científica se dedicase a dar conferencias ycursillos y hecho esto concediese patente de sufi­ciencia a sus 'llumnos l:(¡1110 tales médicns Vsinmás ~nseñanza que la recibiJa particularmen'te?

Segunda. ¿El ilu trado cuerpo profesoral de~

centro benéfico a que aludimos, estima lícito queteniendo a sus órdenes un brillante núcleo deauxiliares legalmente autorizados y perito en ma­soterapia, kinesiterapia, etc.. ete., invada sus clí­nicas un per '(mal profano, sin más autorizaciónque un buen deseo, contraviniendo las disposi­ciones oficiales vigentes y faltando por tanto a lasleyes?

y como quiera que para ser respetados lo pri­mer(¡ es respetar, a este principio nos atenemos.

y nada más por hoy.

KAU T. RIO

BüLETIN DE PRACTICANTES

Hubo un lapso de tiempo en que el colegio sedividió en dos grupo. No he conocido época máshermosa, a pesar de las s nsibles exaltacionespersonales a que llegábamos en nuestras eliscrp­pancias, arrastradas por vehemencias y pasiones.Eran bellos para mí aquellos monwntos: Bellos,porque yo entiendo que estas luchas, son tan ne­cesarias para rI sostenimiento de una institución,como el oxígeno a la ,·ida. Contra mi íntimo pare­cer, estaba el de un compañero eminente, quien entan humano choque de ideas, veía algo lesivo yperjudicial para una labor conciliadora. Así loexlrriorizó en público, dando a su palabra la en­tonación adecuada para hacernos comprender queestaba dispuesto a retirarse, si las di vergenciasno se acahaban, dejando plaza a un unánime cri­terio, frutu de prudentes conciliaciones. En aquc­lla noche y ante tal llamamiento, que yo estiméacertado y plausible, dada la gravechd del mo­mento, los practicantes madrileños atcndmios to­dos a la voz de un sentimentalismo que nos re­clamó; dimos pruebas de alto ci vismo; le\'antamos

el estandart de la buena fe por encima de todapasión y enojo, y nos arrancamos del pecho unarosada flor-símbolo de lucha-para dejarla mar­chitar ('n holocausto a un bien común que crei­mos encprraban aquellas cálidas palabras del cul­to y ('ntu iasta compañcro. Creímos que obramosbien y tal hicimos. Y todo quedó en calma. Nilos indi\ iduos de la general pudieron conducirseClJn más cordura, ni a nosotros se nos pudo exi­gir tamjJoco mús respeto, ni mayor disciplina."<'ro pas() cl ticmpo, y en su tranSC'lrso-porcierto \)i('n corto-, cuandu todos creíamos enpaz los {mimos y serena la laguna de nuestras di­I('reneias, el horizonte se cubre dc inmensos yobscul'()s nubarrones, y ante la inminencia de latormcnta rl ,inimo se snbrecogr dr infinita triste­za, nos acnnll'tc la sensación del peligro, y pUl'instinto de consen'ación I{¡gico y natural, nosacogemos al único asilo de refugio que nos que­da... ¡La r flcxión! ...

1\ nte tal ('spectáculo, yo confieso con toda sin­ceridad que he quedado profundamente impre­sionado. n,l decepción inmensa 111r embarga, alpropio ticmpo de l"('('I)l1UCer cuán loca flll', aque­la T¡retrnsiún mía, que deseaba caminar por los

1

5

JOSÉ ROCAMOR.\

campos del sentido común confecciunando rami­lletes de ilusiones, sin tener rn cuenta, que elcampo en vez de campo, era desierto, y lo queimaginaba flores, no otra cosa que secos abrojos

Considero contraproducente para la clase todo10 que ocurre. 1\ mi entender, no tiene nombr('; yme afirmo en tales calificativos, porque no pue­den emplearse otros, cuando aquellos que sonVejados y ofendidos a diario; cuando los que Sesometen sin protestas a las mil iniquidades dc losadministradores de justicia de este triste país, nosentimos con alientos napoleónicos, sacan d.) todoel yeneno acumulado por envidias y malas artl's,para morder y destrozar, no pnr altas causas, si nopor asquerosas pequ"ñeces y turbios persona­lismos, que desde el solio elel ideal clllrctivo srarrastraron hasta la letrina donde yace lo másabominable y abyecto: rl egnísmo de unos cuan­tos.

¿Seremos tan torpes y soberbios qur no perdo­naremos? ... ¿Que no sabremos olvidar puerilida­des para continuar el camino emprendido?... Si ('S

así, poco soy y nada valgo; pero cnnste mi m,'tsenérgica protesta que ticne la \'Írtud de ser !lO bksincera y leal.

No es con vaselina.El señor ministro de la Gobernación del ante­

rior Gabinete me parece que se equivocó al cre~1

que las clases sanitarias de toda Espana se COIl­

formarían cun lo expuesto en la Realürden que cir­culó por la Prensa política y profesiunal. 1 TO , señ, ,rministro, no es COIl vaselina con lo que hay qurcurar las hericlas abiertas por el caciquismo cn ladignidad de los mrdicos españoles, sobre tudo CI1

los rurales; no es con \'asrlina con lo que sc sua­vizará la aspereza resullante de la injusticia, {'OI1

que los Gobiernos todos han tratado los proble­mas sanitarios; no es con vaselina CUI1 lo quc hade redimirsr de la miseria a tantas familias de mt"'­dicos y practicantes que quedaron bu('rfanos deprotecciól1 al fallecimicl1tll <le! quC', drsprl'l'Íand"el peligro, subvcnía a sus necesid:tdes; no es ( 111

yaselina con lo que se ha de resolver el magnoproblema de la Sanidad y la Higiellc Publicas.

Tudo estu hay que resul\'er!q {'un medios tera­péuticos mucho más cnérgicos quc la vasl'lina, yuno de esos medios ha de ser la incmp"raciún alr)s Presupuestos del Estadu <lel impurte (Ic' I¡¡stitulares; es medicina esa, que t()/narún CUI1 difi­cultad los ('aciques rurales, pero no hay otla paradar al ('(osar lo quc es del Cés:tr. Otro rcnlC'di(1 Cs

protesto.Yo

6 BOLETIN DE PRACTICANTES

Amplias Asambleas en las que se canden an as­piraciones importantes de todas las clases médi­cas, se han verificado estos días para pedir me­joras que de todo punto sc hacen necesarias; peroen todas ellas hemos notado un algo, el egoísmoquizá, que hace de la clase culta de los practi­cantes españoles, que todo el mundo les mire condesprecio. ¿En qué reunión celebrada por los mé­dicos se han ocupado de nosotros ? ..

El eultísimo doctor Albiñana, que encumbró susaspirac:iones a fuerza de con~tancia y de trabajo,se ocupa de nosotros en la Asamblea médica dela corte para pedir una vez más unión y justicia.A él debemos nuestra innwnsa gratitud; peromientras por ahí con estruendosa elocuencia sepregona la unión, en provincias han permanecidoindiferentes sin afrontar una orilla salvadora para

los practicantes irredentos.Tenemos un expediente en el ministerio de la

Guerra, y como no somos militares, aunque mili­tamos en el campo de la ciencia, nada consegui­mos; tenemos otre en el de Gobernación, que serefiere a la Beneficencia, Casas de Maternidad, et­cétera; pero como no somos hijo de ordenanzasde ese centro, tampoco se nos coloca en esospuestos; y por último, otro obra en el de Instruc­ción pública, en el que se pide la reorganizacióncientífica y literaria, ampliando años de estudioprácticas de laboratorio, análisis, etc., y que sedenomine el título Auxiliar de Medicina y Ci­

rugía.Como con estas concesiones se consC'glllrtan

varios fines, como lo son: la carrera eminentemen­te técnica, colocación y formación de escalafonesde practicantes d Beneficencia, militares o Ar­mada, creación del Cuerpo de Practicantes escoslores para la vacunación ele los niños, curacione­y otros fines, tal como se creó para los médicosen Barcelona, Madrid y otros puntos, y de unavez se acabaría el intrusismo vergonzante, cuyaculpa la tiene el Gobierno por el poco celo quedespierta en la reglamentación ele esta bené­fica clase. De aquí que nada se hace, nada Seconsigue, se nos mire con desprecio, como si ('sque viniésemos del encanallado Congo africano,como si no tuviésemos una carrera quC' tantos

el de retardar lo menos posible lu referente a laspensiones de esas citadas familias, pues para unacosa tan justa no hacen falta ni tantos expedien­tes ni tanto tiempo. Otro remedio es exigir a to­dos los Ayunt<Jmientos el exacto cumplimiento delas leyes promulgadas, de las cuales no se ocupanpara nada; aunque lo mejor sería crear el Ministe­rio de Sanidad, con funciones autónomas, desli­gado de la Política, pues si se hacía política en eseMinisterio. lo único que se conseguiría era hacerde hombres sanos en ideas y procedimientos ca­ciques corrompidos, y a eso no hay derecho.'

Pues bien, señor ex ministro: Para ver que no esmás que vaselina la Real orden citada, no hacefalta ser un lince; fué publicada después de lasasambleas médicas celebradas en toda España, yal ver el Gobierno la unanimidad de la protesta yla energía con que fué hecha, se diría: Ilay quehacer algo, y ese algo, ¿sabéis lo que es? ¡El ri­dículo! Eso es lo que hizo. Porque en la repetidaReal orden no hay nada en absoluto que tienda aresolver lo que sin resolver está, pues dicha Realorden se concreta a recordar a los Municipios laobligación que tienen de consignar en sus Presu­p~lesto~ la cantidad necesaria para el pago de mé­dIcos tItulares, y de no cumplir ese requisito losamenaza con no aprobar los presupuestos respec­tivos.

Si ya tenían esa obligación, y no la cumplían,¿qué se puede esperar para lo sucesivo si la en­fermedad no se ataca en sus raíces? ¡Qué inocen­tes! Con consignar la cantidad y disculparse parano hacerla efectiva con la falta de fondos, esta­mos al cabo de la calle.

Pero no es por eso; es, porque el médico no sesujeta a los caprichos del monterilla y sus saté­lites.

De manera, sl'ñores. que quedamos en quecomo no resuelve nada la tan repetida Real or­den, no hay por qué deponer la actitud' adoptadapor las clases sanitarias, porque bien claro estáque todo cuanto dispone, no es ni más ni menosque vaselina y solamente vaselina.

Señores ex ministro y ministro actual haycosas que con azúcar están peor.

MEN:~ PHOTO [orretos. ~g.~~.::- ......._ Planta baja.

PROP.- 0\ "Q, LA CASA

Amplia[if ~Bífi[al pUllalelS~ etas

KILOMBTRl\,,,,, CARNETSA PESETA PO PBRSONA

EL OLVIDO-0-

BüLETIN DE PRACTICANTES 7

sinsabores, tantos disgustos, tantos desvelos noscuesta.

En Correos y Telégrafos, sin título profesional>con una simple oposición, obtienen elevados suel­dos. En la carrera del Magisterio se reformó elplan de enseñanza, estableciendo el Sr. Bergamínel grado único. Nadie negará, ni aun los mismosestudiantes desaplicados, que aquella reforma fuéun gran adelanto, pues también se les paga ahoramás decorosamente.

Urge, pues, que nuestra tan sufrida clase noquede olvidada en el abismo; es preciso hacermás de lo poco que de ella se ha hecho, y de estaforma, todo practicante estudioso llegará al finque se proponga obtener. Queremos trabajo paraque se nos recompense.

DIEGO AGUILERA,Practicante.

Archena (Murcia).

~~~~~~~~~..¿Que no se destruyen loszánganos de colmena...?

Me parece estar presenciando la animadadiscusión de algunos queridos compañeros,los cuales, entre un mohín de extrañeza y ungesto de desconfianza mal contenido, comen­tarán con cierto saborcillo picaresco lo dichopor mí, cada uno, natmalmente, a su capri­cho, como si el intrusismo mereciese ala­banza en lugar de castigo. Claro es, que tra­tándose de mi insignificante personalidad, ysin otros méritos que mi voluntad y mi únicodeseo de que termine nuestm estado actual decosas anormales y careciendo, además, de unasólida base de conocimiento'> acerca de puntotan escabroso, lo menos que podía sucedcrmeera precisamente esto y, por tanto, puedo con­siderarme altamente recompensado y satis­fecho.

Ahora bien; como tengo en ellos absolutaconfianza, pues estoy seguro de que en el fon­do esta/llOS tlldos de acuerJo, de aquí el queme tome la libertad (contando de antemanocon su benevolencia), de decirles una vez másque el maléfico germen del intrusismo desapa­recerá en cLlanto nosotros le hagamos frentecon activa energía, y todos unidos, con lo queconseguiríamos dos fines prácticos y benefi­"iosos, a saber: la esterilización definitiva del~gen te morboso y la intima satisfacción de

cumplir con el sagrado deber de dignificar yenaltecer nuestra meritísima y honrada pro­fesión.

Lo dícho me exime de hacer otra vez el bos­quejo del zángano de colmena y, por tanto,procuraré concretarme hoya dar una ligeraidea del medio !,rofiláctico que podríamos em­plear a falta de otro mejor y con la seguridadabsoluta de que nos libraríamos de la picadu­ra ponzoñosa del zángano de colmena, que esen resumen lo que GOS interesa y puede con­seguirse a poca costa, pues no es tan bravoeste león como nos lo pintan nuestros cariño­sos amigos los elementos dI;; la gran familiacaciquil.

El remedio, receta. pócima o como quieranllamarlo, es bien sencillo.

He aquí su composición:Die Practicantes bien unidos. . .. 10.000

Colegios provinciales. . . . . . . . . . 49Cultura profesional y social. . . . . c. s.Mézclese y extráigase la cantidad necesaria

para formar un Comité central competente,trabajador y dispuesto a todo.

No cabe duda que bien preparada y aplica­cada a tiempo, y sin contemplaciones, la talformulita daría un resultado maravilloso. Ycomo su componente lo constituímos nosotrosa base de unión, no me negaréis que sería elantiséptico más eficaz para destruir el germende nuestras desdichas, pues le bastaría oler lapócima para abandonar este pícaro mundo tanlleno de vividores y aprovechados. Confiesosinceramente que desconozco los efectos tera­~éuticos de mi fórmula, y por lo mismo mediríjo a vosotros para que me ayudéis a pre­pararla mejor, agre~ando 10 que hiciese falta,hasta conseguir el máximo grado de purezaen su confección. Y una vez hecha ya veremosen qué forma se aplica. Por ahora, lo urgentees hacerla, pues quién sabe si esto será unnuevo descubrimiento, quizá más resonanteque el de nuestro querido y ya célebre com­pañero alicantino, pues es muy posible quecon el tal brebaje quejaría solucionado el pro­blema de nuestras aspiraciones. Porque, fran­camente, obtener oro del merc:lrio, es de lomás estupendo, pero sin que esto sea restarmérito alguno a la inmensa labor dei ilustrecompañero, me parece que también tiene losuyo la esterilización a~soluta y definitiva delos zánganos que infectan la clase.

Ahora bien; caml) todo oficio requiereaprendizaje, y toda obra necesita concurso,para luchar es preciso pertrecharse de lo nc-

8 BüLETIN DE PRACTICANTES

cesario; así, pues, yo creo que lo primero quedebemos hacer para que la fórmula se haga,es prestar nuestra ayuda de un .Ilodo directo,trabajando unidos, colaborando ee nuestroBOLlniN, y haciéndo!o así, las idtas serún co­nocidas y apreciadas, y servirán de estímulo alos rezagados. El remedio 110 puede ser mássencillo y menos cost·1so; colegiarse en el cen­tral o suscribirse al BOLET[)< OFIC[4L. Cualquie­ra de los dos medios servirá ;\ Tlue"tro propó­sito, pues no creo que la clélse se preste gus­tosa a caer en el abismo del menosprecio,sólo por el hecho de no querer contribuir conunas cuantas pesetas anuales, y de cuyo be­neficio cada uno, en particular, ." todos en ge­neral, ubtendremos él su debido tieOl po laequitativa recompensa.

y no creais que mis palabras ;,on burbujasque lleva el liento, no; yo aconsejo COll el

. >giadn soy y e;,toy ciispuesto <t

t;'a'bajm cua pueda, y si la Asam hlea seI liza, a el "oncuTTiré para unirme a todosy pedir a 10"s Poderes públicos el reconod-'

miento legal y público ..ie nuestros derechos,lo que seguramente conseguiremos si todos auna, y empeñando nuestra palabra de honor,tenemos valor para llevar nu~stras peticioneshasta la más alta representación nacional.

y como todo esto puede conseguirse conmi formulita, a elJ~ me atengo, pues tengo laplena seguridad de que ~e normalizaría nues­tm situación y desaparecería para siempre elzángano de colmena y las Tnosquitas verdes,tan bien satirizadas por el incom parable y ge­nial compañero «Cantaclaro».

Vengan, pues, fórmulas, enmiendas, o 11)

que sea. Lo urgente es acabar de una vezcon tanta injusticia y para esto, con fórmula ()sin ella, lo esencial es la fidelidad a la ~allta

causa y no ofrecer cuando no se puede dar,pues harto sabido es que prometer cuestapoco, pero el momento dll cumplir no lleganunca.

AGUSTI~ ARTIGllES,Practka.ntt" titula.r

Ablanque (Guadalajara).

----Tratamiento del ántrax_por medio de la incisión bi­ateral con despegamiento de los colgajos, drenaje

filiforme y sutura a distancia.El tratamiento del ~íntrax debe ser {reJIl'll1!

y local.El tratamiento gl!lltlFll1 consiste esencialmen­

te en lu.;bar contra el Illal estado general (dia­betes, albuminuria, ohesidad) por medio de untratamiento apropiado, y contra el surmenajepor medio del reposo; contra la mala alimen­tación por abuso de alimentos hidrocarbona­dos, de carnes o pescados en conserva; COfl­

tra la infección intestinal por medio de un ré­gimen vegetariano, los fermento" lácticos y elbetol al interior; contra la infección· cutáneapor medio de las duchas y baños almidona­dos o sulfurosos y los baños de aire con eltórax desnudo. Ensayaremos el cambio de aire

(altura, clima marítimo, clima montañoso, vida

rural).El tratamiento locai es operatorio o médico.El tratamiento médico está indicado en los

ántrax pequeños, poco dolorosos, los cubrire­mos con emplastos de Vigo o un emplastJ él

base de plomo o zinc, cataplasmas de vaseli­na, o también compresas con agua he,·vida.Cuando el ántrax es v('luminoso o doloroso,cuando el enfermo está muy abatido, cuandoe.1 estado general está yacomprometido, es ne­cesario operar.

Tratamiento qlfiFÚlgico.

Los métodos clásicos son la incisión crLl-

BOLETI~ DE PRACTICANTES 9

cial, la extirpación del clavo y la ablación enmasa del tumor.

La incisión crucial calma el dolor y facilitala evacuación del clavo, pero la curación eslenta y en los ántrax voluminosos exige variosmeses. La extirpación del clavo, previa inci­sión crucial. reclama la anestesia general, de­termina un alivio más rápido y más completoy abre\'ia algo la duración de la cicatrizaCIón.Estos dos métodos producen grandes cicatri­ces muy pJco estéticas., La extirpación en m Isa, que he empicadorepetidas veces en ántrax incipientes, ejecúta­se con anestesia local.

Consiste en extirpar el tumor en masa pormedio de ulla escisión en forma de embuJo,al igual que practicall10s en una Iruta podrida.

Resulta excelente en los ántrax pequeños,pero cuando son voluminosos queda una ca­vidad enorme. Lo mismo si el forúnculo espequeño que muy voluminoso, el despega­miento, previa incisión bilateral, es muy fácilde ejel:utar y pI'esenta grandes ventajas.

TéCllica del despegamimto por i'lcisióll bila­teral.

La operación consiste en practicar con anes­tesia local dos incisiones longitudinales y pa­ralelas rodeando el tumor, extirpar todos lostejidos enfermos resp¿tando la piel y drenarcon hilos muy delgados previa. sutura a dis­lancia.

Anestesia local.

Practícase con novocaína al 1 1200, bastandouna jeringa de cristal de 10 a 20 centimetroscúbicos y una aguja de 6 a 8 centimetros mon­tada en un tubo de goma adaptado a la jeringa.

Practico primeramente dos inyecciones lon­gitudinales tangentes a los bordes laterales deltumor, rebasando algunos centímetl os sus li­mites uperior e inferior, una en la car•• pro­funda del dermis, utra en el tejido subcutáneoy finalmente otra al nivd de la apor.eurosis·Practico luego inyecciones ma~ivas en la c'lraprofunda del dermis que cubre el tumor, con

objeto de despegarlo de las partes subya­centes.

Practico, además, una infiltración circularalrededor de la base de 13 tumefacción y final­l11ente inyecciones masivas entre la cara pro­funda del ántrax y la aponeurosb. De esta ma­nera las partes necrosadas encuéntranse portodas partes separadas de los tejidos sanos poruna capa de líquido analgésico.

Una vez obknida la anestesia, practico dosincisiones longiludinales, tangentes a los bor­des del ántrax, rebasando su nivel varios cen­tímetros por arriba y por abajo, quedando deesta manera incindida la piel en todo su espe­sor, como también el tejido subcutáneo hastala aponeurosis. Entonces pueden p.resenlarsedos casos: o b en la infiltraci¡')n purulenta esdura o bien el clavo está reblandecido.

a) II/filtración dura.

Con el bisturí despego toda la cara profun­da del ántrax dt: los tejidos sanos, es decir, dela aponeurosis, empezando al nivel de una delas incisiones longitudinales y continúo hastallegar a la opuesta.

Por medio de pinzas de l\:ocher cojo losdos labios cutaneos que corresponden al tu­mor inflamatorio, y con la pinza, el histuri ylas tijeras curvas escindo los tejidus enrel'illOScomenzando por su cara profunda, hasta quela aponeurosis quede por completo limpia detojos los tejidos inflamados. La escisión deestos tejidos queda limitada por las dos inci­siones laterales.

Después de haber ligado las arterias y con­tenido la hemorragia, por Inedio de comprt:sasde gasa bien apretadas, reullo los labios de lasdos incisiones por medio de sutura" él di"tan­cia, bashnle ::.eparadas entre sí, con crines de

Florencia.La sep,lr;¡ción de los labios al ni"el de las

sutura'i debe ser de un'Js S milímeto', y losespacios siluados entre cada lanzada, debenIl,edir, aploxlmadamente. de 3 a 4 centi­

metros.Dreno la cavidad upcratoria pOI me,l¡o de

18 BOLETIN DE PRACTICANTES

hilos de goma del número 8 ó 10, o con hacesde dos o tres crines anudados en forma deasa y rebasando las incisiones.

b) • Clavo reblandecido. Extirpo el clavoC0n una cucharilla e incindo con tijeras cur­vas, no solamente todos los restos flotantes detejido celular, sino también todos los tejidoscuya con istencia y color no son completa­mente normales. El resto ·de ia operación, esidéntico a lo que hemos indicado precedente­mente.

El apósito es cilmbiado a las veinticuatro ocuarenta y ocho horas, y después siempre queesté sucio.

Transcurridos unos diez días, el rezurna­miento purulento ha disminuído muchísimo;se quitan entonces los dremtjes filiformes y los

puntos de sutura, se pone un apósito sencilloy la curación es generalmente completa des­pués de quince días o tres semanas.

Cuando el centro del ántrax está mortifica­do o perforado, debemos escindir la piel esfa­celada y proceder luego como si la piel estu­viera intacta.

Cuando el ántrax está muy ulcerado, cuan­do la perforación alcanza más del tercio deldiámetro del tumor, cuando los agujeros sonmúltiples. debemos desechar la incisión bila­teral seguida de la extirpación de !o'; tejidosenfermos, por cuanto sus vent<tjas serían nu­las, y! además, expondría a la gangrena delcolgajo cutáneo.

A Ilálisis de la técnica.Analizando los qifcrentes tiempos de la

operación, veremos que la anestes¡a local pro­duce, generalmente, una excelente analgesiasin expunemos a ninguno de Jos i¡,conve­nientes de la anestesia general. Algunos en­fermos nerviosos o que abusan de los excitan­tes dicen sufrir algo; en este caso, cabe em­plear' la anestesia general.

La incisión bilateral e'S preferible a la inci­sión axial; esta última traulIJariza la piel, envías de perforación, determina su ulceración ymortificación consiguiente, impidiendo suaproximación si quisiéramos saturarla.

No ocurre lo propio con las incisiones late­rales practicadas en tejido sano, que cicatrizan

.rápidamente, y cuyos labios no se gangrenannunca.

En tamo, la incisión axial hace áifícil la ex­tirpación de los tejidos enfermos: en cambio,las incisiones laterales la facilitan.

uespués de la extirpación de las masas mor­tificadas la piel puede quedar muy adelgazadaal nivel de la punta del ántrax, pudiendo en­tonces acabar por perforarse, pero nunca elcolgajo se gangrellará en toda su anchura sino estaba ya en vías de mortificación al seroperado.

La sutllfa a distan~ia de los labios de las in-cisiones laterales presenta dos grandes venta­jas: por una parte favorece la evacuación delas secreciones de los tejidos, que acabarán denecrosarse durante los día.~ siguientes; porotra parte, limitando la retracción de los col­gajos hace mu~ho más rápida la cicatt izaciónesta cicatrización es casi tan rápida como lade las suturas que se juntan por primera in­tención.

El drenaje filiforme tiene por objeto mante­lIer abiertas las hendeJuras que sirven para la

e\'a~uación del pus.Ventajas del despegamiento.El despegamiento evita la perforación cen­

tral de la piel con tal de ser practicado antesque el denllis esté infiltrado; abrevia muchisi­mo la duración de la cicatrización, alivia inme­diat¡,ulIellte, evita la supuración pr010ngada yprodll-:e -:icatrices estrechas y lineales.

Jllrlicaciolles operatorias.El despegamiento está indicado: en todos

los ántrax cuya piel está aún intacta bien 4uelTIuy inf1amada; 2.° En los ántrax cuya pielpresenta una zona central de infiltración puru­lenta o de esfacelo, o una perforación central,a condición que est'iS lesiones no rebasen lacuarta o tercera parte del diámetro' de la tu­

mefacción.

COlttraútdicaciollfs.La infiltración purulenta o e~facel() central

~uperior en amplitud Ctl tercio del diametro del

BOLETIN DE PRACTICANTES 11

ántrax contraindican el despegamiento, por­que exponen al esfacelo del puente cutáneo.Lo propio debemos decir cuando la perfora­ción, en forma de colmena ocupa la mayorparte de la superficie del ántrax.

Finalmente, !:ln los individuos viejos o muydebilitados, en los afectos de diabetes o de al­buminuria por un estado geheral muy defec­tuoso, será conveniente abstenernos del des­pegamiento y contentarnos con la incisióncrucial.

O~jecio1Zef.

Podemos reprochar al despegamiento elexigir la anestesia, pero la incisión crucial lareclama tam bién.

S~ objetará también, que expone a la gan­grena del colgajo cutáneo; este t~mor es ilu­sorio, puesto que el colgó:tjo, muy congestio­nado por la inflamación, posee una gran vita­lidad, y, en lugar de gangrenarlo, lo que haceel despegamiento es evitar su' perforación cra­teriforme.

Es indudable que el despegamiento es algomenos sencillo que la incisión crucial; peroeste inconveniente relativo viene compensa­do por numeroslts ventajas, y su ejecución noexige una gran habilidad; está al alcance detodos los prácticos en condiciones de practi­car operaciones de pequeña cirugía.

Superioridad del despegamiellto por IIlÚsiÓN

bilateral sobre tos otros métodos operatorios.

A. [¡zcicisión crucial con extirpación delclavo.

El despegamiento en los ántrax es superiora la incisión crucial seguida de extirpación delclavo por las razones siguientes:

I. a La extirpación del clavo por incisióncrucial determina una gangrena extensa de loscoigajcs cutáneos que están mal irrigados; laablación no interesa más que ¡as porcionesvisibles del clavo y en modo alguno los islo­tes más o menos morti f¡cados que están ocul­tos en tejidos de mavor o menor vitalidad aun;no suprime más que los tejidos completamen­te mortificados y en modo alguno los que es-

tán destinados a la mortificación. En cambio,el despe~amiento suprime, junto con el esfa­celo, todo el tejido inflamado destinado a gan­grenarse más tarde y nunca va seguido de

mortifkación cutánea. Verdad es que las por­ciones de piel necrosadas antes del despega­miento se eliminan, .pero no tiene lugar nuevagangrena.

2. a La curación es mucho más lenta 'conla inci:-ión crucial simple aunque vaya segui­

da de extirpación del clavo; exige general­mente de dos a tres meses, en tanto que conel despegamiento la curación se obtiene alcabo de quince a veinte días.

3a Las cicatrices de la crucial son muydeformes y en cambio las del despegamientoson estrechas y lineales, e incluso en algunoscasos llegan a desaparecer casi por completotranscurrido algún tiempo.

B. Extirpaciótl en masa.La extirpación en masa está contraindicada

en los ántrax voluminosos cuya extirpacíónno es posible sino dejando una gran herida.

Cuando se emplea en los ántrax pequeñosincipientes es imposihle suturar la herida y deaqui que la cicatrización sea más lenta y lacicatriz resultante mucho mayor.

En camhio el despegamiento resulta venta­joso cualquiera que sea el volumen del ántraxcondición de apelar a él antes que el dermisesté invadido.

La extirpación en masa ~acrifica una grancantidad de piel, lo cual hace que la cicatriza­ción sea más lentil y la cicatriz más visible; eldespegamiento conserva toda la piel, permiteuna cicatrización rápida y produce cicatriceslineales que con el tiempo p~Ieden Ilegal' a h,,­cerse visibles.

EIl resumen:El despegamiento de los ántrax con aneste­

sia local por medio de 1I na incisión bilateral,drenaje IilifOl'lne y sutura a distan;;ia, viene él

resultar una c>peración indolora y henigna quesuprime el dolor, la inflamación; la intoxica­ción general y la ~ upuración, determinandu

12 BOLETIN DE PRACTICANTES

un alivio inmediato, una curación rápida conreunión por primera intención y cicatrices li­neales y l1exibles que desaparecen rápida­mente.

DR. H. CHAPUT.Cirujano del Hospital Lariboisiére.

(De Le Jlomfe J/édica/.)t ...........---.. • .--..••~••-...• ...,...-........~••~••--...••~III.~.

Fiesta simpática.-0-

Galantemente invitados por la Comi,ión 01'­

ganizHdora, hemus asistido con carácter pClr­ticulnr y desligados de todo criterio ~oL:~al albanquete que con objeto de celebrar la con,,­titución de una nueva entidad social ha ve­rificCldo un núcleo numeroso de ayud ntes deFarmacia de Madrid.

La nueva colectividad está conslituída porIlluchos y valiosos elementos que hasta hoypeltenecieron a la Unión de Auxiliares deFarmacia, de la que se han separado por ra­zones que desconocemos ni está en nuestroánimo averiguar, pues para nosotros sólo nosbasta saber que sus ideHles tienen como fun'­danlento y base de ~us aspiraciones el en­grandecimiento y mejora de la clase a quepertenecen.

La simpática fiesta resultó en extremo agra­dable como no podía por menos de suceder,siendo la nota característica en todos los con­currentes la de rivalizar en entusiasmo, frater­nidad y a lev;ría sin límites.

Sumamente l1gradecidos el. las deferencias deque fuimos objeto. enviamos desde estas mo­destas columnas un cariñoso abrazo al dignopresidente de la nueva entidad, así corno tam­bién al señor director .v administrador de suórgano periodistico .Y a todos en general.

Que sean bien venidos.LA REDACClüN

En defensa de la claseEl Jardín Médico Español, Capullos 'de

oro. Jardín médico

Soy bien conocido de mis compañeros porla claridad, sencillez y nobleza de mi lengua­je y, pues cocinero. soy de nacimiento (naci enla cocilla porque no había otro lugar más hon­roso en mi palacio), me parcce bastante lo di­cho para hacer la presentación de mi modestapersonal ¡dad.

En prilller lugar, debo hacer presente quemi únic,) .Y constante deseo es que mis comopañeros y IlIis claveles y rosas florezcan entoda su lozania cientít1ca en el '.!ilrr/!/¡ .lférlimEsparto!, el más f1orido y alegre de todos losjardines del mundo.

y he aquÍ que en busca de IlIis clavcles yrosas, en el risueño y apacible mes de abri 1,me encuenlro en el l1orido mayo en el mismolugar en que l"isité a mis simpáticas ,lfoscas

'verdes, en aquel recinto de aspecto señorial delInstitulo Rubio, y sin variación en el cuadroescénico, pues aún existe la misma mala hier­

ba de entonces, algo más crecida y lozana, porno disponer el Jardín ¡\\édico de un buen jar­dilJcro que la extirpe.

y ahora, definiendo en sentido figurado elltema presente, permitirme decir. .. ¿Cuál es ejardín? .. El jardín es la tierra en que el cate­drú!ico siembra la semilla doctrinal y que mástarde cultiva para dar vida a las plantas; lacátedra magistral, las aulas de la Facultad, lasclínicas y laboratorios, cuyo abono fructífero

GAYOSO, farmacéutico·~~;:j·n de Cápsulas medicinales gelatinosas. Prepa­

Soluciones hipodérmicas en ampollas de todostamaños

BOLETIN DE PRACTICANTE

es la ciencia médico-quirúrgica; es el ejemplosaludable dé la práctica, gérrn en necesariopara que de ese jardín broten y crezcan flore­cientes las flores que el día de mañana h,lI1 dee parcir su aroma por todos los ámhitos delmundo, para honra del jardinero que las culti­vó y cuya fragancia sant¡a y benéfica llegaráhasta la cabecera del enfermo como supremodon humanitario.

y dicho esto veamos... ¿Quiénes son las flo­res, claveles y rosas de tan ameno jardín? Enprimer lugar los alumnos) cuya fragancia,merced a su vocación científica, ha de exten­derse de polo a polo del universo, según la la­bor del jardinero. Si ésta fué acertada susplantas Oorecerán ysu fruto alcanz~rá el grndosumo de savia benéfica. ¿Cómo y dónde secrían: Demasiado sabéis que en España eXIs­ten Facultacles dé l\Jedicina, ¿Qué SOn éstas sino ja rdines científi.:os cuyos jard iIleros, llenosde entusiasmo, cuiti\'an :>us plantas, de la"cuales hrotan gallardos v alti\'os mis ca/Jullos

lÍe oro, es decir, los alumno'i~ Segllralllentelile preguntaréis: ¿CÓIlIO se cultivan esos jar­dine~? Y yo, COIllO planta, os dic;o: «Los capu­llos de oro, cla veies y rosas que tanto adll1i·mis deben su aromática fragancia a los exper­tos jardineros que la cultivaron.» A esta ma­nifestación sincera de mi alma replica otra delas flores que se rebela contra la... demás plan­las cienlí ficas y dice: «¿Queréis decirm~dóndeme hall cultivado?... » Y sus compañeras, hu­mildes, cándidas y halagüeñas, le respunden: .«En el mismo jardin que nosotras) pero ·conla diferencia de que tú creciste:: lozana y te hasmarchitado antes de tiempo por tu soberbia,pues como dice el Kémpis ... «El que se hmni­/la será ensa!:::ado y el que se ensalza será /zu­11úlladolJ. Así pasa en el jardín; hay algunosque se creen ser los reyes de la i\ledicina ysólo son capullos que están rcloñando entreotras flores, pero que su aroma sall/x no seextenderá allende los mares.

Pero seguramente me diréis: ¿eómo y dón­de se cultivan estas flores tan galanas? .. Enel jardín médico español, del que todo cuanto

se diga es poco; pues tanto éste como los jar­dineros. rivalizan. gracias él su florecimiento,con los más repulados del extranjero, y deél sUlgen Illi~ pimpollos de oro, ese manan­lial fecundo de ciencia, el cáliz de la flor desu carrera, siempre dispuesto él convivir conel enfermo, distanciado en absoluto del caci­que ... : esta es la flor y nata del jardín médi­co esrañol.

y así vemos que el jefe supremO de losjardineros inspecciona y vigila los jardines mé­dicos españoles, y en todos llalla las flores lo­zanas y risueñas que florecieron en corredo­res y galerías universitarias, en los museosanatÓIJlicos, salas de disección y autopsia,clinicas y laborarorios, cátedras y conferen­cias; jardines todos,. que bien cultivado;, porlos jardineros respectivos, y revisados por elcapataz (el examen), pueden arrancarse delmacizo y sembrar sus semillas en tierra abo­nada para procrear otras flores tan bellas ygalanas COIlIO aquellas a las' cuales deben suexiste::ncia.

Y, como la prueba evidente de que lIen'abie::n abonada buen fruto produce, es innega­ble, no creemos que nadie ponga en dudaque en el cuarto de siglO anterior, han salido,además de otros claveles que citaré más ade­lante, varias flores eminentes en ciencia mé­dico-quirúrgica, corno son un Olivares, enSan Carlos; un Goyanes, en el Hospital gene­ral; un Blanc y un Albasanz, en la Princesa;Azúa y Sáinz de Aja, en San Juan de Dios;Tolosa Latour, en PediatrWi; oftalmólogos tanilustres como Mancilla, Márquez y Castresana,Codin~ y Rozabal, en Medicina general; Villa,Gimeno, l<ecasens, Cnacón, Redondo y elgran Cardenal (sin capelo), y otros muchosque hoy engrar.decen el jardin médico espa­ñol y lo elevan a tan inmensa altura que yome pregunto: ¿Para qué ir al extranjero aestudiar?¿Acaso se puede aprender más? .. Per­mllidmé que lo ponga en duda... Ahí está lahistoria de la l\ledicina que bien claro y termi­nante lo dice ... ¿Quiénes fueron los princípa­les descubridores del organismo humano?

14 BOLETIN DE PRACTICANTES

¿Qué nación fué su cuna?.. E~paña, rico ve­nero de inteligencias privilegiadas, de sabiospensadores, de amantes del trabajo, de hom­bres llenos de fe ...

M. AÑEZ (CANTA CLARO)

(Se continuará).

UN RUEGOCumplimos el deber de rogar a los com­

pañeros entusiastas que deseen avalorar consus trabajos las culumnas del Boletín, que lafecha de remisión de originales es del 1 al 20

de cada mes, con objeto de no retardar la ti­rada y poder atender a su confección.

Además, la publicación de los trabajos reci­bidos se hace por orden riguroso de fecha deremisión, exceptuándose aquellos escritos quepor su reconocida importancia merecen prefe­

rencia de publicidad.

tal' Soler y Soto, la distinguida esposa delilustrado compañero y auxiliar de la Subins­pección de la Beneficencia Municipal, D. Leo­cadio López Arrojo.

Reciban nuestra enhorabuena, y que la cu­ración sea tan completa y rápida como esnuestro deseo.

** *F.n los primeros días del In es actual ha

conlraído matrimonio con la encantadora ysilllpática señorita Rosa Vibriño, el lahoriosoe inteligente auxiliar d~ Farmacia, D. VíctorFernández Carril, hijo de nuestro director, yhermano del entusiasta colegiado D. Rafael

Fernández.Reciban nuestra sincera felicitación los con­

trayentes y sus familias.

NECROLOGÍAS

** *

Se encuentra enfermo de algún cuidado elparlre de nuestro particular amigo y entusias­ta compañero, D. Lucio de las Heras..

De todas veras deseamos el restablecimien­to del paciente, y en cuanto a su buen hijo,nos permitimos decirle que no olvide nuncael cariño que sabe le tenemos, y que estamosa su lado incondicionalmente para todo cuan­to sea necesario, pues nuestro único deseo escorresponder a las muchas atenciones recibi­das de nuestros compañeros y amigos.

N ot.I

LA DIRECCIÓN.

e i a s •

Con verdadero pesar partkipall,os a Ilues­tras lectores el fallecimiento del p:t-irc delhuen compañero v ;¡nti~lIo Hllligo 1). DavidFernández, coiegiado entusiasta y merecedorpOI todos conceptos de la estilllaciún general.

adie mejor que él s¡lbe cuánto le aprecia­mos, y, por tanto, no dudará de que, al mani­festar públicamente nuestro sentimiento portan sensible pérdida, nos asociamos de todocorazón a sus dolores y la conside~anlOs comonuestra.

·x·

* *'Ha fallecido en esta corte el inteligente y

amigo particular nuestro, D. Pedro Cuadros,Practicante numerario de la Beneficencia mu­nicípal y el eual gozaba de generales simpa­tías por sus excepcionales condíciones perso­nales.

D. E.P.

Ha sido operada con resultado altamentesatisfactorio por el eminente ginecólogo, doc-

Pérdida sensible.

Nuestro buen amigo y compañero de cole-

BOLETIN DE PRACTICANTES 1')

gio, D. Bernardo Almarán, se halla en estosmomentos bajo la dolorosa y triste impre­sión causada por el fallecimiento de su buenay amante esposa, ocurrido el día 3 del actual.

De todo corazón nos asociamos a su in­mI. nso dolor, considerando tan sensible e lITe­parable pérdida como cosa nuestra.

D. E. P.

[lrre!DOn~en[ia a~minilllati'a

Durante el mes de abril se han recibido en estaAdministración los giros l.lOstales siguientes:Día LO-D. icandro L. de Paviza, pagada la

suscripción hasta el mes de enerode Ig20.

7.-D. Francisco Ruiz, ídem, íd., hasta mar­zo de Ig20.

• • D. Adolfo Gómez, ídem, íd., íd.H.-Colegio del Ferrol, ídem, íd., por todo

el año de 1SJ1g.D. Daniel Gutiérrez, ídem, íd., hasta

marzo de I<)20.D. Vicente Miñambres, ídem, íd., hasta

septiembre del año actual.• 10.-0. Tomás Morales Puche, ídem, íd., has­

ta marzo de 1920.» 1S.-D. Remigio Ferrer, ídem, íd., íd.• 21.-D. Fernando Mateos, ex secretario ,de

este Colegio, pagó la suscripción deD. Tomás Magdaleno, correspondien­te al año 19I5. Esperamos indiquequé se hace con las tres pesetas queobran en nuestro poder, y que estána su disposición. o se ha recibidoel giro de enero.

• • D. Juan Muñoz, pagada suscripción deun semestre que termina en septiem~

bre próximo.• 23.--D. Enrique Blanque, ídem, íd., hasta ju­

nio de Ig20.» 24.-D. Mariano N. ídem, íd., hasta diciem e

de IgIg.

» 26.-D. Enrique Román, ídem. íd., hasta ene­ro de Ig20.

D. Vicente Lebrato.• TO se ha recibidogiro postal remitido por usted; lasuscripción anual del 'Boletín es 3,50pesetas. Empieza la suscripción enmayo de 19I9.

• 30 .-D. Xicasio García, pagada suscripciónhasta febrero de 1920.

** *El giro postal que se indicó en el Boletín ante­

rior, impuesto en Peñafiel, pertenece a la sus­cripción de D. Felipe l<amos y queda pagadahasta enero de 1920.

** *Rogamos al compañero D. Eloy Botecario que

en vista de la suspensión de la Asamblea, nos in­dique lo que debemos hacer con las dos pesetasque remitió como donación para gastos de lamisma, y las cuales obran en esta Administra­ción.

** *Rogamos a los compañeros que se han dirigi­

do a esta Administración, pidiendo noticia decuándo se celebrab.a la Asamblea, que perdonensi no hemos contestado a su debido tiempo, puespor nuestra parte ignorábamos todo lo referentea este asunto, y esto, no otra cosa, há sido lacausa que nas ha impedido atenderles como esnuestro deseo.

Por lo dem.ás esta Administración está siempredispuesta a corresponder a las atenciones y favo­re , ontinuamente recibe de todos los com­

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Los pagos son adelantados, en sobres monederos o Giro Postal. Todo cuanto se relacione conel BOLETI1"\: Correspondencia, pagos, avisos, etc., se dirigirán a la Administración, Marqués de SantaAna, 28, D. Hernardino Asenjo.

Sitios donde se vende este BOLETIN: En el Colegio, en la .\dministraciÓn. «puesto de !lP­riódicos de Tomás Prieto, en la Puerta del Solo; .kiosco de Fornos, calle de Alcalá.; .kiosco de lasCalatravas, calle de Alcalá>; -puesto de periódicos de Antón Martín, calle de Atocha.; .kiosco de laFacultad de Medicina, calle de Atocha.; .kiosco Pari~ién, plaza del Rey».

Distinguido compañero: Le recomiendo con gran interés que si quiere estrechar el lazo de uniónentre sus dignos compañeros y tener conocimiento de todos cuantos asuntos se relacionan con nues­tra profesión, se suscriba a nuestro órgano oficial, cual es el BOLETÍN DE LOS PRAcnCA:-;¡TES DE ~E­

mCINA y CmUGfA. Esto lo puede hacer con sólo cortar el presente cupón, llenarlo y rpl11itirlo a estaAdmi!1istración, Marqués de Santa Ana, 28, Madrid.

SOLICITUD DE SUSCRIPCION

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óro7JZ'ncia de de .

... uotural de

años de edad. de estado

domiciliado en provú7cia de . ..... "'''.'''' calle de

............................................ número .,

solicita ser suscriptor del Boletín Oficial de Jos

Practicantes de {Wedicina y Cirugía por el tiempo de

.................................................. a ... rk de I9I .

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